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Antón Castro

Temas aragoneses

DIÁLOGO CON PABLO LORENTE, PREMIO SANTA ISABEL DE PORTUGAL DE POESÍA

DIÁLOGO CON PABLO LORENTE, PREMIO SANTA ISABEL DE PORTUGAL DE POESÍA

Pablo Lorente “La escritura es un

viaje en el tiempo hacia el futuro”

 

“Lo relevante es la mirada

del artista sobre el mundo que nos rodea”

 

El escritor y profesor ha ganado el premio Isabel de Portugal con su libro ‘40’, que publica en la colección Veruela

 

 

¿Qué es ‘40’, una autobiografía, una parada en el camino, una reflexión general? 

40 son los años que acabo de cumplir, personalmente, lo de las cifras no me afecta mucho, pero por lo que veo a mi alrededor es una edad muy simbólica. Este poemario es un alto en el camino, un breve descanso para mirar hacia atrás, y pensar hacia dónde se va. 



¿En qué medida le ha marcado la paternidad? 

Hace poco que hemos tenido un hijo; de repente todo cambia y la vida se convierte en un torbellino. De la paternidad he aprendido el auténtico significado de la palabra amar; que mi tiempo ha dejado de pertenecerme y que lo más importante está fuera de uno mismo.

 

En el libro hay una exaltación de las pequeñas cosas, de los gestos minúsculos. ¿Por qué? 

La vida no puede acabar siendo trabajar e ir a un centro comercial en los ratos libres, debe haber algo más. Al final, en el maremágnum de la ciudad, poder escapar a dar un paseo por la naturaleza, tener tiempo para leer, sentarse con los amigos a comer o a tomar algo se acaba convirtiendo en un lujo, son pequeñas cosas, pero muy importantes.

 

¿Se puede hacer poesía con todo? 

Creo que sí, el material sobre el que un artista trabaja no es lo importante, lo relevante es la mirada del artista sobre el mundo que nos rodea. Varios autores de la Generación del 27 crearon bellísimos poemas sobre elementos fascinantes de la vida cotidiana.

 

¿Qué es lo que le da más miedo al poeta? 

Supongo que será un miedo común a muchos escritores, me aterra que se me acaben las palabras, que no las pueda poseer para poder seguir inventando mundos e historias. En realidad, creo que este temor puede ser sinónimo a que se nos acabe el tiempo.

  

El libro también es como un tratado de desilusiones. ¿De qué está desengañado? 

En lo personal no me puedo quejar de nada, los poemas no hablan tanto de mí como de la sociedad que estamos construyendo, y en muchos momentos me puede el pesimismo: el poder del dinero, la desilusión por los sueños sin cumplir, la dictadura de las nuevas tecnologías, la añoranza de la juventud. Sin embargo, prefiero pensar que este poemario también está cargado de ilusión por un futuro mejor. 

¿Es de verdad fácil escribir poesía, como dice en un poema? 

Sí, es un poema irónico sobre un tema que me preocupa mucho, la palabra y su función en nuestra sociedad. Es fácil escribir poesía, lo difícil es que sea honesta con el público y con uno mismo.

 

Tras escribir un extenso poema sobre ello, ¿ya sabe por qué escribe o seguirá preguntándoselo cada día? 

El acto de escribir encierra un misterio inextricable, en algún momento alguien elige un momento de profunda soledad para crear algo que antes no existía y que no deja de ser efímero para, con suerte, poder compartirlo con los demás. Escribo, sin duda, por el placer que proporciona enfrentarse a la página en blanco.

 

¿Ya ha resuelto para quién se escribe? 

Eso es más difícil, la escritura se convierte en un viaje en el tiempo hacia el futuro, en un diálogo con nuestros coetáneos y, con suerte, con el lector del futuro. Pero sobre todo, se escribe, sobre todo, para uno mismo. No deja de ser paradójico.

 

En el libro también adopta el monólogo dramático y hace hablar a una mujer…  

Cuando lo escribía quería hablar de nuestra sociedad, del paso del tiempo, y de cómo, al cumplir los 40 años, comenzamos a observar que muchos de los sueños y de las ilusiones que habíamos forjado a lo largo de los años no se han cumplido y que, por desgracia, las posibilidades de que se cumplan, menguan con rapidez. Elegí para ello una voz poética que imaginé femenina. Quería experimentar un cierto alejamiento, quería jugar con las posibilidades de la ficción para adentrarme en la reflexión.

 

Hay alusiones a otros autores. A Kafka, a Borges, a Julio Antonio Gómez. ¿Quiénes son los autores que le han marcado y le marcan? 

Borges es inabarcable e infinito como su Aleph, la hondura de sus relatos y de su poesía es conmovedora, y en ocasiones, sus palabras se me cuelan en mis creaciones, como muchos otros clásicos. En general, de los clásicos me impresiona la calidad de su escritura, por esa misma razón espero que este año la gente lea mucho a Galdós, es un placer para los sentidos. 

  

Es profesor de literatura. ¿Podría recomendarnos a nosotros y a sus alumnos tres o cuatro libros de poesía? 

Aunque no es de poesía, ahora estoy fascinado con el ensayo ‘El infinito en un junco’ de Irene Vallejo, que me ha dirigido a la poesía de Anna Ajmatova, entre otras lecturas. Creo que a ningún curioso defraudará la poesía de Miguel Labordeta, que me emociona profundamente. Estos días he leído con mucho placer ‘Sube a nacer conmigo’  de David Conde.

