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MARÍA TORRES-SOLANOT VIAJA A NUEVA ZELANDA
La fotorreportera María Torres-Solanot, que ha trabajado varios años en Heraldo de Aragón, emprende una de sus habituales aventuras fotográficas y humanas. Me manda esta nota:
Hola Antón! ¿Cómo estás? Espero que bien.
Te envío el link de un blog que me he abierto recientemente con fotos de diferentes viajes y en el que voy a escribir un diario de viaje desde Nueva Zelanda.
Vuelo para allá mañana y estaré hasta el 30 de marzo. Voy a hacer varios reportajes varios. En la bitácora quiero hacer un reflejo del itinerario, temas, anécdotas etc.
Éste es el enlace:
RAFAEL NADAL VENCE Y HACE LLORAR A ROGER FEDERER

He visto hoy gran parte de la final del Open de Australia. Iba con Rafael Nadal, como casi siempre. Soy un incondicional de su tenis: siempre me deja perplejo de dónde saca algunos golpes inverosímiles. Trallazos de furia y precisión. Rafael Nadal no es tan buen jugador como Roger Federer: ni es tan elegante, ni saca tan bien, ni posee esa demoledora armonía del suizo, que a veces, como no se cansan de repetir los cronistas, no parece humano. Sin embargo, lejos del mecánico Pete Sampras, a quien superará en breve (lo superará con sangre, sudor y más lágrimas. Roger nos ha salido llorón), Federer es pura belleza, ritmo, facilidad. Roza la perfección, hace posible lo imposible, y siempre tiene respuestas. Rafael Nadal le vence porque corre más que él, porque asume riesgos y no se amilana, le devuelve el tanto seguro, por decirlo así, y parece tener una ligera ventaja psicológica sobre él. El partido de hoy ha sido de nuevo excepcional, con momentos preciosos: un tanto que parecía ganado, rematado después y aún corroborado en un tercer impacto, ha exigido cuatro o cinco golpes demoledores más. Al final, en cinco sets, venció Rafael Nadal que logra a los 22 años un puesto entre los grandes de la historia: ya ha conquistado seis torneos de Grand Slam. Se dice pronto, pero bajo el reinado del probablemente el jugador más exquisito de la historia (aunque yo prefiera a John McEnroe todavía), tantos títulos son muchos, muchísimos. Hoy El País publica un precioso reportaje de Juan Ríos que añado aquí para recordar que los tenistas también lloran. Cuando ganan y cuando pierden. Rafael Nadal ganó así: 7-5, 3-6, 7-6, 3-6 y 6-2.
JUAN RÍOS / El País
Las lágrimas de Federer empañaron de dramatismo la celebración del primer Grand Slam australiano para la historia del tenis español. La tensión del momento, el vértigo de ver que toda una etapa de leyenda se resquebrajaba por los raquetazos de Rafael Nadal, pudieron hoy con el suizo, el mejor tenista de la historia. Le superaron. Derrotado dentro de la pista, Federer se vació ante el público de la Rod Laver Arena en el momento de su discurso. Vaciló ante el micrófono, y en el momento de hacer síntesis, la emoción no le permitió murmurar más que cinco palabras. "Dios, esto me está matando". En su mano, la bandeja plateada le devolvía, como una metáfora, la imagen distorsionada de un tenista honorable que luchó, falló, gritó de alegría y de rabia y sucumbió ante el empuje de un mallorquín incansable de 22 años.
El trofeo le acreditaba como subcampeón del Abierto de Australia 2009 y le arrebataba de un plumazo el sueño de igualar a su ídolo, Pete Sampras. El suizo tiene 13 grandes, el estadounidense 14, y Rafa todo el empeño en que no consiga emular a al tenista que estuvo seis años en lo más alto del ranking mundial. Ahora sólo queda una superficie en la que Nadal no ha escrito su nombre: el Abierto de Estados Unidos.
Al no poder pronunciarse, miró hacia atrás y se encontró con Rafa. El de Manacor le había destronado en uno (otro) de sus feudos; era su sucesor y su verdugo, pero también su amigo. Las lágrimas no dejaban de brotar. La fuerza del momento compungió incluso al público, que respondió aclamando a su ídolo. A partir de ahora, jugar en Australia seguirá siendo como jugar en casa, pero hacerlo en la Rod Laver será hacerlo en terreno Nadal.
Detrás del suizo esperaba Rafa. Paciente, contenido, humilde, con la mirada siempre baja, reverencial ante quien ha sido su mayor enemigo en la pista, el español esperó su turno antes de despedirse del público. La alegría de ganar su primer Abierto en Melbourne, de abrir el palmarés español en tierras australianas y extender su leyenda, aún joven, se chocaron de frente con el rostro compungido de su rival. Guardó silencio, pero no pudo disimular su nerviosismo cuando subió al estrado. Las lágrimas del campeón le conmovieron, y se quedó sin palabras. Dijo "hola", y poco más. Federer seguía teniendo el protagonismo.
"Roger, siento lo de hoy. De veras sé cómo te sientes. Es muy fuerte, pero recuerda que tú eres uno de los mejores de la historia. Espero jugar muchos más partidos contigo", continuó luego. Nadal trataba de consolar a su rival, pero no logró sino arrancarle más lágrimas. El público lo agradeció y aplaudió al español, que cerró su discurso con palabras de cariño a su familia, su entrenador, su equipo médico y todos los allí presentes. Si había emociones, las disimuló. Quizá las guardaba para el vestuario. Quizá a solas también haya llorado Nadal.
(La foto de Rafael Nadal es de Reuters. Me ha pasado una cosa muy bonita: he visto parte del partido con el poeta y narrador gallego, afincado en Madrid, Manuel Pereira).
MANOLO BRAGADO: TODOS CON XOSÉ LUIS MÉNDEZ FERRÍN

O meu admirado editor Manolo Bragado publica un artigo no Faro de Vigo, na sección de Opinión, que é un homenaxe a un dos escritores que sempre recoñecín coma un mestre: Xosé Luis Méndez Ferrín. A él, a Otero Pedrayo, a Fole, a Dieste e a Cunqueiro, sen dúbida ningunha: eles son os meus deuses galegos da narrativa máis veterana. Reproduzo aquí o artigo de Bragado, ao que atopei o pasado Nadal na Coruña. Bragado é un hiperactivo, un editor que está sempre perto dos autores, un apaixonado do seu oficio. Ademais, estudiou en Universidades Laborais. Xa contei moitas veces canto me marcaron libros como Percival e outras historias, Crónicas de nós (que publicou aquí en Aragón Xordica) e Amor de Artur. Hai años, Félix Romeo, sabedor da miña inmensa admiración (non esaxero no calificativo), tróuxome unha edición de Con pólvora de magnolias dedicada por Ferrín para min. Ese venres estarei no Museo Guggenheim de Bilbao, onde entrevisto a Cees Nooteboom ás oito da tarde.
TODOS CON FERRÍN
Manuel BRAGADO / Faro de Vigo
Co gallo do seu septuaxésimo aniversario, Xosé Luís Méndez Ferrín recibirá unha grande homenaxe nacional en Vigo, o vindeiro venres, 6 de febreiro, a partir das oito da tarde, no Auditorio do Centro Social Caixanova. Un acto cívico e literario no que, ademais, será presentado "A semente da nación soñada. Homenaxe a X.L. Méndez Ferrín", libro coeditado por Sotelo Blanco Edicións e Edicións Xerais de Galicia. Coa edición deste volume en forma de "libro dos amigos e amigas" e con este acto literario e cívico, que continuará nunha cea de homenaxe no Pazo Os Escudos de Alcabre, preténdese recoñecer en vida e publicamente o extraordinario labor de quen empeñou as últimas cinco décadas (as mesmas que cumpre agora "Percival e outras historias", o seu primeiro libro de relatos) na construción da nación dos galegos.
Unha homenaxe merecidísima e necesaria, mais aínda cando é indiscutible que Méndez Ferrín é unha das figuras cimeiras da cultura galega contemporánea: grande mestre do relato curto, renovador da novela, voz poética rupturista, rigoroso crítico e investigador literario, polémico e lúcido articulista, entregado profesor do instituto Santa Irene durante corenta e dous anos, infatigable militante da liberación política e social de Galicia. En todos eses eidos -sexa na narrativa, poesía ou xornalismo literario, fose no da docencia ou no da actividade política, sindical e cívica- Ferrín puíu a peza da esperanza, que esa é alfaia de ouro (coa forma dunha esfera, dunha trabe, dunha espada, dunha estrela?) na que coma ourive continúa e, agaradamos durante moito tempo, continuará miniando.
Ferrín desenvolveu durante estas cinco décadas unha actividade política nacionalista teimosa e consecuente, que o levou a confundar o grupo Brais Pinto, a Unión do Pobo Galego, a UPG-Liña Proletaria, Galicia Ceibe-OLN e a participar actualmente na Frente Popular Galega, da que é candidato á presidencia da Xunta de Galicia nas vindeiras eleccións. Unha actividade política sempre rebelde e decisiva, que pasará a historia contemporánea de Galicia, xa que contribuíu a fundar o nacionalismo galego e a enlazalo cos movementos da revolución planetaria.
No eido literario, Ferrín asumiu, dende "Voce na néboa" (1957), o seu primeiro poemario, a necesidade de que como escritor en galego tiña que manter unha conversa permanente cos seus contemporáneos, sen fronteiras nin limitacións ningunhas, sen que isto lle impedise apoiarse sobre a trabe da nosa tradición. Con esta intención elaborou unha das obras máis diversas, orixinais e rabiosamente modernas da literatura galega, asumindo en cada momento todos os riscos posibles na abordaxe de xéneros e formas. Ferrín é o primeiro e o maior renovador da literatura galega contemporánea. Cada seu novo libro foi sempre novidoso e diferente ao anterior, fendendo fronteiras (a noveleta "Retorno a Tagen Ata", publicada na colección O Moucho en 1971, e o poemario "Con pólvora e magnolias", publicado por Rompente en 1977, son dous bos exemplos) ou abrindo vieiros ("Bretaña Esmeraldina", novela esencial, publicada en Xerais en 1987 polo seu amigo, o editor Luís Mariño) que anchearon o horizonte para a literatura de noso.
Outrosí, sucede no eido do xornalismo literario onde a figura de Ferrín é a doutro xigante. Sabemos que esta é unha das tarefas para el máis queridas e ás que dedicou maior atención. As súas colaboracións en "La Noche" (1955), "Triunfo" e "El Pueblo Gallego", os artigos de 1981 en "Hoja del lunes de Vigo", baixo o heterónimo de Dosinda Areses, contribuíron a crear o actual xornalismo literario en galego. Mais é, dende hai vinte e cinco anos, cando comezou a aparecer a súa sinatura en "Faro del lunes" e xa a partir de 1988 en "Faro de Vigo" (onde xa publicara en 1954 un artigo de viaxes, "Por tierras lusitanas. Impresiones de una excursión"), cando os seus artigos dos luns (agora, tamén, na sexta feira) se converten en referentes indiscutibles no devir dos lectores do decano e da propia sociedade viguesa. Artigos os de Ferrín no Faro sempre sorprendentes, áxiles, ben documentados, escritos nun galego fetén no que expresa as súa defensa do patrimonio e da natureza ou a súa mirada anticipatoria sobre a actualidade política de todo o que nos atinxe. Colaboracións que ampliou nos últimos anos a seccións de fin de semana, primeiro no popularísimo "Consultorio dos nomes e apelidos galegos" (recollido en libro en 2007) e, actualmente, na sección "No fondo dos espellos", onde vén ofrecendo algunhas das máis fermosas mostras de erudición cultural de noso.
Sei que esta homenaxe a Ferrín é apenas unha pequena mostra da admiración, agarimo e agradecemento dos seus amigos, camaradas, colegas, lectores, alumnos e concidadáns por este seu labor tan fulcral para Galicia. O venres, todos con Ferrín! (A foto, que está no blog de Manolo Bragado, es de J. Arcos).
bretemas@gmail.com
BLANCO VALDÉS E O SEU 'FRAGMENTOS DA GALAXIA'

O amigo Manuel Pereira recoméndame o blog de Juan L. Blanco Valdés Fragmentos da galaxia. Repaso o arquivo e gústame moito esta nota sobre a música británica e en particular sobre Jethro Tull, unha banda que coñecín en Zaragoza no ano 1978. Gustoume moito o seu álbum Minstrel in the gallery.
ANDERSON+BARRE
Por Juan L. BLANCO VALDÉS
Ninguén discute hoxe o liderado que o rock británico ten exercido internacionalmente. Nos corenta anos que median entre os Beatles e Coldplay houbo de todo: desenvolvementos e propostas para todos os gustos, unhas máis convencionais outras máis rompedoras e outras que a duras penas encaixan nos intentos clasificatorios: pop, mod, rock duro, metálico, heavy, folkrock, jazzrock, rock progresivo, new wave, gothic... A miña melomanía -en calquera caso voraz, indiscriminada e que non sabe de límites- talvez por xeración pero supoño que tamén por inclinación persoal, ten unha débeda especial co rock sinfónico.
Non son poeta de abondo para gabar a excelsitude de producións como o Hamburger Concerto, de Focus, sen dúbida un dos cumios máis sublimes do xénero, Trilogy de EL&P ou Fragile de Yes. Coa perspectiva do tempo, teño para min que, con diferenzas claro entre elas, a maior parte das propostas xurdidas daqueles músicos, virtuosos e clasicistas, cultos e extravagantes, sabiamente rompedores, teñen resistido admirablemente o paso do tempo. The Great Deceiver de King Crimson, The Endless Enigma de EL&P ou algún dos números do álbum dobre de Camel, por poñer un par de tres exemplos, seguen mantendo intacto o fascinante engado que exerceron na miña sensibilidade de adolescente cando os escoitei por vez primeira. Pero a poucas formacións británicas da época atribúo con todo merecemento un adxectivo que, cando aplicado ás obras da arte, resulta moi arriscado, pois pode destilar a máis exquisita sublimidade ou ser explicación do fiasco: desconcertante. Esa formación desconcertante é Jethro Tull, o grupo, liderado polo inclasificable Ian Anderson, que ía nos seus inicios (This Was, 1968, xoia que posúo en vinilo orixinal) para banda de blues. Ningún grupo do que eu teña noticia efectuou un labor de síntese musical comparable (folk, blues, jazz, rock experimental...) destilándoo nun novo produto orixinalísimo e elaborado ata o puntillismo. Na flauta e voz do hiperactivo xoglar Anderson e nas máxicas guitarras de Martin Barre están entrelazadas as melodías das campiñas e bosques, o rechouchío dos paxaros no amencer do cazador, os berros de riña das tabernas medievais, a resoancia das catedrais, os alaridos ingratos do vagamundo e o tépedo veludo da voz do amante.
Cando, con doce ou trece anos, escoitei por vez primeira Aqualung, mentres me deixaba engaiolar polo soprendente deseño externo do álbum e escudriñaba a insondable expresión de maldade do clochard da cuberta, tiven a sensación de que, como dixeron a Bogart, aquilo ía ser o comezo dunha gran amizade. Estaba no certo.
JOSÉ ANTONIO MELENDO: NOCTURNO DE LA ALJAFERÍA

José Antonio Melendo me manda -tras la ceremonia del Goya y la decepción de la elección de los académicos (al menos para mí: qué manera de rebajar la calidad del cine español, de volverlo unidireccional)-, está espléndida foto del palacio de la Aljafería, uno de mis edificios favoritos de Zaragoza. Así se acaba para mí la noche de hoy, con esta bella instantánea del maestro Melendo.
PATTI SMITH: UN POEMA EN GALEGO

O poeta e traductor Xoán Abeleira publica hoxe en La Opinión de A Coruña unha traducción ao galego dun poema de Patti Smith. Envíamo, e aquí está para todos vós. Di Abeleira:
Realizo esta versión libre dun poema homónimo de Patti Smith xusto a carón de Artium, o fabuloso museo de Vitoria/Gasteiz onde veño de fitar Written Portrait. Unha exposición que, de poderen, non deberían perderse, pois, alén de ser a primeira que se organiza na Península Ibérica, contén o muin (o celme ou a esencia, en éuscaro) desta indefinible multicreadora estadounidense: poesía, pintura, fotografía e, xaora, música. Para colmo, Laura Fernández Orgaz, a comisaria do evento, encargoulle ó poeta Benjamín Prado a tradución dunha boa mostra do seu labor lírico, a cal poderán mercar, en edición trilingüe, canda o magnífico catálogo distes rubís hindús.
UN LUME DE ORIXE DESCOÑECIDA
De Patti SMITH. Versión galega de Xoán ABELEIRA
Estás desgustada encabuxada
Desencantada de todo
De todo o que unha vez
Ámbolos dous cremos
Exacta
Mente
Coma min
Sen dúbida eu debería
Ter deixado de venerarte ter parado
De tentar mesmo de ser
Ti
Un lume de orixe descoñecida
Arrebatoume o meu amor
Un lume de orixe descoñecida
Levou lonxe o meu amor
Varreuno a feito fóra
Da miña lonxitude de onda
Devorouno coma o océano
Nun fogo denso e gris
A morte vén varrendo
Todo o corredor
Coma o vestido dunha dama
A morte vén fungando
Pola autoestrada abaixo
Co seu traxe de domingo
A morte vén conducindo
A morte vén reptando
A morte vén arreo
E eu non podo facer ren
A morte vai
E vén e secasí
Debería haber algo
Cando menos haber algo
Que ficase para sempre
A morte enfermoume e toleoume
Pois ise lume estraño
Levou lonxe o meu amor
Ben lonxe
Ela deixoume todo deixoume
Tódalas súas cousas
O seu vestido de noiva
Badaleando no armario
*Patti Smith retratada magistralmente por Annie Leibovitz.
'LA ZARAGOZA DEL BICENTENARIO'

Desde mañana, martes 3 de febrero y hasta el 8 de marzo, la Casa de los Morlanes (plaza San Carlos, 4) de Zaragoza albergará la muestra fotográfica “La Zaragoza del Bicentenario”, que coordina el escritor, fotógrafo y director de cine José Antonio Duce. Es un homenaje a Los Sitios, en la que participarán 22 fotógrafos, de distintas edades, que pertenecen a la órbita de la Real Sociedad Fotográfica de Zaragoza. Éste es el prólogo al catálogo de la muestra que me ha enviado José Antonio Duce, autor también de la foto enviada por la agencia Maszoom que aparece en este post. Duce es un estupendo amigo.
LA ZARAGOZA DEL BICENTENARIO
Por José Antonio DUCE
Eran los años setenta. Y la realidad se dibujaba en blanco y negro. Un pequeño grupo de amigos de la Sociedad Fotográfica de Zaragoza comenzaba entonces su particular peregrinaje por las calles y plazas de la vieja y moderna Zaragoza, que desfiló protagonista ante sus cámaras. Fotografías que son guardianas del pasado; testigos de un ayer, en muchas ocasiones, ya desaparecido.
De aquellos paseos matinales surgió la primera exposición “Zaragoza calle a calle”, que tuvo su continuación en sucesivas ediciones, que se alargaron durante décadas, y que ahora en esta “Zaragoza del bicentenario” recuerda en imágenes los famosos “Sitios”. Una explosión de color para recordar su heroico pasado y el esplendente modernismo del presente, culminado por la visión diferente que aporta la nueva arquitectura de la Expo 2008. Entre unas imágenes y otras el río Ebro, “el más ancho y más hermoso” al que así cantaban los repatriados de las guerras coloniales. El Ebro que ahora ya no es frontera que separe a los arrabaleros con los cesaraugustanos de siempre, que hoy lo cruzan los zaragozanos de una y otra orilla por nuevos y hermosos puentes y pasarelas peatonales.
Como le ha ocurrido a la ciudad, aquel pequeño grupo inicial ha ido cambiando y creciendo con las gentes de la hoy Real Sociedad Fotográfica de Zaragoza. Fotógrafos que cultivan el Arte de la Luz mayoritariamente como afición. Diversos estilos, diversas formas de ver Zaragoza con sus luces matinales o nocturnas a lo largo de ese año emblemático que ha sido el 2008. Fotógrafos que han visto muchas lunas, veteranos en cien concursos y exposiciones, otros recién llegados pero con un indudable prestigio recién adquirido. Imposible citar a todos; pero permítanme resaltar lo que siempre ha sido una constante en el Grupo: la presencia femenina. En este caso con María Eugenia Sánchez de San Pío que ha trasplantado sus “Riflessi” a conocidas vistas zaragozanas, perfiles fluorescentes recreados por una ilimitada imaginación. También ha sido una constante la participación de algún fotógrafo foráneo, si en el pasado lo fue un americano, en este caso se ha incorporado de la vieja y querida Italia Daniele, con sus fotografías de bailarinas luces en las noches de la Expo.
No puedo dejar de citar al que ya es un valor reconocido, a pesar de su juventud, Alejandro Cortés. Con sus cuatro exposiciones individuales en poco más de un año es un autor internacionalmente reconocido. Y finalmente con sus solo quince años, Santiago Ansón. El más joven del grupo, con sus imágenes que no son sugerencia de sus veteranos compañeros y sí una obra coherente, propia de un artista en busca de un camino hacia la belleza de lo cotidiano.
José Antonio Duce
VICKY CALAVIA CREA UN BLOG PARA MANUEL ROTELLAR

La investigadora, documentalista y realizadora de cine Vicky Calavia acaba de crear un blog de homenaje al historiador del cine, crítico y actor Manuel Rotellar (1923-1984), del cual se cumplían el pasado 15 de enero 25 años de su muerte. Vicky Calavia es la autora del documental Manuel Rotellar. Apuntes desde la fila 8, con guión de Javier Estella. El blog es http:rotellar.blogspot.com. Uno de los artículos que ya ha colgado en el blog es éste de Armando Serrano, un artículo de síntesis de la vida, de la obra y de la personalidad de ese “héroe de la cultura zaragozana de posguerra”, tal como lo definió Luis Alegre.
Hace bastantes años, tuve el honor de conocer a una de las personas que más me han impresionado dentro del cine. Sus conocimientos sobre el séptimo arte, unida a su faceta humana y a la indudable talla intelectual, hacían de D. Manuel una auténtica autoridad. El poder charlar con él para personas que como yo empezábamos con nuestros primeros cortos era un privilegio. Siempre recordaré su mirada seria, y al mismo tiempo esa sonrisa fácil y amplia que parecía dibujarse de manera perpetua en su cara, el trato amable y educado, amigo de coleccionar fotogramas, carteles y todo lo derivado del cine. Un Manuel Rotellar que forma parte por derecho de nuestra cultura, y de manera especial de nuestro cine.
Manuel Rotellar nace en 1923, su vida estuvo siempre relacionada con el cine y la cultura en general. Será en 1946 cuando toma contacto con el Cine Club Zaragoza, institución en la que colaboraría. Desarrolla su trabajo de crítico cinematográfico en diversos medios como R.N.E. en Zaragoza, Amanecer, Andalán, Oriéntese y El Día de Aragón. Su talento como articulista lo reflejó en diferentes publicaciones: Lo terrorífico del cine (revista internacional, 1952), Cuentos aragoneses (Aragón 2000, 1976), Luis Buñuel en Filmófono (Cinema 2002, 1977). Hombre estudioso y trabajador incansable, D. Manuel Rotellar dejó gran número de obras editadas destacando: Nosferatu y Murnau (La tela de Penélope Cine Club Zaragoza, 1950), Cine aragonés (Cine Club Saracosta, 1970), Cine español en la segunda República (Festival de San Sebastián, 1977). También son importantes sus colaboraciones en diversas enciclopedias: Enciclopedia del séptimo arte (San Sebastián-Barcelona, 1972), Historia del cine en sus mitos (Madrid, 1980), El erotismo en el cine (Barcelona, 1983), Gran Enciclopedia Aragonesa (Zaragoza, 1983).
Como podemos apreciar, el trabajo de Rotellar es sencillamente extenso, con una aportación al cine y a su historia muy valiosa, especialmente por la investigación y los estudios realizados sobre diferentes temas de nuestra cinematografía. Lo citado es simplemente una pequeña muestra de su labor.
D. Manuel Rotellar era asiduo colaborador de diferentes realizadores, esto se demuestra en facetas como la interpretación. Películas como El rey, El corazón delator, La conquista, o Sic Semper de Pomarón, sin olvidarnos de La leyenda del herrero de San Felices, de Vidal son buen ejemplo de ello. La participación en diferentes foros y tertulias, unida a su prestigiosa firma y capacidad hacían de Rotellar una auténtica institución. Prestigio que le llevó a ser elegido director de la naciente Filmoteca de Zaragoza, cargo que desgraciadamente apenas ejercería por su fallecimiento en 1984.
La huella dejada por este intelectual a lo largo de su vida es sumamente importante. Sus trabajos, estudios y en general el legado dejado, delinea una figura eminente dentro de nuestro patrimonio cultural. El cine y en especial el cine de esta tierra, tiene una deuda pendiente con un hombre que volcó su talento en algo tan especialmente mágico como el séptimo arte en todos sus estratos, dejándonos obras magníficas y otras inacabadas como los monográficos Buñuel en Filmófono y Florián Rey. Es mi humilde homenaje y el de este Colectivo a una gran persona.
Armando Serrano
(Texto elaborado por el realizador aragonés Armando Serrano, uno de los fundadores y miembros activos del Colectivo Fotográfico Artymagen)
VICENTE ALEIXANDRE SOBRE PÍO FERNÁNDEZ CUETO

Hace unos días publicaba aquí una estética Pío Fernández Cueto que hallé en unas rojas que él le había dado a Miguel Ángel Brunet Larroche. Por detrás hay unos textos impresos: fragmentos elogiosos de distintas personas sobre tu trayectoria, mezclados con un poema. En la hoja número uno, encuentro este texto del Premio Nobel Vicente Aleixandre:
PÍO FERNÁNDEZ CUETO
Una voz se escucha,
voz de voces vivas
sobre el haz de España.
Pío, no “felice”,
pisando la estepa
con desnuda planta,
ganando los montes,
dejando atrás puertos,
saltando cañadas,
gris el pelo, enhiesto
su perfil maduro
de aquilina gárgola.
Oh, Pío Fernández,
Fernández rupestre
por las tierras áridas.
Por las tierras duras,
por las tierras secas,
por las tierras vastas.
Oh, voz de las voces
sobre el haz de España.
Vicente ALEIXANDRE
FERNANDO SARRÍA: POEMAS DE 'EL ALHAQUÍN'

Fernando Sarría me envío ayer su segundo poemario publicado: El Alhaquín, (según la RAE significa “tejedor, hombre que tiene por oficio tejer”) que ha sido uno de los accésit del premio Delegación de gobierno-Cajalón. El libro de Fernando, así de entrada, es un poemario amoroso, un libro de exaltación del erotismo y de la complicidad entre los amantes, es un libro de escalofríos, resuelto en versos cortos y a veces en fragmentos de una sola línea, y es la crónica de un viaje en tren y de la observación del mundo, del alma y de la noche desde lo alto de un faro. Este bello dibujo es de Eugene Delacroix.
Copio algunos textos:
1
Un silencio recorre mi espalda.
tú me estás mirando.
2
Sé de tu cuerpo
y en mis manos se respira
la fragancia de la noche.
3
Rumor del fuego.
Tus labios avanzan por mi vientre.
4
Me despierto. Tú duermes.
Soy un faro silencioso
anunciando una luz
en un muelle vacío.
5
La humedad de un sueño
a veces es la lluvia que dejó una ausencia.
6
Hay una línea azul que el mar esconde
y que sólo habitan las gaviotas.
7
Un desierto es parte de un abismo,
la parte baja de un acantilado.
8
Ser un hombre amado por todos
es prácticamente un epitafio.
9
Un faro encendido sigue desnudando la ternura del mar.
JOHN UPDIKE O EL ARTE DE REDACTAR RESEÑAS

Uno de mis blogs favoritos, que siempre me deslumbra (y no sólo por razones de cariño y parentesco de sangre) es el de Daniel Gascón. Es uno de los buenos buenos (y los hay magníficos, asombrosos) de la red: siempre da información, siempre está atento a lo que pasa mucho más allá de nuestra ciudad. Daniel es un estupendo traductor de inglés y francés (ya ha traducido alrededor de una decena de libros de narrativa e historia) y está muy atento a los periódicos y revistas de todo el mundo. Hace unos días, tras la muerte de John Updike, publicaba esta nota de los consejos del autor de Corre Conejo sobre el arte de escribir una reseña. Copio aquí el texto y su traducción:
John Updike escribió sus reglas para escribir una reseña en Picked-Up Pieces.
“Mis reglas, grabadas por traumas de juventud en el extremo receptor de la opinión crítica, eran y son:
1. Intenta entender lo que el autor quería hacer, y no lo culpes por no lograr lo que no intentaba.
2. Da las bastantes citas directas –al menos un pasaje extenso- de la prosa del libro para que el lector de la reseña pueda formar su propia impresión, tener su propio gusto.
3. Confirma tu descripción del libro con citas del libro, aunque sólo sean de una frase, en lugar de un resumen confuso.
4. Sé moderado en el resumen de la trama, y no cuentes el final…
5. Si juzgas un libro deficiente, cita un ejemplo exitoso en la misma línea, de la obra del autor u otra parte. Intenta entender el fracaso. ¿Seguro que es suyo y no tuyo?
A estas concretas cinco podríamos añadir una sexta más vaga, que tiene que mantener una pureza química en la reacción entre producto y el que lo juzga. No aceptes reseñar un libro si estás predispuesto a que no te guste, o comprometido a que guste por amistad. No imagines que eres el guardián de ninguna tradición, el vigilante de ningún estándar partidista, un guerrero en alguna batalla ideológica, un funcionario corrector de ninguna clase. Nunca, nunca… intentes a poner al autor ‘en su lugar’, convirtiéndolo en un peón de una partida entre críticos. Reseña el libro, no la reputación. Sométete a cualquier hechizo, débil o fuerte, que se lance. Mejor elogiar y compartir que culpar y prohibir. La comunión entre un crítico y su público se basa en la presunción de ciertas posibles alegrías en la lectura, y todas nuestras discriminaciones deberían tender hacia ese fin”.
*En la foto de 1964, John Updike y su familia. No sé de quién es la foto, la he tomado de Flickr. Es estupenda.
TANTA, TANTA MÚSICA DE JAZZ EN UNA FOTO

De vez en cuando me escribe ese enamorado de Zaragoza y de su pasado reciente, especialmente los 50, 60 y 60, que es Rafael Castillejo: cantante, presentador, curioso y amigo de sus amigos. Es una criatura particular en el paisaje sentimental de Zaragoza. Me envía esta foto y dice: “De izquierda a derecha: Charlie Barnett, Tommy Dorsey, Benny Goodman, Louis Armstrong y Lionel Hampton .¿Cómo puede caber tanta música en una sola fotografía?”. Añade que la foto pertenece a la Colección de Jerry Murbach.
LA CIUDAD DORADA O UN VIERNES EN HUESCA

El viernes pasado me inventé una cita en Huesca: quería ver los ‘Paisajes pintados’ de Fernando Alvira Banzo, que celebra los 40 años de su primera exposición. El pintor, que recorre como la palma de su mano la autopista Huesca-Zaragoza y la carretera Huesca-Binéfar, atrapa un fogonazo de luz, lo retiene en el fondo de su cabeza y de su imaginación, y luego, en su estudio luminoso, le da forma. Una larga línea horizontal separa los campos y los desiertos del cielo. Con él y José Domingo Dueñas vi la exposición ‘El Circo’, de la colección de Fernández-Ardavín: esos cartelistas se tomaban su tiempo, conocían la ciencia del color y la artesanía de la figuración. Luego, nos encontramos con María Pilar Moreno, la mujer que mejor ha estudiado la figura de Miguel de Molinos, ese apóstol del quietismo que nació en Muniesa y triunfó en Roma. Tuvo tanto éxito que eclipsó al mismo Papa, hasta que alguien decidió que su ‘Guía espiritual’ y sus hábitos cotidianos se desposaban con la herejía. Lo juzgaron, el proceso fue tan espeluznante como inverosímil, y lo condenaron a la hoguera; al fin le conmutaron la pena porque era viejo. Más tarde, estuvimos en el estudio del fotógrafo Fernando Alvira Lizano, uno de los grandes fotógrafos de arte de Aragón, que realiza libros y proyectos para toda España. Fernando tenía entre las manos un proyecto precioso: ‘La ciudad dorada’, las fotos que ha realizado al mural de Teresa Ramón que se ha instalado en el Palacio de Congresos. Y aún nos quedó tiempo para ver las ilustraciones de Noemí Vilamuza para ‘El capote’ de Gogol en Librería Anónima. Hay viernes en que Huesca no se acaba nunca.
*Este es un paisaje viajado, tomado desde la huerta de Luis, que ofrece una vista de Berbegal. Uno de los cuadros más bonitos de la muestra de Fernando Alvira Banzo que se exhibirá en las dos salas del Matadero.
LUIS POUSA: POSTAL ATLÁNTICA A TRES CIUDADES

Mi admirado Luis Pousa, de quien he dado noticia aquí en varias ocasiones, publica un artículo que enlaza tres ciudades: A Coruña, Zaragoza y Barcelona. Pousa es un admirador absoluto de Enrique Vila-Matas y trabaja en La Voz de Galicia, el periódico de mi niñez y adolescencia, el periódico que siempre busco, el periódico donde siempre he soñado con colaborar, con otros estupendos periodistas gallegos como Xesús Fraga (ha sido muy gentil y ha dedicado una lectura lúcida y generosa a Fotografías veladas, y ha descubierto claves muy curiosas) y Guillermo Pardo, entre otros muchos. Los otros, dicho sea de paso, son grandes maestros del blog.
TRES CIUDADES ENLAZADAS
Por Luis POUSA
Es curioso cómo, a través de una serie de bitácoras, se ha ido trazando un camino de ida y vuelta, de enlace en enlace, entre tres ciudades blogueras: A Coruña, Barcelona y Zaragoza. Uno puede partir de aquí mismo, de esta ciudad atlántica suspendida en los puntos suspensivos de Estíbaliz Espinosa, y brincar al Hotel junto a la vía que tiene abierto Álex Nortub en Barcelona. Allí, en BCN, se puede uno quedar plácidamente en Hasta Elena, en El lamento de Portnoy, en la web de Vila-Matas (que tiende al blog, sólo que nos tiene a la espera para crear expectación), en Semper Tremulusa o en Iceland bailout plan (9). En caso de lluvia, siempre puede uno cobijarse bajo el Paraguas en llamas de Jordi Mestre o emprender, sin más rodeos, el vuelo hasta Zaragoza para aterrizar, por ejemplo, en la biblioteca de Antón Castro. En la misma ZGZ se pueden subir los 39 escalones de Alfredo Moreno o reposar entre nómadas con Marta Navarro. Marta nos abre la puerta al MigraMundo de Guillermo Pardo, ya en A Coruña, donde rodamos de blog en blog para rastrear El cuadernillo verde de María B., el Im-Pulso de Félix Soria y La Huella Digital de Nacho de la Fuente, y para desembarcar luego en el camarote coruñés (Javier Pedreira, Wicho) de ese trasatlántico llamado Microsiervos. Se impone una última parada en los mundos virtuales de dos coruñeses hasta las cachas emigrados en Bilbao, Pablo Gallo, y en Bruselas, Gritando a voces en alta mar, antes de rematar el periplo en la acogedora casa en la que cohabito, entre otros grandes blogueros y amigos, con César Casal, Rubén Santamarta, Sandra Faginas, Antía Díaz, Miguel Piñeiro, Paco Sánchez, Fernando Hidalgo, Jorge Casanova, César Rodríguez, Olalla Sánchez, Francesc Pumarola, Carlos Agulló y los gallegos errantes de Global Galicia. Y ya estamos de regreso. Teniendo links, quién necesita puentes aéreos. A Coruña-Zaragoza-Barcelona es ya una conurbación bloguera.
Perdón por los más que probables olvidos (mis neuronas ya no son lo que eran). Un saludo a todos (incluso a los olvidados) desde esta región ocultamente furibunda.
*En otro artículo posterior, Luis Pousa selecciona un fragmento de ‘El paseo’ de Robert Walser, uno de mis libros predilectos y uno de mis actores más queridos. Ese libro lo publicó Siruela. Walser ha sido cantado y glosado una y mil veces por el ‘Kubala de las letras españolas’: Enrique Vila-Matas. El mago de las palabras y las invenciones inverosímiles.
LA FÁBRICA PUBLICA UNA MONOGRAFÍA DE L. POMÉS

