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Se muestran los artículos pertenecientes a Abril de 2016.

TRASOBARES Y SU EQUIPO

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[Nota de Maszoom Comunicación] El reelegido presidente de la Asociación de Periodistas de Aragón, José Luis Trasobares, ha manifestado, durante la toma de posesión de la nueva Junta Directiva,  su confianza en que el Colegio Oficial de Periodistas sea una realidad dentro de dos años. El equipo directivo ha renovado esta mañana su mandato, en un acto celebrado en la sede de la Asociación.

De pie y de izquierda a derecha: Rafael Bardají, Manuel Lorenzo, Marta Garú, Eva Pérez, Esther Aniento, José Juan Verón, Camino Ivars y Francisco Núñez. Sentados: Mercedes Pérez, José Luis Trasobares, Lola Ester y Ricardo Pereda.

El máximo responsable de la Asociación de Periodistas de Aragón, José Luis Trasobares, considera que es un momento “interesante” para la constitución del Colegio profesional. El reelegido presidente ha indicado que el nuevo Gobierno autonómico “se ha mostrado abierto a poder desarrollarlo”, frente a la parálisis que sufrió el proyecto con el anterior Ejecutivo, y este será uno de los principales objetivos de la nueva Junta Directiva. El presidente ha explicado que con la categoría de Colegio las propuestas y reclamaciones de los periodistas tendrán un carácter “más legalista”.

Trasobares ha explicado que la Asociación va a seguir trabajando por defender tanto a los periodistas como a la profesión y ha lamentado por ejemplo los EREs que han llevado a cabo algunos medios aragoneses en los últimos años o la mala situación laboral de muchos profesionales.

El presidente ha explicado que durante esta etapa van a seguir apostando por que la APA siga acogiendo y colaborando en la celebración de talleres y cursos de formación para periodistas ya que con ellos se han obtenido grandes resultados. Trasobares ha querido destacar la importancia que ha adquirido el Congreso de Periodismo Digital de Huesca, que este año ha cumplido 17 ediciones, y ha adelantado que para la próxima edición se intentará una mayor implicación de las empresas en él.

José Luis Trasobares ha explicado cuáles serán los próximos objetivos de la Asociación de Periodistas

También ha asegurado que se va a seguir trabajando tanto con la Universidad de Zaragoza como con la Universidad San Jorge, aunque ha lamentado la actitud de la pública a la hora de cubrir los puestos de su Gabinete de Comunicación, mediante procedimientos internos y sin exigir el título de graduado en Periodismo o similar.  También ha apostado por mantener las becas para jóvenes periodistas impulsadas junto a instituciones como el Gobierno de Aragón.

 

La Junta Directiva queda constituida de la siguiente forma:

Presidente: José Luís Trasobares Gavín

Vicepresidenta: María Dolores Ester Uruen

Vicepresidente: Ricardo Pereda Matía

Secretaria General y Delegada en Huesca: Mª. Mercedes Pérez Pérez

Tesorero: Manuel Lorenzo Pina

Vocales: Esther Aniento Idoype; Rafael Bardají Pérez; Genoveva Crespo Domeque; Marta Garú Cisneros; Eva Pérez Sorribes; José Juan Verón Lassa y Alicia Royo Marco (Delegada en Teruel)

Suplentes: Francisco Núñez Arcos y Mª Camino Ivars González

 

01/04/2016 01:16 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

LEONARDO CANO, UN DIÁLOGO

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[Este texto aparecía ayer en Heraldo.es. La foto del autor es del colectivo LA MANO ROBADA]

ENTREVISTA. Leonardo Cano. Escritor. Publica la novela ’La edad media’ (Candaya)

 

 

El sistema judicial español da para varias novelas”

Mi novela muestra una realidad cruda y desalmada”

 

Leonardo Cano (Murcia, 1977), Licenciado en Derecho y Máster en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada, publica su primera novela y está logrando lo que sueña cualquier autor: conquistar lectores, cosechar buenas críticas y suscitar interés. Presenta su novela en Antígona en diálogo con el escritor, librero y gestor cultural Ángel Gracia.

 

-¿De dónde viene Leonardo Cano, que aparece como una exhalación, con fuerza y osadía?

De mi casa, en Murcia. De muchas lecturas en una habitación abarrotada de libros, de unos primeros poemas y relatos, de algún premio, de mucho tiempo de escritura para mí y para otros y de varias novelas en la cabeza, postergadas por trabajo y vida, hasta ahora.

 

-¿Qué le debe a Mario Vargas Llosa, del que tanto se habla estos días y al que tanto se cita al hablar de ‘La edad media’?

Le debo la sensación, durante los primeros años de escritura, de haber encontrado un maestro; porque, con el tiempo, uno se da cuenta de que puede sentirse así: un discípulo de alguien al que no conoce ni conocerá nunca, pero al que ha leído en sus novelas, en sus ensayos literarios y al que también ha seguido en sus conferencias con atención. Cuando le dieron el Nobel, me alegré como si se lo dieran a alguien de mi familia.

 

-¿Qué le pasó por la cabeza, cómo fue cristalizando esta novela, de qué ideas, imágenes y obsesiones ha partido?

Sobre todo, partí de una profunda verdad: la de las pequeñas ambiciones que todos tenemos en la vida y que, irremediablemente, acaban por verse desbaratadas. Me atraen los libros en los que el autor nos enfrenta con nuestros miedos e incertidumbres, y quería plasmar los que cualquiera puede tener a no conseguir lo que había planeado para sí mismo (o los que otros habían trazado para él).

 

 

-¿Por qué tres historias, cómo quería enlazarlas y hacer un todo?

Porque el tema necesitaba de un planteamiento complejo, de varios tiempos (el pasado en el colegio privado y elitista, el presente una vez que se ha accedido al mundo laboral y el interludio que presenta el plano de la pareja estable), y ese tríptico parecía indispensable para dotarlo de vida.

 

 

-Antes de entrar en cada una de ellas, hablemos de algo en lo que se insiste mucho al hablar de ‘La edad media’: el estilo, el lenguaje, la fuerza poética, nada convencional, el sello mismo de muchos poetas… ¿Qué buscaba, cómo ha construido su lenguaje, desde qué premisas?

En todo momento intenté buscar una consonancia entre el fondo y la forma, de tal manera que la forma en que se contaba, el narrador o el tono influyeran en la narración, le concedieran un sentido y fueran personaje y caracterización del argumento. De ahí esos tres narradores singulares y disímiles: un “nosotros” que resumiera el clasismo y el salvajismo de la época estudiantil; el punto de vista objetivo, burocrático, de la parte de la oficina judicial; y el chat de la relación sentimental a distancia.

 

-¿Qué sucede en un colegio tan exigente como el suyo?

Sucede que, desde luego, un colegio privado de curas no parece un “locus amoenus”, ese lugar, idealizado por libros como “Yo fui a EGB”, al que volver. En mi caso, recuerdo pasármelo muy bien, y mis mejores amigos continúan siendo los que hice entonces, pero, a todas luces, un lugar integrado por 1.500 colegiales y adolescentes constituye una pequeña sociedad, una “polis” armada con disciplina, pero que contiene también muchos defectos y transgresiones, y en la que conviene estar alerta.

 

 

-Esa primera parte también es la crónica de una amistad con música. ¿Qué significan ambas en su formación, en su manera de ver la vida?

Durante esos años 90 del grunge, la amistad se forjaba en torno a grupos como Pearl Jam, Nirvana o Blind Melon, como ahora puede que se haga alrededor de textos en Facebook o en Twitter, de videos en Snapchat o Periscope. Algunas canciones de entonces llegaron a emocionarnos más que la vida.

 

-¿Qué es más necesaria para crecer la música o la decepción? ¿Qué grupos le han marcado a usted?

Se crece a través de la derrota, pero también de los logros. Somos, imagino, el resultado de un proceso de ensayo y error a lo largo del tiempo. Los grupos que me marcaron son los de la novela y muchos otros (Led Zeppelin, The Doors, Radiohead, Bjork...). Los errores musicales en la vida sólo se pagan con olvido.

 

-La segunda historia tiene que ver, también, con la frustración. ¿Por qué tiene esa mirada tan crítica sobre la justicia?

El sistema judicial español da para varias novelas. Y a nadie se le escapa que es un sistema arcaico, anquilosado y al que urge modernizar y dotarlo de una gran cantidad de medios físicos, humanos y tecnológicos. A nadie, al menos, que se haya visto obligado a caer por allí.

 

-Desde dentro, ¿qué significa ser funcionario de justicia? ¿Es real ese modelo marcial, tan intolerante y jerárquico?

Es tan real como en cualquier otro trabajo de oficina o empresa. Si bien la posición casi endiosada de algunos jueces favorece en mayor medida ese absolutismoSin embargo, lo que quería contar era algo más extendido: las dinámicas de poder que se dan en cualquier trabajo entre jefes y subalternos y el sometimiento de cualquier trabajador a ellas.

 

-La tercera historia es una historia de amor con sordina. O con ralentí… ¿Qué ha querido probar?

Quería mostrar una relación convencional, a distancia y a través de un chat, casi de manera impúdica. Intenté que pareciese tan inquietante y obsceno como leer los mensajes de whatsapp de alguien al que le hubiéramos robado el móvil. Y que en ellos se pudiera encontrar una verdadera historia.

 

 

-No sé si ha querido hablar del distanciamiento brechtiano con el chat de fondo…

Quizás sí apelar al extrañamiento en un principio, con los primeros capítulos, para pasar a involucrar al lector en una historia de amor más parecida a cualquiera de las que todos tenemos de lo que en un principio se pudiera pensar.

 

-¿Cómo es el amor virtual, el amor a través de las redes? El poeta,San Juan de la Cruz, decía que “la dolencia de amor no se cura sino con la presencia y la figura”?

Y lo decía con razón. La distancia es un arma cargada de infortunio. Pocas relaciones son las que consiguen superarla e, incluso éstas, quedan señaladas de por vida.

 

-¿Se siente un extranjero en el mundo? ¿Iría de eso, en realidad, su novela, del extrañamiento general?

Hoy me gusta la vida mucho menos, pero siempre me gusta vivir: ya lo decía”, aseguraba el poeta peruano César Vallejo. Y yo, como todo el mundo, también tengo mis días. La novela en verdad muestra una realidad cruda y, a veces, desalmada. Si es insólita o acostumbrada, queda deliberadamente a gusto del lector.

 

-¿Cómo ha influido la crisis en su novela?

De manera decisiva, seguramente. Las aspiraciones desbaratadas, los anhelos que tarde o temprano se empeñan en quedar frustrados pertenecen, seguramente, a la historia del ser humano. Pero la crisis ha venido a potenciar su devastación y a provocar en gran parte la escritura de este libro.

  

-¿Cómo sueña o se imagina su carrera, por dónde querría avanzar?

Sueño, como le leí a Christopher Hitchens, con llegar a poder escribir durante todo el día con la seguridad de que por la noche disfrutaré de compañía interesante. Una sólida carrera, con libros que la gente pueda recordar durante años, no me parecería tampoco una fatalidad.

  

-¿A qué autores españoles, jóvenes o no tan jóvenes, sigue?

En general, me interesa todo lo que se publica. Luego, por supuesto, uno tiene sus inclinaciones. Las mías van más enfocadas hacia la literatura que tiene un estilo o un lirismo intrínseco, la que cuenta con tramas y estructuras arriesgadas, con ideas inteligentes, rompedoras. De ahí que, entre los jóvenes, puede que siga con mayor atención la obra de Belén Gopegui, Alberto Olmos, Unai Elorriaga, Álvaro Colomer, Miguel Ángel Hernández, Sergio del Molino, Javier Gutiérrez o Ángel Gracia.

 

LA FICHA

’La edad media’. Leonardo Cano. Candaya. Barcelona, 2016. 318 páginas. La novela se presenta hoy sábado, a las 13.00, en librería Antígona.

02/04/2016 09:50 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

ISMAEL GRASA HABLA DE 'UNA ILUSIÓN'

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ENTREVISTA. Ismael Grasa. Escritor. Publica en Xordica ‘Una ilusión’.

 

 

“Soy un gran defensor de las convenciones,

pero cuando se llega a ellas desde la libertad”

 

Fotografía: Javier Broto. Heraldo de Aragón*

 

Ismael Grasa (Huesca, 1968) presentaba el pasado, en compañía de Ignacio Martínez de Pisón, su nuevo libro: ‘Una ilusión’, un libro autobiográfico en el que narra aspectos su infancia, su pertenencia durante tres años al Opus Dei, su estancia en China, su vida en Madrid cuando se abría camino como joven escritor o la importancia de la amistad. El libro lleva una estupenda portada de José Luis Cano.

-¿Qué le ha llevado a escribir una autobiografía o una memorias fragmentarias como ‘Una ilusión’ (Xordica)?

 Más que una autobiografía o unas memorias –no tengo ni la edad ni la posición para algo así– diría que es un libro compuesto de episodios autobiográficos. Mi editor, Chusé Raúl Usón, me ayudó a descubrir el sentido que estaba latente en ese conjunto de páginas.

 

- “El caso es que aquella nave de cartulina pudo haber sido para mí la de la Muerte”, confiesa en las primeras páginas. Podríamos decir que vive usted de milagro. ¿Qué reflexión le merece esa anécdota o el peso del azar en su vida?

Fue un accidente doméstico con un enchufe, cuando trataba de concebir una nave espacial. El episodio quiere tener una carga metafórica sobre el país y sobre cómo mirábamos a Estados Unidos y su cine. Digo allí que a los norteamericanos la ciencia ficción les trasladaba a otros mundos, mientras que a nosotros nos trasladaba a Norteamérica.

 

-¿De qué ha dependido la elección de los temas o capítulos: de la existencia de un cuaderno previo, como insinúa, de la casualidad, quizá de que quería ajustar cuentas o recordar algo de su pasado?

Si hay ajustes de cuentas es conmigo mismo.

 

-Se recuerda desde los trece años queriendo huir. ¿De qué huía? ¿Cree que ha parado de hacerlo?

Uno no acaba de parar nunca. Pero entonces huía de una vida previsible, estrecha o convencional. Soy un gran defensor de las convenciones, pero cuando se llega a ellas desde la libertad.

 

-¿Qué ha significado la etapa del Opus Dei en su vida? ¿Qué le dio, qué le quitó, en qué medida se siente extranjero de su propia vida?

Durante años más o menos lo ocultaba, luego me daba igual que se conociese esa etapa de mi vida, y, por fin, he querido escribir sobre ella. Realmente uno de los temas del libro es la diferencia que hay entre el proselitismo y la verdadera amistad.

 

Dice que era oyente, silencioso, y que hay un momento en que da el paso siguiente: opina. ¿Cómo se produjo esa mudanza?

 Se produjo cuando pasé a tener pareja y se murieron algunos de mis amigos.

 

-Desmonta algunos mitos. Por ejemplo, asegura que el oficio de escribir no tiene que ver tanto con la soledad como con el hecho de haber visto escribir, con la compañía… ¿Quién le marcó, quién le señaló el camino?

Quizá yo no hubiese sido escritor si en Madrid no llego a compartir piso por azar con un escritor, Juan Gracia Armendáriz. Pero donde creo haber aprendido más sobre escritura es en Zaragoza y junto a Félix Romeo, a quien le dedico el último capítulo del libro, titulado ‘Una ilusión’.

 

Hay un momento en que habla de la importancia de Paco Umbral en su formación. Llegó a hablar con él por teléfono. ¿Cómo fue eso?

Llamaba a nuestra casa porque Gracia Armendáriz hacía una tesis doctoral sobre él. Por eso había libros suyos por todas las habitaciones. El caso es que a día de hoy no he perdido el respeto a Umbral.

 

-Había publicado ’Días en China’, pero aquí vuelve a narrar ese período y tiene algo de realismo mágico o de humor constante y contenido. ¿Qué le enseñó China? ¿Fue allí donde percibió la importancia de la libertad de manera especial?

 Escribí una novela inspirada en mi año en China, ‘Días en China’, que se publicó en Anagrama, y ahora me apetecía reescribirla en clave autobiográfica abordando lo que evité entonces: el romance amoroso y la cuestión política.

 

-Una de las cosas que llama la atención en el libro son las casas: los pisos donde vive, en Madrid, en China, sus casas en Zaragoza, la casa de Maria Kusche en Málaga, la casa familiar de Blecua… ¿Cómo definiría tu relación con ellas? ¿No sé si ha tenido en la cabeza el ’Diario de invierno’ de Paul Auster, donde hace un inventario de las suyas?

 Sí, tiene razón, más que una autobiografía he hecho un inventario de casas. Los escritores no sólo vivimos en ellas, sino que escribimos en ellas. Quizá esto tenga que ver.

 

-Si las casas son importantes, no lo son menos las ciudades. ¿En qué medida ’Una ilusión’ es una autobiografía con ciudades o con espacios?

Creo que nunca he escrito nada que suceda en un espacio ideal o inconcreto. Y no sólo es por falta de imaginación, sino porque mis libros o relatos quieren ser un modo de celebrar ciudades concretas, lugares que han sido importantes para mí. La ciudad es un espacio de liberación.

 

-Otro tema capital es la amistad. ¿Qué le sugiere esa palabra?

Sin los amigos que tengo y que he tenido sería mucho peor de lo que soy. Siempre se habla de la labor del escritor como una tarea solitaria, cuando realmente es algo más compartido de lo que parece. Es un clima, un tipo de conversación, lo que lleva a que haya escritores.

 

¿Qué han supuesto en su vida amistades como José Angel García ‘Chimi’, director del ‘Siete de Aragón’, Pepe Cerdá, Javier Tomeo o Félix Romeo?