ÚLTIMO CAPÍTULO DEL II TEMPORADA DE 'SIN COBERTURA', CON SILVIA LAPLANA

ÚLTIMO CAPÍTULO DEL II TEMPORADA DE 'SIN COBERTURA', CON SILVIA LAPLANA

http://www.aragontelevision.es/programas/sin-cobertura/

La meteoróloga Silvia Laplana viaja este domingo (21:20 horas) a la pequeña población de Rebilla, un pueblo de cuento que se encuentra en el escondido Valle de Escuaín. El último capítulo de la temporada de ‘Sin cobertura’ recorre este municipio abandonado hace décadas pero que ha vuelto a ponerse en pie gracias a la ilusión y el trabajo de familias vinculadas al pueblo. Entre estos vecinos se encuentra Juanjo Laplana, padre de Silvia. Juanjo no solo ha recuperado su casa en Rebilla, lleva años recuperando la memoria del pueblo y del valle, rescatando fotos, partidas de nacimiento y testimonios. Este trabajo, tan concienzudo como necesario, se ha convertido en una pasión que ha trasmitido a su hija. En el programa, Silvia conversa con Antón Castro sobre sus recuerdos en el pueblo, su vinculación con el valle y su profesión. Desde su visión de meteoróloga, analiza cómo el clima de esta zona fue clave para que décadas atrás se despoblara. Rebilla guarda otro tesoro. Por su ubicación privilegiada se ha convertido en un lugar idóneo para la observación de aves rapaces, especialmente el quebrantahuesos, una especie casi desaparecida en todo el mundo. La Fundación Quebrantahuesos tiene allí una de sus sedes y supone otro impulso para el renacer del pueblo. En todo el Valle de Escuaín viven apenas veinte personas de manera continua. Entre los que han apostado decididamente por este lugar está la familia Sesé. Feliciano Sesé, el padre, es hostelero, guarda forestal, alcalde de Tella y, sobre todo, un ganadero dedicado a la ganadería extensiva, clave para que los valles mantengan su equilibrio y belleza. Helena Sesé su hija es un ejemplo de que no todo está perdido. Se formó en Barcelona y Bruselas y con lo aprendido regresó al valle para, junto a su hermana Lourdea, que acaba de ser madre, y su prima, crear un sueño, La Posada de Silván, un restaurante y hostal que ha dado una nueva vida y esperanza a Tella. Agustín Camón explica cómo restauró una borda en Rebilla.

*Después se redifunde el último capítulo de la temporada anterior, dedicado al futbolista Jesús Vallejo y a Loscos.

 

AGRALUZ CELEBRA 25 AÑOS HOY

AGRALUZ CELEBRA 25 AÑOS HOY

AGRALUZ CELEBRA SUS 25 AÑOS, HOY, EN EL PARANINFO
[La Agrupación de Antiguos Alumnos y Amigos celebra su 25 aniversario en la Universidad de Zaragoza(AGRALUZ). El rector de la Universidad de Zaragoza preside el próximo lunes, 21 de octubre a las 18.00 horas, en el Aula Magna del edificio del Paraninfo, el encuentro de AGRALUZ]
El Aula Magna del edificio Paraninfo de la Universidad de Zaragoza acoge el 25 aniversario de la Agrupación de Antiguos Alumnos y Amigos de la Universidad de Zaragoza (AGRALUZ) el lunes, 21 de octubre, a las 18.00 horas. El acto contará con la presencia del rector de la Universidad de Zaragoza, José Antonio Mayoral.

A este encuentro acudirán autoridades académicas de la Universidad de Zaragoza y se prevé la asistencia del presidente de la Federación de Asociaciones de Antiguos Alumnos y Amigos de las Universidades Españolas "Alumni España", Antonio José Redondo García.

AGRALUZ cuenta con 953 socios. A lo largo de sus 25 años de existencia, han estado vinculadas a la asociación 3.967 personas. Esta asociación ha organizado más de 250 promociones de antiguos alumnos en las que han participado más de 12.500 estudiantes y, además, más de 278 viajes turísticos de convivencia entre los inscritos, tanto por Europa, España, Aragón y Zaragoza.

Actualmente, más de cien empresas colaboradoras permiten a los socios de AGRALUZ beneficiarse de diversos descuentos. Desde 2007, se mantiene un convenio de colaboración entre la Universidad de Zaragoza y AGRALUZ.
El presidente es Agustín Ubieto y el tesorero es Pedro Pardo. AGRALUZ permite a sus asociados mantener el vínculo con la Universidad, acceder a sus instalaciones, retirar libros de sus bibliotecas, organiza un sinfín de actividades, entre ellas dos o tres viajes al mes por Zaragoza, por Aragón o por el extranjero, siempre con guías especializados. Cuando se trata de Zaragoza o Aragón, las explicaciones la da el profesor Agustín Ubieto.
-Aquí pueden verse sus actividades y comprobar que para el 26 de octubre hay convocada 'Una noche en el cementerio' de Torrero.
https://agraluz.unizar.es/

BELCHITE RECORDÓ A LOS SUPERVIVIENTES

Belchite homenajea a los 136 vecinos supervivientes de la Batalla de 1937

- El Ayuntamiento consolida esta cita en su agenda, que comenzó a celebrarse en 2017 con motivo del 80 aniversario de la contienda

- Tango, boleros y textos del escritor belchitano Félix Teira se han unido en la plaza de Goya de la localidad bajo el lema “Belchite. Memoria y paz”

- Durante la velada se ha presentado al “nuevo vecino” de Belchite, el títere Oleíco, creado por la compañía Teatro de Medianoche

(Belchite, 31/08/2019) El Ayuntamiento de Belchite ha celebrado hoy por tercer año consecutivo la jornada “Belchite. Memoria y paz”, con la que rinde homenaje a los 136 vecinos supervivientes de la Batalla de 1937 que en la actualidad están censados en el municipio. El acto ha tenido lugar a las 19:00 horas en la plaza de Goya de la localidad, un nuevo escenario respecto a las ediciones anteriores.

