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Se muestran los artículos pertenecientes a Febrero de 2011.

LA GRAN SEMANA DE ÁNGEL GUINDA

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Ángel Guinda presenta ‘Espectral’, editado por Olifante,  en ZARAGOZA

 

El poeta Ángel Guinda, flamante Premio de las Letras Aragonesas, presenta su libro ‘Espectral’ en el vestíbulo del Teatro Principal, (Coso 57) a las 20:00 horas. Con la participación del histórico cantautor Tomás Bosque, el guitarrista Ángel Sanz; y la colaboración de Mª José Moreno y Geraldine Hill. Esta es la semana en que Guinda presenta su libro también en Madrid (hoy mismo, en la SGAE) y Barcelona. [Nota de Olifante]

 

Sin existen los iluminados modernos desde la palabra, el pensamiento y la emoción, Ángel Guinda lo es sin duda. Ángel Guinda es un iluminado con zonas de sombra.

 

Reflexiones de Ángel Guinda sobre su libro Espectral

 

Acerca del Fondo

 

 

Espectral es un monólogo dramático, en prosa fragmentada, donde el tú épico se disuelve en el yo lírico y viceversa.

 

Un poema escrito en estado de posesión durante 2010.

 

Espectral pretende llevar la propuesta  “escribir como se vive” a sus últimas consecuencias, convencido de que todo lo que vivimos (cosas, personas, paisajes, actos) nos convive, todo lo que pensamos nos piensa, lo que sentimos nos siente, lo que deseamos nos desea, lo que  abandonamos nos acompaña, lo que olvidamos nos recuerda.

 

Es un intento de negación del tiempo. Destruir el tiempo para apuntalar la eternidad del instante.

 

Espectral  es una apuesta por el “antropoema” que en mi Poética defino como “poema cuyo tema es un caso humano”.

Un catálogo de las obsesiones: la vida, el amor, el sexo, el paso del tiempo, los fantasmas interiores, el miedo, la muerte…

 

Espectral expone una cosmovisión vitalista, una negación de la muerte: el viaje del ser humano desde la oscuridad hasta la oscuridad, desde el silencio al silencio, desde la ausencia a la ausencia, desde la soledad hasta la soledad, desde la invasión de la realidad a la plenitud del vacío, desde lo natural a lo sobrenatural pasando por lo preternatural y paranormal, a través de caminos con obstáculos de luz y ruido.

 

Poesía de la meditación, testimonio del recuento de la memoria.

 

Y es también un testamento: “Os dejo a todos lo que no he vivido”.

 

 

Acerca de la Forma

 

Espectral me parece una carta al lector. Una carta escrita desde el río de mi sangre. Una confesión en voz baja.

 

Dentro de un proceso constante de aprendizaje, Espectral viene a ser un ejercicio radical de mi experiencia de  la poesía frente a la poesía de la experiencia como tendencia dominante en la literatura actual: una activa autocontemplación existencial.

 

Espectral es canto en cuanto poema, como palabra de música. Pero es también un narrativo decir, bombardeado por exclamaciones e interrogaciones. Una sincera declaración de mi mundo interior en momentos de arrebato, lucidez y encantamiento.

 

Estéticamente, Espectral está lleno de figuras del realce expresivo: metáforas, imágenes, comparaciones, antítesis, sinestesias o confusiones sensitivas, hipérboles o exageraciones… Salpicado de aragonesismos: reblar, mardano, ruejos, caballo gito, trasmallo, etc.

 

Y es un libro que contiene, entre otras cosas, un animalario, un pequeño botánico, una guía de viajes, un álbum fotográfico, una exposición de piedras preciosas, una proyección cinematográfica de sucesos, sueños, apariciones y pesadillas. 

 

*Todas las fotos, salvo el cartel, son de Dora Kallmus, Madame d’Ora. Me gustaría recordar que aquí hay una entrevista extensa sobre este libro, y que podéis ver una entrevista muy personal, sobre su vida y su escritura, en el blog de Borradores, donde Ángel habla de su madre muerta, de sus visitas al cementerio, de sus inicios en la poesía, de su relación con los poetas del Niké, de su condición de "poeta maldito" (que niega), del juicio por escribir en el Café de la Infanta "eyaculad en el ano de Dios, hasta el límite del placer", de su marcha de Zaragoza...

http://borradores.blogia.com

 

01/02/2011 09:56 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

PAULA FIGOLS ABRE UN BLOG

Paula Figols es una mujer muy especial: gran deportista, estupenda periodista, madre de tres niñas y uno de esos seres cargados de sueños, de inquietudes, es infatigable luchadora por un mundo mejor. La veo siempre en un rincón, colgada del teléfono, firmando reportajes, noticias, comentando cosas, casi siempre sin demasiado la voz. Es de esos compañeros que de tan silencioso parecen invisibles. Es laboriosa y dulce. Acaba de abrir un blog, donde parece rendir homenaje a Carmen Martín Gaite, que recogía sus notas bajo el epígrafe ‘Cuadernos de todo’. No recuerdo ahora si era un título suyo o si fue un título póstumo. En cualquier caso, el blog de Paula Figols se llama, también, ‘Cuadernos de todo’. Y dice que se ha convertido para ella en una experiencia apasionante.

Esta es su dirección:

http://cuadernosdetodo.wordpress.com/ 

Y ayer Paula firmaba este artículo, que tiene algo de despertar de semana.

PASEO LONGARES-PASEO INDEPENDENCIA

Por Paula FIGOLS

 

El recorrido empieza en la calle José Oto, con nombre de jotero, tranquila, residencial, con parques infantiles vacíos a primera hora de la mañana. En la parada del 21 esperan seis o siete personas con caras serias. Las mañanas son serias. Una mujer se arropa con la bufanda, el cierzo se cuela por las esquinas. Enfilo la avenida de Cataluña, mientras la cabeza repasa la agenda del día. Me esperan los leones del puente de Piedra. Casi diría que uno ruge a mi paso. El otro me guiña un ojo. Me detengo en uno de los balcones del puente. La vista es imponente: con el Moncayo nevado, al fondo, y el Ebro que viene crecido. Los ríos son el alma de las ciudades. Cruzar el puente cada día es una rutina y un ritual. Cierro los ojos, dejo que el cierzo me lave la cara y me enrede caprichoso el pelo. Siempre me gustó vivir al otro lado del río. Allí, el trabajo y las obligaciones, la ciudad dura. Aquí, la casa, la infancia, las niñas, el parque. Para los del Centro siempre seremos los del otro lado, los del Arrabal, los de extramuros. Dejo atrás el río y las ensoñaciones. La calle Don Jaime se prepara para un nuevo día. Las tiendas aún están cerradas, pero ya se respira el ajetreo de una calle muy transitada. Los bares con café y pincho están llenos. Me adelanta una bizi por la acera. Sonrío. Me gustan las bicis, también por la acera. A mano derecha quedan las callejuelas peatonales del Tubo. Invitan a pasear, a deambular, a tomar una horchata en una terraza de primavera o una caña en una barra. Pero es lunes, 9 de la mañana, y hay que ir a trabajar. La plaza de España recibe con bocinazos y atasco. Un bus se ha cruzado y varios conductores dejan claro su enfado. Hastío de tráfico. Me refugio en los porches de Independencia y aprieto el paso. Llego tarde. Mi abuela me contaba que paseaba por el bulevar central colgada del brazo de su novio, el abuelo. Ah, historias… Saco la tarjeta de fichar y abro la puerta del Heraldo.

Las fotos son de Miss Aniela, autorretratos.

01/02/2011 10:35 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

MILTON ROGOVIN, EL OJO PÚBLICO DE LOS SUBURBIOS Y LOS OLVIDADOS

 

Acaba de fallecer el gran fotógrafo norteamericano Milton Rogovin, 1909-2010, a los 101 años. Era conocido como el fotógrafo de los olvidados, el fotógrafo de los suburbios. Estas fotos contienen una clara explicación de ese título. También captó a españoles olvidados. La Biblioteca del Congreso de Estados Unidos compró una buena parte de su interesante archivo que ordenó, en buena parte, su esposa Anne.

01/02/2011 11:00 Antón Castro Enlace permanente. Fotógrafos No hay comentarios. Comentar.

ESTA NOCHE, UN 'BORRADORES' MUY ARTÍSTICO Y VARIADO

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[Plató: Isabel Biscarri, habla de la exposición ‘Esto es libro’, y Manuel Buil, autor de la novela de ciencia ficción ‘El triángulo D’ (Grupo AJEC).

Reportajes: Julieta Always, la pintora bohemia de Barbastro; Ángel Maturén, retrospectiva en el Palacio de Sástago; Albert Gusi, ‘El paisaje en la cabeza’ en el CDAN; Federico Contín y la muestra ‘Technicolor’, y ‘El cine español de serie B’, en el Centro de Historia.

Actuación musical: Perdiendo los papeles, banda de Calatayud, que toca dos temas: ‘En la barra de un bar’ y ‘Junto a ti’.] Borradores se emite esta noche a las 0.30 horas en Aragón Televisión.

 

Las artes plásticas protagonizan el grueso de los contenidos del programa Borradores que se emite esta medianoche, a las doce y media. Se emite un reportaje, desde la UNED de Barbastro y con la presencia de Toni Buil, sobre la pintora Julieta Aguilar, más conocida como Julieta Always (Barbastro, 1899-1979), que se trasladó a Huesca muy pronto, luego a Madrid y finalmente a París, donde habría sido bailarina de salas como el Moulin Rouge. Tras la Guerra Civil regresó a Barbastro y allí vivió en extrema pobreza, como una criatura pintoresca que realizaba pintura naïf y que recordaba su existencia parisina, sus amistades como Primo de Rivera y Manolete. Y allí sería descubierta por Modest Cuixart, Luis García Bandrés y Ana María Navales, que le dedicaría una novela.

Otro protagonista del programa es el pintor Ángel Maturén (1949-2005), al que se le ha hecho una exposición antológica en el Palacio de Sástago: ‘La pintura como materia de vida’. El comisario Pedro Pablo Azpeitia y su hijo Víctor Maturén recorren la trayectoria de este creador que ha sido definido como “una gran bestia pictórica”. Desde el CDAN de Huesca puede verse la exposición de Albert Gusi, una instalación videográfica y fotográfica en torno al paisaje, con palabras del propio artista, grabadas para el Museo de Arte Contemporáneo que cumple ahora cinco años.

Federico Contín habla de su muestra ‘Thecnicolor’, que expone en el espacio María Zambrano de la Corporación de Aragón Televisión, donde rinde un homenaje colorista al cine, a los retratos, con el uso de las técnicas mixtas. Y también se ofrece un reportaje de la muestra ‘El cine español de serie B’, desde el Centro de Historia, de carteles, máscaras, figuras, de estas producciones de bajo coste.

Visitan el plató la artista y diseñadora Isabel Biscarri, que expone en la biblioteca de Aragón ‘Esto es libro’, un trabajo fotográfico y escultórico realizado con más de 150 libros en la Biblioteca de Aragón que tiene la columna como núcleo central. Y el novelista Manuel Buil habla de su novela de ciencia ficción ‘El triángulo D’, la historia de tres personajes que se enfrentan de modos muy diferentes a una epidemia de obesidad y al fallo inesperado de un ascensor espacial. La novela oscila entre la sátira, el humor negro y el esperpento sin renunciar a la habitual materia científica del género.

La actuación musical corre a cargo del grupo bilbilitano Perdiendo los papeles, que acaba de publicar el álbum Cruzando sueños. Tocan dos temas, ‘En la barra de un bar’ y ‘Junto a ti’, dos canciones de amor de una banda de rock fresco, urbano, que también se inclina hacia las melodías envolventes del pop.

01/02/2011 11:04 Antón Castro Enlace permanente. Temas aragoneses No hay comentarios. Comentar.

JOSÉ CRUCES, PREMIO GOYA DE PUBLICIDAD

José Cruces acaba de ganar el premio Goya en la modalidad de Publicidad. El año pasado, en boda, lo ganó su mujer Tamara Hevia, asturiana. Y su padre Javier Cruces, poseedor de dos Goyas, el entregó el galardón. José es un poeta de la imagen y un hombre cercano, afable, que nunca olvida sus raíces ni a sus amigos, aunque se siente muy cómodo y muy feliz en Arriondas. Eso sí, muchos fines de semana coge sus cámaras y se viene a Garrapinillos, trabaja en el estupendo estudio de su padre, colabora, hace proyectos con Tamara y retrata a los equipos del pueblo.

 

Vicente Casanova da la noticia en 'El pregonero de Garrapinillos' y publica esta foto emocionante: padre e hijo lloran con la emoción.

 

Esta es la noticia que ha salido en el diario ‘La voz de Asturias’.

J. CUEVAS / Oviedo. LA VOZ DE ASTURIAS

Faltan dos semanas para que se celebre la fiesta del cine español y Asturias ya tiene dos premios Goya. Son los Goya de la fotografía, galardones homónimos y de más antigüedad que los cinematográficos, que ayer se entregaron en Zaragoza. El fotógrafo gijonés Jesús Miguel Muel y el aragonés afincado desde hace seis años en Arriondas, José Cruces, lograron, respectivamente, estatuillas en las categorías de Retrato y Publicidad.

“Hoy no contaba con él y me lo llevo para casa”, reconoció Muel tras la gala en la que se adjudicó el premio que no había logrado en diez participaciones en el certamen de fotografía. El trabajo con el que lo logró es un retrato “directo y muy crudo” de un amigo australiano residente en Gijón. Tomando algo con él se dio cuenta de que sus rasgos lo hacían merecedor de una instantánea.

Aunque Cruces nació en Zaragoza, hasta la Asociación de fotógrafos de Zaragoza, que organiza los premios, lo considera asturiano. “En la tarjeta que leyeron ponía Aragón-Asturias”, explicó. Su imagen es la de un bidón de gasolina entre sombras y luces que dividen la fotografía en varios triángulos. Además, “el golpe de luz tiene forma de embudo”, lo que recuerda también al carburante que protagoniza la fotografía.

Para José Cruces era la primera nominación a los Goya de fotografía, a los que ya había presentado trabajos en otra ocasión. Su casa de Arriondas tiene premio, porque el año pasado fue su mujer, Tamara Hevia, también fotógrafa, la que logró el triunfo en la categoría de Boda. Cruces llegó también a la final de fotografías de Libre creación, aunque esta vez no logró el premio.

Tampoco tuvieron suerte los otros dos asturianos que se encontraban nominados al certamen, José Ramón Navarro y Ramón Fernández. Como Cruces, ambos competían en Libre Creación.

 

NOTICIA DE 'EL PREGONERO DE GARRAPINILLOS'

Por Vicente CASANOVA

En la gala celebrada el pasado 30 de Enero, el fotógrafo garrapinillense José Cruces Aparicio fue galardonado con el Premio Goya 2010 en la especialidad Industrial Publicitario.

Estos prestigiosos galardones vienen organizándose por la AFPA (Asoc. Fotógrafos de Aragón) desde 1985. La convocatoria tiene ámbito nacional y sólo se celebra los años impares. No es la primera vez que llega al barrio porque Javier Cruces ya lo ha recibido en dos ocasiones (2003 y 2009). José reside habitualmente en el Principado de Asturias junto a su mujer Tamara Hevia (también fotógrafa, galardonada en este certamen en 2009). Ilustramos la noticia con el momento en el que José recibe el premio de parte de su padre Javier Cruces, ambos emocionados.

Desde estas líneas damos nuestra mayor felicitación a José:  !!  ENHORABUENA !!

 

GRACE KELLY EN BICICLETA

 

Jesús Marchamalo me envía esta foto más allá de la medianoche. Siempre tan amable. Está ultimando un nuevo libro sobre bibliotecas. Se avecina un nuevo temblor de adjetivos y sensaciones.

KATE BARRY: FOTOS DE FAMILIA

Charlotte Gainsbourg, hija de Serge y Jane Birkin.

 

El estilista y diseñador de moda Giambattista Valli.

Retrato de Vanessa Paradís.

Charlotte fuma peligrosamente.

 

Retrato de su madre, Jane Birkin. Y abajo, Jane Birkin y su tercera hija, la actriz Lou Doillon.

Jane Birkin y sus tres hijas: Kate, Lou y Charlotte.

 

*Cuelgo aquí una pequeña selección de fotos de Kate Barry, hija de Jane Birkin y de John Barry, el compositor que acaba de fallecer. Es, por tanto, la primera hija de Jane, madre de Cjharlotte y de Lou. 

02/02/2011 09:20 Antón Castro Enlace permanente. Fotógrafos No hay comentarios. Comentar.

FERNANDO SANMARTÍN ESCRIBE DE 'LOS CABALLOS DE JORGE GAY'

[En el suplemento ‘Artes & Letras’ de Heraldo de Aragón en la página seis hay un artículo titulado ‘Los caballos de Jorge Gay’, que firma Javier Lacruz. Ese texto es de Fernando Sanmartín, gran admirador de la trayectoria del pintor zaragozano. Mil disculpas a los lectores, a Fernando, a Jorge y a Javier. Lo ilustro aquí, así de partida, con Nico y Margit Kocsis que fueron las mujeres sobre el caballo blanco de Terry. Más adelante colgaré una imagen de Jorge Gay.]

 

Dos fotos de Nico, como chica de Terry.

 

Margit Kocsis a caballo, en una foto del gran Leopolfo Pomès.

 

LOS CABALLOS DE JORGE GAY

 

Por Fernando SANMARTÍN

Hago aquí una confesión que nunca he revelado. De niño, veía en televisión las series que emitían entonces: ‘El fugitivo’, con el doctor Richard Kimble buscando al manco; ‘Kung fu’, en la que un monje shaolín iba de aquí para allá con el recuerdo de su maestro ciego; y ‘Bonanza’, donde la familia Cartwright mostraba que en el Far West uno puede ir aseado siempre, incluyendo el alma en el aseo. Pero en televisión veía también un anuncio que empujó mis primeros sueños eróticos y mi afición posterior por los caballos. Era de Bodegas Terry. Y aparecía una muchacha rubia galopando a lomos de un caballo cartujano, que hoy aún me hace exclamar ¡ah, qué imágenes! A partir del anuncio intuí cosas que llegaron después y nació en mí el gesto de contemplar la belleza de un caballo, esté en un establo, en un hipódromo o incluso en un lienzo. Por eso me fascinan los caballos de Degas, que reflejan como ningún otro el movimiento del animal antes de la carrera, algo que el artista descubrió en Normandía. Y me gustan los que pintó Marcelino de Unceta. Y los de Natalio Bayo, que se alían a jinetes heroicos o nadan mostrando fuera del agua su cabeza. Pero hace unos días he tenido otra grata sorpresa. La Feria del libro de Madrid ha deseado un feliz año 2011 con un pequeño libro de Jorge Gay, hermoso y muy cuidado, que contiene un texto y diversos dibujos de este pintor con el caballo Biblos como protagonista, un animal sabio que mira el cielo y el humo de las chimeneas.

Hoy no me importaría, por unos segundos, montar en la grupa de aquel caballo cuyas bridas llevaban las manos dulces de la chica rubia en el anuncio de Terry. Le regalaría a ella, estoy seguro, ‘Los viajes de Biblos’, de Jorge Gay. Y a ver qué pasaba.

 

 

NUEVA NOVELA DE JAVIER SEBASTIÁN

DVD Ediciones publicará en marzo El ciclista de Chernóbil, la nueva novela de Javier Sebastián.

 

El accidente de la central nuclear de Chernóbil, del que se cumplirán 25 años el próximo mes de abril, puede constituir un símbolo de la condición humana: deseamos el desarrollo económico y tecnológico, pero no podemos garantizarnos la seguridad completa en este complejo proceso.  Hoy como ayer, también como mañana, paseamos por la incertidumbre.

 

Javier Sebastián, con el trasfondo de la tragedia de Chernóbil, que pudo haber contaminado una gran parte de Europa Oriental, explora esta irrenunciable condición de paseantes de la incertidumbre.

 

Ofrecemos un resumen del contenido, propósito y estilo de El ciclista de Chernóbil:

 

Pripyat, muy cerca de la central de Chernóbil, fue evacuada tres días después del accidente, en abril de 1986. Desde entonces es una ciudad prohibida. Pero dicen que ahora allí vive gente.

El físico nuclear bielorruso Vasili Nesterenko (Krasny Kut, 1934 – Minsk, 2008), protagonista de El ciclista de Chernóbil, fue uno de los encargados de las labores de extinción. Durante los años 70 había trabajado en el Proyecto Pamir, un asunto del ejército soviético que consistía en la fabricación de centrales nucleares móviles para dotar de energía los lanzamientos de los misiles SS-20 y SS-25. Al día siguiente de la catástrofe fue convocado a Chernóbil. Su misión, según él mismo declaró años más tarde en el Georges Pompidou de París, fue evitar lo que los primeros cálculos sobre el terreno anunciaban que podía ocurrir.

Documentos de la ONU, de la AIEA, testimonios de gente que vive en la zona prohibida, fotografías en webs, correos electrónicos, las investigaciones del doctor Andrei Gudkov con el CBLB502, que publicó la revista Science, las palabras de los muertos: esta novela es una averiguación.

Pero también una celebración de la vida y de la alegría. Pripyat es la ciudad donde las hermanas Zorina convocan un baile y el flaco Laurenti Bajtiárov canta románticas canciones de Demis Roussos, donde vive (o muere una y otra vez) el señor Hurvatov, que no consigue convencer a su difunta de que cuando te mueres no hay energía eléctrica que valga. Por Pripyat deambulan desertores de Chechenia, la maga Parasca, que dice que puede acabar con el estroncio 90, el matrimonio Jrienko, que se alimenta de las lombrices que encuentran en los desagües, el ex-saqueador Jvórost, siempre vestido con un ajustado traje color vainilla, o la vieja Nastia, que planta cebollas sobre las tumbas de sus muertos. Personajes que organizan la supervivencia y que se niegan a claudicar, colonos de la vida radiactiva. Resistentes. 

Escrita desde la perspectiva de la incertidumbre, con un estilo preciso y sin artificios, sobria, polimórfica y llena de silencios, El ciclista de Chernóbil recorre desde la ficción novelesca una verdad que nos sobrevivirá a los seres humanos como especie durante miles de años.

Para cualquier información adicional: direccion@dvdediciones.com.

*Esta nota la remite el poeta y editor Sergio Gaspar.

 

 

 

JOAQUÍN COSTA O EL ALBAÑIL QUE DESCUBRIÓ LA BICICLETA EN PARÍS

Joaquín Costa (Monzón, 1846-Graus, 1911) era un hombre impredecible, dotado de una curiosidad insaciable y de una infinita voluntad de saber. Y eso le llevó a ser el introductor de la bicicleta en España. O, como mínimo, uno de sus principales precursores. Costa era curioso, inteligente y trabajador. En 1867 cumplió uno de sus primeros sueños: gracias a la intercesión del cacique oscense Manuel Camo, que lo recomendó, acudió a la Exposición Universal de París como uno de los doce «artesanos discípulos observadores» invitados por el Gobierno de España; fue como albañil con 25 pesetas para el viaje y 150 para toda la estancia.

El joven de poco más de 20 años vivió nueve meses en la capital del Sena: según señala George Cheyne en ’Joaquín Costa, el gran desconocido’ (Ariel, 2011) salió de Madrid el primero de marzo y regresó a España a finales de noviembre. Costa escribiría en 1868 en su ’Diarios’: «El año de 1867 ha sido el año del despertar de mi entendimiento (?). En Francia he concluido de aprender lo que son grandes obras y grandes empresas; he aprendido lo que son y lo que saben los franceses; he visto emperadores y he alternado con sabios; he ’conocido’ a los españoles y hablado con extranjeros de todas las naciones». Cheyne cita a Ramiro de Maeztu, que afirma que este viaje a Francia le llevó a trabajar «como un cíclope desde 1867 a 1898», porque «le reveló la distancia en riqueza y en cultura que separaba nuestra patria del mundo europeo».

Un hiperactivo en París

Joaquín Costa añadía detalles sobre las escasas horas que dormía, sus dolencias y el afán de hallar el afecto y la compañía de una mujer. Pensaba en Pilar, su novia altoaragonesa, a quien le había comprado unos pendientes, y evocaba «un dulce recuerdo de mi amor puro». Allí hizo muchas cosas: leyó, frecuentó conferencias, asistió a cursos de mecánica aplicada, agricultura, química, ingeniería rural, coleccionó semillas y habló con especialistas de casi todo.

Pero quizá uno de sus grandes descubrimientos en su estancia parisina fue que en la Exposición Universal de 1867 vio las nuevas transformaciones de la bicicleta. Buen dibujante, se dice que sacó un papel de fumar y que copió el aparato que había creado Ernest Michaux en 1860, la primera bicicleta a pedales, la ’michaulina’. Nada más regresar, en 1868, en la imprenta Arizón, publicó las ’Ideas apuntadas en la Exposición Universal de 1867 para España y para Huesca’.

Agustín Sánchez Vidal, estudioso de la obra literaria de Costa, dice: «La noticia del diseño del velocípedo (antecedente de la bicicleta), que Costa envió a unos amigos oscenses, la recoge Vicente Cajal, en su libro ’Un oscense’ (Imprenta Provincial, Huesca, 1967). Según él, la primera bicicleta de España, con el nombre de ’velocífero’, la habría construido el mecánico oscense Mariano Catalán, basándose en el diseño que Costa había hecho sobre un papel de fumar, tomándolo del natural en la exposición parisina». En este extremo han coincidido diversos especialistas y estudiosos oscenses: Julio Brioso, Luis Gracia Vicién, Juan Carlos Ara (que prepara la edición de sus ’Diarios’), Bizén d’o Río... El propio José Antonio Llanas, ex alcalde de la ciudad de Huesca y erudito local, escribiría en un artículo publicado en ’Nueva España’ de Huesca en 1978 que el padre de un costista célebre como ’Silvio Kossti’, llamado Francisco Bescós, manejó uno de estos velocípedos, con el que arrolló a un peatón oscense de nombre ’el Miñón’», en el Paseo de la Estación, causándole la muerte. Añade Sánchez Vidal: «La víctima está enterrada en el antiguo cementerio de ’Las Mártires’ de Huesca, y en la lápida pone: Tomás Félix ’El Miñón’. Pepín y Antonio Bello contaban que su padre y Silvio Kossti (el seudónimo era un homenaje a Costa: su verdadero nombre era Manuel Bescós Almudévar) habían fabricado una bicicleta con el diseño de Costa». El experto en ciclismo Ángel Giner afirma que Huesca es la pionera en la construcción de bicicletas en España, a raíz del dibujo de Joaquín Costa, y ha precisado que el mecánico «y herrador» Mariano Catalán, con sus hermanos Nicomedes y José, reprodujo tres bicicletas «y fueron una gran novedad».

