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JACOBO SIRUELA: UN DIÁLOGO
Hace unos días estuve con Jacobo Siruela en el hotel Palafox, donde grabamos para Borradores, y en la librería Cálamo. En plena Feria del Libro de Madrid, traigo aquí este diálogo que explica qué tipo de editor es Jacobo, la trayectoria de Atalanta, que acaba de cumplir cinco años, su libro sobre la historia de los sueños, ‘El mundo bajo los párpados’, y la aparición de un nuevo volumen de Inka Martín, ‘Cuaderno de noche’, que es un libro que recoge los sueños de una década en textos en los que predominan los monstruos y las bestias, escenarios de naturaleza salvaje, algunas escenas de violencia sexual y los amores tumultuosos que huyen o se desmoronan.
Si no recuerdo mal, cuando vendiste Siruela dijiste que te ibas por cansancio, por inapetencia, porque habías cumplido una etapa. ¿Qué te impulsó a volver a la edición?
-Hubo dos razones. La primera económica: Yo me independicé de mi familia a los 23 años y arrastraba un crédito que me ahogaba. La segunda es de índole existencial: estaba estresado, además ya no tenía tiempo para leer lo que quería sino solo lo que me llegaba. Y eso me parece un gran empobrecimiento. Por tanto, yo empecé a editar porque me gustaba leer, y dejé este mundo por la misma razón.
¿Cuáles serían las ideas, teóricas, de principios, que animan Atalanta? ¿Qué editorial querríais ser, o habéis sido ya en estos cinco, y qué editorial no querríais ser?
Atalanta no es una editorial al uso. No tengo ninguna red de informantes que me envían libros para que yo decida cuales son convenientes. Las tres colecciones que fundamentan Atalanta son fruto de nuestra investigación personal y pretenden comunicar ideas, compensar carencias, sugerir itinerarios. Hay una colección dedicada al cuento y los textos breves que busca formar un canon estético tomando la brevedad como modelo, ya que la novela parece haber ocupado el espacio preponderante. Hay también una colección dedicada a la memoria, porque la actualidad se ha apoderado de todas las categorías de la cultura. Lo que no es noticia interesa menos a la prensa. Y hay una colección dedicada a mostrar la imaginación, no como escapismo, sino, digamos, como camino de conocimiento del espíritu. Por último, hay una colección dedicada a difundir la historia de mi familia y de su colección artística, ya que no existe nada al respecto y me veía un poco en la obligación de hacerlo. Este año saldrán dos libros sobre el palacio de Liria. Uno de arte, lujoso, con textos de especialistas y grandes fotos, y una guía del palacio escrita por mi.
Otro tema contiguo: tú has encarnado durante mucho tiempo el modelo de editor refinado, con sentido estético, un buscador de tesoros. ¿Podrías concretarme cuáles son las claves formales de tu editorial, de Atalanta?
Cyril Connolly escribió una vez que la verdadera función de un escritor es producir una obra maestra y que ninguna otra finalidad tiene la menor importancia. Vivimos ahogados por un aluvión de obras mediocres y creo que la función del editor es acercarse lo más posible a este modelo. Es extrema, pero, como decía Lezama Lima, sólo lo difícil es estimulante. Por eso publicamos diez libros al año. Pretendemos que todos sean sustanciales, aunque conviene desterrar de esta palabra toda connotación pedante y pesada. Ninguno de estos libros es aburrido. Se trata de buscar y vindicar la calidad, la cualidad, a contracorriente de lo que agobia y diluye a nuestra época: el reino de la cantidad.
Jacobo visto por Vicente Almazán.
¿Qué debe tener un libro para reclamar tu atención? ¿Y un autor?
Hace poco leí una entrevista con el editor alemán Michael Kruger, a quien conozco y admiro, en la cual aseguraba que él solo tenía el convencimiento de publicar un libro cuando éste era capaz de enseñarle algo. Creo que esa es una buena razón.
¿Cómo se construye un editor como tú, cómo se enriquece, dónde encuentra sus autores?
Yo siempre digo que los autores de Atalanta surgen de mi manga. (Sonríe) Vienen de investigar, de cruzar información y adquirir por internet los libros. Hoy gracias a internet puedes conseguir casi todos los libros del mundo. Es cuestión de tiempo. Pero, como dije antes, Atalanta no es una editorial de autores sino de ideas. Nuestra línea de ensayo podrá gustar o no pero es muy coherente y tiene seguidores. De hecho es la colección que mejor nos va. Y esto quizá se deba a que intenta contemplar las cosas desde otra perspectiva de la razón, más transversal, más abierta y, desde mi punto de vista, más contemporánea. Estamos aún muy anclados en cierto materialismo decimonónico, en una visión literalista del mundo que conduce a las oposiciones clásicas entre ciencia y religión, mundo objetivo y subjetivo, etc y falta cierta información para ver estas categorías con otros ojos. No se trata de renegar de la Ilustración, todos somos hijos del siglo XVIII, pero ahora estamos en el XXI. La física cuántica, la psicología analítica, la filosofía de la ciencia o la moderna historia de la religiones aún no se han asimilado del todo. La materia ya no es lo que era. Con la psique ha de ocurrir lo mismo. Y por ello aboga Atalanta.
Jorge Herralde decía que su mejor autorretrato es su catálogo. ¿Asumes la frase o cuáles serían los matices personales que introduces a esta consideración?
De alguna manera, así es. Pero esto ocurre solo si el catálogo tiene un rostro y no es un cajón de sastre en donde van a caer todo tipo de cosas.
Explícanos algunas de las apuestas de Atalanta: desde Casanova a Elizondo, desde Nicolás Gómez Dávila a Max Ernst.
Uy, hay tanto que hablar de cada libro que no puedo sintetizar en dos palabras a cada uno de estos autores. Lo único que puedo asegurar es que son tres escritores para salvar del olvido. Casanova es la autobiografía del siglo XVIII. Gómez Dávila, la joya que faltaba por descubrir en América Latina. Y Elizondo, un gran escritor mexicano prácticamente desconocido en España, cuando en su país ha sido el modelo para los nuevos autores.
¿Cuáles han sido los dos o tres éxitos más importantes de la editorial?
La Historia de Genji , Universos paralelos del físico japonés Michio Kaku, el ensayo de Patrick Harpur El fuego secreto de los filósofos, Jin Ping Mei, la primera novela moderna china, erotiquísima, y El arte de conversar de Oscar Wilde.
Sorprenden algunos autores por los que has apostado: pienso en Yasutaka Tsutui… ¿Qué te atrae de él, tan desbocado, tan lenguaraz?
Es el gran gamberro del país más estricto y formalmente gregario. Pero es muy bueno. Al ser muy cómico, y a la vez, demoledor.
¿Cuál sería el tópico con el que hay acabar sobre ti?
Bien, los tópicos son ciertos, y eso es en parte lo que nos molesta de ellos. Comprendo que lo que digan sobre mi pueda ser apasionante, pero no me interesa.
¿En qué ha cambiado la edición en España? Cada semana nace una editorial en papel. ¿Te inquieta el libro electrónico?
Han nacido un puñado de nuevas editoriales jóvenes que parecen exigentes, y que han renovado el panorama de las librerías y semanales culturales. Esto es un buen signo, aunque esté algo emponzoñado por su excesiva inconsecuente cuantía. La cantidad de nuevo, es el mal de los tiempos. En cuanto al libro electrónico, no hagamos demasiado caso a los modernillos que profetizan el final del libro. El libro, como el abrigo, no va a desaparecer. El futuro será como el presente, plural, y no uniforme y unívoco, como pretenden algunos ingenuos devotos del progreso que, en el fondo, sospecho, son no-lectores tecnoadictos, cuando no "viejos" que quieren hacerse los jóvenes y modernos. Pero hay una notable diferencia entre ser moderno o modernillo.
Demos un salto temático: hablemos de ‘El mundo bajo los párpados’. ¿Cómo nace este libro?
Bueno, un buen día dando vueltas a una frase de Lichtenberg, decidí acometer la insólita tarea de escribir una historia de los sueños, la parte más opaca de la experiencia. Gracias a internet, iba recibiendo todo tipo de libros que me llevaban a otros libros cada cual más apasionante. Así pasé cinco largos años, investigando los mundos oníricos y tomando notas. Poco a poco, me fui dando cuenta que no se podía hacer una historia de los sueños ni cronológica ni académica. El tema y el material reunido demandaba escribir un ensayo literario bien documentado. Y así presente los sueños en relación con su papel en la historia, en la fenomenología de lo sagrado, de la consciencia opaca y el tiempo. El último capítulo es una larga pregunta sobre si la muerte es un dormir o un soñar. De modo que de una forma muy ligera y entretenida, he abordado temas profundos, que llevan a plantearnos de ver las cosas de otra manera, desde una perspectiva más abierta.
¿Qué querías probar o indagar?
En realidad nunca se prueba nada: siempre estamos suspendidos sobre una cuerda. Ahora bien, la otredad exige mantener la cabeza muy clara para no perderse en un laberinto que desemboca en lo irracional. Y por eso nunca abandono el tono lógico. Así lo demanda nuestra época, porque todos somos hijos de la Ilustración. Ya no es suficiente el lenguaje mítico, necesitamos logos. Si se habla de los sueños "curativos" que se daban en los templos de Asclepio, debemos de analizar y cruzar diferente información para tratar de entender qué significa esto. En lugar de despreciar lo que se desconoce hay que convertir la narración en conocimiento. Me interesa hacer libros útiles, que se asomen a perspectivas ignoradas y que el lector aprecie el relato pero que aprenda con ello. Por lo tanto, pretendo que cada capítulo llegue a un puerto, y que no sea un vagabundeo ensayístico.
¿No es exagerado decir: “La historia de los sueños nunca ha sido escrita. Nadie hasta el momento ha emprendido una tarea tan inabarcable, tan insólita y, en cierta manera, tan insondable”?
¿Por qué ?
¿En qué consistiría el espacio onírico y cómo condiciona la vida y la creación artística?
Freud fue en muchos aspectos un hombre de genio, pero transmitió una idea muy negativa del inconsciente. Para él cualquier manifestación es un síntoma de una neurosis o represión sexual. Y sin embargo, el mundo onírico también puede ser muy positivo. Ha ayudado a artistas a encontrar imágenes para sus obras, ha inspirado a científicos para hallar fórmulas e inventos, y a filósofos en su búsqueda de la verdad de las cosas. El onirismo es un mar sin orillas. Da saltos en el tiempo, construye metáforas complejas, refleja el estado de nuestra alma...
¿Qué le debe este libro a Borges y a tu doble condición de lector y de editor?
A Borges no le debe nada. Casi está en sus antípodas, a pesar de que el tema pueda parecer borgeano. En realidad, es la clase de literatura, o metaliteratura, que puede hacer un editor, refiriéndose constantemente a otros libros, recordando a otros autores. Pero además, en este caso, este libro es una continuación o eslabón de los otros ensayos publicados por Atalanta. Todos intentan integrar la otredad en nuestra experiencia.
En el prólogo a ‘Cuaderno de noche’ de Inka Martí dices “El sueño es, probablemente, el más antiguo de los géneros literarios”. ¿Podrías concretármelo con algunos ejemplos?
Los mitos son los primeros relatos de la humanidad. Y se expresan de la misma manera que los sueños, mediante símbolos y metáforas. En realidad, son dos manifestaciones que se corresponden. Como decía Campbell, “el mito es un sueño colectivo, el sueño es un mito privado”. Y así podemos decir con Nietzsche, que fue en el sueño en donde los hombres vieron por primera vez a sus dioses. En cierta manera, los mitos provienen del sueño. Pero antes del mito escrito, está el sueño, y que, en el principio fue el sueño.
Cómo editor, ¿cómo definirías ‘Cuaderno de noche’?
Inka ya tiene dos libros para niños publicados antes de estar conmigo. No es un libro de ficción al uso porque está escrito desde la otra parte. Pero precisamente en esto consiste nuestra poética. Al mundo del día le falta saber cual es el mundo de la noche. Si lo he publicado, y soy muy exigente, es porque pocas personas tienen un mundo onírico tan unitario y arquetípico. La rara virtud de esta obra es la de mostrar cómo es la vida en sueños.
¿Es un libro de imágenes, de pesadillas, de microcuentos, es un libro de carácter fantástico?
Todo lo que proviene de la imaginación pura es fantástico. El libro es el fruto de diez años de onirismo. Y lo interesante de la poética onírica, si es auténtica y no ha sido manipulada, como aquí sucede, es que está lejos de los artificios del escritor y sus imágenes son siempre intrigantes, frescas y profundamente simbólicas.
¿Qué sorpresas nos va a ofrecer vuestro catálogo en el futuro?
Estamos preparando un corpus de Pitágoras a cargo de David Hernández de la Fuente que da un giro a los enfoques que se han hecho hasta ahora en España y reúne por primera vez todos los textos sobre su vida. Un libro de viajes, fabuloso, de Jordi Esteva, sobre la isla de Socotra, el tomo segundo de Jin ping Mei y una gran sorpresa. Atalanta siempre tiene cartas bajo la manga.
Inka Martí, en Cálamo, retratada por Vicente Almazán.
*La primera foto de Jacobo la he tomado de cabalgandoaltigre.wordpress.es.
ALFREDO CASTELLÓN EVOCA UNA CITA CON JUAN CARLOS ONETTI
JUAN CARLOS ONETTI
(Una anécdota sin importancia)
Por Alfredo CASTELLÓN MOLINA
De chico era muy mentiroso y hacia literatura oral con los amigos: cuentos de casas hechizadas, gente que no existía y yo contaba que había visto...porque aunque lo que cuento haya sucedido, realmente tengo la sensación de que lo estoy creando si no, no podría escribir.
J.C. Onetti
Una tarde llamé al escritor uruguayo Juan Carlos Onetti a su casa de Madrid. Me citó para dos días después en su domicilio de la Avda. de América. Allí estaba tumbado en la cama, como era su costumbre, con el cigarrillo encendido, en este caso ya colilla, y dispuesto a tener una charla conmigo sobre el tema que había motivado la visita: me interesaba por su novela titulada, “Para esta noche”. Tenía intención de adaptarla al cine. Yo sabía que aunque Onetti había situado la acción en una ciudad latinoamericana, en realidad los sucesos, el “fatto cronaca” como lo llaman los italianos, habían tenido lugar en una pequeña ciudad de la costa valenciana el último o quizá penúltimo día de la Guerra Civil Española. Se lo contó un anarquista en el año 1942 ya en Motevideo.
Le hablé de la novela y sobre todo de la adaptación que pensaba situarla en la ciudad valenciana de Alicante donde, posiblemente, tuvieron lugar los acontecimientos reales. El no me puso ninguna pega, todo lo contrario. Me marche contento de aquella entrevista porque la novela era muy buena, la descripción de lugares, aún situados en Sudamérica, podían reflejarse con facilidad en una ciudad española. El dibujo de los personajes, el dialogo, las situaciones, estaban descritos con tal precisión que podría haberse rodado desde el mismo libro.
Cuando tuve terminada la sinopsis lo llamé para dejarle una copia. Y así lo hice. Días después me llamó para darme algunos datos que yo le había pedido y decirme que estaba de acuerdo con la adaptación. Yo inicié algunas gestiones con una o dos productoras cinematográficas con resultados esperanzadores.
Por esos días hice un viaje a Roma invitado por mi amigo y antiguo compañero del Centro Sperimentale de Cine, Silvio Maestranzi. La primera noche de charla le hablé de mis proyectos y entre ellos, naturalmente, el de Onetti. El argumento le sonaba y casi podía asegurarme que en Italia ya habían estrenado una película con ese tema. Me quedé callado unos minutos pero no profundicé más en el asunto por la vaguedad e imprecisión con que mi amigo me había dado la noticia. Al día siguiente visite la productora de unos amigos de Silvio que me confirmaron las sospechas, incluso me dieron el nombre de la distribuidora. Efectivamente, la película era aquella, sin duda y ambientada, como la novela, en Sudamérica. Regresé a España desmoralizado, lo llamé desde el primer teléfono que encontré en el aeropuerto. Me citó en su casa, con su pitillo-colilla, sus gafas desencuadradas de su cara y me pidió disculpas de forma reiterada. Yo las acepté aunque, en el fondo, mi dolor me impedía perdonar su... digámoslo con toda crudeza: su gran putada.
Todavía lo oigo repetir una y otra vez sus disculpas basadas, principalmente, en que la película italiana era una porquería, que no habían entendido nada, que intentara convencer a los productores españoles para que se hiciera en Alicante, que el renunciaba a los derechos económicos, etc., etc. Yo, ingenuo de mi, lo consulté con el productor catalán que se había interesado por el proyecto pero, como me temía, lo único que hizo fue confirmar la putada que el uruguayo me había hecho. No obstante, ahora, y entonces también yo perdoné a Onetti e incluso comprendí la actitud del que siempre será un grandísimo novelista.
Alfredo Castellón
IRREVERENTES RESCATA A JULIUS FUCIK

Ediciones Irreverentes [que dirige Miguel Ángel de Rus] recupera el testimonio de Julius Fucik en un campo de concentración nazi, poco antes de morir. Desde hacía 25 años no se podía encontrar en las librerías españolas el libro “Reportaje al pie de la horca” (Ediciones Irreverentes, colección Rara Avis) del periodista y escritor checo Julius Fucik, en el que narra con extrema claridad y lucidez cómo el nazismo persiguió, torturó y asesinó a los comunistas checos y a todo aquel ciudadano demócrata o defensor de la independencia checa al que lograron detener. El nacionalismo alemán llegó a extremos insoportables de sadismo que Fucik relata con maestría.
En palabras del escritor y editor Miguel Angel de Rus, “cuando florecieron las ideas del fascismo, Europa sufrió el duro golpe de la Alemania Nazi dispuesta a colonizar territorios, esclavizar a los pueblos, aniquilar las razas inferiores y a los enemigos políticos y culturales y expandir su territorio. El deseo expansionista alemán y su feroz nacionalismo, los millones de muertes que provocaron, el testimonio de quienes los padecieron, siguen muy presentes en la literatura actual, en las crónicas de los escritores de aquellos países que fueron invadidos por la Alemania Nazi; nos demostraron la importancia de la lucha, la grandísima dificultad de la resistencia y el valor de la victoria, el heroísmo del pueblo, la firme convicción en las ideas, la fidelidad a su Patria. Pero hay que destacar especialmente la importancia de las denuncia de Julius Fucik, uno de esos héroes que lucharon contra los nazis, cuyo testimonio sigue vigente y nos ayuda a recordar la necesidad de luchar contra todo sistema totalitario que pretenda implantarse”.
Julius Fucik, periodista y escritor checo, nació en Praga en 1903. Estudió filosofía en la Universidad de Praga. En 1921 ingresó en el Partido Comunista y por esas mismas fechas se inició como crítico literario y teatral. Fue redactor de las publicaciones comunistas Rude Pravo y Tvorba. Desde principio de la ocupación nazi, siguió su actividad. En febrero de 1941 pasó a ser miembro del Comité Central del Partido Comunista en la clandestinidad, encargándose de las publicaciones ilegales del partido. En abril del 1942 Julius Fucik fue arrestado y torturado por la Gestapo. En la cárcel de Panktac, escribió "Reportaje al pie de la horca". En el verano del 1943 fue enviado a Alemania y asesinado en la cárcel Plötzensee de Berlín.
"Reportaje al pie de la horca", sacado hoja por hoja de la cárcel, se publicó por primera vez en 1945, al terminar la Segunda Guerra Mundial, y más tarde fue traducido a 70 idiomas de todo el mundo. Es el testimonio de que ni las torturas, ni los chantajes de los nazis consiguieron doblegar a Julius Fucik y a otros héroes del comunismo. Su valentía, su heroísmo, su sentido del deber, tener ideas claras y fe en la victoria, era la fuerza que levantó a los pueblos en la lucha contra el fascismo y logró la libertad.
Fucik murió físicamente, pero su espíritu está vivo. Su valor y su patriotismo nos tienen que servir a los demás, a los pueblos que luchan por la libertad, por la paz de sus familias, sus seres queridos, su tierra, por el amor a la vida. Por este libro Fucik fue galardonado en 1950, a título póstumo, con el Premio Internacional de la Paz.
Concluye De Rus “Este Reportaje al pie de la horca debe servir para recordar a los millones de personas que asesinó Alemania y para que los ciudadanos tomen conciencia de su deber de imponerse a todo dictadura, independientemente del disfraz que lleve. El totalitarismo puede presentarse de diversas formas; con su cara amable, como una necesidad de defender la democracia o la patria contra un supuesto enemigo, pero no hay que dejarse engañar. Fucik demuestra en su texto que si dejamos imponerse al totalitarismo, la culpa será sólo nuestra”.
*Recibo esta nota de Miguel Ángel de Rus, con foto del autor, y la traigo al blog porque tiene mucho interés literario y periodístico.
ROSENDO TELLO REGRESA A LA POESÍA
[El Premio de las Letras Aragonesas, que acaba de cumplir 80 años, publica un nuevo poemario en Prames: ‘El regreso a la fuente’]
Hacía algunos años que Rosendo Tello (Letux, Zaragoza, 1931) no publicaba poesía. Recogió su lírica completa en ‘El vigilante y su fábula’ (Prames, 2005), que ya llevaba el marbete que lo acreditaba como Premio de Las Letras Aragonesas de 2005, y en 2008 apareció el primer volumen de sus memorias: ‘Naturaleza y poesía’ (Prames), centrado en su inicial deslumbramiento ante el paisaje, la música, la lírica y el presagio feliz de algunos cuerpos femeninos, rotundamente hermosos: “Una mujer desnuda entre mis brazos”, una imagen en la que sigue insistiendo. Luego Rosendo tuvo un infarto y le han quedado algunas secuelas que le han afectado al habla, sobretodo. De ahí que, recuperado en todas sus facultades salvo en esa, tan determinante para él, elocuente, fabulador y barroco, apenas le hayamos visto. Rosendo Tello pasea a diario, queda con algunos amigos, conversa con Maribel, que siempre ha sido su musa y su ángel tutelar, lee y escribe.
Estos días, coincidiendo con la feria, acaba de aparecer un nuevo poemario: ‘El regreso a la fuente’ (Prames, 2011. 62 páginas), que es un libro inequívocamente de Rosendo Tello. Un libro que se sitúa en un territorio mágico y simbólico, ese país del alma gobernado por la luz lunar y el destello del sol, presidido por la memoria y la melancolía, la presencia de la música y los ruiseñores (más del alba aquí que de la noche), la búsqueda del edén, el temor a la desaparición o el diálogo encorajinado con la muerte. Un libro que resume muchas de las virtudes del poeta: la elección de un lenguaje pulcro y rico, la creación de una trama que se desarrolla en un espacio mental de fulgor onírico, el sentido del ritmo y una inclinación incesante a la belleza. Rosendo Tello es un poeta que atiende a la pureza del decir: en la construcción de la metáfora, en el uso de los vocablos, en el nudo alquímico de los términos de cada verso.
Este libro es un compendio de muchas cosas. Incluso de la enfermedad. Incluso de la incertidumbre, del desconcierto de existir contra las ruinas del cuerpo. Y es un poemario donde Rosendo Tello –lector apasionado de Paco Brines, de Juan Gil-Albert o de Luis Cernuda, entre otros- también reflexiona sobre el lenguaje y la lengua misma en un poema portical. Dice: “Mil lenguas no podrían expresar el enigma / del sueño del amor o del sentido del sueño. / Tratando con las cosas no acierto a darles nombre, / deseando me pierdo en un mar de arrecifes; / así que toda lengua me lleva a un territorio / inexplorado aún, donde sólo es real / el silencio que mentan el olvido y la muerte”. Tres asuntos evidentes aquí: el lenguaje es insuficiente, considera el escritor, y la doble asechanza del olvido y de la muerte. Y por extensión, Tello también medita, cuando menos alegóricamente, de la lengua que ha perdido, o que se ha desposeído de la nitidez de antaño como consecuencia de la dolencia inesperada.
A partir de ahí, el libro se organiza en cuatro secciones, que parten de cierto pesimismo, del dolor de vivir. En la primera parte, Rosendo habla de la condición del extranjero del hombre en su propia vida, extraño de sí y extraño en todo, del pálpito de la sombra, de la vejez y de esa terrible desaparición del futuro. Los poemas de esta parte se titulan ‘Lejanías’, ‘Rosas negras’, ‘Desparecer’, ‘El final de una época’, ‘El ruiseñor que calla’, que vendría a ser por extensión el propio poeta, o ‘Tiempo vacío’, un poema clave en el conjunto. Títulos que son casi estados de ánimo. Anota: “El lugar que resiste es el más frío; / cae la noche lentamente en él / y lloran los fantasmas que habitaban / los desvanes del cielo”.
Este estado de desánimo y amargura persisten en la segunda parte del libro, aunque ahora está teñido de una búsqueda que se mezcla con la añoranza. En la tercera parte ya se percibe un camino hacia la luz y la esperanza, con algunos poemas de evocación y de exaltación del mundo, como ‘Magia’, que contiene muchos elementos de la poética de Rosendo Tello: la música que salta, las flores del jardín, el piano que suena en la noche temblorosa, la oscilación del corazón del mar. La última parte culmina la travesía hacia una plenitud que integra a todos, “habladores; todos, fabuladores, /animales y cosas y hombres, de mirar extasiados, / (…) El tiempo que ahora llega y resplandece / en esta palpitante y serena plenitud”.
La Feria del Libro de Zaragoza nos trae otra excelente noticia: Rosendo Tello, que cumplió 80 años en enero, sigue en plena forma: en la gran forma de la poesía, escrita con emoción, verdad y latido de hermosura. Él retorna al manantial de la inspiración y del verbo.
'EL BOXEADOR Y EL LEÓN' DE CARDIEL

