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ELOY FERNÁNDEZ CLEMENTE: SUS ENTREVISTAS EN RADIO POPULAR
Dentro de un par de mes, como máximo, Rolde publicará el primer tomo de las memorias de Eloy Fernández Clemente: más de 500 páginas llenas de recuerdos, de personajes, de hechos, de aventuras personales que tuvieron, de inmediato, una proyección colectiva. Muy gentilmente, Eloy me envía un fragmento de sus recuerdos como entrevistador en Radio Popular. Este asunto figura en las memorias, pero no es exactamente este el texto. Por otra parte, Eloy, un caballero que ama a Marisa Santiago y que además va al cine a enamorarse, como casi todos, me confiesa que acaba de descubrir a Elisabeth Shue. Con ellas, y con el texto, empezamos el años 2011. Abrazos para todos y feliz 2011.
MIS ENTREVISTAS
Por Eloy FERNÁNDEZ CLEMENTE
[Recuerdos y evocaciones del oficio de periodista]
Mis horarios venían a ser las tardes/noches, ya que estaba acabando Magisterio cuando comencé, y luego estudié los dos cursos comunes y ejercí de maestro, a la vez. Además de los programas musicales citados, seguí haciendo crítica de cine en 1963, entusiasmado por el italiano, muy duro con el español salvo excepciones, matizador con las norteamericanas, fascinado por Bergman.
Pero mi trabajo principal radicó en hacer a lo largo de tres años un breve programa (brevedad con excesos tolerados casi siempre), “Nuestros invitados especiales”, en que entrevistaba cada noche a una persona. Si lograba llevarles a la emisora, mejor; incluso si podía ir grabando algunas para días difíciles; si no, había que ir por ahí cargando del tremendo magnetofón. A veces surgían antes o después de un acto, eran solicitadas por autoridades, formaban parte de un reportaje más amplio.
Mi ídolo en ese género era el aragonés Manuel del Arco, autor de quintaesenciadas entrevistas en La Vanguardia, recogidas en 1960 en Los personajes son de carne y hueso, y luego en Fuera de cámara, 1963. Como yo mismo escribí, “a veces hay que buscar y rebuscar para encontrar el personaje deseado, o para conseguir que acepte la entrevista”. Mi documentación consistía en sacar a los compañeros qué les preguntarían a unos u otros. Es curioso cómo recibían la inmensa mayoría la petición de una entrevista, amabilísimos, dispuestos, inquiriendo qué les iba a preguntar, pidiendo a veces si podían repetir algo que les había salido mal. De entre tantas, aunque a veces por las prisas o la ausencia de visitantes de fuera recurría a la habitual castañera en noviembre y todos los demás tópicos, recuerdo algunas de modo especial por unas u otras razones:
Las realizadas a dirigentes católicos: Luis Cuesta sobre el campamento de AC; el Deán Hernán Cortés; el obispo auxiliar de Valencia Rafael González Moralejo, Juan Antonio Cremades, Enrique Miret, José Ágreda sobre el bombardeo del templo del Pilar del que era capellán; el canónigo Sánchez Marqueta; el jesuita P. Acha; Manolo Pardos, sobre el Congreso internacional de la JOC; un Nuncio del Vaticano, el cardenal Bueno Monreal. Al propio Morcillo le tomé varias veces declaraciones. Una de las que anoté en mi “cinturón” fue por haber sido la primera que se le hacía antes de entrar a la ciudad, al nuevo arzobispo don Pedro Cantero Cuadrado, hasta entonces obispo de Huelva y que lo sería 13 años de Zaragoza desde 1964 a 1977. Le abordé al llegar a Cogullada, en el momento de bajar del coche para luego dirigirse a la ciudad, según la tradición, montando una burra blanca: me miró entre extrañado y enfadado por aquel atropello. Le dije, como excusa, que era de la emisora diocesana; dulcificó el gesto y entendió -era periodista titulado, de lo que hizo siempre gala-, aceptando pronunciar unas breves palabras que me supieron a importante trofeo. Así era entonces el periodismo de a pie, y así era uno.
Encuentro en el inventario que Gustavo Alares ha hecho hace poco de las élites políticas y culturales de la Zaragoza franquista, muchos nombres que traté, desde mi humilde escondrijo, a los que entrevisté y escuché muchas cosas que no voy a poder reproducir. Ya me gustaría. La mayoría de ellos me trataron con displicencia e impaciencia, y a lo sumo decían, como a todos los “chicos de la prensa”, frases como “Hola, muchacho”, “Aprieta el botón cuando quieras”, “¿Estamos grabando?”, “Anda, dime lo que me vas a preguntar”… Recuerdo especial amabilidad en Rafael Pastor Botija, que fue decano del Colegio de Abogados desde 1960 hasta más allá de 1970; el de Notarios entre 1951 y 1966, Francisco Palá Mediano, al que estudiaría años después como autor de un curioso proyecto de Estatuto de Autonomía para Aragón en 1936; el rector Cabrera, que vivía encima de los Gastón; Sinués, que moría con 70 años en enero de 1965, presidente de la CAZAR desde hacía treinta y tantos, de la Confederación de Cajas, miembro de muchos consejos (de ERZ a Radio Zaragoza); los hermanos Albareda; Ángel Escoriaza, que murió en 1964 a los 47 años; José María García Belenguer, que llegó en 1965 a Presidente honorario de la Caja; el director de la Feria de Muestras, J.M. Campos Lafuente; el marqués de la Cadena, ubicuo en el mundo social y cultural fundador de La Cadiera, académico de San Luis, de la Económica, presidente del Ateneo. Luego sería este dirigido por Luis Horno, José Giménez Aznar y Tomeo Lacrué, quizá ya con M.ª Rosario de Parada como secretaria. Otro personaje curioso era don Paco Oliver Rubio, presidente de la Academia de Medicina, profesor de Historia de la Medicina ya jubilado.
Políticos: el gobernador Pardo de Santayana, el presidente de la Diputación Antonio Zubiri, el alcalde Gómez Laguna; Pedro Rubio Tardío, presidente de los Alféreces provisionales; el general del Aire Vives Camino. Pero la que más recordaría luego, cuando el personaje fue obteniendo una nueva, tremenda, imagen de ultraconservador, fue la realizada a Blas Piñar, entonces un joven notario, tan falangista como católico, que hasta 1962 ocupó la Dirección General del Instituto de Cultura Hispánica, una plataforma importante en las aún difíciles relaciones hispanoamericanas, que distribuía becas para estudiantes de aquellas naciones en las universidades españolas. Hablamos poco antes de su famoso artículo en la Tercera del ABC, en el que con el título “Hipócritas”, hacía una dura crítica a la política exterior norteamericana, un golpe a las muy mejoradas relaciones españolas con el líder occidental, que provocó un gran escándalo y su cese fulminante, a pesar de lo cual no sólo no se alejó del franquismo sino que se iba a convertir en el guardián de sus más fascistas esencias.
Del mundo de la cultura entrevisté al crítico e historiador del cine Carlos Fernández Cuenca; a Gregorio Marañón Moya, con quien hablamos sobre su ilustre padre, fallecido hacía poco; a los pintores M. Pilar Burges y Julián Borreguero; a don Enrique Aubá sobre su fabulosa colección de quijotes editados en docenas de idiomas; a los dueños de las librerías Pórtico (Alcrudo), Libros (Bailo), Lepanto (Fernández), General (Boya) y a don Santiago Marquina (Hesperia). De la Universidad: al catedrático de origen aragonés don Amando Melón sobre el primer Congreso Nacional de Geografía, celebrado en Zaragoza; a Juan Antonio Sagardoy, subdirector del Miraflores; a los catedráticos don José Guallart, de Derecho y don Fernando Solano Costa sobre la Institución Fernando el Católico, así como a Antonio Serrano Montalvo secretario de la misma; a don José Camón Aznar, sobre Velázquez. Le entrevisté en la casa de su hermano Leonardo, por la Gran Vía; llegó muy tarde a la cita, muy cansado, con algo de asma, y me advirtió de todo ello, tumbándose en un sofá, en cuya curiosa postura respondió a todas mis preguntas, aunque era bastante tarde y le esperaban para comer. Yo estaba incómodo, sobre todo porque se estaba chafando los picos del chaqué –venía de un acto muy solemne-; pero me fui con la entrevista conseguida.
También llevé a escritores y periodistas: entre ellos a mi buena amiga Pilar Crespo, a nuestro premio Planeta Santiago Lorén; a don Ramón Celma, director de El Noticiero desde 1938 hasta 1972; y a los de Amanecer Adrián Guerra y Torrebadella; a don Ramón Salanova Mavilla, con quien hablamos de los libros que para entonces había publicado no hacía mucho: el ensayo Vía Canfranc, y una novela deliciosa, Balneario. Y cuando, a comienzos de los setenta, apareció su colectánea Temas aragoneses, y un folleto sobre Barbastro, me los envió afectuosamente. La que le hice al estupendo fotógrafo y cineasta amateur José Luis Pomarón, inició una amistad a distancia, y provocó, ay, que como deferencia suya, supongo, una foto que me hizo se pasara varios años expuesta en una columna del paseo de la Independencia.
Era muy “agradecido” el mundo del espectáculo: entrevisté al director de cine aragonés José María Forqué, como cuento en detalle en otro lugar; al autor y director teatral Mario Alvar; al actor argentino César Aller; a Luis Gimeno, director de una Compañía de Zarzuela y Ópera; a los actores Carlos Estrada, Mara Cruz, Silvana Velasco, Jorge Sánchez Candial sobre la jota; a las cantantes Soledad Miranda, Lilián de Celis, Carmen Morell (que hizo su entrada en el estudio con un traje blanco lleno de brillantes lentejuelas), el flamenco Farina (le recuerdo cincuenta años después al escuchar a su magnífico sobrino, El Cigala), infinitas reinas de fiestas de barrios o de la ciudad, presidentes o miembros de centros regionales.
En deporte: a los montañeros Alberto Rabadá, Luis Marqueta, Tomás Tomás, Gregorio Villarig; al presidente del R. Zaragoza, Faustino Ferrer; al entrenador del Delicias Antonio Moreno; al jugador Sigi. Y misioneros, maestros, pintores, médicos, músicos (Los Napoli, Los Rítmicos, Los Payadores), o, con motivo de diversos congresos médicos, eucarísticos, del pasodoble, de magia, de hispanistas franceses y de otras muchas cosas, a sus organizadores o participantes. Y al fotógrafo del caballo de cartón tras la Lonja, Francisco Cordero; el director de la Tómbola, Emilio Parra; y a los célebres Emy, Goty y Cañamón, del Circo Americano; y a otro payaso del Radio Teatro; y al canaricultor Jesús Pérez Laviña.
A veces eran una o dos preguntas a propósito de algún hecho concreto, o buscando una opinión sobre un tema en el candelero. Fue así como, con complicidad entre amigos y conocidos, grabé o llevé al estudio a Guillermo Fatás y Pepo Monserrat, el tío Juan Martín Sauras, el cura Faci, José Antonio Sánchez Gericó, el P. Muruzábal, Ynduráin, Luis García Arias (aparte las citadas grabaciones en su casa), José Antonio Páramo creo que por entonces jefe del SEU, los maestros Antonio Vera y Félix Sesma, y tantos otros.
No enfatizaré cuántas cosas se pueden aprender en esas entrevistas, aunque con frecuencia eran demasiado precipitadas. Pero a los dieciocho o veinte años, casi todo es digerido satisfactoriamente.
BESOS PARA EL 2011
Feliz 2011 a todos con besos de Robert Doisneau.
'OPUS MAGNA' DE DINO VALLS

El pasado miércoles estuve con Dino Valls, que reside y trabaja en Madrid, volcado en un mundo de inquietud, belleza y sombra. Una de sus últimas obras es ‘Opus Magna’, de 2010, que resume sus obsesiones y que muestra de nuevo el tamaño de su ambición. Dino Valls prepara proyectos para Italia, Alemania y Grecia. Y trabaja despaciosamente, sin prisa, con una elevada voluntad de perfección.
RAFAEL LÓPEZ RETRATA LA INDIA

Nueva exposición del fotógrafo Rafael López sobre su amada India. Desde su última exposición en enero de 2009: "India. El río de la vida", que expuso en la Sala Pro40 de Fotoprix en Zaragoza, Rafael no había vuelto a mostrar sus obras, pero este año expondrá en la Sala Gil Marraco una serie de 20 obras, realizadas en papel baritado. Serán fotografías tomadas en Rajastán, el mayor de los estados del noroeste de la India, donde sus habitantes serán los protagonistas.
LUGAR: Sala Gil Marraco de la Real Sociedad Fotográfica de Zaragoza. C/ Luis del Valle nº 2-4-6. Zaragoza 50005
HORARIO: Lunes a viernes de 18.00 a 21.00 h
INAUGURACIÓN: 3 de enero, a las 19.00
FECHAS: Del 3 al 23 de Enero de 2011.
TÍTULO EXPOSICIÓN: "INDIA: Rājastān, torrente de vida”
AUTOR: Rafael López
LA BICICLETA DE BEATRIZ DE CHILE

Beatriz Rodríguez Fernández, una gallega de Coruxo y alrededores en Chile, profesora de inglés y enamorada de la memoria, de la pintura y de la poesía, me envía este poema de la bicicleta de Miguel Arteche. Ya estaba colgado en el blog, pero me hace ilusión el envío, la pintura de un artista ruso y el cariño de Beatriz, en tierras del fin del mundo, impregnada por la nostalgia del mar gallego.
Feliz 2011 Beatriz. La mujer que tenía una bicicleta que pasea por las nubes y un hontanar de melodías en su página web. Por ejemplo, ahora suena Leonard Cohen.
LA BICICLETA
En rueda está el silencio detenido,
y en freno congelado la distancia.
Qué lejano está el pie, cómo se ha ido
la infancia del pedal sobre la infancia.
El reino del volante sometido
se borra con la sed que hay en la llanta.
La mano que no está tiene un sonido
de tanta ausencia y cercanía tanta.
Cuán remota la edad que en ti palpita
con las velocidades de tu cita,
y qué rápida estás con ser tan quieta,
tan inmóvil pedal dormido ahora
por la lluvia de ayer que te evapora
tu perdida niñez de bicicleta.
Miguel Arteche
YEATS Y SU 'POESÍA REUNIDA', TRADUCIDA POR ANTONIO RIVERO TARAVILLO
El poeta, editor, biógrafo de Luis Cernuda y traductor, magnífico traductor, Antonio Rivero Taravillo acaba de traducir la ‘Poesía reunida’ de William Butler Yeats en Pre-Textos, que fue elegida por algunos como uno de los mejores libros del año 2010. A petición mía, Antonio me envía muy gentilmente una pequeña selección de poemas de Yeats.
AN IRISH AIRMAN FORSEES HIS DEATH
I know that I shall meet my fate
Somewhere among the clouds above;
Those that I fight I do not hate,
Those that I guard I do not love;
My country is Kiltartan Cross,
My countrymen Kiltartan’s poor,
No likely end could bring them loss
Or leave them happier than before.
Nor law, nor duty bade me fight,
Nor public men, nor cheering crowds,
A lonely impulse of delight
Drove to this tumult in the clouds;
I balanced all, brought all to mind,
The years to come seemed waste of breath,
A waste of breath the years behind
In balance with this life, this death.
UN AVIADOR IRLANDÉS PREVÉ SU MUERTE
Estoy seguro de encontrar mi fin
en un alto lugar sobre las nubes;
odio no tengo a aquellos que combato,
amor no tengo a aquellos que defiendo;
Kiltartan Cross es mi patria, los pobres
de Kiltartan mis compatriotas, nada
seguramente cambiará para ellos,
ni más pobre serán ni más felices.
No me obligó a luchar deber ni ley,
ni hombres públicos ni encendidas masas;
un solitario afán de plenitud
llevó a este fragor entre las nubes;
todo lo sopesé, recordé todo,
los años venideros parecían
un gasto de saliva en balde, un gasto
de saliva en balde los años idos
al lado de esta vida, de esta muerte.
LEDA AND THE SWAN
A sudden blow: the great wings beating still
Above the staggering girl, her thighs caressed
By the dark webs, her nape caught in his bill,
He holds her helpless breast upon his breast.
How can those terrified vague fingers push
The feathered glory from her loosening thighs?
And how can body, laid in that white rush,
But feel the strange heart beating where it lies?
A shudder in the loins engenders there
The broken wall, the burning roof and tower[20]
And Agamemnon dead.
Being so caught up,
So mastered by the brute blood of the air,
Did she put on his knowledge with his power
Before the indifferent beak could let her drop?
LEDA Y EL CISNE
Un golpe repentino: las grandes olas baten
en la atónita joven, acarician sus muslos
las oscuras membranas, prende el pico su nuca,
su desvalido pecho pone el cisne en el suyo.
¿Cómo pueden sus dedos, leves, horrorizados,
apartar de sus muslos esa gloria emplumada?
¿Y qué puede su cuerpo, en esa blanca embestida,
sino oír el latido del corazón extraño?
Un temblor en el lomo allí entonces engendra
murallas destruidas, fuego en tejado y torre,
y a Agamenón muerto.
Estando así cautiva,
a merced de la sangre aérea de la bestia,
¿recibió su poder y su sabiduría
antes que la soltara el insensible pico?
THE SECOND COMING
Turning and turning in the widening gyre
The falcon cannot hear the falconer;
Things fall apart; the centre cannot hold;
Mere anarchy is loosed upon the world,
The blood-dimmed tide is loosed, and everywhere
The ceremony of innocence is drowned;
The best lack all conviction, while the worst
Are full of passionate intensity.
Surely some revelation is at hand;
Surely the Second Coming is at hand.
The Second Coming! Hardly are those words out
When a vast image out of Spiritus Mundi
Troubles my sight: a waste of desert sand;
A shape with lion body and the head of a man,
A gaze blank and pitiless as the sun,
Is moving its slow thighs, while all about it
Wind shadows of the indignant desert birds.
The darkness drops again but now I know
That twenty centuries of stony sleep
Were vexed to nightmare by a rocking cradle,
And what rough beast, its hour come round at last,
Slouches towards Bethlehem to be born?
EL SEGUNDO ADVENIMIENTO
Dando vueltas y vueltas en la espiral creciente
no puede ya el halcón oír al halconero;
todo se desmorona; el centro cede;
la anarquía se abate sobre el mundo, y por doquier
se anega el ritual de la inocencia;
los mejores están sin convicción, y los peores
llenos de apasionada intensidad.
Alguna revelación se aproxima;
se aproxima el Segundo Advenimiento.
¡El Segundo Advenimiento! Lo digo,
y ya una vasta imagen del Spiritus Mundi
turba mi vista; allá en las arenas del desierto
una figura con cuerpo de león y cabeza de hombre,
una mirada en blanco y despiadada como el sol,
mueve sus lentos muslos, y en rededor planean
sombras de airadas aves del desierto.
Cae la oscuridad de nuevo, mas ahora sé
que a veinte siglos de obstinado sueño
meció en su cuna una pesadilla,
¿y qué escabrosa bestia, llegada al fin su hora,
se arrastra a Belén para nacer?
ARTÍCULO DE MILAGROS PÉREZ OLIVA
Hace un par de semanas El País Semanal dedicó su portada a Belén Esteban. Los escritos de protesta han sido bastantes. Hoy, la Defensora del Lector, la oscense Milagros Pérez Oliva, una meticulosa y sensata periodista, escribe sobre ello en El País.
TRIBUNA: MILAGROS PÉREZ OLIVA
UN NUEVO TRIUNFO PARA BELÉN ESTEBAN
Algunos lectores se muestran perplejos por el hecho de que 'El País Semanal' dedicara su portada a la estrella de la 'telerrealidad'
Eva Dorado Cuesta, de Móstoles, expresa de forma gráfica los motivos de su queja ante la Defensora: "Estimada señora, con sorpresa he visto este domingo 19 de diciembre la portada de El País Semanal: Belén Esteban. Mi sorpresa se ha convertido en indignación al ver que tenía un reportaje en las páginas centrales. Entonces he hecho lo mismo que cuando enciendo la televisión y únicamente encuentro tertulias de corazón o programas de telerrealidad: cambio de canal o apago la televisión, con más frecuencia esto último. En este caso, y por primera vez en mi vida, he cerrado el suplemento sin leerlo. Sinceramente, ¿no hay nada más importante en este país o en el mundo que merezca la portada del suplemento del domingo?".
Es frecuente que los lectores expresen su opinión discrepante sobre determinadas decisiones editoriales, y en este caso lo han hecho en relación con esa portada. Forma parte de la libertad de crítica a la que tienen derecho. Aun cuando propiamente no planteen ninguna vulneración del Libro de Estilo, la Defensora acoge con respeto estas críticas, pues casi siempre están orientadas a defender la calidad del diario y en todo caso son la expresión de un deseo de participación que lo enriquece.
Entre las cartas recibidas, la de Augusto Klappenbach resume bien los argumentos más repetidos: "Obligarnos a ver en la portada la cara tuneada de Belén Esteban y un largo reportaje sobre este personaje es demasiado. Hacerle publicidad a una mujer que representa lo más mediocre y zafio de la cultura de este país hace pensar que ese periódico ha tomado partido por la telebasura", escribe. "Puedo anticipar la respuesta de quienes escribieron el artículo: se trata de un personaje público que es capaz de conseguir una gran audiencia televisiva y en ese sentido 'es noticia'. Y además el reportaje tiene un tono crítico. Pero bien saben los periodistas que personas como Belén Esteban solo viven de la atención que les otorgan los medios, y ese reportaje contribuye a crear ese modelo vacío. No sugiero, por supuesto, que estos fenómenos deban ocultarse. Pero de ahí a ocupar la portada y unas 12 páginas del periódico más importante de España hay un trecho".
Félix Moral, de Madrid, asegura que EL PAÍS ha sido su referencia informativa durante muchos años y que ha sentido "la absorción de Cuatro por Telecinco y la desaparición de CNN+ como una pérdida personal". Por eso le ha disgustado especialmente el tratamiento dado a Belén Esteban, que considera un "publirreportaje indigno al servicio de Telecinco". También el periodista Curro Cañete ha apelado a la Defensora. En la carta remite al artículo publicado en su blog, en el que argumenta su rechazo.Otros lectores, como Mercedes Tejeira o Juan Torres Blasco, relacionan este tratamiento con el nuevo vínculo empresarial entre PRISA, editora de EL PAÍS, y Telecinco. En general, las cartas plantean tres tipos de objeciones. En primer lugar, que dedicar una portada y el reportaje central de la revista a las peripecias de esta controvertida figura supone legitimar el modelo de televisión que la ha creado; que EL PAÍS no puede ignorar que lo que buscan quienes se lucran con este tipo de fenómenos es que se hable de ellos, aunque sea mal; finalmente, algunos lectores apuntan un posible conflicto de intereses al relacionar el reportaje con los acuerdos empresariales entre PRISA y Telecinco.
He trasladado estas críticas e inquietudes a Goyo Rodríguez Ramos, subdirector del periódico y responsable de El País Semanal. Esta es su respuesta: "Entendemos la sorpresa de algunos lectores al ver a Belén Esteban en la portada de la revista. Nosotros somos notarios de la realidad. Y este país (también) es así. Nos guste más o nos guste menos, existe Belén Esteban y millones de personas presencian cada semana su exhibicionismo mediático. El País Semanal cuenta unas 500 historias cada año. En 2010, solo una de ellas ha estado dedicada a Belén Esteban y al fenómeno de la neotelevisión (programas que, basados en estudios de audiencia, responden a las supuestas demandas del espectador a base de mezclar todos los formatos existentes)".
"Belén Esteban y lo que representa es un fenómeno único en España", prosigue. "Reúne audiencias millonarias en su cadena; retroalimenta programas con audiencias también millonarias en otros canales; ocupa portadas en las revistas de la llamada prensa rosa; copa la Red (el artículo que le dedicamos fue el más visto durante dos días en la web de El PAÍS y sumó casi 200.000 visitas); capta publicidad con notable éxito; inspira libros y tesis doctorales y es objeto de debate y análisis".
"Pero todavía hay más", añade. "Según diferentes encuestas, se trata de uno de los personajes más conocidos y populares de España. Nosotros ni legitimamos ni condenamos; no decimos si Belén Esteban es buena o mala; no vendemos su personaje como un ejemplo social a imitar ni tampoco como alguien digno de rechazo social. Nosotros, simplemente, construimos un relato. Nos limitamos a poner todas las cartas sobre la mesa, las buenas y las malas. Damos los elementos de juicio y el lector saca sus conclusiones".
Respecto al posible conflicto de intereses, el subdirector responde: "Este reportaje no es una historia promocional de Belén Esteban, y menos aún de la cadena donde trabaja. Este reportaje intenta responder a las preguntas que todos (incluidas las personas que han escrito a la Defensora) tenemos en mente: ¿Por qué una persona sin preparación ha alcanzado unos índices de popularidad sin precedentes en este país? ¿Por qué triunfa este modelo de televisión? Nuestro trabajo es ofrecer respuestas. Y ese domingo intentamos darlas".
Aun cuando las intenciones del diario hayan sido las que relata Goyo Rodríguez Ramos, es preocupante que una parte de los lectores haya podido considerar que se trata de una concesión al sensacionalismo y, lo que es peor, de una portada promocional. Y no solo los lectores han mostrado su perplejidad. También la ha expresado, por ejemplo, el escritor Antonio Muñoz Molina, colaborador del diario, en su blog.
Algunas de las más ilustres figuras de la literatura, el pensamiento o la creación tienen a gala haber aparecido en la portada de El País Semanal. Lo consideran un reconocimiento a sus méritos y es mérito de EL PAÍS haber sabido mantener durante muchos años la línea de exigencia y rigor que ha permitido darle ese valor. Un valor comparable al que los lectores de la prestigiosa revista Time dan a su portada. El hecho de que Belén Esteban consiga audiencias millonarias en programas de telebasura, ¿es mérito suficiente para justificar esa preeminencia informativa? ¿Se resentirá el valor de la portada de El País Semanal por esta concesión?
Ciertamente, Belén Esteban es parte de la realidad. Pero lo que distingue a un medio sensacionalista de uno riguroso es que este nunca pondría en portada las vísceras de los muertos, por muy reales que estas sean. La realidad es la coartada del sensacionalismo, y por eso al televisivo se le denomina telerrealidad. A caballo de artificiosas e interminables polémicas, este sensacionalismo tiende a extenderse como una mancha de aceite que pringa todo lo que alcanza. Por eso es importante, para un medio como EL PAÍS, establecer diques de contención y fronteras nítidas.
Es evidente que el diario puede y debe tratar el fenómeno de la neotelevisión. Pero conviene reflexionar sobre la forma de hacerlo. En el tratamiento sensacionalista, no importa tanto lo que se dice como la forma, pues el objetivo es llamar la atención. La forma es determinante. Por eso no es lo mismo un debate político como los que emitía CNN+ (y sirva este comentario como mi particular homenaje a quienes lo hacían) que uno de esos debates de teletaberna en los que la política es solo la gran coartada para construir un espectáculo. Por eso mismo Gran Hermano no deja de ser un burdo espectáculo, por mucho que se disfrace de experimento sociológico. Las formas son las que marcan la diferencia.
Los lectores pueden dirigirse a la Defensora del Lector al correo electrónico defensora@elpais.es o telefonear al número 913 378 200.
CALVOMOÑACOS, DE NUEVO