Una excursión histórica

La estudiosa María José Calvo Salillas, en su texto ’El Círculo oscense y el modernismo. La historia de un siglo’, registra una curiosa anécdota: cita a Gregorio Barrio Crespo, secretario oficial de ayuntamiento y compañero de aventuras de Mariano Catalán, y dice que ambos emprendieron una expedición ciclista «histórica» el 20 de marzo de 1868: «A las cuatro de la madrugada parten hacia Zaragoza en la primera excursión de un velocípedo registrada, siendo despedidos por su amigo y futuro cuñado Domingo del Cacho. Los excursionistas llegan hasta la plaza de Santa Engracia, regresando a las cinco de la tarde».

Aquellos croquis de Joaquín Costa iban a recorrer kilómetros de realidad y de leyenda. Eso sí, Huesca contó con el Club Velocipedista Oscense al menos desde 1889, presidido por Juan Antonio Palá, y en 1896 empezó a editarse la revista ’El pedal’, que publicó la correspondencia de Costa con los ciclistas de Huesca y Barbastro.

 

*Costa visto por Pablo Calahorra. Vista del palacio de la Exposición Universal de París de 1867 y la bicicleta de Michaux.

05/02/2011 02:12 Antón Castro Enlace permanente. Temas aragoneses No hay comentarios. Comentar.

ANA ALCOLEA, PREMIO ANAYA DE NOVELA CON 'LA NOCHE MÁS OSCURA'

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Ana Alcolea (Zaragoza, 1962) tenía un sueño recurrente desde hacía algún tiempo: deseaba ganar el Premio Anaya de Literatura Infantil y Juvenil. Lo había rozado en dos ocasiones y ayer, al final, se cumplió su anhelo con la novela ’La noche más oscura’, que transcurre en Noruega, en las proximidades de un faro, y que mezcla el presente y un pasado no demasiado lejano: el de la Segunda Guerra Mundial.


«En Anaya inicié mi carrera de escritora y muchos de sus libros marcaron mi carrera. Por eso me hace muchísima ilusión este galardón -señala la autora y profesora-. La novela tiene como escenario importante un misterioso faro de la costa y narra una serie de acontecimientos más o menos terribles que tienen que ver con la presencia de los rusos durante el conflicto bélico».


Ana Alcolea sucede en este galardón, dotado con 18.000 euros, a otro aragonés: Daniel Nesquens, que ayer estaba en el jurado. «Cada libro para mí es como un viaje y un descubrimiento. Una aventura y una ventana que se abre al mundo y al conocimiento. La protagonista es una niña que vive una serie de historias en las que se mezclan la realidad, la ficción y mis propios sueños. Se trata de una novela realista, muy realista incluso, pero hay un elemento fantástico que es fundamental a lo largo del texto». De alguna manera Ana Alcolea retoma el escenario de una de sus novelas: ’Donde aprenden a volar las gaviotas’ (Anaya, 2007), en la que contaba secretos vinculados a la estancia de los nazis en Noruega durante el conflicto internacional.


La escritora, casada con un profesor noruego, suele pasar dos meses de verano en Trondheim, en un lugar paradisíaco con una flora exuberante y un lago. «Cuando pienso en el nuevo libro se me viene a la cabeza la película ’Fanny y Alexander’ de Bergman: no sé cuánto me ha influido esa película, pero la atmósfera de mi libro se parece un poco al de esa película tan extraordinaria».

Los éxitos y los lectores

«He titulado ’La noche más oscura’ porque quizá haya un homenaje a San Juan de la Cruz. En la noche oscura también hay ráfagas de claridad, de iluminación, fuegos, como sucede en su poesía, y también en mi novela». El libro aparecerá en el próximo mes de abril y se sumará a una exitosa bibliografía: su primer libro, ’El medallón perdido’ (Anaya, 2001), ha vendido dieciséis ediciones; el citado ’Donde aprenden a volar las gaviotas’, lleva seis. Y también han sido reeditados otros como ’El retrato de Carlota’ (Anaya, 2003), que transcurre en Venecia, o ’El bosque de los árboles muertos’.


Ana Alcolea, enamorada de la ópera y del teatro, disfruta con mucha intensidad la literatura. Publica mucho y viaja más. Suele estar un par de meses fuera de casa, de giras, de colegio en colegio, en clubes de lectura, etc. «Me encanta viajar. Te cargas las pilas, rompes la rutina. Y lo que aún es más enriquecedor es el contacto con los alumnos, con los lectores. Ellos siempre ven cosas que los demás no vemos», concluye.

 

*La foto es de José Miguel Marco, fotógrafo de Heraldo.

 

BOLLAÍN Y 'TAMBIÉN LA LLUVIA'

Omero Antonutti en ’El sur’ con Sonsoles Aranguren. Cuando creció la niña, la encarnaría Iciar Bollaín.

 

Siempre he sido muy fan de Iciar Bollaín.  Desde que la vida, como actriz, en ‘El Sur’, una película que me gusta mucho: leí en un momento especial de mi vida ‘El Sur’ y ‘Bene’ de Adelaida García Morales, cuando quería ser escritor, y vi la película de Víctor Erice de un modo muy especial. Además, poco después, en un restaurante de la plaza del Carmen conocí y conversé largo y tendido con Omero Antonutti, quien, al cabo de unos días, me envió una preciosa postal desde Roma en español e italiano.

He seguido la carrera de guionista, de actriz y de realizadora de Iciar Bollaín. Por múltiples razones, ‘Tierra y libertad’ fue una película muy importante en mi vida: hablé con muchos actores, con los extras, hice un reportaje sobre el terreno y viví durante un lustro muy cerca de sus escenarios del Maestrazgo. Iciar Bollaín tenía ahí un papel muy especial, como lo tenía Rosana Pastor, quizá la protagonista femenina de la narración. También seguí sus distintas películas: ‘Hola, ¿estás sola?’, ‘Flores de otro mundo’, ‘Te doy mis ojos’ (donde trabaja una de mis actrices españolas favoritas: Laia Marull) y anoche vi con Carmen, mi mujer, ‘Después la lluvia’, que me pareció una película interesante, más de Paul Laverty que de ella, como dijo un crítico (y con eso creo que quería decir que más de Ken Loach que del mundo de conflictos interiores y cotidianos de Iciar Bollaín), una película interesante, con un trasfondo interesante, pero fallida. Descompensada, y con un final facilón y sentimental que la estropea bastante, un final de buenas intenciones, redentorista, que afea la película, el desenlace e incluso la ambición de partida.

Curiosamente, el gran momento de cine para mi gusto es esa estupenda escena en que los indígenas son condenados y quemados en la hoguera. Ahí se respira cine y veracidad en la ficción. Belleza, pulso, conmoción. Ahí sí se ve el talento de los actores, de la directora, el poder de un guión que se precipita luego y que se desploma. Me pareció una película prometedora, pero que no ha sabido ajustar el desarrollo ni la intensidad del conflicto: curiosamente creo que es una película a la que le falta metraje. Sí hay algo que me gusta mucho de Bollaín: es una realizadora intensa, sincera, que apuesta, que asume riesgos con lucidez. Luis Tosar está muy bien, como siempre, y Karra Elejalde también, aunque su papel promete mucho más y también queda huérfano de más desarrollo.

El productor Santos (Luis Tosar) y el realizador Sebastián (Gael García Bernal).

Eso sí, ‘Después la lluvia’ me ha interesado más que ‘Balada triste de trompeta’, que me parece una película difícil de coger y asimilar, más allá de la espectacularidad de su puesta en escena y la fuerza plástica y gótica de algunas escenas.

Iciar Bollaín y el actor Juan Carlos Aduviri, que realiza un papel determinante en el conflicto: por su rebeldía, por su dignidad, por su sentido mesiánico. El asunto de fondo de la película es la ’guerra del agua’ en Cochabamba, algo que cambiará a los egoístas chicos del cine.

LEE MILLER VISTA POR MAN RAY: UNA MUSA, UNA MODELO, UNA FOTÓGRAFA

 

 

Lee Miller (Estados Unidos, 1907-1977) fue modelo, fotógrafa y fotoperiodista. Vivió tres años con Man Ray, que la retrató así, con toda su belleza. Se casó más tarde con Roland Penrose y es la madre de Antony Penrose, que escribió un hermoso libro sobre Picasso, hablando de la relación cómplice y cariñosa que tuvo de niño con el artista. Picasso y Lee Miller fueron amantes una temporada, y él le hizo un retrato cubista. Fue una de las mujeres más hermosas de su tiempo y en particular del círculo surrealista.

En esta foto, Lee Miller acaricia a su hijo Anthony Penrose.

Ella también se autorretrató así:

 

05/02/2011 17:01 Antón Castro Enlace permanente. Fotógrafos No hay comentarios. Comentar.

ISINBAYEVA: VUELVE LA ZARINA DEL AIRE

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Yelena Isinbayeva, la mejor saltadora de pértiga de todos los tiempos, doble campeona olímpica, vuelve a la competición. Sus principales rivales serán la campeona del mundo Anna Rogowska y su compatriota, y más bien enemiga, la pelirroja Svetlana Feofanova.

ISINBAYEVA GANA EN MOSCÚ CON 4.81

Yelena Isinbayeva ha retornado esta tarde a la competición y ha ganado, bajo techo, en Moscú con una marca de 4.81. Una de sus rivales, su compatriota Feofanova (ex campeona del mundo: yo siempre espero lo mejor de ella), solo saltó 4.61. 'La zarina del aire' falló tres intentos sobre 4.91. Le restó importancia a su marca ganadora: recordó que llevaba un año sin competir y aseguró que pronto volverá a ser la que fue. Yelena Isinbayeva tiene ahora 28 años y aspira a su tercera medalla olímpica en Londres 2012.

06/02/2011 20:26 Antón Castro Enlace permanente. Deportistas No hay comentarios. Comentar.

XII PREMIOS DE LA MÚSICA ARAGONESA

LA FIESTA ANUAL DE LA MÚSICA ARAGONESA, ESTE MARTES 8

Fiesta de presentación de los XII Premios con Louisiana, entre otros.

 

 Gala de entrega de los XII Premios de la Música Aragonesa, en el Teatro Principal de Zaragoza, martes ocho, a las 20.00 horas.

Es la cita anual de los músicos aragoneses, en la Gala de los Premios de la Música Aragonesa, una convocatoria anual única en el territorio español y que este año cumple su XII edición. 

Ya está todo a punto para que el próximo martes 8 de febrero, a las 20 horas, dé comienzo la gala de entrega de los XII Premios de la Música Aragonesa desde el Teatro Principal de Zaragoza. 

El inolvidable Labordeta será objeto de un homenaje.

 

La gala de entrega de los premios, estará presentada por Virginia Martínez (presentadora de televisión del programa ‘Aftersún’ y antes del ya desaparecido y exitoso ‘Clic’, candidato a uno de los premios) y contará con las actuaciones de Almas Mudas, Dadá y Volador. El humor lo tendremos de la mano de Pepín Banzo y el premio homenaje 2010, será para José Antonio Labordeta (1935-2010), premio póstumo que recogerá su familia. 

El grupo Volador actuará en el Principal.

La gala se podrá ver por primera vez en directo y en streaming desde aragonmusical.com y premiosdelamusicaragonesa.com gracias al acuerdo con Ikuna Web TV Solutions

El resto de sorpresas las dejaremos el día 8. Eso sí, la fiesta al término de la gala, será en El Ángel Azul (calle Blancas). 

Estos premios intentan apoyar a los distintos implicados en el panorama musical aragonés reconociendo su labor. Este reconocimiento no entiende de estilos musicales o grados de consolidación.

El colectivo Aragón Musical es la plataforma desde la cual se organiza este importante evento anual, entre otros muchos. 

Toda la información: www.premiosdelamusicaragonesa.com 

 

 

 

*Esta información está suministrada por Aragón Musical, por Sergio Falces y su equipo.

Enrique Bunbury es uno de los gran favoritos de la noche. Bunbury está en un momento maravilloso: es un creador incansable, que se renueva disco a disco. ha vuelto a hacerlo con 'Las consecuencias', donde tienen algún tema precioso y una estupenda versión. Yo soy muy fan, por ejemplo, de su versión de 'Frente a frente', que canta con Miren Iza.

06/02/2011 20:40 Antón Castro Enlace permanente. Músicos No hay comentarios. Comentar.

MATURÉN: UN GRAN ARTISTA, UNA GRAN EXPOSICIÓN DE UN PINTOR MODERNO

Había visto hace más de un mes la exposición de Ángel Maturén (1949-2005). Recuerdo que luego estuve hablando con Miguel Torrubia, pintor y escultor, poeta y editor, y me dijo que Maturén era para él uno de los grandes artistas del último medio siglo en Aragón. Me pareció exagerado de entrada. Volví a ver hoy la muestra, comisariada por Pedro Pablo Azpeitia y Víctor Maturén, en el Palacio de Sástago. Y realmente me parece muy buena, una muestra soberbia, de un artista que poseía una mano capaz de todo, preciosista, inspirada, una mano de pintor contemporáneo capaz de arriesgar en series, en trazos, en gestos, capaz de tratar la materia de un modo especial, un auténtico pintor moderno, de su tiempo, que tiene cuadros llenos de profundidad, de emoción, de intensidad.

Algunos de sus gatos con sillas son maravillosos; me gusta la facilidad con que sugiere una naturaleza muerta de flores, despintando el fondo o pintándolo de modo esquemático; sus campos, sus mares con caracolas, incluso en la parte de arriba me gustó esa habilidad tan sencilla y elocuente, bien resuelta en línea y color, de esas mujeres sensuales que tienen una pose un tanto impresionista. Maturén era un artista figurativo y abstracto a la vez, que se sentía cómodo en los formatos grandes. A veces, en algunas piezas me hace pensar en el vibrante Broto de los ochenta y en ocasiones coincide con el mundo de Barceló, más que con el mundo con la estructura íntima de sus lienzos, en el óleo derramado mediante una caligrafía gestual y en relieve, en hondonadas de expresividad y música.

Di varias vueltas. Repasé cuadros, los comenté con Javier Aguirre, el historiador que ha estudiado a los gitanos (me dijo que había conocido a Maturén), quizá lo que menos me interesara fueran esos trabajos sobre plomo, los de la patio central, quiero decir, los más escultóricos, porque los cuadros sombríos, tenebrosos, de la galería de arcos me parecieron rotundos, de una oscura belleza. En algunos casos me hicieron pensar en algunos alemanes y en algunos momentos de Víctor Mira.

No sé si volveré a ver la exposición porque se termina el trece de febrero. Antes de irme compré el catálogo. Me hacía ilusión tenerlo. Repasarlo. Recordar a Ángel Maturén, con quien hablé tres o cuatro veces, una vez en su estudio de San Atilano, en Tarazona.

 

Ángel Maturén, 1949-2005. Pintura como materia de vida. Palacio de Sástago. Hasta el trece de febrero.

CARMEN SERNA Y JOSÉ Mª BARCELÓ, EN LA BIBLIOTECA DE ARAGÓN

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Asociación Aragonesa de Amigos del Libro

Acto día 9 de febrero.  19,30 h. Biblioteca de Aragón

Carmen Serna y José María Barceló presentarán sus últimos libros editados en México y España.

Con la colaboración de José Luis de Arce, Luis Trébol y Amalia Soro.

 

  1. Presentará el acto: José Luis de Arce, vicepresidente de AAAL.
  2. Carmen Serna, hablará de su libro:

- “Palabras viajeras” de  la Colección “La hoja murmurante”, publicación de ARTE LIBERTARIO de la Editorial “La Tinta del Alcatraz, Toluca de Lerdo, Estado de México, 2008.

3. Amalia Soro leerá unos poemas.

4. José María Barceló hablará de su libro:

- “Cuando el bosque oscuro cayó ante mí” de  la Colección “La hoja murmurante”, publicación de ARTE LIBERTARIO de la Editorial “La Tinta del Alcatraz, Toluca de Lerdo, Estado de México, 2010.

5. Luis Trébol leerá unos poemas.

……

6. Carmen Serna hablará de su libro:

- “Desvelada” de Carmen Serna,  Editado por Estudio de palabras, Zaragoza, 2009. Prólogo Tua Blesa. (Hubo una primera edición en 1995 en la Colección Devenir)

7. Amalia Soro leerá unos poemas.

8. José María Barceló hablará de su llibro:         

- “Museo de soledades” de  José María Barceló, Bubok Publisher. Madrid, 2011.

9. Luis Trébol leerá unos poemas.

            …….

10.  José Luis de Arce abrirá coloquio y cerrará el acto.

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Duración estimada total 1 hora.

 

*Con toda amabilidad, tanto Fernando Gracia como José María Barceló me envían el programa de un acto del miércoles nueve en la Biblioteca de Aragón. Un acto importante: Carmen Serna es una de las poetas más veteranas y entrañables de la lírica aragonesa que dedicó hace años un intenso y amoroso libro a su marido, que padecía la enfermedad de Alzheimer. La primera imagen es una foto vintage de amor y deseo, se acerca San Valentín; abajo, un retrato de Carmen Serna y otro de José María Barceló.

07/02/2011 09:24 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

JOAQUÍN COSTA EN SU NUEVO SIGLO

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Joaquín Costa produce sentimientos encontrados. Para algunos es un señor adusto, con un barniz antipático y volcado hacia la queja y una idea del suicidio, como si fuese quien inspiró las teorías de Cioran. Un moderno que no es lo suficiente moderno, un intelectual que se disuelve en la oratoria, en un quiero y no puedo. Parece un hombre trágico: sueña, se incomoda, se rebela, pelea, y siempre está ahí, como si fuera a ahogarse en su grito oceánico en medio del desierto. Y luego hay otro Costa, como el envés o una prolongación, que tiene una dimensión más humana: no se conforma con su destino, es un arrebato continuo de voluntad y de trabajo, es alguien que siempre está en el camino del conocimiento, del aprendizaje, de la curiosidad. Alguien que busca el amor, la amistad, algo de paz; alguien que se esfuerza en ser coherente, pero al que la vida y la política le tienden siempre emboscadas. Y en el fracaso íntimo y en la derrota pública se encuentran los dos Costas. Se encuentran y colisionan y a la vez se funden, y salta por los aires un magma de grandeza, de ansia de perfección, de anhelos domésticos. Suele decir uno de sus especialistas, Eloy Fernández Clemente, que si Costa solo se hubiera dedicado a una cosa específica –y no al cultivo de la enciclopedia que fue en sí mismo-, ahora estaríamos hablando de una gloria universal. El auténtico magisterio de Costa empieza en su condición de soñador que amaba y no siempre era amado, temido y admirado por sus convicciones, que era ensalzado por su teorías, que soñó la libertad para los estudiantes, que trajo la bicicleta, que redactó una gramática francesa, que salió a pasear por el campo con los paisanos. El Costa que celebramos es frágil y fuerte, de carne y hueso, aragonés hasta la médula y, unamuniamente, nada menos que todo un hombre.

 

*Mañana exactamente se cumple un siglo de la muerte del polígrafo en Graus.

 

MONGRÁFICO DE COSTA EN BORRADORES

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El programa cultural Borradores, de Aragón Televisión, dedica esta noche, a partir de las 0.30, un monográfico a la figura de Joaquín Costa (Monzón, 1846-Graus, 1911), del cual se cumple exactamente el primer centenario de su muerte. [Antes, a las 23.00, Aragón TV proyectará el documental 'Joaquín Costa, la conciencia de España' que ha dirigido Eugenio Monesma.]

Borradores contará en el plató con cuatro invitados: el pintor, caricaturista y dibujante José Luis Cano, que acaba de firmar un libro ilustrado sobre el intelectual oscense donde recrea su vida y su trayectoria; Rafael Bardají, periodista y profesor que ha estudiado su faceta periodística, su preocupación por los temas altoaragoneses y que será uno de los comisarios de la muestra que se exhibirá a partir de marzo en Paraninfo; Ignacio Peiró, historiador y estudioso de la historiografía que analizará a Costa en relación con la Restauración, el Regeneracionismo y la Generación del 98. Y Juan Carlos Ara, profesor universitario que está realizando la edición de los ‘Diarios’ de Joaquín Costa y que conoce a la perfección sus publicaciones y su vasta producción científica.

Además, Eloy Fernández Clemente, uno de sus grandes especialistas, realizará un retrato de aproximación a través de cuatro conceptos: la intimidad, la educación, la política y Aragón. Agustín Sánchez Vidal analizará una faceta algo más desconocida de Costa: su condición de novelista, de creador de ficciones –históricas, de anticipación, autobiográficas- a través de varias novelas, la más importante es ‘Justo de Valdediós’. Entre otras cosas, también se evocará a Georges Cheyne, el hispanista inglés que sigue siendo su mejor biógrafo, que le dedicó numerosos estudios y que editó la correspondencia de Costa con Rafael Altamira, Silvio Kossti (cuyo verdadero nombre era Manuel Bescós Almudévar) y Giner de los Ríos, que definió a Costa como “el más adorable de los baturros”.

El programa mostrará abundante iconografía del polígrafo y será el primero de los que se le dedicarán a diferentes asuntos costistas.

Borradores se completa con la presencia del grupo O’Carolan que tocará varios temas de su nuevo y brillante disco, muy elogiado por la crítica: ‘Nota de paso’. Este grupo está formado por Susana Arregui, Pilar Gonzalvo, Chema Arcarazo, Julian Ansuategui (que en esta ocasión no puede acudir) y Miguel Ángel Fraile. O’Carolan toca tres temas: ‘Nota de paso’, ‘La taberna del holandés’ y ‘Rosariera’.

08/02/2011 01:56 Antón Castro Enlace permanente. Artistas No hay comentarios. Comentar.

FERRER LERÍN EN LA FNAC MANAÑA CON 'FAMILIAS COMO LA MÍA'

Portada del libro 'Familias como la mía' donde se ve a Ferrer Lerín jugando al póquer.

 

El poeta, novelista y ciclista ángel Gracia, jefe de prensa y de comunicación de la FNAC de Zaragoza, escribe:

 

Francisco Ferrer Lerín presenta su libro Familias como la mía el mañana miércoles 9 de febrero, a las 8 de la tarde, en Fnac Plaza España. El autor estará acompañado por Túa Blesa, Catedrático de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada en la Universidad de Zaragoza, y Antón Castro, escritor y periodista.

Ferrer Lerín (Barcelona, 1942) es uno de los poetas más originales de la segunda mitad del siglo XX. Su dilatado silencio a partir de 1971 –sólo roto en 1987 por la publicación de su tercer y último libro de poemas y en 2005 por la aparición de su novela Níquel– y su temprano apartamiento del mundo literario para dedicarse a una de sus principales obsesiones, la ornitología, y en particular la defensa de las grandes especies necrófagas peninsulares, acabaron por convertirlo en una rareza y en una leyenda. Su persona ha aparecido en la obra de Enrique Vila-Matas (Bartleby y compañía) y en la de Félix de Azúa (Diario de un hombre humillado).

Es autor de los libros de poesía De las condiciones humanas (1964), La hora oval (1971) y Cónsul (1987), que agrupó en el volumen Ciudad propia (2006). Entre sus obras en prosa, destacan la novela Níquel (2005), el Bestiario (2007) y las bibliofilias y facsímiles que componen Papur (2008).

 

 

COSTA POR ENRIQUE FLORES

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Enrique Flores, dibujante e ilustrador y viajero constante, ilustraba ayer el artículo de Marcelino Iglesias sobre Joaquín Costa en ‘El País’ a página entera. Iglesias lo definía como “un agitador social en un territorio atrasado”. Enrique Flores, autor de numerosos libros, frecuenta mucho Zaragoza y Aragón. Es un trabajador incansable: ve una ciudad y la desnuda de inmediato en anécdotas, en trazos, en perspectivas, accede a sus secretos y a su vida cotidiana.

09/02/2011 09:24 Antón Castro Enlace permanente. Temas aragoneses No hay comentarios. Comentar.

FERRER LERÍN: UN EXTENSO DIÁLOGO

[Francisco Ferrer Lerín presenta esta tarde, a las 20.00 horas, en la FNAC su novela 'Familias como la mía' (Tusquets). Lo acompañarán Túa Blesa, catedrático de la Universidad de Zaragoza, y Antón Castro. Esta entrevista la publiqué en el pasado suplemento de 'Hoy Domingo'.]

 

“Si no hay lector no

tiene sentido escribir”

 

“Estuve treinta años

sin coger la pluma”

 

“En España se hacía más

el amor de lo que se dice”

 

“Siempre regreso al Pirineo.

Jaca me acerca al cielo”

 

 

Francisco Ferrer Lerín, uno de los escritores más insólitos y heterodoxos de las letras españolas, reconstruye su biografía en el libro 'Familias como la mía' (Tusquets: colección Andanzas): su educación sentimental, sus años de jugador de póquer, su pasión por la ornitología y por Jaca y las claves de su escritura

 

  

Francisco Ferrer Lerín (Barcelona, 1942) es ornitólogo, escritor, experto en bestiarios y un enamorado de las palabras. Un creador e investigador de lenguaje, y también un raro. Con ‘Fámulo’ ganaba en 2010 el Premio de la Crítica de poesía. Ahora publica ‘Familias como la mía’ (Tusquets), una novela de sustrato autobiográfico que recupera la novela ‘Níquel’ e incorpora una segunda parte: ‘Nora Peb’. “Ni  ‘Familias como la mía’ ni ‘Níquel’ ni ‘Nora Peb’ son los títulos originales. ‘Níquel’ se llamó ‘P.A.M.’ (iniciales del protagonista) en su primer intento barcelonés de edición; luego, cuando se publica en Zaragoza, de la mano de Mira, es el editor Joaquín Casanova quien sugiere cambiarlo dado el parecido entre ‘P.A.M.’ y un partido político aragonés. ‘Nora Peb’ se llamó ‘La Bestia de Gévaudan’ hasta que se rueda la película francesa de igual título. Y ‘Familias como la mía’ es la suma de ‘Níquel y Nora Peb’; de esta segunda parte lo que más me atrae es su carácter de almacén, de depósito de argumentos y personajes Tusquets Editores prefirió rótulo nuevo y elegí ‘Familias como la mía’, un verso de Rimbaud que ya incluí en mi poemario ‘Fámulo’. El conjunto de mi familia, en la ficción, no es desde luego tan especial como los protagonistas Pablo Amatller Moragas y su falso hijo Paul Verdenal y, mi familia, en la realidad, es sólo una más en ese maltratado paraíso que es la burguesía”, dice Ferrer Lerín, que reside y trabaja en Jaca.