[Antonio Cardiel está escribiendo un libro sobre boxeo. Es una historia fantástica, que participa del periodismo, de la pesquisa, de la literatura; en el volumen hay un cruce de caminos donde la realidad y la ficción se mezclan. La realidad es más inverosímil que la ficción. Aquí, en cierto modo, puede verse un ejemplo de este relato donde Cardiel sigue los pasos del gran Lenda.]
EL BOXEADOR Y EL LEÓN
Por Antonio CARDIEL
De nuevo en marcha por el barrio de Sants hasta la esquina de Vallespir con Bethencour, donde me habían asegurado que estaba el comercio de coches de Vicenç Febrer, el boxeador del león. Pregunto en un bar y el camarero me manda a una bodega, Celler de Gelida, en la misma calle Vallespir, que dice que es propiedad de la hija de Febrer. También me dice que el león de Febrer no tenía dientes ni garras, ya que se habían visto obligados a arrancárselos, lo que quizá pueda explicar la desenvoltura con la que su dueño se introducía en su jaula. ¿Y qué comía este león sin dentadura?
Más arriba, en la calle Vallespir, 65, efectivamente encuentro la bodega que me han indicado. El señor Toni Falgueras, que es su dueño y marido de la hija de Febrer, me recibe, como siempre hace todo el mundo, amablemente. Reconoce a su suegro en las fotos que le muestro, con el león, en celebraciones de ex boxeadores, pero no sabe nada de Lenda. Pero a pesar de lo infructuoso del intento me entero de que Febrer murió hace ya unos veinte años. Salió un día con un amigo a navegar, pues era propietario de un pequeño barco amarrado al puerto de Barcelona. Se sabe que se tumbó, como siempre hacía, a tomar el sol en su barca hasta que cayó al mar. Era un buen nadador, por lo que la familia sostiene que debió sufrir un ataque al corazón o algún desfallecimiento antes de morir ahogado.
Esta foto del álbum de Lenda nos muestra a Febrer con su león, Vicentet, y unas bombonas de práctica de submarinismo. Eso explica el bañador que viste el boxeador, incluso el cuchillo que lleva ceñido en su pierna izquierda. Es una foto curiosa, resumen de las aficiones de Febrer, por un lado, su pasión por el mar y los deportes náuticos, por otro, su león de la tienda. Además, la foto está dedicada por Febrer: “Al gran Lenda campeón de todos los tiempos.”
Se da la circunstancia de que en la Inglaterra de finales del siglo XVIII y principios del XIX, los grandes boxeadores solían asociarse a la figura del león, y muchos de ellos están enterrados en panteones que tienen esculturas que representan a este felino. Es por eso que le pregunto al señor Falgueras el origen de la afición de su suegro, y me responde que era un amante de los animales, ya desde su infancia, pues su familia era propietaria de una vaquería en esta misma calle, Vallespir. Que tuvo caballos, chimpancés, cocodrilos y todo tipo de animales exóticos, y que a Vicentet, su león, se lo trajo de África, adonde fue a pelear en cierta ocasión, cuando era todavía un cachorro. Que era tal su unión con el animal que hasta llegó a practicar el esquí acuático con él sosteniéndolo entre sus brazos, cosa realmente extraordinaria, ya por más vueltas que le doy no logro imaginar la escena. Que en cierta ocasión, para San Antonio, se lo llevó metido en una jaula, y sobre un carro, a la romería del barrio, para sorpresa del público en general que acudía con sus perros y gatos. Que lo tuvo muchos años en el escaparate de su tienda de venta de automóviles, motos, bicicletas y electrodomésticos hasta que las quejas de los vecinos, molestos por los rugidos nocturnos de Vicentet, le obligaron a llevárselo cada noche hasta el cuarto piso subterráneo de un garaje que había en la Avenida Infanta Carlota, ahora Tarradellas, donde molestaba menos. Para tal fin, lo metían en su jaula y esta en un camión que estacionaban en el garaje, en donde sus rugidos debían pasar desapercibidos. Finalmente, cuando fue nombrado concejal, donó su mascota al parque zoológico, aunque solía visitarlo de tanto en tanto. El señor Falgueras me dice que en la tumba de su suegro no hay ninguna simbología relacionada con el león, cosa que hubiera sido magnífica, un retrato de su Vicentet que lo relacionara con aquellos campeones y aristócratas ingleses de hace doscientos años.
ÁNGELA ABÓS, NOVELISTA DE LA MEMORIA

De niña a mujer en la España de luto
[Ángela Abós publica la novela ‘Artículo determinado’ (Mira), el relato de una vida que tiene mucho que ver con su propia autobiografía y con el aprendizaje sentimental]
Ángela Abós escribe desde hace muchos años: poesía, textos sobre la copla andaluza y el corrido mexicano, notas más o menos autobiográficas emparentadas con la gastronomía y la memoria, y ha redactado a lo largo del tiempo algo así como la novela de su vida: una novela crónica, una novela de contexto, la novela de una existencia que tiene mucho que ver con la suya y con la de muchos españoles que conocieron la esperanza de la II República, el estupor de la Guerra Civil y las sombras de aquella contienda, que se extendió en el tiempo de todos como un estorbo continuo, como una pesadilla o como un espectro que reaparecía cuando menos te lo esperaba. Esa novela se titula ‘Artículo determinado’ (Mira editores. Zaragoza, 2011. 190 páginas) y es la historia de “una superviviente de numerosas batallas íntimas pero también de abundantes vivencias producidas en sus espacios exteriores, siempre tan presentes”.
Ángela Abós es una mujer con un exuberante bagaje personal: madre feliz de muchos hijos, casi una madre coraje, licenciada en Filología Romana, catedrática de Instituto, exconsejera de Cultura, presidenta del Consejo Social de Aragón, y es, ante todo, una mujer en el camino. Una criatura amorosa que atesora una sensibilidad muy especial y una inclinación casi vehemente hacia la literatura, hacia la poesía en particular, y en un sentido más amplio hacia el mundo de las ideas y de la cultura.
Todo esto está presente una novela medida en todos sus términos que cuenta la vida de Laura Labastida, hija de Aurora y Juan. Aurora es una mujer apasionada, rebelde e inclinada hacia el conocimiento y los desheredados de la tierra; Juan es un minero que llega y que pronto se vinculará a la Falange. Entre ambos hay un evidente desencuentro, salvado por un amor tranquilo, más bien, por los convencionalismos y por el afán de entenderse más allá de los puñales del odio. Y en medio de eso, y del clima de angustia e impunidad que ha instalado Franco y los vencedores (la página 77: una ejecución sumaria nada improbable), crece Laura.
Crece, empieza a atisbar qué sucede en su entorno, descubre las paradojas de aquella España que había conocido el éxodo hacia Francia –esos son los ‘puntos de fuga’- y que parecía vivir un poco a la desesperada, con las palabras justas y el miedo oceánico. Laura vive historias espeluznantes, asiste a la atmósfera irrespirable de las dos España, descubre los fogonazos del amor, se muda de un núcleo rural más bien angosto a una ciudad que podría ser Jaca. Y poco a poco, se adentra en la juventud ya en Salamanca, que significará para ella una auténtica explosión de vitalidad, de lecturas, de escritores, de paisajes, de personajes lejanos pero tan presentes en Salamanca, adonde se traslada a estudiar, como María Zambrano, Miguel de Unamuno, pero también Dionisio Ridruejo, Laín Entralgo o Tovar.
La novela consta de ocho capítulos: reconstruye, con algún desequilibrio en el número de páginas, la infancia, la adolescencia, la juventud y la madurez de Laura, que culmina en la actualidad con una mirada ante el espejo, aunque también ofrece una mirada sobre el golpe de Estado del 23 de febrero. La novela está llena de peripecias, de personajes, de historias simbólicas, de dolor, y a la vez es la aventura sentimental de alguien que se atreve a desafiar el maleficio del país. ‘Artículo determinado’ es una novela con buenos diálogos, con calas gastronómicas, con una percepción especial de la naturaleza y es, ante todo, un libro que resume medio siglo de vida española, preñada de contradicciones, al fin y al cabo, es una novela sobre la dolorosa “síntesis de contrarios” de este país de todos los demonios.
‘Artículo determinado’. Ángela Abós. Mira editores: Colección Sueños de Tinta. Zaragoza, 2011.190 páginas. [El libro se presentaba el pasado martes en el Instituto Goya con la presencia de la autora, el editor Joaquín Casanova, José Antonio, el director, Túa Blesa, catedrático de Literatura, y Antón Castro] La foto es de Capa.
HOY FIRMO EN LA FERIA DEL LIBRO

Esta tarde, a partir de las seis y media o siete menos cuarto de la tarde, firmaré ejemplares de ‘El paseo en bicicleta’ (Olifante), uno de mis libros más especiales donde hablo de la sensación de montar en bicicleta, de mis recuerdos en Galicia, de la primera noche de pánico, de cine, de amor, de Garrapinillos y del Canal Imperial, Zaragoza, un libro en el que también interpelo a personajes como Nico, Laurent Fignon, Pierre y Marie Curie, Horacio Quiroga, la fotógrafa Miss Aniela, Alberto Contador o el escultor y profesor de digujo Ramón Acín. Mañana sábado, por la tarde, en compañía de Elba Mairal y José Domingo Dueñas lo presentaré en la Feria de Huesca; antes de mi presentación, intervendré en la puesta de largo de una plaquette de Eduardo Martínez Carnicer.
*La foto es una cortesía de Elías Moro.
BORRADORES, A LAS DOCE, DESDE EL IAACC PABLO SERRANO
Esta mañana, a las doce en Aragón Televisión, se redifunde el programa 'Borradores' grabado en el IAACC Pablo Serrano. Participan: su directora Marisa Cancela, el arquitecto José Manuel Pérez Latorre, y se ven las exposiciones de Pablo Serrano y el proyecto ‘Noreste’. También se ofrece un pequeño reportaje de ‘La noche en blanco’ con Mariano Anós, Nico Cassinelli, Fernando Burbano, Nacho Escuín y Manuel Forega, entre otros. Ana Alcolea habla de su nueva novela, ‘La noche más oscura’, que sucede en Noruega, en un faro, y Patricia Almarcegui explica las claves de su novela ‘El pintor y la viajera’, sobre Ingres y Lady Montagu. El programa se completa con un reportaje sobre ‘Visión emocional de una ciudad’, que se exhibe en la Lonja y en el Museo Camón Aznar, y con una visita a la exposición sobre el Ebro y sus riberas, ‘Diario de un río’. Creo que visualmente es uno de los programas más bonitos que hemos hecho, y llevamos casi 250, cinco años ininterrumpidos.
*Una pieza de Serrano de la serie 'El drama del objeto'.
POESÍA Y PRESENTACIÓN EN HUESCA
Día de la Poesía en la Feria del Libro de Huesca
-Hoy, sábado, 4, a partir de las siete de la tarde
19 horas Presentación de Hojas de niebla, de Eduardo Martínez Carnicer (imagen de Pilar Martínez Carnicer). Colección "Pliegos Literarios Altoaragoneses", n.º 45.con Antón Castro. I.E.A y Aveletra.
19.30 Presentación de ‘El paseo en bicicleta’ (Olifante) de Antón Castro con José Domingo Dueñas y Elba Mairal
20 horas Recital presentación:--Lengua de mapa, de Almudena Vidorreta--Que caiga el favorito, de Ramiro Gairín. También interviene Fernando Sanmartín, poeta y director de la colección “La Gruta de las palabras” de Prensas Universitarias.
Firman
Jesús Castiella
Óscar Senar
Francisco Ferrer Lerín
Antón Castro
Ana Alcolea
Begoña Oro
Eduardo Martínez Carnicer
Almudena Vidorreta
Ramiro Gairín
Fernando Sanmartín
Joaquín Sánchez Vallés
*Esta foto se llama 'La bicicleta muerta' y la firma Max. Está realizada en Fagernes, Nord Aurdal, Norway. Y la he tomado del blog La Elipa de wordpress.
DAVID GUIRAO: UN ILUSTRADOR EN ALZA
Aragón vive un momento especialmente fértil en el campo de la ilustración. Eso es indiscutible: si hubiese un campeonato mundial como ocurre con el fútbol y en tantos otros deportes podríamos presentar 25 artistas de elevado nivel y quizá hubiese alguna que otra discusión a propósito de los descartados. ¿Quién debe estar antes: Eva Garcés, Silvia Bautista Ayats, Ana Lóbez, Jose Herrera, Víctor Gomollón, Anuska Allepuz, Juan Bauty, Blanca BK, Verónica Casas, Diego Fermín, David Laguens o deberían estar todos a la vez? ¿El ‘diez’ de los elegidos le correspondería a Cano, a Isidro Ferrer, a Sáez Castán, a Tàssies, a Jesús Cisneros, a Grañena, a Luis Royo o a Elisa Arguilé?
¿Serían compatibles en ese elenco Alberto Gamón, Beatriz Gimeno y Antonio Santos, Ana González Lartitegui, Alberto Aragón y Miguel Ángel Pérez Arteaga, David Maynar y David Vela? ¿Qué lugar debiera ocupar la leyenda Meléndez? En cualquier caso entre el combinado estaría, sin duda, David Guirao (Zaragoza, 1973) que lleva más de una década centrado en la ilustración y el diseño gráfico. Ya posee una bibliografía muy amplia, y es uno de los protagonistas de la Feria del Libro de Zaragoza por varias razones.
Una de ellas es que es el diseñador del cartel, para el que ha utilizado algunos personajes clásicos y otros que pertenecen a sus ilustraciones. De un libro abierto, la gruta de los tesoros, salen las criaturas de ficción (Don Quijote, Alicia, una princesa de Pedro Alfonso…), y afuera, en otro contexto, se perciben los personajes de cada día, la gente que lee, la gente que pasea.
Otra razón importante es que David Guirao ha hecho su mejor obra ilustrada, con formatos panorámicos y un sentido épico que incorpora el fuego, la sombra y la sangre, con ‘San Jorge y el dragón’ (APILA), el libro cuyo texto firma Daniel Nesquens. Esta es una historia una y mil veces contada y recreada, pero tanto Nesquens como Guirao han apostado por el gran formato, por la grandeza, por los detalles. Guirao dialoga con Ribera, con Rembrandt, con Caravaggio y con el cine de aventuras (abraza desde la tradición del cinemascope a ‘El señor de los anillos’), y logra uno de sus proyectos más atractivos.
En esa línea, David Guirao aborda el universo de Gustavo Adolfo Bécquer en ‘Leyendas’ (Anaya. Clásicos a medida), donde dibuja el rostro puntiagudo del poeta y periodista sevillano, aquel señor que sentía una gran debilidades por las señoritas de burdel y por las mujeres elegantes que se asomaban a la ventana y dejaban escapar un suspiro y una nota de piano. Y dibuja siete cuentos, entre ellos ‘Maese Pérez, el organista’, que formó parte de la educación sentimental de este país hace más de tres décadas, ‘El rayo de luna’, quizá la pieza más onírica y poética, o ‘El beso’. A Guirao le gusta la ambientación histórica, el lujo de los ropajes y sus pliegues, la fuerza de las miradas (pienso en los ojos azules, de agua marina, de Beatriz: la prima del galán Alonso en ‘El monte de las Ánimas’) y los ambientes exuberantes, y así logra una propuesta muy sugerente. Da gusto releer a Bécquer, dará mucho placer descubrirlo, en compañía de las ilustraciones de Guirao, interesado también por la historieta gráfica.
Quizá el libro más divertido de todos en los que interviene Guirao, en este 2011, sea ‘La perdición fucsia’ El Imperio del Tecnopreboste I’ (Nalvay) de Fermín Moreno, que inicia una serie y transcurre en el planeta Gonadín en un tiempo futuro. Desarrolla algunos de los vicios y de los disparates de la sociedad actual, eso sí, con mucha ironía, mucho humor y despiporre. En realidad, Fermín Moreno cuenta la historia de tres señores, Clomch, Liver y Viriato, que son tres supervivientes y, quizá, tres nuevos modelos de pícaros, empeñados en salvar al planeta de una extraña amenaza. Guirao hace convivir el realismo mágico, los paisajes y los héroes con el mundo de los extraterrestres y sus pistolas.
David Guirao también es un protagonista de la Feria del Libro por su libro ‘El increíble niño invisible’, que publica en el sello aragonés Edelvives, cuyo texto redacta Ana Requena Maza. Se trata de la historia de un niño que sueña con vivir aventuras con Los 4 Fantásticos. Se encuentra con unas botas que tienen la facultad de volverlo invisible. Son unas botas especiales: rojas, brillantes, capaces de desternillarse de risa, capaces de «hacerle guiños burlones con sus ojos saltones». Las ilustraciones de David son aquí más cotidianas, e iguales que las de ‘La perdición fucsia’ son en blanco y negro. No se olviden de este nombre: David Guirao. Un trabajador, un soñador de luces y sombras, un creador de atmósferas, uno de los escogidos para la selección aragonesa de grandes ilustradores.
POEMAS DE EDUARDO MARTÍNEZ CARNICER DE 'HOJAS DE NIEBLA'
El pasado sábado, en la Feria del Libro de Huesca, se presentaba una nueva entrega de los pliegos de poesía que edita el Instituto de Estudios Altoaragoneses y la Diputación de Huesca en colaboración con Aveletra: ‘Hojas de niebla’ de Eduardo Martínez Carnicer; el pliego está ilustrado por su hermana Pilar Martínez Carnicer, que lleva algún tiempo trabajando sobre un proyecto denominado ‘Domus’, donde se mezcla la casa, la silla, el paisaje, la intimidad, y que ahora expone en Barbastro. Eduardo me envía estos dos poemas:
DOS POEMAS
Por Eduardo MARTÍNEZ CARNICER
Escribo en fuera de juego
Porque leer es un oficio extraño
Escribo cuando oigo desafinar a la orquesta
Lejos del mar, de las modas, en tiempos prosaicos
Escribo los días de insomnio, las noches lúcidas
Escribo de lluvia, de pájaros, de tristeza
Escribo los sábados cuando cierran los estancos
Escribo si veo a la estanquera exhalar humo
Escribo bajo los puentes los días nublados
Miro en los contenedores la luz de la basura
Robo versos a las cajeras que me ofrecen comida
Escribo convencido de la fugacidad de las palabras
Escribo inerte y me oigo palpitar
Escribo cuando el mundo se disfraza de amarillo.
SU DINERO, GRACIAS
Les sienta mal el cajero
A los pobres
A las prisas
¿A los poetas?
Cuando tecleas el pin
La cámara te vigila
Flotas como un astronauta
Desconfías del pestillo
Los segundos se alargan
Espere, por favor
No olvide su tarjeta
No olvide su dinero
Vuelva cuando quiera
Deseas arrugar los billetes
Te apetece contestarle al cajero
Dejar tu voz donde duermen los mendigos.
*Las fotos son de Julia Klem.
HOY, A LAS 0.45, BORRADORES
Invitados al plató: ALBERTO SERRANO DOLADER Y MARISA LANCA
Reportajes: JAVIER VÁZQUEZ, autor de teatro; SANTIAGO CAPUZ, cineasta, y DIEGO MORENO, NATALIO BAYO Y PACO URIZ hablan de ‘La leyenda de Fatumeh’
Actuación musical: Cihi Goyenetche, líder de EL BRINDADOR.
Javier Vázquez, locutor y autor teatral.
El periodista y escritor Alberto Serrano Dolader acude esta medianoche, a las 0.45, a Borradores para hablar de su libro ‘Moncayo, el laberinto legendario’ (IFC), que resume casi dos décadas de estudios e investigación alrededor de ese espacio mítico y mágico: Serrano habla de bandidos, de leyendas, de brujería, de símbolos, de gigantes como Pablo Pasamar y de la fascinación de ese espacio que cautivó a los hermanos Bécquer, entre otros muchos. La poeta Marisa Lanca comenta su libro de poesía y arte ‘Acerca de mis amantes’, publicado por Cartonerita Niñabonita, el sello de Remolinos.
Además, el actor, escritor y locutor de Aragón Radio Javier Vázquez habla de la pieza teatral ‘Un señor de traje gris’ (Bubok), que acaba de publicar y que está a punto de estrenarse: cuenta la historia de un hombre más o menos anodino al que ha dejado su novia. El joven cineasta Santiago Capuz habla de los éxitos de su corto ‘Lupus’, presentado en varios festivales; Capuz había rodado también el cuento ‘Cuánta tierra necesita un hombre’ con Jorge Roig. Y Diego Moreno (editor), Paco Uriz (poeta y traductor) y Natalio Bayo (pintor e ilustrador) abordan, desde la librería Cálamo, un libro muy especial: ‘La leyenda de Fatumeh’ del poeta sueco Günnar Ekeloff, publicado por Nórdica. Se trata de un poemario ilustrado, una historia de la luz y de la sombra, de la plenitud del amor y de su desmoronamiento, que transcurre en un ámbito oriental.
La actuación musical corre a cargo de Eric Cihigoyenetche, un músico francés que se ha instalado en Zaragoza y que hace una música muy versátil que igual evoca el blues, el country, el pop de los sesenta que a Neil Young o Jeff Buckley. Eric es el líder de la banda El Brindador. [Este programa ya lo anuncié aquí hace un par de semanas. Salió otro, dedicado a Los Beatles, Julián Casanova, etc. Y ahora se emite este.]
EL ZARAGOZA: UNA HISTORIA DEL SIGLO XXI
Chema González, periodista y apasionado al fútbol y al cine (y a un firmamento de mujeres que empieza en Paula...) acaba de abrir un blog y, entre otros textos, firma este homenaje al Real Zaragoza.
Un equipo de fábula y buen juego: Cáceres, Poyet, Cedrún, Solana, Nayim y Xavi Aguado. Abajo: Esnáider, Higuera, Belsué, Aragón y Pardeza. Vencieron en París el 10 de mayo de 1995 al Arsenal.
Breve homenaje escrito a un Real Zaragoza, que no siempre caminó en el alambre. Estos días se cumplen 14 años de mi llegada a la ciudad del viento. Desde el principio me encantó la afabilidad de sus gentes y dejé un hueco en mi corazón futbolero para el color blanquiazul.
Nayim, 'el elegido', alza la Recopa. El suyo es uno de los goles del siglo XX: un trallazo al cielo en el último segundo casi que batió a Seaman. El hombre del mar.
Una historia del siglo XXI
-Llorar por culpa del fútbol. Es lo último que me esperaba de ti. No es para tanto.
-¡Claro! Tú eres del Madrid y no sabes lo que es perder, perder de verdad. Y lo de hoy ha sido lo peor. Ni siquiera puedo imaginar a mi Zaragoza en Eibar o en El Ejido.
-Ya, pero sigo sin entender la llorera.
-Es igual, es inútil que te lo explique otra vez. Llegaré de madrugada con el autobús de la peña. Adiós.
Cuando Laura colgó el teléfono, supo que su novio nunca comprendería sus lágrimas. Ella no pudo estar en París y el único alegrón se lo había dado en La Cartuja un año antes. Sus padres le habían aconsejado que no fuera a Sevilla, que no merecía la pena porque el Celta iba a ganar de calle, pero no les hizo caso y acertó. Desde entonces, de derrota en derrota, pero no hasta la victoria final, sino hasta el desastre más grande, hasta aquella tarde de Villarreal. La vuelta fue una pesadilla. Los nombres de los campos de Segunda División, el examen que llevaba mal preparado por culpa del viaje, su novio y sus no sé cuántas Copas de Europa. Su cabeza no paraba de dar vueltas, pero al final siempre había un lugar confortable en el que pensar, París. Allí había estado su hermano mayor, que a la vuelta le contó con detalle lo ocurrido. Ella era una niña, le escuchaba con los ojos abiertos como platos, y le obligaba a contárselo una y otra vez. El ilusionante viaje de ida; el paseo por las calles y el encuentro en cada esquina con pequeños grupos de personas que portaban las mismas bufandas, las mismas banderas; el bocadillo bajo la Torre Eiffel; la llegada al estadio; el inmenso gol de Esnaider; el empate de los ingleses; la prórroga; y, claro, el gol de Nayim. Bueno, el gol, lo que se dice el gol, no pudo contárselo bien. Quedaba tan poco para el final que bajó al baño para ver los penaltis con más tranquilidad. Él siempre dice que nunca ha habido ni habrá un momento más placentero en un servicio que aquél en el que coincidieron el alivio físico y el sonido del gol en las gradas. Sin embargo, Laura sabe que eso es un recuerdo exagerado de su hermano y que, en realidad, se abrochó como pudo los pantalones y subió las escaleras hacia la grada con la enorme duda de qué equipo había marcado. Miles de gargantas habían gritado gol o goal y ni él ni nadie podía reconocer el origen. Por eso, su relato de aquel miércoles de mayo del año 1995 sufría un inexplicable corte. Él recordaba cada detalle desde que se subió al autobús cerca de la Chimenea hasta su apurado ascenso al graderío mientras miles de personas abrazaban y amaban a Nayim. Pero a partir de ahí, aparecía la niebla. No sabe si fue por el cansancio acumulado, por el estado de calma que sigue a un momento de gran excitación o por la tristeza de haberse perdido el gran instante de la noche y, quizás, de su vida. Sus recuerdos se apagaban con Seaman tumbado en aquella extraña pose de probador de colchones. París.
Laura desoyó, otra vez, los consejos y acompañó al equipo a Soria, Terrassa, Leganés. El resto, por la radio. Y los de casa, en su localidad de siempre y más aburrida que otros años. Los rivales, cuyos nombres le eran desconocidos, se metían atrás y a verlas venir. Era una competición a escondidas, sin focos, ni luces. Por eso, tampoco celebró demasiado el ascenso, le daba apuro. La vuelta a Primera no había sido fácil y el retorno estaba lleno de dificultades. Había momentos en los que el precipicio andaba muy cerca, pero algo sucedió que cambió las cosas. Hoy lo recuerda con cariño, pero aquel miércoles se sintió mal por ser tan pesimista, por creer que los galácticos les iban a golear. Montjuic estaba precioso, cada afición ocupaba una mitad del imponente estadio, pero ella recuerda que se oían mucho más los gritos de los zaragocistas. Nunca se había arrepentido de dejar a aquel novio que tuvo, nunca hasta el gol de Galletti. Hubiera estado bien reírse de él, después de sus intentos para que adoptara al Madrid como segundo equipo. Y no, ella no le tenía manía a los merengues ni a los culés, pero en su corazón sólo cabían el blanco y el azul. Aquella noche de marzo, como le había ocurrido dos años antes, muchas ideas se agolparon en su cabeza. Cómo sería el recibimiento en la ciudad, quiénes serían los rivales en Europa y, en el último momento, siempre París.
Laura ya ha terminadola carrera. Ya no lleva la carpeta decorada con las fotos de Higuera o de Poyet. Ha aprendido que los futbolistas no se mueven por los colores, sino por el dinero. Y lo entiende, que para eso ha estudiado las leyes del mercado. Las derrotas le duelen, pero ahora es distinto porque las reviste de un barniz racional, que en el fondo le fastidia. En ocasiones, recuerda con nostalgia alguna lágrima furtiva, que le dejó sin postre en la cena. Esto no significa que no sufra y si no, había que verla después de la final de Copa con el Espanyol o tras los dos últimos fracasos europeos. Simplemente, lleva puesta una coraza, que le permite no mostrarse del todo, no enseñar más de lo que ella quiere enseñar.
Ya no es la niña que no pudo ir al Parque de los Príncipes, ni la chica que lloró con amargura en Villarreal, pero cuando está sola en su recién alquilado apartamento suele abrir su álbum de fotos. Ahí está su abuelo, que le contaba historias del viejo Torrero y del mejor jugador que vistió la camiseta blanquilla, Lapetra. Su padre, que la llevó siempre a La Romareda y que un día consiguió que Juan Señor posara con ella en brazos. En el fondo, él hubiera querido estar en el lugar de ella y, si no en brazos, por lo menos al lado. Las de su año de Erasmus en Edimburgo, donde se llevó la camiseta avispa. Recuerda que algunos escoceses cuando se enteraban de que era de Zaragoza, le decían: “¡Nayim!, ¡París!”. Y eso que ya habían pasado algunos años. ¿Cuándo viviría ella su París? Sí, Montjuic fue mágico, pero Laura soñaba con una noche europea, con su noche europea. Había oído contar que el equipo de Los Magníficos tuvo que volver al campo y saludar a la afición del Leeds, que no se fue hasta que eso ocurrió; que Señor le marcó varios goles de penalti a la Roma en una eliminatoria gloriosa; que nunca hubo tantos aragoneses juntos fuera de España como en la final de la Recopa. Historias de su abuelo, de su padre, de su hermano. Ella quiere la suya, una que empiece así: “Érase una vez…”.
SEMPRÚN: NOTAS PARA UN RECUERDO

