Se muestran los artículos pertenecientes a Marzo de 2010.
MELENDO: JÓVENES Y GUAPAS

José Antonio Melendo me vuelve a escribir cuando empieza el lunes. Y me envía estas dos jóvenes bellezas de deslumbrantes ojos.
POEMAS DE R. VÁZQUEZ-PRADA

Ricardo Vázquez-Prada es periodista, narrador, poeta y cantante, que suele hacer versiones de Georges Brassens. Estos días acaba de publicar un libro de poemas, ‘Como el viajero herido’, y ha grabado diez temas para un álbum con su hijo Miguel Ángel Prada a la guitarra. Me envía tres poemas. El primero, de amor y erotismo, glosa un par de años de estudiante en Estrasburgo.
Tiemblas cuando recorro
la comisura de tus labios,
te estremeces cuando exploro
la piel turbada de tu cuello.
Ríes aún cuando te beso
quedamente en el oído;
no fue fácil conquistarte,
los primeros besos, la primera noche.
Lo compartimos todo
en la ciudad de piedra roja,
tarta de fresa en las esquinas,
besos furtivos, ansias secretas.
Quisiera oir el latido del mar en tu vagina,
el rumor del viento entre tus senos de ámbar,
esparcir mi semen presentido
en la pradera virgen de tus nalgas.
Abrasar la anémona turbia de tu ombligo
con un beso de amor desesperado;
llegar tan lejos en ese ciego abrazo
como el pecado de una diosa de fuego.
Añoro tu voz estremecida,
siento el fluir de mi lengua de arena
mientras derramo sobre tu piel dormida
la vía láctea de mi ciego instinto.
HE DE VIAJAR AL ALBA
He de viajar al alba
a la tierra baldía
en la que nada crece,
en la que nada espiga,
al olvidado yermo
en que mis manos de cera
no encontrarán más pulso
que la noche infinita,
ni una brizna de hierba,
ni un soplo de vida,
ni el arcano de un sueño,
ni una brisa perdida.
Cuando en la oscuridad
esa sombra me cubra,
se adherirá a mis huesos,
espectro de luz cautiva;
mi noche se hará más noche,
más cerrada, más oscura,
en mi habitación
de paredes desnudas.
Sé que al llegar el alba
con su túnica amarga,
me alcanzará el silencio,
el sabor de su espuma.
Llegaré hasta allí
con mis manos vacías
y en mi rostro no habrá
lugar para las lágrimas.
MAR OCULTO
Mar oculto
que escondes tu secreto,
¿has leído mi nombre
en la herida de los astros?
Estoy ante ti,
olas de esmeralda y fuego,
sin saber si la muerte
es condena o refugio.
¿Conoces acaso mi destino?
Esa fuerza que te impulsa,
¿es ciego corazón,
mirada inerte?
Quisiera acariciar con mi piel fría
tus escamas de nácar,
surcar la inmensidad de tus ausencias
sintiendo en mis entrañas
el latido destructor del viento.
Estoy frente a ti;
escucho el batir de las olas
contra las rocas de oro y algas
y me pregunto
por cuánto tiempo aún
las caracolas
entonarán su canto de desolación y muerte.
*Esta foto es de Amanda Zackem.
PREMIO PARA ADOLFO, ELENA Y CAJAL

Queridos amigos y amigas:
Cajal, el rey de los nervios ha recibido en FETEN 2010 el premio al mejor texto.
Desde Títeres de la Tía Elena, y también en mi nombre, os agradecemos el apoyo que habéis prestado para que estuviéramos allí.
Gracias.
Adolfo Ayuso
HOMENAJE A MIGUEL HERNÁNDEZ

La Biblioteca de Aragón
y
Olifante Ediciones de Poesía
se complacen en invitarle al Homenaje a Miguel Hernández en el Centenario de su nacimiento
Intervendrán Lucía Izquierdo (nuera del poeta), Ángel Guinda (conferenciante) y los actores y escritores Rafael Campos, María José Moreno, Geraldine Hill, Octavio Gómez Milin, Reyes Guillén, Ana Alcaraz, Inmaculada Marqueta, Carmen Ruiz, Aloma Rodríguez y, de la Asociación Aragonesa de Escritores, Manuel Forega y Luisa Miñana.
El acto tendrá mañana martes da 2 de marzo de 2010 a las 19,00 horas
Salón de Actos de la Biblioteca de Aragón
(Doctor Cerrada 22)
ZARAGOZA
Esta foto, bien se ve, es de Carlos Gracia Escarp y está tomada de temadictos.com. En ella, Serrat posa con Miguel Poveda.
Serrat canta a Hernández
Hace más de treinta años, Joan Manuel Serrat dedicó un inolvidable disco a Miguel Hernández (1910-1942), el poeta pastor de Orihuela que se había muerto en las cárceles del mundo tras escribir de amor, del hambre, del futuro imposible. Aquel disco contenía varios himnos, la fuerza telúrica del campesino y del combatiente, la melancolía inefable de quien ama la vida y se despide de ella de agonía en agonía. Serrat, que conserva imágenes imborrables del viejo pueblo de Belchite, de donde era su madre, ha grabado un nuevo disco con trece temas de Hernández, más íntimo. Un homenaje, y una reinterpretación, del poeta en su centenario. Serrat, que pasó algunos veranos en las Delicias e hizo la mili en Jaca, abunda en los asuntos clave: la guerra, el dolor de querer y de existir, la naturaleza, el cántico a la esposa (en la mejor canción del conjunto: ‘Hijo de la luz y de la sombra’, la que da título al álbum), el elogio a la condición de pastor en un tema logrado como ‘Las abarcas desiertas’, y se acompaña de la voz de Miguel Poveda, y abre otras vetas. El disco se oye con gusto, posee varios estilos musicales, algunos tan leves y aleteantes como ‘La palmera levantina’, y posee ese fraseo especial y trémulo del cantante. Resulta menos épico que el anterior, menos grandilocuente, pero expone con limpidez y suavidad el mundo lírico del escritor, lo expande y le da otra profundidad. Frente al poeta político y al guerrillero, el poeta hondo y variado, el ser doliente y martirizado y a la vez luminoso. Este martes, Miguel Hernández será homenajeado en Zaragoza, en la Biblioteca de Aragón, donde un conjunto de escritores y rapsodas se reunirán con Lucía Izquierda, nuera del vate, y pondrán voces a una voz que proclamó casi como una profecía: “Solo quien ama vuela”. O “Tened presente el hambre”.
*Este artículo apareció en ‘Heraldo’ en mi sección ‘Cuentos de domingo’. El retrato de Miguel Hernández lo realizó Antonio Buero Vallejo.
GONZALO ALONSO, AFM, GARGALLO, GUTIÉRREZ ARAGÓN, ASUN VALET... EN 'BORRADORES'

Actuación: El hombre azul y Gonzalo Alonso
Entrevistas en plató:Ester Fernández Echeverría, sobre Antonio Fernández Molina, Cristina Gil Imaz, sobre Pablo Gargallo
Reportajes: El mundo de Luis Eduardo Aute, la pintura de Asun Valet, Manuel Gutiérrez Aragón, novelista
Secciones: Los Elegidos de Borradores: Clint Eastwood, John Lennon, José María Andrés y Enrique Bunbury
El hombre azul, liderado por el cantante, compositor y profesor Gonzalo Alonso, interpreta dos temas en Borradores: 'Y Vuelo 76480', 'Un día perfecto ". Alonso, cofundador de Días de vino y rosas, habla de este grupo de pop rock, de su trabajo al frente del conjunto de Flamenco de La Querencia, Actuará que próximamente en la Sala Multiusos, y de su pasión por las bandas sonoras.
Antonio Fernández Molina, visto por Pascual Berniz.
Visitan el plató Ester Fernández Echeverría y Cristina Gil Imaz. La primera acaba de codirigir el documental 'Un poeta incómodo', Centrado en la vida, la obra y la Importancia del escritor, crítico y artista Antonio Fernández Molina. El documental, de una hora de duración, Se presentará próximamente en Alagón y está dividido en tres partes: las tres ciudades en que Vivió Fernández Molina, Guadalajara, Palma de Mallorca y Zaragoza. Cristina Gil Imaz presenta unos cuadernos didácticos de dibujos y pegatinas que se han Hecho en el Museo Pablo Gargallo, que dirige, para difundir juegos de Manera la obra del gran escultor de Maella. Cristina Gil Imaz explica qué se siente al Acudir Durante veinte años al Encuentro con la obra del artista en el Palacio de los Argillo y analiza su propia obra, relacionada con el diseño y las flores.
Además, Borradores Visita la exposición de dibujos, pinturas y cine de Luis Eduardo Aute, vinculada con el sexo, el romanticismo y el cuerpo, que se exhibe en el Centro de Historia, donde diez artistas aragoneses rinden homenaje También a sus obsesiones en el proyecto "Circo de auteómatas. La muestra está concebida y organizada por el grupo Artix. Márgenes Asun Valet, una pintora de inspiración lírica y abstracta, muestra su último trabajo en el Torreón Fortea: 'activos', un trabajo concienzudo próximo al arte oriental, la conquista de la belleza un Través de una senda al mundo de Kandinsky ya minimalista.
El realizador de cine y novelista habla de su novela 'La vida antes de marzo de Manuel Gutiérrez Aragón' (Anagrama), que gano el premio Herralde de novela. Gutiérrez Aragón Adopta un tono oral, próximo al de 'Las mil noches y una', para narrar en un moderno tren que no para nunca el encuentro de dos jóvenes, Martín y Ángel, que cuentan sus vidas, sus relaciones con magrebíes, su peripecia vital, repleta de secretos, desembocan en el terrible atentado terrorista del 11-M. Gutiérrez Aragón explica por qué deja el cine y alude a las películas que cree que Quedarán en la memoria del espectador, como 'Maravillas'.
El programa se completa con 'Los elegidos de Borradores', dedicados en esta ocasión a dos Consecuencias Las 'Biografías de Clint Eastwood y John Lennon, una una novela de Los Sitios de José María Andrés al disco y' de Enrique Bunbury.
Borradores. Programas Culturales de Aragón Televisión. Noche del miércoles al martes. A las 0,45 horas. , Canal Satélite Digital, 97. Imagenio, 182.
LORÉN Y ESQUILLOR AÚN SUEÑAN

Dos autores nonagenarios que sueñan
El novelista Santiago Lorén y el poeta rebasan los 90 años y son los patriarcas de las letras aragonesas, con Francisco Carrasquer
Santiago Lorén (Belchite, 1918) y Mariano Esquillor (Zaragoza, 1919) son, con Francisco Carrasquer Launed (Albalate de Cinca, 1915), los patriarcas de las letras de Aragón. Los tres son nonagenarios: Loren cumplirá pronto 92; Esquillor, 91, y Carrasquer, Premio de las Letras Aragonesas en 2006 y residente en Tárrega, 95 años. Los dos primeros viven en Zaragoza y han realizado en ella el grueso de su obra. Santiago Lorén ha sido un auténtico escritor profesional, periodista y médico ginecólogo que trabajó en hospitales y clínicas privados y públicos: en 1953 ganó la segunda convocatoria del Premio Planeta con ‘Una casa con goteras’, su segunda novela; la primera, ‘Cuerpos, almas y todo eso’ (1952), la leyó y la publicó José Janés y le envío una carta donde le preguntaba: “¿Está usted seguro de que nunca ha publicado nada antes?”. Con su segunda narración ocurrió una anécdota contada muchas veces por él y por su activa esposa Carmen Berdusán, que se presentó en la sede de Planeta con el manuscrito, pidió ver a José Manuel Lara, y le espetó: “Si en este galardón no valen las recomendaciones, ahí tiene la novela ganadora de este año”. Y así fue. Carmen lo ha sido todo para Santiago Lorén: la compañera, su mejor agente, la musa y su esposa, y también su segunda voz. Santiago Lorén la mira y asiente: “Llevamos 70 años viviendo juntos. Cuando empezó la Guerra Civil habíamos partido peras, pero cuando había avanzado el conflicto, mi padre, republicano atrapado en Híjar, me dijo que fuera a traerle noticias de su hermano Manuel, que desaparecería años después en Mauthausen”. Añade Carmen: “Es cierto. Vino a verme y ya no nos hemos separado”.
A Santiago Lorén ya le cuesta mantener una conversación, escribir y leer. “¿Qué dices, mujer? Como escritor yo siempre he pensado en quién me iba a leer. He intentado escribir para todos, y a mí me ha interesado mucho la realidad. Lo que ocurría. Como era médico me contaban muchas cosas que me servían para mis ficciones. Como escritor siempre he tenido en cuenta el humor. Más que ser cómico o gracioso, he intentado escribir con humor. Uno de mis escritores favoritos ha sido Wenceslao Fernández Flórez”, dice y mira, cerca del televisor, la pequeña escultura del Planeta. Musita: “Ahora ya no me salen muchos más nombres”.
Mariano Esquillor reside en la Casa de Amparo desde 1993. Se había jubilado de su oficio de albañil a los 60 años –“lo hice porque ya estaba casado de trabajar en las obras”, explica-. Años después se trasladó a la residencia de Predicadores 96 en compañía de su esposa, Fuensanta o Fanny, a quien le dedicó, entre otros libros, ‘Elegías a Fuensanta’. Esquillor es un hombre feliz, de hábitos fijos. “Vivimos juntos aquí siete años. Nos habíamos casado en 1948, el año en que nació otro gran poeta y amigo: Ángel Guinda. Tras su muerte, yo sigo trabajando: he publicado muchos libros, gracias sobre todo al editor Raúl Herrero, de Libros del Innombrable. Él me ha dado a conocer en España. Hace poco el poeta José Antonio Conde vino a ver y me trajo uno de mis libros. Me dijo: ‘Quería que me firmases este ejemplar que he comprado en una librería de Barcelona. Lo tenían en el escaparate’. Un cosa así se la debo a Raúl Herrero”. Mientras Santiago Lorén inició su carrera de escritor y se codeó con un sinfín de autores la posguerra española, en 1978 fue finalista del Premio Espejo de España con ‘Memoria parcial’ (Planeta, 1978), Mariano Esquillor tardó más en incorporarse a la literatura. Y lo hizo a través de diversas lecturas, Víctor Hugo le fascinó muy pronto y también Rabindranath Tagore, y contó con un maestro, que le servía de estímulo: Manuel Pinillos. “Él me enseñó cómo se cortaba el verso y a no alargarme ni en el poema ni en la frase. Una vez vino a casa, me preguntó qué estaba escribiendo y le enseñé un libro. Lo cogió, tomó un lápiz y lo corrigió entero. Tachó aquí y allá. Al final, le dije: ‘No lo quiero, Manuel, llévate ese libro. Es tuyo’. Me lo pidió de nuevo y borró todo cuando había anotado”. Mariano Esquillor dice que ha publicado en torno a 25 o 26 libros y que ha escrito 80. “Los tengo ordenados en cajas. Perfectamente. Sin embargo, cuando empezaba publiqué con Luciano Gracia mi primer libro, ‘Poemas internos’. Luego publicaría algunos más con él. Cuando lo vi editado, no me gustaron nada los poemas, y acabé arrojando al río Huerva todos los ejemplares, más de 300, en un paquete muy bien atado”.
Lorén conoció otros momentos de éxito y de impacto con libros de artículos vinculados a su oficio como ‘La Rebotica’ y ‘Diálogos con mi enfermera’. “Era un acontecimiento en los congresos médicos. Todos querían conocerlo y oírlo. Era muy famoso”, dice Carmen Berdusán, que fue galerista de arte y conserva una habitación con obras de ‘Pórtico’ y de la ‘Escuela de Zaragoza’, y Santiago sonríe. Declara: “Estoy satisfecho con mi vida. He tenido libertad para hacer lo que me gustaba, a pesar de pertenecer a una familia modesta”. Mariano Esquillor también es feliz: “No tengo resentimiento alguno. La ciudad me ha dedicado una calle de 51 metros, inmensa, y recibo homenajes y visitas de amigos de mis tiempos de albañil y de poetas. Además, no me aburro ni un minuto. Escribo tres poemas al día y dibujo. Y vivo feliz en Zaragoza, esta ciudad a la quiero como a mi madre. Ni pienso en ella ni temo a la muerte. A veces me digo: ‘Qué descansado me quedaré cuando me muera”.
DESPIECE
La vida y la carrera de Santiago Lorén y Mariano Esquillor han sido muy diferentes. Lorén ha publicado muchas novelas, ensayos, libros de medicina, colaboró con José María Forqué en los rodajes de la series ‘Ramón y Cajal’ y ‘Miguel Servet’ para TVE (a ambos personajes les dedicó sendas biografías), y escribió mucho en la prensa: en revistas médicas, en diarios como HERALDO, la edición aragonesa de ‘Pueblo’, de la que fue director, en ‘Diario 16’ y en ‘El Periódico de Aragón’. Recibió a Ramón José Sender en su casa, y fue su esposa Carmen quien le hizo alguna vez de taxista a él y a su acompañante Luz Campana de Watts. Mariano Esquillor era presentado por Antonio Fernández Molina “como el mejor poeta vivo de Aragón. Es un visionario”. Durante algunos años alternó la albañilería con la poesía, y ha publicado en distintos sellos. Considera que uno de sus mejores libros es ‘Desde la torre de un condenado’ y siente un cariño especial por ‘Columpio autobiográfico’. “Mi poesía es básicamente autobiográfica. Escribo de lo que vivo, de lo que sueño y de lo que oigo. El amor es un motor constante”.
*Mariano Esquillor, retratado en la Casa de Amparo por Carlos Moncín. Este artículo, con leves cambios, apareció el lunes en 'Heraldo de Aragón'.
CARLOS MONCÍN RETRATA A LORÉN

En el post anterior no he podido colocar la foto de Santiago Lorén. La pongo ahora, pequeña, tomada por Carlos Moncín el pasado viernes en su casa. En sus años en Calatayud, Lorén ejerció de médico ginecólogo y ayudó a venir al mundo al jefe de fotografía de ‘Heraldo’. Y también a Carmen Gascón, la madre de cinco hijos que vive en esta casa.
CAZADORES DE MONSTRUOS

MELUSINA PUBLICARÁ EN BREVE
‘CRIPTOZOOLOGÍA. CAZADORES DE MONSTRUOS’
Mantícoras, basiliscos, grifos, serpientes acuáticas, calamares descomunales, faunos, ogros y otros monstruos y criaturas inauditos pueblan las páginas de este ameno y riguroso ensayo. Desde la Biblia hasta nuestros días, el avistamiento de criaturas ignotas ha sido una constante. Pero ¿qué hay de cierto en todo ello? Hoy sabemos que los griegos enterraban como cadáveres de gigantes y héroes lo que, probablemente, no eran más que restos de animales prehistóricos extinguidos.
También ha quedado probada la existencia de calamares de hasta cuarenta metros de longitud en las profundidades abisales. Todo esto, y mucho más, constituye el objeto de estudio de esta joven y fascinante ciencia denominada «criptozoología», la ciencia de los cazadores de monstruos ocultos...
Rafael Alemañ Berenguer es licenciado en Química (Bioquímica) por la universidad de Valencia y en Física por la uned, es actualmente investigador, colaborador honorífico y doctorando en el departamento de Ciencia de Materiales, Óptica y Tecnología Electrónica, en la universidad Miguel Hernández. Es autor de diversos artículos y libros de divulgación, de entre los que destacan: Tras los secretos del Universo, Ciencia y Apocalipsis, Relatividad para todos, Física para todos, Evolución o Diseño, y Fronteras de la Realidad. Actualmente colabora como articulista y recensor (referee) en la revista Latin American Journal of Physics Education, en la revista Llull, así como en el PhilSci Archive y en la revista electrónica eVOLUCIÓN.
Melusina, vista por Russell Gilder.
ACTOR Y DISIDENTE: WILLY Y ORLANDO

EL ACTOR Y EL DISIDENTE
Por Daniel GASCÓN
El actor español Willy Toledo, en unas declaraciones que no tienen desperdicio, ha dicho que los “presuntos” disidentes cubanos “son gente que ha cometido actos terroristas contra el Gobierno cubano, actos de traición a la patria y un montón de delitos”. Siguiendo la prensa oficial de la dictadura, Toledo ha añadido que, por otra parte, Orlando Zapata no era ni siquiera un terrorista, sino un “delincuente común”. Y que la Unión Europea le tiene manía a Cuba; al parecer, hay “una especie de persecución obsesiva y paranoide contra el Gobierno cubano”.
La familia Castro tiene un país secuestrado desde hace 50 años y es desolador que todavía haya quien defienda un régimen aberrante y liberticida, además de anacrónico, ineficaz y corrupto. Ver cómo actúa la propaganda tiene cierto interés patológico, pero los argumentos que emplean sus defensores son intelectualmente nulos y moralmente repugnantes. Creo que posturas como la de Willy Toledo son cada vez menos comunes, aunque estos días he escuchado versiones algo más suaves de la misma explicación, que suelen alternar la calumnia personal de la víctima con la acusación falsa contra los regímenes democráticos: es decir, una estrategia que consiste en impedir cualquier argumentación seria, en distorsionar permanentemente la realidad, y en emplear unos tropos que uno casi espera: la OTAN, el embargo (“el bloqueo”), las cárceles españolas, y Guantánamo... Pero voy a centrarme en algo más concreto.
Orlando Zapata fue detenido tras un ayuno voluntario para pedir la liberación de unos médicos disidentes. Lo condenaron por "alteración del orden" y "desórdenes públicos"; al cabo de unos meses salió en libertad condicional. Volvieron a detenerlo en la primavera de 2003, y fue sentenciado a tres años de prisión. Luego, una vez en la cárcel, se declaró en rebeldía y sus condenas aumentaron hasta llegar a los 36 años de cárcel. Zapata inició una huelga de hambre para protestar por los abusos contra sus derechos. Poco antes había sufrido una paliza por la que habían tenido que operarle. Murió la semana pasada, tras más de dos meses en huelga de hambre.
Willy Toledo era un buen actor cómico que alcanzó un nuevo nivel de fama cuando se opuso a la guerra de Iraq en la gala de los Premios Goya en 2003. Su compañía de teatro, Animalario, realizó una sátira de la boda de la hija del presidente del gobierno, José María Aznar: tuvieron éxito y ganaron en 2004 el Premio Max al mejor espectáculo teatral y a la mejor producción. Su oposición a la guerra y su convicción vociferada de que las guerras –al menos en la que participa su país en este momento–siempre se hacen para contentar a las multinacionales no le han traído muchos problemas: por supuesto, nadie ha intentado frenar sus palabras, pero su postura antibélica y contraria a las corporaciones tampoco le impidió anunciar el videojuego World of Warcraft. Hace unos meses Willy Toledo apoyó con vehemencia a la activista saharahui Aminatu Haidar en el aeropuerto de Lanzarote, y criticó la actuación del gobierno español: hace unas horas ha pedido a Zapatero que deje de “joder” al Sáhara. Dice lo que piensa y critica libremente el comportamiento de las instituciones españolas, buscando en ocasiones la mayor visibilidad y efectividad.
Sátiras, protestas, parodias: Willy Toledo no habría podido hacer nada de eso si fuera cubano. Pensar por sí mismo y decir su opinión supondría arriesgarse a ser acosado, detenido o condenado. E incluso a morir. Quizá por las malas condiciones de la cárcel; a lo mejor, defendiendo sus derechos: ya sabemos que no habría sido el primero. Y después de muerto, no se libraría de un nuevo peligro: que un actor que disfruta de todas las libertades de la democracia (y de algunas ventajas del capitalismo) proclamase que los derechos del Willy cubano no son iguales que los suyos, y escupiera sobre su tumba llamándolo “terrorista”, o, despreciándolo como un ladrón de gallinas víctima de las malas influencias.
– Daniel Gascón
*Este artículo ha aparecido en el blog del escritor y traductor (acaba de aparecer en Alfabia su versión de ‘Mosquitos’ de William Faulkner) y también en el de ‘Letras libres’.
*La foto de Guillermo Toledo la he tomado de aquí: http://reservoirblog.files.wordpress.com.
CHRISTIAN PERIBÁÑEZ: 4 POEMAS

Mi soledad transversal
Más profunda que la vida
Planté un Raíz desnuda
mi presencia entre vosotros.
Soñaba con trascender,
escucharme sin escribir,
ser la chica en el puño del gorila.
¿Cómo confiar en tu magia
Cuando conozco tu repertorio
de abracadabras?
Mi despecho es retorcido,
la herida, superlativa.
Esta soledad es el precio de mi exilio,
de la elipsis infinita y la anemia en la memoria.
Crecen alfileres sobre mis pestañas
Y en cuanto cierre los ojos, me vaciaré.
Hoy, el perro se ha comido tus deberes.
Ayer bajaste por un tabaco.
Yo corrí a la puerta y volví a observar el mundo
a de una Través Mirilla:
PENSABA que si fuera del tamaño de una aguja
nada de lo suyo Podría hacerme daño.
Me recreo escuchando tu colección de portazos
y disfruto de Nuestra eutanasia como si fuera
un veneno exquisito y caro.
Tú, que fuiste nunca Capaz de CREAR nada,
engendras el dolor que me fecunda como una
explosión nuclear.
Te acuestas a la ventana o al filo de una copa
Porque en la calle hay voces que saben hacer
daño.
Prefieres su batallar contra Wondratschek y
Tribu reductora de palabras,
Aunque un día redujiste tu Vida a un símbolo
y te Aterro Tuviera Que esquinas.
Yo, en su orilla, sigo siento un boomerang tu sonrisa
Porque sólo "Jamás saldremos de este sótano"
y las fotos se arrugan sobre sí MISMAS
O se confunden con el color beige de la pared.
* Christian Peribáñez (Zaragoza, 1979). Del libro 'Cuando éramos reptil' (Resurrección. Comuniter) de Christian Peribáñez. [Las fotos son de Alexander Bergstrom, y las tres últimas de Cecil Beaton: Marilyn, Audrey Hepburn y Gwili André.] Mil disculpas. Hay un problema en el sistema que me disloca los textos, pero eso apareció ayer con errores esta nota.
NURIA RUIZ DE VIÑASPRE: POEMAS

EXTRACTOS DEL LIBRO ‘TABLAS DE CARNICERO’ (LUCES DE GÁLIBO 2010) Nuria Ruiz de Viñaspre (pág. 28) ¿por qué razón habrá el caballo de parecernos siempre desnudo y no el ganado vacuno? M. A. Ortega no la toquéis más no despellejéis la costumbre de su traje su cuerpo es hoy el tesoro que exprime la mano más cobarde esta res que yace a vuestro lado lleva su futuro despedazado en alguna pradera o calle bombardeada soltad sus pequeños trozos de carne saltando por los aires soltadlos (pág. 28) la sospecha de su muerte ni crece ni decrece la espera asfixia la propia ambigüedad del camino confuso de su boca su estómago reposa en el eje de una báscula y ahora toda ella es esfera acuosa de silencio es hora de contar la desesperanza de romper el hielo para diluir la espera de disolver otras redes de tortura ayer su cabeza predecía su huida pero ahora yace acomodada e inédita en esta balanza de imaginería antigua (pág. 46) ¿seguiremos comiendo hígado? dicen que es el órgano interno más grande y que puede llegar a pesar varios kilos dicen también que en cada cien gramos de hígado de res hay cuatro gramos de carbohidratos con una luna de cuchilla corva como una luna guillotina suspendida en aire tramaron el corte limpio en la oscura tarde ya lo hacía antaño el cirujano y como el carnicero —más mugriento— poda la carne en su jornada con ese acunado láser de cuchillo separaron limpiamente la carne de tu hueso para sazonar lo uno y degradar el resto pero recuerda que en esta tundra de hambrientas bocas tú eres lo que comes por eso por eso la osificación será siempre nuestra herida más elocuente (pág. 62) si los mataderos fueran transparentes, acabaríamos todos siendo vegetarianos Paul McCartney aquella vaca tenía la fuerza de un gran barco encallado en el océano enfermo de una vitrina y ahora ahora se extingue sola suspendida dentro de ese cristal en equilibrio pobre vaca ciega *La foto es de Martin Munkacsi.
GUILLERMO LÓPEZ: UNA CARTA

Desde hace dos o tres años, recibo de cuando en cuando llamadas y cartas de antiguos compañeros de estudios en la Universidad Laboral ‘Crucero Baleares’. Algunos me prueban a menudo que cambio los nombres y que los convierto en personajes literarios con pequeñas variaciones.
Hoy me ha escrito Guillermo López, que era futbolista y atleta, vive en Venta de Baños, trabaja de Químico en cementos Portland y tiene un hijo futbolista. Incluso me ha mandado una orla que yo no recordaba, donde he visto a muchos amigos de antaño: recuerdo, ahora, casi a vuela pluma, cuánto admiraba a Rioseras, el espeleólogo, y cuántas veces le decía que no podía acompañarlo nunca al fondo de una cueva por puro pánico y por temor a quedarme encerrado para siempre. No tengo ningún recuerdo gráfico de aquellos cinco años de Universidad. Ni una solo foto. Solo tengo algunos libros que compré en aquellos cinco años inolvidables donde lo descubrí casi todo: la música, la literatura, la amistad, casi todo salvo el amor. O, al menos, descubrí un desamor llevadero. Al menos, ahora, visto desde aquí, se me antoja llevadero…
*La foto es de Guillermo López. Reside en Venta de Baños.
Por cierto he visto en el blog que se recuerdan algunos conciertos en el salón de actos de la Universidad. Y a mí uno de los que más me impresionó, y creo que no es un recuerdo inventado (juraría que no: no fuese a ser un disco), fue cuando oímos el primer disco de Emilio Cao: ‘Fonte do Araño’. Es uno de los discos que más han marcado mi afición a la música y, de algún modo, mi infinito cariño a Galicia durante años.
OLIVE ANNE ALCORN

Acabo de encontrarme con este personaje, al que apenas conocía, y me ha deslumbrado su fotogenia y su belleza. Se llama Olive Ann Alcorn y fue una estupenda actriz que trabajó en ‘El fantasma de la ópera’, entre otros muchos títulos.
No sé a quién pertenecen estos retratos, pero en cuanto lo sepa, lo pondré al pie del post.
'BORRADORES', HOY, A LAS 9.30

Esta mañana, a las 9.30, Aragón Televisión redifunde ‘Borradores’. Ha quedado un programa muy variado y siempre es bonito ver actuar a Gonzalo Alonso, ex Días de Vino y rosas, que toca dos de sus mejores canciones.
Actuación: El hombre azul y Gonzalo Alonso
Entrevistas en plató: Ester Fernández Echeverría, sobre Antonio Fernández Molina; Cristina Gil Imaz, sobre Pablo Gargallo
Reportajes: El mundo de Luis Eduardo Aute; la pintura de Asun Valet; Manuel Gutiérrez Aragón, novelista
Secciones: Los elegidos de Borradores: Clint Eastwood, John Lennon, José María Andrés y Enrique Bunbury
El hombre azul, liderado por el cantante, compositor y profesor Gonzalo Alonso, interpreta dos temas en Borradores: ‘Vuelo 76480’ y ‘Un día perfecto’. Alonso, cofundador de Días de Vino y Rosas, habla de este grupo de pop rock, de su trabajo al frente del conjunto de flamenco La Querencia, que actuará próximamente en la sala Multiusos, y de su pasión por las bandas sonoras.
Visitan el plató Ester Fernández Echeverría y Cristina Gil Imaz. La primera acaba de codirigir el documental ‘Un poeta incómodo’, centrado en la vida, la obra y la importancia del escritor, crítico y artista Antonio Fernández Molina. El documental, de una hora de duración, se presentará próximamente en Alagón y está dividido en tres partes: las tres ciudades en que vivió Fernández Molina, Guadalajara, Palma de Mallorca y Zaragoza. Cristina Gil Imaz presenta unos cuadernos didácticos de dibujos y pegatinas que se han hecho en el Museo Pablo Gargallo, que dirige, para difundir de manera lúdica la obra del gran escultor de Maella. Cristina Gil Imaz explica qué se siente al acudir durante veinte años al encuentro con la obra del artista en el palacio de los Argillo y analiza su propia obra, relacionada con el diseño y las flores.
Además, Borradores visita la exposición de dibujos, pinturas y cine de Luis Eduardo Aute, vinculada con el sexo, el romanticismo y el cuerpo, que se exhibe en el Centro de Historia, donde diez artistas aragoneses rinden homenaje también a sus obsesiones en el proyecto ‘Circo de auteómatas’. La muestra está concebida y organizada por el grupo Artix. Asun Valet, una pintora de inspiración lírica y abstracta, muestra su último trabajo en el Torreón Fortea: ‘Márgenes activos’, un trabajo concienzudo próximo al arte oriental, al mundo de Kandinsky y a la conquista de la belleza a través de una senda minimalista.
El realizador de cine y novelista Manuel Gutiérrez Aragón habla de su novela ‘La vida antes de marzo’ (Anagrama), que ganó el premio Herralde de novela. Gutiérrez Aragón adopta un tono oral, próximo al de ‘Las mil y una noches’, para narrar en un moderno tren que no para nunca el encuentro de dos jóvenes, Martín y Ángel, que cuentan sus vidas, sus relaciones con magrebíes; su peripecia vital, repleta de secretos, desembocan en el terrible atentado terrorista del 11-M. Gutiérrez Aragón explica por qué deja el cine y alude a las películas que cree que quedarán en la memoria del espectador, como ‘Maravillas’.
El programa se completa con ‘Los elegidos de Borradores’, dedicados en esta ocasión a dos biografías de Clint Eastwood y John Lennon, a una novela de Los Sitios de José María Andrés y al disco ‘Las consecuencias’ de Enrique Bunbury.
Borradores. Programas culturales de Aragón Televisión. Noche del martes al miércoles. A las 0.45 horas. Canal Satélite Digital, 97. Imagenio, 182. Redifusión a las 9.30 de hoy sábado.
JULIA DORADO POR V. ALMAZÁN

Quería fotografiar a la viajera con una sombrilla, no renuncio a ello, y lo he hecho con una silla que en el final es igual.
Julia al cuadrado. Dorado en blanco y negro.
Texto y foto: Vicente Almazán.
Julia Dorado expone estos días en A del Arte, la galería de Mariano y Montse.
NERUDA: UN POEMA A TINA MODOTTI

Esta mañana repasé un instante la ‘Antología general’ de Pablo Neruda (Alfaguara / RAE y ACLE) y me encontré con este poema que el poeta le dedicó a la modelo, actriz, fotógrafa, enamorada y mujer de acción, Tina Modotti.
TINA MODOTTI HA MUERTO
Tina Modotti, hermana, no duermes, no, no duermes:
tal vez tu corazón oye crecer la rosa
de ayer, la última rosa de ayer, la nueva rosa.
Descansa dulcemente, hermana.
La nueva rosa es tuya, la tierra es tuya:
te has puesto un nuevo traje de semilla profunda
y tu suave silencio se llena de raíces.
No dormirás en vano, hermana.
Puro es tu dulce nombre, pura es tu frágil vida:
De abeja, sombra, fuego, nieve, silencio, espuma:
De acero, línea, polen, se construyó tu férrea,
tu delgada estructura.
El chacal a la alhaja de tu cuerpo dormido
aún asoma la pluma y el alma ensangrentada
como si tú pudieras, hermana, levantarte,
sonriendo sobre el lodo.
A mi patria te llevo para que no te toquen,
a mi patria de nieve para que a tu pureza
no llegue al asesino, ni el chacal, ni el vendido:
allí estarás tranquila.
¿Oyes un paso, un paso lleno de pasos, algo
grande desde la estepa, desde el Don, desde el frío?
¿Oyes un paso de soldado firme en la nieve?
Hermana, son tus pasos.
Ya pasarán un día por tu pequeña tumba,
antes de que las rosas de ayer se desbaraten,
Ya pasarán a ver los de un día, mañana,
donde está ardiendo tu silencio.
Un mundo marcha al sitio donde tú ibas, hermana,
avanza cada día los cantos de tu boca
en la boca del pueblo glorioso que tú amabas.
Tu corazón era valiente.
En las viejas cocinas de tu patria, en las rutas
polvorientas, algo se dice y pasa,
algo vuelve a la llama de tu dorado pueblo,
algo despierta y canta.
Son los tuyos, hermana: los que hoy te dicen tu nombre,
los que de todas partes, del agua, de la tierra,
con tu nombre otros nombres callamos y decimos,
porque el Fuego no muere.
PABLO NERUDA.
México, enero de 1942
Del poemario ‘Tercera residencia’.
UN CUENTO DE SANTIAGO GASCÓN