Leopoldo Pomés irrumpió a mediados de los cincuenta con una mirada innovadora orientada a los retratos, las escenas cotidianas y la arquitectura. Más conocido para el gran público por su faceta de publicista, es sin duda en el terreno de la fotografía donde Pomés se manifiesta como un artista singular, independiente, coherente y al mismo tiempo desconcertante.
Una Retina, una Pentax, la Canon y, por último, una Hasselblad y una Olympus digital. Todas las cámaras que han pasado por sus manos han reflejado su obsesión por la luz. De manera involuntaria mira, observa como ésta afecta a todo aquello que fotografía, cómo dibuja y marca los perfiles de sus modelos, de sus objetos fotografiados. Tan presente tenía esta obsesión que llegó a crear un sistema para iluminar sin sombras a través de fluorescentes.
El libro recoge el trabajo de este fotógrafo desde los años 50 hasta 2004, donde comienza a experimentar con fotografías arquitectónicas sin dejar aparcada la insistencia en el reflejo de la luz.
Es en las dos primeras décadas donde se da la mayor concentración de trabajos, realizando sus primeras fotografías sobre temas costumbristas enmarcados en la Barcelona de los 50. A su vez, da también paso a los retratos de artistas y personajes culturales, género que trabajará durante toda su carrera, como Joan Brossa, Chillida, Antonio Saura, Antoni Tàpies, Picasso, Julio Cortázar y otros mediáticos como el cantante Alejandro Sanz o la modelo Laura Ponte.
Como también lo fueron para Ramón Masats, las corridas de toros ocuparán parte de su producción. En ellas, el torero se convierte en un personaje anónimo cobrando importancia enfoques diferentes o sobre espectadores u objetos del ambiente taurino.
Igualmente, su último trabajo llamado Blancas, grises y negras, expuesto en la Galería Hartmann de Barcelona en 2008, queda recogido en este ejemplar, intentando explorar, una vez más, el trabajo de la luz a través de la fotografía de esta gama de tres colores.
El libro está prologado por el escritor Eduardo Mendoza (Barcelona, 1943).
Leopoldo Pomés (Barcelona, 1931), se dio a conocer como fotógrafo en 1955 con una exposición en las Galerías Layetanas de Barcelona que llamó especialmente la atención en su momento. Colaboró en varios libros y proyectos cuyas imágenes se han conservado y expuestos en varias ocasiones.
Su faceta como publicista es la más conocida, en concreto sus anuncios televisivos para Freixenet y Gallina Blanca. Su obra puede verse en el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) y en MENAC de Barcelona.
*Esta información corresponde al gabinete de comunicación de La Fábrica y lo remite Judith Guerrero. La colección der PHotoBolsillo la dirige Chema Conesa, un excelente fotógrafo que trabaja en El Mundo, y la diseña Fernando Gutiérrez. Leopoldo Pomés es un hombre maravilloso e increíble. Soy un enamorado de su trabajo y estas navidades me ha mandado una foto de una de las mujeres hermosas que retrata: ésta, ’Elsa’, fechada en 1971. Fue un maravilloso e inesperado regalo. Lo he llamado varias veces y localizarlo por el móvil es casi imposible. Correré a comprar esta monografía de inmediato.
MANUEL PEREIRA: UNHA CITA CO POETA GALEGO

Anoche colgué aquí un texto en gallego y castellano del poeta y narrador Manuel Pereira, un gallego que vive en Madrid y que residió en Zaragoza durante siete años. Pereira viene de cuando en cuando por aquí, y el otro día, con su mujer Chus y con su amiga Cristina, una estudiosa del grabado y artista ella también, realizó varias visitas. Disfrutaron los tres especialmente con la muestra ‘Goya y el mundo moderno’. No solo disfrutaron: gozaron como enanos. El domingo por la mañana, mientras Nadal sufría, pugnaba y finalmente provocaba el llano de Roger Federer, nos vimos en el Mesón del Carmen. Conversamos un par de horas y de esa pequeña tertulia y de un leve paseo posterior, además de unas fotos ante la Puerta del Carmen, salió este texto que Manuel Pereira me enviaba anoche. Ha estado colgado unos horas sin un delantal, estaba medio dormido, y tampoco he dicho que esta foto del Grupo El Paso –al que le ha dedicado una estupenda y ambiciosa monografía, y una exposición, Chus Tudelilla. Hay que hacerse con ese trabajo, de veras- pertenece a mi admirado y amado Leopoldo Pomès, que está estos días de actualidad porque La Fábrica acaba de publicar una monografía suya. Manuel Pereira Valcárcel (A Estrada, Pontevedra, 1955) es autor de Poemas de cinza (Edición do autor, Madrid, 1990), Todo morte (Edicións Río Xuvia, 1998), Rosa íntima (Espiral Maior, 2000), Inventario de fragmentos (Libros da Frouma-Librería Follas Novas, 2001) y, entre otros textos, Libro das viaxes (Editorial Litoral das Rías, 2003).
—Encontro con Antón Castro—
A idade vai deixando os días sinalados; mancados
uns, beatificados outros, poucos conservan o don
elemental da inocencia. E este primeiro de febreiro
quedará debuxado co perfil das sereas que trazou
Antón Castro nas dedicatorias dos libros con que
nos agasallou, a Cristina Lapiedra, a Chus e mais a min.
A cidade amañecía co latexo calmo, coa discreta
cordura que locen as mañás de domingo.
Estaba pechado o Café Levante e mudamos a cita para
o Mesón del Carmen. Café con leite e descafeinado;
de máquina, por favor. Na pantalla, Melbourne.
O verso libre de Nadal devastando a serenidade técnica
da métrica de Federer. A beleza é, frecuentemente, un
contraste, un acantilado que irrompe no sosego.
E a conversa degoada, Galicia, Aragón, literatura,
exposicións, biografías, enderezos intercambiados,
propostas… Un comentario obrigado, a fugacidade
do tempo plácido. Xa na rúa, antes da despedida, unha
recomendación, a de levarmos unha trenza de Almudévar.
Despois, o adeus co horizonte aberto de futuras coincidencias.
1-FEBRERO-2009
—Encuentro con Antón Castro—
La edad va dejando los días señalados; lastimados
unos, beatificados otros, pocos conservan el don
elemental de la inocencia. Y este primero de febrero
quedará dibujado con el perfil de las sirenas que trazó
Antón Castro en las dedicatorias de los libros con que
nos agasajó, a Cristina Lapiedra, a Chus y a mí.
La ciudad amanecía con el latido calmo, con la discreta
cordura que lucen las mañanas de domingo.
Estaba cerrado el Café Levante y cambiamos la cita para
el Mesón del Carmen. Café con leche y descafeinado,
de máquina, por favor. En la pantalla, Melbourne.
El verso libre de Nadal devastando la serenidad técnica
de la métrica de Federer. La belleza es, frecuentemente, un
contraste, un acantilado que irrumpe en el sosiego.
Y la conversación ansiada, Galicia, Aragón, literatura,
exposiciones, biografías, direcciones intercambiadas,
propuestas… Un comentario obligado, la fugacidad
del tiempo plácido. Ya en la calle, antes de la despedida,
una recomendación, la de llevar una trenza de Almudévar.
Después, el adiós con el horizonte abierto de futuras coincidencias.
JUAN GAVASA ANALIZA 'PIEDAD' DE MIGUEL MENA

[Hace algunos meses que no veo al periodista y editor Juan Gavasa. Su blog ha sido referenciado aquí muchas veces: está muy bien hecho, es reflexivo, emocionante, contiene mucha información, y siempre combina el comedimiento con la pasión. Hace un par de días, Miguel Mena me llamó emocionado por este texto que había publicado Gavasa sobre su libro ‘Piedad’ (Xordica), un volumen que ha merecido magníficas reseñas, entre otras de David Trueba. Copio aquí el texto en homenaje a dos buenos amigos y a dos grandes y diferentes periodistas y escritores. Suscribo, además, la afición a la radio de Gavasa y sus juicios sobre la calma y la inteligencia de Miguel Mena, que ahora hace los programas del sábado y del domingo, y mete ahí mundos completos, Aragón por todos los caminos en podo más de tres horas y media. ]
PIEDAD DE MIGUEL MENA
Por Juan GAVASA RAPÚN
No conozco personalmente a Miguel Mena pero me gusta la mesura de su voz en la radio, la tranquilidad que transmite su modulación y la atmósfera de intimismo que envuelve su dicción. Ya no quedan locutores como Miguel, que detestan el histrionismo de los locutores deportivos y la gravedad de los comentaristas políticos. Él sabe que no hay que chillar para captar la atención del oyente y todavía considera la moderación un valor intrínseco al periodismo. Parece ser que en la radio de nuestros días ya no es importante tener una voz bonita ni vocalizar bien. Soy un devoto de la radio por razones sentimentales y después profesionales casi desde que tengo uso de razón. Me despierto con ella, trabajo con ella y viajo con ella. Estoy enganchado al dial y compruebo con desazón el deterioro de muchas programaciones, la paulatina pérdida del espíritu de libertad y creatividad que insuflaban muchas emisoras hasta hace no demasiado tiempo.
Mario Ornat escribía recientemente en su blog sobre la irreversible pérdida de Radio 3 como referente de la música independiente y la vanguardia cultural. Es un ejemplo más, especialmente doloroso, pero sólo un ejemplo más. A veces tengo la sensación de que la preocupación de muchas emisoras es llenar programación pero no hacer programación: cubrir horas y horas y saturar de publicidad cualquier espacio. Es legítimo desde un punto de vista empresarial pero poco inteligente. Las emisoras locales –sobre todo-, se han convertido en altavoces oficiales del alcalde de turno y han adaptado sus programas a las agendas oficiales. Sólo se habla de política o de lo que interesa a los políticos. La radio perdió hace tiempo la batalla del ocio con la televisión y ahora ha perdido la de la inmediatez con internet. Sólo le queda lo más importante, lo que nunca debería de poner en riesgo: la calidez de su compañía y la imaginación.
Miguel Mena es uno de esos locutores que todavía me recuerda que otra radio es posible. Que hay tipos sensatos enganchados a un micrófono para contar cosas inteligentes e interesantes. Los zaragozanos lo disfrutan desde hace muchos años en el histórico “Estudio de Guardia” de Radio Zaragoza. Miguel además escribe, y escribe muy bien. Tiene varias novelas publicadas pero he de reconocer que hasta ahora no había leído ninguna. Compartimos la pasión por la bicicleta y los viajes, aunque él ha sabido plasmar esas aficiones con mucho más acierto y brillantez que yo.
Estas vacaciones he leído “Piedad”, su último libro. Se trata de una recopilación de breves textos escritos a lo largo de los últimos años en los que Miguel Mena fija el universo de sus inquietudes y proyecta fogonazos en forma de pensamientos, reflexiones y recuerdos. Dice Miguel que es un “libro de recuerdos, de paradojas y de estados de ánimo”. Probablemente no se puede definir mejor. Es un trabajo inconexo, sin costuras. Seguramente no las necesita porque el desenlace de esta tormenta de palabras es un estanque de aguas mansas en el que se refleja el alma del autor. Miguel escribe como periodista y como padre, como viajero y como ciudadano que observa a veces en silencio y otras atónito el devenir de la vida.
Hay lugares y personajes reconocibles, otros se intuyen. En todo caso lo que no falta es la sinceridad y la capacidad del autor para indignarse y también para llorar. Hay humor e ironía y algunas fotografías que dicen tanto como los textos. Hay relatos mínimos: “Un torrente de alegría se abre camino entre un mar de miradas heridas”. Hay desgarros del alma: “Qué raro se hace tener un hijo prácticamente mundo cuanto te ganas la vida hablando, un hijo condenado a ser analfabeto cuando llenas tu tiempo escribiendo, un hijo con poco equilibrio cuando tu afición es montar en bicicleta. Qué extraño resulta que para ser feliz no parezca necesitar nada de lo que a ti te gusta”.
Hay compromiso y denuncia: “En Irán no hay homosexuales y está mal visto el uso de la corbata. Si la realidad se empeña en llevar la contraria a la doctrina, entonces promueven pequeñas licencias estéticas, como colocar una soga alrededor del cuello”. Hay también retranca y fe ciega: “Ahora me propongo dejar mi afición al fútbol porque encuentro absurdo que mi humor del domingo por la noche dependa de unos jugadores que ya no me inspiran confianza. Sólo necesito aprender cómo se abandona algo que ni se come ni se bebe ni se inhala: las emociones, el sentimiento, el alma”.
Miguel Mena escribe como habla: sin estridencias. El dolor y la incredulidad asoman por las esquinas del libro pero el autor nunca se deja arrastrar por las aguas turbulentas de la vida. Todo, incluso el episodio más desolador, lo afronta Miguel como un acto de contricción. Quizá porque es verdad aquella frase de Bécquer que el autor rescata al inicio del libro: “La vida, tomándola tal como es, sin exageraciones ni engaños, no es tan mala como dicen algunos”.
*La foto es de Birthe Pionek.
ÓSCAR SIPÁN, CASTÁN Y PUÉRTOLAS EN FRANCIA

Óscar Sipán, uno de los mejores publicistas de los demás y de sí mismo que conozco (además de un muy buen cuentista, de perfiles fantásticos y oníricos), me envía amablemente esta nota sobre una antología de narradores españoles en Francia, en la que figuran tres escritores aragoneses: Soledad Puértolas, Carlos Castán y Óscar Sipán. Las letras aragonesas, y las letras españolas en general, están muy bien representadas. Éste es el texto que ha publicado el Diario del Altoaragón, que tiene a esa mujer maravillosa y desvelada constantemente por la cultura que es Myriam Martínez. El pasado viernes estaba oyendo a una tímida y apresurada Noemí Vilamuza, que ha ilustrado ‘El capote’ de Gogol para el sello Nórdica de Diego Moreno. La nómina completa de autores está formada por Pilar Adón, Juan Bonilla, Guillermo Busutil, Carlos Castán, Fernando Iwasaki, Hipólito G. Navarro, Andrés Neuman, Soledad Puértolas, Óscar Sipán, Joseph Renau, Care Santos y Eloy Tizón.
Castán y Sipán, en la prensa gala
La publicación francesa "Brèves. Anthologie permanente de la nouvelle" ha elegido algunos de los relatos de los altoaragoneses Carlos Castán y Óscar Sipán para dar cuerpo al último número de la revista, dedicado a las creaciones españolas. La zaragozana Soledad Puértolas también aparece en esta lista junto a creadores como Juan Bonilla o Fernando Iwasaki, "gente de un nivel importante y a los que admiramos", apuntó Óscar Sipán, quien seleccionó para la ocasión dos de los textos de su último libro, "Avisos de derrota", concretamente los titulados "Un genio en la Tierra" y La cara oculta de los hombres". Junto a ellos aparece el texto de Carlos Castán "Exilios" y el de Soledad Puértolas "Los perros de Bogotá". D.A.
http://www.diariodelaltoaragon.es/Noticias
SON PA GOZAR, R. ACÍN, L. F. ALEGRE, GAVÍN: BORRADORES

El programa cultural Borradores recibe mañana en el plató al historiador Genaro Lamarca, que analiza la historia del sacerdote y confesor de La Seo Antonio Gavín(1682-1750), que escribió un libro donde satirizaba los usos y costumbres del clero católico y a tres inquisidores que tenían un harén de veinte muchachas cada uno. Se trata de Claves de la corrupción moral de la Iglesia Católica (1724) (Institutción Fernando el Católico). Antonio Gavín se convirtió luego al anglicanismo, vivió en Londres, Gibraltar e Inglaterra, y acabó sus días de parroco en Virginia, donde se reveló como un precursor del antiesclavismo.
Además, el actor y rapsoda Luis Felipe Alegre, director de El Silbo Vulnerado, recitará dos poemas de Nicolás Guillén y Juan Gelman, premio Cervantes 2007, y hablará del ciclo ‘Poesía con acento de América’ y de otros proyectos del grupo, como un montaje de ‘Poeta en Nueva York’ de Lorca, o el gran momento que vive la lírica en Aragón, especialmente en Zaragoza.
Entre otros asuntos, Borradores entrevistará a Ramón Acín con motivo de dos de sus nuevos libros: la novela juvenil ‘Misterio en el collado’ y un ensayo, ‘Cuando es larga la sombra’ que publica Mira Editores, sobre el mercado, la novela histórica o la novela de mujer, entre otros asuntos. Ana Catalá Roca conversará con la joven poeta Almudena Vidorreta, que acaba de publicar ‘Algunos hombres insaciables’ y es la primera mujer galardonada en las cinco ediciones del premio Delegación de Gobierno-Cajalón. El poeta Vicente Gallego, premio Loewe y premio Rey Juan Carlos de poesía, recomienda ‘Animal de fondo’ del Nobel Juan Ramón Jiménez, y en la sección ‘Los elegidos’ de Borradores, Olga Martínez y Paco Robles explican la línea editorial de Candaya y recomiendan algunos de sus títulos, entre ellos ‘Nocilla Dream’ de Agustín Fernández Mallo y ‘Ronda Marsé’, la monografía que incluye una película sobre el premio Cervantes 2008.
El conjunto de música flamenca y latina Son pa gozar acude por vez primera a un plató de televisión para presentar sus canciones y rinde un homenaje a la cantante Lola Flores.
Borradores. Aragón Televisión. La noche del jueves al viernes, a las 0.15. Canal Satélite Digital, 97. En la foto, un joven Juan Ramón Jiménez.
EN BILBAO EN EL 'GUTUN ZURIA' CON CEES NOOTEBOOM

Estoy en Bilbao. Entrevisto esta tarde, a las 20 horas, en el Museo Guggenheim a Cees Nooteboom. Hablaremos de viajes, de literatura, de traducción, de sus últimos libros, de Europa y los nacionalismos, de Japón, y del mayo del 68, de la fotografía y de su pasión por España, adonde llegó por vez primera, a dedo, hacia 1954, tras haber viajado antes por Italia y por diversas zonas de Francia, en concreto por Provenza. En su libro ‘Las montañas de Holanda’ inventaba un inspector de carreteras Alfonso Tiburón de Mendoza, que es de Zaragoza. El diálogo se enmarca en la programación del ’Gutun Zuria’, el Fetival de las letras de Bilbao, en la que han participado, entre otros, Jorge Semprún, Arcadi Espada, Juan Diego Botto, Bernardo Atxaga, Eric Hobsbawm, Paul Preston e Ismail Kadaré. Coordina la programación Iñaki Esteban.
Acabo de entrar en un ciber porque quería repasar algunas notas que me olvidé entre mis papeles. Hoy en Zaragoza, a las 20.30, en Los Portadores de Sueños, se presenta el libro colectivo ‘Partes de guerra’ (RBA), que ha coordinado Ignacio Martínez de Pisón. Actuarán de presentadores Julián Casanova y Malcolm Otero Barral.
Ayer estuve con Teresa Agustín, la entrevistamos para ‘Borradores’. Presentaba ‘Dos pasillos’, un poemario ceñido y esencial de homenaje a su padre, “a quien tanto me parecía”. Teresa Agustín es ahora una mujer muy feliz, está absolutamente contenta con su hija Daniela y trabaja en el gabinete de prensa de la Fundación Alternativas.
*La foto de Cees Nooteboom es de su esposa, la fotógrafa Simone Sassen, con quien ha hecho el libro ’Tumbas de poetas y pensadores’ (Siruela).
MOYANO: 'EL TRINO DEL DIABLO' EN CÁLAMO EL DÍA 10

Martes, 10 de Febrero de 2009 a las 20:00 en CALAMO SAN FRANCISCO
Presentación de "El trino del diablo y otras modulaciones" de Daniel Moyano, publicado por Tropo editores.
Unánimemente aplaudido por la crítica de los dos continentes, Daniel Moyano (Buelos Aires, 1930 - Madrid, 1992) -amigo personal de García Márquez, Cortázar o Benedetti, ganador en 1985 del prestigioso premio Juan Rulfo-, es uno de los grandes narradores latinoamericanos. Sus relatos, recogidos en decenas de antologías, han sido editados en inglés, francés, alemán, ruso y polaco. Autor de cinco novelas, entre las que destaca El trino del diablo y otras modulaciones, considerada como una de las mejores novelas sudamericanas de las últimas décadas, un relato apasionante, dotado de una atmósfera singular.
La presente edición se completa con seis narraciones inéditas en las que el poder de sugestión de Daniel Moyano se expresa con toda su fuerza lírica, poniendo de relieve los aspectos más atractivos de su obra, que nos remiten a las mejores páginas de maestros como Kafka y Pavese.
En el acto participarán el escritor y periodista Antón Castro y los editores Mario de los Santos y Óscar Sipán.
Se servirá un vino por cortesía de Bodegas Guelbenzu.
(Esta nota está remitida por la librería Cálamo que dirige Francisco Goyanes).
CRISTINA FERNÁNDEZ CUBAS, PREMIADA DE NUEVO

Escribí en varias ocasiones en este blog que le debo a Cristina Fernández Cubas una buena parte de mi pasión por el relato breve. Hace algunos años, cuando trabajada en el bingo y acababa de ser padre, cayeron en mis manos dos libros: Mi hermana Elba y Los altillos de Brumal, dos deliciosos y turbadores libros de cuentos. Libros breves, publicados por Tusquets en ediciones modestas, creo que en sus Cuadernos marginales. Disfruté, tuve pesadillas con esas piezas y me gustaron muchísimo, tanto que di el nombre de Elba a un personaje de uno de los relatos de mi primer libro: Mitologías. La pieza, trasvasada casi 20 años después a Golpes de mar (Destino, 2006), se tituló ‘Memoria de Elba’, y como suele ocurrir con mis relatos estaba inspirada en una historia real que me había contado mi suegro, el romancero Leoncio Gascón. Vino a contarme la historia de un minero gallego que trabajaba con él en Gargallo y Estercuel al que su mujer vino a decirle, más o menos, que la había embarazado en sueños.Y él aparentó creerla por completo. Tusquets ha publicado Todos los cuentos de Cristina, con un brillante prólogo de ese sabio de los cuentos que es Fernando Valls, con quien he pasado bellas e intensas noches de paseo en Madrid, en Valladolid y en Murcia. Hoy leo en su blog que Cristina, a la que entrevistaremos si hay suerte el próximo 20 para Borradores porque ha sido distinguida con el premio Cálamo, ha recibido un nuevo galardón, en este caso el ‘Ciudad de Barcelona’. Copio el texto de Fernando y su bella foto. Me alegro, muy especialmente de la estupenda foto, porque en internet hay muy malas fotos de esta mujer de inmensos y luminosos ojos a la que conocí una vez en el Torreón Fortea de Zaragoza, en compañía de su marido Carlos Trías, prematuramente fallecido, un tipo excepcional, según me han contado muchos amigos comunes. Acababa de publicar en ‘El Periódico de Aragón’, en la serie ‘Los raros’ una entrevista con un delicioso raro rarísimo y médico a orillas del mar, cómplice de las tertulias de Carlos Barral y Juan Marsé, entre otros: Javier Gómez de Pablos, que hacía la entrega treinta y tantos de la serie, y Cristina estaba sorprendida (o alucinada, creo que se podría decir de una narradora de alucinaciones y misterios) de que en Aragón hubiera tantos raros. Recuerdo que se tronchaba de risa con su amiga Pilar Bailo, mujer de Javier, y con su marido Carlos. A Cristina Fernández Cubas siempre le he tenido cariño, admiración, un inmenso respeto. Es la verdad, y me alegran sus premios. ¡Enhorabuena también para ti, Fernando! Y permíteme que tome, de nuevo, tu texto.
LOS AFORTUNADOS CUENTOS DE CRISTINA
Por Fernando VALLS
¡Cuántas alegrías le está proporcionando a Cristina Fernández Cubas la recopilación de sus cuentos! Un jurado prestigioso, compuesto por los escritores y profesores Carme Riera, Juan Antonio Masoliver Ródenas, Lluís Izquierdo, Domingo Ródenas de Moya y el periodista Xavier Ayén, acaba de concederle el Premio Ciudad de Barcelona. Conociendo como conozco bien a casi todos los miembros del jurado, han debido premiar la dedicación de toda una vida al relato breve, el trabajo brillante y discreto, y el acierto de unos libros de cuentos que, en su variedad y evolución, en la estética de lo fantástico o en su peculiar realismo, forman ya parte de lo mejor que nos ha dado el género en castellano durante las últimas décadas. Todos los cuentos, editados por Tusquets, es la cosecha de una larga trayectoria dedicada a la literatura, con el máximo rigor, independencia y ambición.
EL BLOG DEL PINTOR E ILUSTRADOR ANTONIO ÁLVAREZ

Conocí hace algunos años, gracias al compositor Carlos Satué, a un estupendo artista: Antonio Álvarez, que es un hombre talentoso capaz de casi todo. De vivir un bello amor más allá de la muerte, de cuidar a dos chicas estupendas, de proyectar su propia casa, de cuidar un precioso jardín, de cultivar la amistad y, también también, de trabajar incansablemente en el territorio del arte. Antonio Álvarez es un artista un tanto desconcertante: hace muchas cosas y pueden ser muy distintas entre sí. Acabo de recibir un email suyo donde me anuncia que ha abierto un blog con sus cosas. Por ejemplo, una de sus vetas artísticas es la del hiperrealismo. Dice en su blog: “Aunque el término hiperrealismo no es el más adecuado para clasificar estos trabajos, quizá si puede servir por aproximación. En realidad, yo prefiero calificarlos de realismo riguroso de contenido poético. Especialmente en los formatos grandes estudio mucho el motivo y la composición y cuido especialmente el proceso de elaboración, muy lento, que termina de aportar la parte inmaterial, el ‘alma viva’, que intento dejar en estas obras”. (Esta obra es una copia de una espléndida obra de Francisco Pradilla).
HOMENAJE A POE EL MARTES EN LA FNAC

FNAC PLAZA DE ESPAÑA
Martes, 10 de febrero. 19:30 h.
BICENTENARIO DE EDGAR ALLAN POE (1809-1949)
Presentación del libro Cuentos completos, con Patricia Esteban Erlés, Ismael Grasa, Manuel Vilas y Juan Casamayor, el editor zaragozano de Páginas de Espuma, sello ubicado en Madrid que celebra en 2009 sus primeros diez años.
Después se celebrará una Mesa redonda sobre “Poe en la literatura de terror actual”, con José María Tamparillas, Roberto Malo, Óscar Bribián y David Jasso, miembros de NOCTE (Asociación española de escritores de terror).
He tomado esta convocatoria del blog de la perturbadora escritora Patricia Esteban Erlés, y añado una de esas piezas suyas: cortas, redondas, que sumergen en un universo filoso y vulnerable del que vuelves con un escalofrío. Esta foto pertenece a Camilla Akrans.
LA FEA DURMIENTE
Por Patricia ESTEBAN ERLÉS
La fea durmiente no se despierta. Lleva diez años sumida en un coma profundo, y eso a pesar de los quince príncipes a sueldo que han viajado desde los cinco continentes, abandonando sus castillos en ruinas para besarla. La fea durmiente está llena de moratones porque sus príncipes despertadores la zarandean sin piedad y le dan de bofetadas en cuanto la enfermera sale de la habitación. Pero la fea durmiente no hace ni caso. Ni caso. La ternura falla, la brutalidad también, no hay en el mundo beso ni golpe que pueda traerla de vuelta. Sus ojos de insecto permanecen cerrados a cal y canto, han dejado de importarle esos granos del rostro, fósiles de una juventud amarga, y sus pies enormes descansan ya, serenos como hipopótamos hundidos en la siesta de un pantano, liberados para siempre de las chinelas. No. La fea durmiente no tiene ninguna prisa por volver. Para qué, si lleva diez años soñando que es la más bella del baile, y que está despierta, allá, al otro lado.
ENRIQUE VILA-MATAS: LO RARO ES VIVIR

Hace algunos años, cuando vivía entre el Maestrazgo y Zaragoza tras muchos años de vida rural, firmaba una sección literaria en El Periódico de Aragón. Se llamaba ‘Cruzando el desierto’, que fue una idea de Rafael Fernández Ordóñez que aceptó de buen grado Nacho Iraburu, jefe entonces de la sección de Cultura. Acabo de encontrarme con este artículo sobre Enrique Vila-Matas, probablemente uno de los escritores de los que más he escrito y a los que más he presentado en mi vida. Hablo de un libro suyo que me encantó: Desde la ciudad nerviosa. Aquí conversa con el narrador Paul Auster. La foto está en su magnífica página web.
LO RARO ES VIVIR
Valery Larbaud decía lo fundamental de la vida, para él, eran los viajes, los libros y los amigos. Enrique Vila--Matas, convertido ya en un autor esencial de las letras españolas, debe pensar lo mismo. Cada vez que va a Nueva York, Chicago, las Azores o Lisboa, piensa en sus amigos y les envía una postal que redacta a mano con un rotulador negro. Esta misma semana me ha llegado una de Nantes con "un pasaje histórico del surrealismo. A cien metros se suicidó con opio el bartleby Jacques Vashé", dice. A Enrique también le encanta que le manden postales y las amontona en su casa en una torre que ya levanta casi un metro desde el suelo. Las ciudades le entusiasman, y lo que más le gusta es descubrir donde fumó su último cigarrillo Bruno Schulz, los lugares por los cuales paseó Robert Walser antes de ser internado y fenecer sobre la nieve o visitar el bar Alcool, cuyo nombre fue tomado de un poema del suicida portugués Mario de Sá--Carneiro. En sus aventuras, a Vila--Matas siempre le ocurren cosas extraordinarias con esos personajes o parajes que ha visto en los libros. Si existe alguien enfermo de literatura es él: le ocurre como a Juan Ramón Jiménez. Desde su lentitud intranquila, respira para convertir su vida en literatura.
Su ciudad del alma es desde luego Barcelona. Y en ella, a través de las páginas de El país, ejerce de cronista inusual: sus textos no se alejan demasiado de la materia inventada de sus novelas y relatos. Son una prolongación o el cuaderno de bosquejos. Es como si llevase un mundo dentro tan potente que el de afuera --las calles, los mercados, las presentaciones o las visitas-- sólo le sirviese como complemento, fragmento del paisaje o telón de fondo.
Aún así, armado con la paradoja y la ironía y una prosa tersa, escribe crónicas de actualidad que parecen relatos: convierte en cuento la estancia de Mariano Gistaín en Barcelona para la presentación de La mala conciencia, y recuerda las frases que le dedica David Trueba: Gistaín es "un autista inteligente" y "un escritor que no se parece absolutamente a nadie". Narra un viaje con el maño y forofo del Zaragoza Ignacio Martínez de Pisón por carreteras secundarias que resulta un apéndice delirante del guión de su película. Hace memoria de los futbolistas que ha conocido y se detiene en Pardeza (y en Samitier, Valverde, Guardiola y Zubizarreta). El futbolista quería hablar de la nueva narrativa española y el escritor de las diversas formas del regate, e incluso alecciona al zaragocista. Al final, hastiado, dice Pardeza: "Perdona, pero yo no soy Van Basten". El libro del que les hablo es Desde la ciudad nerviosa (Alfaguara, 2000).
Vila--Matas ha recogido no sólo sus crónicas, sino un reportaje de la relación entre literatura y cine, a través de La noche de Antonioni, de Sostiene Pereira de Faenza y del actor Marcello Mastroianni; narra en un texto frondoso y muy borgiano, lleno de erudición y de ingenio, las lecturas y hallazgos y respuestas de su último éxito literario, Bartleby y compañía. Y también, en una cuarta parte, hay cabida para sus autores favoritos, desde Hemingway a Walser, pasando por Millás, Juan Villoro, Poe, Piglia y el arte del cuento, Teixeira de Pascoaes, emparentado con Carmen Miranda, o Marguerite Duras, de la que fue inquilina durante algún tiempo.
El libro tiene esa unidad de imaginación, lucidez y delirio que le da Vila--Matas a todo lo que toca. Mezcla erudición de gran lector, encuentros y esas cosas extrañas que sólo le suceden a él (hace entrevistas inventadas a Marlon Brando o a Patricia Highsmith, en las que hay revelaciones escabrosas, y no ocurre nada) y nos la cuenta, desde esa Madame Bovary de las letras que es Barcelona.
JAVIER QUIÑONES Y SU 'POÉTICA DEL BLOG'

Seguramente, si nos viéramos ahora ni nos conoceríamos porque hace mucho tiempo que Javier Quiñones no nos vemos. Javier Quiñones es un estupendo escritor, buen conocedor del universo de la Guerra Civil y uno de los estudiosos de la vida y la obra de José Ruiz Borau, más conocido por José Ramón Arana, que nació aquí en Garrapinillos. Sigo a Javier con atención y hace días que quería invitar a los lectores a conocer su pulcro y elaborado blog: http://jquinyonesblog.blogspot.com. Acabo de leerlo de nuevo y veo que en portada tiene un texto que se titula ‘Poética del blog’. Lo cuelgo aquí, lo link con todo mi afecto y mi admiración, y le cambio la foto, aunque la suya, estupenda, sea del Moncayo.
POÉTICA DEL BLOG
Por Javier QUIÑONES
Si saber callar a tiempo parece para los tiempos que corren la única poética razonable, el blog es el silencio y también la soledad. En las páginas del blog, siempre volanderas y virtuales, no hay más editor que el autor mismo. Es este quien da forma, cuerpo, entidad y diseño a las entradas que lo conforman: las clasifica y etiqueta, las ordena y las retoca, las ilustra y las publica cuando le viene en gana; el blog se convierte así en un espacio idóneo para ejercer la libertad personal. El blog se va conviertiendo, a medida que se desarrolla y cobra densidad, en una manifestación de la personalidad de su autor. No pocas veces se tiene la impresión de que las entradas de un blog se parecen cada vez más a las páginas de un diario personal. El blog es un género en sí mismo y como todos los géneros posee unos límites difusos y sus fronteras son permeables e imprecisas.
¿Qué clase de género es la del blog? Se trata de un género ambiguo, de difícil clasificación. Es un género híbrido, ya que combina la palabra y la imagen. El blog es capaz de albergar tipologías textuales diversas: desde textos argumentativos hasta descriptivos, dialogados, informativos, narrativos... Al blog parece sentarle bien la brevedad, textos que se puedan leer en una visita rápida, como suelen serlo la mayoría de las que se hacen, porque hay muchos blogs interesantes y no es cuestión de demorarse demasiado en uno y dejar de visitar los demás. En ese sentido, el género breve tiene buena acogida en el blog: el poema en prosa, el microrrelato, los aforismos, las fábulas, la poesía, etc., que se convierten así en subgéneros del blog, que los englobaría a todos. Del mismo modo, el blog se presta bien a acoger las entradas de los dietarios personales, siempre que el autor esté dispuesto a compartirlas con los lectores que decidan visitar su bitácora. Las fotografías, dibujos, grabados y otras imágenes que ilustran las entradas facilitan, o deberían hacerlo, la lectura; en cualquier caso, hacen más atractiva su presentación.
¿Por qué y para qué se crea un blog? Existen múltiples razones, pero creo que la principal es porque alguien sienta la necesidad de hacerlo. El blog se crea para mostrar lo que se escribe y para comunicarse con los demás, con aquellos navegantes de la red que decidan libremente visitar la bitácora y detenerse un espacio de tiempo en ella, si es posible con un viento sosegado y una mar en calma. Cuando el blog es de autor, no deja de ser una forma de edición electrónica (virtual, por tanto) de lo que se escribe y se crea. El blog literario es, pues, una nueva forma de difusión de la creación literaria. El carácter misceláneo del género, dar cabida a muy diferentes acentos creativos, es una de sus notas distintivas, tal vez su principal seña de identidad. El blog, por último, debería ser comunicación, esto es, estar abierto a entablar diálogo con quien a las páginas que lo conforman quiera asomarse y dejar su comentario. El blog supone un contacto directo e inmediato entre autor y lector y esa facilidad que da el medio no debería desaprovecharse ni malbaratarse con usos espurios e inadecuados.
El blog, en definitiva, es lo que uno quiere que sea. (Este es un dibujo original de Patti Smith).
JUAN ÁNGEL JURISTO ESCRIBE SOBRE FOTOGRAFÍAS VELADAS
La reseña de Juan Ángel Juristo apareció ayer en ABCD las artes y las letras. La película es de Pippi Tetley.
NACHO GARCÍA-VALIÑO ESTRENA BLOG