Ayer fallecía Jorge Semprún en París, a los 87 años.
Era un hombre cordial y elegante,
distante y ensimismado,
un hombre de muchas vidas públicas,
alguien que siempre se sintió un deportado,
un combatiente clandestino y un luchador.
Un europeísta por actitud vital.
Un europeísta por optimismo.
Un europeísta contra las sucesivas formas del odio.
Paradójico, rebelde, vivió muchas existencias y episodios
que se han prestado al equívoco:
sobrevivió al nazismo, al comunismo
(su lugar de resistencia y de residencia durante años),
fue ministro de Cultura con Felipe González,
guionista de cine, compañero accidental de Sartre y Camus,
colaborador de ‘Ruedo Ibérico’,
amigo de Marguerite Duras y de Montand,
y fue, ante todo, un buen novelista, en francés y en español,
y un estremecedor memorialista en libros
como ‘El largo viaje’ o ‘La escritura o la vida’.
Fue un hombre de perfil atractivo, con misterio y encanto,
que amó a sus anchas y nunca hizo ostentación de ello.
Creó un ‘alter ego’: Federico Sánchez, el otro y el mismo,
el disidente íntimo y de los otros, el desvelado
que iba de aquí para allá en la clandestinidad
para decir, al viento o a los últimos camaradas:
“Aquí estoy. Aquí me quedo. Semprún ha vuelto”.
Jorge Semprún se queda para siempre en la memoria,
En los libros, en el temblor de la lucidez.
*Esta foto es de Daniel Mordzinski, el fotógrafo de los escritores.
HOY VISITO LA UNED CALATAYUD PARA HABLAR DE 'CASABLANCA'

Yo sí soy mitómano. Y mujerista. Como dice Fernando Trueba, he ido muchas veces a enamorarme al cine. He ido al cine y me he enamorado. Me he asomado a la pantalla del televisor y me he enamorado. Ingrid Bergman es una de las mujeres imposibles de mi vida. Una de tantas. Me gusta casi siempre: en ‘Luz de gas’, en ‘Encadenados’, en ‘Casablanca’, en ‘’¿Por quién doblan las campanas?’, en tantas y tantas películas... Qué ojos, qué belleza tranquila, qué delicadeza, qué sensual desorden del rostro de súbito, qué capacidad de atrapar todos los gestos y todos los arrebatos. Esta tarde, en la UNED de Calatayud, tengo que hablar unos instantes de la película ‘Casablanca’ (1943) de Michael Curtiz, en un ciclo que organiza en la UNED José Verón, el fotógrafo poeta. Una película de amor y de intriga, de libertad y de opresión, de grandes personajes principales y de inolvidables secundarios, una película sobre la lealtad, el deber y la amistad. Siempre me ha gustado, y me sigue gustando, aunque sean tantos, tantos, entre ellos el gran Umberto Eco, los que la ponen a morir: la califican de aleatoria, inverosímil y sentimental. Me gusta Bogart, muchísimo, su cinismo estudiado, me gusta Ingrid Bergman: la mujer por excelencia. La actriz. El volcán de dulzura, la brasa dormida. La serena pasión de vivir, de soñar y de entregarse. Me gusta ‘Casablanca’, que también me hace pensar en Jorge Semprún, el atractivo caballero del cabello de plata eterna.
Miro esta imagen y me parece realmente conmovedora. El arte de la interpretación llevado a su máxima expresión. El artificio sublime de la verdad.
MIGUEL MENA PRESENTA 'ALERTA BÉCQUER'
Miguel Mena con los chicos de 'Toponimia nimia': Eva Hinojosa, Antonio Domínguez y Mikel Alcázar. El ingenio hecho palabra, humor y un poco de osadía.
‘ALERTA BÉCQUER’ DE MIGUEL MENA, EN EL TEATRO ROMANO
La literatura le sonríe a Miguel Mena. Quizá se haya convertido en el escritor más popular de las letras aragonesas. Un libro como ‘Piedad’ (Xordica) ha alcanzado la cuarta edición y ha cosechado elogios por doquier de autores tan distintos como Óscar López, David Trueba, Javier Cercas, etc. Es, sin duda, uno de sus libros más estremecedores en el que habla, en textos cortos e intensos, de todo lo que le obsesiona: el amor, el desamor, la injusticia, la violencia, el terrorismo, las historias secretas y el dolor y la felicidad que le proporciona su hijo Daniel, que padece el «síndrome de los niños felices». Y a la vez, como suele hacer en la vida cotidiana y en novelas como ‘Bendita Calamidad’ (que será llevada cine por Gaizka Urresti: el cineasta ya ha escrito el guión y ahora espera a ajustar los diálogos), Miguel Mena retorna al Moncayo, a Veruela y a Trasmoz, si en algún instante había dejado de mirar esa «montaña que ya no ampara».
Presenta esta tarde, en el Teatro Romano, con Luis Alegre de anfitrión, ‘Alerta Bécquer’ (Alba Editorial), una narración donde cuenta la historia de Eduardo, que es capaz de hacerlo todo para seducir a su novia Dafne. Para seducirla, convencerla y deslumbrarla. Emprende una aventura muy curiosa, muy goyesca: quiere trasladar, con su amigo Óscar, los restos de Bécquer, el espíritu del romanticismo y de la poesía amorosa, desde Sevilla al Moncayo.
De repente, ese cadáver, como le había ocurrido al de Francisco de Goya, pierde la cabeza, y ahí empieza una narración delirante, divertida, llena de guiños y de viajes, de peripecias que tienen un poco de sainete español y de aventura tan disparatada como medida, en la que intervienen la televisión (y el presentador Leo Rivas, que bien podría tener algo de Iker Jiménez) y el ya veterano inspector Ruiz, otro de esos personajes tiernos y tercos, que, además, cuenta con la colaboración de su esposa, así como quien no quiere la cosa. La novela, en el fondo, tiene mucho de ‘road movie’ con secretos: Eduardo quiere sorprender a Dafne; Dafne quiere encontrarse por sorpresa con Eduardo, con la complicidad del amigo Óscar, se asiste a diversas fiestas de pueblo e incluso hay una parada, cómo no, en Dinópolis (Teruel) y en la leyenda de los Amantes de Teruel: “Ni siquiera pudieron besarse (…) Murieron de amor. Se querían tanto que, al no poder estar juntos, el amor los fulminó”, así conversan Eduardo y Óscar. Los secretos de la policía, los enigmas que baraja Rivas, el perfil del propio Bécquer, todo ello ensancha el enigma de la ficción… El libro posee esa atmósfera festiva y jocosa y de intriga de los libros de Miguel, y a veces te hace pensar en Jerry Lewis.
INKA MARTÍ Y SU 'CUADERNO DE NOCHE'

Inka Martí o los sueños con serpientes
[La escritora, antaño presentadora de TVE y ahora editora de Atalanta, publica un personal y turbador libro: ‘Cuaderno de noche’]
Inka Martí era conocida como presentadora de televisión. Uno de esos rostros dulces y luminosos que entran a mediatarde o de noche en el comedor y se quedan allí como las buenas compañías. Hace algún tiempo, tras publicar dos libros infantiles, Inka Martí se unió al editor Jacobo Siruela y juntos crearon el sello Atalanta, que ya ha cumplido más de un lustro y que ha ofrecido al mercado editorial más de sesenta libros, que exploran la memoria, la literatura fantástica, el pensamiento, la historia de las religiones y el cultivo de la imaginación. Ahí han publicado libros extraordinarios, libros raros, han realizado algunos rescates espléndidos y han redescubierto a muchos autores. El propio Jacobo Siruela ha publicado un hermoso libro sobre los sueños: ‘El mundo bajo los párpados’, que nos hace recordar aquella colección tan turbadora, ‘El ojo sin párpado’, que publicaba en Siruela. Un libro casi totalizador que mezcla la ciencia con la especulación y el viaje literario. Y hace muy pocas semanas, Inka Martí publicaba en Atalanta ‘Cuaderno de noche’ (Vilaür, Gerona, 2011. 160 páginas), un libro que recoge sus sueños “reales, no tratados literariamente, sin artificio”, de una década: desde el año 2000 hasta este 2011.
Es un libro personalísimo, un viaje al pantano cenagoso del cerebro que nunca duerme, es un inventario que no es nada inocente, por decirlo de algún modo. A través de lecturas concretas, de aventuras específicas, de una nueva forma de vida, Inka Martí ha modificado su existencia, y estos sueños tienen un hilillo de conexión inequívoca, más o menos visible, con el mundo que frecuenta: el viaje, las religiones, el misterio, el esoterismo, los escritores fantásticos que le interesan, el eco de Borges, de Kafka, la naturaleza exuberante que la rodea, esos espacios oníricos que ella ha fotografiado (y que se pueden ver en www.edicionesatalanta.como/espaciosoniricos.html). Y no decimos esto para rebajar ni la fuerza ni la sinceridad ni el latigazo de los sueños: Inka Martí, como el marqués de Saint Denis, del que tanto habla Jacobo Siruela en su libro, es una perfecta onironauta.
En esos viajes está casi todo: el amor y el desamor, la irrupción de escenarios idílicos e inquietantes a la vez, como el corazón del bosque, las islas, las casas vacías o las construcciones que parecen palacios, fortalezas o laberintos, como ocurre en ‘El templo del amor’; aparecen los chamanes, los colgados, los monstruos, las criaturas imaginarias o híbridas, como el hombre-cocodrilo; aparecen pesadillas (como la historia del ‘bebé a la parrilla’), sacudidas reales que dejan sin aliento como la presencia de los violadores. También hay muchos sueños con mar, y a menudo esas imágenes o secuencias que tienen mucho que ver la subversión de la propia vida: el cerebro desordena las cosas y parece enfatizar un desencuentro con el ser amado, con el hombre altísimo con el que vives a diario.
Este ‘Cuaderno de noche’ de Inka Martí tiene muchas claves simbólicas que invitan a la interpretación y la conjetura. Puede leerse como un bestiario. Está repleto de animales: águilas, asnos blancos, perros y gatos, ratas y tritones, y muy especialmente de serpientes. Dice la autora para HERALDO: “Hablar del mundo interno y de los sueños es muy complejo, el terreno es resbaladizo y, al mismo tiempo, tiene algo de encantamiento. Hoy desperté con la idea de que este ‘Cuaderno de noche’ podría ser como el beso del príncipe a la bella durmiente: un despertar al mundo interno”.
Jacobo Siruela prologa el volumen y subraya: “Cuaderno de noche’ es un testimonio veraz de cómo discurre la vida en sueños”. E insiste, con Theodor Adorno, que estas piezas, a las que no se les ha añadido retórica ni afeite literario, pertenecen al mundo unitario de la mujer que los sueña. La mujer que lee, que atisba los pájaros, que posee caballos y perros, la soñadora que adivina las serpientes en pleno campo. En el texto ‘Serpientes’, escribe Inka Martí: “En varias ocasiones sueño con estas imagen: Un perro al que le sale una serpiente por la boca”. En ‘Serpientes ordenadas’ recuerda: “En un cuadro, con el marco colgado en el vacío, hay una serie de serpientes de distintos tipos. Disecadas y clavadas con alfileres, como las mariposas de un naturalista”. La obsesión por las serpientes reaparece en ‘El campo de olivos’: “Estoy en un campo de olivos. Anochece. De cada árbol penden varias serpientes”.
El volumen está escrito con un estilo límpido y a la vez resulta refinado, mágico, nítidamente poético. Y los sueños, ordenados cronológicamente, también tienen una estructura especial: son como microcuentos, poemas en prosa, piezas autónomas que se encierran en una bella estructura donde hay lugar para la sorpresa, la perplejidad, el espanto, la odisea en el tiempo. Cabría decir que Inka Martí desliza, página a página, un perturbador autorretrato.
JOAQUÍN BERGES: NUEVA NOVELA
Joaquín Berges (Zaragoza, 1962) publicó primero la segunda novela que había escrito: ‘El club de los estrellados’ (Tusquets, 2008), una narración que tenía algo de mezcla de película de Pedro Almodóvar y de novela de David Lodge, con quien se cartea desde hace una década.
Pero en realidad, Berges había escrito antes otra novela, ‘Vive como puedas’, que tenía algo de vuelta de tuerca o de versión modernizada de aquella película de Frank Capra: ‘Vive como quieras’. Y esa novela acaba de aparecer en vísperas de la Feria del Libro en la editorial Tusquets: se trata del relato de un hombre patético y contemporáneo que sucumbe a casi todos los obstáculos que le tiende la vida.
“Me llamo Luis, tengo cuarenta y tres años, odio los espejos y trabajo en una fundación dedicada al desarrollo de las energías alternativas. Tengo cuatro hijos. Dos de mi primera mujer, uno de mi segunda y una hijastra que venía con ella (¿Cómo en un pack de oferta de supermercado?). Estudié ingeniería industrial…”, dice el protagonista en su diario. De inmediato nos da más información: su primo Óscar le ha levantado el puesto a que aspiraba en su empresa y antes “lo había pillado en la cama con mi primera mujer”. Luis cuenta que su vida es un pequeño infierno que empieza en Sandra, su segunda mujer, una rígida ecologista, “una mujer esbelta pero no elegante. Todo en ella es tan natural que no deja espacio para la elegancia. No se maquilla, tampoco se peina, usa una ropa holgada que no se corresponde a su talla”; Luis insiste en sus descripciones, dice que no es fea y que sabe dar unos “indescriptibles masajes en los pies”, que nunca tienen una finalidad sexual.
Luis, en estas primeras confesiones, agrega que “Carmen, mi primera esposa, es a su lado un torbellino de cabellos negros, dientes manchados de nicotina y ojos pardos, un cúmulo de energía difusa que se maquilla y viste con la explícita pretensión de gustar y el inequívoco deseo de provocar”. Con él no debió lograrlo del todo porque, aunque lo “provocaba con sugerentes conjuntos de ropa interior”, nunca logró que fuese “un amante de primera”, y pronto se convertiría en “un fornicador distraído, flácido y precoz”. A este panorama inicial hay que sumar otros detalles: su viuda madre, que lo llama todos los días para comunicarle “los valores de su presión diastólica y sistólica. Y sus pulsaciones”.
Con estos datos ya se ve que nos asomamos a una novela de humor, de sarcasmo y de sátira, y de costumbrismo familiar actualizado, en la que se alternan las reflexiones del protagonista con diálogos chispeantes, con un aroma irónico de teatralidad y gran abundancia de detalles. A Berges, que es un gran observador, le encantan el humor y la comedia, y las desmesuras la vida cotidiana: a su hijo pequeño lo maltratan en el colegio, como le había sucedido a él, y al intentar arreglar el conflicto se encuentra con una profesora comprensiva y prometedora, tiene un amigo de vida secreta que también le crea algún que otro conflicto y sus hijos mayores se mueven en el pantanoso terreno de las drogas de diseño. Y por si fuera poco, él no puede olvidar a Carmen. Berges acaba construyendo una novela que hace pensar en David Trueba y en ‘Abierto toda la noche’, en climas de George Cukor y Billy Wilder, y en los sainetes de Arniches y de Jardiel. Se mezcla el desafuero con la acidez: este es un mundo un tanto siniestro, parece decir Berges.
Un libro divertido, pero cruel
El libro divierte, hace reír, es cruel en muchos momentos -de su mejor amigo se dice: “Óscar tiene la edad mental de un adolescente”-, no deja títere con cabeza y lo mejor de todo es que Luis Ruiz Puy no piensa en ningún momento que sea mejor que los demás. Dice que “la vida es para vivirla, no para escribirla”, y que va a arrojar el diario a la chimenea. Eso sí, antes ha recuperado “la capacidad de llorar” porque “las lágrimas pueden ser las palabras de una lengua universal que no requiere traducción”. Luis Ruiz Puy y Joaquín Berges son, en el fondo, muy en el fondo, unos sentimentales y unos neorrománticos.
*La foto es de Laia Navarra.
VIDA Y MUERTE DE MARGA GIL ROËSSET
Marga Clark me llamó ayer para anunciarme que había reeditado su estupendo libro ‘Amarga luz’ en Funambulista: la historia de la escultora Marga Gil Roësset, que se enamoró de Juan Ramón Jiménez y se acabó suicidando. Y esta noche, me ha enviado esta nota de Adolfo Caparrós sobre el libro, “que ha quedado muy bien, con nuevas aportaciones”.
Cuando el sentimiento se hace novela |
Desde la primera página del libro presentado por la Editorial Funambulista, Amarga luz, la autora, Marga Clark, me recuerda a Valle-Inclán. Me lo recuerda en esa explicación de que está escribiendo una novela basada en sus recuerdos, y que al fin y al cabo, nadie puede saber a ciencia cierta si sus recuerdos son reales o están matizados por los deseos y los sentimientos. De hecho, a la hora de la verdad, yo apostaría por lo segundo.
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HOY, 'TIERRA DE CIERZO', A LAS 10.40 Y LUEGO 'BORRADORES' EN ARAGÓN TV
Hoy, a las 10.40, ‘Tierra de cierzo’ de Jorge Nebra. Después, ‘Borradores’
“Tierra de cierzo”, de Jorge Nebra, recorre la historia de la música aragonesa
[El documental se estrena a las 10:40 horas y descubre los orígenes de grupos y artistas aragoneses tan populares internacionalmente como Héroes del Silencio, Amaral, Violadores del Verso o Carmen París, a través de sus propias palabras y una gran cantidad de material inédito]
Este sábado a las 10:40 horas Aragón TV estrena el documental “Tierra de cierzo”, un trabajo dirigido por Jorge Nebra que cuenta la historia de la música pop, rock y otras tendencias como el rap en Aragón y en España desde finales de los años setenta hasta nuestros días. Con el cierzo como hilo conductor, más de treinta entrevistas a músicos, productores, promotores, periodistas y personas vinculadas históricamente al mundo de la música en Aragón, en España y en el mundo guían al espectador en este documental a lo largo de más de tres décadas de historia musical.
El espectador podrá descubrir y conocer la historia de los orígenes de grupos españoles tan populares a nivel internacional como son Héroes del Silencio (el grupo de rock español más popular de la historia del país), Amaral, Violadores del Verso, Carmen París, Telephunken, Labordeta, Especialistas, Más Birras, El Niño Gusano, Los Niños del Brasil… y tantos otros, a través de sus propias palabras y de gran cantidad de material inédito cedido por los propios artistas, como fotografías, vídeos y portadas. Un contenido de gran interés para los amantes de la música.
“Tierra de cierzo” habla de la unión del pasado, el presente y el futuro, no dejando nunca de lado pequeños homenajes a personas que ya no están terrenalmente entre nosotros y que siempre lo estarán con su arte y su legado cultural como Mauricio Aznar, Sergio Algora, Germán Larone o Guille Martín (maño de adopción). Además, “Tierra de cierzo” compara la escena musical aragonesa con las movidas musicales y culturales de todo el país como las de Madrid, Vigo, Gijón, Barcelona... y su relación directa o indirecta con estas últimas.
“Tierra de cierzo” se emite hoy sábado 11 de junio a las 10:40 horas. [Esta nota es María José Mozota y el gabinete de prensa de CARTV.]
DESPUÉS, SE EMITE ‘BORRADORES’
Invitados al plató: ALBERTO SERRANO DOLADER Y MARISA LANCA
Reportajes: JAVIER VÁZQUEZ, autor de teatro; SANTIAGO CAPUZ, cineasta, y DIEGO MORENO, NATALIO BAYO Y PACO URIZ hablan de ‘La leyenda de Fatumeh’
Actuación musical: Cihi Goyenetche, líder de EL BRINDADOR.
El periodista y escritor Alberto Serrano Dolader acude a Borradores para hablar de su libro ‘Moncayo, el laberinto legendario’ (IFC), que resume casi dos décadas de estudios e investigación alrededor de ese espacio mítico y mágico: Serrano habla de bandidos, de leyendas, de brujería, de símbolos, de gigantes como Pablo Pasamar y de la fascinación de ese espacio que cautivó a los hermanos Bécquer, entre otros muchos. La poeta Marisa Lanca comenta su libro de poesía y arte ‘Acerca de mis amantes’, publicado por Cartonerita Niñabonita, el sello de Remolinos.
Además, el actor, escritor y locutor de Aragón Radio Javier Vázquez habla de la pieza teatral ‘Un señor de traje gris’ (Bubok), que acaba de publicar y que está a punto de estrenarse: cuenta la historia de un hombre más o menos anodino al que ha dejado su novia. El joven cineasta Santiago Capuz habla de los éxitos de su corto ‘Lupus’, presentado en varios festivales; Capuz había rodado también el cuento ‘Cuánta tierra necesita un hombre’ con Jorge Roig. Y Diego Moreno (editor), Paco Uriz (poeta y traductor) y Natalio Bayo (pintor e ilustrador) abordan, desde la librería Cálamo, un libro muy especial: ‘La leyenda de Fatumeh’ del poeta sueco Günnar Ekeloff, publicado por Nórdica. Se trata de un poemario ilustrado, una historia de la luz y de la sombra, de la plenitud del amor y de su desmoronamiento, que transcurre en un ámbito oriental.
La actuación musical corre a cargo de Eric Cihigoyenetche, un músico francés que se ha instalado en Zaragoza y que hace una música muy versátil que igual evoca el blues, el country, el pop de los sesenta que a Neil Young o Jeff Buckley. Eric es el líder de la banda El Brindador.
CONCIERTOS DE 'EL COMBINADO'
El Combinado
Encuentro de músicas, que se está celebrando en Zaragoza desde ayer. Hoy continúan las sesiones en la sala Morrisey, a partir de las 22.00 horas.
Zaragoza, 10 y 11 de junio de 2011
Contacto
Nico Cassinelli
Resumen
Nueva música de autor en Zaragoza.
El viernes 12 y el sábado 11 en la Sala Morrisey se presentará “El Combinado”, un encuentro de músicos de distintas procedencias que comparten escenario por primera vez. Nico Cassinelli, Claudio H, Andrés Sudón, Jass, Chabi Benedé y Hernán Fillippini son artistas, compositores, cantantes, que escapando un poco a la especie del cantautor, cada uno a su manera reinterpreta la herencia de la canción de autor junto con la de los sonidos folclóricos, modernos y hasta electrónicos para ofrecer una visión refrescante de la tradicional imagen del poeta y su guitarra.
Combinando música, poesía, humor, ritmo y influencias de todo el mundo “El combinado” es una oportunidad muy especial para disfrutar de un menú desgustación de las mejores canciones de este plantel, además de versiones, improvisaciones e invitados especiales.
El encuentro se realizará en dos noches, en cada una de las cuales los participantes se presentarán en solitario o compartiendo escenario unos con otros, versionando, recreando y compartiendo este nuevo cancionero. Las dos noches serán distintas, y en cada noche, cada participante dará algo ditinto, ya sea en solitario o en colaboración.
La cita es a las 22hs ambos días, entrada 5€, en Sala Morrisey – Gran Vía 33, de Zaragoza.
Los participantes
Nico Cassinelli
Nico Cassinelli es un músico argentino radicado en Zaragoza desde 2007. Luego de casi 20 años de actividad artística y profesional relacionada con la música y el teatro, en 2009 edita su primer disco solista en España, en modalidad de autoedición a través de SGAE. La música y en general la estética de Nico Cassinelli surgen de entre la canción de autor, la poesía rock y la fusión y han sido definidas por críticos y artistas como una música personal y de búsqueda, además de rica en orquestación, matices y detalles. En su set en solitario, Nico basa su interpretación en la combinación de la guitarra y la voz con ordenadores, samplers e instrumentos informales.
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www.facebook.com/nicocassinelli
Contacto
Andrés Sudón
Andrés Sudón nació en la primavera del 78, en Salamanca. Estudió violonchelo y solfeo en el Conservatorio Profesional de su ciudad, y guitarra clásica en la escuela de música “Santa Cecilia”, aunque su primer acercamiento a la canción de autor fue a los ocho años, cuando aprendió a tocar canciones de Sabina en las clases extra escolares de guitarra que impartían en su colegio. Su música es fuertemente poética e instrospectiva, y ha evolucionado a una propuesta personal y madura.
Desde su debut Andrés Sudón ha hecho más de 500 conciertos, y ha grabado varios discos. Hoy reside entre Madrid y Salamanca y es habitual de Libertad 8 y todo el circuito de música de autor de la península.
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http://andressudonvive.blogspot.com/
http://andresudon.galeon.com/aficiones1289651.html
Claudio H
Claudio H. nació en Buenos Aires, Argentina y desde muy temprana edad muestra inquietud por el arte. En Madrid desde 1989, es en España donde desarrolla la mayor parte de su actividad profesional. Músico y compositor, guitarrista, contrabajista y cantante, posee una larga experiencia en proyectos propios o compartiendo escenario con otros artistas. Desde hace ya mucho tiempo, su principal ocupación consiste en componer canciones y dar conciertos, con grupo o en formato “guitarra y voz”, en Salas, Auditorios, Casas de Cultura y Teatros de España y Argentina. Ha participado asiduamente en eventos y festivales organizados por ONGs y asociaciones de diversa índole. También presenta su trabajo en giras periódicas por Argentina y Uruguay. Autor, productor, arreglista e intérprete de su último disco; "Placer de volar" editado en 2009 y distribuido por la Compañía Galileo - MC. Dirige y toca (guitarra y voz) en su propio grupo "Claudio H. y La Banda"; con el que presenta su trabajo de manera periódica.
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http://www.wix.com/claudioh_musicas/c
Proyecto Jass
Juan Antonio Sánchez Salas (JASS) es nacido en Lorca, con residencia en Murcia y que recorre toda España con los tres discos de su Proyecto Jass, el espectáculo en solitario que combina música y humor que gestó el 2003 luego de una carrera de agrupaciones y participaciones en grabaciones ajenas. Las canciones de Jass muestran un personal mezcla de estilos, Todo ello aderezado con una buena dosis de guitarras enérgicas y estribillos pegadizos de los que no hay manera de quitarse de la cabeza una vez que los oyes.
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Chabi Benedé
Guitarrista y cantante zaragozano nacido en 1984. Comienza sus estudios de guitarra en el Conservatorio Profesional de Música de Zaragoza, para más tarde empezar a cantar en varias formaciones como Básico 5, Última hora, entre otras. Sus maestros, el Niño del Lunar Don José Barrés y Alonso Martínez.Realiza sus primeros conciertos en el año 2000. A principios de 2005 conoce a Hernán Filippini y juntos forman una banda que al disolverse dará lugar a “Los Lássaro”. Años más tarde, forma parte de “Los Impecables” y actúa con diferentes formaciones realizando colaboraciones en diversos bares y teatros como por ejemplo, Ariel Prat, Pato y Hernán… Actualmente forma parte de la banda de Nico Cassinelli llamada Vanguardia Zero, Hernán Filippini llamada Los Soñadores del Barrio, Sara Gale y por supuesto, su proyecto en solitario, que denomina “Vellicht”.
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Hernán Filippini
Guitarrista y cantante argentino, desde hace varios años recorre Aragón y toda España con el dúo “Pato y Hernán”, con Patricia Badián, con el que acaban de editar su primer trabajo discográfico, “Vías Cruzadas”. Con una voz y una guitarra delicadas, Hernán se especializa en el repertorio tradicional de la música popular argentina y latinoamericana, de donde también abreva su estilo como compositor. Su grupo, “Los soñadores del barrio”, combina versiones con composiciones en una registro entre lo tradicional y lo moderno.
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http://www.myspace.com/hernanfilippini
LUIS RABANAQUE MIRA EL CABARET