Su padre era médico y, da a entender, que andaba por ahí metido en asuntos de falda. ¿Cómo le marcó?

No es por puritanismo sino por amor a la verdad que convendría deslindar los territorios de la realidad y la ficción. Mi padre, que sí era médico, me marcó como marcan todos los padres: fue decayendo su imagen a medida que yo avanzaba en la falsa creencia de que conocía la vida mucho mejor que él, para luego verme invadido por la mala conciencia al no haberle prestado la atención y el cariño que se merecía. ¿Mujeres? Sí las hubo, como las hay ahora; otra cosa es que se soliciten hasta perder los estribos, y ese no fue su caso.

¿Y su madre: misteriosa, fotogénica, actriz?

Mi madre tuvo siempre un justo apoyo en mi persona.

Si uno hace caso de su libro, ha tenido una vida sexual muy activa…

En España se hacía mucho más el amor de lo que os han dicho, y mucho más de muchas otras cosas. Claro, como sucede ahora, no todos eran los elegidos. Tuve, como todos mis compañeros en aquellos años, la tentación de seducir algunas turistas en la Costa Brava; a veces la tentación se convertía en intentona e, incluso, en conquista. 

 Dice: “Los naipes nacieron conmigo”. ¿Cómo descubrió el póquer y que tenía una habilidad especial en el juego?

Estamos dotados para determinas disciplinas. Yo, por ejemplo, no estoy dotado para el submarinismo. El póquer formaba parte de (casi) nuestra vida diaria. Mi padre jugaba con sus amigos y yo pasé más horas en el bar Josefa que en la Facultad de Medicina. Era algo que iba asociado de modo indisoluble a la época de estudiante y, quizá porque era un juego que requería unas condiciones físicas y mentales que coincidían con las que configuraban mi naturaleza, pude salir airoso, desde mi más tierna adolescencia, de todas las batallas sobre el tapete verde. Estaba dotado y, como en la parábola de los talentos, me sentí obligado a rendir lo que debía. 

¿Cuánto podía llegar a ganar?

Ocurrió que el póquer convencional, el de las cinco cartas, “el tapado”, dejó de jugarse. Como en otros campos de la actividad humana en el momento en que se prueban determinadas variantes se deja a un lado todo lo anterior. El nuevo póquer, llamado “sintético”, y en Zaragoza “chiribito”, ofrecía a los jugadores, en especial a los más despiertos, la posibilidad de neutralizar el azar supliéndolo (en parte) por la psicología, la astucia, la dosificación del resto, en suma, la inteligencia. Los dos envites del tapado se convertían en cinco lo que facilitaba el desarrollo de esas aptitudes pero, irremisiblemente, encarecía las jugadas. Hará unos años tuve la oportunidad de jugar al póquer sintético en una mansión de la costa malagueña y, allí, las cantidades que se cruzaron convertirían en ridícula cualquier comparación con las timbas habituales de los más exclusivos garitos de Madrid o Barcelona. Lo que pasó es que no jugaba para mí. Fue una curiosa experiencia que no voy a relatar aquí; lo dejo, si a alguien le interesa, para mi comparecencia pública el miércoles día 9 en la FNAC.      

Dice otra cosa que puede resultar chocante: “Yo fui feliz en el ejército”.

Renuncié, por razones de calendario, a las Milicias Universitarias y cumplí el servicio militar como soldado. Fue una notable experiencia. Vi perfectamente reproducida la pirámide social y descubrí sensaciones como la camaradería, el mando y la obediencia. La inmensa mayoría de reclutas disfrutaron durante esos once meses. Sólo, los de siempre, los apegados al aldeanismo, a la identidad regional, se pasaron el tiempo refunfuñando, quejándose, insolidarios, despotricando de los suboficiales y oficiales, embadurnados de odio al ejército mas no como institución sino por no ser el suyo.   

 ¿Cómo se pasa de la medicina a la ornitología y a esa pasión no sé si científica, furiosa o loca por la avifauna necrófaga?

Empecé Medicina con 17 años como algo natural y a lo que se me tenía destinado dada la profesión de mi padre y mi amor por los animales. El problema era que mi amor era por los animales salvajes y no por los domésticos a los que equiparaba a los seres humanos causantes de la destrucción de la fauna salvaje más valiosa. Paso de la herpetología a la ornitología con 22 años; una buena edad,  pero que me lleva inexcusablemente a especializarme en aves carroñeras.

 ¿Por qué Jaca, por qué le fascina el Pirineo?

Llegué a Jaca en 1968. Como becario entré a trabajar en un centro de investigación que era el único en España con un departamento dedicado a la Ornitología de Campo, en la que yo ya era un crack.

¿Cómo han sido todos esos años ahí arriba?

La expresión “ahí arriba” me acerca al cielo. Y algo de eso ha habido. Sin embargo más de la mitad del tiempo he residido fuera de Jaca. Regresé a Barcelona a trabajar en el mundo editorial, estuve en Andalucía varios años, vuelta a Barcelona. Pero siempre regreso al Pirineo.

 ¿Qué ocurrió en su época de editor, cómo lo vivió? ¿Cómo recuerda su amistad con Carlos Barral, Gimferrer, Félix de Azúa?

Considero excesivo proclamarme editor. Trabajé para editoriales y, a lo sumo, en editoriales. Con Carlos Barral tuve una relación sólo profesional; participé en consejos de redacción de Barral Editores (la editorial que creó cuando se produjo el cisma en Seix Barral), traduje a Eugenio Montale, Tristan Tzara y Saint-John Perse para él, y me presté a participar en una siniestra pantomima remedo de concurso literario. Pedro Gimferrer fue, durante tres años, mi inseparable cómplice de diversas aventuras librescas, plásticas, cinéfilas e incluso poquerísticas, ya que él, como se ha difundido en variados foros y ha sido causa de reclamaciones judiciales por su difusión en un documental emitido en las televisiones autonómicas, me surtía de pichones a cambio del quince por ciento de los beneficios. Félix de Azúa es mi amigo, con él las aventuras han excedido la literatura y la orgía; es un tipo brillante con el que no veo aún agotadas las posibilidades de reírnos juntos.     

¿Cómo había nacido el escritor, un escritor como usted, además, apasionado por el lenguaje, por las etimologías, por Joan Corominas, por los topónimos y por los bestiarios?

Como ya he dicho respecto al póquer uno nace dotado para determinadas actividades y vicios. Por cuestiones de mera fisiología dispongo de facilidad para el ritmo. La poesía y la narrativa sin él no son nada, y a mí me resulta muy fácil utilizarlo. Sumando la curiosidad, que también poseo, es muy fácil intentar reescribir, con más o menos variantes, los contenidos que atraen de los libros.

¿Y la pasión léxica?

Sin duda procede de mi abuelito materno Juan Lerín Añaños, nacido en Barcelona, pero que sus apellidos no ocultan su origen. En Navidades llamaba a los ‘barquillos’, ‘nieblas’, lo que siempre me cautivó (‘barquillo’ en catalán es ‘neula’ y de ‘neula’ a ‘niebla’ sólo hay un paso) Con él cantaba las notas necrológicas que salían en ‘La Vanguardia Española’; con preferencia las redactadas en catalán, que aún resultaban más desopilantes.  

Escribe, publica y deja de escribir. Y regresa con varios libros. ¿Ya siente que es escritor definitivamente?

Estuve más de treinta años sin coger la pluma. Un buen día volví a hacerlo, y para escribir un guión cinematográfico. No sé si siento que ya soy escritor pero si no es así me debe de faltar muy poco.

 ¿Qué quiere contar?

Al principio, como todo niño maleducado, escribía sólo para mí. Ahora si no hay lector no tiene sentido escribir. El otro día recibí una carta del conductor de una funeraria de Calatayud para felicitarme por mi ‘Bestiario’. Un milagro, he sacado un producto al mercado que transmite sensaciones placenteras a personas desconocidas. Este fenómeno paranormal demuestra que sin voluntad de agradar, alejado del zafio populismo, consigo encontrar seres como yo, seres sensibles que disfrutan de las cosas que, simplemente, están bien hechas. 

 ¿Tiene la sensación de que con ‘Familias como la mía’ se esclarece el mito Ferrer Lerín o se incrementa?

Este mito, que no sé si estaremos ayudando a engordar y propagar, me resulta ya más pesado que una losa. He dicho en algún lugar que mi pretensión es que el libro no sólo cierre el ciclo carroñero sino que cierre la puerta a los exegetas que sólo quieren biografía detallada y no investigar, aunque sea con lupa, si de verdad vale o no vale mi literatura. 

Ferrer Lerín con su ángel andaluz: Concha Jiménez.

 

DESPIECE

 

Poderoso amor más allá de la muerte

 

 

La vida de Francisco Ferrer Lerín podría resumirse en algunos nombres decisivos: Concha Jiménez, su mujer, un torbellino de agitación cultural en Jaca, las aves, ‘Los Novísimos’ o el premio de la Crítica a su libro de poemas ‘Fámulo’ (Tusquets, 2009).

Amor y otros demonios. “El matrimonio es una institución antihigiénica. Ningún humano puede sobrellevarlo si no está fabricado con antibióticos, detergentes y el más tenaz de los aceros. Que en nuestro caso aún sigamos unidos y no muertos demuestra que al menos uno de los dos es un auténtico titán, y pienso en ella. ¿Crápula yo? Nunca lo fui; hay elementos en este significante con los que no puedo estar de acuerdo, y me refiero a lo que de noctámbulo, alcohólico, misógino y ulceroso tiene el personaje”.

Aves necrófagas. “He pasado de profesional a amateur. Ahora intento, con otros jóvenes bienintencionados, contribuir al mantenimiento de las poblaciones de aves necrófagas suministrándoles semanalmente despojos cárnicos, eso sí acosado por las fuerzas del orden que cumplen órdenes de misteriosas empresas que recogen y manipulan dichos excedentes. Lejos quedan los trabajos de catalogación y etología que sirvieron para redactar, por otros, sesudos manuales y trabajos científicos. La fascinación por esas bestias aladas y carroñeras viene de cuando supe que aún existían en España, precisamente en unos momentos (años sesenta) en que el país pugnaba por salir del subdesarrollo, unas estructuras de dos metros y sesenta centímetros de envergadura sobrevolando, a la búsqueda de animales muertos, el rugiente motor del Seat 600 de mi novia”.

 ‘Los Novísimos’. “Cuando empecé a publicar, a comienzos de los sesenta –rescato ahora esos textos en ‘Edad el insecto’- todavía estaba en pleno auge la llamada poesía social y nada de lo que yo escribía tenía que ver con esa corriente literaria. Que luego la generación de ‘Los Novísimos’ coincidiera con mis postulados podría ser lógico hartazgo ante poesía tan plana y poco creativa”.

El premio de la Crítica. “Constituyó la gran alegría de mi vida de escribano quizá porque se trata de un certamen limpio, sin dotación económica, y en el que ni autores ni editores se presentan”.

09/02/2011 09:42 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

DANIEL GASCÓN PRESENTA 'LA VIDA COTIDIANA' EN LA FNAC DE CALLAO

Jonás y Daniel en una foto de Heraldo.

Esta tarde, a las 19.30, en la FNAC de Callao, Daniel Gascón (Zaragoza, 1981) presenta su libro de relatos ‘La vida cotidiana’ (Alfabia), en compañía de Marcos Giralt, Jonás Trueba, con quien firmó el guión de ‘Todas las canciones hablan de mí’ dirigida por Jonás (candidato al Goya a la mejor dirección novel; Oriol Vila también es candidato al mejor actor revelación), y Diana Zaforteza, una de las responsables del sello Alfabia, para el que Daniel ha traducido la exitosa novela de David Vann: ‘Sukkwan Island’. Ayer Daniel compartió una tertulia muy simpática con Mercedes Cebrián en el programa ‘Hoy por hoy’, con Carles Francino y Javier Rioyo. Daniel dijo que nunca había tenido de sentirse joven en la literatura y que ese sentimiento, si existe, se cura con el paso del tiempo. Dijo además que en la vida cotidiana está todo lo mejor: te exige estar atento, disfrutar de las pequeñas cosas, ser un observador y te impulsa a no estar o no ser un distraído. ‘La vida cotidiana’ es un libro de amor y desamor, de pérdida, de personajes inolvidables como una anciana escritora, un traductor o un forofo del Real Zaragoza que se ponía la camiseta del equipo en cualquier situación. Y es un libro sobre lo difícil que resulta a veces empezar de nuevo, incluso en el amor, sobre todo si te dejas la tabla de abdominales en la casa de tu ex amante.

09/02/2011 10:59 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

USE LAHOZ: "ME GUSTA QUE LA LITERATURA TENGA EMOCIÓN"

[Hoy se publica en la sección de Cultura de Heraldo una entrevista con Use Lahoz (Barcelona, 1976) a propósito de su segunda novela, ‘La estación perdida’ (Alfaguara, 2011), que se presenta esta tarde en la FNAC con la presencia del autor y de Manuel Vilas. Use Lahoz, vinculado muy entrañablemente con Aragón, también es poeta. El pasado 2010 publicó en Prames el poemario ‘A todo pasado’. Esta es la entrevista completa, bastante más larga de la que aparece en la sección, permite conocer mejor al joven y entusiasta escritor. ]

 

Foto promocional de Use Lahoz.

Empecemos por algo que llevas misteriosamente: ¿Por qué rara vez hablas, con nombre, de ese lugar donde pasaste una parte de tu infancia? ¿Qué había de especial, cómo te marcó el pueblo y la figura de tu abuela?

No lo llevo con misterio alguno. Pasé los quince primeros veranos de mi vida en La Hoz de la Vieja, un pueblo de la provincia de Teruel que, cuando yo era pequeño no salía en los mapas y no llegaba ni el coche de línea. Allí me enviaban mis padres nada más terminar el curso en Barcelona, en un viaje que parecía que no iba a terminar nunca: caminos de tierra, su parte tétrica al pasar por Belchite… y me quedaba los tres meses de verano, eternos y maravillosos. Imagínate, pasar el verano con los caprichos de tus abuelos, sin ninguna obligación, con los amigos del pueblo y algunos primos mayores, con el campo y la pelota por delante, las propinas de mi abuelo cuando jugaba al guiñote los domingos, el futbolín del bar… Tener un pueblo es maravilloso. Mi abuelo falleció temprano, por lo que pasé más tiempo con la abuela, y con otros familiares (casi todos eran familia), algunos de recuerdo imborrable como el hermano de mi abuelo, el tío José, tan cariñoso y tan sensible, la tía Rosita que tenía tienda, los vecinos estupendos… todos muy buena gente, y eso, la buena gente está muy presente en esta novela. Lo especial era la libertad, por supuesto. Me ha marcado en el sentido en que si no hubiera vivido allí no tendría conocimientos del mundo rural y La estación perdida No hubiera tenido el mismo arranque. Luego también he pasado tiempo en el pueblo de mi madre, La Almolda, pero ya fui siendo más mayor. De vez en cuando todavía voy. Y me lo paso muy bien.  

¿Qué le debe ese pueblo al pueblo de Santiago, el protagonista?

Valdecádiar le debe algunos detalles. Yo trabajo con la experiencia, la memoria, la imaginación y el poso de ciertas lecturas que me han marcado profundamente. La atmósfera, el ambiente, el lenguaje, el modo de comunicarse entre los personajes, las canciones, el vino, los trabajos del campo… vienen de mi experiencia. Pero en cualquier caso esto es ficción, es una novela que como todas se sostiene por sus leyes intrínsecas de verosimilitud. En muchos casos, la ficción es más verdadera que la realidad. No obstante el pueblo de Santiago, Valdecádiar, le ofrece una infancia maravillosa, pero también luego le roba esa felicidad. No todo es maravilloso en Valdecádiar, existe la solidaridad, pero también existen las envidias y las malas lenguas, como en todos los pueblos.

Santiago nace en 1945. ¿Cómo era la vida rural entonces?

Yo no viví esa época, es obvio, pero he ido preguntando por ahí a los más mayores, que son los que más saben y he ido creando un universo en un pueblo imaginario producto de mi memoria, las explicaciones y la ficción. Una vez fui a una presentación de un libro de Saramago y dijo aquello de que “el hombre más inteligente que he conocido en mi vida era mi abuelo, que no sabía leer ni escribir…” siempre me ha gustado esa frase.

La posguerra es cruel en estos núcleos rurales rezagados y olvidados. El retroceso cultural en todo el país después de la guerra es innegable. Son generaciones de gente sin oportunidades y un poco golpeados por el miedo. La mayoría son hombres y mujeres, trabajadores prematuros, sin recursos, sin poder estudiar más allá de lo básico, que tienen que buscarse la vida lejos del pueblo para tratar de prosperar. En esa época a ninguna mujer nadie le hablaba de sexo ni de amor, por ejemplo, y la presencia de los curas y los maestros pesaba más que ahora. Había necesidad, y había que repartir lo poco que había y ganarse el pan sin que sucedieran cosas extraordinarias. Los avances tecnológicos llegaban en cuentagotas, pero como siempre, sus habitantes eran felices con cosas muy pequeñas, con lo que había.

-¿A qué se debe esa fascinación por la jota? ¿Es real o es un motivo literario, un señuelo para algún tipo de lector, casi una ironía’

 En un momento dado Santiago Lansac se fascina por ese género y la canción le atrapa. Es un motivo literario, melancólicamente irónico, pues le acompaña toda la vida.

En el pueblo siempre se cantaban jotas, pero curiosamente sólo en fiestas, y casi siempre hombres. No sé porqué… me hubiera gustado que también cantaran las mujeres en las cocina, por ejemplo, pero no sucedía… quizás en otros pueblos…

-¿Cómo nació este buscavidas, este aventurero sin fortuna que es Santiago?

 Nace de una frase de Albert Camus que dice “El sol que reinó sobre mi infancia me privó de todo resentimiento”, pues me parece que define muy bien la infancia y el temperamento del personaje, que se verá sin suerte pero que nunca tendrá resentimiento. Hallará más fértil la fantasía que la realidad, y se equivocará mucho, pero sin maldad.

Retrato del escritor un tanto perplejo. El País.

-¿Querías redactar una novela picaresca, una novela de aventuras, casi de antihéroe, o una novela psicológica?

En realidad, sin darme cuenta, hay varias novelas en una. Novela de aventuras, picaresca, psicológica, de amor, de viaje, de iniciación a la vida, de formación… Consideraba interesante hablar de temas como el amor, la muerte, el dinero, la huida, la identidad y la infancia, muy importantes en la literatura, partiendo de la humildad absoluta, poniendo en práctica lo aprendido con Los Baldrich, haciéndolo lo mejor posible y con la misma ambición de siempre: tratar de contar una historia lo más fascinante posible con personajes que puedan permanecer en la memoria del lector. 

¿Cómo se explica el cambio psicológico del personaje central, igual es un canalla que un desvalido?

 Se explica a partir de una noticia que recibe a los 18 años y que trastocará el andamiaje de su vida. Esa noticia justifica su sufrimiento y su desconcierto. Desde entonces ya nada será igual y se verá obligado a asumir responsabilidades para las que no está preparado lejos de su pueblo, mientras busca un futuro que le redima. Los pájaros de su mala cabeza le jugarán malas pasadas…¿qué vamos a hacer?  A pesar de eso es una novela bastante optimista, hay mucho humor y mucho amor y está llena de sorpresas y sentimientos.

-¿Has querido redactar la historia de un hombre sin atributos al que zarandea la vida?

 De alguna manera sí. Es un personaje zarandeado por los palos que le da la vida, que funde lo trágico y lo cómico. En realidad, Santiago Lansac no tenía intención de abandonar su pueblo, pero la situación lo requiere y la vida no le trata como esperaba. Es un personaje indomable, es un poco como un víctima al que le gusta hacerse la víctima, que en cualquier momento te la lía, que te hace sufrir igual que te hace reír, muy peculiar.

-¿Esa Zaragoza de la que hablas, quién te la ha contado, cómo te llega, y por qué eliges Zaragoza?

 Me llega de mis familiares próximos y algo de mi experiencia. Ten en cuenta que mi abuela por parte de mi madre vivía en la Calle Fuenclara y yo venía mucho a ese piso, que era interminable. Era genial mi abuela, muy sentimental. Siempre he estado rondando por aquí, por el Tubo: el Texas, Cafetería Habana que ya no existe, Casa Lac, Plata… esas calles son muy interesantes para Santiago, como lo es luego el chino de Barcelona. Todo ambiente que sea susceptible de generar líos, es territorio para Santiago.

De Zaragoza, a Barcelona, a Montevideo, ¿por qué ese travesía?

 Era inevitable ir a Barcelona, por dos motivos: es la escenografía de mi vida hasta hace poco y es un destino tradicional que absorbió mucha mano de obra, no solo de Aragón. Zaragoza se le queda pequeña a Santiago, que siempre prefiere el anonimato, y tiene demasiados problemas, aunque en realidad, la abandona por amor. Los otros destinos ya son cosa de él, yo no me lo esperaba, pero ya te digo que es muy difícil de domesticar.

 

Si Santiago pudiera ser el hombre sin atributos, el gran personaje del libro es Candela Paz. ¿Es la perfecta antagonista, es la mujer que es capaz de desmoronarse o transigir por amor?

 Para mi Candela es igual de protagonista que Santiago, si bien es cierto que lo que Candela hace es en función de él. Es un personaje para mi fundamental e impagable. No se la merece Santiago y creo que tampoco me la merezco yo como autor.  Es una mujer que proviene también de un pueblo de la posguerra,  a la que nadie le ha explicado nada que no sea ir a misa y ayudar en casa, trabajadora prematura e incansable. Con toda su ingenuidad se enfrenta al amor de manera inocente y entregada… y sufrirá las consecuencias.

En ella reside, intencionado, un reconocimiento a las madres solteras y mujeres trabajadoras que en los sesenta y setenta, cuando ya era extraño incluso que trabajaran, muchas de ellas sacaron adelante, con muchísimo esfuerzo, ninguna ayuda social y en la sombra, a sus hijos y en muchos casos también al marido. Todo para poder dar a sus hijos las oportunidades que ellas no tuvieron. Extraordinariamente dignas.

Esta es una novela donde siempre suceden cosas, donde siempre hay acción, personajes desalmados, conflictos. ¿Cómo entiendes la novela?

Entiendo la novela como una historia de ficción que se alimenta de conflictos, sorpresas, sentimientos, en la que se refleja la vida misma y que aporta una experiencia de la vida… me gusta que la literatura tenga emoción. Creo que si lo miramos detenidamente todas las novelas son históricas, y contribuyen a ser espejo de la realidad superándola. Es un género estupendo: No conozco mejor entretenimiento que leer novelas: enseña otros mundos, cómo se vivía en otras épocas, está muy presente la memoria, conmueve, rescata del aburrimiento, te hace pensar en la esencia del ser humano, a veces te ríes mucho, es barato y no deja resaca.

El año pasado publicaste ‘A todo pasado’ en Prames. ¿Cómo fue la experiencia?

Estupendo, un placer publicar un poemario con buena gente que guarda un rincón para la poesía.

¿Qué relación hay entre el poeta y el novelista?

 No mucha porque para mí son dos géneros muy distintos: la novela requiere el esfuerzo, método, rutina, constancia… y la poesía se trabaja de otra manera. La poesía es como mi mejor amiga, igual no la llamo en tres meses pero si la necesito siempre está. En mi caso con la novela tengo una relación intensa a diario, con la poesía la relación también es intensa, pero ocasional.

Vivimos en una época de grupos, de estéticas, de clanes casi excluyentes. ¿qué tipo de novelista, mejor aún de escritor, quiere ser Use Lahoz, qué busca, qué quieres decirle al lector?

Yo soy un trabajador que hace su trabajo lo mejor que puede, con humildad y procurando ser mejor que yo mismo. Intento transmitir al lector mi voluntad y mi apuesta por las buenas historias contadas lo mejor posible, con personajes que sientan y logren conmover como me conmovieron a mi los personajes de las novelas que leí y que me cambiaron la vida, teniendo en cuenta a los maestros clásicos y a los jóvenes contemporáneos. Estoy a favor de la literatura, eso ante todo, y afortunadamente una historia se pude contar de muchas maneras.

LOS REPUBLICANOS ARAGONESES QUE PELEARON EN LA II GUERRA MUNDIAL

Los itinerarios de los republicanos aragoneses entre 1939 y 1945,

objeto de un novedoso estudio

 

Su autor es el joven historiador Diego Gaspar Celaya

 

El libro Republicanos aragoneses en la Segunda Guerra Mundial. Una historia de exilio, trabajo y lucha (1939-1945) ha sido editado por Rolde de Estudios Aragoneses, dentro de su nueva colección “Aragón contemporáneo”, dirigida por Julián Casanova.

 Será presentado en Huesca, en Librería Anónima (Cabestany, 19) mañana viernes 11 de febrero a las 20 horas 

El libro

 

Esta publicación recupera la memoria de los aragoneses que, abocados al exilio tras la derrota republicana de 1939, se vieron envueltos en la dinámica bélica de la Segunda Guerra Mundial. Cuenta con la participación de Prensas Universitarias de Zaragoza y el Departamento de Cultura del Gobierno de Aragón.