Muchos días después de no saber nada de él, me llama y me escribe Alberto Calvo Supermaño, que sigue trabajando mucho en su nueva casa. Enamorado y animoso, me envía esta ilustración. Y me pone al teléfono a la poeta Kiki Járboles. Poeta y actriz.
LEO FUCHS: FOTOS DE HOLLYWOOD
Gina Lollobrigida.
Gregory Peck.
Joanne Woodward y Paul Newman.
Rock Hudson en un set de rodaje.
Maria Perschy.
Joanne Woodward, actriz y esposa de Paul Newman.
Leslie Caron.
Dos fotos de Audrey Hepburn.
Brigitte Bardot.
Shirley McLaine, jovencísima, misteriosa y bella, en 1963, en el rodaje de 'Irma la dulce'.
LEO FUCHS
Leo Fuchs, austriaco de nacimiento que emigró a Estados Unidos cuando empezó la Segunda Guerra Mundial, se dedicó durante veinte años de su vida a captar imágenes de los actores icónicos de los años cincuenta y sesenta del siglo XX en Hollywood. Fue de los pocos que entabló amistad con ellos, quienes le invitaban a los rodajes. Trabajó con Rock Hudson, Sean Connery, Shirley MacLaine, Cary Grant, Marlon Brando y Gregory Peck, quien se convirtió en el padrino de su hijo Alexandre. Con Frank Sinatra compartió apuestas en el casino de Montecarlo y con Audrey Hepburn pasó noches en el Congo escuchando a Beethoven.
«Mi padre tenía una personalidad gregaria y hacía amigos con facilidad», recuerda ahora su hijo, también fotógrafo, que explica el talento que tenía su progenitor para hacer que las estrellas se sintiesen cómodas; confiaban en él además porque les enseñaba las imágenes antes de publicarlas. Murió hace unos meses a los 79 años en su casa de París, donde vivió durante cuarenta años, pero había dejado antes un tesoro que encontró Alexandre hace diez: las fotografías de Paul Newman que ahora se exhiben estaban guardadas en una caja de cartón, muchas de ellas aún en el negativo, y no habían visto la luz del día en tres décadas.
MARISOL VISTA POR JUAN GYENES; MAYUMI: OTRA BELLEZA MESTIZA
Un retrato encantador de la joven Marisol, realizado por Juan Gyenes. Lo he encontrado por puro azar y me parece estimulante y espléndido.
Y poco después me encuentro con estas fotos de Keith Barraclough de una misteriosa modelo, de origen japonés y de origen irlandés, Mayumi. No tiene nada que ver con Marisolo, pero son dos bellezas con fuerza, enigmáticas y a la par diáfanas.
EL MUNDO DE JOSEP BRANGULÍ
Telefonica exhibe en su sede de Madrid casi 400 fotos del gran reportero Josep Brangulí, que empezó a trabajar muy pronto y realizó espectaculares fotos de la Guerra Civil. Brangulí es uno de los grandes reporteros de Barcelona. Falleció en 1945. He aquí una selección de algunas de sus obras.
RETRATO DE PEPE, PEPIÑO, DON JOSÉ
Pepiño y don José
Pepiño. Elena Valenciano ha pedido que no le llamen Pepiño a José Blanco, ese discípulo de Guerra que ha aprendido a contenerse y que se ha mostrado como un hombre de Estado: con determinación, airado con los controladores y a la vez cargado de razones, dispuesto a morderse la lengua como quien se vuelve juicioso de golpe. José Blanco siempre ha caído mal; siempre parecía inoportuno, ventajista, sin sentido del humor. Un acusicas con voz de pito y el desmesurado acento del país. Metepatas e irascible. En la boda del alcalde Belloch, alguien le susurró que le emocionaría una noche tan especial, culminada con jota. Y él, sin sentido de la oportunidad, dijo: “Me habría emocionado si hubiese sido una muiñeira”. El Ebro pensó, a su espalda, “tierra trágame”. Pepiño, como personaje que se ha hecho a sí mismo, es receloso, vulnerable y no soporta las medias verdades. Si alguien le lanza una frase de doble intención, o con segundas, ahí sale él con el sable y el caballo de Santiago, y en esa batida no respeta a ningún enemigo: furioso, ataca a diestro y siniestro por tierra, mar y aire. Incluso a sus paisanos: a Mariano Rajoy, que rara vez ha sido Marianiño (lástima: qué bien le habría sentado a él el diminutivo), a pesar de sus orígenes y de su pasado gallegos. Pero José Blanco es Pepiño. Que es una forma dulce de llamarlo, irónica, un Pepiño tiene algo de entrañable. Y a la vez es una forma satírica y de menosprecio: un Pepiño es casi por igual un mafiosillo, mandón y a la par de poca monta, y un Pepiño también es un don nadie, el hombre fiel, el sabueso, y el amigo de confianza. José Blanco es un Pepiño en toda su complejidad. Y a veces, cuando se pone tieso y usa la corbata de la moderación estudiada, también puede ser don José. Y el lugarteniente del nuevo ‘one’: Rubalcaba.
Esta caricatura de don José Blanco es del diario 'El Público'.
DAVID VELA: UN GALARDÓN VALIOSO

David Vela gana la Bienal
de Dibujo Humorístico de Tenerife
El ilustrador zaragozano venció con la obra ‘Tus amigos no te olvidan’, inspirado en el tema general de las redes sociales
El dibujante e ilustrador David Vela (Zaragoza, 1967) ha ganado, con la obra ‘Tus amigos no te olvidan’, el premio Bienal Internacional de Dibujo Humorístico 2010 que se convoca en Santa Cruz de Tenerife. Es el premio mejor dotado de España, con sus 10.000 euros, y el segundo de Europa. David Vela recuerda que en esta edición el tema del concurso eran “las redes sociales” y ha dibujado, “con ironía, humor negro y mucho color”, un entierro con el difunto y el sacerdote solos, esperando a los 74.224 amigos de facebook y a los 21.704 de twitter. “En el fondo, a pesar de las redes sociales, a pesar de internet, muchas veces estamos completamente solos –agrega-. Con todo, yo no soy tan pesimista como mi dibujo. Uso y me beneficio de facebook, que me aporta muchas cosas buenas. A mí me gusta. Y por otra parte puedo decir que vivo de mi trabajo gracias a internet: muchos de mis clientes proceden de ahí”.
David Vela colabora con distintas compañías teatrales, especialmente con Los Titiriteros de Binéfar, a quienes les ha hecho la campaña de Navidad, y con Che y Moche. “Estoy muy contento. Había empezado vacío el año 2011, sin encargos, y este galardón es un estímulo y un colchón para seguir trabajando con libertad”. David Vela ha realizado carteles, ha sido galardonado con diversos premios y, en los últimos tiempos, se había especializado en la obra de Ramón Gómez de la Serna. Ha realizado un ‘Bestiario de greguerías’ (ACVF), y también el proyecto ‘Los muertos y las muertas’ del vanguardista madrileño, una colección de 43 goauches que le compró la Fundación Universidad de Alcalá para incorporarla a su Programa de Humor Gráfico.
“Sueño que algún día pueda exponerse en Zaragoza. Ahora estoy trabajando un nuevo proyecto, más ambicioso y más general, de las greguerías –agrega-. Con el paso del tiempo, me he ido inclinando cada vez más hacia el ‘cartoon’ o humor mudo, el humor sin palabras, y también hacia la pintura humorística, que es más difícil de colocar”. David Vela, que ha recogido algunas de sus ilustraciones en ‘Universo mundo’ (ACVF), dice que le interesan mucho los dibujantes del premio tercio del siglo XX, como K-ito, Tono o Sirio, vinculados muchos de ellos a los periódicos y revistas de Prensa Española, como se puede ver en un publicación que elogia: ‘El efecto iceberg. Dibujo e ilustración españoles entre dos fines de siglo’ (Museo ABC / Fundación Banco Santander, 2010). “Los he vuelto a ver y son espléndidos, muy modernos”. También ha estudiado en profundidad a Salvador Bartolozzi y a Luis Bagaría. David Vela posee una personalidad especial, matizada por la fuerza de sus historias y de su cromatismo. Por otra parte, Luis Fabián Gaspardo fue el ganador en la modalidad de caricatura.
*PD. Gracias Julio: tienes razón, busqué como se escribía y puse Caíto en vez de K-ito [K-ito (1890-1984), que empezó como torero con el nombre de guerra de «Caito de Jaén»]. Muy amable por la interrogación. Un abrazo.
DIALOGO CON CARLOS GONZÁLEZ SANZ
FICHA: De la chaminera al tejao. Antología de cuentos populares aragoneses. Carlos González Sanz. Palabras del Candil. Guadalajara. 2 vols.
LITERATURA. El escritor y profesor Carlos González Sanz es uno de los grandes especialistas de la literatura oral. Acaba de publicar, en dos volúmenes, ‘De la chaminera al tejao. Antología de cuentos populares aragoneses’ (Palabras del Candil), escritos y contados en las tres lenguas de la Comunidad.
“Aragón aprecia a los contadores
de chistes y chascarrillos”
¿De dónde te viene la pasión por el cuento, que parece remontarse a más de dos décadas atrás?
Principalmente, de mi abuela materna, que llenó mi infancia de cuentos, leyendas, romances, cantares... De ella aprendí el amor y la experiencia que podemos transmitir contando cuentos. Desde otro punto de vista, si he acabado dedicándome a la recopilación y al estudio del cuento, sin duda, es gracias a las enseñanzas del profesor de la Universidad de Zaragoza Juan Manuel Cacho Blecua así como a los amigos y colegas folkloristas que he conocido a lo largo de estos años y en los que he encontrado siempre a personas de una extraordinaria generosidad. De todas maneras, es una pasión que no ha dejado nunca de crecer pues, aunque el estudio del cuento —el trabajo de campo principalmente— es una tarea muy dura, resulta al mismo tiempo extraordinariamente gratificante y se convierte en un continuo aprendizaje.
¿Qué debemos entender por cuentos folklóricos?
Esta pregunta es muy oportuna ya que, comúnmente, las recopilaciones de relatos populares suelen meter en el mismo saco cuentos, leyendas y hasta relatos que podríamos calificar simplemente como "historia oral", lo que genera una gran confusión. Esto se explica quizá por el hecho de que nuestra sociedad contemporánea ha tratado de apropiarse de todos estos tipos de discursos sin atender a la función que cumplían en tiempos pasados y valorándolos únicamente por su riqueza estética o como señas de identidad locales o nacionales. De ahí también que, personalmente, en mis trabajos recientes evite adjetivos como oral, popular o tradicional —que se quedan cortos para definir este género y que tienen unas connotaciones que me disgustan profundamente—. Por mi parte, considero —y sigo en esto a la mayoría de los expertos en la materia— que, dentro del Folklore, o mejor dicho de la Etnopoética, que es la rama que estudia las producciones artísticas de base verbal que la gente produce o reproduce de manera espontánea, los cuentos son los relatos ficticios que sirven, en general, como señala Josep M. Pujol, para reconciliar al niño o al adolescente, merced a la identificación con el protagonista, con el mundo que los rodea y con los enigmas y los inconvenientes de su inmadurez. Eso sí, el subgénero del cuento folklórico más vivo hoy en día, el cuento jocoso, es propio del folklore de los adultos y su función principal sería la servir de espita para descargar las tensiones que genera la vida en sociedad, poniendo en tela de juicio, gracias a la risa, determinadas instituciones sociales.
¿Cuál es la razón del título, evocado en un fragmento de un cuento? ‘De la chaminera al tejao’…
El título está inspirado en una de las fórmulas de cierre —con las que se da fin a un cuento contado— más frecuentes en Aragón. Hay muchas variantes, pero en general comienzan con "Cuento contado por / de la chaminera / chimenea al tejado". Una fórmula muy completa, recogida por Arcadio de Larrea en Huesa del Común, dice: "Cuentecico contao, de la ventana al tejao, / y del tejao a la calle, pa que no lo vea nadie, / y de la calle al coso, pa que no lo aprenda ningún mocoso". Este tipo de fórmula remite al contexto en el que se contaban los cuentos en un pasado reciente, esto es, generalmente en el hogar y en el entorno del fuego, y nos advierte de que el relato es efímero y ficticio o, mejor dicho, que no rige en él el valor de verdad o mentira. Es como si el narrador tuviese la necesidad de marcar los límites entre el discurso poético y la conversación ordinaria y lo hiciese haciéndonos ver que sus palabras se han escapado por la chimenea —o la ventana— como lo hace el humo.
Habías publicado muchas cosas de los cuentos populares. ¿Qué novedad aporta este volumen doble?
Había publicado recopilaciones de cuentos, o de distintos géneros del folklore, tomados de una sola persona o de un territorio, y también algunos estudios relacionados con la clasificación del cuento folklórico. Con el Archivo Pirenaico de Patrimonio Oral, asociación cultural que fundamos Javier Lacasta, José Ángel Gracia y un servidor, editamos un CD-Audio con una amplia selección de cuentos folklóricos y nos planteamos también editar una serie de CD-ROM con mi catálogo del cuento folklórico en Aragón, pero lo impidieron dificultades económicas. Así que esta obra es, por tanto, una especie de cierre a toda esta labor investigadora ya que nunca había podido reunir un repertorio completo que diera testimonio del acervo cuentístico de nuestra tierra. En todo caso, mi Catálogo tipológico de cuentos folklóricos aragoneses, presentaba ya un repertorio bastante completo de los tipos presentes en nuestro folklore, pero allí sólo se daba cuenta de la clasificación y la bibliografía existente para cada uno de ellos, así que era una obra destinada exclusivamente a especialistas.
¿Qué hay aquí exactamente, qué tipo de cuentos hay? ¿Por qué estas siete clasificaciones o tipologías y no otras?
Los subgéneros del cuento, con la excepción de los que denomino "Cuentos de brujas" —que es una aportación personal—, son los que establece el llamado Índice Internacional del Cuento Tipo, creado por el finlandés Antti Aarne y desarrollado luego por Stith Thompson y, recientemente —en el 2004—, por Hans-Jörg Uther. Si me permites la comparación, la tipología que propone este índice sería el equivalente en el mundo del cuento a la taxonomía que se usa en la Biología ya que, aunque ha perdido su valor como instrumento de estudio, es de aceptación general entre los estudiosos de este género lo que permite utilizarla para comparar repertorios, comprobar que un relato maneja motivos o tipos folklóricos, etc. Los subgéneros que establecen Aarne-Thompson y Uther son los Cuentos de animales, que serían la tradición popular de la fábula; los Cuentos maravillosos o de magia, conocidos comúnmente como "cuentos de hadas"; los Cuentos religiosos, protagonizados por personajes sagrados, como Dios, la Virgen, los santos...; los Cuentos-novela, semejantes por su complejidad a los maravillosos, pero con un tono realista; los Cuentos del Ogro estúpido, en los que un personaje débil, pero extremadamente astuto, vence a un Ogro o al mismo Diablo; los Chistes y chascarrillos, esto es, los cuentecillos jocosos, que son la parte más viva del folklore narrativo de los adultos, y los Cuentos de fórmula, generalmente simples retahílas acumulativas, con las que iniciamos a los más pequeños en el arte de narrar. Aunque la clasificación es básicamente temática, estos subgéneros parecen existir realmente en la conciencia de los narradores pues, como puede observarse, se dirigen a destinatarios de diferente edad y son contados en diferentes contextos y con distinta utilidad.
¿Podrían extraerse algunas conclusiones generales de la idiosincrasia aragonesa, perfiles generales? ¿Qué interesa más, cómo se manifiesta el aragonés? ¿Es el aragonés imaginativo o no, soñador, conceptista, burlón; etc.?
Creo que no. Es más, es una idea que rechazo por principio pues si algo se aprende del cuento folklórico es que es un lenguaje universal cuyos temas están presentes en territorios amplísimos, a veces en casi todos los continentes. En todo caso hay ciertos relatos especialmente frecuentes en Aragón, como el "Cuento de Medio Pollo", el de "La cabra montesina" o el cuento del "Zurrón cantor", este último en versiones que casi siempre vienen precedidas de una serie de cambios acumulativos que se conoce como el cuento de la guija, del bisalto o el garbancito. Pero todos son tipos presentes a lo largo y ancho de la Península Ibérica y de gran parte de Europa. También podría decirse que el aragonés aprecia especialmente al individuo chocante o ingenioso —no sé si será una herencia de Gracián— y son muchísimos los relatos en los que la agudeza y el ingenio tienen un papel fundamental, pero de nuevo se trata de una característica propia de lo folklórico. No se puede defender, por ejemplo, como hacía Andolz, la existencia de un tipo de humor altoaragonés ni mucho menos hacer pasar a ciertos chascarrillos, como hacían los escritores "baturristas", como relatos específicamente aragoneses. Se trata siempre en estos casos de cuentos de gran difusión —casi universal— y de un tipo de humor que encontraríamos en todos los cuentecillos jocosos de cualquier otra comunidad o nación. En todo caso, aquí hay un gran aprecio por quien es capaz de animar una velada o una fiesta con chistes, chascarrillos y sentencias agudas, pero nada más.
Casi a modo de compendio de lo anterior: ¿Qué es lo que más abunda? ¿Podría hacerse un retrato del aragonés casi como tipología también?
Insistiendo en lo dicho antes, no creo correcto extraer conclusiones de este tipo, aunque no ignoro que esa posibilidad existe continuamente en una sociedad en la que nos hemos apropiado del folklore antiguo o tradicional con fines identitarios. En Aragón sufrimos en su día un tipo de literatura costumbrista, o mejor dicho "baturrista", que creó una imagen tópica del aragonés que todos conocemos y que en muchos casos se ha llegado a asimilar, existiendo una cierta realimentación entre el folklore y esta tradición literaria. Sin embargo, el índice internacional del cuento tipo, como decía antes, permite comprobar fácilmente que relatos que se han usado para construir estos tópicos, como el conocidísimo de "A Zaragoza o al charco", tienen una amplísima difusión. Se podría decir —ya lo hice antes— que lo que más abunda son los chistes y chascarrillos, pero eso pasa en todos los lugares porque, como decía Maxime Chevalier, estos relatos eran imprescindibles para sobrellevar la dureza de la vida en una sociedad agropecuaria, siendo además narraciones muy sencillas que cualquiera puede improvisar en cualquier momento, al contrario que los cuentos maravillosos, que exigen un narrador muy dotado.
Vayamos con los cuentos de animales. ¿Cómo podríamos caracterizarlos? ¿Qué relación tiene el aragonés con el animal?
Resulta fácil porque todos tienen una estructura semejante, muy adecuada, por cierto, por su carácter monoepisódico para iniciar a los más chicos en el arte narrativo. En ellos los animales alegorizan la conciencia humana y casi siempre nos ofrecen el enfrentamiento entre un animal fuerte y tonto y otro débil y astuto. Con un humor que suele faltar en la fábula, su mensaje siempre viene a ser el mismo: la victoria de la astucia y la inteligencia sobre la fuerza física. Por ello, aunque parece claro que en su mayoría son de origen oriental, se diría que recogen una visión del mundo propia de los pueblos cazadores para los que la artimaña o la trampa no implican, como en la épica, traición o deshonra. Por lo demás, de nuevo insistiría en que la relación entre el aragonés y el animal que puede deducirse de estos cuentos no es distinta a la que se daría en cualquier otro pueblo. Se podría destacar, en todo caso, el conocimiento muy preciso de las costumbres de los animales que aparecen en estos relatos, algo que prestigiaba al narrador en la antigua sociedad agropecuaria.
Hablemos de los cuentos maravillosos. ¿Cómo son, en que líneas o contextos se desarrollan?
Al contrario que los anteriores, los cuentos maravillosos —conocidos comúnmente como cuentos de hadas— tienen una estructura bastante compleja que exige un narrador muy dotado. Como su nombre indica, en ellos siempre aparece la magia o lo maravilloso a través de donantes u objetos mágicos que ayudan al protagonista a salir victorioso. En este caso, como demostró Bruno Bettelheim, cumplen la función de ofrecer proporcionar a nuestros niños y jóvenes claves simbólicas con las que podrán afrontar con éxito —conjurando el miedo y la incomprensión— los conflictos personales en los que se verán envueltos a lo largo de su etapa de crecimiento y desarrollo como personas. No es extraño que Mircea Eliade dijera de ellos que perpetúan en nuestro tiempo una suerte de iniciación en un plano simbólico y, en efecto, sus protagonistas experimentan un crecimiento personal y, a menudo, recorren un camino en el que se reproduce el viaje hacia el otro mundo —el Castillo de Irás y no Volverás o destinos semejantes— tal como se describía en religiones o mitologías de una antigüedad remota, como la egipcia o la griega.
Destácame alguno…
A mí siempre me ha gustado especialmente el cuento de Medio Pollo por su tono carnavalesco y por el enfrentamiento de su estrafalario protagonista con el poder, simbolizado en el rey o en el dueño de la casa en la que se aloja en su episodio final. No es el tipo de cuento de hadas en el que la gente piensa frecuentemente; pero ocurre que en el folklore, como señala la antropóloga Dolores Juliano, los cuentos maravillosos más comunes no son precisamente los que ha popularizado la literatura infantil o el cine, que han buscado aquellos temas o relatos que permiten reproducir los valores y la estructura social dominante, como ocurre en "La bella durmiente" o en "Cenicienta". Al contrario, entre los cuentos folklóricos más contados por la gente —generalmente mujeres de cierta edad— predominan los que ponen en tela de juicio las estructuras de poder y transcriben simbólicamente las preocupaciones y tensiones a los que están sometidos sus narradores; de ahí que los protagonistas, aparentemente débiles o desfavorecidos, venzan al poderoso o salgan triunfantes gracias a la solidaridad, la cooperación, la generosidad, etc.
¿Cabría decir que Aragón es tierra de brujas? ¿Qué significa la bruja, cuál es su valor simbólico?
Podría decirse siempre y cuando no se quiera decir con ello que lo es en mayor grado que otros territorios, en los que, sin duda, la bruja es también uno de los personajes más frecuentes del folklore. En cuanto a su valor simbólico, depende estrechamente del tipo de discurso en el que se inserta. En las historias orales o las leyendas —que no se recogen en este repertorio— la bruja es la "que da mal" y provoca verdadero terror —he conocido personas que se negaban a hablar de estos temas por ello—. En el cuento maravilloso, sin embargo, es frecuente la bruja como donante mágica, heredera según Propp de ciertos personajes míticos femeninos propios de culturas y sociedades anteriores a la nuestra, como la señora de los animales. Incluso cuando actúa como antagonista —reflejando una inversión de valores que se produjo con la transformación de esas sociedades y la imposición de un orden patriarcal— la bruja del cuento es mucho más amable y cercana y puede ser derrotada. En los que yo denomino "Cuentos de brujas", siguiendo una propuesta que en su día hiciera Ralph S. Boggs, se observa por fin una especie de parodia de los discursos elaborados durante la época de la persecución de la brujería al inicio de la Edad Moderna. En ellos el narrador parece burlarse de la imagen estereotipada del aquelarre, como misa negra y nos presenta al Diablo o a las brujas como personas que uno puede encontrarse a la vuelta de la esquina en situaciones que pueden llegar a ser desternillantes.
¿En qué consisten los cuentos novela?
Por decirlo de manera muy sencilla, serían el equivalente, por su complejidad, de los cuentos maravillosos, pero con un tono realista —que no excluye, a veces, la carnavalización de temas del cuento de magia—. En ellos, tiene un papel preponderante el ingenio —son frecuentes los enigmas, las adivinanzas, las respuestas agudas y las pruebas resueltas astutamente—, y se reflejan fielmente las formas de vida y las instituciones de las sociedades agrarias, muy en particular, como señala Rodríguez Almodóvar, la propiedad privada y el matrimonio exógamo, presentes en casi todos sus argumentos.
Me ha llamado mucho la atención ‘El pastor enamorado’.
Pues la verdad es que este cuento, que recogió en su día Arcadio de Larrea en Belchite, es un relato muy peculiar, que no resulta fácil de clasificar pues tiene elementos propios de los cuentos-novela y de los cuentos jocosos. De hecho, si no fuera porque el protagonista al final obtiene el éxito, parecería más bien un cuentecillo jocoso de aquellos en los que se ridiculiza la imagen del tonto-literal. Pero como decíamos antes, refleja fielmente un problema al que casi todos tenemos que enfrentarnos, como son las dificultades para entablar una relación y seducir a la persona de la que nos hemos enamorado.
Hay otro epígrafe sobre los cuentos de ogro estúpido. ¿Serían una variación del ome grandizo?
Más bien habría que decir que el Ome grandizo, que no es sino una versión del relato homérico del enfrentamiento entre Ulises y Polifemo, es un característico cuento del ogro estúpido. En estos cuentos, semejantes a los de animales, pero con personajes humanos, nos encontramos con un protagonista que recuerda al héroe civilizador, al Trickster del que hablan los antropólogos, esto es, el personajillo astuto y tramposo que se burla del Ogro o del mismísimo Diablo, que aparecen caracterizados como unos fortachones bastante estúpidos.
¿Cuál es el cuento qué más le ha conmovido?
Serían varios, quizá el que más, el cuento que comúnmente se conoce como del "zurrón cantor", del que en la antología aparecen dos versiones, entre las que destacaría la titulada "De un bisalto a una gallina", que recogí personalmente de boca de Encarnación García, una mujer natural de Montón de Jiloca.
¿Cuál es el más inquietante?
Quizá el conocido como el "Cuento del enebro", según el título de la versión de los Grimm, del que se recogen en la antología una versión de Belchite, recogida por Larrea, titulada "El Periquitico" y otra de Mequinenza, recogida por Hèctor Moret y titulada "Marieta i Josepet Julivert"
¿Cuál, dirías, que solo podría ser aragonés?
Yo diría que ninguno. No creo que haya cuentos que sean propios exclusivamente de un pueblo.
¿Por qué hay tantos cuentos en catalán, casi más que en castellano, y en aragonés? ¿Es una vindicación de las tres lenguas?
No es más que una consecuencia de la existencia de estas tres lenguas, de manera que más que de vindicación habría que hablar de testimonio. De hecho, si hay tantísimos cuentos en catalán es, simplemente, porque con diferencia, las comarcas de la Franja son las que se han estudiado de manera más intensa y sistemática en Aragón. Me explico: el proceso de elaboración de esta obra parte de mis trabajos de catalogación del cuento folklórico en Aragón y lo que he pretendido es ofrecer al menos un ejemplo de cada uno de los tipos del índice internacional constatados en nuestra tierra, resultando que muchos de ellos lo han sido gracias a las magníficas campañas de encuestación realizadas en los territorios aragoneses de lengua catalana que, eso sí, han mostrado una riqueza en cuentos folklóricos sorprendente, que, según Fulvia Caruso, podría deberse, paradójicamente, a la situación de diglosia en la que se encuentra esta lengua, lo que ha favorecido el mantenimiento de la sana costumbre de contar cuentos. Quizá alguien pueda plantearse si estos tipos sólo constatados en este territorio forman en realidad parte del folklore catalán, pero, como decía antes, esto sería un error pues casi todos ellos están también difundidos en el folklore hispánico y europeo en general. El problema de fondo es que existen grandes territorios aragoneses en los que no se han realizado campañas de encuestación —y quizá ahora sea ya demasiado tarde—. Para que nadie me malentienda, aunque el aspecto lingüístico era para mí totalmente secundario, me agrada el resultado final porque da cuenta de la riqueza de nuestro patrimonio en este aspecto. Sin embargo, la desproporción en el número de cuentos en catalán debería hacernos pensar en lo poquito que ha preocupado en Aragón el estudio sistemático de las comarcas castellanoparlantes, con pocas excepciones llevadas a cabo con gran esfuerzo y escaso apoyo institucional.
¿Cuáles serían las fuentes, los orígenes de los cuentos?
Esta pregunta daría para una tesis doctoral y lo cierto es que se trata de un asunto muy complejo, que dio lugar a debates en el pasado en los que se discutía entre la opción de la poligénesis —como explicación de la difusión casi universal de los temas del cuento— y un origen geográfico y cultural concreto. Sin duda el origen debe de ser muy antiguo en todos los casos, pues de otro modo no se explicaría ese carácter universal del cuento folklórico; pero quizá sea mejor referirse a las raíces de cada subgénero o tema en particular. Por ejemplo, parece claro que los cuentos de animales —y quizá muchos otros—, tal como defiende María Jesús Lacarra, es oriental, habiendo pasado de los repertorios de ejemplos usados por los budistas a las tradiciones árabe y hebrea y, a través de España, a los repertorios de exempla medievales. Eso no quita para que al mismo tiempo se observe una coincidencia entre ciertos ciclos de cuentos de animales del norte de Europa y el Mediterráneo, lo que nos hablaría de una tradición paralela de un origen tan remoto como los relatos creados por pueblos cazadores-recolectores. Por otra parte son muchos los cuentos maravillosos que se dirían directamente inspirados en el Libro de los muertos egipcio y otros que parece versiones populares de mitos griegos. Propp estudió en particular las raíces históricas de este subgénero y concluyó que el origen de los temas presentes en estos cuentos no estarían en los mitos a los que se asemejan sino en los rituales que les dieron origen y además en el propio momento en que tales rituales de carácter iniciático —propios de lo que él llama religión silvestre— perdieron su valor, lo que explicaría la inversión y el desplazamiento de estos temas en el cuento. Quizá, sin embargo, lo más acertado sea considerar al cuento como un discurso que se ha ido formando y adaptando a lo largo del tiempo con continuas aportaciones que, como los estratos geológicos se superponen o entremezclan. De ahí que, por ejemplo, en los cuentos jocosos se registren personajes e instituciones sociales muy cercanas a nosotros como son el cura, el alcalde, el rey, el cazador exagerado, el matrimonio mal avenido, etc.
ALGUNOS LIBROS INOLVIDABLES
Un puñado de libros inolvidables
Clásicos, rescates y nuevas traducciones, volúmenes ilustrados, monografías de música: un inventario de algunas las ediciones más perfectas y sugerentes
El libro es un objeto perfecto, uno de esos inventos que mejoran con el tiempo, que no se vuelven viejos ni siquiera con el azote de las nuevas tecnologías. El libro es capaz de armar un binomio armonioso de continente y contenido que seduce. Tiene algo de torbellino apacible de sensualidad y de antídoto contra cualquier forma de soledad. Con un libro nunca se está solo. Estiramos la mano y cogemos el sutil y oportuno ‘La navidad para un niño en Gales’ (Nórdica Libros) de Dylan Thomas, ilustrado por Pep Montserrat, abrimos las páginas de ‘Negro. Historia de un color’ (451) de Michel Pastoureau, y nos asomamos a un objeto especial, sencillo y a la vez fascinante, que es como un animal de compañía, un arsenal de conocimiento, un amigo y un puerto de paz. Vuelve uno a alargar la mano hacia ‘Cántico espiritual y otras canciones de San Juan de la Cruz’ (Vaso Roto) de Amancio Prada y percibe algo casi inefable en la conjunción de la lírica del poeta místico, en las ilustraciones de Víctor Ramírez, en la partituras de Prada y en la incorporación de un cedé con los temas.
Otra edición espléndida, idónea para estos días, es la de ‘Rebelión en la granja’ (Libros del Zorro Rojo) de George Orwell, ilustrada por Ralph Steadman: es un clásico contemporáneo, un libro joya que forma parte de la memoria de nuestros días con unas ilustraciones formidables, cosidas con humor, ingenio y desenvoltura. Así, con estos cuatro libros, empezamos un viaje por algunos libros sumamente deslumbrantes.
Si nos quedásemos en el territorio de los clásicos, podríamos elegir ‘El doctor Zhivago’ (Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores) de Borís Pasternak en la que es la primera edición directa del ruso a partir del manuscrito fijado por el hijo del Premio Nobel, traducido por Marta Rebón. El libro narra una loca historia de amor en un contexto especial: la Revolución Rusa y todos los acontecimientos posteriores. Larisa provocará al médico y poeta Yuri estas palabras: “Adiós, Lara, hasta la vista en el otro mundo, adiós, belleza mía, adiós, mi alegría, insondable, infinita, eterna”. ‘El barco ebrio y otros poemas’ (Nórdica) de Arthur Rimbaud es un libro ilustrado por Alicia Martínez, en edición bilingüe, que recoge algunos de los mejores poemas del niño prodigio que abandonaría la poesía a los 20 años y que había llegado a París apenas cuatro años antes con el poema que da título al conjunto. Otro clásico ilustrado es ‘El extraño caso del doctor Jekyll y Mr. Hyde’ (Nórdica), enriquecido con unos dibujos sombríos de Marta Gómez-Pintado. La novela, aparecida en 1886, narra un inquietante caso de desdoblamiento de personalidad que incluye el crimen y un misterioso brebaje que facilita la metamorfosis. Dice Stevenson: “Edward Hyde era el único representante del mal puro en todo el ámbito del género humano”. Otras dos preciosas y minúsculas joyas son ‘Poesía reunida’ (Pre-Textos) del poeta y Nobel irlandés William Butler Yeats, vertida por Antonio Rivero Taravillo, un recorrido por la mitología, la política y el esoterismo como ejes básicos de la lírica del escritor, y ‘Vidas imaginarias’ (KRK) de Marcel Schwob, en traducción de la poeta Olga Novo. Son dos libros que se pueden llevar en el bolsillo, primorosos. Schwob, muy admirado por Borges, era un maestro del retrato literario como se percibe en este volumen.
Cuando llegan las Navidades, menudean los libros de música. Los hay de todos los temas, formatos, estéticas. Elegimos algunos. Empezamos con ‘Vida. Memorias Keith Richards’ (Global Rhythm), donde él –“fumo hierba todo el tiempo”, dice- se retrata como provocador, gamberro, seductor, ladrón de novias y partidario del rock duro. Y en ‘Beatles Memorabilia. La colección de John Lennon’ (Grijalbo), preparado por Brian Southall y Julian Lennon, nos asomamos a la historia de Los Beatles –“eran un ejemplo muy duro de seguir”- con toda su riqueza: ahí aparecen fotos del grupo, discos de oro, manuscritos de canciones, cartas, carteles, autógrafos, postales, dibujos, etc. Es un universo que ya habíamos visto en buena medida, pero tiene el valor de que aquí están los objetos que había coleccionado y conservado John Lennon, asesinado ahora hace treinta años, ampliados por numerosas compras de su hijo. Dice Julian: “Crecer siendo el hijo de John Lennon fue como atravesar un desfiladero de montaña (…) Tenía un gran talento; era un hombre excepcional que apostó por la paz y el amor en el mundo, pero para mí era el padre al que amaba y al que echaba de menos en sus largas ausencias”.
Luis Eduardo Aute publica un “libro-bicho” con composiciones que son juegos de palabras y de ingenio poética: ‘No hay quinto aniMaLo’ (Siruela), que incluye además una colección de dibujos. Y ‘El cuervo’ (Alfabia) es un libro ilustrado que mezcla los textos de Lou Reed, que se inspiró en ‘El cuervo’ de Poe para hacer una especie de ópera oscura y conceptual, y los dibujos de Lorenzo Mattoti, ilustrador y dibujante de cómics, que crea aquí espléndidas imágenes en blanco y negro y en color. Dice Lou Reed: “Soy una sombra que habita las catacumbas que circundan la ilusión, junto a las oscuras llanuras del deseo”. Es un retrato de Poe, pero también podría ser un autorretrato de Lou.
En ‘El cuervo’ menudean las pesadillas, el más allá, las formas monstruosas, por eso, casi de pasada, les recomendamos otro libro soberbio: ‘Pequeña colección de insectos’ (Larousse) de Sonia Dourlot, que recoge más de 114 especies y lleva “láminas de una calidad asombrosa” que parecen fotografías de un exacerbado naturalismo. En esta línea de lo extraordinario y lo macabro damos otro pequeño salto: ‘Vampiros’ (Atalanta) es una antología de relatos y fragmentos de novelas, seleccionada y prologada por Jacobo Siruela, que incorpora dieciocho autores, entre ellos a Poe, Baudelaire, Tolstói, Polidori, Stoker y Horacio Quiroga, del que incorpora uno de sus cuentos más espeluznantes: el de un vampiro doméstico, ‘El almohadón de pluma’, que tiene un arranque premonitorio: “Su luna de miel fue un largo escalofrío”.
Pintura, fotografía y cine
Nace una escritora: Marilyn
La Navidad siempre es un buen momento para adquirir libros de arte. Algunos son realmente espectaculares: bellos, de perfecta reproducción, sugerentes, repletos de detalles, de erudición y de mimo y de color. Por ejemplo, para arrancar, ‘Historia de los grandes cuadros’ (Siruela) de Charlie Ayres, en el que autor analiza piezas de Botticelli, Leonardo, Velázquez, Vermeer, Gericault, Gauguin o Friedrich. Cada cuadro es un pretexto para analizar no solo sus secretos, sino la aventura vital y creativa del artista, con algunas anécdotas curiosas. Se dice: “Cuando Renoir se hizo viejo, padeció una artritis terrible. Ya no podía sujetar el pincel, de modo que hacía que se lo ataran al brazo cada vez que quería pintar” o “¡Millais fue expulsado del parvulario al tercer día por darle un mordisco en la mano a la maestra!”.
Una maravilla de gran formato es ‘Miguel Ángel. Obra completa’ (Electa), uno de esos libros que acercan y desmenuzan, línea a línea, color a color, con una carnalidad exuberante, el mundo de un artista. ‘El efecto iceberg. Dibujo e ilustración españoles entre dos fines de siglo’ (ABC / Banco de Santander) es mucho más que un catálogo: un extraordinario viaje visual, y casi a todo color, por el mundo de la ilustración en periódicos y revistas de la mano de muchos, muchísimos creadores. Eduardo Laborda ha firmado uno de los grandes libros de arte del año: ‘Bayo Marín, entre luces y sombras’ (Diputación Provincial de Teruel), donde fija la biografía del artista turolense y aporta alrededor de 500 imágenes, 300 de ellas del dibujante. El volumen traza la historia de las artes gráficas en Zaragoza hasta la guerra civil, analiza los influjos y las intuiciones del creador y prueba que fue capaz de hacerlo todo: retrato, caricatura, carteles. Bayo Marín, a la luz de esta monografía, es sin duda uno de los grandes artistas aragoneses del siglo XX.
Otro de esos libros que enamoran de inmediato es ‘Frida Kahlo. Sus fotos’ (RM) que contiene las fotos que le hizo, y se hizo, su padre (tiene algunos retratos maravillosos), las que le hicieron –y figuran grandes maestros como Nicklas Muray, Man Ray, Edward Weston, Tina Modotti o Gisèle Freund, entre otros- y las que coleccionó. El conjunto es como un particular álbum de artista que la coloca en su contexto más íntimo, en sus pasiones privadas y en su proyección pública. Absolutamente recomendable. Publio López Mondéjar le dedicó su penúltimo trabajo a ‘Santos Yubero, 1925-1975. Crónica fotográfica de medio siglo de vida española’ (Lunwerg), que ofrece la versatilidad de un profesional que era bueno en el retrato, en el reportaje, en las instantáneas de grupo, en los toros, en las trincheras; captó algunas fotos de gran fuerza en los mataderos, en los bares, en el circo, bajo la lluvia, en el ring, como la foto del aragonés Ignacio Ara. ‘Los cachorros’ (La Fábrica) es la reedición en facsímil de un volumen que mezclaba el texto de Mario Vargas Llosa, aquella historia de violencia y de descubrimiento del mundo en Perú, con las fotos de la costa mediterránea de Xavier Miserachs. El cine siempre ofrece ejemplares especiales. Uno de ellos es ‘Desayuno con diamantes’ (Electa), de Sarah Gristwood, un libro fetiche de una película fetiche del recién fallecido Blake Edwards, que lo contiene todo: los preparativos, los carteles, fragmentos del guión, dibujos, notas sobre vestuario y moda, y un sinfín de fotografías de esa sílfide seductora que era Audrey Hepburn. Y dejamos para el final un libro para cinéfilos y para enamorados: ‘Fragmentos. Poemas notas personales, cartas’ (Seix Barral) de Marilyn Monroe, donde la actriz se revela como lectora, como escritora, como alguien que lame una y otra vez la autodestrucción, y se arma de inquietudes, de curiosidad y de palabras salvadoras. Las ajenas y las suyas. Dice: “Me encantan la poesía y los poetas. Siempre estoy tratando de aclarar y redifinir mis objetivos”.
EL AÑO DE MIGUEL HERNÁNDEZ
El álbum del ‘poeta necesario’
El año 2010 ha sido el año del centenario del nacimiento de Miguel Hernández (1910-1942). Se han sucedido las publicaciones: ediciones de su poesía, antologías, libros para niños, estudios, publicación de algunas biografías, reedición de otras, discos (entre ellos ‘Hijo de la luz y de la sombra’ de Serrat) etc. Casi resulta difícil recomendar un título en concreto. Quizá hay uno totalmente incuestionable: el estuche de ‘Miguel Hernández. La sombra vencida’ (Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales), en el que participan los grandes estudiosos del poeta oriolano, entre ellos Agustín Sánchez Vidal, editor de sus ‘Obras completas’ y de algunos títulos sueltos. Aquí está casi todo: la minuciosa iconografía que retrata y documenta la vida del poeta, su escritura y su vida familiar, la recepción de su obra y su destino final de amarga memoria. Todo ello en el primer volumen; en el segundo se recogen artículos de Octavio Paz, Rafael Alberti, Gil Albert, Alejo Carpentier, María Zambrano y, entre otros muchos, de Antonio Buero-Vallejo, que lo vio en la cárcel y lo valora así: “para mí es Miguel Hernández un poeta ‘necesario’, eso que muy pocos poetas, incluso grandes poetas, logran ser”. Como también 2010 ha sido, en buena medida, el año de Luis Buñuel, sugerimos otro álbum, ‘Un perro andaluz 80 años después’ (Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales; 30 euros), con aportaciones de los aragoneses Sánchez Vidal y Amparo Martínez, entre otros, y la restauración de la película, y un libro tan deslumbrante y meticuloso como ‘El ermitaño errante. Buñuel en Estados Unidos’ (Tres Fronteras ediciones; 18 euros) de Fernando Gabriel Martín.
LAS FOTOS DE MURRAY GARRETT