"Hemos decidido trasladar los actos a esta amplia explanada en lugar de celebrarlos en la iglesia de San Agustín del Pueblo Viejo como en las pasadas ediciones para que no haya dificultades y evitar así problemas de accesibilidad para los mayores”, ha explicado Carmelo Pérez, alcalde de Belchite. Hace un año se presentó la remodelación de la plaza de Goya, que ahora cuenta con pavimentación, iluminación y mobiliario urbano renovados.

El lema que simboliza el espíritu de Belchite, “Memoria y paz”, también ocupa un lugar destacado en esta plaza, que da entrada al Pueblo Viejo. Dos palabras que, según ha subrayado el alcalde, “recuerdan el significado de las ruinas de Belchite, identifican a nuestro municipio y permiten al visitante saber dónde ha llegado y qué se va a encontrar”. Pérez ha insistido en que homenajes de esta naturaleza son “fundamentales para reconocer el sufrimiento de las personas que hoy nos acompañan, pero también de los que ya no están entre nosotros”.

Además, ha destacado que todos ellos “trabajaron por un futuro después de la guerra, por lo que lo más importante ahora es lanzar un mensaje común de paz”. Emocionada se ha mostrado también Josefina Cubel, una de las supervivientes de la batalla, que ha narrado cómo logró reponerse de un disparo en la rodilla en un fusilamiento. Con apenas 12 años, herida y sin nada para comer, fue capaz de llegar hasta Alcañiz, donde permaneció cuatro meses hasta que finalmente pudo reencontrarse con su familia. La belchitana ha agradecido al Ayuntamiento la realización de este acto, puesto que “lo acontecido en Belchite merece ser recordado siempre para evitar que se repita”.

En esa línea se ha pronunciado también Natalio Baquero, que ha relatado cómo su casa quedó totalmente destrozada por los bombardeos. Nacido durante esos días en una cueva junto a otros tres niños, Baquero es el autor de los famosos versos de la jota que adorna la puerta de la iglesia de San Martín: “Pueblo Viejo de Belchite, ya no te rondan zagales; ya no se oirán las jotas que contaban nuestros padres”. El belchitano ha contado, emocionado, que escribió estas letras con una tiza que encontró en el suelo en un ataque de nostalgia.

La danza, la música y la literatura han compartido protagonismo en el acto junto a los homenajeados. Pilar Riaguas, Víctor Veintemillas, Pilar Vicente y David Martín han abierto la velada bailando tango, y la cantante Celia Carballo, junto a la Monkayo Jazz Band, grupo de jazz de referencia en el panorama musical aragonés, ha sido la encargada de poner música con una selección de boleros.

En el plano literario, los asistentes han podido escuchar textos de la novela ‘El último sol’, escrita por el belchitano Félix Teira, quien ha destacado cómo la lucha de los supervivientes ha allanado el camino hacia la democracia que disfrutamos en la actualidad. El acto ha contado con varias sorpresas, como la presentación de un “nuevo vecino” de Belchite: el títere Oleíco creado por la compañía Teatro de Medianoche, una marioneta con la que el Ayuntamiento quiere potenciar el turismo en la localidad.

La velada ha concluido con la entrega a los supervivientes de la Batalla del 37 de rosas blancas como símbolo de paz y del compromiso que Belchite tiene con sus mayores. El objetivo del Ayuntamiento es continuar consolidando esta cita en la agenda de Belchite y trasmitir con ella “un mensaje que fomente el diálogo y la solidaridad. Las ruinas de Belchite nos recuerdan la naturaleza destructora de la guerra y nos invitan a promover los valores y las acciones que hacen posible la paz”, ha concluido Pérez.

Más información: www.belchite.es www.facebook.com/ayuntamientobelchite/

 

Texto y foto de Laura Mateo y Jorge Núñez.

JUAN MANUEL CALVO GASCÓN PUBLICA UN NUEVO LIBRO DE LOS DEPORTADOS

JUAN MANUEL CALVO GASCÓN PUBLICA UN NUEVO LIBRO DE LOS DEPORTADOS

Juan Manuel Calvo Gascón (Ejulve, Teruel, 1957) es, probablemente, el mayor estudioso de los deportados aragoneses en los campos de concentración de los nazis. Publica ahora, ‘Dentro de poco os podré abrazar. Supervivientes aragoneses de los campos nazis’ (Celan. 2019. 228 páginas), y se presenta el jueves 27 de junio, a las 19.30, en la Casa de Cultura de Andorra.

¿Cuál era el objetivo de este libro? ¿Qué querías completar? El libro es un complemento del anterior, “Itinerarios e identidades. Republicanos aragoneses deportados a los campos nazis”, publicado en el 2011. Ya en aquel momento se quedaron muchas historias por contar y otras han surgido gracias a la colaboración de los familiares. Para dar salida a todo aquel material, nació la idea de la publicación, en 2017, de la web http://aragonesesdeportados.org/ en la que se puede acceder a los datos básicos de los 1019 deportados de nuestra tierra y se complementa con notas biográficas que voy poniendo poco a poco.  En el caso actual me propuse acercarme a las historias de los supervivientes y a su incorporación a una vida cotidiana, que nunca pudo ser normal, tras la liberación de los campos en 1945.