Para Adela Sluger Bohoslavsky, en su tierra prometida.
MOISÉS BOLDSTEIN
Por Santiago GASCÓN
Una noche más, Moisés Goldstein ve marchar la corriente del Hudson, como si se tratara de algo más que simple agua, como si no fueran millones de gotas de lluvia, sino un cuerpo oscuro que corre decidido a encontrar la bahía, del mismo modo que las lágrimas han buscado el camino de sus ojos, tantas veces, sin encontrarlo.
Hoy su llanto se ha abierto cauce violentamente. Se desbordó esta mañana en el Café d´Ángello, cuando todas las cadenas de noticias mostraban, una y otra vez, la cara de ese niño aterido de espanto en medio de un tiroteo en Jerusalén. Una bala ha destrozado los sueños, ha disparado las pesadillas contenidas de Moisés y le ha obligado a vomitar en la acera con la misma fuerza que su memoria arrojaba los recuerdos que tan bien había guardado bajo llave. Al descorrer la persiana de su relojería, el vidrio ha vuelto a mostrarle el rostro del miedo y desde ese instante no ha cesado de llorar, de escuchar voces y de ver caras que no quería ver.
Moisés Goldstein nunca fue salvado de las aguas, ni llegó a tratar con Dios cara a cara; pero sabe que alguna vez cruzó un océano y que erró durante más de cuarenta años por el desierto de la vida, buscando su tierra de promisión. Su tierra prometida en nada se parece a Canán, ni ha llegado a encontrarla en la próspera América donde se instalaron sus hermanos. Su tierra prometida tiene el candor de la leche y una mirada de miel, su tierra prometida se llama Hanna, a quien una vez, sólo una vez, pudo abrazar y besar.
Él sólo era un muchacho retraído al que se le amontonaban las palabras, un aprendiz de relojero sin horizonte. Comprendió pronto que la vida le había colocado a Hanna demasiado lejos de sus brazos y aún así, nadie se explicó que reuniera coraje para pedirle al viejo Kolberg la mano de su hija menor, ni menos que el padre se tomara en serio sus pretensiones.
Aceptó aguardar cuatro años, en los que se desposaran las cuatro hermanas mayores, en los que tuviera ocasión de prosperar en su negocio para ofrecerle el hogar que merecía. Cuatro años en los que contó los días y las horas con sus minutos en los infinitos relojes que multiplicaban la espera y, cada vez que pensaba en ella, un relámpago le recorría los brazos desatendidos.
Fue en ese tiempo cuando destrozaron las lunas de su comercio, las de cualquier tienda hebrea y le cosieron la estrella de David a su abrigo. Después, fue obligado a mudarse al gueto y no sintió ningún miedo porque, desde su ventana, podía observar, más de cerca, cómo Hanna encendía los atardeceres.
La fecha de su boda se había fijado para el final del Sawot, pero nunca llegó ese día, su sueño saltó en pedazos como estallaron los cristales aquel nueve de noviembre. Entonces sí se alarmó y cuando marchaban en aquel tren atestado de gente muda, pensó que se había detenido el péndulo de sus vidas. Para siempre se detuvo, aunque los relojes del taller se empeñen en seguir andando inútilmente y su cuñada observe, en cada Rosh Hashana, que los años vuelan cada vez más rápidos.
Todo eso lo recuerda, lo que vino después, no. No porque tenga enferma la memoria, sino porque decidió no grabar esas imágenes para poder seguir viviendo.
Hoy, los ojos de un niño palestino le han roto los diques y sus recuerdos han dejado de ser sensaciones sueltas, fotogramas mutilados. Ha vuelto a ver a todos sus parientes con los ojos afiebrados y convertidos en esqueletos vestidos a rayas, escucha a cada momento, los gritos de los militares y los culatazos, el sonido de las armas. Ha comprendido por qué siempre le despierta una bala cruzando la madrugada. Hanna, Hanna, Hanna, ya nunca podrás hablarme. Tiene ante sí otra vez esa pirámide de cadáveres y el humo negro saliendo de las chimeneas. Recuerda, ahora con todo detalle, unos tanques vomitando a aquellos hombres que hablaban ruso y, sobre todo, regresa a las orillas de su memoria, la imagen de haber estrechado entre sus brazos a su tierra prometida, a ese cuerpo de leche y miel que tan sólo era un montón de huesos al que los rusos pretendían dar sepultura.
Pero sabe que todo eso es un mal sueño, una pesadilla insana que quiere volverle loco. El número de su muñeca no es ninguna alucinación, lo lleva marcado en la piel, igual que las reses - AU-3821-M -, por eso ha vestido siempre camisas largas, porque no le gusta que sus clientes se le queden clavados con la mirada humedecida, como si no pudieran ofrecerle nada más que compasión.
No, Moisés no recuerda, nunca ha querido recordar el tiempo de las plagas. Sabe, eso sí, que atravesó el mar, aunque no pueda ofrecer pruebas de si fue en barco o a pie; y que su hermano David y Hëide, su cuñada, se han ocupado de él hasta la fecha, permitiendo que trabaje en el taller y se siente a la mesa cada noche para dar gracias a Dios por el pan.
Sus hermanos descolgaron los espejos de la casa y de la tienda, para que Moisés siga siendo, por siempre ese muchacho taciturno que todavía vive en el gueto atento a espiar los movimientos de Hanna. No hay aparato de televisión, no llegan los periódicos y sólo hablan de temas intrascendentes, porque saben que el tiempo se detuvo, para siempre, en ese ser.
Pero esta mañana Moisés quiso desayunar en D´Ángello, y sus ojos quedaron atrapados en las noticias, en las imágenes de un tiroteo, en una bala que hería para siempre los sueños de un niño, y vomitó en plena calle, y a su conciencia afloraron las más terribles pesadillas, y apenas reunió fuerzas para levantar la persiana y ver a ese anciano de pelo blanco que lloraba frente a él.
Moisés Goldstein observa en la oscuridad la masa negra del Hudson, sabe que todas sus lágrimas se fundirán para siempre en el río, lo decidió al ver que la luna del comercio le devolvía la imagen de ese viejo asustado y hubiera deseado que estallaran los cristales, y no esa cosa extraña que se ha roto tan adentro, haciendo que su vida salte en mil pedazos. Hanna, Hanna, Hanna… ya nunca podré besarte.
No está triste, no está más triste que otras noches, siente próximo ese país de leche y miel que se llama Hanna. Confía en que ella, convertida en la hija del faraón, lo rescate de entre los juncos y le entregue las caricias y los besos que la vida le ha robado.
DOS FOTOS MÁS DE IOSIF BADALOV

Esta foto -y la del post anterior dedicado a un cuento del escritor de Mallén Santiago Gascón, autor de un personal libro de relatos, ‘Manila’ (Xordica)- pertenece a un deslumbrante fotógrafo ruso Iosif Badalov, del cual he hecho ya otra entrada exhaustiva de fotos.
No sé mucho más de él, pero he visto su trabajo y es espléndido, tanto en blanco y negro como en color.
1978, ZARAGOZA: FOTO DE VERANO

Recibí otra carta de Guillermo López Pérez, de Venta de Baños (Palencia):
Cuando acabé en La Coruña fui un año a la Universidad de Alcalá de Henares para hacer Telecomunicaciones. Solo aguanté ese año. Después fui a la mili, donde hice el CIR en Zaragoza (que contradicción, yo fui a la mili y tú huyendo de ella…) y después a Jaca. Acabada la mili, me vine a mi pueblo, Venta de Baños, trabajé en varios sitios y finalmente entré en mi empresa actual, donde llevo 24 años.
*Guillermo ha colgado en el blog de la Universidad Laboral de 1973-1978 una foto que yo no recordaba y en la que me ha costado reconocerme. Lo más gracioso es que esa foto está tomada en junio o julio de 1978 en Zaragoza. Meses más tarde, me trasladaría yo a orillas del Ebro. Y no solo eso, Guillermo ha colgado una grabación, con un montaje fotográfico, de uno de mis temas preferidos: ‘Fonte do Araño’ de Emilio Cao.
DIÁLOGO CON GRACIELA DE TORRES

Hoy se celebra el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. La profesoray realizadora Graciela de Torres (Zaragoza, 1977) habla del cine, de sí misma, de su tiempo y del gran momento del mundo audiovisual en Aragón.
¿Cómo está el cine dirigido por mujeres?
Todavía resulta extremadamente chocante ver que el cine dirigido por mujeres es una pequeña minoría dentro de un gran sistema. Como ejemplo más ilustrativo tenemos los premios Óscar, donde sólo han obtenido el "Óscar a la mejor película extranjera" dos mujeres, Marleen Gorris (Antonia's line, 1995) y Caroline Link (En algún lugar de África, 2002), y es ahora en 2010 cuando una directora, Kathryn Bigelow (En tierra hostil), parece tener claras posibilidades de conseguir el "Óscar al mejor director". Mejor paradas salen las estadísticas en los Goya, ya que han sido reconocidas como mejores directoras Pilar Miró, Icíar Bollaín e Isabel Coixet, pero aún así, en más de dos décadas de festival, siguen siendo resultados demasiado desproporcionados.
Kathryn Bigellow, directora de En tierra hostil.
A pesar de todo, en el panorama internacional destacan directoras de cine sumamente interesantes, que nos hacen augurar un futuro prometedor para las cineastas; valgan como ejemplo algunos nombres, entre otros muchos, como el de Lucrecia Martel (argentina, de quien estoy deseando ver su próxima producción, El eternauta), Claudia Llosa (peruana, La teta asustada, 2009, nominada también al "Óscar a la mejor película extranjera"), Courtney Hunt, (estadounidense, Frozen River, 2008), Sophia Coppola (estadounidense, Lost in translation, 2003), Miranda July (estadounidense, Tú, yo y todos los demás, 2005), Samira Makhmalbaf (iraní, A las cinco de la tarde, 2003), Keren Yedaya (israelí Or, mon trèsor, 2004), Annemarie Jacir (palestina, La sal de este mar, 2008) o la española Isabel Coixet, que también ha destacado en la realización de spots publicitarios.
Claudia Llosa, autora de La teta asustada, en el centro.
Por lo general estas realizadoras crean películas sobre mujeres que expresan su realidad, a veces como reflexión, a veces como denuncia.
¿Estamos en un buen momento, es distinto a otros? ¿Qué líneas se siguen, qué estéticas son las dominantes?
Donde creo que se está viviendo un gran momento para el cine realizado por mujeres es en la actualidad aragonesa. Tenemos nombres que ya están consolidando una importante trayectoria profesional, de entre los cuales estaría a la cabeza Paula Ortiz, pero también hay otras directoras que se han hecho notar en el panorama nacional como Pilar Palomero, Pilar Gutiérrez, Marta Horno, Irene Bailo, Noemí Lana-Renault, Sonia Llera, Miriam Reyes o Laura Sipán; Vicky Calavia, programadora y activista del cine aragonés también ha dirigido, o María Rubio, que además de realizadora, es directora del O’buxo, festival ya consolidado.
No olvidemos también que las Productoras aragonesas y Aragón Televisión están llenas de grandes mujeres profesionales en la parte técnica del lenguaje audiovisual, donde destacan las realizadoras Teresa Lázaro, Yolanda Liesa, Rocío Ibarra o Irene García.
Contamos además este año con el estreno del "I Festival Aragonés Cine y Mujer", que se celebrará en Andorra (Teruel) en mayo, y la casi inmediata "Muestra Internacional de cine realizado por mujeres", que tiene sede en Zaragoza, Huesca y Teruel, y ya va por su XIII edición.
¿Cuál sería tu propio camino, tu poética de realizadora?
En mi adolescencia, el cine que me sugirió por primera vez una lectura 'activa' de su lenguaje fílmico estaba hecho por mujeres: fueron Jane Champion (neozelandesa, Un ángel en mi mesa, 1990, El piano,1993) y Sally Potter (inglesa, Orlando, 1992) las directoras que me conmocionaron.
Fotograma de Hiroshima, mon amour, de Resnais. Con guión de Duras.
En la actualidad creo que influyen mucho en mí Agnès Varda, por su lenguaje documental o Marguerite Duras, por hacer trascender la relación entre el cine y literatura. Me interesa especialmente el cine experimental, pienso mucho en una de sus precursoras, Maya Deren, así como en una de sus herederas, Peggy Ahwesh, cuya adaptación de Le mort de George Bataille (The Deadman, 1990) me ha impresionado mucho. De entre las experimentalistas españolas, destacaría también mi interés por Laida Lertxundi.
Ahora toca ir a la próxima Muestra de Cine realizado por mujeres donde seguro encontraré nuevas influencias, que empieza, entre otros nombres, con el de la estadounidense Barbara Hammer.
ALBERTINA AZÓCAR DE CHILE

Un día cayó en mis manos ‘Confieso que he vivido’ de Pablo Neruda. Y me impresionaron su vocación de escritor, una aventura de amor en el pajar, de noche y con una misteriosa mujer madura, y su ir y venir como cónsul. En la Biblioteca de la Universidad Laboral de A Coruña, alguien me descubrió un magnetófono portátil, que te dejaban llevar a casa tres días con un par de discos de vinilo. Miré lo que había y descubrí una grabación de los ‘Veinte poemas de amor y una canción desesperada’. Para entonces, Chile ya empezaba a entrarnos en la sangre a través del canto general de Víctor Jara, Quilapayún e Inti Illimani. Neruda era una referencia inexcusable para todos. Y para mí, con su voz lenta y cadenciosa, de inefable melancolía aguardentosa, sería una revelación. Aquel fue un libro y un disco especial, maravilloso, el cántico de la adolescencia con su abanico de fatalidad exagerada. Sonó muchas veces aquella voz, sonaron aquellos versos, mientras caía la lluvia y se enrabietaba el mar. Luego, hallé una correspondencia de Neruda con una mujer estilizada y elegante que se llamaba Albertina, Albertina Azócar, y que inspiró aquellas composiciones. Yo también me enamoré de aquella mujer que paseaba por Valparaíso con la displicencia desdeñosa de un ángel de Giacometti. Aparece una ‘Antología general’ (Alfaguara) de Neruda y la he abierto por uno de aquellos versos que Neruda pronunciaba con su voz arrastrada. Y he vuelto a acordarme de Albertina a caballo con “sus ojos claros como lagos dormidos”, del joven Neftalí Reyes y de tantas palabras arteriales, y de otros nombres: Rolando Mix Toro, José Donoso, Lucho Sepúlveda, Gabriela Mistral, Nicanor Parra, Víctor Jara, Allende, Isla Negra... Todos ellos fueron decisivos para que muchos, muchos, llevemos a este azotado Chile en el corazón.
*Arriba, el manuscrito original de 'Me gustas cuando callas...'
FRAGMENTO DE 'ANDÁBATA'

ANDÁBATA- OLGA BERNAD
FRAGMENTO DEL CAPÍTULO “MARIPOSAS A SUS ÓRDENES”
Por Olga BERNAD
Acababa de cumplir trece años y empezaba la primavera. En ese preciso instante, aún no sabía qué cruel es abril. Fue un abril frío, pero yo estaba jugando a baloncesto y tenía calor. El baloncesto es un juego rápido y te envuelve, te hace pensar y, a la vez, no te lo permite. Sigues sin pausa el balón deseado, te enreda la voluntad si sabes entregarte: fuerza y reflejos, aguante y rapidez, engaños, las ágiles cinturas, el salto hacia delante, el lanzamiento y esa gloriosa manera de acertar, el ruido del balón venciendo el hueco de la red y, luego, el breve aplauso que es como una tregua. El balón para el otro y continuar; más lucha, diversiones, enfados, el dolor del cansancio y la alegría del partido. Yo me concentraba tanto que me olvidaba de mí misma. Alguna vez paré y me di cuenta de que el agotamiento estaba a punto de hacerme vomitar, pero nunca le oía acercarse porque siempre jugaba con los cinco sentidos, porque íbamos perdiendo y eso puede cambiarse, porque íbamos ganando y eso es frágil hasta el final.
Llevaba aquellos pantalones de las niñas de antes, los azules de espuma, cortos y ajustados, la camiseta blanquísima, las medias largas hasta la rodilla y las John Smith que me daban suerte. Llevaba el pelo suelto y la sangre alborotada, y el esfuerzo hacía que me ardiesen los ojos y los labios y la punta de los dedos. Tenía mucho calor.
Logré rozar el balón en un pase muy torpe, la mano surca el aire y lo consigue, rompe la voluntad del contrario; toqué la piel rugosa de aquel balón pero no pude atraparlo. El silbido del árbitro sonó a la vez que mi fastidio, y yo corrí a recuperar el balón perdido, lo lancé con rabia contra el suelo antes de devolverlo con un golpe violento hasta la pista. Entonces le miré. Y él me miraba. Me miraba desde hace mucho tiempo, estaba claro. Aquel hombre me miraba de cerca y desde lejos. Me miraba. Era alto y me miraba en silencio, con una calma rara, quieto y callado en el margen de la cancha. Recuerdo la cazadora verde con la cremallera subida hasta arriba, las manos en los bolsillos, la tensión felina que sostenía sus hombros completamente inmóviles. Mirada interceptada. Fue como una exigencia y una súplica, y un ejército de mariposas a sus órdenes se metió en mis pulmones y llegó hasta mi estómago, un golpe de sangre me inundó las mejillas y no tenía nada que ver con el rubor, pero también, y también con un extraño orgullo. El corazón me latió debajo del ombligo. Me incliné ante él, apoyé las manos en las rodillas como una jugadora más, lo que ya no era, y recé por mi aliento.
No sabía entonces que en los breves segundos que pasaron mientras mi respiración se recuperaba y yo volvía a levantar la cabeza, se me estaba escapando la inocencia. Seguí jugando a baloncesto, seguí jugando en las conversaciones de mis amigas a tenerles miedo a ellos, y seguía temiéndoles, pero ya sabía que el deseo se iba a burlar del miedo cualquier tarde y que yo era capaz. Esa mirada llamó a todas las puertas, con su ritmo nuevo de selva antigua aparecida en medio de un campo de baloncesto. Tambores para mí, vibraciones sin ruido, olor de pólvora, y yo con un sabor metálico en la boca de boticaria inquieta que acaba de chuparse un dedo envenenado. Supe lo que quería: quería más. Esa conciencia clara, y la conciencia de que no podía decirlo, me hizo sentir mayor y sucia. Fuerte y débil. La fuerza que nos da lo que aprendemos, la que nos quita una pureza que nunca tiene dos oportunidades en la misma persona.
Después fueron cayendo las miradas de los hombres como la lluvia sobre un campo mojado.
Dejé de jugar a baloncesto, niñas nuevas formaron el equipo del colegio mientras yo paseaba, camino al Instituto, con novios y carpetas. Luego la Facultad y las oficinas y todas esas cosas que nos pasan. Alguna vez le veo caminar por el barrio. Me observa y me recuerda, pues ya nos conocíamos. Pasará los cincuenta. Yo arrastro el peso de mi alma por la acera, acaricio torpemente las llaves del coche. “Hola, guapa”.
Creo que no sabe nada.
*Olga Bernad, autor ade ‘Caricias perplejas’, acaba de publicar su primera novela. Un día, el traductor, poeta y editor Antonio Rivero Taravillo leyó varios fragmentos del libro. Olga lo concluyó y en muy poco tiempo le ha preparado una bella y elegante edición. Este texto es un fragmento del libro. La foto es de Iosif Badalov.
GEMA RUPÉREZ, UN DIÁLOGO

¿Tiene algún significado para ti el Día Internacional de la Mujer?
Mujer soy todos los días y así creo que tendría que valorarse. En este día haré lo que más me satisface: pintar. Pienso que el 8 de Marzo sirve para revisar el pasado y reflexionar sobre la situación actual de la mujer y esto me parece muy importante.
¿Qué relación estableces entre arte y mujer?
En mi trabajo se reconoce fácilmente, que ha sido ejecutado por una mujer, no es algo que elija, simplemente sale de mí.
El arte precisamente no es un terreno fácil para la condición femenina y aún lo demuestran las estadísticas. Este año pude ver el porcentaje de mujeres en la participación de ARCO y realmente me pareció abrumador. Solo un 7% de artistas españolas en ARCO 2010!!! Creo que son datos muy significativos. Por otro lado cuando empecé la carrera de bellas artes, en las aulas la mujer predominaba, así que no entiendo que ocurre después. Supongo que entre otros, tiene que ver la historia, el mercado y la confianza.
*Estos días, Gema Rupérez expone en la galería Pepe Rebollo, con la artista madrileña María Ortega. Hace unos días, el fotógrafo Vicente Almazán pasó por la muestra y le hizo este retrato.
EL CONCIERTO DE EMILIO CAO

Escribe desde Granada Manuel H. Mateo,compañero de la Universidad Laboral Crucero Baleares, de la promoción 1973-1978:
“…para mí fue inolvidable aquel concierto de Emilio Cao ¿Me creerás si te digo que precisamente este fin de semana he conseguido escuchar de nuevo ese disco suyo? Yo tuve el LP pero no se volvió a reeditar en Cd y un gran amigo Juan Antonio García Cortes "Pele" lo ha pasado a formato digital y llevo todo el día escuchándolo de nuevo... Me asombro porque sin falar galego (soy de Granada) recuerdo, aún hoy en día, todas las letras del disco, un trabajo seminal en la música folk, no solo de Galiza si no del Folk en la península. No sabes cómo me ha alegrado ver tu comentario precisamente hoy que llevo todo el día tarareando a Emilio Cao”.
**Para Manuel esta foto de Emilio Cao.
BLANCA BK: NOTAS DE ILUSTRACIÓN

¿Cómo ves el panorama de la ilustración y de la creación de mujer en general?
En estos momentos, pese a la crisis, existe un gran movimiento por parte de creadoras e ilustradoras aragonesas a nivel nacional e internacional. Hay mucho talento y mucho nivel. Detrás de cada una hay mucho trabajo, mucho esfuerzo, muchas ganas de enseñar y de compartir el arte de la ilustración, sobre todo en el ámbito infantíl. Afortunadamente cada vez hay más demanda entre los niños.
¿Hay algunos nombres de mujer que te parecen especialmente significativos?
Por supuesto, uno de ellos es la multipremiada Elisa Arguilé que es un gran referente para todas nosotras. Otras grandes artistas aragonesas son Eva Armisén, o Silvia Bautista, quizá menos oídas en la tierra aragonesa pero sí mucho en el terreno nacional. Silvia Bautista, con sus delicados y elegantes collages, publicó el año pasado en Japón, y Teresa de la Cal, cuyo estilo abstracto me inspira muchísimo.
CECILIA DE VAL: FOTOS DE CUENTO

¿Crees que se vive un buen momento en la creación de mujer en Aragón?
Estoy muy interesada por el arte realizado por mujeres concretamente, me parece muy interesante, yo tengo muchas referencias de artistas mujeres, me fascina su visión, su lenguaje y su estética (Cindy Sherman es una artista de referencia para mí). Aragón efectivamente está viviendo actualmente un buen momento en la creación en manos de mujeres. Ya se puede hablar de un número considerable de artistas de todos los ámbitos (artes plásticas, audiovisuales, música) que están destacando en el panorama artístico nacional, esto es algo que me pone muy contenta pues pienso y deseo que esto vaya creciendo.
¿Tiene un significado especial para ti el Día Internacional de la Mujer?
El Día Internacional de la Mujer, para mí es un día importante pues aunque esto es una lucha de todos los días, representa simbólicamente grandes esfuerzos y sacrificios de muchas mujeres valientes a las que tenemos que agradecer nuestra actual situación. Y también nos recuerda que hay que seguir esa lucha ya que por desgracia todavía existen muchas situaciones injustas.
¿Podrías definir tu estética?
Mi estética está influenciada mucho por la pintura, hago una fotografía en la que muy poco hay de casual, medito mucho las imágenes antes de realizarlas y aunque trabajo en series busco que cada imagen hable por sí misma, abordo temáticas como la identidad, la niñez, el miedo, el subconsciente…
SANDRA ANDRÉS BELENGUER...

¿Cómo ha sido la experiencia de ‘El violín negro’?
Desde que comencé a escribirlo hasta verlo editado y en las librerías, la experiencia ha sido realmente enriquecedora. Estoy segura de que a cualquier escritor novel como yo, le habrá sucedido lo mismo y en mi caso al ser mi novela una referencia a la leyenda del Fantasma de la Ópera la sensación ha sido maravillosa. Puedo asegurar que he cumplido un sueño.
¿Qué te ha aportado, te ha dado seguridad como escritora?
Evidentemente, el hecho de escribir y ser editada, te proporciona poco a poco la experiencia de entrar en este mundillo que por lógica me era desconocido hasta ahora. Es muy gratificante ir sabiendo que lo que has escrito durante meses, los lectores te dan su respaldo con comentarios y reseñas muy positivas, así como que en las librerías te digan que tu libro está siendo muy bien recibido por el público. Todo ello y de una forma casi imperceptible, me va dando fuerza y ánimos para seguir escribiendo y enfrentarme con nuevos proyectos.
¿Hasta dónde quieres llegar?
Creo que en el ánimo de cualquier escritor está el afán de superación y de intentar mejorar su literatura y sus historias. Éste es también mi caso y quisiera llegar a ser una buena escritora. Siempre trataré de crear historias que agraden a los lectores y que a mí me hubieran gustado leer. Así espero seguir haciéndolo en el futuro.
*La foto la he tomado de aquí: http://alexcampoy.blogspot.com
ULLÁN Y SU MUNDO, EN CÍRCULO

José-Miguel Ullán, "Visto y no visto".
Comisariada por Manuel Ferro y Jesús Marchamalo la muestra plantea un amplio recorrido por la vida y la obra de este singular poeta de voz única, nacido en Villarino de los Aires, Salamanca, 1944, y fallecido el pasado año en Madrid.
Periodista, agitador cultural en los más diversos campos, guionista y presentador de televisión, artista más o menos secreto, exquisito editor… La exposición que ahora presenta Círculo de Lectores abunda, ya desde el propio título, en ese mundo de ilusiones ópticas, de presencias y ausencias, revelación y enigma. Un recorrido que ilumina a un Ullán que se resiste a ser etiquetado, y que mantiene en sombra, apenas sugeridas, zonas todavía inexploradas.
Dividida en dos salas, la exposición ofrece una amplia muestra de sus trabajos con artistas -Chillida, Vicente Rojo, Sempere, Miró- entre los que cabe destacar el libro Anular, con grabados de Tàpies, que puede verse, por primera vez, desplegado –más de doce metros-, así como sus agrafismos –tintas, papeles, recortes, intervenciones- a medio camino entre el arte y la poesía visual.
La otra sala recoge buena parte de sus primeras ediciones, además de manuscritos, una selección de sus aportaciones poéticas en el campo de la poesía evidente, y bajo el título convivencias, un sugestivo conjunto de objetos y presencias: bolas de cristal, piedras, máscaras, conchas, de los que gustaba rodearse.
Visto y no visto permite ver, en suma, la amplia dimensión de un personaje sin duda singular, probablemente esquivo y desde luego irrepetible.
La exposición permanecerá abierta hasta el día 20 de mayo, en el Centro Cultural de Círculo de Lectores en Barcelona, Colsell de Cent, 323.
*Este texto y la foto me las ha remitido Jesús Marchamalo.
LAS MUJERES DE CANO

LAS MUJERES DE CANO
Esta tarde, a las 20 horas, en la Casa de la Mujer, José Luis Cano inaugura su exposición ‘Mujeres’, compuesta por 35 retratos de mujeres famosas del siglo XX: desde Marilyn y Ava Gardner a Isak Dinesen, Marquerite Yourcenar o Marguerite Duras hasta Pilar Bayona. Y Frida Kahlo. Y La Bella Otero. Y María de Ávila. Cano me ha pedido un pequeño texto. Este es el que aparece en el catálogo.
Para mí el nombre de José Luis Cano Rodríguez, Cano a secas, Canico, está asociado a dos cosas: a los carteles de las fiestas del Pilar, que ganó en varias ocasiones, y al periódico El día de Aragón. Antes de conocerlo, lo seguía y, a través de él, intentaba entender el humor somarda, directo, sin perfil, ese humor que usan los labradores, los pastores, los comerciantes, la gente de a pie y de a caballo, un humor que va directo al grano y que rara vez retrocede por temor a la mala conciencia o al complejo de culpa. Solo así se le puede decir a un presidente de Gobierno de Aragón en el bocadillo de una viñeta: “Pintas menos que Pichorras en Pastriz”.
Cano me ha parecido siempre un contador de historias y a la vez un creador conceptual o conceptista. Se educó con Gracián, con Buñuel, con Miguel de Molinos, con los pensadores de aquí de allá y, sobre todo, encontró su propio estilo a través de una suerte de revelación: los aragoneses ilustres, ilustrados e iluminados padecían esquizofrenia. Podía abrazar la noche y el día a al mismo tiempo, abrasarse en la ternura y la brutalidad, alternar el pragmatismo y el sueño, la aventura y la utopía, como si nada, y solían vivir en un ardiente conflicto de identidad. Cano luce otro rasgo decisivo: posee un sentido artesanal de su oficio. Es pintor, ilustrador, dibujante, filósofo y narrador en corto o en aforismo, le apasiona la glosa y el pastiche, y eso lo desarrolla con inteligencia y con su continua picardía, pero además lo hace manchándose las manos, enredando en el estudio, en los montes de Cuarte, en las afueras de Valdefierro o en el corazón del Moncayo. O jugando en el ordenador hasta que la noche se transforma en día y pesadilla. O hasta que su nieta le dice: “Basta. Basta ya, pesado. A jugar. A jugar conmigo”.
En todos estos años, Cano ha crecido. Quizá no de estatura, pero ha acabado por hacerse un artista casi infinito, casi ilimitado. Un gigantón del color, de los trazos y de la interpretación de las almas más aviesas. Es capaz de ser él mismo, rabiosamente él mismo y tal vez insondable (oscuro, sentimental, con un talento que desarma), y ser muchos otros: Picasso, Goya, los pintores de vanguardia, un clásico olvidado del Renacimiento o del Barroco. O quien se le antoje. Su propia curiosidad exalta su trayectoria, su erudición deslumbra, y tiene un don especial para el homenaje, la cita, el diálogo con el genio. Ahí están sus trabajos sobre Sender, Servet, Marcial, María Moliner, Goya, el conde de Aranda, Odón de Buen, Baltasar Gracián, Julio Alejandro, Avempace; ahí están sus caricaturas cubistas de Retratos imaginarios o de Aragoneses ilustres, ilustrados e iluminados, por citar algunos ejemplos.
José Luis Cano Rodríguez, Cano a secas, bebe en muchas fuentes. Sin desdeñar el magisterio de su padre. Cano es una factoría de creación y de invención. Y un amanuense del retrato. Desde hace muchos años, más de quince tal vez, ha trabajado una serie de Mujeres contemporáneas, anterior, muy anterior a las mujeres sitiadas de la Guerra de la Independencia. Al principio eran cuarenta; luego fue añadiendo otras, restó algunas, volvió a sumar, se enamoró de algunas diosas contemporáneas como Wislawa Szymborska. Cano siempre es impredecible. Le gusta sorprender, inquietar, desconcertar; le gusta que salgas de una de sus exposiciones un tanto perplejo, como si te hubieran propuesto un acertijo o un problema de cálculo de difícil resolución que te mantiene insomne tres noches completas. En sus retratos de mujer vuelve a dar lo mejor de sí: de entrada, ofrece una carga de profundidad. Retrata y atrapa una actitud, una forma de estar en el mundo, las huellas del tiempo y sus sombras, como sucede con Colette. Retrata y destapa el territorio sombrío y afanoso de una personalidad, como con sucede con Marie Curie. Mira a La Bella Otero y muestra su superficialidad, su amor al lujo, su pasión por el ornato y también su seguridad en sí misma, esa forma ostentosa de alegría. Mira y siempre encuentra recursos, peripecias, gestos, incluso tragedia o un aire de suficiencia, como podría sugerir esa Virginia Woolf que fuma en boquilla tan gustosamente, con esa clase tan espontánea como trabajada que no anticipa, creo, su suicidio.
José Luis Cano Rodríguez, Cano, también se muestra cómo es. Irreverente, agudo, políticamente incorrecto. Lo hace en su blog, en Heraldo de Aragón, en sus libros, en todo cuanto toca. Igual que hacían David Levine o Goya, es cómplice y crítico, es entrañable y sarcástico. Si entrevé un talante complejo lo muestra, con la crueldad justa, con una sinceridad mitigada. Cano es un enamorado de las mujeres. De eso no hay duda. Un soñador, un artista del deseo, un calígrafo de la belleza y sus rincones oscuros. Y a la vez un caricaturista. Por eso estos retratos contienen ironía, admiración y cariño. Son un tributo a la mujer, a su tarea intelectual, a su dimensión artística, a la conquista de la igualdad, a su constante batallar en busca de un lugar al sol. Si la pintura es estupenda, y lo es, variada y profunda, ¿qué vamos a decir de los textos? Cano es un ilustrado, un heredero de Ramón Gómez de la Serna y de Borges (y la idea no es mía: la acuñó hace años José-Carlos Mainer, que no es hombre proclive al halago gratuito), es ingenioso, divertido, y maneja como nadie el doble sentido y la brillantez. Parece un hijo descarriado de Duchamp. Su visión es como la flecha de Guillermo Tell: acierta de pleno en el corazón de la manzana que campa sobre la cabeza. Por ejemplo dice: “María Callas 1923-1977. Soprano estadounidense de origen griego, apodada ‘La Divina’, muy dotada para los papeles trágicos, tanto dentro como fuera de la escena”. O “Lou Andreas Salome, 1861-1937. Intelectual rusa que, habiendo sido musa de Nietzsche, amante de Rilke y discípula de Freud, no se consideraba ejemplo para nadie”. Así resume la vida de Pilar Bayona: “Pianista española, cosmopolita en su juventud y zaragozana en su madurez, murió atropellada por un coche cuando iba a ver a la Virgen”.
Así es Cano. Así son sus mujeres. Estas sombras, estos mitos, este arrebato de dignidad. Así nos enseña él a amarlas y a seguir su camino en la rebeldía, en la memoria y en la vida.
LA MALLORCA DE JOSÉ CARLOS LLOP

El pasado noviembre, durante una breve estancia en Dublín, conocí a José Carlos Llop, a quien había leído con mucho entusiasmo: sus diarios, su poesía, algunas de sus novelas. José Carlos Llop tiene muchos seguidores en Zaragoza: el poeta, narrador y activista cultural Fernando Sanmartín es el presidente de su club de fans y un lector entusiasta de sus libros, como lo son Julio José Ordovás y José Luis Melero, entre otros. José Carlos Llop me causó una impresión inmejorable, igual que su mujer: es un tipo cercano, afable, con un gran sentido del humor. Parece saberlo todo de la literatura. José Carlos habló allí de su nuevo libro, La ciudad sumergida, que publica estos días en RBA. La nota que sigue pertenece al equipo de comunicación de la editorial, con Itziar de Francisco a la cabeza.
La ciudad sumergida (RBA) es el viaje literario que emprende José Llop por su ciudad, la ciudad de Palma de Mallorca. Como un paseante atemporal, el autor inicia un recorrido por la geografía histórica de la ciudad, a la vez que lo hace también por su geografía personal, plagada ésta de personajes cercanos, algunos anónimos, que constituyen el particular mapa de uno mismo, además de figuras como Borges, Carlos Meneses, Zsa Zsa Gabor, Jean Seberg, Joan Miró o Miquel Barceló. Estos y otros personajes del pasado y del presente conforman el universo del palmeño con los que transita por cafés, tertulias o por los viejos locales de antaño, los cuáles contenían una banda sonora propia, antros en los que se oía de madrugada a Demis Roussos, Las Grecas o Lou Reed, corrían los años 60 y 70. Evocaciones a tiempos pasados, cargadas muchas veces de una sutil nostalgia que camina en paralelo entre la pasión y el rechazo que puede suscitar el lugar al que uno pertenece. Una mirada panorámica que rememora la ciudad de Palma, la cual respira historia y donde habita el recuerdo latente de muchas historias vividas entre los límites de la ciudad portuaria.
José Carlos Llop Carratalá (Palma de Mallorca, 1956). Escritor mallorquín, conocido por su faceta de poeta, novelista y ensayista. Su obra destaca por tener un gran componente autobiográfico, se le reconoce como un gran diarista de su generación. Traductor en varios idiomas, crítico literario y colabora en prensa en diarios como ABC, Diario de Mallorca, entre otros. Es traductor del Premio Nobel de Literatura Derek Walcott, Llorenç Villalonga, Josep Meliá, Patrick Modiano y Biel Mesquida Amengual. Parte de su obra ha sido traducida en Francia, recibiendo el Prix Écureuil de Littérature Étrangére en 2008.
*Esta foto pertenece a los archivos de 'El mundo'.
BORRADORES EMITE HOY UN MONOGRÁFICO SOBRE LA CREACIÓN DE MUJER

Actuación musical: Alicia Fernández y Coco Fernández
Plató: Patricia Esteban Erlés, escritora, Concha Jiménez, Concejala de Cultura de Jaca, organizadora de 'La mano que mece la pluma'
Reportajes: Concha Lomba muestra 'en el Selecta "Paraninfo, Amparo Martínez explica las claves andaluz de' Un perro. 80 Años después que 'se exhibe en la Lonja. Irene Antón, Editora.
Secciones: Los Elegidos de Borradores
Pepín Bello, Dalí y Lorca.
Borradores Dedica esa noche, a las 0,25 horas, de martes a miércoles, un especial sobre el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
La actuación musical corre un cargamento de Alicia y Coco Fernández: la cantante aragonesa (que Formó dúo con Carlos Malicia e integración Almagato) y el pianista uruguayo, afincado en Zaragoza desde hace 18 años, Interpretan dos temas: "Chacarera de las piedras 'de Atahualpa Yupanqui y "Primera llama" de Coco Fernández. Alicia y sus trayectorias repasan Coco y explican un nuevo proyecto: un dúo con temas latinoamericanos básicamente.
Acuden al plató la narradora Patricia Esteban Erlés, que acaba de publicar una colección de trece cuentos, 'Azul Ruso' (Páginas de Espuma), donde narra historias inquietantes VINCULADAS A LOS gatos, una de Las iguanas, al amor y al desamor, ya la irrupción de lo extraordinario y lo terrible en la vida cotidiana. Concha Jiménez, Concejala de Cultura de Jaca, explica el proyecto 'La mano que mece la pluma': un conjunto de mujeres, casi todas viudas, de escritores y poetas de los años 50 se repararon en la ciudad altoaragonesa y repasaron la vida de sus maridos (Ángel González, José Agustín Goytisolo, Claudio Rodríguez, Carlos Barral, Carlos Bousoño, etc) y su propia Existencia, y reflexionaron sobre la convivencia, La Creación, los hijos, la amistad, etc Esos encuentros cristalizaron en un libro, 'La mujer del poeta "(Mira Editores), que ha escrito Olga Lucas.
El El Zaragozano Iriarte vio asi 'Quijote' en la venta.
Del Paraninfo de la Además, se ofrecen Distintos reportajes: la comisaria de arte y Vicerrectora universitaria Concha Lomba hace de guía por la exposición 'Selecta' Universidad de Zaragoza y REPASA las Distintas obras de El Greco, Cranach, Iriarte, Sorolla, Julio Romero de Torres, Picasso, Saura, Viola o Pablo Serrano, entre otros. Amparo Martínez desmenuza los secretos y las claves de la muestra »Un perro andaluz 80 Años después ", que se exhibe en la Lonja y que rinde tributo a la cultura de vanguardia, a los años de la Residencia de Estudiantes, un Buñuel, Luis La formación de y sus amigos de Dalí, Lorca y otros muchos. La joven editora Irene Antón, de Errata Naturae, analiza su catálogo y Algunos de los autores y libros que han publicado niño como Jean Genet y "El Criminal", Reyes Mate y "una o La herencia del olvido" (Premio Nacional de Ensayo) Los Soprano monografía colectiva sobre la serie televisiva '.
Irene Antón habla de 'El niño penal "de Jean Genet.
Borradores se completa con un capítulo de Recomendaciones: libros de Sol Acín, Ana Alcolea, Blanca Andreu y Helen Garner.
Borradores. Aragón Televisión. Esta noche, de martes a viernes 0.25 horas. Redacción: Ana Catalá Roca. Producción: Isabel Alcaine. Ayudante de realización: Yolanda Liesa. Realización: Teresa Lázaro. (La foto es de Jasper Johal).
GRAÑENA Y ARAGÓN / 1

