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Antón Castro

SOBRE 'LA HIJA DE ROBERT POSTE'

Me escribe Enrique Redel, a propósito del éxito

de ‘La hija de Robert Poste’ de Stella Gibbons

 

Hace ya unos meses, como sabrás, publicamos LA HIJA DE ROBERT POSTE, de Stella Gibbons, una novela ya considerada un clásico en el ámbito anglosajón (donde se publicó en 1932 bajo el título de ‘Cold Comfort Farm’), y que, a pesar de su fama, no había sido traducida nunca al castellano. Lo cierto es que yo apostaba fuerte por el libro (hice una campaña amplia de librerías, porque se trataba del típico libro que a priori podía funcionar: sencillo, divertido, con una fama aquilatada en los países de habla inglesa, literatura de calidad —al menos un decente middle brow— y, por lo que venía comprobando, con un tremendo poder adictivo entre los lectores en español a los que les fui pasando las pruebas), pero los resultados superaron con creces las expectativas. Cinco semanas seguidas como el libro más vendido en Casa del Libro (por delante de Reverte, Dueñas o Asensi, e incluso de Meyer), y actualmente con 20.000 ejemplares vendidos y nueve ediciones. Algo que nunca nos había pasado y que es extremadamente inusual tratándose de un libro de una editorial independiente como Impedimenta.

 Lo que a mí me parece realmente noticiable es que una pequeña editorial como Impedimenta (con persona y media en nómina) sea capaz de poner en el mercado un libro de calidad, que se mide en estos momentos en las mesas de novedades con productos de naturaleza comercial descarada, y lo haga sin arrugarse. La hija de Robert Poste es literatura inglesa de la buena. Y lo que es más importante: el libro todavía no ha sido apenas reseñado. Eso sí, en Internet arrasa, y hay foros y páginas dedicados al título.

Enrique REDEL. Editor de Impedimenta

 

Stella Gibbons

La hija de Robert Poste

Traducción de José C. Vales

«Deliciosa… La hija de Robert Poste posee la mordaz ligereza de Wodehouse

y el descarado aplomo de Evelyn Waugh.»

(The Independent)

«Probablemente la novela más divertida jamás escrita.»

(Sunday Times)

 

Ganadora del Prix Femina-Vie Hereuse en 1933, y mítico long-seller, La hija de Robert Poste está considerada la novela cómica más perfecta de la literatura inglesa del XX. Brutalmente divertida, dotada de un ingenio irreverente, narra la historia de Flora Poste, una joven que, tras haber recibido una educación «cara, deportiva y larga», se queda huérfana y acaba siendo acogida por sus parientes, los rústicos y asilvestrados Starkadder, en la bucólica granja de Cold Comfort Farm, en plena Inglaterra profunda. Una vez allí, Flora tendrá ocasión de intimar con toda una galería de extraños y taciturnos personajes: Amos, llamado por Dios; Seth, domina­do por el despertar de su prominente sexualidad; Meriam, la chica que se queda preñada cada año «cuando florece la parravirgen»; o la tía Ada Doom, la solitaria matriarca, ya entrada en años, que en una ocasión «vio algo sucio en la leñera». Flora, entonces, decide poner orden en la vida de Cold Comfort Farm, y allí empezará su desgracia.

 

BIOGRAFÍA DE STELLA GIBBONS

Stella Gibbons nació en Londres en 1902. Fue la mayor de tres hermanos. Sus padres, ejem­plo de la clase media inglesa suburbana, le dieron una educación típicamente femenina. Su padre, un individuo bastante singular, ejercía como médico en los barrios periféricos más pobres de Londres, aunque tenía tendencias suicidas, le encantaba el alcohol y el láudano, y era dado a los ataques de odio hacia el género femenino en general. Esta turbulenta infancia marcó a Stella Gibbons, que utilizó parte de ese material para crear a los grotescos Starkadder, protagonistas de su obra maestra, La hija de Robert Poste. En 1921, Stella se matriculó en periodismo, y luego empezó a trabajar en la British United Press. En 1926, Maudie, la madre de Stella, murió, y su padre la siguió pocos meses después. En 1930, mientras trabajaba en el Evening Standard, publicó un libro de poemas, The Mountain Beast, que recibió elogios de la mismísima Virginia Woolf. La hija de Robert Poste fue publicada en 1932 y su éxito fue instantáneo (aunque fuera prohibida en la recién nacida República de Irlanda por su vela­da defensa de la contracepción). En 1934 la novela fue galardonada con el Prix Femina-Vie Heureuse. De hecho, Gibbons es conocida casi exclusivamente por esta obra, que conoció varias secuelas y adaptaciones cinematográficas, y que está considerada la novela cómica más perfecta de la narrativa inglesa del XX. Stella Gibbons es autora de veinticinco novelas, entre las que destacan Basset (1933), Enbury Heath (1935), Nightingale Wood (1938) o Here Be Dra­gons (1956), amén de tres volúmenes de relatos y cuatro libros de poesía, la mayoría de ellos muy vendidos y celebrados en el mundo anglosajón. Estuvo casada durante más de veinticinco años con el actor y cantante Allan Webb, que murió en 1959. Dejó de publicar en 1972, aunque escribió dos novelas que fueron publicadas a su muerte, hecho que aconteció en 1989 en Lon­dres. Está enterrada en el cementerio de Highgate.

 

*Este material lo envía Enrique Redel. Las fotos son de Stella Gibbons y una escena de una de las películas que se han hecho de la película, con la actriz Kate Beckinshale.

 

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