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ALGUNOS TÍTULOS ARAGONESES 2016
Sergio Algora en un retrato de Óscar Sanmartín Vargas.
ALGUNOS LIBROS Y AUTORES ARAGONESES PARA EL 2016
omienza el nuevo año y con él empezarán a llegar las novedades literarias. Cuando se despedía 2015, prácticamente en vísperas de Navidad, llegaba un libro que dará que ver, hablar y leer: ‘La leyenda de las mareas mansas’ (Comuniter), de Irene Vallejo, con ilustraciones, ambiciosas y enérgicas de color y atmósfera, de Lina Vila. José Luis Corral, tras el éxito de ‘La Corona de Aragón’ (Doce Robles), inicia una tetralogía sobre ese período, el siglo XVI más específicamente, cuyo primer título saldrá este mismo año en Planeta. Sergio del Molino publicará ‘La España vacía’ en Turner, para la primavera. Dice el autor: " Es un ensayo literario sobre la España de interior despoblada y cómo el grandísimo desequilibrio entre la España desierta y la urbana ha afectado a la imagen que el país tiene de sí mismo, cómo se refleja en una historia de crueldad, odio contra el propio paisaje y un imaginario que remite a lugares que no existen".
Xordica presentará varios títulos: Ismael Grasa, tras la buena acogida de los cuentos ‘El jardín’, ofrecerá un texto autobiográfico, ‘Una ilusión’; Aloma Rodríguez dedicará un libro fragmentario al cantante y poeta Sergio Algora (1968-2008), ‘Los idiotas prefieren la montaña’, título de un verso del líder de El Niño Gusano, y Rodolfo Notivol, tras más de una década de silencio, publicará una novela, de título provisional ’Vaciar los armarios’. Explica Notivol: "Se trata de una novela familiar, que recorre desde los años treinta del s. XX hasta los primeros años del XXI, llena de mujeres complejas, de relaciones humanas intensas y muy muy zaragozana". También ultima un libro de artículos del asturiano Xuan Bello. Además, en la colección Envistas de reciente creación, Xordica ofrecerá varios títulos: ‘Los zelmenianos’ deMoyshe Kulbak, ‘Supervivientes’, cuentos de Java Rosenfarb, o ‘El elefante del visir’ del Premio Nobel Ivo Andric, entre otros.
El sello Jekyll & Jill, entre otros títulos, publicará ‘Maleza viva’, microcuentos de Gemma Pellicer, una auténtica especialista en este género que ya había publicado en Aragón, en Eclipsados. Libros del Innombrable, de Raúl Herrero, se volcará con Cervantes, Arrabal y Antonio Fernández Molina. Dice su editor: "De Fernando Arrabal publicaremos la pieza teatral ‘Pingüinas’ y su ensayo ‘Un esclavo llamado Cervantes’. También saldrá un libro que recopila artículos, críticas y reseñas sobreAntonio Fernández Molina. Preparamos un libro de poemas de Andrés Ortiz-Osés, otro del músico Josep Soler (que incluirá un Cd con música del autor) y un volumen con el teatro del poeta y traductor Francisco J. Uriz.Entre las previsiones está la edición de la última pieza de Arrabal que se estrena en abril: ‘El extravagante triunfo de Shakespeare y Cervantes’". Herrero comenta que habrá alguna sorpresa relacionada con el aniversario doble de la muerte de Cervantes y Shakespeare.
En Mira editores José de Uña publica ‘El duende de Zaragoza’ inspirado en un hecho real que estremeció la Zaragoza de los años 30. A modo de presentación se dice: "El pueblo, siempre ingenuo, soñaba con traspasar la puerta de los sueños, sin querer reconocer que, tras ella, aguardan las pesadillas. Del Duende se dijo que “el cierzo se hizo verbo y habitó en Zaragoza”. Y la mañana del 15 de noviembre de 1934, su voz se dejó oír en el 2.º dcha. del número 2 de la zaragozana calle de Gascón de Gotor".
Pedro Rújula, editor de Prensas Universitarias de Zaragoza, avanza así los próximos títulos: “En 2016 publicaremos ’Jefes escoceses’, de Jane Porter.Traducción de Virginia Tabuenca de una novela pionera del género histórico del siglo XIX inédita en español. Ya está en la imprenta (Clásicos); ’El Bosquejillo’, de Mor de Fuentes, con una edición crítica cuidadísima a cargo de Fernando Baras para Larumbe. ’Belchite’ de Stéphane Michonneau, una revisión brillante de este pueblo zaragozano reinventado como símbolo tras la guerra civil. (Ciencias Sociales). ’Soldados caídos’ de John L. Mosse, un clásico sobre la memoria de la II Guerra Mundial, inédito en castellano (Ciencias Sociales) y los dos últimos volúmenes (V y VI) de la Historia de las ideas políticas en España y América Latina, correspondientes a los países americanos”.
Alfonso Castán anuncia dos nuevos volúmenes de Contraseña: “Publicaremos ‘Amistad’, una novela de un autor japonés inédito hasta ahora en España, Saneatsu Mushanokōji (1885-1976); la traducción es de Elena Gallego Andrada, una burgalesa que lleva unos cuantos años viviendo en Japón, y la ilustración de la cubierta, de Sara Morante. A continuación publicaremos un libro que ya habíamos anunciado con anterioridad: ‘Contraataque, de Ramón J. Sender. Contará con un prólogo de Alberto Sabio, y la ilustración de la cubierta se la hemos encargado a Alberto Gamón”. Javier Lafuente, responsable de Doce Robles, anuncia: “En febrero vamos a presentar ‘La Historia de Aragón en novela’. Se trata de una colección de relatos (dos por año) de escritores e historiadores aragoneses que abordarán episodios muy concretos de la historia de Aragón. Inauguramos la colección con ‘La amante del general’ de Javier Fernández, trata sobre el 23-F en Zaragoza, sus intrigas, antecedentes y desenlace. Probablemente, la siguiente novela, muy prometedora y rigurosa, viajará hasta la batalla de Torrero y el final de la Corona de Aragón, a comienzos del siglo XVIII. Su autor es el historiador Miguel Martínez Tomey”. Además, Doce Robles publicará ‘Los tesoros ocultos de la Valdonsella’ y ‘Educar de cine’. Dice el editor: “Se trata de un exhaustivo ensayo sobre cómo el cine de ficción ha tratado a los maestros, profesores, catedráticos, decanos, directores y, en general, a los docentes. El autor seré yo mismo. También publicaremos ‘Aragón en el teatro español’, un libro muy sugerente, escrito por Enrique Gallud Jardiel.
También tienen libro este año, entre otros, María Frisa, Juan Bolea y Carmen Santos, que cambia de registro y mira hacia las sierras de Algairén. Los libros del Gato Negro publican ‘De la levedad’ de Ana Martínez Mongay; uno de sus poemas dice: "Las estatuas del cuento / contemplan la quietud / Columpios sin columpios / tras la tapia del jardín".
En literatura infantil habrá muchas novedades: Blanca BK, por ejemplo, prepara para Montena ‘El libro del Pilar’, con textos de Roberto Malo, un autor hiperactivo que publicará un volumen de cuentos, ‘Los soñadores’ en Pregunta, y ultima un tebeo con el darocense Moratha. Blanca Bk, además, prepara ‘La noche en que Tronnia descubrió su mundo’ de Mai Castro con Nalvay, aunque este título es provisional. Y para sinPretensiones, la cooperativa de autores, libreros, ilustradores y bibliotecarios, publicará un libro en el que se ha venido trabajando mucho tiempo: ‘Tirando del hilo’ de Chus Juste, bibliotecaria de Zuera, con ilustraciones de Elisa Arguilé. La editora Julia Millán dice: "es un libro de figuras retóricas, unas 50, para uso y disfrute infantil y juvenil". El ilustrador Alberto Gamón revela un ambicioso proyecto: "Publicaré un clásico ilustrado en Nórdica, ‘Almas muertas’ de Gógol. He estado con este libro los últimos meses".
Esto no es todo. Es solo un aperitivo de urgencia, que se irá incrementando en los próximos días.
*Aquí puede verse el texto: el título de Gemma Pellicer es ’Maleza viva’; no ’maleza vida’. El artículo puede verse en heraldo.es
http://www.heraldo.es/noticias/ocio-cultura/2015/12/31/algunos-libros-aragoneses-para-2016-696074-1361024.html
RAFAEL SOLER: CINCO POEMAS

RAFAEL SOLER
Para que nadie olvide el tamaño de su miedo
En un sueño caben todas las palabras
que nunca pronunciaste
y el decoro de haberlas olvidado
cuando se hizo la luz
niño crucial
mujer al son de todas
joven almado con estatura suficiente
hombre que nace en su coyunda fértil
dispuestos a vestir la carne que les llama
pues todo empieza ahora
en la axila un trueno
en la boca cien semillas precintadas
en la espalda liviano el peso de su nombre
y abajo
zurcido el pantalón
junto a la pelvis anhelante
alzado en su escote el pregón de las discordias
un fruto escondido
una espina crucial enarbolada
un testimonio accidental definitivo
tú a la espera
atónito de hombros
todavía inguinal superlativo
en el caldo nutricio que te acoge
pues todo empieza ahora
y siempre será el silencio la única respuesta
cuando proclames exigente
que el aire que respiras
las manos con que amas y el cielo que te cubre
son tu manera de estar alzado entre las cosas
que sólo para ti
futuro perdedor de cuanto tienes
fue trazada la dimensión del agua
y el espanto azul de la estrellas
pues todo empieza ahora
aunque lejos resuene indiferente una carcajada
al comprender que apenas fuiste
un liviano envase desechable
burbuja que por brillar estalla
una costura
en la arpillera universal del frío.
(En Ácido almíbar)
Metabolismo basal de un edificio adolescente
Nacerás cuando ames
y por amado tomarás posesión de cuanto venga
con esa solvencia del que ignora
que habla por él un ignorante
pero ahora
que tiene tu latido
el peso de un discurso
ahora que no has pedido nunca prórroga
y no eres todavía un asunto general
un pie de página en cursiva
ahora que de glándulas opíparas colmado
te basta con salir al mundo
para salir del mundo
y la verdad de un colibrí no es suficiente
lánzate escúchate atrévete
cuando enciendan la luz
y justo a tiempo empiece el infinito.
(En Ácido almíbar)
Prohibido correr por el pasillo
Abuelo bebía a sorbos lentos
aguachirle de coñac y manzanilla
un caldo raro para un pueblo sin ventanas
y recién amanecido amanecía
de moscatel vestido con una chispa encima
cordial y entrometido
jugaba como un dandy al dominó
blasfemaba cuando el viento fumaba su tabaco
sabía de putas y de erizos
y jamás se dejaba acompañar en los domingos
un verano se clavó un anzuelo
en otro le clavaron un desplante
y el tercero lo pasó desprovisto tiritando
en legítima defensa de padre no me acuerdo
pero tenía boca y dedos
sopló los noventa con sus velas
y dicen que amaba en la distancia a su manera
un verano me clavó un anzuelo
otro le clavé un desplante
y el resto lo pasamos dicho queda
solitarios enfrentados tiritando.
(En Ácido almíbar)
Desprendimiento indoloro de un cercano tóxico
El amarillo es algo más que un indicio hepático
o el jubiloso corazón de un girasol en llamas
o la camisa de agosto para el trigo
hay tipos amarillos
como hay bancos cargados de intención
y naves vacías de interés
y préstamos a ciento veinte vidas
que no se cobran nunca
tipos de tersa faz sin una greña
hidratados solventes decididos
y amarillos
tipos en suma a su manera dialogantes
uncidos a un reproche como otros a la nieve
tramitadores de afectos calculados
hereditario el beso
parca la saliva
tipos solidariamente amargos
decretando la expulsión de los ausentes
en la boca ortogonal una sintaxis
que nunca dice toma
faltos de lumbre
fingirán el entusiasmo con que nace la sed
aunque luego se desfonden al conocer el agua
y severamente tóxicos
recibirán un día tu saludo en navidad
su lengua de membrillo desconchada
y sus hombros con espalda a tus espaldas.
(En Ácido almíbar)
Receta para una biopsia consentida
Tomad la víscera completa
desprovista de piel y de esperanza
digamos por ejemplo el tiempo incompleto
de una vida
que corra el agua
limpiando con esmero su pasado
la válvula espinal de los reproches
cualquier rastro de besos y de hambre
cortad después en láminas severas
el lado más oscuro del rencor
los entresijos solemnes del orgullo
la huella que dejaron los errores
pronunciando en voz baja la palabra corazón
entero vuestro ajado corazón
perdido corazón
hasta doscientas veces.
(En Las cartas que debía)
Nacido en Valencia, Rafael Soler reside en Madrid, donde ha trabajado como profesor titular en la Universidad Politécnica. Poeta y novelista, en los años ochenta tuvo una intensa producción literaria, que fue recibida como una de las más interesantes de la nueva literatura española, y que inició con la publicación en 1979 de su novela “El grito”, y el libro de poemas “Los sitios interiores” en 1980, a los que siguieron títulos como “El corazón del lobo”, “El sueño de Torba” o “Barranco”, última de sus publicaciones en Cátedra en 1985, así como dos libros de relatos. Vino luego un largo silencio editorial, que decidió romper en 2009 con la publicación del libro de poemas “Maneras de volver”, al que siguió en 2011 “Las cartas que debía” y en 2012 “La vida en un puño”, antología publicada en Paraguay, y “Pie de página”, publicada también en 2012 por la Institución Alfons El Magnànim. En enero de 2.014 publicó el libro de poemas "Ácido almíbar". (nota de wikipedia)
*La foto la tomo de allí. Es de Quiquecomba.
CUATRO POEMAS DE ADA SALAS