El escritor Ignacio García-Valiño manda este mensaje masivo a sus amigos. Anuncia que posee un blog. La foto es de Alberto Korda.
Hola, queridos amigos, como diría SM el rey, "me llena de orgullo y satisfacción..." informaros de que lanzo un nuevo blog a la Red, el mío (sí, lo sé, uno que se suma a los miles de millones, pero juro que será especial), por si queréis asomaros de vez en cuando.
Me encantaría compartir con vosotros estas pequeñas creaciones. Escribiré un breve texto a la semana.
Bueno, ahí va:
http://ignaciogarcia-valino.blogspot.com/
¿LA MUERTE DEL LIBRO?
Por Ignacio GARCÍA-VALIÑO
Un amigo mío adicto a las teconologías me confesó que ha calculado en 36.000 la cantidad de horas que le llevaría ver todas las películas y escuchar todos los discos que se ha bajado de internet. Suponiendo que se dedica a ello todos los días del resto de su vida a razón de cinco horas al día, veinte años después habría terminado. Este cálculo le ha deprimido, ya que comprende que, en lugar de seguir acumulando mercancía, debería ponerse a disfrutarla en los años venideros.
Otro colega me muestra, maravillado, el libro electrónico de Sony que trae de la feria de Frankfurt. La luz no se proyecta desde la pantalla, sino que, como el papel, necesita la reflexión de la luz, de modo que no se cansa la vista. La tinta electrónica tiene “efecto papel” y la pantalla es de granulado táctil. En su interior guarda 840 novelas, y me asegura que caben dos mil más. Mi amigo lee un par de novelas al año, tal vez espera ser más longevo que Noé. Pero le maravilla poder guardar tres mil novelas en su juguetito.
Me llega un mensaje de mi editorial preguntándome si doy licencia a Google Books para colgar en su web fragmentos de mis novelas. ¡Permiso denegado! Sé que todos acabaremos perdiendo los pocos derechos que nos quedan, condenados al top manta, seremos reformateados y pirateados en e-books, y comprimidos en archivos PDF, y desterrados de las librerías, que desaparecerán, o se parecerán a un pabellón de Expo Zaragoza. Nuestra vida digital tendrá la brevedad de una cucaracha, nos repartirán cual calderilla por la Red y nos canjearán por discos de Madonna. Estamos perdiendo el control de las tecnologías, deshumanizando el arte y trivializando la cultura, y si el libro de papel desaparece, no habrá réquiem que nos consuele de tan triste pérdida.
ANA MUÑOZ: POEMAS DE 'SÓLO PARA LA NOCHE'

Esta semana, Ana Muñoz (nacida en Cuenca, afincada desde muy niña en Teruel y estudiante ahora en Zaragoza) presenta su libro ‘Sólo para la noche’ (Lola Editorial) el próximo miércoles, día 11 de febrero, a las 20 horas en la librería Antígona, de Pepito y Julia, (C/ Pedro Cerbuna). Dice Ana: “Me acompañarán el editor, Manuel M. Forega, Ángel Gracia y Octavio Gómez Milián. Tras su intervención, Louisiana tocaremos un par de temas en acústico”. Le pido algunos poemas y aquí están estos dos. Ahora será entrevistada esta semana en Borradores por Ana Catalá Roca. La foto es de Aurelien Le Duc.
REFORMULACIÓN DE NARCISO
De ser pez en el abismo, habría
de golpear con saña la lira de mi espina
para oírme la carne, la sangre y el aliento,
Miguel Ángel Ortiz Albero, de 5.
(Escupí y el suelo se hizo lágrima,
lloré piedras y éstas atravesaron el espejo,
formando un charco de silencio abusado).
Pregunté
a quién pertenece el reflejo que recibo cada vez que me asomo a la muerte.
El éxtasis de la mentira no dura siempre. Hago del cielo mi ilusión, pero éste es incierto, por eso no quiero ser ángel, ni quiero mover mis alas en vuelo hacia la nada.
No me reconozco en lo que nado. Quisiera ahogar el trazo del miedo cuando es el miedo el que escribe. Mover, a la vez que la palabra, los brazos, y no hundirme de tan débil.
Pregunté
cómo caer dos veces por la misma lágrima, llorarlo todo dos veces para emerger del recuerdo envenenado que la amnesia deja. Cómo cruzar dos veces por el mismo río.
Y después
cómo nadar sin que el agua borre lo que ya he nadado.
En el espejo descubro el reflejo de otra muerte, en mis piernas las líneas del dolor diluido en agua, en mis rodillas los golpes de quien se postra ante la angustia.
Son violentas mis brazadas porque siento que no sé dejar atrás a la que desnuda nada, y aterida. Hasta dónde el llanto, hasta dónde mi cuerpo.
Pregunto
si voy escupiendo lágrimas, cuántas piedras dejaron de ser inertes, qué ríos han nacido desde mí. Hacia qué otras aguas me diluyo.
Como el suicida que se gira tras la palabra y regresa a la muerte, en qué nube debo bajarme.
Mientras
el agua marca surcos de sequía en mi piel, las arrugas que habrán de envejecerme de por vida.
ELISA DAY, POEMA PARA UNA HERMANA HUIDA, II
Es en este libro azul
en donde crecen las rosas salvajes,
los versos rosas.
Caen al suelo algunos de sus pétalos,
llueve el perfume olvidado,
cae el polvo que se deshace
con sólo mirarlo.
Mi hermana habita en este libro azul,
en esta rosaleda, adentro, sola,
a pesar de que marzo ha llegado
y ya marcea afuera de las sombras.
Caen al suelo nombres binomiales
y “Requiescat in pace” le parece
una oferta indeclinable:
“no me hables del renacimiento del verdor”.
Es a este libro azul
adonde me acerco pisando pétalos y palabras:
naturaleza hostil, voces que gritan,
tierra infértil.
Caen al suelo los secretos que ella guardaba.
así escupen los libros de Biología
lo que creíamos perdonado,
lo que creíamos olvidado.
Habita en este libro azul
la que se desangra en silencio.
Adentro de sí, sola de sí.
Su cuerpo como rosa salvaje
cercado por espinas.
Yo habito los espacios en blanco,
esas pausas de lectura que son aire
del aire que a ella le sobre.
Barro los pétalos, borro las palabras:
a una casa de rosa no te acerques demasiado.
Si llamo a su puerta nadie responde:
teme que robe su miseria.
Mi hermana teme quedarse
todavía más vacía.
(También de nuestro amor, como de la rosa, sólo las espinas quedan).
RETRATO DE LOLITA FRANCO

Este retrato de Lolita Franco, madre de Javier Marías y sus hermanos, pertenece a los Documentos del catálogo de la exposición que se puede ver, hasta el 15 de febrero, en el Centro Cultural Conde Duque de Madrid. Javier Marías lo ha colgado en su blog. Me ha parecido muy bonito.
ANTONIO CÁSEDAS VUELVE Y EXPONE En PILAR GINÉS

[Este jueves 12, Antonio Cásedas vuelve a exponer una individual dentro de su registro onírico, fantástico, poético. Antonio Ceruelo me envía el texto del catálogo de Juan Ignacio Bernués y algunas fotos. Gustosamente las cuelgo aquí y os recuerdo su muestra. La primera persona que me habló de Cásedas fueron hace más de veinte años Ángel Guinda y Trinidad Ruiz-Marcellán.]
EL VIAJE DE ANTONIO CÁSEDAS
"El verdadero tesoro, el que pone fin a nuestra miseria y a nuestras pruebas, nunca está muy lejos, no hay que buscarlo en un país alejado, pues yace sepultado en los lugares más recónditos de nuestra propia casa, es decir, de nuestro propio ser…..Pero sucede el extraño y constante hecho de que sólo después de un piadoso viaje a una región lejana en un país extranjero, en una tierra nueva, podría revelársele el significado de esta voz interior que conduce nuestra búsqueda. Y a este hecho extraño y constante se añade otro: quien nos revela el sentido de nuestro misterioso viaje interior debe ser también un extranjero, de otra creencia y de otra raza".
MIRCEA ELIADE[1]
Por José Ignacio BERNUÉS
Con mucha calidez –casi, podría decirse, con amor- la obra de Antonio Cásedas sabe conducirnos de la mano al centro de su “círculo mágico”. Un círculo que no sirve para definir fronteras ni decretar segregaciones, sino que es ámbito de prodigios y de transformaciones, germen de estímulos que nos inducen a “trascender”. Del alba de la conciencia emergen estos seres de belleza petrarquiana que han traspasado el umbral de los espacios y del tiempo, con el fin de comunicarnos algo, y que Cásedas hace brillar con una luz interior. La intervención de lo sobrenatural queda sugerida en la mirada soñadora de ese guía proveniente de los tiempos del Girlandaio que –tal vez- esté precisamente allí, ante nosotros, para rescatarnos de nuestro propio extravío.
El espacio pictórico es para Cásedas una sucesión de insospechadas hierofanías; lo sagrado sobrevuela en miríadas de estrellas, o por entre umbrosos roquedos –leonardescos- coronados de atardeceres o envueltos en brumas, pintados por el artista para que la mirada –fascinada- se enrede; paisajes espirituales donde es preciso perderse, para podernos volver a encontrar, ya renovados. La ventana es umbral que no se traspasa sino desde la distancia, es diálogo de la casa con el mundo, son los ojos de un alma esperanzada que busca en el horizonte la visión cierta -aunque lejana- de la luz que algún día ha de advenir. De esa misma luz que pulsa firme al final del negro túnel, en el fondo-matriz de una caverna ¿iniciática?. En ocasiones, son los paisajes desolados e inertes como los despojos de un cataclismo, que una figura solitaria contempla –a lo Gaspar David Fiedrich- los que nos anuncian el ciclo eterno de muerte y renacer, la promesa de una eterna unión entre cielo y tierra.
Si por deseo de Cásedas la ventana se transforma en pórtico, en columnario abierto, el viajero se sitúa entonces ante un paisaje de indescriptible dulzura. En el fondo, en el mismo ónfalos de los cielos en calma, reina esplendorosa la luz, tan leve en sus transparencias que apenas es casi nada siendo, a la vez, sugerencia de Todo. Algo nos empuja a descender en silencio los nobles escalones de mármol que conducen a la laguna en calma. Mientras, en el silencio de lo sagrado, la mirada maternal de una antigua diosa pétrea tutela nuestros pasos; hay que dejarse apenas rozar por la rama desnuda que al aire tiende una hermosa doncella en plena metamorfosis, y sentir en la piel el hálito del unicornio mítico, eterna encarnación de la fuerza sobrenatural propia de lo que es puro. Allí, en el misterioso seno del agua, -el agua-madre, el agua sustancial- nos aguardan otros tesoros que sólo las fuerzas imaginantes de nuestro espíritu serán capaces de renacer.
Como si fuera de naturaleza alquímica, en la obra de Cásedas la materia mantiene una continua inercia a transformarse en algo espiritual. Nos conmueve especialmente la visión de sus espacios. Ese aire que el artista concibe como un teatro de sacralidad cósmica, ámbito de prodigios e inauditas metamorfosis, que refulge en amarillos encendidos o enseñorea con orgullo y sentimiento de nobleza sus violáceos tornasoles y turquesas casi imposibles, cuando no decide hacer gala del añil intenso propio de los días serenos y claros del verano en que el volar se hace aún más ingrávido: “El simbolismo de la ascensión –nos aclara Mircea Eliade- siempre significa la explosión de una situación "petrificada", "taponada", la ruptura del nivel que hace posible el paso a otro modo de ser; a fin de cuentas, la libertad de "moverse", es decir, de cambiar de situación, de abolir un sistema de condicionamientos.[2]
Una clara conciencia de lo mítico inspira las fascinadoras escenas de Cásedas, donde siempre parece “suceder” algo: una cadena de acontecimientos que componen una historia, una narración de algo que ha sido producido, que ha comenzado a ser…En el mito -versión Cásedas- Minotauro resulta ser una criatura tragicómica: verdugo y, a la vez, víctima; no acecha, según le es exigible en el guión, en el centro del laberinto, reino de las sombras y de la incertidumbre; como mayoral sentado a la puerta de su cortijo, se limita a barruntar en el sopor de la siesta el irrefrenable anhelo del ser por penetrar en su propio misterio y salir airoso de la empresa.
A través de su pintura, lenta y primorosamente trabajada, de presencia premeditadamente aurática, Cásedas nos propone una espléndida visión de las profundidades de lo humano. Nos invita a emprender un viaje -en cierto modo iniciático- a esas regiones insospechadas que laten en nuestro propio interior, donde es posible experimentar una belleza limpia, una belleza siempre nueva… Es esta una pintura que nos invita, en definitiva, a encontrarnos con nosotros mismos, que nos permite escapar de los escindidos planos del mundo en que vivimos, donde impera un profundo desequilibrio de la psique -tanto de la vida individual como de la colectiva-, provocado, en gran parte, por la creciente esterilización de la imaginación. De esa auténtica imaginación creadora, que Antonio Cásedas derrocha a raudales.
Juan Ignacio Bernués Sanz
Huesca, enero de 2009.
EVA GARCÉS: ILUSTRACIONES Y SUEÑOS DE COLOR

La ilustradora oscense Eva Garcés tiene un blog donde recoge sus estupendos dibujos y sueños.
http://nonoraystudio.blogspot.com
Hace pocos días ilustró la portada de ‘Artes & Letras’. Entre otros libros, es la ilustradora del álbum: ‘Chocolate con guisantes’, con texto de Coral Cruz, que ha publicado un poco antes de Navidades Marboré, en la colección que dirige Patricia Delso.
ALMA OLITE, J. MARQUÉS, MARZAL & GALLEGO: BORRADORES

Borradores tiene esta noche, después de las doce y cuarto, una invitada muy especial: la joven violinista Alma Olite, que estudia en la Escuela Reina Sofía y que actuó el pasado domingo en el Auditorio de Zaragoza. Alma Olite vive en la Residencia de Estudiantes y se prepara con Zhakar Bron. Habla de su trayectoria e interpreta dos temas: uno de Ysaÿe y otro de Rachmaninov. A Alma Olite la acompaña el poeta Juan Marqués, que también reside en la calle Pinar, acaba de publicar su primer libro ‘Un tiempo libre’ (La Veleta) y prepara la tesis doctoral sobre Luis Santa Marina. Ambos explican cómo se vive en la Residencia, donde también hay otros becarios aragoneses, y las claves e ilusiones de sus respectivas carreras.
También visitan el plató de Borradores, Benito Gómez y Salvador Berlanda, presidente y vocalista de la Agrupación Coral de Alcorisa que acaba de cumplir 20 años y lo celebra con la edición de un disco con quince canciones, en el que cantan en siete lenguas. Se sortearán tres entre los espectadores.
Además, Borradores muestra la exposición ‘Rodtchenko y las mujeres’, que puede verse en Caja Madrid: un proyecto apasionante de fotografía que refleja la vida íntima y pública de la mujer en la Rusia de las vanguardias históricas. En Borradores se ofrece un reportaje con el novelista, profesor y crítico literario Luis García Jambrina, que acaba de publicar la novela ‘El manuscrito de piedra’ (Alfaguara), que cuenta la investigación en torno a un crimen que lleva a cabo en Salamanca un joven Fernando de Rojas, el autor de ‘La Celestina’. Vicente Gallego y Carlos Marzal, premios Loewe de poesía y ampliamente reconocidos con distintos galardones, hablan de su vocación, de la inspiración, de los maestros (Gil Albert, Paco Brines y César Simón) y de la relación entre la existencia y la escritura. Ana Catalá Roca entrevista a la joven poetisa Ana Muñoz, y cantante de rock del grupo Louisiana, que publica estos días ‘Solo para la noche’ (Lola Editorial).
Entre otros asuntos, Ana Cristina Herreros, cuentacuentos y escritora, recomendará el libro ‘Una casa para el abuelo’ de Grassa Toro y de Isidro Ferrer, volumen que le sirvió a Isidro Ferrer para ganar el Premio Nacional de Ilustración de 2005, y Enrique Cucurella habla de su sello Alpha Decay, de sus diversas colecciones, y recomienda algunos títulos. A esta editorial, acaba de incorporarse Ana S. Pareja. (En la foto, Alma Olite).
PRESENTACIÓN DEL LIBRO DE ROLANDO MIX TORO, HOY

Esta tarde del jueves 12, a las 19.30, en el Salón del Trono del Palacio de Sástago se presenta el poemario ‘Tras la palabra’ del poeta y traductor chileno, afincado en Zaragoza, Rolando Mix Toro. Lo acompañarán en el acto los guitarristas Jorge Berges (con quien ha grabado un álbum con sus textos, cuya portada aquí pongo) y Javier Elizalde. Hablarán, además de Rolando, Mariano Berges, jefe de gabinete de la Diputación de Zaragoza y persona determinante en la edición del libro, y Antón Castro. Éste es el prólogo-retrato que le hice a Rolando Mix Toro para el libro. Hoy, como se puede deducir, el Garrapinillos juvenil, que está en cuadro tras las cuatro expulsiones del pasado sábado ante La Puebla de Alfindén (perdimos en casa 1-2), no entrenará. Sólo entrenará nuestro arquero Stalin, que debutará como titular ante el San Mateo de Gállego.
ROLANDO MIX TORO:
LA MEMORIA Y EL RASTRO DE LA POESÍA
Antón CASTRO
Ocurre a menudo: existe gente con la que nunca has hablado, ni lo vas a hacer quizá, que han sido decisivas en tu vida. Gente que pasa. Gente que toma el café de las doce en el bar de la esquina. Gente que lee el periódico, que acaricia las páginas de un poema, hombrones que se te antojan gigantes, de rostro atezado y una sonrisa amplia, de oreja a oreja, como paisanos milenarios, y que no sabes por qué habitan tus sueños y tus pesadillas. O la naturaleza urbana que recorres para ir a comprar el pan.
Supe de Rolando Mix Toro mucho antes de lo que él se imagina: Luis Felipe Alegre, en el bar Aragón y en El Ángel Azul, me hablaba del poeta chileno y de su rabiosa humanidad. En un primer retrato, Luis Felipe lo situaba en Santiago, próximo a Salvador Allende, y buen conocedor de los grandes poetas, desde Gabriela Mistral a Enrique Lihn, desde Pablo Neruda a Nicanor Parra. Me revelaba algunas historias entrañables, su generosidad “de desheredado latinoché” de infinito corazón, su solidaridad profunda con la que había sido compañera de sus días durante un tiempo, y me decía también que en aquel hombre “gigantesco y envalentonado” había algo de “héroe inadvertido de la poesía”. Luis Felipe Alegre sentenciaba: “Me gustan los poetas así. Hermanos de sangre de Blas de Otero, de Gabriel Celaya, de Neruda. Admiro y quiero a Rolando Mix Toro”.
No puedo recordar cuándo hablamos por primera vez. Lo veía pasar por la calle Lorente y Bretón, sobre todo, lo veía asistir a conferencias y debates de poesía. Allí andaba siempre Rolando, con versos bajo el brazo, dispuesto a henchir una tertulia de palabras cálidas, de risas estruendosas, de la memoria arterial y andina de América. Tenía algo de vate sentimental que se atrevía a ser contundente: proclamaba su fe en Salvador Allende, su complicidad con Víctor Jara, anunciaba sin violencia el tamaño de su esperanza. Mientras, publicaba poemas, libros, traducía, sobrevivía sin aspavientos en medio de la ira del cierzo, en medio del vendaval del desierto.
Hablamos. Y de hablar por primera vez, pasamos a vernos a menudo. Pasamos a platicar en confianza. Pronto me di cuenta de que Rolando Mix Toro había tenido una infancia especial: era uno de los doce hijos de Antonio Mix Martínez, escritor social, maestro de escuela y pintor de desiertos y altiplanos, y de Ana Ángela Toro, una mujer que gastaba la vida entre los dolores de un nuevo parto y su pasión por la guitarra y el piano. Rolando residía en pleno desierto, en Pozo Almonte, Iquique, donde había nacido en 1931. Se levantaba por la mañana y sus ojos contemplaban la cordillera de la costa y los Andes altivos: un paisaje y el otro se estiraban más allá de las minas de salitre, los abombados desiertos y sus dunas. Al muchachito lo cautivó desde muy pronto la sonoridad de las palabras. Y en ellas se zambulló como se zambullía en el mar: adquirió un virtuosismo especial con el lenguaje, una capacidad para recitar e inventar poemas, una imaginación invencible. Poco después, también estudiaría forja. Y luego, ya en Santiago de Chile realizaría mil actividades: fue librero, periodista, activista político, los nazis quemaron alguna vez su librería, y selló su amistad con Neruda, Parra, Lihn y tantos otros, selló para siempre su comunión con la literatura.
En uno de los viajes que Juan Rulfo realizó a Chile se hicieron amigos. Dibujaron en el silencio la conjura de los camaradas; eso sí, Rulfo estaba rodeado siempre de silencio y de timidez. Y quizá de mala conciencia: sentía pánico de no estar a la altura de sus dos primeros libros y por eso no se atrevía a escribir. Algún tiempo después, el Partido Socialista de Allende lo reclamó para que se hiciera cargo, como jefe de librería, de PLA (Prensa Latinoamericana). Y luego, con todo tipo de persecuciones e insidias, llegó el golpe militar de Augusto Pinochet, pocos después de la muerte de Neruda. Hubo de exiliarse, hubo de recomenzar otra biografía personal en la República Democrática Alemana (RDA); en la Universidad Karl Marx de Leipzig estudió Traducción e Interpretación. Allí lo conocieron el alcalde de Zaragoza Ramón Sainz de Varanda y el jefe de policía Primitivo Cardenal. Lo tentaron, y Rolando Mix Toro se trasladó a Zaragoza. Y aquí vive, rodeado de amigos, en el bálsamo de amor y poesía que ha fundado junto a Juanita, su compañera.
Rolando Mix Toro ha escrito mucho. Y ha publicado diversos poemarios. Tras la palabra es un libro sobre la escritura y la vida: sobre el oficio de hacer versos, la memoria y la vida, para ser algo más precisos. Tras la palabra es uno de sus proyectos que Rolando Mix Toro gesta con dedicación y con adivinación. Es un libro-río. Para él la poesía es aliento y alimento de creación, una forma de fecundar el mundo y una forma de ser fecundado por la belleza, el pensamiento y la intensidad. Rolando Mix Toro es, ante todo, un engendrador de verbos e imágenes, capaz de decir que “las palabras son terribles”, de subrayar “el texto desvaharado del tiempo”, de precisar que “no es exactamente igual // lo sentido que lo expresado”. En una composición, que se titula ‘Leyéndome’, dice: “Alguna vez me harás tu confidente // mientras lees mi poema”. En otros lugares, mediante sutiles metáforas, habla de sus afanes, de su vocación, del proceso casi alquímico de la escritura poética. Habla del “surco de los sueños”, dice que “la letra imprime el aire”, busca “la memoria y sus rastros”, siente “la llamada de la oscuridad”, y se percata con absoluta nitidez de que “soy un espectador con teatro propio”.
Tras la palabra es una búsqueda a ciegas de la claridad, es el intento de encerrar en un diccionario de imágenes, de recuerdos y de ideas el fulgor de una existencia apasionada y convulsa, la melodía de una voz, los interrogantes de existir, las caricias, el acto mismo de decir y sus énfasis. Tras la palabra es como una espiral inacabable de un verso que echa a rodar y se inflama y se expande con sus códigos secretos, y sale a tumba abierta –“con la elocuencia del frenesí”, tal como dice Rolando Mix- en pos de un lector, o de un amor, o del viento que recoge todas sus voces y las arrastra en su silbo. Hay un instante en que Rolando Mix Toro dice que “no cuenta para ninguna cuenta”. Nada más lejos de la verdad: el poeta cuenta y canta, el poeta se desvive por los otros, por su amada y por sí mismo. ¿Y acaso no es esa la mejor canción? En Tras la palabra, dentro y fuera, arriba y abajo, en el corazón incendiado de las sílabas y las imágenes, está él. Y tiembla, y gime, y canta furiosamente a la felicidad, a la memoria de cuanto fue, a la imperiosa necesidad de la poesía, que es “la síntesis de las vivencias que se han acumulado y que se quieren expresar”.
'EL MILAGRO DE LA SANTA' DE ÁNGELES PRIETO

La escritora gaditana Ángeles Prieto Barba prepara una antología de relatos vinculada al automóvil y la circulación. Ha escrito cuentos y microrrelatos, que le ha publicado Antonio Serrano Cueto. José Luis García Martín le publicó este relato en Clarín. Y aquí está esta historia donde se funden Eva Perón y la jovencita Eva Martínez.
EL MILAGRO DE LA SANTA
A Daniel Moyano,
Por Ángeles PRIETO BARBA
Mucho más luminoso que un día de Corpus fue para mí cuando mi padre, terminada su jornada como policía municipal, apareció subiendo los escalones de nuestro quinto piso cargado con pequeñas banderitas de colores. ¿Qué le traigo hoy a mis niñas, qué?. Me recuerdo entonces dándole una y mil vueltas al triste boniato guisado que constituía toda mi cena, cuando había cena, claro, y escuchando los gritos de mi hermana mayor obligándome a que me lo tragara de una vez. Las letanías y sermones de todos los días, aquello de que los pobres no podían hacer melindres y ascos a la comida. Sólo que yo ya estaba ahíta, llena, harta de un hambre que sólo se saciaba con lo mismo. Y pensaba ya en mi cama en dormir y dormir hasta desaparecer, como muchos de los niños que conocí y que durmiendo un día se fueron volando al cielo, como me contaron, para nunca más volver. Y a los que un día los mayores velaban, como angelitos perdidos.
Las extrañas banderitas, de azul y plata, que mi padre nos regaló dándonos besos esperanzados, eran para mañana. Le brillaban los ojos mientras nos contaba una historia maravillosa, un suceso celestial que ocurriría al día siguiente. Porque por lo visto a las diez, cuando el sol brillara ya en lo más alto, se esperaba que arribara a nuestra isla una santa, una santa real y verdadera escapada dios sabe de qué estampita, y que, compadecida de nosotros, venía a quitarnos nada menos que el Hambre. O al menos, eso fue lo que yo le entendí, entre frases entrecortadas de apariciones, milagros y venturas para siempre jamás. Y yo siempre creí en los soñadores ojos de mi padre y nunca puse en duda sus historias, y si me decía que mañana estaría aquí no una santa, sino la mismísima Virgen, hasta aquí llegaría para poner fin al grito de nuestros estómagos. Aunque me conformaba entonces con menos, importándome mucho más que acabara con el olor del hambre, esa peste que no me dejaba comer, que con el hambre misma. Que acabara con ese tufo nauseabundo que dejaba las escamas de mi piel cuando fregaba el suelo, con el fétido aroma de mis manos y uñas agrietadas por los restos de carbón para la cocina, con la infecta colonia del aguarrás y la lejía, únicos perfumes que me eran dados a oler en aquellos días de la miseria y del trabajo duro. Y yo sólo era una niña.
Esa noche me acosté entre dulces ensueños, imágenes amables en que una alta señora, hermosa, alta y limpia, se me acercaba entre rosadas nubes de algodón dulce portando para mí el globo del mundo que, eso sí, era todo de color rojo y tenía un olor extraño y místico, como si fuera un mismísimo queso de bola. La dama me sonreía y mojando sus largos y elegantes dedos me quitaba con su saliva, como untándome con su sagrado óleo, los churretes negros de la mejilla. Y recuerdo que me dormí besando con amor, casi mordiéndolo, el pequeño trozo de almohada que me correspondía, sin importarme por esa noche los feroces pellizcos que mi hermana me daba siempre para hacerle más sitio en la cama.
Al día siguiente, todo fueron prisas. Recuerdo que era domingo, pero la llegada a Cádiz de una santa de las de verdad hizo posponer a toda la ciudad el acudir a misa para más tarde. Entonces mi hermana Carmela me agarró del brazo, me lavó raudamente con la esponja áspera, me colocó el traje azul de los pespuntes, cambiaron mis chanclas rotas por los viejos zapatos de Angela, que me quedaban muy grandes, recolocaron mi pelo en dos coletas torcidas, y las gemelas charlatanas me arrastraron apresuradas después. Y yo sentía, llevada en volandas, transitar por un nuevo día feliz y mágico, en el que no tenía tiempo siquiera para miedos y ensoñaciones que los itinerarios gaditanos siempre proporcionan. Atrás quedaron los callejones de San Juan con sus faroles rojos de amores portuarios, la mole imponente de la Catedral y la oscura esquina pasional de los Piratas, sin que yo me dignara hacer ningún comentario, ni observara ninguna novedad.
Mis hermanas parlanchinas, en cambio, no dejaron de hablar todo el rato, entre cuchicheos algo descuidados, porque esta niña soñadora sí que se enteraba.
- ¿Ves cómo al final es mal negocio ser honrada? Ahora la veremos. Dicen que se dedicaba a la mala vida antes de pescar al gran hombre. Y claro, así aprendió todas las mañas que a ellos les gustan.
- Lo que es seguro es que era actriz y por allí, ya se sabe que van llenas de joyas, pieles y trajes elegantes. Lo que pasa es que en América los hombres están obligados a mantenerlas por todo lo alto, pues si no, los dejan, y entonces se buscan a otro y ya se sabe que los cuernos es lo único que ellos no soportan. Lo que sí es buen negocio es tratarlos mal. No como haces tú con tu Fortunato, infeliz, que hasta le llevas la comida al trabajo.
- Oye tú, solterona, que Fortu me quiere, que nos casaremos cuando juntemos para la casa. Y yo prefiero esperar, lo que no me da la gana es meterme en la casa de vecinos con la madre, de eso nada. Lo que pasa es que aquí somos unos desmayados y unos muertos de hambre, no como en América. Mi Fortu me contó que, por lo visto, allí todo es muy grande y por eso a quien llega el gobierno le da tierra propia, buenos y grandes cortijos, donde crían animales y la hierba crece sola. Y con suerte, algunos tienen en ellos hasta árboles, que aquí no hay, algunos con nombre raro, ombú, me parece que me dijo, donde igual que aquí caen peras, allí dan esmeraldas. ¡Así cualquiera!.
- Pues si en América todo es así, tu te quedas aquí con tu Fortu que yo mejor me voy a buscar uno de esos guachisnai que vienen al puerto.
- Sí, igual que Mariquita Pe, que se lió con un viejo horroroso y se la llevó a Puerto Rico... ¡ni por todo el oro de América!. No, yo me quedo con mi Fortu...
- Oye, corre más, que no llegamos.
Y llegamos, claro que sí, después de varios rodeos alrededor de la Plaza, dejando atrás más recovecos acogedores para soñar: el callejón de los negros, la esquina de los flamencos, la cuesta de la jabonería, la posada del mesón y el palacio de los Lasquetti. Espacios donde las piedras me hablaban de remotos parajes, de estampas lejanas en el tiempo y en el espacio que hicieron en mi mente acabar de improviso la incesante perorata de mis hermanas gemelas, cacareo sin sentido que me hacía vislumbrar un futuro gris, más desangelado aun que el boniato que me servían de cena todas las noches. Porque esa captura de hombres domésticos, hombres como refugios o trampolines sociales, parecía constituir la única aspiración de sus vidas. Varones muy diferentes a los que yo quería para mí, hombres como onzas de chocolate o como ráfagas de viento que vinieran a raptarme a mí y no yo a ellos. Que me acompañaran por caminos y mares lejanos, por sendas no transitadas de aventuras y conocimientos, que me arrancaran de cuajo y sin vuelta de hoja de esta vida negra que el destino parecía haberme ya trazado. Pero seguimos andando en el presente, por lugares despejados de otros seres que tuvimos que recorrer apresuradas para alcanzar, por fin, uno de los cinco embudos con los que se llega a la plaza de San Juan de Dios, toda ella cubierta por una multitud coloreada por las extrañas banderitas de mi padre.
Mis hermanas, avispadas como todas las hembras de la familia, lograron abrirse hueco entre la multitud entre codazos y empujones varios, hasta colocarse en primera línea de avistamiento. No tenían intención de perderse ningún detalle: el peinado que después copiarían o el vestido que tratarían torpemente de reproducir luego con una tela más basta, eran sus principales objetivos del examen que esperaban realizar a la Santa. Y yo mientras sobrecogida, aun con fe en la llegada de ese ser milagroso que vendría a quitarnos el hambre, según refirió mi padre.
Y así transcurrieron quince o veinte minutos bajo un murmulleo creciente y un sol implacable y yo ya no sabía dónde colocar los pies en aquellos zapatos de número superior al mío. Los del gobierno habían dispuesto una larga y delgada alfombra roja desde la puerta de la alcaldía hasta la entrada del puerto, lujosa diagonal que rompía en dos mitades aquella plaza para que la santa pudiera levitar por ella y después, previsiblemente, pudiera bendecirnos desde el balcón presidencial. Y entonces, entonces, los murmullos se volvieron gritos y un enorme coche, grande y negro, se paró justo ante el inicio del alfombra.
- Fíjate la señorita, no puede venir andando desde el puerto, y eso que son dos pasos.
- Cállate. Ahí está.
Efectivamente, allí estaba. Le abrieron la puerta de atrás y vimos deslizar una larga y delgada pierna y después la otra, piernas suaves y depiladas cubiertas por unas hermosas y fascinantes medias de seda, objeto casi irreconocible por estos lares. Y después vimos sus manos, largas también, pero huesudas y nerviosas, que se posaron sobre las del agente repeinado que caballerosamente le ayudaba a bajar. Y los gritos de la gente fueron a más cuando la contemplamos entera: alta, delgada, elegante y sobre todo rubia, muy rubia, recogido el pelo con un moño imponente y un alegre sombrero blanco con una pluma azul.
- No es rubia, es teñida, ese rubio es de bote. Y además el moño que luce está hecho con pelo postizo. Fíate de mí que sé de peluquería.
- Oh, pero ¡qué elegancia!
Porque de hecho, la dama lucía un porte que cortaba la respiración. Ya de por sí espigada, parecía andar por la alfombra de puntillas y estirando el cuello, a una altura inalcanzable para el resto de los mortales que la contemplábamos admirados. Y se tomó su tiempo, claro que sí, en erguirse y sonreír orgullosa, despojarse lentamente de unos pequeños guantes blancos y saludar abierta y segura a la multitud de ropajes negros y remendados y de rostros castigados que la contemplábamos. Y se deslizó lenta, perfectamente copiada la actitud de aquellas reinas y heroínas europeas que estudiara hace mucho tiempo y emitiera en sus seriales. Al fondo, le esperaba un alcalde con bigote, gordo y calvo, estampita perfecta que el franquismo destinaba a cada municipio, y una niña muy atildada, con tirabuzones rubios y trajecito de organdí que portaba un enorme ramo de rosas rosas, cursilada haciendo juego, mucho más grande que ella.
Hacia la mitad del recorrido, casi a la altura donde yo me encontraba, el ramo y la niña se adelantaron hacia la dama realizando una complicada genuflexión de homenaje principesco. La pequeña Shirley Temple a duras penas pudo sostener el ramo con una mano y recogerse modestamente el vestidito con la otra, para agachar una rodilla e inclinar su cabeza, a modo de saludo. Y a modo de sonrisa, la dama hizo una mueca y recogió el ramo con un brazo, mientras su otra mano se posó levemente entre los lustrosos tirabuzones dorados. Y todos aplaudieron y hasta se escucharon algunos vítores, mientras yo acercaba mi nariz para percibir de lejos el olor de santa que, mezclado con el de las rosas, intentaría recordar cuando quisiera olvidarme del otro, del de siempre, del olor del hambre.
Pero la santa no sería santa sin hacer un milagro, que desde el tiempo y la distancia desde la que cuento esto, pienso que igual estaría ensayado, preparado, amañado o estudiado. O quizás no. El caso es que la santa se volvió, achicó los ojos, estudió a la multitud y se dirigió a mí... ¡a mí!, un manojo de nervios sucios vestida de remiendos, calzada con chanclas rotas y dos coletas morenas y torcidas. Porque ella no podría ver otra imagen que ésta que tristemente describo. O quizás vio a alguien más, o tal vez, como dijo mi padre cuando nos enteramos que murió, lo que percibió al verme fue la niña que había en ella, la que llevaba dentro, la niña mísera que todavía conservaba tras tanta sobrecarga de joyas y oropeles. Pero se acercó, cesaron los gritos, cuchicheos y murmullos de la gente y de repente, ella se agachó, ¡se agachó!, hasta ponerse a mi altura, acariciarme las coletas y preguntarme ¿cómo te llamás?. Y su voz era ronca y cálida, en un acento extraño, áspero y acariciante. Y mis ojos se agrandaron asustados y admirados y le sonreí y a duras penas le dije que mi nombre era Eva, Eva Martínez pa servirla a usted. Eva como yo, me dijo. Y sonriéndome, me dio el ramo, que es tan hermoso y huele tan bien y es para ti, para que nunca me olvides. Y jamás lo haré, te lo prometo, mi señora. Y me besó en mi sucia cabeza y se irguió y se marchó, hacia los discursos, hacia la gloria. Eso hacía ella, mientras que yo, ya santificada, terminé por hundir mi carita embriagada entre las rosas, bendecida por su olor, cual cabecita negra de este hemisferio.
ÁNGELES PRIETO BARBA
GUINDA HABLA DE BÉCQUER EN LA BIBLIOTECA DE ARAGÓN