LUIS RABANAQUE: ACTOR Y FOTÓGRAFO CUMPLE AÑOS
Hoy el actor, fotógrafo, pedagogo, y algunas cosas más, Luis Rabanaque, a quien seguimos en Oregón Televisión (y esperamos seguir viendo en sucesivas temporadas: una comunidad empieza a serlo cuando tiene capacidad para reírse de sí misma, de sus políticos, de su paisanaje, cuando empieza a usar la ironía como arma cotidiana de convivencia…), cumple años y me envía esta preciosa foto tomada en el Teatro Principal. Luis, que es uno de esos ciudadanos entrañables y cariñosos a quien complace tener por amigo, dice lo siguiente: “Esta es una imagen de una sesión correspondiente al ‘Cabaret de Caricia y Puntapié’, premio Max al mejor montaje musical. Son Jorge Usón y Carmen Barrantes, dos maravillosos seres humanos, y fantásticos actores/cantantes”.
OCTAVIO GÓMEZ MILIÁN: UN GOLOSO BLOG DE NUESTRAS MÚSICAS
Octavio Gómez Milián es el hombre de la música y de la poesía. Eso que se llama un pope de curiosidades. Un joven pope, inquieto e incansable. Entre el sinfín de colaboraciones y de proyectos (trabaja con Alberto Guardiola y Miguel Mena, dirige colecciones con Comuniter, como Resurrección, está muy cerca de David Giménez en sus proyectos de Cartonerita, se implica en los recitales de la Asociación de Escritores, alienta y estimula la relación de la poesía y la música…) que alimenta, hay otro que es realmente interesante y goloso para cualquiera que le interese el mundo de la música: el blog http://aloestenosencontraras.blogspot.com/, donde confecciona un Diccionario de grupos aragoneses, redacta crónicas, desempolva entrevistas, hace recuento de conciertos, rescata personajes, todo con ese estilo suyo tan particular y caudaloso: el de alguien al que le atrae todo. O casi todo. Y vive para disfrutarlo y para contarlo. Copio aquí una de sus últimas crónicas.
Crónica de Alguerofilias en Jai Alai de Huesca (10 de Junio de 2011)
Por Octavio GÓMEZ MILIÁN
El pasado viernes 10 de Junio se realizó un merecido homenaje al desaparecido compositor español Augusto Algueró dentro de la programación del Festival Internacional de Cine de Huesca. Un supercombo de músicos oscenses capitaneados por Javier Aquilué (Kiev cuando nieva) revisó el cancionero de uno de los músicos más influyentes del pop español de los últimos cuarenta años. Hubo tiempo para todo, bandas sonoras de películas oscuras, yeyé de manual o material escrito para las mejores gargantas de los crooners patrios: el comienzo, un arrebato de lounge bailable, Ballet para un árbitro malo, un trepidante instrumental que sirvió para engrasar los instrumentos de Alguerofilia, a continuación, dos temas mágicos, de esos que solo las chicas con falda a juego con las luces son capaces de interpretar con salvajismo contenido de nouvelle vague: Muy cerca de ti (que aparecía como tema principal en Zambo y yo, la película que consagró a Ana Belén como niña prodigio), pero que se llevó al terreno más garajero de los Pegamoides, Celia Vázquez, sobrada de voz, precisa en la apertura para dejar paso frente al micrófono a Laura Muro (cantante de Lucca)que emulando a una Marisol postmoderna, más cerca de Deborah Harry que de Russian Red, se lanzó a cantar Me conformo (un tema que Gelu y TNT habían llevado a lo eléctrico después de que apareciera en “La Moderna cenicienta”).
Era el momento para la primera intervención de Anxon Corcuera, de Kiev cuando nieva, para que la banda se lanzara hacia el camino americano más bucólico y Oh Toni!, de “Marisol rumbo a Río”, siguió aumentando el ritmo del concierto. Todos tenemos alguna amiga a la que sus padres (progres, como Dios manda) bautizaron Penélope por el tema de Serrat, con música de Algueró, claro. La voz pánica de Chema Barrio, de Domador, ralentizó una historia cotidiana de contemplación y sugerencia. El concierto se ponía sabroso, pleno de groove, era el momento para el dandy del ritmo, como siempre, impecable en imagen e interpretación, Raúl Usieto aka Pecker, subió al escenario para hacer suya Bossa Nova (uno de esos temas que se te quedan en la cabeza, de estribillo adhesivo, que aparecía también en el largometraje “Marisol rumbo a Río) y en el que las texturas surgidas de los habilidosos dedos de Antonio Romeo (de Domador), sirvieron como especia perfecta. Llega uno de los instantes más esperados, la primera incursión en el cancionero de Nino Bravo: un hit atemporal, Noelia, para el que un grande, Juanjo Javierre (de Mestizos y Soul Mondo), acordeón en mano, demostrara que el eclecticismo que siempre ha caracterizado al compositor oscense iba a cobrarse una nueva muesca.
Y de crooner a crooner, esta vez un tema de Jaime Morey con el que respresentó a España en el festival de Eurovisión del año 1972 (sí, el mismo en el que se publicó el Ziggy Stardust de Bowie, entonces sí que se hacían buenas canciones), Amanece, era el turno para que Javier Almazán escapara por un momento de las influencias anglosajonas de Copiloto para convertirse durante unos minutos en un elegante intérprete a la orilla del Mediterráneo. Y con ellos empezó todo, Los 3 Carinos, historia del pop aragonés, fueron recordados por las voces conjuntas de Javier Aquilué y Antxon Corcuera tal y como habían sido revisitados unos meses antes en la presentación de Los chicos de provincias somos así (el documental de Orencio Boix sobre el pop oscense). Augusto Algueró, omnipresente en aquella época, había sido arreglista de los 3 Carino. Un tema muy coreado, sobre todo por la vuelta de Antxon al escenario, convertido en una especie de mito erótico indie para las jóvenes de la s primeras filas. Pero lo que el público quería era más yeyé, más temperatura e incendio y para eso nada mejor que devolver al escenario a Laura Muro y que la vocalista de Lucca hiciera una incursión en Amor bajo cero para dejar paso al segundo valiente de la noche, Fher de Plasma, que se transmutó en el Nino Bravo de Te quiero, te quiero, jaleando al respetable y escapando de lo hierático en una interpretación sobresaliente. Coreada en todas las fiestas, imprescindible en cualquier guateque que se precie, no podía faltar en el repertorio La Chica Yeyé, así que Celia Vázquez agarró el micrófono y dio una lección de cómo hay que cantar un clásico para éxtasis de carrozas, modernas y demás fauna (a esas alturas de concierto, completamente entrega, por supuesto). El cierre, como no podía ser de otra manera, para Tómbola, con todos los vocalistas sobre el escenario, en una improvisada jam que sirvió para presentar a los miembros de Alguerofilia: en la sección rítmica, Carlos Aquilué (Kiev cuando nieva y Will Spector and The Fatus), preciso e imaginativo tras los parches y Alejandro “El Chino” Villacampa (SCR y Lucca), mostrándonos sus dedos manchados de negro funk tras pulsar con maestría sus cinco cuerdas de la guitarra baja. En el teclado, Sergio Marqueta, pulcro y resolutivo en el acompañamiento, una sección de metales fundamental en los arreglos de un repertorio magnífico, Sergio Laita en trompeta, Roberto Laita en trombón y liderando al trío, el mago Justo Bagüeste, curtido en mil batallas (del ruidismo a la experimentación pasando por la opereta) y claro, en las guitarras, dos generaciones unidas por el amor a la música pop: Javier Aquilué Sr y Javier Aquilué jr, electricidad, mandolina y banjo. Un trabajo magnífico el de Alguerofilias, perfectamente punteado desde las proyecciones de Héctor de la Puente que aportaron un sustento visual fundamental (¡Valerio Lazarov que estás en los cielos, vuelve!).
A continuación, una estrella, deslumbrando con el reflejo de sus vinilos: Paco Clavel dj, micrófono en ristre, gusto consumado, entre retro y petardo, pero sobre todo, divertido.
A ver con qué nos sorprenden el año que viene...
*Todas las fotos son de la gran fotógrafa alemana Andrea Hubner.
ENRIQUE BUNBURY, EL ARAGONÉS UNIVERSAL DE LA MÚSICA

Bunbury: el artista, el aprendiz, el curioso, el cantor errante
[Javier Alvero le dedica un documental al cantante: ‘Porque las cosas cambian’, que analiza su trayectoria desde Héroes del Silencio hasta su último álbum, ’Las consecuencias’]
Esta foto es de Anna Moshi y la tomo del blog de Marisa Lanca.
Enrique Bunbury (Zaragoza, 1967) tomó su apellido musical, que se ha convertido ya en Bunbury a secas, de una joven amiga norteamericana. Ya desde pequeño, Enrique era especial: “nunca me gustó el fútbol”, dice, y con ocho o nueve años escribía canciones para cantar el colegio. En los 80, tras haber sido expulsado de varios centros escolares, tuvo infinidad de bandas: siempre fue un aprendiz, un incomodado, alguien que está una y otra dispuesto a empezar de cero, a cargar las maletas y el corazón con sonidos, con ritmos, con poemas, con sensaciones, con amigos.
Javier Alvero es el autor de un documental sobre el músico: ‘Bunbury. Porque las cosas cambian’. De vez en cuando, casi como un elemento que le da unidad al conjunto, Bunbury le habla a la cámara y da pequeños apuntes de sí mismo, apuntes, recuerdos, anécdotas o reflexiones que apuntalan su autobiografía. Dice, por ejemplo, en su primera aparición: “Todos los discos acaban hablando de las cosas que realmente te tocan”. Y, ya inmerso en ese viaje en el tiempo que es el documental, en ese viaje hacia el futuro, evoca sus inicios y asegura: “Yo fui un niño prodigio sin tener ningún tipo de prodigio”. Paso a paso, sin acritud alguna, con la presencia amable y lúcida de Pedro Andreu y Joaquín Cardiel, se reconstruye la historia de ese fenómeno llamado Héroes del Silencio, ese grupo que desplegó un sonido espectacular, como se volverá a ver y a oír con motivo de la gira de reencuentro de 2007.
A lo largo del documental, músicos, compañeros de viaje, técnicos de producción y sonido, amigos cercanos y distintos colaboradores nos acercan el personaje, mientras suenan las canciones, vemos las giras y una evocadora iconografía. Calamaro dice que “Bunbury escucha con los ojos abiertos”, y Phil Manzanera, de los primeros deslumbrados por la fuerza avasalladora de Héroes, dice que Burbury “es como una fuerza de la naturaleza y sigue siéndolo”. El artista. Se realiza un recorrido por los discos y las giras del grupo, con la ayuda del fino análisis de Pito, el manager que los catapultó desde Madrid, se habla de ‘El mar que no cesa’, ‘El espíritu del vino’, de ‘Senderos de traición’ y de ‘Avalancha’, y es el propio Bunbury quien resume ese período así: “La música nos unió y la música nos separó. Era lo que teníamos en común”.
A partir de ahí, Bunbury empezará a hacer algo que, en realidad, luego hará sistemáticamente en cada disco: se reinventa. Ariel Rot indica su espíritu de solista: dice que posee mucha personalidad y que siempre le ha gustado ir por libre. Y a la par, testimonio a testimonio, vamos viendo el complejo perfil del músico: posee una inmensa capacidad de trabajo, es muy receptivo y curioso, es un buscador de estilos diferentes y siempre está abierto a la experimentación y a la colaboración. Cada disco es la aventura de un viajero y de un explorador de los sonidos al que le gusta la playa en invierno, cocinar arroces e indagar en un sinfín de músicas: la música árabe o balcánica, la música italiana y francesa, el eco de Aerosmith o Gun and Roses, pero también se interesa por la música popular latinoamericana y la antropología; cuenta Lila Downs como Bunbury no hacía más que preguntarle cosas y cosas a su madre con auténtico embeleso.
Esa atracción por lo nuevo ya se ve en ‘Radical sonora’, que opta por la música electrónica e intenta escaparse de Bowie y U2, que también flirteaban con esa estética. Y se seguirá viendo, con otros matices, en sus nuevos discos: ‘Pequeño’, -“un disco que se salvó por América” y por el cual debía responder a la cuestión: ¿dónde está Bunbury, el cantante eléctrico?-, ‘Flamingo’s’, de exquisita factura, donde rinde homenaje a su pasión por el boxeo como metáfora de la vida y a Perico Fernández, ‘El viaje a ninguna parte’, ‘Freak Show’. Y luego vendrían otras experiencias, no siempre fáciles ni lineales, y nuevos discos como el que hizo con Nacho Vegas, ‘El tiempo de las cerezas’, la gira con Héroes de 2007, nuevos álbumes como ‘Helville de luxe’ y ‘Las consecuencias’. Dice Bunbury que se ha pasado horas y horas a la búsqueda de diferentes formas de sonar y confiesa que “tengo una pasión por el sonido. Mis discos dicen mucho de mí por cómo suenan”. Loquillo recuerda que un artista debe crearse un personaje y trabajarlo y consolidarlo. Y eso es lo que ha hecho Bunbury, disco a disco, que sale muy bien parado de este “carrusel emocional” que le dedica Javier Alvero. Y sale bien parado porque es un investigador, un explorador, un seguidor de Errol Flynn, un enamorado del trabajo de los otros (y los otros son sus colaboradores, Copi o Ramón Gacías, por ejemplo, pero también son las músicas del mundo y los intérpretes anónimos), alguien dice que “las maquetas y los discos ajenos son su gasolina”, y es un artista que sube a cantar y tiemblan las tablas, sucede algo que no sucede todos los días, como señalan Quique González y Loquillo.
‘Bunbury. Porque las cosas cambian’ es, con su talento, con su voz y con sus melodías, Bunbury en estado puro. Bunbury entre amigos. Bunbury en el camino: como el zaragozano errante e incansable.
*Me había anunciado Javier Alvero que el documental iba a salir con la revista 'Rolling Stone': esta mañana la he visto en el quiosco a tres euros.
POETAS DE LA VIDA Y DEL LOCO AMOR

Las maletas de poesía de cinco mujeres
[Nuevos poemarios de Magdalena Lasala, Carmen Ruiz, Marta Fuembuena, Maribel Hernández y Milagros Martín que exploran la pasión, el cuerpo y sus heridas, el viaje y la memoria]
Algo pasa con la poesía en Aragón. Con la poesía en general y con la poesía de mujer en particular. El libro ‘Yin. Poetas aragonesas, 1960-2010’ (Olifante) está siendo un pequeño acontecimiento: no sabemos si de ventas, pero al menos de promoción, de recitales, de viajes, de presentaciones aquí y allá. De exaltación de la palabra de mujer. La idea de Ángel Guinda, tan generoso él, tan alucinado hacia la poesía, mueve montañas, agita públicos, concentra espectadores y oyentes. Ya sea en Tauste, en Zaragoza, en Soria, en Teruel, en Tarazona o el Calatayud.
Estos días, han aparecido nuevos poemarios de mujeres. Elegimos hoy cinco. Hace unos días, Magdalena Lasala presentaba ‘Arderé en el exilio de tu cuerpo’ (Endymion), un nuevo volumen de amor (“amor loco” lo llama, que “domina, aturde, esclaviza, somete”) donde explora la intensidad de las relaciones, el dolor de la ausencia, la energía de la entrega, ese estado permanente de éxtasis que viven los amantes. Lasala había recorrido antes este territorio, con más ironía y sentido del humor tal vez: aquí recupera la pasión volcánica, la excitación febril (“dejo su boca /apresando con su fiebre la mía”), la urgencia de la consumación del deseo, los pequeños detalles del vivir con ese lenguaje característico suyo, tan voluptuoso y dado al arrebato. Dice Magdalena Lasala, por ejemplo: “…ven, bebe este exceso a sorbos, / floréceme con tu saliva plena / de tu deseo, de tu nombre en mí pleno/de ti/sáciama saciándote de las corrientes que fluyen / en tu paraíso”.
Carmen Ruiz Fleta es una poeta del amor, del cuerpo y de la identidad. En ‘Polaroid (Todos parecemos más fuertes en la fotografías)’ (Olifante) se acerca a la poética de la inquietud y de la fragilidad, parece próxima a Sylvia Plath, a Elizabeth Bishop y, entre las poetas aragonesas y españolas, se acerca a Miriam Reyes. Su poesía habla de un cierto desamparo, del extrañamiento que se produce entre los amantes, de la difícil relación con los padres, de un frío ambiental y anímico, y de esos enigmas de familia que te dejen un tanto perplejo, como asomado al umbral del abismo: “Hablas de mi padre, / de mi madre joven, / de los suicidas del álbum. / Eres un desconocido / que habla de mis recuerdos (…)/ Esta noche pronuncias / todos los nombres de mi prehistoria”. Quizá la poética de la autora podría concentrarse en este verso: “Voy desnuda, pero todos alabáis mis vestidos”. Es, hasta ahora, su mejor libro: ensancha los temas que ya había tocado antes y crea, además, nuevos espacios de ficción.
Marta Fuembuena es la autora de ‘La excusa de los días’ (Comuniter. Colección Resurrección), una plaquette que, ante todo, intenta construir una voz. Una voz que habla de la paradoja, de la fugacidad de las cosas y del amor, de la espera y de la esperanza, una voz que habla de esos desencuentros cotidianos, atravesados por el silencio o el malentendido, que cercenan la alegría, que casi excluyen la felicidad. La poesía de Fuembuena tiene una ironía propia, un punto de humor, un acento a menudo teatral: “Hay muchas maneras de decirte que sin ti, / es difícil planear las aves que seríamos. / En la caída un cielo incierto, /la única que se me ocurre es la mía”. Y dice también: “De tu casa a la mía / hay un desfiladero de fantasmas, / aparcados en fila de a uno. / Por las noches, / si se asustan, / corren a meterse en mi cama”.
Maribel Hernández firma ‘Extraños con paraguas’ (Bubok), un libro que alterna la prosa y el verso. El poemario podría ser algo así como un diario de viaje: la prosa es la acotación, el acta del tránsito (en el espacio, en el tiempo y en la historia), y los poemas son meditaciones acerca de la soledad, del cuerpo y sus heridas, del amado que se esfuma y reaparece (“…mi cuerpo en línea recta / gotea una ausencia tuya, / pusilánime, / avergonzada de existir / aún…”, dice), y reflejan también la mirada sobre el paisaje y las ciudades.
Y desde Barcelona llega ‘Descubriendo mi tiempo’ (Ediciones Carena) de la oscense Milagros Martín Carreras, una “poesía que brota, humilde, de los humildes rincones de la vida. Una poesía sutil, interna: ‘Oigo voces que pronuncian mi nombre’. El misterio del amor, del dolor del amor…”, escribe José Membrive de esta mujer de 80 años, que utiliza el copla, la canción y otras composiciones breves al servicio de sus recuerdos, de las pequeñas cosas de cada día, de lo que ve y siente, o de algunos homenajes, como el que le dedica a José Antonio Labordeta: “Y llorarán por ti las aguas de los ríos. /Recordarán las cumbres el eco de tu voz…”
*La primera foto, tan refrescante, es de Guy Bourdain. La segunda de Ellen Kooi.
SOPEÑA, CHOOS, BLANCA BK, ROMÁN, C. FALLARÁS Y CLAUDEL: BORRADORES
Gabriel Sopeña visto por Esther Casas.
Gabriel Sopeña, profesor, poeta y cantautor, presenta su nuevo poemario ‘Máquina fósil’ (Olifante) en Borradores, que se emite esta noche a las 0.35 horas. Interpreta dos temas, uno de los poemas del libro, ‘Como antorchas’, y ‘Políticamente incorrecto’ de Luis Alberto de Cuenca, a quien acaba de musicalizar para un disco en el que cantará Loquillo.
Los otros dos invitados al plató son dos artistas aragoneses: Blanca BK, una ilustradora que tiene varios proyectos recientes y que acaba de ser reclamada para trabajar en Estados Unidos, y el fotógrafo Gustaff Choos (Jesús Royo), que se ha especializado en el mundo de la música y en diversos festivales y en campañas publicitarias que le han llevado a retratar, entre otros, al futbolista Lionel Messi.
Philippe Claudel con su hija Lys. Foto de Aloma Rodríguez.
Borradores, entre otros reportajes, ofrece una entrevista con la escritora Cristina Fallarás, que acaba de ganar el Premio Barbastro de novela. Fallarás habla de su última novela, ‘Las niñas perdidas’ (Roca), donde una detective de vida complicada debe investigar el secuestro y asesinato de dos niñas. Olga Román recorre su trayectoria, sus años con Aute y Sabina, con motivo de su tercer disco: ‘Seguir caminando’. Se ha especializado en música latina y en jazz. Y el narrador y cineasta francés Philipe Claudel analiza sus novelas, su estética, y sus películas. El autor de ‘Almas grises’ o ‘La nieta del señor Lihn’ es un escritor muy meticuloso e intenso, uno de los valores más sólidos de las letras francesas y europeas. Es el autor de la película ‘Hace mucho que te quiero’ (2008), con Kristin Scott Thomas, en la que actúa su hija, que también aparece en la entrevista.
'BOTÁNICA. AFTER HUMBOLDT', CON RAFAEL NAVARRO, LLEGA A MADRID
El artista aragonés Rafael Navarro en la exposición Botánica. After Humboldt
La muestra reúne fotografías de seis autores contemporáneos
REAL ACADEMIA DE BELLAS ARTES DE SAN FERNANDO
(Sala Guitarte, 3ª planta. Alcalá, 13 – Madrid.)
Acción Cultural Española (AC/E) se complace en coorganizar con el Centro de Arte y Naturaleza (CDAN). Fundación Beulas de Huesca y la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, la exposición Botánica. After Humboldt, una muestra que ofrece un conjunto de fotografías de seis autores contemporáneos con una mirada creativa y muy novedosa sobre la ciencia de la botánica. Se busca de este modo la confluencia, en un mismo plano de arte y ciencia.
Junto a las imágenes, se mostrará una selección de grabados del siglo XVIII procedentes de los archivos y colecciones de Calcografía Nacional que contrastan con la rigurosidad de la perspectiva fotográfica.
La exposición estará abierta al público del 17 de junio al 16 de septiembre.
De martes a sábado de 10 a 14 y de 17 a 20 horas.
Domingos y festivos de 10 a 14 horas.
Lunes cerrado
Los artistas presentes en la exposición son:
Manel Armengol (Badalona 1949)
De la serie “Herbarium”, (2004) un conjunto de 188 imágenes en blanco y negro, se muestran 24 fotografías que plantean la individualidad de cada planta, de cada flor. Con un metódico análisis de la realidad vegetal, el interés del artista se centra en la belleza y diferenciación de cada una de las plantas retratadas, con absoluto respeto y fidelidad a una realidad subjetivada por el ojo de la cámara.
Alberto Baraya (Bogotá, 1968)
La reconstrucción de las históricas expediciones científicas es la forma en que el artista agrupa sus trabajos, un estudio sistemático y dentro de las más exigentes leyes de la botánica clásica, del mundo artificial de la vegetación actual. “Herbario de plantas artificiales” es la serie principal que se expone, junto con algunos trabajos de sus Expedición Nova Brasiliensis y Expedición Nueva Zelandia.
Joan Fontcuberta (Barcelona, 1955)
“Herbarium” (1982-1985) es un trabajo esencial en la historia de la fotografía actual y una pieza clave en la posmodernidad. La creación de un mundo vegetal ficticio en el que se analizan y se muestran, de acuerdo con la mas estricta terminología botánica cada uno de sus elementos, marca una derivación de la fotografía tradicional, un guiño a la realidad y un homenaje a los maestros históricos de la fotografía en blanco y negro.
Juan Carlos Martínez (Campanario, Badajoz, 1978)
“Expedición Spermopsida” (2007-2008) es el nombre de la serie de ocho fotografías en color y de gran tamaño, que se reúnen en esta exposición. Todas ella forman parte de una serie de expediciones a lugares en jardines y parques en los que tienen lugar encuentros sexuales furtivos. El intento de a través del estudio de la botánica de analizar los lugares y sus vinculaciones con el deseo, la naturaleza y el cuerpo, siempre jugando con la referencia a las históricas expediciones científicas y a las asociaciones de los términos latinos para nombrar a las plantas.
Rafael Navarro (Zaragoza, 1940)
La relación vital con nuestro entorno cotidiano define la serie “Testigos” (2010), en la que la representación de las plantas se aleja de cualquier intento analítico y clasificador. Simplemente están, ahí, con sus cuerpos, es su presencia la que se nos ofrece de una forma esencial, con primeros planos que nos hablan más de sensaciones y sentimientos que de análisis botánico. Ellas, las plantas, son testigos de nuestras experiencias y desasosiegos. Permanecen con sus formas, cercanas a la
abstracción, silenciosas presencias de nuestro mundo.
Juan Urrios (Barcelona, 1962)
“Verdes” (1997), sintetiza la esencia de las plantas en una sola palabra que nos remite a su frescor, a su apariencia, a su interior, al jugo que corre por sus cuerpos: verde. En esta ocasión son fotografías con luz, en la que el verde es aun más fuerte, más central, más protagonista. A la idea de verde no solo responden las plantas pero aquí se juega con la definición, con el cliché y nuevamente con la ironía de lo que es y de lo que parecer ser. Texturas en primer plano, superficies vegetales, artificiales que todas remiten al mundo vegetal.
*Nota de prensa del gabinete de comunicación de la muestra que se presentó hace no demasiado tiempo en el CDAN de Huesca.
INGRES Y LADY MONTAGU: AMOR Y ARTE
Una pasión imposible con Oriente al fondo
Cuatro cuadros de Ingres: 'La gran odalisca', 'El baño turco', 'La pequeña bañista' y 'Rafael y La Fornarina'
[Patricia Almarcegui, la orientalista zaragozana, publica la novela ‘El pintor y la viajera’ (Ediciones B), donde reúne a Ingres y a Lady Montagu]
Mary Wortley Montagu, vista por Jonathan Richardson.
Patricia Almarcegui fue bailarina antes que profesora, fue orientalista antes que narradora. El ballet la llevó a Roma y Florencia; regresó a Zaragoza y aquí se licenció en Filología Hispánica. Más tarde, la lectura de Edward W. Said fue como una revelación: le descubrió el mundo oriental, y se zambulló en ese universo en el que aparecen figuras como Alí Bey, Richard Burton, traductor de ‘Las mil y una noches’, Gustave Flaubert, Bruce Chatwin, y otras figuras fundamentales. Vivió en distintos países de Asia y de África, y ha publicado artículos y monografías sobre los viajeros a Oriente. Por eso no sorprenderá a casi nadie que su debut como narradora sea con un libro como ‘El pintor y la viajera’, que acaba de aparecer en Ediciones B y que presentaba el pasado lunes en Ámbito Cultural, en compañía de Rafael Argullol.
Ella define esta narración de corte intelectual, ajustada y fluida, como el “fruto de un deseo imposible. El deseo de que el pintor Jean Auguste Dominique Ingres y la viajera lady Mary Wortley Montagu se hubieran conocido”. Eso, como recuerda Patricia Almarcegui, no llegó a suceder: habían nacido con un siglo de diferencia. Se le ocurrió la idea durante la observación en el Louvre del cuadro ‘La pequeña banista’ de Ingres (1780-1867), de inequívoco influjo oriental. Lady Montagu (1689-1762) fue una viajera muy especial: estuvo en Turquía, conoció los baños y los harenes, y envío una intensa correspondencia desde Estambul. Ingres, romántico y realista, acusó el impacto oriental, como lo acusaron Delacroix, su gran rival, o Matisse, muchos años después.
La novela comienza con Ingres en crisis. “Por primera, se había dado cuenta de que había dejado de desear. Habían desaparecido las mujeres, los cuerpos y la piel”, se dice. Tenía la sensación de que había perdido su mejor sentido, el de la vista, y estaba desencantado con su propia trayectoria de pintor. Hasta que su mejor amigo lo rescata y lo lleva a la representación de la ópera ‘Orfeo’ de Glück, que le conmueve. Y allí se encuentra con Gerard de Nerval, con Baudelaire, “elegante y estirado”, y, por magia de la escritura, con Lady Montagu. Hablan vagamente y se emplazan a otra cita. Ingres se traslada al campo y allí recibirá, con bastante indolencia, a Delacroix, con el que estaba enemistado. Saltan chispas en un diálogo muy interesante sobre la pintura francesa del siglo XIX, sobre el color, el dibujo, la forma, la mirada hacia Oriente.
Más tarde, Lady Montagu e Ingres se reencuentran y ahí empieza un diálogo intelectual sobre arte, sobre el viaje, sobre Oriente, sobre las mujeres y sobre el amor. Por ejemplo, Lady Montagu le dice que a veces le irritan sus cuadros, y que el mejor de los suyos es ‘Rafael y la Fornarina’, mejor que ‘La gran odalisca’ o ‘El baño turco’. Ingres explica que ella es Madeleine, el amor de su vida. Hay amagos de erotismo, de pasión, pero sobre todo la novela, muy entretenida, de gozosa lectura, es casi un retrato de dos personajes muy diferentes: el más acomodado Ingres, uno de los pintores protegidos por el poder durante años, y la aventurera Lady Montagu. Los diarios de él, las cartas de ella, los sueños y la imaginación de Patricia Almarcegui alimentan esta novela que pertenece a la literatura histórica y a la literatura fantástica. Una novela que tiene otra virtud: es breve, rápida y está escrita con naturalidad a pesar del anacronismo del que parte.
El pintor y la viajera. Patricia Almarcegui. Ediciones B. Barcelona, 2011. 200 páginas.
CARLOS DE ABUIN: TRES POEMAS
ICH BIN NICHT GROSS
Como la aleta dorsal de un gran pez
La montaña-horizonte de Ginebra
Enfrente de mi ventana enhebra
Hilachas de nubes con tozudez.
Pasados los laberintos de Fez
Las palmeras que el aire seco quiebra
Trazamos más mapas, pieles de cebra
Sobre este mundo creado en estrechez.
Somos viajeros, olas de un lago
Reclusos de una vida atrapada
En los barrotes de un monte alpino.
¿Quién será me pregunto el hábil mago
Que urdió esta aventura que cada
Cual ha de vivir como su destino?
CUATRO RUEDAS
Cuando en el silencio mi voz te nombra
Fluyes como un río infinito
Apenas puedo verte en la sombra
Y cada beso a la noche es un grito.
Los astros brillan en su oscura alfombra
Tu frente exuda un veneno exquisito
Es un honor que aún ahora me asombra
Ver en tus ojos el Amor escrito.
Huele a rosas ácidas, gasolina…
Un cercado juega a ser muralla
Un coche es castillo en la colina
El Destino es el campo de batalla.
Sin armas, la Muerte se adivina.
Temible es, cuando nos mira y calla.
A Beatriz
TRASMOZ
Una begada estié en Trasmoz.
En ixe mon cobalto e solenco,
D’o desierto parezía un troz:
Suenio chelau de bel alunadenco.
Sentié d’un mago arabe a boz;
O infinito d’un zielo azulenco.
Carreras buedas, un calor atroz,
Un sudor, como augua de mayenco.
A mía memoria ye un río, ye ebidén.
No quiero ir-me-ne d’astí, luén…
Fuyir d’o esdebenidero destín.
No. Beberé a ambista totalmén.
Os míos labios conoxen o camín;
As bruxerías d’o zierzo sin fin.
*Las fotos son de Wayne F. Miller.
BELÉN GOPEGUI, HOY, EN CÁLAMO
Esta tarde, a las 20.00 horas, en Cálamo, Belén Gopegui (Madrid, 1963) presenta su nueva novela: ‘Acceso no autorizado’, una reflexión sobre el mundo de la política, el poder, el mundo de internet y los ‘hackers’. La protagonista es una mujer que hace pensar en María Teresa Fernández de la Vega; la autora de ‘Lo real’, ‘La conquista del aire’ o ‘Deseo de ser punk’ también aborda la traición de la izquierda, los fracasos y la falta de foco en sus objetivos. La posee la brillantez, la fluidez y la mirada personal de Belén Gopegui, que debutó en la ficción con ‘La escala de los mapas’. Acompañaré a Belén, a quien conozco desde ese libro, en la presentación. Esta novela ha supuesto su paso de Anagrama a Mondadori.
GIRALT TORRENTE, EN PORTADORES
“Me lancé sobre la escritura de este libro de manera irreflexiva y automática. Lo del amor vino después”, dijo Marcos Giralt Torrente a propósito de su nuevo libro, ‘El final del mar’, compuesto por cuatro relatos de formato medio, casi ‘nouvelles’; el volumen ha ganado el II Premio de Narrativa Ribera del Duero, que publica Páginas de Espuma.
Esta tarde, a las 20 horas, en Los Portadores de Sueños presenta el libro. Los relatos se titulan ‘Nos rodean palmeras’, ‘Cautivos’, ‘Joanna’ y ‘Última gota fría’. El primer texto narra el viaje emocional de una pareja por África; el segundo es una historia de amor convencional; el tercero se centra en los amores adolescentes y el último opta por el rescoldo de la pasión en una pareja separada. Marcos Giralt, tras el gran éxito que tuvo con ‘Tiempo de vida’ (Anagrama, donde contaba la historia de su padre y la relación recuperada entre ambos al final de la vida del pintor), vuelve a la ficción y al género en el que siempre se ha encontrado muy cómodo. En la presentación, Marcos Giralt estará acompañado por Félix Romeo (uno de sus mejores amigos zaragozanos con Ismael Grasa) y por su editor Juan Casamayor, responsable de Páginas de Espuma.
DENNIS HOPPER, FOTÓGRAFO
El fotógrafo indomable Dennis Hopper
Taschen publica un volumen de gran formato con las fotos que realizó el actor y director de ‘Easy rider’ fechadas entre 1961 y 1967, y con las fotos de su propia vida
Dennis Hopper (1936-2010) ha sido una de las personas más fascinantes del mundo del cine de Hollywood. Lo fue casi todo: actor, guionista, productor y director de una película de culto, ‘Easy rider’ (Busca tu destino, 1969), una obra personalísima que tenía el sabor de una culminación de unos años muy intensos de creación –en la pintura, en el cine y en la fotografía-, de amistad, de sueños más o menos y de una existencia peligrosa, casi al límite.
En el cine, Hopper debutó en obras como ‘Rebelde sin causa’ o ‘Gigante’, donde coincidió con el espíritu atormentado de James Dean. Gran amigo suyo, algunos biógrafos han dicho que “la muerte de Dean salvó a Hopper”, le llevó a buscar su lugar en el mundo y reflexionar acerca de su propio sino. En aquellos días, Hopper era un joven rubio y atractivo que era retratado una y otra por un fotógrafo como William Claxton, el cronista visual del jazz. Hopper siguió con pie en firme en el cine: actuó en ‘Duelo de titanes’. Poco después, inició una aventura intensa y apasionante: una labor como fotógrafo que lo llevó a realizar varias exposiciones, a ser objeto de retrospectivas y catálogos. Esa tarea, gigantesca y variada, acaba de ser publicada en un libro de gran formato de Taschen: ‘Dennis Hopper. Photographs, 1961-1967’ (Madrid, 2011. 546 páginas), que aparece en España, paradojas de la edición, inicialmente en inglés, alemán y francés.
Hopper nació en un ambiente artístico, creció rodeado de jardines, de pintores, artistas y escritores, y uno de sus primeros sueños fue el de ser pintor. También recordaría con mucho cariño sus estancias en la granja de sus abuelos cerca de Dogde City. Años más tarde, recuperaría su vocación plástica con la fotografía. Poco después de su boda, su mujer Brooke Hayward le regaló una cámara Nikkon de 35 mm. que ya no dejaría. Con ella lo captaba todo con tanto fervor como curiosidad. Con clara voluntad artística, dentro de un estilo que a veces podría clasificarse documental, otras veces bruto, otras veces próximo a la abstracción.
Hopper era un fotógrafo intuitivo: inicialmente captó el mundo de la pintura y del expresionismo abstracto: las texturas, las masas, los detalles abruptos, los cristales rotos, el volumen, el arabesco de las alambradas. Da la sensación de que sus fotos descubrían en la calle o en las paredes aquello que pintaban Jaspers John’s o Ruscha. Posteriormente, en una serie que el editor Tony Shafrazi titula ‘En el camino’, con claro parentesco con Keroauc y los ‘beats’ (Hopper retrató a Timothy O’Leary, uno deellos), lo vemos en una línea distinta: próximo a fotógrafos como Elliot Erwitt, Robert Frank o Walker Evans, o incluso a Helen Levitt, cuando se pone a retratar niños en las calles. En ese período le interesan las autopistas, las calles, las valles publicitarias, la gente que camina, los escaparates y sus tipografías, y a veces podría decirse que compone con un desaliño buscado, con una estética feísta, aunque casi a la par muestra fotografías rotundas, de gran belleza. Le interesan muchos los fondos, las pintadas, los reflejos.
Pero también estuvo en los toros en México, en Durango o Tijuana. Como era de esperar se zambulló en Hollywood, en diversas películas. Y captó a numerosos actores, entre ellos a Dean Martin o John Wayne. Esa serie se completa con otra, ‘El ojo subjetivo’, donde captó a David McCallun, a Jane Fonda, a su adorada Tuesday Weld (a la que había amado siempre, confiesa), a Paul Newman, con quien coincidiría años después en ‘La leyenda del indomable’.
Hopper vivió aquellos años con intensidad. Era un maravilloso anfitrión en una casa que parecía un museo. Estaba llena de cuadros de Warhol y de arte pop. También le interesó la moda y ese mundo tan psicodélico y rebelde, de excesos y muchas chicas bonitas, el mundo de Warhol y de David Hockney, los ‘beatniks’, los expresionistas abstractos; captó las masas, los desnudos o algunas de las manifestaciones que perturbaron el país e inflamaron el verbo reivindicativo de Martin Luther King, a quien retrató. Entonces, “Nueva York era realmente el centro del arte en el mundo”. El libro se completa con entrevistas a Hopper, un extenso catálogo final de todas las obras, son más de 400, y una fotobiografía que recorre cada una de sus películas, entre ellas, ‘Apocalipsis Now’, donde hacía de fotógrafo, ‘Terciopelo azul’ o ‘Elegía’ de Isabel Coixet, en 2008.
ROSENDO TELLO: ACTA DE UNA CITA