NIVARIA TEJERA, MUY ENFERMA EN PARÍS
[El artista, diseñador y editor Paco Rallo recibe una nota de París, de la hija de Nivaria Tejera, la autora de 'El Barranco' (1959), donde le dice que está muy grave. Hace algunos años, Nivaria estuvo en Zaragoza en compañía de su compañero Antón González, que exponía en el Camón Aznar. Fueron unos días muy intensos y preciosos. Recuerdo que a Antón le grabamos para 'Borradores'. Ella estaba muy feliz con el retorno de su esposo, integrante del Grupo Zaragoza, a su tierra. A modo de homenaje, ante un desenlace que se presume fatal, recupero aquí esta magnífica entrevista que se publicó en 'La Opinión' de Tenerife, que le hizo Eduardo García Rojas.]
NIVARIA TEJERA / ENTREVISTA EN “LA OPINIÓN DE TENERIFE”
“MI VIDA HA IDO DESEMBOCANDO EN UN PERSISTENTE EXILIO”
Nivaria Tejera (Cienfuegos, Cuba, 1930) plasmó parte de sus recuerdos de infancia en Tenerife en la novela El barranco, desgarrador testimonio de la Guerra Civil en la que su padre fue una de sus muchas víctimas. Exiliada con su familia a Cuba, colaboró en la revista Orígenes bajo la sombra de Lezama Lima, donde dio a conocer sus primeros poemas mientras se mostraba crítica con la dictadura de Fulgencio Batista. Tras el triunfo de la revolución castrista, que Nivaria Tejera apoyó en un principio, optó por el exilio a París al no poder soportar una sociedad marcada, resalta en esta entrevista, por “demasiado fusil, demasiada vigilancia individual y colectiva, demasiado uniforme, demasiados patria o muerte”. Tejera es autora también deInnumerables voces, La barrera fluídica o París escarabajo y Huir de la espiral, entre otros títulos.
EDUARDO GARCÍA ROJAS: La experta María Hernández-Ojeda escribe que su universo literario gira en torno a Canarias y Cuba, zona de su imaginario secreto. ¿Está de acuerdo con esta percepción de su obra?
–En el amplio prisma desde el que la experta María Hernández-Ojeda –como usted la califica– analiza mi universo literario, sobresale el esfuerzo por descomponerlo desde su intrínseca insularidad, sin restricciones, observándolo con distancia, tanteando sus diversos matices y contenidos, cuidando de no reducir su imaginario a Canarias o Cuba, lo que sería limitar la trayectoria de esa escritura que, en sus múltiples análisis, ella considera estar impulsada por un aliento universal…
–Su vida está marcada por el exilio (la dictadura franquista y las de Batista y Castro en Cuba). ¿Hasta qué punto esta experiencia ha marcado su literatura?
–A causa de esas diversas dictaduras que me han apresado desde la infancia, mi vida ha ido desembocando en un persistente exilio, y es claro que esa anomalía aparezca y marque mi escritura como parte esencial de su mensaje: es decir, cierto desquicio impulsivo que rebote la denuncia tajante de cuanto me fuera opresivo, lo que a su vez encamina mi instinto a una búsqueda lingüística en que la atmósfera predomina sobre la anécdota, lo que únicamente la intensidad de un estilo fragmentario puede condensar. Quiero decir, lo que Pierre Klossowski señalaba con inigualable exactitud sobre los aforismos kafkianos: “nada más dramático que esa intensidad sin cesar interrumpida por la insatisfacción, sin cesar recuperada por la esperanza, con la certeza de una totalidad por conquistar”, “…porque capta lo que percibe bajo los escombros donde ve algo más que los otros…él murió de estar vivo y de ser esencialmente el sobreviviente”.
–La mayoría de los investigadores no se explican por qué sus textos narrativos han sido publicados antes en Francia que en España. ¿A qué se debe?
–Tal vez hay algunas razones para explicarlo: en el año 54 me trasladé a París y en esta ciudad, y por primera vez, el editor de Les Lettres Nouvelles, Maurice Nadeau, publicó El Barranco –aunque ya la revista Orígenes había dado primicias con el capítulo sobre la prisión de mi padre–; en el 65, al regresar a esta misma ciudad escapando a la persecución castrista, el mismo Nadeau editó Sonámbulo de sol; más tarde la editorial Actes-Sud sacó Huir de la espiral –que ahora edita por primera vez en Madrid la editorial Verbum– y aún hace pocos años L’Harmattan publicó a su vez Espero la noche para soñarte, Revolución. Creo que ese azar contradictorio en apariencia es otra de las reafirmaciones de mi exilio, aunque también se deba acaso al excesivo, abrupto abuso de indiferencia por parte de los editores españoles –lo que resulta una inexplicable injusticia para la autora de Insularidad– a pesar del premio Biblioteca Breve de Seix-Barral a mi novela Sonámbulo del sol (para colmo lo catalogaron como premio-escándalo por obtenerlo el 71, año del escándalo Padilla, hecho que al parecer mi libro ponía en evidencia. Y ahí quedó en suspenso el impulso editorial que espero reanude la edición madrileña en Verbum de Huir de la espiral.
–Nos gustaría que hablara también de la importancia de la insularidad, de vivir en islas, en su literatura. ¿Hasta qué punto le ha marcado el hecho de nacer en islas?, ¿distingue en algo al escritor nacido en el continente?
–Acaso esta particularidad de nacer y crecer en las islas, en la exuberancia que les es propia, conlleva su convulsión… Es decir, una recreación incontrolable de dotes y defectos no siempre de fácil control, lo que exige en ciertos espíritus una inclinación a la fuga, es decir, esa robusta soledad que ayuda a perennizar una identidad. En mí la isla, las islas, son un espacio mental extenso como la masa arenosa, rocosa, que las protege, he dicho alguna vez, y esta imagen acopla in profundis en calcomanía mi vida interior donde pulula a ciegas el balanceo a ese inconmensurable desconocido poético que almacenan los sueños, caudaloso espejo destilador en donde reposan vivencias que emergen luego en un desvelo creador. Para arrostrar una obra el escritor sea-isla en su inventiva con la misma dualidad que resiente el isleño ante el feroz océano al que se lanza como un suicida para limpiarse de su calcáreo. Pienso que nacer en el continente es tan casual como nacer en un archipiélago, pero en ambos casos es la sensibilidad la que marca el ritmo de las brazadas. Eso sí, habrá inclinaciones, hábitos, un paisaje mental más o menos recio que los diferencia, pues en el continental las vivencias son extraídas de otros giros geográficos, más constreñidos en el isleño por el maravilloso cerco del mar. Tal vez por las colonizaciones, tanto en Cuba como en Canarias, la llamada identidad a veces resulta un escollo.
–Su primera novela describe a través de los ojos de una niña lo que significó la Guerra Civil. ¿Qué significa para usted El barranco? ¿Y qué supuso vivir aquella pesadilla a tan pronta edad y en una isla como Tenerife?
–Leyéndolo se pude captar a fondo la desmedida pesadilla… Ya lo dejé explicado en el pequeño prefacio que acompañó la última edición canaria de El barranco, al que le remito, pero copio aquí algunas líneas: “Comencé a aislar sensaciones vagamente conservadas ahondando en ellas fragmentariamente, multiplicándolas, adivinándoles tentadoras bifurcaciones. Así, inédita y sorpresiva, la intuición, con su magia de transmitir pensamiento a los recuerdos, avanzó en aquel evasivo acervo: es decir, asalto a un supuesto desconocido que fue ya siempre, para mí, la escritura… preguntándome si no sería ese abstracto deseo el que configura una escritura, y, su necesidad de transmitirlo, la elaboración de un estilo. La poesía protegería en su trapecio los vocablos… ellos transmutaban las absurdas realidades de la cotidiana guerra en una inédita sacudida, en un exaltante azar”. Esta cita, reducida, fue incluida en la dúctil y matizada entrevista que me hiciera el escritor Pío Serrano para la revista Encuentro de la cultura cubana.
–También ha sido determinante la influencia de su padre. ¿Qué recuerdos tiene de él, hasta qué punto fue decisivo para que escribiera?
–Tengo tantos recuerdos que…es mejor remitirle a un libro sobre mi padre de la cubana Victoria Sueiro editado por el Departamento Cultural del Cabildo de Fuerteventura: Bio- bibliografía del tinerfeño Saturnino Tejera. Allí hay todo cuanto pueda decirse de su vida y obra y, entre líneas, mucho de la secreta afinidad que nos unía hasta su temprana muerte a los 56 años, producto de la injusta prisión que padeciera entre los mismos trances y lugares que el poeta García Cabrera, una de sus entrañables amistades.
–Regresa a Cuba, pero también tiene que dejar Cuba. ¿Cómo se plasma esta sensación de desarraigo en su obra?
Nivaria Tejera en compañía de Manuel Díaz Martínez.
–El desarraigo es evidente pero no creo que incida esencialmente en mi escritura, aunque forme parte de su paisaje y ocupe visceralmente el centro de mis reflexiones más secretas. Los ires-venires políticos de mi vida son tan frecuentes y repetitivos que uno ya se vuelve un espectador, y como espectador un crítico feroz de tanta farándula dictatorial. Uno deja de ser lo que ha sido fibra a fibra y sin saberlo deviene su propio desconocido, un ser a la deriva a redescubrir, a rehacer en cada vericueto. En mi libro Espero la noche para soñarte, Revolución describo ese estado que en definitiva orienta lo inconcluso o fragmentario de esa escritura. La existencia, el instinto de conservación, el sistema inmunitario, protector, te conduce a otro ritmo respiratorio en el que recuerdos armoniosos e inesperados encuentros van modelando otra vitalidad, tan secreta como espontánea, que sin cesar absorben ese desarraigo como la llama consume la cera y donde el tiempo que pasa se convierte en el cómplice fiel, en el sentido de lo que dijo alguien que olvido ahora:Le temps c’est le detour des jours/ mais la durée c’est le temps de chaque instant/ L’acte/ de se prolonger dans le temps.
–Y llega a París. ¿Una isla dentro de otra isla? ¿Cómo se ubica en la capital francesa?
–Sí, Paris ya era mítica para mi padre y mirando lejos sólo hubiera podido llegar a esta ciudad que desde siempre acogiera a tantos exiliados o rebeldes de este mundo. ¿Soy una isla dentro de otra isla? Tal vez sí porque detesto los tumultos castradores y Paris puede llegar a ser un lugar de aislamiento donde el anonimato procrea cierta libertad de actuar y de ser que le hace sentir a uno protegido y donde también, de vez en cuando, se producen contactos esenciales que me han propulsado a escribir dentro de ese vértigo existencial que es la reflexión à petits pas que conlleva el tomarse un poco en serio. Nathalie Sarraute, Beckett, Geneviève Serreau y su compañero Jean Marie Serreau, que propulsara el teatro del absurdo con Ionesco, Maurice Nadeau, André Breton y Benjamin Peret, han sido mis amigos en momentos de gran desconcierto “entre la vida y la muerte”. Su presencia de espíritu amparada por LA OBRA me contorneaba del desastre interior. El que ellos la habitaran hace que esta ciudad se expanda, se aleje de pronto y vuelva otra vez a protegerme, haciendo del vacío de su ausencia un tesoro a conservar.
–En cierta ocasión le preguntaron que usted como escritora ha evolucionado hacia un género indefinido, hacia un cierto hermetismo. ¿Está de acuerdo? Y si es así, ¿por qué?
Volteo siempre en espiral lecturas maravillosas de escritores que en el mundo han sido y este ejercicio es el mejor aliado de mi pretendido hermetismo, pues sólo el dilucidar el torbellino de su interioridad ocupa y rastrea mi organismo poniéndolo en vilo para costear como un faro lo que me ha colmado inconscientemente, poniéndome en alerta del imprevisto abismo de los vocablos que amenazan la espontaneidad con su oscurantismo racional. Y ya metida en ese torbellino me animo a tantear con avidez los sutilísimos contornos de la irrealidad cóncava y convexa: un confín de los vértices que mantienen a sangre viva mi facultad del asombro. “Yo experimentaba en el terreno de la palabra con la esperanza de que la lengua me descubriera algo aún desconocido que yo tendría la alegría de despertar”, decía Robert Walser en el candor de su secreta demencia.
–¿Qué huella canaria y cubana cree que puede encontrar el lector en su obra?
–La huella canaria tanto como la cubana viajan en la obra a lo vivo: cada línea, reflexión, injerto lingüístico, imagen o perspectiva poética tal vez la revelen aquí y allá, pero todo ello ya anda disperso en la abstracción de la escritura que, por sí misma, disuelve en su complejidad el injerto autóctono. El lector las descubrirá si se identifica con sus diversos contenidos.
–¿Cuál es su visión de Cuba?
–De la Cuba actual –fidelista-raulista– mi visión es la de UN CAOS sin fin.
–¿Qué originó que rompiera con el régimen de Castro?
–Una espantosa realidad: ¡¡cohabitar por tercera vez en mi vida con otra dictadura!! Demasiado fusil, demasiada vigilancia individual y colectiva, demasiado uniforme, demasiados patria o muerte opresivos usurpándonos la simple libertad de respirar, soñar, viajar, amar las cuatro estaciones, “el mundo ancho y ajeno” que loaba Ciro Alegría como meta de poeta; sí, todo ese carnaval de dictadores que como plantas carnívoras pululan desde siempre en nuestra América Latina impidiéndonos visualizar en la distancia una ruta luminosa que nos recuerde sus ríos, sus cielos, sus mares. Nada, sólo oscurantismo y castración.
–¿Piensa entonces que los dictadores, independientemente de su signo ideológico, están vestidos con el mismo disfraz?
–¿Que si están vestidos con el mismo disfraz independientemente de su signo ideológico? La imagen y semejanza entre los dictadores es total: cada dictador es el calco del que le antecede gracias a los huecos discursos altisonantes para sumergir y ahogar sus víctimas… Sí, todos llevan el mismo disfraz: travestidos en espantapájaros, en espanta-libertades, con el uniforme militar y medallas al cuello, pistolas en el cinturón, todo lo que les insufle una autosuficiencia aletargadora de masas desamparadas que la represión cotidiana, las prisiones y el tiempo, inmunizan de tal barbarie. Todo en ellos es banalmente truculento, y si alargan el poder es porque el brillo de las botas les deslumbra sus ombligos. Su principal atuendo es de tejido orgánico: palabristas vocingleros, posturas con índices acusadores, ojos saltones y pulso saltón, y LA VOZ, sin cesar LA VOZ como una baba escurriéndoles todo el cuerpo (evocar a Hitler, Mussolini, Franco, Fidel) como un estentóreo estertor sin fin que abarca a veces casi el período de la vida de un hombre (¡¡50 años!!), y más…pues como decía el poeta peruano … hay algunos que nacen y no mueren… porque los conservan en salmuera en ciertos hospitales revolucionarios para que –quién sabe– puedan durar aún otros 50 años y colmar así la leyenda de su astuto camarada Gabo: ¡Cien años de soledad… !
–¿Está en estos momentos trabajando en algún nuevo libro?
–Siempre trabajo un nuevo libro que no deja de ser a la vez todos mis libros… lo que me consuela siempre de la conspiración de silencio española a la que tanto alude la autora deInsularidad… a lo largo de sus análisis. Y es que sigo creyendo –con los antiguos– que el desconocido es la distancia… Esa distancia que puede traducirse como una ruta sin fin en que lo inalcanzable se convierte en lo inesperado puesto que la ferocidad de los instintos asume sus filtraciones en la creación perpetuándola más allá de los silencios limitadores. Como nos confesaba sobre sus páginas de Feuilles d´Hypnos el poeta René Char… elles furent écrites dans la tensiôn, la colère, la peur, l’émulation, le dégoût, la ruse, le recueillement furtif, l’ilusion de l’avenir, l’amitié, l’amour: Un feu d’herbes sèches eût tout aussi bien été leur éditeur…
(La Opinión de Tenerife, 6/2/2010,)
ALDONZA Y BERENGUER: AMOR Y MUERTE
Cuentos de domingo / Antón Castro
Aldonza
y Berenguer
Hace algunos años, en Teruel se redescubrió el mito de los Amantes y se fundó la fiesta de Las Bodas de Isabel, que tienen a Santiago Gascón como guionista. Ahora ha sido en la villa turolense de Montalbán: allí también tenían a sus enamorados, Aldonza y Berenguer, sus Romeo y Julieta, sus Diego e Isabel. Su relato, recogido en varias versiones por Agustín Ubieto en su libro ‘Leyendas para una historia paralela del Aragón medieval’, transcurrió en el siglo XV, durante el reinado de Alfonso V, ‘el Magnánimo’. Podría resumirse así: Aldonza se había quedado huérfana y el noble Jaime de Bolea asumió la condición de tutor. Era hermosa, audaz y poseía una valiosa herencia. Su amor Berenguer de Azlor combatía en Nápoles con los ejércitos de Aragón. El gran sueño de ambos era casarse y todo iba viento en popa porque Berenguer estaba a punto de regresar. En esas, viendo que su boda era irremediable y quizá enamorado de la joven, Jaime de Bolea mandó falsificar un documento que probaba que Aldonza y Berenguer eran hermanos. Ninguno de los dos se lo podía creer; ella se quedó estupefacta, dolorida. Y él, tras intentar poner fin a su vida, hizo votos de castidad y se marchó de comendador o de caballero de Santiago a Montalbán. La desesperación haría mella inmediata en ambos. Aldonza huyó del palacio y se fue, no se sabe si a caballo o a pie, hasta la villa. Se instaló cerca de la gran iglesia-fortaleza de la Encomienda de Santiago donde residía su amado: vivía a la intemperie, con el cielo constelado por único techo y la maleza, la sombra y el cántico del río Martin por compañía, como si fuera Genoveva de Brabante. Un día, cuando miraba el horizonte, vio el desfile de un entierro. Se temió lo peor. A los pocos días penetró en la cripta de la iglesia y vio la tumba de Berenguer. Y allí mismo, con un pequeño puñal, se abrió el pecho y el corazón. ¿Quién sabe cómo se matan los heridos de amor? No tardaron en hallar su cuerpo y el sacerdote, o quizá el nuevo comendador, mandó que enterrasen a la joven Aldonza en el interior en el mismo panteón con una leyenda en latín que decía: “Justo es que reposen juntos en la muerte los que tanto se amaron en la vida”. Este relato, con sus variaciones, es el que ha dado pie a la película ‘El hada de Montalbán’ de Moncho Delgado: todo el pueblo, niños, jóvenes y mayores lo han hecho suyo.
*La foto de la iglesia de montalbán está tomada de Aragón Mudéjar.
NIVARIA TEJERA: DE 'EL BARRANCO'

UN LIBRO CADA DÍA / 7. 'EL BARRANCO' DE NIVARIA TEJERA
[Ayer fallecía en París, la poeta y narradora cubana Nivaria Tejera (Cienfugos, 1929-París, 2016). Con su padre, tinerfeño, se trasladó antes de la Guerra Civil a Tenerife; su padre fue asesinado. Regresó a la isla, huyó de la dictadura de Batista, volvió a su país con Fidel Castro, tras la revolución; desengañada se fue se instaló en París, en el exilio. Allí conoció al pintor bilbaíno, formado en Zaragoza, Hanton González y han vivido juntos hasta su muerte. Es autora de varios libros importantes: ‘Sonámbulo al sol’, ‘Espero la noche para soñarte, revolución’, que leyó Cortázar pero no se atrevió a prologar, o ‘El barranco’, quizá su novela más famosa, sus memorias de la Guerra Civil. El libro apareció en 1959 y fue reeditado en Córdoba por la editorial El Olivo Azul en 2010; la editorial también rescató ‘Espero la noche para soñarte, revolución’, que es la crónica de un desengaño. A ‘El barranco’ pertenece este fragmento, en concreto a la página 67. Así arranca el capítulo VIII.]
‘EL BARRANCO’. Nivaria Tejera. VIII
Hoy he venido con papá a conocer el mar del puerto. El mar respirando en el muelle ancho. (Fíjate cómo rueda hasta allá. Si nosotros pensamos hasta allá, también rodaremos. Papá, has de sentirte en el muelle ancho y libre como él. Por eso me vestí de lino, para estar contenta, y dije de venir al mar).
Doy brincos alrededor suyo salpicándolo y sonando, como si fuera de espuma. Aprieto su mano dura y me cuelgo de ella. (¿Harás que dé brincos altos para mirar sobre aquella línea extraña donde el mar y el cielo se unen?) ‘Desde allí suben los barcos y muy atrás hay otro mundo semejante a éste y también un padre pasea con su niña’. Y sonríe tanto porque avanzamos a lo largo de la muralla subiendo de diez en diez los escalones que llevan a la punta y porque hace buen tiempo. (Te tragarás el mar y te quedarás verde azul y amarillo).
Nos asomamos detrás del muro. En la orilla de las rocas están los pescadores con rostros de piedra. Las olas se levantan y nos tocan. Papá me sacude el vestido. (Deja, déjalas vivas en mi vestido).
*La foto como se ve es de Edouard Boubat y está tomada en 1956 en Portugal.
TERESA RAMÓN: UN DIÁLOGO

