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Antón Castro

Escritores

2020: EL AÑO DE LA CAUTIVIDAD

cuentos de domingo

El año de la cautividad

El 2020 que se va ha sido el año de la pandemia, de la cautividad, de la perplejidad y de las peores despedidas: se han ido amigos, familiares y muchos ciudadanos en silencio, en soledad, con ese dolor que no soporta bien ninguna metáfora. Ha sido el año donde casi todo saltó por los aires, el año de la anomalía, el año en que el abrazo se convirtió en una fantasía de otro tiempo y los besos desaparecieron incluso del amor fraterno. El año en que las mascarillas pasaron de no ser necesarias a ser imprescindibles y objeto de multa si no se llevan. El año en que vivimos peligrosamente porque la muerte viaja por sorpresa con el virus. El año donde las decisiones sanitarias desde el Gobierno las dirimía un comité de expertos hasta que alguien reveló que no existía: era un colectivo espectral –digno del teatro del absurdo– inventado por Sánchez e Illa a modo de trampantojo científico. Fue el año de Delibes y de Galdós, el año de Bécquer, el hombre que puso las primeras alas a la poesía contemporánea y vivió un dulce amor, Alejandra, en los últimos meses de su vida.

En las listas de final de año aparecen varios aragoneses: ‘El infinito en un junco’, ensayo de septiembre de 2019, fue para los críticos de ‘ABC Cultural’ el mejor libro de 2020, quince meses de actualidad palpitante, todo un prodigio; también han sido elogiados Martínez de Pisón por su novela familiar ‘Fin de temporada’ y Julián Casanova, con su ‘Una violencia indómita’, un gran ensayo sobre las guerras del siglo XX. Otros libros han sido referenciados en varios suplementos: ‘Os contaré la verdad’ de Fernando Sanmartín, primor de prosista poeta; ‘Juego de niñas’, un excepcional libro de relatos de José María Conget, ‘El sueño del tiempo’ de López Otín y Guido Kroemer, ‘La piel’ de Sergio del Molino, los ‘Cuentos’ de Carlos Castán, dos autores muy leídos, y ‘Los deslumbramientos’ de Ángel Guinda, los versos más intensos y sabios del año. En teatro, para varios medios, ‘Con lo bien que estábamos. Ferretería Esteban’ con Jorge Usón y Carmen Barrantes, que inició su andadura en el Principal, lideró la escena. Entre las películas, destaca ‘Las niñas’ de Pilar Palomero, la mirada poética al paradójico año 1992 en el despertar de la adolescencia. Este también ha sido un año de contradicciones: el miedo y la búsqueda de la normalidad siguen luchando a brazo partido.

 

 

FERIA DEL LIBRO DE ZARAGOZA, 2020

FERIA DEL LIBRO DE ZARAGOZA, 2020

ZARAGOZA. «Después de este año tan complicado, con tantas suspensiones, surgió esta posibilidad, gracias a David Lozano, responsable de Zaragoza Cultural, para aprovechar estos días festivos y hemos organizado la Feria del Libro de Zaragoza en la sala Multiusos. Además, hemos contado con la solidaridad de la Feria de Monzón, que se ha portado de maravilla, porque sabemos que no es fácil mover una tradición de 25 años y trasladarla al siguiente fin de semana», dice Marina Heredia, presidenta del gremio de editores de Aragón, con evidente satisfacción.

Añade: «Cumpliremos todos los protocolos de seguridad, habrá control de entrada y salida, y habrá cabida para 256 personas a la vez. Contaremos con alrededor de 100 autores firmando en las 39 casetas, alguna de ellas dobles. Y ahí estarán casi todas las novedades del año, por eso esta cita también es importante. Será como un recuento de la actividad editorial de la Comunidad de un año tan extraño y complicado».