Esta mañana he visitado, con el fotógrafo José Miguel Marco, al poeta Rosendo Tello. Hace ahora dos años, sufrió un ictus que le ha dejado inválida la mano derecha y una leve cojera, y sobre todo le ha dejado sin la posibilidad de hablar con nitidez. Rosendo ordena bien su pensamiento, sigue pensando en imágenes, lee como siempre, a veces araña el piano con la mano izquierda, pero no es fácil entender lo que dice. Ni siquiera para su mujer Maribel. Pese a ello, está sereno, sigue escribiendo con la mano izquierda, con lentitud y mucha aplicación, y ahora trabaja en un nuevo poemario: ‘El silencio’, un libro que aborda, en clave personal, lo que le ha ocurrido: lo que él llama “estoy encerrado en el silencio de mi habitación”. En la foto, le leo a Rosendo el poema ‘Serena plenitud’, que dedica a José-Carlos Mainer. Lo más impresionante era ver cómo Rosendo recordaba cada imagen, como intentaba enfatizar donde había una idea, una imagen recurrente, y de vez en cuando sonreía. Por cierto, Rosendo Tello acaba de publicar un nuevo poemario: ‘El regreso a la fuente’ en la editorial Prames. Esta foto es de José Miguel Marco.
PÉREZ AZAÚSTRE: DIRECCIÓN PARAÍSO

[Joaquín Pérez Azaústre publica su poemario ‘Las Ollerías’ (Visor, 2011), que tiene algo de cuaderno de ruta de la memoria con ciudades, amores, viajes y personajes]
El premio Loewe de poesía es uno de los más prestigiosos de la lírica en España. Entre sus ganadores figuran Luis García Montero, Juan Luis Panero, José María Álvarez, Carlos Marzal, Jaime Siles, Guilermo Carnero y Cristina Peri Rossi, entre otros. Joaquín Pérez Azaústre había ganado el premio a la Creación Joven, que también concede la Fundación Loewe, con ‘El jersey rojo’ (Visor, 2006) y ahora ha obtenido el premio absoluto con ‘Las Ollerías’ (Visor, 2011. 76 páginas), un libro de poemas de amor y viaje, un itinerario de la memoria, que este joven escritor cordobés define así: “Las Ollerías’ es una avenida de Córdoba, transformada en un espacio simbólico de la memoria: un territorio en el que es posible la reconstrucción personal a través del poema, convertido en fortaleza del ser”.
Nacido en Córdoba en 1976, Pérez Azaústre es un joven autor con experiencia. Ha publicado novelas como ‘América’ (Seix Barral, 2004) o ‘La suite de Manolete’ (Alianza, 2008. Premio Fernando Quiñones), y como poeta también está en posesión del siempre prestigioso premio Adonais. Hace algunas semanas, Pérez Azaústre presentaba su nuevo poemario en la librería Antígona de Zaragoza, acompañado de dos poetas: José Luis Rodríguez y David Mayor, con quien coincidió en la Residencia de Estudiantes de la calle Pinar. Por cierto, uno de los mejores poemas de este libro es ‘Residencia de Estudiantes’, donde se hizo escritor, allí “había una cortina / de chopos derramados en la lluvia caliente / junto al sendero antiguo del canal”.
‘Las Ollerías’ podría leerse como un “cuaderno de ruta”: un viaje hacia la memoria que contiene un poema nuclear como ‘Una figuración del paraíso’, que hace pensar en el libro ‘Sombra del paraíso’ de Vicente Aleixandre, y un viaje hacia el misterio. El escritor, que se acerca en ocasiones al poema narrativo e incorpora una parte de textos en prosa en el apartado ‘La aguadora’, sugiere, evoca, rescata imágenes y fotografías que recompone como un puzzle, recuerda historias legendarias como sucede con la composición ‘La Malmuerta’ y exhuma desde el fondo de su imaginación instantes, visiones, como sucede en ‘La siesta’, personajes como ‘El indiano’ o ‘Vida de Antonio Amaro’ (“Antonio Amaro tiene los dedos como espigas / que hicieron germinar el pan del desayuno, / levadura social, destello de un jazmín / en la nuca morena de su hija más alta…”); merece una mención especial ‘Una actriz contempla su retrato en Manila’, que se cierra así: “Nada puede acabar con la belleza / si no es una plenitud del corazón”. Con una mirada elíptica que selecciona hechos y atmósferas a su antojo, Joaquín Pérez Azaústre recrea algunos viajes: a Lisboa, a Barcelona. También hay algunos homenajes al padre en ‘Los nadadores’, donde, muy cerca de su progenitor, el protagonista percibe que “Nadar era crecer. Nadar para empezar a ser un hombre”.
En un poemario que admite muchas lecturas, muchos trayectos para la emoción, tampoco faltan las reflexiones sobre la escritura poética. Dice Joaquín Pérez Azaústre: “La poesía ha de ser honesta, la poesía es un artificio, / la poesía ha de ser mentira en su verdad objetiva”, y algo más adelante añade: “Se escribe contra todo y contra todos. (…) Escribo como recuerdo, / escribo para acordarme de mí mismo”. Aquí está una de las claves y acaso la poética más nítida de un poeta que ha dado un paso decisivo hacia la madurez literaria y vital.
FERNANDO LALANA: DOS SONETOS DE AMOR
En la exposición ‘Visión emocional de una ciudad’, Ricardo Marco y Carlos Buil seleccionaron a un conjunto de autores para que hablasen de Zaragoza. Entre ellos Fernando Lalana que, siempre tan original e inesperado, le dedica dos sonetos a su ciudad, a la capital del Cierzo, a novial del viento surcada por el Ebro.
ZARAGOZA EN SETECIENTOS
Por Fernando LALANA
La Harta en setecientos caracteres
resulta ser empeño complicado
y aun presumiendo de ser un desalmado
es difícil negar cuánto la quieres.
Y ello a pesar de los atardeceres
ateridos de cierzo despiadado,
del implacable estío que ha llegado
para fundir la cal de las paredes
después de que se ausente primavera
sin apenas haber dado un mal paso
y anunciando un otoño tan escaso
que dura lo que dura la carrera
del actor al que nadie le hace caso.
Por mi foro hace mutis la ribera.
Esa es la Zaragoza de mi vida:
un paseo a la orilla del canal;
saberse del desierto capital,
un tranvía, una fiesta desmedida;
el mar Mediterráneo como huida
hacia un nuevo horizonte; y al final,
cabezudos corriendo la avenida,
puente piedra, muy noble y muy leal;
por la Gran Vía paseando inquieto
tras mi primer amor de adolescencia
el mismo que derriba sin respeto
mi Torre Nueva; mi mayor secreto,
el Ebro en que naufraga mi conciencia
ocho puertas, cien torres... y un soneto.
FERNANDO LALANA
LIA-ME: UNA PROPUESTA ATRACTIVA

LIA-me: Callejero. LABORATORIO DE INVESTIGACIÓN ARTÍSTICA. III Edición.
Fechas: Del 27 de junio al 1 de julio. (Curso de 14 horas)
Lugar: Casco Urbano de Zaragoza.
Horario: De 17.30 a 20.30 (del 27 al 30 de Junio)
De 18.00 a 20.00 (1 de Julio)
Precio: 60 euros. 50 euros (Afiliados al Sindicato de Actores y Actrices de Aragón)
La calle, y más concretamente la urbe, las plazas y lugares más céntricos de Zaragoza, pasan a ser aula y escenario en este LIA-me Callejero 2011. Es un LIA que transforma a la calle en probeta para mezclar en ella distintos lenguajes artísticos y supone para el alumno un aprendizaje eminentemente práctico, en el que de la mano de un profesorado especializado se le acercará a la interpretación, pintura, canto y danza. Cuatro lenguajes artísticos que se entrecruzan en la ciudad, bajo un hilo conductor común: la calle como aliada en el proceso de creación artística. El último día se preparará una performance, en la que los alumnos integrarán todo lo aprendido. Se explorarán los límites, dificultades y posibilidades de las acciones escénicas en la calle. Este Laboratorio se nutre de un lenguaje contemporáneo, que alberga la performance y la instalación, y da recursos al participante de cara a crear en el exterior, a reutilizar espacios públicos para puestas en escena teatrales, artísticas y culturales. La calle es protagonista, contenido y continente de LIA. A lo largo de la semana el alumno irá integrando la calle como una herramienta más que da posibilidades a su trabajo, a su creatividad, a ser determinante para la construcción plástica y para la exposición del trabajo. La prisa, la soledad, la comunicación, el encuentro, el ruido, la luz, la noche, el tránsito… ¿qué es la calle para ti?
¿A quién va dirigido? El Laboratorio de Investigación Artística está abierto a todos aquellos que tengan un interés previo y formación en alguno de estos campos artísticos: el teatro, el canto, el musical… etc. Para actores, bailarines, y profesionales o estudiantes del mundo de las artes escénicas.
Más info en www.laventana cultural.com ó en el 976 444 256
Blanca Resano. Dirección Pedagógica.
Rosa Escuin (La ventana Cultural). Producción y Gestión.
Profesorado:
Laura Plano: Teatro e Interpretación.
Alizia Romero: Canto
Lina Vila: Pintura
Elia Lozano: Danza
Plazas Limitadas, Reserva o más información:
La ventana cultural
976 444 256
*Blanca Resano, actriz y dramaturga, es la directora pedagógica de este proyecto. Esta foto es de Gabriel Latorre.
ROSENDO TELLO: POESÍA Y VIDA
Rosendo Tello busca el origen de la poesía
[El escritor, Premio de las Letras Aragonesas 2005, publica ‘El regreso a la fuente’ (Prames), un viaje de las tinieblas a la luz y “a la vida auténtica”, que supone su retorno editorial tras el ictus cerebral que sufrió en 2009. “Ahora me siento como alguien encerrado en mi habitación con el silencio”, confiesa]
“La vida siempre tiene razón”, dijo una vez Rainer María Rilke. Y a esa frase acudió, un tanto enigmáticamente, hace pocos meses Rosendo Tello Aína (Letux, Zaragoza, 1931) en una de sus últimas cartas, redactada en letra grande y vacilante con la mano izquierda, para explicar su situación. Su nueva situación. El 29 de agosto de 2009, el Premio de las Letras Aragonesas de 2005, profesor, ensayista y esencialmente poeta “de la luz, de las imágenes y de la música”, sufrió un ictus que le dejó inmovilizada la mano derecha, una leve cojera y con dificultades para hablar. Rosendo emite sonidos, más o menos pausados, a veces reconocibles, se le entiende casi a la perfección el golpe de voz “¿Dónde?”, pero resulta difícil seguirle. Ha perdido la palabra, aquella fluidez y aquella elocuencia casi barroca que tenía una correspondencia inmediata en sus versos.
Maribel, su esposa, le hace de intérprete, pero a menudo los sonidos de Rosendo resultan incomprensibles incluso para ella: entonces, el poeta toma el bolígrafo y escribe. “Ha tenido que aprender a escribir con la mano izquierda”, dice su esposa. Más que escribir, parece dibujar las palabras, como a vista de pájaro. Rosendo siempre había tenido una letra armoniosa y ceñida; la poesía, y la mayoría de los textos, los escribía a mano. Al llegar al salón de su casa, vemos uno de sus últimos versos, que ha corregido varias veces, y vemos su último poemario: ‘El regreso a la fuente’, que ha publicado Prames. Un libro que puede resumirse como “una travesía personal, interior y exterior, desde la tiniebla hacia la luz. Es eso, sí”, dirá. El poeta piensa como siempre: con rapidez, con exuberancia de ideas y de metáforas, con ese fulgor en los ojos de quien está vivo para la poesía, para la amistad y las emociones cotidianas.
Premonición y misterio
Rosendo Tello abre el libro por el primer poema. Y dice, con ayuda de traductor y del folio en blanco: “Este poema, ‘La lengua de los hombres’, ha sido un poema premonitorio, es como si yo barruntase la enfermedad, el ataque. Mira: ‘Fascinante y terrible es la lengua del hombre, / oscura y balbuciente a un mismo tiempo. (…) Mil lenguas no podrían expresar el enigma / del sueño del amor o el sentido del sueño’. Mi poesía, y quizá toda la poesía, nace del misterio”.
Rosendo Tello había publicado últimamente ‘El vigilante y su fábula. Obra poética reunida (1955-2005)’ en 2006 y el primer volumen de sus memorias ‘Naturaleza y Poesía’ (Prames, 2008). Dice: “La fuente del título es la vida auténtica. El título podría entenderse así: el regreso del poeta a la vida auténtica, y también hablo del retorno a los orígenes”. El libro propone un itinerario simbólico a los paisajes, a la memoria, a la intuición, a la música, a la sensibilidad, a la mitología (en ‘El final de una época’ llora el cadáver de Héctor, vencido por Aquiles) y a la noche, aquellos lugares en que brota la poesía y sus gestos: “Atento estaré a los rumores, a las palabras libres que no mienten, / a las dulces tormentas de la sangre, / a los graves avisos que me llegan de allá, / del lugar del que vuelven los amores perdidos, / de la tierra en que cesa de golpear el mundo”, anota en ‘Serena plenitud’, un texto de exaltación que dedica a su gran amigo José-Carlos Mainer.
Las imágenes de lo sagrado
‘El regreso a la fuente’ también es un viaje en el tiempo y una pregunta acerca del sueño y del desvelo, del más allá, de lo inefable. Escribe Tello: “Quien sabe unir dos tiempos, / con la fuente cantando su canción, /consagra su futuro”. El poeta anota en el folio: “La prosa no es el verso; cuando empleamos el verso hablamos de lo ceremonial. El verso se convierte en canto, en lo sagrado. Este libro habla de lo divino, de lo numinoso: de la inspiración”. Intenta acudir a las palabras y dice, con esfuerzo: “El verso parte siempre de la imagen, no del concepto. Yo soy un poeta de imágenes y sigo haciendo esa poesía. Antes del ataque y ahora. La primera visión que utilizo siempre es la de la metáfora, no es la de idea”.
Más que nunca, observador de las estaciones y de los fantasmas de su intimidad, Rosendo Tello se siente un poeta de la noche y del día. Un poeta que navega hacia las sombras de la oscuridad y del plenilunio. Dice: “El día es lo superfluo. La naturaleza profunda del hombre está en la noche y en silencio. La luna siempre ha sido esencial en mi poesía y en mi existencia: posee una luz especial que lo matiza todo. Ahora me siento como alguien encerrado en mi habitación con el silencio”. Rosendo pelea día tras día, con lentitud y hondura, con un nuevo libro que va a titular ‘El silencio’.
Maribel interviene y lo retrata así: “Ha sido muy solitario y su nueva situación lo hace aún más solitario”. No obstante, todos los días sale a pasear y a contemplar “las estancias del sol” por los alrededores de la plaza del Portillo, acude al fisioterapeuta, recibe la visita semanal de su amigo Tomás Ortiz, y de vez en cuando araña el piano con la izquierda. Antes de poner fin a la entrevista, Rosendo Tello busca el poema o monólogo dramático ‘Confesiones de Bartolomé Leonardo Argensola’ y dice: “Aquí también estoy yo”. Y señala estos versos: “Cansado, ya no quiero / ni persigo más gloria que pasar en silencio / los días que aún me quedan por vivir”. En ese instante, su gato Titín, negro y elegante, se acerca y se le sube al regazo. El felino, como la imaginación y la poesía, también está con él.
FICHA: El regreso a la fuente. Rosendo Tello. Prames. Colección: As tres serols / Las tres sórores / Las tres sorors. Zaragoza, 2011. 62 páginas. Poemario en cuatro partes, y un prefacio, de más de 1100 versos que contiene un viaje desde el dolor y la oscuridad a la luz y la alegría.
HOY, EL BORRADORES 250
‘BORRADORES’ LLEGA A LOS 250 PROGRAMAS
[Menú para esta noche a las 0.45: Actuación musical Jahsta. Plató: Félix Teira y Joaquín Berges. Reportajes y entrevistas: Rosa Montero, escritora y periodista; Inka Martí y Jacobo Siruela, editores de Atalanta y escritores, y Félix Anaut, pintor, Gonzalo Alonso, músico, y Marta Almajano, autores del proyecto ‘Zaragoza: Visual Simphony’]
El magazine cultural ‘Borradores’ alcanza mañana sus primeros 250 programas: lleva en la parrilla desde mayo de 2006. Ha contado con más de 240 actuaciones en directo, más de mil invitados en plató y ha realizado en torno a mil reportajes. Por el programa, entre otros, han pasado Zubin Metha, Montserrat Caballé, Chucho y Bebo Valdés, Joaquín Achúcarro, Jorge Edwards, Philippe Claudel, Eleftheria Arvanitaki, Lila Downs, Julieta Benegas, Víctor Erice, Fernando Trueba, Joan Manuel Serrat, Violadores del Verso, Carmen París, Soledad Puértolas, Rafael Azcona, los hermanos Taviani, Javier Tomeo, Luis del Val, Agustín Sánchez Vidal, Juan Luis Buñuel, Aurora Egido, José-Carlos Mainer, Martínez de Pisón, Ángel Guinda, José Antonio Labordeta, y una buena parte de los creadores aragoneses de todas las disciplinas: nuevos, conocidos y consolidados.
En la emisión de mañana cuenta con dos novelistas aragoneses de proyección: Joaquín Berges, que acaba de publicar en Tusquets su segunda novela, ‘Vive como puedas’, la historia de un hombre casado que añora a su primera mujer y que vive peligrosamente entre su madre, su nueva esposa, sus hijos y alguna de sus maestras, y un amigo complicado. Y Félix Teira, autor de ‘laciega.com’ (Funambulista), donde cuenta lo que le ocurre a una pareja cuando él pierde el trabajo y ella decide sumergirse en el mundo del porno por internet. La novela realiza un viaje a los infiernos y a la vez utiliza, y exalta, Zaragoza como escenario de la ficción.
‘Borradores’ ofrecerá, además, una entrevista con Rosa Montero, que hablará de ‘Lágrimas en la lluvia’, una novela policíaca y de ciencia ficción, y de su libro de artículos literarios ‘El amor de mi vida’. Jacobo Siruela hablará de su editorial Atalanta, que cumple cinco años, de sus colecciones y de su concepto de edición artesanal, y de su libro ‘El mundo bajo los párpados’, un texto literario sobre el mundo de los sueños. Inka Martí publica ‘Cuaderno de noche’ (Atalanta), donde ha recogido los sueños que ha ido recordando y anotando a lo largo de diez años: sueños con monstruos y selvas, sueños arquitectónicos y eróticos, pesadillas y premoniciones, viajes a regiones inquietantes, sueños turbadores.
Y ‘Borradores’ se cierra con un proyecto muy especial: ‘Zaragoza: Visual Simphony’, donde se mezcla la pintura, la música y el canto. El pintor Félix Anaut ha querido poner color y forma a la pintura; Gonzalo Alonso ha compuesto una pieza musical inspirada en sus cuadros y la soprano Marta Almajano, acompañado de un cuarteto de cuerda y del propio Alonso al piano, interpreta un aria.
La actuación musical corre a cargo del grupo de reggae Jastha, que se presenta en ‘Borradores’ con cinco componentes. Dos de ellos, Suizo y Karty, analizan la trayectoria del grupo, y la banda interpreta dos temas: ‘Escúchalo’ y ‘María’.
'MÚSICA EN DANZA' DE CARMELO PUEYO
PRESENTACIÓN DEL LIBRO ‘MÚSICA EN DANZA’
Hoy martes, 21 de junio, a las 20 horas, en el Centro Cívico Universidad de Zaragoza (Violante de Hungría, 4 -entre el Auditorio y el Conservatorio de Danza de Zaragoza-), se presenta el libro MÚSICA EN DANZA: MANUAL DE MÚSICA APLICADA A LA DANZA ACADÉMICA.
En esta obra, Carmelo Pueyo Benedicto dibuja una cartografía musical de la danza, recapitulando y categorizando aquellos elementos que intervienen en el espacio coreográfico, regulando las interacciones que ambas disciplinas ejercen entre sí, tanto en su componente creativo como educativo. Da a conocer algunas nociones básicas del mundo de la danza y del ballet, su historia, terminología y dinámica interna. La intención de este libro es recapitular aquellos aspectos de la música más útiles a los profesionales y alumnos de danza, exponer una serie de nociones teóricas y prácticas que les ayuden a interrelacionar ambos lenguajes y, en consecuencia, poder aplicar estos conocimientos en sus tareas respectivas, dar mayor eficiencia a su labor formativa y mejorar la coordinación pedagógica entre quienes intervienen en este proceso. En el prólogo intervienen Antón Castro, Enrique Gastón y Álvaro Zaldívar. Las ilustraciones son obra de Álvaro Ortiz. El libro consta de veintiún capítulos ordenados en tres apartados: Notas para una clase de danza; Teoría y práctica; y Apuntes históricos. Incluye partituras y un CD para clase de danza.
En el acto de presentación se realizará también un debate en torno a la danza y la música, protagonizado por maestros, coreógrafos y profesionales del mundo de la danza y la música. Una coreografía de Elia Lozano, con música del autor del libro, dará por finalizado el acto.
*La foto es de Elia Lozano y ha sido realizada por Alberto Rodrigálvarez, uno de los grandes fotógrafos de danza de nuestra comunidad.
'SIEMPRE LEO'. POR JORGE RODRÍGUEZ