El poeta Ángel Guinda ofrece hoy viernes, a las 19.30, en la Biblioteca de Aragón la conferencia ‘El eco errante de Bécquer’, donde estudia la influencia del escritor sevillano en la poesía moderna y contemporánea, en autores como Rubén Darío, Juan Ramón Jiménez, Pedro Salinas, Jorge Guillén, Ildefonso-Manuel Gil, Julio Antonio Gómez o Leopoldo María Panero, entre otros.
Ángel Guinda me llamó ayer y me dijo que tenía el corazón dividido: por un lado en la Universidad estaba su amigo Ángel Petisme, cantante, poeta y viajero pertinaz contra las injusticias de la tierra, y también Fernando Beltrán –del cual me han hablado hoy maravillas en Antígona sus libreros Pepito y Julia-, en el ciclo que organiza Nacho Escuín, y luego quería ir a ver la muestra de Antonio Cásedas, un gran amigo suyo de otros tiempos, que inauguró ayer en la galería de Pilar Ginés (Calle Santiago, 5). Ángel se disculpaba así de que no asistiese a la presentación de ‘Tras la palabra’ de Rolando Mix Toro. Fue una presentación muy emotiva: Mariano Berges hizo un retrato cariñoso de Rolando y éste leyó varios poemas y recordó, entre otros, al titiritero Javier Villafañe. Tocaron la guitarra Javier Lizalde y Jorge Berges, acompañado éste por el bailarín Miguel Chavez y el cantante Harry. Fue una noche muy especial: Rolando dijo que tenía temblores en las manos, temblores que no miedo, pero que en realidad le temblaba la sangre por dentro: la sangre, las venas, las aortas, las tripas, los caminos del corazón. Hubo mucha, mucha gente.
El eco errante de Bécquer. Conferencia de Ángel Guinda en la Biblioteca de Aragón. Viernes, 13. Biblioteca de Aragón. A las 19.30 horas. (La foto es de Audrey Hepburn, que ha sido elegida como la actriz más bella de Hollywood).
SONIA FIDES: UN POEMA CON FONDO DE JAZZ Y HUMO

LA MUERTE NO TOLERA LOS EMPATES
Gastados, gastados minutos que no podrían ser peores,
Minutos de un barbárico consentimiento.
Elisabeth Bishop
La vida es siempre
una extravagante rueda de prensa,
un lugar en el que la gente te mira con tanta fijeza
que acaba haciéndote creer que puedes convertirte
en un valioso objeto de culto.
Yo les sigo la corriente
e incluso durante un rato finjo estar a gusto,
pero llega un momento
en que alguna parte de mi cuerpo
acaba por recordarme que la muerte no tolera los empates.
Sonia Fides publica en su blog
http://mademoisellejoue.blogspot.com
este poema ilustrado por la bella foto de los objetos de Lester Young, captados por la cámara del gran retratista del jazz y sus atmósferas Herman Leonard en 1948.
RAMÓN ZARAGOZANO: POEMAS DE AMOR, MAR Y MÚSICA

Recibí hace unos días un curioso correo de Ramón Zaragozano, que es médico y escribe y realiza fotografías. Acaba de publicar en una artesanal edición para amigos la plaquette ‘Poemágenes’ (Bachiana). Una de las pasiones de Ramón es la música clásica, es un sabio melómano, me cuenta Pepito de Antígona.
Copio aquí algunos de sus poemas. No así sus fotos (ésta es de Camilla Akrans), que no sé cómo hacerlo:
Quién puso esa red
para llegar al mar
mi cuerpo se rompe
contra ella
no me puedo acercar
las olas!:
ellas la hicieron!
Pero no saben…
que te quiero
Cómo se pueden tener
¡dos bocas!
¿Cómo evitarlo?
Medio bajaré los toldos y las persianas
de todos mis ojos… y mis ventanas
de todos mis sentidos
Me quedaré así… entreabierto: a ver...
qué pasa
Me incrustaré en un árbol y seguiré viéndote toda mi vida
Toda tu vida
Partiré
el mar en dos:
una mitad para ti,
otra para mí
Te doy mi mitad
reconozco
que todo el mar…
es tuyo
Mezclaré tu sol
y tu sombra
hasta que resulte
un azul perfecto
Hasta que se parezca al color
de un sueño
hasta que de esa jaula
un beso
levante el vuelo…
HOY, EN GARRAPINILLOS, 'FOTOGRAFÍAS VELADAS'

Este viernes 13 puede ser un gran día.
En compañía de Víctor Juan y algunos otros amigos, entre ellos el editor Jusep Raül Usón de Xordica (sello que cumple 15 años), hoy presentamos ‘Fotografías veladas’ (Xordica), mi último libro, una colección de relatos dividida en tres partes que habla de paisajes aragoneses y gallegos, y de un puñado de asuntos que siempre me han interesado: el amor, el cine, la literatura, la fotografía, la pintura, los fantasmas y el arte de contar. En el conjunto reaparece Patricio Julve, el fotógrafo que va y viene por todos mis libros, cobra fuerza Manuel Martín Mormeneo, que reside en Garrapinillos con absoluta discreción, casi como si fuera un fantasma, y aparecen entre otros Javier Cruces, que acaba de recibir un nuevo Premio Goya, el tercero de su carrera, igual que lo ha recibido su nuera asturiana Tamara Hevia por una estupenda foto de boda.
El profesor y escritor Víctor Juan Borroy, que también vive en Garrapinillos y monta a caballo, será el encargado de presentar el volumen. Víctor Juan, que debe ser uno de los pocos escritores españoles que monta a diario en yegua o caballo, acaba de terminar su tercera novela, tras Por escribir sus nombres y Las manos de Julia, aún inédita. El acto tendrá un prólogo y un epílogo: la banda de Garrapinillos, sección más joven, ofrecerá un concierto de alrededor de media hora hacia las 19.30, en el Centro Cívico, que ha diseñado por completo Juan Carlos Roldán. Y después, tras las palabras de Víctor Juan y las mías, actuarán Fernando Bastos ‘El Magras’ (cantante de Vinos Chueca) y Alonso Martínez, que van a realizar un proyecto musical juntos.
Fotografías veladas. Centro Cívico Antonio Beltrán de Garrapinillos. A las 19.30. Actúan: Banda Joven de Garrapinillos, que dirige Juan Carlos Roldán y Fernando Bastos & Alonso Martínez. (Esta foto marina, como algunos de mis cuentos, es de Jonas Bendiksen).
LAS 'FLORES' DE MARÍA BURGES EN PORTADORES

Esta tarde, a las 20.30 o incluso algo más tarde, María Burges, Mari Burges para sus íntimos desde hace años, inaugura una exposición de ‘Flores’ en el espacio Chaise Longue Gallegy de la librería Los Portadores de Sueños (Jerónimo Blancas, 4). Mari Burges alterna su tarea de pintora con clases de pintura y con una intensa colaboración con el estudio Novo de diseño y fotografía que dirige Ana Bendicho. Mari Burges es uno de esos seres encantadores y afectuosos, cosidos con ternura y humanidad, que a menudo produce Aragón.
Mari Burges ha publicado sus ilustraciones y pinturas en Rolde, ha retratado a Günter Grass para la portada de ‘Artes & Letras’ y ha participado con una veintena de ilustradores más en el volumen conjunto ‘Cuentos a patadas’ (Fundación Real Zaragoza, 2008). Desde hace muchos años, comparte la vida, el amor, algunos desayunos y los viajes con el escritor Rodolfo Notivol, autor de ‘Autos de choque’ (Xordica).
TEXTO DE LA PRESENTACIÓN DE VÍCTOR JUAN

Víctor Juan Borroy ofició de presentador de Fotografías veladas. Estuvo muy cariñoso, pero eso no sorprendió a nadie, hasta rindió homenaje a Carlos Roldán, director de la Banda de Garrapinillos. Los chicos tocaron durante casi media hora, y luego intervinieron Alonso Martínez y Fernando Bastos. Hubo mucha gente. Este es el texto de Víctor Juan, caracterizado por el cariño y la complicidad. El señor de las palabras [A propósito de Fotografías veladas de Antón Castro] Me voy a permitir contarles o recordarles algunas circunstancias que nos ayudan a entender quién es Antón Castro. Su manera de fabular y de escribir sólo se explica si atendemos a cómo fue su infancia. Antón nació en Santa María de Lañas, una aldea próxima a Arteixo. Después de veinte años de zozobra intelectual, Pepe Melero ya acepta que los delfines acariciaran las piernas de Antón cuando se bañaba en las playas de Barrañán. También hemos dado por bueno que llovieran ranas cuando Benito, el padre de Antón, volvía de Suiza con un saco de naranjas sanguinas bajo el brazo. Antón era un niño que todo lo miraba de otra manera. En su casa le decían “Planetas” porque cuando contaba las cosas nunca se sabía bien dónde terminaba la realidad y dónde empezaba el terreno de la fantasía. Antón improvisaba partidos de fútbol con botones y los más bonitos se llamaban Yarza, Violeta, Canario, Santos, Sigi, Marcelino, Villa y Lapetra. En Aragón Antón Castro es, simplemente, Antón. Así se le conoce en el mundo de la cultura y de la política, en el mundo del arte, en el mundo del deporte. Y por supuesto, aquí, en Garrapinillos. Antón ha contado en muchas ocasiones que vino a Aragón casi por accidente, huyendo de todo, huyendo de sí mismo. Hace treinta años una tempestad le dejó varado en Zaragoza. Como cuenta en “La estación del adiós” aquí encontró a la mujer de su vida, se enamoró, tuvo cinco hijicos que, como dice Mariano Gistaín, valen más que cinco bemeuves. Se quedó entre nosotros con su mirada de niño perpetuo dispuesto a dejarse conmover por los prodigiosos cotidianos de la vida. Cuando decidió quedarse quizá tuviera una camisa blanca que lavaba cada noche y que tendía al raso para que se la planchara la Luna. Quizá viviera en la calle Estudios o en Casta Álvarez y luego se instalara en una avenida que se estremecía con el paso de los trenes. Quizá tuviera algunos libros o carpetas llenas de recortes y fotografías de los temas que le apasionaban: el cine, el fútbol, el boxeo, el atletismo, la fotografía. Lo que sí es seguro es que tenía las 27 letras del alfabeto. Y con ellas contaba el mundo. Mientras escribía esta breve presentación recordé un delicioso episodio de El cartero de Neruda, la novela de Antonio Skármenta que refleja la importancia de las palabras para entendernos, para explicarnos, para encontrarnos y para amarnos. Como recordarán, Mario Jiménez, era un joven que cambió su destino como pescador para llevarle la correspondencia a Pablo Neruda. Un día se armó de valor y le confesó a don Pablo que quería ser poeta. -Hombre, en Chile –dijo Neruda- todos son poetas. Es más original que sigas siendo cartero. Por lo menos caminas mucho y no engordas. En Chile todos los poetas somos guantones. Neruda retomó la varilla de la puerta, y se dispuso a entrar, cuando Mario mirando el vuelo invisible de un pájaro dijo: -Es que si fuera poeta podría decir lo que quiero. -¿Y qué es lo que quieres decir? -Bueno, ese es justamente el problema. Que como no soy poeta, no puedo decirlo. Durante estos años, Antón se ha convertido en el señor de las palabras, en el escritor que sabe qué quiere contar y cómo ha de contarlo. Fotografías Veladas Catorce años después de publicar Veneno en la boca, un libro de entrevistas que yo he leído decenas de veces, Antón vuelve a Xordica para ofrecernos una veintena de cuentos reunidos en un gran libro titulado Fotografías veladas. Conviene tener claro desde el principio que una fotografía no es la realidad. Una fotografía es una representación y a veces oculta la realidad o la tergiversa o la embellece de tal manera que preferimos la imagen a la realidad misma. La realidad es un concepto permeable, cambiante. Por eso en Fotografías veladas los personajes de Antón saltan a la realidad y se pasean por lugares reales, pero al mismo tiempo los personajes reales invaden el universo que Antón crea con palabras. En los cuentos de Antón la realidad y la ficción se dan la mano en un territorio mágico. En Fotografías veladas hay homenajes permanentes. Homenaje a Leoncio Gascón, a Teruel, a Urrea de Gaén, al Somontano del Moncayo, a Loarre, a Zaragoza. Hay mucho fútbol y algunos maestros (como don Antonio y Matilde). Hay muchos personajes reales como Miguel Mena, Paco Boisset, Balfagón, José Luis Melero… Antón tiene una asombrosa capacidad para enamorarse de los paisajes, de la gente que le acompaña cotidianamente, de la tierra en la que vive. Luego lo cuenta con esa pasión tan suya por contar y a todos nos entran unas tremendas ganas de vivir en Cantavieja, en La Iglesuela del Cid, en Urrea de Gaén o en Fisterra para contemplar los cielos que descubre Antón. Creemos que encontraremos seres imposibles o que nos mirarán las sirenas como le miran a él. Antón ha hecho de Garrapinillos un escenario definitivamente literario. En estas calles sucedió el encuentro de Manuel Martín Mormeneo con Sonia en “La joven y el reportaje imposible”: “…Vengo a menudo por aquí. Me gustan los huertos, los albérchigos, las higueras, los manzanos. Alargas una mano y coges lo que te apetece. Además hay una casa que me gusta mucho, toda cerrada con mirtos. Se llama El Aleph. Siempre juego a pensar qué ocurre dentro, en los jardines, cuando cae la tarde”. Les confesaré que yo he paseado por los alrededores del Alehp con la vana esperanza de encontrarme con Sonia, la miseriosa mujer que conduce un Audi y me consta que lo mismo hicieron en más de una ocasión Javier Torres, Pepe Melero o Rodolfo Notivol. Incluso colgué en la web una fotografía de una falsa Sonia sólo para despertar los celos de Antón y la envidia de Pepe Melero. Antón Castro ha construido letra a letra su universo literario, un mundo reconocible del que forman parte playas de nombres imposibles y lugares como Garrapinillos, Barrañán, Huesca, Loarre, Cantavieja o Ejulve, y en esos paisajes Antón hace sentir, amar, recordar y, en definitiva, vivir a unos personajes que también son ya nuestros: los masoveros, las sirenas, los fantasmas, las brujas, escritores y futbolistas, niños que sueñan y hombres y mujeres que persiguen el amor porque saben que sólo las pasiones dan sentido a nuestra existencia. Lean Fotografías veladas. Déjense llevar por las palabras y prepárense para sumergirse en este Macondo particular de Antón Castro en donde viven Patricio Julve y Manuel Martín Mormeneo en un mundo en el que las mujeres huelen a bambú o a manzanas rojas, un universo de seres atrapados en mil pasiones, arrastrados por la melancolía, un universo de seres que miran lo cotidiano como nosotros no seríamos capaces de mirar nunca. (La foto es de Pierre Gonnord.)
DANIEL MOYANO: TRES MICROCUENTOS

La escritora gaditana Ángeles Prieto me envía estos tres relatos del escritor Daniel Moyano, el autor argentino que acaba de rescatar Tropo. Daniel Moyano (y no Manuel, como ha estado aquí el fin de semana: mis disculpas) es un extraordinario narrador: novelista, cuentista, y un enamorado de la música. Los textos ya tienen casi 20 años (Moyano murió en 1992), y aquí siguen, lozanos e inteligentes. (La foto es de Annie Leibovitz, ella es Nicole Vaidisova, tenista, y se la dedico a al director de orquesta y trompetista Carlos Roldán que dio a entender ayer que entraba en este blog en busca de bellas mujeres.)
MICROCUENTOS DE MANUEL MOYANO
HELIOTROPOS
El hombre es bípedo y andante por error biológico. De lo contrario, volaría. La evolución tiende a las congruencias, y el volar con naturalidad hubiera sido una de ellas. Todo estaba preparado para ese brillante comienzo. Porque volar era lo suyo. Una oportunidad única que le daba el Tiempo, entonces lento y generoso.
Por error o inclinación, prefirió el largo y tortuoso hecho de erguirse para reptar como un inválido (está a la vista que caminar sólo con dos pies es una de las costumbres más absurdas y antiestéticas) recorriendo el planeta, que, de paso, depredó escrupulosamente. A partir de entonces, el resto de los vivientes le llamó Dos Patas, triste nombre con el que lo reconoce la memoria biológica.
Pegado a la Tierra, a la que, por su naturaleza de evadido, no pertenece cabalmente, su comportamiento, debido a esta circunstancia, es el de un parásito, o como el de un pequeño y pernicioso gusano del universo, según la vio la implacable lupa del irlandés Jonathan Swift.
La Tierra estaba lista, como un regalo del tiempo en su primer milenio, para ser el descanso del vuelo, la mesa tendida llena de alimentos, un árbol en el diluvio. Pero él prefirió convertirla en cárcel, y como tal la ama, aunque a veces, en sueños, añora los espacios planetarios.
Cada vez que es consciente de la pérdida, dice que aquí abajo tiene como sustituto el consuelo del amor, y lo esgrime como respuesta a esa carencia fundamental. Ignorante de que en el espacio hubiera tenido acceso a esas casi increíbles mujeres descubiertas por el poeta y astrónomo argentino Oliverio Girondo, que hacen el amor en vuelo y que cada mañana, mientras desayunas terrícolamente, si te asomas un poco a la ventana puedes ver haciéndote señas desde las nubes bajas invitándote a un regreso.
Para cazarlas inventó unos sucedáneos metálicos del vuelo, de los que ellas huyen asustadas y como olas que desde la playa se alejasen mar adentro.
Acuciado por la nostalgia del paraíso perdido, últimamente construyó artefactos capaces de viajar por el cosmos. En el espacio, que pudo ser del hombre para siempre, estos pergeños, con o sin astronautas, actúan como intrusos.
En sueños, estos hombres que perdieron el espacio pueden a veces ver la Tierra-Jardín como desde lejos, ostentosa de mares azules mezclados con crepúsculos, salpicada por ínsulas extrañas, aguas súbitas, flores espasmódicas y mujeres en vuelo.
Y además verse a sí mismos, muy por encima de ese globo envuelto en luz, tal como hubiera podido ser, flotando, volando, renaciendo, arriba y abajo, como enormes mariposas transparentes y con consentimiento de los grandes heliotropos.
VISIÓN DEL MUNDO
Las gallinas, encerradas para siempre en su inmutable naturaleza, no pueden ni siquiera atisbar el sentido de lo que hay más allá de su casi nulo entendimiento.
Tras unos inútiles esfuerzos de sus ancestros para intentar un cambio de situación -que sólo sirvió para verificar la imposibilidad de conseguirlo-, y no pudiendo ir más allá de sí mismas, se refugiaron obstinadamente en su gallinidad, la idealizaron poniéndola en el centro de su mundo, la convirtieron en su verdad más profunda y aceptaron el sacrificio permanente de sus vidas a cambio de la continuidad de esta creencia.
Su incapacidad de entendimiento las puso en esta penosa situación, pero a la vez las liberó, aciagamente, de advertir que aquella creencia tenida por razón vital no es más, en la tremenda realidad que ignoran, que una simple mecánica alimentaria impuesta por un verdugo desconocido, a quien ellas consideran su protector y al que apenas pueden ver a causa de la poco favorable posición de sus ojos.
EL INCENDIO IMPOSIBLE
El incendio que por razón aún desconocidas se declaró en el Cuerpo de Bomberos pudo ser sofocado debido a que al personal, sin experiencia de un hecho semejante, le pareció que, aunque tenían el fuego ante los ojos, éste era imposible en razón de la naturaleza del cuerpo y de su función.
Entonces, mientras la alarma sonaba enloquecida, se quedaron de brazos cruzados hasta ser consumidos por llamas gigantescas.
La no existencia, por definición, de bomberos para bomberos favoreció notablemente el desarrollo del evento.
DANIEL MOYANO
Septiembre de 1989
BELLOCH, ESCRIVÁ Y LA POLÉMICA, HOY 'EN EL PAÍS'

Algunos dirigentes de Zaragoza tienen la extraña facultad de meterse en extraños jardines sin salida. Cuando llegó al Ayuntamiento, Jerónimo Blasco, el ‘Messi de la cultura’ (Belloch dixit), dijo que Zaragoza debía potenciar el turismo religioso. Y ahora, Juan Alberto Belloch defiende, como una cuestión personal (como si un alcalde pudiera aplicar su criterio personal sin más a las decisiones que afectan a su ciudad), una calle a Josemaría Escrivá de Balaguer. Concha Montserrat traslada, con su información en ‘El País’, al ámbito nacional una polémica que hará correr ríos de tinta. Juan Alberto Belloch, erre que erre y un tanto descalabrado, aplica aquí el chascarrillo del tren: ‘Chufla, chufla, que como no te apartes tú’. BELLOCH ESCANDALIZA EN ZARAGOZA DANDO UNA CALLE AL SANTO ESCRIVÁ El alcalde rebautizada una calle dedicada a un golpista
Por Concha MONTSERRAT
La decisión del alcalde de Zaragoza, el socialista Juan Alberto Belloch, de dedicar una de las calles del centro de la ciudad al fundador del Opus Dei, san Josemaría Escrivá de Balaguer, quien nació en la localidad oscense de Barbastro, ha encendido una polémica que crece más deprisa que el caudal del Ebro y que tiene también muchas posibilidades de desbordarse. Belloch ya ha advertido que la decisión ha sido suya y que no dará su brazo a torcer.
El asunto arrancó cuando el Ayuntamiento se dispuso a aplicar la Ley de Memoria Histórica. Entre las propuestas para renombrar las calles dedicadas a personajes franquistas, el alcalde incluyó una singular: que la calle dedicada al general Sueiro (miembro del primer claustro de profesores de la Academia General Militar junto a otros destacados militares golpistas que llegó a desempeñar una capitanía general) pasara a homenajear al fundador del Opus. Se da la circunstancia de que en ella hay un colegio propiedad de esa organización católica.
Desde entonces se vienen sucediendo las manifestaciones de ciudadanos en contra de la iniciativa de Belloch. Frente a ellas, el alcalde socialista argumenta que Escrivá es un aragonés de renombre universal y que, además, es santo. "No hay un marxista culto que se oponga a esto", dice, "porque, independientemente de cuales fuesen sus ideas, que han generado bastantes catástrofes en la humanidad, es un hombre importante. A un señor no se le pone una calle por consenso, sino por méritos. Y la verdad es que [Escrivá] los tiene: ser santo".
El concejal de IU, José Manuel Alonso, ha puesto el grito en el cielo. Pero la contestación más dura a la iniciativa del alcalde la protagonizó el jueves un socialista histórico: el diputado constituyente Antonio Piazuelo, hoy diputado regional, teniente de alcalde del Ayuntamiento de Zaragoza y medalla de oro de la ciudad. En una carta durísima, Piazuelo acusa al alcalde de fraude de ley: "Me permito recordar que en uno de los últimos Gobiernos presididos por el General Franco, con participación de cuatro ministros del Opus, se produjeron las últimas condenas a muerte de antifranquistas. Dedicarle una calle [al fundador del Opus Dei] me parece un fraude de ley claro y rotundo que tendrá, espero y deseo, defensa y contestación jurídica".
En la misma línea se pronunció ayer el historiador Julián Casanova, autor del libro La Iglesia de Franco. Escrivá, señala, "no tuvo que ver con la violación de derechos humanos (...), pero el Opus mantuvo el aparato de la dictadura y a sus miembros nunca les importó que ese aparato asesinara a miles de españoles y violara los derechos humanos más elementales".
La inclinación del alcalde de Zaragoza por la Iglesia no es nueva. Ya en las primeras primarias del PSOE sorprendió al entonces candidato Josep Borrell llevándole a rezar ante la virgen del Pilar, "cosa que yo hago nada más llegar a Zaragoza", le dijo.
Este mismo año, apoyó el rechazo de la compañía de transportes urbanos a la campaña de anuncios con el lema: Probablemente Dios no existe.
La foto de Juan Alberto Belloch (Mora de Rubielos, Teruel, 1950) es de Gorka Lejarcegi.
*La foto
JESÚS D. ROYO Y PILAR IRALA EXPONEN EN ITALIA

Pilar Irala y Gustaff Choos (Jesús D. Royo, autor de la portada de ‘Artes & Letras’ de esta semana: una foto tomada en Londres en 2005 que reproducimos aquí), miembros ambos de Gustaff Room, participarán conjuntamente en la exposición que la Federación Italiana de Fotografía celebra con motivo de su congreso anual.
La invitación italiana a Irala&Choos se produjo a través de la Real Sociedad Fotografica de Zaragoza. La muestra reunirá cuatro fotografías de su colección Fatuos
El evento, fruto del trabajo y las relaciones que la CEF (Confederación Española de Fotografía) mantiene a nivel internacional, puede seguirse a través de la CEF(http://www.cefoto.org/menu.htm)
LAS DIEZ PREGUNTAS DE ‘ARTES & LETRAS’
JESÚS D. ROYO (GUSTAFF CHOOS)
¿Cuál es el principal rasgo de su carácter?
Mi pasión por la vida: Mi alegría y mi mal genio en el mismo grado. Qué le vamos a hacer si soy géminis...
¿Qué es lo que aprecia más en sus amigos?
Lo más difícil de encontrar hoy en día: Su fidelidad.
¿En qué país le gustaría vivir?
Me gustaría decir que en España, pero hasta entonces en Londres (Uk) u Oslo (Noruega). Que me busquen por allí...
¿Qué detesta por encima de todo?
La manipulación, el abuso, la hipocresía... desgraciadamente algo que parece empezar a "estar de moda"
¿Los fotógrafos de su vida?
Todos los buenos aportan algo, y hay muchos buenos, pero de los clásicos me quedo con: Richard Avedon, Cartier Bresson o Mapplethorpe. Más actuales: Terry Richardson o Nobuyoshi Araki. Muy buenos retratistas todos ellos.
¿Sus cineastas o escritores preferidos? (lo que te apetezca más)
Soy un hombre más de cine, por aquello de la imagen supongo... Don Luis Buñuel, Woody Allen, Guy Ritchie... También me gusta leer a Pablo Neruda.
¿Sus héroes de ficción?
Mis héroes no son de ficción son reales: Mi padre y mi madre.
¿Sus compositores?
Uff, me gustan tantos y tan diferentes... últimamente me tiene enganchado la música clásica, S. Bach concretamente, culpa de mi amigo Guillermo Cajal. Pero Carmen París gana minutos en mi reproductor cada día.
¿Sus artistas predilectos?
Picasso, Toulouse Lautrec y Gustav Klimt.
¿Cuál es su pasión secreta? (O ¿Una pasión secreta que pueda revelar aquí?)
No es un secreto, comer bien, beber mejor (champagne o cava) y la vida nocturna en general
ALBAJAR & ALTARRIBA EXPONEN EN MADRID

Pilar Albajar y Antonio Altarriba, zaragozanos afincados en Vitoria, y fotógrafos que alternan la toma con los guiones fotográficos y la puesta en escena, exponen estos días en Madrid, en la sala Clorofila, junto a Cecilia de Val, también zaragozana y una buena artista de la puesta en escena y de la indagación en la propia identidad, Enma Fernández y Marina Núñez. Pilar y Antonio publicaban hace algunos meses el libro ‘Vida salvaje’, en la colección Cuarto Oscuro (lo perdí durante muchos días y lo recuperé hace una semana bajo montones de papeles y libros), y curiosamente el motivo de portada es esta foto que acaba de mandarme Pilar Albajar. Se titula ‘Sueño profundo’.
EL GARRAPINILLOS: TROPEZÓN INESPERADO, 1-4, EN CASA

GARRAPINILLOS, 1- SAN MATEO, 4
Campo de San Lorenzo.
En pocos días, bastante funestos, el Garrapinillos juvenil ha iniciado un importante bajón, cuando no descalabro espero que pasajero. El pasado sábado tocamos fondo por motivos propios y ajenos: un arbitraje pésimo, sin mano izquierda, ante La Puebla de Alfindén, y nuestra impulsividad; las dos cosas, mezcladas y amasadas, han arrojado un resultado catastrófico. Perdimos a cuatro jugadores (toda la línea defensiva, casi: Diego Cali, Alfredo, Marcos y Aitor) y, en los últimos instantes, un partido que habíamos aguantando con 1-0 a favor por un definitivo 1-2, que se solventó en torno al minuto 89 poco antes de la invasión del campo de San Lorenzo. Esta ha sido una semana de agitación, de disputas en los despachos, de actas y contractas. Y todo en vano: a Marcos, por devolver una patada sin balón (tras recibir un feroz impacto de tacos metálicos en la espinilla), le han castigado con cuatro partidos; lo mismo a Alfredo, que insultó gravemente al árbitro; lo mismo a Diego Cali, que lanzó al aire un manotazo, y éste dijo que había sido un intento de agresión, y dos a Aitor, que fue expulsado por dos amarillas y despidió al árbitro al grito de “eres un payaso”.
Hoy contábamos tan solo con doce jugadores, dos de ellos, cancerberos para enfrentarnos al San Mateo, con el que íbamos igualados a puntos. Nos pareció que debíamos dar una oportunidad a Stalin, que había entrenado con entusiasmo y con absoluta generosidad bajo las órdenes del gran preparador de porteros Pedro. Juan lo había hecho muy bien en todos los partidos anteriores. Salimos al campo con un equipo raro: Stalin; Jaime, Alex Velilla, Pirri y Alex Fernández; Miguel, Mario, Diego, Diogo; Alex Navarro y Jorge. En la primera parte, el partido fue de poder a poder, con mayor dominio de ellos en el primer tramo. A consecuencia de ellos, marcaron dos goles en sendos balones cruzados al área. El Garrapinillos nunca entró del todo en el partido. Los entradores del San Mateo pronto recordaron a los suyos que el pulmón de nuestro equipo es Diego Rodríguez, y le pusieron un muro en un calculado marcaje por zona. Los demás tampoco acababan de entrar en juego, aunque la defensa, hecha la salvedad de las dos ocasiones materializadas, no había sufrido muchos apuros. Con todo, nos fuimos al descanso 1-2, y Alex Navarro estuvo a punto de igualar con un cabezazo al palo tras un fallo de la retaguardia blanquiazul. El árbitro dirigía el choque con corrección y el clima fue, en todo momento, de exquisita deportividad.
En la segunda parte, realizamos algunos cambios tácticos. Stalin; Diogo, Alex Velilla, Jaime, Alex Fernández; Miguel, Diego, Mario, Jorgte; Alex Navarro y Pirri. El más determinante fue que Pirri, nuestro goleador, pasó de central a su posición natural este año: ariete. Generó varias jugadas, Jorge estuvo a punto de marcar en un par de ocasiones, en dos vaselinas a contrapié. En un saque largo, nuestros centrales, Jaime ahora y Alex, se tragaron el bote del balón y el delantero contrario apuntilló el marcador: 1-3. Cuando moría el partido, se produjo el único fallo claro del arquero Stalin y sentenciaron el partido: 1-4. Y no solo eso: nos superaron en nuestro gol average privado. En su campo habíamos ganado 4-2, a pesar de habernos quedado con nueve jugadores.
El partido nos dejó una sensación muy amarga. Acariciamos el empate, dominamos los primeros veinte minutos de la segunda parte pero nos faltó punch, juego, combinación, potencia, personalidad, sensación de dominio. Salimos derrotados antes del duelo en un choque que tenía algo de duelo por los expulsados. Y lo peor no es solo eso: nos queda una sensación de incertidumbre y de caos. A mí especialmente. Una de las claves de nuestros buenos resultados –nueve partidos ganados consecutivamente, ocho de ellos oficiales- era la solidez de la retaguardia. Hoy, en momentos puntuales, naufragamos, pero sobre todo naufragamos en juego, en bisoñez, en carácter, en resistencia y en ambición. No hubo nada de lo que solemos exigirnos: pelea, orden y talento.
Sólo nos queda seguir ahí: recobrar el entusiasmo, mejorar nuestros entrenamientos, disfrutar más con el balón y enderezar el rumbo con personalidad y sacrificio, con buenos pases y determinación. Si no lo hacemos así, la Liga habrá terminado para nosotros y el sueño elaborado en una primera vuelta magnífica.
No debemos decir, por nada del mundo aún, adiós a todo eso...
(En la foto, Pirri, que hoy jugó de central y de delantero centro. Le hago caso a mi admirado y querido Javier Quiñonez y modificó el titular.)
MANOLO MARTÍNEZ FOREGA: LABIOS Y BESOS DE POESÍA