Luis Grañena y Alberto Aragón han fundado Local Estudio hace un par de años ya. Siguen colaborando con ‘Heraldo’ y atendiendo a numerosos proyectos: de diseño, de ilustración, de caricaturas, etc. Luis Grañena hace todos los jueves una caricatura para ‘Artes & Letras’ y colabora asiduamente con el ‘Muévete’, que coordina Ana Usieto, y con muchos otros medios nacionales e internacionales. Esta semana la hará de Julian Barnes.
Hace unos días publicaba esta caricatura de Amy Winehouse.
NACE, EN ZARAGOZA, CONTRASEÑA

Nace Editorial Contraseña con el objetivo de dar forma a un catálogo que incluya tanto obras inéditas o editadas hace mucho tiempo de autores conocidos por el lector español (Henry James, Edith Wharton, Alexandre Dumas o E.T.A. Hoffmann, entre otros) como obras de autores que permanecen inéditos en España (caso de Vladislav Vancura o John Collier).
«Aunque nos sentimos orgullosos de todos los libros que tenemos en preparación, son estos últimos los que creemos que justifican nuestra presencia en las librerías», aseguran los editores, Alfonso Castán y Francisco Muñiz, que trabajan con una divisa: «Ofrecer los textos en una edición impecable».
Los primeros títulos
· El Procurador de Judea, de Anatole France, con traducción de María Teresa Gallego Urrutia, prólogo de Ignacio Martínez de Pisón, posfacio de Leonardo Sciascia, y las ilustraciones de Eugène Grasset para la edición de 1902.
· Eugene Pickering, de Henry James, con traducción de Ismael Attrache, prólogo de Vicente Molina Foix e ilustraciones de Jesús Cisneros.
Los mejores padrinos: ilustradores y prologuistas Los libros de Contraseña llevan portadas realizadas ex profeso, que vienen firmadas por ilustradores de la talla de Isidro Ferrer (Premio Nacional de Diseño), Elisa Arguilé (Premio Nacional de Ilustración) o Jesús Cisneros (Premio Lazarillo, entre otros). En lo que respecta a los prólogos, confiamos la tarea de presentar a los autores inéditos en español, y la de glosar a los ya conocidos, a literatos de la talla de Ignacio Martínez de Pisón o Vicente Molina Foix. Además, en algunos casos utilizamos textos de autores extranjeros que acompañaron a la edición del libro en otras lenguas, por ejemplo, el posfacio de Leonardo Sciascia a El procurador de Judea, que apareció como «Nota» a la edición del cuento en italiano. |
*Retrato de ETA Hoffmann.
PERIODISMO DIGITAL EN HUESCA
El presidente de Aragón inaugura el XI Congreso de Periodismo Digital Este Congreso Tendrá lugar los próximos días y hoy de mañana en el Palacio de Congresos de Huesca El periodista Ramón Lobo ha sido galardonado con el Premio José Manuel Porquet
El presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, acompañado por la consejera de Ciencia, Tecnología y Universidad, Pilar Ventura, inaugura el XI Congreso de Periodismo Digital de Huesca Qué tendrá lugar los próximos días 11 y 12 de marzo en el Palacio de Congresos de Huesca y cuenta ya con más de 600 participantes. La periodista Mara Torres Será La Encargada de pronunciar la conferencia inaugural.
Durante el acto de inauguración Tendrá lugar la entrega del premio José Manuel Porquet al periodista de El País por Ramón Lobo Su trabajo en el blog En la boca del lobo. El blog de Ramón Lobo (www.ramonlobo.com). Este premio, con una Dotación económica de 6.000 euros, está patrocinado por el Gobierno de Aragón.
Además, el premio Blasillo de Huesca ha recaído este año en Javier Pérez de Albéniz por su descodificador El blog (http://eldescodificador.wordpress.com). Este Galardón se entregara Durante la celebración del XI Congreso de Periodismo Digital de Huesca.
El Congreso de Periodismo Digital está organizado por la Asociación de la Prensa y el Ayuntamiento de Huesca y cuenta con el patrocinio de Gobierno de Aragón, Ibercaja, Diputación Provincial de Huesca, Telefónica, Microsoft y Ayuntamiento de Huesca.
El director del Congreso de Periodismo es Fernando García Mongay.
Mañana, yo Modero una mesa sobre '¿Periódicos en un libro? "Con Javier Rioyo, Escritor y periodista de la Cadena Ser, y Albert Cuesta, Ingeniero de sonido y uno de los grandes Expertos en nuevas tecnologías y teléfonos móviles.
ENTREVISTA CON ALBERT CUESTA.
Encuentro esta entrevista de Jordi Sabaté Martí. Es estupenda y da una dimensión muy aproximada de la talla de Albert Cuesta, colaborador de diversos medios, entre ellos 'La Vanguardia'.
La semana pasada el Barcelona Fue la capital mundial de las tecnologías móviles con Mobile World Congress, Que se celebra cada año en la ciudad catalana. Para Albert Cuesta, Uno de los analistas de referencia en España sobre el mundo de los teléfonos celulares y las aplicaciones para dispositivos que se Utilizan en movilidad, hijo Quizá las fechas más estresantes de su calendario, ya que procura no perderse un solo evento de los que acontecen en El Recinto Ferial de Montjuïc. Desde que fundara en 2004 la revista on line CanalPDA, Decana de las dedicadas a las tecnologías móviles, Cuesta ha visto crecer un sector que Comenzó como secundario, pero que seis años más tarde tiene grandes posibilidades de Convertirse en "El sector del futuro". Las aplicaciones para los móviles inteligentes, el acceso a Internet, la televisión en directo, la publicidad geolocalizada, el móvil como Tarjeta de Crédito, La Lucha de las operadoras por imponer sus tarifas ... De Todos Estos temas, y de otros más, este antiguo ingeniero de sonido la información con puntualidad tanto en su revista como en las páginas de La Vanguardia y Avui, por supuesto, desde También su página en Twitter.
- Autor: Por JORDI SABATÉ MARTÍ
- En http://www.consumer.es/web/es/tecnologia/hardware/2010/02/25/191071.php
- Fecha de publicación: 25 de febrero de 2010
¿Cuándo nace CanalPDA y con pretensiones qué?
CanalPDA está en la Red desde mayo de 2004. Nació como el proyecto personal de un usuario de las agendas de bolsillo de la marca Palm, al Descubrir que sus utilidades iban mucho más allá de las funciones de orden del día gracias a las millas de aplicaciones creadas por Terceros. Al no haber en el mercado una gran variedad de dispositivos, se Trataba de Explicar qué más se podia hacer con ellos. CanalPDA siempre ha sido una publicación independiente que adopta el punto de vista del consumidor, más allá de la última novedad, y analiza las prestaciones de atención crítica Manera Con A La relación precio calidad. Desde el primer momento contamos con colaboradores de prestigio como David Pogue, del New York Times, y Michael Mace, antiguo directivo de Apple y de Palm.
¿Cómo ha Evolucionado a lo largo de Estos años?
El portal Pocos meses tardó en avenirse A LOS PDA (agendas electrónicas) de otras plataformas, en especial, al Pocket PC de Microsoft-en la actualidad en Windows Mobile. Con el tiempo, se ha convertido en un recurso dedicado a los teléfonos avanzados (smartphones), a medida que Estos han ocupado el espacio de los PDA con la Incorporación de funciones de telefonía móvil y conexión de datos, además del Desarrollo de Nuevos Sistemas Operativos Móviles. En la actualidad, cubrimos información sobre todos los sistemas operativos para móviles, desde Android hasta Windows Mobile, sin olvidarnos de BlackBerry, iPhone, Symbian y webOS, Así como sobre las aplicaciones, los servicios y los accesorios que los complementan. Ahora consideramos la Posibilidad de Adoptar un nombre más ajustado a la realidad actual, pero sin variar la orientación y la estructura.
¿De dónde viene su pasión por las tecnologías móviles?
"Más que las tecnologías en si MISMAS, me interesa qué hacemos los usuarios con ellas",
MAS QUE LAS MISMAS tecnologías en si, me interesa qué hacemos los usuarios con ellas. Es apasionante Comprobar cómo a partir de unos componentes casi comunes, cada fabricante tiene éxito o fracasa en el intento de aportarnos productividad, información o entretenimiento. No sólo los medios de comunicación humanidad dispone de algun tipo de comunicación móvil, sino que hay millones de aparatos (coches, ascensores, máquinas de refrescos) que se Comunican por este medio. El número de teléfonos con acceso a Internet ya supera al de ordenadores. Los móviles han penetrado en la sociedad con más profundidad y rapidez que ninguna otra tecnología, y nos queda mucho por ver.
¿Por qué Desaparecieron las agendas electrónicas si se parecían tanto A LOS teléfonos inteligentes? ¿Se adelantaron A Su Tiempo?
Un smartphone es un teléfono móvil con funciones de PDA, en el sentido de admitir la sincronización de datos con el PC y la instalación de aplicaciones de Terceros. Si se añade la Posibilidad de hablar por teléfono, mandar mensajes y Acceder a los datos desde Cualquier lugar Mediante una conexión celular, La Combinación es imbatible. ¿Para qué llevar dos dispositivos Encima si puedes llevar uno?
¿Cual es, a su juicio, el mejor teléfono inteligente fabricado hasta ahora?
"Los móviles han penetrado en la sociedad con más profundidad y rapidez que ninguna otra tecnología"
A lo largo del tiempo, las prestaciones de los teléfonos avanzados han estado determinadas por las tecnologías disponibles en cada momento: pantallas, redes, baterías, etc Por otra parte, Ningún modelo cuenta con las características óptimas para Cualquier tipo de usuario: no es lo mismo ver videos y hablar, o jugar a videojuegos, que escribir muchos mensajes de correo. Prefiero citar un modelo destacado de cada sistema operativo móvil. Comienzo por el Treo 650 de Palm OS, el primer teléfono inteligente integrado de verdad. De los BlackBerry, el Curve 8900 es un modelo muy logrado, como lo es el Nokia E71 entre los terminales con Symbian. En Android me gusta el HTC y Magic en Windows Mobile, HTC el HD2, Cuya capa de interfase sentido Logra hacer utilizable el sistema de Microsoft. Además, esta empresa ha mejorado muchísimo Windows Mobile con la versión 7 que presento la semana pasada en el Mobile World Congress. Por supuesto, destacó el iPhone, que ha convencido al 40% de los usuarios de teléfonos inteligentes de la bondad de las pantallas táctiles.
¿Es el iPhone el más completo o tiene mucho de marketing de apoyo Detrás?
El iPhone es un terminal avanzado magnífico, pero no ES EL QUE OFRECE más prestaciones. Su éxito está en un diseño excepcional, caracteriza como un Apple, y es la perfecta integración del software con el terminal y los servicios de iTunes y el contenido de Internet, gracias al Estricto Permite que el control de una plataforma cerrada y controlada. De El iPhone pierde la parte el alcalde de su potencial Cuando se insiste en desbloquearlo, Porque se desvincula de esa plataforma. Tampoco hay que ignorar que el iPhone ha sido el primer producto de Apple para muchos consumidores, hasta entonces consideraban que la marca fuera de su Alcance.
¿Será el iPad un aparato tan disruptivo como fue lo el iPhone?
"El iPhone es un terminal avanzado magnífico, pero no ES EL QUE OFRECE más prestaciones",
Aunque Pudiera parecerlo, Apple no ha inventado los teléfonos inteligentes, las pantallas táctiles ni la Internet móvil, pero es indudable que los ha popularizado. A muchos usuarios de ordenadores portátiles Todavía nos suena extraña la Posibilidad de prescindir del teclado físico, pero el iPod Touch y el iPhone ya han educado a 75 millones de consumidores para ello, ofimáticas y Apple parece haber dedicado mucho esfuerzo en Dotar al iPad de aplicaciones Hagan que de él una alternativa real a los convencionales netbooks. Y creo que han acertado en el precio. Aunque un decir verdad, tampoco han inventado los Tablet iPad con PC, ya que desde hace años Existen modelos que funcionan con Windows en el campo de la educación.
¿Ha Condenado a los lectores de libros electrónicos a la Desaparición?
Es pronto para decirlo, pero Sería sorprendente que el iPad, con su pantalla de tipo convencional, desplazase A LOS E-lectores ahora que el público ha comenzado un aceptar la lectura digital gracias a la tecnología de tinta electrónica, que consumen menos y menos fatiga la vista del lector. Estoy muy interesado en Comprobar si las supuestas diez horas de autonomía del iPad se Cumplen en condiciones reales. Pero si Alguien puede Para hacerle sombra al Kindle, Tendra que ser alguien que Ofrezca una experiencia de compra tan integrada como la de Amazon, Apple y ya ha DEMOSTRADO con la tienda iTunes Store que sabe hacerlo.
¿Por qué no Apple Permite la entrada de la tecnología Flash en sus dispositivos portátiles?
"Estoy muy interesado en Comprobar si las supuestas diez horas de autonomía del iPad se Cumplen en condiciones reales"
La explicación oficial es que usar flash Aumenta el consumo de memoria y de batería, dos recursos Escasos en un móvil. También sucede que en su momento los fabricantes de teléfonos tenian que abonar Adobe una licencia por cada terminal compatible con Flash. Por último, una manzana no le hace mucha gracia que los desarrolladores usen una plataforma ajena PARA CREAR aplicaciones para el iPhone. De todos modos, es posible Acceder con el móvil de Apple al contenido de sitios como YouTube.
¿Está Destinada esta Tecnología a desaparecer en la Internet móvil?
Adobe parece hacer grandes Esfuerzos para evitarlo y está por llegar una nueva versión de Flash más ligera, pero Algunos fabricantes Proponen Adoptar estándares alternativos y otros, como Nokia, van a sustituir por su flash Competente de Microsoft, el sistema de Silverlight. En cualquier caso, el uso de flash siempre se ha cuestionado, y no sólo en el móvil, Porque los sitios web con esta tecnología Parecen más una película que un recurso informativo, son difíciles de actualizar y de indizar por los buscadores.
Nuestros teléfonos acometen cada día más funciones que antes realizaban otros aparatos. ¿Se llegarán usar para una pagar en las tiendas?
"Es sólo Cuestión de tiempo que el teléfono sirva como monedero y tarjeta de crédito de Manera generalizada"
El número de móviles con cámara ya triplica el total de número de Cámaras de Cualquier tipo fabricadas a lo largo de la historia. Hay más teléfonos móviles con reproductor de MP3 que la suma de los iPods y lectores de CD. Nuestro móvil es nuestro reloj, la agenda nuestra, nuestro periódico y nuestro lector de e-libros. Aunque no todos los consumidores DeSean un dispositivo "todo en uno". EN CUANTO A LOS PAGOS, en el mundo hay 1,6 millones de cuentas bancarias y 3,4 millones de usuarios de móvil, Así que sólo Es cuestión de tiempo que el teléfono sirva como monedero y tarjeta de crédito de Manera generalizada.
¿Por qué Nokia se ha quedado atrás (o esa impresión da) en la lucha por la Internet en movilidad? ¿Qué ha Hecho mal la empresa finlandesa?
Aunque Nokia no Ejecuta su Estrategia en Internet de Manera tan brillante como algunos de sus Competidores, la impresión de que no se queda atrás Responde a la realidad, sobre todo a China un Punto de Vista norteamericano que favorece la valoración de los fabricantes de aquel país Y que Algunos medios distorsionan al replicarlo en Europa sin contrastar la realidad. Nokia vende más de un millón de móviles cada día (más que Samsung, LG y SonyEricsson juntas), casi tantos como los teléfonos inteligentes La Suma de RIM, Apple y HTC, y Mantiene excelentes relaciones con las operadoras móviles. En la gama más alta tiene que Aclarar la confusión de sistemas operativos Symbian y entre Maemo.
Usted es ingeniero de sonido. ¿Es cierto que antes escuchábamos mejor ahora que los discos o es una queja infundada?
"Nokia vende casi tantos teléfonos inteligentes como la suma de RIM, HTC y Apple"
Es del todo cierto: el equipo de reproducción sonora que encontrábamos hace 20 años en un hogar medio sonaba infinitamente mejor que los Utilizados en los hogares medios en la actualidad. Buena parte de la música se escucha con auriculares o pantallas acústicas de baja calidad, radiocasetes INCLUSO CON O con los altavoces del ordenador. Y eso, entrar el pecado de un Profundizar en las virtudes y los defectos Respecto del sonido analógico al digital. La música en directo tampoco es un buen refugio. En las giras de las grandes estrellas se prima la luminotecnia y el volumen sonoro Por Encima de los matices: Los últimos conciertos de U2 y dos hijo de Bruce Springsteen ejemplos de mala sonorización, determinada por las Necesidades logísticas del montaje.
¿Qué ha cambiado, la tecnología o nuestros hábitos de escucha?
Las dos cosas, pero una lo ha hecho a mejor y la otra a peor. Los recursos que Tienen los creadores A su Alcance para hacer música son cada vez más potentes, pero cada vez se escucha esa música con menos atención. Ya no nos sentamos a hacerlo, sino que es la banda sonora del resto de nuestras actividades cotidianas. Por otra parte, el antiguo concepto de "alta fidelidad" ha perdido buena parte de su sentido, Porque implica que el oyente cuenta con referencias sonoras originales a las que el equipo DEBE SER "sentir", y hay cada vez menos oyentes que sepan cómo suena de verdad y un piano o un clarinete, Porque si los han oído alguna vez en directo, ha sido un Través De Un Equipo AMPLIFICADO.
¿Por qué Es Tan Difícil equilibrar el binomio volumen de aparato y calidad de sonido?
"No es posible Obtener un recinto acústico, al mismo tiempo que suene alto, reproduzca bien los sonidos y las tumbas Tenga un tamaño compacto"
Es una Cuestión de física: no es posible Obtener Un recinto acústico, al mismo tiempo que suene alto, reproduzca bien los sonidos y las tumbas Tenga un tamaño compacto. Cuando se da una preferencia una de las tres características, las otras dos se ven perjudicadas. En los hogares Suele mandar la decoración, Así que los altavoces Han Pasado A Ser más pequeños de lo Que sería aconsejable para Obtener una audición realista. Tampoco ayuda que la colocación de los recintos acústicos no sea óptima: Para reproducir bien la imagen sonora Estereofónica, frente Deberían estar al oyente, una la altura del oído y en Posición simétrica, no en el rincón lateral de la estantería donde queda un hueco para ponerlos.
¿Si es tan horrible, por qué ha TRIUNFADO el MP3?
Por la comodidad: una canción en MP3 Ocupa Alrededor de la décima parte que en CD de las Naciones Unidas, de modo que caben más en un reproductor con Capacidad de memoria limitada. La calidad de sonido sin discusión es inferior, pero buena parte de los usuarios no perciben esa Pérdida de calidad Porque escuchan la música con aparatos que no PERMITEN Apreciar la diferencia. En cualquier caso, no todos los MP3 suenan igual, INCLUSO Igualdad de un "bit rate" (la medida estándar del caudal de información de un archivo sonoro): El MP3 es un formato comprimido y El proceso de compresión-que elimina la información redundante - SE PUEDE LLEVAR A cabo con Distintos algoritmos, Algunos más "musicales" que otros.
TED HUGHES EN BARTLEBY

Se publica en España El azor en el páramo, antología poética bilingüe de Ted Hughes, con traducción de Xoán Abeleira (autor de la celebrada traducción al español de la Poesía completa de Sylvia Plath).
Ted Hughes es uno de los mejores poetas en lengua inglesa de todos los tiempos. Así lo consideraron sus lectores, que transformaron sus libros en insólitos fenómenos editoriales. También los críticos, que, favorables o contrarios a él, eran conscientes de que la poesía de Hughes estaba destinada a ocupar un lugar central en la historia de la lírica del siglo XX. E incluso el propio establishment de su país, cuando, en 1984 y contra todo pronóstico, decidió nombrarlo Poeta Laureado; o, en 1998, tan sólo unas semanas antes de su muerte, al concederle la reina Isabel II la Orden del Mérito británica. Poeta de “inusual dedicación” (Ann Skea), elaboró una poesía de “dureza insoportable” (Derek Walcott), “con una capacidad de evocación, una continuidad y un poder tales que hace que la mayoría de la poesía contemporánea, comparada con la suya, parezca pálida, exangüe” (Stuart Hirschberg).
En España, por desgracia, esta obra trascendental tardó mucho tiempo en llegar, y, a pesar del creciente interés que se advierte por ella, la mayoría de los poemarios de Ted Hughes aún no han visto la luz. Esta selección de 68 poemas, uno por cada año que vivió su creador, recoge muestras de todos los períodos creativos del poeta y pretende dar respuesta a esa importante carencia.
El azor en el páramo
(edición bilingüe español-inglés)
1ª Edición
Tirada: 2000 ejemplares
978-84-92799-23-7
PVP: 22 €
Año de publicación: 2010
424 páginas
Traducción, selección, introducción y notas de Xoán Abeleira
-Esta nota corresponde a la promoción de Bartleby. Abajo Ted Hughes con su primera esposa Sylvia Plath-.
Por gentileza del editor Pepo Paz y del traductor Xoán Abeleira avanzo aquí uno de los poemas del libro. ‘Los caballos’.
LOS CABALLOS
Escalé por entre los bosques, sumido en la oscuridad de la hora anterior al alba.
Un aire maligno, una quietud heladora,
Ni una sola hoja, ni un solo pájaro –
Un mundo fundido en escarcha. Salí por la corona del bosque
Donde mi aliento dejaba estatuas retorcidas en la luz de acero.
Pero los valles fueron drenando la oscuridad
Hasta que la linde del páramo – heces ennegrecidas del gris resplandeciente –
Partió en dos el cielo. Entonces vi los caballos:
Enormes en aquel gris espeso – diez megalitos juntos,
Quietos. Respiraban sin moverse un ápice,
Con las crines alisadas y las patas traseras ladeadas,
Sin emitir ningún sonido.
Pasé junto a ellos: ninguno bufó ni agitó la cabeza.
Grises fragmentos silentes
De un silente mundo gris.
En el alto del páramo, me paré a escuchar el vacío.
La rabia del zarapito rajó el silencio con su filo.
Lentamente, algún que otro detalle comenzó a brotar de la oscuridad,
Justo cuando el sol anaranjado, rojo, rojo irrumpió
En silencio, y astillando hasta su cerne una nube rasgada y expelida
Con fuerza, sacudió la sima abierta, reveló el azul,
Y los grandes planetas colgantes.
Yo volví,
Tambaleándome en un sueño febril, abajo, hacia
Los bosques oscuros, desde aquellas alturas encendidas,
Y me acerqué a los caballos.
Allí seguían aún,
Aunque ahora humeando y fulgurando bajo el flujo de la luz,
Sus alisadas crines pétreas, sus patas traseras ladeadas,
Agitándose bajo el deshielo mientras a su alrededor
La escarcha mostraba sus fuegos. Pero ellos siguieron callados.
Ninguno bufó ni piafó,
Con las cabezas colgando, pacientes como los horizontes
En lo alto, por encima de los valles, bajo los rojos rayos niveladores…
Ah, ojalá que en el estruendo de las calles abarrotadas, caminando
[en medio de los años, de los rostros,
Pueda recordarme tal y como fui en aquel lugar tan solitario,
Entre los arroyos y las nubes rojas, oyendo a los zarapitos,
Oyendo persistir a los horizontes.
Un elegante y joven Ted Hughes. La ilustración incial, 'Lovesongs' corresponde al propio Xoán Abeleira.
UN POEMA DE XOÁN ABELEIRA

BIBLIOTECA NACIONAL
Coma min, os que veñen aquí
Fano fuxindo dos seus demos
(E digo demos porque son tales
As formas que rebentan e supuran
En quen por fastío, desconcerto
Ou covardía adoece de si mesmo).
A aurora tan temida novamente
Os aboca a esa luz estrepitosa
Que sarxa de súpeto as persianas
Seladas con esmero pola noite.
Despois se erguen, se visten e se alfeinan
Con idéntico desleixo e sen razón,
Presas dise obsesivo malestar
Cuxas causas non desexan coñecer.
A maioría cruzaría xaora
O abismo cada día máis extenso
Que separa a parcela onde son
Ise algo ignorado polo mundo
Disoutro territorio inexplicable
Onde, a por de cofárense cos outros,
Se desgastan, se alteran e se perden.
Os máis afortunados, coma min,
Confórtanse, se cadra, por un intre,
Coa fresca, polícroma quietude
Que respiran á altura dun parque,
Pouco antes de volvérense esluír
Na opaca resaca das calellas.
Pero uns e mailos outros apresúranse
A agocharse niste omphalos
Cordial baixo o que reina
Unha penumbra mansa, quimérica, uterina,
Coa esperanza de acharen un saber
Que lles axude a desmentiren
Os seus pesadelos.
(Versión en castelán)
Como yo, los que vienen aquí
Lo hacen huyendo de sus demonios
(Y digo demonios porque son tales
Las formas que revientan y supuran
En quien por pereza, desconcierto
O cobardía adolece de sí mismo).
La aurora, tan temida, los aboca
De nuevo a esa luz estrepitosa
Que saja de improviso las persianas
Cuidadosamente selladas por la noche.
Después se alzan, se asean y se visten
Con idéntica desgana y sinrazón,
Presas de ese obsesivo malestar
Cuyas causas no desean conocer.
La mayoría habrá tenido que cruzar
El abismo, cada día más extenso,
Que separa la parcela donde son
Ese algo ignorado por el mundo
De ese otro territorio inexplicable
Donde, a fuerza de codearse con los otros,
Se desgastan, se alteran y se pierden.
Los más afortunados, como yo,
Se confortan, quizá, por un momento,
Con la fresca, polícroma quietud
Que respiran a la altura de un parque,
Poco antes de volver a diluirse
En la opaca resaca de las calles.
Pero unos y otros se apresuran
A ocultarse en este omphalos
Cordial bajo el que reina
Una penumbra mansa, quimérica, uterina,
Con la esperanza de encontrar algún saber
Que les ayude a desmentir sus pesadillas.
(Do libro inédito Pan de Ánimas)
MIGUEL DELIBES SE APAGA
La vida de Miguel Delibes se agota. El gran escritor del paisaje y del paisanaje de Castilla está gravemente enfermo. Los médicos han anunciado que le quedan pocos días de vida a este humanista integral que es uno de los grandes narradores españoles de la posguerrra. Ha escrito novela, relato, diarios y libros de viajes (a Estados Unidos, Sudamérica o Praga, entre otros lugares), volúmenes de artículos, libros misceláneos y novelas tan valiosas como ‘El camino’, uno de los títulos suyos que siempre me han conmovido de manera especial, ‘Los santos inocentes’ y ‘El hereje’.
Cuando publicó ‘Señora de rojo sobre fondo gris’, le mandé una amplia reseña. Delibes, con su letra menuda, me contestó muy cariñosamente y me dijo que Zaragoza le recordaba, entre otras cosas, a un gran portero de su juventud: Andrés Lerín, del que habló en varios de sus artículos.
María Pilar Celma, zaragozana, es la directora de la cátedra ‘Miguel Delibes’.
GRAÑENA & ARAGÓN / 2

Una ilustración de Luis Grañena para ‘El sueño de los héroes’ de Bioy Casares.
PACO BUYO EN SUS DÍAS DE HUESCA

Tropo Editores va a publicar próximamente un libro sobre los ‘Cien años del Huesca’.
Y esta mañana, mientras releía cosas de Miguel Delibes que acaba de fallecer, recibo del escritor, editor y amigo Óscar Sipán esta foto de Paco Buyo, la temporada que estuvo en el Huesca. De allí pasó al Coruña, al Mallorca, al Sevilla y finalmente recaló en el Real Madrid.
Jugué en infantiles una temporada con Paco Buyo, y entrené con él. En realidad, debuté en el Ural en un partido de pretemporada en aquel Ural de Quique, Buyo, Gerardo, Berto, Pintos, Pombo, Amor, Cedeira… etc. Conmigo debutó un estupendo interiores: Liñares, un jugador de Sigrás, finísimo, un auténtico artista al que yo he comparado luego con Scifo, Míchel. Un artista de la banda derecha, un interior de creación, cuando se jugaba con un 4-3-3.
*Como digo, esta foto pertenece al libro que prepara Tropo sobre los 'Cien años de fútbol en Huesca'.
MIGUEL DELIBES HA MUERTO
Ha muerto Miguel Delibes,
El enamorado de Castilla,
El hombre que decía que la novela se condensa en tres elementos:
Un ser humano, un paisaje y una pasión,
El maestro de periodistas,
El prosista que hallaba las palabras en el campo,
en los días de caza y paseo,
El viajero que quiso conocer los secretos del mundo,
El amigo de los perdedores, de los derrotados del poder y del destino,
El hombre grave y sigiloso que escribía
para reinventarse y reinventarnos,
El cantor de infancias, el observador, el humanista,
El sabio apacible que miraba en el fondo del corazón
Y extraía silencio, profundidad, dolor, memoria del alma.
Ha muerto Miguel Delibes, el jinete de Castilla, el cazador,
El peregrino en su patria. El sembrador de palabras.
CARTA NOCTURNA DE PABLO GALLO

Hola, Antón
Me alegro de que te guste el retrato de Delibes.
Es mi pequeño homenaje a un gran escritor.
Miguel Delibes ha estado presente en mi vida desde mi más tierna infancia.
Mi madre es muy fan de sus libros, los tiene todos,
y como mi familia proviene del norte de Burgos
y Delibes tenía una casa en esa zona, concretamente
en un pueblo llamado Sedano, pues muchas veces,
desde niño, durante el verano, al pasar por allí oía decir
"Esta es la casa de Miguel Delibes".
Y oía hablar de él y de sus libros a las gentes del lugar.
Y hay gente del pueblo de mi familia que iba a cazar con él.
Y en sus libros aparecen pueblos que conozco bien.
Y también personajes de sus libros a los que conocí en persona.
Así que es un escritor que siento especialmente cercano.
Y como se suele decir, nos quedan sus libros, que por suerte son muchos y geniales.
Un abrazo. Pablo Gallo
*Recibo esta nota, ahora mismo, de mi admirado Pablo Gallo. Y poco antes me había mandado un dibujo. Pablo Gallo es un tipo extraordinario. No nos conocemos, pero de él solo he recibido cariño y preciosos gestos de amistad. Este es uno más.
LA DESPEDIDA DE MIGUEL DELIBES

d e s p u é s d e e l h e r e j e
por Miguel Delibes
Aunque viví hasta el 2000..., el escritor Miguel Delibes murió en Madrid el 21 de mayo de 1998, en la mesa de operaciones de la clínica La Luz. Esto es, los últimos años literariamente no le sirvieron de nada.
El balance de la intervención quirúrgica fue desfavorable. Perdí todo: perdí hematíes, memoria, dioptrías, capacidad de concentración... En el quirófano entró un hombre inteligente y salió un lerdo. Imposible volver a escribir. Lo noté enseguida. No era capaz de ordenar mi cerebro. La memoria fallaba y me faltaba capacidad para concentrarme. ¿Cómo abordar una novela y mantener vivos en mi imaginación, durante dos o tres años, personajes con su vida propia y sus propias características? ¿Cómo profundizar en las ideas exigidas por un encargo de mediana entidad? Estaba acabado. El cazador que escribe se termina al tiempo que el escritor que caza. Me faltaban facultades físicas e intelectuales. Y los que no me creyeron y vaticinaron que escribiría más novelas después de El hereje, se equivocaron de medio a medio. Terminé como siempre había imaginado: incapaz de abatir una perdiz roja ni de escribir una cuartilla con profesionalidad.
No me quejaba. Otros tuvieron menos tiempo. Al fin y al cabo, setenta y ocho años son bastantes para realizar una obra. Le di gracias a Dios, que me permitió terminar El hereje, y me dediqué a la vida contemplativa. Las cosas que intenté no eran serias. Con mi hijo Miguel hicimos un libro sobre el cambio climático, en el que no intervine más que para hacer preguntas propias de un ciudadano preocupado, pero no aporté una sola idea. En Muerte y resurrección de la novela di a la estampa algo que tenía hecho para dar la sensación de que trabajaba, de que aún disponía de una vida activa.
Los optimistas que sobreviven a un cáncer suelen decir que lo vencieron. Yo no me atrevo a tanto. Los cirujanos impidieron que el cáncer me matara, pero no pudieron evitar que me afectara gravemente. No me mató pero me inutilizó para trabajar el resto de mi vida. ¿Quién fue el vencedor?
Y bien: cuando mi obra, dicho lo dicho, está concluida, y por tal la doy, veo con satisfacción que los prestigiosos editores de Círculo de Lectores y Ediciones Destino se ocupan ahora de recopilarla y reunirla en los siete volúmenes que van a configurar esta serie. Cada volumen, además, irá prologado por un destacado estudioso de mi obra. ¿Qué hacer si no sentirme halagado y agradecido? Si mi primera novela apareció en 1948 —hace ahora sesenta años— y la última en 1998, ha sido media centuria, la segunda del siglo XX, la que me he ocupado escribiendo y publicando libros. Y siempre con el beneplácito de mis lectores. También a ellos, y a cuantos ahora se asomen a las páginas de estas Obras completas, quiero agradecer sinceramente su benevolencia y fidelidad.
MAYO DE 2007
Miguel Ángel Delgado y Lola Ferreira son los responsables de prensa de Círculo de Lectores, dos estupendas personas y dos magníficos profesionales que miman los libros, los autores, a los periodistas, pertenecen a ese tipo de gente laboriosa y dulce que cuida los detalles. Esta mañana he recibido este correo suyo. Y lo cuelgo gustoso. Así, con toda la lucidez del mundo, se despedía Miguel Delibes de la literatura.
VALENTÍN, EL JOVEN FILÓSOFO

Uno de los compañeros que más admiraba yo en la Universidad, especialmente en el último curso, fue un estudiante de BUP, Valentín Escudero, vasco, sensible, con alma de filósofo. Nunca he vuelto a saber de él, pero a menudo me acuerdo de su lucidez, de su melancolía, de su energía y de su liderazgo. Creamos un pequeño grupo de amigos e íbamos a dar clases a Visantoña y a Filgueira, donde el cura nos dejó una casa. Entre otros amigos, andaban por allí Pepe García Fariña, Anxo Penabad, Antonio Roca (ahora un gran artista conceptual con parada y fonda en Italia: trabaja mucho en distintos lugares de Europa y de cuando en cuando retorna a su Cataluña natal), Ezquerra, el ovetense Antonio Fernández Fernández…
El amigo Mateo, 'el guitarrista incansable del sur', que es una mina de recuerdos (como Guillermo López, como tantos otros de aquellos imborrables días de la Laboral; acabo de ver por ahí a Pena Ventoso, que tenía alma de narrador y de poeta), ha colgado una foto suya. Una foto de Valentín Escudero, que vivía por aquellos días una hermosa e intensa historia de amor con una compañera de Caión, que era una de las primeras mujeres modernas que yo conocí. Era muy fácil enamorarse de ella por su misterio, por su pasmosa seguridad, por su independencia. A ellos, de algún modo, les dediqué un cuento lleno de recuerdos inventados y de ficciones: ‘Dos tardes con Beatriz de Sousa’…
ENRIQUE LARROY CREA WEB

Hace días que quería anunciar que el pintor Enrique Larroy ha abierto una estupenda página web, y se encuentra aquí:
FOTO DE 'VIVIR DEL AIRE'

He recibido un puñado de cartas y de mensajes de amigos que han leído ya mi primer poemario, ‘Vivir del aire’, que ha publicado Olifante en su colección, Casa del Poeta. Juan Marqués, por ejemplo, me ha dicho que lo ha comprado en Hiperión esta misma semana.
Estoy muy contento con el libro. Ha quedado un objeto delicado.
Lleva esta foto del gran Vicente Almazán. El fotógrafo insomne. El poeta del contraluz. Está tomada en Rubielos de Mora.
'VIVIR DEL AIRE': DOS POEMAS

EL PASEO Y LOS OLIVOS
El poeta Rosendo Tello me dijo una vez: “El misterio vive ensortijado en la oscura sombra de los olivos”. Aquella frase se me quedó en la cabeza. Cuando pienso en los olivos, siempre pienso en el poeta lunar de Letux, siempre busco ese enigma entre las ramas. Y si no lo encuentro no importa. Avanzo entre los árboles, lentamente, hollando los cantos de la tierra, aspirando un olor poco definido. Avanzo como quien persigue algo, como quien presiente que, a derecha o izquierda, en la perfecta simetría de los campos, de un momento a otro se hará evidente la revelación. Y esa revelación tendrá la melodía de una música o el canto de un ruiseñor, la densidad de la espesura, el rostro inefable de un dios invisible. Avanzo, sin miedo, a favor de la claridad de la mañana. Me refugio en una olivera y me enredo en sus ramas. Entonces, miro al cielo y me sé seguro en el mundo.
*Este es el primer poema del libro.
VIVIR DEL AIRE Nunca he sabido qué me duele. No he sabido ponerle palabras a este vago estupor de existir y resistir. Intento reinventarme a cada hora. Hago acopio de felicidad: si no la atisbo, la creo, la busco afanosamente en cualquier sitio, en cualquier objeto, en un jirón de nubes negras, en los almendros que muestran sus flores deslumbrantes cuando se despereza marzo. Me fajo como un púgil o un erizo furioso contra el airado descontrol de la soberbia. Sueño que la felicidad que ansío está en todo: en cuanto me ve al pasar, en la cigüeña que despliega sus alas en el torreón, en medio de la corriente, en el pato que anda, vuela y nada en el Canal antes de ocultarse bajo el tronco de un gran abedul. Nunca he sabido qué me duele, pero percibo un agobio dentro, un cosquilleo de rabia, una perplejidad de metales en la lengua y en la sangre. Vivir, a veces, es abandonarse, prescindir de la impostura, despojarse de la ambición y del vértigo: dejarse ir, hacia la inalcanzable montaña de nieve, con las manos en los bolsillos... **Último poema del libro. En 'Vivir del aire' se mezcla los poemas en verso con los poemas en prosa. Esta portada ha sido tomada por Vicente Almazán en su blog de fotos en color.
UN HOMBRE, UN PAISAJE, UNA PASIÓN