TERESA RAMÓN EN SU ESTUDIO. RETRATO DE RAFAEL GOBANTES
[Hace algunas semanas estuve con Teresa Ramón, Premio Aragón Goya 2105, en su estudio oscense. Está trabajando en un nuevo prpoyecto inspirado en el 'Don Carlo' de Verdi. Ha pintado a Felipe IV, a la Princesa de Éboli (que se ve al fondo)... Rafael Gobantes, fotógrado de Heraldo, le tomó muchas fotos. Una de ellas es esta.]
Reproduzco aquí una entrevista que publiqué en Heraldo de Aragón, tras pasar unas horas con ella.
[La pintora y escultora oscense acaba de ser galardonada con el Premio Aragón-Goya 2015. Mezcla la abstracción y la figura y le apasionan las religiones y los bestiarios]
Teresa Ramón «En el arte siempre he intentado dar un paso hacia adelante»
«Mi camino ha ido por las cosas del corazón», dice Teresa Ramón en su estudio de la avenida de los Pirineos, en Huesca. Ya ha empezado una nueva serie, inspirada en el ‘Don Carlo’ de Giuseppe Verdi. Ese proyecto nació mientras escuchaba Radio Clásica, de RNE, que es su mejor compañía mientras piensa, sueña, se encastilla y aplica sus colores al lienzo. Ya ha pintado un cuadro grande, con Don Carlo, Felipe II y un caballo, picassiano y exasperado, en el centro. Siguió el rastro de la historia y también le condujo a la Princesa de Éboli: su retrato, con el ojo cubierto por un parche, campa en el centro del estudio.
Teresa Ramón Jarne (Lupiñén, 1945) acaba de ganar el Premio Aragón-Goya 2015. «Aún no he tenido tiempo de celebrarlo. Me han llamado a todas horas: la gente se ha alegrado muy sinceramente». Sus esculturas, vinculadas al origen, a la maternidad y a los ritos ancestrales, la miran con intensos ojos desde todas sus máscaras tribales.
-Usted sintió la llamada del arte desde muy pronto...
Absolutamente. Recuerdo que pasaba los veranos en Ara, al pie de la Peña Oroel, en un tiempo en que quería ser una chicazo entre chicos y que íbamos a robar cerezas y manzanas. Ya entonces llevaba un cuaderno donde dibujaba rebaños de ovejas, casas, paisajes. Del dibujo pasé a la acuarela, y pronto Ángel Sanmartín, que acabaría fundando la galería S’Art, me compró algunas.
-¿Le enseñaba alguien?
Fui autodidacta. Estudié Magisterio y luego hice tres cursos completos y alguna asignatura de cuarto de Filología Hispánica, pero no acabé. Me casé joven, a los 21 años, con un hombre, mi marido, que me enamoró con los poemas de Pablo Neruda. He dado clases muchos años: en la Escuela Normal, en Juan XXIII y en el Instituto Ramón y Cajal. La enseñanza ha sido esencial en mi vida: he disfrutado mucho.
-¿Cómo se formó?
Leyendo, viendo, pintando, visitando el Museo del Prado. Allí vi a Goya, un pintor que admiro hasta las cachas. Creo que es el pintor más fundamental de la pintura española, más que Velázquez. Una vez me pusieron con los ojos cerrados ante ‘Las Meninas’, recién restaurado: tuve la sensación de que la luz y la belleza brotaban del lienzo. Sentí ganas de llorar, pero...
-... Goya es especial. ¿No?
Es el primer pintor impresionista, anticipa a su modo el expresionismo abstracto, es un increíble retratista de las mujeres y un maestro fantástico del grabado. Para mí Goya es el genio total, y mi maestro, que se anticipó a su tiempo. Posee una pincelada suelta cuando quiere, honda, conoce el secreto de la psicología de un retrato. ‘Las pinturas negras’ son lo más de lo más. Y me impresionan los frescos de San Antonio de la Florida. Me interesa mucho la pintura mural y la he realizado con entrega y placer. Y el otro genio es Pablo Picasso...
-¿Por qué?
Porque es un rompedor. No se conforma nunca. Consigue obras maestras en todos sus períodos y no se queda ahí. Sigue caminando, a veces hasta las estrellas.
-A usted también se le vincula con Wifredo Lam, con Matta...
Están ahí, sin duda, también me interesan Joaquín Torres García y Jean Dubuffet. Y entre las mujeres, Louise Bourgeois, Nancy Spero y nuestra Pilar Urbano. Si pienso en lo que he hecho veo que he intentado cambiar, evolucionar, crecer en cada serie... Empecé con los dibujos, hice acuarelas y me cansé, luego pinté óleos y me cansé. Y pasé a las lacas, luego a las lacas descompuestas, a las que agregué acrílico, para hacer mis pinturas cosmogónicas y de desiertos. Ese trabajo le interesó mucho al galerista y crítico Mario Antolín Paz y me invitó a exponer a Alfama. Toda mi vida en el arte se ha basado en la experimentación, en intentar dar un paso más hacia adelante.
-Y de ahí, a finales de los 80, que pasó al ‘Bestiario’.
Sí. Cuando la acabé, Mario Antolín me dijo que ese no era ya un proyecto para él, que era más ambicioso. Y me dijo que fuese a ver a las galeristas Soledad Lorenzo o a Juana de Aizpuru, pero nunca he tenido mucho valor para alardear de mis cosas. No me atreví. Ese mismo pudor me llevó un día a darle plantón a Julián Gállego, que quería entrevistarme para un diario madrileño.
-¿Qué ha querido mostrar con el ‘Bestiario’?
Hubo un momento en que me interesaron muchos los libros medievales, los libros de viajes en los que aparecían animales que parecían fantásticos, y el ‘Bestiario’ responde a ese hechizo. Quería ajustar mi mundo plástico, si quiere algo más narrativo, pero siempre pictórico. Un mundo de color, de sombra, de soledad, de desgarros, que son elementos inherentes a mi obra, con un poso cultural evidente. El ‘Bestiario’ se presentó en la Diputación de Huesca.
-Ese mundo mágico y turbulento ya no desaparecerá de su producción.
Creo que no. Luego pinté otra serie, ‘Bellas y bestias y horas azules’, que se expuso en el monasterio de Veruela y en el palacio de Sástago. Si tiempo atrás, siendo ya madre, había estado tres meses inolvidables de estudio y aprendizaje en Italia, en esta época, ya en los 90, estuve en Santo Domingo, en Chavón, que es para mí uno de los paraísos en la tierra. También estuve en Perú: en Lima, en Cuzco, en Trujillo. Aquello no era realismo mágico, tal como escribían García Márquez o Vargas Llosa: era realismo puro y duro. Esas salidas representaron un periodo de felicidad y de colorido. Toda mi obra intenta esclarecer la relación entre las distintas religiones. Mi pintura quiere ser espiritual: se preocupa de la trascendencia.
-¿Nos serviría lo que dice para explicar la exposición ‘Desiertos y cardenales’, en la Lonja en 2010, o murales como ‘Catarsis’ en el túnel del Somport o ‘La ciudad dorada’ del Pabellón de Huesca?
‘Catarsis’, el mural de Somport, de 90 x 2 metros, tiene mucho que ver con ‘La ciudad dorada’. Resumen preocupaciones y símbolos semejantes. ‘La ciudad dorada’ es un mural de amor a Huesca y a Aragón, un tránsito en el tiempo, una memoria cultural y artística y un inventario de los símbolos de las tres religiones.
-¿Qué le da el arte?
Lo necesito para seguir viviendo. Aunque haya un trasfondo dramático, hay vivacidad, emoción y alegría en mi obra. Quiero vivir, me dolería no vivir, y he estado cerca del más allá. El color es una pulsión de belleza, algo que viene de otro planeta y que tú, como si fueras alquimista, elaboras y le das sentido en el lienzo.
-¿Qué le dice la palabra Aragón?
Una tierra dura y a la vez singular con historia. Puede salir gente como Goya y ofrece paisajes de una hermosura extraordinaria.
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GOYA
«Es el genio total que se anticipó a su tiempo. ‘Las pinturas negras’ son lo más de lo más»
PICASSO
«Picasso es otro genio porque es un rompedor. No se conforma nunca. Sigue caminando siempre»
EL COLOR Y EL DRAMA
«Aunque haya un trasfondo dramático en mi obra, también hay vivacidad, emoción y alegría. El color es una pulsión de belleza»
CLAVES
«Toda mi obra intenta esclarecer la relación entre las distintas religiones. Mi pintura quiere ser espiritual, de la trascendencia»
ARAGÓN
«Aragón es una tierra dura y a la vez singular, con historia. Puede ofrecer paisajes de una hermosura extraordinaria»
LOLA DURÁN: DIÁLOGO TRAS LA TESIS

PABLO SERRANO, CREACION Y PENSAMIENTO
[Diálogo con Dolores Durán, comisaria de exposiciones e historiadora, que acaba de leer su tesis doctoral sobre Pablo Serrano (Crivillén, Terue, 1908-Madrid, 1985). Pronto, además, presentará el 'Catálogo razonado' de la Fundación Azcona.]
“Después de estudiar durante años a Pablo Serrano uno llega a la conclusión de que se conoce poco su dimensión filosófica. Creo que mi tesis nos acerca un poco más al Serrano pensador. Ya no sólo al Serrano que juega con el caos y el orden, sino al hombre que quiere saber qué hacemos en el mundo. Se descubre que hay un hilo continuo, a lo largo de su trayectoria, que es su búsqueda del sentido del hombre, de la esencia de la existencia. Serrano es arte y pensamiento, reflexión y forma, preguntas y respuestas desde el fondo de la conciencia humana. Esta senda del Serrano pensador aún tiene mucho recorrido, exige nuevas indagaciones. Yo abro nuevas vías a explorar”, dice Dolores Durán, que acaba de leer su tesis doctoral en la Universidad Complutense de Madrid.
¿Por qué habías elegido a Serrano para tu tesis doctoral?
Cuando vuelvo la vista atrás, creo que el punto de partida tuvo lugar en el otoño de 1986, cuando siendo todavía estudiante tuve oportunidad de contemplar por vez primera una gran exposición de esculturas de Pablo Serrano. Fue en La Lonja, un año después de la muerte del artista, en una muestra que como homenaje organizó el Ayuntamiento de Zaragoza.
¿Qué sucedió?
Recuerdo la honda impresión que me causó, nunca antes había tenido ocasión de ver tanta obra de Serrano, y de esa importancia. Eran obras muy diversas, al mismo tiempo que muy coherentes como conjunto. Poco a poco fui descubriendo que bajo esas formas tan distintas, latía un mismo concepto, formado por sus preocupaciones más profundas: por un lado su visión de la realidad como enfrentamiento, como conflicto, como una oposición de fuerzas; y por otro lado su preocupación por la esencia de la naturaleza y la condición humana. A partir de ese momento me interesó el autor y su obra; eso me llevó a una preocupación por conocer sus esculturas, y a la búsqueda de cualquier material que hiciese referencia a él. Los primeros pasos los dí animada por el profesor Ángel Azpeitia Burgos; también fue muy importante la confianza que recibí de José Luis Lasala, uno de sus grandes amigos. Más tarde, cuando en 1994, se inaugura la Fundación Museo Pablo Serrano, inicié una colaboración con esta Institución que me llevó a ser comisaria de una exposición que viajaría por diferentes lugares de España en primer lugar, y más tarde por América, donde tuve ocasión de investigar la huella que había dejado el escultor en Argentina, Chile, Brasil o Uruguay. Recuerdo con especial cariño la realizada, con mucho entusiasmo y pocos medios, en el Museo Torres García de Montevideo; Serrano había partido de este país en 1955, y casi cincuenta años después, el escultor regresaba al país en el que se formó y donde vivió sus inicios abstractos. A partir de ahí fue como seguir una senda marcada, primero con el estudio de su obra en la esfera pública, trabajo que presente como Diploma de Estudios Avanzados en la Universidad de Zaragoza, y que dirigió el profesor Jesús Pedro Lorente, y más tarde con esta tesis, que no es un final, sino una continuación en la investigación sobre este artista y sobre la escultura española de la segunda mitad del pasado siglo veinte.
¿No sé si llegaste a conocerlo?
No llegué a conocerlo personalmente.
¿Hasta dónde te ha llevado tu tesis: en espacio, en estética o en concepción del arte?
Esta investigación me ha permitido llegar a un conocimiento profundo de los aspectos formales y conceptuales de la obra de Pablo Serrano. También me he aproximado al conocimiento de la persona y del creador, tanto a través del acercamiento físico a sus obras, como a través del estudio de sus numerosos escritos. Ha sido de vital importancia la revisión de los archivos personales del artista, los escritos del escultor sobre su vida, sobre su obra, sobre otros artistas…, su correspondencia, la prensa, cientos de fotografías, agendas, notas, catálogos, folletos, entrevistas … y mucha otra documentación que se conserva en el IAACC Pablo Serrano o en manos de su familia. También he investigado en los archivos de algunos de los principales Museos con los que el escultor mantuvo estrecha relación. Para su etapa de formación americana, ha sido fundamental la consulta en el Centro de Documentación de la Biblioteca del Museo Nacional de Artes Visuales de Montevideo, y del Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires, en los que he rastreado gran parte de las obras de formación, y he localizado numerosa documentación sobre los Salones Nacionales en los que participa entre los años 1939 y 1955. Ha sido básica la revisión de los fondos del Centro de Documentación del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, o el Archivo del Ateneo de Madrid, donde tiene lugar en 1957 su primera exposición individual tras el regreso de América, en la que el entonces Ministerio de Educación Nacional, al que pertenecía la Dirección General de Bellas Artes, le compra su escultura “Hierro y piedra” para el Museo Nacional de Arte Contemporáneo, con lo que este hecho significa como apoyo en su carrera.
En los archivos del Museo de Arte Moderno de Nueva York obtuve interesantes datos sobre la muestra “New Spanish painting and sculpture”, que le abre las puertas de Estados Unidos en 1960; también he revisado el abundante material que conserva el Solomon R. Guggenheim Museum de Nueva York, con el que Serrano mantiene relación durante prácticamente toda su carrera, desde 1960 cuando su director, James Johnson Sweeney visita el estudio de Serrano en Madrid y reserva una obra para la Colección del Museo, hasta 1985, fecha en la que fallece el escultor semanas después de inaugurar la exposición “Pablo Serrano. La Guitarra y el Cubismo” en ese museo. Cito estas Instituciones pero son muchísimos más, así como Galerías con las que trabajó, Fundiciones…
Otro de los aspectos más interesantes de la investigación han sido las entrevistas con otros artistas que le conocieron, desde sus compañeros del Grupo El Paso, hasta Erwin Bechtold y también los coleccionistas que tuvieron ocasión de tratarle, o sus amigos, destacando entre ellos a José Luis Aranguren, Rodrigo Uría, el profesor Amor y Vázquez de la Universidad de Brown, Somer de Ribeiro, Pedro Serra Bauzá entre otros. La búsqueda ha sido casi infinita, en muchas ocasiones una labor de detective, siguiendo pistas, recorriendo un camino que me ha permitido conocer lugares y personas muy interesantes. No sabría describir la sensación cuando he descubierto alguna escultura inédita, o he localizado obras importantes que estaba en paradero desconocido… Ha resultado un trabajo muy laborioso y al mismo tiempo emocionante.
¿Cuáles serían tus aportaciones fundamentales?
La investigación sobre su periodo americano y la importancia que tuvo su aproximación a la abstracción a través de Joaquín Torres García; o como le marcó su pertenencia al Grupo Paul Cezanne. También el estudio sobre cómo coincide el regreso de Serrano, que abandonaba en Uruguay una fama ya consolidada, con un momento de crucial movimiento y avance del arte español, en el que participa a través de la formación del “Grupo El Paso”. O el hito que suponen sus exposiciones en la Sala Santa Catalina del Ateneo de Madrid, el Palacio Provincial de la Diputación de Zaragoza o la galería Syra de Barcelona en 1957. Estas exposiciones tienen un amplio eco en la prensa nacional, lo que nos da medida para entender la proyección que Serrano tiene ya en ese momento; y los comentarios reflejan la polémica entre la abstracción y la figuración que se palpaba en la época. Destacaría también la importancia que tiene su temprana presentación en Estados Unidos, no solo en los principales museos sino también en Galerías, como Berta Schaefer de Nueva York. La investigación sobre su participación en la XXXI Bienal de Venecia, en 1962 y lo que supone en su carrera … en general los nuevos datos que se aporta esta investigación sobre vida y la obra de Pablo Serrano desde el punto de vista histórico, social y artístico.
Serrano ha sido bautizado como escultor del hombre ¿es precisa esa definición o quizá demasiado genérica?
El compromiso con el hombre, con su existencia y sus circunstancias es uno de los pilares fundamentales de la obra de Pablo Serrano.
Por otra parte estás a punto de publicar el Catálogo Razonado Pablo Serrano ¿cómo defines la publicación, cual es el criterio general de un catálogo razonado?
El Catálogo Razonado tiene como objeto localizar y realizar un estudio pormenorizado y riguroso, de todas las esculturas realizadas por Pablo Serrano. En él, aparecen documentadas cada una de las obras de su autoría, mediante una ficha que consta de una imagen, datos técnicos, detalle de las exposiciones en las que ha participado, bibliografía y un comentario. En este caso la investigación ha permitido contrastar la información facilitada por las distintas fuentes, depurar errores, algunos mantenidos a lo largo de los años, y catalogar con certeza la mayoría de las esculturas. Al mismo tiempo, en el Catálogo hay una introducción en la que se estudia el proceso creativo de Serrano, las distintas etapas de su creación artística, las “Series” en las que organizó su obra y el hilo conductor que las une.
-¿Para qué sirve un Catálogo razonado?
Era un documento necesario, y su ejecución se ha podido llevar a cabo gracias al mecenazgo de la Fundación Azcona y la colaboración del Gobierno de Aragón. Por otro lado, no hubiera sido posible sacar adelante el proyecto sin la colaboración de la familia del escultor, Susana Spadoni y Valeria Serrano, entregadas incondicionalmente a este trabajo y cómplices a lo largo de todo el proceso.
¿De cuántas obras estaríamos hablando y en que disciplinas?
Debido a que se trata de un artista muy prolífico, el trabajo se ha centrado en sus esculturas, y no incluye los dibujos, grabados, cerámicas, mobiliario, joyas u objetos decorativos, aunque algunos pueden aparecer en algunas de las fichas en virtud de su relación con la escultura concreta objeto de estudio. El trabajo reúne tanto las esculturas existentes o localizadas en el momento actual, como aquellas desaparecidas o no localizadas pero de las que contamos con material documental. En total 1159 fichas, aunque hay que tener en cuenta que de la mayor parte de los bronces hay más de un original, con lo que se recogen muchas más piezas.
¿Cuáles serían para ti las dos o tres o cuatro o cinco piezas que se pueden calificar maestras de Serrano?
No podría escoger solamente tres cuatro o cinco piezas; son muchas más. Cualquiera de las esculturas de su Serie “Bóvedas para el Hombre” resulta sobrecogedora. Entre sus “Hierros”, “Las horas del cautivo” una pieza que permanecía en paradero desconocido desde hace cincuenta años y es una obra fundamental, o “Espacio”, o el “Homenaje a un ingeniero”, que pertenece la Colección del Museo Fundación Calouste Gulbenkian de Lisboa. Hay una pieza que para mi es básica, una obra minúscula y delicada, titulada “Primera experiencia. Extensión del cubo” en la que sitúa el origen de su preocupación por la ocupación y desocupación del espacio, tal como declaró el propio Serrano en una entrevista publicada en 1960 en este mismo periódico. … cualquiera de sus “Rítmos en el espacio”, o de sus “Quemas”, la simplicidad de las “Guitarras “que realiza al final de su vida… Las “Unidades Yunta” por su significado de comunicación… Como ves, no podría escoger.
Existe un Museo Pablo Serrano, el IAACC Pablo Serrano ¿está haciendo todo lo que puede y debe por Serrano?
Cuando se crea la Fundación- Museo Pablo Serrano, el escultor expresa los objetivos que debe perseguir. El Museo debe ser un espacio de comunicación con la ciudad y con el mundo, no un simple contenedor de obras, quiere un museo vivo. Su voluntad es que se promueva la investigación, y tal como tal como refleja en sus estatutos fundacionales “la creación y concesión de premios, becas, pensiones y recompensas con objeto de contribuir a despertar vocaciones escultóricas y a la formación de jóvenes artistas, así como ayudarles en su trabajo, divulgación y valorización de su obra”. Pablo Serrano, fue un gran soñador, aunque muchos de sus sueños todavía están por cumplir…
*La foto de Lola Durán es de Heraldo. la tomó Aránzazu Navarro.
'ÉRANSE MUCHAS COSAS' DE KÓKINOS