[Anoche, cuando llegué a casa, mi hijo Jorge me dijo que había escrito un artículo sobre su ídolo Lionel Messi. Aquí está. Durante mucho tiempo, algunos años atrás, Jorge y su hermano Diego y Miguel ángel Gayoso, que trabajará este verano en Aragón Radio con Carlos Espatolero, mantuvieron un animado blog.]
SIEMPRE LEO
Por Jorge RODRÍGUEZ GASCÓN. 18 años
Como casi siempre Guardiola tiene razón. Messi hace que el Barça dé el salto de calidad que necesita. Es quien bebe del tarro de las esencias de Xavi e Iniesta, recoge los frutos del trabajo de Busquets y Mascherano, se nutre de la salida de balón de Piqué y se complementa con Alves del mismo modo que se asocia con Villa y Pedro. La final de la Champions es un ejemplo más y el argentino se corona como el mejor jugador del momento y se arrima a los mejores de la historia, y con 23 años. Su asignatura pendiente sigue siendo Argentina, pero creo que esa laguna esta por corregir y se debe a que no hay Xavis o Iniestas argentinos sino Verones y Banegas.
Para mí Messi siempre ha sido especial. Desde su primer gol en Liga contra el Albacete a pase de Ronaldinho, otro de mis ídolos, en este caso caído; me fijé en él y supe que algún día sería lo que es hoy. Lo vi en directo en La Romareda un día que el Zaragoza venció por 3-1 en la Copa del Rey, apeando al Barça de los cuartos. Cogía la pelota y encaraba con el balón pegado a la zurda, asumía demasiadas responsabilidades en el regate y se excedía en ocasiones, pero era realmente difícil quitársela y solía conseguir aquello que se proponía. Ahora eso lo ha mejorado, se asocia permanentemente y él decide cuando cambiar el ritmo. Y cuando lo hace, es realmente difícil pararlo, díganselo a Albiol y a Sergio Ramos en la semifinal de Champions, en el segundo gol, donde el argentino fue mucho más decisivo que Stark, el colegiado culpable de la eliminación para Mou.
El día que Messi comenzó a ser grande, también Mourinho habló, como casi siempre. Fue en Stamford Bridge el 22 de enero de 2006. Leo fue el mejor de su equipo y provocó la ira del rival con sus gambetas y una dura entrada de Del Horno, que se saldó con la expulsión del vizcaíno. Aquella noche Messi se consagró como el futbolista que hoy en día es, la pulga se hizo grande y fue capaz de toserle en la nuca a John Terry, Paulo Ferreira y Ricardo Carvalho, defensores experimentados pero que claudicaron ante la gambeta de Messi. Y así ha ocurrido casi con todo aquel que ha osado defenderle. Ese día mi padre me dijo: “Dirás lo que quieras de Ronaldo (así acostumbraba a llamar a Ronaldinho, en semifallo) pero bien se ve que el bueno es Messi”. No le faltaba razón, como a Guardiola.
Messi no tendrá un merecidísimo descanso sino que afrontará el reto de intentar conquistar la Copa América en su país, y callar así las bocas que anuncian que Messi no es el mismo con la albiceleste que vestido con la zamarra blaugrana. Para eso necesitan de un Messi implicado y decisivo, que sepa llevar el peso de la selección, que tire del carro (esa expresión que fue la sepultura de Raúl en la selección y por la que Messi deberá demostrar su fútbol).
Pero no nos equivoquemos, Messi tiene que estar al nivel de Messi del mismo modo que los demás integrantes de la selección tienen que demostrar su capacidad futbolística, seguramente si la albiceleste no gana, será Leo quien reciba las críticas pero eso no deja de ser un acto injusto (del mismo modo que lo es responsabilizar únicamente a Leo de las victorias del Barcelona). Argentina sabe que con el mejor Messi puede conquistar la Copa América ante su público, pero precisa el balón constantemente, asociarse con Banega y Pastore, sentir que no necesita decidir el partido cada vez que agarra la pelota sino cuando él lo considere. Sólo así se verá el mejor Messi. El del Barça, el que lleva 3 Champions conquistadas. El que hace historia cada vez que se calza las botas y sale a jugar. Al que Pep quiere siempre feliz para sacar su talento a relucir, y ya saben, Pep rara vez se equivoca.
ACTIVIDADES DE LA NOCHE EN BLANCO
Más de 40 actividades para animar la noche de 'Zaragoza en Blanco'
Viajes nocturnos por el Ebro con música en vivo, actuaciones en el
tranvía, pasacalles por la calle Alfonso, concierto de antiguos alumnos
del Conservatorio Profesional de Música en el museo del Foro son algunas
de las propuestas para la noche del sábado.
Más de 40 actividades se
sucederán a partir de las 18.00 horas del sábado 25 para animar la noche
de 'Zaragoza en Blanco'. Viajes nocturnos por el Ebro con música en
vivo, actuaciones en el tranvía, pasacalles por la calle Alfonso,
concierto de antiguos alumnos del Conservatorio Profesional de Música en
el museo del Foro son algunas de las propuestas con las que se pretende
animar las últimas horas del día en la capital aragonesa y, de paso,
sumarse a la iniciativa de la 'Noche en Blanco' que se celebra en
numerosas ciudades europeas.
Programación
1. EDIFICIO EUROPA (junto al Puente de La Almozara).
De 18 a 1 h. EL EBRO DESBORDADO.
De 20 a 22 h. PASEOS POR EL PARQUE: 1, 2, 3 VES?
2. CASA DE LOS MORLANES
18.30 h. DEL MUÑECO A LA PALABRA. Taller de creación de títeres. 12
LUNAS
3. TEATRO ARBOÉ
19 h. PAI: Presentación LINTERNA MÁGICA
4. PLAZA SAN FELIPE
19.30 h. TRAYECTOS. Festival de Danza en Paisajes Urbanos
Muestra del Taller de Danza y Arquitectura
5. TEATRO PRINCIPAL DE ZARAGOZA
19.30 h. ALUMNOS/AS DEL TEATRO DE LA ESTACIÓN
UN SEÑOR DE TRAJE GRIS
1 h. y 1.30 h. VISITAS GUIADAS NOCTURNAS
6. PUERTA CINEGIA
De 20 a 2 h. ROSTROS URBANOS
Set de retratos de Gustaff Choos y exposición posterior a beneficio de
ATECEA (Fundación Daño Cerebral Sobrevenido de Aragón)
7. PL. LA SEO
20 h. TRAYECTOS. Festival de Danza en Paisajes Urbanos.
El punto! Danza Teatro (Sevilla)
8. ESTO NO ES UN SOLAR Nº 4 C/ San Blas
20 h. SOMOS HORMIGAS Instalación de Javier Planter. Texto de Javier
Castanera Gazo
9. PL. DE ESPAÑA
20 h. 1ZB. INSTALACIÓN Instalación de Alejandro Bolix y Virginia
Laguna
10. C.C. INDEPENDENCIA-EL CARACOL
20 h. CREATIVOS SIN TECHO Exposición de trabajos de diseño e
interiorismo de estudiantes y jóvenes zaragozanos. Coord: Estudio
Laburilla
11. MUSEO PABLO GARGALLO
20 h. PERSONAJES DE GARGALLO a cargo de Gozarte
23 h. JAVI EL MAGO
12. TURISMO ZARAGOZA
VISITAS TEATRALIZADAS.
20 h. UNA DE ROMANOS.Salida Torreón de la Zuda.
20 h. y 22 h. LOS SIETE PECADOS CAPITALES
22 h.. GOYA: Salida de la Lonja
Reservas en: www.zaragozaturismo.es
13. PL. MAYOR DE SAN JOSÉ
20 h. ZARAGOZA ZOMBI WALK. I Muestra muestra de cine fantástico y de
terror. Concentración de Zombis, Entrega de Premios Segundo de Chomón,
OS CHULASOS y TROKOBLOCO, Proyección de cortos zombies y de Bienvenidos
a Zombieland y Carne Cruda
14. UNIVERSIDAD DE ZARGOZA. PARANINFO
De 21 a 1 h. VISITAS GUIADAS Expo. Baltasar Lobo, Costa, el fabricante
de ideas y X Concurso artes plásticas Unizar. Abierto patio central
PARANINFO FLOR
15. ARCHIVO HISTÓRICO PROVINCIAL DE ZARAGOZA
21 h. CONCIERTO alumnos de canto del Conservatorio Profesional de
Música de Zaragoza
16. TEATRO DEL MERCADO
21 h. CASCAI TEATRE: Ciroco
17 PL. SANTO DOMINGO
De 22 a 1 h. LUNA DE HIERBABUENA Gnawa Spirite y Alsam Fusion, Té,
Artesanía, Exposición, cuentos, trueques… Colabora: Asoc.
Árabe-aragonés
18. IAACC PABLO SERRANO
21.30, 22 y 22.30 h. GRUPO DE PERCUSIONES DEL CSMA
23.15 h. NACHO SOTOMAYOR, música chill out
19. MUSEO DIOCESANO
De 21 a 1 h. Visitas guiadas
20. JUAN SEBASTIÁN BAR. 21 h. NICO CASINELLI + DAVID DE GREGORIO
21. ARENA ROCK. 21 h. NICO CASINELLI + DAVID DE GREGORIO
22. MUSEO DE ZARAGOZA
21 h. Visitas al Patio y las Salas dedicadas a la Zaragoza romana y
las Salas del Románico al Barroco
21.15 h. Intervenciones musicales del Conservatorio Superior de Música
de Zaragoza
21.45 h. MONÓLOGOS CLÁSICOS IES PEDRO DE LUNA
22.30 h. COMO CENAN LOS ROMANOS. Cena romana a cargo de Gozarte
23. SALA EL SOL. 21 h. OLD SCHOOL
24. SALA LÓPEZ. 21 h. X-PRAYS + POL-POT
25. TRANVÍA
22-0.30 h. BLANCO A LO SUPERHÉROE Y MÚSICA
De Teatro Indigesto y Pato y Hernán
26. CALLE ALFONSO
22-23 h. LOS BICICLOWN. Pasacalles a cargo de los Alumnos/as de la
Escuela Municipal de Teatro. Profesora: Amparo Nogués
27. PL. DE LOS SITIOS
22-1 h. EL SALONCITO: A MI QUE ME CUENTAS. Espacio Orienta. Un set de
fotos y videograbación dónde el público será partícipe de las historias
construidas durante la noche.
28. LA LEY SECA. 22 h. OK/KO
29. EL TUBO C/ Ossau
22.30-2 h. INTERARTIVE WALLS Instalación interactiva de Matheria
30. CENTRO DE HISTORIAS
22.30 h. TRAYECTOS. Festival de Danza en Paisajes Urbanos
Matxalen Bilbao (País Vasco), Proyecto d_Ruses (Zaragoza-Francia),
Teresa Lorenzo (Canarias), La Mov (Zaragoza), Thomas Noon (Barcelona)
31. MUSEO DEL TEATRO DE CAESARAUGUSTA
22.30 h. CONCIERTO CORO ENARMONÍA
32. MUSEO IBERCAJA CAMÓN AZNAR
22.30 h. LOS COLORES DEL JAZZ… Moncayo Jazz Band
33. PUB EL ZORRO. 22.30 h. CLUSTER SOUND
34. SALA SOCCO CAFÉ. 22.30 h. DAVID TEJEDOR + LEO HEREDIA
35. LA CAMPANA DE LOS PERDIDOS. 22.30 h. AMBAR MARTIATU
36. MUSEO DEL FORO DE CAESARAUGUSTA
De 23 a 0.30 h. AQUÍ HAY UN PIANO LIBRE Concierto de ex alumnos del
Conservatorio Profesional de Música de Zaragoza
37. PL. SAS
De 23 a 1 h. COMIC GIGANTE Asociación Cultural Malavida
38. PL. SAN PEDRO NOLASCO
23 h. ROCK EMERGENTE: 40 grados
39. ARCO DEL DEÁN
23 h. DEÁN CLÁSICO. Esparadrapo: dúo de guitarra y voz
40. ANFITEATRO NÁUTICO
23 h. EN CORTO: Proyección trabajos de cine aragonés
41. PL. DEL PILAR. FUENTE DE GOYA
23.30 h. EL SUEÑO DE UNA NOCHE DE VERANO. LECTURA DRAMATIZADA.
Profesora: Blanca Resano
01.00 h. CLAQUÉ Y ESCENA FUTURO.
Alumnos/as de la Escuela Municipal de Teatro. Profesor: Carlos Blanco
42. BARCOS DEL EBRO
23 y 24 h. ALGO SUENA EN EL RÍO. Viajes nocturnos por el Río Ebro con
concierto del Grupo Elegía.
ENRIQUE VILLAGRASA, TRES POEMAS
En la colección de plaquettes de Comuniter, Resurrección, que dirige Octavio Gómez Milián, Enrique Villagrasa publica ‘Lágrima de mar’, que puede leerse como un único poema que aborda, en clave lírica, un viaje desde el lugar de sus raíces, Burbáguena, los viñedos y el Jiloca, hasta el mar. Y en ese viaje se arrastra el amor, la esperanza, la escritura poética misma. Cuelgo aquí una selección de textos de Enrique Villagrasa, crítico de poesía de medios como ‘Qué leer’, ‘Turia’ o ‘Artes & Letras’ de Heraldo de Aragón, y traducido a varias lenguas del mundo.
LÁGRIMA DE MAR
Por Enrique VILLAGRASA
I
Ahí florecen los silencios.
Una lluvia acaricia distancias.
Pero en la lejanía y en la memoria
las manos desafían al tiempo,
buscan la cicatriz del aire.
El día amanece vestido de gris,
es una plomiza mañana de primeros de mes.
Gritas su nombre en tu habitación vacía:
la página es tu voz
y la palabra el silencio sido.
Cómo palpita el momento,
qué melancolía de gestos
en un huir de arrasadas lágrimas,
para ocultar el instante
y los tañidos del cristal.
Pero, de nuevo, las estrellas te arropan
en su belleza.
La clepsidra derrama su gota última.
Acaricias su sonrisa
en el guiño del verso.
Por descifrar su mirada
sucumbes ante la noche
al oír las estrellas.
II
Doblan lentas las voces.
Estériles arpegios
se repiten por ti.
El rasgueo del alba
duplica raudo su eco.
No puedes verla. Te recreas
en el olor de las sábanas.
Marcha un poeta en su taxi.
Llueve esta mañana,
su otra casa espera.
Regresas a tu papel,
a escribir. Diríase
que llevas en tus manos
sus palabras.
Has perdido un paisaje,
nunca representarás
ni el amor ni el dolor.
Coge una botella de sombras
y compra esta noche pasiones,
para encender sus ojos y los tuyos.
Entrada anda el alba
con su silencio clandestino,
que de voces sin rostro anda coronado.
III
Noviembre llora siempre
lágrimas ocres.
Te aferras al jarro vacío
de claridad que huye.
En ti ha germinado
la voz en minúsculas.
Reconoces el guiño,
no las palabras.
La tristeza difumina la tarde,
es un eco del arroyo.
Su luz, la sílaba
del anochecer.
Una saeta herida
escancia fragancias.
Sus plurales ecos
funden secretos candentes.
Cuando el poeta sedujo a la vida
y el lenguaje y los gestos
delimitaron la máscara.
La pluma dictó su verdad:
la noche es un callejón perdido.
Tú, que recorres sus esquinas,
ves que no está sola la playa.
*Las fotos son de Amelie Chassary.
ELOY FERNÁNDEZ: MEMORIA DE SÍ
[El catedrático de Historia Económica y cofundador de ‘Andalán’ con Labordeta, publica ‘El recuerdo que somos. Memorias, 1942-1972’ (Rolde, 2011, 616 páginas). Mantuvimos esta conversación con él a propósito del libro.]
¿Qué tipo de memorias ha querido escribir?
Contar mi tiempo, los hechos que he vivido, directa o indirectamente pero que me influyeron, las personas que conocí, siquiera fuera desde lejos. También, solo en este tomo, las lecturas, cine y otros elementos que me fueron formando. Pero no quiero ser el sujeto principal, sino el portavoz de una generación, una época. Me gusta mucho el género memorias. Por ejemplo, las maravillosas de Eric J. Hobsbawm, quizá el mejor historiador vivo actualmente.
¿Cómo se ha fraguado luego ‘El recuerdo que somos’ (Rolde)?
Había ido guardando infinidad de materiales, que fui ordenando, releyendo, seleccionando. Y durante varios años procuré en lecturas, preguntas a amigos, y consultas en la red, completar datos, cuando hablo de alguien procuro decir quién «venía siendo» (una expresión muy gallega). He encontrado en ese inmenso baúl metafórico muchas cosas que había olvidado. La memoria ha sido guía global, pero los recuerdos proceden de esos trabajos en un 70%.
¿Cuál es su principal vocación?
Un poco de todo. Comunicador. Economista no soy, aunque he estudiado mucha economía; maestro, profesor, ha sido mi profesión durante medio siglo y me ha sido muy grata; historiador y periodista han ido juntos: he procurado investigar con cuidado y contarlo de modo claro, directo, lo más ameno posible.
Aragón es su gran tarea y su gran obsesión. ¿Qué fue primero: ese gran conflicto religioso o Aragón?
Sin duda el conflicto religioso, la inmensa búsqueda y el enorme desengaño. Y del mismo modo, poco a poco, fue formándose una gran preocupación aragonesa. Fascinado por tantos aragoneses, con Costa a la cabeza, laboriosos, honrados, inteligentes, y por la evolución toda de nuestro pueblo.
¿Qué es Aragón para usted?
Es casi imposible definirlo. Es un hermoso territorio, con notabilísima cultura, y una comunidad acaso demasiado ingenua y sencilla, donde uno se siente a gusto y procura dejar algo mejor que lo encontró. Y sin problemas con una España plural, federal, sin privilegiados, ni con Europa y el mundo.ç
Trabajó en la revista ‘Pilar’, en Radio Popular, le besó la mano al Papa y casi coquetea con el Opus Dei. ¿Cómo logró zafarse de todo eso?
Para zafarme precisaba ser acosado, y no lo fui. Era un buscador tremendo. Y en ese ambiente religioso fui muy religioso, pero preferí la Acción Católica por cuestiones de estilo y apertura. Y fui evolucionando muy lentamente hasta mi situación actual de lejanía (no de muchas personas pero del todo de esas jerarquías, ese montaje inmenso, esas obsesiones dogmáticas, ese ultramontanismo).
¿Qué mundos le abrieron la universidad y sus profesores?
Muchos. Me pareció extraordinario poder recibir enseñanzas superiores, entonces era algo difícil. Cuando escuchaba a profesores excelentes, me fascinaban, aunque muchos solían volcarse pocas veces, y los había muy mediocres; pero el sistema, esa especie de club del saber, era algo fabuloso.
Y luego, Madrid…
Fue como una segunda parte de esa gran oportunidad. Conocer a personas en las que creía, vivir acontecimientos importantes en la lucha por la democracia, ir madurando más, encontrando un camino escurridizo.
Siempre ha tenido una gran devoción a José Luis Aranguren, ¿por qué?
En efecto. Devoción no es la palabra, pero sí admiración por su valentía y porque era un adelantado en percibir, estudiar, explicar muchas cosas. Era cordial, sencillo, hondo, sin ocultar sus dudas.
José Antonio Labordeta, su gran amigo, se definía como un ser dudante. ¿Usted también se siente así?
Por supuesto. Yo he sido siempre tímido, inseguro. La vida va enseñando, y vas encontrando soluciones a muchas cosas, pero con frecuencia dudo. No estoy seguro de muchas cosas.
¿Qué hay de verdad, más allá de la hojarasca, de la leyenda de los años de Teruel y del colegio San Pablo?
Creo que no es hojarasca, aunque sí algo de leyenda. Era un lugar y un momento que resultaron ideales para experimentar lo que se podía hacer, hasta dónde, en una época durísima, hermética, sobre todo allí. Que coincidiéramos unas docenas de profesores motivados y alumnos magníficos, libres, divertidos, fue una suerte para todos. Teruel me enseñó que si tienes un bagaje de formación, acceso a libros, buenos amigos con los que debatir de casi todo, vivir unos años en una pequeña ciudad no es un problema, sino, en muchas cosas, un privilegio.
¿Era necesario hacer unas memorias tan apabullantes y exhaustivas de nombres?
No lo sé, quizá no era necesario y sea un error. Pero me puse a escribir y ha salido esto. Es una historia coral; es toda esa gente a la que conocí que me influyeron, ayudaron, acompañaron, a veces «incomodaron». No es preciso leer como un manual, aprendiendo estos miles de «reyes godos»; al revés, los no interesados pueden pasar párrafo, anotando solamente que había mucha gente por allí. A otros, en cambio, les gusta coincidir en recuerdos (o discrepar, bueno), y comprobar si me acuerdo de que estaban también ellos o ellas por allí, aunque no siempre ocurre, ay.
¿Se ha querido hacer el testigo invisible en el contexto del libro?
No me he querido hacer: lo era, casi invisible, en muchos casos. Y he adoptado ese tono, porque otro sería falso.
¿Qué nos queda de usted, tras la escritura del libro y tras tantas utopías?
Un cierto intento de ajustar cuentas solo conmigo, con mi tiempo, de hacer de testigo de una época relativamente poco conocida, los 50 y 60 del siglo pasado, mostrando lo lento y difícil que era el cambio en un régimen tan tremendamente duro, en nuestras propias personas llenas de contradicciones. La necesidad de contemplar el pasado comprensivamente, y apoyarse todavía en él para seguir caminando.
Se despide en la plataforma de lanzamiento de ‘Andalán’…
En la medida en que ‘Andalán’ iba a estar bastante en mis manos (con un equipo espléndido alrededor), todo esto permite entender lo que va a venir. A ver si tengo tiempo y fuerzas para acabar ese segundo tomo, quizá último, en que hablaré de «los años de ‘Andalán’» y de bastantes cosas más. El cariño que han echado muchos amigos me anima a ello.
MARILYN MONROE Y MILTON H. GREENE
Milton H. Greene (Nueva York, 1922-Los Ángeles 1985) ha sido un espléndido fotógrafo de la moda y de los artistas del cine y de las artes. Entre muchos otros captó a Marilyn Monroe, Frank Sinatra, Grace Kelly, Marlene Dietrich, Sammy Davis, Jr., Elizabeth Taylor, Cary Grant, Sophia Loren, Groucho Marx, Audrey Hepburn, Andy Warhol, Judy Garland, Giacometti, Lauren Hutton, Alfred Hitchcock, Romy Schneider, Sir Lawrence Olivier, Ava Gardner, Steve McQueen, Claudia Cardinale, Paul Newman, Lauren Bacall ( a quien se dice que descubrió él), Dizzy Gillespie, Catherine Deneuve o el escritor Norman Mailer. Por encima de todo, fue el fotógrafo más constante, y uno de los más inspirados, de Marilyn Monroe. La fotografió de todas las maneras y contribuyó a crear su mito de belleza, fragilidad y de fotogenia absoluta. Es difícil encontrar en la historia de la fotografía un rostro que ofrezca tantos matices, tanta complejidad de sensaciones, de sentimientos, de emociones tan directas.
RAFAEL LOBARTE: CINCO POEMAS
Rafael Lobarte es un estupendo traductor de Keats o Shelley, pero también de Ezra Pound o Yannis Ritsos. El próximo miércoles, en el Teatro Principal, en compañía de Luisa Miñana, presentará su poemario ‘Los negros soles’ (Olifante. Papeles de Trasmoz: La Casa del Poeta): poesía medida y ceñida, de ritmos trabajados, rica en imágenes y sensaciones, poesía clásica y serena, que explora sensaciones, instantes, la felicidad y el dolor. Por ejemplo, hay una elegía dedicada a su padre, otra a un niño de seis años, un soneto al cuerpo, pequeñas desazones y desamores, como sucede en ‘La niña con trenzas’. El libro tiene una factura elegante. Rafael Lobarte me envía, a petición mía, una selección de cinco poemas.
Por Rafael LOBARTE
EL VELADOR
Cuando los negros soles se hundieron en las copas,
salí con mi levita y mi bastón agudo.
El verde de la noche gemía iluminado
como una flor abierta por el cuello de Osiris.
Teas que se engarzan en brillante corona
refleja sobre ónix la escondida corriente.
Muchedumbres se cubren de blancura los rostros
abocadas sin límite a un abismo rotundo.
Por si acaso amaneces he bajado a la orilla
que calan de penumbra las arquerías ciegas,
para envolver en lodo la oquedad de mis manos
y elevar horizontes y praderas y nubes.
Traspasé el umbral de espejos quebrados
donde tiembla la voz y las poses se fijan
en mueca estudiada de perfectos contrastes,
amatista o coral sobre nieves de armiño.
Camareros borrachos custodiaban la sombra
ornándose de vidrios y de húmedos trajes,
nadadores intrépidos que añorasen los peces
por una tierra hendida transitada de velas.
Tu recuerdo callado, el velador antiguo,
la rota claridad que aún me estremece.
Hojas suaves y enormes se poblaban de ausencia
y la música ardía poderosa y distante.
La ira desbordaste agolpada en mi boca.
Tu cuerpo se tensó como un arco preciso.
Ancho cauce atrapado entre llamas furiosas
donde yace confusa multitud de guerreros.
La avenida sucumbe en su danza maldita
de rincones perdidos y temibles sirenas.
Bajo los sucios porches no se muestran los astros
y el vómito irrumpe como antílope intruso.
Desnuda madrugada de cobrizos cabellos
su ebrio hálito esparce con pesarosa brisa.
Hílax ladra de nuevo por los grises confines.
Mas el rosa desmiente un turquesa indeciso.
ORIENTAL
Omar, Omar, Omar.
Largo balcón abierto.
Caracola de mar.
Blancas banderas y altos estandartes
galopaban, Omar, sobre tu pecho.
Pero la negra luna,
ceremoniosa y grave,
alzó por el Oriente inmarcesible
cien mil jinetes persas
y aljabas califales.
Samarra: laberinto.
Fortificada rosa
en la lengua con púas del desierto.
JÚBILO
Es una criatura tan hermosa,
que ya puede llenarse de ramos y caminos
la oquedad de la luna, y poblarse
del candor tembloroso con que miran los pájaros.
Porque por donde pasa,
se derrumban enormes los bloques del silencio
y encuentran su camino las caravanas ciegas.
Porque por donde ondea,
dulcísimas aroman las arpas del banquete
y brota el fresco lirio de la dicha.
SONETO INSOMNE
La noche deja por mi triste boca
gusto acerbo de liras enlutadas.
En mis sienes dos lumbres apagadas
ángel sin sueño en su dolor coloca.
Alza la eternidad escudo y roca
al paso de las horas desoladas,
y tiemblan como esquirlas las espadas
de un cielo que el alba apenas toca.
No estás aquí, que estás del otro lado
doliéndome en los bordes escondidos,
doliéndome de ansia en el costado,
doliéndome con dardos encendidos,
doliéndome de azul iluminado,
doliente en la raíz de mis sentidos.
EPITAFIO SENTIMENTAL
Ya se desvaneció tu pequeña figura
con un leve gemido.
Tu pequeña figura de diversos colores,
de colores tan vivos, luminosos y tiernos.
Con un leve gemido se ha quebrado el murmullo
de tu voz incesante.
Ahora, diminuta y verde ave celeste,
te alejas de esta lluvia de otoño que no es tuya.
Vuelas al escondido lugar donde frecuentes
aleteos afines que requieran tu canto.
Será un amanecer de trópicos y palmas.
Aquí ya sólo encuentro tu cuerpecillo inerme.
Se apresta a devorarlo la tierra y sus raíces.
Aquí ya sólo encuentro este débil susurro
que apenas rozará el breve umbral del aire.
*Todas estas fotos son de la fotógrafa norteamericana Louis Dahl-Wolfe (1895-1989), que trabajó mucho en moda para 'Harper's Bazaar'.
HOMENAJE A PEPE GASTÓN EN EL PRINCIPAL
Homenaje a Pepe Gastón
Teatro Principal de Zaragoza
Domingo 26 de junio de 2011 a las 19 horas
Pepe Gastón y Ricardo Constante.
Pepe Gastón, fundador del grupo Monte solo junto al poeta José Antonio Rey del Corral, nos dejó a principio de este año.
El próximo domingo, 26 de junio a las 19 h, en el Teatro Principal de Zaragoza, sus amigos le recordaremos en un sencillo acto en el que esperamos contar con tu compañía
Entrada libre, hasta completar el aforo PREVIO PASO POR TAQUILLA A RECOGER INVITACIÓN
Programa:
1- Presentación: Eduardo González-Yolanda Bujedo (texto de Javier Aguirre)
2- Primera parte:
Arturo Hortas y Raquel Agudo
Quique Artiach
María Confussion
Curro Fatás con Jorge Berges
Elena Rubio
Yolanda Bujedo con Javier Lizalde
María José Hernández
Montse Castellá
Agustín Alegre
3- Segunda parte: Montesolo
*Antes de entrar en el Teatro, hay que pasar a recoger las invitaciones. Las fotos las he tomado de internet: la primera de diarioaragones.com y la segunda de la página de Antonio Pérez Morte.
DE GOYA A NUESTROS DÍAS, EN IBERCAJA
Dos siglos de arte español en Ibercaja
‘De Goya a nuestros días’, comisariada por Lola Durán, recoge una amplia selección de pintura, de escultura y grabado de creadores nacionales y aragoneses como Pradilla, Gargallo, Serrano, Broto, Saura, el grupo Pórtico o García Condoy, entre otros.
Son muchas las razones del coleccionista. Y quizá una de las más determinantes sea la del coleccionismo entendido como una experiencia emotiva, como una búsqueda y un encuentro, una cita con la creación y con el azar, como ha referido tantas veces Helga de Alvear. Si pensamos en Ibercaja resulta más difícil hablar de una emoción específica (más bien habría que hablar de rentabilidad, defensa del patrimonio, apoyo al arte, mejora de imagen pública), pero a lo largo del tiempo, a través de sucesivos responsables culturales, se ha ido adquiriendo un patrimonio, se ha creado una colección que cuenta, nada menos, con más de cinco mil piezas. Experta en la obra de Torres García, Picasso, Guerrero, Mompó o, entre otros, Pablo Serrano, está redactando el catálogo razonado para la fundación de Lalo Azcona, Lola Durán se ha zambullido en ese arsenal y ha seleccionado la muestra ‘De Goya a nuestros días. Colección Ibercaja’, que ofrece un recorrido desde el siglo XVIII hasta nuestros días, con una notable y mucho más que digna presencia aragonesa, como ahora veremos.
La selección abarca pintura, escultura y grabado. Goya participa con piezas pequeñas pero importante: Antonio Saura dijo que “Goya ilumina nuestra época” y quizá nadie como él encarnase el espíritu de la modernidad antes de la modernidad misma. Fue un pintor de pintores y varios pintores en un único pintor. Aquí, entre otras piezas, vemos un boceto pequeños de ‘El Dos de mayo de 1808 en Madrid o La carga de los mamelucos’ (1814) o ‘La Gloria o Adoración del Nombre de Dios’ (1771-1772), un óleo de medio formato que es un anticipo del fresco de la bóveda del Coreto. Ambos cuadros, tan antagónicos en apariencia, explican a la perfección la evolución de Goya, su convivencia con el monstruo, su mirada hacia la guerra. Su presencia se completa con grabados de todas sus series, entre ellos algunos tan emblemáticos como ‘Volaverunt’ o ‘El sueño de la razón produce monstruos’.
El itinerario sigue y nos lleva a la pintura religiosa, a la pintura histórica y a la pintura de paisaje del siglo XIX, ya en la esfera del Romanticismo y de los variados realismos. Ahí andan, entre otros, nuestro Marcelino Unceta, Santiago Rusiñol (el maestro de los jardines y los detalles cromáticos realiza una ‘Vista de Gerona II’), Muñoz Degraín, Aureliano Beruete (que pinta un mínimo ‘Paisaje castellano’ (1908) que es todo un primor de pincelada, de sutilidad y de vaguedades cromáticas). Ahí también está un osado cuadro de Mariano Barbasán, ‘La zampoña’ (1911), pintado en Italia, donde crea una nueva línea del horizonte y una masa de nubes dramáticas y acaso voraginosas. Es impresionante el retrato de mujer de Cecilio Pla, que posee un estilo suelto, un leve escorzo, una luz sonrosada que matiza un rostro un tanto enigmático y sereno, inscrito en un fondo oscuro.
Y aquí nos dejamos para el final el cuadro más conmovedor de todos, más que Goya probablemente: ‘Niebla de primavera en Italia’ (1907) de Francisco Pradilla, una obra de formato medio que es todo un elogio de la pintura. Es un cuadro magistral, de pintor excelso que buscaba un arte sincero, pintado del natural, con la luz de las once de la mañana, un cuadro de la serie ‘Pontine’ de escenas costumbristas en Roma donde se percibe cómo Pradilla intenta trascender la naturaleza con los valores intrínsecos de la pintura: composición, uso del color, caligrafía casi invisible del pincel y una magia inefable. Pradilla consigue crear un cuadro simbólico, cargado de referencias y de vida y de serena melancolía. Este cuadro merece ser visitado y revisitado en Ibercaja. Es una obra con ángel, con aura, con enigma: una refutación del arte de pintar, de la artesanía de la genialidad sin estridencia.
Hay mucho más que ver. La muestra da un pequeño salto temporal y viaja por las vanguardias con Pablo Gargallo; la escultura se completará con Honorio García Condoy y Pablo Serrano. Y dentro de los nuevos ismos o movimientos de posguerra, están el grupo Pórtico –representado por Fermín Aguayo con un ‘Paisaje castellano’, el pintor era de Burgos, y por Lagunas con ‘Pescados’-, la ‘Escuela de Vallecas’, ‘El Paso’. Y nos detenemos aquí un instante porque están Saura con ‘Manda’ y Viola con ‘Voz del Moncayo’, y con ellos el Salvador Victoria más informalista. La lista, entre otros, abarca a Broto, Clavé, Guinovart, Martínez Novillo, Carmen Laffón, MenchuGal, Carlos Franco, Pérez-Villalta, Lucio Muñoz, etc. Y casi a modo de cierre hay un acrílico sobre tela de Juan Genovés, ‘Límites continuos’, que es un cuadro estupendo: un juego del ser y la apariencia, un laberinto de cromatismo sobrio que habla de la soledad, de la masa y del ritmo visual de la pintura.
*Tres cuadros: Goya, Eugenio Lucas y Francisco Pradilla.
LA MÚSICA DE TRIVIUM KLEZMER
La leyenda musical del judío errante
Trivium Klezmer, el trío aragonés de música hebrea y centroeuropea que actuará en Pirineos Sur, publica su segundo disco, ‘Klezmorim’, con piezas de la tradición popular al que incorporan aires balcánicos, gitanos y mediterráneos y sonidos de jazz y tango
Dentro de tres semanas comenzará Pirineos que alcanza su XX edición. Este festival ha abierto puertas al mundo, colabora con certámenes semejantes en Dakkar o Casablanca y proyecta la creación aragonesa en un viaje de ida y vuelta. Pensemos, por ejemplo, en Biella Nuei y Azawan. Este año Pirineos Sur -creado en 1992 por iniciativa de Eva Almunia y de Luis Calvo, que sigue ejerciendo de director entusiasta e incansables- está dedicado a las ‘Tribus ibéricas’, con algunos añadidos como Rubén Blades y Andrés Calamaro, que pertenece a ese orbe de las músicas populares del mundo que es la música latina.
Entre los grupos aragoneses, destaca la presencia el día 21 en el pantano de Lanuza de Trivium Klezmer, un trío afincado en Huesca y compuesto por Juan Luis Royo, un turolense que toca el clarinete soprano y el requinto; Manuel Franco, un oscense que es un virtuoso del acordeón y Jorge Ramón Salinas, otro altoaragonés que toca el clarinete bajo. Los tres han actuado en muchas formaciones: los dos últimos, por ejemplo, han participado en grupos como Eraje o han acompañado al cantautor Ricardo Constante. Y a Royo, lo hemos visto colaborar con el Grupo Enigma, con Miguel Ángel Remiro o con Miguel Ángel Berna, por citar algunos ejemplos, a menudo en compañía de otro talentoso músico como Joaquín Pardinilla.
Juan Luis, Jorge y Manuel aman la música de una manera especial, con una energía indesmayable. Suben al escenario y la contagian: poseen calidad de sonido, entusiasmo, pasión y disfrutan tocando. Disfrutan tanto que llevan unas gotas de humor al escenario y también a sus discos. Trivium Klezmer, como sugiere su nombre, ha apostado por la música hebrea, por la música popular judía enriquecida con otras músicas centroeuropeas, como la música balcánica, la música gitana, pero también incorporan otros sonidos: el jazz, los aire latinos, el tango y algunos ecos de música judía procedente de Latinoamérica y de África. Con todo eso, y su gusto por la investigación y la experimentación, Trivium Klezmer acaba de publicar su segundo álbum: ‘Klezmorim’ (Luna Nueva, 2011), que quiere decir músico ambulante, músico que va de aquí para allá con sus instrumentos para encender una orgía de baile y felicidad en cualquier plaza, para entonar un son de añoranzas o una elegía.
‘Klezmorim’ consta de doce temas y por lo general son temas luminosos, festivos, optimistas. Danzas (o ‘freilachs’) dedicadas a familias, temas populares y de compositores de lo que tampoco se sabe demasiado entre nosotros (Burstyn, Pansera, Katz…), alguna pieza más conocida como ‘If I were a Richman’ (Si yo fuera rico) e incluso un tema que han elaborado Pedro Navarrete y Eduardo Paz, como ‘Secretos’, que canta el vocalista y compositor de Alcorisa. Paz es otro enamorado de la música judía, y la ha abordado en sus dos direcciones más nítidas: el universo sefardí y el ashkenazí. La presencia del tango se percibe en ‘Clarinetango’ y el jazz se escurre en muchos temas, pero especialmente en ‘Freyjazz’.
‘Klezmorim’ es un disco vibrante, lleno de creatividad y de talento, uno de esos discos impregnados de belleza y de hondura, en los que se percibe el diálogo de los instrumentos entre sí: son actores con réplica y contrarréplica sonora. Es un disco para disfrutar. Resume una música que ignora las fronteras, que mezcla la luz mediterránea con los fríos rusos y los bosques exuberantes de Europa, una música que contiene centelleo, energía, libertad de vuelo, ritmos frenéticos, remansos de melancolía, una música que posee latido y memoria de la tierra y “secretos de mi vida”, como canta Paz. Secretos de nuestras vidas y de las de nuestros antepasados.
‘Klezmorim’. Trivium Klezmer. Diseño e ilustración: David Ramón. Sello: Luna Nueva, 2011. Intérpretes: Juan Luis Royo, Jorge Ramón Salinas y Manuel Salinas. Actuará en Pirineos Sur con Kroke & La Musgaña en el Pantano de Lanuza, el 21 de julio.
DEL VIEJO ARTE DE LA PROSTITUCIÓN
[Elías Moro Cuéllar, poeta, narrador y ensayista de extravíos y emociones, tiene muchos amigos en Zaragoza. Tres de los mejores, entre otros, son Fernando Sanmartín, Pepe Melero y Ángel Artal. Acaba de dedicar una entrada a la ‘Guía nocturna’ de Zaragoza]
Para José Luis Melero y Ángel Artal Burriel,
artífices en gran medida de esta entrada.
Por Elías MORO CUÉLLAR. Escritora y cronista de extravíos
Hace unos días, de la mano generosa de José Luis Melero, escritor y bibliófilo zaragozano, llegaron hasta mi buzón algunos libros de su biblioteca particular que no tienen desperdicio.
Entre ellos, una curiosa y apetecible edición facsímil en formato A-6 (sólo se editaron de ella 100 ejemplares) con el título de
Guía Nocturna
Zaragoza de Noche, 1934
Con algunos curiosos añadidos comerciales entre los que destacan las churrerías, es, para entendernos, una especie de “guía del ocio”, pero en plan erótico y sicalíptico: un cumplido catálogo de anuncios impresos (45 establecimientos), casi jocoso, de las mejores casas de citas, meublés, cabarets, bares de ambiente… en la Zaragoza del período republicano.
Dos ejemplos:
Tome nota y no se olvide que tiene que hacer una visita a la
Pepita La Guapa
pues es de lo más simpática que Vd. ha visto
y dispone de un gran número de mujeres tan guapas,
que no hay quien se resista.
El palacio de las emociones.
Peromarta, 8
Teléfono 29-90 Precio: 5 ptas.
Para pasar un rato agradable y olvidar penas,
nada mejor que hacer una visita a casa
LA ROSITA
La más discreta y mejor instalada.
Habitaciones a todo confort.
San Pablo, 112 2º dch.
Teléfono 42-52 Precio: 10 pts.
*Todo esto está tomado del blog de Elías Moro,
En el espléndido estudio introductorio, firmado por Ángel Artal Burriel, se hace un extenso recorrido del tema en sus vertientes históricas, jurídicas, urbanísticas, sociales…
De él extraigo esta extensa nómina de términos para denominar a las señoritas dedicadas a tan antiguo negocio.
“En España se han podido registrar muchos nombres para denominar a estas trabajadoras del amor. Sin la pretensión de ser exhaustivos, ahí van algunos de estos títulos:
Lobas, zorras, prostitutas, trabajadoras del placer, apartadas, chicas de mala nota, horizontales, perdidas, tapadas, rameras, concubinas, barraganas, mercenarias, cantoneras, busconas, izas, rabizas, colipoterras, meretrices, hurgamanderas, entretenidas, mundarias, putas de natura, putas usadas, puetas de puertea herrada, de celosía, d´empanada, putas carcaveras, putas de cabo de ronda, ursinas, güelfas, gibelinas, injuinas, rapainas, putas de simiente, putas de botón grimiñón, nocturnas, diurnas, de cintura, de marca mayor, orilladas, bigarradas, combativas, arrepentidas, putas viejas, putas calladas, meridianas, putas con virgo y sin él, putas de sábado y de domingo, putas feriales, putas de candela, putas cucas, putas culipardas, chumarcafitas, manflas, tusonas, busconas, troteras y danzaderas, damas del barranco, venusianas, churrianas, vulpejas y un largo etcétera al que se han añadido las denominadas putas fosforescentes”
http://eljuegodelataba.blogspot.com/2011/06/del-viejo-arte-de-la-prostitucion.html
CARMELO PUEYO: PASIÓN POR LA DANZA