El fulgor literario de Aragón

La Feria del Libro de Zaragoza se iniciará este sábado 5, a las 11 de la mañana y se prolongará hasta el martes 8. Tendrá un horario de 11.00 a 14.00, y de 17.00 a 20.00, y en ella participarán editoriales aragonesas, la Asociación Aragonesa de Escritores, dos librerías de viejo: Luces de Bohemia y Prólogo, y la de tebeos Cómics El Coleccionista. «Estamos ilusionados y esperamos que el público, que se quedó sin Día del Libro en la calle y sin la Feria en su emplamiento habitual, responda», agrega Marina Heredia.

A las 11.30 del sábado, el escritor Félix Teira Cubel (Belchite, 1954) pronunciará el tradicional pregón. «En los puntos que trataré en el pregón hablaré del libro como creación única de la especie humana, de la aparición de la ficción, de las obras de la primera juventud que configuran el carácter, de la potencialidad de la literatura para la crítica, la utopía y la anticipación del futuro», explica el autor de ‘La violencia de las violetas’, ‘Una luz al atardecer’ y ‘El último sol’.

Todo ello lo abordará Félix Teira en la primera parte de su discurso, y en la segunda analizará «la situación excepcional de la literatura aragonesa actual y los deseos de futuro para los cuatro pilares de la literatura: escritores, editores, libreros y lectores». Añadirá, entre otros detalles: «Ocupamos una posición cimera en novela histórica. Lo mismo ocurre en novela infantil y juvenil. Premios como Gran Angular, Anaya, El Barco de Vapor, Edebé o el Cervantes Chico han recaído repetidas veces en los últimos años en autores aragoneses. La novela, sea de autoficción, generacional, negra, de conflicto familiar, goza de excelente salud». Su diagnóstico del buen momento de las letras aragonesas va más allá: «En ensayo existe una frescura estimulante: se acuñan conceptos como ‘la España vacía’, se reescribe el siglo veinte con ‘una violencia indómita’ o, enlazando con la pregonera anterior, Irene Vallejo, sabemos que ‘El infinito está en un junco’», avanza.

Teatro, cuentos y lecturas

Además de las firmas de libros que se han previsto en todos los ‘stands’, cada día hay una programación para distintos públicos. El teatro será el protagonista de las mañanas. La compañía La Clac escenificará y narrará aspectos de personajes ilustres de la literatura como Agatha Christie, Benito Pérez Galdós o la filóloga aragonesa María Moliner, a razón de tres pases diarios.

La programación familiar ocupará las tardes, a partir de las 18.00, y cada día se citarán en un escenario habilitado autores, editores e ilustradores como Vera Galindo, Mariela Cisneros e Israel Gómez, Sandra Araguás, Asun Sarrado y Roberto Malo. A partir de alguno de sus libros, harán actividades y cuentacuentos.

Todos los días se cerrará la Feria con la lectura de textos de Margarita Barbáchano, Elena Laseca, Ana Rioja y Bárbara Armstrong, una de ellas cada tarde. En este menú de actividades, así como en todo el recorrido de Feria, «se cumplirán todas las medidas de higiene, distancia social y control de aforo que exigen los protocolos sanitarios», anuncian los promotores:Copeli. Colaboran el Ayuntamiento de Zaragoza, la Diputación de Zaragoza y el Gobierno de Aragón

LA CIFRA

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Son los expositores distribuidos en las 39 casetas, a las que no se han sumado en esta ocasión las librerías, salvo tres (Luces de Bohemia, Prólogo y Cómics el Coleccionista). Podrán verse las novedades y parte del fondo de:Hola Monstruo, Gp Ediciones, Onagro, La Fragua del Trovador, Pintacoda Ediciones, Malavida, Ediciones de la Universidad San Jorge, Libros de Ida y Vuelta, Editorial Sin Cabeza, Los Libros del Gato Negro, Editorial Delsan, Gara d’Edizions, Prames, Taula Ediciones, Apila, Libros del Innombrable, Olifante, Pregunta, Rasmia Ediciones, Rolde de Estudios Aragoneses, Xordica, Punto Edelvives, Editorial Cosquillas y El Periódico de Aragón. Como es habitual, la Asociación Aragonesa de Escritores tiene caseta propia.