UN LIBRO CADA DÍA / 9. 'ÉRANSE MUCHAS COSAS' (KÓKINOS)
A finales de año, Julia Millán de Librería Antígona recomendaba este libro en su sección 'La gran literatura' de Artes & Letras: ‘Éranse muchas cosas’ (Kókinos) de Lupe Estévez y Maribel Manso. Unos días después también me lo recomendaba Eva Cosculluela de Los Portadores de Sueños. Me lo regalé para Reyes. Es, en efecto, un álbum muy sugerente, al que apetece volver una y otra vez, por la calidad de su propuesta, por la imaginación del texto, por la expresividad, el ingenio, la fantasía.
Lupe es la autora de un poema sencillo y polisémico, en verso libre, y ambas , Margarita y ella, lo son de las cuidadas ilustraciones que, en técnica mixta, incorporan el rostro de una niña. El cuento arranca así: “Era una niña que era muchas cosas. Era una niña y era un gigante. Era el viento. Era una acrobacia. Era un salto mortal. Era una velocidad sobrehumana. Y era una pluma que cae muy despacio cuando sopla.” La puesta en página es equilibrada y original. Muy meditada. Hay multitudes, un solo elemento en medio de un fondo negro a doble página, pìezas de ecos interestelares, metamorfosis, pequeños bestiarios, un punto de acción, sueños; en fín, un excelente dominio de las posibilidades de la ilustración (con tantos ecos del arte contemporáneo) y de un texto muy abierto.
La editorial define muy bien la propuesta. “Las personas somos por naturaleza un compendio de contradicciones y puntos opuestos, una mezcla de sentimientos, ideas concretas y conceptos abstractos. Somos un fantástico collage. De esta evidencia surge esta historia cargada de imágenes y palabras inspiradas en el mundo de la infancia”. Por desgracia no hay imágenes en la red, o no he sabido encontrarlas, salvo la portada, pero el libro es muy recomendable para niños a partir de tres o cuatro años... Para niños y para cualquier edad. Los que sepan leer lo pasarán pipa. Y lo bueno, como casi siempre, es leerlo y releerlo en voz alta.
'FIN DE POEMA' DE JUAN TALLÓN
Juan Tallón (Vilardevós, 1975) publica ‘Fin de poema’ (Alrevés), un libro muy personal basado en los momentos finales, o desesperados, de grandes poetas que acabaron suicidándose: Cesare Pavese, Anne Sexton, Gabriel Ferrater o Alejandra Pizarnik, que llama a deshoras al diario ‘La Nación’ para anunciarles su próxima despedida. Le dice el periodista, que la reconoce: “Es un gusto hablar con usted. He leído alguno de sus libros. ¿En qué puedo ayudarle a estas horas”. Y la escritora quiere saber si ya está avanzada o preparada su necrológica. “Es conocido que hay obituarios que conviene ir adelantando, para que la muerte no tome a la redacción con todo por hacer”, les dice.
En esa misma página, 81, leo este texto:
[Cuando en silencio y lentamente se recobra de la sorpresa –como si acabase de conocerse del todo después de este incomprensible gesto de humor negro-, advierte que por la ventana de la habitación se intuye el amanecer. Recuerda cuando el mayordomo de Juan Ramón Jiménez, durante su exilio en Puerto Rico, entraba a media tarde en la biblioteca, donde se hallaba trabajando el premio Nobel, y anunciaba con gravedad, sin rastro de humor, mientras corría a un lado las cortinas del gran balcón: “Señor, el crepúsculo”. Derrotada sobre la cama, la poeta mira a través del cristal y descansa en el horizonte que alcanzan sus ojos, como quien se apoya en una pared. El amanecer”.]
De ‘Fin de poema’. Juan Tallón. Alrevés. Narrativa. Barcelona, 2015. 158 páginas.
DE 'LOS ENEMIGOS DE LOS LIBROS'

[Ese estupendo editor que es Javier Jiménez, más conocido ya como Javier Fórcola, acaba de publicar 'Los enemigos de los libros' de William Blades. Y tiene la cortesía enviarme el epílogo que él añade al texto, que lleva un prólogo de Andrés Trapiello, un sabio de libros en toda la extensión del término.]
Los enemigos de los libros
Contra la biblioclastia, la ignorancia y otras bibliopatías
William Blades
Traducción de Amelia Pérez de Villar
Prólogo de Andrés Trapiello
Epílogo de Javier Jiménez
Fórcola, 2016
EPÍLOGO
Por Javier JIMÉNEZ (Javier Fórcola)
«Decía Bernardo de Chartres que somos como enanos a los hombros de gigantes. Podemos ver más, y más lejos que ellos, no por la agudeza de nuestra vista ni por la altura de nuestro cuerpo, sino porque somos levantados por su gran altura.»
Juan de Salisbury
Si algo se desprende de todo lo dicho por William Blades en este breve tratado contra los enemigos de los libros, o alegato en defensa de los libros, es que nos encontramos ante un buen bibliómano o un bibliómano bueno. Su manía, la de los libros, y en concreto de los libros antiguos, es una manía amable, que lo convierte en un defensor no sólo de la libre circulación de los libros y las ideas, contra todo tipo de censuras y fanatismos, sino de la preservación y cuidado de esos objetos mismos, los libros, que tanta enemistad han atesorado a lo largo de los siglos.
Como bibliómano, pues, Blades cataloga, cual Porfirio moderno, los distintos enemigos de los libros, bien sean naturales, esporádicos y tangibles, bien sean histórico-culturales, persistentes e intangibles. Y por ese orden, aborda su estudio y clasificación, comenzando por los enemigos naturales, a modo de los cuatro elementos clásicos –fuego, agua, aire/gas y tierra/polvo–; continúa con la descripción de los distintos animalillos –microscópicos y no tanto– y plagas que amenazan, por mala conservación, los libros en sus bibliotecas; y cierra con unos capítulos dedicados a destructores de libros a los que Blades muestra una especial inquina: por un lado los encuadernadores y los coleccionistas, que tratan y maltratan los libros a capricho, movidos por intereses que nada tienen que ver con el amor a los libros sino puestos al servicio de la codicia o la moda; y por otro, el personal de servicio doméstico y los niños, verdaderas «plagas» humanas que, en grupo o en solitario, provocan catástrofes sin fin en nuestras bibliotecas personales. Además, todo ello explicado, como habrá comprobado, estimado lector, con un tono a veces desenfadado, otras veces ciertamente chusco e hilarante, con un genuinamente británico sentido del humor.
Blades, con mentalidad científica e ilustrada, aborda la catalogación exhaustiva de los enemigos de los libros en un combate sin descanso que tiene como finalidad la conservación, restauración, cuidado y custodia de los libros. ¿De todos?, podríamos preguntarnos. Obviamente no, de todos no, pero sí, sin lugar a dudas, de los bellos libros, a los que considera un bien en sí mismo, a los que sigue la pista por abadías, graneros, cocinas y desvanes. Lograr rescatar un Caxton de las garras de una cocinera analfabeta o de un comerciante tahúr bien merece el riesgo, los viajes y las horas invertidas en ello. En este afán, Blades rebela la paciencia y el tesón de un buen cazador, que arriesga todo por conseguir una gran pieza.
En términos clásicos, el espíritu y el empeño que alientan a Blades son «kalokagáticos», es decir, que su búsqueda es la de lo bello y lo bueno en lo relativo a los libros antiguos. De su padre aprendió el oficio artesano de impresor y también el oficio de editor. El amor a los bellos libros orientó vocacionalmente su carrera, lo que le llevó a investigar y estudiar la vida y la obra de uno de los grandes impresores británicos: el diplomático, mercader, escritor e impresor William Caxton, y a coleccionar, para su localización, restauración y catalogación, las joyas bibliográficas que salieron del taller de impresión de éste a lo largo del siglo xv. Podemos citar a Rilke: «La buena obra de arte surge de la necesidad»; pues bien, el «oficio» de bibliómano surgió en Blades de la necesidad de preservar el legado de Caxton.
Su bibliomanía no le hizo egomaníaco ni egoísta, sino que su pasión, pues de pasión hemos de hablar, por los libros antiguos, valiosos y bellos la puso al servicio de la sociedad. Si el «cazador de libros» conseguía una nueva «pieza» bibliográfica, valiosa por su encuadernación, su tipografía o su policromía, no era para llevársela a su biblioteca y guardarla como un tesoro personal, vedado a ojos ajenos. Blades tuvo, quizá por británico, un alta conciencia de lo público, es decir, de que su labor, altruista, era en beneficio de la comunidad, y que el rescate de esas joyas bibliográficas no tenía mejor fin que el de engrosar y proteger el patrimonio cultural de la sociedad en la que vivía. Así, Blades fue un gran defensor de la existencia y labor de las bibliotecas públicas: en ese sentido, apoyó firmemente la creación de la Library Association de Reino Unido, fundada en 1877 como resultado de la primera Conferencia Internacional de Bibliotecarios.
Blades, discípulo y heredero de la cultura clásica, escribe estas páginas con un regusto neoplatónico –pues en su concepción estética, que recorre todo el tratado a modo de bajo continuo, prima la belleza– pero también neoaristotélico –pues su respeto por el método científico se deja ver en sus observaciones de la naturaleza microscópica y en su afán catalogador–. Por un lado, efectivamente, no hay estética sin ética, y el amor por los bellos libros lo sustenta una idea humanista de la cultura, cuyo enemigo primordial es la ignorancia. Por otro, en su clasificación de los enemigos de los libros cobran especial relevancia sus investigaciones a pie de microscopio –siguiendo la estela marcada por Robert Hooke–, de aquellos animalillos que amenazan constantemente la buena salud de los libros. La catalogación, finalmente, y su gusto por la razón, que ilumina tanta tierra baldía llena de ignorancia, muestran a Blades como digno heredero del legado humanista de la Ilustración, y amante de la ciencia y el progreso.
'EL BARRANCO' DE NIVARIA TEJERA

[Murió en París, la poeta y narradora cubana Nivaria Tejera (Cienfugos, 1929-París, 2016). Con su padre, tinerfeño, se trasladó antes de la Guerra Civil a Tenerife. Regresó a la isla, huyó de la dictadura de Batista, volvió a su país con Fidel Castro, tras la revolución; desengañada se fue se instaló en París, en el exilio. Allí conoció al pintor bilbaíno, formado en Zaragoza, Hanton González y han vivido juntos hasta su muerte. Es autora de varios libros importantes: ‘Sonámbulo al sol’, ‘Espero la noche para soñarte, revolución’, que leyó Cortázar pero no se atrevió a prologar, o ‘El barranco’, quizá su novela más famosa, sus memorias de la Guerra Civil. El libro apareció en 1959 y fue reeditado en Córdoba por la editorial El Olivo Azul en 2010; la editorial también rescató ‘Espero la noche para soñarte, revolución’, que es la crónica de un desengaño. A ‘El barranco’ pertenece este fragmento, en concreto a la página 67. Así arranca el capítulo VIII.]
‘EL BARRANCO’. Nivaria Tejera. VIII
Hoy he venido con papá a conocer el mar del puerto. El mar respirando en el muelle ancho. (Fíjate cómo rueda hasta allá. Si nosotros pensamos hasta allá, también rodaremos. Papá, has de sentirte en el muelle ancho y libre como él. Por eso me vestí de lino, para estar contenta, y dije de venir al mar).
Doy brincos alrededor suyo salpicándolo y sonando, como si fuera de espuma. Aprieto su mano dura y me cuelgo de ella. (¿Harás que dé brincos altos para mirar sobre aquella línea extraña donde el mar y el cielo se unen?) ‘Desde allí suben los barcos y muy atrás hay otro mundo semejante a éste y también un padre pasea con su niña’. Y sonríe tanto porque avanzamos a lo largo de la muralla subiendo de diez en diez los escalones que llevan a la punta y porque hace buen tiempo. (Te tragarás el mar y te quedarás verde azul y amarillo).
Nos asomamos detrás del muro. En la orilla de las rocas están los pescadores con rostros de piedra. Las olas se levantan y nos tocan. Papá me sacude el vestido. (Deja, déjalas vivas en mi vestido).
*Nivaria Tejera en la galería Costa-3, en 1983. Foto de Carlos Barboza y Teresa Grasa.
ADELL Y GARCÍA: CITA CON LOS CASTILLOS

[Hoy, a las 19.30, en la sala Ámbito Cultural de El Corte Inglés José Antonio Adell y Celedonio García presentarán su nuevo libro, ’Historias y leyendas de los castillos de Aragón’ (Pirineo), en compañía del especialista Luis Zueco, ingeniero y novelista, y del periodista y escritor Antón Castro.]
DOSSIER: PRESENTACIÓN DEL LIBRO:
HISTORIAS Y LEYENDAS DE LOS CASTILLOS DE ARAGÓN
A las personas que defienden nuestro patrimonio y conservan el amor por la cultura, por el arte y por las tradiciones que nos legaron nuestros antepasados.
El libro está estructurado en cuatro partes, con cuarenta capítulos y cuarenta castillos.
12 Huesca.
17 Zaragoza.
11 Teruel.
En uno de los capítulos, el dieciséis, hace referencia a tres fortalezas. En los dos últimos aparecen medio centenar de fortificaciones que también encierran alguna leyenda.
La narración se he realizado de forma novelada para que llegue directamente al lector, aunque también existan algunas indicaciones referidas a la historia del castillo o sus elementos constructivos.
En sus páginas vas encontrar historias de guerreros, de defensas numantinas de fortalezas en la Guerra de los Dos Pedros, de señores crueles, de templarios asediados, de torneos medievales, de traiciones y alianzas, de batallas memorables, de tesoros ocultos o de seres misteriosos. También de historias de amor entre cristianos y musulmanes; de personajes históricos-legendarios como El Cid, San Vicente Ferrer, el papa Luna o el bandolero Esteban Cisneros, y de monarcas como Sancho Ramírez, Alfonso I y Doña Urraca, Ramiro II el Monje o Jaime I.
A) Bloques:
1) Leyendas históricas.
-García Jiménez, conde del Sobrarbe. Cruz sobre carrasca. Castillo de Aínsa.
-La campana de Huesca. Palacio de los Reyes de Aragón.
-Castillo de Montearagón y batalla del Alcoraz.
2) Personajes históricos.
-El rey Jaime en el castillo de Monzón.
-El Cid. Castillos de Monzón y Tamarite.
- La derrota y muerte de Alfonso I. Castillo de Fraga.
- Vicente Ferrer. Castillo del Compromiso de Caspe.
- El papa Luna. Castillo de Illueca.
-La captura del bandolero Esteban Cisneros. Castillo de Mesones.
-El encierro de Doña Urraca. Castillo de Calatorao.
3) Historias de amor
-Doña Violante en Loarre.
-Guati y Zalema o la mora encantada. Castillo de Argavieso.
-El juramento de amor. Castillo de Sos.
-Palacio de la Aljafería.
-Los amores de Brianda de Luna y Luis Cornel. Castillo de Alfajarín.
-Selina, la mora encantada de Daroca.
-Amores trágicos. Castillo de Peracense.
-Castillo de la Fresneda. El arquero y la dama mora.
-Teruel, la ciudad del amor. Fortificaciones de Teruel.
-Los amores de Zaida de Cella y Aben Razin . Castillo de Albarracín.
-Fátima de Mora y Alonso de Rubielos. Castillos de Mora y Rubielos.
4) Pasadizos y Tesoros escondidos.
-El toro de oro. Castillo de Lanaja.
-Castillo de Sádaba.
5) Conquistas de fortalezas. Luchas entre cristianos y musulmanes.
-Alodía la heroína de Alquézar.
-El castigo del alcaide moro. Castillo de Peralta.
- Los cincuenta caballeros. Fortaleza de Uncastillo.
- La conquista de la fortaleza de Rueda.
- La traición de la dama cristiana. Castillo de Alfambra.
6) Señores crueles.
-Antón de Luna, El cruel señor de Mequinenza.
- La mano de ella. Castillo de Maella.
7) Castillos con fantasma.
-Don Julián en Loarre.
-La soledad de la princesa mora. Castillo de Carboneras en Binaced.
-La mora encantada. Castillos de Trasmoz, Borja y Bulbuente.
-El pozo de la mano peluda. Castillo de Valderrobres.
8) Asedios y rendiciones
- El valeroso alcalde. Castillo de Báguena.
- A una como los de Buñea. Castillo de Bueña.
- La caída de los templarios. Castellote.
- Asedio a los calatravos en el castillo de Alcañiz.
- Uno contra todos. Castillo de Calatayud.
B) Las historias y leyendas de los castillos por siglos.
Siglo VIII: Aínsa, Daroca,
Siglo X: Uncastillo
Siglo XI: Montearagón, Argavieso, Alquézar, Peralta de la Sal, Tamarite, Lanaja, Rueda, Peracense, Albarracín,Borja, Trasmoz, Bulbuente
Siglo XII. Huesca, Carboneras, Fraga, La Fresneda, Alfambra, .
Siglo XIII: Monzón, Sádaba, Teruel, Mora de Rubielos
Siglo XIV: Sos, Alfajarín, Mequinenza, Maella, Báguena, Bueña, Alcañiz, Valderrobres, Castellote,
Siglo XV: Loarre, Aljafería, Caspe, Illueca,
Siglo XIX: Calatayud,
Siglo XX: Mesones.
C) ÍNDICE
PRIMERA PARTE. CASTILLOS DE LA PROVINCIA DE HUESCA
Capítulo I. García Jiménez, legendario conde del Sobrarbe (Castillo de Aínsa)
Capítulo II. La fortaleza románica, escenario de películas y leyendas (Castillo de Loarre)
Capítulo III. La campana de Huesca, leyenda universal (Torre del palacio de los reyes de Aragón)
Capítulo IV. Una fortaleza para tomar Wasqa (Castillo de Montearagón)
Capítulo V. Guati y Zalema o La mora encantada (Castillo de Argavieso)
Capítulo VI. Alodia, la heroína de Buera (Castillo de Alquézar)
Capítulo VII. El rey Jaime siendo niño huye por un pasadizo (Castillo de Monzón)
Capítulo VIII. La soledad de la princesa mora (Castillo de Carboneras. Binaced)
Capítulo IX. El castigo del alcaide moro de Peralta (Castillo de la Mora. Peralta de la Sal)
Capítulo X. El Cid perdona a los vencidos (Castillo de Monzón y torreón de Tamarite)
Capítulo XI. El toro de oro (Castillo de Montoro de Lanaja)
Capítulo XII. La dura derrota de “El Batallador” (Castillo de Fraga)
SEGUNDA PARTE. CASTILLOS DE LA PROVINCIA DE ZARAGOZA
Capítulo XIII. El juramento de amor (Castillo de Sos)
Capítulo XIV. Los cincuenta caballeros (Fortaleza de Uncastillo)
Capítulo XV. El pastor que aprendió a leer (Castillo de Sádaba)
Capítulo XVI. La mora encantada (Castillos de Borja, Trasmoz y Bulbuente)
Capítulo XVII. Leyendas de la Aljafería (Palacio de la Aljafería de Zaragoza)
Capítulo XVIII. Los amores de Brianda de Luna y Luis Cornel (Castillo de Alfajarín)
Capítulo XIX. El coraje de Vicente Ferrer (Castillo del Compromiso de Caspe)
Capítulo XX. El cruel señor de Mequinenza (Castillo de Mequinenza)
Capítulo XXI. La mano de ella (Castillo de Maella)
Capítulo XXII. El amor del papa Luna a su tierra (Castillo de Illueca)
Capítulo XXIII. La captura de Esteban Cisneros (Castillo de Mesones de Isuela)
Capítulo XXIV. El encierro de Doña Urraca (Castillo de Calatorao)
Capítulo XXV. La reconquista de la fortaleza de Rueda (Castillo de Rueda de Jalón)
Capítulo XXVI. Uno contra todos (Castillo de Ayub)
Capítulo XXVII. Selima, la mora encantada (Castillo de Daroca)
TERCERA PARTE. CASTILLOS DE LA PROVINCIA DE TERUEL
Capítulo XXVIII. El valeroso alcaide (Castillo de Báguena)
Capítulo XXIX. A una, como los de Bueña (Castillo de Bueña)
Capítulo XXX. Amores trágicos (Castillo de Peracense)
Capítulo XXXI. Una fortaleza con múltiples historias legendarias (Castillo de Alcañiz)
Capítulo XXXII. La puntería del arquero y el amor de la dama mora (Castillo de La Fresneda)
Capítulo XXXIII De la Peña de Aznar Lagaia a la fortaleza del arzobispo de Zaragoza (Castillo de Valderrobres)
Capítulo XXXIV. La caída de los templarios (Castillo de Castellote)
Capítulo XXXV. Traición de la dama cristiana (Castillo de Alfambra)
Capítulo XXXVI. La ciudad del amor (Fortificaciones de Teruel)
Capítulo XXXVII. Leyendas del reino de los Beni Razín (Fortalezas de Albarracín)
Capítulo XXXVIII. Los amores de Fátima de Mora y Alonso de Rubielos (Castillo de Mora de Rubielos)
CUARTA PARTE. OTRAS LEYENDAS
Capítulo XXXIX. Otras leyendas de castillos aragoneses
Capítulo XL. Los castillos del Cid
D) INTRODUCCIÓN
Se ha escrito y publicado mucho sobre los castillos aragoneses. Algunos se han rehabilitado en los últimos años y son muchos los visitantes y turistas que disfrutan con un recorrido por estas fortalezas.
Todas ellas forman parte de nuestro patrimonio artístico e histórico. Incluso en algunas se han rodado películas, se ofrecen recreaciones históricas o se han instalado centros de interpretación.
Por desgracia también nos encontramos con muchas fortalezas en proceso de ruina inminente, sin que nadie mueva un dedo para evitar su irremisible desaparición. De otras ya solo quedan las ruinas e incluso edificaciones sobre esos restos del pasado. No deberíamos olvidar que parte de las historias y vidas de nuestros antepasados ha estado vinculada a estos recintos.
En esta publicación queremos poner en valor el patrimonio etnológico vinculado a nuestros castillos. Y para ello recogemos historias, leyendas, personajes… que nadan entre la realidad y la ficción.
El libro está estructurado en cuatro partes, con cuarenta capítulos y cuarenta castillos. En uno de los capítulos, el dieciséis, hace referencia a tres fortalezas. En los dos últimos aparecen medio centenar de fortificaciones que también encierran alguna leyenda.
La narración se he realizado de forma novelada para que llegue directamente al lector, aunque también existan algunas indicaciones referidas a la historia del castillo o sus elementos constructivos.
Lógicamente, no están todos los castillos de Aragón, incluso puede faltar alguno significativo, pero nuestro criterio ha sido que hubiera alguna leyenda o historia de interés. Probablemente nos hayamos podido dejado otras que deberían aparecer, y por ello te pedimos disculpas, amigo lector.
Entre las narraciones que vas encontrar aparecen historias de guerreros, de defensas numantinas de fortalezas en la Guerra de los Dos Pedros, de señores crueles, de templarios asediados, de torneos medievales, de traiciones y alianzas, de batallas memorables, de tesoros ocultos o de seres misteriosos. También de historias de amor entre cristianos, entre moros y de cristianos/as y moras/os; de personajes históricos-legendarios como El Cid, San Vicente Ferrer, el papa Luna o el bandolero Esteban Cisneros, o de monarcas como Sancho Ramírez, Alfonso I y Doña Urraca, Ramiro II el Monje o Jaime I.
En el año 1985 comenzamos con las publicaciones sobre Aragón. Hoy, treinta años después, hemos obsequiado a nuestros lectores con más de una treintena de publicaciones y hemos colaborado en otras tantas.
Estos trabajos no hubieran visto la luz si no hubiese lectores que se adentrasen en nuestros libros. Por ello agradecemos a todas las personas que os habéis interesado por nuestras publicaciones. Por todos vosotros seguimos adelante con ilusión e incluso con pasión por nuestro trabajo.
*http://www.hotelbronchales.es/hotel/publicaciones/2/castillo-peracense1._0.jpg
DANIEL GASCÓN ESCRIBE DE PODEMOS