Hace unos días, el poeta, traductor y editor Manuel Martínez Forega ofreció una charla-recital muy sugerente. No pude asistir, pero Manolo ha dejado esta entrada en su blog y algunas fotos. Detrás de esta bella joven veo al poeta Emilio Quintanilla Buey, que acaba de publicar su Primera Antología Poética.
NO HAY LABIOS COMO TUS BESOS
Manuel MARTÍNEZ FOREGA
Bueno, amigas y amigos y público en general: mi gratitud por vuestra participación, por vuestra presencia y por el ánimo que supuso veros a todos allí. Me sentí no sólo besado, sino acompañado, arropado y conectado a un experimento que, gracias a vosotras, cumplió sus objetivos: uno, someter a prueba aquellas capacidades que nadan a duras penas en un mar de dudas (con esta imperiosa contingencia sé que muchos no estarán de acuerdo); otro, dotar de veracidad a la experiencia. La experiencia que, usada como sintagma preposicional, califica lo incalificable, revela lo irrevelable postpuesta a una corriente que sí es sustantiva: la poesía. Decir "poesía de la experiencia" es lo mismo que decir, por ejemplo, "el agua es líquida", o "la tierra es elíptica", o "la sangre es roja". Definiciones inútiles y viciosas. Tautologías que descerebran el pomposo solio de la intelectualidad que lo sugirió e insultan la inteligencia de un elemental receptor. Decir "poesía de la experiencia" es afirmar lo que en sí misma es. Sobra, por consiguiente, el sintagma prepositivo. ¿Cuál es el argumento de la poesía? La experiencia, naturalmente, es el argumento de la poesía; de toda poesía, de la Poesía, del género. Cualquier ensayo delimitador, toda nomenclatura conceptual en este sentido busca acotar perversamente los intereses de unos cuantos, vedar el círculo formal, restringir las cotas formales y plegar las aspiraciones poéticas a una sola propaganda modal.
Siguen, pues, siendo rabiosamente actuales (aunque las dirigiera a otra generación de poetas) las palabras de Leopoldo María Panero: poesía de la experiencia es viciosa invención —y cito a continuación las palabras de Panero— "de unos cuantos malos poetas de universidad que, aprovechándose de la incultura de este país, van dándoselas por ahí de grandes hombrecitos."
Ayer, con un poquillo de pretenciosidad y un muchillo de ludismo, quise con vuestros besos abandonar el fanum conceptual y salir de él, convertirme junto a todas vosotras en uno más de los profani y ponerme manos a la obra profanando el sacro imperio de la pospostmodernidad. Ésa fue la primera parte; la constatación de la "experiencia" tendrá su conclusión material en la composición de tantos textos como besos. Me he puesto condiciones —como la técnica laboratoria exige— y me he sometido a la dura "experiencia" de no visionar las imágenes que se grabaron para que la "experiencia" sea la que debe ser: el resultado de un proceso experiencial en el que sólo la sensualidad (un conjunto de sentidos aleatorios) dé con su final determinación empírica. No obstante, lo tengo fácil porque fuisteis, en vuestra generosa colaboración, diversas, heterogéneas. Viva la polimorfía de este juego dispuesto para la gravedad, y al carajo con las descontextualizaciones interesadas extraídas por unos cuantos usureros del viejo texto de Robert Langbaum (1).
(1) The Poetry of Experience (The Dramatic Monologue in Modern Literary Tradition), 1957.
DIEGO DE MARCILLA: CARTA DESDE EL MÁS ALLÁ

Ni yo mismo sé si he existido alguna vez en el siglo XIII o si he sido un milagro de la literatura. En cualquier caso me gusta mi nombre, Diego de Marcilla, amplificado en la leyenda del tiempo, modelo de amante loco de amor, caballero esforzado en pos de una quimera por aquí y por allá, en batallas y tareas, a lomos del caballo. He soñado, más allá de la muerte, con Isabel de Segura: la he visto en sueños y pesadillas, la he deseado, he sentido su piel de cereza, la he percibido junto a mí transformada en piedra y olvido. Año a año, siglo tras siglo, he visto cómo nuestra aciaga historia pasaba a los libros, a las corrientes de aire, escalaba las torres mudéjares como un gran pájaro de pena. Decir Teruel era decir Isabel y Diego, decir Teruel era pensar en nuestra pasión imposible, decir Teruel era como refundar una ciudad mudéjar para el amor nuevo e inmortal, como ha querido hacer el artista Jorge Gay con su espléndido mural. Desde hace unos años, soy una sombra feliz, un ardoroso espectro: resucito, adquiero distintas formas, asumo cuerpos ajenos y jóvenes, y avanzo por la ciudad, entre estandartes y la multitud dichosa. Al final de la algazara, cierro los ojos y noto el aliento de tantas mujeres que amo y he amado, esas mujeres que han sido y serán Isabel hasta el fin de los tiempos. Cierro los ojos y espero esa boca, ese beso definitivo que justifica cada una de mis metamorfosis. Y es entonces, justo entonces, cuando me percato con absoluta certeza de que este sueño de resurrección de ‘Las bodas de Isabel’ y sus amantes es un prodigio de la vida hecho literatura, orgía del pueblo: la fiesta de un mito.
*Este artículo se publicó ayer en mi sección 'Cuentos de Domingo' de Heraldo. La ilustración corresponde al mural de Jorge Gay.
ALBERTO CALVO EXPONE EN CRISTINA MARÍN

Este próximo jueves 19, a las 20.00, Alberto Calvo, inaugura una exposición de sus damas de color e imaginación visual en la galería de Cristina Marín, sita en la calle Manuela Sancho.
Alberto Calvo me escribe lo siguiente:
Es, sobre todo, un estudio psicológico del color.
La línea como llave de la puerta del paisaje, el paisaje a su vez como llave del prisma interno del espectador .Trampantojo.
La figura femenina como literatura.
Un cierto perfume con la ingenuidad polícroma del románico.
UNA ANTOLOGÍA DE TERROR, CIENCIA FICCIÓN Y PULP

Octavio Gómez Milián elige a un combinado de once autores para el volumen Al final del pasillo. Una antología de terror, ciención ficción y literatura pulp de Aragón. Dice el poeta, antólogo y divulgador cultural en prensa, radio y televisión:
Me encargo de coordinarla yo y publica Editorial Comuniter. La portada es de Álvaro Ortiz y Víctor Montalbán. Los autores son:
* Ángel Gracia
* Daniel Gascón
* Eva Puyó
* Ignacio Escuín
* Juan Luis Saldaña
* Magdalena Lasala
* Manuel Vilas
* María Frisa
* Miguel Serrano
* Oscar Sipán
* Patricia Esteban Erles
Pronto os mando fechas de presentación
aquí blog y facebook para más información
http://alfinaldelpasilloantologia.blogspot.com/
http://www.facebook.com/group.php?gid=51996942234
CEES NOOTEBOOM: EL HOLANDÉS DE ZARAGOZA

Arcadi Espada y Cees Nooteboom se cruzan en el Guggenheim de Bilbao, y el periodista le confiesa que tenía ganas de conocer al escritor más aragonés del mundo nacido en Holanda. Le recuerda cuánto le marcó ‘Desvío a Santiago’, ese viaje por España que le lleva a la catedral de Jaca, a las mudéjares tierras de Teruel o a la soledad del Museo de Zaragoza en un día de calor, entre monjas. El peregrino Cees, el viajero curioso, es ampliamente citado en el reportaje ‘Ebro/Orbe’, en el que Espada recorre el río desde su desembocadura hasta su nacimiento y sigue, además, el curso de las tuberías del trasvase. Nooteboom está a punto de reeditar su libro ‘Las montañas de Holanda’, que tiene algo de cuento de hadas donde ensancha la geografía de su país, pero lo curioso es que en esa novela aparece la cartuja de Aula Dei y un inspector zaragozano de carreteras secundarias llamado Alfonso Tiburón de Mendoza, que se parece al escritor Javier Tomeo y que realizó estudios de ingeniería. Aragón aparece una y otra vez en los libros de este eterno candidato al Nobel. En ‘Hotel Nómada’ recuerda que no estuvo en el incendio del hotel Corona de Aragón por un día y ahora, en un libro de cuentos que está terminando, ha decidido rendirle un homenaje: en ese drama desaparece una jugadora empedernida de póquer, Paola, y su amante, un mafioso colombiano. Hace treinta años exactamente, Cees Nooteboom también conoció a su mujer, la fotógrafa Simone Sassen (con quien firmó ‘Tumbas’), y con ella recorrió Zaragoza y parte del mundo. Sigue haciéndolo: tarde o temprano, en un coche de alquiler, vendrán a ver la exposición ‘Goya y el mundo moderno’.
*Estuve con Cees Nooteboom y simona Sassen el pasado día seis en Bilbao. Conversamos ante el público, en compañía del traductor Mikel Vidal, en el Museo Guggenheim, tras una espléndida, lúcida y sincera intervención de Arcadi Espada, dentro de la programación del Festival de las Letras. Por la noche cenamos en Casa Rufo e hicimos muchas fotos. Cees Nooteboom publicará próximamente en Siruela su libro ‘Lluvia roja’, que habla de su relación con el jardín que tiene en Menoría y con los isleños. Cees me contó historias de sus viajes, de sus libros y de su amigo Hugo Claus, que perdió la memoria y decidió irse del mundo antes de olvidarse de todo. Lo anunció a sus amigos y así lo hizo. Una historia conmovedora. (Este retrato a lápiz de Cees Nooteboom está firmado en 1959, como diría una película, el año que nací yo. Y Miguel Mena, Fernando Sanmartín, Antonio Pérez Lasheras o Fernando García Mongay, entre otros.)
MERCEDES ABAD Y SUS CUENTOS DE PLAGIOS

Hace años, cuando la narrativa erótica estaba en auge, me impresionó la lectura de ‘Ligeros libertinajes sabáticos’ (Tusquets. La Sonrisa Vertical) por su frescura, su descaro, su imaginación y el ingenio en algunos lances como aquel del sombrero y los higos. Mercedes Abad (Barcelona, 1961), su autora, publica un nuevo libro de relatos en Alfaguara, título que se suma a otros como ‘Felicidades conyugales’, ‘Soplando el viento’ o ‘Amigos y fantasmas’, de factura excelente, con piezas magistrales, llenas de ironía, de perversidad y de conocimiento del mundo.
El libro gira sobre el plagio y sus variaciones y también sobre la inoportunidad de algunos acontecimientos.
Esto no es plagio exactamente, pero copio aquí el texto más corto del volumen de Mercedes Abad, a quien no tengo el gusto de conocer.
APROPIACIÓN INDEBIDA NÚMERO 10
Entre todos los animales de la creación, el cerdo quizá sea el que más nombres tiene: tocino, guarro, gorrino, cochino, puerco, marrano, chancho, lechón, y muchos que me dejo. Pues bien, del robo de Buenas noticias sólo puedo decir que ha sido una grandísima cochinada y que no tengo perdón. El resto, los abyectos detalles, por una vez no podrán ser saboreados con morbosa fruición por el curioso lector que, por cierto, al aventurarse hasta aquí, se ha hecho cómplice de todos mis delitos. Puerco lector, marranísima lectora, autora gorrina, cochino editor, somos todos un hatajo de cerdos.
(El retrato es de Errol Flynn.)
ÍNSULA Y LA FOTO AMPUTADA DE COLLIOURE 1959

Recibo esta nota, un correo masivo por supuesto, de Carmen Carballo, de la Fundación Lara de Sevilla.
Estimado amigo:
El próximo 24 de febrero, martes, tendrá lugar en la Casa de la Provincia (Sevilla), a las 12,30 horas, la presentación en Sevilla del número especial que la prestigiosa revista ÍNSULA ha dedicado a la figura de Antonio Machado - del que se cumple este año el setenta aniversario de su muerte-. Este monográfico ha contado con el patrocinio de la Fundación José Manuel Lara.
Para rendir homenaje a esta gran figura de las letras españolas, la revista ha elegido una fecha y un acto muy significativo, el 22 de febrero de 1959, día en el que un grupo de destacados autores marcharon a Colliure (Francia) para recordar al poeta que murió en el exilio. Justo veinte años después de su muerte, Blas de Otero, José Agustín Goytisolo, Ángel González, José Ángel Valente, Jaime Gil de Biedma, Alfonso Costafreda, Carlos Barral yJosé Manuel Caballero Bonald fueron hasta la tumba de Machado y
protagonizaron una conmemoración político-literaria en la que Antonio Machado fue convertido, además, en todo un símbolo de la resistencia.
Este número especial de ÍNSULA ha sido coordinado por la profesora Araceli Iravedra, y en el mismo han participado Carme Riera, Miguel Ángel García, Leopoldo Sánchez Torres, José Manuel Caballero Bonald y Luis García Montero, entre otros autores y destacados especialistas.
El monográfico especial de ÍNSULA, titulado COLLIURE, 1959 será presentado por Alfonso Guerra y Araceli Iravedra.
NOTA:
-Hace unos días, me escribía Alfredo Castellón indignado con esta publicación y con esta portada. La foto está amputada y en ella falta el dramaturgo, guionista, director de TVE y director de cine Alfredo Castellón Molina, que estaba a la derecha de la foto. Alfredo Castellón, entre otras muchas cosas, es director de Platero y yo y Las gallinas de Cervantes. Lo más sorprendente es que la revista ‘Ínsula’, en un número anterior, publicaba la foto completa con Alfredo Castellón, que estuvo con todos ellos en 1959. Ignacio Martínez de Pisón escribió un precioso artículo sobre esta foto y sobre Afredo Castellón en su libro ‘Las palabras justas’ (Xordica, 2007), un volumen delicioso sobre la atmósfera de la Guerra Civil y sus ecos. Uno de los mejores textos es sin duda el que hace referencia a esta instantánea, amputada ahora por Ínsula.
FOTO: Arriba: Blas de Otero, José Agustín Goytisolo, Ángel González, José Ángel Valente y Alfredo Castellón. Abajo: Jaime Gil de Biedma, Costafreda, Carlos Barral y Caballero Bonald. En la portada de ‘Ínsula’ desaparece Alfredo Castellón.
PILAR MARTÍNEZ BARCA EDITA A MANUEL PINILLOS

Hace algunos años escribí este texto sobre María Pilar Martínez Barca, que publica ahora su edición de la Poesía Completa de Manuel Pinillos en Prensas Universitarias y a la vez un nuevo poemario amoroso, erótico y místico, La manzana o el vértigo. Recupero el texto. La foto es un retrato de Edward Steichen, fotógrafo y pintor.
Cecilio Martínez, funcionario de correos recién jubilado, aparece en el salón con su hija. La ha cogido por las axilas y Pilar efectúa unos leves movimientos. Está acostumbrado a ello: durante muchos años debía subirle al cuarto piso sin ascensor de la calle Delicias o, como sucedió en un verano hermoso y arduo, cargarla a la espalda por las empinadas y interminables escaleras de la cueva del Drach, en Mallorca. Los pies de Pilar, casi inválidos, arañan las alfombras, rasgan las duras cuerdas de la guitarra del suelo. En la terraza, arreglada, con calefacción, ha colocado sus mesas de trabajo y dos sillas: una, de anea, con cojín y otra, ortopédica, azul como un mar oscuro. Muy cerca del ordenador, Pilar tiene una selección de sus artículos publicados en este diario, a la izquierda; y a la derecha, campan dos volúmenes esenciales para su trabajo: un manual reciente de ortografía y el “Diccionario ideológico de Julio Casares”. Pilar se sienta en su despacho con vistas: afuera se ve la primera araña del sol sobre los árboles, el cielo luminoso y los edificios que han ido multiplicándose a lo largo de los 25 años en que los Martínez han vivido allí.
Los padres, Cecilio y Eusebia, son de Velamazán (Soria), el pueblo de los antepasados y del estío inolvidable. Pilar nació en 1962 en Zaragoza, en la clínica de San Juan de Dios, pero un accidente de parto le produjo una parálisis cerebral. El padre fue trasladado a Lloret de Mar de 1964 a 1965, el clima favorecía el alivio de su hija, pero entonces padeció el batacazo de un sarampión que le cercenó de súbito su evolución. La niña no podría andar. Su infancia no fue nada fácil, aunque sus progenitores se empecinaron en que no se quedase rezagada: le leían relatos, le enseñaban las reglas elementales, le conseguían los libros adecuados. A los cinco años ya leía y hallaba en las fábulas y las historias antiguas un instante de solaz. Pilar ya había percibido que era distinta a las demás niñas: de entrada no iba a la escuela, ni lucía las batas rosadas ni salía a pasear por los parques. La timidez se aliaba con los primeros complejos. Su mundo se reducía al contexto familiar y al encierro. A veces, le ilusionaban “Los chiripitifláuticos” en el televisor. Aprobó los exámenes de Estudios Primarios y de Graduado Escolar, y se matriculó en BUP a distancia en el Instituto Goya. Iba a tutorías con Rosa Palacios, que impartía lecciones de Historia y Arte, y le puso en contacto, años después, con la pintora Isabel Guerra. Y también con Carmen Sender, hermano del narrador, quien, acaso sin intuirlo siquiera, le esclareció el porvenir: “Tú tienes que escribir porque tienes mucho que decir”.
Pilar, curiosamente, ya se sentía escritora en potencia. Componía versos desde hacía tiempo y era una lectora tan deleitosa como concienzuda. Los libros para ella no son materia de consumo o de entretenimiento exactamente: le cuesta leer, asimila con lentitud, pero entonces tenía idealizado el universo de los escritores. “Me parecían seres importantes y reconocidos con muchas cosas que decir. Un buen escritor, pensaba, no sólo dice lo que siente él sino lo que sienten los demás, y eso me parecía muy bello”. Pilar, al salir al Instituto Goya de vez en cuando, descubrió el mundo. Contaba con la ayuda de su tío Fermín, que lo mismo la llevaba a hacer fotocopias, que a comprar un libro o a una presentación. Era como un cómplice paciente que despreciaba la pereza. Además, Pilar recibía en casa voluntarios de Auxilia, que le ayudaban a repasar las lecciones, y entre ellos venía José Carlos, al que ahora acaba de dedicar su cuarto poemario: “Se está bien aquí” (Huerga & Fierro). Era, es, un religioso camilo que se dedicaba a colaborar con enfermos, discapacitados o marginados y con el que estableció una hermosa relación que Pilar, en un arrebato de osadía, podría definir “como un amor platónico”.
Del Goya dio el salto a la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza. Pilar, ahí, en esa aventura del recuerdo, se detiene y reflexiona: “Soy muy exigente y rebelde. Aún debiera serlo más. Y voluntariosa. Son ansiosa porque quiero más y estoy insegura. Las cosas me cuestan mucho esfuerzo y no tengo nada: necesito que reconozcan un poco que puedo escribir bien, necesito trabajo, un poco de dinero, editar más fuera de Aragón”. El campus, de entrada, era una fiesta: Pilar y su silla de ruedas disfrutaban del espacio, de los corredores; los compañeros la pasaban de aula en aula. Y tenía profesoras insustituibles como María Antonia Martín Zorraquino, Aurora Egido o Lola Albiac. Al principio, de tanto entusiasmo o temor, memorizaba las lecciones. Y se quedaba encantaba los autores clásicos y la literatura medieval, con el rigor metodológico. Un día, Aurora Egido, le recomendó que frecuentase más la biblioteca y que se fijase en los poetas que no conocía. Así se topaba con Kavafis, Luis Alberto de Cuenca, Jaime Siles, Antonio Colinas o María Victoria Atencia. Otro día también se encontró con la poesía aragonesa contemporánea y, en concreto, con Manuel Pinillos. Le llamó a casa y en cuanto el poeta oyó su voz quebrada y vacilante, pensó que alguien le estaba tomando el pelo. Colgó encolerizado, pero su esposa y musa Margarita Sanjuán resolvió el conflicto, y Pinillos volvió a ponerse. Concertaron una cita para después de Semana Santa, Pilar se fue de viaje, y cuando regresó el vate había muerto. Vio su biblioteca, leyó sus libros, hojeó sus papeles, aspiró el santuario íntimo del escritor y le dedicó diez años de su vida. Un resumen de su tesis se publicó con el título de “Manuel Pinillos o la consagración de la poesía” (IFC, 2000). Para entonces, Pilar ya había cumplido sus primeros sueños, había editado tres poemarios, se movía a sus anchas en una silla de ruedas eléctrica, y se le reveló el amor. “Había idealizado siempre la pasión, estaba en mi poesía, como lo está Dios: alguien que anda por ahí y que uno siente su llamada. Cuando el amor es real es más bonito, lo es todo, rompe los esquemas. Encontrar a alguien es precioso, pero lo más decisivo es encontrarte a ti misma con alguien”.
Murmura un nombre inaudible y mira afuera: el oro de la mañana tiembla en la enramada del parque.
CHEMA LERA, EL CIRCO, MAYTE MARTÍN... BORRADORES

PLATÓ: CHEMA LERA Y CARMEN RÁBANOS
REPORTAJES: EL CIRCO, DE FERNÁNDEZ-ARDAVÍN, MAYTE MARTÍN Y MIGUEL SÁNCHEZ-OSTIZ
SECCIONES: FERNANDO SAVATER GLOSA 'MOBY DICK'
ACTUACIÓN EN DIRECTO: CONTROVERSY
El escritor e ilustrador Chema Lera, autor de ‘Breve inventario de seres mitológicos, fantásticos y misteriosos de Aragón’ y del espectacular volumen ‘Bestiario ilustrado de Aragón. Seres fantásticos’, publicados ambos por Prames, es uno de los invitados al plató del programa Borradores que se emite esta noche en Aragón Televisión a partir de las 0.15. Chema Lera, conductor de ‘Aragón misterioso’ en Aragón Televisión, habla de su pasión por los animales imaginarios y de su trabajo en torno a catedrales e iglesias y castillos, de cuyas piedras labradas ha extraído las figuras de su impresionante bestiario medieval, del que se ofrece un amplio reportaje visual.
La profesora de Universidad Carmen Rábanos Faci habla de su libro ‘Estética de la composición arquitectónica. Aragón contemporáneo’ (Mira editores), un repaso a la arquitectura, a los movimientos y a los arquitectos de Aragón desde Ventura Rodríguez hasta Patxi Mangado y su Pabellón de España de la Expo. Se habla de Ricardo Magdalena, de los Navarro, de Pablo Monguió, de Fernando García Mercadal, José de Yarza, José Manuel Pérez Latorre, a través de edificios y monumentos como el Viaducto de Teruel, el Paraninfo, el Casino de Huesca, el Rincón de Goya, el Auditorio de Zaragoza o los proyectos de la Expo 2008.
Además, Borradores ofrece un extenso reportaje sobre la exposición ‘El Circo’, de la colección de César Fernández-Ardavín, que puede verse estos días en la Diputación de Huesca, en compañía de su comisario Ramón Lasaosa. La cantante de flamenco y música latina Mayte Martín conversa en la sala Multiusos con Ana Catalá, le narra su pasión por Rafael de León y Juanito Valderrama, las claves de su canto y su inclinación hacia las canciones de amor; Miguel Sánchez-Ostiz, el escritor navarro galardonado con el Premio de la Crítica y el premio Herralde de novela, glosa las aventuras de su ‘Cuaderno boliviano’, y ofrece una mirada a la situación política de la Bolivia de Evo Morales. Además, entre otras cosas, Fernando Savater glosa uno de sus libros favoritos: ‘Moby Dick’ de Hermann Melville, una auténtica novela fundacional de las letras norteamericanas.
El grupo Controversy toca dos temas: ‘The second’ (El segundo) y ‘So much that it hurts me’ (Tanto que me duele). Está formado por Gloria y Jesús Téllez, Fernando Barba y Juan Luis Vicente. Su estética aborda el rock duro, la música garage y la psicodelia, y tiene un aroma de música de los 60 y 70. En breve, publicarán su primer álbum, concretamente en mayo.
Borradores. Aragón Televisión (Canal Satélite Digital, 97, también en internet). 0.15. En la foto de 'El País', Mayte Martín y Belén Maya.
CENTENARIO DEL FUTURISMO. Por ÁNGEL SOBREVIELA

NUESTROS FUTUROS CONTEMPORÁNEOS (100 AÑOS DE FUTURISMO) Por Ángel Sobreviela Cuando el 20 de Febrero del 2009 se cumplen los 100 años de la aparición del primer manifiesto del Futurismo (En Le Figaro del 20 de Febrero de 1909), presento al lector español este otro manifiesto de escritores y artistas italianos. Apareció a fines del 2004, y engloba principalmente a autores de literatura fantástica o de ciencia ficción. Me siento identificado actualmente con sus planteamientos. Conectivismo (en inglés "nexialism") es un término que proviene del escritor de ciencia- ficción Van Vogt. La idea que sirve de eje central se funda en la constatación de que en esta era donde las disciplinas de estudio, científicas, académicas o artísticas se encuentran tan aisladas cada cual en su esfera, se precisa una disciplina particular que transversalmente las conecte a todas entre sí. Hoy se reconoce ampliamente que las especializaciones, de forma aislada, no pueden conducir a muchas conclusiones, pues su punto de vista es parcial, y se requiere una perspectiva que abarque, por tanto, el conjunto de dichas especializaciones y se atreva a aventurar (tal vez) conclusiones o cuando menos cuestionamientos globales. Los conectivistas quieren aplicar literariamente las nuevas tecnologías y el mundo de internet en sus creaciones, al igual que los futuristas buscaron adaptar artística y literariamente todas las innovaciones de la apresurada y cambiante vida moderna, además de sus artificios tecnológicos, haciendo de todo ello materia y asunto estético. Con esto y con su carácter revulsivo, plural, interdisciplinar y publicitado por medio de un manifiesto, estos nuevos creadores del siglo XXI conectan con la alborada futurista. Han publicado ya dos antologías de relatos (el último: Fragmentos de una rosa cuántica, -Frammenti di una rosa quántica- ), y algún libro de poemas: por ejemplo Las comedias de la oscuridad (Le commedie del buio, de Paolo Ferrante). Y muchos escriben blogs (diarios personales) en internet. Web connettivista: http://www.next-station.org/ Os traduzco el Manifiesto. Abajo adjunto el original. El Manifiesto del Conectivismo Somos los Custodios de la Percepción, los Guardianes de los Ángeles Caídos en Llamas desde el Cielo, Lobos Siderales. Un grupo de librepensadores independientes. Vivimos en el ciberespacio, estamos en todas partes. No conocemos fronteras. Este es nuestro manifiesto. 1. Cantaremos la resurrección del alma consumada en la tecnología. La noche, el sueño, la visión y la conexión. Y todo lo que sublima nuestras almas hacia un orden superior de conocimiento. 2. El desarreglo de los sentidos, las correspondencias analógicas y la ruptura del control serán los instrumentos fundamentales de nuestra búsqueda. 3. Deseamos escarbar a fondo en las carnes del universo, penetrar bajo la epidermis del mundo y alcanzar su núcleo pulsante. La palabra, la imagen y la ecuación son los virus que transportan nuestra infección. 4. Nosotros creemos que el misterio del universo está codificado en una clave inaferrable e indestructible: el holograma. El principio holográfico, el modelo holonómico de la mente y el holomovimiento: de la estructura de la realidad hasta nuestros esquemas de sentidos la percepción conoce un único paradigma, que encierra las instancias de la relatividad y la incertidumbre. 5. El orden explícito revelado a los sentidos es sólo la imagen proyectada de un orden implícito inalcanzable. No basta con disecar el mundo para desvelar la verdad que esconde. Es necesario retroceder a través del haz de luz hasta el celuloide para comprender de dónde proviene la imagen que vemos. Queremos remontar el flujo hasta tocar la fuente que engaña a la percepción y hacer destacar la luz. Sólo así levantaremos el velo. 6. Nos abandonamos al reflujo dispuestos a capturar la onda inquieta del tiempo. Sobre las playas del futuro escuchamos las voces de los muertos y la música que emerge de todas las cosas del mundo: nuestro sueño es un ritual de nigromancia cuántica. 7. Nosotros somos aquellos que caminan solitarios por la calle, aquellos vacilantes entre la ilusión del mundo virtual y el engaño del mundo real. Recorremos los senderos etéreos de la red, navegamos en el océano de la información, somos impulsos de adrenalina en los cables que atraviesan la realidad. Somos lobos siderales a la deriva sobre corrientes iónicas del viento solar, sombras que cantan a la noche para escuchar el eco de las voces resonando en la lejanía. Inmersos en el flujo ininterrumpido de la información, nos dejamos guiar por espectros y recorremos las inmensas distancias silenciosas de periferias entrópicas acomodadas en el crepúsculo de los sentidos. Somos aquellos que se recuestan a la sombra de los árboles, en escucha de su respiración envolvente. Y cuando dormimos, exploramos la tierra del sueño. 8. No tenemos nombres. Nuestro verdadero nombre es un susurro en la oscuridad, un rumor oculto en la radiación de fondo del universo, una señal inmersa en el rumor blanco de la materia. Nuestro nombre vaga libre en la noche. 9. Nosotros somos nigromantes cibernéticos. Buscamos las conexiones secretas que custodian el significado y el espíritu de todas las cosas. Somos descifradores y queremos desquiciar el fluir de todas las cosas, resolver el tiempo en la superposición concurrente de los eventos. 10. Nosotros deseamos cantar las calles desiertas en la noche, los monumentos congelados en el silencio, las luces de neón de las metrópolis, las periferias espectrales, los cementerios campestres, los hallazgos de la arqueología postindustrial, las autopistas abandonadas, las ciudades arrasadas por los bombardeos, las calles de los bandidos, la mórbida geometría de los cuerpos, el silencio de habitaciones de hostal abandonadas, la carga sensual de la promiscuidad tecnológica, el caos, la estrellas, los planetas desiertos, las sondas lanzadas hacia la noche, la música radiante de los quásares muertos, la tiniebla metafísica de un horizonte de los acontecimientos, la conexión neuronal. El respiro de la noche, el rugido de las novas y los suspiros de estancias que deforman nuestra comprensión de los sueños. Somos antenas apuntadas hacia el vacío, variables enloquecidas, violines mal afinados, cronoscopios fuera de foco. Seguimos la condivisión de las almas, de los lugares, del tiempo, utilizando antiguos recursos místicos. Vivimos en la conexión y estamos proyectados hacia el futuro. Por esto… ¡Nosotros lo seremos todo! (Traducción de Ángel Sobreviela)
HAROLDO DE CAMPOS EDITADO EN VEINTISIETE LETRAS

María Moreno, editora de Veintisiete Letras, envía esta nota sobre una Antología poética de Haroldo de Campos, “Hambre de forma” que “abarca todas las etapas creativas del fundador de la Poesía Concreta y autor de una de las exploraciones poéticas de más alto voltaje del siglo XX”.
HAROLDO DE CAMPOS Y SUS ECOS
Haroldo de Campos (São Paulo, 1929-2003) es autor de una obra mayúscula en poesía, ensayo y traducción, y su labor se ha convertido en un referente para la creación y el pensamiento universales.
Junto a los también brasileños Augusto de Campos y Décio Pignatari, fundó a mediados del siglo XX la Poesía Concreta, el último gran movimiento vanguardista de la post-guerra. Esta corriente postula una absoluta renovación en el lenguaje del poema, que de la página salta al cine, la música o la pintura y llega incluso a la política y la publicidad. Y ello sin olvidar la preocupación social y el compromiso con su tiempo.
Como traductor, vertió al portugués obras de Homero, Dante, Goethe, Mallarmé y Maiakovski, así como textos bíblicos, entre ellos el Génesis y el Eclesiastés, entendiendo siempre la traducción como «transcreación». Su obra ensayística destaca entre la más relevante del continente americano.
Fue distinguido con el Premio Jabuti en distintas convocatorias (1991, 1993, 1994, 1999 y 2002). En 1999 recibió en Francia el Premio Roger Caillois y en México el Premio Octavio Paz de Poesía y Ensayo.
Hasta ahora, en España la recepción de su poesía ha sido más bien fragmentaria. Como libros, sólo se han traducido La educación de los cinco sentidos (1990) y una versión parcial de Crisantiempo (2006), que contiene algo menos de un tercio de los poemas del libro original, ambas a cargo de Andrés Sánchez Robayna.
HAMBRE DE FORMA, antología bilingüe preparada por Andrés Fisher, responsable de su selección y edición y autor del excelente estudio introductorio, ofrece la más amplia muestra de su creación, vertida al castellano de la mano de los mejores traductores de Haroldo (Gonzalo Aguilar, Roberto Echavarren, Daniel G.ª Helder, Reynaldo Jiménez, Eduardo Milán, Marcelo Pellegrini, Néstor Perlongher y el mismo Fisher).
A lo largo de más de 300 páginas, incorpora poemas de Auto del poseso [Auto do possesso, 1950], Ajedrez de estrellas [Xadrez de estrelas, 1976], Signantia: quasi coelum [1979], Galaxias [Galáxias, 1984], La educación de los cinco sentidos [A educação dos cinco sentidos, 1985], Crisantiempo [Crisantempo, 1998] y La máquina del mundo repensada [A máquina do mundo repensada, 2000].
Se presenta así una completa muestra de la obra del poeta, desde la ortodoxia y los hallazgos concretistas hasta sus posteriores aristas más neobarrocas y en diálogo con la tradición. Obra que, en su conjunto, constituye de una de las exploraciones poéticas de más alto voltaje de la segunda mitad del siglo XX.
«Tus textos son verdaderas galaxias; fosforescencias semánticas entre lo blanco del papel y lo negro», Octavio Paz
«Uno de los mayores humanistas de la época moderna», Emir Rodríguez Monegal
«Su palabra queda perpetuada en un legado monumental», Jorge Schwartz
«Recorrer el itinerario poético y ensayístico de Haroldo de Campos no implica solamente enfrentarse a una producción creativa de gran riqueza sino también con momentos fundamentales en el desarrollo de la vida literaria brasileña, de la poesía latinoamericana y, en general, de la tradición poética moderna», Rodolfo Mata
«En suma, como un diamante polifacético, Haroldo ha ocupado y ocupa un espacio sui generis en la Modernidad, tanto brasileña como contemporánea, representando en una sola persona un amplio espectro de caminos y de creaciones», Inés Oseki-Depré
«En el terreno del pensamiento, la escritura, la poesía, en el horizonte de la literatura, y ante todo en la intimidad del idioma: a todo ello sé que Haroldo habrá tenido acceso como yo, antes que yo, mejor que yo; es decir, que me estaba esperando sin embargo, ya en el otro lado, donde llegó antes que yo, el primero, en la otra orilla», Jacques Derrida
«Será difícil encontrar a otro hombre tan generoso en su conversación y tan sabio y trascendental en su cultura», Guillermo Cabrera Infante
© Eder Chiodetto es el autor de esta foto de Haroldo de Campos, fechada en 1999.
HAROLDO DE CAMPOS: TRES POEMAS

Le pido a María Moreno que me mande algunos poemas de Haroldo de Campos y aquí están tres seleccionados por ella, casi de madrugada, un poco antes de que empezase Borradores.
poesía pues sí
poesía
te detestan
lumpenproletaria
voluptuaria
vicaria
elitista piraña de la basura
porque no tienes mensaje
y tu contenido es tu forma
y porque estás hecha de palabras
y no sabes contar ninguna historia
y por eso eres poesía
como cage decía
o como
hace poco
augusto
el augusto:
que la flor flora
el colibrí colibrisa
y la poesía poesía
******
poesía en tiempo de hambre
hambre en tiempo de poesía
poesía en lugar del hombre
pronombre en lugar del nombre
hombre en lugar de poesía
nombre en lugar del pronombre
poesía de dar el nombre
nombrar es dar el nombre
nombro al nombre
nombro al hombre
en el medio el hambre
nombro el hambre
****
MINIMA MORALIA
ya hice de todo con las palabras
ahora quiero hacer de nada
*Por cortesía de su editora española María Moreno, de Veintisiete Letras. En la foto Jane Birkin, que actúa el próximo día 4 en el Auditorio.
RAMÓN ACÍN EN 'ESTAMPAS, ÁLBUM DE PERSONAJES...'