 

La foto es de Raquel Labodía. 

ONCE ESCRITORES HABLAN DE MARADONA

ONCE ESCRITORES HABLAN DE MARADONA

https://www.heraldo.es/noticias/deportes/2020/11/29/once-escritores-aragoneses-retratan-a-maradona-ese-dios-que-se-autodestruyo-1407655.html

MANUEL VILAS HABLA DE SU POEMARIO 'R0MA'

MANUEL VILAS HABLA DE SU POEMARIO 'R0MA'

 

https://www.heraldo.es/noticias/ocio-y-cultura/2020/11/25/manuel-vilas-en-roma-te-interrogas-por-tu-identidad-y-el-significado-de-la-vida-1406970.html

 

*La foto es de Toni Galán. Fotógrafo de Heraldo.

DIÁLOGO CON AGUSTÍN SÁNCHEZ VIDAL SOBRE 'GENEALOGÍAS DE LA MIRADA'

¿Qué quiere ser, cómo surgió ‘Genealogías de la mirada’ (Catedra)?

--Son ensayos sobre la construcción de la mirada moderna desde la perspectiva renacentista hasta la teoría de la relatividad, la mecánica cuántica y las imágenes digitales. A lo que se añaden consideraciones sobre las peculiaridades del caso español. Su núcleo original procede de los encargos que me ha venido haciendo el Museo del Prado desde 1999, ampliados con otros del Reina Sofía y el Thyssen o distintas Universidades, desde la de Zaragoza hasta la de Oxford. Casi siempre han sido conferencias divulgativas para el gran público. Y el impulso para convertirlas en libro me vino de dos amigos muy queridos, Francisco Calvo Serraller (a cuya memoria está dedicado) y mi colega Amparo Martínez Herranz, en uno de cuyos ciclos de ‘Vida en Ficciones’ utilizamos ya el título de ‘Genealogías de la mirada’

 

Me ha parecido que hay en el libro algo parecido a una síntesis de la visión del detective de imágenes que tú eres…

--Seguramente hay mucho de mi fascinación por las imágenes como un ecosistema complejo, que termina generando una jungla enmarañada en la que hay que abrirse paso. Pero no a machetazos, sino con respeto, tanteando cada huella pacientemente.

 

¿De cuántas formas se puede ver la realidad o el mundo?

--La mirada está tan diversificada como las lenguas, hay una babel de imágenes. Sólo que con las palabras somos conscientes de ello por la barrera del idioma, mientras que las imágenes parecen transparentes, cuando en realidad están igual de codificadas.

 

¿Por qué han obsesionado tanto al hombre las máquinas del tiempo?

--Supongo que porque estamos hechos de esa sustancia temporal. Nuestra verdadera máquina del tiempo es el reloj mecánico, el eje en torno al cual pivota toda la cultura occidental, como lo demostró aquel famoso “Efecto 2000” de los ordenadores que nos tuvo en suspenso en el cambio de milenio. La medición precisa del tiempo fue tan importante para su ordenación como la perspectiva renacentista para la del espacio.

 

¿Cómo mira, interpreta y qué le debemos a la perspectiva renacentista?

--A ella le debemos no sólo otra forma de pintar o edificar, sino también todos los derivados de la cámara oscura, desde la fotografía al cine. A lo que hay que añadir la cartografía moderna y una nueva concepción del espacio.

 

Uno de los capítulos más complejos y atractivos es el de la anamorfosis. ¿Por qué es tan importante esa idea de la deformación óptica o matemática?