Por pura casualidad encuentro a un fotógrafo excepcional, Murray Garret, y esta foto suya de Ava Gardner, llegando a un estreno.
Murray ha hecho fotos sensacionales. Esta de Ava con Lana Turner también es muy sugerente.
Y esta de Marlon Brando.
Otra foto de Murray Garrett: Marilyn Monroe.
Un retrato de Eddie Fischer.
SANFORD H. ROTH (1906-1962): UN ESTUPENDO FOTÓGRAFO AMERICANO
Retrato de la escritora Elsa Morante, autora de libros como 'Araceli' o 'La isla de Arturo', entre otros. Fue esposa de Alberto Moravia.
Pierre Matisse, un gran artista fascinado por el color, los viajes y los juguetes. Y las hermosas modelos.
Jean Dubuffet, uno de los representantes del 'arte bruto'.
Otro gran artista: Georges Braque. Siempre con su bata de trabajo...
Otro foto de Giacomo Manzú.
Giuseppe Santomaso se asoma al canal de Venecia.
Renato Birolli.
El marinero Anthony Bennet besa a su mujer.
Retrato de Francoise Brion.
MARCOS CALLAU: TRES POEMAS
Marcos Callau, poeta y cinéfilo, me envía tres de sus últimos poemas. Poemas de amor, poemas urbanos, poemas que desgranan sentimientos, pérdida, dolor y una constante melancolía. El poeta exalta lo que ama y canta lo que pierde.
VIEJO AMOR FRENTE A FRENTE
Si languidecen trenes suburbanos
de buscar tu dirección, sin ojos, sin manos
Si de sueños insanos
en vela
me mantengo y el beso se congela
Si en la ciudad crece el hielo
de edificios que se clavan al cielo
Solo, a merced de un bravo acantilado
cuando un viento sucio pasa por mi lado
con dolor
me devuelve el sabor
de las más turbias noches
el temor de consagrar más derroches
Cuando zozobra un barco en el mar
o un jirón de niebla envuelve tu mente
Cuando tiembla el asfalto bajo mis pies
y sientes tambalear tu vida, desvanecer
en un reloj de arena, al revés
Es entonces la pasión, la caricia urgente
es la rutilante estrella al palpitar
es el viejo amor, frente a frente.
RECUERDOS DE EXPOSICIÓN
Era el tiempo en que las verdades
morían en labios de la mentira
el tiempo en que volaba bajo
el pájaro negro del progreso
Era el tiempo en que daba tanta vida
que se secaba
el amor verdadero
Y una vez ahí,
el alacrán resucitó del veneno
para morder la manzana equivocada
Era junio, cierzo y polvo
Una exposición de ruina y polvo
y unos ojos donde reinventé
lo imposible
Después, te fuiste
Y fueron noches de alcantarillas
de taxis ocupados
Yo ansiaba la luz verde
pero me quedé
en el rojo parpadeante del neón,
tu burda imitación lumínica.
Es seguro que al frío de la noche
siempre recordaré
tus tibios labios mentirosos.
ÁNGELES DE CIUDAD
Te pasan, de largo
Te miran, te clavan
y no te rozan
Pero su huella es tan honda
como el suspiro
de un beso
que no cubrió el vacío
Se deslizan, no pisan el suelo
ni hollan más caminos
que los habituales,
conocidos por tu piel,
desbocados a tu corazón.
Son ángeles de ciudad
habitantes de un segundo
que llenan todo tu mundo
partiendo después a un lejano lugar
Son flores de un día
nacidas del asfalto
deshojadas en mi buhardilla
marchitas, bajo un sol tan alto
Son la absurda travesía
de la luna azul cobalto
por tu piel blanca y sencilla
cuando te fugas de un salto
Son un callado tranvía
que nunca se desvía
El sol en la celosía
de tus labios, mi ambrosía
Son los frutos del pecado
la Virgen de la Piedad
Adán y su bocado
Eva y su dulce maldad
Son el juego tan complicado
del amor y la verdad
el abrazo deseado
de la muchacha de al lado
la pasión etérea
de los ángeles de ciudad.
Todas las fotos son de Angela Bacon-Kidwell.
MARIFÉ SANTIAGO: 'LA CANCIÓN DE RUTH'
Marifé Santiago es partidaria de la cultura, de la educación y la alegría, aunque un hilo de oro y de nostalgia atraviese casi todos sus libros. ‘La canción de Ruth’ empieza así: “En el Cuerno de Oro, mi nombre es Nostalgia”. Se siente afín a Gamoneda, a José Angel Valente, a María Zambrano, al “bienaventurado” Rafael Dieste, aquel que escribió un delicioso cuento casi infantil que se llamaba ‘Estreliña’, una niña con trenzas que tal vez llevase en la frente una estrella, como la criatura de Manuel Curros Enríquez, el poeta cívico de Galicia.
Marifé Santiago es poeta, narradora, pensadora y pariente consanguínea en letras y sueños de Virginia Woolf y de Marina Tsvietaieva, sobre todo. Aquella mujer “libre e indefinida” que murió en un campo de concentración y que escribió hermosos y doloridos poemas, cartas arrebatadas. Tsvietaieva es muy importante en la nueva novela de Marifé: es un referente, una sombra, un ideal de poesía y de vida, como lo es también la bailarina Isadora Duncan. Las dos, Marina e Isadora, son evocadas a lo largo del libro una y otra vez: son un modelo, viven el misterio de la creación y sucumben en cierto modo al misterio de la fatalidad.
Marina e Isadora serán recordadas por la bisabuela de Ruth, la joven arquitecta que cuenta. Esa joven arquitecta que tiene un sueño especial: construir casas bellas para que la gente sea feliz. Y acabará construyendo un cementerio en forma de estrella en León. Marifé Santiago es madrileña, con antepasados en León e hija de maragato. León y Extremadura, como Moscú y Budapest, como Madrid y Valencia son los escenarios de una novela que propone un viaje a los lugares centrales del siglo XX: la aparición del nazismo, la Guerra Civil española, la persecución judía y el Holocausto.
Ecos de la Biblia
Pero también es un libro escrito sobre otros libros, un libro escindido de La Biblia –aquí aparecen los éxodos, Herodías bailando con la cabeza cortada en una bandeja, Esther o la citada Ruth del título de la novela-, de ‘El Zohar’ hebreo y de ‘El libro del esplendor’ de Moisés de León.
‘La canción de Ruth’ funciona como un manual filosófico sobre la identidad, la memoria, la búsqueda de un lugar en el mundo; no en vano está estructurada en forma de tratados filosóficos, que tiene también su porción de libro de los arcanos o de la alquimia. Los arcanos del existir. La alquimia de las relaciones humanas.
Por ejemplo, en el segundo tratado se “comentan algunos fragmentos del origen”, el sexto está dedicado a los ángeles, y hay otros, por ejemplo, sobre “los misterios del alma”, “los destinos del alma” o las “revelaciones celestiales”. El último, de “comentarios al ‘Cantar de los cantares”, también sugiere que este también es, esencialmente, un libro de amor, de afectos, de besos, de complicidades.
Teniendo en cuenta que es un libro poliédrico, de estructura compleja, que despliega una escritura lírica amasada con fogonazos de filosofía, hemos de añadir que también es una novela basada en los cuentos orales, en la leyenda, en los cuentos de hadas, en las canciones, en los secretos de familia. Por haber hasta hay un capítulo de oraciones. Y hay un episodio cíclico de cuentos mongoles, entre ellos la vida y las aventuras de Gengis Khan.
‘La canción de Ruth’, si bosquejamos el argumento algo más, cuenta una apasionante historia de una familia judía que sufre en su carne el drama de la historia y eso desemboca en las tragedias íntimas, recurrentes y corales. Es un libro dramático y tierno a la vez, un manifiesto contra el olvido, una evocación del dolor para asumirlo para siempre y para asumir el pasado, la identidad, los enigmas de estirpe. Marifé convierte a las mujeres de esta familia en protagonistas de una narración vibrante, conmovedora, polifónica. Esta es una novela de mujeres. La historia la protagonizan la bisabuela, planchadora o modista; la abuela, la madre Catalina y la tía Basilisa, tan importante en la historia, y la joven Ruth, que oye una canción que es como una melodía de fondo durante toda la narración.
Una mirada de mujer
Y todo el libro se articula también como una vindicación de una mirada de mujer. Para ellas León es glacial y está vinculado a la nieve y a la aspereza del páramo; Valencia es la luz mediterránea y de la esperanza de la II República; Madrid es el lugar donde se viven y reviven algunos amores tan inolvidables como imposibles; Moscú es el lugar de los cuentos y el lugar donde se inicia el origen del drama. Y también están Tel Aviv o ese lugar de la esperanza que es Sefarad: en cierto modo, Marifé Santiago Bolaños ha escrito una novela sobre la idea del judío errante, de una familia judía que va dando tumbos y tumbos porque en el fondo se ha quedado exhausta y sin matria.
La canción de Ruth. Marifé Santiago Bolaños. Bartleby: colección Narrativa. Madrid, 2010. 254 páginas. Este libro se presentó en noviembre en la librería Cálamo de Zaragoza.
Isadora y Marina, la bailarina y la poeta.
EMMY ANDRIESSE Y SU MUNDO
Juliette Greco y Erskine Caldwell, 1948. Una estupenda foto de la holandesa Emmy Andriesse (1914-1953), de vida breve.
Dos niños de Walcheren, hacia 1951.
Desnudo en la playa, hacia 1941.
Emmy Andriesse, la fotógrafa holandesa, documentó los rastros de la II Guerra Mundial en su país.
Retrato de Germaine Richier.
'LA CENICIENTA' DE LA MOV

Estos días, la compañía de danza La MOV, que ha firmado un convenio de colaboración con el Ayuntamiento de Zaragoza como compañía concertada, presenta ‘La Cenicienta’ en el Teatro Principal.
El fotógrafo Álvaro Hernández me envío ayer algunas de las fotos del último ensayo.
LAS FOTOS DE MARIANNE BRESLAUER
Un autorretrato de la fotógrafa Marianne Breslauer en los años 30.
En esta foto, Pamplona 1933.
Marianne Breslauer ha sido la gran retratista de la escritora, fotógrafa, antropóloga y viajera Annemarie Schwarzenbach, que ha publicado sus libros en Minúscula y ha sido objeto de una novela, ’Ella, tan amada’ de Melania G. Mazzucco (Anagrama).
Otra foto de de 1934.
JEANLOUP SIEFF: TRES INSTANTES
Estoy escribiendo sobre Joaquín Costa sin demasiada inspiración.
Jeanloup Sieff con una compañera, Lisa.
Busco un libro sobre él, sin suerte, y encuentro otro que me gusta mucho: un catálogo de Jeanloup Sieff (Taschen, París, 2010), uno de los grandes fotógrafos del siglo XX. Abro el volumen, de Taschen, por una de mis fotos favoritas y por otra que también empieza a serlo.
En una dice así:
“París, 1959. Paseando por los muelles me encontré por casualidad a esta pareja, que nunca se enteró de que les había robado un instante de su pasión. Él parecía a punto de estrangularla y ella, de arrancarle la oreja. ¿Dónde estarán ahora?”
Y en la otra, dice:
“Michelle Girardon. París, 1956. Ella debutaba en el cine, yo, en la fotografía, y el futuro era nuestro. Desgraciadamente, falleció hace unos años”.
DANIEL GASCÓN PRESENTA SU NUEVO LIBRO: 'LA VIDA COTIDIANA' (ALFABIA)

Una exnovia aparece en el peor momento, con un banco de abdominales y la propuesta de volver juntos. Un joven escribe una carta de despedida a un amigo que se ha suicidado. Un guionista duda entre salvar a su jefe o dejarlo abandonado en la carretera. Una revisión en el dentista hace que una pareja se tambalee.
Las historias de este libro tratan del aprendizaje y la pérdida, del amor y la infidelidad. Demuestran que hay algo divertido y profundamente emocionante en la vida cotidiana. Y que nada es tan perturbador como ella.
En estos relatos donde la melancolía y el humor se entreveran en un todo sumamente adictivo, Daniel Gascón nos descubre la épica del día a día, llena a veces de desencanto y de ironía; la carrera de obstáculos de la vida sentimental, con sus miserias, su fragilidad y sus encantos, y también con esos deslumbrantes y redentores momentos de belleza pura.
Daniel Gascón (Zaragoza, 1981) estudió Filología Inglesa y Filología Hispánica. Ha publicado los libros de relatos La edad del pavo (Xordica, 2001) y El fumador pasivo (Xordica, 2005). Sus cuentos han sido seleccionados en las antologías Siglo XXI. Los nuevos nombres del cuento español actual y Pequeñas resistencias 5. Es coguionista de la película de Jonás Trueba Todas las canciones hablan de mí. Colabora en Letras libres y en el suplemento Artes & Letras de Heraldo de Aragón. Mantiene el blog danielgascon.blogia.com.
Daniel Gascón ha sido elegido Nuevo Talento Fnac para este mes de enero. A continuación os facilitamos las fechas de presentación del libro:
- Jueves 13 de enero, FNAC Zaragoza (Plaza España).
- Miércoles 2 de febrero, FNAC Madrid (Callao).
- Martes 15 de febrero, FNAC Barcelona (l’Illa).
- Jueves 17 de febrero, FNAC Valencia (San Agustín)
La foto es de Philippa Susan Tetley.
ÁNGEL GUINDA: DE 'ESPECTRAL'

SOY agua, tierra, barro, niebla, sol. Latigazo y éxtasis. Soy electricidad, nitrógeno, carbono, oxígeno, hidrógeno. Sangre, músculo, hueso. Pensamiento. Anhídrido carbónico. Soy lo que ingiero y lo que me devora. Magnesio, hierro, calcio, litio, potasio, fósforo. Soy proyectil, detonación, escudo. Vuelo, raíz. Soy guindo, soy gorrión, soy halcón, soy avestruz. Soy esponja y granito. Puerta, ventana, arco, flecha, diana, desviación. Lo veloz y lo inmóvil. Soy transparencia y soy opacidad. Visible e invisible. Lo clonado y lo único. Soy envase y fluido, energía y espíritu, contención y derroche. Vehículo, camino, cumbre, sima. Cifra y clave sellada. Constancia, oscilación. Soy gallina y soy zorro. Soy lo que soy y soy lo que no soy. Víscera. Conmoción. Caducidad y ansia de infinito.
Ángel Guinda retratado por José Miguel Marco.
¡PARA SABER QUIÉN SOY comienzo a dialogar con mis fantasmas! ¿Dónde está el trillo que ralló el temblor? ¿Dónde los fuegos fatuos de la infancia? ¿De qué eran clave las chispas espaciales? Peonza de mi fiebre. Yo levitaba a pulmón abierto, en espiral, como avionetas de papel, gaviotas, migas, volutas, polvo de clarión. Y cuando estaba a punto de estrellarme, héroes de otros mundos, con su despliegue de alas, me salvaban. ¡Eran ángeles! ¡Yo los he visto, porque me han mirado!
DE NIÑO YO VEÍA EN ZARAGOZA rinocerontes con cabeza de hombre, hombres con cabeza de pistola, hombres con cabeza de falo, hombres con cabeza de copón, hombres con cabeza de mardano, con cabeza de buey, de jíbaro; hombres cabezones, cabezudos, hombres con la cabeza en los pies. Ovejas con cabeza de mujer, mujeres con cabeza de cuna, mujeres con cabeza de cierva, mujeres con cabeza de fogón, mujeres con cabeza de basílica, con cabeza de virgen, de holocausto; mujeres con cabeza de piedad, mujeres con la cabeza entre las manos. Manadas de mujeres y de hombres con cabeza sin ojos, boca, orejas, nariz. Hombres y mujeres sin cabeza. Y cabezas rodando por las calles.
De Espectral. Ángel Guinda. Olifante. Ediciones de Poesía. La Casa del Poeta. Colección: Papeles de Trasmoz. Zaragoza, 2011, 96 páginas. [Este libro se presentará el día tres de febrero en el Teatro Principal. Como se trata de un libro muy personal, autobiográfico, un ’tour de force’ doloroso y grave, de acentos surrealistas, Ángel ha decidido presentarlo solo. Solo ante el peligro.]
Ángel Guinda ha sido distinguido en 2010 con el Premio de las Letras Aragonesas. En la foto, vemos a Ángel de niño, con tres años.
ISABEL BISCARRI EXPONE 'ESTO ES LIBRO' EN LA BIBLIOTECA DE ARAGÓN