De todos ellos hablo en el libro. Con Chimi me inicié en el periodismo, como luego con Genoveva Crespo, aquí en HERALDO; con Cerdá aprendí de pintura, que es lo mismo que decir que aprendí de la vida; Tomeo fue una especie de segundo padre, de quien aprendí el poder alegórico y esencial de la narración; y Félix Romeo ha sido la mente y el corazón más impresionantes con que he dado.

 

Dice: “Nuestra única obligación en el fondo es vivir un poco, no resistirse a que sucedan ciertas cosas, cierta clase de movimiento”. ¿En qué consiste vivir para usted?

Eso de la vida como movimiento es muy aristotélico. Es algo que sucede en el tiempo –que es la medida del cambio, etcétera–. Lo platónico, en cambio, es apuntar hacia la quietud mística y el desprecio por lo terrenal. Lo platónico es en el libro lo satánico. En fin, lo que quiero decir es que por más que a veces no veamos el sentido de las cosas, hay que vencer la tentación de apartarse del mundo.

 

Hay una reflexión un poco a contracorriente sobre la lectura. Declara que leer no es fácil, que exige esfuerzo, incluso una posición física… ¿Es así?

Hay cosas para las que nunca hay tiempo, como es leer o escribir. Leemos o escribimos porque decidimos dejar de hacer otras cosas o de estar con otras personas. Y no eso no siempre es sencillo. Por otra parte, no todo lo que leemos es lectura, ni todo lo que escribimos escritura, en el sentido de que tenga algo de sustancial o transformador.

 

La historiadora del arte Maria Kusche le dice en Málaga, pensando en su amiga la poeta Sol Acín, “¡Cómo sois los aragoneses!”, en alusión al carácter soñador y dado a la elucubración de los aragoneses... Y en otro lugar, a propósito de su relación con Tomeo, alude a la contención, al pudor aragonés… ¿Qué ha aprendido de los aragoneses en su vida y en la redacción del libro?

Hay una parte de lo aragonés que me atrae, y otra que no: la que sí, su tradición racionalista, legalista, pedagógica y universal; la que no me atrae, la reaccionaria, es la que se desentiende de hacer de esta parte del mundo un espacio bello y donde vivir plenamente.

 

*Esta entrevista apareció, en versión resumida, en Heraldo de Aragón y esta versión, más larga, ayer por la noche en Heraldo.es.

03/04/2016 19:52 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

'LO GORRORROI' DE USÓN & IRIGARAY

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[Escribe Saúl M. Irigaray] Estimados amigos, en Garabato Books ya llevamos cinco años editando libros ilustrados, aunque el primero fue como autor, no como editorial, así que este 2016 celebramos nuestro "Casi 5º Aniversario". Por ello, vamos a editar dos libros durante este año.

El primero ya está listo, 'Lo gorrorroi', con texto de Chusé Raúl Usón e ilustraciones de un servidor. Una fantástica historia sobre un diminuto habitante del valle de Bielsa que tendrá que emprender un singular viaje, el del exilio a Francia a causa de la Bolsa de Bielsa.

El segundo libro ya está en preparación y se publicará en otoño, y por supuesto será otra historia aragonesa.

Es un placer invitaros a la presentación de 'Lo gorrorroi' el sábado 9 de abril a las 12:30h en la librería El armadillo ilustrado de Zaragoza.

Contaremos con la presencia de los autores, hablaremos del valle de Bielsa y del libro, y para acabar contaremos el cuento a peques y adultos. Os esperamos. Saúl.

RETRATO DE MIGUEL Á. MARÍN URIOL

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RELATO DEL POETA PASTELERO

 

La vida está marcada por hilos de continuidad. A veces, en el fluir de una conversación de sábado al sol, piensas en alguien y media hora más tarde aparece por la calle paseando un perro. O está en una terraza, con una cerveza y un cuaderno milimetrado en el que escribe versos, los pule, pauta las sílabas y las rimas que, poco a poco, se vuelven música y canto. Ayer fue el Día Internacional del Libro Infantil: Miguel Ángel Marín Uriol (Zaragoza, 1945) no es un escritor de cuentos para niños aunque alguna vez escribió fábulas con encantamiento. Hablaba, como si fuera un repostero de ‘Las mil y una noches’, de los aromas y especias y de la pastelería universal con sus condimentos e ingredientes. La historia de Miguel Ángel es muy curiosa: siempre amó, y ama, la poesía y, a la par, mantuvo un negocio de tres locales con once trabajadores; servía pasteles a media Zaragoza. Era su esperanza, su pasión, su obra en marcha, y a ese universo de dulces le dedicó recetarios, artículos de prensa, algún que otro relato novelesco que contiene un viaje a los sentidos y una travesía en el tiempo. Hacía preciosas esculturas de chocolate en sus escparates. Un día las cosas se le torcieron: en el trabajo, en el amor y la familia, y en su ánimo. Todo se vino abajo y conoció el fracaso tan inesperado como fulminante. Con tesón, logró salir del abismo, animó tertulias y halló consuelo en otra mujer, Inma, apasionada de las palabras y cómplice de las ilusiones perdidas. Marín Uriol, que escribió versos a cuatro manos con la poeta y pedagoga Mari Carmen Gascón, empezó a hacer libros artesanales, poemarios, solo o con Inma, donde daba cuenta de sí: de sus sueños, de su cultura, de su vitalidad, de su pugna constante contra las derrotas del existir. Ha hecho textos ex profeso para sus hijas y para sus amigos: al poeta Ángel Guinda, cuando se casó por cuarta vez, le regaló un texto de mil versos. Ahora ultima otro libro para el escultor Florencio de Pedro. Ayer, en una terraza, culminaba la última pieza del volumen en su silla de ruedas eléctrica, casi de ciencia ficción, y la leyó de viva voz. Era el maravilloso relato de la supervivencia gracias a la palabra. El deseo de sobreponerse a la arrogancia de la enfermedad con el ímpetu de la primavera. O, dicho de otro modo, con el insobornable sortilegio de la amistad.

 

*Este texto ha aparecido hoy en mi sección 'Cuentos de domingo' y está dedicada a Miguel Ángel Marín Uriol y su compañera Inmaculada Marqueta. En la foto de Heraldo, el editor Joaquín Casanova, el profesor Mariano Ibeas, Miguel Ángel Marín Uriol e Inmaculada Marqueta.

IGNACIO DEL VALLE, EN PORTADORES

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Queridos amigos, Alfaguara Editorial y Los portadores de sueños tenemos el gusto de invitaros a la presentación de SOLES NEGROS, de Ignacio del Valle.  El autor conversará con Antón Castro el miércoles 6 de abril a las 20h en Los portadores de sueños (C/Blancas, 4 - Zaragoza).

SOLES NEGROS

«La muerte. La muerte no era solo un cuerpo sin vida, sino un lenguaje con su propio alfabeto, y para eso se encontraba allí, para descifrarlo, para escuchar lo que ella tenía que susurrarles.»

El capitán Arturo Andrade, miembro del SIAEM (Sección de Información del Alto Estado Mayor), es destinado a Pueblo Adentro, una aldea a pocos kilómetros de su Badajoz natal y centro de la resistencia anarquista extremeña. Incapaz de hacer las paces con los demonios del pasado, tendrá que investigar el misterioso asesinato de una niña. Pero el cadáver de la pequeña no es más que la punta del iceberg que lleva a las más altas esferas del régimen, en el que trabajan hombres dispuestos a todo para cumplir los peculiares deseos de algunos poderosos.

Andrade y su amigo Manolete, antiguo compañero de armas en la División Azul, cruzarán sus caminos con el honor del anarquista Ventura Rodríguez y de su familia, en una carrera contrarreloj para salvar la vida de una niña desaparecida y descubrir la verdad.

Ignacio del Valle ha sido ganador del Premio Violeta Negra del Tolouse Polars du Sud 2011 por El tiempo de los emperadores extraños (Capitán Arturo Andrade 2) y del Premio de la Crítica de Asturias en dos ocasiones.


IGNACIO DEL VALLE

Ignacio del Valle (Oviedo, 1971) vive en Madrid. Ha publicado hasta la fecha seis novelas, Los demonios de Berlín(Alfaguara/Punto de Lectura, 2009. Premio de la Crítica de Asturias 2010), El tiempo de los emperadores extraños(Alfaguara/Punto de Lectura, 2006. Premio de la Crítica de Asturias 2007, mención especial Premio Dashiell Hammett 2007, Premio Libros con Huella 2006), que ha sido traducida a varios idiomas y cuyos derechos han sido comprados para el cine, Cómo el amor no transformó el mundo (2005), El arte de matar dragones (2003. Premio Felipe Trigo), El abrazo del boxeador (2001. Premio Asturias Joven), De donde vienen las olas (1999. Premio Salvador García Aguilar). Además, cuenta en su haber con más de cuarenta premios de relato a nivel nacional. Mantiene columnas de opinión en los diarios El Comercio y Panamá América, ejerce la reseña literaria en el suplemento Culturas y colabora con el suplemento El Viajero del diario El País y diversas publicaciones. También ha trabajado en radio.
¡OS ESPERAMOS!

CUÁNDO: el miércoles 6 de abril a las 20h
DÓNDE: en Los portadores de sueños (Blancas, 4 – Zaragoza)

 
04/04/2016 00:30 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

TERESA RAMÓN: UN DIÁLOGO CON GOYA

ENTREVISTA. Teresa Ramón (Lupiñén, Huesca, 1945) recibía el pasado miércoles el Premio Aragón-Goya de 2015.

 

 

Teresa Ramón en su estudio de Huesca. Foto de Rafael Gobantes.

 

 

Goya me ha dado más pasión y libertad”

 

 

Empecemos un poco a bocajarro: ¿para qué sirve la pintura?

La pintura ayuda a encontrar miradas diferentes sobre las cosas que nos rodean, sobre los sentimientos, sobre las ideas. Hay mucho misterio en el universo esperando que lancemos una luz en cada rincón, en cada mirada, en cada corazón. Para mí, la pintura es toda mi vida.

 

¿Qué supone para usted el Premio Aragón-Goya 2015?

Lo más importante, fundamental, entrañable y maravilloso ha sido el afecto, la alegría y el apoyo que he recibido de multitud de gentes amigas, conocidos y desconocidos que me han parado en la calle para darme la enhorabuena y alegrarse conmigo. He recibido correos electrónicos muy calurosos desde otras ciudades de España, también desde Francia, Perú, Cuba, República Dominicana, Puerto Rico, Miami, Argentina y Uruguay. El galardón me da razones para seguir luchando por la pintura, por el arte en general, por la cultura, por las mujeres tan olvidadas casi siempre.

 

¿Qué le ha dado la figura de Goya?

Me ha dado más pasión y libertad, la conciencia de que el arte no tiene fronteras ni límites temáticos, la confirmación de la teoría de “lo siniestro y lo sublime” con sus grabados sobre el horror de las guerras y los caprichos. Me dio una mirada subjetiva y apasionada del dolor y la fragilidad humanas.

 

¿Cuáles son sus cuadros favoritos de los suyos?

'La condesa de Chinchón', que emerge desde la oscuridad llena de una luz delicada y purísima, 'El perro enterrado en la arena', de un profundo desamparo y desolación, y todas las 'Pinturas Negras'. Goya amó desesperadamente a las mujeres, pero creo que no le cegó la pasión. Cuando las amaba o admiraba, pintó 'La condesa de Chinchón', 'La Duquesa de Alba' y 'Las majas' o pintaba cuadros puramente de compromiso o encargo, en los que no elude un estudio psicológico. Pero en el cuadro 'La familia de Carlos IV' no se privó en absoluto de plasmar las envidias y la mediocridad de algunas mujeres. En los maravillosos bocetos de las cabezas, se acentúa esa mirada lúcida y descarnada de esa realidad palaciega.

 

¿Recuerda cómo llegó a la abstracción?

Para mí fue un proceso natural de eliminación de aspectos de identidad innecesarios en finales del siglo XX y en este XXI, en los que los procedimientos fotográficos y fílmicos hacen innecesaria esa reproducción pictórica de la realidad, a la que nunca me he adherido. Ya en el 'Bestiario', a través de los textos de bestiarios medievales, dejé libre mi imaginación para crear esas bestias-monstruo tan fuertes, tan generadoras de fuerza y misterio. Nunca me ceñí la realidad, mis figuras soñadas flotaban en un mundo tenebroso y simultáneamente luminoso y sugerente. Picasso y su trabajo incesante de investigación y ruptura me han fascinado siempre.

¿Qué han significado en su producción los monstruos?

Son una manifestación de los vacíos, los miedos, los terrores inmateriales y difusos que pululan en mi mente. En general, amo a los animales, me apasiona la compleja simplicidad, el rigor y el orden de la vida de las abejas, el vuelo de los pájaros, ese dominio del aire, esa libertad. Y amo a mi perra Laia, que me da mucho amor.

 

¿Cuál es su vínculo con Latinoamérica?

Para mi pintura, trasladarme allá fue sumergirme en esa explosión de color y luz, de una vida exuberante y magnífica, de su alegría de vivir, de su comunión profunda con esa naturaleza prodigiosa donde la primavera dura todo el año. Debido a la alta humedad del aire, me permitió pintar con la técnica del fresco sobre lienzo y sacar toda la luz que esconde la materia pictórica.

 

¿Qué ocurre en su taller? ¿Qué lee, cómo se inspira, cuál es su relación con los materiales?

Mi taller es mi paraíso particular, es el territorio de mi verdadera vida. Puedo pintar horas y horas sin descanso con la única compañía de Radio2 clásica. Mi relación con los materiales es intensa y visceral. Preparo con pigmentos mis colores personales en una elaboración intensa y enigmática. Procuro leer mucho, mi libro de cabecera son las obras completas de Saint-John Perse, también 'Lo bello y lo sinIestro' de Eugenio Trías, 'Capital del dolor' de Paul Eluard, y el último, muy interesante porque trata de la indefensión y el ninguneo al que somos sometidas las mujeres en general y en el mundo del arte especialmente, es 'El mundo deslumbrante' de Siri Hustvedt, una gran escritora y esposa de Paul Auster.

 

Ha estado casi en el más allá. ¿Qué le queda por hacer, cómo sueña su porvenir?

Me siento con muchos deseos de seguir trabajando intensamente. La “experiencia de la muerte”, y he estado al otro lado del túnel, te da una nueva forma de ver, de saber que el tiempo es finito, que un soplo negro te puede arrastrar en un segundo al más allá, por eso es imprescindible aprovechar cada minuto como si fuera el último ¡nunca se sabe…! Me quedan por hacer muchas cosas, espero.

 

¿A qué se refiere?

He estado realizando dibujos y pinturas sobre mis sensaciones de esos momentos y de una larga y penosa recuperación, sobre la fragilidad, sobre la complejidad de un cerebro que puede producir imágenes terribles y fascinantes. He estado escribiendo una autobiografía novelada sobre mis experiencias artísticas. Creo que seguiré en esos dos caminos complementarios.

 

¿Qué consejos le darías a los jóvenes que desean ser artistas?

Desde el cariño y el respeto, les diría que trabajen incansablemente para encontrar su propio camino, que no se adhieran a modas, que sigan la luz de su espíritu. Y les aconsejaría trabajar, trabajar, trabajar.

 

¿Qué cuadro le habría gustado haber pintado?

Dos me habría gustado pintar: 'Perro enterrado en la arena' de Francisco de Goya y 'Las señoritas de Avignon' de Picasso. Los dos cuadros abrieron caminos a nuevas formas de ver.

 

06/04/2016 08:03 Antón Castro Enlace permanente. Artistas No hay comentarios. Comentar.

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MIGUEL ÁNGEL LAMATA,

PREMIO ‘VILLA DE LA ALMUNIA’

 

El director de cine recogerá el premio en la inauguración del XXI FesciLA, el próximo 7 de mayo

 

La imagen de esta edición se ha elegido por concurso entre alumnos de la Escuela Superior de Diseño de Aragón

 

 

[Nota de FESCILA). Poco más de un mes le quedará a Miguel Ángel Lamata para estrenar su cuarta película, Nuestros amantes, cuando recoja el premio ‘Villa de La Almunia’ el próximo 7 de mayo, durante la inauguración del vigésimo primer Festival de Cine de La Almunia (FesciLA). En el pleno del ayuntamiento almuniense celebrado este martes se aprobó por unanimidad la entrega de este reconocimiento al director, productor y guionista zaragozano.

 

El ‘Villa de La Almunia’ es un galardón que el consistorio de la localidad, a propuesta de la Asociación ‘Florián Rey’, organizadora del festival, entrega a personalidades destacadas del mundo del cine, el teatro, las letras o la televisión en Aragón, o que tengan una especial vinculación con FesciLA.

 

En una edición que lleva por título Pequeña gran pantalla y en la que se abordará la relación entre el cine y la televisión, se quiere reconocer el trabajo de este zaragozano curtido en ambas pantallas. Tras dirigir varios cortometrajes, en 2004 rodó su primera película, Una de zombis, producida por Santiago Segura. Dos años después, Isi & Disi, alto voltaje. Ya en 2010 llegaría su trabajo más conocido, Tensión sexual no resuelta, una película menos trepidante y gamberra que las anteriores y con la que se va acercando a las historias de personajes, más basadas sus sentimientos y en los diálogos. Tendencia que continúa en Nuestros amantes, su trabajo más personal, dice. Una película protagonizada por Eduardo Noriega, Michelle Jenner, Amaia Salamanca, Gabino Diego y Fele Martínez, y cuyo estreno está previsto para el próximo 10 de junio. Rodada íntegramente en Aragón, se trata de la primera película con localizaciones en las tres provincias: Zaragoza y Teruel capital, y la localidad oscense de Boltaña.

 

El cineasta siempre que puede rueda en esta comunidad autónoma, una tierra donde se siente feliz y que, afirma, siempre le ha tratado bien. «Aragón ha tratado excepcionalmente bien mis películas hasta la fecha y estoy seguro de que lo seguirá haciendo».