 -¿Cuántas biografías y microbiografías llevas escritas? No las he contado, la verdad, pero fácilmente tendré redactadas alrededor de unas doscientas, la mayor parte de ellas de aragoneses –hombres y mujeres- deportados. Algunas recogiendo testimonios familiares, en otras ocasiones recopilando datos en publicaciones varias y también mediante la consulta de diversa documentación de archivo. En este sentido es muy importante el material conservado en la sede de la Amical de Mauthausen y otros campos, en Barcelona.

 -¿Cuál es la importancia de las cartas, cómo y desde dónde se remitían?

 La correspondencia conservada por las familias es de suma importancia para acercarnos tanto al conocimiento de los casos particulares como para conocer las trayectorias colectivas, como en es el caso de la deportación republicana tras haber sido derrotados por el fascismo en guerra de España y verse obligados a exiliarse. Cartas remitidas de los campos de refugiados del sur de Francia; desde las Compañías de Trabajadores Extranjeros donde fueron destinados miles de españoles refugiados; de los campos de prisioneros de guerra (stalags) donde fueron identificados por la Gestapo como luchadores antifascistas. Algunos deportados que sobrevivieron al duro invierno de 1941-1942 pudieron enviar unas pequeñas tarjetas de 25 palabras (previo paso de censura) dando señales de vida. Luego están las cartas posteriores a la liberación, cuando los supervivientes pudieron hablar ya con libertad, como es el caso de la carta de Dámaso Ibarz (Fraga), que he utilizado para dar título al libro.

-El libro está estructurado en dos partes: los prisioneros de Mauthausen y los de otros campos. ¿Qué vínculo especial tiene el campo de Mauthausen con los aragoneses, donde hubo casi mil prisioneros?

 El campo de Mauthausen, era conocido como el “campo de los españoles” y, de los aproximadamente 7000 que hubo allí, unos 850 eran aragoneses de los que 650 hallaron la muerte durante su deportación, la mayor parte de ellos en Gusen entre la segunda mitad de 1941 y la primavera de 1942. La relación entre Mauthausen y Aragón, viene de lejos y para ello basta visitar el memorial de Gusen, donde se pueden ver un buen número de placas de recuerdo de las víctimas aragonesas. Muchas familias vehicularon esta relación mediante la Amical de Mauthausen, cuando empezó su andadura en 1962, participando en los encuentros, en los viajes de homenaje al campo,…En Aragón el recuerdo de las víctimas se mantuvo gracias a las actividades de deportados como Mariano Constante (Capdesaso), Julio Casabona (Sariñena) o Feliciano Gracia (Gallur). Existen monumentos o placas de recuerdo en Huesca, Fraga, Zaragoza, Calaceite, Alcorisa, Mequinenza, Ejulve, Ejea,… .

-Llevas media vida ya, o casi, estudiando estas historias. ¿Qué te sigue conmoviendo o asombrando? Empecé en 2004, ahora hace 15 años, me sorprendió saber que había cinco deportados nacidos en mi pueblo, Ejulve, y que nadie me hubiese hablado de ellos cuando preguntaba por los efectos de la guerra. Aquel olvido me produjo una desazón personal y volví a los textos de Constante, me pude en contacto con la Amical y conocí a los primeros deportados. Sus historias personales eran asombrosas y muy pocas personas, fuera del entorno familiar, las conocían. Me puse como objetivo ayudar a difundirlas. El contacto con los familiares ha sido y es muy gratificante y en estos momentos me motiva el enorme interés de la generación de los nietos por saber qué paso con sus abuelos

 -Hablas del silencio después de haber estado allí. ¿Qué les perturba más: el recuerdo, la sensación de haber salido con vida con algo de culpa…?

Es un tópico, pero yo creo que refleja a la perfección el drama de los supervivientes: nunca abandonaron el campo. ¿Cómo superar el horror cotidiano con el que convivieron? ¿Cómo recuperar una vida normal después? Y una eterna pregunta en el aire. cuando la muerte cotidiana podía llegar en cualquier momento ¿por qué yo me salvé y mis compañeros sucumbieron? ¿Quién les iba a creer? Muchos no hablaron del tema nunca más, sólo con algunos compañeros de supervivencia volvían a revivir sus recuerdos. Y eso fue todavía más duro para los pocos que regresaron del exilio en los años 50 del pasado siglo quienes, a veces, tenían que sufrir la humillación de su experiencia, en un entorno represivo como era el de que se respiraba en aquellos años de la dictadura franquista.

-Vayamos con los personajes. Los hay muy pintorescos. Por ejemplo, ‘El loco del Matarraña’. ¿Por qué lo seguían abucheando en Zaragoza?

 El caso de Salvador Benítez, es significativo. Sobrevivió a los trabajos forzados en una base submarina y a su deportación a Mauthausen. Rehízo su vida en París y enviudó en dos ocasiones. Era un superviviente en toda regla. Volvió a casarse por tercera vez y en su madurez creó una imagen de sí mismo excéntrica y provocativa. Sus desconcertantes trajes, llenos de botones de vivos colores, su chistera, el multicolor paraguas, … le dieron a conocer en festejos y eventos populares muy diversos. Pero bajo aquel disfraz se escondía otro Salvador, aquel que acudía a los actos de homenaje en el exilio, en Mauthausen o en los organizados por la Amical en cualquier lugar del Estado y a otras manifestaciones reivindicativas como fue en una de las manifestaciones antitrasvase, celebrada en Zaragoza, donde fue increpado y apartado por lucir aquellas indumentarias, sin que nadie saliese en su defensa. ¡El atrevimiento de la ignorancia!