Isabel Biscarri expone en la Biblioteca de Aragón la instalación de esculturas “Esto es libro”
Inauguración: jueves, 13 de enero, a las 19.30 horas
La artista aragonesa Isabel Biscarri presenta en la Biblioteca de Aragón, desde el día 13 de enero al 28 de febrero, la exposición ‘Esto es libro’, una instalación de esculturas construidas con libros plegados que sugieren columnas y pilares confrontados con fotografías manipuladas de columnas a tamaño real. Un diálogo entre imágenes reales que se parcelan en hojas y libros que forman volúmenes. Un paseo que pretende sugerir la imposibilidad de aprehender la realidad objetiva, para dar paso a sensaciones oníricas.
Somos el conjunto de todas las historias vividas, tanto las del mundo real como las soñadas y leídas que, amalgamadas, crean nuestros cimientos. Las lecturas, como los sueños nocturnos o nuestras fantasías, forman parte de una de las capas más ocultas de nuestra vida. Los libros que nos acompañan y releemos y revivimos, siempre con distintos resultados, construyen parte principal del aparato motor de nuestros sentimientos.
A modo de instalación, Esto es Libro, sugiere un paseo entre columnas y pilares. Unos firmes y recién levantados; otros ya cansados y derruidos. Estructuras construidas a base de más de un centenar de libros plegados. El objeto libro como elemento escultórico: sólidos de revolución apilados en contraposición a su aparente fragilidad. Enfrentados en obvia paradoja a imágenes de columnas reales deconstruidas por el lenguaje fotográfico. Las imágenes que evocan nuestros recuerdos, leídos o soñados, siempre fragmentadas y sesgadas por el momento de nuestra ensoñación. Lo que somos por debajo de las innumerables máscaras del día a día. El yo, que asoma sólo a veces, en vertiginosa aparición ante nosotros, como un truco de prestidigitación; así los libros, al mostrar su estructura formal interna, nos alejan de su función lectora para llevarnos a la esencia de las imágenes ensoñadas que provocan.
TEXTO INCLUIDO EN EL FOLLETO
-Ahora digo -dijo don Quijote- que no ha sido sabio el autor de mi historia, sino algún ignorante hablador, que, a tiento y sin algún discurso, se puso a escribirla, salga lo que saliere, como hacía Orbaneja, el pintor de Úbeda, al cual preguntándole qué pintaba,
respondió: “Lo que saliere”. Tal vez pintaba un gallo, de tal suerte y tan mal parecido, que era menester que con letras góticas escribiese junto a él: “Éste es gallo”.
Y así debe de ser de mi historia, que tendrá necesidad de comento para entenderla.
Isabel Biscarri (Zaragoza, 1960). Licenciada en Bellas Artes por la Escuela de San Carlos de Valencia, disfrutó una Beca Santa Isabel de la Diputación Provincial de Zaragoza para continuar la especialización en grabado en Urbino, Italia. Desde 1987 ha realizado numerosas exposiciones individuales y colectivas: en 2008 la instalación de grabados y esculturas Tiempo Inmóvil en el Teatro Arbolé de Zaragoza; la instalación al aire libre en un islote del río Ebro El Jardín de las Hespérides dentro del IV Asalto patrocinado por el Ayuntamiento de la ciudad, así como la participación en la colectiva IN CARTIS: UNA CARTA CONQUISTATA en Latina, Italia. Ha recibido, entre otros, un Premio en la 3ème Biennale Internacional du Film sur L,Art del Centre Georges Pompidou, en París, y un Premio Nacional a los Libros Mejor Editados del Ministerio de Cultura.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Exposición “Esto es libro”, de Isabel Biscarri
Biblioteca de Aragón (C/ Dr. Cerrada 22) – 50005 Zaragoza
Desde el día 13 de enero al 28 de febrero de 2011
Horario de visita: De lunes a viernes, de 9 a 21h; Sábados, de 9 a 13.30h [Esta información me la remiten Ana Rioja, desde su gabinete de comunicación, y la propia artista]
LAS FOTOS DE EVA BESNYO
Esta foto es de una maravillosa fotógrafa: Eva Mariana Besnyo.
Esta podría ser una pequeña nota biográfica:
Eva Mariana Besnyö nació en Budapest en 1910 y murió en Laren, Holanda 2003. Creció con sus dos hermanas en una familia liberal judía y se educó en la publicidad y en la fotografía con Josef Pécsi. En Berlín conoció al cineasta John Fernhout, hijo de la pintora Charley Toorop. John y Eva se casaron en 1933 en Holanda y se separaron en 1939. Durante la Segunda Guerra Mundial siguió haciendo fotos, más o menos oculta, trabajó desde la resistencia, en la clandestinidad. En 1945 se casó con el diseñador gráfico Wim Brusse con el que tuvo dos hijos; se divorciaron en 1968. En los años 70 fotografió las acciones del grupo feminista Dolle Mina, y rechazó algunos premios oficiales. Estaba considerada como la gran dama de la fotografía de Holanda. En 1999 fue objeto de una gran exposición en el Centro Portugués de Fotografía de Porto.
LA EXPERIENCIA BOOK
Teresa Lázaro, realizadora de Aragón Televisión y de Borradores, me envía este vídeo sobre ’La Experiencia Book’.
Es una pieza preciosa que ya han visto más de dos millones de personas.
ESTA NOCHE, BORRADORES
El dúo AnimaMusicae es uno de los invitados al plató de Borradores en su primer programa del año: Pilar Irala y Gonzalo Arruego hablan de sus proyectos fotográficos, literarios y musicales, y el pianista Tomás Basavilbasso interpreta tres temas creados por Gonzalo Arruego.
Luis García-Nieto, ex concejal de Urbanismo y Festejos y ahora escritor, y Daniel García-Nieto, humorista gráfico y autor de tebeos, también visitan el estudio de Borradores. Luis hablará de su nuevo libro de cien hagiografías ‘… ¿Pero hubo alguna vez cien santos?’ (Aragón Digital, 2010) sobre amigos, músicos, arquitectos y políticos, y Daniel habla de su última obra visual, ‘Aventura en el Pirineo’ (Malavida), donde el héroe Gabriel Araceli tiene un nuevo cometido. Y el artista y poeta Pierre d. la, cofundador del grupo Ecrevisse, explica las claves de una curiosa publicación de ilustración, diseño y poesía visual de la que es autor: ‘Hacia el interior’ (Anorak).
El programa se completa con tres entrevistas: Juanjo Millás habla de su nueva novela ‘Lo que sé de los hombrecillos’ (Seix Barral); Marifé Santiago explica cómo nació su narración ‘La canción de Ruth’ (Bartleby), que recorre los hitos capitales del siglo XX, y Ricardo Menéndez Salmón analiza cómo surgió su novela ‘La luz es más antigua que el amor’ (Seix Barral), donde narra tres historias vinculadas con la creación artística con un trasfondo de tragedia.
Borradores. Esta noche a las 0.45 por Aragón Televisión. O por internet.
DANIEL GASCÓN, NUEVO TALENTO FNAC 2011, PRESENTA 'LA VIDA COTIDIANA'

Esta tarde, a las 20.00 en la FNAC de Plaza de España, Daniel Gascón presenta su tercer libro de cuentos: ‘La vida cotidiana’, publicado por Alfabia. Estarán con él Graciela de Torres Olson, profesora y cineasta; Ismael Grasa, profesor y escritor, y Diana Zaforteza, responsable del sello Alfabia. La portada del libro es de Clara León y está inspirado en el estudio de Daniel en la zona de Avenida de Goya.
El fotógrafo Vicente Almazán, que siempre está en todo y que es uno de los mejores fotógrafos del alma de la ciudad –de sus pequeños detalles, de sus seres, de sus historias menudas…- pasó por delante de la FNAC y vio este cartel que reconoce a Daniel como Talento FNAC de enero y febrero.
EL MUNDO DE RUTH ORKIN Y MORRIS ENGELS

Tres retratos de la fotógrafa Ruth Orkin, norteamericana, compañera del fotógrafo, director y productor Morris Engel. Ahora se expone la obra de ambos en Valladolid. No sé si son autorretratos o fotos que le tomó Morris Engel. Ella también colaboró en la dirección de sus películas.
Fotos realizadas por Ruth Orkin.
Ruth Orkin tomó esta foto en Nueva York hacia 1964 y la tituló: ’Cultura de niños’. Recuerda un poco el mundo de infancias de Helen Levitt.
Otras dos fotos que insisten en el mundo de los niños.
La serie sobre la estudiante de arte norteamericana Jinx Allen, hacia 1951 y 1952, que viaja por Italia.
Esta es su foto más famosa: la Jinx en Florencia en 1951.
A los 17 años, Ruth Orkin realizó un viaje en bicicleta por todo el país.
Una secuencia de una película que hizo con su marido Morris Engel: ’El pequeño fugitivo’.
Ruth Orkin nació en 1921 y falleció en 1985.
DILMOT: UN CHAT CON DANIEL GASCÓN
Esta mañana Ana García Siñeriz dijo en el programa ‘Hoy por hoy’ de la Cadena Ser, que dirige y conduce Carles Francino, que le había encantado ‘La vida cotidiana’ (Alfabia) de Daniel Gascón, y a la vez mantenía un chat de 45 minutos con algunos internautas y lectores. Estas son las preguntas y las respuestas.
#1 No sigo muy de cerca la literatura castellana actual, ¿me podrías recomendar algún libro o autor? Gracias.
Pedro37
13:02
Hay muchos, pero uno de mis preferidos es Ismael Grasa. Sus libros "Trescientos días de sol" y "Brindis" son estupendos. Uno de los libros que más me gustaron en 2010 fue "Tiempo de vida", de Marcos Giralt. También me impresionaron mucho "Saber perder" de David Trueba y "Amarillo" de Félix Romeo.
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#2 Leo tus opiniones en Letras Libres. Cuál es tu opinión del (ahora en standby) proceso de paz en Israel. ¿Y qué piensas de los asentamientos?
Gregorio Gast&oacut.
13:13
Creo que está siendo decepcionante, y que, desgraciadamente, es una decepción hasta cierto punto esperada. Ojalá recobre impulso. Me gusta lo que defiende Amos Oz: dos estados y que haya concesiones mutuas. Me parece evidente que los asentamientos son un problema, al igual que la deriva derechista de algunos sectores de Ia sociedad israelí o la influencia del extremismo religioso. Y son solo parte de una larga lista de problemas: uno de los más graves es la postura de Hamás. Me gustó lo que decía Avishai Margalit en On Rotten Compromises: la idea de que es mejor aspirar solo a una paz frente a la utopía de una paz justa.
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La foto de promoción del libro, realizada por Pippi Tetley.
#3 Como cuentista, ¿hay algún autor que merezca la pena? Gracias.
Dolores
13:18
Hay muchísimos autores que merecen la pena. Entre los clásicos, dos de mis favoritos son Antón Chéjov y Bashevis Singer. También me gustan mucho los cuentos de Saul Bellow, de Jordi Puntí, el Carver de "Catedral", el Bezmozgis de "Natasha". También me gustan los relatos de Cristina Grande, Ignacio Martínez de Pisón y Eva Puyó. Vila-Matas tiene también grandes cuentos. Hace unos meses traduje un libro de Sherman Alexie, un escritor indio norteamericano, que se titula "Diez pequeños indios": es un libro de relatos de una libertad creativa y un sentido del humor envidiables. Es uno de mis géneros preferidos.
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#4 Hoy Ana García Siñeriz ha recomendado tu libro en la Ser. Ha dicho que era uno de los mejores libros que había leído. ¿Por qué debería comprármelo? Un saludo desde Pamplona.
adelaida
13:22
Hola Adelaida. Para mí es difícil decirlo: he intentado escribir un libro donde hablo de hacerse mayor, del amor y los amores que se terminan, y de las cosas emocionantes, absurdas y divertidas de la vida cotidiana. Quería partir de mi experiencia para hacer algo en lo que mucha gente pudiera reconocerse, y quería que fuera variado, ágil y divertido, porque me parece que lo que es solo solemne acaba siendo ridículo.
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#5 ¿Para cuándo una novela?
Barci
13:24
Eso es lo que yo me pregunto, Barci. He empezado varias y las tengo en el cajón o en ordenadores que ya no funcionan. Pero llevo un tiempo trabajando en una distinta, y espero terminarla, porque me apetece mucho probar el género
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#6 Como guionista, ¿cuáles son tus películas favoritas? ¿Qué películas de cine español de los últimos tiempos merecen la pena? Gracias. Un saludo.
Master
13:27
Me gusta mucho el cine de Woody Allen y de Éric Rohmer. También me gustan mucho Arnaud Desplechin y Alexander Payne, o películas como "Yiyi" o "Una historia de Brooklyn". Mi género preferido, aun así, es la comedia, y creo que no hay nada más bonito que una sala llena de gente riendo. Hay muchas películas españolas que están bien, pero dos de mis favoritas son "La mujer sin piano" y "Bajo las estrellas".
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#7 Buenas. ¿Qué opinión te merece la ley Sinde? ¿no crees que era un atentado contra los derechos del ciudadano, aunque luego hubiera un control judicial a posteriori? Gracias.
internauta
13:32
Creo que la ley Sinde tiene graves defectos. No sé si era un atentado, pero lo de la comisión es un error, así como la forma de presentarla en una adicional. Creo que la industria tiene que modernizarse y adaptarse a los nuevos tiempos, y me encantan iniciativas como Spotify o Filmin. Creo que tenemos mucha suerte, porque podemos disfrutar de más información y arte que nunca, y eso es tremendamente enriquecedor. Pero también creo que debe existir algún tipo de regulación y que se deben proteger los derechos de autor. Me parece, además, que, al contrario de la sensación que a veces tenemos, la mayoría de la gente está de acuerdo con eso.
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#8 ¿cómo se hace para ser escritor? ¿Cuáles son tus influencias? Muchas gracias.
Belén Royo
13:36
Cuando era pequeño mi padre era escritor en sus ratos libres. Y creo que desde niño asocié la lectura y la escritura a la diversión, a algo que uno hacía para ser más feliz. Y todavía conservo esa impresión, aunque luego vas sumando otras aspiraciones: escribir para ordenar la experiencia, para corregirla. Muchas veces me parece que vivo de forma algo atolondrada, y que no veo cosas hermosas o absurdas que suceden a mi alrededor, y que la literatura, o el cine, son formas de registrar todo eso.
Creo que lo esencial para ser escritor es leer, escribir y corregir, y estar atento a lo que pasa a tu alrededor. Hay escritores que me han gustado mucho en unas épocas y luego menos, pero me gustan mucho Patrick Modiano, Philip Roth, el Kureishi de Intimidad, Katherine Mansfield, Martin Amis, Ignacio Martínez de Pisón o José María Conget.
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#9 ¿Cómo llegaste a parar a Alfabia?
Curro
13:40
Diana Zaforteza, la editora de Alfabia, me llamó para traducir "Mosquitos", de Faulkner, y unos relatos de Junot Diaz, y leyó mi libro anterior y se ofreció a leer los cuentos que estaba escribiendo. Estoy muy contento de haberlos publicado allí, y de cómo ha quedado físicamente el libro.
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#10 He visto la película de la que eres guionista. Maravillosa. ¿Cuás es tu canon? la película tiene un punto francés (me aventuro). ¿no?
revilla
13:45
Muchas gracias por tus palabras. Me gusta mucho la cultura francesa, de Montaigne a Brassens o Valérie Mréjen. La película tiene un punto francés, y creo que cuando la escribíamos pensábamos en cineastas franceses que a Jonás Trueba y a mí nos gustan mucho, como Desplechin, Truffaut, Eustache o Rohmer. Pero también pensábamos en las novelas de Kundera y Baroja, o en cuentos de amigos nuestros. No creo que pensáramos en imitar conscientemente, pero entre los autores que nos gustan había muchos franceses.
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#11 Hola Daniel ¿qué opinas de la ley del tabaco? He visto en varios de tus artículos que sueles tener una posición muy moderada y anti-prohibicionista ¿pero no consideras que esta ley es un avance, un adelanto es cuestiones socio-sanitarias? Gracias.
fumador
13:52
Tengo dudas con respecto a la ley. Creo que en algunos casos es exagerada, como en lo de los parques infantiles. Y animar a la denuncia, aunque se ha distorsionado un poco, también me despierta dudas. Por otra parte, entiendo las protestas de la gente que tienen que sufrir el humo, y ahí no me convence la apelación a la libertad de quienes defienden el tabaco. Es una ley que tienen muchos países equiparables a España, y creo que estar en contra de ella es ir un poco contra el mundo moderno. También me parece que a priori se exageraban un poco sus consecuencias: se ha aprobado y no ha pasado nada.
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Muchas gracias por participar. Un saludo.
MAÑANA, PREMIOS DE LA AACA EN LA GALERÍA ANTONIA PUYÓ
José María Martínez Tendero ante uno de sus cuadros.
Queridos amigos:
Mañana viernes 14 de enero, a partir de las 19.30h, en la Galería
Antonia Puyó, tendrá lugar la entrega de los premios AACA 2010:
-Premio al mejor espacio expositivo a la Galería Antonia Puyó, por su
acrisolada trayectoria como galería de arte contemporáneo pero
especialmente por la renovación generacional en su gestión y por su
fuerte apuesta en favor de artistas jóvenes y de nuevos medios, como
bien prueban sus exposiciones de este año 2010.
-Premio a la mejor labor de difusión del arte aragonés contemporáneo
al Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza,
por la creciente dedicación a ese tipo de temas en los Coloquios de
Arte Aragonés, en la revista Artigrama, y en las demás labores de cara
al público tanto iniciativa del Departamento, como de sus grupos de
investigación y sus miembros en general.
-Gran premio al más destacado artista aragonés contemporáneo objeto de
una gran exposición en 2010 al pintor José María Martínez Tendero, por
su gran retrospectiva en el Palacio de Sástago de la Diputación
Provincial de Zaragoza entre el 13 de mayo y el 18 de julio de 2010.
Un fuerte abrazo, con los mejores deseos para el 2011.
Jesús Pedro Lorente
Secretario de la Asociación Aragonesa de Críticos de Arte (AACA)
TRES POEMAS DE USE LAHOZ
El joven escritor Use Lahoz acaba de publicar su segunda novela, ‘La estación perdida’ (Alfaguara), que presentará en Zaragoza en la FNAC en compañía de Manuel Vilas. Use también es poeta –el pasado junio publicaba en Prames el poemario ‘A todo pasado’-, y me envía estos tres textos suyos.
LAS CUATRO COSAS
Teniendo en cuenta
que hoy despierto a tu lado,
puedo decir que estás en mí,
y que la ventana que abrirás
después de tirar el despertador,
traerá el momento de luz
que hará de nuestro abrazo
algo más que un síntoma
o un conjuro rutinario,
teniendo en cuenta todas las premisas,
los axiomas, las persianas, que tosemos
y que la luz esclarece los desastres,
esta mañana te quiero
por encima de la amnesia
de hambre de tu cuerpo
que aún no llega y me permite
instalarte entre mis dedos,
teniendo en cuenta las cuatro cosas
que aún no sé de tí
y quiero no saberlas todavía,
teniendo en cuenta la altitud,
la presión, la afilada verdad con que te pienso
al verte entre ranuras de pereza
que te llevan de la cama a la cocina,
pongo en relieve
este instante
con estos versos tuyos
que se levantan y caminan,
morbidos
contigo para siempre
GEOGRAFÍA
Tú eres la brújula
que nunca desprecio,
porque lo que fue mapa
no se da por perdido.
El recuerdo original
acaba siendo el más borroso,
y calcina la memoria
si calca surcos
de razones
sin fronteras,
por eso yo rastreaba ese cuerpo
como un atlas, y anhelaba
tus labios de bitácora
con que atravesar las cordilleras
del barrio
y tu línea divisoria.
Porque cuando uno conoce bien sus sueños
se recuerda mejor
aquellos
en los que jamás llegó a quedarse.
LUGARES DE LA CULPA
En la mezquita de un suburbio,
esparciendo las hojas del otoño,
en la entrada del último garito
y en la farmacia de guardia que encuentras como sea,
como un anillo
a ras de cielo
la conciencia.
En las adolescentes carpetas sin pasado,
lubricando paladares a destiempo
y en el sol que se desangra
al final de la obscena madrugada,
como una vela
que se apaga
la conciencia.
En los excesos de sombra
que esconden tus adioses,
en los márgenes que llenas con un nombre,
mordiendo con mala saña el calendario
como una lágrima perdida
en la cerveza
la conciencia.
En las ropas tendidas de los puertos,
en la sartén que no friegas por pereza,
habitando contigo ingratos cuerpos
y mientras dejo en remojo la tristeza,
como por un epílogo
anda suelta
la conciencia.
La foto de Use Lahoz pertenece al archivo de Alfaguara; las otras cuatro son de Willy Kessels, fotógrafo belga nacido en 1898 y fallecido en 1974.
ECOS DE 'LA VIDA COTIDIANA'
La foto es de Lilian Bassman.
José Antonio Melendo -que en los últimos tiempos ha perdido la cabeza por las mujeres bonitas, muy bonitas en realidad, mujeres que posan para él-, estuvo ayer en la presentación de mi hijo Daniel en la FNAC y captó las intervenciones de él y de sus presentadores en un este vídeo. En la mesa, había una chica muy bonita, Graciela de Torres, profesora y realizadora de cine, su última película es ‘Johannes’. Ismael Grasa sigue teniendo su rostro picassiano y publicará en breve un libro de filosofía en Debate. En el acto, lleno hasta arriba, con mucha gente fuera de la sala, también hubo muchas muchas chicas bonitas (aún no se sabe si José Antonio Melendo las captó a todas) y muchos amigos de Daniel, de Barcelona, de Madrid, de Andalucía, de Ejulve, de Cantavieja y de Aragón, por supuesto. También había amplia representación familiar: estuvo Isabel Brumós (y estuvo su hermana Paca, de 84), de 80 años, abuela de Daniel y esposa de Leoncio Gascón, que nació un trece de enero de 1928, hacía ayer exactamente 82 años. Para Daniel, su abuelo Leoncio fue muy importante, y no pierde ocasión de recordarlo. Ayer también lo hizo. De niño, solía decir que su gran sueño era comprar un coche bonito y cómodo para llevarlo todos los días a SPAR, a la avenida de Cataluña, donde trabajaba de cajero. Un día, Daniel, con poco más de seis años, entró en un concesionario y dijo que quería comprar un coche Wolkswagen.
JOSÉ Mª CONGET RESCATA SUS PRIMERAS NOVELAS EN 'TRILOGÍA DE ZABALA'
José María Conget, retratado por Esther Casas (Heraldo).
José María Conget (Zaragoza, 1948) nació como escritor con la novela ’Quadrupedumque’, que publicó Hiperión en 1981; después apareció ’Comentarios (marginales) a la guerra de las Galias’ (Hiperión, 1984), y la peripecia de Miguel Zabala y su mujer Tana se completó con ’Gaudeamus’ (Hiperión, 1986). Las PUZ, en su cuidada colección Larumbe, a iniciativa de su anterior director, Antonio Pérez Lasheras, han agrupado los tres títulos en ’Trilogía de Zabala’, que se presentó en navidades en Los Portadores de Sueños, con la presencia del escritor Ignacio Martínez de Pisón, responsable de "un excelente prólogo". También estuvo en el acto el nuevo director de las PUZ, el historiador Pedro Rújula.
José María Conget explica: "Hubo un momento en que, al repasar la primera novela, me pareció un poco insoportable. Está llena de citas más o menos ocultas que ni siquiera recuerdo de dónde procedían. Entonces era bastante pedante". Asegura el escritor, galardonado con el Premio de las Letras Aragonesas, que uno de los aspectos que más le han interesado del conjunto es la crudeza de la relación entre el Miguel Zabala y su mujer, Tana, "que no se parece en nada a la relación que yo he tenido y tengo con mi mujer Maribel Cruzado". ’Quadrupedumque’ nació de un fracaso: arrojó a la basura una novela voluminosa, ’Utis’, que había empezado a los 18 años. "Mi primera novela tiene como constante una especie de ruido de fondo, algo así como ’El ruido y la furia’ de Faulkner, que para mí fue determinante". El libro sucede en Lima, aunque hay viajes a Zaragoza, que "es la ciudad de la memoria: la ciudad donde me formé y esa ciudad solo existe en mi recuerdo".
Conget y su mujer Maribel se marcharon a Lima fascinados por el Perú que describía Mario Vargas Llosa en sus primeros libros. "Mi estilo no se parece en nada al suyo, ni entonces ni ahora, pero esas novelas me siguen pareciendo magníficas. Cuando vivíamos allí a veces yo tenía la sensación de que en mi propia vida yo estaba viviendo una novela".
Si en la primera novela, Conget narra la llegada de la pareja a Lima y su crisis matrimonial, en la segunda cuenta la separación y los nuevos caminos de los personajes, y habla de sus infancias. "Hay elementos autobiográficos, sin duda, aunque yo no me he separado nunca y creo que soy más simpático que Zabala". La tercera novela, ’Gaudeamus’, se centra en la vida universitaria del personaje. Se habla de política, de cine, del placer, del tebeos, del oficio de escribir. "Yo iba poco a clase. Frecuentaba las clases de José-Carlos Mainer, que me gustaban mucho".
¿En qué ha cambiado la escritura de José María Conget? El autor responde: "Muchísimo. Ahora escribo una prosa más coloquial. En mis libros siempre hay alguien que cuenta cosas a otros. Busco una narración oral culta".
CALEIDOSCOPIO: CENTRO DE HISTORIA
SOÑAR Y VER O MIRAR PARA SER VISTOS
Hace casi tres décadas descubrí el mundo de los títeres y las marionetas: las piezas de García Lorca, Valle-Inclán y las farsas de Rafael Dieste, quizá mi escritor-pianista favorito, y Eduardo Blanco-Amor. Me imaginaba sus puestas en escenas, la elaboración de los personajes, esas labores tan ingratas como fascinantes con el papel, las telas, los hilos. Y soñaba con esos teatrillos que iban de aldea en aldea, de plaza en plaza, y que arracimaban a la gente con el asombro dibujado en el rostro y en la comisura de los labios. A estos dramaturgos se sumaron otros, y otras puertas a la imaginación: Lewis Carroll y los universos de Alicia, C. S. Lewis, los surrealistas e incluso aquellos franceses como Georges Perec y Raymond Queneau, del OULIPO, que hacían ejercicios de estilo con las palabras y con las historias, y que se acompañaban de otros personajes como Italo Calvino o Julio Cortázar, el enamorado del jazz, del boxeo y de la radio. No recuerdo con exactitud cuando fui consciente de la existencia de un grupo como Caleidoscopio: quizá fuese al final de los 80, tras haber frecuentado a otros compañeros suyos de viaje como Garabaita, el Teatro de Medianoche, los Titiriteros de Binéfar, etc. Los vi por primera vez en una Feria de Huesca, y luego en otros muchos lugares: en sus espectáculos callejeros, en sus funciones en la sala, incluso en fragmentos de grabaciones.
Para mí Caleidoscopio eran Roberto Barra y Azucena Gimeno. Otra pareja entre hilos y personajes que sueñan. Otros soñadores del trasmundo, de la comunicación y de las palabras con contenido y juego. Iban o volvían de Londres, de París, de estudiar los secretos del teatro. Volvían de colaborar en La Mosca o Teatro del Alba con siempre inquietante Santiago Meléndez, fascinado con el Jean Genet más oscuro y el Lorca más enigmático. Más tarde, se incorporó Vicente Martínez, que ha sido otro referente decisivo. Era él quien me contaba qué hacía el grupo, en qué regiones de la imaginación se había extraviado, hacia dónde iba a llevar sus baúles, sus ropajes, sus monstruos. O esas criaturas amables, casi naïf, que lo dan todo por un buen relato con sonrisa final.
Caleidoscopio se ha dedicado a cultivar el jardín de los sueños. Caleidoscopio quiere divertir, entretener, usas los vocablos y los gestos como un conjuro, y arma espectáculos para niños chicos y niños que podrían alcanzar los 90 años con mucho colorido, con un océano de ropajes y de misterios, con un frenesí de movimiento y de acción. Juegan con las palabras y las voces, gritan desaforadamente o acarician con sus sílabas insomnes, con sus lemas, desordenan la cabeza y el conformismo. Les hemos visto construir montajes de todos los signos: de agitación, de latido, de puro divertimento, de juegos léxicos y transgresión, de maletas repletas de osadía. Les hemos visto dialogar con algunos clásicos y con Alfred Jarry, con el ya citado Lewis Carroll y el circo inagotable de los cuentos de hadas, les hemos visto aludir a universos poéticos de cristalina pureza (el agua, Ondina, las sombras gigantescas, ciertos tonos del negro), les hemos visto desplegar un calculado choteo para todos los públicos. Caleidoscopio ha querido ser una compañía de desvelos constantes: se desvela a sí misma porque huye del anquilosamiento y de la autocomplacencia, desvela a los espectadores porque ha pensado en ellos previamente y les traza un sendero lejos del tedio, en el centro de la invención o la hilaridad. Y desvela al teatro mismo porque siempre lo refuta, lo cuestiona, lo ensancha, lo divulga con una pasión casi indesmayable. Acabo de repasar sus fotos: me gusta la sensación de trabajo artesanal que ofrecen, el clima de complicidad, esa vocación incontenible por contar y por contarse.
Caleidoscopio es una forma de mirar. Una forma de estar alerta ante las estrellas. Una apetencia de abrir cauces a la felicidad para compartirla luego. Para compartirla siempre.
*Este texto se escribió para el catálogo la exposición de ‘El Pez Dorado’ con la que Caleidoscopio celebra su primer cuarto de siglo en la escena. La muestra, diseñada por Sergio Abraín, en colaboración con Roberto Barra y Azucena Gimeno y Vicente Martínez, entre otros, está en el Centro de Historia y es realmente sugerente. Da gusto verla: es una lección de historia del teatro de títeres, de animación, del teatro basado en el lenguaje, en el mimo, en el color.
UN BELLO BLOG DE CASI TODO