UN HIOMBRE, UN PAISAJE, UNA PASIÓN
EL GRAVE RETRATISTA DE ALMAS HERIDAS
-Miguel Delibes (Valladolid 1920-2010) ha practicado casi todos los géneros: novela y relato breve, libros de viajes, diarios, ensayos, manuales de literatura, textos políticos y diversos volúmenes de esto y de aquello que recogen sus artículos de prensa o sus impresiones de actualidad, incluyendo su pasión por el fútbol y en concreto por el arquero del Real Zaragoza de los años 40 Andrés Lerín, al que evocó varias veces. E incluso ha sido, de modo más o menos diferido, un memorialista muy personal en ‘Señora de rojo sobre fondo gris’ (Destino, 1991), donde recreaba la muerte de su mujer Ángeles Castro y el insondable dolor posterior, y en ‘Las ratas’ (Destino, 1962), un compendio de experiencias personales en un medio rural que agoniza. Delibes ha sido un narrador fundamental de la posguerra, muy querido por el cine y por el teatro, un abogado de los perdedores, que ha conjugado como nadie ética y estética. Su texto más barroco, y quizá estilísticamente más bronco, fue el primero, ‘La sombra del ciprés es alargada’ (Destino, 1947), un inesperado Premio Nadal que le vinculó al sello Destino y a su editor Josep Verges; la amistad de ambos y las diversas tribulaciones de la relación las desveló en un libro como ‘Delibes-Vergés. Correspondencia 1948-1986)’ (Destino, 2002). Delibes solía fotografiarse casi siempre ante la colección, en tapa dura, del sello ‘Áncora y Delfín’ de Destino. Esa era su casa de fondo: el sello y el puerto donde le gustaba publicar sus libros.
Desde sus inicios ha sabido alternar su preocupación por Castilla, el territorio constante de su vida, por su paisaje y su paisanaje, con retratos muy complejos de personajes muy diferentes y con agudas y meditadas visiones de la realidad española. Delibes era un grave retratista de almas heridas que decía que una novela exige un ser humano, un paisaje y una pasión. Al lado de novelas como ‘El camino’ (1950), que cuenta el tránsito del mundo rural al mundo urbano, casi una elegía del paraíso perdido, las narraciones de ‘Viejas historias de Castilla la Vieja’ (1964), la magistral ‘Los santos inocentes’ (1982) o su novela histórica ‘El hereje’ (1998), que le devolvió a la máxima actualidad, hay que situar libros tan personales como ‘Diario de un cazador’ (1955), ‘Diario de un emigrante’ (1958), ‘Mi idolatrado hijo Sisí (1953), ‘La hoja roja’ (1959), ‘Cinco horas con Mario’ (1966), ‘La mortaja’ (1970) o ‘El príncipe destronado’ (1973). Entre sus libros de viajes y de crónicas sociales y políticas se encuentran ‘Por esos mundos: Sudamérica con escala en las Canarias’ (1970) y ‘La primavera de Praga’ (1970). Delibes fue un hombre de palabra, valiente y decidido, un maestro de periodistas y un humanista, en el sentido más extenso del término, que criticó el franquismo y que luchó contra la censura a la vez que arropaba el talento de José Jiménez Lozano, Manuel Leguineche, José Luis Martín Descalzo y Francisco Umbral, entre otros. Escribió del amor, de los desheredados y acosados por el poder y el destino, escribió de la vida, de la vejez y de la muerte con un estilo transparente y hondo, y su obra fue un cántico constante al castellano: una prosa antigua y moderna de campo, paseo y caza. Le gustaba hablar con todo el mundo, “pegar la hebra”, oír al cazador (es, sin duda, el gran escritor cinegético de España) y al campesino, y sabía contar como nadie ese momento en que el niño, el adolescente o el anciano se quedan como náufragos, sin asideros, estupefactos ante el curso de los acontecimientos. Como los niños de ‘El camino’, como el viejo Azarías y su ‘Milana, bonita’. Era un hombre discreto y cálido, uno de los nuestros, distinguido con todos los premios y con el absoluto fervor de los lectores. En los últimos años contó con una activa cátedra universitaria, en la Universidad de Valladolid, que dirigía la aragonesa María Pilar Celma.
II. EL REPORTERO
El periodista de todas las secciones
Miguel Delibes dijo en una ocasión que “el periodismo era como un borrador de la literatura”. Lo fue para él, sin duda, porque desde las páginas de El Norte de Castilla, donde se inició y se forjó, aprendió dos cosas fundamentales: la valoración humana, sociológica e histórica de los hechos, y la labor de síntesis que exige la prensa. Delibes añadía que su misión era buscar al otro, al lector, y para ello en muchas ocasiones se tenía que valer de una máxima, que es casi una aspiración: “Se trata de decir lo máximo con las menos palabras posibles”. Explicaba que la redacción de un suceso puede contener todo el arte de narrar y que una entrevista es una magnífica escuela para hacer hablar a los personajes, un campo de pruebas del diálogo narrativo.
El joven estudioso de Derecho Mercantil sintió desde muy pronto la llamada de las linotipias. En 1941, inició su colaboración con El Norte de Castilla como caricaturista y dibujante, aunque también realizaba el diseño de rótulos de secciones. Dos años después, se convirtió en redactor y realizó distintas funciones vinculadas con el periodismo literario: fue crítico de cine, comentarista de libros, en particular de novela española y extranjera. El director Francisco de Cossío estimuló su vocación y el uso de la creatividad. De ahí pasaría, algún tiempo después, a ser editorialista.
Desde muy pronto, eludiendo la censura como podía, manifestó una inclinación hacia los postergados, los parias del mundo. Con sus reportajes, viajes por Castilla, su preocupación por la situación social del campo, su resistencia a aceptar consignas o lugares comunes que difundía el régimen, Delibes trazó su propio camino. Dirigió el periódico de su ciudad desde 1958 a 1963. En ese periodo animó y formó a una espléndida generación: Martín Descalzo, Umbral y Leguineche. Delibes escribió de todo en la prensa: realizó varios viajes alrededor del mundo, redactó unos textos sobre la primavera de Praga (que publicó en Triunfo), realizó entrevistas a personajes locales, opinó de deportes: caza, natación, automovilismo, ciclismo y fútbol, por supuesto. Miguel Delibes corrigió al gran Di Stéfano cuando éste dijo que en las victorias sólo el 10 % era mérito del entrenador, y en las derrotas, el demérito alcanzaba el 40%. Delibes, observador y comprometido, sutil en la esquiva de los censores, dijo: “El alma del equipo es el alma del entrenador”. Muchos dirían que Delibes, que recogió sus textos de prensa en “Pegar la hebra” (1990) o “He dicho” (1991), entre otros volúmenes, también encarna el alma del periodismo, su honda transparencia. “Soy un hombre que escribe sencillamente”, confesó una vez.
*La primera foto es de 'Diario de León' y la segunda se halla en los blogs de Rtve.
PANTALIA.ES: LAIRLA & LARTITEGUI

Hace unos días, recibí de mis amigos Sergio Lairla y Ana González Lartitegui, y además vecinos de Garrapinillos, esta pequeña nota:
Desde Pantalia nos complace presentarte nuestro nuevo espacio de gestión en la red diseñado por Ajubelstudio.
Te invitamos a visitarlo en nuestra dirección:
Un cordial saludo. Sergio Lairla y Ana González Lartitegui.
Ana es ilustradora y a veces escritora; Sergio es escritor. Y además son gestores culturales vinculados al mundo de la literatura infantil y juvenil.
Recojo de su web estas dos noticias de otros amigos: Ajubel, el ilustrador cubano, Elisa Arguile y Daniel Nesquens.
NOTICIAS PANTALIA.ES
Ajubel y Elisa Arguilé premiados en el CJ Picture Book Award de Corea.
El libro Robinson Crusoe editado por Media Vaca e Ilustrado por Ajubel, colaborador de Pantalia y autor del diseño de esta página web, ha sido galardonado en la 2ª edición de los CJ Picture Book Award del CJ Picture Book Festival celebrado en Corea. En esta 2ª edición también ha sido galardonado El león Kandinga, editado por Kalandraka, escrito por Boniface Ofogo e ilustrado por la Ilustradora Zaragozana Elisa Arguilé. Una excelente noticia para el mundo de la edición y el campo de la ilustración en nuestro país.
El Picture Book Festival es uno de los acontecimientos más importantes a nivel mundial en relación con la literatura infantil y juvenil ilustrada, está organizado por la CJ Culture Foundation, una institución sin ánimo de lucro cuyo objetivo es promover y difundir los mejores libros del panorama internacional.
Un jurado internacional compuesto por editores, ilustradores y especialistas ha seleccionado ambos libro dentro de la categoría New Publications, que premia cinco obras recientemente editadas o inéditas de un total de seiscientos treinta y cinco presentadas a concurso y procedentes de treinta y nueve países. En este mismo certamen Ajubel ha quedado seleccionado entre los cincuenta finalistas en la categoría individual.
Ajubel ha obtenido ya otros importantes reconocimientos por su Robinson Crusoe, como el Bologna Ragazzi Award 2009, el Premio al Mejor Libro Ilustrado 2008 concedido por la Dirección General del Libro de la Consellería de Cultura Valenciana o los White Ravens 2009 que patrocina la Internationale Jugendbibliothek de Múnich. (Arriba, una imagen de Ajubel)
Daniel Nesquens ganador del Premio Anaya
de Literatura Infantil y Juvenil.
El escritor zaragozano Daniel Nesquens ha resultado ganador de la VII edición del Premio Anaya de Literatura Infantil y Juvenil, con la obra El hombre con el pelo revuelto, que será publicado por la editorial en abril en una edición ilustrada.
Eliacer Cansino, como presidente del jurado, destacó que "su humor absurdo la hace recomendable para cualquier edad y que su disparate organizado no esconde un mensaje lleno de vitalidad y una filosofía del disfrute de la vida".
En esta edición, el jurado ha estado compuesto por Eliacer Cansino, ganador de la pasada edición; Alicia Muñoz, directora de la revista Lazarillo; Purificación Prieto, librera, María Cruz Delgado, profesora y especialista en literatura infantil; María Luisa Blanco, asesora de literatura infantil y juvenil de Anaya, y Pablo Cruz, editor de Anaya Infantil y Juvenil.
Desde aquí felicitamos a este amigo y colaborador de Pantalia por sus éxitos.
SABINE WEISS, EN VALLADOLID
SABINE WEISS, EN VALLADOLID
Es la última representante de la fotografía humanista francesa
SE INAUGURA EN LA SALA MUNICIPAL DE EXPOSICIONES DE LA CASA REVILLA LA EXPOSICIÓN “INTIMAS CONVICCIONES. El hombre y sus creencias. Fotografías de SABINE WEISS”.
Portugal. 1954.
La Sala Municipal de Exposiciones de la Casa Revilla presenta a partir de hoy día 17 de marzo, la exposición INTIMAS CONVICCIONES. El hombre y sus creencias. Fotografías de SABINE WEISS. La muestra recoge 60 fotografías en blanco y negro seleccionadas entre las mejores imágenes de la fotógrafa sobre el tema de la religión, la fe y la expresión y el comportamiento humano ante las deidades.
Nacida en 1924 y amiga de los grandes fotógrafos de su época, como Robert Doisneau, con los que ha compartido la forma de mirar, Sabine Weiss lleva 45 años recorriendo el mundo para encontrarse con el otro, siempre a través de una mirada tierna y curiosa a la vez. Hija de un químico, creció familiarizada con la manipulación de los líquidos, y a los 12 años, durante un viaje a París, se compró su primera cámara de fotos con su paga. A los 22 años, después de haberse sacado el título de fotógrafa, decide abandonar Suiza y marcharse a vivir a París “por cuestiones de amor”.
Niños españoles de 1954.
En la ciudad de la luz, en el estudio del fotógrafo de moda Willy Maywald, descubre el placer y la importancia de fotografiar con luz natural, una obsesión que le acompañará toda su vida. “Sólo fotografío aquello que me conmueve”, ha dicho alguna vez, y es por eso que su obra está plagada de niños, “son siempre un desafío”, de viejos, de gente en las calles, de la vida cotidiana en el París de los 50, que es el mismo que fotografiaron sus grandes coetáneos, y algunos de ellos compañeros de agencia, como son Cartier Bresson, Robert Doisneau, Brassaï o Willy Ronis. En sus archivos, la gente anónima se mezcla con las estrellas famosas y pronto es solicitada por las grandes revistas francesas y americanas para hacer retratos de los políticos y relevantes artistas de la época. Ante su cámara posaron, entre otros, Joan Miró Fernand Leger, Marc Chagal, André Breton y Giaccometti. La moda fue otra de sus especialidades y durante décadas ha aceptado innumerables encargos de la prensa estadonidense del sector.
A pesar de su actividad laboral frenética, Sabine Weiss siempre ha sabido encontrar tiempo para sus proyectos más personales. INTIMAS CONVICCIONES. El hombre y sus creencias es el resultado de años de trabajo y viajes en los que la autora, infatigable, ha buscado el significado de Dios, no tanto en su forma divina, como en su representación más cercana y sobre todo, en su faceta más humana. Weiss no se fija en altares, ni en iconos religiosos, sino que gira su cámara hacia el hombre que reza, el que comulga, el que medita, sea en una calle, en una catedral ante un cristo o en aeropuerto junto a las cabinas telefónicas. La cámara de Weiss capta la manera en que los hombres se comportan ante él y cómo manifiestan sus creencias, lo que en definitiva, es la manifestación de lo que somos. Como ocurre muchas veces con la fotografía humanista, el trabajo de Weiss sobre la fe, es un estudio casi antropológico, porque a Sabine Weiss le interesa, sobre todo, el momento en que se quita la máscara que se siente obligado a llevar.
La fuerza del amor.
Sabine Weisss ha expuesto en el MoMA de Nueva York, en Art Institute de Chicago, Museo de l'Elysée, Lausanne y en la Maison Europeen de la Photographie, en París, entre otros muchos. Entre sus numerosas publicaciones, cabe destacar “Intimes Convictiions”, Ed. Contrejour, 1989 y “Sabine Weiss”, ed. La Martiniere, 2003.
*Esta información pertenece a la Fundación Municipal de Cultura y al Ayuntamiento de Valladolid. Las fotos son todas de Sabine Weiss, pero no todas están en Valladolid.
JOSÉ PERIS CON HAYDN ANTE EL PAPA

El músico aragonés presentará el 19 de marzo en el Vaticano la obra ‘Las últimas siete palabras de Cristo’ con el cuarteto Henschel, que él ha completado en un proyecto artístico que incorpora a la soprano Suzanne Kelling. El día 24 de marzo se presentará en La Seo
La vida musical de José Peris Lacasa (Maella, Zaragoza, 1924) tiene muchas anécdotas para la leyenda. Fue discípulo dilecto de Carl Orff, estudió con Turina y Guridi, y sedujo con su rigor y la pasión por el trabajo bien hecho a Óscar Esplá, que lo reclamó a su lado, en Alicante, poco después de retornar del exilio. Su tendencia a vivir experiencias intensas va a tener un nuevo hito: el próximo día 19, a las 18.00, en la Sala Clementina del Vaticano, presentará ‘Las últimas siete palabras de Cristo’ de Joseph Haydn (1732-1809) ante el Papa Benedicto XVI, Joseph Ratzinger. El cuarteto Henschel de Munich, acompañado por la soprano italo-germana Suzanne Kelling, ofrecerá esta obra de 900 compases que dura en torno a una hora y cuarto y que nació de un encargo a Haydn de unos ilustrados españoles de Cádiz que se reunían en una cueva a celebrar de un modo especial la Semana Santa. José Peris ha completado la pieza: en vez del sermón habitual del sacerdote, ha compuesto música para una soprano.
José Peris Lacasa dice desde su casa madrileña: “No he movido ningún hilo. Soy muy malo para las relaciones. Todo ha venido rodado. El Papa es un gran enamorado de la música y se dice que toca el piano todos los días”, dice. Sin embargo, el “concierto en honor al día de la onomástica del Papa” del día 19 en Roma tiene una historia anterior. En el año 2008, Peris presentó, con un cuarteto y con la soprano Ana María Sánchez, esta obra en el Palacio Real. Y al año siguiente fue invitado al Festival de Semana Sacra de Nüremberg, que se inauguró con la composición de Haydn.
El interés papal
“Lo que ocurrió luego no lo sé con certeza. Gente de los círculos musicales debió hablarle al Papa Benedicto XVI de ‘Las últimas siete palabras de Cristo’ y él mismo dijo: ‘Quiero escuchar esa obra’. Y así comenzó todo: he recibido cartas, llamadas; se ha dirigido a mí el prefecto de la Casa Pontificia, Hannes Harvory”. Haydn concibió un desarrollo orquestal de este proyecto al principio, pero poco a poco fue derivando hacia la búsqueda de una mayor profundidad del drama y de “una intimidad más íntima”, y la adaptó para cuarteto, porque “el cuarteto con dos violines, viola y violonchelo es el que más se acerca al registro de voces humanas”. El propio Joseph Haydn -“el mejor músico religioso del mundo en su tiempo”, según José Peris- señaló: “Hace quince años que el canónigo de Cádiz [José Sáenz de Santamaría] me pidió hacer música instrumental para ‘Las últimas siete palabras de Cristo’ en la Cruz (...) Después de la introducción, subió el obispo al púlpito, pronunció una de las siete palabras y habiendo terminado bajó y se arrodilló ante el altar. Esta pausa fue completada por la música y así una y otra vez hasta la conclusión...".
El origen de la petición de esta obra está vinculado con la cofradía de la Madre Antigua que se congregaba en la Iglesia del Rosario de Cádiz, que contaba con tres lienzos de Francisco de Goya. Sus integrantes, que eran ilustrados, descubrieron por puro azar una cueva subterránea y continuaron en ella sus reuniones y sus rezos. A través del canónigo don José Don José Saénz de Santamaría, le escribieron a Haydn. “Imagínese de qué estamos hablando. Haydn se quedó asombrado cuando leyó cómo se celebraba la Semana Santa, con todas las imágenes tapadas, incluso el órgano, ese universo oscuro o morado de nuestros ritos. Él aceptó el desafío, le puso música, y yo lo que he hecho es completar algunas cosas durante los distintos sermones, cambiamos a la soprano por el cura habitual de entonces, y añadirle algunos compases con el mismo ritmo, la armonía y el estilo de una pieza que marcó un nuevo camino. Es una música profunda y genial”.
El concierto ante el Papa de ‘Las últimas siete palabras de Cristo’ de Haydn también llegará a Zaragoza cinco días después: se estrenará el próximo 24 de marzo en La Seo, a las 20.15, en este caso con la soprano española Ana María Sánchez. “Me hace muchísima ilusión. Siento una especial vinculación con La Seo. Tanto el Cabildo como la consejera de Cultura, Educación y de Deporte María Victoria Broto se lo han tomado muy en serio y patrocinan el concierto. Les estoy muy agradecido y soy muy feliz. Fui muy amigo de Joaquín Broto, el gran organista de La Seo, y he estrenado varias obras en la catedral. En otro sentido, entiendo que ambos conciertos son también un respaldo a un proyecto de un misticismo evidente e intenso que nace en España con la ilustración”, concluye José Peris Lacasa.
DESPIECE
José Peris Lacasa es uno de los músicos aragoneses más completos. Según uno de sus mejores conocedores, “habría podido ser el Carl Orff” aragonés. Se formó en Zaragoza, París (donde estudió con Nadia Boulangier) y Munich, y estableció lazos con la generación de la República. Combina todas las facetas: compositor de obra sinfónicas, de pequeñas piezas y de música religiosa, divulgador musical, responsable de proyectos de investigación, cursos y festivales (entre ellos, el Festival Internacional de Música de Alicante, entre 1978 y 1984), y pedagogo en Alicante y en Madrid, donde fue Catedrático Numerario de Música de la Facultad de Filosofía y Letras, en la Universidad Autónoma. Ha rendidos diversos homenajes a la poesía: ha compuesto obras para Juan Ramón Jiménez, Pedro Salinas, García Lorca, Aleixandre y Alfonso X el Sabio, entre otros. Por su ‘Concierto espiritual’ recibió el Premio Nacional de Música en 1965, y nunca ha dejado de crear. La pieza ‘Música grave’ para cuarteto de cuerda es un homenaje a Severo Ochoa y ‘O Sacrum convivium’ fue redactada en memoria de las víctimas de la riada de Biesca, y se estrenó en la catedral de Huesca por el Coro de Cámara de Praga.
*(En la foto, Joseph Haydn por Hardy).
JAVIER RIOYO Y PEPÍN BELLO

Pepín Bello: Vida y memoria de un amigo inmortal
Javier Rioyo estrenaba el pasado lunes en la Residencia de Estudiantes su documental ‘Pepín Bello. Preferiría no hacerlo’, sobre el intelectual oscense del 27
Javier Rioyo estrena hoy el documental sobre José Bello Lasierra (Huesca, 1904-Madrid, 2008), que ha pasado a la historia como Pepín Bello. Enrique Vila-Matas lo incluyó en su libro ‘Bartleby y compañía” como un ejemplo de los escritores que no escriben, o que dejan de escribir, de esos que parecen decirle al mundo, igual que el amanuense nihilista de Herman Melville: “Preferiría no hacerlo”. Ese es el título que Javier Rioyo le ha dado a su documental sobre el coleccionista de amigos memorables, el amigo dilecto de Lorca, Buñuel y Dalí. ‘Pepín Bello. Preferiría no hacerlo’ se estrena esta tarde en la Residencia de Estudiantes de Madrid, que fue de joven el espacio ideal de Pepín y de la cultura española de vanguardia, y volvería serlo muchos años después cuando se recuperó. “Así arranca el documental: con Pepín Bello en la Residencia, entre becarios jóvenes y amigos casi tan ancianos como él”, dice el director y periodista madrileño.
Recuerda Javier Rioyo (Madrid, 1952), que estuvo el pasado viernes en el congreso de Periodismo Digital, que Pepín Bello era una fuente de asombros para su propia familia. Cuando se trasladaba a Huesca, de repente empezaba a decir que conocía a tal o cual persona que hablaba en la tele: escritores, filósofos, actores, políticos. Poco a poco iba revelando los secretos de su vida. “Pepín Bello ni hizo películas, ni escribió guiones, ni redactó una novela –subraya Javier Rioyo-. No sintió esa necesidad. Siempre aparcó cualquier conato de vanidad, aunque al final tuviera algunas manifestaciones en las que daba a entender que había estado detrás de numerosos proyectos. Tenía un carisma personal increíble, encanto, gracia, tal como dice María Asquerino. Vivió por el placer de vivir como quiso. Era noble, sin ser aristócrata; sabio, sin parecer un intelectual; elegante, sin pedantería. Y, sobre todo, era refinado, pulido, un maravilloso conversador que fue decisivo en el desarrollo del surrealismo y que influyó en la película ‘Un perro andaluz”. En el documental, que recorre Huesca, Madrid y un poco Sevilla, hablan distintos familiares de Pepín, intelectuales como Ian Gibson, Andrés Soria, Pepín García Velasco (que fue una de las personas que colaboró en la recuperación de su figura); hablan Antonio Garrigues Walker, el escritor Enrique Vila-Matas, varios integrantes de la familia Benet, y dos oscenses: Ricardo Lapetra, “que lo recibía en la ciudad y salía a pasear y a conversar”, y el pintor José Beulas. Rioyo recuerda Beulas y Bello se conocieron en los años 50 en la Academia de España en Roma en el único viaje que Pepín Bello hizo al extranjero.
“Insisto: Pepín Bello vivió a su aire. Solo tuvo tres trabajos: lo contrataron para la Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1927, y él aprovechó para invitar a sus amigos poetas, y logró que se hiciera la famosa foto de la Generación del 27. Luego, permaneció escondido en Madrid durante la Guerra Civil. Él era un liberal azañista, un hombre de centro más bien, pero se quedó en España, y en cierto modo se quedó solo. En la posguerra, intentó recuperar la elegancia del cordero castellano y creó una peletería de mutton, que intentaba suplantar al astracán y a las pieles más caras, y finalmente montó un cine al aire libre de coches en las afueras de Madrid”.
Dalí, Lorca y Pepín Bello, tras grandes amigos en La Residencia de Estudiantes.
Rioyo recuerda que apenas se le conocen amores a Pepín Bello: podría haber vivido una gran pasión en Sevilla, sugiere, pero su gran pasión fue la bella Araceli Durán: “Le pidió a Rafael Alberti que le escribiera un poema para interceder por él y el escritor gaditano le redactó un soneto”, y en la posguerra se sintió atraído por la belleza de Ava Gardner y por Lucía Bosé. “Su gran amigo, sin duda, por su aragonesismo tan vital fue Luis Buñuel. Pepín ejercía una atracción especial, era gracioso y muy original en su manera de ver el mundo. Eso explica que fueran grandes amigos suyos escritores tan serios como Juan Benet o políticos y abogados como Antonio Garrigues Walker”. En los últimos años fue objeto de varios libros, entre ellos de uno de José Antonio Martín Otín, ‘Petón’.
Uno de los detalles más entrañables de este proyecto fue que en una de las fotos que Aurelio Grasa tomó sobre la inauguración del pantano de La Peña, proyecto que realizó su padre, el ingeniero Severino Bello, aparece el niño Pepín y otro amigo. Al final, Javier Rioyo dio con ese amigo en una residencia de Huesca, “esa ciudad aireada y central, tan cerca de Francia, tan diferente a la vega de Lorca y al mundo mediterráneo de Dalí, o a la cerrada y aislada villa de Calanda. Así la definía Pepín Bello, que solía presumir de ciudad”.
EL AUTOR
Javier Rioyo, colaborador de ‘Hoy por hoy’ y director del programa ‘Estravagario’, es autor de varios documentales sobre el mundo de la literatura. Con José Luis López Linares firmó ‘Asaltar los cielos’, sobre el asesino de Trotski, y ‘Extranjeros de sí mismos’, sobre los brigadistas y algunos voluntarios en la División Azul. Juntos también han hecho ‘A propósito de Buñuel’, y ‘Un instante en la vida ajena’. Además, es autor de ‘Lorca, así que pasen cien años’, ‘Alberti para caminantes’ o ‘Un Quijote cinematográfico’. Ahora trabaja en un documental sobre el cartelista Enrique Herreros, y prepara la producción de otro trabajo sobre José Manuel Caballero Bonald.
*Esta fotografía de Javier Rioyo me la facilitó Silvia Martínez Peñas.
LA CIUDAD AIREADA
Salgo hacia Huesca la mañana del viernes. Paseo, gracias a la radio, por Sedano, el pueblo veraniego de Miguel Delibes: me imagino el río, el románico castellano, el páramo casi lunar y ocre en la tarde del cazador. Y me desplazo, gracias a Carlos de Hita, al parque de Doñana y a África con los sonidos que captó Félix Rodríguez de la Fuente, aquel naturalista de voz engolada y una pasión invencible por la naturaleza y sus criaturas. Alguien recuerda qué tipo de cazador era Delibes: podía disparar a esos pequeños seres que componen un bodegón de Arellano o de Sánchez Cotán, como la perdiz roja, pero no soportaba la mirada estupefacta y glacial de una corza abatida entre la enramada. En el palacio de Congresos de Huesca, el dibujante Enrique Flores, Montse Domínguez, director de ‘A vivir que son dos días’, y el cronista José Martí Gómez hablaban de viajes, de historias eternas del periodismo y de atracadores. Albert Rueda, un sabio de internet móvil y de e-books, ultimaba su puesta a punto: quería enseñar el iPad tan esperado (era broma) para leerlo casi todo, incluso a oscuras. Petón divertía con sus historias de fútbol y, con sutileza, renunciaba a su poderoso carisma para que se lucieran los otros. Fernando García Mongay volvía a triunfar con su equipo y sonreía a una reportera: Celia. Sus fiestas del periodismo digital se cuentan por éxitos y por una constante ampliación del campo de batalla. Javier Rioyo, tras anunciar el paulatino fin de la era Gutenberg, se fue de exposiciones: en el CDAN habló de su documental sobre Pepín Bello. ‘Preferiría no hacerlo’ y vio la muestra sobre la basura; se trasladó a ver la ‘Obra gráfica’ de Katia Acín, pasó por la librería Anónima, de Chema, Ana y Marta, y adquirió ‘En ese cielo oscuro’ de Sol Acín. Se despidió de de las ‘pajaritas’ de Acín con una frase de Pepín Bello: Huesca es una ciudad aireada bajo el anchuroso cielo.
*Foto de archivo de internet: Luis Lles, Samantha Appleton y Fernando García Mongay.
PRESENTACIÓN DE JOSÉ ORNA

Hoy Viernes a las 19 horas José Orna presentará su libro "EL MONSTRUO DEL LAGO SOLEDAD" en la Bóveda del Albergue de Zaragoza.
Un viaje por el interior de nuestro lago particular coloreado en blanco y negro.
'MOSQUITOS' DE WILLIAM FAULKNER

La editorial Alfabia, que dirige Diana Zaforteza, entre otros, acaba de publicar ‘Mosquitos’, la novela de William Faulkner, en traducción de Daniel Gascón (Zaragoza, 1981), que también acaba de traducir a Christopher Hitchens. Le pido un fragmento del libro y aquí está.
William Faulkner, visto por Henri Cartier-Bresson.
[La señora Maurier –una rica aficionada a las artes de Nueva Orléans- y su sobrina adolescente van con el señor Talliaferro –un seductor sin suerte, vendedor de ropa de señoras, que imposta un acento cockney y se ha cambiado un poco el nombre para darle más clase- al estudio del escultor Gordon: quieren que los acompañe en la excursión en el yate de la señor Maurier.]
Circularon despacio, pasaron bajo farolas espaciadas y por esquinas estrechas, mientras la señora Maurier hablaba constantemente de su alma, de la del señor Talliaferro y de la de Gordon. La sobrina iba sentada en silencio. El señor Talliaferro era consciente de su olor limpio y joven, como el de los árboles jóvenes; y cuando pasaban bajo las farolas podía ver su forma esbelta, la revelación impersonal de sus piernas y sus rodillas desnudas y asexuadas. El señor Talliaferro se deleitaba, agarraba su botella de leche y deseaba que el paseo no terminase. Pero el coche volvió junto a la acera, y debía bajarse, por mucho que le pesara.
-Entraré y lo traeré –sugirió con tacto premonitorio.
-No, no, subimos todos –objetó la señora Maurier-. Quiero que Patricia vea cómo es el genio en casa.
-Vaya, tía, ya he visto esos antros –dijo la sobrina-. Están por todas partes –dobló su cuerpo sin esfuerzo, rascándose las rodillas con sus manos morenas.
-Es muy interesante ver cómo viven, querida. Te encantará –el señor Talliaferro protestó de nuevo, pero la señora Maurier se impuso con meras palabras. Así que, a su pesar, encendió cerillas para ellas y las llevó por las escaleras tortuosas y oscuras, mientras sus tres sombras los imitaban, subiendo y cayendo monstruosamente sobre la pared antigua. Mucho antes de que llegaran al último piso, la señora Maurier jadeaba y resoplaba: el señor Talliaferro sintió una pueril alegría vengativa al oír su respiración trabajosa. Pero era un caballero y apartó esa sensación, reprendiéndose a sí mismo. Llamó a una puerta, le dijeron que entrara, abrió.
-¿Ha vuelto? –Gordon se sentó en su única silla, mientras masticaba un sándwich, con un libro entre las manos. La bombilla desnuda refulgía salvajemente sobre su camiseta interior.
-Tiene visita –el señor Talliaferro ofreció su tardía advertencia, pero el otro ya había visto tras su hombro el rostro interesado de la señora Maurier. Se levantó y maldijo al señor Talliaferro, que había empezado de inmediato su infeliz explicación-. La señora Maurier insistió en venir…
La señora Maurier lo derrotó de nuevo.
-¿Señor Gordon? –irrumpió en la habitación, con su cara de feliz asombro como un plato redondo apoyado sobre un borde-. ¿Cómo está? ¿Podrá alguna vez perdonarme por importunarle así? –continuó, con sus cursivas demasiado afectuosas-. Acabamos de encontrarnos con el señor Talliaferro en la calle, llevaba su leche y hemos decidido enfrentarnos al león en su jaula. ¿Cómo está? –le puso encima su mano efusiva, miró atentamente a su alrededor con alegre curiosidad-. Así que aquí es donde trabaja el genio. Es precioso. Muy… muy original. Y eso… -indicó una esquina tras un biombo de harapienta tela ribeteada- es su dormitorio, ¿verdad? ¡Qué agradable! Ay, señor Gordon, cómo envidio su libertad. Y una vista. También tiene una vista, ¿verdad? –le cogió de la mano y miró extasiada a una ventana alta e inútil, que enmarcaba dos cansadas estrellas de cuarta magnitud.
-La tendría si midiera dos metros y medio de alto –corrigió él. Ella volvió la vista hacia él rápidamente, feliz. El señor Talliaferro rió con nerviosismo.
-Eso sería encantador –respondió con entusiasmo-. Tenía tantas ganas de que mi sobrina viera un estudio de verdad, señor Gordon, en el que trabaja un artista de verdad. Querida –se detuvo, sin dejar de apresar su mano, mirando por encima del hombro- querida, voy a presentarte a un escultor de verdad, del que esperamos grandes cosas… Querida –repitió más alto. La sobrina, a la que las escaleras no habían molestado, había caminado sin rumbo tras ellos y ahora estaba frente a la pieza de mármol-. Ven a hablar con el señor Gordon, querida –bajo la modulación de sacarina de su tía había un rastro de algo que, después de todo, no resultaba tan dulce. La sobrina volvió la cabeza y asintió ligeramente sin mirarlo. Gordon liberó su mano.
-El señor Talliaferro me cuenta que tiene usted un encargo –la voz de la señora Maurier había vuelto a ser miel atónita y feliz-. ¿Podríamos verlo? Sé que a los artistas no les gusta enseñar una obra inacabada, pero, entre amigos… Los dos saben lo sensible a la belleza que soy, aunque se me haya negado el impulso creador.
-Sí –dijo Gordon, observando a la sobrina.
-Hacía mucho que tenía intención de visitar su estudio, como prometí, seguro que lo recuerda. Así que aprovecharé esta oportunidad para echar un vistazo. ¿Le importa?
-Adelante: Talliaferro puede enseñarle cosas. Perdone -se tambaleó de una manera característica entre los dos y la señora Maurier canturreó:
-Sí, es cierto. El señor Talliaferro, como yo misma, es sensible a lo hermoso en el arte. Ah, señor Talliaferro, ¿por qué se nos dio a usted y a mí el amor por lo bello y se nos negó la capacidad de crearlo a partir de la piedra y la madera y la arcilla…?
Su cuerpo, enfundado en su vestido breve y sencillo, estaba inmóvil cuando él se acercó hasta ella. Después de un rato dijo:
-¿Le gusta?
De perfil, su mandíbula era pesada: había algo masculino en ella. Pero de frente no resultaba pesada, sólo tranquila. Tenía labios gruesos y descoloridos, sin pintar, y sus ojos eran opacos como el humo. Ella afrontó su mirada, percibió el azul gélido de sus ojos (como los de un cirujano, pensó) y volvió a mirar el mármol.
-No lo sé –respondió lentamente-. Es como yo.
-¿Como usted? –preguntó con seriedad.
No respondió. Después dijo:
-¿Puedo tocarla?
-Si quiere –contestó, examinando la línea de su mandíbula, su nariz firme y breve. Ella no hizo ningún movimiento y él añadió:- ¿No va a tocarla?
-He cambiado de idea –dijo con calma. Gordon miró por encima del hombro hacia el lugar en el que la señora Maurier estudiaba algo meticulosa y locuazmente. El señor Talliaferro le daba la razón con pasión contenida.
-¿Por qué es como usted?
Ella dijo, como si fuera irrelevante:
-¿Por qué no tiene nada aquí? –su mano marrón destelló esbelta en la elevada ausencia de énfasis del pecho del mármol, y se retiró.
-Usted tampoco tiene mucho –ella afrontó su mirada insistente-. ¿Por qué debería tener algo? –preguntó.
-Tiene razón –asintió con la imparcial amabilidad de una igual-. Ahora lo veo. Por supuesto que no debería. No lo… entendí por un momento.
Gordon examinó con creciente interés su pecho plano y su vientre, el cuerpo de chico que su desenvoltura y la delgadez de sus brazos ocultaban. Asexuada, aunque de alguna manera vagamente perturbadora. Quizá sólo joven, como un ternero o un potro.
-¿Cuántos años tiene? –preguntó Gordon abruptamente.
-Dieciocho, si es asunto suyo –respondió sin rencor, mientras contemplaba la escultura de mármol. De pronto volvió a mirarle-. Me encantaría que fuera mía –dijo, con repentina sinceridad y añoranza, como una niña de cuatro años.
-Gracias –dijo Gordon-. Eso era bastante sincero, ¿verdad? Pero por supuesto no puede ser suya. Lo sabe, ¿no?
Ella estaba callada. Él sabía que no podía encontrar ninguna razón por la que no debiera ser suya.
-Creo que sí –asintió al fin-. Pero he decidido que lo pensaría.
-¿Para no pasar por alto ninguna oportunidad?
-Bueno, seguramente mañana ya no la querré de todas formas… Y si todavía la quiero, puedo conseguir algo igual de bueno.
-Quiere decir –corrigió él- que si la sigue queriendo mañana, puede llevársela, ¿verdad?
Como si fuera un organismo distinto, la chica alargó la mano y acarició lentamente el mármol.
Esta foto es uno de los motivos del collage de portada del libro de Alfabia. La foto inicial es de Faulkner y Eudora Welty, realizada en 1962.
'BORRADORES': UN MENÚ DE HISTORIA