 

Respecto al premio, al mismo tiempo que lo ve como algo agradable y emocionante, el director de cine reconoce cierta congoja: «Mi trayectoria es muy breve y tampoco uno cree ser merecedor».

 

Carmen Pemán, directora de FesciLA, asegura que es un placer contar con Miguel Ángel Lamata en una edición como esta. «Es una persona que conoce bien tanto el mundo de la pequeña como de la gran pantalla, siempre cuenta con Aragón en sus proyectos y en nada presentará Nuestros amantes, una película con un buen reparto y que estamos convencidos de que gustará».

 

Este reconocimiento se concede desde 2009 y en su nómina cuenta con nombres como David Trueba, Luis Alegre, Paula Ortiz, Luisa Gavasa, Itziar Miranda o Gaizka Urresti. Justo ese año, en 2009, en una edición dedicada a los jóvenes en el cine, Lamata participó por primera vez en el festival. Fue en una mesa redonda junto a las actrices Norma Ruiz -protagonista de Tensión sexual... - y Nerea Camacho -Goya a la mejor actriz revelación por Camino, de Javier Fesser-.

 

Concursos 2016

 

Los trabajos finalistas de los concursos de cortometrajes y guiones para cortometrajes ya se han hecho públicos y se pueden consultar en la web www.fescila.com. De los 494 cortos recibidos, 34 se proyectarán dentro de la Sección Oficial del festival. En lo que se refiere a guiones, en total se recibieron 139, de los cuales 27 han sido seleccionados. El 16% de los escritos pertenece a la categoría hispanoamericana y han llegado de Venezuela, Argentina, República Dominicana, México, Colombia, Bolivia, Costa Rica y Perú.

 

Por otro lado, por primera vez el cartel que da imagen a cada edición del festival se ha elegido a través de un concurso entre los alumnos de la Escuela Superior de Diseño de Aragón (ESDA), continuando así con la idea de implicar a los centros educativos en la actividad y la programación de FesciLA.

 

Finalmente, el primer premio -dotado de 250 euros y diploma- fue para la obra titulada “Una alfombra para las dos”, de Alicia García Arana. También se establecieron dos accésits para “Unidos por el cine”, de Andreas Ibarra Concha, y “Retrovision”, de Marcos García Calzada. Estos tres premios también se entregarán durante la gala de inauguración.

 

06/04/2016 08:41 Antón Castro Enlace permanente. Artistas No hay comentarios. Comentar.

ARA: LA HUESCA QUE LEYÓ A VERNE

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Juan Carlos Ara “dibuja” la Huesca que leía a Verne en la segunda mitad del siglo XIX, en una conferencia

El profesor de Literatura de la Universidad de Zaragoza participa, este jueves, en el ciclo ‘Julio Verne: 3 semanas en Huesca’

‘Cafés literarios’ sobre obras del francés, guiados por investigadores del grupo T3 Axel del Campus de Huesca, y conferencias impartidas por el geógrafo Eduardo Martínez de Pisón, el especialista en Verne Piero Gondolo della Riva, o los investigadores sobre Tecnologías en Entornos Hostiles, José Antonio Cuchí y José Luis Villarroel, tendrán lugar en esa misma jornada y en los días siguientes

Un amplio programa, que incluye, además, un congreso internacional –el tercero sobre el novelista francés que acoge el Alto Aragón en los últimos seis años–, una decena de exposiciones, actividades infantiles, proyecciones o escaparates dedicados a sus creaciones, convierte a Huesca, durante 20 días, en la ciudad de Julio Verne

(Huesca, 6 de abril de 2017) El profesor de Literatura de la Universidad de Zaragoza Juan Carlos Ara ofrecerá una panorámica de la Huesca que recibía las novelas de Julio Verne, en vida del autor del autor, en la segunda mitad del siglo XIX, en la conferencia que imparte este jueves, 7 de abril, en la capital altoaragonesa.  Este acto, que se desarrollará, a partir de las 19 horas, en el Centro Cultural Palacio Villahermosa, de Ibercaja, forma parte del ciclo ‘Julio Verne: 3 semanas en Huesca’, que impulsa el grupo de investigación T3 Axel, del Campus oscense. ‘Cafés literarios’ y  conferencias, sobre la obra y el impacto del escritor francés, se sucederán en esa y las siguientes jornadas, hasta el día 17, en bibliotecas públicas, centros universitarios y otros espacios culturales de la ciudad. El geógrafo Eduardo Mart&iac! ute;nez de Pisón, el especialista en Verne Piero Gondolo della Riva están entre los ponentes de estos actos.
 
fés literarios’ y más conferencias
El mismo día 7 de abril, Pilar Tresaco, investigadora del grupo T3AxEL del Campus de Huesca, comentará la obra de Julio Verne Paris au XXe siècle. La exposición se desarrollará en del Club de lectura en francés de la biblioteca municipal Durán Gudioltambién a las 19 horas.
 
Otras tertulias sobre la obra del francés se desarrollarán el día 12. Ana Claverespecialista en la figura femenina en Verne y miembro del citado grupo de investigación oscense, introducirá un ‘café literario’ sobre el relato Mistress Branican. Será a las 17,30 horas, también en la biblioteca municipal Durán Gudiol. A la misHuesca, segunda mitad del siglo XIX: una ciudad donde leer a Verne”es el título de la ponencia que desarrollará Juan Carlos Ara. En ella revisará los aspectos urbanísticos, sociales, políticos y culturales de la vida de una ciudad que se sentía inmersa en el “progreso”, en ese periodo, por hechos como la llegada del ferrocarril. Esa percepción, señala el profesor oscense, favorecían la recepción de una obra, como la de Julio Verne,  que hablaba de avances maravillosos. El recorrido de su exposición, que concluirá con el nuevo siglo, se iniciará en 1864. Es el  año en el que llega el tren. Y también, añade el conferenciante, el momento en que se instala en Huesca  “otro autor anticipatorio”, importante en esa etapa,  como Joaquín Costa.
 

 

De la Huesca del XIX, al París del XIX. ‘Ca

ma hora, en la Biblioteca Ramón J. Sender, se analizará, en un acto similar, la obra del autor de Veinte mil leguas de viaje submarino.
 
El 13 de abril tendrán lugar dos conferencias. Una mirada al centro de la tierra se titula la que impartirán, a las 12 horas, en la Escuela Politécnica Superior de Huesca (Carretera de Cuarte, s/n) los oscenses José Antonio Cuchí y José Luis Villarroel Salcedo, integrantes del grupo de investigación en Tecnologías en Entornos Hostiles de la Universidad de Zaragoza. Y, a partir de las 19 horas, el coleccionista verniano, Piero Gondolo della Riva, desarrollará su ponencia El Viaje a la Luna de Jules Verne y de los otros autores. Será en el salón de actos del Centro Cultural Ibercaja,Palacio de Villahermosa.
 
El catedrático de Geografía Eduardo Martínez de Pisón ofrecerá sus Viajes por el planeta Verne” el día 14 de abril, en este último lugar y a la misma hora. Previamente, a las 12,30 horas, habrá tenido lugar una presentación de libros relacionados con Julio Verne publicados recientemente. En este acto participarán algunos de los autores.
 
Julio Verne: 3 semanas en Huesca’
Huesca quiere convertirse en la ciudad de Julio Verne durante tres semanas. Y de forma permanente, en uno de los lugares vernianos de España. Comercios, librerías, centros culturales, bibliotecas y edificios universitarios acogen, desde el 30 de marzo, y hasta el 17 de abril, variadas iniciativas sobre el universo literario del autor de La vuelta al mundo en 80 días o Veinte mil leguas de viaje submarino. Un congreso internacional –el tercero sobre el novelista francés que acoge el Alto Aragón en los últimos seis años–, una decena de exposiciones, conferencias, proyecciones, talleres infantiles y escaparates dedicados a Verne forman parte del programaEl grupo de investigación T3 Axel, (Textos-Territorios-Tecnologías: Análisis cruzados entre lenguajes) impulsado por profesorado del Campus de Huesca de la Universidad de Z! aragoza, y dedicado al estudio de aspectos culturales, lingüísticos y científicos relacionados con la obra de Verne, es el organizador de estas iniciativas, que cuentan con la colaboración de numerosas entidades de la ciudad.
  
Más información:
 

 

07/04/2016 02:29 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

UN CUENTO DE CLARA OBLIGADO

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Clara Obligado Marcó del Pont (Buenos Aires, Argentina, 1950) es una escritora argentino-española. Es autora de libros como ’El libro de los viajes equivocados’, ’Las otras vidas’ o XX. Es una gran escritora de cuentos y microcuentos.

 

EL MILAGRO

 

Por Clara OBLIGADO 

 

Para Nuria Barrios, Javier Goñi y Carmen Valcárcel.

 

          Sucedió cuando Madrid no era Madrid, ni siquiera Matrice, ni Mayrit, ni la madre de las aguas, millones de años antes de que apareciera ese mono desnudo de frente huidiza al que llamaremos hombre, en el Mioceno Medio, cuando los continentes navegaban hacia su posición actual y el Mediterráneo se llenaba y se vaciaba como si fuese una bañera y todo lo que rodeaba el paraje era relieves montañosos lamidos por las aguas, riachuelos palpitantes como las venas de una mano. La corteza de la tierra había superado la edad de las hierbas y la zona llevaba años convertida en humedal, en una sabana arañada por garras de tortugas gigantes, inmensos roedores, tigres con dientes de sable, úrsidos-cánidos o felices antílopes enanos que correteaban y pastaban entre las gramíneas devorándose los unos a los otros sin plantearse problemas éticos o estrategias de mercado, ramoneando en las praderas y bosques abiertos bajo cielos sin contaminación, (pavorosos, tal vez, durante la noche, tachonados de constelaciones indecibles o amables y transitados por majadas de nubecitas blancas).

                        Allí, en ese Edén del que nadie había sido expulsado, creció un Hispanotherium matritense (hembra) que fue, sin saberlo, el último ser del Mioceno Medio que trotó por esa ciudad inexistente (no sólo porque no había sido construida, sino también porque nadie la podía nombrar, una ciudad sin proyecto, sin romanos, ni visigodos, ni árabes, ni cristianos, ni turistas), un solitario Hispanotherium matritense (hembra) que intuyó que estaba solo en este mundo pero que no alcanzó a decirlo (sin el lenguaje, qué somos) un animal pesado como un tanque de guerra que apenas si sabía decir “Brrr”, grupo consonántico escaso para definir el cielo y la tierra, la angustia y la alegría de vivir, el paso de las estaciones, el pavoroso cosmos, la exaltación de los días de sol, un mamífero con ese nombre tan difícil, pobre Hispanotherium matritense (hembra), acotado ahora por el codicioso mundo de las clasificaciones, incapaz de presentir la desgracia que había acabado con los suyos y que terminaría con él antes de que llegara la noche, antes de que culminara ese día aciago, sólo faltaban algunas horas para el final que en realidad no eran horas porque nadie las había metido en un reloj y un minuto duraba entonces más de cinco mil años.

                        Es decir, un Hispanotherium matritense (hembra) fue el último habitante del barrio, supérstite de  una manada de rinocerontes que, como había nacido antes que los griegos, no sabía que su nombre se refería al cuerno en la nariz y, además, en este caso, era una hembra que ignoraba incluso su sexualidad, (montar o ser montada, competir por el mando, o las fatigas de la reproducción), un ser perdido para la ciencia ya que no se registraría su cerebro (que nadie conoció, porque el cerebro es lo primero que se va, tan lábil, y gomoso, tan volátil), ni siquiera quedaría constancia de lo que habría de suceder bajo el cielo vacío antes del cataclismo, porque la materia gris no fosiliza y, para la ciencia, no existe lo que no se puede demostrar.

                        Así, pues, el Hispanotherium matritense (hembra) comenzó  a trotar calle arriba con la ansiedad de aparearse porque tenía su primer celo (y hay que imaginar el celo descomunal de un rinoceronte prehistórico)  sin saber que el desastre ya había terminado con sus congéneres. Emitió primero una señal bioquímica (un olor hediondo), luego parpadeó con un gesto coqueto propio del ritual del cortejo (esas pestañas sublimes de los rinocerontes, los ojillos brillantes, aceitados) y lanzó el “brrr” que tantas veces había oído en la manada en épocas de reproducción. Como si las estuvieran arreando, las nubes se alejaban hacia el horizonte. Fue entonces cuando el Hispanotherium matritense (hembra) tuvo un primer sentimiento (aunque los paleontólogos se niegan a aceptarlo) y, con la boca sin labios y los dientes fuertes intentó comunicarlo. Para que haya lenguaje, el cerebro necesita cierta capacidad de ordenación y almacenamiento. ¿Lo tenía Hispanotherium matritense (hembra)? No lo podemos aseverar. Lanzó al aire su bramido, que esta vez sonó como una pregunta (¿es el cambio de tono una forma de lenguaje?) e hizo algo inaudito: puso el ápice de su lengua áspera contra los dientes acostumbrados a masticar la vegetación más dura y suplicó: ¡t-brrr! ¡Un prefijo, sí, un prefijo! ¡una oclusiva dental sorda! ¿Proto-sitaxis? ¿Podemos aventurar, acaso, que existen tendencias ancestrales en el lenguaje? Tantos años de evolución desperdiciados, el final de una especie, la soledad de la muerte antes de haber conocido el peso del Hispanotherium matritense (macho) sobre sus ancas. Qué pena. Bajo las sacudidas de alguna placa tectónica temblaba la futura ciudad, en un lugar del planeta estaba surgiendo una montaña. Hispanotherium matritense (hembra) lanzó al cielo la eterna pregunta sobre el sentido de la existencia ¿brrr-t? y comenzó a trotar calle abajo sacudiendo sus caderas brillantes, se tendió núbil en un charco, extendió las patas para acariciar por última vez el lodo, la piel acerada buscando la humedad de la tarde. Como en un lamento, el agua manaba y un sol ominoso se ocultaba tras los bosques achaparrados.

 

                        Varios millones de años más tarde, allí mismo, en una calle que se llamaría Cantarranas, el viento y los diluvios amontonaron magras de color verdoso hasta erigir un túmulo sobre los restos del animal, luego se apelotonó la gravilla, el limo arcilloso, la tierra vegetal del neolítico, las primeras plantas, el destartalado esqueleto de un homínido, restos de fogatas, la punta de una flecha de silex y, por fin, alguien levantó una capilla, la capilla se demolió y sobre ella se construyó un convento. Allí fueron enterrados los restos de Cervantes. Bajo otros muertos sin nombre, mezclada con los detritus de la ciudad, reposa la momia incorrupta, el esqueleto poderoso de la hembra que inventó el lenguaje. Su cuerpo glorioso, con el himen intacto.

 

*La foto de Clara es de Manuel Yllera.

 

 

 

 


09/04/2016 23:22 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

'LOS SITIOS'... / FERRER & CASTRO

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'Los Sitios de la Zaragoza inadvertida'. 25 fotografías de Andrés Ferrer y 25 textos de Antón Castro. La exposición se inaugura el jueves 14 de abril a las 11.30 en el palacio de la Aljafería. El libro se pondrá a la venta a partir del viernes.

 

 

 

RETRATO EN IMAGEN Y PALABRA DE ZARAGOZA

 

 

          ¿De cuántas formas se puede mirar una ciudad? Zaragoza es una ciudad hospitalaria, la ciudad de los tres ríos, de palacios renacentistas, la capital del cierzo. El fotógrafo Andrés Ferrer lleva años recorriéndola y ha buscado su propia iconografía: los lugares que están ahí, los monumentos, los rincones, las fachadas, los barrios, las plazas, los descampados, a los que apenas prestamos atención. Son los sitios inadvertidos. Los recodos. Los miradores. Los edificios. El envés de la vida corriente. Lo que hemos dejado de ver tras haberlo mirado tanto.

 

          Durante muchos días, Andrés Ferrer salía como un cazador de luz y se fijaba en la Plaza de las Catedrales, en la Expo o en el Ebro con su pasarela, en la Cooperativa del Taxi, en la playa ferroviaria de La Corbera; se internaba por pasadizos como el Palafox o el pasaje del Ciclón o se iba a la Adriática, al Paraninfo, a un grupo escultórico o al Cementerio de Torrero. Atrapaba el silencio, esos instantes donde el tiempo se hace leyenda, foto fija de la memoria, caligrafía de emociones antiguas. No le ha preocupado tanto lo evidente como lo inadvertido. Zaragoza tiene varios rostros, algunos ocultos o desdibujados, y él con paciencia, con sosiego, con la lentitud que exige la luz los capta. Y da una imagen distinta de la ciudad: eterna, cotidiana, vivida y, a veces, espectral. Una ciudad con sus luces y sombras.

 

          Antón Castro acompaña sus fotos con diversos textos: narraciones, perfiles, pequeños ensayos, microcuentos, poemas en verso y en prosa, fábulas, aforismos, guiños..., en clave realista y de ficción, donde asoman multitud personaje históricos (José Alfonso, García Mercadal, Luis Buñuel, César Augusto, Goya, Fleta, Marín Bagüés, José Antonio y Miguel Labordeta, Pilar Bayona, Pablo Gargallo, Pablo Serrano, Dimitri Berberoff, el doctor Lozano, Teodoro Ríos Balaguer, Ricardo Magdalena...) y de ahora mismo. Y también están presentes espacios, situaciones, historias reales y soñadas que demuestran que una ciudad puede ser contada y cantada de formas casi inagotables. Desde la intimidad o con una voz coral que, en el fondo, nos pertenece o nos abraza a muchos.