 La investigación pone de relieve las acciones que los aragoneses exiliados en Francia llevaron a cabo durante el periodo 1939-1945. El estudio del componente específico aragonés ha contribuido al análisis y comprensión de la globalidad española exiliada. No en vano para llevarla a cabo ha sido necesaria una constante puesta en relación de las acciones del colectivo español con los itinerarios, testimonios y acciones llevadas a cabo por los aragoneses en este periodo que han aportado nuevas percepciones y matices a la investigación. Un riguroso trabajo sobre archivos españoles y franceses, con importantes aportaciones de la historia oral, y un metódico tratamiento de fuentes secundarias, han dado como resultado una publicación de referencia en el ámbito de la historia aragonesa del siglo XX. 

El autor

 

Diego Gaspar Celaya (Zaragoza, 1982). Licenciado en Historia por la Universidad de Zaragoza, dedica sus esfuerzos a estudiar el exilio de los republicanos españoles en Francia durante la Segunda Guerra Mundial. En constante relación con la documentación francesa, ha trabajado intensamente en París en colaboración con la École des Hautes Études en Sciences Sociales (EHESS), con el Colegio de España (CiUP) y con el Instituto Cervantes de la capital francesa. En esta obra, Diego Gaspar presenta el resultado de una investigación centrada en la participación aragonesa en el mayor conflicto armado mundial contemporáneo. [Estuve en la presentación de este libro en la Feria de Monzón, donde Diego contó con uno de los protagonistas del libro.]

 

La colección

“Aragón contemporáneo” es una nueva colección dirigida por el catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Zaragoza Julián Casanova, con la que REA pone al alcance de los lectores elementos de análisis y debate sobre los acontecimientos que han marcado nuestra historia en los dos últimos siglos. Investigaciones novedosas que aúnan rigor científico y voluntad divulgativa… textos, en suma, que hacen valer la idea de que la Historia, más allá de su consideración de estudio del pasado para la comprensión del presente, es también un arma cargada de futuro.

 

*Esta información está elaborada por Carlos Serrano y el Rolde de Estudios Altoaragoneses.

LUIS DÍEZ, MELVILLE Y MOBY DICK

Conocí a Luis Díez durante su exposición en el Centro de Historia, donde pintó un mural estupendo, con el fotógrafo Gustaff Choos. Me pareció un artista intenso, apasionado, un explorador constante de la expresión plástica que vive en contacto permanente con la literatura y con la música (ha colaborado con muchísimos grupos, entre ellos Bunbury, Bronski o Nacho Vegas, ha diseñado portadas y . Posee una mano extraordinaria: calidad de dibujo, sentido del color y de la composición, profundidad y un buen sentido narrativo. Luis Díez me habló entonces de un proyecto en torno a ‘Moby Dick’, la novela totalizadora de Herman Melville. La muestra se titula ‘El frío y el Gran pez’ y se expone en el Cuarto Espacio, un lugar realmente bien situado al que, incomprensiblemente, le falta público. Este es el dossier de ese proyecto.

  

EXPOSICIÓN

 

El frío y el Gran pez

 Retratos de la obsesión. Porque es de eso de lo que se trata, si es que aceptamos que tal cosa se puede tratar. Digamos que algo así es el arte, esa cosa que no trata sino de lo intratable. En Moby Dick se conjuga este misterio, y la muestra “El frío y el Gran pez” que nos presenta Luis Díez vuelve a recoger ese guante lanzado hace más de un siglo. ¿Cómo se explica que la ballena más conocida del mundo represente lo desconocido del mundo, del mundo que habita en el interior de cada uno de nosotros? Digamos que esa es la paradoja que se encuentra en la esencia de la obra de arte, y en la de toda vida vivida con intensidad. Lo que nos obsesiona es aquello de lo que apenas conocemos una parte mínima, pero ese enigma, esas esferas invisibles que residen en el mundo del terror, citando ya al propio Mellville, son reveladoras de nuestras pequeñas existencias y nos consagramos a ellas, nos afanamos en esa búsqueda a pesar de que sabemos que será infructuosa y que en último término nos puede conducir a la destrucción.

 

 Luis Díez lleva toda su vida rodeado de vinilos y de pinceles. Nunca ha sabido pintar sin música al igual que nunca ha sabido escuchar música sin su cuaderno de bocetos entre las manos.

 

Desde hace algunos años se dedica profesionalmente a la pintura y a la ilustración, en donde su melomanía siempre ha estado presente en sus trabajos. Claros ejemplos son su exposición titulada “The Feel Good Revolution” o la exposición “Diez años foca en un circo” en la Sala Cai Barbasán. En la primera cada cuadro representaba alguna banda inspiradora  para sus obras, como Bright Eyes, Songs:Ohia o Bonnie Prince Billy. La segunda fue un trabajo conjunto con el músico y escritor Julio de la Rosa. Pintó doce canciones inéditas de Julio, introduciendo en los cuadros algunos textos, cerrando así un círculo de poesía, pintura y música.

 Su relación con la música no acaba aquí. También se conoce a Luis por ser el creador de las imágenes de los discos de artistas como Niños del Brasil, Bronski o más recientemente, Nacho Vegas. También se ocupó del atrezzo plástico de la gira “El viaje ninguna parte” de Enrique Bunbury y además ha trabajado como ilustrador para revistas musicales de tirada nacional como Mondo Sonoro o Rolling Stone.

En su periplo artístico ha estado siempre presente relacionado con la Galería Pepe Rebollo en la que ha expuesto en múltiples ocasiones, tanto de forma individual como colectiva. En sus últimas intervenciones artísticas también se le ha podido ver el Centro de Historia de Zaragoza, en la exposición homenaje al sello Grabaciones en el Mar y en el espacio Tránsito, en donde desplegó su artillería imaginativa para realizar un mural de 60 metros cuadrados en el desarrollo un concepto de la fracción de segundo que une la vida y muerte.

 Luis Díez también ha ganado y ha sido seleccionado en diferentes muestras y concursos nacionales, como el Premio de Arte “Santa Isabel de Portugal”, el concurso Muz Martinez o el Encuentra 09 entre otros.

 Para todo esto, Luis Díez utiliza una pintura de figuración realista donde el color, la mezcla de fotogramas y de cuerpos y las fuertes perspectivas son su seña de identidad.

10/02/2011 10:39 Antón Castro Enlace permanente. Artistas No hay comentarios. Comentar.

'LA VIDA COTIDIANA' EN VALENCIA

Daniel Gascón presentaba ayer su libro ‘La vida cotidiana’ en Madrid. Fue muy bien, hubo mucha gente, amigos, actrices y actores, escritores, músicos, compañeros de la película ‘Todas las canciones hablan de mí’, etc.

Esta tarde, a las 19.00 horas, en la FNAC de San Agustín de Valencia, Daniel presenta su libro acompañado del escritor Pepe Cervera y de su editora Diana Zaforteza. Daniel está terminando la traducción de las memorias de Christopher Hitchens para Debate y empezará en breve un epistolario de Saul Bellow para Alfabia.

 

*Daniel con Graciela de Torres e Ismael Grasa en la FNAC de Zaragoza. La foto es de Vicente Almazán.

10/02/2011 13:29 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

POEMAS DE AMOR DE CARMEN ARDUÑA

La profesora y poeta Carmen Arduña publica un nuevo poemario, ‘Tiempo de añoranza’ (Huerga & Fierro), con prólogo de una de sus alumnas más dilectas: la escritora y profesora Ana Alcolea, que acaba de ganar el premio Anaya con ‘La noche más oscura’. He aquí una pequeña selección de poemas breves que me envía la propia Carmen, es decir, poemas seleccionados por ella.

 

 

 

Volvía la añoranza a ser de nuevo

nostalgia de tu ser, de tus caricias.

Y su cuerpo, desnudo con tu ausencia,

se estremeció de llanto y de deseo.

 

&

 

Su ser se le desnuda de caricias

cuando sólo tu ausencia calienta ya su lecho.

 

&

 

 

No nombréis su dolor.

Que no despierten 

las palabras que matan

con su nombre.

 

&

 

Dulces los besos acercarán la espera

de un tiempo aún vivo que creyó sentir muerto.

 

&

 

Tu presencia tan cercana en sus sueños

era pesar en sus noches aún yermas

y en este amanecer sordo y silente.

 

 

&

 

Dulce, tras largo retorno,

fue remanso de añoranza

cuando en la Rúa Do Olvido

dejó morir su nostalgia.

 

*Las fotos son de Edouard Boubat.

 

'EL CICLISTA DE CHERNÓBIL', AVANCE DE LA NUEVA NOVELA DE JAVIER SEBASTIÁN

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El escritor Javier Sebastián (Zaragoza, 1962) publicará en breve su nueva novela: El ciclista de Chernóbil, quizá la más ambiciosa y la más despojada de las suyas. Quizá la única que tiene un sustrato real detrás. He aquí un avance del libro que publicará el sello DVD de Sergio Gaspar.

La foto de estos niños de Chernóbil es de autor desconocido. 

 

Un fragmento de El ciclista de Chernóbil:

Convencidos de que se morían, Rostislav Jrienko y su mujer Oletchka desmontaban las puertas de todos los pisos donde habían dormido al menos una noche. Las apoyaban sobre cuatro sillas, como si fuera la mesa suplementaria para una celebración en casa y con unas tijeras rayaban una cruz en la cabecera. Luego iban sus nombres: Rostislav, de Teremtsy, 1951. Y Oletchka, 1956. Cuando les llegara la hora, siempre tendrían así una puerta a mano, pues por encima de todo querían cumplir la tradición de sus antepasados, que consistía en presentar el cadáver sobre la puerta de casa para el velatorio.

Rostislav Jrienko, operario de la línea de ferrocarriles, y su mujer Oletchka habían vuelto a Pripyat después de los años. Igual que las lombrices, que durante mucho tiempo se habían ido hacia lo más profundo. Lo habían observado las abuelas de la aldea de Voznesensky. Pero ahora están saliendo. Se pueden comer y alimentan lo suyo, las lombrices.

Les tiene que quitar esta parte, mire. Lo demás se come todo.

Eso fue lo que le dijeron a Vasia, así se conocieron, hablando de lombrices. Y de puertas para presentar al muerto. Vasia daba una vuelta en bicicleta para mantenerse en forma y de pronto los vio agachados junto a la cañería de un desagüe, removiendo la tierra con las tijeras. Se miraron. Pasaron un par de minutos sin decirse nada, como si estuvieran contemplando una aparición.

Al fin, Vasia volvió a poner el pie en el pedal y justo entonces Oletchka dijo:

No se vaya, estamos aquí por las lombrices. Es carne tierna. Saben como las ranas de los estanques y no hay que ir tan lejos para cogerlas.

Algunas miden un palmo.

Se miraban con recelo. Como si, aparte de lo que veían, ni la voz de unos ni los ojos asombrados del otro fueran pruebas fiables de su existencia.

Antes del accidente de la central, Rostislav Jrienko había estado destinado en la estación de Yánov, junto a Pripyat. Trabajó cinco meses de mantenimiento de sistemas eléctricos, hasta que los evacuaron. Estuvieron una temporada alojados en casa de unos familiares de Kiev y luego las autoridades les entregaron un apartamento en Slavutych, la ciudad refugio que se construyó a toda prisa con aportaciones de cada una de las Repúblicas de la Unión Soviética. Edificaron a 38 kilómetros de la central. Eso era demasiado cerca. Y también era demasiado falsa aquella ciudad de Slavutych, en la que cada calle reproducía la arquitectura tradicional de una República distinta.

Teníamos allí una tienda de alimentación. Ropa de trabajo, toda clase de cebos para la pesca.

Oletchka se sentó en el bordillo de la acera y se retiró el pelo hacia atrás haciendo peine con los dedos. Luego se puso a limpiarse las uñas con las tijeras, con cuidado de que no se le escapara el botín de lombrices que tenía en la mano. Mientras hablaba, su marido Rostislav seguía buscando lombrices junto al desagüe. Nos las apañamos, ya lo ve. Y usted, ¿qué ocupaciones tiene?

Vasia tragó saliva. Se tomó su tiempo y después dijo que esconderse. ¿Eso es una ocupación?, preguntó Oletchka.

Bueno, también adecento mi habitación del Polessia, donde vivo, media docena de macetas con flores quedarían fenómeno. No hay que abandonarse, es ley para la supervivencia. Y los colchones que estén bien se almacenan, los demás se tiran. La verdad, yo tampoco estoy mal del todo. Pripyat empieza a gustarme. Cada vez vamos saliendo más gente del agujero. Acabaremos fundando una vida nueva, así lo veo yo.

Oletchka se le quedó mirando.

A Laurenti Bajtiárov igual lo conoce, siguió Vasia, al menos le habrá oído cantar.

Ah, es ese del Prometeus, dijo Oletchka mientras se ponía de pie. Nunca hemos hablado con él, debe de estar mal de la cabeza. Un día fuimos al Prometeus, porque sabíamos que andaba por allí, siempre rodeado de perros. Entramos de puntillas, nos sentamos en las butacas de atrás y le oímos cantar. Qué bien entonaba las melodías.

¿Se esconde porque es usted un delincuente?, interrumpió Rostislav Jrienko dirigiéndose a Vasia con un puñado de lombrices en la mano, tenía esa preocupación y quería una respuesta. Según lo que escuchara, le regalaba una.

Vasia se echó a reír. Oh, no, ningún delincuente. Y entonces casi se le escapa que era físico. Más en concreto, físico nuclear. Constructor Jefe de la Planta Nuclear Móvil del Proyecto Pamir. Pero se calló. Y aún se reía más. La desfachatez de reírse en aquella Pripyat polar junto a Oletchka y su marido, Rostislav.

 

El ciclista de Chernóbil. Javier Sebastián. De próxima aparición en DVD. [Hace algún tiempo, Javier Sebastián publicó en Heraldo la historia  de unos personajes que realizaron un viaje a España y le darían la materia de su novela.]

11/02/2011 00:33 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

CARL VAN VECHTEN (1880-1964)

Un joven Orson Welles.

 

Salvador Dalí y Man Ray, dos maestros del surrealismo.

Lena Horne.

Billie Holiday con su perro en 1949. La cantante murió diez años después a los 44 años. 

Norman Mailer.

El actor John Gielgud.

 

Francis Scott Fitzgerald.

 

Cuelgo aquí una selección de fotos del escritor y fotógrafo norteamericano Carl Van Vechten (1880-1964), un artista que retrató a escritores, actores y músicos con una mirada personal. Aunque era homosexual, se casó con la actriz Fania Marinoff, fue el albacea literario de Gertrude Stein, admiró mucho la obra poética de Langston Hughes (traducido en España por Maribel Cruzado, compañera y esposa de José María Conget y gran conocedora de la fotografía), y siempre se sintió atraído por los creadores negros, como le sucedía con el jazz y en especial con Billie Holiday, a quien retrató en varias ocasiones.

 

12/02/2011 01:50 Antón Castro Enlace permanente. Fotógrafos No hay comentarios. Comentar.

A LAS DOCE, COSTA EN BORRADORES

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Esta mañana a las doce de la mañana, en Aragón Televisión, se redifunde el programa ‘Borradores’ dedicado a Joaquín Costa. Invitados al plató: Ignacio Peiró, historiador y comisario de ‘Costa. El fabricante de ideas’; Juan Carlos Ara, profesor de literatura y editor de ‘Diarios’ de Costa; José Luis Cano, dibujante y escritor, autor de ‘Costa, el pundonoroso’, y Rafael Bardají, periodista y profesor, comisario de ‘Costa. El fabricante de ideas’. Vídeos: Eloy Fernández Clemente, Agustín Sánchez Vidal y evocación de Cheyne. Actuación musical de O’Carolan: tocan ‘Nota de paso’, ‘La taberna del holandés’ y ‘Rosariera’. El programa en su emisión el martes más allá de la medianoche tuvo un 5.5 de audiencia.

 

*Así vio Cano a Joaquín Costa para el libro 'Aragoneses ilustres, ilustrados e iluminados'. El nuevo libro de Cano ya está en las librerías. Ha quedado realmente bonito.

12/02/2011 09:46 Antón Castro Enlace permanente. Temas aragoneses No hay comentarios. Comentar.

MIGUEL HERNÁNDEZ, EDUARDO LOZANO Y LUIS DÍEZ: DEL ARTE

Voy a Zaragoza de exposiciones. Quería volver a ver la muestra sobre Miguel Hernández (el lunes grabamos un monográfico sobre el poeta y este proyecto, y el trabajo de El Silbo Vulnerado en 2010): está atestada de gente que se interna en un universo inesperado a través de la sugerencia, de la voz de Serrat, que suena suave, de los poemas visuales de una veintena de realizadores y de la puesta en escena que han concebido Agustín Sánchez Vidal, Paco Simón, Ana Marquesán y Arantza Pérez de Mezquía.

El itinerario de la muestra es esencialmente visual, poético y alegórico: desde el mundo del joven cabrero y ‘La palmera levantina’ hasta el final, ese poema del agua y de la cárcel, al que ha puesto imágenes José Luis Garci. En el recorrido hay de todo: la exuberancia del campo, los volcanes del amor, la presencia del cine, el mundo de las publicaciones, la relación entre cine y literatura; y casi al final ese montaje estupendo del tema que da título al segundo álbum de Serrat: ‘Hijo de la luz y de la sombra’. Hay personas que terminan el recorrido y vuelven a empezar. El espacio posee magia y Serrat, para evitar la contaminación acústica, parece cantar a media voz, como si nos susurrase al oído. Entre otras cosas, merece una atención especial ese tríptico del dolor, de la muerte, de la sangre derramada de Arantxa Pérez de Mezquía, que evoca por momentos el ‘Guernica’, la pintura de Antonio Saura y el arrebato del informalismo.

De ahí me voy a la sala Luzán. Si antes me había encontrado en el Levante con Félix Romeo y Lina Vila y José María Conget (a quien acaba de morírsele su hermana), en esta muestra –‘Naturaleza’ de Eduardo Lozano- me encontré con varios amigos, entre ellos con Pedro Andreu y con el propio pintor. Pepe Cerdá dice en el catálogo: “Eduardo Lozano es un pintor (…) Eduardo es un pintor porque ama la pintura. La ama tanto cuando está pintando como cuando la ve en cuadros de otros pintores de cualquier época”. El texto acaba siendo casi un autorretrato de Pepe Cerdá o un retrato conjunto de afinidades entre Eduardo y él. La muestra tiene cuadros de grandes formatos y una serie muy unitaria de paisajes. He aquí una lección de pintura: una lección de pintura en cuanto a vigor y energía expresiva, en cuanto a materia o sustancia expandida, en cuanto a composición, en cuanto a asunto o argumento mismo del cuadro, una lección de pintura que le exige una y otra vez al espectador que busque la posición idónea para contemplar los destellos, la untuosidad, el trampantojo del óleo.

Eduardo Lozano es un pintor de gesto, un pintor apasionado, un pintor torrencial, aunque luego sabe matizar el lienzo, dotarlo de profundidad y de misterio, vaciarlo en rotundidad y color. Y logra piezas extraordinarias: intensas, rugientes como la selva, majestuosas como las montañas que capta. Eduardo Lozano, por otra parte, es un pintor lírico: un observador de la naturaleza, un andarín de los bosques y de las crestas de las montañas, un pensador del paisaje. Por ello hay que asomarse a esta muestra: es la más importante en la carrera del joven pintor, nacido en Zaragoza en 1975, que tiene una técnica incuestionable: en cierto modo, Eduardo Lozano practica una pintura de vendaval. Enérgica. Bella. Envolvente. Incontenible. Llena de cicatrices, de heridas y de sugerencias.

Y de ahí, tras adquirir un catálogo que no incluye la pieza que más me gusta de la muestra (una especie de río que viaja encajonado entre murallas o umbrías de verdor, y esto es más una adivinación que una certidumbre), me fui al Cuarto Espacio, a ver la exposición de Luis Díez. Un pintor en busca de la consolidación: un pintor un tanto fronterizo que arranca de la ilustración y del cómic y busca su confirmación en la pintura. El proyecto se titua ‘El frío y el gran pez’, y es un trabajo temático sobre ‘Moby Dick’, una novela totalizadora de Herman Melville, que es todo un tratado de la complejidad de vivir, de sentir y de morir. El libro habla de la caza de las ballenas, de la persecución obstinada, de religión, de la búsqueda de uno mismo, y es también un viaje iniciático de Ismael en el Pequod, del capitán Ahab, del lector. Además de la pintura de Luis Díez, con algunas piezas muy bonitas, la muestra concluye con una especie de instalación o de escultura que representa a la ballena blanca en el último cuarto; al lado se ven distintos cuadros iluminados.

La muestra es deudora de las inquietudes de Luis Díez. El cómic, la ilustración, la pintura narrativa, la pintura pop-art en algún momento, la pintura expresionista alemana sobre todo, pero también se percibe con qué empeño ha trabajado Luis Díez, cuánto ha puesto de sí, cómo se ha desvivido, cuánto hay de él, de su misticismo, de sus obsesiones, de su indagación. Quizá algunos cuadros resulten a veces abigarrados, como llenos de cosas y de iconografía, pero se ve siempre el pulso, el talento, la fuerza del artista. Y hay una serie de siete desnudos donde vibran la sensualidad, la magia de los cuerpos y el enigma de la luz.

PEDRO RODRÍGUEZ ABAJO Y EL GOYA

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EL HOMBRE QUE AMABA LOS MONSTRUOS

Pedro Rodríguez Abajo, un bilbaíno formado en Zaragoza, opta esta noche al Goya de maquillaje y efectos especiales por ‘Balada triste de trompeta’.

 

«Mi trabajo, básicamente, consiste en realizar trucos, ya sea con muñecos, prótesis o cualquier tipo de artilugio, frente a la cámara con el fin de engañar al espectador. Utilizamos todo tipo de materiales. En prótesis para actores, usamos siliconas, espuma de látex, gelatina o resinas dentales; en escultura, hierro, madera, poliuretanos, resinas, barro o plastilina. Y en ’animatrónica’, equipos de radiocontrol, válvulas de aire, etcétera. Muchas veces, en un solo trabajo se puede ver una buena mezcla de todos los productos», dice Pedro Rodríguez Abajo, un bilbaíno que creció y se formó en Zaragoza y que aspira este próximo domingo al Goya de maquillaje y efectos especiales por ’Balada triste de trompeta’, de Álex de la Iglesia. Estudió en la Escuela de Bellas Artes de Zaragoza y aquí realizó su primera inmersión en el cine.

Pedro Rodríguez pertenece a esa generación de jóvenes que se educaron visualmente con ’La guerra de las galaxias’; aún recuerda cuánto le fascinó el ’making off’ que se emitió por televisión. A la par, con temor y perplejidad, veía los monstruos de la Universal: ’Frankestein’, ’El hombre lobo’ o ’Drácula’, y de ahí pasó al «género de terror contemporáneo: a películas como ’Evil Dead’, ’Reanimator’, las obras de George Romero, Darío Argento o Lucio Fulci. A finales de los 80 y principios de los 90, vacié literalmente todos los estantes de terror y ciencia ficción de los videoclubs de Zaragoza. Ha sido siempre una búsqueda continua».

Pedro se zambulló en el aprendizaje de técnicas y en el estudio y manejo de materiales de manera autodidacta, a través de revistas, libros y de investigación personal. Un día, como quien asiste a una revelación, dijo: «Quiero hacer monstruos». Así lo hizo: el ’hobby’ y la obsesión acabaron convirtiéndose en una profesión. Y no solo eso: Pedro quiso conocer mejor los procesos del cine y también se lanzó a la realización de cortometrajes, que eran «homenajes al cine y a la música que más me gustan: Russ Meyer, Gordon Lewis y, por supuest,o el rocanrol más salvaje. A mí me gusta el ’gore’ por el humor salvaje que conlleva. Me parece muy sano reírse absolutamente de todo y con todo. Hasta de lo más atroz».

Dispuesto a emprender la aventura en serio, se marchó a Madrid, trabajó de dependiente de un sex shop de sadomasoquismo, «por pura supervivencia», y un día recibió la llamada de Miguel Ángel Lamata para su debú en el cine con ’Una de zombis’. «Fue una experiencia estupenda y muy loca. Mi primera experiencia, y le estaré eternamente agradecido a Miguel Ángel por confiar en mí. Así pude empezar a darme a conocer».

En estas apareció Álex de la Iglesia. «Yo ya era muy fan de ’Acción mutante’ y ’El día de la bestia’ antes de conocerlo. Es de los pocos directores que en España apostó desde el principio por hacer un tipo de cine sin complejos respecto a la industria de fuera. Además es un gran fan, como yo, de ’La matanza de Texas’, y es un gran tipo». ’Balada triste de trompeta’, que opta a 15 premios Goyas, es algo especial en la carrera de Pedro Rodríguez. En la suya y en la de su socio Javier Hernández.

«Esta película fue brutalmente buena para nosotros, ja, ja. Generalmente, nuestros muñecos o monstruos permanecen un par de segundos o minutos en pantalla, pero aquí hemos podido mostrar los rostros de dos de los personajes principales transformados durante la mitad de la película. Algo muy poco habitual en España. Una gozada. ’Balada triste de trompeta’ es una película brutal y barroca -dice el maquillador-. El primer guión del director en solitario. Es Álex de la Iglesia al doscientos por cien. Muy disfrutable, por lo menos para mí».


Pedro parece no darle demasiada importancia a la nominación para los Goya, aunque la satisfacción debe ir por dentro. «Supongo que la candidatura es una oportunidad de que se conozca nuestro trabajo». Sigue muy vinculado con Zaragoza: «Aparte de tener a mi familia y a un buen puñado de buenos amigos y haber vivido en la ciudad una intensa y evocadora adolescencia, sigo en contacto con un montón de gente de aquí que trabaja en el cine», dice.



Pedro Rodríguez Abajo afirma que su receta de trabajo es sencilla: «Amar profundamente lo que más te gusta y ser consecuente con tus propias obsesiones. Ese es el lema». Ese amor, en su caso, parece llevar implícita una rareza o extravagancia: el consumo de novelas e historias de asesinos en serie... «Sí, viene todo en el mismo ’pack’. De Michael Myers a Manson hay un paso..., desde la barrera de la ficción, por supuesto».