--Porque nos pone ante una evidencia que de otro modo pasaría más desapercibida: no vemos lo que hay, sino aquello que estamos entrenados para percibir. Y eso sucede incluso hoy, cuando un artista callejero recurre a las anamorfosis en sus grafitis o dibujos con tiza sobre las aceras.

 

O sea que la deformación es anterior al expresionismo…

--Claro. Otra cuestión es que el expresionismo “a la alemana” le añada una subjetividad en tensión o un cuestionamiento del realismo entendido como conformismo con lo aceptado socialmente.

 

Me ha gustado mucho esa lectura de Góngora y Quevedo, maestros de la compleja mirada. ¿Cómo se puede resumir su percepción de las cosas y del lenguaje?

--Los dos manipulan el lenguaje para hacerle perder transparencia y obligarle a reconsiderar el mundo a través de la metáfora o de retruécanos que vienen a ser una suerte de anamorfosis verbal. El idioma se desestabiliza, irisa en direcciones no previstas, las palabras se enlazan de modos inéditos y ya no puedes volver a ver las cosas de la misma manera ni a nombrarlas con impunidad.

 

Siempre te han fascinado los instrumentos precinematográficos: el mondo nuovo, el cajón, la linterna mágica. ¿Por qué fueron tan importantes?

--Porque no sólo fueron los Bautistas del cine, preparando el camino y allanándoselo, sino se incrustaron en los dispositivos fílmicos cuando fueron fagocitados por él, y determinaron su ADN.

 

La pintura es capital en el libro, desde las primeras páginas. Hablas mucho de Arcimboldo, Tiépolo, Goya, pero no menos de los ‘cuadros animados’. ¿Serían también un antecedente del cine?

--Las primeras películas se llamaban, literalmente, “cuadros animados” (o tableaux vivants en francés y moving pictures en inglés). Y eso es lo que eran. El modo de encuadrar, angular, componer e iluminar de los pintores sigue siendo una fuente inagotable de inspiración para el cine.

 

¿Por qué al cine le ha interesado tanto la pintura de retratos?

--Por sus dificultades. A la fotografía le costó mucho “decir” el rostro y al cine conquistar el primer plano. Y luego está el misterio de la fotogenia, por qué personas de aspecto anodino dan tan bien a través de una cámara, o viceversa.

 

¿Qué es la ‘España negra’ y por qué ha generado tantos siglos de tradición y de mitología?

--Es una modulación de la imagen de nuestro país que procede de pintores como Regoyos o Gutiérrez Solana y termina engranando con la famosa Leyenda Negra. Además, se opone a una “España blanca”, la españolada de charanga y pandereta. Y esos estereotipos generan algo así como un Síndrome de Estocolmo cultural, en el que nos debatimos en rehenes debido a una cierta incapacidad para gestionar nuestra propia imagen y la propaganda antiespañola.

 

Asombra una frase de Costa, en ‘Oligarquía y caciquismo’: “En el día de las elecciones en todos los pueblos de España hay una atmósfera de matonismo”. ¿Ha desaparecido ese clima tremendista y sombrío, por adjetivar como adjetivas a Gutiérrez Solana?

--Hombre, ahora ya no es así de crudo, se supone que las manipulaciones han de hacerse de forma más sutil. No es como en la época de Costa, cuando los sicarios del cacique iban con la escopeta a hacer votar a la gente por su jefe o cogían el puchero que se utilizaba como urna para dar el pucherazo y cambiar los votos.

 

¿Cómo se puede definir ahora, más de medio siglo después de sus primeras teorizaciones, la cultura de masas, por qué aspiramos a ella y a la vez suscita un cierto recelo siempre?

--La cultura de masas es muy compleja y hasta el Arte Pop la intelectualidad de ceja alta la despreciaba, fuera de excepciones tan notables como Walter Benjamin. Ahora se está produciendo una mutación a través de dispositivos en apariencia personalizados, aunque no sean sino una variante de la vigilancia orwelliana. Las masas ya no tienen que coincidir en el mismo espacio físico, pueden estar confinadas individualmente en un redil virtual que pastorean los grandes monopolios de Internet.