 

          De la unión de las fotos y los textos ha nacido el libro ‘Los Sitios (de la Zaragoza inadvertida)’, que es un homenaje a Zaragoza, a su historia y a su presente, a sus comercios, calles, casas, lugares emblemáticos y olvidados, a través de la imagen, con su diálogo incesante del claroscuro, y de la palabra. Y es un libro de artista o de artistas, entretenido y ágil como una caja de sorpresas, un proyecto, un sueño, un himno visual y literario de reconocimiento de una ciudad asequible, cargada de historia, de claridad y de sombras. Casi una cuarta parte del proyecto se expone en las salas del Palacio de la Aljafería, sede de las Cortes de Aragón.

 

Agustín Sánchez Vidal, escritor e historiador del cine en Aragón y máximo especialista en Luis Buñuel, firma el prólogo del volumen y dice: “De este libro también se desprende una Zaragoza que apuesta por el futuro y cree en él, que se ha reinventado bastante más de lo que creemos quienes la habitamos a diario. Todo eso, entre otras muchas cosas, se hallará aquí. Tras macerarse en ellas se pueden recorrer las calles y plazas como provisto de esas gafas o dispositivos de realidad aumentada. Los mismos lugares aparecerán entonces dotados de nuevas luces y lecturas. Esas que con tanto talento han captado Andrés Ferrer y Antón Castro, para enriquecer lo existente y devolvernos una ciudad más habitable, mejor percibida y advertida”.

EL RARO DANIEL. POETA

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A Daniel Izquierdo Clavero (Barcelona, 1975), profesor y escritor, le gusta aparecer en sus libros con sus dos apellidos. Así sucede con su segundo poemario: ‘Las cicatrices invisibles’ (Los Libros del Gato Negro). Sus padres son turolenses: él, empleado de la Nissan, es de Monteagudo del Castillo y ha realizado 56 viajes a Latinoamérica; ella es de Aguilar de Alfambra, un pueblo de pocos habitantes que se abre hacia la llanura y un horizonte que bien puede recordar a un mar interminable. Allí pasa sus veranos Daniel, que padece desde hace años una de esas enfermedades misteriosas que le complican la vida a una de cada dos mil personas, “una disinergia cerebelosa mioclonica”, vinculada al Parkinson. Daniel ha tenido profesores que le han entendido y han apoyado su sensibilidad, otros no han asimilado su hiperactividad y cuenta con el cariño de la profesora Rosa Navarro Durán, dilecta alumna de José Manuel Blecua, que le deja asistir a sus clases. Daniel siempre ha tenido una pasión: leer, escribir, comprar libros, visitar bibliotecas. Posee una espléndida memoria que le permitía recitar poemas, que son su mejor equipaje; además, es uno de esos seres que cultiva la amistad y se siente estremecido por la hondura de sus afectos, su tío Eugenio, entre ellos. Logró licenciarse en Psicopedagogía y se diplomó en Magisterio; hace dos años se vio obligado abandonar el aula, aunque hizo lo imposible por quedarse, hubiera aceptado una considerable rebaja de sueldo. Es uno de los promotores de encuentros culturales en Aguilar del Alfambra. Y conmueve comprobar el cariño que siente por Aragón y sus escritores. Su libro es un intenso autorretrato: el documento de alguien que pelea contra la amenaza de la muerte, es un canto a la vida, desde la sensibilidad, la belleza y la humildad, contra el dolor, tan demoledor que parece invitarle a la desesperación e incluso al suicidio. El poeta, en su noche y en su soledad, dialoga consigo mismo y con los otros: con los muertos de Angrois, con los que acuden al hospital para una revisión, con un sinfín de autores: desde Alejandra Pizarnik o Anna Ajmatova a John Berger o Patrcik Modiano. Se abraza a las palabras, se abraza a la esperanza, a la música, al arte y a la literatura (su reino: conocimiento, exorcismo y terapia) y resiste. Y escribe: “Mi poesía también es una rara enfermedad”.

 *De la serie 'Cuentos de domingo'. La foto es del autor.

12/04/2016 01:17 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

IGNACIO DEL VALLE: UN DIÁLOGO

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Ignacio del Valle presentaba hace unos días su novela 'Soles negros' (Alfaguara), la cuarta de la serie de Andrade y Manolete la pasado semana en Los Portadores de Sueños. Explica aquí la claves de su libro y de la serie. 

-¿De qué modo te preocupa España, con la mirada del ciudadano o la del novelista?

La mirada del ciudadano se ve reflejada en mis artículos, y el novelista va el paralelo -y a veces se entrecruza, aunque no necesariamente-. De todas formas ambas tienen meridianamente claro que la memoria es muy frágil y que las cosas han de repetirse en un ritornelo eterno -por eso nunca habrá suficiente artículos y novelas sobre cualquier tema-. La historia no es más que un farol en la popa de un barco en una oscura noche, y en cualquier momento la podemos perder de vista, con los riesgos que conlleva.

-¿En qué medida este es un país de todos los demonios y de una violencia sórdida y subterránea?

No creo que España sea especial en ese sentido. Todos los países tienen lo suyo. Ahora bien, la diferencia reside en cómo nos enfrentamos a esos demonios y esa violencia. Si no sacamos la basura de bajo las alfombras y hablamos sobre un tema como es el robo de niños sistemático y legal en España durante toda la dictadura, todos esos demonios saldrán por otro lado, y no precisamente por el que más nos gustaría. Los alemanes hicieron examen de conciencia respecto al nacionalsocialismo, aquí todavía queda por hacer una revisión de la segunda mitad del siglo XX.

-¿Como nació Andrade, ese bibliotecario culto, extremeño y políglota?

De una manera intempestiva en El arte de matar dragones. Me interesaba el traslado del museo del Prado durante la guerra civil, y me invente un personaje que me permitiese intervenir en la época. No pensaba que fuese a tener continuidad, y ya ves: cuatro novelas ya, y parece que va a recorrer todo el siglo XX hasta los ochenta. Arturo Andrade, un corazón delicado, manos de carnicero, un tipo contradictorio pero lúcido con el cual podré contar episodios poco conocidos de la historia de España pero que resultan esenciales para comprender lo que somos.

-Recuérdanos un poco los tras novelas anteriores: la de la guerra española, la de su estancia en la División Azul y su episodio de amor en con una joven berlinesa…

En El arte de matar dragones trato el traslado del museo del Prado durante toda la guerra civil, y teniendo en cuenta que por chiripa no desapareció en los bombardeos, creo que resulta un pilar de nuestra historia. Imagínate que ahora no tendríamos Velázquez, Patinir, Brueghel, Ribera... En El tiempo de los emperadores extraños hablo de ese episodio silenciado que fue la División Azul, una novela que fue adaptada al cine por Gerardo Herrero, y en Los demonios de Berlín me interesaba el apocalipsis que fue la caída de Berlín en 1945, y también el caos personal que significó para Arturo enamorarse en medio de un conflicto mundial. Luego ya llegó la novela que nos ocupa, Soles negros, por ahora la última de la tetralogía.

-¿Cómo madura, cómo ha evolucionado hasta llegar a 'Soles negros'?

Arturo, como yo mismo, hemos madurado, y si antes era más directo y explícito a la hora de tratar con la realidad, a fuerza de experiencias ha aprendido a negociar con ella. Es una proceso natural comprender que llega un momento en que quizás tengas que acostarte con tu peor enemigo para lograr una pequeñísima victoria. Es la vida.

-Avánzanos un poco la historia… ¿Te has basado en un hecho real, has visto que era un tema sobrecogedor que andaba por ahí?

La primera pista la tuve con una noticia de los años ochenta, una monja llamada Sor María Valbuena que robaba niños en los hospitales y los vendía a cien mil pesetas el crío. Algo que parecía terrible pero insólito, fue lo que sucedió en el país de una manera institucionalizada y legal durante cuarenta años. Eso solo fueron los últimos coletazos del dragón.

-¿Cómo se explica que existiese un terror tan clandestino e inhumano auspiciado por el régimen?

Formó parte de la política del régimen. A medida que Franco ganó la guerra debían encuadrar en el sistema toda la "masa desafecta" de republicanos. De esta manera, el Auxilio Social, mediante un estricto sistema de adoctrinamiento religioso y paramilitar, con castigos de toda índole, se encargaría del lavado de cerebro de los niños. Eso incluía la adopción o prohijamiento de los mismos por parte de personas que comulgaran con el ideario del Movimiento. Para santificarlo se promulgaron dos leyes, la primera en 1940, por la cual las reclusas podían amamantar a sus hijos y tenerlos con ellas en las prisiones hasta los tres años, luego los críos se desalojaban legalmente y eran enviados a instituciones del Auxilio Social sin posibilidad de contacto con las madres hasta el cumplimiento íntegro de las penas. A continuación, en 1941, se complementa la ley anterior y se permite cambiar el nombre de los niños en el registro civil cuando no recordasen el nombre de los padres o estos no fuesen localizables o hubieran sido expatriados. Una vez que los niños ingresaban en la red asistencial, comenzaba el banquete de carne humana.

-¿Está el mal en todas partes y dónde menos te lo esperas?

El mal está tan mezclado con el bien que a veces no puedes distinguir la frontera. Se trata de hacer pactos con tus demonios para que te permitan hacer una vida más o menos digna, cierta coherencia, y que los ángeles puedan respirar. No obstante, este hecho que para una persona puede resultar incómodo, para un escritor es oro en polvo, porque esa ambigüedad es donde hemos de colocarnos para escribir, en esa limes, ese territorio de flujo y reflujo vital.

¿Qué ha sido para ti lo más doloroso o insoportable en la redacción de la novela?

Posiblemente comprobar las condiciones de los niños en los hogares del Auxilio Social: el hambre, la sed, los castigos, las humillaciones, como se ahormaban las mentes y los espíritus de los inocentes...

-Parece que has querido rendir un homenaje a Don Quijote y Sancho en las figuras de Andrade y su viejo amigo, grosero y mujeriego, Manolete… ¿Es así?

Resulta evidente. La pareja conformada por Arturo, nihilista y lúcido, y Manolete, una desgracia como persona, pero también intuitivo y compasivo, me permite establecer una dialéctica que hace que la novela avance como si tuviese un motor de explosión, y cruzar diferentes sensibilidades para, a la manera de un GPS literario, hacer un retrato lo más preciso posible de la España de 1947.

-¿Qué sería más Ignacio del Valle: un escritor épico, de aventuras tremendas, o un narrador de novela negra?

Un escritor que mezcla historia, noir, suspense, ensayo, poesía, épica... En realidad, todo lo que pille.

-¿Qué autores te marcan o tienes de referencia?

Las referencias son infinitas: Herodoto, Doctorow, Ray Bradbury, Scott Fitzgerald, Galdós, Steinbeck, Bernal Díaz del Castillo, Tolstoi, Calvino, Updike, Camus, Plutarco, Don Winslow, Poe, Le Carré, Mishima, Charles Baxter... Somos el resultado de todo lo que leemos, todas las pelis que vemos, la gente que conocemos, incluso la comida y la bebida que tomamos. Es una dialéctica que solo debería terminar cuando llega la Parca, e incluso si se deja, continuar con ella.

-¿Qué relación intentas establecer con el lector, qué ansías decirle o contarle, a modo de poética general?

Intento dar perspectiva y apasionar. Si hablamos de Cervantes, hay una frase de él que resulta categórica: "El escritor ha de ilustrar y entretener a un mismo punto".

12/04/2016 01:26 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

HISTORIA Y LIBRO DE JUANA BIARNÉS

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La segunda vida de Juana Biarnés

 

Juana Francés, la mujer que retrató

a Los Beatles hace ahora 50 años

 

La Fábrica, en su colección Photobolsillo, recupera la obra de la pionera del fotoperiodismo en España

 

 

La vida siempre concede una segunda oportunidad. Juana Biarnés (Tarrasa, Barcelona, 1935) es un buen ejemplo de ello. Otro más. Quizá todo empezase de nuevo cuando Gervasio Sánchez y Sandra Balsells la invitaron al Seminario de Periodismo y Fotografía de Albarracín: allí los estudiantes descubrieron a la pionera del fotoperiodismo en España que “se ha ocupado siempre de lo real y ha sido su enfoque intimista lo que la ha distinguido del resto de fotorreporteros de la época”, tal como escribieron Mónica Carabias y Francisco J. García en el catálogo que marca su recuperación: ‘El rostro, el instante, el lugar’ (2014), al que se acaba de sumar ahora una monografía de La Fábrica en su colección de Photobolsillo.

Juana Biarnés, contra viento y marea, decidió ser fotógrafa. Su padre hacía foto deportiva y además era poeta. Ella lo vio con tanto trabajo que decidió echarle una mano. Él se colocaba en una portería y ella en otra. En el campo de Les Corts un árbitro no dejó empezar el choque mientras Juana estuviese haciendo fotos, algo que también le ocurriría años después en el palacio de Congresos: estaba acreditada con todos los permisos, pero el guardia de seguridad le impedía el acceso al hemiciclo por ser mujer. Su carrera empezó en medio de la tragedia, con las inundaciones de Terrasa de 1962. Su padre le dijo que se repartieran la ciudad y que en cuanto tuviese las fotos las fuese revelar a Barcelona. Así lo hizo: sus espeluznantes instantáneas, que no ha querido exhibir ahora por respeto a las víctimas y a sus familias, llegaron ante el presentador Federico Gallo y abrieron los telediarios.

Poco después, Emilio Romero, director de ‘Pueblo’, vio su trabajo y le hizo una oferta laboral: la llamó a Madrid y le dijo que le pagarían por pieza publicada. Ahí empezaría su gran tarea. Tres años después acudió a la rueda de prensa de Los Beatles en el Hotel Avenida Palace de Barcelona. No se quedó a gusto y se metió en su mismo avión en dirección a Madrid. Se disfrazó un poco para afirmar sus armas, metió una cámara pequeña en el bolso y llamó a su habitación. Ringo Starr la vio y dijo: “You?”. Permaneció tres horas con ellos, les habló de flamenco, de pan con tomate, entonó algunos temas y los retrató, confiados y sonrientes, en la intimidad. Las fotos dieron la vuelta al mundo.

Juana era osada y tenía olfato informativo y artístico. Retrató a los nudistas de Ibiza, a un hosco Luis Buñuel durante el rodaje de ‘Tristana’, a Roman Polanski, a Raquel Welch (que había perdido la documentación), a Rocío Durcal y a una Carmen Sevilla más bella que nunca, a Santiago Bernabéu en bata, a Orson Welles, a Sue Lyon, aquella joven que habían interpretado la Lolita de Nabokov; retrató a Serrat con sus patillas de bandolero, o a Pilar Miró, recién llegada a TVE.

Cuando cerró ‘Pueblo’ se convirtió en ‘freelance’, creó su propia agencia, Sincro Press, y viajó a Estados Unidos para asistir a los rodajes de cine. Siguió trabajando hasta 1985. El director de una revista le rechazó un reportaje sobre un enfermo de cáncer, que intentaba contagiar esperanza a los demás, y ella  decidió retirarse. Al parecer le mostraron unas diapositivas en color de Lola Flores y le dijeron que eso tenía más interés y más público.

 

LA ANÉCDOTA

Juana Biarnés abrió un restaurante en Ibiza, Ca Na Joana, con su marido francés, un periodista de ‘Paris Match’, y se dedicó a otra de sus pasiones: la cocina. “He heredado de mi madre la afición a los fogones y la necesidad de contar historias- suele decir Juana Biarnés-. Una de sus pasiones era contar novelas a sus compañeras de trabajo”.

17/04/2016 14:12 Antón Castro Enlace permanente. Fotógrafos No hay comentarios. Comentar.

MARÍA JOSÉ PAREJO: UN CUENTO

Hace algunos años, la realizadora de Aragón Televisión María José Parejo me pasó algunos cuentos muy sutiles y variados, con mucha personalidad y buen gusto. Han pasado algunos años y ahora acaba de publicar su primer libro, 'Los nudistas' en el sello Anorak de Sergio Navarro. La joven autora firmará ejemplares en el Día del Libro. He aquí un cuento del libro.

 

RESTAURAR SISTEMA

Por María José PAREJO. De 'Los nudistas' (Anorak).

 

Hoy es sábado 27 de noviembre. Ignorando los consejos de aquellos que afirman que debo animarme y salir, me dispongo a pasar la tarde sola en casa. Después de un café con magdalenas y el visionado de dos películas divertidas, mis emociones están bajo control.

 

Procuro no darle vueltas al asunto, reflexionar demasiado no ayuda a superarlo, sin embargo, Mario es una figura remanente en mi cabeza a la que aparentemente no presto atención. Como saber que tienes lóbulos en las orejas o tibias en las piernas.

 

Enciendo el ordenador. Durante el proceso de inicio, un dibujo sonriente salta de un lugar a otro de la pantalla dando volteretas y haciendo el Moonwalk con sus cortas patitas de marciano clásico. No habla, solo emite algún sonido simpático y lo que podría identificarse con una risa ridícula. Lleva una camiseta con su nombre: Owen.

 

Esta sencilla presentación forma parte de un programa antitristeza que instalé ayer sin darme apenas cuenta. Acepté las condiciones pasando por alto las dos páginas de instrucciones que lo acompañaban. En un foro lo consideran muy eficaz para sobrellevar todo tipo de rupturas sentimentales, dicen, aunque parezca una tontería. Me lo parece, en eso comparto su opinión, aunque reconozco que el icono se mueve con bastante gracia.

 

También te escucha, boquiabierto y parpadeante. Muestra gran diversidad de gestos con matices casi humanos que revelan el ingenio de sus fabricantes. Tiene un diseño brillante.

 

El entretenimiento es otro de sus puntos fuertes. Manteniendo el puntero encima despliego una lista que enlaza con páginas de viñetas humorísticas, chistes, o series que dan en el clavo con mis gustos personales.

 

En ocasiones actúa por su cuenta. Si abres Google, por ejemplo, Owen se sitúa cerca, saca unos prismáticos o sostiene una lupa. Si pones música, aparece con unos auriculares siguiendo perfectamente el ritmo de la canción elegida.