“Esperamos la vuelta del Ballet de Zaragoza”
[Carmelo Pueyo publica el libro ‘Música en danza’ (Prames), un manual novedoso que incorpora la historia del ballet, sus protagonistas, partituras, pasos y unos espectaculares dibujos de Álvaro Ortiz. El autor dice que la desaparición de la compañía zaragozana fue “un desastre”]
¿Qué es, qué quiere ser ‘Música en danza’ (Prames)?
Una aportación al conocimiento del mundo conjunto de la música y de la danza desde una perspectiva personal. Los necesarios aspectos teórico-prácticos, en principio más áridos, son solo el medio para encontrar la esencia de las artes, que, para mí, son la expresión, la emoción, la sensibilidad, lo bello, lo ético... Por esto he querido elaborar el libro de forma amena que pueda llegar a un amplio sector de personas.
¿Qué contenidos había pensado que tuviera el libro?
En un principio, los más directamente relacionados con la aplicación musical a la danza, aquellos que afectan a la medida del tiempo y a la correcta armonización métrica entre ambas disciplinas, imprescindibles para los profesionales de la danza, alumnos y músicos. Posteriormente vi necesario incluir aspectos del ámbito histórico y cultural.
Ya que dice esto, ¿cuál es la frase, la cita o el aforismo que le parece que mejor define la danza?
Seguramente utilizaría una expresión dirigida originalmente a la música, para hacer hincapié en su origen y naturaleza común, como la que cita Boecio: “La música está ligada a nosotros de forma tan natural que no podemos liberarnos de ella, aunque lo deseemos”. O aquella de Jean Paul Sartre: “La misma música se disolverá en el movimiento; el cuerpo se convertirá en palabra, canto y música, como si Kochno y Lichine nos hubieran querido llevar gradualmente hacia ese silencio preñado de música”.
¿Cuál sería el gran personaje de la ópera, con qué obra se quedaría, quién es su bailarín preferido, a quién no conocemos mucho y deberíamos conocer?
Nombraría a Monteverdi, como personaje histórico de enorme trascendencia en el devenir de la música y de la ópera en particular. Si tuviera que elegir una obra buscaría entre la producción de Bach, de algún impresionista o expresionista; quizás algún sencillo madrigal o una canción de Leonard Cohen. Entre los bailarines, por sus intensas vivencias y contexto histórico, a Nijinsky. Dentro del mundo de la danza, Diaghilev me parece un personaje muy interesante.
¿Cuál es la relación de la danza con las demás artes?
En lo esencial, es una forma de expresión artística más, quizás con menor bagaje bibliográfico y especulativo que otras artes, particularmente en su modalidad de Ballet. Las producciones coreográficas en el contexto del París de Luis XIV o del patrocinio de Diaghilev me parecen modelos a seguir en cuanto a la interdisciplinariedad.
¿De dónde le viene el amor por la danza?
Sin duda de las personas maravillosas que he conocido personalmente en este campo, de aquellos a los que encuentro en mi misma sintonía: Antonio Almenara, Blanca Álvarez, Elia Lozano, Silvia Auré, Sergio Simón, Amador Castilla, Cristina Miñana…, gente de aquí, cercana y sensible, con los que he sentido el vértigo de la creación, que para mí está ligada al amplio concepto de “humanismo”. Cuando un músico conoce el placer de crear, y además lo experimenta en comunión con otros que danzan, las sensaciones se multiplican.
Háblenos un poco de los dibujantes: Álvaro Ortiz, Ramón Taulé…
Taulé, compañero en el Conservatorio de Danza con aficiones pictóricas, me pareció la persona idónea para acometer los dibujos de danza académica de los musicoreogramas, en los que la precisión de las líneas y posiciones de las bailarinas dibujadas era imprescindible. Álvaro Ortiz fue una recomendación de mi amigo Jesús Pescador, actor y director de teatro, al que pedí consejo. Envié a Ortiz mis veintiún referentes zaragozanos, con las imágenes que había concebido para ilustrar el libro; en poco tiempo me mandó sus creaciones. Son una maravilla y un ejercicio de talento y generosidad por su parte.
¿Cuál ha sido la colaboración del diseñador Víctor Montalbán?
Se involucró de manera a veces heroica, ya que el proceso de elaboración de los contenidos trastocó sus bocetos de diseño previos. Al igual que Álvaro, dio forma a mi idea de manual clásico. Un tratado de Noverre, cuya tapa vi en internet, fue el detonante de lo que quería.
¿Qué ha sido lo más laborioso, lo más conmovedor de esta publicación? ¿El trabajo en equipo, la paciencia, que se haya gestado en las aulas?
Dos aspectos, seguramente, me han tocado de manera más profunda. Por un lado todo el proceso de elaboración del libro, en sus aspectos de documentación, de redacción, de selección, tanto de contenidos como de profesionales y colaboradores, de edición, de gestión humana. Realmente ha sido una Universidad. Y por otro lado, humanamente, ha sido una de las más interesantes experiencias de mi vida. Frente a la desidia que he encontrado en muchos sitios, la esperanzadora respuesta de tanta gente generosa e inteligente, de tanta buena gente. Nunca he visto más claro que ambos calificativos fueran unidos de la mano de forma tan precisa.
¿De dónde proceden las partituras?
He querido que la música elegida representara una amplia gama de estilos y géneros. Muchas de las composiciones son obras clásicas, más o menos adaptadas a las necesidades rítmicas de una clase de danza; otras son variaciones de partituras; y, en mayor medida, creaciones mías, la mayoría procedentes de improvisaciones pianísticas que hice en las clases, y que han quedado finalmente plasmadas en pentagrama. Fue un estudiante de sonido, Marc Pascual, quien realizó gran parte de la edición de partituras; otro de los interesantes personajes que conocí, un “manitas”.
Hablemos del Ballet de Zaragoza: en la presentación de ‘Música en danza’, en concreto el pianista Jaime López Coscolla y luego otros compañeros de mesa, se dijo que era un instrumento imprescindible para el futuro de los jóvenes bailarines, y que su desaparición había sido “un desastre”.
Fue un desastre, previsible. Cuando no existe una verdadera conciencia cultural en las instituciones ni entre gran parte de los representantes políticos, y la ciudadanía lo permite, el desastre está a la vuelta de la esquina. Los profesionales y aficionados a la danza en Zaragoza esperan la vuelta del Ballet de Zaragoza. El Ballet de la Ópera de la ciudad francesa de Limoges, población de menos de 200.000 habitantes -de donde es director artístico otro zaragozano, Sergio Simón- organiza anualmente su temporada de ballet, al igual que de ópera.
¿Qué hay, entonces, de mito y de realidad en la frase “Zaragoza es una ciudad de danza”?
Una gran bailarina y maestra de Barcelona, heredera de la alta tradición europea de la danza, María de Ávila, llega a Zaragoza por la casualidad de que su marido es de esta ciudad. Creadas las condiciones más óptimas, María de Ávila forma a bailarines, futuros maestros, que heredan lo mejor del ballet europeo. Es una realidad, personalizada en Víctor Ullate, Ana Laguna, Carmen Roche, Antonio Almenara, Trinidad Sevillano, Arantxa Argüelles, Lola de Ávila; o en los más jóvenes Amaya Iglesias, Gonzalo García, Tapia, Simón y tantos otros, hoy dispersos por todo el mundo, que mantienen viva la escuela de Zaragoza. Desgraciadamente, la ciudad no lo está rentabilizando.
¿Para quién es el libro?
Para maestros, coreógrafos, bailarines, alumnos de danza, pianistas acompañantes, profesores de música en Conservatorios de danza, aficionados a la danza, la música y las artes. Pero también es asequible, técnicamente, como libro de referencia para colegios y público en general.
¿De dónde se lo están pidiendo?
Además de las librerías generales, lo solicitan las especializadas en música, danza y arte. Muchos directores de Conservatorios de todo el país, asociaciones, escuelas y academias de danza me lo han pedido personalmente; también alumnos que van a pasar alguna prueba; revistas y portales on-line de danza, bibliotecas, etc. Pero también está resultando atractivo para gente no relacionada con la danza.
*Carmelo Pueyo, retratado por Alberto Rodrigálvarez.
MIGUEL MENA HABLA DE 'ALERTA BÉCQUER'
LITERATURA. MIGUEL MENA, Escritor y locutor, Madrid, 1959 / El autor de ‘Piedad’ o ‘Bendita calamidad’ regresa al Moncayo en una novela de aventuras y carretera: ‘Alerta Bécquer’ (Alba), que presentaba en el Teatro Romano
“Espero que Bécquer me perdone
haberle hecho perder la cabeza”
“Bécquer es eterno: es el escritor español
más leído después de Cervantes”
¿Qué le ha llevado de vuelta al Moncayo? Hace 17 años publicaba ‘Bendita calamidad’.
Está claro que el Moncayo ejerce una poderosa influencia sobre mí. Siempre acabo volviendo a él. La diferencia está en que en ‘Bendita calamidad’ era el protagonista absoluto, siempre presente, como el gran observador, y en ‘Alerta Bécquer’ solo es un paisaje más de los muchos que recorre la novela, y ni siquiera el más importante.
¿Por qué Gustavo Adolfo Bécquer?
Bécquer está ahí desde siempre, desde un ejemplar desgastado de ‘Rimas y leyendas’ que había en mi casa cuando era niño a los últimos años en que he vuelto sobre él, en especial sobre las cartas ‘Desde mi celda’ que son las auténticas inspiradoras de la novela, en particular la Carta III, en la que Bécquer visita el cementerio de Trasmoz. Bécquer es el escritor español más leído después de Cervantes. Es eterno. Espero que me perdone por haberle hecho perder la cabeza.
Retorna a la novela juvenil…
No es una novela específicamente juvenil, la entiendo más bien como una novela de aventuras y humor para todas las edades, aunque protagonizada por jóvenes y desde luego con muchos guiños geográficos y literarios que pueden hacerla útil como lectura para estudiantes.
Siendo Bécquer, parecía lógico que la trama tuviese que ver con el amor, ¿no?
Eduardo, un joven estudiante de Educación Física, se enamora locamente de Dafne, estudiante de Bellas Artes de tendencias góticas, apasionada y romántica. Cuando le oye decir que Bécquer pidió que le enterraran en un sitio como el cementerio de Trasmoz, y jamás en una cripta como la que ocupa, decide hacer un acto heroico por su chica: robará los restos de Bécquer y los trasladará desde Sevilla a Trasmoz. El problema surge cuando extravía el cráneo del poeta y se ve obligado a perseguirlo por media España con la ayuda de su mejor amigo, Óscar.
¿Cómo surgió la idea de la ‘road movie’?
De forma natural: los protagonistas tienen que llevar a Bécquer desde Sevilla al Moncayo, así que eso propiciaba recorrer unos cuantos sitios de la España interior, en particular unos cuantos a los que quería rendir homenaje por diferentes circunstancias: Tomelloso, Cuenca, Teruel o Calamocha
¿Pensó en algún momento en la cabeza desaparecida de Goya o fue casual?
Creo que fue casual, pero ya empiezo a dudarlo. También debía de flotar en algún lugar de mi memoria el robo del cráneo del Papa Luna.
Háblenos de los personajes principales, del enamorado Eduardo y de su amigo Oscar: son como dos delincuentes un poco chapuceros, y a la vez son como Don Quijote y Sancho…
Ni siquiera son delincuentes. Eduardo piensa que realiza un acto de justicia poética, y sobre todo un acto por el que su novia le querrá aún más, y Óscar piensa que está trastornado, pero es su amigo y no está dispuesto a abandonarlo a su suerte. Sin duda tienen algo de Quijote y Sancho, el loco de amor y el hombre con los pies en suelo, con la diferencia de que ambos están en un plano de igualdad y que el vínculo entre ellos es esa amistad de colegas hasta la muerte que se tiene en torno a los veinte años.
El libro está lleno de homenajes: las fiestas españolas, algunos chistes, las sectas de becquerianos de Sevilla, el guardia municipal y detective Plinio y Tomelloso, Dinópolis…
Hay referencias a Cervantes, García Pavón o Shakespeare, pero también a Christo Javachef o el jamón de Teruel. He recreado fiestas que ya existen, como las Bodas de Isabel, pero también me he inventado otras como un Festival Abstracto en Cuenca. Aparecen monumentos preciosos, como Veruela, y otros chocantes, como el monumento al Ajo en Las Pedroñeras. Yo hice el mismo recorrido que los protagonistas y podría haber incluido cien referencias más de lugares con interés o personajes dignos de recordar. Tuve que contenerme para no abusar.
¿Qué función le otorga al programa de Leo Rivas, que es un trasunto de Iker Jiménez? ¿Es una crítica a la televisión?
Como no soy trasnochador, no he visto jamás el programa de Iker Jiménez. Yo me quedé en los programas Jiménez del Oso y otros de mi juventud. No es una parodia de un personaje concreto, es una recreación de un tipo de programas de misterio que han existido y existirán siempre. Me hace gracia la facilidad con que montan las conjeturas más escalofriantes a partir de pequeños detalles. Sin duda no les falta imaginación. Ahí está el ejemplo de las psicofonías: ponen un micrófono en un lugar donde han pasado cosas durante mil años y la grabación recoge justo el momento en el que alguien es asesinado. Eso es puntería, porque lo normal habría sido grabar cualquier nimiedad cotidiana, como alguien lavándose los dientes o haciendo gárgaras.
¿Ha querido escribir una novela con atmósfera de sainete, de comedia neorromántica y con muchos equívocos?
Sí, una comedia de este tipo requiere un cierto grado de enredo, de persecuciones, de personajes que se mueven siempre dentro de lo improbable, pero nunca de lo imposible. Aquí nadie vuela ni se reencarna. Todo es perfectamente realizable, aunque resulte extravagante y grotesco.
Hacía tiempo que no practicaba este género. ¿Cómo se ha sentido?
Me he sentido muy cómodo y me he divertido de principio a fin. Disfruto mucho escribiendo este tipo de historias, como disfruto en la radio con las bromas y los juegos de palabras.
*Las dos fotos son de Vicente Almazán. Este entrevista, en su mayor parte, apareció ayer en Heraldo de Aragón.
GARCÍA MARTÍN: 'LECTURAS Y LUGARES'