 

¿Hablar de cultura digital y vértigo constante es lo mismo

--Sí, lo que sucede es que nuestra civilización no se ha “digitalizado” de golpe y porrazo con las computadoras. Detrás hay todo un largo proceso de cuantificación de la realidad que empezó con el reloj mecánico, se asentó con la perspectiva renacentista o los mapas portulanos y continuó con el dinero en papel moneda. Me temo que la actual cultura digital será como una arcadia feliz cuando empiecen a ser realmente operativos los ordenadores cuánticos.

 

Si te pidiera un aforismo, un frase de pensador o un verso de poeta, ¿en qué consiste mirar?

--Mirar no es sólo ver, ni un simple proceso óptico, sino algo cultural, una lectura del mundo.

 

 

 

XESÚS FRAGA: UNA ENTREVISTA SOBRE 'VIRTUDES (Y MISTERIOS)'

https://www.heraldo.es/noticias/ocio-y-cultura/2020/11/15/xesus-fraga-de-las-historias-de-los-mayores-me-fascinaba-la-desaparicion-de-mi-abuelo-materno-1405298.html?utm_source=facebook.com&utm_medium=socialshare&utm_campaign=desktop&fbclid=IwAR1K_kNerKUYDhviMmJ9P4DZPbwTZ5Q63RBGDMMegdHlFuYo5x5w6OKF560

UN DIÁLOGO DE PEPE MELERO E IGNACIO MARTÍNEZ DE PISÓN

IGNACIO MARTÍNEZ DE PISÓN: “AL LECTOR TIENES QUE ENTREGARLE LO MEJOR DE LO QUE ERES CAPAZ”

 

  • El escritor Ignacio Martínez de Pisón ofreció ayer la videoconferencia del ciclo Martes de librosorganizado y emitido por Fundación Ibercaja en su canal YouTube

 

  • El encuentro fue presentado por la jefe del Area de Cultura de Fundación Ibercaja, Mayte Ciriza

 

  • Ignacio Martínez de Pisón dialogó con el escritor y bibliófilo José Luis Melero

 

ZARAGOZA.- Ignacio Martínez de Pisón ofreció ayer la videoconferencia del ciclo “Martes de libros” que presentó la jefe del Área de Cultura de Fundación Ibercaja, Mayte Ciriza, quien describió al escritor como “una de las referencias de nuestra literatura en español”. Martínez de Pisón conversó con el también escritor y bibliófilo José Luis Melero. La conferencia puede verse en el canal YouTube de Fundación Ibercaja en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=Qirb29Us4p0&feature=youtu.be .

 

Martínez de Pisón habló de la responsabilidad de un escritor ante el lector. “Al lector tienes que entregarle lo mejor de lo que eres capaz”, dijo, “y tienes que hacer cada libro mejor que el anterior”, añadió. Su trabajo como escritor le exige ser metódico y disciplinado, “pensar mucho, escribir mucho, descartarlo… Aunque sea por ir descartando párrafos, ponerte a escribir vale la pena. Las ideas buenas o malas que tengas van a valer para algo. Si no te impones unos horarios y una disciplina es imposible ser un escritor”.

 

Cuando tenía 12 años, más que la literatura le interesaba el cine, “de niño jugaba a ser guionista de escenas surrealistas”, contó, y afirmó que “si en aquella época hubiera sido fácil rodar, lo habría intentado; sin embargo, vi que con una Olivetti podía escribir como los escritores de verdad y decidí contar las historias con palabras y no con imágenes”.