El programa ‘Borradores’ redifunde mañana sábado, día 20, a las 9.30 su monográfico de Historia.
Actúa Jorge Martínez, el líder de Ilegales, y repasa su trayectoria de más de veinte años: sus inicios como dibujante, cómo aprendió a tocar la guitarra, la estética y las letras de Ilegales, su nuevo proyecto de temas de los años 20, 30 y 40 que presenta con guitarras de época y con la formación Jorge Ilegal y los Magníficos.
Conchita Monrás y Ramón Acín, en una foto de Oltra.
Acuden al plató José María Maldonado, que habla de su libro ‘Aragón bajo las bombas’ (Amarga Memoria / DGA), habla de los bombardeos de Zaragoza, Huesca, Alcañiz, Caspe, de los aviones o de la figura de Miguel Gayoso; y Víctor Pardo Lancina, que habla de ‘Tiempo destruido’ (Amarga Memoria / DGA e IEA), siete narraciones sobre la Guerra Civil y sus ecos, donde narra la ejecución de Ramón Acín, de Concha Monrás y de otras mujeres, del cura de Loscorrales o del joven anarquista de Abiego, molidos a palos y colgado luego de un árbol.
Además se ofrecen tres reportajes con Andrés Pérez Domínguez, que habla de su novela ‘El violinista de Mauthausen’ (Algaida), el historiador británico Paul Preston, que realiza un repaso de la Guerra Civil, la ley de la memoria histórica, las nuevas generaciones de historiadores aragoneses (cita explícitamente a Julián Casanova, Javier Rodrigo,José Luis Ledesma, Ángela Cenarro, María Pilar Salomón, etc.) y los restos de Federico García Lorca. Y también se ofrece una entrevista con Lucía Izquierdo, la nuera del poeta Miguel Hernández, que recuerda al poeta de Orihuela en su centenario.
Una foto de Agustín Casasola de un niño en la Revolución Mexicana.
El programa se completa con recomendaciones de libros de historia, entre ellos uno sobre la memoria fotográfica de la Revolución mexicana, que cumple un siglo, y que fue “una de las revoluciones más fotogénicas”, que acaba de publicar Lunwerg.
Es un programa repleto de imágenes de archivo. En su emisión el pasado martes, a las 0.25 horas, obtuvo un 3.8 de audiencia. Ahora trabajamos en otro monográfico sobre literatura infantil y juvenil. (Hablaremos con: Marina Seoane, Antonia Santolaya, Nines Cárceles, y visitarán el plató Daniel Nesquens, y Pepe Serrano y el ilustrador Juan Bauty. También se recomendarán distintos libros y álbumes infantiles de Javier Sáez Castán, José Antonio Ávila, Marina & Mingote, Malo, Mateos y Laguens…)
Borradores. Monográfico de Historia. Redifusión: mañana sábado, a las 9.30. Redacción: Ana Catalá Roca y Carlota Muñoz. Producción: Isabel Alcaine. Ayudante de realización: Yolanda Liesa. Realización: Teresa Lázaro. Productora: Chip. Aragón Televisión. (Imagenio, 182; Canal Satélite Digital, 97). En la foto, Jorge Martínez de Ilegales.
MICROFICCIÓN. POR ISABEL VERDÚ

EL MICRORRELATO: UN GÉNERO EN AUGE
Por Isabel VERDÚ
Todo lector un poco avezado recuerda el famoso cuento de Monterrosso con el que se inició el imperio del microrrelato: “Cuando despertó, el dinosario todavía estaba allí.” Pues bien, el dinosaurio ha crecido, se ha reproducido y ahora ya puebla las librerías, congresos y talleres de escritura en España.
Si bien la existencia de textos cortos se remonta al inicio de la literatura, pero como apéndices o curiosidades, hoy van ganando terreno como un producto especialmente propicio para la sociedad vertiginosa en la que vivimos. Sin embargo, se trata de un género de naturaleza difícilmente delimitable, todavía sin un canon definido. De hecho no resulta clara ni siquiera la nomenclatura con la que identificarlo: de ahí que haya oscilado desde el “relato hiperbreve” hasta la “microficción”, la “minificción” o el “microrrelato”, como lo llamaremos provisionalmente. Inclusive resulta cuestionable el hecho de que pertenezca al género narrativo; para que se constituya como tal, basta una condensación particular del lenguaje que provoque una impresión estética en el lector; así, el microrrelato se hallaría en la frontera entre lo narrativo (porque está escrito en prosa y suele predominar la acción sobre la adjetivación) y lo poético (pues los recursos usados se focalizan en la fuerza expresiva del lenguaje y no en la “historia” en sí explicada). De alguna manera, la microficción se aproxima a la estética surrealista que preconizaba Breton según la cual el chispazo de la belleza creada era mayor cuanto mayor era la distancia entre las imágenes superpuestas; dicho de otro modo, para estos templos de la palabra en miniatura, su mayor baza es la ruptura de las expectativas, la desautomatización de lo habitual que se produce en su mirada.
Para Fernando Valls, máximo estudioso del microrrelato en lengua española, este tipo de texto necesita un “lector activo”, en la línea cortazariana, que pueda responder a las elipsis e interrogantes que se le plantean. Valls publicó en el 2008 Soplando vidrio y otros estudios sobre el microrrelato español, en Páginas de espuma, el trabajo más completo que se ha publicado hasta el momento sobre la cuestión, donde repasaba el estatuto genérico del texto, las polémicas habidas durante los últimos años, y sintetizaba los pincipales hitos en las manifestaciones del mismo, desde Juan Ramón Jiménez hasta la actualidad.
La misma editorial, de joven andadura, Páginas de espuma (especializada en relato y microrrelato) ha publicado recientemente Por favor sea breve 2 (continuación de la primera antología publicada hace 10 años) y la obra completa de la argentina Ana María Shua.
El proyecto de Clara Obligado, la antóloga de “Por favor, sea breve” 1 y 2 es el de reunir un corpus de autores representativos del género en lengua española. Su segunda antología, más depurada aún que la primera si cabe, persiste con la misma técnica de ordenar los cuentos de modo decreciente: de mayor extensión (una página y media a lo sumo) a menor, de modo que los últimos rozan prácticamente el silencio. Toda antología resulta por definición parcial e irregular, puesto que muchos autores se hallan ausentes (Max Aub o Antón Castro, entre otros) y no todos manifiestan la misma calidad, pero no hay que negarle el mérito de la variedad de épocas y registros. Aquí encontramos textos de una sola línea, ocurrencias que nos recuerdan a las greguerías de Gómez de la Serna, como el de Care Santos: “Le abandoné porque ya no sabía qué regalarle” o el llamado “Novela de terror” por Andrés Neuman: “Me levanté recién afeitado.” Entre estas páginas se dan cita numerosos autores consagrados en activo y de ambos lados del océano Javier Tomeo, José María Merino, Ramón Acín y Juan José Millás, pero también se nos brinda la ocasión de leer a autores menos conocidos, como los aragoneses Fernando Aínsa, Fernández Molina y Patricia Esteban Erlés (con su maravillosa variación del dinosaurio monterrosiano, “Mascota”) o a posibles precursores, como Gómez de la Serna o Perucho.
Por otro lado, aunque ciertamente en este tipo de escrito predominen la libertad y la disparidad de dispositivos, algunos elementos, como explica Francisca Noguerol en su prólogo, son recurrentes en estos autores a la hora de construir sus artefactos: la fantasía, la confusión entre realidad y ficción, el terror, tratado con indiferencia; la preponderancia de la imagen; la subversión poética del lenguaje; pero también el humor y los juegos metaficcionales y lingüísticos: breves boutades que violan el marco narrativo convencional al introducir la figura del lector o el autor, o que nos demuestran algún artificio literario. (Como la elisión de alguna grafía, en el caso genial de “Cazadores de letras”: “¡Huyamos, los cazadores de letras est´n aqu´!”)
Este mismo relato es el que sirve de título a la voluminosa obra que recoge la “minificción completa” de la autora argentina Ana María Shua. “Cazadores de letras” comprende las obras “La sueñera”, “Casa de Gheisas”, “Botánica del caos”, “Temporada de fantasmas” y “Fenómenos de circo”. Mi consejo: no se deje amilanar por el grosor de la obra. Tómese como un cofre que contiene tantos perfumes de aromas diversos como momentos de diverso orden vale la pena dedicarle a la lectura. Léase brevemente, pero con intensidad, en una butaca, mientras prepara la comida, en el médico, en el metro. Le aseguro que cada página le será una bocanada de inspiración. Shua tiene ese poder: el de hipnotizar con su palabra. Después, el lector se acostumbra a la modulación intermitente de su melodía, y esas palabras se apoderan de él, transmitiéndole una pasión contagiosa que abre nuevos cauces para percibir cuanto nos circunda.
Y el mérito es doble porque no se trata sólo de la coherencia interna insobornable de cada texto. Cada libro sostiene su propia lógica, crea una red de sentidos que se va completando a cada página de modo que, aunque pareciera paradójico, provoca una ávida intriga en el lector, deseoso de conocer cómo se va desmadejando el hilo argumental. Por ejemplo “Sueñera” nos conduce por todo el campo semántico del sueño: parte de los laberintos del insomnio para después conjugar todas las posibilidades sobre la confusión entre sueño y realidad, sin menoscabo de personajes y situaciones fantásticas ni de la prosa poética más acerada (“Apenas cierro los ojos, me caigo.”); tampoco son ajenas a ella los homenajes a grandes magos del relato como Kafka o Sherezade. En Casa de Gheisas declina toda la morfología del deseo, simbolizada en las diferentes cortesanas que habitan esta casa de Gheisas y su relación con los hombres que van a visitarlas; así la más deseada siempre es “La que no está” o “la mujer del prójimo”; y el máximo secreto para la seducción es “reservar una zona intocable o prohibida” sea un rincón de la piel o “el primer lunes de cada mes” o “cierto verano de la adolescencia”.
De todas maneras, la coherencia lograda en los primeros libros no se mantiene a un mismo nivel en los últimos, donde se da una mayor disparidad temática y textual, como en Botánica del caos o Temporada de fantasmas, que resultan menos seductores para una lectura continuada.
La visión de Shua es fundamentalmente la del extrañamiento. Los objetos cobran vida (y ya no se sabe si hay que pedir consejo a la almohada o al edredón), las personas súbitamente se tornan monstruos o animales. Se invierten continuamente los parámetros de la realidad, de modo que las plantas se plantean cómo hay que cuidar a las personas para que no se marchiten, o alguien se pregunta si los ratones deben dejar su diente debajo de la almohada al perderlo. Asimismo, sus páginas aparecen sembradas de juegos conceptuales y metaliterarios (como la imagen del escritor sufriendo ante la confusión de géneros en que se halla inmerso) pero también de felices hallazgos poéticos, apoyados por numerosos recursos como la elipsis, la analogía, la paradoja, la transformación del sentido figurado en real...
Si todavía no lo han hecho, lean microrrelatos. Les serán todo un descubrimiento. Déjense bañar por lo audaz de sus propuestas y recordarán, con Novalis, que “toda palabra es un conjuro”; un conjuro capaz de derribar los diques de la realidad y transformarla en un lugar apasionantemente imprevisible.
*Este artículo de la profesora y escritora Isabel Verdú apareció, con algunos retoques por cuestión de espacio y edición, en ‘Artes & Letras’ de Heraldo de Aragón. Isabel Verdú reside en Barcelona y tiene antecedentes aragoneses y familia en Zaragoza. Colabora asiduamente con ‘Artes & Letras’ desde Barcelona. La foto es de Rodney Smith.
HOY, EN LA FNAC, CON DAVID MONTEAGUDO

Esta tarde presento, a las 19.00, la novela de David Monteagudo (Viveiro, Lugo, 1964), ‘Fin’, que ha publicado Acantilado y que ha sido uno de los acontecimientos de público lector y de crítica de 2009. David y yo no nos conocemos. Nos veremos por primera vez esta tarde hacia las seis y media en la FNAC. La presentación será a las siete. Luego presentará su primera novela Miguel Ángel Ortiz Albero acompañado de varios amigos, críticos y editores.
Rescato para mi blog esta entrevista que se publicó en ‘El Progreso’: es una conversación de David Monteagudo y del también escritor Jaureguizar, muy conocido y respetado en Galicia. La entrevista es del pasado mes de noviembre.
27/11/2009 - Jaureguizar / El Progreso (Lugo/Santiago)
El padre de David Monteagudo era oficinista en Chavín hasta que un día decidió ser artista y dejó su trabajo. Su hijo decidió a los 40 años que iba a ser escritor. El nuevo comienzo confirma su intuición porque su novela 'Fin' (Acantilado) ha agotado dos ediciones en un mes. El autor, nacido en Viveiro e hijo de una maestra de Paradela, vivió durante cinco años en aldeas gallegas y asturianas cercanas a Galicia hasta que perdió su "paraíso" y la familia se trasladó a Cataluña.[El libro ahora ya va por la octava edición]
PREGUNTA: En su biografía pone que es usted gallego. ¿Qué le queda de eso?
RESPUESTA: Mis primeros recuerdos son de una aldea de Castropol llamada Brañatuílle, en el límite con Galicia. Allí viví en un ambiente totalmente gallego, pero en mi casa solamente se hablaba castellano porque éramos hijos de la maestra. El primer libro que escribí, 'Brañaganda', que saldrá también en El Acantilado, es una novela basada en mi infancia y lo sitúo en ese paraíso perdido. Trata de un 'lobishome' que acecha a una aldea. Es un lugar muy pobre, pero me dejó marcado. El castellano que hablábamos era muy culto tanto por mi madre como por mi padre, que había dejado su trabajo y estaba con nosotros.
P: ¿Por qué dejó su padre el trabajo?
R: Bueno, él hizo una apuesta clara cuando tenía cuarenta años. Era un artista polifacético porque era pintor y escultor, también cantaba muy bien, lo hacía en orquestas de Viveiro, como la 'Variedades'. Mi padre es un referente para mí. Él seleccionó mis lecturas con un buen gusto exquisito.
P: Hay algo que no entiendo. Viene usted de un ambiente culto y trabaja de maquinista en una fábrica de cartón ondulado.
R: Mis hermanos y mi familia tampoco lo entienden porque ellos tienen estudios. Empecé Filología Hispánica, pero con 20 años empecé a trabajar y lo dejé porque me aburría en las clases. Soy un falso currante porque vivo en un piso de cuarenta metros cuadrados en el que tengo más de 1.000 volúmenes, pero ni un televisor.
P: También me sorprende que, siendo lector desde niño, decidiese ser escritor con 40 años.
R: Empecé a escribir a los tres días de haber cumplido los cuarenta. Siempre había tenido la intuición de que sería escritor, pero siempre hice cosas muy vivenciales, como ser 'casteller', que son los que participan en pirámides humanas. Toda esa corriente subterránea afloró a los 40 años, al poco de morir mi padre.
P: ¿No se atrevió a empezar hasta que desapareció la figura de su padre?
R: Pues no, mi padre era una sombra. Mis hermanos y yo siempre tuvimos encima el fantasma de lo que le había pasado a mi padre como artista.
P: ¿Temía no estar a su altura?
R: Puede haber algo de eso...
P: Usted habla en el contestador de su teléfono en catalán y le he oído dirigirse a su hijo en ese idioma. Sigamos con los desconciertos, ¿por qué escribe en castellano?
R: No me hizo falta hacer una elección. Yo uso el catalán socialmente, pero mi cultura es castellana. Es la lengua que domino. En catalán soy un escritor casi analfabeto. Los diez libros que he escrito en estos ocho años están en castellano.
P: De esos diez libros, solamente 'Fin' está publicado. Trata de un grupo de excursionistas amenazados por un mal externo. ¿Tiene que ver con el 'lobishome' de 'Brañaganda'?
R: Sí, hay también una amenaza exterior, pero no es una novela de género, sino que muestra las neuras de cada personaje y como cada uno interpreta esa amenaza. Habla de parejas en conflicto, es un retrato de mi generación, la última a la que se inculpó el pecado y la culpa.
P: ¿Su intención era hacer un retrato de la clase media de edad mediana?
R: No, no, hubo una intención meditada. Se trataba de someter a una serie de personajes a una situación límite y ver cómo reaccionan.
P: Tiene usted otros siete libros en el disco duro del ordenador. ¿Por qué 'Fin' tuvo mejor suerte?
R: Fue algo rocambolesco porque los editores y los agentes literarios valoraban el libro, pero no se atrevían con un desconocido que, encima, no escribía sobre templarios o nazis. Decidí dedicarme solamente a escribir y que mi mujer se ocupase de buscarme editor.
P: El fantasma de su padre le visitaría tras tanto intento infructuoso.
R: Mis hermanos y yo tenemos siempre miedo al fracaso, lo que nos paraliza para intentar hacer cosas, pero yo salí tenaz como mi madre. Conseguí que un periodista me leyese 'Brañaganda' y él lo movió, aunque el editor prefirió 'Fin'.
P: Usted también lee a otros como jurado de poesía 'castellera'.
R: La 'colla castellera' a la que pertenezco organiza certámenes de poesía 'castellera', que van referidos a los 'castells', y yo ayudo.
Presentación de la novela Fin de David Monteagudo. Esta tarde, en la FNAC, a las 19.00 horas.
HOY, EN LA FNAC, CON DAVID MONTEAGUDO

Esta tarde presento, a las 19.00, la novela de David Monteagudo (Viveiro, Lugo, 1964), ‘Fin’, que ha publicado Acantilado y que ha sido uno de los acontecimientos de público lector y de crítica de 2009. David y yo no nos conocemos. Nos veremos por primera vez esta tarde hacia las seis y media en la FNAC. La presentación será a las siete. Luego presentará su primera novela Miguel Ángel Ortiz Albero acompañado de varios amigos, críticos y editores.
Rescato para mi blog esta entrevista que se publicó en ‘El Progreso’: es una conversación de David Monteagudo y del también escritor Jaureguizar, muy conocido y respetado en Galicia. La entrevista es del pasado mes de noviembre.
27/11/2009 - Jaureguizar / El Progreso (Lugo/Santiago)
El padre de David Monteagudo era oficinista en Chavín hasta que un día decidió ser artista y dejó su trabajo. Su hijo decidió a los 40 años que iba a ser escritor. El nuevo comienzo confirma su intuición porque su novela 'Fin' (Acantilado) ha agotado dos ediciones en un mes. El autor, nacido en Viveiro e hijo de una maestra de Paradela, vivió durante cinco años en aldeas gallegas y asturianas cercanas a Galicia hasta que perdió su "paraíso" y la familia se trasladó a Cataluña.[El libro ahora ya va por la octava edición]
PREGUNTA: En su biografía pone que es usted gallego. ¿Qué le queda de eso?
RESPUESTA: Mis primeros recuerdos son de una aldea de Castropol llamada Brañatuílle, en el límite con Galicia. Allí viví en un ambiente totalmente gallego, pero en mi casa solamente se hablaba castellano porque éramos hijos de la maestra. El primer libro que escribí, 'Brañaganda', que saldrá también en El Acantilado, es una novela basada en mi infancia y lo sitúo en ese paraíso perdido. Trata de un 'lobishome' que acecha a una aldea. Es un lugar muy pobre, pero me dejó marcado. El castellano que hablábamos era muy culto tanto por mi madre como por mi padre, que había dejado su trabajo y estaba con nosotros.
P: ¿Por qué dejó su padre el trabajo?
R: Bueno, él hizo una apuesta clara cuando tenía cuarenta años. Era un artista polifacético porque era pintor y escultor, también cantaba muy bien, lo hacía en orquestas de Viveiro, como la 'Variedades'. Mi padre es un referente para mí. Él seleccionó mis lecturas con un buen gusto exquisito.
P: Hay algo que no entiendo. Viene usted de un ambiente culto y trabaja de maquinista en una fábrica de cartón ondulado.
R: Mis hermanos y mi familia tampoco lo entienden porque ellos tienen estudios. Empecé Filología Hispánica, pero con 20 años empecé a trabajar y lo dejé porque me aburría en las clases. Soy un falso currante porque vivo en un piso de cuarenta metros cuadrados en el que tengo más de 1.000 volúmenes, pero ni un televisor.
P: También me sorprende que, siendo lector desde niño, decidiese ser escritor con 40 años.
R: Empecé a escribir a los tres días de haber cumplido los cuarenta. Siempre había tenido la intuición de que sería escritor, pero siempre hice cosas muy vivenciales, como ser 'casteller', que son los que participan en pirámides humanas. Toda esa corriente subterránea afloró a los 40 años, al poco de morir mi padre.
P: ¿No se atrevió a empezar hasta que desapareció la figura de su padre?
R: Pues no, mi padre era una sombra. Mis hermanos y yo siempre tuvimos encima el fantasma de lo que le había pasado a mi padre como artista.
P: ¿Temía no estar a su altura?
R: Puede haber algo de eso...
P: Usted habla en el contestador de su teléfono en catalán y le he oído dirigirse a su hijo en ese idioma. Sigamos con los desconciertos, ¿por qué escribe en castellano?
R: No me hizo falta hacer una elección. Yo uso el catalán socialmente, pero mi cultura es castellana. Es la lengua que domino. En catalán soy un escritor casi analfabeto. Los diez libros que he escrito en estos ocho años están en castellano.
P: De esos diez libros, solamente 'Fin' está publicado. Trata de un grupo de excursionistas amenazados por un mal externo. ¿Tiene que ver con el 'lobishome' de 'Brañaganda'?
R: Sí, hay también una amenaza exterior, pero no es una novela de género, sino que muestra las neuras de cada personaje y como cada uno interpreta esa amenaza. Habla de parejas en conflicto, es un retrato de mi generación, la última a la que se inculpó el pecado y la culpa.
P: ¿Su intención era hacer un retrato de la clase media de edad mediana?
R: No, no, hubo una intención meditada. Se trataba de someter a una serie de personajes a una situación límite y ver cómo reaccionan.
P: Tiene usted otros siete libros en el disco duro del ordenador. ¿Por qué 'Fin' tuvo mejor suerte?
R: Fue algo rocambolesco porque los editores y los agentes literarios valoraban el libro, pero no se atrevían con un desconocido que, encima, no escribía sobre templarios o nazis. Decidí dedicarme solamente a escribir y que mi mujer se ocupase de buscarme editor.
P: El fantasma de su padre le visitaría tras tanto intento infructuoso.
R: Mis hermanos y yo tenemos siempre miedo al fracaso, lo que nos paraliza para intentar hacer cosas, pero yo salí tenaz como mi madre. Conseguí que un periodista me leyese 'Brañaganda' y él lo movió, aunque el editor prefirió 'Fin'.
P: Usted también lee a otros como jurado de poesía 'castellera'.
R: La 'colla castellera' a la que pertenezco organiza certámenes de poesía 'castellera', que van referidos a los 'castells', y yo ayudo.
POEMAS DE DOLAN MOR
(Fragmento del libro La novia de Wittgenstein)
yo soy como tiresias mujer y hombre a la vez llave candado voz silencio en el discurso selva desierto ramas el hacha entre las hojas brazo mancado baile la fiesta de la muerte en mis dedos las fresas salen envenenadas y un pájaro se posa en mi frente y dispara la flecha al cazador
*
inclinada en la hoja
ante el ordenador
escribo lo imposible
de nombrar con la lengua
la pantalla sus signos
*
¿alguien mece a estas horas
mi corazón las ramas
como un pájaro oscuro
o es acaso aquel gato
que devora las plumas
de mi canto canoro?
*
sobre mi no-cabeza
pende el hacha de nadie
navaja del lenguaje
que corta en dos el verbo
y la sangre gotea
(un cuervo blanco brilla)
la idea cae cifrada
negra sobre la página
*
permito que florezca
la lluvia en mi interior
los huesos de los hombres
los vestidos nenúfares
el perfume de un sapo
pero nada me cura
porque estoy condenada
a escribir como un muerto
que heredó naufragar
en un mar sin orillas
*
y así mi corazón
directo va al naufragio
porque sabe que habita
el pecho de un cadáver
*
lo inefable se nombra
con la dificultad
de saber que no hablas
porque sólo los mudos
escriben lo invisible
con su bello discurso
encima de la arena
*
sin embargo lo intentas
con la piedra de sísifo
escribes cada día
en tu agenda o bitácora
pero siempre te ahogas
bajo el nombre de ofelia
que es el clon femenino
de narciso en el lago
*
la emoción pertenece
a otro siglo fugaz
menos (también) numérico
cansino y digital
*
¿no sientes un ligero
mareo cuando asomas
tu corazón portátil
a ese brocal sin límites
del mundo al desarrollo
que pronuncian revistas
e internet en la cuántica
de tu amigo max planck?
*
soy una bestia frágil como todas las bestias mi ignorancia me salva y a la vez me condena en mi cabeza viven la máquina el caballo en mis ojos la cámara de vídeo es inmortal apuñalo las horas con mis patas de fresa mis zapatos oscuros dibujan el cristal donde pasto a escondidas mis órganos humanos imagino que soy dios convertido en fiera pero soy (¡oh aristóteles!) un animal civil
*
así empiezo a dudar
de todo lo que existe
la luna los aviones
los planetas las fórmulas
también cuestiono a wittgenstein
y digo que es mentira
que lo que el hombre
llama estación temporal
es símbolo del cambio
pero no de las flores
desnudas o doradas
adornando el estanque
de los pozos en berna
*
pero berna es un símbolo
igual que otra ciudad
un cuchillo en la hoja
un nombre un sustantivo
sin remedio escondido en el mapa
geográfico que se imagina el hombre
*
igual la poesía carece
de sentido de espacio
y dimensión a pesar de sus mezclas
raros experimentos
de un siglo hacia otro siglo
poblado de vanguardias
aquello que es creado
es reflejo y mentira
delante del cristal
nevado del espejo
pues cada pensamiento
conduce a la ignorancia
y cada situación del efecto
es la causa inicial del problema
*
y sin embargo cantas
con tu boca de hormiga
dispuesta en el taller
de un viaje detenido
en la nave de nadie
hablas de mano sueñas
que eres mitad penélope
y otra mitad ulises
(tejes la soga el hilo
de metal con tus dedos
en el viaje hacia ítaca)
pero siempre has sabido
que llegarás a un puerto
que se nombra d. wallace
o a un desierto sin labios
que se llama rimbaud
*
*Me he encontrado hoy en la FNAC, donde grabábamos a David Monteagudo y a Elena Medel, y me ha pasado su nuevo poemario. ‘La novia de Wittgenstein’. Me manda estos fragmentos y esta foto, realizada por Alessandra Malini.
AFM EN ALAGÓN: VIDA DE UN POETA

Homenaje a Antonio Fernández Molina -poeta, artista, crítico de arte: hombre de acción literaria- en Alagón. Se presentará el documental ‘AF Molina-Un poeta incómodo’, realizado por Luis Vidal y Ester Fernández Echeverría.
El acto tendrá lugar mañana domingo 21 a las 18.30 en el Centro Cívico Antonio Fernández Molina de Alagón (c/Damas 8-10).
Trailer en http://www.youtube.com/watch?v=QM1Ki732FdQ&NR=1 y http://www.youtube.com/watch?v=YfOxpYASwYw&NR=1
Entrevista en Borradores de Aragon TV en http://www.youtube.com/watch?v=BCzAfRAaYC4
*Antonio Fernández Molina con Arrabal, en la primera foto. Y abajo, una interpretación de Pascual Berniz.
ALOMA EN CUBA

Aloma Rodríguez publicará en breve, en Xordica, su segundo libros: ‘Jóvenes y guapos’. En este caso se trata de un volumen de relatos. A la vez, hace unos días, se marchó a Cuba, a La Habana y a Cienfuegos, con la compañía El Silbo Vulnerado, que dirige Luis Felipe Alegre. La compañía zaragozana presentará allí un espectáculo sobre Miguel Hernández, y además participarán en recitales, mesas redondas, etc.; en algunos de ellos Aloma también intervendrá en su condición de escritora y de actriz.
Ya ha escrito en dos ocasiones y dice que está haciendo muchas fotos. Esta es una de ellas.
'AGUA Y CIELO' DE CLAU Y GISTAÍN

‘Agua y cielo’, la novela de María Pilar Clau y Mariano Gistaín que publica Mira Editores, es la historia de amor imposible entre un hombre y una mujer de distinta posición social que nacen en una tierra sin mar y sin ríos. Pozos y balsas la abastecen de vida. Los ritmos históricos relacionados con el agua acompañan y forjan las vidas de los protagonistas desde 1950 hasta 2013 en Aleluya, Barbastro y Zaragoza.
‘Agua y cielo’ fluye por el alma de una historia y por las entrañas de una tierra en las que el devenir del agua ha dibujado la vida de sus habitantes.
La novela es un homenaje a los hombres y mujeres que tanto tiempo y esfuerzo debían emplear para obtener un recurso imprescindible para la vida.
*Este texto pertenece a la contraportada de la novela. Hace muy poco tiempo, Pilar y Mariano publicaban ‘Lo mejor de Zaragoza’ (Zaragoza Global).
Agua y cielo. Presentación: Lunes 22 de marzo, con Pablo Carreras y Alfredo Boné, Joaquín Casanova y los autores. Instituto Goya. A las 20 horas. La ilustración de portada es del artista oscense Antonio Fernández Alvira.
EL LIBRO DE LOS BÚHOS

Recibo esta carta de Fernando Gracia Guia
Querido amigo:
La Asociación Aragonesa de Amigos del Libro ha propiciado la edición de un libro que recoge la semblanza de los cien primeros premios ‘BÚHO’ que se han entregado desde 1993, año en que se instituyó el premio para recompensar a aquellas personas o entidades que hubieran destacado en su actividad de promoción del libro y la lectura.
Se encomendó la preparación del libro a José Luis de Arce, anterior Presidente de la Asociación, y a José ángel Monteagudo, su actual Secretario. Ha sido editado por DELSAN, y se va a presentar en público el lunes 29 de marzo, a las 19,30 horas en el salón de Caja Inmaculada del Paseo de la Independencia 10. Intervendrá como presentador el catedrático D. Guillermo Fatás.
Me complace invitaros a dicho acto. Muchas gracias y mi cordial saludo.
Fernando Gracia.
Crítico de cine y presidente de la Asociación de Amigos del Libro
*La foto es de Rodney Smith.
FOREGA LEE A CH. PERIBÁÑEZ

Por Manuel MARTÍNEZ FOREGA
Termino de leer los poemas de Cuando éramos reptil (Col. Resurrección, en la editorial Comuniter) y debo confesar que me han sorprendido. Un lenguaje pulcro, con un exquisito cuidado de la prosodia (cuestión nunca bien ponderada que no hay que echar en saco roto) y un estupendo manejo del verselibrisme. Empezamos bien si queremos seguir con fundamento algunos juicios que necesariamente han de sustentarse en la "forma", en una estructura morfológica que advierte de su consciencia. Para empezar, no es habitual que estos rasgos sean destacables conociendo cuánto azar formal e inconsciente puebla los poemas de tantos poetas. Pero si añadimos que ese universo lírico (el yo es abismalmente preponderante sujeto al egotismo verbal) está traducido con ricas imágenes, nada rígidas, con una apuesta manifiesta por el símbolo (a veces, onirismo e irracionalidad -claro, que vienen a ser más o menos lo mismo- comulgan con premeditado o impremeditado -no lo sé con certeza- objetivo) y una extraordinaria largueza semántica; quiero decir generosidad interpretativa, significadora a partir de una combinatoria léxica (que tanto le gusta a Steiner), la cual, aun pareciendo súbita, automática, se decanta, tras la lectura, hacia un posición meditada.
Si añadimos que ese universo, decía, constituye un claro ejemplo de inmersión en la tradición, este libro termina por seducirnos definitivamente. Es posible que haya cierto azar en la composición de las imágenes, pero, si es así, el acierto está en no haberlo corregido o en haber conservado lo esencial. Todo ejercicio lineal -y la escritura lo es- ha de contar con este recurso que deduzco ha ejecutado muy bien Períbáñez. Toda esta tramoya sirve a la expresión de un conflicto que testimonia cierto dolor y más de una decepción por etapas; un conflicto repetido que le echa un pulso a la duda relacional y trata de fijar algunas certezas interiores, íntimas, de esa construcción personal que jamás termina en un tejado. Si toda escritura es un exorcismo, ésta lo es. Lo bueno de los poemas de Períbáñez es que el lector (yo, al menos) lo recibe convencido de ser cierto, de no esconder nada o poco, y que la retórica, aunque exista, rinde pleitesía a la sinceridad para echar al diablo fuera, pero para dejarlo entrar en cualquier momento, ya sea cabra o súcubo, o el mismísimo Comendador.
Bravo.
*Manuel Forega comenta en su blog la plaquette ‘Cuando éramos reptil’ de Christian Peribáñez. Periodista de la sección de Aragón, durante años lo fue de Cultura y de Televisión. Su libro, y el de Carmen Ruiz Fleta, ‘Mapas y disfraces’, también la colección Resurrección de Comuniter (serie que dirige Octavio Gómez Milián), se presentarán el martes 23 a las 20.00 en la FNAC.
*La foto es de Lukas Ptacek.
JUAN MARQUÉS HABLA DE 'ABIERTO'

Juan Marqués (Zaragoza, 1980), poeta y ensayista, estudioso y editor de Luys Santa Marina, ganaba hace pocas semanas el premio Gerardo Diego de poesía con ‘Abierto’, volumen que acaba de publicar Pre-Textos. Antes había publicado ‘Un tiempo libre’ en La Veleta. El pasado viernes, Juan Marqués vino a Zaragoza con su compañera Susana y llamó a un puñado de amigos de Zaragoza (Pepe Melero, Fernando Sanmartín, Félix Romeo, Julio José Ordovás, Ignacio Escuín Borao…) y les entregó su poemario, que ha quedado realmente precioso. Una joya gris, con su nombre el rojo y el título del poemario en blanco. Recupero esta entrevista que le hice pocos días después de ganar el premio. El libro es realmente personal: poesía del silencio y de la contención, poesía que oculta tanto como dice, poesía del misterio y de la exaltación de la vida, del amor, de los pequeños detalles, poesía de la naturaleza, sin afectación alguna. Diáfana como un amanecer que llega.
“La poesía no se escribe: el poeta
obedece y encuentra poemas”
¿Quién es el poeta, el sujeto poético, quién es Juan Marqués?
Ésta es una pregunta muy difícil porque apenas me la hago. Yo no me intereso demasiado a mí mismo: todavía no sé quién soy pero por lo menos ya he llegado a comprender que eso no importa. Y, como poeta, también busco mucho más fuera que dentro. La poesía es un camino de ida y vuelta: al poeta le llegan cosas, que él ha de digerir y después entregar ordenadas, sintetizadas, con toda la precisión que sea posible. En una de sus cartas, Rilke, hablando de no sé quién, decía que “aquél sí que era un poeta: odiaba todo lo que fuera inexactitud”. Es difícil pero en eso estamos. La verdadera poesía exige muchísimo trabajo, pero no se debe notar cuando se lee: es bueno que parezca fácil, limpia, inmediata, natural...
¿Desde qué estética, desde qué punto de vista lo has escrito?
Una de mis pocas convicciones es la de la sencillez. Todo lo que sea grandilocuencia, palabrería, retórica, solemnidad, afectación, “posturitas”... es enemigo de la poesía. A todo presunto poeta se le debería preguntar: “Usted, ¿tiene algo que decir? Bueno, pues entonces dígalo aquí y ahora, y rápidamente, con brevedad”. Si un poeta no puede decir aquello que tenga que decir en cinco o seis versos tampoco va a conseguir decirlo en cincuenta. Al contrario: todo se enfangará más si se infla. Yo defiendo el “poema pequeño”, más que el breve. Pequeño quiere decir sencillo, modesto, en voz baja, aunque después pueda o deba ser, si hay suerte, profundo, rico, inagotable... Y, naturalmente, lo normal es que el poema pequeño sea también breve, aunque yo he leído poemas pequeños de varias páginas (pienso, por ejemplo, en Juan Ramón Jiménez). Y, por otra parte, los poemas de “usar y tirar” no suelen ser buenos poemas, y éste fue uno de los principales problemas de la poesía española de los 80 y vuelve a serlo ahora entre los circuitos de esa “poesía hiperrealista, sucia, directa, cruda...” que practican y predican muchos poetas de mi edad. Un poema tiene que ir ganando y creciendo cada vez que se vuelve a él, tiene que decir cada vez más cosas. Esos poemas que lees y entiendes totalmente a la primera y ya los has leído para siempre... no sirven para mucho, aunque puedan contener mucho talento o una buena porción de verdad.
Me gustaría continuar o incorporarme al trabajo necesariamente solitario de algunos poetas españoles que creo que son especialmente conscientes de lo que hacen, que tienen muy clara cuál es su voz y su aportación, y que en buena medida están depurando toda la tradición (y no sólo española, ni mucho menos), desbrozando y reciclando todo lo heredado para brindarlo al presente y, tal vez, al futuro. Mis modelos inmediatos y, por así decirlo, “vivos”, están en Luis Muñoz, Álvaro García, Isabel Bono, Lorenzo Oliván, el libro ‘Así procede el pájaro’ de Juan Antonio Bernier, o, por nombrar a dos poetas zaragozanos jóvenes cuya poesía no sólo me interesa sino que me importa, el admirable libro de David Mayor (el mejor poemario que ha dado nuestra tierra en lo que llevamos de siglo XXI) y el precioso y robustamente delicado ‘Libro de los ibones’ de Ángel Gracia. Todo éstos son buenos ejemplos de lo que se puede llegar a conseguir, aunque yo necesitaría vivir y esforzarme durante cuatrocientos años para alcanzar la sensibilidad o el temblor de alguno de ellos.
¿Dónde transcurre, en qué marco, físico, mental o simbólico?
Si en ‘Un tiempo libre’ había sólo un “poema zaragozano”, y el resto eran ya posteriores al 1 de septiembre de 2005, cuando me fui a Madrid, todos los poemas de ‘Abierto’ son ya, claro, posteriores a aquello. El poema más antiguo, un boceto de poética que se titula “Casa roja en la nieve” (y que lleva una cita de Simic que me parece una definición impresionante de lo que desde cierto punto de vista es la poesía), lo escribí en una escapada a Reykjavik hace ahora exactamente dos años, en noviembre de 2oo7, y el más reciente de los que se van a publicar en ese libro es de este pasado septiembre (aunque todavía no he enviado la versión definitiva a Pre-Textos y tengo tiempo para pensarlo todo mejor). Es decir, que el libro se ha escrito a lo largo de veintidós meses. ‘Un tiempo libre’ se publicó en diciembre de 2oo8, pero yo lo había entregado en febrero, así que mis dos primeros libros no van a ser realmente tan próximos como le pueda parecer a quien sólo lea los colofones.
¿Por qué has escrito este libro, qué quieres decir?
No se puede no escribir, es inevitable. Yo podría dejar sin ningún problema la crítica literaria, mis timidísimos intentos narrativos, los ensayitos... pero la poesía no se escribe. Jamás (o al menos desde que cumplí veinte años) me he sentado a escribir un poema. Todos nacen en otros momentos, generalmente cuando camino. No quiero ponerme demasiado “espiritual” ni “gamonedista” porque no me caen bien esas magias ni esas homilías, pero es verdad, hasta cierto punto, que el poeta obedece. No es, por supuesto, un antipático “demiurgo” entre la fuente de la poesía y el papel, sino un autor consciente y soberano, pero la inspiración existe, las “epifanías”, lo recibido... Yo, más que de escribir, tengo la sensación de encontrar poemas. E incluso intuyo que los poemas que escriba dentro de siete, diecisiete o treinta años ya existen de algún modo, ya están ahí, pero yo todavía no soy capaz o no estoy preparado para detectarlos, reconocerlos, descifrarlos, aislarlos, hacerlos míos..., escribirlos.
¿En qué momento, con qué estado de ánimo has escrito ‘Abierto’?
No quiero ni presumir de cosas que no he recibido por méritos propios ni fingirme parte de un ambiente que me sobrepasa por todos lados, pero, siendo estrictamente sincero y haciendo repaso cabal de lo que me ha convertido en el que poeta que al parecer empiezo a ser, mi formación no se explica sin la Residencia de Estudiantes. Yo leo vorazmente desde que tengo uso de razón, y escribía tímidamente y mal desde que empecé Filología Hispánica en 1998, pero nunca pensé en publicar (aunque Ana María Navales quiso para ‘Turia’ un poema que ahora ya no me representa y mi querido amigo Nacho Escuín incluyó en ‘Noreste’ cinco o seis textos de los que tampoco puedo estar ahora satisfecho). Pero desde que llegué a la Residencia, gracias a un informe incontestable de José-Carlos Mainer, a quien se lo debo casi todo, el tiempo y el espacio se dilató: los días duraban unas cuarenta horas y, por primera vez en mi vida, tenía una pequeña habitación para mí. El contacto con el resto de compañeros becarios hizo mucho, e ir consiguiendo después otros amigos, encontrar otras lecturas, aprender a mirar de otro modo... me llevó a que un día Andrés Trapiello me preguntase si yo escribía poemas, y un año después conseguí ordenar un primer libro que le gustó lo suficiente como para quererlo en la colección que dirige en Granada (una ciudad en la que, por cierto –y me avergüenza tener que confesarlo, a mis veintinueve años...–, todavía no he estado).
¿Cómo se vive en la Residencia de Estudiantes, que es lo más emocionante, lo más bello?
Es vivir en uno de los corazones de Madrid, con todos los beneficios que eso implica pero sin ninguno de los inconvenientes. Nadie se podría creer el silencio que puede llegar a existir entre los delirios paralelos del Paseo de la Castellana y la calle Serrano, y es impagable. Pero lo mejor son los compañeros y muchos de los visitantes, y todo lo que enseñan. Han sido cuatro años de crecimiento constante, que continúan en buena medida porque sigo viniendo todos los días. Y me alegra poder devolver con este libro algo de lo que aquí he recibido, incrementando humildemente la literatura escrita en este lugar.
¿Qué se siente cuando a uno le toca el bote en poesía y gana 12.000 euros en tiempos de crisis?
Uno de los poemas premiados dice, precisamente, que “no hemos sido creados para hablar de dinero”, pero te puedo decir que, desde luego, ese cheque tranquiliza bastante. El dinero es lo más detestable y sucio que existe, pero también es tiempo, y libros, y algún viaje... Me presenté al premio antes de verano, cuando se terminaba la beca y todavía no era seguro lo del contrato que ahora disfruto. Ahora todo ha ido saliendo bien y estoy plenamente contento, aunque mucho más por el libro que por el premio. No sé por qué, pero la verdad es que siempre he tenido buena suerte.
DESIREE DOLRON EN CUBA
Conjunto de fotos de la fotógrafa holandesa Desiree Dolron, inspiradas en Cuba.
'AGUA Y CIELO': UN FRAGMENTO