Recibo este correo de la Fundación Ramón y Katia Acín, llena de espléndidas sorpresas. (En la foto, tres instantáneas de Ramón Acín).
Ramón Acín en televisión
Aragón Televisión ha comenzado la emisión de la serie “Estampas, álbum de personajes aragoneses”.
La serie, que consta de 50 “estampas” con una duración de tres minutos, coproducida por Aragón Televisión y nuestro colaborador Emilio Casanova, incluye una estampa sobre la figura de Ramón Acín, con guión literario de Severino Pallaruelo.
También participan en la serie otros colaboradores con esta Fundación: la cabecera general está diseñada por Fernando Lasheras, la postproducción corre a cargo de José Carlos Ruiz, la documentación es de Vicky Calavia y otros guionistas son Adolfo Ayuso y Carlos Mas.
Ver la “Estampa” de Ramón Acín
María Kusche y Sol Acín
La Fundación Ramón y Katia Acín ha enriquecido su legado artístico con más de doscientos documentos literarios y poemas inéditos de Sol Acín.
El hallazgo constituye el resultado de una larga e intensa relación epistolar entre Maria Kusche -una historiadora del arte alemana, pero nacida en Málaga y residente hoy en esa misma ciudad- y la poeta aragonesa Sol Acín (En ese cielo oscuro. Ámbito literario, Barcelona, 1979).
El hallazgo ha sido posible merced a la lealtad y al tesón de María Kusche quien, tras haber residido largos periodos fuera de España, llegó a perder la pista vital de Sol. Por fortuna, a finales de 2008 tomó contacto con la Web de la Fundación Acín y finalmente con el Patronato, que es quien ha podido recoger, de manos de María, este valioso legado literario.
Reunión del Patronato del 07/02/2009
El pasado 07/02 se reunió el Patronato de la Fundación Ramón y Katia Acín para, entre otros puntos del orden del día, aprobar la memoria y los presupuestos para el 2009.
A la reunión asistieron, junto a los miembros fundadores, María Victoria Broto, Consejera de Educación, Cultura y Deporte de la Diputación General de Aragón, Luis Felipe, Teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Huesca, Juan José Javierre, por la Diputación Provincial de Huesca y los profesores Mercè Ibarz y Manuel García Guatas.
Entre los acuerdos alcanzados cabe destacar la presentación de la nueva pestaña de Sol Acín en Zaragoza (abril-mayo) y la catalogación y exposición de la obra de Katia Acín en Huesca, en la sala de exposiciones de la Diputación Provincial y con el comisariado a cargo de Alicia Vela (diciembre-enero). Del resto de proyectos acordados, aun sin fecha, os iremos informando próximamente.
Ir a la página web de la Fundación
FERNANDO ALVIRA: EL PAISAJE A TODA VELOCIDAD

Esta tarde, en el Matadero de Huesca, Fernando Alvira Banzo inaugura la exposición ‘Paisajes viajados’ en las dos salas. Esos paisajes compendian su condición de peregrino y de observador, la memoria retenida de la naturaleza cambiante a la luz de las estaciones y de las horas veloces. Éste es el texto que le he escrito para el catálogo que ha cuidado amorosamente Luis Lles. Esta foto es de un gran fotógrafo oscense: Fernando Alvira Lizano, primo del pintor, uno de los grandes fotógrafos de arte de España.
EL PAISAJE A TODA VELOCIDAD
Hace 40 años, cuando era más joven e indocumentado, Fernando Alvira Banzo expuso en el Instituto de Estudios Oscenses, y ahora, dueño de un paisaje particular y de un estudio con vistas, ha decidido recordar aquella fecha y mirarse en el espejo del tiempo. En todos estos años, Fernando Alvira ha crecido como artista, como estudioso, como agente cultural, y le ha dado unas cuantas vueltas a la vida y al arte. Desde hace unos años, su existencia tiene algo de sinvivir: con el coche y con sus cargos y sus responsabilidades va de aquí para allá de manera incansable. Recorre la autovía Huesca-Zaragoza y viceversa, y se dirige desde Huesca hacia Barbastro, y regresa, y lo hace una y cien veces, con todas las luces de las horas, con el cambiante esplendor de las estaciones. Fernando Alvira Banzo ha sido pintor del natural, ha salido a la naturaleza sobria y exuberante con Grau Santos y con muchos amigos, ha conversado en el jardín japonés y perfumado de José Beulas y María Serrate, y con auténtico afán ha analizado la obra de creadores próximos como León Abadías, Félix Lafuente, Martín Coronas, Carderera o Ramón Acín, por citar algunos de los creadores que le han marcado su trayectoria. De ellos extirpa una corriente de afectividad, un vínculo especial con el territorio de origen y una forma de entender la pintura. Busca sus obras olvidadas con un afán detectivesco, quizá porque anhela la luz definitiva, los matices del delirio, la esencia de la creación hecha materia y forma y aureola de oro viejo. En ese laberinto de influjos y huellas, Fernando Alvira nunca ha olvidado sus años en Barcelona, su admiración por Joaquín Mir, por Anglada Camarasa, por Ramón Casas, por Grau Sala o la misma Ángeles Santos. Ellos le han contaminado, si puede decirse así, de sutileza, de meditación, de hondura: el paisaje está ahí, totalizador y mudo, y pide un modo de mirar, un cromatismo leve o intenso, una pulsión de pintor. Por vocación, por discernimiento, por afán y por quimera irreductible e íntima, Fernando Alvira Banzo es un pintor absoluto y un enfermo de pintura, el perseguidor de antílopes y pájaros en el movimiento del paisaje. El perseguidor de gestos en la espesura.
Desde hace más de un lustro, tras haber hecho jardines y parques y haber capturado, con ese estilo naturalista y fluido, un sinfín de edificios que singuraliza entre las cosas del campo, Fernando Alvira decidió sacarle partido a ese tiempo que invertía en el coche. Se dio cuenta de que a cualquier hora, al alba, de mediodía, cuando se desmadeja el crepúsculo o cuando llega la noche, veía un instante único de paisaje. Una instantánea, un relámpago de claridad, un fogonazo de tramas en el vientre del mundo, una auténtica carta de colores: en el centro de la naturaleza se extendía la línea del horizonte, que señalaba ese diálogo entre el cielo y la tierra, entre la fronda y las aves, ese diálogo de los colores asombrados. Fernando no lleva cámara de fotos. O si la lleva, no detiene el coche para disparar: mira, atrapa la imagen, la retiene, deja que fluya en el torbellino de su conciencia, que sedimente, que se alimente de imaginación y de recuerdos de luz inventados, y en cuanto llega al taller esboza lo que vio, consuma lo que recuerda, ordena y fija el cuadro de su memoria. Éste, en esencia, es el método. Podríamos decir que Fernando Alvira pinta destellos, intuiciones y fuegos, la caliente calma del paisaje, la grama y la araña del sol, la destilación de las sangres del poniente y sus desmayos.
Esto es la serie ‘Paisajes viajados’, que también podría ser ‘Pintura en tránsito’ o el ‘Diario de un pintor a toda velocidad’, una ambiciosa colección de cuadros apaisados de distintos formatos: cuadros pequeños, en papel, que se ordenarán en una especie de mosaico o gran tapiz de sugerencias, de manchas, de intuiciones y temblores. Cuadros de tamaño intermedio, siempre horizontales, en los que Fernando insiste en algo definitivo: el paisaje, como las aguas del río de Heráclito, siempre es distinto. Es el mismo y es otro: posee otros matices, otras criaturas invisibles, otras temperaturas, un corcel invisible imprime sus huellas y su hechizo, y siembra un huracán de misterio. También hay otros paisajes más grandes: el puro derroche de la mancha, la travesía del pincel, la odisea horizontal de un paseo inacabable. Estos ‘Paisajes viajados’ proponen un doble viaje: uno exterior, inmenso, la aventura de pintar y de ensuciarse las manos que fabrican pigmentos y texturas, y un viaje interior, abstracto, que nace del encuentro con uno mismo, del abandono, de la concentración, del silencio del estudio. Fernando Alvira huye por el paisaje para encontrarse en una encrucijada o en un desvío hacia el paraíso. Alterna los cuadros en solitario, exentos, con otros que dialogan entre sí, los dípticos, los trípticos. Y así, como un topógrafo, alza una nueva orografía de la luz, regala collados y campiñas, deslíe atardeceres en lontananza, y, en otro alarde de ingenio y de artesanía del alma, lo encajona en pequeñas cajas de pasteles como quien ofrece un tesoro para siempre.
El paisaje, como el hombre que pinta, es múltiple y está hecho de fragmentos, de escondrijos, de protuberancias, de casas y castillos, de puestas de sol y de surcos olvidados. Para Fernando Alvira Banzo la pintura es sobre todo color: armonía, música, estructura, delectación, urgencia, todo eso, sí, pero es ante todo color, explosión de ocres, verdes, azules, rojos, blancos. De ahí, que sus cuadros, como tantas veces le ha recomendado José Beulas, estén equilibrados de punta a punta, de arriba abajo y a lo largo y a lo ancho. Entonados desde que nacen, entonados hasta la última superficie de la tela. Entonados. Todo ha sido pintado y repintado, dibujado y desdibujado, matizado e impreso de nuevo dentro de esa estructura sencilla pero eficaz: la raya que pauta el horizonte, la calzada que se encamina hacia el infinito. Esta muestra es una afirmación, una confesión y un homenaje: en cada cuadro se oye la melodía del cierzo y del trigal, se escucha la radio, se percibe la amorosa manera de mirar y de quedarse estupefacto en el centro de una loma. Extramuros del cuadro, como San Sebastián, asaeteado en el centro del pecho y muy cerca del corazón, Fernando Alvira recibe y devuelve las vibraciones de color del paisaje.
AJUBEL: PREMIO EN ITALIA PARA SU 'ROBINSON CRUSOE'

Una buena noticia: me escribe Vicente Ferrer, el editor de Media Vaca, con la noticia de este importante premio para el libro mudo Robinson Crusoe, ilustrado por el artista cubano afincado en España, Ajubel. Hace muy pocas semanas le dedicábamos un reportaje al ilustrador y otro a Media Vada en la sección ‘Los elegidos de Borradores’: ahí Vicente Ferrer recomendaba este libro.
LA EDITORIAL MEDIA VACA, GALARDONADA CON EL BOLOGNA RAGAZZI AWARD 2009
El libro ROBINSON CRUSOE del dibujante Ajubel, una “novela en imágenes inspirada en la obra de Daniel Defoe”, ha obtenido el Bologna Ragazzi Award 2009 en su categoría Ficción.
El Bologna Ragazzi Award, creado dentro del marco de la Feria Internacional del Libro Infantil de Bolonia, es el premio más prestigioso a nivel internacional de cuantos se conceden a ediciones destinadas al público infantil y juvenil.
En opinión del Jurado, “Ajubel ha asumido, de una manera valiente, el tradicional vínculo entre texto e imagen, elevándolo a un nuevo y superior nivel. Lo que en un primer momento parece un alejamiento de la tradición resulta ser, tras una observación más detenida, justo lo contrario. Mediante la fuerza cautivadora de signos y colores, Ajubel ha creado imágenes icónicas que son algo más que ilustraciones. La secuencia de escenas es un concentrado de emoción, una fantasmagoría de temores, miedos y esperanzas. La narración clásica se nos ofrece en este libro viva y vibrante, con toda la ensoñadora intensidad del texto original de Defoe. El trabajo de Ajubel es también una admirable herramienta para el aprendizaje por cuanto nos obliga a mirar de forma más selectiva nuestro mundo saturado de imágenes. Se trata pues de un libro extraordinario que abre nuevas vías a nuestro entendimiento”.
Es la tercera vez que la editorial Media Vaca obtiene este importante galardón. En 2002, dos libros de la editorial merecieron los premios de Ficción y No ficción, siendo la primera vez en la historia de la Feria que una editorial conseguía ser premiada en ambas categorías.
La entrega de premios tendrá lugar el día 23 de marzo durante la jornada inaugural de la Feria del Libro Infantil de Bolonia, que celebra este año su 46ª edición entre los días 23 y 26 de marzo, y donde Media Vaca participa con un stand propio.
El libro ROBINSON CRUSOE de Ajubel obtuvo asimismo el pasado año el Premio al Mejor Libro Ilustrado 2008, en su modalidad de lengua castellana, galardón que concede la Dirección General del Libro de la Consellería de Cultura Valenciana.
La editorial Media Vaca inició su andadura en noviembre de 1998, y ha decidido celebrar en este 2009 sus primeros once años de vida. A lo largo de este tiempo la editorial ha consolidado un sólido prestigio gracias a un exigente catálogo que cuenta ya con treinta y seis títulos.
Más información sobre el libro: http://ajubel.com/robinson.html
Más información sobre Ajubel: http://www.ajubel.com/studio/ilustracion.html
Más información sobre Media Vaca: http://www.mediavaca.com/
Más información sobre el premio: http://www.bookfair.bolognafiere.it/bcbf09_internal1.asp?m=107&l=1&ma=379
CITA, Y CENA, CON LOS PREMIOS CÁLAMO

Viernes, 20 de Febrero de 2009 a las 19 h. en el Salón de Actos del Centro Joaquín Roncal (Fundación CAI-ASC), c/San Braulio 5-7.
PREMIOS CÁLAMO
Los autores galardonados este año, Cristina Fernández Cubas por Todos los cuentos (ed. Tusquets) y Knud Romer por Quien parpadea teme a la muerte (ed. Minúscula), participarán en un encuentro con los lectores.
Y a partir de las 21 h. –para quienes hayan recogido previamente su entrada- cena y entrega de premios en el Restaurante Garden, c/ San Juan Bosco 3.
LABORDETA, MEDALLA DE LAS BELLAS ARTES

El cantautor José Antonio Labordeta ha sido galardonado hoy con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes correspondientes al año 2008.
El Consejo de Ministros, a propuesta del ministro de Cultura, César Antonio Molina, ha aprobado hoy la concesión de las Medallas a diversas personalidades y entidades que han destacado en el campo de la creación artística y cultural o prestado notorios servicios en el fomento, desarrollo o difusión del arte y la cultura o en la conservación del patrimonio artístico.
Los galardonados de este año son: Imanol Arias, actor; Juan María Arzak, restaurador; Pilar Bardem, actriz; Miguel Bosé, cantante y actor; Enrique Cerezo, productor; Isabel Coixet, directora de cine; María Colomer, presidenta de “Payasos sin Fronteras”; Victoriano Cremer, poeta, novelista y ensayista; Nacho Criado, artista plástico; Isaac Díaz Pardo, pintor; Rafael Frühbeck de Burgos, director de orquesta; Rosina Gómez Baeza, gestora de arte contemporáneo; Blanca Li, coreógrafa y bailarina; Pedro Iturralde, músico de jazz; José Antonio Labordeta, cantautor; José Manuel Lara, presidente del Grupo Planeta; Charo López, actriz; Juan Antonio Porto, guionista; Francisco Rivera, matador de toros; Cecilia Roth, actriz; Ágatha Ruiz de la Prada, diseñadora; Pedro Serra, mecenas; Alberto Schommer, fotógrafo; Festival de Cine de San Sebastián y Fundación BBVA.
José Antonio Labordeta. (Zaragoza, 1935). Creador de la denominada ’Canción Aragonesa’, está considerado uno de los principales exponentes de la canción de autor española. En la década de los 80 alternó la música con la literatura, aunque esta faceta siempre se ha visto en un segundo plano debido a su fama como cantautor y diputado. Es autor de varios libros de poemas, novelas y libros de memorias, como el reciente Memorias de un beduino en el Congreso de los Diputados (2009) en el que cuenta sus vivencias como diputado en Madrid. Participó en la fundación y el desarrollo del semanario Andalán, periódico mítico que se opuso al antiguo régimen en los últimos años de la dictadura y marcó la transición en Aragón.
*La nota es de la Delegación de Gobierno de Aragón. La foto es de Pedro Hernández, del Colectivo Anguila.
XULIO L. VALCÁRCEL: CINCO POEMAS

Desde hace muchos años, Xulio López Valcárcel es un gran amigo. Desde finales de los años 70, había ido adquiriendo sus libros y había seguido muy de cerca su trayectoria. Xulio es un memorioso hombre de poesía (se sabe mil poemas, mil canciones, mil anécdotas: su Memoria de poeta no tendrá precio, será tan extraordinaria como la de Pepe Cáccamo), la ternura y la humanidad que anda, la dulce lucidez que llegó de Lugo a Santiago y de ahí a A Coruña. Escribe y ha escrito de todo: poesía, narrativa, ensayo, textos de arte, es un formidable viajero que redacta sus andanzas, un curioso de las cosas de la vida y un cultivador de la amistad. Vive frente al mar: en su casa con vistas y en su refugio de marino-poeta frente a la Marina de A Coruña, en un espacio lleno de cuadros; ahí tiembla de cuando en cuando un cuadro de Ignacio Fortún, el pintor zaragozano de Las Fuentes. A Xulio le he pedido algunos poemas, y ha tenido una deferencia absoluta: la joven Diana Varela Puñal ha traducido unas composiciones de A melancolía dos corpos para este blog. Y aquí están con su ritmo y su segura dicción aprobada por el poeta que ha publicado en Aragón, en Olifante, El volumen de la ausencia, y en Lola Editorial, Casa última. Este texto es un viaje a los lugares infancia, al edén inicial del niño, a los aromas del campo invadido de lluvia. La foto es de mi querido Leopoldo Pomés.
De “A MELANCOLÍA DOS CORPOS”
XULIO L. VALCÁRCEL
Rescoldo
Ese calor que dejas en el lecho
al levantarte...
nada tan tierno, nada tan sutil
e inaprensible, nada tan íntimo.
El calor de tu cuerpo,
plumón de pájaro,
levedad de un ala,
ángel ignoto que dejó
su presencia invisible
en ese lugar que delimita,
impreciso, tu cuerpo;
tu cuerpo, leve peso,
pero tenue, más tenue, la tibieza
de ese rescoldo
sin materia, sin forma,
ingravidez diluida,
brasa última apagándose...
Frontera vaga, límite al no ser,
ese calor silente y hondo
que por los dedos asciende
en corriente amorosa,
hilos de rocío envolviendo
en una diana de ardor
el corazón.
Filme
Somos lo que recordamos
Te preguntas que sería de aquella muchacha
que perseguía su sombra
bajo un sol inclemente
en las lojas gastadas de una plaza desierta
remota escena de una película de los años cincuenta
Tú no habías nacido pero llegaste a conocer
la expresión de su mirada
el rictus de los labios
Era ella en su forma natural
o interpretación que hacía
obedeciendo indicaciones
Donde se separaban y donde confluían
la joven real y el personaje del filme
Olvidaste título música argumento
la única escena que regresa es la plaza
empedrada y la niña solitaria
tratando inutilmente de alcanzar
pisándola su propia sombra
Luego en otro plano un rostro mirándote
que era y que no era el suyo
Joven enigmática en un entorno
enigmático que se fue perdiendo
en el suceder de los años y que existe ahora
no como era –si realmente era-
sinó como tú la recuerdas
La joven de la ficción y la joven real
eran dos y la misma
pero sólo la de ficción sobrevive
en la divagación de estas palabras
La joven real ya no existe
Estará jubilada puede que muerta
seguirá tal vez persiguiendo su sombra
Padre apache
Amonal de los cuartos deshabitadas ruinas
en las que los muertos superan a los vivos
huele el dolor a intemperie te quedaste sólo
cumpliendo rígidas normas del centro
que te hospeda pero no te acoge
A mil quilómetros de casa
guardas abasto exiguo una mirada
unas frases el tacto de unas manos
un beso trémulo pábilo que alumbra
las sombras que te acosan
Como los viejos pieles rojas abandonados
entre la nieve que borra los caminos
cuando exánimes seguir no pueden
la tribu protectora que se aleja
Arrimado a las vacilantes brasas
de la vida que se extingue
en medio de la noche en la que aullan los lobos
acercándose
padre apache
Madres en la niebla
Llegan dispersas difuminadas en la niebla
madres fatigadas felices portando
en la cabeza sobre pañuelos enroscados
grandes tinajas de ropa
Hirieron los nudillos restregaron los dedos
en ardua labor cuando el invierno domina
con sus cuchillos de hielo
Esperan ellas el sol refugiado
en las sábanas de fulgor
almidonado
Planchan las madres pensativas
absortas en las aguas de un pozo
No se preguntan si el torso guarda
en la tersura de la prenda la maniobra
de la línea esmerada pacientemente perfilada
la eliminación de la arruga
No se preguntan si en los hilos tejidos
permanece la entrega
o si el amor es en sí mismo una alquimia
Ellas no se preguntan no lo precisan
pasan repasan insisten afinan
eternizan un gesto
que conjura maleficios y estira soledades
Regresan en la niebla las madres
con una brazada de sábanas blancas espumas
astros concentrados
todo un sol contra la cara
deslumbrándonos
Huele el dolor
A qué huele el dolor...
Como el frío, la soledad, el miedo
o la muerte,
tiene también un olor el dolor.
Muchas veces intenté descifrarlo
pero se esconde, se diluye,
se camufla. Ofrece pistas falsas.
Tiene algo de alcanfor, de cerrado, rancio,
algo de narcótico,
pudiera ser alcohol, adrenalina o mercurio,
como podría ser amoníaco,
vértigo o náusea.
Trae estigmas de ulcerada claridad,
descansa sin ser visto en las sillas
y oscila obsceno en las perchas de la tristeza.
Porque existe, huele; sí, el dolor huele
en las ojeras violetas, en los vidrios del insomnio
y en las cárdenas cicatrices de la espera
o la angustia.
Huelen los cuerpos doloridos,
huele la fiebre y la sombra
como huelen el cansancio, la miseria o el hambre.
Huele el dolor y nos oprime
en la boca un esparto,
una esponja en la garganta,
cuando percibimos nítido, punzante,
reconocible y al mismo tiempo indescifrable,
su aroma.
(Traducción del gallego: Diana Varela Puñal)
BIELLA NUEI: UN ÉXITO INTERNACIONAL

Escriben Luis Miguel Bajén y los amigos de Biella Nuei
Hola,
Queremos informarte de que el tema ’Las Tarantainas de la Casa Sin Pared’ del disco de Biella Nuei ‘Sol d’ibierno’ aparecerá en el recopilatorio European Playground del sello de Nueva York PUTUMAYO. El disco saldrá a la venta el 19 de mayo. Putumayo World Music se fundó en 1993 con el objetivo de familiarizar a la gente con la riqueza y diversidad de la música internacional. Hasta la fecha ha vendido más de 10 millones de discos y se distribuye en más de 60 países.
VICTORIA POR LA MÍNIMA Y FRACTURA DE PERONÉ DE DIEGO

Jugábamos, en el campo de San Lorenzo de Garrapinillos, otro partido importante. Desde la derrota con Marianistas sólo habíamos conocido las formas del infortunio, hecha la salvedad del choque con el Zuera, que igualamos en el último instante de penalti. Perdimos de malos modos con La Puebla de Alfindén y caímos más bien estrepitosamente en los últimos minutos con San Mateo de Gállego. El primero equipo que nos venció en la primera vuelta había sido Pina de Ebro, que ha hecho una buena campaña, que la está haciendo. Esperábamos este choque con temor y con esperanza. En la comida familiar, Diego dijo que esperaba cualquier resultado salvo la victoria, que la veía muy difícil. En nuestra cabeza había un detalle psicológico que nos hacía mella: nos ganaron por su veloz juego arriba, nos rompieron en la segunda parte al contragolpe por velocidad, y nosotros acusamos no solo la palidez defensiva sino la ausencia de Pirri, nuestro delantero centro cuando todo iba bien. Pirri es nuestro máximo goleador: lleva 17 goles.
Solo teníamos trece jugadores disponibles, y formamos así: Stalin; Diogo, Pirri, Alex Velilla, Jorge David; Miguel, Diego, Mario, Jorge; Alex Navarro y Adrián Serna, que reaparecía tras muchos partidos en el dique seco por lesión. De suplentes, contamos con Jaime (iba a salir de titular pero sufrió un pinchazo) y Juan. El partido fue intenso desde el primer minuto: intenso, deslavazado y sin un ritmo continuado. Ellos empezaron tomando el mando, levemente, con sus jugadores fornidos, altísimos; los delanteros amenazaban, se les veían modos, pero apenas entraron en juego. Tuvieron, no obstante, una oportunidad clara que dio en el palo, pero pronto pasamos a dominar sin la necesaria mordiente. Era una tarde ventosa. Nos costó imponer nuestro juego, pero poco a poco lo fuimos logrando con trabajo, con ambición, con buenas combinaciones y mejor trato del balón que el rival. La línea defensiva se mostró rocosa y segura en todos sus flancos; el arquero Stalin jugaba su mejor partido (ahora ya nos han confirmado que Gayoso probablemente no podrá jugar más este año por su fisura en un dedo y por el premioso periodo de recuperación), y los demás se manejaban con esfuerzo, con compromiso. Alex Navarro realizaba su tarde más completa (le favorece su altura y una cierta sensación de que toma soluciones impredecibles), pugnaba por doquier, generaba incertidumbre en sus marcadores. En la primera parte acabamos cero a cero. Podía pasar cualquier cosa, pero yo ya sabía algo: el Pina no era tan fiero como lo habíamos pintado. Podíamos, debíamos vencer. Llegó el gol: sacó Jorge Rodríguez desde la derecha con ese efecto tan demoledor que le da y marcó Mario Calvera.
Perdimos a Adrián Serna, que sufría en los gemelos y en el pecho. Y poco después saltó la gran alarma: Diego disputó con excesiva suavidad un balón con su voluminoso capitán y recibió un impacto tremendo. ¡Crack! Tuvo que retirarse de inmediato: no podía andar, y ahora está en la Clínica Montpellier con su madre. Aguantamos, generamos alguna ocasión, nos defendimos y, al final, logramos lo que tanto anhelábamos: una victoria de nuevo. Queríamos deshacer el maleficio, volver a comportarnos como un equipo que pelea todo lo que puede, que intentar ser ordenado. Queríamos recobrar la confianza y demostrarnos que podemos… Así, además, rebasamos al Pina de Ebro en tres puntos y volvemos a estar por ahí, cerca del segundo puesto, que es nuestro objetivo para ascender.
Fue un partido trabado, sin brillantez, que se resolvió del lado del equipo que anheló algo más el triunfo. Fue una victoria del bloque. A ningún jugador se le puede poner objeción alguna. Los defensas estuvieron en su sitio, Pirri solventó su tarea con entrega, compromiso, actitud y buenos modales. E intentó cabecear varios córners peligrosísimos. Ahora tenemos 35 puntos. Y la próxima semana, con un montón de bajas de nuevo, sospecho que la de Diego, nuestro pulmón, nos enfrentamos al Movera. (En la foto, Diego a trompicones burla a un contrario).
PD. Ya está confirmado. Diego Rodríguez, nuestro mediocentro, ha sufrido fractura de peroné y tiene para varios meses. Quizá diga adiós a la temporada y también a su etapa de juveniles.
FRAGMENTO AMOROSO DE JULIO CORTÁZAR: 'RAYUELA'

"Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.
Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mi como una luna en el agua..."
Capítulo 7 de Rayuela, Julio Cortázar.
Dentro de unos días, en Borradores oiremos este fragmento del escritor argentino nacido en Bruselas. Esta pieza siempre me ha gustado muchísimo. Cortázar fue, desde los 17 años, una de las referencias más determinantes de mi vida. La foto es de Genevieve Taylor. Estos días acaba de cumplirse el primer cuarto de siglo de su muerte por contagio de sangre con sida.
SOL ACÍN: UN POEMA DEDICADO A SUS PADRES

POEMA DE SOL ACÍN
A mis padres, que me dejaron
con mi niñez cuajada y encendida
Me abandonasteis en la estela limpia,
sumergida en la luz, libre de manchas
y encendida en calor de sentimiento.
La protección se fue! La amamantada
fecundidad de giros y presencias
que aseguraba mis dorados pasos.
Desprendida quedé sobre la tierra,
rebasando las formas que me disteis
con mi embebido cabotaje abierto,
y ahora no sé volver o detenerme
para enlazar mi hondísimo reposo
con la encendida luz del sentimiento.
Hace unas semanas, la activa Fundación Ramón y Katia Acín, como se decía días atrás, anunciaba la aparición de unos poemas de Katia Acín que estaban en posesión de una amiga alemana. Katia era una poetisa casi secreta, aunque había publicado un libro en Ámbito: Hacia ese ámbito oscuro. Recuerdo una tarde de 1988 que pasé con ella: comimos en Casa Tena, hablamos de todo, de su vida, de su poesía, de sus padres (Conchita Monrás y Ramón Acín), y luego ya en su casa poblada de libros hablamos de la terrible historia familiar y de un sinfín de premoniciones. Aquella fue una de las entrevistas más conmovedoras que he hecho nunca. Sol Acín me contó cosas increíbles; era una mujer de una increíble sensibilidad, vulnerable, hasta el aire podía herirla, era una mujer llena de secretos inconfesables, una mujer envuelta en silencio y una tensa dulzura. La entrevista apareció en ‘El día de Aragón’.
SUSANA VACAS: PROYECTOS, MUESTRAS, LIBROS

Susana Vacas, artista multidisciplinar, expone en Huesca estos días y participa en una colectiva en K-Pintas. Recibo esta carta de ella, donde da cuenta de todo el proyecto. Y anuncia también que participa en un libro colectivo de Rolde, en el que colaboran trece artistas más, que se presentará en breve en Los Portadores de Sueños, en el que se rescata un texto de Sergio Algora. Concluye Susana Vacas: “Estoy tan contenta que quería decírtelo cuanto antes”. Aquí está casi todo:
LA ERA DE LOS INSECTOS DOMÉSTICOS
Danza la tarantela
con patas enmarañadas.
Ocho veces te mira: ojos
no le hacen falta.
Ocho veces te abraza:
cuéntale bien las patas.
¿Cuántos sustos
te habrá dado,
la tarántula?
Hay quien dice que es un lobo
cuando está entre las arañas.
Por mí que sea un cordero,
que baile el twist o la salsa:
prefiero que no me vea,
y no verla
—ni encontrarla.
ehhhhhhhhh!!!!!!!!! amantes del arte:
Inaguramos en la sala K-Pintas (c/doctor palomar 17) el día 20 de febrero a las 20h.
Se enseñará a cocinar cus-cus bereber y después lo comeremos con té con hierbabuena.
Estaremos hasta el día 28 en que cocinaremos tajin árabe con insectos.
La muestra es una colectiva de tres creadores afincados en Zaragoza: Sabir Hadi presenta sus insectos realizados a partir de objetos cotidianos; José María Clemente sus montajes “papirofléxicos”; y Susana Vacas esta vez coloca un par de instalaciones con presencia importante del corazón y los dientes…
Sugerente, ¿no?
Os esperamos para visitarnos en la sala K-pintas de la calle Doctor Palomar, 17, del 20 al 28 de febrero de 2009, en pleno barrio de la Magdalena de Zaragoza. (La foto corresponde a su exposición de Huesca, es de Víctor Ibáñez, fotógrafo del Diario del Altoaragón).
VICENTE LLORENTE: DOS POEMAS DE SOBREMESA

Hace algunos años, en 1997 creo recordar, hice un viaje a La Habana y Cienfuegos en un proyecto de intercambio cultural que organizaba El Silbo Vulnerado que dirige Luis Felipe Alegre. Fue mucha gente: compañías de teatro, cantantes, poetas, narradores, periodistas, etc. Y en aquel grupo de gente figuraba un joven cantante y compositor: Vicente Llorente (Alicante, 1973) que presentó varias canciones suyas, acompañado al piano. Uno de los mejores momentos de aquel viaje, y fue un viaje realmente bonito, fue cuando Vicente interpretaba ‘Puerto de cristal’. Vicente tenía entonces una hermosísima y dulce novia, Eva, que nació muchos años después el mismo día que yo: un 25 de agosto. Vicente y Eva siguen juntos, y han tenido un niño: Mario. Mario, creo que en homenaje a uno de los poetas más amados por Vicente: Mario Benedetti, al que le puso música Joan Manuel Serrat, Nacha Guevara y también Daniel Viglietti e incluso Ángel e Isabel Parra, entre otros.
Vicente es también poeta y editor. Forma parte de la editorial, con sede en Barcelona, Huacanamo. En su colección Alambique publica ‘Menú del día’, su primer poemario. Vicente vendrá a Zaragoza con Roger Wolfe, el poeta al que le acaban de editar su poesía reunida en el volumen ‘Noches de Blanco Papel’, en este caso en la colección Alambique. Copio aquí algunos poemas breves de Vicente Llorente. Dice de su poemario: “Poesía de sobremesa para intrépidos comensales. Paladares exquisitamente inquietos. Amantes de lo visual en el texto que leen primero la carta y después el precio. Amantes sin más, sin amor incluso. Reidores y roedores, salteadores de conciencias: Menú del día contra el sopor post-ingesta”.
EL RETRASO
Llegaba tarde a algún sitio.
Había preparado café.
El vaso quemaba por los bordes
y maldijo al lechero.
Su corbata estaba sucia
o era estampada.
Poco importa ya
si tenemos en cuenta
que el pasado se confunde con la nostalgia
y lo mejor para seguir vivo
es tener mala memoria.
DEJA VU
¿Recuerdas aquella luna tan roja después de un concierto
cuando la lluvia corría por tu cara y vimos nuestros
monigotes
el calor insoportable en la puerta del teatro Ferry
el agujero de la guagua y el bidón con fuego
para señalar la ruta
o aquella barca que nos llevó al castillo
la casa de Mario y tu sonrisa
el sabor de los besos
aquella canción
y tú?
¿Recuerdas
si éramos felices
o es ahora
cuando somos
un recuerdo?
Desconozco la historia de este poema de amor, pero hay cosas que me son reconocibles: el teatro Terry de Cienfuegos o el viaje en barcaza hacia un castillo encantado que había sido de los españoles en Cumanayagua. Fue un viaje en barca digno de las novelas de García Márquez, con una admirable y dorada luna sobre un mar incierto. (La foto es de Martin Schoeller).
MEDALLA PARA PEPA. Por CARMEN PUYÓ