[Daniel Gascón, en su artículo de los jueves de ’Letras Libres’ reflexiona sobre la política española actual y las batallas de símbolos de Podemos; a veces da la sensación de que ellos hubieran inventado la política y la democracia. Han llegado al Parlamento por el mismo procedimiento democrático que todos los demás partidos y diputados, pero Pablo Iglesias es un gran estratega que parece manejar mejor los medios que las ideas y quizá el sentido de Estado.]
Por DANIEL GASCÓN.
Escritor, traductor y director de la edición española de ’Letras Libres’.
La política española se ha vuelto tan apasionante en los últimos tiempos que parece ocuparlo todo. Hablamos de las tácticas y la aritmética del poder, y de la tensión sexual no resuelta entre las distintas formaciones. Es un espectáculo de gran intensidad retórica. Ese mayor interés puede contribuir a incrementar la calidad de nuestra democracia. Los votantes saben y exigen más, y la fragmentación del poder puede aumentar la rendición de cuentas y la vigilancia mutua. Al mismo tiempo, el aspecto espectacular, algunas particularidades de las elecciones recientes -las candidaturas personalistas, el doble enfrentamiento entre izquierda y derecha y vieja y nueva política- y las dificultades para las alianzas han hecho que la conversación política nacional parezca más ensimismada, ajena a cuestiones amplias que nos afectan y nos seguirán afectando cuando se alcancen pactos de gobierno.
Otra posible consecuencia de que la política sea más sexy es que acabemos hablando más de política que de medidas políticas. La política se convierte en un fin, en vez de un instrumento, y parece que casi todo ocurre en un vacío: aunque la propia dificultad de llegar a acuerdos lo desmiente, a veces hay quien señala que con voluntad y una señalización ideológica adecuada se pudieran afrontar todas las contingencias y resolver todos los problemas.
Pocas cosas son más entretenidas que una batalla de símbolos, y la formación que mejor sabe manejarlos, en parte porque es un partido en campaña permanente, es Podemos. Lo que menos importa es que sean creíbles, o que reivindiquen medidas que hace años que están en funcionamiento, impulsadas por los partidos de la “vieja política”. Hace unas semanas los diputados del partido anunciaron su renuncia a un plan de pensiones que no estaba en vigor desde 2012. “Nunca más un país sin su gente”, decían ayer en la fórmula que repitieron al prometer su cargo, como si hasta ahora el Congreso de los Diputados hubiera sido un zoológico o no fuera gente la gran mayoría de españoles que no eligió a la formación el 20 de diciembre. La consigna me hizo recordar los versos de Brecht que quizá ya operan en Cataluña: ante la poca fiabilidad de los votantes, el parlamento debería disolver al pueblo y elegir uno nuevo.
En las últimas semanas ha habido discusiones por varias acciones con alto contenido simbólico de la formación de Pablo Iglesias y sus aliados. Esas acciones, que manifestaban cierta inclinación peronista, han revelado a menudo el cruce de una retórica revolucionaria con una sensibilidad un tanto rancia, como de día de Domund en una parroquia de izquierda de hace veinte o veinticinco años: los pobres invitados a cenar en Nochebuena y los elegidos para “encarnar la diversidad”. Muestran también un uso simbólico de las personas, que ejemplifica que Carolina Bescansa acudiera al hemiciclo con su bebé, para realizar un “gesto” en un espacio donde hay una guardería desde hace años.
Otra de las cosas que muestran es su habilidad para apoderarse del relato y convertirse en los protagonistas de la noticia. Aunque han fracasado en las negociaciones sobre la mesa y en su aspiración a tener cuatro grupos parlamentarios, el espectáculo de ayer les hace aparecer en las portadas.
Arcadi Espada denomina esta estrategia comunicativa “anecdotismo”. La foto o nota excéntrica, el detalle destinado a “desengrasar” -como decía una de mis jefas en televisión- se convierte en el centro de la noticia. Aprovechan el funcionamiento y las debilidades del periodismo, así como lo que Manuel Jabois llama “la capacidad de un español de escandalizarse”, y luego se benefician de la polémica generada, que contribuye a cargar de significado un gesto a menudo frívolo o intrascendente. Consiguen que se hable de ellos y además, en un movimiento de judo, las reacciones más contundentes (o grotescas) son las que más se recuerdan, y se descontextualizan y emplean para anular todas las críticas.
Las guerras simbólicas son divertidas y muy eficaces para la movilización. Es casi imposible mantenerse al margen, y seguramente tampoco es deseable. Pero también es bueno no entrar en todas las escaramuzas, porque benefician a quienes las organizan y protagonizan, roban atención y recursos que deberían ir destinados a reformas y debates necesarios, en vez de desperdiciarlos en propaganda y bufonadas.
XOÁN ABELEIRA TRADUCE A BRETON

[Xoán Abeleira, poeta y traductor, acaba de traducir a André Breton para Galaxia Gutenberg, poemas fechados entre 1940 y 1948. En el prólogo, apasionado y vindicativo, explica las claves de la lírica de este militante y maestro del surrealismo, para muchos la gran referencia, el teórico. He aquí uno de los poemas del libro de más de 400 páginas. En la foto, Benjamin Peret caza mariposas con André Breton.]
LE GRAND SECOURS MEURTRIER
La statue de Lautréamont
Au socle de cachets de quinine
En rase campagne
L’auteur des Poésies est couché à plat ventre
Et près de lui veille l’héloderme suspect
Son oreille gauche appliquée au sol est une boîte vitrée
Occupée par un éclair l’artiste n’a pas oublié de faire figurer au-dessus de lui
Le ballon bleu ciel en forme de tête de Turc
Le cygne de Montévidéo dont les ailes sont déployées et toujours prêtes à battre
Lorsqu’il s’agit d’attirer de l’horizon les autres cygnes
Ouvre sur le faux univers deux yeux de couleurs différentes
L’un de sulfate de fer sur la treille des cils l’autre de boue diamantée
Il voit le grand hexagone à entonnoir dans lequel se crisperont bientôt des machines
Que l’homme s’acharne à couvrir de pansements
Il ravive de sa bougie de radium les fonds du creuset humain
Le sexe de plumes le cerveau de papier huilé
Il préside aux cérémonies deus fois nocturnes qui ont pour but la soustraction faite du feu d’intervertir les coeurs de l’homme et de l’oiseau
J’ai accès près de lui en qualité de convulsionnaire
Les femmes ravissantes qui m’introduisent dans la wagon capitonné de roses
Où un hamac qu’elles ont pris soin de faire de leurs chevelures m’est réservé
De toute éternité
Me recommandent avant de partir de ne pas prendre froid dans la lecture du journal
Il paraît que la statue près de laquelle le chiendent de mes terminaisons nerveuses
Arrive à destination est accordée chaque nuit comme un piano
EL GRAN AUXILIO HOMICIDA[1]
La estatua de Lautréamont
Con su pedestal de cápsulas[2] de quinina
En campo raso
El autor de los Poemas yace boca abajo
Junto a él vela el sospechoso lagarto escorpión[3]
Su oreja izquierda pegada al suelo es una caja con tapa de vidrio
Ocupada por un relámpago el artista no olvidó representar encima de él
El globo aerostático azul celeste con forma de cabeza de turco
El cisne de Montevideo dispuesto siempre a batir sus alas desplegadas
Para atraer a los demás cisnes del horizonte
El poeta abre al falso universo sus dos ojos de distinto color
Uno de sulfato de hierro en el emparrado de las pestañas el otro de cieno cubierto de diamantes[4]
Ve el gran hexágono con embudo en el que muy pronto se crisparán las máquinas
Que el hombre se obstina en cubrir de apósitos
Reaviva con su bujía de radio los posos del crisol humano
Con su sexo de plumas su cerebro de papel aceitado
Dirige las ceremonias dos veces nocturnas cuyo fin exceptuando el fuego[5] es permutar los corazones del hombre y del pájaro
A mí se me permite acercarme a él en calidad de convulsionario[6]
Las mujeres arrebatadoras que me introducen en el vagón acolchado de rosas
Donde una hamaca que ellas se han molestado en trenzarme con sus cabellos me aguarda
Desde toda la eternidad
Me recomiendan antes de partir que no coja frío al leer el periódico
Dicen que la estatua junto a la cual la grama[7] de mis terminaciones nerviosas
Llega a su destino es afinada cada noche como un piano
André Breton,
de El revólver de pelo cano
[1] En general, la expresión le grand secours puede entenderse como un sinónimo de “el salvador”. Así, por ejemplo, en las profecías de Nostredamus, se afirma que <>. Por otra parte, en el ámbito teatral, le grand secours es un dispositivo que arroja una enorme cantidad de agua cada vez que se produce un conato de incendio en el escenario. Étre de grand secours equivale en castellano a “ser de gran ayuda”.
Samuel Beckett debía de tener en alta estima este poema, pues lo incluyó entre los muchos textos superrealistas que tradujo al inglés para la revista English for Transition, editada y dirigida por Eugene Jolas.
[2] Por mucho que Breton juegue con los diversos sentidos de cachet (sello), la referencia a la quinina nos indica que la acepción apropiada aquí es 14 del DRAE: “p. us. Conjunto de dos obleas redondas entre las cuales se encierra una dosis de medicamento, para poderlo tragar sin percibir su sabor”. Lo que en la actualidad denominamos “cápsulas”.
[3] Lagarto moteado, enchaquirado, de cuentas...: http://es.wikipedia.org/wiki/Heloderma_horridum.
[4] Dado que esta imagen volverá a aparecer en la Oda a Charles Fourier como <>, nos inclinamos a traducir el adjetivo diamante como <>, en vez de cómo <>.
[5] Sobreentendamos <>. Probablemente en alusión a la filosofía de Heráclito.
[6] Además de la acepción del DRAE, ver: http://es.wikipedia.org/wiki/Convulsionarios.
[7] Literalmente, chiendent significa “perrodiente”, “dientes de perro”.
GUILLERMO BUSUTIL: 'ALCÁNTARA DRY'