 

 

13/02/2011 16:02 Antón Castro Enlace permanente. Artistas No hay comentarios. Comentar.

FERRER LERÍN: CUATRO POEMAS

 

Ofrecemos un frgmento de ‘Hiela sangre’, cuatro poemas de ese libro futuro de Francisco Ferrer Lerín, poeta que ganó el premio de la Crítica con su libro ’Fámulo’ (Tusquets, 2009). Ahora trabaja en este poemario, que también se publicará en Tusquets. Estos poemas han aparecido en la revista ’Suroeste’. Revistas de literaturas ibéricas’ que dirige, desde Badajoz, Antonio Sáez Delgado.

 

VARIA

 

 

 

Hélade fatal, hastiada,

llevas marca de futuro, señal

sobre la piel extendida, sobre la piel

tersa, brava, en el año

capital, cuando naciera el preboste

y aquel clérigo señor, autor

de obra menor

angustiada.

 

Qué común razón, martirio,

una porción de estiaje, campo de proporción,

natural pista de ondas,

electrónica ferial, gas de chimenea, cristo,

salimos a saludar, convencidos

de que el tiempo era este, que la esposa, la industria

del metal, la tarde,

culminaban un hecho

trascendental,

hipogrifo botocudo,

linfa astral.

 

Mostró el vidente las cartas,

laxas, apostilló,

es la harina salpicada, y el viento que hería el rostro, ese Potoc

que no habló, no habló muy alto, habló mal,

especialmente.

Cágney, Merlot, Cannavale,

nombres de amor, pasatiempos

de lo mejor de la finca. Grímbey,

Sesún, Iturralde,

cuánto dolor

dijo Cágney

y sí, mereció morir,

no nos quedaba ya aire

para tal espiritual

locuaz minoico albañal

ese dulce primordial

hojaldrada flor de lis.

 

 

A UN ALMA PRECORDIAL, ASESINADA

 

 

Japonesa

son tantas las cautelas y la previsión

de los hijos que

la escuela de poetas pobres y la lavandería

mecánica

adolecen estos días de crudo invierno

de los más indispensable enseres: aperos,

gasas, alcanfor en rama

y monumentales jaliscos.

 

 

¡Qué sumisión

a las normas establecidas! Guayaberas,

moriscos, hasta un terno fosco capihundido que el maestro

de ayuno

importó de las islas. Amo

en especial

aquellas tardes

de lectura, besos

de carmín a carmín, pintalabios, lápiz

de labios que, en nuestra lengua (tendida al fondo,

pacata)

son varias las acepciones

y las imágenes (hombreras

de plenilunio,

bombera,

pájaro carpintero,

dama de cobalto

en la cuna,

silenciada).

 

THEL 12   

 

El dominio donde reina la arcilla bajo forma de terror, donde

el contumaz gusano -esa gigantesca lombriz lobo- apabulla

el aire oculto, y la sombra del agua como ollar inmarcesible regenera

la voz de Aquel al final de la tarde. Esa cabeza débil

que no soporta ya el peso del fino insecto. Ese insobornable alférez

que fue a ocuparse de los muchos a su cargo. Esa misión:

oler sus ropajes lechosos entre las cuadernas rotas, entre

obra civil de manos sanguinolentas, adscritas 

a miembros activos de razas degeneradas. Sí,

aunque de porte exquisito, desconocen

cuál es la fecha de la composición del poema y no miden

la fugacidad de los jardines sin lápidas, el tamaño

de los frutos del olvido que comen los esclavos. No saben

cuál es el objetivo, no pueden

(sólo restan quince ejemplares del libro iluminado)

castigar a quien magulla los cuerpos seccionados, repiten

el nombre de origen oscuro que no debe mencionarse, llegan

al confín, a la puerta norte, a la imposible extensión

del llanto y la tristeza donde jamás se vertió aceite

sobre ellos, criaturas asociadas a la muerte, llameantes esculturas

de porte hospitalario.  

    

 

FUROR CENSAL

 

Este es el embustero que a veces imita el ladrido del perro.

Este es el rey de la leña podrida y de los huesos de médula atinada.

Esta es la madre de figura capciosa que mece imprecisa la impudente alimaña.

Esta es la mujer de facciones morenas que cruza ligera las colinas cansadas. 

 

 

Son cadáveres dispuestos al alba en atroces posturas,

reptantes longitudes que todo lo envenenan, valles asustados.

Padres convertidos en ogros de antro, septenarios ciegos,

parejas contrarias, visionarios pulcros en arte maduro,

reos aquejados de un rural siseo, cundió la costumbre de negar el uso

de suaves nodrizas, ¡serpientes, no hijos! proclamó el soldado,

taciturno hirsuto, mendigo de hierba que engrasa el ganado. 

 

 

Núbiles obreras, de hábil maleficio, quemaron el lienzo,

vieron al enano que modela el barro, a Cruel, a Guisado,

a Sesenta Inviernos, a las Pestilencia –cuñadas enormes-

y a las Moribundo –primas elocuentes- forzar la sintaxis

que inclusivas hordas –amazonas bulbos-

vierten en el Húmedo. Pasmada montura,

nadar nunca pudo.

 

*Todas las fotografías son de Xavier Miserachs. De algún modo, este espíritu está presente en el libro ’Familias como la mía’, que acaba de presentar el escritor. 

 

14/02/2011 12:29 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

POEMAS DE EDUARDO MARTÍNEZ CARNICER; FOTO: GABRIELA HERMAN

El poeta Eduardo Martínez Carnicer me envía algunos de sus poemas inéditos. Martínez Carnicer fue el ganador del premio de poesía de Benasque de 2010. Alterna la poesía y el verso y posee una personalidad acentuada: construye, posee un mundo, y a menudo es trangresor. Reside en Huesca. Las fotos son de Gabriela Herman.

 

Autorretrato de Gabriela.

 

PERFUMES

 

Aperece y desaparece

lejos de mi memoria

como una sirena errante.

Se esconde de mi lujuria

cual pez en celo.

Las páginas que desvela

son cachalotes de hielo

perfumes, pijamas, susurros

vientos del olvido.

La llave se la guarda

la cerradura se abre

en mis pesadillas

en su deseo frío

en países sin mapa

en la verdad de las mentiras.

 

 

VOCES 

 

En  las derrotas dulces

en perder por goleada

está el aprendizaje

el aroma de la vida.

 

Los hay que no aprenden

que se quedan en el patio

que fracasan en el intento.

 

En las derrotas dulces

saboreas la fruta madura

la voz de la experiencia

los dientes de azúcar.

 

 

 

BOLSILLOS

 

El cielo cerrado, los paraguas sin abrir

Un mendigo bosteza en un banco

Los atletas apuran las horas

En el parque una joven habla por el móvil

Imagina que por un día no sonaran los móviles

Imagina que nadie hablara solo por la calle

Dicen los psiquiatras que hablar solo no es de locos

Que sólo por hablar solo no estás loco

Se sabe que la locura se disimula

Un día sin móviles es un día de abstinencia

Un día con las manos en los bolsillos

Un día sin risas de una joven que pasea con el móvil

Un atardecer de primavera con el viento adormecido

Como el mendigo que bosteza en el banco

Con los paraguas cerrados, como los móviles

Un atardecer anodino y cansino

Con la lluvia demorada

De un mayo raro, susurrante

Sin móviles, con las manos en los bolsillos.

 

 

 

 

CRECER

La felicidad es un traje prestado

Una sombra alargada

Una gota para el sediento

La camisa azul y el vaquero desteñido

El bikini rosa de mi memoria

Una mano que se aproxima

Un pinchazo en la rutina

Una caricia a destiempo

Un susurro potente

Un beso inesperado

La página menos leída

La voz que me guía

Manantial de somníferos

Amapola ondulada que crece

Nenúfares

Recuerdos.

 

 

SU DINERO, GRACIAS

Les sienta mal el cajero

A los pobres

A las prisas

¿A los poetas?

Cuando tecleas el Pin

La cámara te vigila

Flotas como un astronauta

Desconfías del pestillo

Los segundos se alargan

Espere, por favor

No olvide su tarjeta

No olvide su dinero

Vuelva cuando quiera

Deseas arrugar los billetes

Te apetece contestarle al cajero

Dejar tu voz donde duermen los mendigos.

 

DIENTES DE AZÚCAR

 

Despierto entre susurros, rodeado de sombras. Las voces que me acompañan proceden del pasado, de un tiempo no vivido. Escenas poliédricas, capítulos por desvelar. En un bosque sinuoso se refleja mi trasunto, los fantasmas que me pueblan. Caricaturas del futuro, esfinges. Prismas sin aristas, esferas irreales, monstruos por descubrir. Destellos de luz en un espacio opresivo. Un niño juega en el patio. Un patio oscuro, la aurora de un día nublado. Una primavera de tormenta, un salón de lámparas fundidas, un beso robado, la estufa apagada, la tele gigante. Dolor de dientes, la anestesia, las pastillas, el flemón, la beldad del dolor. El bosque me espera. La noche está por llegar.     

UNA HISTORIA SENCILLA

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Amor

 

Anteayer volvía hacia casa bajo una niebla londinense. En la plaza de Aragón me encontré con un viejo amigo, uno de esos seres afectuosos que ignoran el resentimiento y que buscan a cada instante el brillo y la alegría de la felicidad. JMG ha sufrido uno de esos tragos terribles que, a menudo, te obliga a beber la vida: perdió a la mujer de su vida, a la madre de sus dos hijos. Ella había lo había sido todo: la compañera, la luz, el esfuerzo, la delicadeza, la criatura pugnaz que ordena el mundo y sus circunstancias sin estridencia, hasta tal punto que él no recordaba siquiera cuándo se había comprado un pantalón. Siempre lo hacía ella: vivía para él, para los hijos, para su trabajo, para el círculo de amistades, con ese don inefable que poseen muchas mujeres y que les permite multiplicarse a su antojo. A JMG lo que más le desesperaba era no era su propio dolor, el desamparo en el que se había quedado, la perplejidad de tantas noches de silencio, ni la reconstrucción de sí mismo a la que se veía abocado. No era eso. Lo que más le dolía era que ella, su mujer y su esperanza, no pudiese disfrutar de las pequeñas cosas que él ve en su derredor: el afán de los hijos, su buen rendimiento en los estudios, la serenidad y la madurez que han adquirido en medio de la pérdida. JMG me dijo: “Es que todo esto es lo que ha ella había construido, lo que había estado haciendo casi sin que yo me diese cuenta”. JMG, además, es cinéfilo y en una noche como ésta también le habría gustado compartir los Goyas y las risas con ella. Con Esperanza. Andaba yo buscando una historia de San Valentín y me pareció que mi 'distraído' amigo me traía una de las más conmovedoras y sencillas que se pueden contar.

 

*Este texto apareció el domingo en mi sección de Heraldo. Está dedicado a José María Gómez, 'Cuchi', y a su inolvidable compañera Esperanza Martín Tezanos. La foto es de Edouard Boubat. Me parece maravillosa.

HOY, BORRADORES DEDICA UN ESPECIAL A MIGUEL HERNÁNDEZ

El programa Borradores de Aragón Televisión dedica, esta medianoche, a las 0.30, un monográfico a la vida y obra de Miguel Hernández (1910-1942) con motivo de su reciente centenario y de la exposición ‘Hijo de la luz y de la sombra. Imágenes para un poeta’ que se exhibe en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza.

Joan Manuel Serrat, retratado en el Gran Hotel por Esther Casas.

 

Borradores ofrece una extensa entrevista con Joan Manuel Serrat, donde el cantante explica su pasión por el poeta alicantino, por qué le dedicó dos discos, uno en 1972 y otro en 2010, y cómo solicitó la colaboración de un puñado de cineastas para que animasen sus canciones y la poesía del escritor.

El caballito que aparece en el poema visual de Agustín Sánchez Vidal: ’Las abarcas desiertas’.

Agustín Sánchez Vidal, uno de los grandes expertos hernandianos, acude al plató y analiza la exposición, en la que se rinde un homenaje al cine, y repasa los hitos de la creación del autor ‘El rayo que no cesa’: su aprendizaje, su condición de poeta pastor, su paso por el catolicismo, bajo el influjo de Ramón Sijé, y su transformación en un poeta de exaltado amor y erotismo, y finalmente en un poeta de ideología comunista que aborda temas universales: el hambre, la muerte, la falta de libertad, la pérdida, la paternidad…

El caballito de la muestra, ante el mural de Arantza Pérez de Mezquía.

Además, Ana Marquesán, Arantza Pérez de Mezquía y Paco Simón explican cómo se ha concebido la exposición. Y José Luis García Sánchez, coordinador del trabajo de los cineastas, analiza la aportación cinematográfica y valora la actualidad del poeta que se arrastró por las cárceles del mundo hasta su fallecimiento en 1942, a los 31 años.

La actuación musical corre a cargo de El Silbo Vulnerado, formado por Carmen Orte y Luis Felipe Alegre, que realizaron varios montajes sobre la obra de Miguel Hernández, especialmente ‘Rayo, viento y ausencia’, que recoge tres aspectos claves como el amor y el erotismo, la guerra y la vecindad de la muerte. Luis y Carmen interpretan ‘Aceituneros’ (Andaluces de Jaén) y ‘Sepultura de la imaginación’.

El Silbo Vulnerado en ’Viento, rayo y ausencia’.

15/02/2011 09:22 Antón Castro Enlace permanente. Temas aragoneses No hay comentarios. Comentar.

MENCHU GUTIÉRREZ: VIVIR, SOÑAR, MEDITAR Y ESCRIBIR EN UN FARO

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[No conozco a Menchu Gutiérrez, narradora, poeta y traductora, aunque he leído sus libros. Son grandes construcciones de palabras, de observación y de intimidad. Tapices de luz y penumbra, fuegos oscuros, emanaciones de una región de sombras y de lucidez. Búsquedas. Pesquisas. Hechizos. Pienso por ejemplo en la enigmática ‘Disección de una tormenta’ o ‘Latente’, ambos en Siruela, libro que a veces me hacen pensar en los laberintos de la conciencia de Clarice Lispector. Ahora, Menchu Gutiérrez publica ‘El faro por dentro’, que contiene ese texto de evocación y despedida, la memoria de alguien que ha vivido una veintena de años en un faro del norte de España, y ‘Basenji’, que es otra historia con faro: la de un farero y su perro africano. Hace algunos años viajé a Santoña y otros lugares de Cantabria para escribir un guión cinematográfico para Antonio Gómez Olea. Hice una investigación de varios días, estuve en varios faros –en ‘Golpes de mar’ (Destino, 2006. La edición es inencontrable, se agotó y al sello de Planeta no le interesa reeditarlo) aparecen varios faros y un farero: Fuxán- y redacté un guión: ‘La muerte del farero’, que también tuvo otro título: ‘El pintor de sirenas’. Varios amigos me dijeron sin necesidad de sutileza alguna y con toda la razón del mundo: “Dedícate a otra cosa que el cine no es lo tuyo”. Siempre me han gustado mucho los faros y los fareros, acabo de escribir un nuevo cuento de un farero: brevísimo, como un par de folios; ya solo soy capaz de escribir un par de folios de ficción. Y ayer leí una entrevista de Ima Sanchís en la ‘La Vanguardia’ con Menchu Gutiérrez (Madrid, 1957). Me parece una entrevista preciosa: por la técnica y la sutileza de la periodista (que comparte la contra con Lluis Amiguet y Víctor Amela) y por las respuestas de Menchu Gutiérrez, que crea un cuento, que escribe un poema, que medita sobre la vida y sus misterios. Para mí gusto, una pieza inolvidable. Gracias a las dos: a Menchu y a Ima, esas mujeres a las que admiro y no conozco. Y a ‘La Vanguardia’ por seguir creyendo en la necesidad y el placer de publicar entrevistas estupendas en la contraportada.]

“VIVIR EN UN FARO ES COMO VIVIR

EN LAS ENTRAÑAS DE UN ANIMAL”

 

-Una entrevista de Ima Sanchís. La Vanguardia-.

 

TEMPLOS DE LUZ

No es fácil hablar con esta mujer acostumbrada al silencio, 20 años viviendo en un faro del norte de España imprimen carácter; sobre todo si ya vienes de otro faro todavía más aislado y tormentoso. Su marido es pintor y ambos decidieron convertirse en fareros, aislarse para crear. Fruto de esos años de introspección es su relato ’El faro por dentro’ (Siruela), donde desde el último día de su estancia reflexiona sobre lo sentido: "Muchas veces he tenido la secreta sensación de que el faro era un ser vivo, un animal inmovilizado por un hechizo (...) Otras veces, la torre se convertía en un templo consagrado a una realidad extraña, en la que la materia a la que se rendía culto era la luz". Por I. Sanchís.

 

IMMA SANCHÍS ENTREVISTA A MENCHU GUTIÉRREZ

Contra de ‘La Vanguardia’

[Tengo 53 años. Nací en Madrid y vivo en un pueblo de Santander. Estoy casada con un farero. Soy autodidacta y he hecho cosas muy variopintas. Abogo por una mayor transparencia política, porque hay muchos impedimentos para conocer lo que realmente importa. Soy atea.]

Durante 20 años he vivido en el vientre de un faro en la costa norte española... 

No debe de ser fácil...

No es el espacio idílico y romántico que nos llega a través de la literatura. 

¿Cómo es?

Nunca llegas a habitarlo del todo. Es fundamentalmente un espacio en el que se concentra mucha energía. 

¿Por qué cree eso?

A un faro es imposible no mirarlo de día o de noche, y a la vez él mismo irradia luz, así que parece que vivas en un lugar que es encrucijada de fuerzas. Es un espacio que no es inocente, y sobre todo creo que es arquetípico. 

¿Arquetipo de qué?

Para los marinos es como una iglesia, un faro te orienta y te guía, y con su morse luminoso parece que marque el tiempo. 

¿Ha cambiado su luz pero no su misterio?

Primero fue el fuego de leña; luego se prendieron hogueras de carbón, y los navegantes confundían su luz con la de las estrellas. Vino después la mecha con aceite. Y ahora, aunque lo que brille sea una bombilla, sientes la antigua presencia del fuego original. Y también es símbolo de turbulencias. 

¿Por qué?

Es imposible no asociarlo a tempestad, lo que hace también de él, un lugar complicado en el que vivir. 

¿Recuerda tempestades?

Muchas, pero al final te quedas con una tormenta que las representa a todas.  

¿A qué se parece un faro?

A un ser vivo. Cada vez que subía la escalera de caracol que lleva a la torre tenía esa extraña y secreta sensación de que caminaba por el interior de un animal, cada peldaño se correspondía con una vértebra. Y en lo alto de la torre, la luz, que es como un gran ojo.  

¿Un animal amigo?

Un animal extraño. Vivir dentro de un faro produce extrañeza.  

¿Veinte años de extrañeza?

Sí, siempre hay una nota extraña, en el interior de la casa se percibe el lucernario, en la noche ves como los haces barren el paisaje y tu ventana. A veces te sientes huésped, el faro te expulsa, y otras que formas parte de él. 

¿Pesa allí más la soledad?

Sí, el silencio, el aislamiento, aunque tengas teléfono y ADSL, y de repente el ruido inmenso del temporal. El faro favorece la introspección, la imaginación, y exacerba la sensibilidad. Se viven cosas muy bellas, hay días que la tormenta es un regalo, pero en los días que no estás sereno quieres huir.  

¿Ha pasado miedo?

Miedo físico no, pero sí miedo interior. El silencio extremo y el ruido extremo de la tempestad llevan a vivencias extremas, ponen un poco en riesgo tu integridad.  

A más de un farero se lo ha tragado el mar.

Hay una historia real de un ingeniero británico del siglo XIX que me impactó. Construyó un faro de roca, una linterna en medio del océano. Un temporal se llevó al faro y al farero. El ingeniero, muy disgustado, volvió a levantar otro faro, todavía más robusto.  

¿Se lo llevó el mar de nuevo?

Sí. Cuando lo construyó por tercera vez decidió irse él a vivir al faro con su mujer y sus hijas. El mar volvió a arrasar con todo.  

¿Qué anda usted buscando?

Yo quiero experimentar la escritura, y para la introspección los sentidos son muy importantes. Toda la información que recibimos es a través de ellos, y si hay algo que une a mis libros es la relación con ellos.  

Ha escrito usted sobre el deseo.

Sobre una mujer que realiza el acto sexual con la nieve, con la niebla, con la lluvia y con la luz del sol. Son otros planos de la realidad, ahí donde se mueve la literatura, entre la muerte, el sueño, la vigilia y esa cosa extraña que es la imaginación.  

¿Cómo hacer el amor con la niebla?

Requiere un abandono en distintos niveles de la realidad, necesitas que desaparezca el yo que te constriñe.  

También ha escrito sobre san Juan de la Cruz, ¿qué le ha enseñado?

Es la lectura que más me ha comunicado esa desaparición del yo. La mística es un viaje sin palabras. 

¿Un viaje hacia dónde?

Hacia la raíz de las raíces. 

... Y sobre el universo de la boca.

Sí: dientes, lengua, paladar, saliva y lo que se hace con la boca: la palabra, el beso, el sabor..., eran los protagonistas.  

¿Le cambió adentrarse en ese mundo?

A la boca nos lo llevamos todo, “se lo bebía con los ojos”, “ese niño es tan hermoso que me lo comería”. Parece que sólo haciendo digestión de las cosas las incorporamos verdaderamente.  

¿Qué ha aprendido de la vida?

La tolerancia. Creo que seguimos siendo muy misteriosos los unos para los otros, tenemos muchos pliegues, y la sinceridad es muy complicada para todos, incluso cuando creemos ser sinceros no lo somos.  

Autora de libros inquietantes, ¿qué le inquieta?

¡Hay tantas realidades invisibles! Conocemos sólo el cinco por ciento del universo, el resto es totalmente desconocido, y algo parecido ocurre aquí y ahora, en la vida cotidiana, hay tantas cosas que no comprendemos y que ni siquiera vemos.

 

*La fotografía de Menchu Gutiérrez es de Marc Arias, de ’La Vanguardia’.

15/02/2011 10:10 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

DANIEL GASCÓN, EN LA FNAC DE BARCELONA

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Esta tarde, en Barcelona, en la FNAC de L’Illa, se presenta el libro ‘La vida cotidiana’ (Ediciones Alfabia) de Daniel Gascón. Catorce cuentos sobre la vida, el amor, la pérdida, el suicidio, la traducción, etc. Lo acompañarán el editor de Alfabia, y los escritores Llúcia Ramis e Ignacio Martínez de Pisón.

 

*La fotografía es de Pippi Tetley.

15/02/2011 10:44 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

ADIÓS A LA ESCRITORA LUISA GÓMEZ

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Ayer recibí esta carta de la editora Trinidad Ruiz-Marcellán.

Nuestra LUISA GÓMEZ, Poeta Yin*, (narradora y novelista)  fallecía ayer por la tarde -víspera del nacimiento de Bécquer, hace 175 años-

Siguiendo sus pasos, vino a vivir al Moncayo hace más de una década.

Ha vivido y ha muerto con toda la pasión, hasta el imposible. Hasta el límite. Hasta traspasar el todo hacia la nada.

RETRATO

(Tomado de la página de Olifante)

Entre mar y tierra, Luisa Gómez Gascón (Zaragoza, 1961), comenzó a escribir historias desde muy niña. Hija de ferroviario, vivió su infancia y su adolescencia recorriendo la geografía peninsular, entre Zaragoza, Madrid y Almería. Más tarde, regresó a su añorado Aragón natal para buscar esas raíces perdidas entre sus gentes, sus pueblos y sus montañas. Actualmente, reside en un pequeño pueblo de las faldas del Moncayo donde trabaja como educadora ambiental. Ávida lectora de cuentos y poemas, buscadora incansable de paisajes y quimeras, viajera solitaria, que escucha de labios de pastores, campesinos, vagabundos y ancianos vivencias detenidas en el tiempo, Luisa escribe como si derramase historias de vidas reales sobre mundos ficticios, como un torrente de palabras cristalinas que recorren las montañas interiores del lector y, sin remedio, acaban habitándole.

Ha colaborado en diferentes diarios y revistas. Al pie del moncayo. Cuentos y leyendas es su primera obra publicada. Otras obras en espera de publicación son Cuentos tristes de los bajos fondos y el poemario Mandala de amor.

Esta estupenda foto de Veruela y el Moncayo es de Columna Villarroya.

 

(DE LO QUE AMÉ Y SE FUE) 

De lo que amé y se fue,

de lo que no ha de volver,

mana el dolor que me atenaza. 

Lo más difícil de soportar

no es la realidad sino la ausencia.

 Llevas el ruido del mar enredado entre tu pelo.

LUISA GÓMEZ (1961-2011)



EL SÁBADO, EN LA CAMPANA: RECITAL CON J. BERGES, O. BERNAD Y YO

Invitado por Fernando Sarría, este sábado, a las 22 horas, participaré en un recital poético en La Campana de los Perdidos con la poeta y narradora Olga Bernad, que acaba de publicar su segundo poemario, ‘Nostalgia armada’ (Vela de Gavia. La isla de Siltolá, Sevilla, 2011), y por el guitarrista Jorge Berges. Yo leeré algunos poemas de ‘Vivir del aire’ (Olifante, 2010) y de mi nuevo libro, que sale estos días: ‘El paseo del ciclista’ (Olifante, 2011), un volumen en verso y prosa, de 26 poemas, que lleva prólogo de Miguel Mena y solapa de Manuel Pereira.

El acto se desarrollará en dos partes. Cada poeta lee durante quince minutos, toca Jorge Berges, vuelven a leer los poetas por el mismo espacio de tiempo, y concluye la noche el intérprete flamenco. Estáis todos invitados.

 

 

Uno de mis poemas favoritos del libro es este dedicado a la cantante, actriz y modelo Nico.

Lo cuelgo aquí con algunas fotos de ella.

 

VIDA, MÚSICA Y MUERTE DE NICO

 

 A Juanjo Blasco Panamá

Todo en ti, hermosa Christa, fue un constante enigma,

un subterfugio del dolor, de la luz y de la sombra.

Casi nadie sabe con certeza dónde naciste.