-Es impresionante la historia del futbolista Ramón Cuesta. Le daban hasta más ración…

 

Es una de las historias más conmovedoras…me la explicó Rosa Cuesta, su sobrina. Ramón partió de Zaragoza muy joven para participar en la Olimpiada Popular que se iba a celebrar en Barcelona en julio de 1936 y tardó veinticinco años a regresar para visitar a su familia, ¡pero con pasaporte francés! En Mauthausen, formó parte del equipo de fútbol que los españoles organizaron en el campo. Si bien es cierto que algunos obtuvieron un destino que les permitió salvarse del agotador trabajo en la cantera o de su traslado a Gusen, nada era seguro y hubo varios miembros de aquel equipo que no resistieron y no llegaron a ver el día de la liberación.

Con Dámaso Ibarz, de Fraga, también se incorpora otro factor: el enchufe… ¿Existía de verdad, eran determinante el enchufe? La obtención de un destino que les apartase de los trabajos más ingratos era cuestión de suerte y también fue el resultado de una estrategia de resistencia de los españoles para obtener determinados puestos desde donde poder ejercer favores o prácticas clandestinas de solidaridad.

 -¿Como se salvaron estos prisioneros, qué caso te parece más curioso o pintoresco o dramático?

Las situaciones que se dieron fueron muy variadas, dependía mucho de la suerte en sus destinos, del momento de su deportación, de la fortaleza física y mental,… de la solidaridad. Posiblemente, el que más me ha llamado la atención, por desconocimiento, ha sido la historia de Julio Comín (Obón) que conoció el trabajo esclavo y su deportación a las islas del Canal de la Mancha, donde vivió durante años, un verdadero un infierno cotidiano.

-Abordas la situación de las mujeres. ¿Has encontrado muchas que pasaron por el horror?  En los listados que maneja la Amical hay unas 280 deportadas españolas. Mayoritariamente lo fueron como resistentes a la ocupación Nazi. De Aragón hubo una docena aproximadamente y en el libro dedico sendos capítulos a dos de ellas: Alfonsina Bueno (Moros) y Elisa Garrido (Magallón).

-Citas de pasada a Lise London, de origen aragonés. ¿Cómo vivió su cautiverio y el de su marido Artur London? Conocí personalmente a Lise en la primavera de 2004 y mantuvimos varios encuentros más. Su historia es la del siglo XX. Ella y su marido fueron primero Brigadistas Internacionales, luego resistentes y por ello, deportados. Lo más duro para Lise fue la separación de su hijo el día anterior a su deportación y ver morir en Ravensbrück a tantas compañeras de lucha. Arthur London, su esposo, coincidió en Mauthausen con sus camaradas republicanos y mantuvo siempre una gran amistad con muchos de ellos. Es significativa su intervención en la inauguración del monumento de los republicanos en Mauthausen en el año 1962. 

-¿Quedan muchas cosas por saber?

 Por desgracia sí. Todavía hay familias que desconocen qué ocurrió con muchas de las víctimas de la barbarie. En España, en numerosas ocasiones, la memoria familiar se ocultó por miedo y, como decía antes, son muchos nietos los que están descubriendo su propia historia familiar silenciada durante décadas. Por otro lado la información que se dispone por parte de los investigadores es limitada y a veces confusa. Aún falta mucho hasta conocer el alcance real de los miles de víctimas españolas del nazismo, más allá de quienes figuran como deportados. Me estoy refiriendo a los asesinados por represalias o aquellos que fueron destinados a realizar trabajos forzados en Alemania o en los territorios ocupados.

-¿Sueñas con estas vidas al límite por la noche?

 Pues a veces, cuando estoy con alguna historia personal no descanso hasta que puedo averiguar algún aspecto concreto que me aclare su trayectoria. Y es cierto que varias entrevistas me han mantenido en vilo durante varias horas. De forma muy especial recuerdo cómo me afectó el testimonio de Pascual Castejón, en Calanda en el verano de 2004, donde ambos nos emocionamos cuando rememoraba aspectos muy dolorosos vividos durante su deportación.

-¿Cómo podemos dignificar a estos personajes de una vez para siempre?

Yo creo que el Estado tiene una gran deuda con las víctimas del fascismo patrio y del nazismo internacional. Hasta ahora se han llevado a cabo loables intentos de carácter sentimental o simbólico, pero no es suficiente. Falta un reconocimiento jurídico a su condición de víctimas. Por poner un ejemplo que puede ser clarificador: muchos de los nuestros deportados supervivientes continuaron en el exilio y fallecieron en Francia y allí se les ha reconocido sus derechos, han recibido las máximas condecoraciones, y se les entierra con honores, … mientras que aquí hemos ignorado su existencia y desconocemos cuál fue el verdadero sentido de su lucha.

https://www.heraldo.es/noticias/ocio-y-cultura/2019/06/25/juan-manuel-calvo-gascon-los-deportados-nunca-abandonan-el-campo-de-exterminio-1322145.html

MERCEDES PUEYO: LA AVENTURA DEL DANCE

En este tiempo donde se rescatan y reivindican las mujeres pioneras, la figura de Mercedes Pueyo Roy (Zaragoza, 1934) adquiere un singular protagonismo: ella es una de las primeras estudiosas del dance aragonés, pasión y obsesión que cristalizó en una tesis doctoral y en varias publicaciones; la principal apareció en 1973 bajo el título ‘Origen y problemas estructurales del Dance en Aragón’, en una edición de 200 ejemplares que pagó la autora y editó en la imprenta de HERALDO.