ALCÁNTARA DRY
Por Guillermo BUSUTIL* 17.01.2016
Publicado por el escritor y periodidta, director de ’Mercurio’ en ’La Opinión de Málaga’.
Ave maestro, los que van a escribir te saludan. Unos gladiadores llegaron en tren, otros a pie de su columna. Armados todos con viejas estilográficas de combate, bolígrafos de urgencia y lápices de bolsillo. Según las exigencias del dibujo de la realidad, de su narración a golpe de tiempo y de la firma del estilo. Ignacio Camacho, Antonio Lucas, Manuel Jabois, Antonio Soler, Eva Díaz, Domi del Postigo, José María de Loma, Rosa Belmonte, Juan Soto Ivars, Teodoro León Gross y más nombres de cazadores y chamanes en el oficio de contar las vicisitudes y las sombras, qué profundidad tiene el iceberg de lo real. Convocados todos a lo largo de una mesa, igual que si fuesen caballeros andantes entre la política sin Griales, los contrapicados de los dragones económicos y los días estrechos que siempre tienen sus puentes y sus fosos. En la cabecera aguardaba el decano, Manuel Alcántara, estrenando 88 años, dos velas trenzadas entre el articulismo y la poesía. Enjuto y vivaz, irónica su sordera, elegante y resistente frente a esa enfermedad mortal que es la vejez, como él afirma dispuesto a que cuando llegue su hora, la muerte lo encuentre vivo. Y a ser posible con el cuchillo disuelto de un dry Martini entre las manos.
El brindis de la contraseña. La savia del mediodía que mantiene firme y lúcido al escritor de periódicos con más de 20 mil artículos pespuntando la resaca gris de España, la Transición de la democracia y el desencanto escéptico de un país atribulado entre su laberinto, los fantasmas de Berlanga y el happening. Manuel Alcántara, hijo de la calle del Agua y de Antonio Machado, malagueño con espuma de mar en la suela de los zapatos y bohemio de la Florida en el Madrid literario de los cafés donde aprendió todas las maneras del silencio. Y también el envés de las noches sin arrugar con Gómez de la Serna, González Ruano y Penagos el joven. Con ellos y con Azorín, con la memoria de Julio Camba y la amistad de Neruda, se fue curtiendo este marinero en tierra en articulista alrededor de la vida y en poeta encolumnado.
Eran los tiempos duros en los que se gritaba en las redacciones «al suelo, que llegan los nuestros», y cada día había que esperar a que el motorista volviese con la libertad concedida y sellada a pie del artículo. Era joven Alcántara, del Pueblo y del Ya, dandismo a pie de cuadrilátero, sin que el pañuelo de bolsillo de la chaqueta se manchase de humo, ni del rojo lacre de la gota ciega que la derrota sacudía desde el dolor del rostro hasta el abismo de la lona. En vilo los ojos, amagando un puño en el aire, como si él mismo fuese la sombra del campeón o del aspirante, igual que si quisiera guiarle el ataque al boxeador por el que había apostado el valor de su prosa. A 136,50 pesetas con descuento la crónica urgente, doce minutos para ganarle el combate al tiempo de entrega. Once años de periodismo literario telegrafiado a veces por teléfono o resuelto en tres asaltos: el del templo de la pelea, el del trayecto en taxi, el de a un suspiro de la campana en la entrada de Larra, 14 con olor a plomo. Once años con su derecha eléctrica firmando en Marca el relato épico de un combate, el romance entre poesía y boxeo. Hasta que la muerte noqueó a un púgil con toda la vida por delante, y dejó atrás las voces del Palazzetto dello Sport de Roma, del Regent Palace de Londres, del Palacio de los Deportes de Madrid. Un oficio del que guarda, a sus 88 años, el batín celeste del Puma de Baracoa, un escorzo de peso wélter con chaqueta, corbata de nudo Windsor, zapatos inmaculados en negro y bigote Ronald Colman, como lo dibujó José Luis Garcí en el hermoso epílogo cinematográfico de ’La edad del boxeo’ en edición del K.O. y de Agustín Rivera.
Desde entonces y desde antes, recorría el maestro de Umbral y de Garci los días y sus alarmas, sus esquinas y sus callejones, sus discursos oficiales y sus rebeldes pechos al aire. Siempre en una columna de arriba abajo, con el latigazo de un adjetivo zurdo y el sustantivo en guardia. La frase tanteando el instante preciso en el que el verbo encaje y le nuble el vértigo al tema con el que se ha fajado, sin dejar de mostrarle al lector su cara y el relámpago de una prosa en proceso de paz. No pocos premios ha recogido su talento y su labor, su prodigiosa memoria para recitar versos y citas, escenas de cine, requiebros de área, internadas de banda, orquídeas de mujer, anécdotas clandestinas y sin apólogo moral, que no es Alcántara de juzgar ni pontificar. Es lo suyo vivir noble y de frente, con hedonismo mediterráneo y palabra aprendida y desamordazada, libélula y mar, limpia siempre de pólvora y de máscaras. Incuso en Málaga le pusieron su nombre a una plaza. Él hubiese preferido una calle, pero tiene más metáfora lo de darse una vuelta por Alcántara. Aunque todavía falta la escultura forjada por Suso de Marcos, otro maestro que ha hecho de su casa un museo imprescindible, una escuela donde estudiar la magia del volumen y sus vacíos. Igual que el mar abierto de un poema de Alcántara transformado en la vida al cubo.
No quedan maestros con su templanza. Ninguno como él traza tribunales al viento con una pluma de oro Parker Waterman sin que se le tuerza la canción de su letra ni nadie le recrimine un punto y aparte. Y pocos engloban y acogen a tres generaciones de articulistas a los que el hermana en su afecto. Lo mismo que a los directores de los cuatro periódicos de la ciudad, sin olvidar a su inseparable amigo interlocutor, Juan López Cohard, un hombre de palabra y sombrero Welles.
88 años dan para mucho brindis. Cada cual el suyo, y yo el mío, con el cariño y admiración de tantas lecturas y charlas. Qué grande maestro. Un escalón más. La vida prosigue en columna y en combate, ganándole al costado de los días el aire, las esquinas, la campana y su oleaje. Tu palabra no sólo no pierde pie ni comba sino que avanza su abrazo, curtida en trincheras de humo y cuadriláteros de sombras, y enlaza en un poema ese mar con rostro de muchacha para bailar azules en la superficie de un dry Martini: Alcántara perfecto, para celebrar la vida y llenar de nuevo.
*Guillermo Busutil es escritor y periodista
www.guillermobusutil.com
*La primera foto es de Diario Sur. La segunda la tomo de aquí
http://estaticos.elmundo.es/elmundo/imagenes/2012/04/12/andalucia_malaga/1334217211_0.jpg
MANUEL BLANCO Y LA JONDE: EMOCIÓN

Una de las experiencias más hermosas del arte es oír un buen concierto de música clásica. ¡Cuántas sorpresas, cuántas maravillas y qué difícil se me antoja que todo fluya, que haya felicidad en la interpretación, alegría, sincronía, vitalidad, esa magia inefable que se da cuando los instrumentos, y sus ejecutantes, hablan entre sí y deslíen, nota a nota, la complejidad de una partitura, sus variaciones, sus detalles! Esta mañana he estado oyendo la JONDE (Joven Orquesta Nacional de España), bajo la dirección de George Pehlivanian: fue un concierto especial, la sala Mozart del Auditorio de Zaragoza estaba atiborrada, el oyente más veterano quizá fuese un señor de 94 años, perfectamente lúcido, que me diría que durante la interpretación de Manuel Blanco, a la trompeta, se había emocionado profundamente. Tanto que tuvo que refrenar las lágrimas.
La JONDE, con el solista Blanco (Daimiel, Ciudad Real, 1985), que tocó dos temas en la primera parte, uno de Arutianian y otro de Piazzola, logró una primera parte espléndida; Blanco, de apenas treinta años, dijo que había empezado en cierta forma en el Auditorio de Zaragoza hacía doce o trece años, y que el de hoy era un concierto muy especial. Oír a los instrumentos solistas, en medio de la orquesta o cuando esta se detiene o elige el sonido de la cuerda o de otros vientos, produce una sensación especial: oyes sonidos que no pensabas que tenía el instrumento. Tocó como quiso, melancólico y exuberante, cálido y seguro, con swing, él mismo parecía animar a la orquesta en sus tiempos muertos y disfrutaba con los movimientos del director. Un instante precioso. Manuel Blanco es elegante, clásico y moderno, conoce su instrumento y se siente tan gusto que contagia su dicha, el puro placer de tocar. Y no solo eso: sabe que la música se hace en equipo y elogió y animó a sus compañeros.
Y luego la JONDE atacó la sinfonía en cuatro tiempos ‘Leningrado’ de Shostakovich, una de esas obras difíciles, variadas, llenas de matices, de equilibrios y desequilibrios, de entradas y de salidas, de recovecos y de ecos; Juan Carlos Galtier exaltó las virtudes del compositor y pidió que nos fijásemos en su ironía, una de sus constantes. Eso es más difícil de percibir, al menos para mí. Pero lo que sí se oye, se oye y se ve, es la riqueza de la partitura, los estados de ánimo, la creación de atmósferas, la belleza y la fuerza, y ese intensidad asombrosa que constituye el cierre (también la hubo en otros dos o tres momentos) en todo lo alto, con todo el bloque de músicos estremecido, como si fuera una auténtica catarsis o una apoteosis. La pieza duró más de 70 minutos. Y los jóvenes, de entre 17 años a 25, la bordaron.
La gente gritó “bravos” y más “bravos”, durante más de cinco minutos. Decía Miguel Ángel Tapia, pianista y director del Auditorio, que había más jóvenes que nunca y que quizá hubiese gente de fuera. Los Ciclos de Introducción a la música fueron un invento del llorado Ángel Martínez hace36 años; Tapia los coordina desde hace 35. A mi lado se sentaba una pareja de amigos de Manuel Blanco, a los que les dedicó su concierto. Los chicos, contentos, se abrazaban todos ante casi dos mil personas que sospechaban que había tenido una mañana inolvidable. La música contagia plenitud, emoción, sosiego, y eso es uno de sus enigmas. La melodía oculta que nos envuelve. El gozo palpitante.
*la foto está tomada de la página web de Manuel Blanco.
JUAN VERÓN: 'CANCIONES GAMBERRAS'

- Título del CD: Canciones gamberras
- Intérprete: Johnny and The McAgüen
- Edición: 22-dic-2015 / 1.000 ejemplares
Johnny Mysterious, un personaje atemporal cuya edad es una verdadera incógnita, escocés de Escocía, lidera la banda Johnny and The McAgüen, con quienes acaba de editar su primer disco “Canciones gamberras” con versiones de diversas composiciones del músico bilbilitano Juan Verón que en recientes declaraciones dice sentirse muy “enfantado”, término que mezcla las palabras encantado (por el buen resultado del disco de Johnny) con enfadado (porque Johnny, para su primer trabajo, ha utilizado canciones inéditas de Verón, que no acaba de entender cómo este caradura ha podido conseguirlas y cómo puede llevar más de 150 años hablando de sus éxitos para finalmente utilizar canciones compuestas por el bilbilitano).
El estado habitual de Johnny es el de “encarcelado” aunque, según las últimas referencias que se tienen de él, escapó a Japón el pasado diciembre. Parece ser que, oculto en una maleta de La Pantoja, pasó los controles de seguridad de la cárcel sin ser detectado. Antes de esto, frecuentemente solicitaba al músico bilbilitano el pago de alguna fianza para salir de la trena, y recientemente, una vez libre y huido al país del sol naciente, envió una carta certificada nombrándolo “su representante en la tierra” y dándole poderes para la gestión de este trabajo, misión que Verón aceptó encantado: “Toma, a ver si al menos recupero lo que he ido pagando para las fianzas de Mysterious”
Una presentación impecable (Johnny no tiene pecas), con un atractivo disco imitando el formato vinilo (el Long Play de toda la vida), libreto de 12 páginas, el inlay interior con un dibujico de Moratha (lo mejor del disco según el propio Johnny), todos los textos cantados, una breve historia de los éxitos de Johnny y la relación de colaboraciones tanto financieros como musicales, han hecho que “Canciones gamberras” sea un disco “Triple B”: Bueno, Bonito y Barato.
Los interesados en “Canciones gamberras” pueden escucharlo o realizar descarga legal a través de iTunes, MediaNet, Rhapsody, eMusic, Amazon Digital Services, Spotify, Xbox Music, Shazam, YouTube, SoundCloud y otras muchas plataformas musicales por Internet.
Y quienes deseen un ejemplar físico (que mola más) puede solicitarlo por diversos medios, a 7€ incluyendo los gastos de envío dentro de la península (12€ si son 2 unidades), en los Facebook de Johnny and The McAgüen o de Juan Verón (músico) o bien a través de los correos de estos mismos: johnnyandthemcaguen@juanveron.com o jvg@juanveron.com. Los discos viajarán por correo ordinario en sobre acolchado o bien “alcolchonado” para hinchas del At.Madrid.
Referente a la incertidumbre suscitada con su edad, existe la creencia de que Johnny es algo similar al doctor Who pues hace nueve años estaba preparando sus 150 años de éxitos, hecho que lo situaría en al menos 180 años de edad, algo que solo podría tener una explicación: que Johnny fuera un Señor del Tiempo (realmente “del Tiempo” podría ser, pero “Señor” nunca lo ha sido ni lo será). El apellido Mysterious todavía da más credibilidad a esta teoría (¿o se dice incredibilidad?)..
*Nota de Juan Verón.
ANAPURNA: 'CHUCRUT' Y SUS SOMBRAS
Anapurna es el seudónimo de Ana Sainz Quesada (Palma de Mallorca, 1990), licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona. Acaba de publicar ‘Chucrut’, una novela gráfica –ganadora de la VII edición del Premio Internacional Fnac-Salamandra Graphic de novelva gráfica 2015- que cuenta la historia de la joven Sara, que arrastra algunas sombras como la muerte de su padre, y decide ampliar estudios de grabado en Alemania. Se alojará en la casa de una mujer madura, que parece amable. Sara está un tanto desconcertada: recuerda a su progenitor, evoca a su familia, no domina la lengua alemana como desearía, aunque no tardará en hacer amigos.
Sin embargo, a sus zozobras se une otra inesperada: la de su propia y rara casera. ¿Por qué es tan rara, qué tiene en su sótano, por qué se oyen tantos ruidos de noche? A estas preguntas no se puede responder aquí, ni se debe: hay que zambullirse en este cómic ameno, intimista, que aborda la incertidumbre, el miedo a la desconocido, la capacidad de fabulación incontenible de nuestra imaginación y nuestros miedos. Lo siniestro, al menos en apariencia, siempre está a la vuelta de la esquina o en nuestro propio cerebro. Anapurna utiliza muy bien el blanco y negro, los distintos ámbitos del relato, posee sutileza y eficacia en sus trazos, y en su relato hay una atmósfera de inquietud que convive con la necesidad de tener un espacio, un cuarto propio, casi a la manera de Virginia Woolf. Su historia, en el fondo, bien podría ser la de muchos jóvenes que se ven obligados a buscar proyectos fuera, a crecer en un ámbito extraño al que se suma un enigma inquietante. Y también, por qué no decirlo, se suma la amistad. Inesperadas amistades. La sociología y la crítica están ahí, pero no son lo esencial de la propuesta que tiene un final inesperado y emocionante y que, tal vez, en ocasiones roce la paranoia, la sospecha, ciertas atmósferas de pesadilla.
El libro lo publica Salamandra Graphic. Anapurna, que ha ilustrado el volumen ‘Aquí viven leones’ de Fernando Savater y Sara Torres con animadas historias de escritores, tiene una interesante página web anapurna.es
JESUSA VEGA ESCRIBE DE GOYA
[Hace unos días se instalaba en el Museo Goya de Ibercaja la obra 'Marianito Goya', de Francisco de Goya, que pertenece al Duque de Alburquerque. Es una de esas obras a las que la conservadora Manuela Mena le ha retirado la atribución de pertenecer al maestro de Fuendetodos. Jesusa Vega, que sostiene todo lo contrario, firmaba le domingo este artículo en 'ABC'. En la foto la pieza del artista aragonés.]
Siempre hay motivos para ir a Zaragoza. Sus edificios y calles, sus cafés y viandas, sus gentes con tantos modismos y ese acento particular a la hora de hablar…, todo hace que pasar un tiempo por allí resulte agradable. Pero ahora hay un motivo más: ver uno de los retratos más íntimos y personales pintados por Goya, el de su nieto Mariano a la edad temprana de entre 6 y 8 años, hecho en tiempos de la guerra contra Napoleón. En la parte trasera del retrato el pintor escribió: «Goya a su nieto», un guiño a la complicidad de ambos, pues esta misma dedicatoria figura en la trasera del retrato que le pintó en 1828, siendo ya un joven de 22 años, y que ha sido recientemente adquirido por el Meadows Museum de Dallas (Estados Unidos).
«En la Guerra de la Independencia, cuando la vida en Madrid solo ofrecía hambre, dolor y desolación, Goya se mira en su nieto»
En plena Guerra de la Independencia, cuando la vida en Madrid solo ofrecía hambre, dolor y desolación, Goya se miraría en su nieto pensando en un futuro mejor. Por eso resulta fácil imaginárselo reciclando un tablero de madera de un mueble -el lienzo era tan escaso por entonces que Goya donó las varas que tenía para vestir al ejército aragonés-, y aprestándose a cubrir con destreza y rapidez (dos características de su forma de hacer) ese tablero con la efigie de un ser tan querido. Aplicó con brocha y espátula una capa enriquecida en blanco de plomo y con una preparación de tono ligeramente anaranjado, similar a la que observamos en otras obras de esa época, y se dispuso a pintar al niño en una de sus grandes aficiones: la música.
Retrato de Marianito Goya, expuesto estos días en el Museo de Ibercaja en Zaragoza como obra del Sordo de Fuendetodos, 20 años después de la polémica sobre su autoría
Hace apenas unas semanas me encontraba en Londres para pronunciar la conferencia de clausura de un pequeño simposio dedicado a Goya organizado por Artes (Iberian & Latin American Visual Culture Group) en el Instituto Cervantes, con motivo de la exposición de retratos abierta en la National Gallery. Mi tema era el retrato de familia. Tras hablar de otras familias, me concentré en la de Goya. Mi discurso fue desgranando la manera en la que se ocupó, a través de su arte, de sí mismo y sus gentes, gustoso de mostrar el progresivo estatus y bienestar que iba alcanzando y que culminaría con su nombramiento como primer pintor de cámara.
N. Glendinning, uno de los especialistas que más defendió la autenticidad del cuadro
Su fama como artista, su triunfo social, su capacidad y estabilidad económica le hacían afrontar a Goya la última etapa de su vida con confianza y en paz, superadas todas las rencillas familiares y consolidada su descendencia por el ventajoso matrimonio de su hijo Javier, el único logrado de los siete que alumbró su esposa Josefa Bayeu, con Gumersinda Goicoechea, miembro de una próspera familia. El consuegro, Martín Miguel Goicoechea, era un activo e ilustrado comerciante, importante accionista de la Compañía de Filipinas con puesto relevante en el Banco de San Carlos, el actual Banco de España. Pero todo se vino abajo. En tiempos de guerra ver crecer a ese niño, ajeno a las dramáticas circunstancias, sería una auténtico solaz y consuelo.
Las sensaciones y los testimonios que es capaz de despertar cualquier buena pintura se ven desbordados con la imagen de este niño lleno de vida que se siente director, concentrado en el ritmo, sabiéndose mirado y mimado. Más allá del estatus social, que denota la elegancia del traje, y la conciencia de herencia familiar -era su único nieto-, encontramos el afecto y la implicación emocional, la generosidad y la tradición pictórica que lleva a su más alta expresión la lección velazqueña. Esta no se encuentra solo en la diestra y ágil pincelada que imprime dinamismo y genera el efecto ilusionístico del movimiento, permanente desafío para Goya. Tampoco radica esa lección en la rica gama tonal del negro que recuerda la ligereza y destreza del sevillano en la construcción de las texturas. Es en la condición de niño heredero que comparte con el príncipe Baltasar Carlos donde definitivamente se funde el arte de los dos maestros.
Jonathan Brown también participó en la polémica a favor del cuadro
Sería maravilloso que el Museo del Prado cediera temporalmente el retrato de «Baltasar Carlos cazador» para poder contemplar simultáneamente ambas pinturas. No es probable que esto pueda suceder. Lamentablemente, «El Marianito», como se conoce hoy el retrato, fue la primera víctima del proceso de «purificación» de Goya del que ha hecho bandera la institución, y hacemos nuestras laspalabras empleadas por el profesor Jonathan Brown en este mismo periódico en 2009 [en este artículo en Tercera de ABC]. El cuestionamiento de esta pintura, que colgó en las paredes del Museo del Prado durante dieciocho años, fue el pistoletazo de salida de una carrera plagada de desatinos en la que, incomprensiblemente, el museo ha perseverado en un ejercicio de tozudez que se ha llevado por delante, en el tema de Goya, el rigor y la calidad científica que lo habían caracterizado.
«En estos tiempos de zozobra que atravesamos pero que están lejos de los dramáticos días en los que vio la luz el cuadro, solo puedo animar a ver el cuadro»
Este cuadro, propiedad de la familia Alburquerque, fue declarado BIC en 1987 y a instancias del entonces director del Museo del Prado, Alfonso Pérez Sánchez. Así se evitaba que pudiera ser vendido en el extranjero, y se daba tiempo para que fuera adquirido por el Estado para la pinacoteca. Pero todo se torció cuando en un artículo de prensa se calificó a la obra como el posible paradigma de los falsos Goyas, remitiendo a un informe que nunca vio la luz. Quedó el retrato en una tierra de nadie, pasando sin solución de continuidad de ser admirado y codiciado a dormir el sueño de los justos en la caja fuerte de una entidad financiera, a la espera de que el sentido común y la cordura vinieran a rescatarlo. Con elgesto de exponerlo al público, el Museo Goya-Colección Ibercaja de Zaragoza da paso a ese tiempo nuevo. Por eso desde estas páginas, en estos tiempos de zozobra que atravesamos pero que están lejos de los dramáticos días en los que vio la luz el cuadro, solo puedo animar a verlo. Con ello no solo podrán admirar el arte de Goya, sino también su humanidad y sus afectos, dos aspectos que nos son vitales siempre, pero sobre todo en los momentos difíciles.
JESUSA VEGA ES CATEDRÁTICA DE HISTORIA DEL ARTE (UAM)
MARIO ORNAT: FRAGMENTOS DE SU LIBRO 'BIENVENIDO MR. LOACH'