¿Fue en Colonia o en Budapest? ¿Fue en 1938 o en 1943?

Qué importa. La vida pronto te mostró sus escalofríos:

tu padre, el hombre que te contaba historias del tren

que cruzaba el bosque rumoroso de los cuentos de hadas,

falleció en un campo de exterminio. Ya vivías en Berlín.

En un viaje a Ibiza, años después, uno de tus amantes

decidió cambiarte el nombre: para él, y para todos,

serías siempre Nico. Nico, en homenaje a un fotógrafo:

el apasionado amor que tu amante había perdido.

Ya serías para siempre la bella Nico. La maldita.

La moderna que hacía pensar en Twiggy, en Jane Birkin

o incluso en Marianne Faithfull, mujeres de ardor

y arrojo que desordenan la furia del deseo.

Pronto te convertiste en una musa, como Edie Sedgwick.

Cantabas con una fría y metálica voz, acaso andrógina,

desfilabas como nadie con una elegancia antigua,

paseabas con misterio y asombro en La Dolce Vita

de Federico Fellini. En tu derredor se multiplicaban

las leyendas: le habías arrebatado el marido a Anouk Aimée,

habías vuelto loco a John Cale, a Gainsbourgh y a Andy Warhol,

y tu corazón se inflamaba de todas las drogas de la tierra.

A solas, cuando te abrazabas a tu querido armónium,

leías a Hölderlin, a Baudelaire, a Blake y a Coleridge:

tu música era como un canto medieval sacrílego

y tu alma se vaciaba en soledad y desamparo a cada hora

con aquellos versos tan tristes como tus venas.

Vivías en el arte, en la música, en el teatro, en la pasión.

En Nueva York tomaste clases con Lee Strasberg

y hechizaste a Bob Dylan, a Lou Reed y a tantos otros

 que escribieron para ti, como los chicos de la Velvet.

Cada uno de tus discos era más inquietante y sombrío:

te empeñabas en seguir todos los caminos de la derrota.

Las notas se encadenaban con un sarpullido de oscuridad.

Jugabas a ser una diosa imposible, una sacerdotisa lejana,

y a la vez, junto a Philippe Garrel, una poseída: dicen

que tomabais imágenes desde la cubierta de la Ópera Garnier.

Decían que capturabais los lamentos de la luna sobre París.

Luego, te marchaste a Ibiza, con tu hijo y casi en secreto.

Dijiste que Christian Aaron era hijo de Alain Delon

y de un pasado amor que dejó cicatrices en la sangre.

Tu último disco, ‘Camera Obscura’, tenía algo de responso

y de canto mortuorio de quien se despide del mundo.

¿Habías querido anticipar tu epitafio de exiliada en la tierra?

Y a la vez, con su perfecta tristeza, era una obra maestra.

Un día, mientras paseabas por la ciudad en bicicleta,

ocurrió aquello: se te paró el corazón y te desplomaste.

Tu cabeza se golpeó terriblemente contra el suelo.

Alguien te llevó al hospital: no acertaron con el diagnóstico,

ni era insolación ni el rescoldo de una noche de excesos.

Y al día siguiente fallecías de un derrame cerebral,

tú, Christa Päffgen, inolvidable Nico que jamás

quisiste renunciar a las sucesivas formas del luto.

 

Recuerdo cuando llegó la noticia a mi periódico,

El día de Aragón. Fue hacia las seis de la tarde.

El redactor musical dijo: “Nico, el animal más bello de la música,

el ángel terrible, la mujer fatal y provocadora, ha cantado

su última melodía”. Cogió el retrato tuyo que mandó

la agencia y lo rompió en dos mitades. Así saliste:

con el rostro y los ojos partidos, y el cabello muy rubio.

“Una caída de bicicleta pone fin al enigma de Nico”,

decía el titular. En letras más pequeñas se añadía:

“La cantante, modelo y actriz alemana murió en Ibiza

donde se había recluido con sus fantasmas”.

 

De ’El paseo en bicicleta’. Poemario de Antón Castro. Febrero de 2011. Olifante.

 

PATRICIA RODRIGO: ENTREVISTA A LA DIRECTORA DE LA GALERÍA ANTONIA PUYÓ

“Me gustan los artistas

que explican

nuestro tiempo”

 

La directora de la galería Antonia Puyó, mejor espacio expositivo de 2010 para la crítica especializada, explica el estado del arte en Zaragoza y Aragón, las aventuras que emprende a diario y su voluntad de apostar por los nuevos creadores

 

 

Patricia Rodrigo Puyó (Zaragoza, 1980) ha vivido cerca del arte desde muy niña. Iba con sus padres, José y Antonia, a ver exposiciones en España y en el extranjero de arte contemporáneo. Tenía aguante, curiosidad y “no solía quejarme”. Su recorrido fue el inverso al del espectador corriente: habituada a las tendencias modernas y a los artistas que exponían en la galería de sus padres, el arte clásico era como una revelación, un deslumbramiento y una asignatura pendiente. En el fondo sería la sensación de que no conocía en profundidad la historia del arte lo que decidió su destino: abandonó el sueño de convertirse en arquitecta, como su tío Antonio, para estudiar Historia del Arte. Desde 2005, con apenas 25 años, es la directora de la galería Antonia Puyó (Madre Sacramento 31), que acaba de recibir de la Asociación Aragonesa de Críticos de Arte el premio a la mejor sala de exposiciones de 2010 “por su
acrisolada trayectoria como galería de arte contemporáneo pero especialmente por la renovación generacional en su gestión y por su fuerte apuesta en favor de artistas jóvenes y de nuevos medios”.

¿Por qué quería ser arquitecta?

Porque me gustaba mucho el mundo de mi tío. Siempre rodeado de planos y dibujos y de fotos de edificios. Colaboró un tiempo con el arquitecto José Manuel Pérez Latorre. Y por otra parte estaba mi padre, que era interiorista y decorador, y se quedó Moldurarte; acabaría convirtiéndose en galerista con mi madre en 1990. Y claro, a partir de entonces fue entrándome el gusanillo.

¿No todo en su vida sería arte contemporáneo?

En absoluto. He pasado veranos inolvidables en Ansó, donde disfrutaba del río y de las montañas, allí conocí a mis mejores amigos. Lo más fascinante puede ser una niñez de pueblo y yo la tuve. Ansó está muy vinculado al traje regional y nosotros tenemos una antepasada, Pascuala Mendiara, que fue modelo de los pintores Sorolla y de Zuloaga, y de fotógrafos como Ortiz Echagüe o Ricardo Compairé. Además, jugué mucho al baloncesto: tanto en Zaragoza, especialmente en el Casablanca, como en Segovia. Estuve un mes en Estados Unidos, tenía 17 años, me vieron jugar y me ofrecieron pagarme los estudios, pero al final me dio miedo.

En esos primeros años de la galería, ¿tuvo usted relación con los artistas?

Especialmente con Andrés Nagel, que exponía mucho con mi madre y con Maike Azurmendi, que coordinaba la galería. Hice un trabajo de fin de carrera sobre él: era el diálogo de una estudiante con un artista empeñada en desmontar lugares comunes. Nagel decía que siempre que leía las críticas que le hacían tenía la sensación de que hablaban de otro. Y ahí borrábamos su imagen de ‘artista maldito’. También conocí al escultor Miquel Navarro: estuve en su estudio de Mistela y compartimos muchas noches cuando yo era adolescente. Y a muchos otros, en Arco, que siempre ha sido muy importante para mí.

¿Por qué?

Me gustaba mucho. Iba siempre. Era como mi período especial de prácticas artísticas. Siempre me reservaba esos días. Estaba en la galería, como ayudante y como observadora, y veía lo que ocurría. Antonia Puyó acudió a Arco durante diez años. Arco era y es un escaparate: tenías la oportunidad de ver en unos pocos días el arte de todo el mundo. Con todas estas incitaciones, era lógico que estudiase Historia del Arte. Lo decidí el último año de instituto, en 1997. Cuando se lo dije a mis padres, me dijeron: “Pero, ¿qué carrera es esa? Eso ya lo tienes en casa. Elige otra cosa”. Entendí que me faltaba base, información, que había un vacío importante, y me fui a estudiar a la carrera a Segovia. Recuerdo que había cuatro modalidades: Restauración, Conservación, Investigación y Difusión. Yo me incliné por esta, que comprendía Museología, Crítica de Arte y Nuevos soportes.

¿Qué significó Segovia en su vida?

Significó la libertad, jugué al baloncesto con el Caja Segovia en Primera y en Primera B. Tenía un museo estupendo, el de Esteban Vicente, donde podía ver muy buenas exposiciones, y estaba muy cerca de Madrid. Al menos una vez al mes me iba al Reina Sofía y a distintas galerías de arte contemporáneo y emergente. Al acabar realicé un máster de la Complutense, de museografía y diseño de exposiciones, entre otras cosas porque soñaba con trabajar algún día en el Museo Reina Sofía. Lo hice gracias al máster durante seis meses.

No está mal. La cosa prometía.

Me lo pasé muy bien. Aprendí muchísimo. Y colaboré muy en una exposición del centenario de Cervantes: ‘Las tres dimensiones del Quijote’. Operaba en tareas de organización y coordinación, en la recepción de obras, en las relaciones con museos y galerías, en la preparación de seguros. Allí me enteré de que muchos museos que dejaban sus obras las envían tuteladas por un restaurador o conservador. Me lo tomé con tanto cariño que una de mis jefas me dijo: “¡No quiero pensar cómo lo harás el día que trabajes de verdad!”.

Todo un piropo. ¿Qué ocurrió luego?

De repente, recibí una llamada de Antonia Puyó, mi madre. Me dijo que se estaba planteando cerrar la galería y que necesitaba mi ayuda para devolver todas las piezas. A la vez, había salido una posibilidad de quedarme en el Reina Sofía. Cuando vine aquí, mi madre me propuso que llevase yo la galería. Me quería pasar el testigo; de lo contrario cerraba. Yo era algo que contemplaba, claro, pero a largo plazo: tenía que aprender, vivir, viajar. Cuando regresé a Madrid se lo comenté a mis compañeros del Reina Sofía.

¿Qué le dijeron?

Que no podía renunciar. Que ese era el sueño de alguien que ame el arte: elegir a los artistas y difundir su obra, preparar las exposiciones, programar, tener una galería propia. Me decía que era la oportunidad de mi vida.

¿Cómo llegó a Zaragoza?

Fue en 2005 y vine muy ilusionada. Teníamos la Exposición Internacional en puertas y eso también abría perspectivas nuevas. Recuerdo que por entonces también se abrieron nuevas galerías.

¿Se confirmaron las expectativas en 2008?

El arte en la Expo-2008 fue lo peor. O de lo peor. Todo fue de poco nivel, incluso las piezas de la ribera, sean o no de artistas importantes, son interesantes, pero de nivel medio. La política de exposiciones en el recinto dejó mucho que desear, no hubo una auténtica apuesta por el arte contemporáneo, salvo excepciones, pocas. No hubo un proyecto artístico. O si lo hubo, se desinfló pronto y ese evento tan importante no nos permitió colocarnos en ningún sitio. Sin embargo, la Expo fue muy importante: cambiaron las riberas del Ebro y a mí me encantó redescubrir un río que siempre me ha encantado, que siento muy mío y muy nuestro. Me gusta mucho Zaragoza.

¿Y ahora, cómo le va? ¿Se puede vivir solo del arte?

Es muy complicado vivir solo de las ventas. Es casi imposible, al menos para nosotros. La galería Antonia Puyó, que hace unas seis exposiciones al año, tiene una tienda de enmarcación, redacta informes museográficos, realiza estands y vitrinas de feria o de exposición, realiza montajes, hacemos diseños museográficos. Aragón está lleno de museos y de centros  de interpretación. Y además hacemos muchas exposiciones, casi todas de La Caixa.

Por ejemplo, ¿cuántos visitantes suelen acudir a su galería? ¿Cuántos cuadros se pueden vender al año?

Descontado el día de la inauguración, nosotros recibimos alrededor de 200 personas por exposición. En algunas hay más visitantes, sobre todo si es aragonés o un consagrado. Y luego hemos notado mucho que coincidieron cerrados, durante un tiempo, el Paraninfo y el Museo Pablo Serrano, digamos que nosotros formamos parte de ese circuito. Si las cosas van bien, podríamos decir que vendemos unos treinta cuadros al año, con precios que pueden oscilar entre desde los 100 o 200 hasta los 6.000.

Todo el mundo dice que es un mal momento para las galerías.

Lo es. Para las galerías, para el arte contemporáneo y para muchas cosas. Pero yo sigo confiando en Zaragoza. Va todo más despacio con la crisis, la ciudad no acaba de dar ese cambio que necesita en materia de artes plásticas. Quizá los galeristas tengamos fama de ser un poco distantes, pero también ha llegado la hora de que la gente deje de tenerle miedo a una galería. En Zaragoza nos falta sensibilidad para el arte contemporáneo, siguen interesando mucho el paisaje y el costumbrismo, y bastante menos la abstracción. Zaragoza es una ciudad mermada por su política cultural, y espero que el Museo Pablo Serrano sea el estímulo que todos esperamos.

¿Le gusta el edificio?

Me encanta, sí. Me gusta la parte exterior, con ese color verde Insalud. Me gusta mucho que se hayan ampliado las salas de exposiciones temporales. Creo que va a costar ponerlo en marcha y me parece que tendrá que apostar por exposiciones de calidad que se mantengan un poco más de lo habitual.

¿Cuáles son las líneas maestras de Antonia Puyó?

Nos interesa mucho el arte que se hace ahora, el arte actual y emergente, nos interesa mostrar lo que está pasando en el mundo con distintos artistas, estéticas y soportes. Me gustan los artistas que explican nuestro tiempo. Querríamos exponer obras que fueran iconos o reflejo de esta época de miseria, de prejuicios, de tensiones, de contradicciones, de lo rápido que va todo. Todas estas cosas las cuentan los artistas: unos narran o abordan la dureza con un envoltorio amable y otros son duros y cuentan cosas duras. Mi sueño sería poder vivir de la galería y que me acompañen los artistas por los que hemos apostado y por los que apostaré. Mi sueño sería que madurásemos juntos. 

 

*No he podido encontrar una foto más nítida de Patricia Rodrigo Puyó. Esta pertenece al archivo, en internet, de 'El periódico de Aragón'.

 

18/02/2011 11:42 Antón Castro Enlace permanente. Artistas No hay comentarios. Comentar.

POEMA PARA JUAN CARLOS MESTRE

SÍGUEME

A Juan Carlos Mestre 

Hay hombres que huyen de la tierra y vuelven a ella

como si estuvieran condenados al eterno retorno.

Llevan en su memoria y en su piel el rastro de la nieve,

la voz de los antepasados, el lamento de los bosques,

el aullido de los lobos, el paso decisivo del vendaval.

Llevan en la sangre un rumor antiguo de lluvia,

el temblor de los vientos y el vuelo de todos los pájaros

que nunca quisieron estar cautivos en el horizonte.

Hay hombres que se empapan de música, que tienen

en la mano el código de las estaciones, la ebriedad

de las miradas de las madres de luto en el campo.

Hay hombres que crecen y nunca dejan de ser niños,

hay niños que nunca dejan de ser ancianos o crisálidas

de un sueño de cristales, de musgos y de escarchas.

Hoy me he encontrado con uno de ellos: es un poeta,

un viajero, el peregrino que entretiene la tarde

con su acordeón, el contrabandista de delirios que lleva

en su cartera de cuero el estrépito de la utopía

y la colección de estilográficas de Rafael Pérez Estrada.

El rapsoda de sí mismo y de todos los espectros.

El brujo de una tribu imprecisa de labradores,

de buhoneros, de comerciantes y de huidos.

Hablo de un alquimista de vocablos, de un pintor

de curvas y colores que adormecen el fuego.

Cuando estás ante él, cuando lo escuchas presientes

que ya no eres dueño de tu vida ni de tus pasos.

Abre la boca y parece decirte: “Sígueme.

Crucemos el territorio milagroso de la poesía”.

 

 

*Estuve ayer, merced a la cordialidad de Ignacio Escuín y Almudena Vidorreta, con Antonio Méndez Rubio y con Juan Carlos Mestre, a quien admiro mucho desde hace años. Por la noche, me senté al ordenador y me salió este poema de homenaje al poeta leonés que acaba de estar casi un mes en la UCI tras un infarto. Juan Carlos y yo no nos habíamos visto nunca, pero teníamos muchos amigos comunes y algunas afinidades: Gamoneda, Francisco Pino, Xoán Abeleira, Rafael Pérez Estrada, Alexandra Domínguez, Antonio Pereira, etc. Este es un pequeño poema basado en alguien que podría parecerse a él.

LUIS ANTONIO PUENTE: UN SONETO A LUGO Y ÁLVARO CUNQUEIRO

Luis Antonio Puente, profesor y escritor, versificador y poeta, amante del lenguaje y de las bellas palabras con sentido, me envió hace algunas semanas este soneto dedicado a Lugo, con eco claro de Álvaro Cunqueiro, de quien se cumple este año el primer siglo de su nacimiento. Luis Antonio acaba de publicar ‘Desterrado de Cierzo’ (Mira editores).

 

 

 

 

LUGO POR DENTRO

 

Inscrita entre eucaliptus y penedo.

Aunque de espaldas a la mar salada,

marinera. Que flota en marejada

de nubarada celta en cielo acedo.

 

Zafarrancho ancestral-soturno y quedo-

a base de saudade y campanada

de sede episcopal. Más la "Alborada

gallega" de morriñas: Mondoñedo...

 

Como Gerardo a Silos, llegué a ti.

Y me senté junto a Álvaro Cunqueiro, 

que lo tuve, y aún tengo, por rabí.

 

Compartiendo albariños y ribeiro,

juro que creo cierto lo que vi:

al Gran Hermano, muerto, en el cruceiro. 

 

                               Luis Antonio Puente 

 

18/02/2011 17:59 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

A LAS DOCE, BORRADORES EMITE EL MONOGRÁFICO DEDICADO A MIGUEL HERNÁNDEZ

 

Hoy sábado, a las doce de la mañana, se redifunde el programa Borradores de Aragón Televisión del monográfico dedicado a la vida y obra de Miguel Hernández (1910-1942) con motivo de su reciente centenario y de la exposición ‘Hijo de la luz y de la sombra. Imágenes para un poeta’ que se exhibe en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza. Intervienen por este orden: Luis Felipe Alegre y Carmen Orte, que cantan ‘Andaluces de Jaéns’ y luego ‘Sepultura de la imaginación’ para cerrar el programa; se ofrece un reportaje sobre la exposición del Paraninfo, explicada por Ana Marquesán, Arantza Pérez de Mezquía y Paco Simón, diseñadores y coordinadores del proyecto, y luego ya se emite la extensa entrevista con Joan Manuel Serrat, de unos 19 minutos, donde habla de todo: del poeta, de sus canciones, del disco, de los poemas visuales. Agustín Sánchez Vidal analiza la muestra, su relación con el cine y las claves de la obra de Miguel Hernández, y finalmente José Luis García Sánchez explica las claves de los 20 poemas visuales de cineastas como Isabel Coixet, Pedro Olea, Gutiérrez Aragón, Pere Portabella, Agustín Sánchez Vidal (vemos un largo fragmento de su clip ‘Las abarcas desiertas’, David Trueba, Jaime Chávarri… Si el pasado martes no pudisteis ver el programa, os lo recomiendo: hay muchas imágenes, cariño, poesía, canciones…

 

*Miguel Hernández y Josefina en la huerta; Joan Manuel presentando el disco 'Hijo de la luz y de la sombra' y Josefina, en uno de sus mejores retratos.

19/02/2011 01:19 Antón Castro Enlace permanente. Artistas No hay comentarios. Comentar.

POEMAS DE RAMÓN GARCÍA MATEOS

[Esta costumbre mía…] 

  

Esta costumbre mía de contemplar las cosas con las mismas palabras con que otros las miraron

me empuja inevitable a transformar mis ojos, confundidos y húmedos, en voces revividas desde un endecasílabo o en páginas de un libro           que duerme en mi regazo.

Yo miro con palabras, reconozco en sus sílabas ciudades y paisajes, descubro nuevamente lo que ya conocía:

 

 

1

 

Por Zamora y sus puentes anduve enamorado, con Blas de Otero a solas, por la puente de piedra, embebidos de noche, silenciosos los dos;

con el Duero a la espalda, su susurro de agua como un romance viejo, por callejas que guardan resonancias y ecos de traiciones ocultas, el sueño comunero de un clérigo rebelde, el agrio desengaño de las horas marchitas,

por esas calles quietas caminamos sin prisa, redoblando el instante, el sabor de un cigarro, Orio y Guetaria y ya

la galerna está lejos,

a la cita prevista, al encuentro con Claudio en un bar en penumbra, media azumbre de vino y de nuevo andariegos a la vela en Zamora:

las iglesias que encienden nuestro asombro nocturno, las plazuelas en sombra, palabras que entretejen un claro resplandor,

la llama que bendice la imagen que ahora veo, con el Duero a la espalda, otra vez deslumbrado, imagen de una imagen, esfera, espuma blanca, matriz de la ceniza, los puentes de Zamora y el don de la ebriedad.

 

 

 

2

 

Yo vi Roma a la luz de la luna de enero, desde aquella colina, mirador

de sus ojos, contemplé mi fracaso en la ciudad que duerme bajo una cripta límpida de pórfido y engaño,

Roma, peligro impío para juglares nómadas, cristal en que espejean los últimos naufragios, el dolor de estos versos, la claridad y el cielo,

Roma con Rafael y el barrio del Trastévere, camino junto al Tíber, imposible seguir tus pasos sin esbozo, imposible aprehender el vaho de la alquitara, sólo gotas de ausencia, sólo espectros del agua,

yo vi Roma en los pies desgastados de Pedro, sin barco y sin contorno, besos como mordiscos sobre la piedra en ruinas,

Roma por el orgullo de tu cabeza cana,

Roma para mi llanto,

Roma donde dormitan saetas herrumbrosas,

Roma en un espejismo que Mestre dibujara en la tumba de Keats,

así te veo, con la luna más clara, así te nombro, Roma, donde tú no estuvieras, donde yo nunca estuve, desde su voz mis ojos contemplan tus secretos, te busco y tú no estás, te busco peregrino y en Roma no te hallas,

Roma, Roma callada, te rondan las ausencias de aquellos que te amaron,

Roma, filtro de amor y prenda de todas las mentiras,

Roma, filtro de amor y prenda de todas las promesas.

 

 

 

3

 

Fue para mí La Habana un sueño adolescente, con su nombre enhebrado a mitos y delirios que aún vagan en la noche por todos sus rincones,

un sueño era La Habana, ay, Cuba, junto al mar, el mar de la bahía rozando el malecón, palabras que acarician al aire de un requiebro,

a donde yo llegué con el gordo Lezama una dulce mañana de guayaba y abril:

azul en los balcones y allá, en la ciudad vieja, el tiempo suspendido y la Prieta Mamey por la Plaza de Armas, las sierpes gongorinas, la papaya innombrable, ancianos que conjuran la muerte con palabras, azúcar y toronjas, almizcle y ron de caña.

Fue para mí La Habana recorrer El Vedado y acercarme después a la Casa de América,

con la fiel compañía de un gato enamorado, mitad cubano y vasco y mitad catalán,

un gato por sus salas, con Marcia y con Haydée, un gato perezoso entre hermosas muchachas,

cuando todo era aurora, cuando todo era mayo, cuando todo era un beso con pintura de añil.

Habana al mediodía clavada en mi memoria, a punto del derrumbe, orgullo en la camisa guajira de un poeta que fuma adormecido de espaldas a Florida,

Habana sin remedio y el hotel Inglaterra,

un café entre las manos con Nancy Morejón en la arista de un verso,

Habana por mis venas, para el pesar morfina,

ciudad donde la piel se vuelve cataclismo,

ciudad trigueña y huérfana, los muslos de azabache ciñendo mi cintura,

ciudad para el retorno,

ciudad donde es posible morir a media luz.

 

 

 

Esta costumbre mía de contemplar las cosas con las mismas palabras con que otros las miraron,

de vivir a la sombra de música y palabras:

Buenos Aires, Cortázar y París en otoño, un palo y una soga con Vallejo en un jueves de lluvia atormentado; Federico y Granada: Guillén y Carvajal jugándose los ases del aroma; don Antonio en Segovia, Ignacio en su taller; inocente Lisboa siempre en llamas, Torga y Pessoa: un ramo de cilantro; Salamanca y Fray Luis, los años ignorados que duermen en los claustros, Aníbal Núñez que arde en su triste mortaja… por dios, cuántas palabras bogando por mis ojos, ay, ay, cuántos silencios al borde de un poema,

yo miro con palabras, reconozco en sus sílabas ciudades y paisajes, descubro nuevamente lo que siempre he soñado, lo que ya       conocía, la herencia que me arroba, mi única riqueza, palabras y palabras, jardín y soledad, iglesia sin campanas.

 (De Morfina en el corazón, 2003)

 

 

[Adivinar el tiempo ya pasado…] 

 

 

El poeta no recuerda el pasado, lo anticipa.

Y no imagina el futuro, lo recuerda.

[Malversación de una cita de Carlos Fuentes]

 

 

Adivinar el tiempo ya pasado,

vislumbrar en palabras los recuerdos

como augurio del tiempo que vendrá.

Alba y premonición es la memoria.

 

El porvenir se extiende igual que un manto

bordado con agujas en pretérito.

Tejedor del futuro es el poema

remembrando palabras olvidadas.

 

Escribo con las voces de los muertos

y el eco de los años que he vivido.

Sobresalto y oráculo que dicta

 

esta crónica amarga del mañana.

Presiento lo que fui. Será ayer siempre.

De mi muerte aún tengo yo el recuerdo.

 

 

(De Como otros tienen una patria, 2007)

 

IV

El olor a jazmines de tu cuerpo,

cuando desnuda el alba los balcones

y la luz que amanece un nuevo día

aligera el rumor del desconsuelo,

acaricia la voz de la memoria

con el fuego sin fin de nuestros besos.