Descubro a diario, como cualquier lector que navegue un poco, un montón de blogs que me gustan mucho. Blogs en los que quedarías a vivir. Cuidadísimos, sugerentes, llenos de sutileza, de ingenio, de belleza, o sencillamente de propuestas muy diferentes y atractivas. Desde hace días llego a uno de esos, ‘Como cantaba en mayo la noche de enero’, cuyo enlace es:
http://lo-bueno-si-breve.blogspot.com
Siempre encuentro en él páginas en las que quedarme. Por sus poemas, por sus extraordinarias fotos, por las canciones, por la ópera y el jazz, por los tráilers, por las selecciones de cine. Esta es la foto de niño de su administrador, que es, además, un gran seguidor de Gene Tierney.
REGINA SPEKTOR: LA BANDA SONORA DE 'LA VIDA COTIDIANA'
Hace un instante, el escritor, traductor y guionista Daniel Gascón ha sido entrevistado por Miguel Mena en 'A vivir Aragón' en la Cadena Ser con motivo de la aparición de su libro, de catorce relatos, 'La vida cotidiana' (Alfabia).
Y ha dicho que los discos que más había oído han sido los de Regina Spektor. He aquí la canción 'Fidelity'
http://www.youtube.com/watch?v=wigqKfLWjvM
Os pongo aquí algunas fotos suyas:
SIEMPRE HAY UNA PERRA AL ACECHO*

Siempre he entendido muy bien a un amigo al que perturban los perros. No es que los odie, o quizá sí, pero no se siente cómodo entre ellos. A mí me ocurrió igual desde pequeño y durante años: me ponían nervioso y casi siempre me ladraban al pasar. A veces con una fiereza desconcertante que era también la medida de su propio miedo. Un día, mientras yo andaba lejos de casa, un familiar nos trajo un cócker azafranado, de largas orejas y ese pelo que el sol bruñe con sus hilillos de oro. Decían que aquel era un perro loco, extraño y soñador, amigo de las aguas, de los lagos y de internarse entre los matorrales. Siempre andaba de aquí para allá en un puro devaneo: vivía aventuras por doquier. Pluto se puso malo y se quedó completamente inválido. Años más tarde, otro amigo nos metió en casa una perra: algodonosa, simpática, como un suave oso de las nieves. A medida que crecía, mostraba algunas rarezas: se enfurecía, se metía debajo de la mesa y se quedaba allí, acotando su territorio entre gruñidos. Al atardecer, ladraba de manera obsesiva. Cuando nos cambiamos al campo, ladraba a todas las horas y especialmente de noche. Noa, una mastina del Pirineo, ni siquiera cambió sus modales cuando le trajimos una perra bóxer, Zara. Hace poco, de madrugada, oí la respiración cavernosa de Noa. Apenas podía moverse y ninguna de las piernas le respondía. Los ojos se le habían vuelto cenagosos y exhalaba un olor denso y fúnebre. Hubo que sacrificarla. Y ahora, su compañera Zara está deslocalizada (por cierto: Joaquín Sánchez-Vallés acaba de publicar en Huesca un precioso cuento de poesía, genialidad y suplantación, ‘Deslocalizado’), desamparada y mimosa. Tiene una mirada triste. A cualquier hora se asoma a la verja a ver si aparece, desde los campos, su amiga, a la que también sentía como una madre.
*Este título está tomado de un cuento de Ignacio Martínez de Pisón. Uno de los más tremendos de los suyos. El texto se publicó ayer en 'Heraldo' en vísperas del día de San Antón. El animal no es Zara, pero tiene una cara igual de taciturna.
ADIÓS AL MARINO VÍCTOR GRACIA Y A OTROS AMIGOS
Esta mañana, al abrir ‘El Periódico de Aragón’, me encontré en la sección de necrológicas que redacta Javier Ortega con otra noticia desoladora –el sábado por la tarde me llamó Félix para decirme que había fallecido Angelines, la mujer de José Luis Lasala, una criatura estupenda y luminosa, enamorada de los viajes, que además se sentía muy feliz en su casa de San Mateo de Gállego, una casa con jardín, su paraíso personal de música, libros, de arte, de hijas y nietos…; también falleció el abuelo de Sergio Calvo, portero del Garrapinillos senior-: el viernes pasado fallecía Víctor Gracia. Lo había visto hacía poco por Garrapinillos y me dijo que no andaba bien, creo que en el bar Juliki, y juraría que me dijo que ya no podía fumar. Hace algunos años publiqué este reportaje sobre él, su vida en el mar y su experiencia en el Urquiola, que naufragó en 1976. Retomó aquí el artículo como forma de homenaje. Por desgracia, no tengo una foto de Víctor.
EL MARINO QUE NO PERDIÓ LA GRACIA DEL MAR
Víctor Gracia naufragó en el petrolero Urquiola
el 12 de mayo de 1976 en el puerto de A Coruña
Aragón también es tierra de marinos: Martín Cortés, Pedro Porter y Casanate, Félix de Azara o, entre otros, aquel “Divino calvo” que era como un héroe en la calle Pradilla de Zaragoza, a finales de los 50 y principios de los 60. Aquel hombre dejaba un reguero de fábulas por donde iba: en la peluquería, en las verdulerías, en los bares del barrio. Y varios jóvenes de la zona, atraídos por el halo del navegante y por sus historias de puertos del Mediterráneo y del Norte de Europa, decidieron seguir sus pasos. Los chavales oían hablar de los burdeles de Rotterdam y se quedaban estupefactos. La alegría y la vida estaban allá lejos, tras el desierto, después de cruzar el corazón del mar. “Me hice marino por él. Primero se marchó un compañero a estudiar Náutica a Barcelona, y yo, que era hijo único, me fui a Portugalete porque la Escuela estaba entre Portugalete y Santurce, y teníamos allí una familia amiga. Recuerdo que el Divino Calvo, como le llamábamos, organizaba sus tertulias los fines de semanas en la peluquería y nos quedábamos todos boquiabiertos con sus aventuras”, dice Víctor Gracia. Víctor Gracia ingresó en la Escuela de Náutica, donde estudió para oficial de agregado. Permaneció dos años en tierra y realizó otros dos años de navegaciones en el mar. “Allí me casé y anduve un poco escondido, porque no quería irme a la mili. En 1969 ya era profesional y me incorporé como alumno en prácticas al Monte Urquiola, que era un navío mixto: transportaba 8.000 toneladas de tomate, plátano o pepino y, además, a 60 pasajeros que viajaban en primera clase en camarotes de caoba. Un día se nos juntaron los tomates o los plátanos con los pepinos, y aquello fue un auténtico desastre: todo sabía a pepino. El barco tenía un aire decadente. Era lo que se llama un buque motor (un ‘bm’) y hacía la ruta Vigo, Tenerife y Las Palmas, Liverpool, una travesía de unos quince días”.
Víctor Gracia Royo, que había nacido en la calle Cádiz en 1949, permaneció en el barco 60 días. Por entonces, verificó que la leyenda del Divino Calvo se extendía por los siete mares, y conoció también a un personaje que fue determinante en su vida y en esta historia: Francisco Rodríguez Castelo, de apodo “Paquito el alemán”. El mar y las montañas de olasComo aquéllos eran tiempos en que se demandaban marinos, un día recibió una llamada de la naviera Eco que le ofrecía un puesto en el Eco Luisa. Y se embarcó el primero de mayo de 1973. Aquel barco se había especializado en la ruta del vino: Cádiz, Oporto, Brighton. Era capaz de transportar alrededor de 1.200 toneladas de vino y coñac, pero también chirucas y latas de mandarina en almíbar muy apreciadas lejos de España. Navegando en esa embarcación, que arribaba mucho a Cartagena y a Cádiz, aprendió las primeras faenas del pícaro: comprobó que se practicaba el contrabando de tabaco, “que venían a recoger las propias furgonetas de la Guardia Civil, ha oído bien”, e incluso televisores en color. El día que recibió sus primeras cinco mil pesetas (30 euros de ahora) de ganancias, entendió que aquello iba en serio. “Estuve seis meses navegando y recuerdo esa estancia como una gran experiencia. Realicé algunos de los viajes más raros de mi vida y recuerdo algunas anécdotas inesperadas: el mismo día que mataron a Salvador Allende detuvieron a unos de mis compañeros bajo la acusación de robo, y todo porque había cambiado novelas de Marcial Lafuente Estefanía por plátanos en Trípoli. Hubo de intervenir el cónsul y todo”.
Víctor Gracia desea explicar los secretos del mar: cómo se vive en los barcos, qué siente un marinero cuando el mar se encabrita o cuando se avanza por un océano tranquilo, sembrado de islas. “El día que empecé a aburrirme del mar, lo dejé. He tenido miedo muchas veces. Ese mismo día, también me dije: ‘Ya no tengo edad y me sobra el dinero’. Tengo el recuerdo espantoso de una noche en la cual el oleaje era realmente impresionante, el mar se convirtió de inmediato en una montaña de olas infranqueables. Te sientes perdido. De golpe, te das cuenta de que el barco no responde aunque pese 10.000 toneladas, que las sillas no se aguantaban de pie. También recuerdo las noches del Índico, en el canal de Mozambique y Madagascar: una noche tranquila, el mar fosforescente. Todo era ideal: la calma, la temperatura, el ambiente en las islas, el plenilunio. A veces consigues una sensación semejante en la montaña, pero no es tan perfecta. El mar es inigualable”. Víctor Gracia aprovechaba ése y otros viajes para desembarcar en Nueva Orleáns, para ver aquel ambiente musical y vitalista, asomarse al Mississippi, “donde cumplí mis primeros 30 años”, y escuchar jazz.
En octubre de 1973, Víctor Gracia sintió melancolía de su joven esposa y desembarcó en Francia. Como no había hecho el servicio militar y era reclamado por aquí y por allá, lo atraparon y lo obligaron a cumplir con la patria: cumplió con sus obligaciones por un espacio de 18 meses en El Ferrol y en Santander; estaba asignado en la fragata Legazpi, “pero en realidad sólo navegué cinco días. En cambio, me convertí en el secretario del comandante”.El 20 de abril de 1975, separado ya de su primera mujer, se dejó tentar por un barco de Santander, el Baitin, de 2.200 toneladas, en el que iba a Liverpool y Rotterdam, pero también a Durban y a Mozambique. Abandonó ese barco porque quería asistir a la agonía de Franco en España, y se desplazó a Madrid, nada más ni nada menos que a la casa de un joven comunista que quiso destrozar y quemar su archivo el día que murió el general. Entonces, Víctor no intuía que estaba a punto de iniciar la gran aventura de su vida: el 28 de diciembre de 1975, se embarcó en el Urquiola de la Naviera Artola en La Coruña.
El viaje fatídico del “Urquiola”
“El ‘Urquiola’ era grande, muy grande, pero no era exactamente un superpetrolero, como tantas veces se ha dicho. Tenía un peso muerto de 110.000 toneladas, consumía 40 toneladas al día de fuel y efectuaba una ruta única: la del transporte de crudo desde Arabia Saudí a la refinería de La Coruña, a Petrolíber. Cada viaje duraba 34 días de ida y 34 de vuelta, y a eso había que sumarle entre 24 y 30 horas de carga y otras 48 o 72 de descarga”. El petrolero Urquiola había sido construido en Astilleros Españoles, en Sestao, y había sido botado el dos de junio de 1973. Sólo realizaba aquel trayecto, y lo había efectuado 16 veces. De eslora total (largo) medía 276 metros, y de manga (ancho), 39 metros. La tripulación estaba compuesta por 38 hombres y cumplía órdenes de Francisco Rodríguez Castelo, “Paquito el alemán”. “Era un gallego rubio, de ojos azules, de La Coruña. Se había casado algo tarde y tenía dos niñas. Creo que acababa de cumplir los 42 años. Tenía un aire de alemán insobornable y rígido, pero era un pedazo de pan. Era el único que se ponía el traje y los galones cuando llegábamos a puerto. También venía con nosotros, como segundo de a bordo, Arturo “el Legionario”, un tipo de Calatayud que había vivido en Vitoria y acusó las muertes de una manifestación que hubo por aquellos días”. Víctor Gracia recuerda que no se produjo ningún incidente reseñable tras 68 días de navegación.
“No parábamos hasta llegar al Golfo Pérsico para cargar y al puerto de La Coruña para descargar. Sí hacíamos una pequeña trampa en la vuelta: nos deteníamos en Tenerife y, así, entrábamos en la bahía gallega como si aquel fuera un transporte nacional”.El marino aragonés, que obtuvo la licencia de capitán en 1985, había concertado una cita con una novia madrileña, y sólo esperaba llegar a tierra para verla. Antes había que vaciar las 107.676 toneladas métricas de crudo. Todo discurría con absoluta normalidad. “Algunos ya nos habíamos duchado y todo. El Urquiola estaba equipado con camarotes individuales y con duchas. En La Coruña hacía, con el alba, un tiempo espléndido, el mar estaba tendido, había olas largas de calma chicha. Recuerdo que subí al puente a las ocho, que le dije algo al capitán, algo de la chica que me esperaba, Pilar era su nombre. Entrábamos perfectamente enfilados, pero de repente uno de los dos timoneles dijo: ‘Don Francisco, que no gobierna el barco’. No sólo no gobernaba, sino que había tocado fondo y dejaba una negra mancha de crudo”.Víctor Gracia dice que no recuerda todos los detalles. Han pasado 30 años exactos. Me enseña el relato del accidente que hizo de la tragedia el Sindicato Libre de la Marina Mercante, en cuya fundación participó: “Urquiola, la verdad de una catástrofe”.
“El Urquiola ha tocado fondo. De sus planchas desgarradas surge el maldito oro negro que, además de contaminar, es sucio, viscoso y se ve a simple vista. El buque recibe orden de la Comandancia de alejarse cien millas mar adentro llevándose su sucio cargamento. Orden recibida con una celeridad en verdad digna de mejor suerte. Celeridad que no es eficacia, sino precipitación, desconocimientos, incompetencia. En la maniobra de huida, el Urquiola vuelve a tocar fondo, ahora de forma definitiva. La mancha de petróleo, insignificante tras la primera tocada, se extiende con rapidez”.La tripulación abandona el barco. Toda, salvo el capitán y el práctico del puerto. Mientras Víctor pregunta por su amor, le dicen que el hotel donde lo esperaba se quemó hace un mes. Y casi en ese mismo instante, se oye una explosión que conmueve La Coruña. Una nube inmensa y negra oscurece el cielo de las ensenadas. Más tarde, mientras el crudo se extiende hacia Betanzos y Ares y entinta la costa, Víctor Gracia sabrá que el práctico apareció completamente tiznado pero vivo, y que Francisco Rodríguez Castelo, que apenas sabía nadar, apareció ahogado en otra playa algunos días después. Gaston Bachelard escribió una vez: “El héroe del mar es el héroe de la muerte”. Paquito el alemán se comportó como un héroe. Aquello hizo correr ríos de tinta, hubo juicios y polémicas, pero al final se vio que había habido un encadenamiento de errores de la Comandancia de Marina y del Instituto Oceanográfico, que les llevaron a perder el juicio. El Urquiola, sólo parecía ser el principio: luego vendrían el Mar Egeo, el Cason y el Prestige.
EL HONOR DEL CAPITÁN
“Me parece que este barco ha muerto”, se dijo aquella mañana del 12 de mayo de 1976 en Seixo Blanco. Apareció un remolcador y la tripulación abandonó el Urquiola “de manera ordenada y sin histeria. La historia de la tragedia es fascinante: al final gracias al abogado Ruiz Soroa, se comprobó que había sido un error del Estado por no advertir la existencia de la roca aguzada que se levantaba dejando sólo once metros para navegar, entre ella y la superficie, cuando nosotros necesitábamos 19. Y además porque se tomaron mal demasiadas decisiones”. Sin embargo, uno de los detalles más conmovedores fue la defensa que se hizo del capitán, que había entrado varias veces en esas aguas y con idéntica carga, y que se comportó con un coraje extraordinario. Se quedó hasta el final, hasta que se desmandó el fuego. “El sindicato logró restituirle el honor a Francisco Rodríguez Castelo, su buen nombre, y no sólo eso. Tras mucho batallar, su viuda y sus hijas acabaron recibiendo una indemnización de diez millones de pesetas de entonces”, 60.000 euros de hoy. “Recuerdo a su mujer y a sus hijas. La recuerdo a ella, rubia, diciendo: ‘Ay, mi Paquiño, ay mi Paquiño’. A mí aquello me marcó mucho también. Le cogí miedo al avión. Le cogí mucho miedo al avión. No es un chiste”.
NOTAS DE UNA GRABACIÓN
José Manuel Blecua, director de la RAE. Foto de 'El país'.
Ayer grabamos un nuevo programa de Borradores con el siguiente menú: actuó el grupo de fusión y tecno pop BColors, formado por músicos franceses, colombianos y zaragozanos, que tocó dos temas ‘Regard le ciel’ y ‘Mis colores’, (hablan en la entrevista Doty Moine, cantanten francesa, y el bajista colombiano Edu Arenas) y acudieron al plató el narrador Luis Antonio Puente, autor de ‘Desterrado de Cierzo’, y la poeta Almudena Vidorreta, que acaba de publicar ‘Lengua de mapa’.
Almudena Vidorreta, en un retrato de José Antonio Melendo.
Se ofrecen reportajes y entrevistas con José Manuel Blecua, director de la Real Academia de la Lengua, con Juan Casamayor, director de Páginas de Espuma, y con Andrés Neuman, Ismael Grasa y Cristina Grande, con motivo de la aparición del libro ‘Pequeñas resistencias 5’, y con Valeria Bergalli, directora de Minúscula. En el capítulo de artes, se ofrece un reportaje sobre las micro-performances Fra-accion (hablan, entre otros, Juan Escós y Antonio Chiprana) y una visita a la exposición de ‘El pez dorado’, que celebra los 25 años de Caleidoscopio en el Centro de Historia.
Este programa se emitirá el próximo martes 25 de enero.
GUINDA, ORENCIO BOIX, LOUISIANA Y CLARA CARNICER EN 'BORRADORES'
[Esta noche, a las 0.45, Borradores. Aragón Televisión. Invitados al plató: Ángel Guinda, Premio de las Letras Aragonesas 2010, y Orencio Boix, director del Festival de Cine de Huesca y autor del documental ‘Los chicos de provincias somos así’. Reportajes: Clara Carnicer en la galería Carolina Rojo y ‘Transformaciones’ en el Centro de Historia. Actuación musical y entrevista: Louisiana, que publica su primer álbum.]
Ana Muñoz es poeta, autora de ’Solo para la noche’, y vocalista y guitarrista de Louisiana.
ÁNGEL GUINDA, PREMIO DE LAS LETRAS ARAGONESAS 2010, Y ORENCIO BOIX, DIRECTOR DEL FESTIVAL DE CINE DE HUESCA, INVITADOS A ‘BORRADORES’
El poeta Ángel Guinda, Premio de las Letras Aragonesas 2010, es uno de los invitados al programa cultural Borradores. Guinda publica ahora el poemario ‘Espectral’ (Olifante. La casa del poeta, 2011), quizá el más particular de su trayectoria, y habla de su vida: de la muerte de su madre, de sus visitas al cementerio de Torrero, de sus años de formación poética, de la condición de “poeta maldito”, que rechaza, y de la condena que sufrió en 1987 por escribir un verso obsceno en el Café de la Infanta.
Ángel Guinda. Por Columna Villarroya.
El otro invitado a plató es el realizador y nuevo director del Festival de Cine de Huesca Orencio Boix. El cineasta habla de sus planes de trabajo y de los proyectos que trae para el certamen, así como del documental ‘Los chicos de provincias somos así’, la historia de la música popular en Huesca, desde los pioneros Los tres Carino, los hermanos Solanes, hasta grupos como Kiev cuando nieva, Copiloto o Pécker, pasando por conjuntos claves como Orni, Escoria Oriental, Mestizos, Javier Carnicer, Willy Giménez, etc. Orencio Boix comenta cada grupo y se pueden ver secuencias del documental.
Foto de Los Tres Carino, los hermanos Solanes, cuya historia contó Miguel Mena. La foto es del blog del Capitán Lillo.
El programa ofrece un reportaje con la pintora Clara Carnicer, que acaba de inaugurar una muestra en la galería Carolina Rojo, que ha abierto la sala de su propio nombre. Y desde el Centro de Historia, también se emite un reportaje sobre ‘Transformaciones’, las fotografías de la instalación del teléfono, realizadas por grandes maestros como Alfonso, Ramón Luis Marín, Juan Mora Insa, Claret, Gaspar, etc.
Carolina Rojo y Clara Carnicer, en una foto de Vicente Almazán.
La actuación musical corre a cargo de Louisiana, el grupo de Luis Cebrián y Ana Muñoz, que acaba de publicar su primer álbum. Luis y Ana se hacen acompañar de Raúl y Richi y explican las claves de la banda que toca dos temas: ‘No hay valor’ y ‘Que me desamor’.
COSTA O EL NEBULOSO TITÁN SABIO

Ariel rescata la mejor biografía de Costa
El hispanista inglés George J. G. Cheyne firmó en 1972 un libro que revelaba “la auténtica dimensión de la tragedia personal” del polígrafo aragonés y que se reedita en el centenario de su muerte
FICHA
Joaquín Costa, el gran desconocido. G. J. G. Cheyne. Prólogo de Josep Fontana. Epílogo de Eloy Fernández Clemente. Ariel, en coedición con IFC, IEA y otros. 288 páginas.
De Joaquín Costa (1846-1911) se ha dicho casi de todo. Desde quien lo vio como un prócer fascista hasta Giner de los Ríos, que lo definió como “el más adorable baturro que existe”. Y Josep Fontana lo describió como “un titán nebuloso”, fiel a sí mismo, “un hombre que buscó la renovación de su país a través de una política avanzada: por una vía revolucionaria, si fuera preciso”. Fontana lo perfila así en el libro ‘Joaquín Costa, el gran desconocido’ de George J. G. Cheyne, publicado en 1972, un volumen que deja al descubierto “la auténtica dimensión de la tragedia personal de Costa” y que sigue siendo “la mejor biografía” del polígrafo montisonense que falleció en Graus el ocho de febrero de 1911, hace ahora un siglo.
El ‘costista’ Eloy Fernández Clemente, en un extenso epílogo que hace inventario de los trabajos en los últimos treinta años, dice que “Cheyne ha sido no solo el mejor hispanista inglés sino sencillamente el mejor de todos los estudiosos de la vida y la obra de Joaquín Costa”. ‘Joaquín Costa, el gran desconocido’ acaba de aparecer de nuevo el sello Ariel, en coedición con diversas instituciones aragonesas: la Institución Fernando el Católico, el Instituto de Estudios Altoaragoneses y la Fundación Joaquín Costa.
Hijo mayor del campesino ‘El Cid’, todo un personaje en Graus y Monzón, Joaquín Costa nació en Monzón en 1846 y vivió en Graus entre 1852 y 1863, donde se reveló como un chico aplicado y superdotado, que intentaba aliviar a través de la cultura una vida áspera y monótona. Escritor desde muy joven de diarios, un tanto deslavazados, confesaba: “Mi afición a los libros era desmesurada. Los que podía encontrar en Graus no servían ni bastaban a llenar ese deseo infinito de saber que bullía en mi alma”. Leía libros y libracos sin parar, y mostraba su mal genio cuando se veía obligado a dejar de hacerlo. Desde muy pronto, Costa se reveló como un joven afanoso y apasionado, que se siente desdichado, que a veces barajó la idea del suicido y que vivía en una extrema pobreza, que nunca le iba a abandonar. Muchas páginas más adelante, dirá Cheyne: “Costa, sin duda, no fue feliz. Sus sueños no se vieron nunca satisfechos ni en el terreno académico, ni en el político, ni en el de los afectos”.
Se revelará como un gran luchador: en 1863 viajó a Huesca para servir al cacique Hilario Rubio. Hizo de todo: trabajó de peón en la reconstrucción del castillo de Montearagón, fabricó jabón, levantó los planos para instalación de una bodega y para crear una verja en la catedral. Escribe Cheyne que lejos de mostrarse resentido, buscaba la perfección en su quehacer. A la vez que trabajaba asistía a las clases del instituto, y lograba medallas en las diversas asignaturas, aprendía francés e italiano e impartía clases de inmediato, y redactaba cuentos, poemas en prosa, pequeños libros, e incluso proyectó un ‘Tratado práctico de Agricultura’, del que solo esbozó algunas páginas.
Unas de las principales aventuras de ese momento fue que presentó su candidatura como albañil para asistir “de artesano discípulo observador” a la Exposición Universal de París de 1867. Gracias al oscense Manuel Camo le dieron una de las doce plazas, lo que le iba a posibilitar permanecer nueve meses en París. Escribiría: “Aquí fue mi golpe de gracia: mi viaje a París y la Exposición Universal (…) En Francia he concluido de aprender lo que son grandes obras y grandes empresas”. Poco después, se trasladaría a Madrid e iniciaría su carrera de tantas direcciones y de tantos obstáculos, algunos de índole personal, derivadas de su carácter montaraz y retraído y de una penosa enfermad: la distrofia muscular progresiva, que le llevó a acudir a un curandero de Laluenga. Amó a varias mujeres: a la enigmática Pilar, a Fermina Moreno, que jugó el doble papel de amante y madre, a Concepción Casas, la joven oscense cuya familia le rechazó por sus ideales republicanos, a Elisa, que le daría su única hija: Antígone, también conocida por María Pilar.
Costa intentó muchas cosas: escribió sin cesar, fue uno de los grandes oradores de su tiempo, se vinculó a la Institución Libre de Enseñanza, ingresó en la Real Academia de la Historia y nunca llegó a ser catedrático. Vivió como pudo: como oficial letrado, de profesor más bien ocasional, fue pasante de Gabriel Rodríguez, notario, abogado, etc. Y se convirtió en uno de los apóstoles del Regeneracionismo porque tenía “un programa para una revolución de ideas en el País”. Firmó libros como ‘Oligarquía y caciquismo’. Intentó crear un proyecto político con Unión Nacional, al que se sumaron su paisano Basilio Paraíso y Santiago Álvarez, pero al final quedó fuera, en tierra de nadie, en la ardiente oscuridad de una pugna íntima entre la conciencia y la conveniencia.
En 1904, se retiró a Graus, y allí vino a buscarlo Lerroux, pero no quiso volver a la política. Poco antes de morir, según Cheyne, dijo enigmáticamente: “Ya sudó”. El director de HERALDO José Valenzuela la Rosa recreó la disputa que hubo por su cadáver entre Madrid y Zaragoza: Canalejas, que temía una impresionante manifestación republicana en Madrid, autorizó a que se detuviese el tren en Zaragoza y los ciudadanos se apoderaron de su féretro, que reposa en Torrero en un monumento de “ambicioso simbolismo”.
JOSÉ ANTONIO ADELL Y LOS MORISCOS

