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Antón Castro

MARTES, 4: ÁNGEL CRISTÓBAL MONTES Y MANUEL BENITO

MARTES, 4: ÁNGEL CRISTÓBAL MONTES Y MANUEL BENITO

 

 

Este martes, al menos, hay otras dos presentaciones, además de la de Brindis de Ismael Grasa:

 

-Ángel Cristóbal Montes presenta sus Fragmentos de memorias políticas. Cinco guerras, un libro de 394 páginas que ha publicado Mira Editores, en compañía de Juan Alberto Belloch, José Ángel Biel y Joaquín Casanova.

Ángel Cristóbal Montes quizá sea el político más complejo de la Transición en Aragón. Es como un personaje de Dostoievski: tiene algo de incomodado consigo mismo y con el mundo. Tras su regreso de Venezuela, su evolución le llevó desde las filas del PSOE hasta las del PP. Ha sido un hombre dialéctico y peleón, capaz de enfrentarse a Marraco, a Hipólito, a González Triviño y Marco, a Lanzuela y a los actuales dirigentes populares. En Fragmentos de Memorias políticas lo cuenta con sinceridad en un claro ajuste de cuentas con su pasado y en un repaso, a menudo demoledor, a la vida política de Aragón. Hay personajes que salen bien parados, como el propio José Ángel Biel; Cristóbal Montes desvela una comida entre ambos donde Biel le reveló su sueño de ser presidente de Aragón y le dijo que ya le quedaba poco tiempo para serlo.

 

-Huesca. Álbum de adioses de Manuel Benito. El martes también, en la Biblioteca de Aragón, a las 19.30, en compañía del editor Salvador Trallero, y de Manuel Benito, autor de Huesca. Álbum de adioses, presento ese volumen cuidadísimo, que cuenta una historia de la Huesca de finales del siglo XIX que se prolonga hasta finales del siglo XX a través de personajes, de fotos, de calles, de edificios, de la cárcel de Huesca, de conventos e incluso de hechos legendarios como el de “La Campana de Huesca”. El libro es un manifiesto de amor a la ciudad y una indagación en sus historias menudas. Manuel Benito, que se ha recuperado felizmente de una delicada enfermedad, ha escrito un libro lleno de sutileza y de heridas, un auténtico álbum de recuerdos, de emociones, de gestos, de silencios y también, por qué no decirlo, de vidas trágicas y entrañables como la de Toribio o la de José Jarné. Y de detalles en torno a la famosa lotería de 1932, que permitió a Ramón Acín financiar el rodaje de Las Hurdes. Tierra sin pan de Luis Buñuel.

*Retrato en tres tiempos de Ramón Acín. La foto corresponde a la Fundación Ramón y Katia Acín.

 

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