Y se inunda la luz de tu fragancia

y respiro tu olor, respiro y siento

el calor de tu cuerpo en mi costado:

de jazmín el aroma

en un ramo de mayo.

El olor a jazmín de madrugada,

tras la noche sellada por los besos,

se hace halo de amor entre mis manos

que transpira la esencia del deseo.

Se hace halo de amor, silencio y calma

—la pasión reverdece en el recuerdo—

y se expande de pronto al infinito,

a cielo y mar, a piedra y viento,

y es ya el olor de Dios,

presagio del misterio.

 

*Las fotos son de Laure Albin-Guillot. Nació en París en 1879 y falleció en 1962. Trabajó en moda y en desnudo femenino con una estética pictorialista. Uno de sus retratos más famosos fue el de Paul Valéry, realizado en 1940.

* El poeta, profesor (es uno de los grandes expertos en José Agustín Goytisolo) y rapsoda Ramón García Mateos, un salmantino afincado en Tarragona, publica una antología de su obra: ’Rumor de agua redonda’ (1998-2010) en la Diputación de Salamanca. Ramón y yo nos conocimos en Cuba en 1997 y realizamos una gira por Cienfuegos, Cumanayagua y La Habana, organizada por El Silbo Vulnerado. Fue un viaje inolvidable para mí. Gentilmente, me envía tres poemas de su nuevo libro.

Paul Valery, 1940.

 

 

 

DIEGO Y 'LAS BODAS DE ISABEL'

’Los Amantes de Teruel’ de Jorge Gay.

[Anoche, en compañía de Olga Bernad, el grupo Deep in Blue y Luis Felipe Alegre (que leyó dos poemas: ‘Vida de poeta’, dedicado a Mariano Esquillor, y ‘Una casa en venta’ de ‘El paseo en bicicleta’, que vi ayer unos minutos antes de empezar la lectura) participé en una lectura de poemas en La Campana de Los Perdidos. Mi gratitud a Fernando Sarría, Miguel Ángel Yusta, Manuel Forega y José Ángel Rodicio, entre otros, y a los asistentes. Quería haber leído este texto de ‘Vivir del aire’ en homenaje a ‘Las Bodas de Isabel’, pero al final se quedó en el tintero. Ayer, Miguel Mena realizó un estupendo programa desde Teruel en ‘A vivir Aragón’. Traigo aquí el texto que pongo en boca de un imaginario Diego de Marcilla. Hoy en mi sección ‘Cuentos de domingo’ de HERALDO le dedico otro texto a Isabel de Segura, otra Isabel imaginaria. Teruel ha sido muy importante en mi vida: he vivido más de una década en tierras turolenses y tengo dos hijos nacidos en el Bajo Aragón y el Maestrazgo]

 

 

LOS AMANTES DE TERUEL / 2

 

Ni yo mismo sé si he existido alguna vez en el siglo XIII o si he sido un milagro de la literatura. En cualquier caso me gusta mi nombre, Diego de Marcilla, amplificado en la leyenda del tiempo, modelo de amante loco de amor, caballero esforzado en pos de una quimera por aquí y por allá, en batallas y tareas, a lomos del caballo. He soñado, más allá de la muerte, con Isabel de Segura: la he visto en sueños y pesadillas, la he deseado, he sentido su piel de cereza, la he percibido junto a mí transformada en piedra y olvido. Año a año, siglo tras siglo, he visto cómo nuestra aciaga historia pasaba a los libros, a las corrientes de aire, escalaba las torres mudéjares como un gran pájaro de pena. Decir Teruel era decir Isabel y Diego, decir Teruel era pensar en nuestra pasión imposible, decir Teruel era como refundar una ciudad mudéjar para el amor nuevo e inmortal. Desde hace unos años, soy una sombra feliz, un ardoroso espectro: resucito, adquiero distintas formas, asumo cuerpos ajenos y jóvenes, y avanzo por la ciudad, entre estandartes y la multitud dichosa. Al final de la algazara, cierro los ojos y noto el aliento de tantas mujeres que amo y he amado, esas mujeres que han sido y serán Isabel hasta el fin de los tiempos. Cierro los ojos y espero esa boca, ese beso definitivo que justifica cada una de mis metamorfosis.

 

De ‘Vivir del aire’ (Olifante, La Casa del Poeta, 2010).

’Los Amantes de Teruel’ de Muñoz Degrain.

20/02/2011 02:27 Antón Castro Enlace permanente. Artistas No hay comentarios. Comentar.

EUGENIO RECUENCO: UN FOTÓGRAFO DE CUENTO DE HADAS

 

Uno de los fotógrafos más sugerentes, cinematográficos, oníricos y narrativos de la fotografía es el madrileño Eugenio Recuenco, maestro de la puesta en escena, de la sutileza, pictorialista. Todo un talento que realiza una obra que une el pop, el cómic, el cine, la literatura fantástica y los cuentos de hadas, entre otras disciplinas y estéticas. Trabaja en moda, publicidad y diseño. He aquí una pequeña muestra de sus trabajos.

EL AMOR, EL CINE, LA CAMPANA

Anoche, en La Campana de los Perdidos leí varios poemas que no han aparecido en libro. Uno de ellos es este, ‘Versión original’, que publicó Amalia Iglesias en el ABCD Cultural y que está dedicado al escritor Félix Romeo y a la pintora Lina Vila. Forma parte de un libro de amor, por ahora en prosa, que estoy escribiendo. Me gusta mucho la imagen de https://antoncastro.blogia.com/upload/externo-0e02e91124fc43d13db9771b7f95476a.jpg. Y también he pensado que que esta ilustración de ‘Cinema Paradiso’ (1988) de Giuseppe Tornatore -con Philipe Noiret (en el papel del proyeccionista Alfredo) y Salvatore Cascio (como el niño Totó, futuro director de cine)- se ajustaba bien a la idea. La he tomado de aquí: http://4.bp.blogspot.com 

 

 

VERSIÓN ORIGINAL

A Lina Vila y Félix Romeo 

 

Tengo un sueño: quiero montar un cine de versión original. Un cine donde se escuchen todos los idiomas del planeta. Un cine para soñar con todos los soñadores de la tierra. Así lo veo: tapizado de rojo, íntimo como la oscuridad, con una indeleble mancha de luz al fondo. Quiero montar un cine en versión original. Me imagino los carteles, las películas, los programas de mano con su vocabulario de letras y espectros. Imagino el público que llega a las tres o cuatro sesiones. La pantalla será como un oratorio pagano, o un río de vida, o un torbellino incesante de besos y de imágenes. Lo estoy viendo: cómo se besa en chino, en polaco, en francés, cómo se cuentan los cuentos y las pesadillas. ¿Quién huye por el bosque tras un crimen inesperado y sale a la playa de los últimos naufragios? Estoy oyendo las voces, las palabras con su extraña música universal, todas las melodías del alma. Cuando llegue el fin de la noche, allí estaremos tú y yo, a solas en la sala. Tendidos sobre las butacas, sobre el rojo oscuro de la satisfacción y la soledad más deseada, volveremos a poner la película. En ese momento, vueltos desenfreno y ternura, entretejidos en un plenilunio de sombras, seremos los protagonistas principales. Antes de volverme loco de amor o de irme de esta ciudad para siempre, quiero regalarte un cine de versión original. Será la mejor forma de decirte “te quiero” todos los días en cualquier lengua de la tierra.

 

20/02/2011 19:55 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

EL TALENTO Y LA VOZ DE JOSÉ OTO

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Una de las secciones más seguidas del suplemento ‘Artes & Letras’ de Heraldo de Aragón de los jueves son los artículos de José Luis Melero. Recibe siempre muchas felicitaciones y llamadas, muchas atenciones y cariño por doquier. De esas columnas, ‘Fábulas con libro’, ha nacido el volumen ‘La vida de los libros’ (Xordica). Publico aquí el último artículo, este recordatorio del cantante de jota José Oto.

 

JOSÉ OTO

Por José Luis Melero Rivas. De ’Fábulas con libro’ / Heraldo de Aragón

El próximo mes de abril se cumple el cincuentenario de la muerte de José Oto. Oto despierta interés por muchas cosas. En primer lugar, y sobre todo, porque ha sido el más grande cantador de jotas de la historia. Nadie cantó con su delicadeza, con su gusto extraordinario, con su fuerza y su bravura, que no eran nunca un valor en sí mismas, sino que él las ponía solo al servicio de las tonadas más valientes, de las más arriesgadas y comprometidas, de las que precisan ser cantadas de ese modo para llegar al corazón de todos. Por eso su interpretación de la fiera antigua, de la fiera zaragozana, no ha sido superada por nadie. Pero es que, además de haber sido el mejor, Oto es todo un personaje literario, un personaje de leyenda: murió a los 54 años, pobre, alcoholizado, en la Casa de Socorro, a donde lo había trasladado el doctor Ricardo Malumbres, que lo encontró casi agonizante en una humilde pensión de la calle San Blas. En realidad, bebió y se dejó morir por amor. Desde que su novia, la gran cantadora Felisa Galé, murió en 1948, Oto parece que fuera buscando la muerte. Ya no quería vivir y Oliván Bayle, que lo conoció casi desde niño, desde que Oto iba a aprender bandurria a la academia de música de don José Calabia, en la desaparecida calle de Escuelas Pías, escribió “que se dejó morir, que se quiso morir”. Lo amortajaron con traje aragonés y le pusieron “un pañuelo por la cara”, en recuerdo de la copla que tantas veces cantó. Su entierro ha sido tal vez el más multitudinario de los que se recuerdan en Zaragoza. Dicen que más de cien mil personas acompañaron el féretro hasta Torrero y en la Plaza de España, en medio de un silencio estremecedor, se escucharon tres de sus estilos más característicos, entre ellos, desde luego, su fiera incomparable. Yo tengo una preciosa foto suya en el mejor rincón de mi casa y lo saludo con afecto todos los días. 

 

*Arriba un retrato de Felisa Galé y José Oto, el más conocido, reproducido aquí y allá (lo he tomado de la página de Rafael Castillejo), y un retrato de José Oto que tomo del blog de José Luis Cortés que reproduce, muy gentilmente, un extenso artículo que le dediqué en Heraldo a Oto y a su amada.

El blog es: http://madalenazaragoza.blogspot.com/2008/05/jos-oto.html 

                                                                                                        

20/02/2011 21:34 Antón Castro Enlace permanente. Músicos No hay comentarios. Comentar.

LA ISABEL FUTURA

[Casi todos los años escribo un artículo sobre Teruel y sobre ’Las bodas de Isabel’. Cuando era adolescente cayó en mis manos ’Los amantes de Teruel’ y por mitología personal, por residencia en tierras turolenses, se convirtió en uno de mis libros casi fetiches. Me gusta mucho toda la fiesta y esa idea de celebración del amor en Teruel. Aquí hablaría una joven que algún día encarnará a Isabel de Segura]

 

La Isabel futura

 

Casi no recuerdo cuando empezaron ‘Las Bodas de Isabel’. Juraría que a la vez que nacía yo. Teruel se transforma durante varios días en el escenario de los amores imposibles. Teruel es la ciudad de la pasión: como la Verona de Romeo y Julieta, como el París de Abelardo y Eloísa, como la Zaragoza de Pepe Garcés y Valentina. Es una ciudad recogida, pequeña, con miradores que se abren hacia todos los caminos y los mansuetos, hacia las olmedas, el lecho de los ríos y las veredas que escalan hacia las colinas. Teruel se acomoda a mis pasos: aquí todo está al alcance de la mano y del pie, a la distancia justa de un paseo en bicicleta. Y además tiene ese laberinto de callejas y la arquitectura mudéjar y modernista que definen su personalidad. Tengo muchos lugares favoritos: el parque y la escalinata del Óvalo, la explanada de la catedral, el Museo y ese balcón que desafía todos los tejados y las afiladas torres, la plaza de San Juan, el mausoleo de Los Amantes y el mural de Jorge Gay. Cuando me pongo a soñar, no necesito otra ciudad. Siempre imagino que un día, más temprano que tarde, recibiré yo ese beso mortal del infeliz enamorado Diego de Marcilla. Me tenderé con los ojos cerrados y el deseo intacto, estremecida por el remordimiento. Esta es la ciudad de la impaciencia y del delirio, y aquí todas las mujeres somos las nietas, las hijas y las herederas de Isabel de Segura, la dama vencida por el tiempo que sale a las calles para compartir su infortunio. Me tenderé sobre la piedra y anticiparé mi adiós antes de que me redima para siempre esa boca que arrastra mi boca y el cántico de la multitud: estos paisanos que celebran el amor y la muerte en el puro volcán de la fiesta.

 

*La fotografía no tiene nada que ver con Teruel, pero esta futura Isabel turolense seguro que también va en bicicleta como esta joven retratada por el norteamericano Garry Winogrand.

21/02/2011 09:11 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

ALBERTO GARCÍA-ALIX Y SU PARAÍSO

Cada vez me gusta más la obra, tan conocida y tan admirada, de Alberto García-Alix, con quien hablé una vez por teléfono durante su estancia en Albarracín, en el Seminario de Periodismo y Fotografía que organiza Gervasio Sánchez. Vi su exposición en el Reina Sofía y me gustó mucho: las fotos, el vídeo, los textos que le sugerían: casi una autobiografía de fotógrafo que ha vivido con intensidad, casi peligrosamente. Hoy presenta en Madrid su libro ‘Lo más cerca que estuve del paraíso’, que recoge tres lustros de vida, amor, amistad y fotografía en Formentera. El libro lo ha editado La Fábrica y esta foto se titula ‘Pamela como un mascarón de proa’ (2001). Un hermoso y vital desnudo lleno de sosiego, de belleza y de melancolía.

Otras fotos de la serie:

Este, el de arriba, es el motivo de portada del libro.

ISA MARCELLI: SUEÑOS Y RETRATOS

Hace unos días vi que La Vanguardia anunciaba, en una galería de Barcelona (Wandergalerie), la exposición de una fotógrafa argelina, nacida en Constantina en 1958: Isa Marcelli. Ha trabajado durante años como decoradora: de azulejos, de mobiliario; colabora con arquitectos y tiene un prestigio muy particular. Ha residido muchos años en Francia. Desde algo más de tres años se dedica a realizar fotos. Ha pasado de la fotografía digital a la analógica, un camino inverso al habitual. Hace poco confesaba que su gran maestro es Richard Avedon. Decía: “Todos los suyos son retratos del alma. Sin detalles añadidos, nos muestra la humanidad de la persona retratada.Un maestro». Sus fotos tienen un misterio especial: son sutiles, misteriosas, están hechas de muchas cosas. A veces parecen las fotos de una cabeza borradora: las fotos de un sonámbulo, los restos del enigma.

PREMIO TAURINO PARA 'SEVI' EN ARLES

El fotógrafo valenciano Antonio Bascón, Sevi, afincado desde hace años en Teruel y cámara de Aragón Televisión, ha sido el ganador, en la modalidad de fotografía, del II Concurso Internacional de Expresión Artística de Arles. El año pasado fue el fotógrafo invitado y este año ha sido el ganador del certamen. 'Sevi' me escribe y me dice "que se congregaron más de 400 personas para el evento -las jornadas taurinas que se celebraron en la Capilla Santa Ana- en el que se daba el mejor premio de escultura, pintura y fotografía. Como verás en las fotos, Teruel es muy importante en mis obras, porque sale Albarracín, Teruel, encierros de la sierra, etc." En escultura, venció Pedro Requejo Novoa, y en pintura Nathalie Sisco".

Con Antonio Bascón, 'Sevi', hicimos el pasado mes de octubre un programa especial de fotografía con Juan Manuel Castro Prieto, Cristina García Rodero, Emilio Morenati, Sandra Balsells, Mireia Sentís..., rodado íntegramente en Albarracín. La foto que cuelgo arriba, con la mancha de agua de su página web, fue portada de 'Artes & Letras'.


Sevi en el centro de la imagen: el fotógrafo salta al ruedo.

He aquí algunas de sus fotos:

GUILLERMO BUSUTIL, EN TROPO

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GUILLERMO BUSUTIL PUBLICA SU NUEVO LIBRO

DE RELATOS ‘VIDAS PROMETIDAS’ EN TROPO

 

La colección Voces de Tropo Editores tiene el enorme placer de incorporar a su catálogo la nueva obra del escritor granadino Guillermo Busutil, Vidas prometidas. Con una voz íntima e inconfundible, Busutil está considerado uno de los mejores narradores españoles de relatos breves. Vidas prometidas es su octavo libro, y en él se despliegan trece historias que hablan de promesas incumplidas y de obsesiones, de personajes que tratan de huir de una realidad defectuosa.

 

En el mundo de Busutil, cualquier lector puede reconocerse, porque sus vidas contienen todas las vidas a través de los pequeños detalles cotidianos que las hacen reconocibles: un par de zapatos, una receta de cocina, un día de lluvia, un trabajo que nos marca… Todo ello, envuelto en una prosa limpia, impecable, que atrapa desde la primera línea.

  

«En Guillermo Busutil el arte del cuento consiste en trazar la vida corriente y diaria como si fuese algo absolutamente fantástico y, en un mismo movimiento, sumergirse en lo fantástico como si fuese algo normal y cotidiano».

Justo Navarro, El Sur

«Los cuentos de Busutil nos descubren, sorprenden, enredan y convencen».

Javier Goñi, Babelia

 

SOBRE EL AUTOR

 

Guillermo Busutil (Granada, 1961) es escritor y periodista. Ha publicado los libros de relatos Los laberintos invisibles, Confesiones de un criminal, Individuos S.A., Marron Glacé, Drugstore, Nada sabe tan bien como la boca del verano y Moleskine. Asimismo, sus cuentos han sido antologados en algunas de las mejores compilaciones del género aparecidas en los últimos años en España, como Pequeñas resistencias, Relato español actual, Narrativa española contemporánea o Brèves. Anthologie nouvelles d’Espagne. Desde 2007 dirige la revista Mercurio, que publica en Sevilla la Fundación José Manuel Lara.

 

*Conozco a Guillermo Busutil y es un animal literario. Se percibe en su trabajo en ’Mercurio’, en prensa y, sobre todo, en su narrativa. Esta nota es del gabinete de prensa de Tropo que ahora coordina el periodista y narrador y bloguero Sergio del Molino.

22/02/2011 09:27 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

UN BORRADORES DE CINE, ARTE Y MÚSICA: TAPIA & CUELLO, SORIA, MAXI CAMPO...

El pianista Miguel Ángel Tapia y la soprano Estrella Cuello son los músicos invitados al programa Borradores de esta noche a las 0.30 en Aragón Televisión. Tapia alterna la interpretación con la dirección y gerencia del Auditorio de Zaragoza, y Estrella Cuello realiza conciertos, audiciones en Alemania e Italia y ha participado en numerosas óperas: interpretan fragmentos de ‘La Boheme’ de Puccini, ‘Summertime’ de Gerswhin y de la zarzuela ‘La revoltosa’.

 

Los otros invitados al plató son la realizadora Isabel Soria, que acaba de estrenar un corto, ‘La orquesta de las mariposas’, donde crea un cuento de hadas que tiene como protagonista a un director de orquesta encarnado por Paco Algora. Y también acuden al plató el realizador Maxi Campo y el escultor, pintor y ceramista Pedro Fuertes, para presentar otro corto, ‘Figura’, que cuenta la historia de dos hermanos que adoptan posturas diferentes en relación con la muerte de su abuelo, un artista importante, inspirado en el propio Fuertes. La película se ha rodado en 25 localizaciones diferentes, con una veintena de actores aragoneses; la música es de Marko Zaragoza que integró la banda Escorial Oriental.

 

Además, Borradores se completa con otros temas: emite un reportaje sobre el grupo de música antigua Los Músicos de su Alteza, que acaban de grabar a José de Nebra bajo la dirección de Luis Antonio González Marín; el joven artista Patricio García habla de su mural ‘Bosques oníricos’ que ha pintado en el espacio Tránsito del Centro de Historia, y el escritor Francisco López Serrano aborda dos de sus últimos títulos: los relatos de ‘Los hábitos del azar’ (Renacimiento. Premio Setenil 2010 al mejor libro de relatos del año) y el poemario ‘El último hombre sobre la tierra’ (Devenir. Premio Blas de Otero 2010).

XAVIER MISERACHS AL MACBA

 

La familia de Xavier Miserachs

cede 80.000 obras suyas al Macba

 

LA VANGUARDIA

Barcelona. (Redacción). - La familia del fotógrafo Xavier Miserachs ha cedido al MACBA 80.000 imágenes fotográficas: unas 60.000 en tiras de negativos y unas 20.000 en diapositivas o transparencias, así como 2.500 hojas de contacto, documentación administrativa y algunos cuadernos de notas.

Se trata de un acervo que recoge 44 años de actividad (de 1954 a 1998) y está estructurado en series que han dado lugar a algunos de los fotolibros más importantes de la historia de la fotografía en nuestro país: Barcelona blanc i negre, Costa Brava Show y Los cachorros, además de numerosos reportajes de viajes.

Con el objetivo de conservar, catalogar e investigar tan ingente cantidad de material, la familia Miserachs depositó el pasado 3 de febrero en el Museu d'Art Contemporani de Barcelona (MACBA) el archivo personal de Xavier Miserachs (Barcelona, 1937-1998), que es sin lugar a dudas uno de los grandes maestros de la fotografía española.

Todo ello se complementa con las hojas de contacto originales de Barcelona blanc i negre, que el fotógrafo regaló a la historiadora Maria Dolors Tapias en 1991 en agradecimiento a su colaboración en la ordenación de los negativos del archivo y que ella ha querido depositar también en el Museo a fin de que se integren en el resto de los materiales.

El depósito del Archivo Miserachs responde a uno de los objetivos del Centro de Estudios y Documentación del MACBA: conservar el patrimonio artístico del periodo de los años cincuenta y sesenta del siglo XX, época en que surgieron diversos focos de la vanguardia fotográfica en Catalunya y España.

El primer paso en esta labor lo constituyó la integración en sus fondos de los documentos personales del crítico de fotografía Josep Maria Casademont (Barcelona, 1928-1994), que fue precisamente el más destacado animador de la escena fotográfica barcelonesa de la época.

Casademont acuñó el concepto de «nueva vanguardia» en la fotografía española y dirigió la Sala Aixelà, que en 1959 dedicó una señalada exposición a Xavier Miserachs, Ricard Terré y Ramón Masats.

 

Xavier Miserach


Xavier Miserachs (Barcelona, 1937-1998) nació en Barcelona el 12 de julio de 1937. Hijo de Manuel Miserachs, médico hematólogo, y de Montserrat Ribalta, bibliotecaria, durante su adolescencia entró en contacto con la fotografía en el Institut Tècnic Eulàlia, junto a sus compañeros de estudios, los hermanos Ramon y Antoni Fabregat. En 1952 se hizo miembro de la Agrupació Fotogràfica de Catalunya, donde conoció a Oriol Maspons, con quien inició una amistad que duraría de por vida. En 1954, a la edad de diecisiete años, ganó el I Trofeu Luis Navarro, otorgado por el II Saló Nacional de Fotografia Moderna de la Agrupació Fotogràfica de Catalunya. Este mismo año inició los estudios de medicina, que abandonaría en el último curso para dedicarse plenamente a la fotografía.

En 1957 tuvo lugar la primera de las dos exposiciones —ya clásicas— que reunieron fotografías de Xavier Miserachs, Ricard Terré y Ramón Masats, que pudo verse en la Agrupació Fotogràfica de Catalunya en Barcelona, en la sede de AFAL en Almería y en la Real Sociedad Fotográfica de Madrid, espacios que articulaban los núcleos principales de la vanguardia fotográfica española de la época. Aquella primera exposición marcó el inicio de lo que el crítico barcelonés Josep Maria Casademont denominó la «nueva vanguardia» en la fotografía española. Dos años más tarde, en 1959, se presentaría la segunda exposición del trío Terré-Miserachs-Masats, en la recién inaugurada Sala Aixelà de Barcelona, dirigida por Casademont.

En 1961, tras finalizar el servicio militar, Miserachs creó su estudio profesional, desde el que alternó encargos como fotógrafo profesional con la realización de las fotografías que posteriormente darían lugar a sus emblemáticos fotolibros de la década de 1960: Barcelona blanc i negre (Aymà, 1964), Costa Brava Show (Kairós, 1966) y Los cachorros (Lumen, 1967), obras fundamentales de la vanguardia fotográfica española de la época.

Entre las influencias que mayor impacto tuvieron en su trabajo destacan la obra del fotógrafo William Klein y sus libros de ciudades, en particular el primero de ellos, dedicado a Nueva York y publicado en 1955. Asimismo, la exposición The Family of Man (1955) causó en Miserachs, al igual que en sus compañeros de generación, una honda impresión que resultaría determinante en la articulación de una poética neorrealista que representaba el tránsito de las clases populares hacia el nuevo entorno metropolitano.

Desde finales de los años sesenta del siglo XX, Miserachs fue ampliando su actividad como fotógrafo para incluir la publicidad, el reportaje y, en numerosas ocasiones, la fotografía editorial. A partir de 1966 empezó a viajar de forma constante, gracias a su trabajo como corresponsal para las publicaciones La Actualidad Española, Gaceta Ilustrada, La Vanguardia, Interviú y Triunfo. Con esta última firmó en 1968 un contrato anual de disponibilidad exclusiva, y en ella publicó reportajes como «París se pregunta: ¿es una revolución?», «De Nanterre a las barricadas», «La primavera en Praga», etcétera.

En 1969 fue cofundador y primer profesor de fotografía de la escuela Eina, y en 1970 su actividad se extendió puntualmente al cine: fue realizador y director de fotografía de dos películas underground, dirigidas por Enrique Vila-Matas y Emma Cohen, y ese mismo año dirigió y produjo el cortometraje Amén, historieta muda.

En los últimos años de su vida, Miserachs se interesó por la escritura y por dejar testimonio de su concepción de la fotografía, una concepción beligerante hacia lo que él entendía como la cultura fotográfica dominante y sus instituciones. En este sentido, destacan sus dos últimos libros, Fulls de contactes. Memòries (Edicions 62, 1998) y Criterio fotográfico (Omega, 1998), aparecidos el año de su muerte.