NOVELA HISTÓRICA. José Antonio Adell dio el salto a la narrativa de ficción con ‘El último templario de Aragón’. En la pasada Feria de Monzón presentaba ‘Regreso al alba’ (Pirineo), una novela centrada en la expulsión de los moriscos y en la brujería.
“He escrito un alegato contra
la guerra y un canto de amor”
“La ficción me permite hacer
más popular nuestra historia”
¿Qué ha querido contar con ‘Regreso al alba’ (Pirineo)?
La trama está a ambientada en el siglo XVII en el Altoaragón oriental y nos muestra las dificultades de los dos protagonistas, Omar e Isabel, en un escenario histórico que abarca cuarenta y dos años (1610-1652) y en el que se viven como hechos más significativos la expulsión de los moriscos (1610), el ajusticiamiento de siete mujeres acusadas de brujas en Tamarite (1626), la entrada del ejército francés (1642-1643) y la peste bubónica declarada pocos años después (1652). Todo ello dibuja un panorama de grandes dificultades para los moradores de esta zona.
¿Cuál sería la idea general del libro?
La novela quiere ser un alegato contra la guerra y las discriminaciones por razón de cultura, sexo o condición social, y es una reflexión sobre lo variopinto de la condición humana. Aquí se habla de amor, deseo, traición, valentía, hipocresía, miedo, coraje…
Vayamos con los protagonistas. Hay muchos…
Son Omar, morisco de Monzón, e Isabel, hija de una de las brujas que será ahorcada en Tamarite. Junto a ellos aparecen personajes reales: el general la Motte, el general Da Silva, jurados de Tamarite, Margarita Escuder y Juana Bardají, que son dos de las mujeres acusadas por brujería, el fraile y adivinador Francisco de Andrada. Y hay otros de ficción que contribuyen a crear la atmósfera adecuada para mantener en vilo al lector.
¿Cómo entiende usted la novela histórica?
La novela histórica da ciertas licencias a los autores y el relato, nacido de la creatividad y de la consulta a fuentes, camina con libertad entre los sucesos datados históricamente y los creados por la ficción. Es una manera de hacer nuestra historia más popular y que así llegue a más lectores. Soy docente y existe una voluntad didáctica en la novela, pero pretendo que el lector se enganche con la historia y le cueste abandonar su lectura, y que aprenda algo que no sabía y que posiblemente no olvidará.
¿Por qué le han interesado los moriscos después de haber firmado ‘El último templario de Aragón’?
En el año 2010 se cumplía el cuarto centenario de la expulsión de los moriscos del reino de Aragón. También por la tradición de la fiesta del bautizo del alcalde que se celebra todos los años en Monzón, el día de Santa Bárbara, según la cual un niño morisco fue dejado por sus padres, cuando fueron obligados a marchar, a una familia de la ciudad pues estaba muy enfermo. Tras la recuperación de Monzón por el general Da Silva la población estaba sin ningún tipo de autoridad. Entonces se decidió nombrar alcalde a este joven morisco que entonces tenía treinta y dos años y era tenido por un hombre prudente y de bien.
¿Podríamos decir que la obra quiere ser una defensa de los moriscos?
Es una denuncia por la expulsión de quienes estaban arraigados en una tierra y la trabajaban, por los miedos ancestrales -temor a las actuaciones de la justicia ordinaria o la inquisición en el caso de las mujeres acusadas de brujería-, por la falsa moralidad de los jurados y su manifiesto abuso de poder, por el sometimiento de la mujer o las duras condiciones de vida de las clases más humildes. La novela es un alegato contra la guerra, como le digo, y a la vez es un canto al amor, a la amistad, a la solidaridad y a los valores de quienes se entregan a los demás.
La novela transcurre en Monzón y Tamarite…
Es mi particular homenaje a estas dos poblaciones muy vinculadas a mi historia vital. Nací en una torre del municipio de Tamarite y esta población fue mi primer destino como maestro. En Monzón llevo trabajando dieciséis años, he estado vinculado al club de atletismo local durante treinta y dos años. Otros escenarios de la novela son Binéfar (donde resido desde hace cuarenta años), Barbastro, Albalate de Cinca, etc.
¿Qué autores de novela histórica son su modelo?
Ken Follett, especialmente por ‘Los pilares de la tierra’, y Umberto Eco, y en España, Arturo Pérez-Reverte, y los aragoneses José Luis Corral, Lorenzo Mediano y Ángeles Irisarri. El género está atravesando un buen momento.
TRES POEMAS DE ALMUDENA VIDORRETA
La poeta Almudena Vidorreta, que trabaja en investigación literaria en el siglo XVII, acaba de publicar su poemario ‘Lengua de mapa’ (PUZ: La gruta de las palabras). Selecciono aquí tres poemas.
COSAS QUE PARECEN
pero no son,
como los mapas,
que parecen lugares;
como mi lengua que no es un mapa
pero pudo aprender a guiarse
por las sendas de tu cuerpo.
Solo si te perdiera
sería capaz de decirte
(en el dolor)
que ya no logro descansar si no es contigo,
que no hay aire más allá
del que alcanzas a llenar con tus palabras,
que no hay camino
sino el que queda entre tus piernas
y que si me hicieran la pregunta tópica
de qué me llevaría a una isla desierta
adivina qué respondería.
NO ME GUSTA LO QUE DICES EN OCASIONES
y, cuando eso pasa, te muerdo la boca
sin darme cuenta de que al hacerlo
quedan por un tiempo restos de tu voz
en las grietas de mi lengua de mapa.
Siempre acabo mordiéndote la boca
sin pensar en las consecuencias.
YO HE REVESTIDO DE TI EL APELLIDO MALDITO,
he hecho de tu cuerpo
un sayo a medida de la sangre,
el único equipaje posible
en este viaje que emprendimos
a cambio de la saliva
con que humedezco tus labios.
Ven,
quítame esta arena que me sobra,
hazme tu destino.
Las fotos son de la fotógrafa vienesa Trude Fleischmann, que realizaría su carrera en Estados Unidos.
ELÍAS MORO CUÉLLAR Y SU INVENCIÓN

Elías Moro Cuéllar es un estupendo escritor. De muchos tramos. Le apasionan especialmente los tramos cortos, la literatura que se mezcla, la literatura que enreda, la literatura que tira del relato corto, del poema, del aforismo, de la cita. Acaba de publicar un libro realmente estupendo, al que se puede entrar desde cualquier página, casi al azar: ‘El juego de la taba’ (Calambur, 2010), donde reconoce le influjo y los consejos y las afinidades con dos buenos amigos: Cristina Grande y Fernando Sanmartín. Con la gentileza habitual, Elías Moro (que ya tiene muchos, muchos amigos en Zaragoza) me envía unos fragmentos de un volumen que se fue amasando, expandiendo y consolidado en el blog del mismo título.
El juego de la taba
(fragmentos)
Elías Moro Cuéllar
Te asalta un pensamiento, un aforismo brillante, un argumento certero acerca de cualquier asunto; lo construyes en tu mente, lo ordenas sintácticamente, lo catalogas en una u otra categoría. Pero te pones a escribirlo y, a poco que te descuides, todo ese andamiaje se viene abajo con estrépito arrastrándote en su caída.
Y sales de la nube de polvo y cascotes sacudiéndote el fracaso a manotazos y sabiendo que tampoco era esto, que tampoco era este.
*
Siento, en la sien, latirme un verso.
*
Sostén
Sostiene tu mirada un instante más esta vida en derrumbe.
*
Días como islas, tan iguales, tan distintos.
*
Últimamente, echo mucho de menos el buen carácter, esa antigualla.
*
Todo hombre es su pasado, todos los pasados de todos los hombres. Mientras intentamos ser, sólo conseguimos -fiera y torpemente- haber sido.
*
Merienda
Pela una naranja en la tarde, y ese aroma que se esparce por todo el cuarto te acompañará para siempre.
*
Naturalismo y poesía
No me digáis que no es poético que una medusa tóxica se llame “carabela portuguesa”.
*
Menos mal que, disimulado entre otras muchas cosas, aprendemos el idioma de pequeños, casi sin esfuerzo, apenas sin darnos cuenta.
Porque como tuviéramos que hacerlo de mayores a base de estudio, el porcentaje de mudos y analfabetos crecería de modo espectacular.
*
Aviso
Cada vez que te dicen “es por tu bien”, prepárate a sufrir.
*
Variación sobre Sócrates
Ya no sé si sé lo que sé.
*
Toda la poesía se acaba cuando llego con mi guadaña.
*
Mal de ojo
Mirar de rebote, al zigzag, al bies, al tresbolillo…
Y al poco tiempo, empezar a sentir los síntomas de algo malo.
*
Esa castiza expresión de mujer de bandera, digo yo que vendrá por las ganas de quitarse la camisa y ondearla cuando pasa a nuestro lado, como un espontáneo y peculiar homenaje a sus magníficas hechuras.
*
Caigo ahora en la cuenta de cómo en muchas ocasiones, en las frases que pronunciamos a diario, utilizamos de continuo características o rasgos de animales para referirnos a cosas que no tienen nada que ver con ellos.
Piel de sapo, por ejemplo, para citar una variedad de melón; panza de burro para nombrar el color de algunas nubes preñadas de nieve y frío; color de hormiga para describir la tonalidad del rostro de los enfermos…
Y así.
*
Cielo
Guarda el cielo en sus azules la memoria de las aves, las formas infinitas del vuelo.
*
La ironía y la inteligencia, una del brazo de la otra, guapísimas las dos, han salido juntas de fiesta.
ÁNGEL GUINDA HABLA DE 'ESPECTRAL'

“NO DEJO DE SUFRIR CON LOS QUE SUFREN”
Ángel Guinda señala que "Espectral’ (Olifante) es un libro de viaje hacia la muerte desde la más implacable resistencia a morir”.
Ángel Guinda (Zaragoza, 1948) recibía el pasado mes de diciembre el Premio de las Letras Aragonesas por “el valor de una obra poética importantísima dentro de la historiografía literaria aragonesa, fundada en la poesía española pero expresada con un lenguaje renovador adherido a su compromiso estético y humano”. Ese galardón coincidía casi con la aparición de la antología ‘Yin. Poetas aragonesas, 1960-2010’ (Olifante), preparada por él. Ahora, el autor de ‘Vida ávida’, ‘Claustro’ o ‘Conocimiento del medio’ publica uno de sus libros más complejos y ambiciosos, de un elevado nivel léxico y conceptual:’Espectral’ (Olifante. La Casa del Poeta. Zaragoza, 2011. 96 páginas), que llega estos días a las librerías y que se presentará el día tres de febrero en el Teatro Principal. El poeta, profesor, crítico literario y traductor explica las claves del poemario, de su escritura, de su vida y de las sombras que le persiguen.
¿Cómo se gestó ‘Espectral’?
Una noche de enero del año pasado, en Madrid. En una cafetería próxima al Museo Sorolla, mientras bebía un gintónic, contemplaba fijamente la calle a través de una imponente cristalera. Veía los enormes los faros de los coche, como fanales estallándome en los ojos, y recordé un poema de hace veinte años que ha sobrevivido a mis retractaciones; se llama ‘Desierto’ y dice: “Camino / sobre antorchas de silencio. / Oigo sombras: / son los pasos del sol.” Comencé a escribir.
¿Cuál era su estado de ánimo, qué zozobras le marcaban? ¿Dónde quería ir?
Mi estado de ánimo era y es feliz y vitalista… La procesión va por dentro. Desde niño tengo muchos miedos, cada vez más con el paso del tiempo: pánico a mí mismo, sobre todo; a las apariciones (que las he tenido), a desaparecer, a la voz de los muertos, miedo a abandonar, a ser abandonado, a la soledad, al dolor, a la decrepitud, a molestar a quienes amo, a soñar, a desear, a viajar solo por el mundo sin conocimientos de inglés… Quería ir al infinito, a la eternidad, a la nada.
¿Qué ocurrió durante la escritura? ¿Cómo fue en un sentido físico, de horarios, a mano o a máquina, qué leía, etc.?
Este poema lo he escrito en estado de trance, de arrebato, poseído por mis fantasmas, obsesiones y recuerdos personales. Lo he reescrito numerosas veces. Me levantaba temprano y comenzaba a pensar, a sentir, a evocar, a redactar a mano en el primer papel que encontraba y, permanecía atrapado hasta las diez de la noche. También en el Metro, en el autobús, en plena calle… De madrugada, me despertaba sobresaltado por una pesadilla y volvía a la carga: me levantaba, y a seguir. En esa época leía ‘Introducción a la metafísica’, de Bergson; ‘Manual del perfecto ateo’ (Anónimo), libros de parapsicología como ‘El otro lado del hombre’, de Miguel Lucas; libros de astrofísica… En poesía he releído a Dante (una de sus versos encabeza el libro), Pere Gimferrer, el Leopoldo María Panero de la primera época, Dylan Thomas, y también me he releído. Sigo el programa radiofónico ‘Milenio 3, de Iker Jiménez’.
Me quedo un poco desconcertado. ¿En qué momento supo qué libro quería hacer?
Aquella misma tarde de invierno en la cafetería.
Vayamos con el resultado final. ¿Qué libro cree que ha escrito?
Tal vez un libro de viaje hacia la muerte desde la más implacable resistencia a morir, desde el vitalismo más atroz y despiadado. Un memorámdum existencial y poético, un testamento: “Os dejo a todos cuanto no he vivido”.
¿Cabría decir que aquí está Ángel Guinda, por completo, pero de otro modo?
Sí, pero fundamental y literariamente aquí está el dramatismo de mi propia experiencia de la poesía frente al anecdotario de la poesía de la experiencia como corriente actual.
De entrada podríamos decir que el libro es un autorretrato, un vómito, un ejercicio de desnudez y a la vez el libro de alguien que pertenece a un contexto social (un paisaje exterior y una época), y a sus sombras.Todo eso más la interiorización del mundo exterior, más determinados aspectos inexplicables que surgen del proceso evocador, de la exploración del misterio y de lo desconocido que llama a nuestro espíritu para un mayor reconocimiento propio.
¿Es consciente de que se trata de su libro más complejo, sobre todo de imágenes y de estilo literario, de metáforas, de enumeraciones, de registros verbales?
Lo he intentado. Por una parte he querido combatir uno de los tópicos de la literatura aragonesa: su carencia de imaginación. Por otra, he procurado expresarme y comunicarme en un lenguaje radicalmente poético, con figuras del realce expresivo como las citadas por usted más la sinestesias o confusiones sensitivas (secuela de mi experiencia con el LSD y otras sustancias psicotrópicas), las paradojas, antítesis, hipérboles, comparaciones…
Es un libro de imágenes de un observador del dolor ajeno, ¿no?
Toda imagen es una reproducción pero también una modificación idealizadora del referente. No dejo de sufrir con los que sufren.
Es un libro de lo cotidiano, de las pequeñas cosas, pero también de la trascendencia, del más allá. Un libro donde se habla mucho de la eternidad.
‘Espectral’ es una peregrinación meditativa desde lo natural a lo sobrenatural pasando por lo preternatural y paranormal.
Después de escribir un libro así, ¿ya se puede contestar qué es la poesía?
Además de palabras sin apenas palabras, intensidad frente a extensión, la poesía, como la belleza, es una aparición: unas veces constatación de la realidad, otra conspiración contra ella; a veces espejo y a veces espejismo y, siempre, una iluminación.
Dice: ‘Yo vivo en una nube de tabaco, la más lenta estrategia de suicidio. Oigo desafinar la orquesta de mis bronquios. El humo que respiro raspa como estropajo, lija como flor de alquitrán, tapona la roja arboleda de mi pecho y me ahoga’. ¿Es un homenaje a la ley antitabaco o expresas el drama del fumador que no puede dejar de fumar?
Más bien esto último. Patológicamente, desde hace cuatro décadas soy fumador compulsivo de dos paquetes diarios de cigarrillos. Una adicción terrible para la salud. Una instintiva técnica de autodestrucción. Es la única droga que no he conseguido superar.
¿Cuál es su postura ante la ley? ¿Es, como dicen algunos, una nueva forma de inquisición?
Conflictiva y contradictoria: como el poeta, como la vida misma. El ácrata idealista que llevo dentro se rebela contra determinadas leyes (de tráfico: me quedan cuatro puntos en el carné de conducir; antitabaco: fumo a escondidas en algunos lugares públicos) Pero el demócrata que soy me invita a respetar la ley y a pagar las multas cuando la incumplo.
Todo el libro posee un tono de búsqueda desesperada. ¿Por qué?
Búsqueda del yo, del yo épico disuelto en el yo lírico. Necesito ser dueño de mi identidad personal en tiempos en los que el Estado deshace individuos para hacer ciudadanos, el Poder nos anestesia para debilitarnos y la globalización nos uniforma para desunificarnos, desunirnos, y, en definitiva, desintegrarnos en seres despersonalizados.
El libro tiene la atmósfera de un diario, de un diario de viaje al interior y con el exterior. ¿Ha sido adrede?
Se trata de una expedición desde la oscuridad a las tinieblas por caminos de luz y ruido; desde el estruendo hacia el silencio, desde aquí y ahora al más allá y al mañana. Un libro testimonial, un memorial de sucesos personales tan impactantes como inolvidables, una agenda de acontecimientos que me han fundado, de técnicas de escapismo (como ciertas drogas) que me han confundido y colocado al borde del abismo.
Dice usted: “¿Mi vida es ya ese torpe buey tan lento, este viejo tractor que no se pone en marcha?” ¿Es esto pesimismo, retórica, temor a la vejez?
Pesimismo lúcido. Un eufemismo del acabamiento.
Siempre identifica la palabra y la vida. ¿Ha vivido así? ¿Qué habría sido de Ángel Guinda sin palabras?
Exactamente: escribir como se vive, escribir como se es. He intentado hacer vida la palabra y hacer palabra la vida. Vivo el silencio y convivo con las palabras. Sin ellas no sería nada, sería nadie, o acaso el misterio y la suprema sencillez de una piedra o una gota de lluvia.
¿Con cuántas sombras, con cuántos fantasmas, con cuántos espectros viaja Ángel Guinda?
Las sombras de cuanto he tenido y arrojé al pasado, de cuanto he perdido por no saber encontrarlo hacia el futuro; y todo lo presente me parece espectral como un mundo en el que no quiero vivir. No paseo, floto; y más que pensar necesito, como Larra, aniquilar para transformar.
Siempre me llama la atención por qué un hombre como usted, rebelde, pícaro, con mucho sentido del humor, es también un hombre trágico, atormentado, que convive con la muerte… ¿Tiene una respuesta Ángel Guinda?
Ante los demás, para no torturarles con mis tormentos, despliego la sonrisa, la carcajada y la ironía desdramatizadoras. Ante mí mismo me muestro cejijunto y torturado, como en el fondo soy.
¿Tiene la sensación de que ‘Espectral’ es el gran libro de su vida, el gran libro de su producción lírica?
Salvador Espriu me enseñó a vivir la creación poética como un aprendizaje. Intento hacerlo mejor constantemente. ‘Espectral’ no deja de ser un libro pequeño repleto de grandes cuestiones. Lo que me preocupa más es pensar qué puedo escribir, si es que sigo escribiendo, en adelante.
Siempre ha sido un defensor de la poesía útil. A la luz de ‘Espectral’, ¿dónde se asienta la utilidad de la poesía?
En su incitación al desconocimiento de la realidad adversa mediante la fuerza y posibilidades de la imaginación. En la invitación a la serenidad en los temas y momentos más graves de nuestra existencia.
¿Por qué ha escrito? ¿Por qué escribe? ¿Para seducir a sus cuatro mujeres, para contentar a sus suegras, para ser más famoso y tener discípulos…, para enloquecer con la belleza de algunas palabras? ¿Para encontrarse?
Para sofronizarme y para no morir. Para enloquecer de lucidez, para huir de la realidad con la imaginación y la existencialidad de las palabras. Las palabras son seres vivos, semillas cargadas con el silencio de los mundos. Rosendo Tello no se cansa de decir que soy un seductor; Carmen Sender, que fue mi profesora, dijo que soy un creador de lenguaje; Manuel Martínez Forega: un romántico; el escritor y periodista Roberto Miranda: un heterodoxo; mis mujeres: un anciano muy niño; y mis suegras: un yerno cariñoso.
*La foto de Ángel Guinda pertenece a José Miguel Marco, fotógrafo de Heraldo.
REDIFUSIÓN DE BORRADORES AL MEDIODÍA
Esta mañana, a las doce, se redifunde Borradores, uno de los programas culturales de Aragón Televisión.
He aquí una obra de Clara Carnicer que pertenece a la colección Alcort.
Invitados al plató: Ángel Guinda, Premio de las Letras Aragonesas 2010, y Orencio Boix, director del Festival de Cine de Huesca y autor del documental ‘Los chicos de provincias somos así’. Ángel habla de su madre, que murió cuano él nació, de sus visitas al cementerio, de su contacto con el trasmundo, habla del término 'poeta maldito' que le acuñó Ángel Crespo, habla de proceso por haber escrito en el Café de la Infanta 'Eyaculad en el ano de Dios hasta el límite del placer' y habla de su nuevo poemario 'Espectral'.
Reportajes: Clara Carnicer en la galería Carolina Rojo y ‘Transformaciones’ en el Centro de Historia. Actuación musical y entrevista con Luis Cebrián y Ana Muñoz, dos de los integrantes de Louisiana, que publica su primer álbum. Ayer me escribió Ana Muñoz y me dijo que ya habían tenido más de mil descargas en la red. [El programa tuvo en su emisión de la medianoche del sábado un 4.6 de espectadores.]
Javier Carnicer, músico y poeta, de una personalidad fascinante, con un talento especial. Puede verse en el documental de Orencio Boix.
Justo Bagüeste y Javier Carnicer.
Juanjo Javierre, fundamental como músico y como activista musical en la cultura aragonesa desde los 80 hasta hoy.
PREMIO PARA JORGE FUEMBUENA: 'GENERACIONES 2011'

Jorge Fuembuena (1979), aragonés nacido en Zaragoza recibe el premio “Generaciones 2011” de Caja Madrid dotado con 15.000 euros.
El jurado, compuesto por Agustín Pérez Rubio (Director del Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León), Lynne Catherine Cooke (Subdirectora de Conservación, Investigación y Difusión del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía) Miguel von Hafe Pérez (Director del Centro Galego de Arte Contemporáneo) ha decidido premiar al aragonés por su serie fotográfica “Holidays”, en las que el artista retrata las muchedumbres en los escenarios del turismo cuestionando el control de las infraestructuras y planes de urbanismo que reglan el concepto moderno de vacaciones.
Han sido más de 1.000 artistas los que han participado en esta convocatoria, premiando la trayectoria del artista a lo largo del año 2010.
El programa "Generaciones", que nació en 2000 con el objetivo de servir de plataforma de lanzamiento para jóvenes talentos en el mundo del arte contemporáneo, es hoy considerado uno de los premios de referencia dentro del panorama artístico español y europeo.
La reconocida coleccionista Lola Garrido ha escrito el texto de introducción de trabajo de Jorge Fuembuena indicando que “nos encontramos con reflexiones más profundas que, por un lado, nos llevan a la pintura y a las estrategias de representación y, por otro, a lo complejo de la construcción de la “realidad”.
Para celebrar estos diez años de andadura, hemos organizado un programa extraordinario. Además de la divulgación del trabajo a través de las exposiciones en, al menos, cuatro ciudades españolas y la edición de los respectivos catálogos ( la reconocida coleccionista Lola Garrido ha escrito el texto de introducción de trabajo de Jorge Fuembuena), ha sido fundamental en la repercusión del programa, reconocido por críticos, comisarios y galeristas que a menudo han recurrido a él para descubrir a jóvenes creadores.
El 27 de enero se inaugura en el Centro de Arte La Casa Encendida de Madrid la muestra. Están convocados todos los medios de prensa nacionales y un gran número de internacionales de 10.30h a 13 h, en el que intervendrán José Guirao, Jefe de Cultura de Obra Social Caja Madrid y Oliva María Rubio, comisaria del proyecto.
Diseñado como un programa anual a largo plazo, Generaciones concreta la vocación y el compromiso adquiridos por Caja Madrid en un proyecto cuyo objetivo es promover el arte, apoyar el trabajo de los artistas más prometedores y facilitar la difusión de la producción artística actual en España.
Con una sólida trayectoria, Generaciones viene realizando en los últimos diez años un importante papel en la proyección de artistas y en la promoción de la creación actual ya que estamos convencidos de que al apoyar las creaciones de las jóvenes generaciones impulsamos el arte del futuro.
Generaciones es un proyecto que evoluciona con cada edición, adecuando su propuesta a las demandas de la creación contemporánea y actualizando su oferta, por lo que se ha convertido en un referente entre la comunidad artística de nuestro país.
*Me envía este correo Jorge Fuembuena y Caja Madrid. La primera foto es del proyecto ganador. En el medio hay un retrato de Jorge Fuembuena y más abajo un retrato que le hizo a Asunción Balaguer.
EL AMOR DE PAUL ELUARD Y NUSCH
*Las fotos proceden de Man Ray y otros autores.
OCTAVIO GÓMEZ MILIÁN ENTREVISTA A DANIEL GASCÓN EN SU BLOG
El poeta, rapsoda moderno, crítico musical y editor, entre otras muchas cosas, Octavio Gómez Milián publica en su blog, leocamaleon.blogspot.com, esta entrevista con Daniel Gascón a propósito de su último libro: ‘La vida cotidiana’ (Alfabia), que presentará en breve en Madrid, Barcelona y San Sebastián, en varias de sus FNAC. Octavio Gómez Milián, columnista de ‘Heraldo’ y colaborador de los programas de Miguel Mena y Alberto Guardiola, se ha convertido en una importancia referencia en la actividad cultural de Aragón en los últimos años. Tres de sus poetas favoritos son Sergio Algora, Ángel Guinda y Manuel Vilas. Se caracteriza por su hiperactividad y por su curiosidad. También es disc jockey.
Daniel en su casa, retratado por la artista neozelandesa Philippa Susan Tetley.
Daniel Gascón acaba de publicar su tercer libro en la editorial Alfabia: La vida cotidiana. Después de ser nombrado Nuevo Talento FNAC y presentar en Zaragoza, inicia una gira por distintos FNAC´s de la geografía española. Un libro que me ha fascinado y en el que toda una generación puede verse reflejada, sin impostaciones ni desesperanza (sólo la justa, claro)
Preséntate en tres líneas.
Soy Daniel Gascón. Nací en Zaragoza en 1981. Soy el mayor de cinco hermanos. He vivido en el Bajo Aragón y el Maestrazgo, en Inglaterra, Francia y Madrid, y ahora vivo en Zaragoza. Acabo de publicar mi tercer libro, La vida cotidiana.
Define tu libro en una frase.
Es un libro que habla de hacerse mayor, del amor, la infidelidad y el aprendizaje, y que oscila entre el humor y la tristeza.
El relato corto o el cuento tiene, aunque sea generalizar mucho, dos escuelas (si no estás de acuerdo me añades alguna tendencia más): los de “planteamientonudoydesenlace” con final sorprendente y los que son más evocadores, dando un final no cerrado o para que el lector cierre. En este libro aparecen tanto de los unos como de los otros ¿deliberado? ¿te sientes más cómodo con una de las dos vías?
Me apetecía que en el libro hubiera cuentos distintos formalmente, y también que se repitieran elementos entre diferentes relatos. En general, creo que me siento más cómodo con los cuentos más evocadores. Y mi tipo de final favorito es el que termina con una imagen que revela algo del personaje, el que –por usar una frase de Vila-Matas- cierra con una fotografía que contiene una vida entera. Pero creo que la gracia de esos finales también está en no abusar de ellos. Y me apetecía divertirme con algún final sorpresa (además, como el libro habla de la vida cotidiana, trata también de los malentendidos, que producen finales sorpresa). La idea, de todos modos, era que la sorpresa final no fuera la única justificación del relato: que el final no sea un truco y se pueda releer el cuento aunque se conozca aunque se sepa cómo termina.
Me sorprendió durante la presentación en Zaragoza cuando comentaste que en un momento “empezaste a escribir relatos que se ajustaran al tono del libro”. Me dio la sensación de que, de alguna manera, buscabas una especie de unidad interna en el libro, una especie de novelización fragmentaria (aunque ahora la fragmentación en la novela se aplique a otros manuscritos)¿es posible?
Como lector, me gusta que los libros de relatos tengan una unidad, que se puede conseguir de muchas formas. En este caso, buscaba cuentos que tuvieran un tono realista, con humor y melancolía, centrados en un personaje, una edad determinada y unas experiencias: el amor, los primeros trabajos, la amistad, la escritura. He escrito otros cuentos que se iban un poco y no los he incluido. Y luego, creo que otro elemento importante para esa unidad es el narrador en primera persona. Así que hay otros cuentos que pasé de la tercera a la primera persona.
Además de la novela fragmentada y la sitcom, cuando estructuro los libros pienso mucho en los discos que me gustan, en cómo alternan temas más potentes con otros más intimistas y crean una especie de arco dramático.
Jonás Trueba y Daniel repasan el guión de 'Todas las canciones hablan de mí'.
Hubo muchas referencias al guión de “Todas las canciones hablan de mí” en la presentación, incluso en la solapa del libro lo usan de “promoción”. Pero al leerlo veo más una continuidad con tu obra narrativa que hermanamiento con la película. Es decir, una unidad aparte, nada de relatos que hubiera podido ser parte del guión o elementos paralelos... ¿Cómo ves esa simultaneidad entre cine y literatura, justo ahora?
Me gustan los dos medios y espero seguir trabajando en los dos. Creo que hay algunos puntos de contacto con la película y algunos cuentos, como “Abdominales”, formaban parte de los relatos, novelas o películas en los que pensábamos cuando empezamos a escribir el guión. Pero es verdad, el libro se parece más a mis otros libros. Es lógico, porque el guión lo escribí con Jonás Trueba y entre los dos escribimos cosas que no escribiríamos en solitario: de hecho, por eso escribimos juntos. Y luego él dirigió la película, y las películas siempre son del director.
Me gusta la frase: “mientras no se diga explícitamente lo contrario, estoy escribiendo una novela”. ¿es necesaria una novela para consagrarse? ¿Tienes miedo de alargar algún relato por la “ansiedad” de ser novelista?
Parece la prueba de fuego de muchos escritores. Aunque también hay otros escritores que solo escriben cuentos. Me gustaría escribir una novela, porque también quiero probar ese género. Tengo ese miedo a estirar un relato como si fuera un chicle, claro, pero de momento me ha pasado al revés: textos que había pensado como novelas se quedaban en cuentos largos. Es lo que me ocurrió con “La generación perdida”, el primer cuento de El fumador pasivo.
En tu blog eres, en mi opinión, un escritor político. En este libro hay un relato muy incisivo sobre la penúltima generación politizada en España, tienes el colmillo bastante afilado, la verdad... ¿crees en el compromiso intelectual de crítica al poder?
Me interesa la política y me gusta participar en la discusión, para defender las cosas que creo que hay que defender: la libertad, la democracia, la razón. En el libro he intentado que también estuviera eso, pero en el blog es el tema principal. Aunque me equivoque muchas veces, creo que es bueno decir lo que uno piensa e intentar analizar las cosas.
Sé que es una pregunta tópica, pero...¿escuchas música mientras escribes? En una época de referencias pop constantes en la literatura tus cuentos no se salpican de esas incursiones rockeras, son muy asépticos en ese sentido...
Sí, escucho música mientras escribo. Bastante variada: desde cosas de jazz a americana o pop. Pero es verdad que hay pocas referencias musicales en mis cuentos. Me encanta la música y muy pocas cosas me hacen tan feliz como algunas canciones, pero no tengo la erudición pop que tienen muchos de mis amigos y esas referencias no me surgen con la misma naturalidad que a ellos. Por otro lado, también me gustan mucho el cine y la literatura y generalmente no hay muchas referencias cinematográficas o literarias.
La última canción que has tarareado
“Yo soy como Portugal”.
La última frase que te ha gustado
“La gran mayoría de las gente está mucho mejor alimentada, alojada, entretenida y protegida contra las enfermedades y tiene más posibilidades de llegar a una edad avanzada que sus antepasados”. De Matt Ridley, El optimista racional. Y leí el próximo libro de Ismael Grasa, La flecha en el aire, y lo subrayé casi entero.
¿El libro digital matará a la estrella de la Underwood? ¿te preocupa?
No lo sé: a veces pienso que habrá una convivencia, otras me parece que el libro digital tarda más de lo que parecía que iba a tardar hace unos meses. Me preocupa, porque la industria editorial tendrá que adaptarse y muchos amigos y yo trabajamos en esa industria, pero creo que la literatura seguirá existiendo y eso es lo más importante.
La última copa que te has bebido
Un gin-tonic en el Penguin, cerca de casa.
La última persona que te queda por besar
Mi novia tiene que estar a punto de llegar del trabajo, voy a saludarla con un beso.
La última noticia que te ha hecho pensar: “Alguien debería escribir sobre esto”
Se ha escrito mucho de las dos, pero me han impresionado lo de las lenguas cooficiales en el Senado y la revolución en Túnez. Y también que Belloch se gastara 3.700 euros del ayuntamiento de Zaragoza en invitar al equipo de fútbol de una localidad que lo había hecho hijo adoptivo.
El último libro que has leído y el próximo que tienes ganas de leer.
El optimista racional, de Matt Ridley. Tierra desacostumbrada, de Jhumpa Lahiri.
Portada del libro realizada por Clara León.
KIKE CALVO: UNA FOTO COSMÉTICA