 

Sus primeros escritos no compartían el realismo de sus novelas más recientes. “Al realismo llegué por el realismo sucio americano, que los años 80 tuvo un gran prestigio y los jóvenes caímos rendidos a ese tipo de literatura”. Fue con su novela “Carreteras secundarias” (1996) con la que se introdujo en esta corriente literaria. “En ‘Carreteras secundarias’ me di cuenta de que podía contar cosas que ocurren en una época y en un lugar, y que me sentía muy cómodo contando historias en las que, además de hablar de los personajes, hablas de lo de alrededor de los personajes, que es justo lo que había querido esquivar, la literatura realista”, dijo.

 

 

 

Además de ficción, Ignacio Martínez de Pisón ha escrito libros que han sido el resultado de un trabajo de investigación, como “Filek: El estafador que engañó a Franco (2017), y expresó la satisfacción que le proporciona escribir este tipo de obras: “En las novelas, creas personajes, les das vida; en los libros de investigación sigues unos hilos que están en la realidad y eso da satisfacciones constantes y es casi como una adicción”.

 

El escritor nació en Zaragoza en 1960, es autor de más de 20 novelas como “Carreteras Secundarias”, “Foto de Familia”, “El día de mañana, “La buena reputación” o “Derecho Natural”, también ha escrito colecciones de cuentos. Ignacio Martínez de Pisón obtuvo en 2012 el Premio de la Crítica por su novela El día de mañana” y en 2015, el Premio Nacional de Narrativa por "La buena reputación".

 

El objetivo de “Martes de libros” es fomentar la lectura, la reflexión y el espíritu crítico a partir de escritores de referencia. Rosa Montero y Javier Sierra participarán en las próximas videoconferencias del ciclo.

 

 

ACCESO A VIDEOCONFERENCIAS EL CICLO:

 

  • Martes de libros con Irene Vallejo, Nuccio Ordine y Emilio del Río”:

https://www.youtube.com/watch?v=lO6WHqI053A&feature=youtu.be

 

  • Martes de libros con Manuel Vilas”:

https://www.youtube.com/watch?v=sBrekvm9UXk&feature=youtu.be

 

  • Martes de libros con Javier Cercas”:

https://www.youtube.com/watch?v=nRsdKhVYNpU&feature=youtu.be

 

  • Martes de libros con Julia Navarro”:

https://www.youtube.com/watch?v=K0W6ykXUHaQ&feature=youtu.be

 

  • Martes de libros con Daniel Gascón”:

https://www.youtube.com/watch?v=7zd1lc70wDg&feature=youtu.be

  • Martes de libros con Ignacio Martínez de Pisón”:

https://www.youtube.com/watch?v=Qirb29Us4p0&feature=youtu.be

 

 

PEDRO CIRIA: LA NOVELA DE JOSÉ MARÍA GAYARRE Y LA ZARAGOZA DE 1923

PEDRO CIRIA: LA NOVELA DE JOSÉ MARÍA GAYARRE Y LA ZARAGOZA DE 1923

Pedro Ciria cuenta el año 1923 a través de Einstein,

el Iberia, el cardenal Soldevila y los anarquistas

Publica ‘La inocencia del cruasán’, una novela de amor protagonizada por Gayarre, primer presidente del Zaragoza v

 

 

ZARAGOZA. «Cuando hice mi tesis sobre el origen del fútbol en Zaragoza me encontré con un personaje que había sido capital en la ciudad, que fue el creador de la Federación Aragonesa de Fútbol, presidente del Iberia y el primer presidente del Real Zaragoza, tras la fusión del Iberia y el Stadium, los ‘avispas y los tomates’, y que se había quedado en el olvido. Y pensé que merecía una novela. Daría no para una, sino para una trilogía», dice Pedro Ciria (Zaragoza, 1979), que acaba de publicar ‘La inocencia del cruasán’ (Doce Robles).

El escritor e historiador decidió centrarse solo en el año 1923. «Fue capital para la historia de Aragón y de España por varias cosas: en ese año fue asesinado el cardenal Juan Soldevila, vino Einstein a la ciudad, se vivió una época agitada del movimiento anarquista, Los Solidarios, con figuras como Francisco Ascaso y Torres Escartín. Pero eso no fue todo: se produjo el golpe de Estado de Primo de Rivera y, además, se fundó el campo de Torrero».