[Hace pocas semanas, Mario Ornat, escritor y periodista deportivo, publicaba su primer libro: una investigación en torno a la película 'Tierra y libertad', que se rodó en el Maestrago. He aquí un fragmento de un libro que mezcla periodismo, investigación y pasión por el cine.]
Mister Loach: el artista y el hombre
Por Mario ORNAT. Del libro 'Bienvenido, Mr. Loach' (Doce Robles)
Fragmento
Nadie habría podido rodar las historias que ha llevado a la pantalla Ken Loach si no estuviera tocado por una inquebrantable determinación. El nervio, el compromiso, el atrevimiento y la ocasional confrontación dialéctica han formado parte del cine y la figura del director británico. Paradójicamente, en la distancia corta Loach ofrece al interlocutor un perfil contrario al del hombre resoluto que reflejan sus películas. Se mueve siempre de manera cuidadosa, tanto por el rodaje como en la modesta sala en la que accede a dialogar, 20 años después de su estreno, sobre Tierra y Libertad. El lugar es el piso más alto de la oficina de Sixteen Films en la capital británica, en el 187 de Wardour Street: un sencillo edificio georgiano de dos plantas situado en el Soho, en la calle que fue, a partir de la segunda mitad del siglo XX, la de las compañías cinematográficas en Londres. La estancia tiene un aire rural, como de silenciosa buhardilla; con vigas de madera a la vista e inundada de la luz del mediodía que entra por las clásicas ventanas de guillotina inglesas. Una mesa de madera rústica y varias sillas de un desleído turquesa, un mueble metálico sin ningún uso particular, una silla de oficina vuelta contra la pared, que mira a un póster de Sólo un beso; y, sobre los muros, las reproducciones enmarcadas de los carteles de tres películas más de Ken Loach: Kes, en un evocador blanco y negro; Pan y Rosas, con una nostálgica imagen casi vacía, también átona; y, por fin, el de Oranges and Sunshine, debut como director de Jim Loach, hijo de Ken, con Emily Watson como protagonista.
En ese escenario, Loach deambula con movimientos callados, como si acabara de entrar en una biblioteca y procurase no hacer ruido. Su cálido saludo, la disposición a conversar acerca de su obra o de las ideas que la inspiran, componen un perfil que parece la quintaesencia de la afabilidad, al tiempo cruzada por el aire de tímida extrañeza de su rostro y de los gestos, siempre a punto de la timidez: incluso pregunta dónde debe sentarse. Se diría que está de visitante, cuando en realidad ejerce de anfitrión junto a su productora, Rebecca O’Brien. Loach sonríe con facilidad y a veces parece incluir en el afectuoso gesto una implícita disculpa. Sus asistentes, interesados desde el primer momento en rememorar los días de Tierra y Libertad en Mirambel, advierten de la apretada agenda del director y de que Loach dispondrá de aproximadamente media hora para conversar. Lejos de exhibir cualquier apunte de inquietud por la duración de la entrevista, él mismo la alarga hasta la hora y cuarto. Cuando se le pide una fotografía, compone ese tipo de mueca incómoda de quien abre la puerta de un aula equivocada y, al darse cuenta de que no conoce ningún rostro y que todos lo miran, murmura una apresurada petición de perdón. Pero enseguida se presta a posar. Le cuesta mantener la mirada a la cámara. Por momentos parece azorado. En ninguna de las imágenes se sacará las manos de los bolsillos.
En cualquier otra persona todos estos rasgos definirían a alguien despistado, ajeno, pero bajo esa apariencia Loach oculta una finísima antena y no pierde detalle: “Aparentemente ausente y sin embargo al tanto de todo”[1]. Así lo definió Icíar Bollaín, después de trabajar a sus órdenes en Tierra y Libertad. Si uno observa a Ken Loach fuera de un ámbito cinematográfico –digamos, en la ceremonia de algún festival, durante un rodaje o en el espacio acotado de las entrevistas promocionales- resulta complicado distinguirlo como alguien célebre: tiende a confundirse con el resto de la gente. Su modo relajado de vestir, el uso de tonos suaves, una americana nada ostentosa. Un inglés a la manera de otros muchos ingleses medios. La mímesis del hombre sin pretensiones. Ni estridente ni anodino. En la distancia corta, Loach dialoga sin altanería, de igual a igual, aun cuando deba responder a preguntas ya conocidas o no esté de acuerdo con una apreciación concreta. Le gusta escuchar tanto o más que ser escuchado… y esto lo ratifica cualquiera de los actores que ha trabajado con él. Su lucidez argumental resulta en una conversación luminosa, que pondera las palabras pero tiene muy definidos los principios que las sostienen. Sus característicos anteojos, que alterna para cerca y lejos, han perdido aquel tamaño considerable de antaño y ahora son de carey negro. Pero aún inspiran una curiosa idea: los usa desde luego para ver pero se diría que, de ser posible, hubiera preferido que le sirvieran para no ser visto.
Nada en Ken Loach llama la atención, salvo el propio Ken Loach. Su modo de apartarse del foco recuerda a su forma despojada de rodar, alejando la cámara de la acción. Si tiene que hablar de sí mismo en una entrevista, uno enseguida percibe de qué modo teje una guardia de entretelas con las palabras: y detrás de ella sitúa su figura, rebajada de cualquier protagonismo, ajena a la menor tentación de trascendencia. Por ejemplo, cuando se refiere a la gestión de Sixteen Films, la productora que gestiona junto a Rebecca O’Brien y Paul Laverty: “Paul escribe los guiones, Rebecca se encarga de la producción y yo… bueno, yo intento dirigir”[2]. Es decir: los demás hacen; Ken Loach lo intenta.
Y, sin embargo, cuando se trata de dirigir, Ken Loach es otro: “Delgado y encogido, pasea por los decorados con la nariz por delante y los puños apretados, sin ruido, sin levantar la voz casi nunca. (…) Una presencia física como imperceptible creando terremotos sentimentales”[3]. Ahí, cuando se dispone a contar una historia, Loach se comporta con la osadía, con la voluntad innegociable de una fiera ideológica, alguien que ha de defender sus convicciones como el boxeador que en cada puñetazo defiende el pan en la boca de sus hijos. Su obra habla de un director independiente, alejado de las atracciones del cine como gran industria comercial: “El problema es que el cine es visto básicamente como un bien, como una mercancía. No es considerado un medio de comunicación sino un producto. Es una inversión en la cual la gente que está en la industria busca recuperar las inversiones que han hecho y sacar ganancias. (…) Mucha gente está enamorada de lo que es el cine, en vez de estarlo de lo que podría ser y sus potencialidades”[4]. Esa radical visión no incurre, sin embargo, en ningún exceso de impostura artística. Loach escapa a la dicotomía entre el cine de entretenimiento y las películas de arte y ensayo. Si alguien tiene la tentación de adscribirlo a esta última categoría, aunque juegue a su favor, Loach aclara que incurre en un error de base. Y lo argumenta con la solidez característica: “En realidad creo que la palabra arte es muy peligrosa. Creo que simplemente lo que ocurre es que uno comunica lo que quiere comunicar de la manera en que mejor le sale. Quizás deberíamos hablar de comunicador en vez de artista, porque es una palabra menos ambiciosa. Si uno está en la situación de poder comunicar tiene la responsabilidad (como ser humano) de tratar de interpretar el mundo en el que vivimos, expresar dicha visión y compartirla: y si uno tiene una idea, debería luchar por ella”.
[1] Icíar Bollaín. ‘Ken Loach. Un observador solidario’. 1996, Madrid. Ed. El País/Santillana
[2] The Scotsman, 15 de marzo de 2011
[3] Icíar Bollaín. ‘Ken Loach. Un observador solidario’. 1996, Madrid. Ed. El País/Santillana
[4] A Alejandra Ríos, en la revista digital ‘Estrategia Internacional’, nº10, noviembre/diciembre 1998
DOUG PAISLEY VIVE Y SIENTE ZARAGOZA

ZARAGOZA NO OTHER: DOUG PAISLEY CUENTA ZARAGOZA
[Ayer, Ana Usieto, coordinadora del suplemento de los sábados de Heraldo y especialista en moda y tendencias, me habló de un proyecto precioso (del que ya había escrito Pablo Ferrer) que da una dimensión muy distinta de Zaragoza: Zaragoza no other, donde se graban vídeos, entre seis y ocho minutos, con músicos que visitan la ciudad y cuentan cómo la ven, cómo la sienten, qué les recuerda. Linko aquí a Doug Paisley, cantante cana...diense de country, que visitó Zaragoza en plenas fiestas del Pilar y cuenta cómo nos ve... Al fondo suena la música. El vídeo está en inglés y está subtitulado. Estupenda, seductora. Colabora Grabaciones en el mar, You arte the Cosmos y el Ayuntamiento de Zaragoza.]
Así presentan en la página al cantante canadiense.
Doug Paisley (Toronto, Canadá) is one of the lead exponents of current Country-Folk.His first visit to Zaragoza coincides with the city´s Big Day…right in the middle of El Pilar celebrations. A mixture of folkloric sounds, from here and there, with very different up bringings, but, very likely, with a pretty similar root.
// DOUG PAISLEY (TORONTO, CANADÁ) ES UNO DE LOS MÁXIMOS EXPONENTES ACTUALES DEL COUNTRY/FOLK. SU PRIMERA VISITA A ZARAGOZA COINCIDE CON EL DÍA GRANDE DE LA CIUDAD, EN PLENAS FIESTAS DEL PILAR. UNA MEZCLA DE SONIDOS FOLCLORICOS, DE AQUI Y DE ALLÍ, CON MUY DIFERENTES DESARROLLOS, PERO, PROBABLEMENTE, CON UN PARECIDO ORIGEN: LA CULTURA DE UN PUEBLO.
http://www.zaragozanoother.com/doug-paisley/
UN LIBRO CADA DÍA: MARTA SANZ

No he sido un atento lector de Marta Sanz, quizá porque en ‘Artes & Letras’ teníamos y tenemos a un auténtico especialista en su obra como Jorge Sanz Barajas, que ha firmado varias reseñas de sus libros. Me interesó ‘Daniela Astor y la caja negra’ (Anagrama), que sucede en una época en la que he trabajado en 'Cariñena' y en un texto autobiográfico sobre mis años en el bingo. Después del éxito que está teniendo ‘Farándula’ (Anagrama. Premio Herralde de novela) la he leído, una novela de personajes donde se mezclan muchas voces femeninas y estilos, muchas referencias y confidencias, dentro de una escritura que integra lo puramente narrativo con la especulación del pensamiento y el torrente incesante de las intuiciones, de los recuerdos, de las lecturas, de la múisca, todo un mosaico constante de la cultura. Ha merecido muchos elogios, entre ellos los de tres grandes amigos: José-Carlos Mainer, Guillermo Busutil y Jorge Sanz Barajas, que le dedicó un apágina completa en 'Artes & Letras'. Me ha llamado la atención esta manera de explicar la creación literaria, por supuesto que en clave de ficción literaria.
“Me gustaría que mi mano al escribir fluyese y la escritura evocase la imagen de los raíles del tren, de los hilos tendidos, infinitos, de los postes eléctricos y, sin embargo, nunca, nunca es así. Me sorprendo siempre en la contractura de la mala posición de la silla. En el dolor de las vértebras. Y cuando recupero mi gesto corporal normal -¿normal?-, mi temperatura de treinta y seis grados centígrados, cuando dejo de ser una jorobada, vuelvo a pretender que la escritura mane como la respiración, incluso como esa respiración que toma conciencia de sí y se transforma en asfixia, asfixia, asfixia. Escribir no me libera. Es el desnudo y el desnudo es la pose, el gesto que descubre quiénes somos o quiénes quisimos ser. (…) Yo no escribo para que nadie se reconozca en su parte inteligente, sino en su más abyecta y entrañable vulgaridad. En su caca, en su culo, en su pedo, en su pis. En el niño hijo de puta que fue y que posiblemente sigue siendo. Escribo con contractura igual que cuando taconeaba sobre la tarima de una escenario. Siempre, siempre estoy afónica”. (Páginas 225 y 226).
*La fotografía es un tema de Javier Ibarra, un espléndido fotógrafo.
**La foto de Marta Sanz la tomo de aquí:
http://fotos00.laopinioncoruna.es/2015/11/03/318x200/marta-sanz.jpg
STEVEN MEISEL: RETRATO DE MODELO

Un espléndido retrato de la modelo Christy Turlington. Una de esas fotos impecables de Steven Meisel. Meticuloso y perfeccionista.
BUSUTIL: 'LA BOLSA O LA ESCRITURA'

[El artículo dominical de Guillermo Busutil en 'La Opinión de Málaga' sobre Stevenson, las jubilaciones y el destino de los escritores.]
LA BOLSA O LA ESCRITURA
Guillermo Busutil* 24.01.2016 | 11:15
Cada escritor es una isla rodeada de imaginación azul por todas partes. En su centro hay siempre una palmera para poner los sueños a la sombra, y un volcán del que erupciona la fuerza telúrica de su lenguaje. Sólo un niño podría dibujar así un oficio que conjuga tres verbos como mundos por igual. Vivir. Escribir. Viajar. Tres puentes de mando, tres cartas de navegación, tres velas al viento que definen a Robert Louis Stevenson, oculto y eterno en el cofre del tesoro que ha publicado Páginas de Espuma. La intención del editor es que los de antes, los de hoy y los de mañana, naveguemos de nuevo por la vida, los paisajes y la creatividad del autor que nos enseñó que la imaginación es la marca negra que un día inesperado te deja la lectura en la palma de la mano. A partir de ese instante no podemos dejar de enrolarnos en libros que marcan los rumbos de nuestros días, de cruzar diferentes mares para contar nuestra historia, y de aprender cosas hermosas como la importancia de la pasión, de la fuerza creativa y el misterio del color Stevenson. Su receta para convertir la Literatura en un acto de magia. El mejor conjuro para vivir a través de las palabras. Igual que hizo en Samoa donde los nativos le llamaban Tusitala cuando se sentaban alrededor de la noche a escuchar relatos sobre los que también fijaban las estrellas su atención. Tres cuadernos de bitácora para tres rumbos, Vivir, Escribir, Viajar, en los que Stevenson defiende que el verdadero éxito es el esfuerzo, y que el escritor debe escribir para ganar dinero y debe ganar dinero con lo que escribe.
Hacienda no ha leído estos ensayos de Stevenson. Tampoco Montoro ni Fátima Báñez que andan inspeccionándoles los impuestos a los escritores. Su aventura lectora encalló en La isla del tesoro, aunque no entendieron su historia. Ningún escritor oculta doblones bajo una x de arena. Nada tienen que ver con los piratas más allá de tomar la realidad al abordaje. Y el único al que conocí con un Señor Flint sobre el hombro fue al malagueño Rafael Pérez Estrada. Quien, además de maestro en libros de la frontera, oficios del sueño y crónicas de la lluvia y mago sin honorarios en las novelas de Antonio Soler, era un elegante hombre de ley. Los narradores, los poetas, no saben de paraísos fiscales ni de doble contabilidad. El dinero siempre se les adeuda, se les liquida a destiempo y su fiscalidad desconoce el reverso de lo negro. Nunca les llegará el saldo cómo para dejar de escribir al límite de la entrega, en contra de la memoria y de la edad, artículos, conferencias, reportajes, presentaciones. Un escritor no se jubila de las palabras y su mercado porque la literatura no es una profesión económica. No tiene nómina a salvo de las modas, del fracaso de un libro, de la caída de la lectura, de la peligrosa etiqueta de ser un autor de culto y con tan sólo un 10% de derechos de autor sobre la venta de ejemplares. La enfermedad y las vacaciones no figuran en la hoja de ruta de ningún autor que sobreviva de lo que produce.
Los escritores son independientes de una clase media que, desde mucho antes de la crisis, ya sabía lo que era el funambulismo. A ese inestable equilibrio Hacienda acaba de aumentarle el vértigo. Según la reforma de la Ley de Pensiones, aprobada en 2013, los escritores están obligados a elegir entre dos derechos: el que tienen como autores de una obra y aquel que les corresponde como ciudadanos, su jubilación. No pueden cobrar ambos a la vez. Caballero Bonald, Antonio Gamoneda, Ángeles Caso, Eduardo Mendoza, Luis Landero y Javier Reverte han tenido que pagar multas de hasta 30.000 euros por el cobro simultáneo de la jubilación y los derechos de autor, algo que podía hacerse desde 1998 y que la reforma de Báñez penaliza hasta con cuatro años de pensión. Ambos ministros no han tenido en cuenta que la creatividad no cesa con la edad. Este problema no existe en Alemania, en Francia, en Reino Unido, en Noruega, en Portugal ni en otros países de la UE en los que, como afirma Carlos Muñoz, abogado de la Asociación Colegial de Escritores, está establecido que una vez cumplida la edad mínima de jubilación es posible acumular el cobro de la pensión de jubilación con el ejercicio de una actividad laboral o profesional, sin que exista un límite para los ingresos obtenidos por esta actividad.
La polémica ha encontrado eco en los otros partidos políticos que buscan ganar puntos en sociedad y ya prometen cambiar la ley cuando haya fumata blanca de un Gobierno que no sea accidentalmente provisional. También hay voces que acusan de favoritismo gremial la defensa de los autónomos de la literatura, mientras que a otros con menor reconocimiento social la ley no les permite, cuando se jubilan, echar horas gananciales ni cobrar unos euros por un efímero trabajo por mucha necesidad que padezcan. Es cierto que la penuria es la penuria, sin adjetivos laborales que las diferencien, y que lo suyo es la protección económica de la ley. En cualquier caso es indudable que la precariedad en los ingresos o su carencia habitual siempre ha cosechado víctimas entre la tercera edad de los escritores. Los últimos años de Pérez Galdós estuvieron marcados por el olvido, la indigencia silenciosa y la ceguera. Rosa Chacel y Gabriel Celaya tuvieron que vender su biblioteca personal. Alfonso Grosso falleció miserablemente en un psiquiátrico y José María Gironella murió pobre pelando por recuperar los derechos de autor sobre sus principales obras. Sus dramas tienen herederos: autores que ocultan su situación de fracaso económico porque consideran que le minusvalora socialmente.
Escribir no es llorar, es morir, reformuló Luis Cernuda sobre la celebérrima sentencia de Larra. Su eco resuena en esta época donde la cultura tiene pocas posibilidades de éxito. Y su futuro se presagia peor según el reciente informe de Davos que alerta de que los cambios tecnológicos destruirán más de siete millones de puestos de trabajo antes de 2020, y más cinco millones de personas de se irán al paro para siempre. También que la mayoría de los nuevos trabajos requerirán formación en ciencia, tecnología, ingeniería o matemáticas. Son malos tiempos para las letras. Entre la bolsa o la escritura lo tengo claro. No me jubilaré de conjurar la imaginación y la vida a través de las palabras. Siempre existirá una isla donde la Literatura sea un acto de magia, y también la voz de una denuncia. No dejemos de ser los piratas de Stevenson.
*Guillermo Busutil es escritor y periodista
www.guillermobusutil.com
LA BATALLA FILÓSOFICA DE MIGUEL COMAS: CRÓNICA DE BASILIO BALTASAR