Fragmento de la primera novela de María Pilar Clau y Mariano Gistaín, ‘Agua y cielo’ (Mira editores), que se presenta esta tarde, en el Instituto Goya. Acompañarán a los autores el consejero de Medio Ambiente Alfredo Boné, Pablo Carreras, presentador de Aragón Televisión, y el editor Joaquín Casanova.
La balsa era cada tarde una fiesta del agua. Estaba rodeada de pequeños huertos. Casi todos los vecinos de Aleluya tenían uno junto a la orilla o un poquito más apartado, en el camino de Laperdiguera. En verano, cuando el sol bajaba a bañarse en la balsa, todos iban a regar los huertos; llenaban los pozales de agua y sol y los vaciaban en los tomateros, en las ensaladas, en las judieras y algunos hasta en el tabaco, como siño Matías, que se lo fumaba en una pipa después de haberlo dejado secar al sol no sé cuánto tiempo. Niños y mayores, hombres y mujeres, todos celebraban la fortuna de poseer juntos el estanque que el sol elegía cada tarde para refrescarse.
“¡Estamos en el mejor punto del planeta!”, le gustaba decir a mi abuelo. Yo no entendía muy bien eso, porque él tenía su huerto más arriba de la balsa y era más costoso subir el agua hasta ahí; pero mi abuela me explicaba que a lo que se refería yayo no era a su vergel, sino al pueblo.
Los hortelanos presumían de lo grandes que se hacían sus pimientos. A veces se paraban a hablar unos con otros con los pozales llenos de agua, y los niños, cuando no cogían ranas o ayudaban a sus padres o a sus abuelos, jugaban a adivinar quién dejaría primero el cubo en el suelo. Las mujeres hablaban entre ellas pero sin parar de regar. Sólo lo hacían si tenían que contarse algo muy muy importante, y eran muchas las veces. El color anaranjado del atardecer, el brillo del agua acariciada por el sol, el olor a agua y a ranas, la dulce algarabía de los niños, las risas y los encuentros hacían de ese momento del día una oración de gratitud a la vida.
*La fotografía es de Niko Guido.
JOSÉ ANTONIO LABORDETA

En Aragón, las cosas y la historia tenían nombre, trayecto y leyenda, pero de pronto apareció él con su voz de trueno y de sementera, con la garganta herida por la injusticia y el dolor, y puso acento y canto a las ancianas que se morían de soledad y de nostalgia, a las masías colgadas del atardecer y del collado, a los leñeros, al hombre sigiloso que va y viene del tajo a sus asuntos. Ese hombre lucía ya bigote y la gallardía de un viejo campesino: cantaba alto y fuerte, cantaba por todos. Ese grito era la prolongación de su condición de poeta y novelista, de memorialista, de viajero por los intersticios de la historia. En ese canto estaba su autobiografía –el eco del palacio de los Gabarda, su hermano Miguel encelado con sus poetas chinos favoritos, el río y la Zaragoza secreta de burdeles y garitos, la pasión por la juncal Juana- y su afirmación en la aldea, en el pequeño país de polvo, viento, niebla y sol. Aquel señor, capaz de aunar la cólera y la ternura y la timidez como nadie, aquel trovador del páramo se convirtió en un símbolo, en un amigo, en un ciudadano imprescindible que siguió a lo suyo: consolidó la tarea del héroe con un infinito mar de amor que nos inundó a casi todos. Este martes, el peregrino con la mochila al hombro, el político tan accidental como apasionado, el ciudadano que salió a la calle una y mil veces para estar codo a codo con los suyos será nombrado ‘Doctor Honoris Causa’ por la Universidad de Zaragoza. Por una vez, sin rubor alguno, este territorio de todas las insidias se reconoce en uno de los suyos, y le elige como se elige una perla o un diamante en medio de un tesoro. Y le devuelve su abrazo armado. Ese juglar, José Antonio Labordeta, ha cantado con todos y para todos sin temor a quedar sin voz ni a morir en el terco combate de la rebeldía.
*Este texto apareció ayer en mi sección ‘Cuentos de domingo’ en Heraldo de Aragón.
MAÑANA, HOMENAJE Y POEMARIO PÓSTUMO DE VICENTE PASCUAL

Presentación de De la nada nada viene de Vicente Pascual
Colección Veruela Poesía de Olifante
Intervienen: Cristina Palacín, Trinidad Ruiz Y ANTÓN CASTRO.
Palacio de Sástago. Mañana, Martes 23 de marzo a las 19,30 horas
ZARAGOZA
Poco antes de fallecer, Vicente Pascual Rodrigo (Zaragoza, 1955-Utebo, Zaragoza, 2008) ultimó un poemario. Le dio una y mil vueltas y lo dejó listo para su publicación. Trinidad Ruiz-Marcellán lo ha editado en la colección Veruela, en colaboración con la Diputación de Zaragoza, un volumen espléndido, precioso. El nuevo trayecto de esta colección la inició ‘Lugares comunes’ de Octavio Gómez Milián. El libro ‘De la nada nada viene. Todo cabe en el vacío’ está dedicado a Ángel Guinda –“Para Ángel Guinda. Si alguna letra sé, es de él de quien viene”, escribe Vicente Pascual Rodrigo-, lleva un pequeño prólogo mío y una estupenda nota de solapa de Alejandro Ratia, a quien siempre estuvo muy unido.
He aquí el texto de Alejandro RATIA
LA ESTÉTICA DEL AGUA
Entre los últimos papeles que pintó Vicente Pascual hay unos que me conmueven especialmente. En ellos reaparecen temas del pasado. Así, una encina de Rasal, en el Prepirineo, que había pintado en los setenta, en los tiempos de La Hermandad Pictórica. Pero también reaparecen en sus poemas versos que son muy parecidos a aquellos títulos que, en aquella misma época, les ponían a sus cuadros los hermanos Pascual Rodrigo. O los que llevaron, más tarde, algunas de las obras de su aventura en solitario. Lo que parecían largos títulos, son ahora breves versos. “Y los chopos, que ya brotan”, por ejemplo. O “¡Mirad, están danzando!”.
Sus años últimos tienen algo de recapitulación. La enfermedad le dio tiempo a Vicente Pascual de repensarse, y aunque le restaran fuerzas para pintar, limitando sus formatos, le regaló la Poesía, a la que se entregó devotamente, con un espíritu parejo al que caracterizaba su obra plástica. La austeridad cromática de sus pinturas rima con la parca adjetivación que hallamos en sus versos, y con la sencillez de los metros elegidos. El poeta y pintor se identifica con un pordiosero, con un obrero que sólo quiere obedecer. Es la estética del agua, del artista transparente que se considera un medio. “Está el agua tierna, humilde, sin voz / prestando su cuerpo”, dice. “De la nada nada viene”, su poemario póstumo, es una poética y una estética a la contra de los tiempos. Frente a la egolatría del supuesto creador, se reivindica la humildad del artífice, que recoge el don del poema o de las formas de otro sitio, donde existen realmente. Vicente Pascual diría que los recoge “de lo alto”. Ese es el sentido en que debemos llamarle, tal como a él le gustaba, Realista, en el sentido hondo que le daban a este término los sabios medievales.
Zaragoza, a 22 de enero de 2010
EL MAR, ALBERTO Y JULIO

Ayer se inauguraba la retrospectiva de los hermanos Alberto y Julio Sánchez Millán en la Casa de los Morlanes, en homenaje a Alberto Sánchez. [Me fue imposible acudir porque a la misma hora presentaba –con Cristina Palacín, Ana Marquina, Trinidad Ruiz-Marcellán, Alejandro Ratia y Ángel Guinda- el poemario póstumo de Vicente Pascual Rodrigo. Fue un acto entrañable rodeado de grandes amigos y familiares del pintor y poeta.] Julio me pidió un texto para el catálogo, hay muchos y muy variados, y correspondí con algunos recuerdos.
Este retrato es de Alberto Rodrigálvarez.
ECOS DEL MAR Y DE SU MEJOR NARRADOR
Me di cuenta de que era amigo de Alberto Sánchez el día que se desvió de una ruta hacia Calanda y vino a verme a Urrea de Gaén. “El pueblo de Alfonso Zapater, Pedro Laín Entralgo y el carlista Cabañero”, diría él de inmediato. Vino un poco acalorado: al descender la calle empinada hacia la plaza se encontró con un camión de reparto de ultramarinos y tuvo que detenerse casi un cuarto de hora. Al final, ante la indolencia del operario, se cabreó. Aquella visita estuvo condicionada por el incidente: a medida que hablábamos de esto y de aquello, parecían emerger las circunstancias, los detalles secretos, las palabras malsonantes de la discusión, el monumental enojo y yo diría que también una sensación creciente de culpa o de malestar. En un determinado momento deslizó esta frase: “A veces puedo llegar a ser muy burro, pero ese tipo era un animal”.
Nos sentamos en el muro que mira hacia las colinas rojizas, contemplamos el paisaje, los cañaverales del cementerio, los campos de manzanos y de perales que se extendían a la orilla del río Martín. Empezamos a hablar de algo que nos apasionaba a los dos: Julio Alejandro Castro, con quien pocos años antes Alberto Sánchez había mantenido una conversación casi infinita que se incorporó al libro Fanal de popa. Julio Alejandro, el guionista de Luis Buñuel, el hombre que redactó más de un centenar de guiones de cine y piezas teatrales durante casi 40 años en México, había acabado por ser un nexo de unión entre los dos, casi tan poderoso como el cine, casi tan poderoso como la literatura. O como Aragón.
Alberto hablaba siempre de todo: de literatura, de los libros que había ido acumulando en su estudio-fortín, de sus recortes de prensa, de sus catálogos, de sus fotos, de sus programas de mano, de la gente que había ido conociendo. Era un testigo que no pasaba inadvertido, era el menú, la sazón, la ironía y el humo de todas las tertulias. Julio Alejandro nos gustaba mucho a los dos porque era un gran narrador oral, un marino en tierra, un dramaturgo y un soñador que se pasaba la vida reinventándose. Tenía algo de Simbad: encendía de magia y de misterio cualquier encuentro. Nos hablaba de Dolores del Río y de María Félix, y de los amantes que sembraban de orquídeas sus lechos y sus bañeras; de Juan Rulfo y de Gabriel García Márquéz, de Antonio Machado (y de sus pisadas casi crepitantes que subían los peldaños de madera de su casa de joven marino, al que también conocían por ‘Antorcha Luminosa’), de Buñuel y de su mujer Jeanne, de Leonora Carrington y de un reloj de cuco que tocaba a las cinco en punto de la tarde. La hora en que a Buñuel le gustaba hacer el amor. Nos hablaba de su pasión por la novela negra, que solía leer en una cama que tenía en su cabezal un timón de leyenda y varios fanales en las mesillas de noche. Julio Alejandro le contagió a Alberto, aún más, su pasión por la gastronomía, por los cócteles, por la sensualidad de la comida. Julio Alejandro era un abogado de los pequeños detalles, un galanteador de rastros, mercadillos, chamarilerías y almonedas. Le dije que Julio me había llamado el día anterior y que me había preguntado por él. Que siempre preguntaba por él, por Luisito Alegre y por Agustín. Y por “una belleza extraordinaria, lánguida y chinesca, como la porcelana”, llamada Ariadna Gil. Así lo decía.
La tarde se iba desvaneciendo. Alberto pareció recobrar su humor natural; el humo del tabaco huía como un pájaro libre. Estaba muy feliz porque coordinaba con primor una colección que le hacía especialmente feliz, la serie Boira de Ibercaja, estaba feliz porque se sabía querido y era una referencia en los festivales de cine con su maleta poblada de memorias, de secretos, de anécdotas y de personajes.
Poco antes de marcharse, le dije: “¿Sabes una cosa, Alberto? Cada día te pareces más a Julio Alejandro”. Sonrió y me miró con ese escepticismo aragonés que podría resumirse en la onomatopeya “quia”. Quiaaaá… Dijo: “Lo dices por mi descuidada barba de marinero, ¿no? A mí siempre me han mareado los barcos. El mar solo me gusta en los libros y en el cine”.
FUCK AMERICA' DE EDGAR HILSENRATH

Hace unos días, el sello Errata Naturae publicaba ‘Fuck America’ de Edgar Hilsenrath, que ha estado de gira con sus editores: Rubén e Irene Antón.
Correo urgente
A la atención del Cónsul General de los Estados Unidos de América
Clausewitzstrasse 3b, Berlín
10 Noviembre 1938
Estimado Cónsul general:
Ayer comenzaron a arder nuestras sinagogas. Los nazis han demolido mi negocio, vaciado mi escritorio, expulsado a mis hijos del colegio, prendido fuego a mi casa, violado a mi mujer, me han destrozado los huevos, han confiscado mis bienes y han bloqueado mi cuenta bancaria. Es necesario que salgamos del país. No nos queda otra opción. La situación empeora por momentos. Apenas queda tiempo. Estimado Cónsul General, ¿podría usted conseguirnos Visados de residencia en los Estados Unidos en el plazo máximo de tres días?
Le saluda atentamente,
Nathan Bronsky
P.S. Vivo en Alemania desde hace 40 años, concretamente en Halle, a orillas del Saale, pero soy natural de Galizien, una provincia que actualmente pertenece a Polonia.
A la atención del judío polaco Nathan Bronsky, residente en Alemania,
Königstrasse 10,
Halle an der Saale
10 de Julio de 1939.
Estimado Señor Bronsky:
Su carta urgente lleva 8 meses sobre mi escritorio. No he podido leerla hasta ahora mismo. Adjunto le remito unos formularios de solicitud que puede rellenar y enviar de vuelta a mi dirección postal. Lamento tener que comunicarle que las perspectivas de una rápida expatriación a los Estados Unidos de América para usted y los suyos no son buenas. Verá, Sr. Bronsky, de repente cientos de miles de judíos quieren venir a los Estados Unidos, pero nosotros sólo podemos permitir la entrada de un número reducido de inmigrantes. América, en efecto, es un Paraíso cuya política de inmigración se define, desde los años 20, por un sistema de cuotas sutilmente estudiado, un sistema de cuotas, estimado Sr. Bronsky, destinado a reducir las olas migratorias de extranjeros procedentes de ultramar buscando el interés de un electorado marcadamente blanco, anglosajón y protestante. Por esta razón, las listas de espera de Judíos perseguidos por el nazismo son largas. Muy largas. Cientos de miles de nombres con sus respectivos números de registro están ya inscritos en las listas de espera. En estas circunstancias –y siendo muy optimistas- si rellena usted los formularios y me los hace llegar cuanto antes, a la familia Bronsky le llegaría su turno en 13 años, aproximadamente. En definitiva, estimado Sr. Bronsky, calculo que podría expedir dichos visados de entrada para Usted y su familia en 1952 -con la condición de que cumpla como es debido con los requisitos exigidos en todo proceso de migración y tenga en regla los datos, acreditaciones, papeles y documentos necesarios-.
Le saluda atentamente,
El Cónsul general americano,
Clausewitzstrasse 3B,
Berlín
A la atención del Cónsul General de los Estados Unidos de América
Clausewitzstrasse 3b, Berlín
12 de Julio de 1939
Estimado Sr. Cónsul General:
Se nos acaba el tiempo. La guerra es inminente. Veo cosas terribles acechándonos. Tenga Usted piedad de nosotros! Hablo a diario con mi úlcera de estómago y me cuenta cosas extrañas: me habla de cámaras de gas y pelotones de fusilamiento. Me habla de un humo negro. Los nazis van a asesinar a todos los judíos. Y a nosotros también. Tenga Usted piedad, estimado Sr. Cónsul General, y háganos llegar cuanto antes los visados de entrada!
Le saluda atentamente,
Nathan Bronsky
Al judío polaco Nathan Bronsky, residente en Alemania,
Königstrasse 10,
Halle an der Saale
24 de Agosto de 1939
Estimado Sr. Bronsky:
Hace algún tiempo, un barco de refugiados judíos intentó atracar en nuestras costas. Se trata del célebre caso del San Luis. A pesar de los miles de telegramas con los que fue bombardeado nuestro presidente, Franklin D. Roosevelt, y debido a la falta de visados de entrada en regla, no tuvimos más remedio que devolver al mar a los refugiados. Este hecho muestra claramente que nuestro presidente Roosevelt, quien, como usted sabrá, afronta grandes dificultades en el ámbito de la política interior, no se puede permitir pasar por alto la tendencia antisemita de ciertas facciones de la burguesía americana poderosas en número o resistir la presión de los aislacionistas y los antisemitas en el parlamento –el así llamado “congreso”-, con el fin de obtener una modificación en las cuotas de inmigración que pudiera favorecer a los refugiados judíos. De modo que, como Usted comprenderá, estimado Sr. Bronsky, no tiene sentido que siga importunándome a mí, el Cónsul General americano, con más cartas. Por cierto, y esto que quede entre nosotros, la verdad es que a los gobiernos de este planeta les importa una mierda si los nazis acaban con todos vosotros. El problema judío les resulta demasiado engorroso y lo cierto es que nadie quiere tener nada que ver. Por lo que respecta a los Estados Unidos de América, es decir, al gobierno que yo mismo represento en calidad de Cónsul general, sólo puedo decirle lo siguiente: ¡estamos hartos de vosotros, Judíos bastardos! Saturáis nuestras universidades, os apiñáis en los puestos más altos y cada vez tenéis más cara dura! Envíeme de vuelta los formularios de solicitud y espere sentado 13 años. Y le aconsejo que vaya haciendo un testamento y formulando expresamente los deseos de inmigración de la familia Bronsky, no vaya a ser que sus profecías sobre las cámaras de gas y los pelotones de fusilamiento resultaran ser ciertas. Su albacea podrá cumplir su voluntad y enviar sus cenizas a América en 1952 –año en que probablemente sus visados estarán listos-
Le saluda atentamente
El cónsul general de los Estados Unidos de América.
JUAN CRUZ: UN DIÁLOGO SIN EGO

Por muchos motivos, siempre le he tenido un especial cariño a Juan Cruz (Tenerife, 1948).. Me encanta su fascinación por la literatura, su curiosidad, su voluntad de contar vidas y de construir la suya, desde el periodismo y la literatura, junto a otros. Hace unos días, Juan Cruz estuvo en Los Portadores de Sueños presentando su libro ‘Egos revueltos’. Lo fui a buscar a la Estación Zaragoza-Delicias con Eva Cosculluela. Luego conversamos para ‘Borradores’. Juan me había contestado a este puñado de preguntas. Una parte de la entrevista salió en ‘Heraldo’, pero aquí está al completo. Espero que os guste.
-Siempre había pensado yo que ibas a escribir un libro así. ¿Qué ocurrió en tu cabeza, qué te movió a redactarlo?
--Me movió a escribirlo la persistencia de los recuerdos. Y, sobre todo, una imagen: la soledad en Lincoln, el día gris, la carta de Cabrera Infante confirmándome una cita en otoño de 1974. Ese recuerdo lo tenía en mi cabeza, y su impulso constante se convirtió un día en el primer flash de lo que luego sería el libro. Si no hubiera estado el día como lo están en Londres los otoños cálidos y si Cabrera no me hubiera escrito acaso hubiera sido otro libro.
-¿De dónde procede una pasión tan inmensa por la literatura? ¿Quién te hizo ver este camino, quién te desveló el poder de la palabra y de la ficción?
--La pasión por la literatura viene de la infancia, de los cuentos de mi madre, de la lectura voraz de los prospectos de las medicinas y de las páginas de los periódicos. Mi madre, en este caso, fue quien me señaló el camino de la ficción: ella me contaba para distraerme. Ella sabía que yo padecía una enfermedad persistente, crónica, y por tanto dañina en el corto plazo, pero eterna. El asma es así, una obsesión por el aire. No podía salir de casa. Ella me dormía con cuentos, como decía León Felipe, pero eran cuentos benévolos, a veces muy divertidos. De ahí viene la cosa.
-¿Habías sospechado alguna vez que tenía tantas vocaciones: la de amigo, cómplice, curandero, protector, recadero e incluso de enfermero?
--Si, ya entonces tenía esas vocaciones. Me gustaba que vinieran a jugar conmigo los chicos, a casa, porque yo no podía salir a la calle. Era tan amigo que era cómplice: les regalaba los juguetes para que me hicieran caso, y le ocultaba a mi madre esta tendencia a desprenderme de todo con tal de agradarles, para tenerlos cerca. Y era curandero, entonces, también, sí, porque yo mismo padecía y no quería que padecieran otros. Entre nosotros había un chico muy generoso que venía a verme cada vez que percibía que yo estaba peor. Era el mejor de todos nosotros. Murió en un pavoroso incendio, en La Gomera, se llamaba Paco Alfonso y es inolvidable. Y recadero fui siempre: me gustaba llevar mensajes, de paz, de armonía, pero también recorría el pueblo con las facturas no cobradas de mi padre.
-Tu biografía, de escritor, periodista y editor, está llena de extravagancias. Pienso en tu noche con Cela, por ejemplo. ¿Ha sido eso lo más raro?
--Quizá eso sea lo más raro. Pero hubo días en que se juntaban Rafael Azcona, Juan Marsé, Manuel Vicent y Carmen Balcells para hacer extravagante mi existencia, pidiéndome, casi al unísono, que les facilitara la conexión con Canal + para ver algún partido o pidiéndome (en el caso de Carmen Balcells) un helicóptero para sacar a Nélida Piñón de una tormenta de nieve en la carretera general de Soria. No hubo helicóptero, pero le conseguí lugar donde dormir. Resultó que era una casa de citas.
-Hablas de ‘egos revueltos’. ¿Pero hasta qué punto no es el escritor un tipo enfermizamente frágil, paranoico, de un desamparo increíble?
--Sin duda, Un escritor tiene ego, un ego más desarrollado que lo que es común, porque trabaja solo, vive solo la mayor parte del día y necesita que un ojo distinto vea lo que ha hecho y lo apruebe. Ese desamparo conduce a la paranoia, a veces, pero siempre conduce, en el caso de los escritores, a la página en blanco, que es la medida de todas las cosas.
¿En algún momento te has sentido un confesor laico, el pañuelo de lágrimas de los escritores más célebres?
--Un confesor laico pero respetuoso; mi teoría es que a la gente no hay que sonsacarle, hay que esperar de ellos lo que sea, incluida la confesión, pero precipitarla es un error. Y culparles es un pecado: en eso los confesores laicos somos más respetuosos que los confesores religiosos, ¿no te parece? ¿Y pañuelo de lágrimas? A veces lo he sido, pero no suele ser normal que lloren los escritores. Exigen, y a veces la exigencia parece un llanto.
Rafael Azcona, en 1952.
-Hay muchas historias conmovedoras en el libro: por ejemplo la inmensa humanidad y sabiduría de Rafael Azcona, su sentido de la amistad…
--Azcona era un tipo muy especial; inteligente, agudo, buen conversador, tenía una memoria maravillosa con la cual mantenía en alto cualquier ocasión; le daba lumbre a la oscuridad. Qué días más hermosos, qué mediodías nos dio. Es inolvidable porque era bueno.
Julio Cortázar.
-Uno de los escritores que te ha acompañado siempre ha sido Cortázar. ¿Por qué? ¿Qué tenía de especial?
--Porque Cortázar explicó la soledad circular, hizo de la soledad un lugar en el que uno podía habitar siendo arropado por la apariencia de felicidad eterna, la felicidad de hablar, de superar la noche creyendo que jamás va a terminar y no te daña.
Hablas de varios Premios Nobel: Cela, Octavio Paz, García Márquez, Günter Grass. ¿Te atreverías a definirlos uno a uno?
Cela era el ego social, rotundo; necesitado siempre de gente que le celebrara. Octavio Paz viajaba con un pedestal sobre el que se subía a preguntar qué tal se le veía allá arriba. García Márquez tiene un ego misterioso: el del arrogante tímido, el del melancólico que aún no ha explicado del todo la razón de su tristeza. Grass: un niño que no ha terminado nunca de saber por qué sonría ante el espejo, y se lo pregunta en soledad.
Guillermo Cabrera Infante.
-Sientes una incuestionable predilección por Cabrera Infante. ¿Qué tenía de especial?
--Escribió ‘Tres tristes tigres’. ¿Te parece poco? Ese libro abrió paso al humor y a la música como condimentos esenciales de la literatura. Tenía una llave y la usó con inteligencia.
-¿Eres consciente de que el libro rezuma melancolía? ¿De qué tienes melancolía?
--Melancolía de la infancia, de los momentos buenos de la infancia; de algunas personas, de ciertos alimentos, de la nobleza y de la bondad. De todo lo que la vida hace que perdamos.
-Cómo escritor, ¿qué has aprendido de tanta gente importante?
--Que todos somos iguales, que nadie es verdaderamente importante si no es, además, noble y humilde. Los pedestales sirven para romperlos.
-Estremece un poco la doble advertencia de tu condición de gran bebedor...
--Fui muy bebedor, si hubiera sido un gran bebedor ya me hubiera muerto. Corté a tiempo.
Hay muchos más escritores latinoamericanos que españoles, o parece que tú estás más fascinado con ellos que con otros. ¿Es así?
--Eso tiene que ver con mi raíz canaria, que es esencialmente latinoamericana: por Tenerife recalaban no sólo los barcos que iban o venían de América sino los libros de los latinoamericanos. Y he seguido viajando hacia ese imán.
¿Qué es lo más bonito, lo más emocionante que te ha regalado este libro?
--Que mis hermanos creyeran que su hermano protagonizaba un acontecimiento contando su vida. A ellos les gustó venir a la presentación en Madrid, y les pareció que yo era alguien a quien quería mucha gente. Eso es lo más emocionante. Y lo más triste es que no esté Toni López ya en el mundo; hubiera sido para mí una gran satisfacción que ese gran editor estuviera en la vida. Le he echado mucho de menos. Como a Rafael, como a Isabel de Polanco..., como a tantos.
De ti se dice que posees el donde de la ubicuidad. ¿Qué hay de eso?
--Es mentira. Prueba de ello es que el jueves estaré / estuve en Zaragoza y nadie podrá decir que estoy / estuve en otro sitio. Nadie.
Si pudieras reencarnarte en alguien, ¿a quién elegirías?
--Me gustaría reencarnarme en un pescador de bajura que escribiera versos. Yo qué sé. Ya es bastante difícil encarnarse como para tener que reencarnarse.
*He tomado la foto de Juan Cruz de http://traslahuelladigital.files.wordpress.com/2009/03/juan-cruz-ruiz.jpg
JOSÉ-CARLOS MAINER: UN DIÁLOGO

JOSÉ-CARLOS MAINER / Catedrático de la Universidad de Zaragoza. El historiador, investigador y autor de ‘La Edad de Plata’ dirige una ‘Historia de la literatura española’ en Crítica y publica su sexto volumen: ‘Modernidad y nacionalismo, 1900-1939’
“El que sólo sabe literatura,
ni literatura sabe”
“Los lenguajes artísticos conviven
Como conviven los artistas y el público”
José-Carlos Mainer Baqué (Zaragoza, 1944) es el director de una ambiciosa y totalizadora ‘Historia de la literatura española’ (Crítica) en nueve volúmenes. Él abre el fuego con el sexto tomo, ‘Modernidad y nacionalismo, 1900-1939’, un trabajo de 600 páginas que se acompaña de más de 200 páginas de textos de apoyo. Explica: “De los nueve tomos, los siete primeros se dedican a la historia de la literatura propiamente dicha. El octavo, a una historia de las ideas literarias en España que ¡hace más de cien años! pedía Menéndez Pelayo como requisito previo para construir una historia literaria. Y el noveno, ‘El lugar de la literatura española’, tratará de las relaciones entre las literaturas peninsulares (incluida la portuguesa), la literatura americana de expresión española y el diálogo de nuestras letras con el resto de las europeas y, por extensión, con las tradiciones culturales occidentales. Todos los volúmenes quieren integrarse en una nueva noción de “historia de la literatura” que se ha venido afirmando en los últimos cuarenta años, al margen de la clásica asignatura escolar: una historia que sea lugar de convergencia de metodologías más que una formulación rígida. Un punto de partida abierto más que una sucesión de dogmas acerca de periodos cerrados, listas de nombres propios o pretendidas esencias nacionales.
-¿Por qué ha elegido a esos especialistas? ¿Cuál sería el espíritu novedoso de este proyecto frente a otros?
Los autores de los tomos se han elegido, por supuesto, en función de afinidades intelectuales y conceptuales: Juan Manuel Cacho y María Jesús Lacarra para la Edad Media; Bienvenido Morros, para el siglo XVI; Pedro Ruiz Pérez, para el XVII, María-Dolores Albiac, para el XVIII; Cecilio Alonso para el XIX y Jordi Gracia y Domingo Ródenas para la segunda parte del XX. José María Pozuelo dirige el equipo de la historia de las ideas literarias y Fernando Cabo escribirá el volumen sobre el lugar de la literatura española. Partimos todos del legado de treinta años, cuando menos, de una excelente cosecha filológica, que ha supuesto una revisión de autores y géneros, una cuidadosa tarea de edición de textos y una general desconfianza ante las formulaciones cerradas (lo que alguien ha llamado ‘neopositivismo’).
¿Qué les ha pedido a los autores exactamente?
Lo que yo he pedido a los autores es que, a partir de este sugerente estado de la cuestión, nos proporcionaran una síntesis personal y ágil, sin demasiadas citas de autoridad ni los signos propios del manual, atendiendo a las obras literarias más que otra cosa y siguiendo el discurrir de los ingredientes que componen el campo de lo literario.
¿Cuáles son los interrogantes de partida que se ha planteado en su libro, el tomo VI, la poética de su trabajo?
El título que he dado a mi tomo –‘Modernidad y nacionalismo’- anticipa mi argumento central: la suma de un impulso de modernización literaria, al compás de la europea, y de un esfuerzo de redifinir la “materia nacional de España” como un producto estético –un paisaje, una forma de vida, un legado artístico- y no como un yerto repertorio de recuerdos históricos. Lo estimulante es que convergen entonces una tradición, algo que tiende a la inmutabilidad, y una exigencia de innovación que busca sistemáticamente el cambio. Y unos modernos tradicionales –como Valle-Inclán, Lorca…- y otros tradicionales modernos –como Unamuno, Baroja…- logran escribir textos estupendos.
¿En qué medida este volumen es un ampliación llena de datos, detalles, personajes y libros de su ‘La Edad de Plata’?
Inevitablemente se parecen, claro, pero después de tantos años (‘La Edad de Plata’ se escribió en 1974; la edición definitiva es de 1982), algo he tenido que aprender… Al principio pensé reservarme el volumen que trata del siglo XIX (que está escribiendo, mucho mejor que yo, Cecilio Alonso) porque siempre tuve la idea de que si prolongaba mi libro de 1982 sería remontándome a los orígenes de las cosas más que siguiéndolas después de 1939. Pero, al final, opté por repetir y, de ese modo, cerrar un ciclo de mi ejecutoria profesional.
Siempre hay algo fundamental en sus libros: lo que se llama la historia cultural.
Suelo decir que el que sólo sabe literatura, ni literatura sabe… Esa noción de “historia de la literatura” de la que hablaba es forzosamente interdisplinaria, plural, porque los lenguajes artísticos, aunque sean independientes, conviven, como lo hacen los artistas mismos que también comparten el mismo mercado cultural y el mismo público. La pintura de Zuloaga y de Sorolla, la música de Falla o el baile de Antonia Mercé, los filmes de Chaplin o el mundo de las verbenas populares, son hechos literarios: son escritores los que discuten acerca de la idoneidad “nacional” de la pintura de Zuloaga, los que descubren la modernidad de El Greco, o los que se entusiasman con las nuevas bailarinas flamencas y con los cómicos del cine.
¿Por ejemplo?
En el ‘Diario de un poeta recién casado, Juan Ramón Jiménez halla lugar para incluir entre sus poemas del amor y de mar aquellos que se dedican a la muerte de Rubén Darío y del músico Granados y a la descripción de una espléndida puesta de sol en el puerto de Nueva York, dedicada a Sorolla y descrita con la misma paleta cromática del pintor.
¿Qué papel jugaron en este periodo dos narradores como Ramón J. Sender y Benjamín Jarnés?
Sin duda, son los escritores aragoneses más relevantes de este periodo. En 1939, Sender era el más prometedor escritor en prosa de su generación: un periodista genial y un narrador que aunaba la fuerza expresiva de Valle-Inclán y el ritmo de Baroja. En aquel momento, Jarnés era todavía el gran referente de la prosa artística: un refinado creador de ficciones, un estupendo biógrafo y uno de los críticos más certeros de su tiempo. Después de la guerra civil, Sender, que era más joven, se reinventó todavía como un gran novelista existencial y simbólico, mientras que Jarnés sabía lúcidamente que su mundo había concluido.
*Este es un avance de una entrevista algo más extensa que le he hecho a José-Carlos Mainer Baqué sobre el proyecto ‘Historia de la literatura española’ (Crítica).
GOÑI: MUJERES, MALLORCA Y LLOP