Una pasión prohibida

Aún va más allá: «Me pareció que se escribe mucho de la II República y por supuesto de la Guerra Civil, pero este período es apasionante y vi que ahí había materia novelesca». Pedro Ciria, que relata como Zaragoza pugna por convertirse en una gran metrópoli, mezcla los datos reales (elabora un auténtico plano de la ciudad) con otros de ficción.

«La historia de amor que vive José María Gayarre es inventada, pero pudo ser posible. Él era un hombre destacado, que empezaba a aparecer mucho en las tertulias, tenía una gran proyección social y económica, y se afilió el Partido Social Popular. Saldría diputado por unos meses hasta que Primo de Rivera trajo un nuevo orden». José María Gayarre era homosexual y en el inicio de la novela está viviendo una historia de amor con otro personaje importante de la ciudad, este ya imaginario: Enrique Alquézar, representante de coches, que ya menudeaban por la ciudad.

Alquézar tenía fama de picaflor, de don Juan, experimentado con las mujeres, pero sucumbió al encanto de Gayarre, alto, apuesto, atrevido y con una formidable oratoria. «Gayarre vive esa relación prohibida, intensa y apasionada, y cuando rompen establece otra con otro joven de carácter, Juan Téllez, que había estado de legionario en la guerra de África. Esta parte del libro enlaza con mi novela anterior, ‘Legionarios. El maño’», añade Ciria.

El crimen, el golpe, la fusión

En medio de todo ello, la acción se va expandiendo en diversas direcciones. En ‘La inocencia del cruasán’, título que alude al despertar y al desayuno de los dos amantes, algunos personajes dicen que Gayarre era el recambio civil del cardenal Soldevila. «Esa es una licencia literaria. Si uno piensa en Joaquín Costa y en su libro ‘Oligarquía y caciquismo’, te das cuenta que Juan Soldevila, un personaje importante en España, era un perfecto oligarca, un cacique urbano de la nueva Zaragoza. Era el poder divino por su condición de cardenal; encarnaba el poder político porque era senador del reino, con carácter vitalicio, y además tenía un gran poder económico; dicen que incluso controlaba las casas de juego».

El movimiento anarquista estaba en su apogeo. Muchos anarquistas de Barcelona se trasladaron a Zaragoza. «Mataron al cardenal en la calle Terminillo, enfrente del actual Hospital Clínico. Reconstruyo el asesinato a balazos, tal como fue, y también su impresionante entierro: el féretro salió de La Seo y pasó por la plaza de España y luego lo llevaron al Pilar. Por aquí anduvo Durruti también. Se vivían enormes tensiones políticas y rivalidades épicas y muy bonitas entre el Sport Club Iberia, que presidía Gayarre, y el Stadium. Uno de los grandes logros fue la construcción del campo de Torrero, donde jugaría el gran portero Ricardo Zamora», dice Pedro Ciria.

Y jugó el ‘avispa’ Juan Téllez, un futbolista tan combativo sobre el césped y el lecho como lo había sido en África. En 1932, se fusionarían los dos conjuntos, nacería el actual Real Zaragoza y José María Gayarre sería su primer presidente. Pero ésa es otra historia y ya no se cuenta aquí.

 

 

LA FICHA

La inocencia del cruasán’. Pedro Ciria. Doce Robles. Zaragoza, 2020. 429 páginas.

 

Personajes. Los hay reales e imaginados. De los primeros son Gayarre, Einstein y su esposa Elsa, el médico José María Muniesa, Juan Soldevila, el general Sanjurjo, Durruti... De ficción es «el malo malísimo», el barón de Torres.

 

*La foto es de José Miguel Marco. Fotógrafo de 'HERALDO'.