Ahora aparece ‘El dance en Aragón’, que acaba de publicar la Diputación de Zaragoza. Mercedes Pueyo, zaragozana que ha residido en su ciudad hasta 1962, en París, en Lund y desde hace unos años en el Puerto de la Cruz, Tenerife, fue la primera doctora en Filosofía y Letras en la Universidad de Zaragoza. Puede leerse en https://ifc.dpz.es/recursos/publicaciones/37/54/_ebook.pdf.

De casta la viene al galgo, podría decir. Yo siempre he vivido en Zaragoza, pero mi padre, Francisco Pueyo Samper había nacido en Pallaruelo de Monegros y era maestro y trabaja en los seguros. ¡Cuántos hizo contra el pedrisco! Nunca perdió el contacto con su pueblo, era un hombre inteligente y sensible, y fue él quien me introdujo en la pasión por el dance desde los 7 años y otros aspectos del folclore. He pasado allí muchos veranos de mi niñez”, dice Mercedes Pueyo.

Antes que ella, algunos estudiosos de la antropología y las fiestas populares de Aragón, como Ricardo del Arco y Arcadio Larrea, se habían interesado por este “espectáculo popular que el pueblo entiende muy bien y que tiene un incuestionable categoría. Recuerdo que por entonces el folclore parecía reducido a la jota: con la estudio del dance ampliamos el campo hacia una representacion compleja: el dance es una composición poética, que incluye lirismo, dichos y sátira, tiene movimientos y contiene una música, que ejerce la función de dirección o coordinación del conjunto, ya sea con la gaita de boto, el salterio, el pífano, etc.”, tal como lo defien la propia Mercedes.

Mercedes Pueyo decidió investigar el dance y le dedicó al menos 5 años de su vida, entre 1956 y 1961. Antes, participó en la creación del Museo de Etnología y Cencias Naturales de Aragón, que abrió sus puertas en marzo de 1956 en el actual Parque José Antonio Labordeta. En un artículo de 1957, Mercedes escribiría: “Con el Museo y en el Museo hemos iniciado y proseguido nuestros trabajos de investigación con esta faceta del folclore aragonés que es el dance”. Según ha recordado el estudioso Joaquín Gaspar Ruiz, Mercedes Pueyo “ejerció de secretaria del Museo y trabajó como becaria, catalogando y realizando estrudios, cobrando 500 pesetas [tres euros de hoy] al mes”, y dice que la investigadora donó el chaleco de

La especialista emprende un viaje en el tiempo: “Durante la investigación me sucedió un poco de todo. He ido en bus, en bicicleta, en burro, a caballo, lo aprendí a montar en el pueblo de mi padre, a la par que tambíen aprendí a trillar. Me recuerdo saliendo de la Estación del Norte, en Zaragoza e iba a los pueblos. Llevaba un magnetófono, que me dejó el profesor Antonio Beltrán Martínez. Pesaba alrededor de 14 kilos. Escuchaba, registraba sonidos, transcribía textos. A veces, iba solo con mi bloc y un lápiz, y una infinita paciencia”.

Mercedes había estudiado piano y tenía facilidad para cantar piezas de distintas épocas. Dice que sus mejores informantes era el cura, el maestro y el médico. “Ellos, instruidos, eran mis mejores informantes, y en ocasiones guardaban el texto original, pero también podías encontrarte con gentes como el mayoral Juan Barrieras Pueo, el tío Juaner, que había escrito y recogido textos. Entiéndamee: entonces, apenas había teléfono, no había móvil, he recorrido kilómetros y kilómetros, y yo intentaba ser rigurosa y a la vez disfrutar”.

Parece que lo hizo. Su trabajo recogió más de 70 dances. “El dance es un espectáculo teatral y poético, con música y danza. Podría definirse, también, como un teatrillo crítico de la sociedad: las gentes del pueblo no tenía el ‘Hola’, pero podían pasar muchas cosas susceptibles de ser encerradas en el dance. Consta de varias partes: hay textos móvibles y otros fijos, por decirlo así. Se cuenta la historia del pueblo, y luego hay una parte de crítica o sátira, que apunta a las mujeres, a las que se les puede llamar de todo: puercas, zorras, o algo semejante, lamineras…”. Mercedes dicen que los dances los escribían y los bailaban los hombres, y que procederían de las danzas agrícolas de la Edad Media, sobre todo, a los que se han ido incorporando los palos y las espadas, “que aluden también a las danzas guerreras, a las rivalidades entre moros y cristianos”.

Mercedes distingue varios tipos de dance: en las pastoradas en el norte, esos diálogos entre el pastor y su rabadán, despojados de influjo árabe; si se baja hacia la depresión del Ebro, se ven luchas simbólicas entre el bien y el mal, de tono más suave, con raíces en la Edad Media y ecos de los reinos de taifas. Mercedes apunta otro detalle: “El dance es la música, que entra por los sentidos y le da coherencia a la función. En cierto modo, es el gaitero el director del espectáculo”. Mercedes Pueyo no era muy partidario de la presencia de las mujeres en el dance, pero claudica ante la realidad: “Bueno. Los dances eran masculinos, pero ahora son las mujeres quienes los mantienen y participan en ellos. Los tiempos cambian”, dice y sonríe.