 

Descubro entonces que su cometido va más allá de la simple entrada en escena. En medio del caos recopilatorio encuentro un disco de Cat Power, pulso doble clic sobre The Greatest para comenzar, y Owen gira su diminuta cabeza de un lado a otro haciéndome saber que no está dispuesto a consentir tal disparate. Sorprendida ante esta audaz censura, pruebo con más canciones del mismo estilo, a modo de provocación. Así constato que es imposible reproducir en mi ordenador cualquier melodía lenta o melancólica.

 

Lo intento con Jason Mraz y el marcianito vuelve a manifestar desaprobación. Empiezo a enfadarme, no entiendo qué daño puede causar un poco de funky inofensivo. Lo cierto es que el programa funciona, porque Butterfly me recuerda mucho a Mario; seguramente oírla me entristece por muy bailable que sea. Y en vez de eso estoy concentrada en imaginar la ingeniería necesaria para desarrollar este software.

 

Mi curiosidad sigue aumentando, tanto que necesito desafiar nuevamente a mis guardianes espirituales.

 

Abro el Facebook con la pretensión de visitar su perfil. Tal como imaginaba, no hay manera de acceder. Owen se desplaza de izquierda a derecha con cara de pocos amigos, y en el momento más solemne de su paso por delante de mí, se tropieza como en una comedia de cine mudo. Justo después recibo varios mensajes de gente conocida a través del chat, que contesto durante un par de horas.

 

Owen, además, ha bloqueado algunas carpetas de fotos. Por la forma de discriminar las imágenes deduzco que sabe exactamente de qué va la historia. Quizá a esto se refieren cuando hablan de «inteligencia artificial».

 

Deseo ahora más que nunca contarle a Mario lo que está sucediendo, cojo el teléfono y marco su número. Comunica, mi valentía se esfuma, decido escribirle un email. Quiero sumergirme en ese estado nostálgico que Owen desaprueba.

 

Me explayo en mil especulaciones superfluas porque sospecho que algo impedirá que las lea. Relleno su dirección y, al enviar, mis temores se confirman, el texto adquiere la forma de una hoja de papel que una mano gigantesca arruga sin contemplaciones. La bola resultante rebota por las esquinas hasta que Owen, caracterizado de Maradona, le propina una patada arrojándola al exterior con un contundente sonido de velocidad. Eso me resulta hiriente.

 

Ha llegado el momento de desinstalar el programa. Busco atentamente en el menú principal sin éxito, registro cada rincón rentabilizando al máximo mis básicos conocimientos informáticos, pero no localizo ni un mínimo archivo.

 

Paso un antivirus, quizá Owen no es más que una trampa de las que circulan por el ciberespacio. Después de un rastreo intensivo, emerge de nuevo en el escritorio caminando con un pelín de desgana, ni siquiera se ha quitado la camiseta de la selección argentina. Parece cansado de luchar contra alguien que no quiere ser ayudado. No puedo evitarlo, me hace gracia.

 

Al fin se me ocurre una solución drástica: restaurar el sistema. Mediante este procedimiento, el ordenador recupera un estado anterior, en el que se encontraba en una determinada fecha, antes de que se produjera el mal funcionamiento. Todo lo posterior es eliminado.

 

Me remonto unos meses atrás. Selecciono en el calendario la casilla del 28 de agosto. Reviso las advertencias sobre las consecuencias de esta acción, confirmo, y reinicio para hacerla efectiva.

 

Evalúo las pérdidas: me falta la última temporada de Breaking Bad, varias aplicaciones importantes, y supongo que echaré de menos algún documento más. No me importa, al menos he recuperado mi libertad.

 

Disfruto de la alegría que esto me proporciona, pero ignoro la razón por la que semejante trascendencia me pilla delante del ordenador. Siento confusión, empiezo a agobiarme y sudo. Hace mucho calor y llevo puesto un forro polar que me sobra por completo. Me despojo de los calcetines y, aturdida, deambulo por la casa. El frescor de las baldosas bajo mis pies me alivia considerablemente.

 

Abro la nevera, tengo gazpacho. Abro una ventana, el bochorno se adhiere a mi cuerpo. Inspiro profundamente, la felicidad asciende a mi cerebro.

 

Hoy es sábado 28 de agosto. Me basta con apreciar la atmósfera, la luz e incluso el olor que se cuela en el salón. En cuanto a mí, tampoco hay duda, mi humor es el del verano pasado.

 

Intento afianzar cada recuerdo que se me va escapando por momentos, junto a la certeza de que hace escasos minutos estábamos en noviembre. Me gustaría

 

conservar las experiencias vividas en ese tiempo para no repetir los mismos errores. Pero me cuesta trabajo, no me apetece pensar en el futuro. Prefiero vivir el pasado. Y así, en este instante, vuelvo a la cama para despertar a Mario de su siesta dulcemente.

18/04/2016 01:03 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

'HABLARÁN DE NOSOTRAS': UNA ANTOLOGÍA DE DOCE ESCRITORAS

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[Los Libros del Gato Negro publica ’Hablarán de nosotras’, una antología de relatos de doce autoras aragonesas. Marina Heredia Ríos firma este prólogo.]

NOTA DE LA EDITORA MARINA HEREDIA RÍOS

Editar una antología siempre es complicado. Requiere ciertas justificaciones: ¿por qué se incluye a unas autoras y no a otras…?, ¿qué criterios se han seguido…? Pero esto, amigos, no es una antología, es una «reunión» de escritoras aragonesas, de voces que están a nuestro alcance, que nos cuentan historias, que nos regalan mundos. El único criterio es el de esta editora que, simplemente, ha querido reunir a este puñado de autoras en un libro amable. La elección de las autoras responde a la voluntad de mostrar en una foto de grupo (que algún día se hará) que son muchos los nombres de mujer (aquí están solo unos pocos) que pueblan nuestro panorama literario. Y esto no precisa justificación alguna, porque lo necesario no se justifica. Es cierto que las mujeres que escriben ya no tienen que esconderse tras un seudónimo masculino. Pero, aunque ya no sean heroínas como las Brontë o no tengan que firmar con el nombre de sus maridos, como Colette, las mujeres que escriben en el siglo xxi, todavía tienen difi- 10 cultades.

La realidad es terca y nos demuestra que, aún hoy, las mujeres lo tienen difícil para dejar de ser personajes secundarios en la cultura, también en la literatura. De los libros publicados, solo algo más del 25 % están firmados por mujeres, por no hablar de los manuales de literatura, en los que las escritoras «desaparecen» por arte de magia, generación tras generación. Si has leído esto es que este libro ha llegado hasta tus manos. Así que, sin más preámbulos, te contaré alguna de las cosas que encontrarás en él.

’Hablarán de nosotras’ muestra doce voces distintas y personales, que viven la literatura, que son, y lo saben, escritoras.

Teresa Garbí nos regala dos breves cuentos, de prosa limpia y clara. En ellos nos habla de la vejez, de la muerte y de la pobreza. Pero también del amor, del deseo de vivir y de esa incansable fe en el ser humano que destilan sus obras.

El cuento de la polifacética Magdalena Lasala nos deja una sonrisa en los labios al final de esta historia de amor más allá del tiempo. El amor y su recuerdo es capaz de pintar una vida paralela capaz de someter a la vida real. Y todo con una prosa elegante y cuidada.

Ana Alcolea vive la literatura como un viaje. Es fácil imaginarla tejiendo caminos que nos llevan de un lugar a otro, despacio, cuidadosamente, con mimo en los detalles. Este cuento es un viaje a través del 11 tiempo que nos conecta con la vida de otros que habitaron los espacios que ahora ocupamos nosotros.

Cristina Grande cree en las segundas oportunidades, y nos lo cuenta con la misma precisión con la que el agua discurre en su cauce. Este cuento nos muestra la vida vista como un paseo en el que cada paso puede ser mejor que el anterior.

En el «cuento sin más» de Ángela Labordeta no pasa nada y pasa todo. Lo que tú, lector, lectora, imagines. Sugerente y breve. Concentrado y potente. La vida en un instante, en un suspiro. Leones en el corazón, que rugen, que quieren liberarse y cárceles de amor o de rutina.

Olga Bernad nos habla en su bella metáfora felina del desasosiego, de la vida atenazando nuestros deseos, nuestros sue- ños con rígidas cadenas.

Patricia Esteban Erlés construye con maestría un universo perturbador en su cuento y nos atrapa en él desde la primera línea. Una historia de cómo el deseo o la curiosidad es capaz de aniquilarte, o no... Esta casa repleta de gatos consigue arañarte el alma. ¿Ser únicamente nosotros o ser también la imagen que nos devuelve el espejo? ¿Cuántas vueltas hay que dar para encontrarse?

Laura Bordonaba hila una historia futurista con una conclusión clara: no podemos ser más que nosotros mismos.

El relato de Eva Puyó nos devuelve a la atmósfera de los misterios familiares, a nuestros ojos y nuestros 12 oídos infantiles exageradamente abiertos para intentar entenderlo todo, aunque ahora sepamos que eso era imposible.

En el cuento de Irene Vallejo un abducido por la teoría de la conspiración y un adolescente que indaga el mundo a través del objetivo de una cámara, mientras su madre renuncia a pelear por conservar el espacio en el que se sintió a salvo, cruzan sus caminos. Podrían haberse hecho mucho daño, pero, esta vez, ha habido suerte.

Aloma Rodríguez parte de un suceso real de su vida para construir su relato. Podemos sentir su desolación infantil por perder su camiseta preferida o su alegría ante la llegada de sus padres... La autora consigue que su historia sea también un poco nuestra.

La protagonista del cuento de María Pérez Heredia emprende un viaje en solitario, deja atrás todo cuanto conoce, todo lo que tan cuidadosamente otros han dispuesto para ella y se echa al mundo en busca de un nuevo nombre. Lo encuentra y, al igual que para su creadora, su viaje no ha hecho más que empezar. Viajes, gatos, amor, clones, recuerdos, leones y misterios... de todo un poco hay en este libro. Editar, queridos lectores, también es de alguna manera emprender un viaje, así que estáis todos invitados a viajar conmigo. La editora

18/04/2016 01:20 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

ELÍAS MORO CUÉLLAR: UN ELOGIO INCONDICIONAL DE LA LECTURA

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[Recibo esta carta y este hermoso texto de Elías Moro Cuéllar, escritor: Este año me han nombrado, por así decir, "pregonero" del Día Mundial del Libro en Extremadura a través del Plan de Fomento de la Lectura; quiero decir que me han encargado que escriba el texto que tengo que leer mañana, viernes 22, en la Biblioteca de Extremadura. Me ha publicado un cuadernillo con el mismo que se repartirá por bibliotecas, clubes de lectura, centros educativos, etc. Así que estoy muy contento.]

 

¡DESENFUNDA, FORASTERO!

 

Un elogio de la Lectura

 

Por Elías ELÍAS MORO CUÉLLAR





Para Isabel Sánchez, bibliotecaria y amiga,

destinataria original de estas letras.




Cuando un libro choca con una cabeza

y suena a hueco, ¿se debe sólo al libro?

Georg Christoph Lichtenberg




Me resulta muy difícil, casi extraño, catalogarme como escritor. Aunque, bien mirado, y si hacemos caso a la definición que de escritor da el diccionario en su primera acepción, cualquier persona no analfabeta lo sería y yo, por tanto, al igual que vosotros, estaría incluido en ese rol. Bien es cierto que me gusta escribir y que de vez en cuando (muy de vez en cuando, si queréis que os sea sincero) me sale un poema que no va a dar directamente a la papelera; o un texto que junto con otros van dando forma, poco a poco, a un pequeño volumen; o relleno algún viejo cuaderno con historias que se me ocurren…

Pero si de algo puedo estar seguro, es de que soy un lector: fervoroso, impenitente, caprichoso, vago, pasional, infiel, desordenado… Un puñetero pajarillo (algunos dicen que de pajarillo nada, que pajarraco y gracias) que va picoteando de aquí y de allá, que salta de autor en autor, que revolotea de género en género y que, como no podía ser menos, alguna que otra vez aterriza herido por la belleza o el horror, por la levedad o la contundencia, por el placer o el dolor de lo leído. Y si no hay libros a mano pues revistas o periódicos o folletines o manuales… o qué sé yo. Haciendo caso, en un momento de debilidad, a un amigo mío, que un poco raro sí que era, para qué nos vamos a engañar, hasta prospectos de medicinas me he metido para el cuerpo de principio a fin, de pe a pa, de cabo a rabo: posología, composición, contraindicaciones, efectos secundarios… toda la parafernalia y retórica de la “literatura farmacéutica”. Pues bien: este sujeto sostenía que semejantes espantos acaso sean lo más importante que podamos leer porque en determinadas circunstancias pueden acabar salvándonos la vida. Una teoría, como podéis suponer, completamente absurda, cercana al desatino y, sin embargo, y aunque parezca contradictorio, no carente de su pizca de razón.

Porque si uno de los mejores destinos que puede tener el ser humano es el de la adquisición de conocimientos que, al fin y al cabo, conformarán su acervo cultural para mejor enfrentarse al mundo y que en la mayoría de los casos también le harán mejor persona, albergo pocas dudas acerca de que el camino de la lectura es uno de los más atinados y agradables de transitar. Hay más, por supuesto; así, a bote pronto, yo diría también que el cine o la música o el teatro… O la simple y llana conversación, que como todos sabéis es el arte de opinar con mesura y saber escuchar a los demás. Pero ese sendero de la lectura goza, al menos en mi caso, de un estatuto propio que lo hace mi preferido, el que tomo y recorro más a menudo para que me lleve hacia no sé qué, hacia no sé quién, hacia no sé dónde.

La lectura es un hecho transgresor, rebelde, un acto, aparentemente pasivo, que sin embargo lleva implícito una gran valentía: la de la búsqueda en vez de la aceptación, la de osar antes que la de rendirse, la del querer saber frente a ese permanecer en la ignorancia que nos empobrece como personas. Leer, por tanto, no es sólo instrucción, conocimiento; también es la otra cara de la realidad, esa que, tantas veces dura y terrible, se nos oculta por espurios intereses y a la que sólo se consigue acceder con la imaginación y el sueño. Y es que mientras se lee tenemos la aspiración de ser otro nuevo y distinto, acaso, y llevando al extremo tal anhelo, de ser uno mismo de otra manera. Ya decía el maestro Goethe que “Cuando se lee no se aprende algo, sino que se convierte uno en algo”.

Borges, que imaginó el universo como una biblioteca, nos dejó dicho que gracias a los libros tenemos recuerdos que no hemos vivido. Pues eso, que gracias a ellos, leyendo sus páginas, podemos ser todo lo que queremos y ansiamos, aquello que soñamos y anhelamos y que de otra forma nos sería casi imposible de conseguir.

Porque aquí donde me veis yo he sido faraón en Egipto, escudero de Aquiles en la guerra de Troya, gladiador en Roma, arquero en las Cruzadas, vikingo en Islandia, pícaro en Flandes, cortesano en Versalles, minero en Polonia, explorador en África, samurái en Japón…

he sido señor y vasallo, leal y traidor, víctima y asesino, esposa y amante, erudito y charlatán, prostituta y heroína, ladrón y policía…

he bajado al centro de la Tierra, subido a la Luna, navegado por el Amazonas, peregrinado a la Meca, buceado en el Pacífico, escalado el Everest, cabalgado las estepas, caminado los desiertos…

he pilotado una nave interestelar, un submarino, una locomotora, un biciclo, un dirigible…

he viajado en junco con los piratas chinos, en diligencia junto a tahúres y jueces de paz, traqueteado caminos en carreta con los pioneros, en un convoy de derrotados camino de alguna frontera…

he tocado la cítara, el ukelele, el tam tam, la zanfoña, el banjo…

he estado con Darwin en las Galápagos, con los reos que fundaron Australia, peleando contra los bóers o los zulúes, recolectando algodón en los campos esclavistas, con Robert Falcon Scott en su enorme decepción antártica, con Espartaco en su amarga derrota…

En fin, no sigo, ya os hacéis una idea; y es que desde que me adentré en esa terra incognitae que siempre es la lectura mi vida no ha sido una sino múltiple como la rosa de los vientos. Y todo esto tan ricamente, sin sufrir ni un rasguño y por obra y gracia de esos libros y autores que por deseo de la diosa Fortuna -¡bienaventurada por siempre sea!-, los hados pusieron en mi camino.

¿Qué cómo empezó todo esto? Paciencia, amigos, ahora os lo cuento.

“Me acuerdo de las novelas del Oeste de Marcial Lafuente Estefanía, mi banderín de enganche en la lectura”.

Y no me duelen prendas en reconocer que después de los tebeos (entonces no se llamaban cómics ni novelas gráficas), aquellas historias del nuevo mundo en formato de bolsillo, papel pobre y coloristas portadas, llenas de tiros y estampidas, de vaqueros y pieles rojas, de carretas renqueantes y desiertos que ya conocíamos por las películas, con un protagonista que siempre medía seis pies de alto, jinete de común solitario vagando por praderas y poblachos, un artista con el revólver (donde ponía el ojo, allá que iba la bala) y un imán para las mujeres, fueron las que crearon en el mocoso que entonces yo era el hábito de leer. Poco después, claro, el paso siguiente y lógico fue entrar de lleno en las más eclécticas lecturas. Aún recuerdo con nitidez las novelas de aventuras de autores como Verne, Salgari, London, Dumas, Stevenson… Aún camino con frecuencia, entre otros muchos, junto a Lázaro de Tormes, Ana Orantes, los hermanos Karamazov, Fortunata y Jacinta, Sherlock Holmes… Aún percuten blandamente en mi memoria los versos de Quevedo, de Bécquer, de Machado, de Neruda… con los que me inicié, gozoso y estupefacto, en el territorio maravilloso y magnético de la poesía, ese extraño y atrayente laberinto verbal en el que sigo atrapado sin remedio ni ganas de escapar de él. Con muchos de aquellos episodios, con varios de esos compinches, con tantos de esos poemas, el mundo se ensanchaba a ojos vista ante mis ojos: me figuraba partícipe y protagonista de tantas y tantas aventuras hechas vida por el misterio de la palabra escrita que no dejaba de anhelar el momento de volver a abrir las tapas de alguno de esos volúmenes y sumergirme hasta el fondo entre sus páginas.