Ayer recibí una carta de un viejo/joven amigo, Javier Goñi, lector incansable, periodista y crítico literario y, además, novelista secreto. Me invitaba a leer sus artículos para ‘El pizarrín’ en www.divertinajes.com . Entro y me encuentro con uno de sus artículos-río y con su particular sintaxis -llena de recodos, de intersticios, de comas y secretos y de nombres-, que glosa un libro, un mundo y un universo de escritores vinculados con José Carlos Llop, de quien hablé hace poco y al que conocí en Dublín. Javier Goñi habla de un espléndido libro: ‘La ciudad sumergida’ (RBA). Mientras releo el texto y le quito las fotos, no tengo tanta habilidad informática como él, he puesto canciones de Maria del Mar Bonet, a la que oí con auténtico frenesí desde que llegué a Zaragoza en 1978. Ha sido, sin duda, una de las mujeres de mi vida, una de esas mujeres a las que amas sin haberlas saludado nunca. [En la foto: José María Nadal Suau, Llucia Ramis, Elisenda Farré y José Carlos Llop, el autor de 'La ciudad sumergida', RBA, 2010].
VIEJO ÁLBUM DE SOMBRAS
Por Javier GOÑI
De ‘El pizarrín’. En www.divertinajes.com
Elke Sommer en bikini.
Déjenme que les diga que a José Carlos Llop le hubiera gustado ser práctico del puerto de su ciudad sumergida, o de su ciudad invisible, de haber podido elegir qué ser. Que la literatura no la eliges, te elige ella a ti, afortunado tú.
Desde la Castilla profunda –estábamos con Miguel Delibes en el pizarrín de la semana pasada-, para uno la Bahía de Palma era una canción, melódica, o popula(che)r(a): “Me lo dijo Pérez”, una película, ¿Elke Sommer, el primer bikini del cine español?, una imagen, la familia del verdugo, espléndido Pepe Isbert y compañía conciliando trabajo y ocio vacacional con dietas del Ministerio de Justicia, genial Berlanga, auténtica la pareja de guardiasciviles en barquita buscando discretamente al verdugo en mitad del espectáculo turístico de luz y sonido de las cuevas del Drach.
Si es necesario se pasa del barco de la Transmediterránea, por donde desembarca la familia (con bebé) del verdugo, tantos peninsulares, turistas como extraterrestres y toma uno el “Mallorca”, un barco, que acaba de salir del puerto de Barcelona y va a atracar, cuando toque, en el de Palma. No, José Carlos Llop no es –ni en sueños infantiles- práctico del puerto de su ciudad sumergida, de su ciudad invisible, de la ciudad desvanecida (como la llamó el menorquín Mario Verdaguer), o de la ciudad perdida (como la llamó el escritor mallorquín Eduardo Jordá).
Elke Sommer, irresistible belleza de verano.
No, José Carlos Llop (Palma, 1956), como Eduardo Jordá (Palma, 1956), no ha nacido todavía y, menos aún, ha fantaseado con la idea de ser –o haber sido, ay, cautivo como está con la literatura, que le ha elegido- práctico. No. Sí dice José Pla, cuándo embarcó en el “Mallorca”, que esa fue la primera vez que realizó una travesía marítima y que llegó a Palma, a su bahía. Lo cuenta, Pla, el viejo Pla, en un libro que a mí me gusta mucho, Las ciudades del mar, un maravilloso viaje por las ciudades (algunas) del mar Mediterráneo, Librería Editorial Argos, Barcelona, 1942, y que me encontré un día en una cibertravesía por librerías de lance. Son unas páginas, breves, las dedicadas a Palma, pero espléndidas, como siempre en Pla: tiene prisa, cómo no, le queda todo el viejo Mediterráneo hasta Estambul, pasando por Rávena que huele a mar cerrado (Marina de Rávena, aquel verano), Dubrovnik (ahora un tópico, un destino de papel couché de agencia de viajes), y así.
Las ciudades del mar, qué hermoso título, de Pla. De Pla, también, qué espléndido volumen, Mallorca, Menorca e Ibiza, tercera edición, mayo de 1970, una mañana de domingo en la Cuesta de Moyano, en Madrid, regateo zoco de Marrakech, con precio de primera edición, febrero 1950, con unas magníficas fotografías en un estupendo blanco y negro de Françesc Catalá Roca –algunas de ellas prestigian, al aparecer en este pizarrín, estas líneas-. También encontré en la Cuesta de Moyano –aunque no, en mi biblioteca, esta tarde de domingo, primero de primavera, suena Adagio for Strings, de Samuel Barber, 19 de marzo 1942, en el Carnegie Hall de NY y la batuta de Arturo Toscanini, abro la botella de Hendrick´s que me ha regalado el viernes mi hija, liga bien con las cortezas de lima, que le echo y que estaba utilizando de balón por el pasillo mi hijo pequeño- un libro de cuentos –encontré, digo- de Juan Bonet, un escritor (balear), periodista(falangista), padre de María del Mar Bonet, la cantante, al que cita José Carlos Llop, pero éste –abusando del afecto personal y como escritor que le tengo- todavía anda, me temo, a estas alturas del pizarrín como práctico del puerto de su ciudad natal, sumergida, invisible, perdida, desvanecida. Palma.
Maria del Mar Boner por Toni Catany.
Cuando leía, de pasada, de refilón, a Juan Bonet, uno era joven e iconoclasta, y al grupo en el que me movía nos hacía mucha gracia –burla cruel, injusta: ésta es la primera y única ocasión en que tengo, y no la desaprovecho, para desagraviar al agraviado: tonterías de juventud, esa enfermedad que se cura con los años- llamarse, y escribir como, Juan Bonet cuando se podía –y se debía, entonces, entonces, entonces, perdón, perdón, perdón- llamarse, y escribir como, Juan Benet. ¡Ay, benetines y benetones!, que escribía, ad maiorem dei gloriam, Eduardo Chamorro en Juan Benet y el aliento del espíritu sobre las aguas, el título se las trae, Ed. Península, 2001.
Samuel Barber ha dejado de salir de la batuta de Toscanini y me descargo en mi memoria cualquier canción, muy hermosa y mediterránea de la Bonet, para sacar en este viejo álbum de sombras a Monserrat Roig, una muy atractiva escritora y periodista catalana, que murió injustamente joven, atravesada por el rayo de un cáncer, y que tenía unas largas piernas o usaba unas cortas minifaldas –la memoria se ofusca y confunde los términos: me sirvo un poco más de Hendrick´s, algo de raspaduras de lima pateadas por mi hijo flotan sobre la copa de balón: profesional que uno es me he preguntado en voz alta, ¿vaso de sidra o copa de balón?, vaso alto ya no se pregunta-.
Mercè Rodoreda: de su novela 'Aloma' tomé el nombre de mi hija mayor: Aloma, ahora en Cuba.
Uno, en esos años, era de la península profunda y le debo a Monserrat Roig –entrevistas originales, la de Llorenç Villalonga y Mercè Rodoreda en la revista Triunfo, seguro, que leí en la semana correspondiente, de la de José Pla, “Conversación con Josep Pla en un día frío de finales de enero”, no estoy tan seguro: dicen las leyendas que la Roig apareció por la masía del señor Pla con tanta minifalda tan mínima que la tramontana sonó hasta bien entrada la madrugada, y que el señor Pla, q.e.p.d., socarrón e impresionado, todavía lo cuenta allá donde siga escribiendo- que me diera varias cosas. Una, un libro estupendo de entrevistas, Los hechiceros de la palabra, Ediciones Martínez Roca (1975): otro que me hiciera conocer a esos dos monstruos de la literatura catalana, la Rodoreda (cuando veo la película de Betriu La plaza del diamante, el baile de La Colometa. Silvia Munt, actriz, todavía disimulo las lágrimas; descubrí una mañana de un último verano una plaza en el barrio de Gracia que se llama así), y Llorenç Villalonga.
A Monserrat Roig, cuando se murió, le hice una necrológica en Diario 16, un periódico que hubo, y le dediqué buen espacio a su largas piernas, o a sus célebres minifaldas, no sé, y recordaba cómo una vez que la entrevisté le conté, contrito, arrepentido, cómo en una ocasión, en una discusión estival y conyugal, voló por la ventana –ventana abierta tiene que ver con estival, se entiende- por mano femenina un libro suyo, Tiempo de cerezas, Argos Vergara, 1978, y cómo mi amor por los libros zanjó la discusión, conyugal y estival, y cómo me lancé, desesperado, a la calle, a buscarlo, el libro, y cómo no lo hallé nunca, y ella, mujer solidaria, algo le habrías hecho, y yo, pues algo, sería, y al regreso de Barcelona me envió otro ejemplar, éste, para que lo conservéis, firmaba. De aquello, sí, he conservado el libro, éste, de lo otro, una hija, ésa, la de la botella de Hendrick´s. El otro día, Día del Padre. 19 de marzo. Ya es primavera en El Corte Inglés.
Una alegre y juvenil Montserrat Roig. Alegre corazón de cereza.
Por Monserrat Roig –gracias, Montse, donde estés- me aficioné, y cómo, a Llorenç Villalonga, tantas novelas suyas, y sobre todo Bearn o La sala de las muñecas, tres veces leída, en Seix-Barral, en BBB, o sea Biblioteca Breve de Bolsillo, en Cátedra, anotada, como un clásico de la literatura catalana, aunque se debió escribir –primero- en castellano, y este verano último en Ediciones Alfabia, con prólogos –como los ha hecho para ediciones anteriores de otros libros de Villalonga en Mondadori, Pre-Textos Anagrama- de José Carlos Llop, quien ha escrito, ahora, un espléndido libro, En la ciudad sumergida (RBA), que es un viejo álbum de sombras de su ciudad, Palma, de sus fantasmas (Cristóbal Serra, ese lujo de la isla, le puso en la pista), de sus gentes, de sus casas, de sus escritores, “escribanos de agua”, los llama, en una acertada imagen, de las gentes –extranjeros, exiliados, trasterrados, errantes- que por allí han pasado, de sus calles, de sus iglesias, de sus piedras: esos baños árabes que, al parecer, son hebreos: en mi último viaje reciente a Palma me desorienté en torno a la catedral, ví el cartel de los baños árabes pero acabé encontrando una estupenda librería que tiene al fondo unas mesas donde tomar una copa mientras, goloso, ojeas tus rapiñas: una nueva edición, por ejemplo, de Mosquitos, de Faulkner, publicado por la misma editora de Bearn, Ediciones Alfabia, en traducción del joven escritor aragonés Daniel Gascón, que es hijo –ay- de un amigo, Antón Castro, el responsable del suplemento de cultura de los jueves de El Heraldo de Aragón.
José Carlos Llop, un estupendo narrador, poeta, ensayista, dietarista y observador de las cosas –es un gran andarín de su ciudad-, creía que a cierta edad –la que ya tiene- uno no sólo adquiere el rostro que se merece, sino que le debe a su ciudad un libro. Llop ha cumplido con su parte, ha escrito un hermosísimo cuaderno de viaje de su propia ciudad, Palma, no ha rehuido el delicado –o no- cometido de destripar el oso de peluche de uno mismo, su vida y la de su familia –es tan hermosa la dedicatoria a su madre, ésta puede, supongo, leer tan orgullosamente este libro y al fondo, en la sombra, pero con mucha fuerza el padre, tan cálido, tan próximo, tan atrayente-, y dejo de escribir, que todavía me quedan ochenta páginas. Qué placer.
(Por cierto, cuenta Pla en Las ciudades del mar, que al llegar a la Bahía de Palma oye, en cubierta, a alguien interesarse: Tomeu, que t ´has maretxat? Con José Carlos Llop de práctico del puerto de Palma, qué va.)
EL RAPSODA Y LA PIANISTA EN CUBA

Luis Felipe Alegre, con una pianista, prepara el montaje sobre Miguel Hernández en el Teatro Terry de Cienfuegos, un lugar que evoca un escenario de ópera, un cascote antiguo tras el naufragio y un lugar que parece la huella de un antiguo paraíso.
La foto es de Aloma Rodríguez.
HOY SABADO, A LAS 9.30, REDIFUSIÓN

El programa Borradores redifunde hoy sábado, a las 9.30, tras 'Bobinas', el programa de la medianoche del martes. Borradores recibe en el plató, a la profesora de diseño y dibujo Clara Marta, que hablará de diarios de viaje y de cuadernos de dibujos, y a Chechu Martínez Herranz, uno de los responsables del estudio de grabación Séptimo cielo, que cumple sus primeros diez años de vida. En él, entre otros, han grabado autores como Bigott, La Costa Brava o diversos grupos de música clásica.
Borradores visita, en Caja Madrid, la muestra colectiva ‘Camuflajes’ de pintura, instalación, fotografía y vídeo, que aborda las diversas máscaras de la vida y del arte. También se ofrece una entrevista con el fotógrafo chino Xiqi Yuwang, afincado en Valencia, que ganó el premio de fotografía de la FNAC y ha visto publicado su libro, ‘La historia del monje Shaolin’, en la colección Cuarto Oscuro de Prensas Universitarias de Zaragoza. El joven narrador peruano Sergio Galarza habla de su novela ‘Paseador de perros’ (Candaya) y hace un retrato de un personaje emigrante que intenta abrirse camino en Madrid. Galarza asume su interés por un escritor tan peculiar como marginal como Julio Ramón Ribeyro. Y el argentino Norberto Luis Romero hablará de su libro de relatos ‘El momento del unicornio’ (Tropo), donde se define como un escritor de atmósferas apasionado por la literatura fantástica, los insectos y lo cotidiano.
Catherine Millet conoce ahora los celos.
Borradores se completa con una selección de recomendaciones de libros de Emily Dickinson, Catherine Millet y Xosé Luis Méndez Ferrín, así como del LCD de Prames de ‘Música de Tarazona’.
La actuación musical corre a cargo de La Libertina, el trío multinstrumentista que acaba de publicar su álbum ‘Bailables’. Eugenio Arnao explica sus montajes cómicos, en los que interviene mucho el público. El trío lo componen, además, Pepín Banzo y José Manuel Alba.
Redifusión. Mañana sábado, a la 9.30. Borradores. Aragón Televisión. Producción de Chip y Aragón Televisión. La primera emisión es los martes después de 0.30 horas.
'AGUA Y CIELO': AMOR Y MEMORIA

Mariano Gistaín y María Pilar Clau
narran una historia de amor imposible
“Escribimos a cuatro manos y un alma”
María Pilar Clau y Mariano Gistaín presentaban el lunes, en el Instituto Goya, su primera novela conjunta: ‘Agua y cielo’ (Mira editores), una breve e intensa narración de amor y agua que transcurre en diversos espacios. El consejero de Medio Ambiente Alfredo Boné, el presentador de Aragón Televisión Pablo Carreras y el editor Joaquín Casanova ejercieron de maestros de ceremonias. Es su segundo libro conjunto tras ‘Lo mejor de Zaragoza’ (Zaragoza Global, 2009). Mariano Gistaín y María Pilar Clau explican así el tema central de ‘Agua y cielo’: “Es un amor imposible en la práctica pero que tiene tanta fuerza que trasciende la realidad y vence al tiempo y a la distancia. Hay varias historias que confluyen: la abuela, el pueblo de ambas –Aleluya, que en realidad es Laluenga- y los protagonistas, Antonio y Leonor, que se aman desde la infancia”.
Clau y Gistaín han incorporado personajes históricos y escenarios muy reconocidos: la tertulia del café Niké, el alcalde de Zaragoza Luis Gómez Laguna, que era fotógrafo, bibliófilo y apasionado de la nieve, la Base Americana, el ambiente de Barbastro en los años 60… Agregan los autores: “Los protagonistas Antonio y Leonor viven dos vidas: la real, llena de obligaciones, convenciones e impedimentos; y la ideal: el mundo de los sueños y la poesía. Los personajes viven en los poemas de Miguel Labordeta y los demás autores del Niké: Julio Antonio Gómez, Manuel Pinillos, Rosendo Tello, Guillermo Gúdel, Miguel Luesma, Benedicto Lorenzo de Blancas, Emilio Gastón, Luciano Gracia… La novela es un canto a los mayores, y también a la poesía”. Los autores subrayan que sus protagonistas nacen en una tierra sin mar y sin ríos, y sin embargo las corrientes de agua marcan una y otra vez sus vidas. “Al no haber río, tienen que abastecerse de pozos y balsas. Esto es histórico, igual que la importancia del embalse del Grado y los riegos del río Cinca, que aseguran la supervivencia y un poco de prosperidad –matizan los dos autores altoaragoneses-. El agua forma parte del argumento de la novela, igual que el cielo, que es esa parte inmaterial, soñada”. Se lee en un fragmento del volumen, cuya portada ha diseñado Antonio Fernández Alvira: “Niños y mayores, hombres y mujeres, todos celebraban la fortuna de poseer juntos el estanque que el sol elegía cada tarde para refrescarse”. Encantados con esta nueva experiencia de escritura conjunta, que continuará con nuevos proyectos, resumen: “Escribimos a cuatro manos y un alma. Es una experiencia maravillosa”.
Mariano, en vísperas del nombramiento como Doctor Honoris Causa de José Antonio Labordeta, dijo que los Labordeta eran “familia real republicana de Aragón” y que por eso él y María Clau le rendían un homenaje en el libro. Esta foto es de Oliver Duch y pertenece al archivo de Heraldo de Aragón.
PILAR MORÉ EN PILAR GINÉS

Hasta el 18 de abril puede visitarse en la galería Pilar Ginés, calle Santiago, 5, local) la exposición “Obras de Pilar Moré”, de martes a sábado en horario de 11 a 13´30 y de 18 a 21 horas.
Pilar Moré nació en Fraga, pero reside y crea en Zaragoza. De dilatada trayectoria artística, practica el grabado, la talla en madera y realiza pequeñas obras con materiales reciclados. Su pintura es un estudio del espacio y el color dentro de una estructura geométrica. Se preocupa mucho de la composición y el empleo de diversos materiales en una búsqueda de expresar lo máximo con el mínimo trazo. Cuenta en su haber con más de cien exposiciones colectivas y más de sesenta individuales, tanto en España como en el extranjero, así como numerosos premios y galardones. Sus obras forman parte de colecciones privadas e institucionales.
Figura en el “Diccionario Antológico de Artistas Aragoneses” y en diversas enciclopedias y libros de arte y, desde el año 2006, es académica correspondiente de la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis de Zaragoza.
En esta ocasión muestra obra escultórica y pictórica en la que hace demostración de su versatilidad artística y técnica, ocupando las dos salas completas de la galería y los espacios de tránsito entre ellas.
*Esta nota me la mandado Pilar Ginés.
En 2006, visité el estudio de Pilar Moré y me pidió un texto para su exposición en el palacio Montemuzo.
Pilar Moré se reinventa a diario. No tiene un único estilo: tiene muchos. Es inconformista, irreductible, es antidogmática. Se entrega a la materia y oye sus latidos, oye su mensaje –el temblor íntimo de la cosas, sus voces inefables- y se lanza a la aventura. Todo empieza en la intuición, en el deseo de hacer y de mancharse con una parsimonia dulce, matizada, bajo una claridad que se filtra por una ventana abierta al mundo como un resplandor. Es capaz de desarrollar una poética constante del collage, vinculada a la idea de juego, de excursión creativa y lúdica; es capaz de ofrecerse en una abstracción contundente en la forma y en el uso del color; es capaz de realizar series donde domina el negro, o el blanco, o los ocres y tierras, y pasarse semanas, meses, explorando su luz interior, sus rasgos, creciendo íntimamente en el vértigo de la geometría. Posee una inclinación especial hacia los objetos: los encuentra, los mira un instante, y se le ocurren cosas: rostros, figuras completas, esculturas, sueños, arrebatos de un arte entre primitivo y bruto, y a la vez refinado, lleno de sugestión y de hechizos. Una simple mirada a su taller, a sus repisas, lo dice casi todo: ahí están, con su potencia inmediata, sus criaturas. Evocan un tiempo de trabajo e inventiva, te hacen imaginar la soledad del artista desgranándose el corazón y las manos, tramando un nuevo ser para la materia que adquiere de inmediato otra vida.
Pilar Moré está en cada pieza de su taller. Está en las fotos espléndidas que le tomó Joaquín Alcón. Está en sus polípticos, en sus pequeños cuadros, que tienen algo de cuadernos de creación, en los bocetos que afirman la vocación de la pintora. Y está en otros tesoros de la imaginación: su pasión por los libros. Pilar Moré es una soñadora de libros imposibles o de libros únicos: hay diarios de artista, anotados con aforismos y poemas; hay libros de artista que son una acumulación de variaciones sobre líneas; hay libros de artistas que son como caligrafías inextricables, bosquejos, tentativas, delirios. Hay diseño, alegría, sentido del enredo más hermoso.
Ahora Pilar Moré presenta una selección de sus pasteles. Esa palabra parece estar contaminada de levedad, de candidez, de delicadeza suma y tal vez blanda. Pero aquí ocurre todo lo contrario: estos pasteles llaman la atención por su contundencia, por su expresividad, por su tensión cromática, por la energía casi indomable que irradian. La técnica será la del pastel, pero los cuadros respiran y traspiran texturas, expresionismo, campos de color (terrosos o pardos, azules, rojos, verdes), expansión de sentimientos y sensaciones. Equilibrio. Hay una suavidad buscada y elegante, un mar en calma transitoria, hay paisajes crepusculares que han sido soñados por Pilar Moré, casi como espejismos, como lugares mentales, entre el desierto y la ciudad vencida al atardecer. Pero también hay otras obras que reflejan la pasión de Pilar por la naturaleza: esos territorios que evocan paraísos de cereal con sus gamas de color, expandido hacia lontananza en oleadas de cierzo o de viento que peina y despeina los trigales.
En casi todas estas obras, tocadas allí y allá de rayas negras, existe una constante, que es a la vez un enigma: siempre hay como una espiral homogénea que se repite en el pastel. Esa espiral parece hablarnos de la propia evolución de Pilar, de su obra en marcha, quizá de la órbita lunar que anda por ahí como una presencia invisible que arroja sus calculadas luces, y parece hablarnos de danza, del movimiento. Pilar Moré, esta mujer habitada por la sigilosa quimera de ser ella misma y otra a la vez casi a cada instante, está en movimiento constante: baila con el arte y se funde con él en esa melodía perfecta que conforman el creador y la obra.
JORDI PUNTÍ Y XAVIER MISERACHS

Ayer hablé un instante, para ‘Borradores’, con Jordi Puntí, que acaba de publicar la novela ‘Maletas perdidas’, la historia de un hombre, Gabriel Delacruz, cuya vida recomponen los cuatro hijos que ha tenido con cuatro mujeres de Francfort, París, Londres y Barcelona, todos de nombres Cristófol o Cristóbal, en sus respectivas lenguas. El libro nació de una experiencia de mudanzas: conoció a un grupo de camioneros que le contaron su existencia, su vida nómada. Puntí reconstruye, además, una historia de amistad, con otro camionero, Bundó, y establece, a través de una compleja y elaborada trama, una novela sobre los secretos de familia, sobre las segundas oportunidades, sobre el olvido y acerca de la densidad de las historias.
Puntí me decía que había encontrado un álbum de los años 60 de Xavier Miserachs, cuyas fotos le habían marcado mucho. Una de ellas, bien podría haber sido esta de 1962. Parece aludir casi al título de su novela, ‘Maletas perdidas’, publicada por Salamandra y presentada ayer, en Los Portadores de Sueños, por dos de sus mejores amigos: Ignacio Martínez de Pisón e Ismael Grasa. Puntí, que me pareció un escritor muy sensato y talentoso, también habló de sus dos primeros libros: ‘Piel de Armadillo’, más literario, de cuentos más cerrados según el canon clásico del relato, y ‘Animales tristes’, más elaborados y más libres, más próximos al universo novelesco de ‘Maletas perdidas’.
ADIÓS A JIM MARSHALL: OJO DEL ROCK

Ha fallecido Jim Marshall, EL FOTOGRAFO DEL ROCK
Crónica de 'El País'.
Durante más de medio siglo el fotógrafo Jim Marshall capto momentos únicos de leyendas del rock como Bob Dylan, Johnny Cash, los Beatles, Jimi Hendrix, Janis Joplin o Chuck Berry. Marshall murió en la madrugada del miércoles a los 74 años Mientras dormía en un hotel de Nueva York. "Esta carrera nunca ha sido un trabajo; ha sido mi vida", decía Marshall, en su página web.
Son imágenes suyas que han marcado la historia del rock como la de Cash en pose desafiante con el dedo índice levantado hacia la cámara en un concierto en la prisión de San Quentin en 1969 o la de un jovencísimo Bob Dylan cantando junto a Pete Seeger en el Festival de Folk de Newport en 1963.
La muerte de Marshall Fue confirmada por Aaron Zych, el director de la Morrison Hotel Galería de Nueva York, Que actualmente Acoge una de las últimas exposiciones del fotógrafo. Estaba previsto que asistiera Marshall anoche a la presentación de su último libro, Match Point, Un trabajo conjunto con el También fotógrafo Timothy White.
Según su página web personal (marshallphoto.com), El artista había realizado más de 500 portadas de álbumes de música y alcanzo la fama entre 1967 y 1969 por sus imágenes del Festival Pop de Monterrey, donde capturó un Jimi Hendrix Prendiendo Fuego a su guitarra, y por ser uno de los fotógrafos oficiales del festival de Woodstock.
Marshall supo moverse bien Y fue el único fotógrafo que Tuvo acceso al backstage del concierto de los Beatles en San Francisco de 1966. Un concierto Que Fue el último de la última gira de la banda de Liverpool.
* En estas fotos, vemos un Jim Marshall en una exposición, un Jim Marshall, con su famosa foto de Johnny Cash, tomada por Montoani, fotos de Janis Joplin en 1968, la foto del desafiante en efectivo, otra foto de 1967 de Janis y Grace Slick Joplin, y la foto final de Jim Morrison. En la primera foto, Jim Marshall Retrato a John Coltrane en 1960.
GONZALO VILLAR: LA INGENIERA

LA INGENIERO
Un poema de Gonzalo VILLAR, de Chile
La joven ingeniero enciende un cigarro tras otro,
llena formularios para su beca en Inglaterra,
guarda sus premios y medallas,
bebe café en pequeñas tazas blancas.
Una parte de ella, se ocupa de pensar un edificio,
definir las dimensiones de su acero,
los detalles del diseño, las claves
adecuadas a la fuerza del terreno.
Jamás visitó la obra en Concepción,
confió en su equipo,
la honestidad de los obreros,
la firmeza de los jefes,
la pureza de los materiales.
Años después llega el gran sismo.
Ella está segura pero inquieta,
una traición al diseño
pudo resultar fatal.
Apenas puede, llama al edificio.
El conserje está dichoso,
la obra permanece intacta.
La ciudad se movió dos metros
y la torre no presenta grietas.
Ella sonríe,
apaga su tabaco,
sigue bebiendo café.
En la fotografía se aprecia a una mujer fumando en el Londres de 1999. La imagen fue tomada por Jodi Cobb, artista asociada a National Geographic. El poema pertenece al escritor chileno Gonzalo Villar.
PREMIOS DE LA AACA
Queridos amigos: El acto de entrega de premios AACA 2009 tendrá lugar el martes 30 de marzo a las 20.00 en la Galería Pepe Rebollo de Zaragoza (C/ María Lostal nº 5), que recibirá el premio al mejor espacio de promoción del arte aragonés contemporáneo. También se entregará el premio a la mejor labor de difusión del arte aragonés contemporáneo al suplemento ‘Artes y Letras’ de Heraldo de Aragón. [El suplemento lo coordina el periodista y escritor Antón Castro, y cuenta con colaboradores asiduos como Ricardo García Prats, Alejandro Ratia, Javier Lacruz, Carlos J. Barbáchano, Ángel Azpeitia, Pedro Pablo Azpeitia o el propio Antón Castro, entre otros muchos, como Alberto Aragón o Luis Grañena, responsables de muchas de sus caricaturas.] El Gran Premio AACA 2009 al artista aragonés contemporáneo más destacado en ese año será para Javier Codesal, por su gran exposición en el Palau de la Virreina de Barcelona. La entrega de los premios en un acto público, que esperamos sea muy concurrido (y para animaros a asistir os hago saber que habrá buen vino). Un saludo y hasta entonces. Jesús Pedro Lorente Secretario de AACA *Arriba tres portadas diferentes de 'Artes & Letras': la de Beatriz Gimeno, diseñadora de Barbastro, Manuel Arribas y Chema Lera.
JOSÉ MARÍA MELLADO: UN DIÁLOGO
Entrevista al fotógrafo JOSÉ MARÍA MELLADO
“Soy una cazador de imágenes. Analizo la escena real para captarla”
José María Mellado impartirá, en el Centro de Tecnologías Avanzadas, un curso sobre fotografía digital
La búsqueda de la belleza le lleva a fotografiar todo aquello que le provoca emociones. El fotógrafo, José María Mellado, presentó la semana pasada en el Centro de Tecnologías Avanzadas su libro Fotografía Digital: Técnica y Método. La presentación se enmarca dentro del programa de actividades que desarrolla el Instituto Aragonés de Empleo, a través del Centro de Tecnologías Avanzadas. A finales de abril, Mellado impartirá un curso sobre fotografía digital.
P- ¿Qué es para usted una fotografía?
R-Una forma de expresión. Es la manera que utilizo para trasmitir a otras personas las emociones y sentimientos que tengo antes una escena determinada. Lo más importantes es logar una composición que emocione al público, ya sea de una manera positiva o negativa.
P- ¿Cuales son las claves para conseguir una imagen que emocione?
R-Tener algo que contar. Ya sean historias, sentimientos o paisajes. En cada escena hay que buscar la bellaza y trasmitirla.
P- ¿Quiénes son sus referentes en el mundo de la fotografía?
R-Tengo una serie de referentes clásicos como Cartier Bresson. En cuanto al reportaje me quedo con Cristina García Rodero. Aunque mi verdadera inspiración la encuentro en la pintura. Concretamente en la obra de Edward Hopper, un pintor americano, que basa su obra en el paisajismo. Revisando su cuadros me doy cuenta que ambos hemos captado las mismas escenas.
P - Si tuviera que elegir entre Robert Capa o Richard Avedon ¿con quién se quedaría?
R-Con Richard Avedon. Yo soy un cazador de imágenes. Analizo la escena para capturarla. No sé crear composiciones por eso admiro su trabajo.
P- ¿Cuándo empezó a fotografiar?
R- Mi madre era una apasionada de la fotografía y desde muy pequeño me inculcó esa pasión. Comencé fotografiando a mis compañeras de clase, les vendía las fotos para sacar algo de dinero y poder comprar más carretes.
P- Usted se centra en la fotografía de paisajes, incluso ha marcado tendencia dentro de este género. ¿Qué elementos aporta?
R- La utilización de las luces y las sombras. A través de ellas y de su combinación intento destacar los aspectos más bellos de los paisajes y objetos más vulgares.
P- Fotografía digital: Método y Técnica, es su última publicación ¿Qué podemos encontrar en el libro?
R- Una serie de técnicas sobre la utilización de la luz, el encuadre, tratamiento del color, así como una serie de consejos para sacar el máximo partido a la cámara. Se trata de un libro escrito por un fotógrafo y usando un lenguaje fotográfico. Pretende ser una herramienta de trabajo para profesionales y aficionados.
P- Se trata de su sexto libro. ¿Qué le diferencia de los anteriores?
R- Tengo abiertas dos líneas de trabajo. La primera de ellas está relacionada con la técnica. Es el caso de ‘Fotografía Digital de Alta Calidad y Fotografía digital: Método y Técnica’. Por otro lado, he publicado 4 libros de autor que son una recopilación de mi trabajo.
P- Desde hace un tiempo forma parte de la plantilla de profesores del Centro de Tecnologías Avanzadas. ¿Qué le aporta su faceta como docente?
R- Satisfacción. Es un orgullo ver como los alumnos ponen en práctica los conocimientos que les trasmites en las clases.
*Esta entrevista ha sido realizada por el gabinete de prensa de Economía, Hacienda y Empleo del Gobierno de Aragón. Las fotos son de José María Mellado (la suya es de hiboox.com) y las he tomado de distintas páginas de internet.
MAINER, REBOLLO, RAFAEL NAVARRO, KATIA ACÍN,
El catedrático de Literatura Española de la Universidad de Zaragoza José-Carlos Mainer acude al plató de ‘Borradores’. Explica el ambicioso proyecto de una nueva historia de la literatura española que dirige para el sello Crítica, que constará de nueve volúmenes y más de 6.000 páginas. Esa ‘Historia de la literatura española’ se abre con el volumen sexto, firmado por él, sobre ‘Modernidad y nacionalismo, 1900-1939’, donde analiza a grandes autores como Machado, Juan Ramón Jiménez, la generación del 27, Ramón Gómez de la Serna, los miembros del 98 o autores aragoneses como Joaquín Costa, Ramón José Sender y Benjamín Jarnés, entre otros.
Otro de los invitados al plató es el realizador Javier Rebollo, que ha impartido un curso de guión y realización en Zaragoza. Rebollo es autor de la película ‘La mujer sin piano’, donde narra la historia de una ama de casa que oye ruidos interiores y, de golpe, cambiará su vida en medio del misterio de la noche.
Borradores ofrece visita, además, la muestra ‘Testigos’ del fotógrafo Rafael Navarro en el Museo Camón Aznar. Navarro explica que esas fotos de naturaleza, equilibradas de contraluz y de extraordinaria sutileza, están realizadas a los largo de un cuarto de siglo en distintos jardines botánicos del mundo y en numerosos paisajes. El programa también visita la muestra de grabados de Katia Acín, una retrospectiva que se exhibe en las salas de la Diputación de Huesca. Su hija Ana García Bragado Acín cuenta cómo era su madre, cómo trabajaba y analiza sus temas y sus influencias: las maternidades, los cuerpos desnudos, los caballos, los mitos, la presencia de Picasso y de Matisse, la huella de su padre, el pintor, dibujante y profesor Ramón Acín. Jordi Soler habla de su novela ‘La fiesta del oso’ (Mondadori), donde narra la historia de un hombre que se refugia en los Pirineos tras la Guerra Civil y vive de modo armonioso con la naturaleza y la música en medio de las tensiones y el miedo.
Además, en 'Los elegidos de Borradores' se hablará de las algunas de las últimas novedades de Miguel Hernández: el disco de Serrat, la reedición de su 'Obra poética completa' (Alianza), las biografías de Eutimio Martín y la de Ferris (reeditada ahora por Temas de Hoy) y varios libros infantiles del propio Ferris, entre otros.
La actuación musical corre a cargo del joven grupo Oakland, de rock y pop, que acaba de iniciar su travesía. Sus integrantes, en algún caso, tan solo cuentan 17 años. Oakland prepara ya su primer disco.
Borradores. Aragón Televisión. Esta noche, a las 0.30. Producción: Isabel Alcaine. Redacción: Ana Catalá Roca. Ayudante de realización: Yolanda Liesa. Realización: Teresa Lázano. (Imagenio 182; Canal Satélite Digital, 97). (En la foto, José-Carlos Mainer y dos grabados de Katia Acín).
'EL DICCIONARIO' DE JAVIER BARREIRO