Recuerda que el azar ha estado de su parte. Casi se había olvidado de su trabajo, pero un día, ante un mudanza de casa, descubrió todos los materiales de su tesis. “Más de 20 kilos. Folios, carpetas, archivos, carpetas, libretas, y la tesis doctoral completa. Me había olvidado de todo aquello. Decidimos mandarlo al Instituto Aragonés de Antropología. Y allí lo encontraron Joaquín Ruiz y Mario Gros, músico y etnógrafo. Gracias a ellos, mi trabajo ha tenido una nueva vida. Miro a Mario Gros, que ha hecho el precioso prólogo del libro, y pienso: ‘Para ser músico hay que ser sabio’. Y pienso también que, aunque he estado muchos años fuera de Aragón, jamás me he olvidado de esta tierra” dice, y revela: “Ya no querría escribir más de todo eso. Antes de morir, y ya no soy una niña, querría escribir una novela”.

 

IV PREMIOS 'ARTES & LETRAS'. EL MARTES EN LA SALA LUIS GALVE

IV PREMIOS 'ARTES & LETRAS'. EL MARTES EN LA SALA LUIS GALVE

EL MARTES 11, EN LA SALA GALVE, PREMIOS ’ARTES & LETRAS’
Este martes, en la Sala Galve, a partir de las 19.30, se entregarán los galardones de la IV edición de los Premios ’Artes & Letras’, el suplemento cultural de ’Heraldo de Aragón’. Han recaído en: Antonio Altarriba (Premio Especial del Jurado); Manuel Vilas (Literatura); Begoña Oro (Literatura Infantil y Juvenil); Jorge Usón y Carmen Barrantes (Artes Escénicas); Paula Ortiz (Cine); Javier Losilla (Divulgación Cultural); Columna Villarroya (Footgrafía), Pepe Cerdá (Artes Plásticas) y María José Hernández (Música). En la gala, actuarán David Angulo, Celino Gracia, Paco Cuenca (con Chema Callejero y Coco Balasch) y la propia María José Hernández con Sergio Marqueta-Siibert. Conducirá el acto la periodista de Aragón TV Victoria Martínez.

 

El próximo martes, a las 19.30, se celebra en la Sala Luis Galve del Auditorio de Zaragoza la cuarta edición de los premios que concede anualmente el suplemento ‘Artes & Letras’ de HERALDO. Distinguen, en esa ocasión, a diez creadores de nueve categorías que el jurado ha escogido entre alrededor de 50 candidatos.

El Premio Especial del Jurado de ‘Artes & Letras’ ha sido concedido al catedrático de francés, escritor y guionista de cómic y de fotografía Antonio Altarriba (Zaragoza, 1952), residente en Vitoria, que ha firmado con Kim dos libros conmovedores: ‘El arte de volar’ y ‘El ala rota’, donde reconstruye la vida de sus padres con algunos elementos de ficción. Ahora, con Keko, acaba de publicar ‘Yo, loco’, sobre la industria farmacéutica. Altarriba está especialmente feliz "por este reconocimiento en mi propia ciudad".

 

De las letras y la escena

Para Manuel Vilas (BarbastroHuesca, 1962) es el Premio de Literatura, por el impacto de sus libros más recientes: ‘Ordesa’, la novela de sus padres, de una crisis, de la condición humana y de la autoficción, y sus ensayos ‘América’ y ‘Lou Reed era español’, plenos de elementos autobiográficos. "Estoy muy contento y muy agradecido", dijo Vilas.

Begoña Oro ha sido distinguida por su trayectoria, y recibe elPremio de Literatura Infantil y Juvenil. Está radiante y feliz, tiene libro con Alberto Schuhmacher, ‘Tú tan cáncer y yo tan virgo’ (Montena), galardonado con los premios Jaén 2018. "No me lo puedo creer", dijo, y poco después revelaba que también acaba de obtener el Premio Lazarillo al mejor álbum ilustrado, con ‘Un fuego rojo’, ilustrado por Paloma Corral.

El galardón de Cine reconoce la labor de Paula Ortiz (Zaragoza, 1979), la directora de ‘De tu ventana a la mía’ y ‘La novia’, que trabaja ahora, con Guillermo Arriaga, en otra película sobre Barbazul. Andaba por Miami y fue así de expresiva: "¡Otras! ¡Qué alegría! Mil gracias". Como otros ha removido algunos compromisos para estar en la gala.

El Premio de Artes Escénicas ha ido a parar a una ‘pareja de hecho’ en las tablas: Carmen Barrantes (Huesca, 1977) y Jorge Usón (Zaragoza, 1980), que han asumido uno de los montajes de la temporada: ‘Con lo bien que estábamos (Ferretería Esteban)’. Lo han recibido como una inyección de ánimo, de felicidad y de entusiasmo, y coincidieron en algo: "No nos lo esperábamos".