A ojo de buen cubero, llevo leyendo de manera continuada alrededor de cuarenta años y pocos habrán sido los días en que algún libro no haya pasado por mis manos y ante mis ojos dejándome su particular estela en los adentros. Con cada uno de ellos, no tengo ninguna duda, se ha multiplicado mi capacidad de asombro, se ha ido satisfaciendo mi ansia de conocimiento, se ha ensanchado mi amplitud de miras, mi cuota de indignación o complacencia. Miles serán, y no exagero, los que conserven en su tapa y sus páginas mis huellas dactilares, el rastro humilde de mi mirada en su papel, una lágrima o una caricia entre sus líneas.

Debió de ser muy poco después de aquella época “westerniana” de que antes hablaba cuando llegaron a mi manos dos volúmenes que desde entonces dejaron en mí una huella perenne e indeleble: Ilíada y Odisea, de Homero (este fue el primer libro que compré con mi propio y escaso dinero en una edición en tapa dura del Círculo de Lectores, volumen que aún me acompaña en mi vagar): la crónica de la guerra de Troya y el regreso de Ulises a Ítaca escrita por el inmortal poeta ciego me sigue pareciendo unas de las más altas cimas de la literatura de todos los tiempos. En sus páginas encontramos lealtad, traición, amor, heroísmo y cobardía, seres fantásticos y terribles, lances fabulosos…

Casi al mismo tiempo que Aquiles y Helena, que las sirenas y el cíclope, que el tejer y destejer de Penélope, llegaron a mis manos los Veinte poemas de amor y una canción desesperada, de Pablo Neruda; era, recuerdo, un ya baqueteado ejemplar de la editorial Losada que me regaló un amigo de adolescencia casi por compromiso sin sospechar ni remotamente lo que aquellos versos torrenciales, llenos de pasión y sensualidad (¡Ah, vastedad de pinos, rumor de olas quebrándose… Ebrio de trementina y largos besos… Eras la boina gris y el corazón en calma…), significarían para mí en aquel entonces y ya para siempre. Todavía no he logrado averiguar a ciencia cierta qué vería en mí aquel colega (recuerdo que se llamaba Gonzalo y poco después desapareció de mi vida, esto tampoco lo he olvidado), por qué le parecí yo el destinatario propicio para obsequiarme con semejante regalo. Este ejemplar, ay, al igual que mi amigo, también desapareció de mi vida sin saber muy bien cómo, pero fue sustituido por otro igual en cuanto caí en la cuenta de su pérdida.

Después de tantos años leyendo a diario es más que evidente que he tenido otros amores no menos intensos e importantes, tanto o más ardorosos y pasionales (pienso, por ejemplo, en Whitman, en Poe, en Tonino Guerra, en Tolstoi, en Campos Pámpano o Viñals Correas, en Cunqueiro o Pessoa… en tantos y tantos) pero estos dos que he citado expresamente, al igual que esos amores adolescentes y de verano que uno nunca olvida porque ni quiere, ni puede, permanecerán para siempre en mi corazón.

La lectura, ya se ha dicho pero lo repito, es un hecho transgresor, libre y rebelde hasta el punto de que sacude, a veces de manera casi violenta, las convicciones que uno pueda tener con respecto a algo, a alguien, incluso hacia sí mismo. Y esto es bueno: las doctrinas inamovibles, las certezas absolutas, los dogmas de cualquier tipo no suelen ser, en su rigidez de miras y modos, más que antesalas del desastre.

Aquellos de nosotros que gozamos o sufrimos con su lectura y compañía, que amamos con pasión (¿se puede amar de otra forma?) los libros que, llegados a nuestras manos por tantos diferentes caminos, vamos acumulando con trazas de invasión por todos los rincones de la casa en espera de su ocasión, corremos el riesgo de que nos suceda lo que ya apuntaba el poeta mexicano José Emilio Pacheco en este breve texto de “Desde entonces”: Lo compré hace más de quince años. Pospuse la lectura para un momento que no llegó jamás. Moriré sin haberlo leído. Y en sus páginas estaban el secreto y la clave.

Pero ahí seguimos pese a todo: olfateando el rastro de esas miguitas de pan que nos conducirán al banquete de la lectura, a la orgía de lo escrito, al paraíso de las palabras, a la gozosa bacanal del verbo (En el principio era el Verbo) con que todo comenzó. Desde entonces y para siempre, ahí seguimos en pos del secreto y la clave.  

¡Bendita locura ésta de la lectura: nunca olvidéis que Don Quijote, aquel loco maravilloso, desfacedor de entuertos, paladín de damas en apuros, sostén del afligido, luchador incansable contra la injusticia y la crueldad, muere cuando recobra la razón y deja de serlo!

 

*La foto es de André Kertesz.



HOY, FIRMA EN DÍA DEL LIBRO CON EL FOTÓGRAFO ANDRÉS FERRER

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[Hoy, Día del Libro, firmaré en solitario en Prensas Universitarias de Zaragoza, 12 a 2, mi nuevo poemario ’El musgo del bosque’ (un viaje en el tiempo por la memoria y por algunos instantes imborrables con García Pavón, Torrente Ballester, Mercé Rodoreda, José Hierro, Leopoldo Pomès, en el cine, en el amor, en la música, andan por aqui José Antonio Labordeta o Amancio Prada, o en el arte con Eduardo Laborda e Iris Lázaro o Pascual Blanco...). Y por la tarde, en Antígona, con Andrés Ferrer firmaremos, de 5 a 7, y de 8 hasta que se cierre, si alguien lo desea ’Los Sitios de la Zaragoza inadvertida’ con 120 fotografías y 81 textos. Es un libro que habla de cine, de teatros, de paseos, de espacios, de noches de música, de hoteles, de un sinfín de personajes: García Mercadal, Pilar Bayona, Félix Navarro, Ricardo Magdalena, José Alfonso de Drogas Alfonso, el fotógrafo Lucas Cepero, asesinado cerca de la plaza de Sas, de las torres de la Seo, del cementerio de Torrero, de bibliófilos, de pintores del Ebro, de un descampado en la Magdalena y de una noche de amor, de Esto no es un solar, del Teatro Principal... O de la plaza de España y sus embrujos. He aquí el texto... Este libro, solo 25 de sus fotos, puede verse en Las Cortes de Aragón.]

 

PLAZA DE ESPAÑA / Texto: Antón Castro. Fotografía: Andrés Ferrer.

Se veían todos los días en las escaleras del edificio de la Diputación. Al lado del Cuarto Espacio. Se habían acostumbrado a ese lugar y allí se daban el primer beso. Se sentaban. Violeta contaba que había estado fabricando máscaras y muñecos de trapo, que había proyectado la voz y que había ultimado el guion de la nueva pieza teatral que estrenarían en otoño en el Teatro Principal. Era menuda, vivaz, de una mirada luminosa; a veces, Jorge, más taciturno, pensaba que cualquier día lo cegaría con su claridad y su alegría. Ella contaba y no paraba: había oído a Silvio Rodríguez, a Rafael Berrio, a Copiloto, a Kate Bush, de nuevo, tantos años después, a Silvia Pérez Cruz, su canción favorita era ‘Pequeño vals vienés’, el poema de García Lorca que había adaptado magistralmente Leonard Cohen. Jorge apenas decía nada: sonreía levemente. Sonreía cautivado y pensaba qué secretas son nuestras vidas, y qué distintas, qué amasijo de hechos y minucias, qué disparidad de caracteres. Se fijaba en ella, en sus pendientes, en sus cuadernos de notas, también dibujaba muy bien. Le gustaba estar allí: le parecía que aquel sitio, aquel cruce de caminos hacia todas partes, simbolizaba también la relación que vivían. Violeta se agigantaba a cada instante, hiperactiva, llegaba a todo sin desbocarse, y él tenía la sensación de que se empequeñecía. La plaza de España era algo parecido: gigantesca, transitada, repleta de historia y de mitología, un puro sinvivir de personas y ruidos, la algazara de las horas, con esos edificios que dan la dimensión de grandeza o de monumentalidad de la ciudad. Y Jorge allí, desarmado de dicha, sobre las escaleras, seducido por aquella joven que vivía tres o cuatro existencias en una sola. De cuando en cuando, cerraba los ojos para concentrarse solo en su voz y en su olor. Un día se quedó traspuesto de emoción y quizá de beatitud; cuando abrió los ojos Violeta ya no estaba. La plaza también había cambiado: había vuelto el tranvía, había reabierto el café Gambrinus y el edificio ‘Puerta Cinegia’ miraba de frente, con sus ojos de ajedrez, al Monumento a los Mártires de Ricardo Magdalena. La gente se colaba por todas partes como siempre hacia los enigmas insondables del Tubo, en “manadas numerosísimas”, como habría escrito Julio Antonio Gómez. Jorge reparó que llevaba con él un libro de Ernesto Hernández Busto, La ruta natural (Vaso Roto, 2015) y que había subrayado este fragmento: «A veces, el éxtasis, literalmente ese “ser o colocarse fuera de sí mismo”, es un proceso ascensional, el cuerpo paralizado para que el alma pueda contemplar lo divino». No sabía bien por qué pero sospechaba que a él le había sucedido algo semejante. Todo resultaba tan verosímil que no estaba seguro de que estuviese dentro de un sueño.

 

-Del libro ’Los Sitios de la Zaragoza inadvertida’. Fotografías de Andrés Ferrer. Textos de Antón Castro. 

23/04/2016 08:26 Antón Castro Enlace permanente. Fotógrafos No hay comentarios. Comentar.

MARINA HEREDIA EXPLICA EL LIBRO DE 12 MUJERES: 'HABLARÁN DE NOSOTRAS'

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ENTREVISTA CON MARINA HEREDIA.

EDITORA Y COMPILADORA DE ‘HABLARÁN DE NOSOTRAS’

 

 

Los Libros del Gato Negro publica su primer libro colectivo: ‘Hablarán de nosotras’, que recoge doce cuentos de otras tantas escritoras aragonesas que abarcan cuatro generaciones, de 1950 a 1994, Ellas son Teresa Garbí, Magdalena Lasala, Ana Alcolea, Cristina Grande, Ángela Labordeta, Olga Bernad, Patricia Esteban Erlés, Laura Bordonaba, Eva Puyó, Irene Vallejo, Aloma Rodríguez y María Pérez Heredia. Marina Heredia es la responsable de la selección y de la edición. El libro se presentaba el pasado jueves.

 

-¿Qué es ’Hablarán de nosotras? ¿Es una vindicación de la mujer, es una llamada de atención, una apuesta?

Es un poco todo eso y más cosas. Vindicación porque creo que hay que hacer esfuerzos por dar visibilidad a las mujeres escritoras. Solo algo más de un 25 % de los libros que se publican están firmados por mujeres. Por no hablar de los manuales de literatura, en los que las mujeres desaparecen. Llamada de atención, porque intenta acercar a estas escritoras a los posibles lectores. Un libro colectivo de cuentos como este puede lograr que se interesen por lo que estas escritoras y otras más están publicando. Y una apuesta, claro que sí. Personal, pero no intransferible. Me gustaría que más agentes culturales apostaran por la producción literaria, artística, y cultural en general de las mujeres.

 

-El título hace pensar en la película de Agustín Díaz Yanes. ¿A qué alude en general?

Sí, claro que es inevitable pensar en la magnífica película ‘Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto’. Aunque la inspiración para el título está en una cita de Safo que abre el libro y que creo explica muchas cosas: “Os aseguro que alguien se acordará de nosotras en el futuro”. Me gustaría ayudar, desde mi pequeña y modesta editorial, a darle la vuelta a estas dos imágenes, ayudar a que hablen de las mujeres que hacen cosas y de las cosas que hacen las mujeres, ya, mientras estamos vivas.

 

-Explíquenos cómo se ha hecho la selección. ¿Qué buscaba? 

Buscaba hacer una foto de grupo, intergeneracional. En ‘Hablarán de nosotras’ hay autoras nacidas en cinco décadas diferentes (de los cincuenta a los noventa). Todas son aragonesas, todas han publicado y todas siguen escribiendo. La mayoría se ha formado y vive en el entorno de la literatura, de los libros. Sin embargo, son muy diferentes a la hora de escribir. Para mí un requisito muy importante ha sido la voluntad y la conciencia de ‘ser’: son escritoras y lo saben.

 

-¿Cuál es el momento de la literatura de mujer en Aragón? 

No creo que exista una literatura de mujer. Hay libros escritos por mujeres, literatura hecha por mujeres. Por otra parte, creo que este es un buen momento para la literatura en Aragón. Hay muchos y muy buenos escritores, hombres y mujeres, y mucha parte de ese buen momento se debe a las mujeres que escriben, que editan, que recomiendan libros, que los venden, que los compran, los leen y los disfrutan.

 

-¿Qué destacaría de los textos? 

La libertad. Creo que la libertad de las autoras impregna el libro, lo hace dúctil y apetecible. Cada una se ha expresado en su medida, hay micro cuentos y cuentos de una extensión media. Yo invité a las autoras a participar y cada una de ellas aportó el texto que quiso. Eso se ve incluso en las biografías, de extensión y estilo diferentes, algunas nos cuentan en primera persona qué es para ellas la literatura y otras han preferido que sus obras hablen por ellas.

 

-¿Cuál es la singularidad de los temas?

Cada cuento de este libro es un mundo. Cada autora tiene y refleja su mundo, imaginario o real. Muestran estilos literarios distintos, experiencias y sueños o pesadillas diferentes. Me ha llamado mucho la atención la variedad. La diferencia. La riqueza de mundos literarios que nos muestra este libro, pese a las semejanzas sociológicas que tiene este grupo de escritoras entre sí.

 

-Es tu primer libro coral. ¿Vas a mantener este tipo de apuestas colectivas? 

Desde luego. Ha sido y está siendo una experiencia muy enriquecedora, aunque complicada a ratos. De hecho, ya estoy dándole forma (todavía en mi cabeza) a la próxima y tendiendo las complicidades necesarias.

 

-¿Aún es necesario reivindicar la literatura de género? 

No sé si un libro colectivo de cuentos escritos por mujeres es literatura de género… No ha habido una consigna de género en este libro, sí la voluntad de mostrar lo que escriben las escritoras aragonesas que aparecen en él. ¿Qué es la literatura de género? Para mí, hay literatura es buena, mala o regular, escrita por personas, hombres y mujeres. Además, a veces, es de género, cuando existe en ella esa voluntad. De género, pues, sería el objetivo, porque sí que existe en mí esa voluntad como editora.

 

-¿Por cierto, por qué se presentó en el estudio NOVO de la diseñadora Ana Bendicho, en colaboración con la librería Los Portadores de Sueños?

Porque NOVO es el estudio de Ana Bendicho, autora de la preciosa cubierta de este libro. Además, es un sitio mágico y precioso en el que pasamos un buen rato y brindamos por las escritoras, por sus obras y por la literatura. Fue una presentación muy especial.

MAÑANA, LOS V PREMIOS SIMÓN

La Sala Mozart acoge este viernes

la 5ª edición de los Premios Simón


La entrega será retransmitida por Aragón Televisión, el mismo viernes a las 22.30 


La V edición de los Premios Simón del Cine Aragonés calienta motores para su quinta edición protagonizada por los creadores aragoneses y sus proyectos nominados, y por el zaragozano Fernando Esteso encargado de recibir este año el Simón de Honor 2016. El actor y humorista se convertirá en el quinto galardonado con este premio que en ediciones anteriores ha recaído sobre el escritor y cineasta Luis Alegre, el realizador oscense Carlos Saura, el productor zaragozano recientemente fallecido Eduardo Ducay y el compositor turolense Antón García Abril.

 

La cita tendrá lugar en el Auditorio de Zaragoza el próximo 29 de abril a las 20.00, una de las novedades de esta edición que tradicionalmente se celebraba en el Teatro Principal. Pero no es la única sorpresa de este año ya que por primera vez en su historia será emitido por Aragón Televisión a las 22.30.


Este año la gala será presentada por actriz de cine y teatro Irene Alquézar que estará acompañada sobre el escenario por la Joven Orquesta de Bandas Sonoras de Zaragoza que interpretará varios temas creados por Jesús Aparicio e inspirados en ‘La primavera del cine aragonés’. La dirección de la gala correrá a cargo, un año más, de Raúl Ortega y Carlos Val.

 

Otra de las novedades tendrá lugar horas antes de la entrega, en la Alfombra Roja. Desde las 18.30 los invitados comenzarán su particular desfile compitiendo por convertirse en el mejor y la mejor vestida de la velada. La selección correrá a cargo de un equipo de reputadas bloggers de moda invitadas al evento.

 

Como cada año y desde su creación en 2012, la cita que pretende promocionar los trabajos y proyectos del sector audiovisual de la Comunidad Autónoma haciendo entrega de su estatuilla de Simón de desierto en alusión a la película homónima del cineasta aragonés Luis Buñuel.