Kike Calvo, el fotógrafo zaragozano que da la vuelta al mundo por tierra, mar y aire, publica en facebook esta curiosa foto de turismo cosmético, realizada en Colombia. Autor de varios libros, apasionado por la naturaleza, Kike Calvo es un fotógrafo de colores especiales. Un fotógrafo del color y de los arabescos constantes de la vida.
KATI HORNA: LA GUERRA Y LOS AMIGOS
Esta mañana he recibido un mensaje sobre la pintora Remedios Varo, cuya obra vi hace años en Madrid y en Zaragoza y Teruel. Durante un tiempo la compañera de Benjamin Péret, que combatió en la batalla de Teruel. Es una pintora surrealista muy especial, de figuras inquietantes que moran en lugares extraños. Mágicos. Soñados. Ella me llevó a la pintora húngara Kati Horna (1912-2000), que se exilió en México y que captó fotos impresionantes de la Guerra Civil, especialmente de la soledad de la plaza del Torico turolense, cubierta de escombros, y ella me ha llevado, a su vez, a esta foto de Robert Capa, de joven. Ella retrató así a su paisano André Friedmann y él la captó así a ella.
Para ambos, empezaba la vida y sus tumultos.
Cuando iba a editar la página encuentro esta foto de Remedios Varo realizada por Kati Horna, en 1963.
También le tomó fotos a otra artista y escritora surrealista: Leonora Carrington, la mujer que enamoró a Max Ernst y que estuvo ingresada en un hospital de Santander.
Y he aquí una foto de Kati Horna tomada en las callejas de Teruel a los milicianos.
ISABEL BISCARRI: 'ESTO ES LIBRO'
Todo está en los libros plegados
La artista y diseñadora Isabel Biscarri expone una original instalación escultórica y fotográfica en la Biblioteca de Aragón
Isabel Biscarri (Zaragoza, 1960) ha desarrollado, durante tres años, una tarea titánica o una auténtica labor de chinos: plegar y plegar un montón de libros, más de 150, para construir una exposición tan sugerente como ‘Esto es libro’, que se exhibe en la Biblioteca de Aragón. Lo ha hecho con tanto ahínco que casi ni salía a la calle para ver el sol. Se trata de una exposición que es y no es lo que parece: es una instalación, una ‘performance’ de páginas y páginas, un conjunto de columnas y de fotografías que revelan la pasión por el libro, por el diseño y por la creación artística. Y por el arte oriental, especialmente por las casas de papel de Japón. Afirma: “Yo creo que podríamos ‘Esto es libro’, frase que evoca a Cervantes, como una instalación escultórica y fotográfica que nace de toda una vida como lectora y constructora de libros raros y de diseñadora editorial. Lo que hago es cambiar de función el libro y lo convierto en escultura”.
“La mayor parte de los libros son míos, aunque también ha habido bibliotecarios que han colaborado con algunas donaciones para este proyecto. Los libros no están rotos ni pegados. Se pueden volver a leer. La mayor parte de los volúmenes corresponden a las cajas de un último traslado”, explica Biscarri.
Con esta muestra, Isabel Biscarri toma como elemento simbólico la columna, muchas columnas hechas de libros, de prismas de papel, de ejemplares ilustrados, columnas elaboradas a tamaño natural mediante montajes fotográficos. Señala: “Mis temas son siempre los mismos: el paso del tiempo y lo que tienes dentro y nadie conoce. Aquí hay muchos libros de mi infancia, y he comprobado qué mal se imprimía entonces. Hay libros que leía mi hermana, libros que me acompañaron en los viajes, hay muchos libros de arte y de diseño, de mi especialidad, hay libros de los 70 y 80 que ya están en internet y que son de deficiente calidad, sobre todo las reproducciones fotográficas –agrega-. Todos tenemos un mundo íntimo que no se conoce: lo que somos está en los libros. Somos los libros que hemos leído. Y empleo la columna como cimiento invisible de la personalidad, como una metáfora”. Le gusta contar que ha empleado el libro ‘Los rostros de Cristo en el arte español’: al plegarlo el texto desaparece y dialogan dos medios rostros, inquietantes y siempre distintos, de Cristo “que me gustan mucho”.
Isabel Biscarri ha recibido algunos reproches de amigos lectores y de bibliófilos. “Alguno ha dejado de hablarme. Me dicen que cómo me atrevo a hacer con los libros”, recuerda con una sonrisa. “Ahora ya no quiero comprar libros. No quiero más. Quiero guardar cosas que me conmuevan como ‘Moby Dick’ y sobre todo ese montón de libros estrambóticos de artista, amigos o no, que tanto me gustan, y que sigo coleccionando y buscando”. Profesora durante años en Escuela de Artes y en la Escuela Superior de Diseño de Aragón, le gustaba hacer proyectos específicos con sus alumnos con cuentos o con libros de autores aragoneses, sobre todo. La muestra ya ha tenido su eco: una de las columnas de libros se quedará para siempre en la sala de lectura de la Biblioteca de Aragón. Será una escultura de libros en la morada del libro.
RETRATO DE JOSÉ LUIS BALAGUERÓ
Esta foto es de José Miguel Marco.
La mirada del padre
José Luis Balagueró es uno de esos artistas casi secretos que suele dar este territorio. Hijo de un maestro catalán que pidió plaza en Aragón, pasó sus primeros años en Romanos, donde nació en 1930. Un día del verano de 1936, recién estallada la guerra, aparecieron por el pueblo varios soldados falangistas: le preguntaron dónde estaba su padre y él lo vio salir de la escuela con su bata. Se lo llevaron, primero a Daroca y luego a las tapias del cementerio de Torrero, donde fue ejecutado. José Luis Balagueró jamás pudo olvidar ni la mirada del adiós de su padre ni el miedo y los gritos de su madre y su hermana, que no entendían nada. Desde joven le gustaba dibujar y pintar. Se trasladó a Francia, y fue devuelto a Zaragoza bajo la acusación de haber participado en el maquis. Estuvo detenido, luego pasó controles periódicos y en cuanto pudo se marchó de nuevo. Residió en Lille, en París, en Zurich, en Formentera y en Chicago durante una década; regresó definitivamente en 1975. Es un artista de la forma y del color, de la música y de la sugerencia, en el que se perciben los ecos de Klee, Nicolas de Stäel y Kandinsky. Reside en El Escorial desde hace algún tiempo, y ahora posee un estudio para hacer cuadros grandes. Grandes, atractivos, de gran fuerza plástica, como puede verse en el Museo Camón Aznar. Se siente zaragozano por los cuatro costados y le gusta decir que fue visitar a Picasso por la parte trasera del jardín, que lo recibió en su taller y que le regaló un dibujo, algunas confidencias y una sonrisa. Expuso en ‘El día’ en los años 80 e hizo una muestra intimista de papel en el palacio de Montemuzo en 2005. Si aquella era una recuperación, la de ahora en Ibercaja es una confirmación. Balagueró es un magnífico pintor con memoria: un artista de la luz contra las sombras del tiempo.
ESTA MEDIANOCHE, BORRADORES
Mañana en ‘Borradores’. Reportajes: JOSÉ MANUEL BLECUA, PÁGINAS DE ESPUMA Y JUAN CASAMAYOR, MINÚSCULA Y VALERIA BERGALLI, FR-ACCION Y CALEIDOSCOPIO.
Invitados al plató: ALMUDENA VIDORRETA Y LUIS ANTONIO PUENTE
Actuación musical: BCOLORS
Valeria Bergalli, editora de Minúscula. Foto de José Miguel Marco.
Borradores ofrece esta noche, a las 0.30 (Aragón Televisión), una entrevista con el director de la Real Academia de la Lengua José Manuel Blecua, que reconstruye su vida en Zaragoza, su aprendizaje con maestros tan importantes como Ynduráin o Félix Monge, y sus proyectos para el futuro, tanto en la órbita latinoamericana como en la relación con Estados Unidos. Además se ofrece un reportaje sobre la primera década de la editorial Páginas de Espuma, que dirige el aragonés Juan Casamayor, y se habla del libro colectivo de relatos ‘Pequeñas resistencias 5’, en el que intervienen ocho autores aragoneses; en el programa hablan, además del coordinador Andrés Neuman, los escritores Ismael Grasa y Cristina Grande. Otra editorial, Minúscula, celebra su primera década. Su editora Valeria Bergalli explica la línea editorial, las colecciones, las apuestas por autores centroeuropeos, por los libros de viajes y por las memorias, y recuerda que ha publicado a la aragonesa Mercè Ibarz.
Arriba: Daniel Gascón, Andrés Neuman, Cristina e Ismael Grasa. Abajo, Miguel Serrano, Manuel Vilas y Juan Casamayor, editor de Páginas de Espumas.
Visitan el plató, en un programa muy literario, el narrador y profesor Luis Antonio Puente, que acaba de publicar la novela ‘Desterrado de cierzo’ (Mira), las aventuras de un joven que debe redimir a su familia del hambre y de la necesidad en pleno siglo XIII, y la poeta Almudena Vidorreta, autora de ‘Lengua de mapa’ (Prensas Universitarias de Zaragoza), un libro alegórico de amor y deseo, que acaba de recibir el premio de Poesía de la Universidad.
Almudena Vidorreta.
Borradores se completa con un reportaje sobre las micro-performances Fra-accion (hablan, entre otros, Juan Escós y Antonio Chiprana) y con una visita a la exposición de ‘El pez dorado’, que celebra los 25 años de Caleidoscopio en el Centro de Historia.
La actuación musical corre a cargo del grupo de fusión y tecno pop BColors, formado por músicos franceses, colombianos y zaragozanos. Toca dos temas, ‘Regard le ciel’ y ‘Mis colores’, y hablan en la entrevista habitual Dorothee Moine, cantante francesa, y el bajista colombiano Edu Arenas.
ALBERTO RODRIGÁLVAREZ EN LA COSTA

El estupendo fotógrafo Alberto Rodrigálvarez me envía esta “foto de costa”.
Alberto está especializado en fotografía de danza, aunque su mundo, su abanico de temas, es muy amplio.
MIGUEL HERNÁNDEZ-SERRAT, EN ZARAGOZA, EN EL PARANINFO
HOY: INAUGURACIÓN DE LA EXPOSICIÓN
MIGUÉL HERNÁNDEZ – SERRAT:
“HIJO DE LA LUZ Y DE LA SOMBRA. Imágenes para un poeta”
Fecha: Inauguración, 26 de enero
Hora: - 10:30 h: Visita Guiada: Paco Simón, director artístico realizará una visita guiada a puerta cerrada para los medios
- 11:00 h: Encuentro con Medios. Los portavoces de la exposición y los directores invitados estarán a disposición de los Medios
- 12:00 h: Inauguración oficial, con las autoridades (discursos)
Lugar: Paraninfo de la Universidad de Zaragoza (Pza. Basilio Paraíso, 4). Antesala Exposición(Planta Baja)
Hoy, 26 de enero, en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza, se inaugura la exposición Miguel Hernández-Serrat: “HIJO DE LA LUZ Y DE LA SOMBRA. Imágenes para un poeta”.
Han confirmado su presencia a la inauguración Carlos Pérez Anadón, Teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Zaragoza y Javier Lambán, Presidente de la Diputación Provincial de Zaragoza como organizadores de la Exposición; y Manuel López Pérez, Rector de la Universidad de Zaragoza, como anfitrión.
A las 10:30 h, el artista Paco Simón, director artístico, realizará una visita guiada para los medios, a puerta cerrada.
Entre las 11.00 y las 12.00 h, estarán a disposición de los medios de comunicación los portavoces de este evento cultural. Joan Manuel Serrat (dirección musical), Agustín Sánchez Vidal (dirección textual) y José Luis García Sánchez (dirección audiovisual)
A las 12:00 h. Inauguración oficial de la Exposición, a cargo de las autoridades asistentes (discursos)
Se trata de un montaje promovido por Joan Manuel Serrat como homenaje a Miguel Hernández, en el que se propone un recorrido sobre la vida del poeta a través de las canciones de Serrat, sobre las que 20 directores de cine españoles- los más conocidos y amigos personales de Serrat- han hecho 20 micropelículas. Todo ello sobre un montaje artístico coordinado por el artista aragonés, Paco Simón. El itinerario se distribuye en bloques iconográficos que van recogiendo el transcurso de la obra de Miguel Hernández, siempre en función de las canciones y los tratamientos fílmicos y gráficos suscitados. La Comisaria es Ana Marquesán, Directora del Departamento de Investigación y Archivo de la Filmoteca de Zaragoza. (adjuntamos resumen)
Han confirmado su presencia en la inauguración los directores de cine José Luis García Sánchez, Rogelio Caballero, Imanol Uribe, Pedro Olea, Pere Portabella, Manuel Gómez Pereira
Vistas guiadas. Con la colaboración del Vicerrectorado de Proyección Cultural y Social de la Universidad de Zaragoza, se ha organizado un servicio de visitas guiadas gratuitas. Están destinadas a centros escolares y asociaciones aragonesas que muestren su interés por conocer esta propuesta cultural. Para los centros culturales, la organización de la exposición ha creado un “ficha didáctica” que se ha enviado a los centros escolares para facilitar la preparación previa de la visita.
El horario de las visitas será:
- De martes a viernes: a las 10:00, a las 12:00 y a las 18:00 horas
- Sábado: a las 11:00 y a las 12:30 horas, visita guiada libre para cualquier persona que se quiera apuntar.
(A lo largo de la semana, si no hay grupos en alguno de los horarios, la guía propondrá a los visitantes, si desean participar en una visita guiada).
Reservas: Llamando al Tel. 976 76 20 96, en horario de 9:00 a 14:00 horas, de lunes a viernes.
UN RETRATO DE SERRAT

El pasado miércoles, en una suite del Gran Hotel, el equipo de Borradores entrevistó a Joan Manuel Serrat con dos cámaras para un programa especial que se emitirá el martes 15, en el que intervendrán, entre otros, Paco Simón, Agustín Sánchez Vidal, José Luis García Sánchez, Ana Marquesán, El Silbo Vulnerado, etc. Fueron varios los fotógrafos los que le tomaron fotos: Esther Casas para ‘Heraldo’ y Pedro Hernández, uno de los integrantes del Colectivo Anguila, y Pedro Etura, otro estupendo fotógrafo A Photo Agency que aparece en mi libro ‘Fotografías veladas’. Esta mañana, Pedro Hernández, siempre cariñoso, me ha enviado este retrato de Joan Manuel Serrat. El Colectivo Anguila solo dispuso de trece segundos para sus fotos, y he aquí el resultado. Una foto maravillosa, tomada en el pasillo de la tercera planta del Gran Hotel.
* La foto de Serrat es de Pedro Hernández y de Pedro Etura. Serrat vino a Zaragoza a presentar en el Paraninfo el proyecto 'Hijo de la luz y de la sombra. Imágenes de un poeta', en el que han colaborado Ana Marquesán, Agustín Sánchez Vidal, José Luis García Sánchez y Paco Simón, entre otros.
ERNESTO PÉREZ ZÚÑIGA HABLA Y CUENTA
Ernesto PÉREZ ZÚÑIGA PUBLICA
‘EL JUEGO DEL MONO’ EN ALIANZA
BIOBIBLIOGRAFÍA DEL AUTOR
Ernesto Pérez Zúñiga (1971). Como narrador es autor del conjunto de relatos Las botas de siete leguas y otras maneras de morir (2002) y de las novelas Santo Diablo (2004) y El segundo círculo (2007, Premio Internacional de Novela Luis Berenguer). Entre sus libros de poemas, destacan Ella cena de día (2000), Calles para un pez luna (2002) por el que recibió el Premio de Arte Joven de la Comunidad de Madrid y Cuadernos del hábito oscuro (2007). Forma parte de diversas antologías, la más reciente Pequeñas resistencias 5 (2010). Ha colaborado en publicaciones como “El rapto de Europa”, “La Mancha” (en Internet) o “El Viajero”. Aunque nació en Madrid, creció en Granada, ciudad en la que no tuvo más remedio que convertirse, de día, en paseante, buscador de plazas y de fuentes; de noche, en noctámbulo. A pesar de una temprana vocación naturalista, se decidió por la escritura desde la adolescencia. En Granada se licenció en Filología Hispánica y publicó sus primeros libros de poemas. Durante aquellos veranos, gracias a pequeños trabajos, recorrió Europa en tren, y quiso fundar una república musical en una isla del Báltico. Con la única beca universitaria que recibió durante sus estudios, se compró un saxo tenor para perseguir al Perseguidor de Cortázar y Lester Young. En compañía de su saxofón, vivió en Málaga, en Ronda y en la Línea de la Concepción, donde fue profesor en un instituto, experiencia que marcó el inicio de esta novela, El juego del mono. Fue precisamente en el ambiente de esta ciudad, donde comenzó a escribir narrativa. Después de un verano en el barrio de Regla, en la Habana, pasó por Madrid, donde sobrevivió a un accidente de moto. Fue entonces cuando decidió no regresar a su trabajo como profesor en Andalucía, y quedarse en Madrid para centrarse lo más posible en la escritura. A pesar de sus ensoñaciones de ganarse la vida como saxofonista, comenzó a trabajar en pequeñas editoriales, hasta llegar a dirigir algunas prestigiosas colecciones literarias. Mientras tanto publicaba sus primeros libros en Madrid. Después de que una de las crisis económicas de nuestra época se llevara por delante la editorial donde trabajaba, se presentó a una plaza de técnico de literatura en el Instituto Cervantes, donde hoy coordina el Departamento de Actividades Culturales. A veces quisiera vivir en el valle de las Quemadas, cerca de las ruinas de Acinipo, con un caballo y un perro, pero es adicto al cine negro, a sus amigos, y a los libros de autores como Valle Inclán, Onetti, Guimaraes Rosa o Murakami, vicios inevitablemente urbanos. Sus ciudades favoritas hoy son Palermo y Tokyo, Padova y Sevilla (ciudades ambas de Dante), y Madrid. La novela, su territorio más libre. Nunca ha tocado bien el saxofón.
Su web es www.ernestoperezzuniga.com
Entrevista con Ernesto PÉREZ ZÚÑIGA
¿Qué tipo de novela es El juego del mono?
Es una novela que se presenta como un juego para el lector. Éste tiene en sus manos una intriga, una investigación que es mucho más de lo que parece. El juego se vuelve más divertido y más interesante conforme el lector avanza por la historia. Él mismo se ve envuelto en las mismas preguntas que el protagonista y en su proceso de búsqueda y transformación. En este sentido, esta novela juega con el género de la novela negra (como las anteriores jugaban con el esperpento de Valle Inclán y la novela histórica, o el cuento de miedo y la tragedia griega). La novela es el género más libre, por eso el tema de la frontera es tan importante en El juego del mono, para cruzar las fronteras con libertad.
Háblanos de esas fronteras.
Es una novela sobre nuestro tiempo, que se desarrolla en una frontera legal, entre la Línea de la Concepción y Gibraltar. Pero, además, el tema de la frontera es fundamental. Los personajes de esta novela son habitantes de la frontera, contrabandistas de La Línea de la Concepción, por ejemplo. Y toda la novela trata acerca de la frontera: una sociedad de frontera, la frontera entre lo animal y lo humano, entre la vigilia y el sueño, el juego y la responsabilidad, el amor y del poder, la libertad y la manera en que somos prisioneros en nuestra sociedad, la ficción y la realidad. Por otro lado, esta novela juega también con la frontera entre los géneros literarios, introduciendo una estructura dentro de otra, como las muñecas rusas: cuentos, artículos de periódico, un diario, un anuncio, un correo electrónico, un libro dentro de otro.
Y en el centro de todo eso, Montenegro...
Sí, Montenegro, el profesor, una voz que cuenta su historia como en algunas novelas de Raymond Chandler o en el cine negro, desde dentro, con cierta ironía, con cierto escepticismo, con melancólica culpa. Un antihéroe que en la novela tiene como referencia a los seres de ficción que interpretaba Bogart, Philip Marlowe, que bebe como ellos, e intenta ser un “duro” con las mujeres, pero al que la realidad vence una y otra vez. En este sentido tiene también algo del Larsen de Onetti.
¿Cuáles son las claves argumentales de esta novela?
El juego del mono emprende una bajada a los infiernos del instinto humano, su animalidad, su deseo y su necesidad de salvación. Está estructura- da como un juego circular, donde el protagonista también debe escribir un libro para salvarse. De hecho, la novela rompe una lanza por la autenticidad literaria, como una de las pocas cosas que enaltecen al ser humano, librándolo de la locura y de la desesperación. El protagonista y narrador, Montenegro, es un profesor neurótico y alcoholizado, que vive en una casa con sótano, en un pueblo casi abandonado. Ese sótano es el lugar donde baja a enfrentarse a sus fantasmas, y también donde, al parecer, estuvo secuestrado un hombre que apareció muerto años atrás. En su relación con sus alumnos, Montenegro se enamora de una adolescente a la que imparte clase, al tiempo que mantiene un affaire con una compañera de trabajo adicta a la cocaína. En la novela es importante el tema de este tipo de adicciones, que, más que liberarnos, nos acercan a lo animal. De hecho, Montenegro visita a menudo Gibraltar, donde experimenta con los monos entregándoles pequeñas botellas de whisky. Un día, encuentra un manuscrito en el sótano, escrito por el hombre secuestrado y asesinado. La lectura de ese libro interno, que es un canto a la pureza bajo una situación de tortura, transforma íntegramente al protagonista, que inicia a partir de ese instante una búsqueda del asesino.
Parece un juego peligroso.
Decía Nietzsche que el juego es uno de los fundamentos del ser humano, un juego realizado con el poder de creación de un niño, también con su falta de responsabilidad. Nuestra sociedad se ha entregado a esta visión del mundo en nuestra época más que en ninguna otra. En este sentido, el protagonista de esta novela, Montenegro, toma conciencia de las consecuencias nefastas de este juego, y lo hace gracias a un mono, un primate jugador por excelencia.
¿Qué tipo de consecuencias?
Nuestra aparente falta de responsabilidad, el abandono de la ética en nuestra forma de vivir. Sin ella somos poco más que monos. Durante la no- vela, en algunas ocasiones Montenegro encuentra en los monos un brutal espejo, la soledad de los animales desvalidos. El ser humano también puede llegar a serlo, un animal desvalido, y un animal peligroso.
¿En Gibraltar, en la Línea de la Concepción especialmente?
En absoluto. La Línea de la Concepción no era más que otra víctima de la sociedad, una ciudad en la frontera de Europa. Viví allí en el 97. Ahora ha cambiado mucho, pero entonces resumía muchas de las contradicciones de nuestro mundo: un paro brutal, jóvenes con la única prosperidad posible en el contrabando, aceras abandonadas a los vientos del Estrecho. Al mismo tiempo, un lugar de una belleza natural apabullante. Allí fui profesor y fui consciente de la inmensa responsabilidad que tiene la educación, y cómo muchas veces está en manos de personas que no creen en ella, o que han sido vencidas por la desilusión y el desencanto. Por eso quise retratar a Montenegro como un profesor irresponsable, aunque en el fondo se da cuenta de lo fundamental que es cambiar las cosas. Sus alumnos apenas saben leer y escribir con solvencia. Esto es un hecho en muchos institutos de secundaria de España, aunque cueste trabajo admitirlo. En España urge una reforma del sistema educativo, contenidos, métodos para motivar a los alumnos, medios, formación y seguimiento del profesorado. Los profesores sacan unas oposiciones, son contratados, y se enfrentan a una clase que puede estar llena de alumnos muy conflictivos, ya sea por su actitud o por su bajo nivel de conocimientos, algo que muchas veces está ligado, por supuesto. Son una especie de llaneros solitarios, abandonados por la propia estructura a la que pertenecen, y que poco a poco dejan de creer en su trabajo. He conocido casos de profesores que no creyeron nunca en él. Eso es también inadmisible.
¿Te documentaste entonces en directo?
Fue una época feliz. Conocí a personas maravillosas, entre los profesores y entre los alumnos. Hablé también con algunos pequeños contrabandistas, me contaron a su manera cómo trabajaban. Yo iba haciendo memoria literaria de todo. De hecho, fue ese año, el 97, cuando dejé de vivir en Andalucía para venir a Madrid, la ciudad donde nací y a la que siempre había querido volver, para centrar mi vida en la escritura. Hasta entonces sólo había escrito poemas. A partir de entonces, comencé con la narrativa. Esta novela dio los frutos de aquel mundo diez años después. La comencé en el 2007. De alguna manera cierro un círculo con ella. De las tres que he escrito, es con ésta con la que estoy más satisfecho.
En ella haces varios homenajes literarios.
Empezando por el protagonista. Montenegro es el apellido de la madre de Valle-Inclán, y uno de los míos, el quinto o el sexto, quizá el séptimo o el octavo, pero me gusta pensar que soy descendiente del escritor que más quiero. Montenegro tiene algo del Marqués Bradomín de las Sonatas, cierta perversidad y cierto lirismo en su manera de hacer memoria. Luego la novela tiene homenajes a la Santa María de Onetti, a perdedores lúcidos como el doctor Díaz Grey, o a las fantasías psicológicas de Murakami, a las Mil y una Noches, a la literatura oriental, a Nabokov, muchos otros. Todo escritor es una suma voces, toda novela contiene otras. Los mejores amigos de Montenegro son seres de ficción. Yo creo que la mejor literatura nos salva y nos acompaña en la vida con una complicidad y una fuerza similares a la amistad, y esta novela sostiene esta idea y de alguna manera la celebra.
*Cuelgo aquí esta entrevista que me ha remitido Mar Portela y la editorial Alianza. Conozco a Ernesto Pérez Zúñiga, hemos coincidido en un par de ocasiones, nos hemos intercambiado correos y no sabía que tenía una vida tan historiada. El libro es realmente estupendo, las críticas en diversos medios lo corroboran a diario.
RAMÓN FONTSERÈ: A PROPÓSITO DE 'TODAS LAS CANCIONES HABLAN DE MÍ'
La escritora Aloma Rodríguez, autora de ‘París Tres’ (Xordica, 2007) y ‘Jóvenes y guapos’ (Xordica, 2010), entrevista a Ramón Fontserè con motivo de su publicación en ‘Todas las canciones hablan de mí’, la película de Jonás Trueba, que opta a dos Goya: el mejor actor revelación de Oriol Vila y al mejor director novel, el propio Jonás. La película ha sido escrita por Jonás Trueba y Daniel Gascón, autor de 'La vida cotidiana' (Alfabia, 2010).
La entrevista puede leerse también en:
http://todaslascancioneshablandemi.wordpress.com/2011/01/27/una-entrevista-con-ramon-fontsere/
Tu personaje, el librero, es el único adulto que aparece en la película, ¿cómo te has sentido entre tanta juventud?
Muy bien. Estaba muy bien rodeado, fantásticamente bien. Yo me siento muy cómodo porque hay algo en eso que transmite no la cosa del principiante, sino la ilusión de hacer las cosas con una energía fuera de lo normal. En los rodajes –yo he hecho pocos- con gente muy bregada hay una energía muy cansina. En cambio, en este tipo de rodajes, la energía que hay en el ambiente es más prístina, más clara, arremete con más intensidad, y eso es cojonudo porque te obliga a estar a la altura, a subirte un poco, te obliga a recoger este rebufo, esa térmica tan buena. Y además, trabajar con Jonás es una pasada. A mí me gusta que me lleven, que me enseñen un poco la dirección de la interpretación, por dónde va el personaje. Y Jonás es un tipo que pese a su juventud lo tiene todo muy claro, es el “antizapatero” –que cambia constantemente. Jonás te lleva muy bien, sin estridencias, muy suave y eso es cojonudo. Cuando te encuentras un chico así, un director así se agradece mucho.
También te mueves en otro registro distinto al del resto de los actores para construir un librero de viejo bastante entrañable y con un punto borde, ¿cómo fue la preparación?
Yo creo que en eso sí que se ve la mano del director, en esa especie de tío-padre de Ramiro -que es un afortunado porque tiene todas las novias, es un playboy. Luismi es una especie de tipo estrafalario, de esos tipos que se han quedado en un tiempo, que no han avanzado, son tipos que a mí me gustan mucho. Cuando escribí Visca la terra! intenté retratar un poco a esos tipos que a pesar de los tiempos se han mantenido igual, con los tirantes y la máquina de escribir. Esos tipos son cojonudos, guardan un poco la esencia, se niegan a dar ese paso hacia lo contemporáneo por una cuestión muy lógica: se sienten ridículos, inseguros, se sienten idiotas. Y Luismi es un tipo así. Está muy bien pensado, muy bien escrito: es un librero, está encolando, y es un desastre; llegan los clientes y él los despacha en contra de lo que sería su propio interés: vender libros.
Cuando empieza la película y ves al tipo este en la librería y luego al otro por la calle con el gorro de aviador y el abrigo largo, te preguntas de dónde han salido esos. Pienso que el contraste está muy bien, es muy real y muy madrileño también. He vivido en Malasaña tiempo y hay sitios así: me acuerdo de “Tintorería Camino” y del restaurante “casa Fidel”, en el que nos encontrábamos al tipo del tinte. Eran sitios anacrónicos; allí Luismi hubiera sido un moderno. Y hacían unos callos cojonudos.
¿Te has sentido cómodo entre los libros, tú que además de actor eres escritor?
Este tipo de librerías de viejo tienen un olor especial, adusto, serio. A mí me han gustado dos cosas: los sex-shops y las librerías (ahora soy crítico de sex-shops y tengo un blog en el que hago crítica del sex-shops). El problema de los sex-shops es el ambientador y la música. Las librerías tienen que siempre te hacen estar activo: siempre estás como escogiendo, como comprando, y en los sex-shops también. Pero tienes que soportar el ambientador y la música o que el sex-shopero te ofrezca su ayuda en caso de que surja alguna duda, pero qué duda vas a tener si se ve muy claro todo para lo que es. La librería en la que rodamos es preciosa, tendría que ser patrimonio de barrio de Madrid porque ese tipo de librerías va a desparecer, ojalá no.
¿Cómo ves el papel de la literatura, la música y las chicas en la película?
Se desprende de la sensibilidad de Jonás y de Daniel: presentar a ese tipo Ramiro, ya en sus pinitos de poeta, rodeado de libros, que se haga referencia a Pessoa, está muy bien y está muy enraizado en el guión. Está muy bien planteado todo, también con la música. El enganche entre la literatura y la música y todo el universo de Ramiro y su relación con las chicas está muy bien conjuntando. Lo que más me gusta es que todo eso no tiene pretensión, sale como natural, no da la sensación de forzado –que a veces el cine español tiene esas cosas. Aquí, no. Y el monólogo final es cojonudo: está muy bien porque la música le quita, le hace de lubricante a esa declaración de amor con esos ritmos de batería. Es muy atrayente toda la mezcla de la peli.
Es una película que no tiene pretensión, es muy sencilla, pero está muy bien hecha. Y eso es muy difícil porque en este tipo de películas es cuestión de milímetros caer en un lado o en el otro. Es una película especial que no cae en el lado hortera ni romanticoide. Creo que Jonás tiene mucha sensibilidad en ese campo, no es zafio. El tratamiento de las chicas, de las imágenes, está hecho con mucha delicadeza, con mucha sensibilidad y sin caer nunca en el otro lado.
DOS PELÍCULAS
Anoche vi, con mi hija Aloma, dos películas: ‘778. La Chanson de Roland’ del holandés Olivier van der Zee, coproducida entre otros por Modelika, Aragón TV y el Gobierno de Aragón; tiene mucha presencia Zaragoza, la Aljafería, historiadores como Antonio Ubieto y arqueólogos como Manuel Martín Bueno e Isabel Ubieto, que defiende las investigaciones de su padre. La cinta narra en algo menos de 80 minutos la realidad y la leyenda de la intentona de conquistar Zaragoza por parte de Carlomagno y su paladín Roldán, y la derrota brutal en Roncesvalles tras la emboscada de los vascones. Una de las conclusiones de una pieza cuidada es que la literatura es superior a la historia: el mito de Roldán es superior a las certezas de la realidad. Es un buen documental que incorpora la búsqueda arqueológica de los restos de una batalla de impreciso escenario, en la que también interviene el equipo de la arqueóloga Mercedes Unzu.
Y luego vimos ‘Blog’, una película de Elena Trapé que narra la historia de siete jóvenes, que crean un grupo más o menos secreto, y se relacionan entre ellas a través del correo electrónico y la webcam. La película tiene un claro aroma ‘indi’ pero está muy trabajada, funciona muy bien, posee momentos de humor, más de que angustia, y cuenta con un magnífico reparto. Es una película fresca, divertida y dramática a la vez, sobre lo que somos, lo que queremos ser, lo que soñamos, y explora la identidad, la adolescencia, la revelación del sexo, la amistad, las soledades, el desencuentro con los adultos y también con la enseñanza, que rara seduce a ninguna de las siete chicas que deciden llevar a cabo un sorprendente plan colectivo...
Por su atmósfera general y por el tema, a más de uno puede recordarlo 'Las vírgenes suicidas'.
PHILIPPE CLAUDEL: CASI UNA ESTÉTICA