El premio de Divulgación Cultural es para Javier Losilla (Zaragoza, 1955), por su actual trabajo en RTVE-Aragón, donde hizo programas tan recordados como ‘Babilonia’ o ‘Rompeolas’, y su trayectoria como crítico musical en ‘el País’ y ‘El Periódico de Aragón’, entre otros medios. "Que te reconozca el periódico que está enfrente al tuyo o a tus medios es una declaración de intenciones y una burla al sectarismo", dijo Javier, que iniciaba unas pequeñas vacaciones en París. Columna Villarroya (Daroca, 1954) ha ganado el Premio de Fotografía por una carrera de más de 40 años, donde se alterna la foto de estudio y de arte con el retrato, y algunas obsesiones temáticas: la tierra, el paisaje, el agua o los espejos. "Casi no me lo puedo creer. Me hace muchísima ilusión. Estoy muy feliz", dijo de viva voz.

El Premio de Artes Plásticas es para Pepe Cerdá (Buñales, Huesca, 1961), en reconocimiento a su carrera en general pero también a su reciente exposición en el Paraninfo de Zaragoza. El hombre escéptico que aparenta ser, también escritor de aforismos, a punto de salir hacia Francia, estaba muy contento. Emocionado.

María José Hernández (Zaragoza, 1966) es la vencedora en la modalidad de Música; este año ha ganado uno de los galardones de la Música Aragonesa, con su canción ‘Pregaria’, y tiene fresco un nuevo disco: ‘Las cartas sobre la mesa’, que ha presentado en varias ciudades españolas. No queda tan lejos su cuidado homenaje a José Antonio Labordeta en ‘Las uvas dulces’. "Estoy muy feliz. Me cuesta creerlo. Y me emociona mucho recibir un premio a toda mi carrera cuando llevas más de 30 años en esto", explicó.

 

Humor y música con piano

El jurado, en esta ocasión, ha estado compuesto por Eva Cosculluela, librera de Los Portadores de Sueños y comentarista de libros en ‘Artes & Letras’; el periodista y crítico musical Pablo Ferrer; el escritor y bibliófilo José Luis Melero Rivas; el responsable del área de Cultura de HERALDO Santiago Paniagua y el coordinador de ‘Artes & Letras’ Antón Castro.

La periodista de Aragón TV Victoria Martínez será de nuevo la conductora de la ceremonia, que contará con varias actuaciones y quizá alguna sorpresa: cantarán David Angulo, que estrenará un tema de su próximo disco, Celino Gracia (hará una versión de ‘La quiero a morir’), Paco Cuenca, acompañado del pianista Chema Callejero y del contrabajista Coco Balasch (tocarán ‘Ne me quitte pas’ de Jacques Brel), y cerrará María José Hernández, con dos temas, en compañía de uno de sus músicos de referencia: el pianista Sergio Marqueta-Siibert.

 

CICLO 'ZARAGOZA EN EL CORAZÓN'

CICLO 'ZARAGOZA EN EL CORAZÓN'

CICLO 'ZARAGOZA EN EL CORAZÓN'.

 

COORDINA: José Luis MELERO RIVAS. Bibliófilo, académico de la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis, Hijo Predilecto de Zaragoza y Premio Santa Isabel de Portugal.

 
El próximo martes, 18 de septiembre, se inaugura el gran ciclo de conferencias "Zaragoza en el corazón", organizado por la Universidad de Zaragoza y la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis. Serán ocho conferencias, todas a las 19,30 horas y con entrada libre para cuantos queráis asistir: cuatro en el Paraninfo de nuestra Universidad y cuatro en el Salón de Sesiones del Museo Provincial, sede de la Academia.

1. Zaragoza y la música. 18 de septiembre, martes. Luis Antonio González Marín. Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Académico de la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis. 
Salón de Actos del Museo Provincial de Zaragoza.

2. Zaragoza y la educación. 20 de septiembre, jueves. Víctor Juan Borroy. Universidad de Zaragoza. 
Aula Magna del Edificio Paraninfo de la Universidad de Zaragoza.

3. Zaragoza y el cine. 26 de septiembre, miércoles. Luis Alegre Saz. Universidad de Zaragoza. 
Aula Magna del Edificio Paraninfo de la Universidad de Zaragoza.

4. Zaragoza y la economía. 3 de octubre, miércoles. José María Serrano Sanz. Universidad de Zaragoza. Académico de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. 
Salón de Actos del Museo Provincial de Zaragoza.

5. Zaragoza y el urbanismo. 18 de octubre, jueves. Rafael de Miguel González. Universidad de Zaragoza. Académico de la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis. 
Salón de Actos del Museo Provincial de Zaragoza.

6. Zaragoza y la literatura. 22 de octubre, lunes. Antón Castro. Escritor y periodista. Premio Nacional de Periodismo Cultural. 
Aula Magna del Edificio Paraninfo de la Universidad de Zaragoza.

7. Zaragoza y la postguerra. 31 de octubre, miércoles. Jorge Sanz Barajas. Escritor y profesor. 
Salón de Actos del Museo Provincial de Zaragoza.

8. Zaragoza y las Bellas Artes. 22 de noviembre, jueves. Juan Carlos Lozano López. Universidad de Zaragoza. Académico de la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis. 
Aula Magna del Edificio Paraninfo de la Universidad de Zaragoza.

Comienza el próximo martes Luis Antonio González, que ilustrará su charla con ejemplos sonoros sobre la actividad musical histórica en Zaragoza. Yo que vosotros no me la perdería.

*Una entrevista de David Navarro con Luis Antonio González Marín (Zaragoza, 1962) en Heraldo.es. La foto es de José Miguel Marco.

https://www.heraldo.es/noticias/ocio-cultura/2018/08/11/luis-antonio-gonzalez-marin-aragon-sido-pionero-recuperacion-musica-antigua-1261545-1361024.html