 

En cuanto a los nominados, de entre los más de 60 trabajos presentados este año -entre largometrajes, cortometrajes, documentales y videoclips-,se han elegido los finalistas que optarán al premio en una de las ocho categorías: Mejor Largometraje de Ficción, Mejor Cortometraje de Ficción, Mejor Documental, Mejor Videoclip, Mejor Interpretación, Mejor Dirección, Mejor Dirección Artística y Categoría Especial. En esta ocasión los trabajos nominados son:

 

 

LARGOMETRAJES DE FICCIÓN:

 

  • ‘Novatos’, de Pablo Aragüés
  • ‘Muchos pedazos de algo’, de David Yáñez
  • ‘El bandido cucaracha’, de Héctor Pisa y Juan Alonso
  • ‘La Novia’, de Paula Ortiz
  • ‘Refugios’, de Alejandro Cortés
  • ‘Bendita Calamidad’, de Gaizka Urresti

 

CORTOMETRAJES:

 

  • ‘Spanish Street’, de Antonio Tausiet
  • ‘Portrait of a wind-up maker’, de Darío Pérez
  • ‘Existencial’, de David Goñi
  • ‘ZERO’, de David Victori
  • ‘Milkshake Express’, de Miguel Casanova
  • ‘Descubriendo a Mosén Bruno’, de Maxi Campo

 

DOCUMENTALES:

 

  • ‘Eduardo Ducay. El cine que siempre estuvo ahí’, de Vicky Calavia
  • ‘Mi tío Ramón’, de Ignacio Lasierra.
  • ‘Tras Nazarín, el eco de una tierra en otra tierra’, de Javier Espada
  • ‘Nanotecnología, el futuro ya está aquí’, de Beatriz Orduña
  • ‘El hombre que quiso ser Segundo’, de Ramón Alós
  • ‘Discovering Lindane: el legado del HCH’, de Arturo Hortas

 

VIDEOCLIPS:         

 

  • ‘Los Puentes Hundidos’ para COPILOTO, de GustaffChoos y David Fernández Vidal
  • ‘Malcolm’ para CUTI VERICAD, de Javier Macipe
  • ‘Crónica de un asesinato a corazón abierto’ para GRAN CARVIN, de Mar Arruga y Beatriz Visa
  • ‘Ritmo veraniego’ para DADÁ, de Dadá
  • ‘Olvídate de mí’ para YANI COMO, de Ignacio Bernal
  • ‘Un gran fracaso’ para CALAVERA, de Iván Castell

 

 

 

 

 

INTÉRPRETES:

 

  • María José Moreno por ‘Milkshake Express’
  • Pepín Banzo por ‘El bandido cucaracha’
  • Ana Esteban por ‘Un sueño breve’
  • Luisa Gavasa por ‘La Novia’
  • Nicolás Coronado por ‘Novatos’
  • Jaime García Machín por ‘Existencial’

 

DIRECCIÓN:

 

  • Miguel Casanova por ‘Milkshake Express’
  • Pablo Aragüés por ‘Novatos’
  • Héctor Pisa y Juan Alonso por ‘El bandido cucaracha’
  • Rosa Gimeno por ‘Un sueño breve’
  • Paula Ortiz por ‘La Novia’
  • Alejandro Cortés por ‘Refugios’

 

DIRECCIÓN ARTÍSTICA:

  • Dario Pérez por ‘Portrait of a wind-up maker’
  • Manuel de Miguel por ‘El bandido cucaracha’
  • Jesús Bosqued y Pilar Quintana por ‘La Novia’
  • Alejandro Cortés, Susana Vílchez y Gloria Barugel por ‘Refugios’
  • Luis Sorando por ‘El hombre que quiso ser Segundo’
  • Ana Nicolás por ‘Bendita Calamidad’

 

CATEGORÍA ESPECIAL:

  • Efectos especiales/ Ignacio Lacosta y Jaime Cebrián por ‘ZERO’
  • Fotografía/ Javier Cerdá García por Sicarivs: ‘La noche y el silencio’
  • Fotografía/ Miguel Amoedo por ‘La Novia’
  • Montaje/ Ignacio Estaregui por ‘Mi tío Ramón’
  • Guion/ Raúl Guíu Laplaza por ‘Selección de personal’
  • Vestuario/ Arantxa Ezquerro por ‘La Novia’

 

 

Responsable de prensa Academia Cine Aragonés

Camino Ivars 

prensa@academiadelcinearagones.com

 

*La foto la tomo de aquí:

http://www.lavanguardia.com/r/GODO/LV/p3/WebPrint/2015/12/11/3.0.718478132_LaVanguardia_20151211_CAT_CAT.jpg

28/04/2016 11:14 Antón Castro Enlace permanente. Artistas No hay comentarios. Comentar.

PREMIO DE POESÍA ERÓTICA EN LA ALMUNIA DE DOÑA GODINA

AYUNTAMIENTO DE LA ALMUNIA DE DOÑA GODINA
SERVICIO DE CULTURA Y JUVENTUD.


BASES DEL I CONCURSO NACIONAL DE POESÍA ERÓTICA
“VILLA DE LA ALMUNIA”

El Servicio de Cultura y Juventud del Ayuntamiento de La Almunia de Doña Godina a iniciativa del Club de Lectura de La Almunia de Doña Godina, convoca el presente Concurso de Poesía Erótica con arreglo a las siguientes BASES:
1ª.- Objeto de la convocatoria
Dar a conocer nuestra localidad a través de una vía literaria que posibilita la participación de todos aquellos poetas que deseen intervenir en el concurso.
2ª.- Tema
Poema erótico de métrica y estilo libre.
Deberá ser inédito, no hallarse pendiente de fallo en cualquier concurso, no haber sido premiado en otros certámenes, ni publicado en cualquier tipo de soporte (gráfico o digital), ni estar sujeto a compromiso alguno de edición.
Los poemas tendrán una extensión máxima de 40 versos y se presentarán en tres ejemplares, escritos en el tipo de letra Times New Roman, tamaño 12 puntos a un espacio de dos líneas. No serán consideradas las composiciones escritas a mano o enviadas por vía cibernética y sólo se admitirá 1 poema por persona. Podrán adjuntarse poemas escritos en CD o USB.
3ª.- Participantes
Podrán concurrir personas de cualquier parte de España que presenten poesías en español y que hayan cumplido los 18 años.
Se exceptúan de participar los miembros del Jurado calificador y del Club de Lectura de La Almunia de Doña Godina así como parientes que se ubiquen dentro del 4º grado de consanguinidad y 2º de afinidad. El concursante responde de la autoría y originalidad de la obra presentada al Premio, asimismo responde de que la obra presentada no es copia ni modificación de obra ajena.



4ª.- Premios
El concurso conlleva los siguientes premios:
Primer premio: 500,00 € *
Segundo premio: 250,00 €*
*Los premios están sujetos a la retención del IRPF correspondiente, según la legislación aplicable.
La concesión de los Premios se efectuará, a propuesta del Jurado, por Resolución de Alcaldía-Presidencia del Ayuntamiento de La Almunia de Doña Godina.
5ª.- Presentación de los trabajos
En el exterior del sobre se hará constar: Primer Concurso de Poesía Erótica “Villa de La Almunia”. En su interior tres ejemplares del poema firmados con un lema o seudónimo para su identificación, estando prohibida cualquier señal que pueda identificar al concursante. En el sobre presentado se incluirá una plica en cuyo exterior deberá figurar el mismo lema o seudónimo y que sólo se abrirá para conocer la identidad del premiado/a, y que contendrá nombre completo y apellidos legales, dirección completa, teléfono y dirección electrónica del autor, así como el título del poema. Una fotocopia del Documento de Identidad y una declaración de que el poema cumple los requisitos exigidos.
Podrán presentarse, directamente o por correo, en el Registro General del Ayuntamiento de La Almunia de Doña Godina – en horario de 9,00 a 14,00- o por cualquiera de los otros medios previstos en el art. 38.4 de la Ley 30/92. (Plaza de España, 1, 50100 La Almunia de Doña Godina- Zaragoza-).
6ª.- Plazo de presentación
El plazo de presentación de solicitudes y trabajos finaliza el día 1 de junio de 2016.
7ª.- Resolución
La Alcaldía-Presidencia del Ayuntamiento de La Almunia designará el Jurado, a propuesta del Club de Lectura de La Almunia. El Jurado estará integrado por tres escritores de reconocido prestigio, un profesor de literatura, 1 miembro del servicio de Cultura del Ayuntamiento de La Almunia y dos miembros del Club de Lectura de dicha localidad, uno de los cuales hará las funciones de secretario.
El Jurado actuará con total libertad y discrecionalidad y tendrá las facultades normales de interpretar las presentes Bases y de emitir el fallo de los premios, otorgándolos o declarándolos desiertos. El fallo del Jurado será inapelable.
El fallo del Jurado se hará público en el Tablón de Edictos del Ayuntamiento de la Almunia, en la Biblioteca Municipal, en la página web del Ayuntamiento, y se notificará individualmente a los premiados.
Transcurrido un año desde la fecha del fallo, el autor tendrá libre disposición de editar su poema.

Los originales premiados y no premiados quedarán a disposición del Club de Lectura.
8ª.- Entrega de premios
Para la entrega de los premios se convocará a los premiados para el día 1 de julio de 2016, y la entrega de los mismos será en el transcurso del XIII Recital de Poesía Erótica. Los ganadores se comprometen a asistir al acto de entrega de los premios, siempre y cuando las circunstancias personales así lo permitan.
9ª.- Normativa aplicable
El concurso se regirá por lo dispuesto en la Ley 38/2003, de 17 de noviembre, General de Subvenciones (LGS), en el real Decreto 887/2006, de 21 de julio, por el que se aprueba el Reglamento General de Subvenciones (RGS), y por la Ley 5/2015, de 25 de marzo, de Subvenciones de Aragón.
Participar en este concurso supone la total aceptación de las Bases.
Lo que se hace público para general conocimiento
En La Almunia de Doña Godina, a………. de febrero de 2016. La Alcaldesa- Presidenta- Marta Gracia Blanco.

 

 

*La foto de Bette Davis es de George Hurrell y la tomo de aquí:

http://c300221.r21.cf1.rackcdn.com/bette-davis-photographed-by-george-hurrell-1375931940_b.jpg

**La foto de A. May Wong es de 1938, de George Hurrell.

http://www.soulcatcherstudio.com/images/hurrell/Wong_Lrg1.jpg

*** La foto de Susan Hayward es de George Hurrell. La tomo de aquí: 

http://www.pulpinternational.com/images/postimg/sometime_sweet_susan.jpg

**** La cuarta foto es de Jane Russell. De George Hurrell. 

La tomo de aquí: 

http://paulpalettigallery.com/wp-content/uploads/2014/03/Russell.jpg

28/04/2016 21:48 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

TACHIA BELLA, EL OTRO AMOR DE GABO

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TACHIA BELLA: UN AMOR EN PARÍS
DE GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ

El gran amor de Gabriel García Márquez fue Mercedes Barcha, una joven de Sucre, de cabello liso y moreno, a la que se le declaró cuando tenía trece años. Se casaron en 1958 y han vivido juntos hasta el último instante. García Márquez la llamaba “el cocodrilo sagrado”. Pero en su vida hubo otros amores: una prostituta que le descubrió el placer en la adolescencia y, sobre todo, Concha Quintanar, a la que su amante Blas de Otero llamo Tachia.
Se conocieron en 1955, cuando García Márquez trabajaba de corresponsal de ‘El Espectador’ en París. Sobrevivió como pudo, gracias a la generosidad de Madame Lacroix, la dueña del Hotel de Flandre, y a la de Tachia, que cuidaba niños, limpiaba casas y hacía radio. Esta historia la han revelado Plinio Apuleyo Mendoza, Gerald Martin, sus biógrafos, y la propia Tachia, que ha recordado que Gabo no era su tipo pero que poseía un verbo florido y una capacidad increíble de seducción. Se amaron durante nueve meses, y fue una relación apasionada, vibrante: Tachia se quedó embarazada y sufrió un aborto. Pasaron tantas penurias que el escritor las trasladaría a ‘El coronel no tiene quien le escriba’, donde ella era “la coronela”. Tachia era actriz y solía recitar poesía por cafés y pequeños teatros, y García Márquez le daría un texto fundacional: ‘Isabel viendo llover en Macondo’. Le escribió: “Por eso me alegra tanto de que tú lo digas por ahí, por el mundo, porque todo fue como una premonición. Te mando, pues, un beso de bendición con todo el amor”. Tras la pérdida de la criatura, y comprometido Gabo con Mercedes, se separaron. Iría a despedirla a la estación de París. Allí estaba Tachia con sus ocho maletas, o dieciséis, según él; luego regresaría a París y se casaría con un ingeniero.
Gabo no la olvidaría nunca, y en ‘El amor en los tiempos del cólera’ volvería a recordarla: hace que su heroína padezca sordera de un oído como la actriz de Eibar y a la vez le dedicó la edición francesa del volumen. Podría ser la Nena Daconte de ‘El rastro de tu sangre sobre la nieve’, que se pincha con las espinas de una rosa. La llamaba “Tachia bella” y acabaría siendo gran amiga de Mercedes Barcha. Gabo la invitó a acompañarlo cuando le dieron el Nobel.
[El texto lo publiqué en 'Cuentos de domingo' en Heraldo.]
La foto de Concha Quintanar, Tachia, la tomo de aquí.
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29/04/2016 16:45 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

PREMIOS SIMÓN: OTRA GRAN NOCHE DE 'LA NOVIA' DE PAULA ORTIZ

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La Novia, de Paula Ortiz, gran vencedora

de los Premios Simón 2016

 

·         La película de Paula Ortíz, La Novia, se lleva cinco estatuillas: Mejor LargometrajeMejor Dirección, Mejor Interpretación (por el papel de Luisa Gavasa), Mejor Dirección Artística  y Mejor Vestuario dentro de la Categoría Especial. 

·         Mejor Documental para Eduardo Ducay. El cine que siempre estuvo ahí de Vicky Calavia.

·         Milkshake Expres, dirigido por Miguel Casanova, Simón al Mejor Cortometraje.

·         Ritmo veraniego del grupo Dadá se alza con el Simón al Mejor Videoclip.

 

El cine aragonés volvió a vestirse de gala este viernes con motivo de la celebración de los Premios Simón 2016 con los que la Academia del Cine Aragonés (ACA) ha querido rendir homenaje a la primavera del cine de la tierra. Por vez primera el lugar encargado de albergar el evento ha sido la Sala Mozart del Auditorio de Zaragoza que ha tenido que colgar el cartel de No hay entradas en esta ocasión. Se trata también de laprimera edición retransmitida por Aragón Televisión, el mismo viernes 29, a las 22.30.

 

En esta ocasión, la velada, con tintes mucho más televisivos que en ediciones anteriores, ha contado con la actriz Irene Alquézar como presentadora e hilo conductor del evento, quien contó sobre el escenario con las actuaciones de la Joven Orquesta de Bandas Sonoras de Zaragoza -que interpretó varios temas creados por Jesús Aparicio-, Los Tres Norteamericanos, que protagonizó dos actuaciones, y unas palabras del periodista Antón Castro.

 

Sin duda, uno de los grandes protagonistas de la velada ha sido Fernando Esteso, que ha recibido el Simón de Honor de la mano del realizador aragonés Ciro Altabás. Minutos antes, José Ángel Delgado, presidente de la ACA, y Antonio Tausiet, vicepresidente, dedicaban un emotivo discurso dedicado a los académicos y a la prolija industría del cine aragonés en uno de sus años más fructíferos.

 

Los ganadores de la quinta edición de los Premios Simón, alusivos a Luis Buñuel y su obra Simón del Desierto, han sido: La Novia, película dePaula Ortíz, que se ha alzado además de con el premio a Mejor Largometraje, con los galardones a Mejor DirecciónMejor Interpretaciónpara Luisa Gavasa, Mejor Dirección Artística para Jesús Bosqued y Pilar Quintana y Mejor Vestuario dentro de la Categoría Especial para Arantxa Ezquerro; convirtiéndose así en la gran premiada de la noche con un total de cinco galardones de los ocho que se entregaron.

En cuanto al Premio Simón al Mejor Documental fue para Eduardo Ducay. El cine que siempre estuvo ahí de Vicky Calavia. Una obra dedicada al productor recientemente fallecido y homenajeado con el Simón de Honor en la tercera edición de los premios, Eduardo Ducay. 

El Simón al Mejor Cortometraje recayó sobre Milkshake Expres del joven Miguel Casanova, mientras que el premio a Mejor Videoclip fue para Ritmo veraniego del grupo zaragozano Dadá.

 

A la fiesta del cine aragonés acudieron, como viene siendo habitual, los académicos y miembros de la ACA, productores, realizadores, actores y profesionales del sector audiovisual, así como autoridades de Zaragoza, Huesca y Teruel. Más de 1.600 personas que no han querido perderse la velada en la que se ha rendido homenaje al duro esfuerzo de quienes integran el sector del cine aragonés.

 

Los V Premios Simón, cuya dirección evento ha corrido cargo de Carlos Val y Raúl Ortega, han sido posibles gracias al patrocinio del Gobierno de Aragón, los Ayuntamientos de Zaragoza, Huesca y Teruel, Aragón Televisión, la Asociación de Comerciantes Don Jaime, Ámbar, el Sindicato de Actores y Actrices de Aragón, AISGE, CPA Salduie, Los Enlaces, Universidad San Jorge, la Filmoteca de Zaragoza, Global Make up, el Instituto Francés, SOMMOS, Topi, Petronila, Ana Isabel Marco, Bogaloo, Empanadilla, Tartaruga, Un Perro Andaluz, Teatro de la Estación, Madmouse, Chilindrón, Cosmos Fan, Cubit y Bahnhof.

Una edición muy glamurosa

Este año, la Academia del Cine Aragonés ha querido dotar de más glamour a sus premios de la mano de unas invitadas muy especiales: seis bloggers de moda aragonesas que han seleccionado a los más elegantes de la noche. Finalmente el Simón Glamour ha recaído sobre la actriz Iris de Campos y el operador de cámara Alberto Martín. El jurado ha estado formado por Mary Carmen Bozal (Curvasg); Beatriz Farjas (Preppyandpretty), Susana Tejedor (Masqueropa), Isabel Carrasco Berges (Isabelberges), Beatriz Ibañez (beatrizibanez85) y Patricia Pallarés (Trendyshopper).