José Antonio López, del sello Vagamundos, tan cuidado, tan sutil en su intensa brevedad, tan variado, me envía un fragmento de uno de sus últimos títulos: ‘Lecturas y lugares’ de José Luis García Martín, a quien conocí en Oviedo y volví a ver en Albarracín.
Lecturas y lugares
Vagamundos
Textos y fotografías de José Luis García Martín
Para José Luis García Martín, darse una vuelta por el ancho mundo o pasearse sin prisa entre los estantes de una biblioteca no resultan actividades muy diferentes. Los libros son ventanas de papel que nos permiten asomarnos a la gozosa variedad del universo y las ciudades volúmenes ilustrados de una inagotable biblioteca hecha de calles, piedras y nostalgia.
Nápoles, Lisboa, Ginebra, Roma, Nueva York o Venecia se hermanan así con Leopardi, Pessoa, Borges, Byron o Nietzsche. Un rincón revisitado o unas líneas recordadas le sirven al autor para contarnos una historia, recrear una emoción. Las imágenes, que pretenden ser algo más que un prescindible adorno, sirven de punto de partida al viaje de la memoria.
José Luis García Martín es poeta, crítico literario, profesor de la Universidad de Oviedo y director de Clarín. Revista de nueva literatura.
Su poesía ha sido antologada recientemente en el volumen La aventura (Renacimiento). Versiones y recreaciones de diversos poetas se reúnen en La biblioteca de Alejandría (1990) y Jardines de bolsillo (2006).
Es autor de numerosos volúmenes en los que entremezcla ficción, autobiografía y literatura viajera. Destacan entre ellos Media vida (2001), Café Arcadia (2003), Sueño, fantasmagoría (2005), el homenaje a la ciudad de Venecia titulado Arco del Paraíso y un primer tomo de sus memorias eróticas, Alrededores del Paraíso (2008).
FRAGMENTO DE ‘LECTURAS Y LUGARES’
Por José Luis GARCÍA MARTÍN
Chemin Frederic Nietzsche
Hasta el derrumbe final en Turín, Nietzsche recorrió muchos caminos de la vieja Europa. Los veranos los pasaba en Sils-Maria; el resto del año buscaba un clima propicio por las costas de Italia o el sur de Francia. En Venecia (Sombra de Venecia pensaba titular el libro que finalmente se llamó Aurora) escuchó una música que le conmovió hasta las lágrimas mientras contemplaba las aguas del Gran Canal desde el puente de Rialto.
Pero el lugar donde yo le he sentido más cerca ha sido en Èze, una villa medieval de la costa Azul que se encaramó sobre una alta roca para huir de los piratas. Al camino que desciende hasta la playa le han dado precisamente su nombre. Lo recorrió muchas veces mientras recitaba los párrafos finales de Zaratustra, que allí le iba dictando una secreta voz.
Hoy Èze, con sus restaurantes y sus tiendas de anticuario, ha perdido parte de su misterio. En la parte que da al mar, colgado sobre el abismo, hay un hotel con nombre de cuento de hadas, el Castillo de la Cabra de Oro. Se asoma uno a la terraza y ve, a la izquierda, la prodigiosa bahía de Villefrance y, más a lo lejos, Niza y Saint-Tropez; al otro lado, de noche, brillan las luces de Montecarlo. Hay que subir a pie hasta el castillo; no hay otra manera; unos mulos acarrean el equipaje.
El Castillo de la Cabra de Oro es un buen lugar para leer a Nietzsche, si uno puede permitirse pagar el precio de sus habitaciones, que cuestan lo que valen. En el pueblo hay un jardín exótico y el castillo tiene un empinado parque, no menos exótico, con su gigantesco tablero de ajedrez y su zoológico de mármol. Pero el mejor paseo es el que lleva hasta la playa, por la boscosa ladera, y luego, tras dejarse acariciar por el sol y el cabrilleante oleaje, iniciar el ascenso. Era entonces cuando Nietzsche escuchaba la exaltada voz que le iba dictando su libro, toda su filosofía lírica se escribió mientras caminaba. “Una hora escalando un monte –nos dice en El viajero y su sombra—convierten a un ruin y a un santo en dos criaturas muy similares. El cansancio es el camino más corto hacia la igualdad y la fraternidad, y durante el sueño termina añadiéndose a ambas la libertad”.
Franz Overbeck, el amigo que fue a recoger a Nietzsche al albergo de Turín cuando éste enloqueció, dijo que el más extraordinario de sus talentos era el don del análisis psicológico, pero que, ejercido sobre todo contra sí mismo, “se convirtió para él en un peligro mortal y le dejó exánime mucho antes de morir”.
La villa de Èze se encaramó a una alta roca para escapar a los saqueos; Nietzsche se alejó del mundo para verlo mejor, para poder amarlo.
Asciendo fatigosamente el camino pedregoso que lleva desde la playa hasta el castillo y lo siento respirar a mi lado, susurrarme su secreto: “Un corazón alegre es la mayor sabiduría”.
*La foto inicial es del propio José Luis García Martín.
RUBÉN LORENZO, VALERIA LUISELLI, ARGULLOL, EUGENIA ENGUITA, EN BORRADORES HOY
El pianista Rubén Lorenzo, el escritor Rafael Argullol y la narradora Valeria Luiselli acuden esta semana al plató de Borradores. Rubén Lorenzo presentará a dos jovencísimos pianistas, alumnos suyos, José María Inglés, que tocará una danza de Alberto Ginastera, y a Yasmina Qio, que interpreta ‘Lo que vio el viento del oeste’ de Debussy. Lorenzo, además, analiza la programación del Festival del Foro Romano, que se celebra entre junio y agosto en Zaragoza.
Rafael Argullol, premio Cálamo 2011 por su voluminoso libro ‘Visión desde el fondo del mar’ (Acantilado), repasa las claves de este proyecto que es un libro de libros: contiene 19 partes, o libros, en las que reflexiona sobre el viaje, el amor, los diarios, la historia, la filosofía, la religión. Se trata de un volumen que es casi una enciclopedia de los grandes temas del mundo, contados con una prosa narrativa y a la vez poética. Valeria Luiselli es una joven escritora mexicana que ha tenido una gran resonancia con su primer libro: ‘Papeles falsos’ (Sexto Piso), donde mezcla el ensayo y la narración; ahora publica ‘Los ingrávidos’ (Sexto Piso), que presenta en el programa. ‘Los ingrávidos’ es una novela donde una mujer, que fue editora y que ahora escribe, recuerda la figura perturbadora de un poeta a la vez que percibe como se desmorona su matrimonio con un guionista de cine.
Borradores ofrecerá un amplio reportaje sobre la pasada Feria del Libro de Zaragoza: escritores, libreros, distribuidores, paseantes y lectores, etc., analizan el eco del mundo del libro en Zaragoza y también en Huesca en esa fiesta en la calle que duró diez días con firmas, presentaciones, recitales, conciertos... La soprano zaragozana Eugenia Enguita ofrecía hace muy pocas semanas un recital de arias de ópera y de lied en compañía del pianista Jorge Robaina: ambos analizan sus trayectorias, y Robaina, intérprete y maestro, ensalza los agudos y el talento de la cantante.
Borradores se completa con una entrevista-reportaje con Ana Bendicho, que explica las claves de una exposición muy original: ‘La naturaleza del diseño’, que se exhibe estos días en la Casa de los Morlanes, y define la convivencia entre el diseño y el paisaje en la historia más reciente, a través de mesas, sillas, jaulas, cortinas, y la variedad de los materiales.
*En las fotos, Eugenia Enguita, Valeria Luiselli y Rafael Argullol.
HA FALLECIDO CARLOS 'LOBO' DIARTE

[Acabo de enterarme de la muerte de Carlos ‘Lobo’ Diarte a consecuencia de un cáncer. Hace muy pocos días, uno de mis periodistas más admirados de deportes, Cayetano Ros, publicaba esta entrevista con él. Carlos Diarte se hizo famoso en El Real Zaragoza, en el equipo que formaba con Nieves o Irazusta; Rico, González, Royo o Blanco; Planas, Violeta; Rubial, García Castany, Diarte, Arrúa y Soto (o Juanjo o Simarro). Luego pasó al Valencia y también jugó en el Betis, entre otros equipos. Era un formidable jugador de área. Como digo, la entrevista pertenece a Cayetano Ros y a las páginas de ‘El País’, que celebra mañana sus primeros 35 años. ]
Diarte, retratado por Tania Castro para ’El País’.
Por Cayetano ROS. El país
Poderoso delantero de la Liga en los años setenta -jugó en el Zaragoza, el Valencia, el Salamanca y el Betis-, Carlos Lobo Diarte (Asunción, Paraguay, 1954) se refugia ahora en la escritura mientras trata de combatir un cáncer.
Pregunta. ¿Qué tipo de poesía le sale ahora?
Respuesta. Más melancólica. Tengo más tiempo para pensar. Es una pasión que estoy desarrollando.
P. ¿Se ha vuelto introvertido?
R. Sí, soy muy introvertido. Si no me riegas, no me sacas de la raíz. La soledad puede ser tan buena como perversa. Al final, aunque tu familia te acompañe, estás solo. Lo sensible te exprime. Cuanto más solitario, más esparces tus sentimientos.
P. ¿Qué expresa?
R. Lo más bonito es escribir a la belleza, que está en todas partes. Tengo 187 obras registradas en la propiedad intelectual de Valencia: poemas cortos y narraciones. Me gusta mucho la Generación del 27: Cernuda, Aleixandre... Leo a Ángel González, Josefina Pla y los microrrelatos de Augusto Roa Bastos. La inspiración te silba. Cada día escucho mejor.
P. ¿El fútbol tuvo mala fama?
R. Es un lápiz corto intelectual, pero siempre hubo jugadores preparados como Valdano, Pirri... Deberían coger esa estela porque ayuda mucho. Los clubes de Europa exigen formación.
P. ¿Pudo estudiar?
R. Para estudiar uno siempre encuentra tiempo. Terminé el Bachillerato. Fui uno de los mejores estudiantes. Mi madre era severa en eso y se lo agradezco. Una hermana es matemática, otra psicóloga, otro...
P. ¿Cuántos hermanos tiene?
R. Soy el menor de ocho. Mis padres se separaron cuando yo tenía dos años. Nos crió mi madre. La vida era muy dura. Todos trabajábamos en cualquier cosa: albañiles, panaderos... Paraguay venía de la guerra de la Triple Alianza, contra Brasil, Argentina y Uruguay, y de otra contra Bolivia. De un millón de habitantes nos quedamos en 300.000. El 70% eran mujeres: las residentas.
P. ¿Por qué le llaman Lobo?
R. Por la zancada rápida y larga. Me lo puso Mario Ribarola, del Olimpia. "Este parece un lobo", dijo. A los 16 años debuté en el Olimpia, el club más laureado de Paraguay, cuatro veces campeón de América. Fue una pequeña hazaña porque yo era un crío. Tenía velocidad, regate, iba bien por arriba... A los 17 años jugué con Paraguay en Maracaná contra el Brasil de Pelé, Jairzinho, Gerson, Tostao, Rivelino... Conservo la camiseta. Siempre llevé el 9. Me gusta el fútbol en bloque y vertical, como ese Brasil del 70 o el del 82.
P. ¿Cómo era el fútbol de los setenta en España?
R. Había jugadores muy agresivos; en el Granada, Fernández, Aguirre Suárez y Montero Castillo. Fernández me decía: "Tranquilo, paisano, no te haremos daño", pero no me fiaba. Yo a los 11 años ya jugaba con mayores y allí te daban bofetones y patadas. El fútbol paraguayo y el uruguayo son los más duros. Solo me lesioné una vez aquí, en España, y dos en Paraguay. En mi mejor momento en el Valencia, Jaén, del Sevilla, me rompió los ligamentos de una rodilla con una plancha. Llevaba 11 goles en siete partidos. Tarzán Migueli también imponía mucho.
Gol de Diarte al Sevilla con el Real Zaragoza.
P. ¿Cómo llegó al Zaragoza?
R. Avelino Chaves me vio jugar en la selección y me eligió como sucesor de Felipe Santiago Campos; anteriormente vino Arrúa. También estaban Soto y Ocampo. Nos llamaban los Zaraguayos. El 9 de enero de 1974 llegué a Zaragoza, que pagó siete millones de pesetas. Sufrí el frío del Moncayo y la dureza de los entrenamientos. Pero pude salir adelante. Cobraba 35.000 pesetas al mes y una ficha de 750.000, que ya era dinero. Luis Cid Carriega, el entrenador, me ayudó mucho.
P. ¿Fue muy juerguista?
R. Mi norma era salir el lunes y descansar el resto: así tuve 18 años a gran nivel. Hay tres factores que debe dosificar un futbolista: salida, sueño y sexo. Tenía muchas fans, pero si te das a los placeres... Me casé pronto, me separé, me volví a casar y tengo cuatro hijos de los que estoy orgulloso.
P. ¿Probó las drogas?
R. Jamás. Un entrenador nos ofrecía pastillas, pero nunca acepté ni un agua antes del partido. Mi debilidad fue una buena comida y un buen vino con unos amigos. Una buena carne, aunque para mí sea ahora prohibitivo.
P. ¿Qué pintaba en la Nochevieja de 1976 en TVE?
R. Me gusta cantar y componer. Valerio Lazarov y Augusto Algueró nos invitaron a Becerra, en paz descanse, y a mí a cantar. Aprendí solo a tocar la guitarra.
P. En el Valencia formó una delantera fabulosa.
R. Nos faltó un director, un Claramunt. En casa ganábamos 5 a 0. Fuera, bajábamos porque el localismo imponía. Rep, Kempes y yo, Valdez de reserva. Rep desbordaba con regate largo; Kempes era potencia de tiro y conducción; yo podía jugar en el área, si el rival se cerraba, o a la contra. Me fui al Salamanca y coincidí con Juanito, Corominas, D’Alessandro y fuimos séptimos. Después, dos años en el Betis con Biosca, Cardeñosa, Morán... Jugamos la UEFA y la gente disfrutó.
P. ¿Su mejor gol?
R. Uno con el Betis al Athletic: arranqué en el medio del campo, le tiré un sombrero a un jugador, avancé en zig zag, llegué al central Goiko y la metí por la escuadra. Y el otro, de cabeza, desde fuera del área, con el Olimpia al River. Ya no hay cabeceadores. El último maestro fue Ayala. Antes estaban Santillana, Zamorano... Yo llegué a saltar dos metros. El cabeceo se ha perdido, se juega a ras de suelo.
P. ¿Su etapa de entrenador?
R. Entrenaba a la selección de Guinea cuando me llegó este mal: dolores en la espalda, se me hinchó un ojo. Me detectaron un tumor ilíaco y en la vértebra. Lo más duro son las sesiones de quimioterapia y el después. Cuando mejor estás, te golpea. Es duro luchar contra esta enfermedad.
P. ¿Ve mucho fútbol?
R. Sí, lo tengo pegado a los talones y de ahí me sube al corazón. Tengo debilidad por Iniesta.
P. Si ve un balón rodando...
R. Voy a entrenar con mis hijos, de 19 y 21 años, a las canchitas de al lado de casa.
EL CINEASTA EMILIO CASANOVA LE ESCRIBE AL ALCALDE BELLOCH
[El cineasta Emilio Casanova, un buen amigo desde hace muchos años, me envía esta nota como a otros muchos amigos. Creo que es un punto de vista bastante sensato. Zaragoza ganó una Expo Internacional, había ganado una exposición de naturaleza. Juan Alberto Belloch no ha estado demasiado acertado. Esta foto de Emilio es de Vicente Almazán.]
Estimados amigos
Os envío esta nota
Un saludo a todos
Señor Alcalde de Zaragoza:
Soy vecino de su ciudad, y me alegra todo lo que tenga que ver con el avance de la misma.
Me alegré de la Exposición del 2008. Y aprecio la evolución que en muchos aspectos de esta ciudad produjo tal evento. Sin duda por el trabajo realizado por nuestros administradores. No me refiero a los fastos, necesarios, sino a lo que todo ello dejó: el cuerpo de nuestra ciudad... y sin duda por la solidaridad mostrada por muchísimos de nuestros vecinos.
Ayer fue elegida San Sebastián –Donosti para muchos, la mayoría de sus vecinos- como capital europea para 2016. No lo fueron varias otras capitales españolas, entre otras Zaragoza. Lo siento porque, repito, soy de aquí y supongo que la capitalidad hubiese aportado energías y otras cosas a todos.
Aquí se queda el asunto. Usted no. Acaba de hacer unas declaraciones que, a mi juicio, son inexcusables. Usted, demócrata, pretende invalidar un proceso contra una decisión decidida por un organismo que es quien valora.
Lo mismo pasó en las elecciones municipales pasadas anteriormente. Nos gusten o no.
Yo, señor alcalde, soy demócrata, o lo intento ser porque, como lavarse los dientes, requiere un esfuerzo diario. Y me puede o no gustar que un partido acceda a determinados poderes. No soy nacionalista, ni vasco, ni andaluz ni aragonés siquiera. Creo en las ideas y en las personas. Y creo en el progreso y en la solidaridad entre las gentes, y en la buena vecindad frente a guerras fratricidas. Kosovo está tan lejos como tan cerca.
Señor alcalde. Sus declaraciones me producen vergüenza. No son propias de alguien que fue ministro por partida doble: de Justicia y de Interior.
Sus palabras –espero que una ducha fría le reconforte- son yesca, de ésa que enarbolan los nacionalistas, vascos serpiente o españolistas de bandera preconstitucional.
No siga por ese camino. Creo que no es el del partido al que pertenece, o por el que le votan, y menos el de un demócrata. Sí parecen las de quien no sabe perder. Que, para mí, hoy, es lo más importante y mide la altura moral de las personas. Recuerde en 1993 el papelón de don Javier Arenas y don Alberto Ruiz Gallardón, del Partido Popular, cuando perdieron unas elecciones generales que las creían ganadas: Hablaron de pucherazo. ¿A que lo recuerda?
Si no sabe ser elegante, o demócrata –quién sabe-, al menos cállese y no produzca un virus que los vecinos de Zaragoza, y la gran mayoría de los de San Sebastián, ni tienen ni desean.
Le queda un ratico para sacar la pata que ha metido. Y no es pequeña, es más grande de lo que supone.
Atentamente ciudadano de esta ciudad
Emilio Casanova
DNI 17852666C