El viernes pasado grabamos a Philipppe Claudel para 'Borradores', el autor de 'Almas grises', 'La nieta del señor Lihn' o 'El informe Brodeck' (todos en Salamandra) y de la película 'Hace mucho que te quiero', en la que tiene un importante papel su hija Lise Ségur. Aloma les tomó esta foto y captó esta confesión del escritor y cineasta.
"Durante el proceso de escritura no sé qué libro estoy escribiendo: no hago planes de trabajo ni tengo un cuaderno con notas o un esquema del libro. Hay escritores que lo hacen así y no se ponen a escribir hasta no saber hacia donde la historia. A mí me pasa justo lo contrario: si tengo la historia clara no la escribo, porque ya me la sabría y no me produciría ninguna curiosidad. Mi gran placer es no saber dónde me va a llevar la primera página, como cuando se explora un territorio nuevo y desconocido. Para mí escribir es como estar en una cueva en la que solo hay una vela y no se sabe bien dónde termina la cueva, hay que explorarla".
A LAS DOCE, REDIFUSIÓN DE BORRADORES
La compañía Caleidoscopio que expone 'El pez dorado', un viaje a 25 años de trayectoria, en el Centro de Historia.
Hoy a las doce del mediodía redifusión de Borradores en Aragón Televisión. Reportajes: JOSÉ MANUEL BLECUA (Director de la RAE), PÁGINAS DE ESPUMA Y JUAN CASAMAYOR Y EL LIBRO ‘PEQUEÑAS RESISTENCIAS 5’ (hablan Andrés Neuman, Ismael Grasa y Cristina Grande), MINÚSCULA Y VALERIA BERGALLI, FR-ACCION (arte conceptual) Y CALEIDOSCOPIO (Exposición en el Centro de Historia).
Invitados al plató: ALMUDENA VIDORRETA, ‘Lengua de mapa’ (poemario, en las PUZ. Se presentó este miércoles en Cálamo) Y LUIS ANTONIO PUENTE, ‘Desterrado de Cierzo’ (novela, en Mira). Actuación musical: BCOLORS, grupo franco-colombiano-aragonés instalado en Zaragoza.
POEMAS DE AMPARO SANZ ABENIA
Amparo Sanz Abenia me ha enviado hoy, muy gentilmente, los poemas de su libro ‘El edén de Eros’ que prologa Ángel Guinda con este texto que se titula ‘Sed de fuego’. Se trata de un libro de amor, de erotismo, de sexo, de deseos y anhelos explícitos, de consumaciones carnales. El libro lleva unas ilustraciones de J. Enrique González, pero yo no las puedo coger. Selecciono otros materiales, en concreto fotos de Pavel Mirchuk.
SED DE FUEGO
Una de las consecuencias más favorables del afianzamiento democrático español ha sido el avance incuestionable en la práctica de derechos individuales, más aún en cuanto se refiere a la libertad afectiva y sexual de las personas.
Ese ejercicio existencial sin trabas ha favorecido, por fin, la más sincera expresión y comunicación de la mujer, su actuación liberada de prejuicios religiosos, morales y sociales, el desenmascaramiento de las emociones, los deseos y, por ello, la absoluta autenticidad en sus manifestaciones cotidianas y artísticas, incluida la poesía.
Desde que en la década de los ochenta del siglo XX Ana Rossetti iniciara, en nuestro país, una estética de erotismo poético culturalista, la poesía escrita por mujeres ha ido conquistando altos niveles de libertad desatada en la formulación lírica del conocimiento experiencial tanto temático como formal con destacadas aportaciones de poetas emblemáticas actuales como María Antonia Ortega, Miriam Reyes, o las aragonesas Carmen Ruiz Fleta, Ana Muñoz, Almudena Vidorreta y Clara Santafé, entre las más jóvenes.
Al desarrollo de esta situación viene a colaborar El edén de Eros, conjunto de poemas erótico-sentimentales en los que Amparo Sanz Abenia reactualiza referentes bíblicos, místicos y renacentistas: Salomón, San Juan de la Cruz o Diego de San Pedro.
La imagen representa la idea de manera directa, mediante un gesto de simbolismo puro: “eres fuego que me quema con tu daga ardiente”, “la sangre blanca” (metáfora del semen); o indirecta: “Encarcelada vivo en tu cuerpo”. El ámbito fenomenológico refleja el entusiasmo o la crisis del sujeto con la más impúdica acción testimonial. Imagen clara como signo luminoso de unión carnal; o signo nocturno de misterio y relajación tras la ansiedad, más que de muerte.
Poemas de ebriedad sensorial e insaciabilidad (“¡galopemos de nuevo, amor mío, galopemos!”) que provocan, en su entusiasmo desbordado, la proyección del yo en el otro desde la invocación y el desgarro en un escenario donde la amada es “gacela herida” y el amado, a través de Eros, “jardinero de fuego”.
La aportación plástica de J. Enrique González complementa el libro como objeto de belleza, enriqueciendo la edición.
Ángel Guinda
IV
Eres fuego que me quema con tu daga ardiente.
Eres río
que me anega con su cauce desbordado.
Es furia en mis labios sedientos,
que se embalsa en mi garganta.
Recorre los senderos más profundos de mi lecho,
y anida savia en mis rincones…
en mis parcelas para ti consagradas.
XVIII
Volveremos al encuentro
de las pasiones en tu hemisferio.
Doblegaré mi paraíso
y te entregaré las llaves del edén,
donde nos desgastamos tantos siglos.
Licuaremos el jugo de nuestros gozos
condenándonos a la eternidad
del amor terrenal,
en el infierno divino de nuestro cielo.
XIX
Ante ti, Eros, reclinada
en ofrenda me entrego.
Una homilía de deseos tapizan
el santuario de la noche.
Capilla floral
donde nos desposamos cada atardecer.
Te atomizas, Eros, en mis rincones
y te adhieres a mi cuerpo.
Poro a poro me deshaces
con tus hebras de seda
que dibujan un camino de cometas
que alcanzan mi firmamento.
*Todas las fotos son de Pavel Mirchuk.
GIORGIA FIORIO: VIDA, MAR Y ESPIRITUALIDAD
Giorgia Fiorio es una fotógrafa turinesa, que antes fue cantante y actriz, nacida en 1967. Ha realizado numerosos reportajes: sobre los hombres del mar, sobre el universo de los derviches, sobre la relación del hombre con la religión y la espiritualidad. Es una mujer curiosa y atrevida, que realiza una fotografía poderosa de retrato y reportaje. Uno de sus libros más famosos es ’Hombres’ (2003) y otro, anterior, es ’Ser torero’ (1997).
Giorgia Fiorio retratada por Gaetano Gianzi.
JOSIÁN PASTOR Y SUS SONETOS
Josian Pastor es poeta y cineasta. Nacido en Zaragoza en 1972, ha dirigido algunos cortometrajes, y desde hace algunos años ha emprendido una tarea titánica: la elaboración de 301 sonetos, en los que ha invertido casi una década de su vida. Son sonetos muy personales (dice que en esa tarea se mezclan el pundonor y el amor a la literatura), sonetos de esto y de aquello, sonetos elisabethianos: eruditos, mundanos, reflexivos, lúdicos, clásicos y vanguardistas, suspensos en el lenguaje, en la mirada iconoclasta, en la osadía, sonetos casi nunca fáciles, casi nunca rimados, sonetos que miran a Shakespeare más que a Petrarca, que siguen más a Góngora que a Garcilaso. Josian publica ‘Cien sonetos. Para cien noches de insomnio’ (Huerga & Fierro) y presenta el libro el martes uno de febrero en la FNAC. ‘Cien sonetos’ lleva una carta breve de Ángel Guinda, un prólogo de Luis Antonio de Villena, que sabe mucho de sonetos y de un excelente sonetista como Miguel Ángel, y una nota introductoria de Pepe de Uña. Por lo tanto, se ve que Josian Pastor sale al mundo bendecido y leído por buenos conocedores de la poesía y la literatura. Guinda dice que “el tono general suena antiguo, barroco, a otro tiempo que, en definitiva, siempre es el mismo que nos une a los poetas”. Villena dice que “ha logrado un magnífico ejercicio. Y no se rebaje esta última palabra. Todo artista está en permanente ejercicio (por ello es artífice”. Pepe de Uña señala que el libro es “el reto de un joven poeta que se mide a sí mismo para competir con sus noches insomnes”.
Copio aquí uno de sus poemas. Debo advertir que no es el más difícil:
LA MADRE NATURALEZA QUE ENGULLE
NUESTRO AMOR
Madre naturaleza, tu regazo
me sirve de lecho y cura mis llagas
por amar en exceso y sin reparo
(huyendo de la muerte y sus cornadas).
Qué terca inconsciencia y qué férreo encono
al beber las aguas de Caronte.
Qué triste semblante empaña sus ojos…
¡Augur sin piedad, despojo del hombre!
Oh piélago en dulce y huracanado,
tiempo que aplacas tu sed intestina
ahogando mi vida y su triste osario
hervido en tus mentideros de orquídeas.
Y vomita el río en el mar prolijo:
¡velero al viento soy, sin rumbo fijo!
AMOR PROFUNDO Y SARPULLIDO
Mora un relente en mi mar de intenciones:
mi honor es templado, mi fuego frío,
aguanto con sed tus ojos traidores
y ahogo mi alma en tu son tardío…
Mil termiteros el miedo acentúa
hirviendo esos nervios que ya me humillan,
soslayos, reflejos, sonrisas duras,
valor atrapado que no me alivia…
Oh vaga conciencia y recuerdo triste,
oh vida, fortuita, ¡oh dura y sueño!,
Mi rumbo es amarte al saber que existes
en rico espejismo de talle isleño.
Azul primavera, ¡qué encantos tienes!
Mirándote en vida mi herida enciendes…
Cien sonetos. Para cien noches de insomnio. Josián Pastor. Prólogos: ángel Guinda, Luis Antonio de Villena y Pepe de Uña. Huerga & Fierro. Madrid, 2010. 122 páginas. Presentación: FNAC de Plaza de España, martes uno de febrero de 2011. [Las fotos son de Enzo Perrazziello.]
LUIS ALEGRE: MIGUEL HERNÁNDEZ, JOAN MANUEL SERRAT Y LOS OTROS
[Luis Alegre publicaba ayer en ‘Heraldo domingo’, el suplemento que coordina Picos Laguna, un artículo sobre Joan Manuel Serrat y su proyecto ‘Miguel Hernández. Hijo de la luz y de la sombra. Imágenes de un poeta’, que se exhibe en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza, en el que han trabajado Agustín Sánchez Vidal, Ana Marquesán, Paco Simóny José Luis García Sánchez, entre otros. Este texto integrará probablemente un libro en el que Luis está trabajando que aparecerá en Xordica en 2012. Será la continuación, si puede decirse así, a su exitoso ‘Besos robados’, más de tres lustros después.]
Joan Manuel Serrat en una foto de Heraldo, en la exposición.
El cantante
Por Luis ALEGRE / Heraldo Domingo
Miércoles 26 de enero. Se celebra en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza un estreno mundial, el de “Hijo de la luz y de la sombra. Imágenes para un poeta”. Es la exposición alrededor del disco que Joan Manuel Serrat ha dedicado a Miguel Hernández. Ana Marquesán es la comisaria de la exposición y Agustín Sánchez Vidal el encargado de la dirección de textos. El pintor Paco Simón, autor del diseño, y José Luis García Sánchez, director audiovisual, son los otros responsables de este acontecimiento cultural de primera categoría.
Miguel Hernández era de Orihuela y Joan Manuel Serrat es “el Noi del Poble Sec”. Alguno ya se lo ha preguntado: “¿Y por qué, entonces, Zaragoza?”.
La madre de Serrat era de Belchite, Joan Manuel es Medalla de Oro de la Diputación Provincial de Zaragoza y él siente debilidad por esta tierra. Pero, más allá de esas evidencias, hay unas cuantas razones que explican que Zaragoza haya acogido esta exposición antes que ningún otro lugar. En el origen de casi todo aparece José Luis García Sánchez, íntimo de Serrat. José Luis –Pepe- le dijo a Joan Manuel que en Zaragoza vivía el tipo que más sabía de Miguel Hernández, Agustín Sánchez Vidal. Un día Serrat vino a Zaragoza con Pepe y conoció a Agustín y a Ana Marquesán, directora de Investigación y Archivo de la Filmoteca de Zaragoza. El flechazo fue inmediato. Serrat comprendió que Agustín no sólo era el que más sabía de Miguel Hernández sino también el que mejor lo sabía mirar. A finales de octubre de 2009 Ana Marquesán le preparó una fiesta sorpresa a Agustín para festejar su jubilación y Serrat viajó adrede a Zaragoza para estar al lado de su nuevo amigo. Una noche, en Madrid, Serrat me dijo: “Una de las grandes cosas que me han pasado gracias a Miguel Hernández ha sido conocer a Agustín y a Ana”.
A Pepe y Serrat se les ocurrió liar a unos cuantos amigos directores de cine para que rodaran unas pequeñas películas sobre los poemas/canciones. Y, luego, surgió una idea estupenda: organizar para después de la gira de conciertos una exposición alrededor de ese trabajo, que la comisaria fuera Ana Marquesán y que se inaugurara en Zaragoza. Estaba claro que no había otro sitio más indicado.
La expo en una imagen de TVE-1.
Joan Manuel Serrat es una estrella de la vida española desde hace más de 45 años, desde que él tenía poco más de 20. Su presencia en el imaginario sentimental, musical y social de varias generaciones es bastante impresionante. Joaquín Sabina consideraba “Dos pájaros de un tiro” –el disco y la gira que compartieron- como el logro de un sueño adolescente: Serrat era uno de sus ídolos en sus tiempos de Londres y Granada. Hubo una época en la que las españolas lo señalaban todo el rato como el español ideal. Yo aún conservo varios discos suyos rayados de tanto ponerlos. No sé si hay muchos cantantes que puedan presumir de acumular tantas obras maestras. Eso por un lado. Por el otro, está el Serrat encantador y fan de sus amigos, que es capaz de hacer un viaje a Zaragoza con la única intención de darle una sorpresa a Agustín Sánchez Vidal o de darle un beso a Juana de Grandes, la viuda de José Antonio Labordeta.
Serrat es como un imán. Te mira, te reclama y allá que vas. La exposición “Hijo de la luz y de la sombra” es un lujazo que ha costado muy poquito dinero. Ha habido mucha gente que ha colaborado por la cara, por el placer de sentirse en el mismo barco que Joan Manuel Serrat. De Serrat atrae su carisma, su leyenda y su personalidad. Pero también conmueve su resistencia: al paso del tiempo, a las modas, al cáncer, a su propia leyenda. Serrat grabó su primer disco en 1965. Es formidable ver a alguien como él volcar a estas alturas tanto amor en cada nuevo paso de su camino.
A veces, en Madrid, en el Restaurante El Puchero, acudo a una comida-tertulia con amigos como Manuel Vicent o el periodista Ángel Sánchez Harguindey. Esa comida es una cita que Serrat se impone cada vez que va a Madrid. Manuel Vicent es una máquina deliciosa de hablar y de contar anécdotas. Este miércoles, a Zaragoza, han venido Vicent y Harguindey para arropar a su gran amigo. Casi nunca aluden a él como Joan, Juan Manuel o Serrat. Se suelen referir a él como “el cantante”.
Serrat es un niño de la posguerra obsesionado por Ladislao Kubala. Ahora vive su época dorada como culé con el Barça de Pep Guardiola. En la comida del Paraninfo, Serrat se coloca entre Manuel López, el Rector de la Universidad, y su amigo Javier Lambán, presidente de la Diputación Provincial de Zaragoza. Serrat y Lambán se pican un poco con el fútbol. Javier es del Zaragoza pero, sobre todo, es del Real Madrid. Es tan forofo que él confiesa que no ve jugar al Barça para poder afirmar sin mentir que el Real Madrid es el mejor equipo que ha visto. El otro día le pregunté: “¿Y tampoco viste el Barça 5-Madrid 0?”. “Por supuesto que no”. Este Madrid ha tenido la desgracia de coincidir con el que, tal vez, sea el equipo más brillante de la historia.
Serrat en el Gran Hotel, donde se hospedó con Candela, su mujer. Retrato de Esther Casas.
Desde el principio de su carrera, Serrat ha empleado su buen gusto y su talento para darle otro vuelo a la obra de algunos de los más ilustres poetas de la literatura universal. Miguel Hernández es la segunda vez que centra su atención. El poeta murió en la cárcel, enfermo de tuberculosis. Es realmente estremecedor reparar en cómo, dónde y por qué murieron Miguel Hernández, Federico García Lorca y Antonio Machado, tres genios de la cultura española. Es muy fácil caer en la tentación, a partir de ese horror, de sacar conclusiones sobre el trato que España ha dado a la gente con la que se nos llena la boca.
Yo soy un chico de Lechago que, a los cuatro años, acompañaba a mi padre Alberto al huerto mientras me recitaba poemas. Cómo no me va a gustar Miguel Hernández. En Calamocha, con mi amigo Jesús Ángel Lacruz, competía en recitar de memoria la “Elegía” dedicada a Ramón Sijé. Se puede dar por sentado que alguien como Miguel Hernández es un gigante del que todo el mundo está al cabo de la calle. Gran error. A mí me pasa muy a menudo encontrarme con gente, universitarios incluidos, que no tiene ni la más remota idea de quién es el autor de “El rayo que no cesa”. Tal vez es que tengo muy mala suerte con los que me encuentro pero eso es lo que me sucede. Fernando Fernán Gómez sostenía que el pecado capital de los españoles no era la envidia sino el desprecio. El desprecio a la excelencia. El desprecio a gente como Miguel Hernández. La exposición “Hijo de la luz y de la sombra” brinda una maravillosa ocasión para que nadie nos pueda sacar los colores por ese pecado.
EMILIO MATEO: LAS FOTOS DE LA VIDA

Emilio Mateo es un estupendo fotógrafo que recorre África, Vietnam, un fotógrafo solidario y comprometido, partidario de la cultura, de la civilización, de la convivencia pacífica, un observador de las diferentes culturas del planeta. He aquí una pequeña selección de algunas de sus fotos, siempre llenas de intensidad, de belleza y de humanidad.
Así se autorretrata Emilio Mateo:
“Mi relación con la fotografía comienza tarde, tras un viaje a Marrakech en 2008 decido que debo plasmar en imágenes aquellos lugares que voy visitando. Comienzo mi formación de forma autodidacta a través de foros de Internet y bibliografía especializada. Más tarde realizo alguna exposición en Zaragoza y en noviembre de 2010 realizo una exposición en Forum Altaïr Barcelona para recaudar fondos para la ONG Desarrollo 2000 en África. He publicado trabajos sobre mis viajes en revistas especializadas y en la actualidad colaboro con Suak Editorial. Poseo una Canon 40d con un Tamrom 17-50, un Tokina 11-16 y un Canon 50 1.4. Sigo compaginando mi trabajo como educador social con mi pasión por los viajes y la fotografía”.
SOPHIE CALLE EN ZARAGOZA

Mi hija Aloma es una gran seguidora de la fotógrafa Sophie Calle, a la que Enrique Vila-Matas le dedica un hermoso texto en ‘Exploradores del abismo’ (Anagrama), uno de sus mejores libros de relatos. Me manda esta foto con esta misteriosa nota: ‘Sophie Calle en Zaragoza’. Me dice que el busto que se adivina arriba es el de la fotógrafa, que interactúa constantemente con el espacio, con las personas…
La foto a la que alude la instantánea de Aloma sería esta...