¿Con qué espíritu, con qué idea general has hecho el proyecto?
Como el título de la obra subraya, Diccionario de Autores Aragoneses Contemporáneos 1885-2005, se trataba de desbrozar casi un siglo y cuarto de producción de libros creativos publicados por autores aragoneses en un periodo en que los cambios sociales, industriales y económicos, modifican por completo el panorama anterior. La gran mayoría se trata de obras y autores que no han tenido relevancia pero también están los que sí la han tenido y los que, sin tenerla, hubieran merecido otra suerte. De cualquier modo, el diccionario es un catálogo que relaciona todo lo que buenamente se ha podido consignar en cuanto a nombres, obras y bibliografía, una puesta al día personal, como no puede ser de otra manera, del juicio que puedan merecer los autores más relevantes y, sobre todo, un instrumento que escanea la historia social y literaria de un territorio llamado Aragón y que hemos convenido en que nos identifique. Aparece, además, en un momento en que la electrónica está trayendo cambios tan profundos que modificarán, hasta donde no somos capaces de prever, el espectro de lo que hoy llamamos mundo del libro, con lo que puede ser un buen resumen de una etapa que está dando sus últimos coletazos.
¿Quién está, para arrancar, quién es escritor aragonés?
Por un lado, todos los autores nacidos en Aragón, aunque hubiesen vivido poco tiempo en su territorio, pero también quienes han residido en él, al menos durante el periodo en que hubieran publicado alguna obra de calado literario. Tal decisión amplificativa no representa un deseo de prohijar un mayor número de escritores o una forma de chovinismo y, mucho menos, de nacionalismo, sino que es una forma de zanjar una cuestión compleja dando la mayor información posible, sin que ello implique ninguna absurda apropiación.
El sustantivo “autor” se toma en el sentido más bien abstracto y medianamente ambiguo que hace referencia a quienes hubiesen publicado un libro de creación. Así se excluyen, entre otras cosas por la manifiesta imposibilidad de cubrir tal océano, a los firmantes de obras ensayísticas, eruditas, recopilatorias, científicas, didácticas o de cualquier otro jaez no creativo. Otra condición es haber publicado al menos un libro o haber estrenado alguna obra teatral.
-¿Cuántos autores y cuántas sorpresas, por decirlo así?
Son 1781 fichas, de las que 161 son seudónimos que remiten a su autor, con lo que nos quedaríamos en 1620 autores literarios en el periodo. Por supuesto, que en los últimos decenios, la abundancia es muchísimo mayor que en los precedentes, lo que tiene que ver con el despegue económico y la facilidad para publicar que se ha dado en los últimos tiempos. Y las “sorpresas” van a ser muchas, al menos para aquellos a quienes interesen ese tipo de asombros. La cantidad de raros, “desconocidos” o “piantados”, que diría Cortázar, es tan amplia como podría desear el maestro argentino. Aunque la vida es como es y muchísimas veces son historias tristes. Recuerdo, por ejemplo a Vicente Lacambra, que pasó casi diez años en la cárcel por un crimen que cometió su hermano y que murió en el exilio mejicano, a Miguel Ezquerra, último defensor de la cancillería hitleriana y cuya vida es una película o, como contraprestación, a los varios que sobrevivieron a Mauthausen, Gusen y Dachau y hubieron de contarlo. Se han localizado también obras de cuya existencia se dudaba, se ha adjudicado a autores conocidos o no, seudónimos que no se sabía a quién pertenecían, con lo que se ha incrementado su obra, en fin, hay unos cuantos descubrimientos. Con todo, lo mejor es que hay cientos de autores que, sin poner ningún voluntarismo, dan para tesis doctorales que habrán de partir de este diccionario. Claro, cuando uno ve que escritores como Juan José Lorente, Marcos Zapata o Pablo Parellada no han dado, ya no para una tesis sino para unos cuantos artículos de cierto fuste, se da cuenta de que está todo por hacer.
-¿Cómo están organizadas las fichas? ¿Te has carteado con los autores vivos, has pedido información a ellos?
Cada autor fallecido tiene una ficha en que se habla de su vida y obra, de acuerdo a su importancia. Tanto de los fallecidos como de los vivos se relaciona su obra literaria completa y la bibliografía que he podido manejar, que, sin tontas modestias, tiene un volumen muy superior a cualquier otra obra de estas características.
He escrito cartas a todos los autores vivos cuya dirección he podido conseguir. También correos electrónicos, y llamadas telefónicas. A veces, contactos a través de terceras personas. Y, por supuesto, muy numerosas cartas y llamadas a familiares de autores muertos. Me he encontrado con la relativa sorpresa de que, a pesar de la innegable vanidad y egotismo de todo creador, una buena parte ni guarda lo que se ha escrito acerca de ellos ni contesta con prontitud a quien se interesa por su obra.
-¿Qué significa un proyecto así en las letras aragonesas y españolas?
A través del monumental diccionario de Latassa y su refundición y ampliación por parte de Gómez Uriel en 1885-1886, las letras aragonesas son hasta esa fecha las mejor catalogadas y conocidas de todas las peninsulares. Con esta obra lo son también en la época contemporánea porque, a pesar de que hay decenas, de diccionarios que se ocupan de literaturas regionales o provinciales, no existe ninguno con la exhaustividad de este.
-¿Cómo ha sido el trabajo, el rastreo, dónde habéis buscado?
-Se empezó con todo el material que yo había reunido a lo largo de mi vida procedente del vaciado de veinte mil volúmenes y también de un inmenso material hemerográfico que había dado lugar a bibliografías e innumerables fichas y referencias. Sin ello no se hubiera podido afrontar el proyecto porque empresas tan ambiciosas no pueden partir de cero. Después se vaciaron las principales bibliotecas aragonesas (la Biblioteca de Aragón, Universitaria, Diputación, Moncayo, Instituto de Estudios Altoaragoneses…) y se visitaron todas de cierta importancia. Se investigó a fondo en la Biblioteca Nacional, en la Biblioteca de Cataluña, en la SGAE, en los Institutos de Estudios Comarcales, bibliotecas regionales, casas de Aragón, en el archivo de Alcalá de Henares… Por otro lado, persiguió la pista de los emigrados y exiliados en Méjico, Argentina, Santo Domingo y Cuba, especialmente. No dio tiempo a hacerlo con Venezuela. Se trabajó en catálogos, bibliotecas privadas, librerías de viejo, editoriales…Y, por supuesto, se machacaron las diversas bases de datos y fondos digitalizados que, poco a poco, van poniendo a disposición del estudioso todo aquello que antes era tan latoso de obtener.
-Algún detalle...
Casos curiosos ha habido muchísimos, desde la autora de la que nada sabíamos, aparte de los títulos de sus libros, y a la que se localiza en el BOA por no pagar una factura de vertidos y basuras, hasta buscar datos del postmodernista Arturo Romaní de Céspedes y encontrarnos con su nieto, el famoso banquero socio de Mario Conde, que había escrito un libro no venal y, por tanto, desconocido, sobre él. Ahora, lo más sorprendente es la cantidad de autores que pensábamos fallecidos y que viven con noventa y muchos años o más de cien. En estos momentos la autora de más edad es la caspolina Elvira García Muñoz que cumplió 104 años en diciembre.
-Para quién está pensado este diccionario.
Es un instrumento de consulta que, supongo, va a ser especialmente útil para investigadores, bibliotecarios, libreros, profesores, estudiantes, bibliófilos y curiosos de toda laya.
Después de hacer el libro: ¿qué conclusiones se pueden extraer? ¿Cómo es el espíritu literario de Aragón? ¿Es tierra de dramaturgos, de ensayistas, de poetas?
Creo que aquí no hay ninguna revelación. Aragón es tierra de ensayistas y, hasta diría yo, de periodistas. Empezando por Martínez Salafranca y Nipho y siguiendo por Eusebio Blasco y Mariano de Cavia, aragoneses han sido muchos de los grandes periodistas españoles. No olvidemos a teóricos como Rafael Mainar, autor del mejor manual de periodismo publicado en este país en muchos años o a directores de periódicos fundamentales como, por citar uno entre cientos, Rodrigo Soriano. En cuanto a la erudición, especialmente en el ámbito literario, es impresionante el elenco de primeras figuras dado por Aragón en los últimos ciento cincuenta años. Aquí aparecen sólo aquellos que, como Cejador, Costa, Camón Aznar, Manuel Alvar, Lázaro Carreter y algunos más, han publicado obras de creación.
-Se dice que vivimos una auténtica edad de oro en las letras aragonesas. ¿Lo confirma o lo desmiente el diccionario?
En los ciento veinte años de que se ocupa hay una figura señera, Sender, y, a bastante distancia, unas decenas de buenos autores pero no puede decirse que la literatura hecha por aragoneses haya sido especialmente brillante en este periodo, sobre todo si la comparamos, con la escrita por andaluces, gallegos, vascos, madrileños... Otra cosa es el momento actual, en el que, efectivamente, hay una cantidad más alta que en cualquier otra época de autores vivos de evidente interés. Pero habrá que dejar transcurrir el tiempo para ver qué queda. No se puede juzgar la actualidad con la perspectiva de la actualidad. Por eso mismo en el diccionario los autores vivos figuran con todas sus obras y la bibliografía que han deparado pero no tienen, como los fallecidos, una ficha que describa su obra porque la perspectiva sería parcial.
¿Cuánta gente habéis trabajado, cuántas horas se han invertido, cuántos desvelos?
El grueso del trabajo lo hemos afrontado mi documentalista, Francisco Ruiz Pérez, y yo. Además he tenido colaboradores externos, con trabajos parciales en bibliotecas y archivos u otro tipo de trabajos burocráticos, que han sido mi cruz, yo que soy incapaz de distinguir una factura pro forma de un filete de añojo. Como aragonés, soy orgulloso pero también partidario de colocarme las medallas que otros no me han de poner, así que suelo decir que el ‘Diccionario de la Literatura Catalana’ que apareció a finales de 2008 y de extensión muy similar a este, contó con 110 colaboradores durante ocho años, mientras nosotros hemos sido dos durante cuatro años, aparte de los trabajos encargados y contando con los treinta años que yo llevaba recogiendo materiales. Los desvelos los doy por bien empleados porque, de no ser por la sensibilidad de la Asociación Aragonesa de Escritores, que promovió el diccionario, la DPZ, que lo financió y lo edita y la DGA, que me ha permitido dedicarme a esto, el trabajo de una vida hubiera quedado inédito.
‘Diccionario de autores aragoneses contemporáneos’. Javier Barreiro. Documentalista: Francisco Ruiz Pérez. Diputación Provincial de Zaragoza. Zaragoza, 2010. 1.200 páginas. (Javier Barreiro ejecuta un arriesgado salto sin red).
BARREIRO Y SU DICCIONARIO

Javier Barreiro (Zaragoza, 1953) presenta el lunes 5 de abril -con la presencia del presidente de Aragón Marcelino Iglesias y del presidente de la Diputación de Zaragoza Javier Lambán- el libro ‘Diccionario de Escritores aragoneses contemporáneos, 1885-2005’ (DPZ). El poeta y narrador, profesor y ensayista, explica aquí las claves de su trabajo.
*En el post anterior faltaba esta nota. Enamorado de la música, le pongo a Javier esta foto musical y sensual de Iosif Badalov.
STEVE GIBSON EN BARCELONA

Steve Gibson
LA CARNE, EL FUEGO Y LA SOMBRA
Steve Gibson tiene alma de escritor o de filósofo. O de las dos cosas simultáneamente y, además, de escultor y de pintor. No es un artista que cree por acumulación, a golpe de intuiciones sin más o de necesidad de vaciar sus impulsos con la forma de un torrente, sino que trabaja con una idea global, con un punto de vista, como quien cuenta una historia o compone una sinfonía donde todos los elementos se agrupan en un todo. En un universo bosquejado en todas sus partes, en un río de pensamiento, en una novela del arte. Steve Gibson es un escultor obsesivo y peculiar: disfruta hasta la saciedad en su estudio, le encanta el trabajo, el uso del cutter, que es su instrumento predilecto, la manufactura del cartón, como si fuera uno de aquellos estibadores de su niñez y de su adolescencia en Liverpool. Se centra y además se instala en la ardiente oscuridad del creador, en la búsqueda a tientas de la claridad.
Puede ocurrirle lo que le ha sucedido con esta muestra en la galería Mito: de golpe, por azar o por deslumbramiento, se encontró con la figura de Thomas Stearns Eliot (Sant Louis, Missouri, 1888-Londres, 1965) y con su poemario The Waste Land -La tierra baldía o La tierra estéril como acaba de traducir Jaime Tello en Visor- y sus versos le persiguieron. Le persiguieron sus versos e incluso la voz del poeta, que había grabado esa composición de 1922. A partir de La tierra baldía, un libro simbólico sobre la aridez y la desolación, Steve Gibson concibió un proyecto, una instalación y, en cierto modo, un autorretrato: Gibson se zambulle en sí mismo y en sus figuras, y se revela atormentado y paciente a la vez, impetuoso y doliente, vitalista y exigente, como alguien que se desangra en inconformismo y en intensidad. La tierra baldía, grabada por el propio poeta y editor Eliot, Premio Nobel de Literatura en 1948, fue el detonante de su nuevo trabajo: el detonante, la inspiración, el impulso incontenible. Solo oía, como única música del universo, como único mensaje de los dioses y los hombres, la voz del poeta que, verso a verso, intentó compendiar las contradicciones del mundo, a través de la propuesta poética de una especie de planeta de muertos vivientes: “April es the cruellest month…” (Abril es el más cruel de los meses). El título de la muestra es inequívoca: Date prisa. Es la hora. Y hasta en estas dos frases también se percibe la ansiedad, el vértigo, y quizá el tono de advertencia. El propio escultor, tan reflexivo y tan poco dogmático, se pregunta: “¿De qué ha llegado la hora?”. Instalado en el ardiente enigma, repite: “En realidad, ¿de qué habrá llegado la hora, Steve?”.
La muestra se inicia con ‘El rey pescador’, ese personaje del que ya habló Chretien de Troyes que espera su redención. Es un monarca de la nada y de la aridez, es un prisionero en un mundo de tinieblas, es un hombre, o una sombra, herida en las piernas o en los mismos genitales por una jabalina. Es un ser amputado –en el cuerpo, en el alma, en el ánimo, en su sexualidad, en su propio territorio de frontera-, con un conflicto de identidad, y espera. Al centrarse en este personaje, tan enigmático en el fondo, al representarlo, Steve Gibson se asoma al precipicio, a la conciencia, a la soledad, al sentido del deber. Al fin y al cabo, ‘El rey pescador’ también es un exiliado en el mundo: debe atender sus tierras y su imponente castillo, se extravía en el bosque y aguarda, sentado en un peñasco ante el lago, una visita definitiva: el sortilegio que lo devuelva al reino de los vivos. La resurrección tras internarse en el bosque sagrado.
Me parece muy oportuno explicar aquí el método de trabajo del escultor, la elección de sus materiales, esos cartones que exhibe como una piel desnuda, erizada de texturas, de expresividad y tal vez de cicatrices. Dice: “Mis esculturas empiezan por los pies: se alzan, crecen, se conforman lentamente, como hace un pintor con sus pinceladas, y así, poco a poco, voy construyendo esa figura en el aire. Borro y quito con el cutter, estoy como repintando, como si quisiera que se vieran todas las capas. Creo volumen y creo ritmos hasta que la figura exhibe su condición humana, los detalles de su anatomía, su piel y su fuerza”.
Steve Gibson también se mueve en cierto plano de ambigüedad. Le gusta el cultivo de la paradoja, de la contradicción, de la apariencia de la verdad y de la verdad de las mentiras. En otra de las piezas, ‘La mujer que se masturba’, ha situado a su protagonista de cuclillas: se toca en el centro del sexo y de la vida, se hurga, se acaricia, y grita. ¿Por qué grita? De gusto, de rabia, de desamparo. Esa criatura, tan apasionada como equívoca, también puede rastrearse en la segunda parte de La tierra baldía, titulada ‘Una partida de ajedrez’, donde una mujer está sentada en una silla, al borde de la esperanza o la desesperación. Con ‘La mujer que se masturba’, Gibson reflexiona sobre el placer y la soledad, sobre el cuerpo, sobre la cautividad. Y lo hace como a él le gusta: con energía, con ese feroz expresionismo que resume la emoción, el sentimiento, el desgarro y el dolor. Y, por supuesto, también manifiesta un grado de frustración. Esta palabra, frustración, es otro sustantivo clave de una propuesta que aborda el futuro, el fin del mundo, la idea inextricable del Apocalipsis.
El escultor adopta una actitud severa. Un punto de vista dramático. Se expresa físicamente: con rugosidades, con un gesto brusco, con la carne estremecida. Pero también se siente, o quiere serlo, un escultor lúdico y telúrico, un escultor que juega, que subvierte el orden del mundo y de lo convencional. A veces intenta darle la vuelta a las cosas como se le da a un calcetín, y lo hace por la vía del surrealismo, de la metafísica o del estupor. En otra aproximación a la realidad crea ‘Una crucifixión’, un tema muy pictórico que ha tenido una correspondencia casi siempre brutal. Un día, Steve Gibson se puso a ver fotos de algunas de las guerras del mundo que ha retratado el fotoperiodista Gervasio Sánchez, Premio Nacional de Fotografía de 2009: fotos de mujeres y niños marcadas por las balas, por las minas, por la crueldad sin compasión. Mujeres y niños amputados que, tras la violencia, intentaban sobreponerse, recomenzar, reconquistar la normalidad. Algunas de esas instantáneas le inspiraron dibujos, casi manchas sobre la condición humana, trazos sombríos sobre el horror y el sueño. Ojeando fotos y catálogos del reportero dio con una instantánea que le llamó la atención: un niño al que le faltaba uno de sus miembros que estaba tendido, como adormecido, en una actitud onírica que invitaba a pensar que nos encontrábamos ante un ángel. O ante una aparición de luz tras la batalla. De esa foto partió Steve Gibson, y de nuevo de un fragmento de La tierra baldía, para continuar preguntándonos y preguntándose. ¿Estará ese joven en tránsito hacia un futuro nuevo tras tanto dolor? ¿Vivirá un inefable instante de paz, un arrebato casi místico de sosiego y de reencuentro consigo mismo?
El montaje añade otro asunto, otro personaje de Eliot: ‘La mujer que grita’. Probablemente, Gibson se haya inspirado en un fragmento como éste: “When lovely woman stoops to folly and //Paces about her room again, alone, //She smooths her hair with automatic hand, // And puts a record on the gramophone. // This music crept by me upon the waters”. (Cuando una bella hembra se inclina a hacer locuras // Y vuelve a pasearse, a solas, por su cuarto, // Se alias los cabellos con mano automática, // Y pone un disco en el gramófono. // ‘Esta música se deslizó junto a mí sobre las aguas”. Traducción de La tierra estéril, de Jaime Tello. Visor, 2009). También habría podido inspirarse en la última parte del libro: ‘Lo que dijo el trueno’, aunque en realidad ha elegido este fragmento: “'My nerves are bad to-night. Yes, bad. Stay with me. 'Speak to me. Why do you never speak. Speak. 'What are you thinking of? What thinking? What?
'I never know what you are thinking. Think.' («Estoy nerviosa esta noche. Muy nerviosa. Quédate conmigo.
Háblame. ¿Por qué nunca hablas? Habla. ¿En qué piensas? ¿Qué piensas? ¿Qué?Nunca sé en qué piensas. Piensas.»
Seguimos en ese mismo lugar de incertidumbre: qué le sucede a esa mujer. ¿A quién espera? En el libro, un hombre la visita, y no se sabe bien si conversan o sueñan juntos, si hacen el amor, no se sabe qué ocurre. Solo tenemos la certeza de que la decepción se ha instalado en la vida y en la intimidad de la mujer. El escultor cierra la red de sus pensamientos con ‘El viejo hermafrodita’, un hermafrodita más bien maduro con senos y pene. Es la visión de la dualidad y de la mutación permanente, del cambio constante. Es la visión también del nuevo mundo.
De algún modo, este universo desapacible refleja el carácter creador del escultor de Liverpool. Dice: “Me cuesta mucho estar feliz y estar en calma”. Esta muestra, tan impetuosa, tan rotunda y tan próxima a Lucian Freud, quizá atienda a esa búsqueda de la paz interior. Del sosiego. Del remanso y del cobijo contra todas las tormentas. “La escultura es lo que me mueve, lo que me anima y me alimenta. Es un lujo, un placer y una maldición”, confiesa el artista.
Hay que cerrar este viaje por el mundo simbólico de Steve Gibson. Y debemos hacerlo observando la energía de su propuesta, la feliz convivencia de la plasticidad con la exasperación, de la rudeza con la suavidad, de la meditación y de la intuición. En el fondo, Gibson trabaja con las artimañas del pintor, con sus brochazos bruscos, con su sentido de la esencialidad, con la paleta precisa de la sutileza. Cabría decir que es un pintor que esculpe en cartón, un pintor que desolla los miembros de sus personajes uno a uno, músculo a músculo. Que los estudia como un anatomista. Por eso, le oímos decir una y otra vez que sus fuentes de inspiración, cuando se encierra en el taller y crea un peculiar ambiente, son grandes pintores: su paisano Lucian Freud y su poética del temblor desnudo, el refinamiento expresivo y realista de Velázquez, la obra de John Sargent y Joaquín Sorolla, “porque a ambos se les ve la pincelada, las huellas que dejan en la tela”, y esas pinturas tan carnales de Stanley Spencer.
Steve Gibson no deja indiferente a nadie. Posee sentido del trabajo, talento e intencionalidad. Intencionalidad poética, estética y filosófica. Más que la perfección ansía la conmoción.
*Este texto mío forma parte del periódico–catálogo de la muestra ‘Hurry up pleaste, it’s time’ de Steve Gibson que se expone en la galería Mito (Calle Roselló, 193) de Barcelona hasta el 16 de mayo. La foto de la obra de Steve Gibson está realizada por Antonio Ceruelo. La muestra incluye otro texto de Manuel Pérez-Lizano y otro de Marina Díez-Gascón.
info@mitobcn.com
EL SILBO VULNERADO EN CUBA

[El Silbo Vulnerado, compañía teatral y poética zaragozana, se ha trasladado a Cuba para rendir homenaje a Miguel Hernández en varias ciudades: Cienfuegos y Matanzas. Allá están Luis Felipe Alegre, Carmen Orte y mi hija Aloma Rodríguez. Copio aquí algunas de sus actividades que también pueden rastrearse en la página de El Silbo Vulnerado. La foto es de Aloma y está tomada en una plaza de noche en Cienfuegos.]
Centenario de Miguel Hernández
EL SILBO VULNERADO EN CUBA
Encuentro Hispano-cubano organizado por el Teatro Tomás Terry con el patrocinio de la Embajada de España en Cuba y la participación de la UNEAC y la AHS de Cienfuegos y la colaboración del Gobierno de Aragón.
JUEVES 1 DE ABRIL
3.00 p.m. Jardines de la UNEAC.
Inauguración del Encuentro. Panel sobre la figura y la obra de Miguel Hernández.
Orlando García, historiador y escritor; presidente de la UNEAC en Cienfuegos; Jesucristo Riquelme, doctor en Filología Hispánica y ensayista (España); Aloma Rodríguez, escritora y actriz (España); Ian Rodríguez, escritor, director del Centro de Promoción Literaria “Florentino Morales”; Esperanza Díaz, máster en Educación; Luis Felipe Alegre, rapsoda y director teatral (España); Miguel Cañellas, vice-presidente Asociación de Escritores de la UNEAC.
9.00 p.m. Teatro Terry.
Concierto de trovadores del Certamen Una canción para Miguel del Centro “Pablo de la Torriente Brau”: Nelson Valdés, Ariel Barreiro, Dúo Karma (Xóchitl Galán y Fito Hernández) Ihosvany Bernal, Dúo Aire y Madera (Yassel López y Lucimila Rodríguez) , Dúo Yanet y Quincoso (Janet Lugones y Eduardo Quincoso).
10.30 p.m. Café Teatro Terry.
Compañía Flamenca de Joel Zamora; Idania Hernández; Carmen Orte; elenco del Café Teatro Terry.
VIERNES 2 DE ABRIL
3.00 p.m. Jardines de la UNEAC.
Continuación del Panel sobre la figura y la obra de Miguel Hernández.
9.00 p.m. Jardines de la UNEAC. Versiones del poema “Rosario dinamitera”. Recital de canciones.
Ihosvany Bernal; Nelson Valdés; Carmen Orte (España)
10.30 p.m Café Teatro Terry.
Compañía Flamenca de Joel Zamora; Idania Hernández; Luis Felipe Alegre; elenco del Café Teatro Terry.
SÁBADO 3 DE ABRIL
3.00 p.m.. Sala Teatro A Cuestas.
Exposición de fotografías Le poison du poisson de Cris Marso (España); performance del Grupo Velas Teatro; y la voz de los trovadores.
9.00 p.m. Teatro Terry.
Un albañil quería… Tributo hispano-cubano a Miguel Hernández. Con Luis Felipe Alegre, rapsoda; Carmen Orte, cantante, Aloma Rodríguez, actriz; Luis Manuel de Armas y Deborah Yurcovich, bailarines; Idania Hernández, pianista. Presentación de la obra por Jesucristo Riquelme. Producción de El Silbo Vulnerado y el Teatro Terry, con la participación de Teatro-Danza Oxígeno. Dirección general: Luis F. Alegre y Miguel Cañellas.
10.30 p.m. Café Teatro Terry.
Los Chicuelos de la AHS. Presentado por Antonio Enrique González, Presidente de la Asociación Hermanos Saíz.
DOMINGO 4 DE ABRIL
11 a.m. Teatro Terry.
Trova de guardia. Con los Hermanos Novo y Lázaro García,
fundadores de la Nueva Trova Cubana
5.00 p.m. Teatro Terry.
Un albañil quería… Tributo hispano-cubano a Miguel Hernández.
9.00 p.m. Café Teatro Terry.
Kafé Mezclao. Clausura del Encuentro.
EXTENSIONES DEL ENCUENTRO
MARTES 6
Matanzas, Palacio de Junco representación del espectáculo Un albañil quería...
MIÉRCOLES 7
Ciudad de La Habana,Teatro Bertold Brecht, representación de, Un albañil quería...
120 aniversario del Teatro Tomás Terry
LUIS FELIPE ALEGRE:
EL SILBO ENTREVISTADO
Por Dayarys García Chirino y Antonio Enrique González Rojas
La poesía del español Miguel Hernández, artista militante en el sentido más universal del término, es prueba de cuán armónica puede ser la conjugación, en una obra creativa, del sentido lírico y la consecuencia político-social, sin menoscabo de una u otra. Todo lo contrario. Este aeda generó versos e ideas entre los avatares de la Guerra Civil, preámbulo oscuro de la segunda conflagración mundial del siglo XX. Extrajo la belleza subyacente en el caos bélico, donde la Condición Humana alcanza sus mayores cimas y simas.
A este escritor, cuyo natalicio cien se celebra en 2010, se dedicará el Encuentro Hispano-Cubano, que tendrá lugar del 1 al 4 de abril en varios espacios cienfuegueros liderados por el Teatro Tomás Terry, donde las noches estarán dedicadas al espectáculo Un albañil quería…, del grupo teatral zaragozano El Silbo Vulnerado, compañía que desde 1997 ha ascendido a las tablas de la institución. Bajo el brillo pícaro de las pupilas inquisidoras, bajo cierta sombra perspicaz, del rapsoda y director Luis Felipe Alegre, prendimos la grabadora y conocimos que esta propuesta “consta de tres partes, a las que hemos dado en llamar Rayo, Viento y Ausencia, como realmente se titula el espectáculo que hacemos en España, Carmen Orte y yo, solos. Es una función desnuda, sólo con dos sillas y una guitarra. Esa desnudez de Rayo… va a ser vestida en lo que haremos acá junto al elenco de la Compañía de Danza Oxígeno, de Cienfuegos. Utilizaremos los mismos textos, pero lo que ocurrirá en el escenario no va a ser lo mismo. ¿Cuál es el reto aquí? que entre unas cosas y otras, no pierda el espectador ni una sola palabra, no sea despistado. Ese es el desafío hoy mismo con este, y con cualquier otro espectáculo: la necesidad de que no advierta el espectador un desdoblamiento de Miguel Hernández entre el autor que lo recita y el actor que baila”.
El Terry ofrecerá esta vez a su público un espectáculo donde convergen y se imbrican, bajo el ecumenismo creativo, la palabra escrita y la palabra dicha, perspectiva que El Silbo Vulnerado defiende desde su fundación en 1972. Durante casi cuatro décadas, la agrupación ha venido salvando distancias y conciliando semejanzas entre dramaturgia y poesía. “Nosotros hemos atravesado varias etapas en referencia a la recitación de la poesía”, comenta Alegre. “Cuando éramos jóvenes queríamos romper con las formas de entonces. En realidad, creo que ya se habían explorado casi todas ellas, pero habían tenido poca difusión a causa del ambiente que vivíamos en España, aparte de que el joven siempre desconoce muchas cosas hechas, inmediatamente antes. Es normal. Cuando nosotros empezamos a principios de los años ´70, pues que si poníamos un micrófono, una diapositiva, un lienzo en el escenario. Nos parecía que eso era la primera vez que se hacía con la poesía. Esa es la ignorancia y la temeridad de los jóvenes ¿no? Pero es necesario atravesar esa etapa.
“Negabas a los rapsodas de entonces, rapsodas de atril o de gesto decimonónico, de entonación engolada. Sin dudas había otros que no eran así, pero no los conocíamos. Estaba en declive la poesía recitada, empezaba a ponerse de moda la poesía cantada. En cualquier caso, no sabíamos muy bien hacia donde, pero queríamos romper con la rigidez de la poesía en el escenario. Ya hacía años que se había desarrollado la poesía social en España con Blas de Otero: imprimamos en el aire. También se había instalado la poesía de la experiencia, con Gil de Biedma, Goytisolo, en parte, hijos también de Blas de Otero. Anteriormente había títulos de la poesía como el de Rafael Alberti El poeta en la calle. Nos interesaba marcar que nuestra propuesta venía de la calle, pasaba por el mismo nivel del público y llegaba al escenario: Era normal que nuestros recitales empezaran con nosotros saliendo por el patio de butacas. Usábamos instrumentos pocos convencionales. Lo más normal para acompañar la poesía era la guitarra, y que la gestualidad escénica bebiera de las técnicas teatrales. Eso duró unos años. Consumamos la ruptura y nada más consumarla, pasamos a interesarnos muchísimo por el cómo lo hacían las generaciones anteriores.
“Ya habíamos marcado un estilo, ya no había complejo. Ahora se trataba de aprender cómo lo hacían nuestros mayores. Empezamos a buscar por el mundo los restos que quedaban de la recitación anterior. Encontramos algunos ejemplos muy interesantes: en Bolivia todavía existe una Academia Nacional de Declamadores que se llama ´Duchet de Córdova´, en La Paz. Es exquisitamente modernista, casi todo su repertorio es modernista, la gestualidad, la entonación, la puesta en escena es modernista. Claro que cuando descubres cosas así no es para imitarlas, casi todo lo contrario, pero enriquece mucho su conocimiento.
“En España nos hicimos seguidores, desde principios de los ´80, del dramaturgo, filósofo y poeta Agustín García Calvo, profesor de griego que además ha traducido latinos, franceses, ingleses. Es un maestro en la entonación rítmica del lenguaje. Tampoco es que lo hayamos seguido con los ojos cerrados, porque es un humanista deslumbrante y es imposible seguir por personas con capacidad normal; es un extraterrestre del pensamiento. Sus aportes han sido muy importantes.
“También durante los años 70, encontramos en el camino a un director argentino de teatro llamado Héctor Grillo. Le gustó nuestro estilo, nuestra propuesta, el modo de trabajar la música con la recitación, y se involucró, dándonos una envoltura teatral, que a la verdad nos hacía mucha falta. Hay que pensar que en el teatro argentino de los años ´60, el teatro independiente, se inventaron muchas cosas. Trascendieron el naturalismo, redefinieron códigos, y de todo eso nos enriquecimos. A partir de entonces vimos que en el escenario, cuando estás con un poeta, también podía entrar un títere significando cosas, también un objeto podía tener un valor connotativo. Se podía hacer un paralelismo entre la literatura y el escenario a través de un juego metafórico de objetos, incluso de luces. Durante más de 10 años estuvimos juntos con cierta itinerancia. Los espectáculos grandes los dirigía Grillo, los pequeños los dirigía yo.
“Hicimos nuestra primera aparición por Cuba en 1991 en el Festival Internacional de Teatro de La Habana, con unos de esos espectáculos grandes: Romanceros, de gran escenografía y ambiente sonoro, que contrastaba un poquito con lo que habitualmente hacemos, sobre todo en mis espectáculos, que es teatro pobre con tecnología. Esto parece pero no es un contrasentido, porque un circuito cerrado está al alcance de cualquiera: a veces es más difícil conseguir un vestuario que una cámara y un proyector”.
Longevidad no implica enquistamiento para “El Silbo Vulnerado”, agrupación que aún se halla “en proceso continuo de búsqueda. Hemos llegado a algunas conclusiones provisionales. En algún momento pasarán a ser importantes, simplemente porque se van negar. Digamos que al trasladar la poesía: tanto la oral, trasmitida a través de canciones o en la tradición, como la poesía escrita, ´culta´, vistas también como la poesía lírica, del corazón, y la poesía del pensamiento, la poesía de la razón. Y por supuesto hablamos de los intentos de García Calvo, de Antonio Machado y otros poetas por fundir pensamiento y corazón, razón y canción. A todo eso somos receptivos e intentamos trasladarlo al escenario”.
Esta armonía escénico-literaria entrevista en obras como “Un albañil…” es analogada por el director español al acto de lectura. “Un libro tiene una portada y una serie de páginas”, se explica. “Normalmente, en cada página hay un poema, y el resto de la página está vacía. El poema necesita aire para respirar: no puedes acabar un poema y empezar enseguida con el siguiente. Por ejemplo, tomemos este que tengo a mano: Yo nada más soy yo cuando estoy solo. Para, déjalo que se aposente en el pensamiento, rúmialo un momentico. Eso en el escenario también hace falta. A veces es la música, el gesto, la luz, las que hacen pasar la página y entrar en el siguiente: La pena hace silbar, lo he comprobado. A veces, sucede que entre un poema y otro pasas la página, pero puede haber una página en blanco, o una ilustración, una fotografía, una expresión, una imagen que te ayuda a limpiar la cabeza, para entrar en el siguiente poema. Eso también se traslada al escenario”.
La percepción avisada no pasa por alto el año de fundación de la compañía. Durante la década de 1970, el pendón español hondeaba bajo la sombra del general filo fascista Francisco Franco. “El franquismo se estaba distendiendo”, recuerda Luis Felipe, “pero a los jóvenes seguían metiéndonos en la cárcel a la menor oportunidad. Hasta el año 1977 no comienza a entreverse cierta normalidad. Para 1972, nosotros llevábamos ya un año haciendo recitales de poesía en parroquias, colegios. Entonces había que pedir permiso para la celebración de los actos, y nosotros no lo pedíamos. Por eso no nos podían prohibir una cosa que no habíamos solicitado permiso para hacer. Periódicamente mandábamos los poemas para censurarlos en el Ministerio de Información y Turismo, en Madrid. Guardo una carpeta de poemas prohibidos de García Lorca, Miguel Hernández, Blas de Otero, Pablo Neruda, Berthold Brecht. El sensor no sabía lo que estaba prohibiendo porque normalmente no poníamos el autor. Recuerdo alguno como el Prólogo, de García Lorca, donde se habla de Dios. Era censurado simplemente por ser Lorca hablando de Dios. Algo malo tenía que decir.
“Blas de Otero y León Felipe eran censurados sistemáticamente. La mejor manera de que permitieran alguno, era no poner autor. Pero nos daba igual lo que censuraban o no. Sacábamos banderas al escenario: la roja, la republicana y la anarquista. Hacíamos lo que queríamos”.
Miguel Hernández, situado a la inversa de la ideología oficial, nutrida décadas antes con la sangre de muchos como él, encontraba poco espacio disponible en las imprentas españolas, aunque, según cuenta el rapsoda “se publicaba, pero Viento del pueblo había que conseguirlo por ediciones argentinas. Se vendía en contadas librerías, porque cada uno, desde sus trincheras, tenía su pequeña militancia: El profesor que aprovechaba para leerte un poema en clase, el librero que se arriesgaba en la trastienda. Cada uno tenía su trincherita de riesgo. Hacía años que se había publicado El rayo que no cesa y El silbo vulnerado se añadía detrás. Pero bueno, esa era la poesía amorosa. Además, en alguna antología podían aparecer poemas monumentales, que ni los falangistas podían desconocer, como El niño yuntero. Eso va más allá de cualquier ideología. Cualquiera con buena voluntad, debe reconocer que ahí se plasma una realidad que hay que cambiar. El gran momento de difusión de Miguel Hernández fue el disco de Joan Manuel Serrat. Previamente había realizado Paco Ibáñez una versión de Aceituneros, con la mitad del poema censurado. Ya la gente joven, por Paco Ibáñez sabíamos quién era Miguel Hernández, pero es Serrat quién pone encima de la mesa La nana de las cebollas, Elegía a Ramón Sijé, Para la libertad. Es un disco monumental, con canciones suyas y otras que había hecho Alberto Cortez. No hay que olvidar tampoco porque Miguel Hernández y Argentina tienen una relación tremenda. Allí aparecieron sus libros, se realizaron los primeros estudios, por no hablar de la amistad que tuvo con Raúl González Tuñón en Madrid, antes de la guerra. Este es uno de los poetas que más influyeron en él. Hoy, algunos críticos consideran que la influencia de González Tuñón fue de bastante más peso que la de Pablo Neruda”.
Aunque pocos de sus espectáculos han estado íntegramente dedicados a los versos hernandianos, sí el poeta, su cosmovisión y filosofías vitales han levitado sobre El silbo vulnerado, por la que “ha pasado mucha gente en todos estos años. Muchos circunstancialmente, para hacer un montaje, trabajar como actor o músico sólo una temporada. Les ha quedado, primero, un gran respeto por la poesía, y luego un cierto reconocimiento a Miguel Hernández. Luego están los que han pasado una parte importante de su vida en el grupo: 10 o 15 años, o se vinculan periódicamente. De todos, es raro el que no haya trabajado en algún momento la poesía de Miguel Hernández. Por supuesto, todos lo tendrán entre sus libros de cabecera. Quienes hemos llevado la continuidad del grupo, como Carmen Orte y yo, pues la verdad es que tenemos una familiaridad con Miguel Hernández que no deja de influir mucho en nuestras filosofías de la vida.
“Como Miguel Hernández, nosotros venimos de abajo. No somos pobres como no lo era él. Hemos querido revertir nuestro arte hacia todo tipo de público, conscientes de que dependemos de un público culto. Pero nuestra orientación siempre es hacia una audiencia de base. Nos interesa por supuesto, el joven, el estudiante, el público no de teatro de capital, sino más bien de centro cultural de barrio. No desdeñamos cuando nos llaman para el gran evento, pero no es la prioridad. Lo nuestro es sembrar. Lee y difunde, era el lema de la prensa clandestina cuando éramos jóvenes, pásalo por debajo de la mesa. De alguna manera seguimos con eso. Creo esa era en general la filosofía la de Miguel Hernández: no hacer una literatura para gente inculta, como se entiende. Algo que entienda todo el mundo…no. La poesía no tiene que entenderla todo el mundo, y menos a la primera. La poesía deja esa puerta abierta para que hoy el verso tenga un significado, mañana otro. Hoy te conmueve y mañana no te dice nada. Esa es la grandeza de la poesía. No estamos aquí ante una película yanqui donde suena una música y ¡Oh… es mi canción! Eso es melancolía barata.
DE 'ARAR': ÁNGEL GRACIA
El poeta Ángel Gracia acaba de publicar un nuevo libro, ‘Arar’, en el sello Prames. Me manda estos tres poemas a modo de adelanto. El libro se presentará en la segunda quincena de abril en la FNAC. Todas las fotos son de Mario Giacomelli.
FUENTE DE LOS MACHOS
Junto a la fuente,
bebo en las manos de mi padre.
El agua me sabe a tierra
entre las grietas antiguas de su piel.
Mi padre aparta sombras con el brazo,
y me sienta en un árbol caído.
Era muy viejo, dice, deshaciendo su ceniza.
Y me lava la frente con su pañuelo de nubes,
y veo en sus hombros arder el sol.
Abrimos mandarinas a la mañana.
Hundimos los dedos en sus cortezas vivas.
Comemos y comemos.
Las hormigas se llevan peladuras
hacia su pequeño agujero negro.
Cargan hasta sesenta veces su peso,
lo leí en un libro.
Las bicicletas duermen en la tierra fresca.
Mi padre y yo sabemos que la rueda
perdurará por los siglos de los siglos.
Comemos y comemos.
Mi padre cuenta las piezas que me da,
y yo, los gajos que caben en mi boca.
Los gorriones nos roban los más pequeños.
Son muy listos, dice mi padre, no necesitan caminar.
Bebemos más y más agua
en la fuente luminosa, pero el dulce sabor
agrio de las mandarinas permanece.
Los saltamontes caen sobre mi cabeza.
Me conocen de otros veranos.
Llevaré el que se deje atrapar al agujero negro.
El mundo está bien hecho porque lo hizo mi padre.
CARPE DIEM
Oí decir a los muy, muy viejos
que vivos y muertos eran gemelos
de la misma floración. Minúsculas semillas
picoteadas por el sol, luz infeliz,
sílabas encadenadas por un dios idiota.
Dijeron lo que había que decir.
Los hombres yermos no engendran
lumbre, no cantan a la sal de la lluvia,
no abonan el aroma limpio
de la tierra mojada que tiembla.
Oí decir que los hombres yermos
no tienen vísceras, ni heces, ni alma.
Sólo beben agua de cardo estrellado,
y duermen en el rastrojo
sin haber saboreado la mies.
Oí decir a los muy, muy viejos
que no querían vivir ni morir,
sólo permanecer en el mismo hueco,
simplificar sus costumbres.
Los que vieron morir volverían a mirar.
Los que dieron muerte volverían a hacerlo.
ATAJOS
No sé cómo trazar el río
que une la nube con las hojas,
pasando por pozas azules y barrancos secos.
No sé cómo ser río
que asciende al nacedero abierto,
olvidando viejos meandros y deltas derrumbados.
Por eso salto por los roquedales,
hasta perderme en un cauce donde
las aguas huyen de la oscuridad
impetuosamente, derramando
pequeños azúcares de piedra.
Al salir del remolino, por encima
de la montaña ávida de sombra, alcanzo
la hierba en su nido, el altar del ruiseñor.
El agua se embadurna de dulzura,
y más arriba del aire aparece
el manantial de corazón nevado.
Y por fin encuentro un río en harapos,
confuso de amor recién brotado,
con el rostro embriagado sobre el lecho.