El viernes, de la mano del ministro Corbacho, María José Cabrera, Pepa Cabrera, recibía la Medalla de Oro al mérito en el trabajo. Pepa Cabrera ha trabajado esencialmente en la COPE y también ha sido, y es, columnista de ‘El Periódico de Aragón’. Carmen Puyó, subdirectora de ‘Heraldo de Aragón’ y apasionada del cine y del universo de los espectáculos desde hace muchos años, le dedicaba ayer en la columna de contraportada esta columna espléndida, hermosa y absolutamente justa con los méritos, la entrega, la calidad humana y la profesionalidad de María José. Por eso le he pedido la pieza, esta ‘Medalla para Pepa’. (La foto es del Diario del Altoaragón).
MEDALLA PARA PEPA
Por Carmen PUYÓ
María José Cabrera recibió ayer la medalla de oro al mérito en el trabajo, una distinción con la que se premia “el mérito de una conducta socialmente útil y ejemplar en el desempeño de los deberes que impone el ejercicio de cualquier trabajo”. Periodista curtida en mil batallas, María José reúne esos requisitos y bastantes más. Hoy, más que nunca, María José es un ejemplo de lo que tiene que ser un periodista. Cuando pienso en su calidad profesional, no sólo me baso en el hecho de que haya sido una magnífica jefa de Informativos, o en que haya realizado para televisión una serie de entrevistas que habrían de servir de manual de estudio para aspirantes a periodistas, o en que haya dirigido programas estupendos. Su calidad profesional, además de esto, le viene de su dedicación absoluta a una profesión tan dura como absorbente, y tan apasionante, en la que ha puesto la cabeza y volcado el corazón. Una profesión en la que ha metido horas sin conocimiento, en la que ha enseñado a nuevas generaciones de periodistas la realidad de la profesión, en la que ha sido maestra y en la que ha cubierto una carrera intachable. Dedicada, honesta, leal, rigurosa, segura, preparada, competente. Muy competente. Y con otros dos valores que también se van perdiendo, humana y cálida. María José Cabrera podría haber triunfado en cualquier lugar y en cualquier medio. Hemos tenido la suerte de que haya sido en Aragón.
Una vez, hace años, María José me dijo que se crecía ante las adversidades. Es verdad. También sé que se ha batido en mil batallas. De todas ha salido más fuerte y con una sonrisa. Es un privilegio contar con ella.
MARCHAMALO: ENTRE LÍNEAS, CON PATRICIO JULVE

Hace unos días recibí un nuevo libro de Jesús Marchamalo, que tiene muchos seguidores en Aragón, desde Isidro Ferrer y Félix Romeo hasta Pepe Melero y Samuel Alonso. Y él, siempre tan afable, me ha enviado hoy esta bonita foto leyendo mi libro ‘Fotografías veladas’ (Xordica, 2008). Quería conocer algo mejor los secretos del fotógrafo Patricio Julve. Gracias, Jesús.
PENÉLOPE: OSCAR A LA MEJOR ACTRIZ DE REPARTO

Gregorio Belinchón firma, para ‘El País’, la crónica del Oscar que recibía anoche, hacia las cuatro de la mañana Penélope Cruz. La actriz de Alcobendas estaba rodeada de un círculo íntimo, formado por sus hermanos, por la actriz Goya Toledo y por el escritor, periodista y profesor Luis Alegre, que le gritaba ‘Vamos Penélope’. Copio aquí la crónica de Gregorio BELINCHÓN. Anoche me levanté hacia las cinco menos cuarto y vi los premios que recibían la película de Danny Boyle (el premio, cinematográficamente, es exagerado: la película es un cuento de hadas en clave de video clip, blandengue al final) y las de mejores actores: Kate Winslet, simpática, arrolladora y emocionada (llamó diosa a Meryl Streep), y el de Sean Penn, que recibió los elogios de su amigo Robert de Niro y las miradas cariñosas de la encantadora Robin Wright Penn, que le acariciaba la pierna mientras De Niro decía que era más que un actor, un hombre comprometido con su tiempo. En el discurso, Penn tuvo un recuerdo para Obama y elogió a su país y defendió el matrimonio homosexual. La foto de Penélope es de AFP.
EL OSCAR CORONA EL SUEÑO DE PENÉLOPE CRUZ
Gregorio Belinchón / El País
Durante una semana ha estado aguantando los nervios. Incluso en la alfombra roja aseguró llegar "muy tranquila", envuelta en un increíble vestido palabra de honor de Pierre Balmain, de sesenta años de antigüedad.
Pero llegó el Oscar a la mejor actriz de reparto [el primero que se concedió en la gala, alrededor de las 2.30, hora española] y la emoción. Penélope Cruz tomó ayer el relevo de Javier Bardem, y la madrileña de 34 años se convirtió en la primera española en conseguir un Oscar. "Estoy feliz, emocionada, contenta... he pasado muchos nervios en las presentaciones, lo de las cinco actrices ha sido precioso, me iba el corazón a mil por hora y cuando Tilda (Swinton) me ha mirado al abrir el sobre, pensaba que me caía redonda", ha afirmado la actriz en la rueda de prensa posterior a la gala. Penélope Cruz. "Tardé cinco minutos en mirarle a la cara (a la estatuilla); Pesa bastante pero no lo suelto", ha añadido.
En su discurso, en el que dio rienda suelta a todas sus emociones, recordó el talento de Woody Allen a la hora de dibujar grandes personajes femeninos, se lo dedicó a su amigo Pedro Almodóvar, "que me lleva en sus aventuras", a Bigas Luna, Fernando Trueba, quienes le dieron sus primeros trabajos, a Harvey Weinstein, el distribuidor en Estados Unidos de Vicky Cristina Barcelona, que con su habilidad promocional le ha dado el empuje definitivo para un galardón que merecía ya sólo por su talento. "A mis padres, a mis hermanos, a todos los que me ayudaron. Vengo de un sitio, Alcobendas, muy alejado de estos sueños. Allí veía el show". Y hasta el teatro Kodak ha llegado. Recordó la importancia de defender este arte, el cinematográfico, que está por encima de lenguas, y ya en castellano, remató sus 45 segundos de discurso, recordando a todos los que le ayudaron. "Y a los actores de España".
El premio le llegó de cinco ganadoras del premio de la academia: Eva Marie Saint, Tilda Swinton, Goldie Hawn, Whoopie Goldberg y Anjelica Huston, que fue la encargada de presentar a Cruz: "Bajo tu belleza se esconde el alma de una auténtica cometa", antes de decirle en español: "Muchas felicidades".
Su María Elena, la mujer neurótica por amor, fue uno de los más alabados personajes en la alfombra roja, la entrada al teatro Kodak que si el año pasado burbujeaba a favor de Javier Bardem, en esta edición estaba rendida a los pies de la madrileña. La primera en llegar fue Isabel Coixet, que la dirigió en Elegy, junto a los productores de Vicky Cristina Barcelona. "A mí me parecen de gran valor sus actuaciones, su paciencia en la promoción...". Weinstein recordó que llevan doce años como amigos "y tienen tanta suerte en España con ella...". Y confesó: "El cine también debería estarle agradecido".
El grupo de apoyo sentimental lo formaban Goya Toledo y Luis Alegre, sus mejores amigos, junto a su madre, Encarna Sánchez, y sus hermanos Mónica y Eduardo Cruz. "Vamos a gritar, a llorar. Es un ángel, y se lo merece", decía Toledo, mientras Alegre gritaba "Vamos, Penélope". Sus hermanos iban "con la piel de gallina", confesó Mónica. "Estamos muy felices, es un día especial, la segunda nominación...". Su madre apenas contenía las lágrimas, antes de que al recibir la estatuilla soltara las emociones. "Tiene un algo más indescriptible que la diferencia de los demás. Es la amiga soñada", remató Alegre, a quien le siguió sir Ben Kingsley, el compañero de Cruz en Elegy. "Siempre concentrada, siempre dando lo mejor. Soy muy afortunado al haber trabajado con ella.
Vengo con mi mujer y ella es tan fan como yo de Penélope".
Sus contrincantes, Taraji P. Henson (El curioso caso de Benjamin Button), Viola Davis (La duda) y Amy Adams (La duda) sólo tuvieron palabras amables para ella. Una arisca Marisa Tomei (El luchador) rechazó comentar el trabajo de Penélope, cosa que sí hicieron Angelina Jolie y Kate Winslet. Ambas pararon para dejar claro su apuesta por el talento de Cruz, por un premio, el de la gala, y que corona una increíble carrera de galardones.
En la alfombra roja, Cruz, que iba perdiendo la voz, confesó haber dormido bien, se mostró concentrada en divertirse y esperó disfrutar de la gala. Sabía de qué hablaba, porque hace dos años ya compitió, aunque como actriz protagonista, con Volver, de Pedro Almodóvar.
No sólo los cineastas se volcaron con la actriz. El tenor Plácido Domingo apuntó: "Penélope nunca se ha dejado ningunear. Es versátil, no se ha dejado manipular. Es una artista y no ha caído en la trampa de convertirse en actriz hollywoodiense". Y el modisto Valentino la definió como "una mujer sensacional, llena de glamour, y esta noche vamos a oír hablar de ella". Esta mañana, en Alcobendas, es probable que otra niña piense que los sueños se pueden hacer realidad.
Pedro Almodóvar declaró al conocer la noticia: "El Oscar de Penélope es el triunfo del talento, la ambición, la tenacidad, y unas dotes extraordinarias para la comedia. Y del valor de una actriz que se lanza de cabeza y sin paracaídas, con papeles muy arriesgados, a veces sin contar con apoyaturas dramáticas suficientes, como es el caso de la película de Allen, que ella suple con gracia, corazón y carisma. He llorado de alegría cuando he escuchado su nombre".
ANTONIO MACHADO: 70 AÑOS DE ÉXODO Y POESÍA

Ayer se cumplieron 70 años de la muerte en Colliure del autor de ‘Campos de Castilla’ en un forzoso exilio que siempre había rechazado
Antonio Machado -que falleció tal día como hoy, en 1939, hacia las cuatro de la tarde- jamás hubiera querido partir al exilio. Fue Rafael Alberti quien le recordó el avance de los insurgentes y le dijo que debía abandonar Madrid. Al hacerlo, con su madre Ana Ruiz y su hermano José, dejaba a su hermano Manuel, con quien redactó teatro a cuatro manos, y a su amante secreta Pilar Valderrama, Guiomar, que residió varios años en Zaragoza. Hacía no demasiado tiempo, García Lorca había sido fusilado en el barranco de Víznar y Antonio Machado (1875-1939) le dedicó una de las elegías más impresionantes de nuestras letras: ‘Muerto cayó Federico / sangre en la frente y pólvora en las entrañas’, dice.
La familia se trasladó a una torre en las afueras de Rocafort, muy cerda de Valencia, y allí, con su torpe aliño indumentario, su gabán raído, “físicamente arruinado pero intelectualmente entero” (tal como escribe Enrique Baltanás en ‘Los Machado’, en 2006), el autor de ‘Soledades’ permanecería quince meses, hasta abril de 1938. José Luis Cano escribió sobre su residencia: “Era un chalet llamado Villa Amparo, con dos pisos, terraza y un jardín con jazmines, rosales y limoneros, al borde del cual corría el agua de una acequia”. Su hermano José –que ilustraría su último libro, en prosa y en verso, ‘La guerra (1936-1937)’- diría que su “cerebro trabajaba con esa diafanidad y lucidez que le acompañaron hasta los últimos días de su vida”. Se tendía en la cama, fumaba sin parar, daba lecciones a sus sobrinas, y escribía cartas a algún amigo donde le hablaba de su “ruina fisiológica”.
De Valencia, Antonio Machado fue trasladado a Barcelona; se alojó unos días en el hotel Majestic y poco más tarde, él y su familia, se instalaron en la Torre Castañar, “un palacete con jardines y vistas al mar” de la duquesa Moragas. Algún tiempo más tarde, en contra de su voluntad, el periodista y escritor Corpus Barga lo acompañaría en su marcha al exilio. Eran los últimos días de enero de 1939. Corpus tuvo que explicar quién era para evitar que lo mandasen a un campo de concentración, y finalmente los Machado cruzaron la frontera bajo el aguacero. Colliure, y en concreto el hotel Bougnol-Quintana, será su último destino.
La dueña les concedió las mejores habitaciones. Antonio Machado se siente un derrotado, un hombre sin patria, y padece un infinito cansancio. El día 22 de febrero, cuando ya todo estaba prácticamente perdido, fallecía a consecuencia de una neumonía, que se complicó con una gastroenteritis. Su último retrato lo decía todo: era un espectro, la sombra de un hombre “desastrado y pobre”, el espejismo del poeta humanista y radical que escribió con una profundidad que aunaba el lirismo, la denuncia y la filosofía. Su hermano José halló en el bolsillo de su guadapolvo manchado un papel arrugado, con estos versos de caligrafía temblorosa: ‘Estos días azules y este sol de infancia’. Tres días después, falleció su madre Ana Ruiz, otra de las mujeres esenciales de su vida con Leonor y Guiomar.
Desde entonces, su tumba ha sido un lugar constante de peregrinación por todas las generaciones poéticas de la posguerra. Antonio Machado, modernista en sus inicios, recibió el influjo de Ronsard, de Fray Luis de León, de Rubén Darío y de Verlaine. Luego, se erigió en el poeta de Castilla y las soledades del alma, en el poeta del paisaje y del misterio, en el poeta del pueblo que se atrevió a cantar por todos. Y que, aún hoy, 70 años después de su muerte, lo sigue haciendo en sus versos y en el aire que se expande con su memoria.
DESPIECE
Ínsula y el escritor que desapareció
La revista ‘Ínsula’, en un número doble 745-746, dedica un monográfico a conmemorar la visita que hicieron un puñado de poetas y escritores el 22 de febrero de 1959 a la tumba de Machado en Colliure. Eran nueve: Blas de Otero, José Agustín Goytisolo, Ángel González, José Ángel Valente, Jaime Gil de Biedma, Alfonso Costafreda, Carlos Barral, José Manuel Caballero Bonald y el dramaturgo, escritor y cineasta zaragozano Alfredo Castellón. Lo más curioso es que Castellón ha desaparecido de la portada de esta entrega coordinada por Araceli Iravedra y presentada en Sevilla por la Fundación José Manuel Lara. Castellón “está indignado” porque la foto al completo había aparecido ya, en un número anterior. En algunos otros lugares, no sabían quién era el aragonés, no lo identificaban, y ese despiste también ha motivado un estupendo artículo de Ignacio Martínez de Pisón para su libro ‘Las palabras justas’ (Xordica). Por otra parte, el próximo día 24, Ian Gibson, biógrafo de Machado, hablará en la Diputación de Huesca sobre ‘Antonio Machado en el 70 aniversario de su muerte’.
CÁLAMO: GOYANES Y CÍA

Una librería es un punto de encuentro, el lugar donde se concentran los sueños, la morada de las palabras, la casa de todas las citas. También es el lugar donde se halla ese tesoro cotidiano y perfecto que es el libro. Como tantos otros tesoros de la imaginación y de los buenos oficios de la artesanía, nos acompaña, está ahí, nos tienta con sus personajes, con sus aforismos, con sus pequeñas historias que abarcan la vida o sus desvíos. Un día, la librería Cálamo –la embajada de cultura de Francisco Goyanes y alrededores- decidió echarse la manta a la cabeza y crear unos premios para los escritores, y por extensión unos premios para los editores, impresores, distribuidores y libreros, premios de los lectores, premios para la amistad y la convivencia. Los premios Cálamo se han convertido en un homenaje a la palabra, a la inmensa tribu que lee, a la riqueza plural. Cada librero es único y tiene su lugar en el mundo (como lo tiene, dicho sea de paso, José Luis Rodríguez: en uno de los peldaños de la escalera de Cálamo-San Francisco luce, dorada, una placa en honor del escritor, del lector, del amigo que llega al atardecer), y Paco Goyanes ha sabido crear un laberinto de complicidades que empieza en sus compañeros David, León, Ana, Marie, su hermana María José... Este año, sus clientes han distinguido dos espléndidos volúmenes: ‘Todos los cuentos’ (Tusquets), dibujados con lápiz de horror y fantasía, de Cristina Fernández Cubas y ‘Quien parpadea teme la muerte’, la primera novela de Knud Romer (Minúscula, en la foto), un descenso a los infiernos, un homenaje a su madre y un ejercicio de liberación cocinado a fuego lento. Goyanes-Cálamo reitera, año tras año, que el libro es una hermosa forma de felicidad, de lucidez y de tolerancia.
PREMIOS BÚHO DE LITERATURA

Me escribe Fernando Gracia, con estas buenas noticias:
Te paso la información sobre los premios Búho que hemos concedido este año en la Asociación.
Carmen Serna, por su obra poética.
Alfonso Fernández González, por sus ediciones de libros antiguos.
José Luis Orós, por sus libros miniados artesanalmente.
Libería "los portadores de sueños", por la originalidad de su propuesta.
Ana Ubé, por su labor al frente de la biblioteca de la Uned de Teruel.
José Mª Barceló, por su trayectoria de promoción cultural desde su puesto en Ibercaja.
La entrega se hará en fecha por designar, cercana al Día del Libro, en la biblioteca de Aragón. Si necesitas cualquier aclaración, no dudes en decírmelo.
Un saludo. Fernando.
Enhorabuena a todos los distinguidos. (La foto es de Lotte Jacobi. En efecto, como recuerda ángel Sobreviela, son Klaus y Erika Mann. Coloqué la foto de madrugada y no puse quiénes eran los retratados. Gracias, Ángel).
IGUANA IGUANA: UN POEMA DE XOÁN ABELEIRA

IGUANA IGUANA
(El cielo de las iguanas)
Entonces
Cuando aún yo no sabía
La longitud desmesurada que iba a cobrar mi lengua
Ni hasta qué punto las palabras podían crecer en ella
Digo que el cielo era un pequeño
Techo de uralita
Y que los samanes y los frutales que allí lo limitaban
Se erguían ditirámbicos mucho más allá
Hasta el lugar en que ellos mismos se perdían de vista
Gritando a dios adiós a dios
Y allí estaban las iguanas
Sus gravísimas frutas prehistóricas
Precipitándose de noche
Contra el techo de la chabola
Resonando en el ranchito
Las iguanas
Digo porque era un niño
Que el miedo tenía entonces la forma de un gran pavo
Huyendo sin cabeza
La del filo de la navaja de mi abuelo Manuel
Y la cuchara de misia Elvira
En los que ya resplandecía la sonrisa postrera
De la Azafata Muerte
Digo porque sigo siendo
Un niño
Que el miedo era
Un animal
Era el caballo de aquel indio envenenado
Que me acosaba en sueños
Trotándome trotándome
Y su gañán infeliz
Eran los murciélagos sedientos
Que bajaban a beber la tarde de mis ojos
Eran los perros militares y los propios militares
Perros
Era la serpiente tragavenados
En cuya tripa flotaba
Yo el universo
Como en un charco de orina
Eran los monos invisibles
En los ramajes invisibles
Y sus chillidos de agonía acongojando el valle
Pero era sobre todo
El miedo sobre todo
Eran las iguanas
El murmullo de las iguanas
El silbido de las iguanas
El crepitar menudo de las iguanas
En las ramas de los samanes
Chamanes
Allí tuvo lugar
Mi primer nacimiento allí
Ya sé que un día
La madre iguana abrió la boca
Y vomitó un huevo moteado
Que a duras penas rompí
Y del que aún hoy
Sacudiéndome la cáscara
Continúo alimentándome
Xoán Abeleira
*Poema, traducido al castellano por el autor, del libro Animais animais de Xoán Abeleira que aparecerá próximamente en Bartleby editores, la editorial del gran Pepo Paz. Esta foto de la iguana me la manda Abeleira, que también es fotógrafo y artista plástico.
ENRIQUE VILLAGRASA: UN SONETO EN RUSO

Написано для справедливости *Éste es un soneto de Enrique Villagrasa, poeta de Burbáguena con plaza en Tarragona, en el mismo puerto, que ha sido traducido al ruso. No entiendo nada de ruso, pero me parece bonito. La foto es de Jane Birkin, que actúa el próximo miércoles en Zaragoza.
Энрике Вильяграса
Стать сонетом в оправдание сонета,
В буре страсти, с ощущеньем жгучей боли
Встретить рифму, что не жмёт и нам позволит
С уваженьем говорить теперь про это.
Без усилий изнурительных поэта
Наш сонет себя поддержит идеально
И подскажет в новой роли, как реально
Для него добиться чистого квартета.
Гарсиласо и Боскан нас обучали,
Там Гонгора и Каррильо были доки,
Этим Лопе и Кеведо развлекались.
Мне известно, что и Йерро, и Моралес
Оправдать смогли рифмованные строки,
Им Бадоса с Ори тем же отвечали.
'LA VOZ DE GALICIA' EN EL QUIOSCO DE GARRAPINILLOS

Esta semana han ocurrido algunas cosas curiosas en mi casa:
-Hemos cortado nueve pinos del jardín y eso me ha afectado. Me gustaban los pinos que me hacían recordar los bosques de Galicia y aquellos días de vendaval, donde os rumorosos hacían sonar su arpa y su guitarra, y me invitaban a guarecerme y a aplicar mi oído sobre el musgo para oír el latido, el temblor de la tierra. Me gustaban los pinos por eso y porque forman parte de mi paisaje del origen. Los nuestros tenían la procesionaria y un día sí y otro también había una manada de orugas numerosas avanzando en bandadas o en hileras hacia todas partes. Además, los pinos estaban sobre la casa, y el azote de los huracanados vientos nos hacía temer lo peor.
-Dentro de un instante volveré a los entrenamientos del Garrapinillos juvenil con una sensación de extrañeza: después de muchos años, mi hijo Diego no estará por su lesión de peroné y Jorge anda con un insoportable dolor de espalda. Jugamos el sábado contra el Movera en casa con solo once jugadores. Sin posibilidad de cambios, de expulsiones ni de lesiones.
-Me ha llamado la siempre dulce Ana García Bragado. En la Fundación Ramón y Katia Acín preparan una pestaña dedicada a su tía Sol Acín, poeta y mujer de una sensibilidad exquisita, un mujer vulnerable y dulce a la que podía herir hasta el suspiro del aire. Escribió poemas, publicó en Ámbito y dejó páginas y páginas inéditas.
-Lo más sorprendente ha sido que esta mañana he ido a mi quiosco de siempre, el único quiosco que hay en Garrapinillos, el de Ana y el de Servando, compré varios periódicos –‘El País’ y ‘La vanguardia’, iba a comprar también ‘El público’, adquirí la película, eso sí- y vi entre el montón nada ni menos que la edición madrileña de ‘La Voz de Galicia’. No daba crédito a mis ojos, claro está. Jamás me había sucedido nada semejante. ¿Quién me va a creer que he comprado ‘La voz de Galicia’, el periódico de mi infancia, el periódico donde siempre soñé con colaborar alguna vez, en mi barrio, en Garrapinillos? Si le contara esto a Pepe Melero, se tiraría por el suelo de la incredulidad o llamaba de inmediato al cardiólogo Ángel Artal del soponcio. Pepe Melero felizmente ya no entra en este blog. Eso me ha permitido leer un reportaje sobre el voto de la finada Pilar Fernández, un artículo en gallego de mi querido Luis Pousa o la siguiente noticia ocurrida hace 125 años: “Abandono de hotel. Un francés que se hospedaba en uno de los más elegantes hoteles de Sevilla ha desaparecido, dejando en su habitación grandes baúles llenos de joyas, ropas y dinero. Se sospecha que ha sido víctima de un crimen”. Aunque la mejor recomendación era una que invitaba a consumir vinos higiénicos en la calle de Los Olmos, número 8, “al precio de 36 reales la arroba de 18 litros. No hay en la ciudad vino tinto común que mejore su clase”. (Me gusta mucho esta foto de Alfred Eisenstaed, tomada en París en 1963, a orillas del Sena).
ELENA MEDEL LEE Y COMENTA A JUAN MARQUÉS

PARA ENTRAR A VIVIR
Por Elena MEDEL
Una imagen resumiría la poética de Juan Marqués: la piedra que, arrojada al río, inventa círculos que se difuminan a los pocos segundos, pero cuya onda se expande hasta tocar la orilla. «Quiero una vida simple, junto a ti, / y después un abrigo. / Un agua que acaricie los gatos de tus pies», y late en sus poemas el gusto por lo sencillo, por un verso limado de pirotecnia, suministrado en la dosis exacta.
Sabemos que Un tiempo libre es el debut poético de Marqués, nacido en Zaragoza en 1980, pero su lectura lo desmiente: nos suena más a tercera o cuarta entrega, sabia, depurada, sin que un verso falte o sobre. «Adviertes que ya es tarde, / que se ha pasado el tiempo de los sueños / y que te da lo mismo. / Miras el lapicero. / Te pones a pensar en los viajes».
Igual que los pisos recién alicatados, esta obra está dispuesta para entrar a vivir: es un libro de amor al amor, a la vida, a la literatura, escrito por un muy buen poeta sin prisa para demostrárnoslo. ¿Melancolía, tristeza, tópicos? Sí, pero siempre felices, diferentes, entre Oriente y el proverbio, simbólicos y simbolistas: «Los perros del jardín atravesando / los dientes de la luz. / Trotan hacia mis manos. / Alegremente muerden».
Un tiempo libre. La Veleta / 64 páginas / 9 euros
La escritora y editora cordobesa Elena Medel, autora de ‘Tara’ (DVD) publica en Calle 20, denominada ‘La revista de la nueva cultura’, esta nota sobre el espléndido y maduro libro de Juan Marqués, ‘Un tiempo libre’ (La Veleta). La foto es de Alfred Eisentaedt.
CONCIERTO DE HOTEL EN PLAZA SALAMERO

(Plaza Salamero de Zaragoza
HOTEL en directo presentando los temas de su EP "La Suite de Marc Star".
Si te gustan T-Rex, Bowie, Dylan, Led Zeppelin, Burning o los Stones, no te pierdas la puesta de largo de una de las bandas de rock más en forma del panorama aragonés.
Rock and roll vintage.
www.myspace.com/hotelrockzaragoza
AUTORRETRATO DE HOTEL El rock no ha muerto y estos cuatro zaragozanos lo saben y están dispuestos a demostrarlo a guitarrazo limpio. Unidos por la convicción de que se puede hacer música en castellano sin alejarse de los postulados de los Stones y compañía, Hotel nos trae su decidida apuesta por el rock&roll vintage que no dejará indiferentes a quienes aman el guitarreo y los sonidos retro. Hotel es el glam-rock de T-Rex, los riffs adhesivos de Led Zeppelin, Keith Richards pedo, las gafas oscuras de Pepe Risi, las melodías que surgen en amaneceres con ojos líquidos, cuatro hombres de barra que no saben ni quieren bailar… Su primer trabajo en estudio se llama “La suite de Marc Star” y ha sido producido por el holandés Alan Roy Schenk - A.K.A. “Chino Loco” – quien ha sabido captar a la perfección la fuerza y la sonoridad natural del directo de la banda. Un directo que ya se ha podido disfrutar en citas y escenarios tan importantes como la carpa de Interpeñas de Zaragoza, el festival Anciles Directo, La Casa del Loco, la sala Bass Space o la Plaza de Toros de Zaragoza. (Hotel toca el jueves próximo en Borradores dos temas). La foto, creo, es de Javier Clos.
NAHIR GUTIÉRREZ DEBUTA COMO ESCRITORA INFANTIL

Fernando Valls, aunque esté en Berlín, siempre va por delante. Hace unos días comentaba el libro infantil de Nahir Gutiérrez, a la que yo conocí en una fiesta de Tusquets hace 15 años. Una fiesta en la que la vi bailar a ella, muy bien, desde luego, y también a la editora Beatriz de Moura, de sangre brasileña. Luego he coincidido en varias ocasiones con Nahir, que siempre es una mujer amable y que siempre insiste en que vaya, como integrante de la conexión aragonesa, al premio Biblioteca Breve. Solo he podido ir un par de veces. En Sevilla, me habló de sus hijos, de su marido y de una de sus pasiones secretas: las confituras y las mermeladas. Fernando Valls, el sabio de relatos breves, no tan breves y de toda la literatura universal en general (creo que su pasión, un poco menos conocida, es el teatro), da noticia de un libro infantil de Nahir. Copio su texto. Fernando Valls se ha convertido en una referencial fundamental de internet.
Por Fernando VALLS
Conocí a Nahir Gutiérrez hace un porrón de tiempo, cuando trabajaba en la editorial Tusquets. Luego, durante sus años en Seix Barral, hemos seguido en contacto. Eficiente y divertida, siempre es grato tratar con ella. Nahir no podía ser sólo buena en un oficio y un día u otro tenía que darnos alguna agradable sorpresa. Ha tenido el buen gusto de no escribir otra novela, y la elegancia de decantarse por un libro infantil, la historia de Hipólito y Serafín (Ediciones Oniro, Barcelona, 2009), la curiosa amistad entre un hipopótamo y un pájaro, con muchos mosquitos revoloteando alrededor, chinchando todo lo que pueden, cometiendo la felonía de no dejar que el bonachón de Hipólito pueda echarse la siesta con tranquilidad. El libro, además, como pueden empezar a apreciar en las imágenes, está muy bien ilustrado por Àlex Omist. Si en su faceta de escritora infantil, Nahir consigue ser sólo la mitad de buena que como responsable de prensa, ya pueden ir preparándose los niños aficionados a la lectura, porque se colará en casa de todos. Al final del libro, en la breve biografía de la autora, se comenta que "ha publicado dos hijos maravillosos y acaba de dar a luz su primer libro". Visto lo visto, tendrá que darnos muchos más, pues, a mí, es lo único que voy a reprocharle, esta primera salida me ha sabido a poco.
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EL CIGALA, JANE BIRKIN, LOS RÍOS: HOY EN BORRADORES

ENTREVISTAS: DIEGO EL CIGALA Y UNAI ELORRIAGA
REPORTAJES: JANE BIRKIN Y ‘EL PAPEL DE LA DIFERENCIA’: REVISTAS CULTURALES ESPAÑOLAS
PLATÓ: ANA AÍNSA Y PABLO MURILLO, AUTORES DE ‘CORRIENTES DE VIDA’ Y FRANCISCO ABADÍA
ACTUACIÓN: LA CHAMINERA: ÁNGEL VERGARA Y MARÍA JOSÉ MENAL
El programa Borradores recibe esta noche en el plató a la escritora y periodista Ana Aínsa y al fotógrafo Pablo Murillo, autores del volumen ‘Corrientes de vida. Cuaderno de viaje de los ríos de Aragón’ (Gobierno de Aragón), donde recorren la casi veintena de caudales que surcan el territorio, desde el Aragón, río de la montaña, hasta los ríos Matarraña y Guadalope, pasando por el Ebro, el Gállego, el Huerva, el Guadalaviar e incluso el Canal Imperial de Aragón. Pablo Murillo ha intentado captar la fuerza del paisaje bajo la cambiante luz de las estaciones y Ana Aínsa inventa una voz para cada río, de tal modo que el lector asiste a una especie de confesión o monólogo de cada caudal. Se ofrece una selección de las más de 600 imágenes del volumen.
José Francisco Abadía Álvarez, profesor e historiador, explica las claves de su trabajo ‘Ejea de los Caballeros en la Guerra de la Independencia’, en el que aborda, con todo lujo de detalles, las claves de este periodo en la población de las Cinco Villas, que contaba con unos 2.500 habitantes y un 3.5 % de ciudadanos vinculados con el clero. Abadía glosa la importancia de Palafox, algunos casos de picardía y deserción, la capitulación y los sucesivos estadios de Ejea como núcleo josefino, napoleónico, constitucionalista, etc. Abadía también habla de un importante proyecto cultural que es la revista ‘Ágora’, un auténtico foco de creación y de iniciativas culturales de Ejea.
El grupo La Chaminera, compuesto por Ángel Vergara y María José Menal, hablan de su último proyecto literario y musical: ‘La Chaminera entre líneas’ (Rolde), e interpretan dos temas del folclore popular: ‘El piojo y la pulga’ y ‘La gaiteta de Vilella’, una canción para títeres. Ellos abren y cierran Borradores.
Además, se ofrecen un reportaje sobre la cantante, actriz y directora de cine Jane Birkin, que presenta el miércoles 4, en el Auditorio de Zaragoza, su último disco: ‘Enfants d’Hiver’; el programa sorteará tres entradas entre sus espectadores. Ana Catalá conversa con Diego ‘El Cigala’, que ha participado en el Festival de Flamenco de Zaragoza, en la que el gran cantaor habla de sus inicios, de su trabajo con Fernando Trueba y de Bebo Valdés, de su atracción hacia la pintura de Picasso y de los secretos del cante. En vísperas de elecciones, el escritor vasco Unai Elorriaga nos acerca su mundo literario y defiende su libertad de creador por encima de todo. Y, por último, también se ofrece un reportaje sobre la exposición de revistas literarias que se exhibe estos días en la Biblioteca de Aragón: ‘El papel de la diferencia’, un recorrido por más de un centenar de cabeceras actuales y un repaso a las revistas de la II República, el exilio, del franquismo y la Transición.
Borradores. Realización: Teresa Lázaro. Ayudante de realización: Yolanda Liesa. Producción: Mamen Delpón. Producción delegada: Patricia Bertol. Redacción: Ana Catalá Roca. Aragón Televisión.0.15, de jueves a viernes. Redifusión en la madrugada de los viernes. Canal Satélite Digital, 97. La foto está tomada de 'El País'.
SERGIO DEL MOLINO PRESENTA 'MALAS INFLUENCIAS'