Las chicas han ido vestidas por las tiendas Skandalo Deluxe, Cuatro 2, Martha Peters, Gloria Visiedo, Cruz Temprado y Dolores Promesas.El maquillaje y los peinados correrán a cargo de Eva Pellejero.

 

La foto es de Aránzazu Navarro. Y la noticia la remite Camino Ivars. La redacción es suya.

 

30/04/2016 09:42 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

CARLOS MONTERO, UN DIÁLOGO

Carlos Montero (Celanova, Ourense, 1975) ha ganado el Premio Primavera con 'El desorden que dejas', una novela sobre la ausencia, el acoso escola y la obsesión que sucede en un lugar imaginario que bien podría ser un cruce entre Mondariz y Allariz. Conversé con él hace algunas semanas en Zaragoza.

-¿Qué le da y qué le quita como novelista ser guionista de series de televisión?

-Me da más que me quita. El guion es un principio y la herramienta para que todo un equipo se ponga en marcha y la novela es un fin.

-¿Cuándo redacta los guiones, cómo trabaja?

-En compañía de otros, mediante la tormenta de ideas. Nos reunimos cuatro, cinco o seis guionistas. Estamos dos o tres o cuatro semanas pergeñando tramas y decidiendo, y ahí hacemos los momentos fuertes, (esta se queda embarazada, esta se muere, esta vive un amor secreto…) y luego vamos trabajando los guiones de cuatro en cuatro, por ejemplo. Cada guion lo escribe un guionista. Si yo soy el creador y el coordinador de la serie todo pasa por mí y soy el encargado de darle unidad evidentemente. Un tono.

-En su novela percibo una obsesión por las tramas.

-Llevo quince años escribiendo tramas para televisión. Es algo innato en mí. Me siento muy seguro escribiendo tramas y, francamente, creo que no soy malo haciéndolo. Y te apoyas en lo que sabes que más o menos manejas bien. He sido un buen lector desde niño de todo. De adolescente me atrevía con obras que no eran para mi edad, yo leía 'Trópico de Cáncer' y 'Trópico de Capricornio' de Henry Miller con trece o catorce años… Imagínese qué pasaría, sobre todo, con 'Trópico de Cáncer': unos calores rarísimos e intensos. Henry Miller fue un descubrimiento para mí. Con el paso del tiempo me he dado cuenta de que me ha marcado mucho más de lo que yo había pensado nunca.

-¿Por qué?

-Todas mis series siempre han tenido un componente sexual porque para mí el deseo es muy importante. Y también es muy importante para los jóvenes: como no tienen límites, y los están probando, se atreven con todo y van a muerte. Como personajes son poderosísimos.

-¿Existe algún otro escritor como más sofisticado o literario que le haya marcado?

-No. Yo he sido un lector bastante normalito. Me gustaría presumir de leer a Enrique Vila-Matas, que lo he leído y que me gusta, sí, pero mentiría si le dijera que me ha influenciado o que ha sido capital en mi formación. Y de mis paisanos los gallegos, mi escritora favorita es Emilia Pardo Bazán, y en concreto 'Los Pazos de Ulloa'. Esa novela la he vuelto a leer el verano pasado y me encanta. Me gusta muchísimo también Gonzalo Torrente Ballester: 'La saga-fuga de JB' o 'Los gozos y los sombras'. Conecto muy bien con él… Tiene una literatura muy transparente que espero yo tener algún día. Torrente quiere muchísimo a sus personajes y eso a mí también me pasa. Incluso los malos y perversos me interesan…

 

-¿Usted será como un príncipe en esto no, 'Física y química', 'Al salir de clase', la adaptación de 'Entre costuras'…?

-No me quejo, pero aquí te miden por el último trabajo que hiciste. Si fracasas, tienes que volver a luchar para recuperar tu prestigio.

-Vayamos con 'El desorden que dejas'. ¿Cómo nació la novela?

-Pensé en esa nota de la profesora, le dicen: “Tú no vas a tardar en morir”. Esa imagen me vino a la cabeza. Y me dije: ¡Ostras! Y esos chavales, ¿por qué le están diciendo eso? Voy a tejer toda la trama que cada vez se iba intrincando e intrincando más como exige todo buen thriller. Inventé un lugar imaginario, para evitar suspicacias. Soy muy fan de la novela escandinava, de la novela negra, y me apetecía un poco coger ese paisaje, que muchas veces exterioriza el interior de esos personajes. Esa tormenta interior que está en el paisaje. Y qué mejor que Galicia, que además es mi tierra y la conozco bien. Y a todo ello se suma ese elemento opresivo que tienen los pueblos.

-El personaje que genera la acción y el misterio es Elvira, la profesora muerta, aunque usted aborda más asuntos...

-La profesora Raquel, que llega al colegio, tiene mucho miedo de acabar convirtiéndose en Elvira, Viruca. No se sabe bien qué pasa: Raquel se sumerge en esas aguas procelosas, turbias en las que acabó muerta misteriosamente Viruca, la profesora que tanto intrigará a Raquel, la protagonista.

-¿Qué tema quería abordar en la novela?

-La ausencia.

-¿La ausencia? Puede parecer que el acoso escolar.

-No, no, no. Es la ausencia. Yo me valgo de esa trama para contar lo que a mí me interesa, el desorden que deja una ausencia, el desorden que deja la ausencia de Viruca y el desorden que va a dejar la ausencia que todos los personajes están sufriendo. La propia Raquel siente de manera especial la ausencia, la paraliza y teme que esa ausencia sea también la de su marido, con quien no se entiende del todo… Yo comparo la ausencia de la muerte con la ausencia de una ruptura amorosa. Es igual de dolorosa y de incomprensible, sobre todo cuando rompen contigo y tú no lo querías, ahí se produce un trauma horroroso. A veces, claro, las rupturas son una liberación. Esa ausencia es demoledora y tienes que aprender a reordenarlo… Raquel y Germán están en crisis: hay cariño, hay amor, pero no acaba de funcionar. Raquel se aferra a él porque tiene mucho miedo a estar sin él.

- Y a la vez surge por ahí otro amor…

-Se obsesiona tanto con Viruca que se acabará enamorando de su marido. Raquel es, en ciertomodo, una doble de Viruca y se parece un poco a mí. En su situación yo haría cosas muy parecidas. Entiendo esa fragilidad emocional… Mi reto era hacer una novela apasionada con gente muy poco apasionada

 

-Perdone que insista. Si la ausencia es el tema central, ¿qué me dice del acoso escolar?

-El acoso escolar es una cosa muy brutal. Siempre se cuenta el acoso de alumnos a alumnos, pero se cuenta menos el de los alumnos a los profesores. Si se ven las estadísticas, resultan brutales e inconcebibles el acoso de alumnos a profesores.

-¿Tienen alguna responsabilidad los profesores en el acoso que sufren?

-Alguna tienen, sí. La debilidad de carácter muchas veces ayuda, no se imponen en clase, no muestran autoridad, no se hacen respetar… De hecho en un instituto hay profesores que son acosados y otros que no. Hay algo de responsabilidad. Y también de los padres desde que se ponen incondicionalmente de parte de los alumnos. Hace veinte años alguien te decía, “su hijo es un cafre” y al llegar a casa le reñías. Ahora es al revés; los padres le dicen al profesor: “el cafre será usted”. Se ha roto la corriente de respeto y de admiración.

-¿Ha querido hacer sociología de la juventud?

-Para nada. No quiero que los tres jóvenes implicados en el acoso sean un modelo de nadie. Es verdad que yo los hago muy perversos y muy manipuladores. Son nativos digitales que tienen un control absoluto de las redes sociales. Ellos han nacido con eso y se sienten muy seguros. Son adolescentes y exhiben esa fuerza y ese poder que tienen en la vida.

 

¿Cuáles son sus preocupaciones de estilo y lenguaje?

Me gustaría  que la historia fuese tan poderosa que diese la sensación de que el escritor desaparece. Yo a eso lo llamo un estilo transparente. Yo adoro a John Irving porque sus historias me encantan. Es uno de los escritores más amados. Por otra parte, le debo mucho a Stieg Larsson…

 

¿En qué medida se siente un cronista o un sociólogo?

Tienes que estar pegado a la actualidad y alerta de que lo está sucediendo en el mundo. Escribo para ir abriendo puertas en vez de ir mirando por atrás. Me gusta estar a la vanguardia, anticipar cosas que van a suceder. Por eso me gustan tanto series como ‘Turno de oficio’ o ‘Segunda enseñanza’: fueron pioneras, se adelantaron a cosas que iban a pasar.

 

*La foto de Carlos Montero pertenece a 'La Razón', es de la fotógrafa Connie G. Santos, zaragozana y ex modelo (de Andrés Ferrer y javier Cebollada, entre otros), la tomo de aquí: 

http://www.larazon.es/documents/10165/0/498x332/0c0/0d0/none/10810/OIFV/image_content_4417658_20160219023634.jpg

30/04/2016 09:56 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

RECUERDO DE ALEJANDRA PIZARNIK

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[Ayer se cumpían 80 años del nacimiento de una gran poeta, dietarista y traductora de vida breve, Alejandra Pizarnik, a la que siempre he admirado y leído con mucho gusto. Este texto glosa, en buena medida, su 'Diarios' que publicó Lumen. Fue muy amiga de Julio Cortázar y se escribieron mucho.]

Amor, miedo y locura de una poeta

 

“El invierno da miedo, miedo a que se vaya”, escribió la poeta y traductora Alejandra Pizarnik (Buenos Aires, 1936-1972), una de esas mujeres que pertenece al que algunos han llamado “el club de las poetas suicidas”, que acoge a autoras tan importantes como Sylvia Plath, Anne Sexton, Marina Tsvetaieva, Ana Cristina César, Florbela Espanca o a su propia compatriota, a la que tanto admiró en sus inicios, Alfonsina Storni; dice de ella: “Pienso en su muerte y me acongojo”. Alejandra Pizarnik fue una mujer especial, con mucha fuerza en medio de la inclinación hacia la melancolía: una gran lectora desde niña, capaz de hablar de su pasión por César Vallejo (glosaba sus poemas y en un momento lo comparó con Antonio Machado, de quien dijo: “Me aburre”), por Proust, por la citada Storni o por los poetas Mallarmé y Rimbaud, muy especialmente, y los surrealistas. Y también Vicente Huidobro. Y Neruda. Ya desde muy joven aseguraba que sus modelos o referentes eran Dante, Shakespeare, Goethe, Bach y Goya, casi un quinteto insuperable. También podría haber añadido a Van Gogh, de quien escribe con mucho cariño.

Pizarnik llevó desde los 18 años un “diario de escritora”. Hace algunos años, Ana Becciú, publicó una amplia selección de este proyecto. Luego apareció una nueva edición de más de mil páginas de sus ‘Diarios’ (Lumen) con otras aportaciones, aunque la prologuista dice que ha sido respetuosa con Pizarnik, con su familia y con terceras personas. Es decir, aún quedarían textos íntimos sin publicar.

Alejandra Pizarnik es una escritura de culto. Obsesionada por la palabra y por encontrarse a sí misma. La escisión del yo es su tema capital. Vivía en la incertidumbre y en el vacío. Bebía agua sin parar, quería estar siempre muy delgada, tendía a compararse con su hermana y estaba dispuesta a abordarlo casi todo: el periodismo, la pintura, la filosofía y las letras, sobre todo la poesía. Dijo: “Poesía es lirismo, es experiencia de la palabra”. La relación con sus padres, sus historias de amor (con chicos y con chicas; declara en varias ocasiones que se siente atraída por ellas) y sus orgasmos, su búsqueda constante, su atracción hacia Buenos Aires, su doliente impresión de soledad.

Todo el rato, a los 18 y poco antes de la despedida, sigue buscando su ser. Era capaz de escribir así: “El viento es un trozo de oxígeno disfrazado de fantasma que vaga silbando una canción que nunca pasa de moda”. Y, de repente, con insólita lucidez, confesaba: “La miopía exalta la individualidad. Verme a mí perfectamente y a los ‘otros’ como pobres seres borrosos”. Cursó varias carreras, pero no acabó ninguna. Y finalmente convirtió a la literatura en su pasión. Le interesaron el periodismo, la filosofía pura, que no abandonaría jamás, y las letras. Mostrará un obsesivo intento de componer un libro perfecto, una novela. Escribió: “Quisiera pensar en algo sublime”.

Quizá por ello siempre tenía una sombra: “Me duele la existencia”, era una de sus frases favoritas. También era sincera: “Siento un espeso vacío y una gran oleada de euforia sexual”. Entre 1960 y 1964 vivió en París y allí hizo de todo: colaboró y publicó en revistas, redactó poemas, tradujo a grandes poetas como Aimé Cesaire, Henri Michaux o Antoni Artaud, se sintió afín a Paul Celan y estableció algunas amistades muy hermosas y fructíferas con Octavio Paz, Julio Cortázar o Rosa Chacel. Años más tarde, se cartearía con el escritor y artista manchego, afincado en Aragón, Antonio Fernández Molina.

Al principio, la novela en marcha de la existencia de esta mujer peculiar -que leyó con gusto al místico aragonés Miguel de Molinos y que sentía la urgencia de “apaciguar mi furiosa necesidad del amor”- era prolija en detalles y sensaciones. Poco a poco la prosa fue adelgazándose como su propia poesía: lo mismo escribía “dormí todo el día” que confeccionaba listas, decía en forma de telegrama que había leído a Djuna Barnes, que sufría “desequilibrio” o que debería “conseguir un empleo”. Poco antes de tomar 50 pastillas de barbitúricos (Veronal), intuyó: “El arma del poeta es la locura”. No en vano, uno de sus mejores libros es ‘Extracción de la piedra de locura’ (1968).

 

30/04/2016 10:24 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

TEXTO DE LOS V PREMIOS SIMÓN

120 AÑOS. LA GRAN NOCHE DE LA ILUSIÓN*

Soñadores, distinguido público, queridos telespectadores:

La película de esta noche tiene 120 años y empieza con el titilumundi, con El Farrusini o con el Cinematógrafo Coyne. Más tarde aparecen Los Jimeno y retratan a la multitud, en 1899, a la salida del Pilar de una misa de doce. Segundo de Chomón irrumpe desde Teruel con trucos de mago, Luis Buñuel inventa el surrealismo en Calanda y sus descampados, y dice que entiende el cine como instrumento de poesía. Florian Rey logra el más difícil todavía y encuentra la piedra filosofal del cine popular.

Luego, con esa suave terquedad del país, aparecen, entre muchos otros, Saura desde Huesca, Forqué, Artero, Borau, Castellón, Moncayo Films, Eduardo Ducay, que acaba de irse de puntillas, justo a tiempo para volver a ser recordado en los premios Simón. Era el hombre total del cine y esta tierra de polvo, niebla, viento y sol es el territorio inagotable de las fantasías y los sueños.

Nuestra película de 120 años avanza por escenarios inverosímiles y tan reales como las montañas, los humedales o los desiertos. Hemos sido plató de aventuras como se empeñó en demostrar Félix Zapatero, que conversó con Sancho Panza-Johnny Depp en las grutas del monasterio de Piedra. Somos protagonistas y secundarios imprescindibles. Y ahí seguimos ensanchando la luz, buscando historias, personajes, atmósferas, con otras miradas, con nuevos profesionales, llenando de imágenes y más imágenes el álbum de todos los deseos. Hay equipos, salas, festivales, proyectos, públicos, algunos apoyos: Aragón alimenta, gozosamente, la enfermedad del cine.

Estamos como nunca. Se cimbrea un arbusto y detrás hay un cineasta; sopla el cierzo en las esquinas y aparecen actrices y actores, fotógrafos, operadores de cámara, maquilladoras, directores de arte, guionistas, productores, músicos; pasea uno por Independencia y se encuentra con Luisa Gavasa, recién coronada con el Goya. Te tomas un café en Gambrinus, vienen los del Academia del Cine Aragonés (ACA) y gritan: “Más cine e industria, más cine aragonés, por favor”. Esto es un sinvivir. Y ahora, por fin, llega la tele. Felicidades por esta primera década.

 

Esta es una gran velada. El ritual de la creación, la ceremonia donde nos reconocemos todos. La noche de un sinfín de creadores vivísimos, ambiciosos, que burlan la crisis y el IVA. Tienen mucho que decir, tenéis mucho que decir, y que dar a ver. El cine es la mejor ilusión. Es el arte para todos. Un espacio para vivir y una forma de respirar. Así que sigamos trabajando para el desenlace más feliz: en la oscuridad casi siempre percibimos la compañía más segura. ¡Anda, anda, bésame tonto!, le dice Luisa Gavasa a Fernando Esteso, la extraña pareja soñada. 120 años. Qué peliculón.

 

*Texto de la gala de los V Premios Simón.

30/04/2016 18:04 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

5 LIBRO DE ARTISTA DE 'DIARIO DE UN POETA RECIÉN CASADO' DE J. R. JIMÉNEZ

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     LIBRO DE ARTISTA DE ’DIARIO DE UN POETA RECIÉN CASADO’


    El pasado jueves, 28, en el Centro Joaquín Roncal, se inauguró la exposición ’5 Libros de artista en torno al Diario de un poeta recién casado, de Juan Ramón Jiménez’, que conmemora también el centenario de su publicación. Es un trabajo muy artístico en el que se ha invertido un gran esfuerzo. Los artistas que han realizado la obra son: Silvia Pagliano, Kumiko Fujimura, Nicole Escolier, Fumiko Nakajima, Eduardo Giménez Burgos y Alberto Pérez Espuña. Permanecerá abierta hasta el 21 de mayo.

30/04/2016 18:26 Antón Castro Enlace permanente. Artistas No hay comentarios. Comentar.

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