Xavier Miserachs falleció el 14 de agosto de 1998, a los 61 años, poco después de haber recibido, ese mismo año, la Creu de Sant Jordi de la Generalitat de Catalunya.

 

*Soy un incondicional desde hace años de Xavier Miserachs. Veo esta noticia en ‘La Vanguardia’ y la traigo a mi blog. Me encanta ver las fotos de este artista, igual que me sucede con Maspons, Terre, Colom, Pomés, Forcano, Branguli, etc., que son grandes reporteros, grandes artistas.

DANIEL NESQUENS: UNA ENTREVISTA

Daniel Nesquens (Zaragoza, 1967) es un incansable fabricante de ficciones. Un creador de personajes y de sueños y uno de los autores más prestigiosos de la literatura infantil y juvenil nacional. Publica tres álbumes: ‘Seis leones’, ‘Magia’ y, directamente en italiano, ‘Il regalo’, ilustrados por Alberto Gamón, Elisa Arguilé y Valerio Vidali.

 

Daniel Nesquens, retratado por Vicente Almazán.

 

“La ficción es más agradecida que el día a día”

 

“Uno nunca sabe cómo

se escriben los cuentos”

 

“La literatura no tiene límites,

es un terreno de conquista”

 

 

Sus cuentos tienen, cada vez más, una mayor intromisión de lo fantástico en la vida cotidiana. ¿Tiene la literatura límites para usted?

No, no tiene límites. Cada historia es un terreno nuevo que hay que conquistar. A veces, incluso lo consigues, pero sólo es una percepción visual.

¿Lo eligen a usted los temas o los elige? El circo, la magia, el viaje...

Quiero suponer que soy yo quien los elige, pero todos sabemos que es al revés. ¿El circo, por ejemplo? Siempre me han fascinado esas Repúblicas Independientes llamadas Circos. Estados de menos de 3.000 metros cuadrados donde todo es posible. Y, claro, está la película: ‘Freaks’.

Hablemos de ’Seis leones’ (Cidcli; México 2010), dibujado por Alberto Gamón. ¿Cómo nació ese cuento, a dónde quería llevar a esos animales?

Tal vez naciese en las Delicias, en uno de aquellos circos anónimos, cuando una tarde de primavera vi a un escuálido dromedario atado a un poste. Pobre, pensé. E ideé cambiar el dromedario por un león, siempre es más circense, siempre con esas melenas al viento.

Sus cuentos tienden a la circularidad: ’Seis leones’ se abre como se cierra. ¿Por qué?

El final es un problema, que se lo digan a Haruki Murakami. Llega el momento de acabar y tienes que ver qué es lo mejor para la historia. La circunferencia es un contorno perfecto de una superficie que podemos denominar historia.

¿Cómo define al ilustrador Alberto Gamón? ¿Cómo fue trabajar con él esta vez?

Trabajar con Alberto es muy fácil. Tienes el éxito asegurado. Gamón es un ilustrador excepcional. Inteligente, concienzudo, meticuloso. Apasionado por la ilustración. Tengo la suerte de trabajar con estupendos ilustradores.

También publica ’Magia’ (Thule; Barcelona, 2010), con ilustraciones de Elisa Arguilé. De entrada diríamos que es un libro que mezcla el embrujo de un regalo –“un maletín de magia. Negro, reluciente…”- y sus poderes.

El embrujo está en el protagonista, gracias a su imaginación desbordante todo es posible. No sé muy bien qué cuento quería hacer. Lo único que tenía claro era que lo debía ilustrar Elisa Arguilé. Luego ya fue cosa de mezclar magia, fabulación, deseo, amor, música, maestro…

Básicamente, podríamos decir que ‘Magia’ es un cuento de amor. El amor del tío hacia su novia, el amor del niño hacia esa mujer que aparece en una nube...

No sé si se puede decir mejor. Uno nunca sabe cómo se escriben los cuentos. No sé si hay recetas, si hay normas, si hay un límite de líneas, sé que hay que sentarse y ponerse a escribir. Y luego…

¿Qué ha aprendido de los niños y de la ficción tras alrededor de 50 libros a tus espaldas?

Que no hay dos niños iguales, tampoco dos niñas iguales. Excepción hecha de los gemelos, claro. Y de la ficción… que es más agradecida que el día a día, que la vida.

 

De nuevo, ha trabajado con Elisa Arguilé, Premio Nacional de Ilustración. Ella vuelve a reinventarse a sí misma. ¿Qué piensa de sus ilustraciones en blanco y azul?

Elisa es la mejor. ‘The best’. No hay nadie que esté a su altura. Es brillante. Y algo mucho mejor: independiente. Y las ilustraciones son fantásticas. Me pregunta esto y me imagino a Iker Casillas levantado este libro en vez del trofeo que nos dieron en Sudáfrica como campeones del mundo.

También ha publicado en italiano el álbum ‘Il regalo’ (Topipittori, Milán, 2010). ¿Cómo surgió el cuento y esa edición en italiano?

 La historia surge de manera espontánea, pensando qué regalo le podría hacer un niño a su padre. Un regalo que no fuesen una corbata, unos calcetines…

Pensé que sería estupendo que ilustrase la historia Valerio Vidali. Dijo que sí, y como es italiano él mismo contactó con la editorial.

¿Cómo ha evolucionado su concepción del humor y qué lugar ocupa en su obra?

Creo que mi idea sobre el humor no ha cambiado. Sí que me he dado cuenta que tal vez se podía escribir con algo menos de humor. Y me he puesto a ello.

Además, me ahorro esas caras que ponen algunos. Esas caras “¿y qué?”.

Se ha convertido en una figura fundamental en la literatura infantil y juvenil en España. ¿Cómo ve el género?

Me da a mí que no, pero… Como lector, como observador veo que se están haciendo unos libros estupendos. También los hay malos, claro. Sólo es cosa de buscar los buenos, de dejarse asesorar por los estupendos libreros/as que hay en la ciudad.

¿Cómo alimenta su imaginación?

Supongo que de todo un poco.

 

 

23/02/2011 09:31 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

ENTREVISTA A RAFAEL NAVARRO

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Rafael Navarro (Zaragoza, 1940) se pasa al color y a la fotografía digital en la muestra ’A destiempo’ que se expone desde ayer en el Paraninfo, donde, además, muestra una cincuentena de obras de su colección personal con piezas de Willy Ronis, Jean Dieuzaide, Bellocq, Álvarez Bravo, Thomas Ruff, Korda, García-Alix o Andrés Serrano, entre otros.

 

¿Por qué has dado ese paso al color y a la técnica digital?

El color hace algunos años que me iba rondando por la cabeza y me frenaba la dificultad para controlar todo el proceso al tener que recurrir a laboratorios externos. Cuando decidí empezar a trabajar con sistemas digitales me pareció el momento oportuno para hacer ambos cambios a la vez.

¿Cómo te has sentido, qué ha sido lo mejor y lo más incómodo?

Lo incomodo es volver a tener que aprender nuevas técnicas cuando ya peinas muchas canas, lo mejor descubrir nuevas posibilidades de canalizar tus deseos de expresión.

En la muestra se ve que también has descubierto el PhotoShop. ¿Te ha aportado algo especial más allá de una faceta técnica?

En ninguna de las piezas expuestas hay una intervención “radical” del PhotoShop. Son todo tomas directas, jugando con reflejos en vidrios, encuadres concretos, etc.  La herramienta se ha utilizado solamente para pequeñas correcciones y ajustes, pero en ningún caso se ha rehecho la composición o se han agregado sujetos a las imágenes.  

¿En qué medida esta muestra es una prolongación y un ensanchamiento de Testigos, tu mirada sobre la naturaleza que vimos en el MICAZ en el pasado año de 2010?

El planteamiento es diferente, aquí hablo de vivencias o no-vivencias personales, pero inevitablemente han salido de la misma cabeza y supongo que conservan un cierto aire de familia.

 

Se insiste una y otra vez que no eres un fotógrafo narrativo. ¿Cómo seleccionas las imágenes, cómo las encuentras, qué te interesa?

No me resulta fácil contestar a esa pregunta, porque no conozco la respuesta fehaciente.  En ocasiones promuevo una situación y trabajo sobre ella, otras veces es la propia imagen la que se manifiesta y pide ser registrada.  Hay siempre una frontera virtual entre lo intelectual y lo instintivo.  Y, en mi caso, suele ser mejor el resultado cuando la parte instintiva predomina sobre la intelectual.

¿La fotografía para ti es un estado de ánimo, una necesidad, una imposición casi inconsciente de tu forma de ser? Te invito a decir que significa para ti la fotografía, qué te permite mostrar

Hace algún tiempo recuerdo haber escrito:

 

Para mi la fotografía es un medio.

Un medio que me permite hablar allá donde no encuentro las palabras.

Un medio con el que busco en mi subconsciente, aflorando contenidos, sentimientos escondidos.

Un medio que me permite crear objetos que contengan valores sutiles inteligibles para otros.

Un medio que me deja respirar mi libertad.

Viendo la muestra podría decirse de inmediato: Nuevas fotos de Rafael Navarro. ¿Existe un estilo Rafael Navarro? ¿Cómo sería: estaría marcado por la factura impecable, por el perfeccionismo, por la plasticidad, por la sorpresa, por la atmósfera?

Yo no puedo responder a eso.  Supongo que la fuente es común para todas ellas y eso debe de notarse.  Para mi sería una gran satisfacción que suceda, pero la palabra la tienen en este caso los espectadores.

¿Por qué te preocupa tanto deslocalizar las fotos, por qué te inclinas hacia la abstracción?

 

No me gusta vincular las sensaciones que trato de expresar en mis fotografías a personas o lugares concretos.  Esto limitaría su lectura a mi entorno y lo que intento es que cada espectador pueda amueblar el escenario con su propio bagaje personal y sentirse identificado.  

¿No te has decantado mucho hacia la pintura con el uso de plano superpuesto, amagos de veladuras y transparencias?

Si tal cosa ha sucedido no ha sido intencionado, pero no me molesta en absoluto.

 ¿Existe, de partida, una búsqueda de una fotografía intemporal, fuera del tiempo?

En mi caso si.  Trato de evitar referencias temporales por las mismas razones que he comentado antes.

 ¿Tiene claro el fotógrafo lo que quiere contar?

Si el fotógrafo soy yo sí y no.  Lo que mas me interesa de usar un lenguaje plástico es que me permite comunicar sin necesidad de concretar.  Puedo sugerir mas que decir.  Y esa aparente ambigüedad es la que me permite dejar que el lector de las imágenes tenga que penetrar en las mismas si quiere llegar a buen puerto en su apreciación.  Hay quien se queda en una lectura superficial y se limita a pensar que son hermosas.  Hay quienes buscan más códigos de lectura. Y esos son los que más me interesan y para los que trabajo.

 ¿Cuál es el encanto de una pared, un hueco, un ángulo? ¿Se puede hablar de emoción, de hermosura?

Cualquier sujeto es capaz de emocionar, depende del tratamiento que se haga del mismo.  Es evidente que esta afirmación es demasiado categórica, pero con mas o menos matices, creo en ella.

 ¿Miras el mundo con angustia, con melancolía, hay en tu obra como una mirada doliente y elegiaca como sugiere una de las autoras del catálogo?

Reconozco que mis fotografías no son, precisamente, divertidas. Pero supongo que yo tampoco debo de serlo mucho…

Hablemos de la colección: de esa cincuentena de fotos de grandes maestros internacionales, españoles y aragoneses. ¿Cómo ha sido la aventura del coleccionista de fotos ajenas, qué has aprendido de esos cuadros?

Mi colección yo no la considero como tal.En su casi totalidad proviene de intercambios efectuados con otros autores que he ido conociendo a lo largo de los últimos cuarenta años. Y, por supuesto, la contemplación de dichas imágenes a aportado valores que en mayor o menor forma han influido en mi visión de la Fotografía.

¿Cómo podríamos definir el espíritu de la colección?

Para mí, más que una colección es una especie de libro de bitácora de mis deambulares por el mundo de la fotografía.

¿Son estas las fotos que has elegido o las que te han elegido a ti?

En muchos casos han sido ellas las que me han elegido o más bien seducido. Eso cuando yo he decidido que imágenes quería.  En otros casos he propuesto al propio autor que fuese él quien decidiera que piezas deberían irse conmigo.

Cuéntame alguna anécdota bonita: por ejemplo, ¿cómo llega a ti La buena fama durmiendo?

Este caso es una prueba de la gran generosidad de un autor al que he admirado desde siempre y a quien tuve el honor de conocer y tratar en varias ocasiones: D. Manuel Álvarez Bravo.  Estando en La Habana, durante los III Coloquios Latinoamericanos de Fotografía, y durante la inauguración de una exposición de D. Manuel en el Museo Nacional de Bellas Artes, le comenté a su esposa que me gustaría adquirir un tiraje de dicha obra.  Ella dijo que había que hablarlo con D. Manuel y cuando, unos minutos mas tarde, lo tuvimos cerca y le comentó mi deseo, él me propuso abiertamente un “change”.  Para mí, que por aquel entonces tenía un reconocimiento público bastante limitado, fue una sensación muy hermosa y me sirvió para poder valorar la calidad humana de aquél hombre al que ya admiraba por su trabajo. El año pasado, durante una estancia en México, volví a ponerme en contacto con su viuda y le prepuse hacer un trabajo en su casa y estudio, como homenaje a D. Manuel, cosa que acepto y que le agradezco sinceramente.  El trabajo ya está realizado y espero poderlo mostrar dentro de poco tiempo.

 Hay en la muestra un campo de afinidad a través del desnudo y del paisaje. ¿Quiénes son los fotógrafos que te conmueven especialmente: Willi Ronis, Clergue, García-Alix?

Cada autor tiene su personalidad y sus obras una serie de matices que, inevitablemente te atraen en mayor o menor grado. La lista de autores que creo han podido influenciarme, incluso a nivel subconsciente, es demasiado amplia.

Has dicho alguna vez que una de las fotos que más te conmueven y que te parecen perfectas es la de Stravinsky tomada por Arnold Newman. Explícanos por qué?

La considero uno de los mejores retratos que se han tomado en toda la historia de la fotografía.  Es perfecta la composición, la expresión del compositor, la postura, el ambiente creado, todo ello hacen sentir la mano de un gran maestro.

¿Qué reflexión te merece la fotografía aragonesa de los últimos 30 años?

Circunscribiéndome a la fotografía creativa, que es el campo en el que me muevo, se ha realizado un gran esfuerzo, por parte de los autores para conseguir que sus obras sean de la máxima calidad y por parte de las galerías y espacios institucionales para valorar dichas producciones y exhibirlas convenientemente. No obstante el recorrido es muy largo y todos tenemos que continuar, cada uno en nuestra labor, trabajando duro para conseguir avanzar todo lo posible.

¿Queda por hacer alguna reivindicación de la fotografía o ya es una de las Bellas Artes de veras?

En algunos campos muy retrógrados todavía hay reticencias, pero creo que es una batalla ganada universalmente hace ya mucho tiempo.

 

*El retrato de Rafael Navarro es de Carlos Moncín, jefe de fotografía de ’Heraldo de Aragón’. Ayer publicaba un reportaje-entrevisa con Rafael Navarro en la apertura de Cultura: esta es la entrevista completa.

 

ALGUNAS OBRAS DE LA COLECCIÓN

'El desnudo provenzal' de Willy Ronis.

 

'Elena mar. Odalisca en mi patio' de García-Alix, de 1987.

 

'Stravinsky' por Arnold Newman.

'La buena fama durmiendo' de Manuel Álvarez Bravo.

'Che Guevara' de Alberto Korda.

 

LA VIDA COTIDIANA DE CALABRESE

 

 

Esta mañana me he encontrado con un fotógrafo veneciano muy interesante. Se llama Alessandro Calabrese, tiene dominio en flickr y es un estupendo cronista de la vida cotidiana de un puñado de mujeres. De muchas otras, pero de mujeres jóvenes y soñadoras muy especialmente. Entre ellas, como puede verse, hay varias fotos de Lourdes Hernández, la espléndida cantante de Russian Red, que ultima su nuevo disco.

 

24/02/2011 11:09 Antón Castro Enlace permanente. Fotógrafos No hay comentarios. Comentar.

EL BLOG DE 'LETRAS LIBRES'

Durante años he recibido en la redacción de ’Artes &Letras’ la revista ‘Letras Libres’ y la leía con enorme placer. He hecho reseñas de ella y de sus espacios temáticos, de sus monografías, de figuras como Salvador Elizondo. Me gustaba mucho. Un día dejó de llegar a la redacción y empecé a comprarla en los quioscos; y ahora me resulta muy difícil hacerme con ella porque no es fácil verla. Cada día desaparecen más quioscos. Me he despistado en los últimos tiempos, pero se ha convertido en una revista de referencia, de pensamiento crítico. Mi hijo Daniel colabora mucho en ella, y me hace mucha ilusión. Colaboran Daniel y otros amigos como Félix Romeo, que allí escribe de casi todo: de buenos libros, de televisión, de arte, de la vida en general y de esa vitalidad que se le escapa por todos los poros. Y además redacta artículos de opinión siempre jugosos y a la contra. El último es este: ‘La bici oficial’ (Ya se ve que hay cosas que están en el aire y en el ambiente: dentro de una semana o así empezará a distribuirse mi libro ‘El paseo en bicicleta’ (Olifante, 2011). Y lo que son las cosas, y perdón por el anecdotario: anoche compré en el VIP’s un libro de fotos de Robert Doisneau; esta mañana Elías Moro Cuéllar me mandó, por puro azar, una foto de bicicleta de Doisneau, y luego me hacen llegar este artículo de Félix. Ya lo digo, la bicicleta está en el ambiente (os recomiendo dos libros preciosos: ‘El ciclistra’ de Krabbé y ‘Diarios de una bicicleta’ de David Byrne, al que alude Félix).

 

La bici oficial

Por Félix ROMEO

Veo muy entusiasmados al PSOE y a la Dirección General de Tráfico con las bicis en las ciudades, apoyando su uso y legislando para su mejor circulación, restringiendo la de los coches, pero no he visto todavía que ningún ministro haya dado ejemplo estrenando su bici oficial y abandonando su coche oficial. Tampoco el presidente Zapatero, que sin duda apoya a los ciclistas, como ha quedado claro con el caso Alberto Contador, ha renunciado al coche oficial para pedalear a sus anchas por Madrid, por León y por el mundo entero.

Lo de la bici, creen, está dirigido a otros: a los numerosos empobrecidos por la crisis, a quienes no pueden pagar la gasolina, a quienes no ven sus necesidades cubiertas por el transporte público (porque la mayor parte del transporte en España es público o diseñado por funcionarios públicos), a los jóvenes que aún no están podridos...

Basta leer a David Byrne, uno de los mayores proselitistas del uso de la bicicleta, como demuestra en sus Diarios de bicicleta, para darse cuenta de que una cosa es predicar y otra muy diferente dar trigo. David Byrne cuenta, sin cortarse un pelo, cómo viaja todo el tiempo alrededor del mundo en avión, sin reparar en que se trata del medio de transporte que más CO2 emite por pasajero y kilómetro y cuyas emisiones contribuyen al efecto invernadero 2,5 veces más que las emisiones de superficie. David Byrne cuenta, también, cómo en su oficina, en Manhattan, se hizo instalar una ducha para no apestar a sus clientes al llegar de una vuelta ciclista a la Gran Manzana.

Fomentar la bicicleta como transporte masivo, y así se le trata cuando se legisla a favor de la congestión en el centro de las ciudades, donde se concentran los servicios, es un auténtico disparate, que tiene un tufo maoísta que repugna desde el momento mismo de enunciarse. Lo que hace falta es un transporte colectivo eficiente: que pueda llevar a mucha gente a muchos sitios, en poco tiempo y durante muchas horas al día, a buen precio y en vehículos dignos, interconectado entre sus diferentes modalidades y, a ser posible, poco o nada contaminante.

Aunque su coche oficial era bastante tosco, un Dongfeng de fabricación china que no tenía nada que ver con los Audi que usan ahora, Mao tampoco iba en bicicleta a visitar a los campesinos, y eso que vivía en el país con más bicicletas del planeta... cuyos habitantes no podían usar más que para trasladarse en pequeños espacios: tenían completamente restringidos sus movimientos, pero eso es otro asunto, o quizá no.

Félix Romeo

 

Daniel me da alguna información más sobre ‘Letras Libres’.

El blog de la redacción está aquí.

Los editores son Pablo Duarte, Daniel Krauze y Cynthia Ramírez.  Se actualiza mucho, trata de temas muy diversos y escribe mucha gente: Enrique Krauze, Daniel Saldaña, Rafael Lemus...

Ahora también salen cada mañana posts sobre asuntos españoles, hemos escrito Ramón González Férriz, Félix Romeo, Jordi Pérez Colomé, Yaiza Santos y yo.

DE ORIHUELA A JUAN CARLOS MESTRE

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He estado varios días fuera. En Orihuela, la ciudad de Miguel Hernández.

-Mi cuñada Isabel Gascón Brumós, veterinaria, cumplía 50 años y nos recibió a todos –a mi familia, a mis cuñados, a mi suegra- en su espléndida casa de Desamparados.

-Fuimos a la playa, nos bañamos y comimos un rico arroz a banda. Luego, en la sobremesa, salí de paseo y me tendí en un banco de piedra a oír el trallazo del mar. Hacia las seis de la tarde me quedé dormido: fue una sensación extraña y maravillosa, romántica. Alguien me preguntó luego: ¿Viste, al despertar, una sirena a tu lado?

-He dado algunos paseos entre limoneros y naranjos. Esas plantaciones me producen una emoción especial. Pienso en Miguel, en los pastores, en la palmera levantina, en los olores…

-Ayer por la mañana, con mis cuñados Paco y José Antonio, fuimos a ver la casa de Miguel Hernández. Había que ir: me gustó como siempre. Vi su habitación, el patio, las moreras, las higueras, los establos, el cactus. Y le tomé algunas fotos al retrato de joven que saluda al visitante. Luego fuimos al Museo de Arte Sacro y vimos un más que meritorio Velázquez.

-Al llegar a casa, hacia las nueve y cuarto, veo varios correos de mi admirado Jesús Marchamalo, que acaba de entregar un nuevo libro en Siruela sobre bibliotecas. Recuerdo que hace años empecé a hacer algo semejante, con la biblioteca de Miguel Labordeta y la de Ildefonso-Manuel Gil. Jesús, que es un mitómano, un gran fotógrafo y un coleccionista de adjetivos y de amigos, me había enviado una foto del poeta, rapsoda, músico y pintor Juan Carlos Mestre. El autor de ‘La casa roja’ (Calambur), el amigo de Antonio Pereira y de Rafael Pérez Estrada, un artista integral en el más estricto sentido del término. Cuelgo aquí la foto de Jesús Marchamalo: Juan Carlos Mestre y sus maletas de viajero soñador.

28/02/2011 00:20 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

MITOS DE CLARENCE SINCLAIR BULL

Greta Garbo.

Joan Crawford.

 

Leyla Haims.

Grace Kelly.

Audrey Hepburn, 1958.

 

Uno de los grandes fotógrafos de las estrellas de Hollywood fue Clarence Sinclair Bull. Aquí, poco antes de que empiecen los Oscar, cuelgo algunas de sus fotos. Sinclair Bull fue, sobre todo, quizá el mejor retratista de Greta Garbo, superior tal vez a Cecil Beaton, amante de la actriz.

28/02/2011 00:38 Antón Castro Enlace permanente. Artistas No hay comentarios. Comentar.

LA BIEN QUERIDA: SOBRIEDAD, AMOR, EMBELESO Y SUSURROS

Discuto a menudo, muy teatralmente, claro, con mi hija Aloma por Russian Red, Anni B. Sweet, Aroah y otras muchas cantantes jóvenes, entre ellas también Mabü. Casi todas ellas me fascinan. Ella es más seguidora de La bien querida: la he llevado mucho en el coche y ahora la pongo en casa. Me gusta muchísimo. Me encuentro con esta foto, la cuelgo y os recomiendo su música: suave, de amor, casi un susurro, misteriosa.

28/02/2011 00:50 Antón Castro Enlace permanente. Músicos No hay comentarios. Comentar.

HA MUERTO AMPARO MUÑOZ

La actriz y Miss España en 1973, y Miss Universo 1974 (la única en la historia de España), Amparo Muñoz Quesada, fallecía anoche en su casa de Málaga a consecuencia de un cáncer a los 56 años. Después de ejercer durante seis meses de ‘Miss Universo’, Amparo Muñoz comenzó su carrera cinematográfica con la película ’Vida conyugal sana’, a la que siguieron ’Tocata’ y ’Fuga de Lolita’, ’Clara es el precio’ y ’La mujer del ministro’, películas inscritas en aquel cine tópico y más bien casposo del destape.

Algún tiempo más tarde, su carrera dio un cambio importante con títulos  como ’Mamá cumple cien años’, de Carlos Saura; ’Dedicatoria’, de Jaime Chávarri, o ’El balcón abierto’, película homenaje a Federico García Lorca. Y una de sus mejores apariciones, muchos años después, fue en ‘Familia’ (1996), la película de Fernando León de Aranoa, con Juan Luis Galiardo, Elena Anaya o Agatha Lys, entre otros. En esa película, desgastada por la vida y sus circunstancias sombrías, Amparo Muñoz conservaba una belleza serena, dolorida y trabajada, y estaba extraordinaria en su papel. Cuando saltó a la fama, Amparo Muñoz fue como una aparición: era una mujer rabiosamente hermosa, suave, dulce, de un encanto irresistible.

En ’Familia’ de Fernando León.

Con el actor Ramiro Oliveros.

Con Víctor Valverde, uno de sus compañeros.

 

LA GRAN NOCHE DE NATALIE PORTMAN

En Hollywood anoche ganó ’El discurso del rey’: mejor película, mejor director, mejor actor y mejor guión adaptado.

 

Pero lo que me más me alegró fue el triunfo de Natalie Portman como mejor actriz por ’El cisne negro’. Ayer, durante la transmisión de los Oscar, Luis Alegre contó que una vez la invitó al estadio Bernabéu con Gael García Bernal y que se lo pasó pipa. Se portó como la mayor seguidora del mundo.

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