Sergio del Molino (Madrid, 1979), compañero de Heraldo (donde coordina con Ramón J. Campo el Heraldo Domingo), autor de una sección semanal de reseña de libros y columnista del ‘Muévete’, anuncia hoy en su blog la esperada presentación de su primer libro individual: ‘Malas influencias’ (Tropo editores), un volumen de relatos que me pasó hace un par de años y que revela su formación, su sentido del humor y de la sátira (en más de una ocasión ha sido muy crítico con Zaragoza), y su imaginación. Hace unos días, Sergio Navarro me decía que el blog que más le gustaba en el mundo era el de Sergio del Molino, donde hay de todo: política, televisión, literatura, viajes, complicidades, etc., y por eso lo llamó hace unos días Miguel Mena para que hiciese un retrato de él en su programa de fin de semana en la Cadena Ser. Escribe Sergio hoy:
Llegó el día, amiguitos. Hoy jueves, a las 19.30, en el Fórum de la Fnac de Plaza de España de Zaragoza, presentación de Malas influencias.
Se ruega asistir arreglado, pero informal. No habrá aparcacoches ni bellas azafatas sirviendo copas. Para colmo, los tres tíos que nos vamos a sentar en el escenario somos feúchos tirando a desgarranglaos, y es probable que para esa hora de la tarde acusemos cierto grado de etilismo que nos haga imprevisibles, soeces y de verbo incoherente. O no. A lo mejor tenemos el mal gusto de acudir sobrios al evento. He preparado un discurso muy breve, unos 600 folios a un espacio, así que no os dará tiempo de aburriros. Se ruega a las señoras que no lleven pamelas demasiado ostentosas en aras de una buena visibilidad del barbado autor y que los caballeros guarden sus estuchitos de rapé hasta que termine la ceremonia.
Nos vemos esta tarde, amiguetes.
PS: por supuesto que iremos sobrios, porque todo este sarao no es más que una excusa para irnos luego de borrachera por los antros de la Inmortal Ciudad.
TEXTO: ÓSCAR SIPÁN Y MARIO DE LOS SANTOS
Un psiquiatra cirrótico que no cree en las pastillas, la hermana de un terrorista esquizofrénico, la poeta Sylvia Plath planificando su propia muerte, la extraña cicatriz en la espalda de un anciano que luchó en la guerra, una vieja gloria de las letras encerrada en un piso con una pierna gangrenada, un desahuciado que se niega a salir de la cama, una diva aficionada a la masturbación, un ejecutivo incapaz de controlar la ira y un tal Federico Jogenzoler empeñado en cumplir la promesa de asesinato que le hizo hace treinta años a su amigo Gregorio.
Son algunos de los protagonistas de Malas influencias, un libro donde Sergio del Molino presenta unos finales de raza que aspiran a morir matando o a matar muriendo; seres inadaptados que se arrancan de la piel las palabras que forjan sus historias.
Un libro de intimidades y frustraciones en el que aletean sombras muy diluidas del realismo sucio americano.
“Por mi buen hacer de chico bien criado, nadie llegó a tiempo aquella mañana. Cuando la chica australiana leyó la nota «Llamen al doctor», lo único que pudo hacer el médico fue firmar el certificado de defunción. Así fue como supe que yo ayudé a suicidarse a Sylvia Plath.”
*Malas influencias. Tropo Editores. Salón de actos de la FNAC. Con la presencia de Santiago Paniagua, responsable de internet de Heraldo y uno de los mejores amigos de Sergio, y Óscar Sipán. Sergio del Molino también estará. La foto es del colectivo Anguila.
O CREADOR NO SEU OBRADOIRO: PACO PESTANA

Hoxe, na edición galega de ‘El País’, Xoán Abeleira inicia unha interesante serie sobre os creadores no seu taller. Mándame o texto completo sobre ese grande artista que é Paco Pestana. A foto é de Xosé Marra.
O CREADOR NO SEU OBRADOIRO
PACO PESTANA: O CAZADOR DE SOMBRAS
Xoán Abeleira
De raparigo, en Peredo, parroquia da Frairía, Paco Pestana endexamais saía da casa sen unha aguillada de abeleira. “Coma os zahorís que embalsaman pozos coas súas mans, agochando das fontes o seu rumor”. Alí, entre os penedos da montaña, “a miña mai aprendeume o xeito de tratar coas cobras. Cando batía cunha, tocáballe a cabeza coa galla, e a becha ficaba paralizada un intre. Asegúrocho! Non sei qué carallo terá esa arbore mais o certo é que funciona.” O seu outro pasatempo preferido era cazar mouchos. E dos mouchos -cousa lóxica- pasou ás tebras. “Deume por persegui-la miña sombra, si, pero endexamais a apresaba! Supoño que por iso, co tempo, devín neste cazador de sombras…”
Entrar no seu obradoiro de Lugo é coma entrar nunha mina. E velaí están agora: tódalas serpes, tódalas estantigas, tódalas criaturas fabulosas que, ó longo de tres décadas, Pestana enfeitizou. Aparentemente inmóbiles, si. Mais abonda con aloumiñalas un nada para que te chimpen ó cerebro ou te papen o corazón.
No noso refraneiro, “quita-la cobra da silveira coa man doutro” é sinónimo de “guinda-la pedra e agocha-la man”. Pero Pestana non é deses. Dende os días nos que, en efecto, traballou nunha mina; dende os meses nos que participou na Revolución dos Caraveis; dende aquel ano no que formou “unha comuna libertaria na época de Arias Navarro”, Pestana é o que é: “un francotirador” ben franco, cuxa mor aspiración “é sentirme unha boa persoa”. Alguén “que camiña coas pantasmas”. Un energúmeno no senso bíblico. “Un animal, unha besta sen aparellar: calquera cousa” agás un tipo falso. Ollo prá súa traza de forzudo de circo, de cosaco, de xogador de rugby, e imaxínoo traballando co machado ou a motoserra su un cachón de estelas incendiarias. Lembro algúns dos xigantes do XX: Brancusi, Maiakovski, Pollock, Char. Penso nos superrealistas, capaces de loitar a puñazos pola honra de Lautréamont.
A filiación de Pestana coas vangardas é obvia aínda que el se nega a falar de mestres ou influenzas. “En todo caso, de actitudes.” Para el, toda cousa e ser vivinte, toda manifestación da enerxía construtora e destrutora do cosmos é única. Poderiamos dicir, si, que as súas obras nos atraen coma os ídolos precolombianos, os poemas-obxectos de Duchamp ou as pezas de Niki de Saint Phalle. Mais de qué serviría iso? “De nada”, ten razón. O fundamental é abrirse en canal ante a Beleza e deixar que nos abrase. Por iso el mesmo rexeita definirse. “Porque evito calquera clasificación”. Coma moito, ó referirse a alguén co cal se identifica dalgún xeito sempre di: “Éche un puto apache!” Ou sexa: un salvaxe. Un guímaro. Un outsider. Todo o que el é.
Hai moitos Paco Pestana dentro de Paco Pestana, abofé. O Pestana labrego. O Pestana leñador. O Pestana filósofo. O Pestana performer. O Pestana artista. Mais todos son o Pestana poeta. A Poesía: o milagre “pró que sempre me preparei; mais en min bulían tantas cousas que, ó final, a literatura quedóuseme pequena”. A Poesía: “a mestura do insólito, das percepcións de carácter case paranormal coa propia biografía; trastorna-lo cotián para acada-lo extraordinario.”
Cruza-lo limiar do seu universo é máis ben como se internar nunha cova prehistórica. Se os xamáns do paleolítico recibían as súas visións no fondo das espenucas, Pestana, coma todo Rimbaud que ve, esculca as mensaxes que lle envía o inconsciente: o propio e o colectivo. Nese senso é un xamán. E todos eses espíritos que pacen no seu estudo son, nese senso, os seus animais de poder. Non as súas creacións, non: os seus aliados. Os tótems que achou nas súas viaxes do Aquén ó Alén.
“A arte ha de ser coma un animal”, afirmou xa Aristóteles. E o poeta -engadiu Hughes- anda á caza dos seus poemas-animais. Os territorios de Paco Pestana son dous: un interior e outro exterior. E o primeiro non pode enxergarse sen o segundo. Daquela, ó serán, o condutor de ánimas lévame ó seu concello. O San Cristovo transgresor “e outros raros coma min” formaron unha asociación para defenderen o patrimonio da zona. Cabo duns sartegos prerromanos constato o que el ignora: que a cabeza destes apunta ó oeste, os pés, ó leste, para que así os mortos fiten cada día o sol nacente, símbolo do renacemento. Logo, en Vilabade, na igrexa que hai “a carón do pazo do derradeiro vicerrei de México”, o escultor sinálame “uns anxos decapitados polo Tempo” ou por algún deses “reumáticos cerebrais” que, segundo el, “aínda teñen os miolos sen rozar”. Todo está preto da casa paterna onde el traballa ó ventimperio cando non o fai no obradoiro da cidade. Os seus materiais son “tódolos que me engaiolan”. As súas ferramentas, “tódalas que se adapten á miña man e á miña cabeza”: un ollo de furacán.
Percorrendo un deses carreiros nosos, incribles de tan fermosos, chegamos á capela de Soutomerille. A porta está forzada. Dentro, dous sartegos co escudo de Castroverde; restos de frescos; a cara dun Cristo naif; unha pía bautismal na que aniñan as loairas; mandalas de humidade. Fóra, “unha fiestra única na Península”, un catavís lambido polo sol. Secasí, o que Pestana quere amosarme “de verdade é un castiñeiro milenario”, o que realmente o conmove dese espazo druídico. “Fíxate: esta árbore leva tantísimo enraizada na terra que, máis que de madeira, parece feita de trollo.” Certo. Da metade para fóra, o cerne medrou dun xeito descomunal, conformando o animal tricéfalo que xa se adiviña nel, coma modelado en arxila. “Velaí tes xa a túa vindeira peza”, digo eu. E el, esmendrellado, dándome unha desas palmadas súas de fortachón bonachón, arrebólalle ás nubes: “Este castiñeiro… éche un puto apache!”
JANE BIRKIN: MUSA, CANTANTE Y ACTRIZ EN ZARAGOZA

Cuando se murió su ex marido Serge Gainsbourg en 1991, Jane Birkin dijo que no volvería a grabar. Lo dijo, y sus palabras se las llevó el viento. Jane Birkin siempre está ahí, con su pánico escénico, dispuesta a cantar. Su nueva gira y su disco ‘Enfants d’Hiver’ la traen a Zaragoza. Canta en solitario, casi siempre en francés, o a dúo, con Manu Chao, Brian Ferry, Caetano Veloso o la sofisticada Françoise Hardy. Canta composiciones que crean para ella o hace versiones de Tom Waits o Neil Young. Siempre está en el camino: no es aquella hermosa musa de los 60 y 70 que exaltaba el erotismo e invitaba a la pasión, pero tiene la belleza del tiempo sedimentada en su rostro y en su voz. Tiene la belleza trabajada de quien ha vivido mucho.
Jane Birkin le debe su fama a su elegancia de modelo de casi 1.80, a su descaro y a su belleza. Jane Birkin le debe su éxito a uno de los hombres claves de su vida, Serge Gainsbourg, y a una canción: ‘Je t’aime moi non plus’, que estrenaron ambos en 1969. Ese tema se convirtió en un himno sexual y sensual que estremeció el planeta. Los susurros lascivos conmovían a casi todo el mundo y también aquel ‘mon amour’ obsesivo. Pero había algo más: el mundo afrontaba una nueva libertad sexual y Jane y Serge eran, por otro parte, unos modernos. La bella y la bestia, la musa y el creador, dos rebeldes con causa, dos provocadores con acusado sentido teatral y glamur.
Jane nació en Londres en 1946. Es hija de un militar y de una cantante y actriz, Judy Campbell. Decidió seguir los pasos de su madre, y muy pronto se inició como actriz. Trabajó, y se desnudó, en ‘Blow up’ de Antonioni, que adaptó el cuento ‘Las babas del diablo’ de Cortázar. El compositor John Barry, su primer marido, la invitó a cantar. En 1968 se trasladó a París y se casó con Gainsbourg. Ocuparon páginas y páginas de primera plana, exhibieron y compartieron su talento, rindieron homenajes a la música de los 60. En 1980 se separaron, aunque siguieron colaborando en la música.
Jane Birkin, que había tenido una hija con Serge, Charlotte, inició una relación con Jacques Doillon, y tendría su segunda hija, Lou. No ha parado nunca. Ha publicado más de una docena de álbumes, ha hecho numerosas películas, incluso ha dirigido, como ocurre en ‘Boxes’, con Michel Piccoli y Geraldine Chaplin. Dice que, en el fondo, todo se lo debe a ‘Je t’aime moi non plus’. El miércoles día cuatro tenemos una cita con ella en el Auditorio de Zaragoza y con su último proyecto: ‘Enfants d’Hiver’. “Es mi álbum más personal, tengo una peculiar sensación de desnudez”, dice.
*Jane Birkin actúa el miércoles día 4 en el Auditorio de Zaragoza. Hoy, Matías Uribe publica una extensa entrevista, un bello ejercicio de mitomanía también, en el suplemento ’Muévete’ de Heraldo de Aragón. En la foto, Jane Birkin y Serge Gainsbourg.
UN EQUINOCIO DE CREACIÓN EN FARASDUÉS

El pintor y fotógrafo Alejandro Cortés anuncia la creación de una jornada de creación en Farasdués, el pueblo de sus padres y de la periodista y concejala Lola Campos, entre otros. Dice Cortés:
Estimados compañeros,
Me pongo en contacto con vosotros para informaros del Certamen de Creación Equiart. Equinoccios de Creación, que tendrá lugar el sábado 21 de marzo, comienzo de la primavera, en Farasdués (Zaragoza).
El primer Certamen de Creación en Farasdués con todas las disciplinas artísticas y creativas como protagonistas del comienzo de la primavera en el pueblo. Más de 100 destacados artistas, escritores, músicos, actores de todas las edades con todo el pueblo como escenario para crear. Cultura, arte, literatura y música en un programa lleno de actividades para todos!!!! El comienzo de la futura Colección de Arte Contemoráneo de Farasdués (CACF), el primer gran paso para consolidar un programa cultural Equiart en el pueblo que cada año apueste por la calidad y la innovación en diversas áreas creativas.
Os invitamos a compartir con nosotros este día para la creatividad en todas las disciplinas con un pueblo entero del prepirineo (50 habitantes viven en él en invierno) como escenario y taller de creación. Como creo que compartimos el espíritu de este proyecto, os adjunto toda la información del proyecto para que podáis difundirla si así lo creéis conveniente.
Adjunto además las bases para participar en el Certamen de Creación (4 premios de 1000 €), el concurso de pintura infantil y los concursos de pintura rápida y microrelatos juveniles con diversos premios. El plazo de inscripción finaliza el 2 de marzo!!!
Los interesados deben enviar: resumen biográfico, una muestra de la obra personal del participante (archivo, fotografía o extracto de texto), datos personales y fotocopia del DNI.
Más información en: www.equiart.es
Un fuerte abrazo
Alejandro Cortés
Director de Equiart. Equinoccios de Creación
*Esta preciosa foto de Eva Amaral, que acaba de recibir con Juan Aguirre el premio al mejor álbum del año, la realizó Toni Galán. Me parece una hermosa alusión a la creación.
PEDRO RÚJULA PRESENTA SU EDICIÓN DE LEJEUNE

Pedro Rújula es uno de los más interesantes y dinámicos historiadores de una generación intermedia, aún joven, que ronda y a veces rebasa los 40 años. Es un especialista en el convulso siglo XIX y también ha estudiado ampliamente el siglo XX. Es un gran conocedor de la historia local y de la fotografía y de la literatura de viajes. Esta tarde, a las 19.00 horas, en la biblioteca María Moliner del campus universitario presenta, acompañado con Carlos Forcadell, director de la Institución Fernando el Católico, el libro ‘Los Sitios de Zaragoza’ (Institución Fernando el Católico. Colección de Letras) del general y pintor Louis-François Lejeune (1775-1848), que alcanzó renombre como pintor de batallas y de paisajes, y pintó distintos episodios de las batallas napoleónicas. Lejeune escribió sus ‘Memorias’, que aparecieron con carácter póstumo, pero hacia 1840 decidió recapitular y hacer un inventario de sus experiencias más duras, o especial, y la encontró en Los Sitios. Lejeune hace recuento de la intensidad de la invasión y elogia el coraje de la población zaragozana. Estos días en la exposición sobre Los Sitios, en el palacio de Sástago, puede verse su obra ‘Episodio del sitio de Zaragoza: asalto al monasterio de Santa Engracia’, pintado en 1824.
LUIS GRAÑENA ENTRE LOS BRAZOS DE PILAR RUBIO

Escribe Alberto Aragón en su blog:
Rodeado por un nutrido grupo de amigos, entre ellos Luis Grañena, el autor de las caricaturas que aparecen en el libro, Marta Robles o Irene Villa, y por algunas de las protagonistas de su historia es como presentó ayer Alfonso Ussía su último libro, "Las mujeres del reino", en un céntrico hotel de la capital. Arropado en esta presentación por Esperanza Aguirre, Alfonso Ussía ha hecho un repaso pormenorizado de las mujeres más destacadas del panorama nacional, entre las que se encuentran Carme Chacón, Ágatha Ruíz de la Prada, la Duquesa de Alba, la reina Sofía o Arantxa Sánchez Vicario. La presentación fue cubierta por Pilar Rubio del programa "Se lo que hicisteis…”
A Luis Grañena ni lo invitaron al acto, como si las caricaturas se hubieran hecho solas. Debió ser un olvido. Se atrevió a ir y le ocurrió eso: Pilar Rubio, ojos de gata marina, abrazó el libro y las caricaturas a su cuerpo neumático. Grañena, que andaba estos días algo alicaído y maquinando nuevos proyectos, ha cogido una grandiosa inyección de moral.
RHONDA FLEMING: EL AMOR DE RAFAEL CASTILLEJO

Rafael Castillejo entra a comentar una nota sobre Jane Birkin. A modo de regalo, aquí le ofrezco una bella foto de Rhonda Fleming. Abrazos, señor Castillejo.
Bailar en aquel tiempo ‘Je t’aime moi non plus’ en un guateque con poca luz, tenía mucho más morbo que dedicarse al porno hoy en día. Lo que no podíamos entender era cómo se había casado con un tío tan feo. Encima, los chavales que devorábamos películas de romanos en cines de reestreno, conocíamos bien a Serge Gainsbourg por su papel de malo en ‘La rebelión de los esclavos’, donde la actriz principal era la bellísima Rhonda Fleming, una de mis primeras novias de la gran pantalla.
BUEN PARTIDO Y VICTORIA ANTE EL MOVERA: 5-2

Jorge Rodríguez Gascón, el número diez del Garrapinillos, el más menudo tal vez, quería comprarse unas botas de tacos de aluminio. El campo de San Lorenzo está algo resbaladizo después de ser regado y percibía que sus botas Nike 90, doradas y negras, zozobraba en exceso. Como le había sucedido en algunos encuentros a otros compañeros: recuerdo especialmente el partido contra el Zuera en el que Marcos parecía hundirse en el barro y en la imprecisión. Finalmente, tras buscar y buscar en Inter Sport y en Inter Zone, dimos con un par estupendo en Base, en Plaza. Ya de paso, casi por azar, vimos a la periodista Ana Aínsa, a su marido Francho y a sus dos hijos pequeños. La vendedora le dijo a Jorge que adquiría unas espléndidas botas, que sentaban muy bien en el pie y que eran las botas que usaban Leo Messi y David Villa. Ahí es nada.
Jorge Rodríguez Gascón ha estrenado hoy las botas. Su deseo era poder dedicarle la victoria y un gol al menos a su hermano Diego, que acudió al campo, puntual, con sus muletas.
Jugábamos contra el Movera, diezmado también tras el partido contra La Puebla de Alfindén. El Movera y nosotros nos presentamos con lo justito: ellos con once jugadores, entre ellos dos cadetes, y nosotros con doce, y el jugador número doce era Miguel ángel Gayoso, que debutó esta campaña –pese a su dedo herido- con un gol. Al margen de los expulsados y lesionados, Alex Navarro, Juan y Jaime se han ido de viaje de estudios a Niza, Venecia y Roma. Por aquello de los paralelismos, nosotros también contamos con dos jugadores cadetes: Diogo, el interior portugués que se ha incorporado al equipo hace tres o cuatro partidos, y Alex Fernández. Formamos de salida así: Stalin; Jorge David, Pirri, Alex Velilla, Aitor (que ya había cumplido sus dos partidos de sanción); Diogo, Mario Calvera, Adrián Serna, Jorge Rodríguez; Miguel y Alex Fernández. En el vestuario, el equipo se conjuró para vencer: se quería rendir un homenaje a Diego Rodríguez Gascón, el pulmón que ha sufrido rotura de peroné, y además se quería seguir ahí, mirando hacia arriba, con vistas al segundo puesto.
El campo parecía estar bien: ni duro ni resbaladizo. Con algunas calvas o pardas quemazones en el centro, pero correcto. El Garrapinillos se adueñó del partido desde el pitido inicial: el conjunto jugó con orden, presionó, y tanto Mario como Adrián Serna lanzaron el balón a las bandas. Alex Fernández estuvo especialmente incisivo, generó ocasiones, se desmarcó y tuvo varias oportunidades de gol, y casi lo mismo puede decirse de Miguel Garcés. Diogo penetró por su banda con mucha autoridad y peligro: centró bien, pero el gol no llegaba. Jorge Rodríguez adelantó un poco su posición de interior izquierda y buscó la banda izquierda y la línea de fondo con más profundidad. En una de sus penetraciones, centró con mucho peligro y el lateral de Movera marcó en propia meta. Poco después remató un centro desde la izquierda que no había acertado a cabecear Alex Fernández. Dos a cero. Poco más tarde, un poco antes de que se terminase la primera parte, el Movera realizó una estupenda jugada por la derecha, centró su interior y su ariete se adelantó muy bien a Alex Velilla y al arquero Stalin, que realizó un estupendo partido. Stalin está cada día más seguro.
En la segunda parte, ajustamos algunas líneas y seguimos. Apenas se había cumplido en primer minuto cuando Jorge Rodríguez lanzó un córner desde la derecha, cerrado y preciso, con rosca y al segundo palo, y marcó Mario Calvera, el capitán. El partido se esclarecía un poco. El Garrapinillos seguía atacando y generando ocasiones. Adrián Serna, reventado de correr y de trabajar a destajo (cuando estaba fresco puede decirse que casi hizo olvidar a Diego), pidió el cambio. Lo dejamos jugar algo más, y en una espléndida jugada dejó sentados hasta a tres rivales y chutó con la derecha ajustado al poste izquierdo: el balón golpeó en la parte interior y entró. Golazo. Adrián Serna es un jugador con carisma y con una calidad incuestionable. Poco después, salía entre aplausos y le reemplazaba Miguel Ángel Gayoso con el siete a la espalda, que ocuparía la demarcación de delantero centro con Alex Fernández. Hoy, como se ha visto en la alineación, jugamos con 1-4-4-2.
El Movera aprovechó un despiste defensivo y redujo diferencias con un disparo ajustado al palo derecho. El Garrapinillos siguió jugando con orden y con ambición, con sed de victoria. Miguel jugó un instante en el sitio de Adrián Serna, pero poco después sería Jorge quien se ubicaría en el puesto del doble pivote con Mario Calvera, que volvió a realizar un partido muy serio. Jorge lanzó otro córner desde la derecha y en medio de un barullo, donde pasó de todo (manos, empujones: el Garrapinillos cometió varias irregularidades en ese lance), Gayoso marcó el 5-2 definitivo.
El Garrapinillos jugó un buen partido. Sólido atrás, correctos todos, con momentos y salidas espectaculares de Eduardo Pirri, que trabajó a destajó y estuvo a punto de marcar. Alguien, detrás de mí, dijo que le recordaba a aquel líbero inolvidable del Real Zaragoza que se llamaba Radomir Antic en su primera temporada. Si flaqueó en algún instante en el juego defensivo Aitor en la primera mitad, llevado sobre todo por su incuestionable talante ofensivo, en la segunda parte se vino arriba y firmó un excelente partido en la zona de retaguardia. La media estuvo bien: combinó, abrió el juego a las bandas y sirvió balones en abundancia a los delanteros, que muchas veces fueron penalizados con rigurosos fueras de juego. Jorge jugó un gran partido, quizá fuese algo intermitente, pero puso finura, desborde, calidad y mucha precisión en los pases, y sobre todo en los córners. Diogo es un jugador que crece día a día: es trabajador, se atreve a desbordar y a veces es imprevisible: para los compañeros y para el rival, lo mismo centra que dispara con contundencia. Solo le falta aplicarse un poco más en tareas defensivas y no olvidar que es uno de los centrocampistas de esa empalizada de cuatro que colocamos ante el adversario cuando éste tiene el balón.
Arriba, Alex Fernández y Miguel estuvieron a buen nivel. Les faltó fortuna en el remate, fortuna, ambición, eficacia y algo más de intención, tal vez, pero el balance final es bueno. Jugaron un buen partido y abrieron huecos. Y de esos huecos y de su trabajo vinieron muchas ocasiones.
El próximo domingo nos enfrentamos al Stadium Venecia. Otro partido importante para seguir ahí, cerca del Juventud, que es segundo. Tras ese choque recuperaremos a nuestros centrales: Diego Cali, Marcos y Alfredo. (En esta foto de archivo, Pirri remata. Hoy jugó de central de nuevo y encontró huecos para irse hacia el marco contrario.)
CARLOS BARBOZA FOTOGRAFÍA LOS SITIOS Y LA SEO

Carlos Barboza, pintor, grabador y fotógrafo, inaugura el próximo lunes una doble exposición en la Real Sociedad Fotográfica de Zaragoza. Por una parte, un trabajo sobre La Seo y su entorno, su arquitectura, su paisaje y sus paisanaje, y otra con un espíritu semejante centrada en la plaza de Los Sitios, que es su homenaje personal a un lugar habitado, cargado de vivencias y de ciudadanos. En ambas, de vez en cuando, junto a los seres anónimos, aparecen amigos, conocidos, como sucede en esta foto que me resulta muy sugerente: la del fotógrafo y profesor Enrique Carbó y la de su hijo Nicolás, un joven ruso adoptado por Enrique y su mujer, la también profesora y fotógrafa Virginia Espá, estudiosa de la vida y de la obra de Juan Mora Insa, al cual le ha dedicado una tesis doctoral.
Carlos Barboza, en compañía de la pintora, fotógrafa y grabadora Teresa Grasa Jordá, mantiene el archivo de Aurelio Grasa, sin duda un legado excepcional que merecería una gran monografía y una exposición totalizadora. De momento, el inagotable Barboza trabaja a su modo en fotografía y también en pintura.
Carlos Barboza. Fotografías. Series: Los Sitios / La Seo. Real Sociedad Fotográfica de Zaragoza. Del 2 al 20 de marzo de 2009.
FRANCESCA WOODMAN: AUTOBIOGRAFÍA DEL CUERPO

He escrito aquí en varias ocasiones de la gran fotógrafa surrealista Francesca Woodman (1958-1981), que se suicidó a los 22 años. Ahora, en el espacio AV de Murcia, se ofrece una selección de 114 obras y seis vídeos inéditos de esta creadora enigmática y torturada que utilizó su propio cuerpo para su obra en un auténtico viaje hacia el placer, la tortura y el infierno más íntimo e inefable. Tomo el reportaje que publico hoy Roberta Bosco en ‘El País’. Esta foto lo dice casi todo. Impresiona.
ROBERTA BOSCO / Murcia
La mujer de la foto se intuye joven por la postura del cuerpo, el suéter informe y el pelo brillante que le cubre la cara. Su mano sujeta el cable del disparador, que el movimiento convierte en una varita mágica o en una espada luminosa. Autorretrato a los 13 años es la primera imagen que conocemos de Francesca Woodman (Denver, 1958-Nueva York, 1981) y la que abre la retrospectiva organizada por el Espacio AV de Murcia.
En ella se exhiben 114 obras, incluidas 20 imágenes y seis vídeos inéditos, es decir, prácticamente todas las que los padres de la artista han decidido divulgar de las 800 instantáneas que les dejó el 19 de enero de 1981, cuando -como ellos dicen- "abandonó la vida" tirándose de la ventana de su loft en el East Village neoyorquino para convertirse en una artista de culto. Ellos nunca hablan de suicidio y, aunque esa fue la versión oficial, aquella noche sigue envuelta en el misterio.
Si bien sus imágenes revelan una fascinación estética por la muerte y la decadencia, materializada en casas decrépitas, flores secas y paredes desconchadas, sus imágenes no sólo se mantienen ajenas a la desesperación que precede un suicidio, sino que rezuman vitalidad, energía, poder y ansia de experimentación. Hija de una reconocida ceramista y un fotógrafo, Woodman se formó en una de las mejores escuelas de arte de América y creció rodeada de intelectuales, entre su Colorado natal, Nueva York, Roma y la campiña toscana. "Su vida está toda en sus fotos, a pesar de que nunca son narrativas, ni siquiera cuando se estructuran como serie. Francesca se analiza, pero no se cuenta, ni se revela", afirma Marco Pierini, director de Le Papesse y comisario de la muestra junto con Isabel Tejeda, directora del Espacio AV.
Casi nunca enseña el rostro y experimenta con su cuerpo desnudo. A veces se mira con los ojos de una mujer y otras con el deseo de un hombre, pero nunca soporta estar fuera del encuadre, incluso en la célebre serie Charlie the model, considerada su obra maestra, no puede abstenerse de alcanzar el modelo delante del objetivo, dejando la cámara a una amiga.
Woodman tiene sólo 18 años, cuando pide al grueso Charlie posar de forma exhibicionista y se apropia del cuerpo masculino, poniéndose en escena desnuda, como una domadora con un oso doméstico: son sus fotos más subversivas y las que confirman su lejanía del feminismo ortodoxo y militante que se le quiso atribuir.
Sus padres tardaron años en metabolizar el dolor y sólo en 1986 organizaron la primera exposición. Los primeros años sólo exhibieron las imágenes que la propia Francesca había revelado y elegido, pero tras ver el interés que despertaban, accedieron a positivar nuevas piezas, aunque con cuentagotas. De ahí que las 20 imágenes inéditas, que se exhiben en Murcia, constituyan un evento excepcional.
ISABEL F. FERNÁNDEZ: LA CALIGRAFÍA DEL MISTERIO

Siempre me había interesado la pintura y los sueños de Isabel F. Echeverría. Las lunas, los peces, los árboles, el ámbito transido de misterio y de irrealidad de un bosque de fábulas donde todo es posible: la música del agua y del aire, el canto del urogallo oculto, la aparición de todos los fantasmas o de las mujeres de seda y sombra que regresan del trasmundo. Veía sus cuadros y pensaba cuentos para ellos. Los contemplaba en algunos bares, en los catálogos, en colectivas, en muestras individuales, y pensaba siempre que me gustaría ver un libro ilustrado por ella. Un manual de lunas: el relato del cierzo que peina las ramas de un roble en un plenilunio de asombros. O que me gustaría ponerles palabras a esas atmósferas tamizadas de ángeles invisibles o de espectros que acaban de pasar sin ser vistos.
Isabel F. Echeverría tiene un parentesco con la imaginación incontenible de su padre, el poeta y artista Antonio Fernández Molina, y es hermana de dos creadoras casi sigilosas pero constantes como Ester y Elena. El arte ha sido para ella como el viento que desordena los rosales. El arte le llegaba como la lluvia, el olor de los trigos o la brisa del mar, y le llegaba del mismo modo, como algo inadvertido, en forma de artistas que iban y venían con sus dibujos y sus lienzos, de poetas que traían un verso en los labios o un puñado de folios en el alma, de soñadores, de noctámbulos, de desasosegados, de navegantes que retornaban de ultramar con un baúl de delirios. El arte era un estado de ánimo, una presencia y un contexto. Ésa ha sido la envoltura permanente de su existencia. Poco a poco, aquella muchacha que construyó una casa de cuento con ventanas a la medianoche y que intuía el temblor de las sombras, fue creando su propio universo que podría resumirse así, tal vez: Isabel F. Echeverría pinta la alucinación sin drama. Como Alicia y el Reverendo Dogson, Lewis Carroll, ha traspasado el umbral de la realidad: ha visto el envés de las cosas y ha merodeado a sus anchas por el laberinto de la imaginación. Como Remedios Varo o Leonora Carrington se ha atrevido a descorrer los visillos de lo inmediato, y se ha internado por una región de maravillas, herida de color y de embeleso, donde germinan las imágenes, las narraciones fabulosas, las aves sonámbulas, las inquietantes presencias y los espejismos del atardecer.
Ahí ha fijado su residencia en la tierra. Ahí ha fijado su laboratorio de experiencias y de tentativas. Y esa forma de hacer cotidiano lo extraordinario se percibe en su taller. En los cuadros de las paredes. En los cuadros amontonados, en todas partes, pende un orbe mágico: alienta el flujo incontenible del delirio, se estremece el corazón del misterio. Reposan las imágenes de un Paraíso particular que es ajeno a la violencia, al espanto, al odio o a las turbulencias del azar. Ese Paraíso se ha construido retal a retal, pieza a pieza, con hermosura, poesía y una inefable añoranza. ¿Qué ha perdido Isabel en todos esos años en su nomadeo de sueños? ¿Qué territorios ha conquistado a lomos de su cabeza invadida de quimeras?
Para Isabel F. Echeverría la pintura es un cuento. O quizá al revés: los cuentos, con su esponjosa anécdota y su vergel de pájaros extáticos, se adueñan de su pensamiento, le brotan por todas partes y solo puede fijarlos en pintura. En grabado. En dibujo. Isabel F. Echeverría sí es una pintora literaria. Una pintora pintora de letras no escritas. Una pintora pintora que oye la narración del silencio y sus monstruos apacibles. Una pintora pintora que cuenta historias hasta que llega el alba como Scherezade, y esas historias están pobladas de sombreros y vestidos, de objetos, de símbolos, de gestos, de la sustancia alquímica de la ficción. Son historias que mezclan el desenfado, la magia y una incesante metamorfosis de formas y criaturas.
Isabel F. Echeverría tiene su propio estilo. También sucede con esta exposición que consta de óleos, técnicas mixtas y de collages. Aquí vuelve a estar la meticulosa ordenación de un mundo de hechizos, la caligrafía del misterio. A Isabel le obsesionan la luna, los celajes, el aire azulenco del edén, los orígenes de la vida, los pájaros que van y vienen de las secretas frondas de las montañas. A Isabel le fascina ese inverosímil mundo del circo: los contorsionistas, los payasos, los saltimbanquis, esas mujeres frágiles de cristal y emoción que atraviesan el aire o que se columpian entre nubes viajeras con la armonía exacta de la luz. A Isabel le atraen los fuegos secretos, los peces-maletas que esconden enigmas o cartas de amor para nadie, las cabezas preñadas de imaginación que parecen huir del papel, los extraños viajes hacia no sé sabe bien dónde, y ahí, en esa pieza titulada ‘El extraño viaje’, rinde homenaje a uno de sus personajes predilectos: el escritor y hombre-espectáculo Ramón Gómez de la Serna, domador de palabras. Detrás de la obra de Isabel F. Echeverría hay mucha literatura: el ya citado Gómez de la Serna, Georges Perec, Bécquer y los románticos europeos (Nerval, Lamartine, Byron, Goethe mismo), los vanguardistas, el postismo, el acerbo tradicional de los cuentos de siempre y de los cuentos que hemos interiorizado de ‘Las mil y una noches’. En la superficie misma de la obra de Isabel F. Echeverría hay mucha pintura y mucha ilustración: los renacentistas, Durero y sus deslumbrantes flores y plantas, que son puros milagros del trazo, el colorido oceánico de Matisse y de Gauguin, el aura metafísica de Hopper, los ecos del surrealismo y su teoría de los objetos, el gusto por el trazo de Joan Miró y esa inagotable y descarada libertad de Marc Chagall, cuyos personajes vuelan, sueñan, se zafan de los límites y convierten su vida y sus gestos en una libérrima prolongación de su voluntad.
La pintura de Isabel F. Echeverría es amable, lírica, intimista, poderosa en sensualidad y en mitología de ensoñación. Una greguería visual que desborda la convención de la realidad y funda un territorio soñado que también es metafísico e inquietante: los rostros están despintados, a veces no tienen ojos; los pájaros y las mujeres se asoman a los balcones del mar y al espejo de los lagos con desconcierto, con un estupor creciente, o absortos como el monje que se quedó embrujado, siglos y siglos, con el canto del pájaro.
La pintura de Isabel F. Echeverría resplandece con la luna y sus hogueras.
El extraño viaje de Isabel F. Echeverría se expone en el Torreón Fortea, que permanecerá abierta hasta el 15 de marzo. Ha quedado una exposición muy bonita. Éste es el texto que le he escrito para su catálogo.