MIGUEL COMAS: UNA BATALLA FILOSÓFICA Y UNIVERSITARIA
[Basilio Baltasar, escritor y director de la Fundación Santillana, en ’El País de Cataluña’ cuenta la increíble historia que le ha sucedido a un profesor de filosofía demandando por todo un departamento. Sucedió en Palma de Mallorca. Autoridades alemanas han medidado en el asunto; Jürgen Habermas se ha colado en el asunto. La foto de Miguel Comas es de Tolo Ramon.]
UN FILÓSOFO CLAMA EN LOS TRIBUNALES
El aspirante a profesor Miguel Comas, demandado por injurias por el departamento de la UIB
Por Basilio BALTASAR. ’El país de Cataluña’.
A ver: ¿quién ha ordenado suprimir la filosofía del bachillerato? Venga. Díganlo. ¿Cómo se llama? ¿A qué se dedica? ¿Por qué se esconde? ¡Cuánto me gustaría hablar contigo! Tengo algo que contarte y debo hacerlo antes de que sea demasiado tarde. Para empezar: te has equivocado si crees que la filosofía inocula en los chavales la sutileza de pensar con precisión, la destreza de hablar con elocuencia, la certeza del imperativo ético y la devoción por la sabiduría. ¡Qué va, hombre! Nunca habías estado tan equivocado. Presta atención: aunque la virtud del discernimiento sea un estorbo en los planes de estudio que te han encargado reformar, estoy seguro de que tú, estratega, la utilizas de vez en cuando. Escúchame y saca de ello el mejor provecho.
Esta es la historia de un joven doctor en filosofía que aspira a una plaza de profesor en la Universitat de les Illes Balears. Pierde el concurso, pide explicaciones y pone un recurso contencioso en los tribunales. Lo gana. Pero la Comisión de Contratación de la Universidad (de las Islas Baleares) no ejecuta la sentencia (¡por dos veces y con gran asombro del juez!). Entonces, los profesores del departamento de Filosofía se conjuran para dar un escarmiento al aspirante. Irritados por la insolencia del filósofo que los pone en cuestión, le arrojan tres demandas civiles por injurias.
La gracia del asunto reside en la razón esgrimida por los profesores para acusar a Miguel Comas. ¿Qué grave perjuicio ha causado el joven doctor a su mancillado honor? En defensa de sus reclamaciones tuvo la osadía de citar el dictamen emitido por la Sindic de Greuges de la propia Universitat de las Illes Balears. Joana María Petrus reclama la reforma del sistema de contratación del profesorado, para “impedir arbitrariedades, limitar la subjetividad y prescribir la desviación de poder”. La Sindic denuncia que ni siquiera se redactan los criterios para valorar los méritos de los candidatos, lo cual “limita la igualdad de oportunidades, no garantiza la necesaria objetividad de los actos administrativos y otorga un poder desmesurado a las comisiones de contratación”. (A ver qué hacen los jueces con el acertijo: ¿por qué los profesores de la UIB no demandan directamente a la Síndic de Greuges de la UIB?).
Camilo José Cela Conde, que fue profesor del joven doctor, y lo considera con méritos académicos sobradamente probados, lamenta en una carta el “descabellado” argumento utilizado por el departamento para justificar su nepotismo. A Miguel Comas se le ha rechazado como candidato experto en “Corrientes críticas del pensamiento contemporáneo” por afirmar que Jürgen Habermas pertenece a la Teoría Crítica de la Escuela de Frankfurt.
Los profesores del departamento de Filosofía de la UIB dicen que no, que Habermas no pertenece a la Escuela de Frankfurt. Su juicio suena atronador, inapelable. Pero el Director del Instituto de Investigación Social de la Johann Wolfang Goethe Universität de Frankfurt, Dr. Axel Honneth, expresa en una larga carta su “más profunda perplejidad” y el “estado de shock” que le produce tal afirmación. Cita el parecer de “los eruditos serios de todo el mundo” y se extiende confirmando y respaldando el criterio del joven doctor Miguel Comas.
¿Te das cuenta de lo que quiero decirte, estratega que eliminas la filosofía de los planes de estudio? Tú te habrás creído muy listo y con razones para temer a la filosofía, pero ya ves: hete aquí a todo un departamento —los custodios de Platón, Spinoza, Kant y Hegel— demostrándote lo contrario. No hay nada que temer. Al contrario: lo que debes hacer es promocionar a los profesores de filosofía que se querellan contra los filósofos.
*Aquí se puede ver.
http://ccaa.elpais.com/ccaa/2016/01/23/catalunya/1453578411_085007.html
MARION COTILLARD, POR CHRISTIAN KETTIGER
Así ha retratado Christian Kettiger, un espléndido fotógrafo de moda y de retrato, a Marion Cotillard.
CELA: HISTORIA DE UNA DEDICATORIA

CELA O LA PRECISIÓN DE LAS DEDICATORIAS*
He conocido a unos cuantos escritores consagrados, que eran generosos, afectuosos, que cuidaban los detalles. Cees Nooteboom, Manuel Andújar, Francisco Ayala, Juan Eduardo Zúñiga, Antonio Gamoneda, Ildefonso-Manuel Gil, José Luis Sampedro... O Miguel Delibes, seco, austero, y a la vez capaz de recordarte al arquero Andrés Lerín en una carta o de hablar de su pasión por la naturaleza y de algunos hermosos recuerdos de su mujer, Angelines Castro. Camilo José Cela (1916-2002; estamos en el centenario de su nacimiento) era un hueso duro de roer: tenía ese punto de seguridad en sí mismo que le hacía ser entre displicente y borde, burlón. Rara vez sonreía. O eso me pareció a mí. Dicho lo cual, era un formidable escritor. Manejaba el castellano como pocos y tiene libros espléndidos en diversas direcciones: el tremendismo y la crónica de posguerra, ‘La familia de Pascual Duarte’ y ‘La colmena’; la novela del duelo y de la evocación más dolorosa, ‘Mrs. Caldwell habla con su hijo’; los ecos de la Guerra Civil y el flujo de la conciencia, ‘San Camilo 1936’; la reflexión sobre el arte de escribir, ‘Oficio de tinieblas 5’; la mirada sudamericana, ‘La catira’, pero también hay en él a un escritor de libros de viajes, ‘Del Miño al Bidasoa’ o ‘Viaje a la Alcarria’, entre otros. Sin olvidarnos de esas novelas de la fragmentación y de la exhibición metafórica del tipo ‘Mazurca para dos muertos’ (reeditada ahora por Ediciones del Viento) y ‘Madera de boj’, ambas muy gallegas y personalísimas. Hace pocas semanas, Jesús Jiménez de Fórcola publicaba un libro suyo sobre su maestro Baroja.
Cela fundó Alfaguara, fue director de ‘Papeles de Son Armadans’ y un apasionado coleccionista de revistas, trabajó mucho en prensa, como se vio en ‘Conversaciones españoles’, donde destacan su entrevista minimalista a Azorín o su formidable retrato de Picasso. En ‘Interviú’ dialogó en los años 80 con Pablo Serrano. Era un gran conocedor y estudioso de nuestro siglo de Oro, sobre todo de la picaresca y de Quevedo.
En 1989, en el Hotel Corona de Argón, tras la presentación de ‘Aragón, pueblo a pueblo’ de Alfonso Zapater, escritor y periodista inolvidable de HERALDO, tuve la ocasión de conversar con él a solas. Todo fue mal desde el principio. Había preparado la entrevista con meticulosidad con la idea de viajar a través de su trayectoria. Fue imposible, tanto que a los diez minutos yo ya sudaba y solo oía monosílabos, el consabido “Mire, usted” o la invitación a otra pregunta. Cela no quería entrar en casi nada: ni en sus fuentes, ni en la huella de la picaresca o la estética carpetovetónica, ni en sus personajes, ni en su modo de trabajar el español, ni siquiera en sus métodos artesanales: escribía a mano, llevaba cuadernos y era muy sistemático y profesional. “La inspiración, si existe, que me coja trabajando, como decía Dostoievski”, dijo con idéntica porción de firmeza y rutina.
Al cabo de quince o veinte minutos, yo acababa de cumplir treinta años, vi que la charla había llegado al final. No me había dado bola: todo había sido un desastre. Algunas semanas después, Juan Domínguez Lasierra publicaba una bella entrevista en la revista Turia. Creo que Cela, con su silencio desdeñoso, me había querido decir que no tenía paciencia para periodistas petulantes, con ánimo de profundidad o de originalidad. Solo le pedí que me dedicase un libro: ‘La familia de Pascual Duarte’, que había publicado Círculo de Lectores con ilustraciones de Antonio Saura, a quien acababa de entrevistar en Huesca. Se lo dije, elogié la edición; Cela me miraba como si viera llover. Me pidió que le dijera mi nombre. “Hombre, no puede llamarse Antón Castro. Haga el favor de decirme cómo se llama usted”. Le dije, de nuevo: “Antón Castro”. “Creo que no le voy a poder dedicar el libro. Ese es un nombre inventado y aquí el escritor soy yo”. Insistí en vano dos o tres veces. Nada. Y al final tuve que decirle: “Me bautizaron Antonio Rodríguez Castro por poderes y en Montevideo”, agregué, pero eso no le interesó. “Ya lo sabía yo”, concluyó. Y dedicó el libro, en gallego, a Antón Rodríguez Castro.
Algún tiempo después, una organización benéfica, quizá fuese Payasos sin fronteras, me pidió si podía donar un libro importante para mí, especial para un buen lector, para subastarlo con fines filantrópicos. Pensé que ‘La familia de Pascual Duarte’, dedicado, era el volumen ideal para el evento. Cela acababa de ganar el Premio Nobel y bailar a sus anchas con Marina Castaño. Y lo cedí. Alguien me dijo que se había subastado con un precio de salida de 5.000 pesetas de las de entonces, alrededor de 30 euros, pero que aquella edición cuidadísima, de expresionismo dramático, con espléndidas fotos y una magnífica maquetación, no se había vendido. Nunca supe qué pasó con el libro.
Años después, en otro diario, ‘El Periódico de Aragón’, en el suplemento cultural le dedicamos una portada o contraportada a Cela. Para entonces el escritor ya residía en Guadalajara. La crítica iba acompañada de una caricatura de Antonio Postigo. Llamó a la redacción y pidió hablar con el director Miguel Ángel Liso. Éste pensó que era un chiste e hizo un ademán de colgarle. “Que soy Cela, coño. Y querría saber si me podíais mandar esa caricatura”. Se le mandó, claro, firmada por su autor. También agradecía el texto.
Le escribí una carta y le remití un ejemplar de ‘Conversaciones españolas’ (Plaza & Janés, 1987) con un ruego: un sobrino mío se estaba planteando estudiar periodismo o arquitectura y quería condicionar su elección con “ese libro que tanto me ha gustado siempre”. Le dije que mi sobrino se llamaba Antón Castro y que vivía en La Coruña; le agradecería mucho que me lo devolviese dedicado. Metí el paquete con sello y sobre de retorno. Al cabo de tres semanas recibí el volumen. Lo abrí y pude leer: “Para Antón Rodríguez Castro, con el mejor recuerdo de una conversación imposible en el Corona de Aragón, en Zaragoza. Abrazos de su viejo amigo y paisano, Camilo”. Cela, entre otros títulos, publicó un delicioso y entrañable libro de dedicatorias.
*Este artículo apareció el pasado jueves en mi sección, Cromos de Letras /3. de 'Artes & Letras'.
FERNANDO CASTILLO: UN DIÁLOGO
[Fernando Castillo (Madrid, 1953) es licenciado en Ciencias Políticas y Ciencias de la Información. Es autor de algunos libros estupendos, aparecidos en Fórcola: ’Tintín-Hergé, una vida en el siglo XX’ (2011), ’Noche y niebla en el París ocupado. Traficantes, espías y mercado negro’ (2012), que tiene algo de antecedente de un libro formidable que presenta esta tarde, con Miguel Ángel Ortiz Albero y su editor Javier Jiménez Fórcola, en la librería Antígona: ’París-Modiano. De la Ocupación al Mayo del 68’, centrado en el universo del Premio Nobel Patrick Modiano. Aquí repasa el libro, sus nombres, sus claves, y define la obra de Modiano.]
-¿Qué tiene París de especial para ti que te atrae tanto y ya le has dedicado varios libros?
Siempre me ha interesado el siglo XX, especialmente los años treinta y cuarenta en los que Europa experimenta una transformación radical. En este sentido, a la hora de ver lo que le sucede a las personas y a las sociedades, o ver el cambio de las mentalidades y de las estructuras, la Francia y sobre todo el París de la Ocupación es un espacio que resumen muy bien la realidad y las contradicciones de los años treinta, en un entorno de brillantez cultural, de crisol europeo, más allá de los tópicos, que contrastaba con la crisis política que atravesaba tanto Francia como el continente.
-¿Por qué se te ocurrió escribir un libro sobre Patrick Modiano?
Mi interés por Modiano es muy anterior al Nobel., De hecho hay un libro de 2012, Nochey niebla en el París ocupado, en el que la obra de Modiano está muy presente, y este libro, Paris-Modiano. De la Ocupación a Mayo del 68, estaba en marcha cuando le dieron el Nobel. No hay ninguna relación entre el premio y mi interés por la obra modianesca.
-¿Cómo defines su obra? ¿Sería una escritura de la indagación obsesiva en la memoria?
Son muchas cosas, desde la forma de acercarse al pasado histórico o a su propio pasado, que es muy eficaz y novedosa, tanto que en ocasiones cuesta incluir sus obras en un género. Es lo que se ha denominado autoficción, expresada con una economía en el estilo que es muy apropiada para los asuntos de los que trata. Hay, eso sí, la melancolía que impone toda reconstrucción del propio pasado vista a través de algo de neblina. En las páginas modianescas hay también un aliento lírico --muy alejada de la más afectada prosa poética-- que lo envuelve todo de manera elegante, especialmente al referirse a los sentimientos, que aparecen tratados con una contención equilibrada
-En algún lugar dices que en el fondo a veces lo que cuenta Modiano parece fantástico, casi una elaboración… ¿Sería así o más bien es un narrador coherente, parsimonioso, que ha hecho esquemas y planos e inventarios de personajes?
La obra de Modiano es tan semejante como distinta. Es un lugar común, y no desacertado, decir que siempre escribe el mismo libro. Y es que quizás sea así y a lo mejor la obra de PM es en realidad un solo libro compuesto de la suma de todas sus narraciones. Esto es ya un hallazgo, como también lo es la autoficcion, que supone un rasgo de modernidad al romper con la estructura de los géneros, al crear una especie de autoquest en la que los recuerdos y la realidad, que están más menos adaptados o literalizados, la materia prima de su narrativa. Es el apogeo de lo cotidiano, el triunfo de la búsqueda de misterio donde no lo hay. La forma de de aproximarse a una época como la de la Ocupación, también es novedosa pues en la literatura modianesca la política tiene un lugar muy secundario. El camino escogido, la recreación del ambiente de las bandas de gángsteres collabo encabezados por La Carlingue y seguidos por las de Rudy de Merode o Massuy, las alusiones a su padre y a los bureaux de compra es un método muy novedoso de contemplar una época todavía llena de sombras.
-¿Qué significó la Ocupación de los nazis en París? Michel Tournier habla de un período abominable.
Para muchos, se puede decir que la mayoría, fue un periodo muy dificil y complicado en lo material y en lp cotidiano pero para otros fue el momento de medrar y enriquecerse , cuando no de felicidad, como sucedió con Danielle Darrieux o Roger Peyrefitte, quien dijo que nunca había sido tan feliz como en París durante la Ocupación. En realidad, la Ocupación como la 2ª Guerra Mundial es mucho más que un acontecimiento bélico y político. De hecho, creo que ya prácticamente nadie la contempla únicamente de esa forma. Es un fenómeno extremo por su intensidad que afecta a todo lo que define a una sociedad, incluida por supuesto la cultura, y al mundo y que incluso rebasa los límites cronológicos tradicionales. No es de extrañar que sea en situaciones límite como la de la Ocupación en cuando aparecen los comportamientos más extremos. Unos momentos en los que, junto a la épica y los valores heroicos, como la solidaridad y la generosidad, parecía triunfar el mal, lo oscuro, convertido en un abismo que atraía irremediablemente a quien se acercaba. En esos años negros parece que se rompieron todos los límites, y en un París que vivía todavía un esplendor cultural notable, la moral se volvió elástica como nunca había lo sido. No es de extrañar que el ambiente de la Ocupación, tan literario como maligno, siga resultando interesante.
-¿De qué modos respondió la sociedad, cómo se extendió la infamia?
Las respuestas, que fueron variando en el tiempo, fueron desde las más entregadas a la colaboración con Alemania y el Nuevo Orden nazi que compartían los fascistas parisinos como Drieu La Rochelle, Laubreaux, Costeau, Rebatet... o, en lo político Doriot o Deat, a las que desde el nacionalismo francés más conservador como el de Action Francaise, veían con reticencias la presencia alemana, aunque no les desagradaba que los ocupantes hubieran acabado con la III República –un régimen de comunistas judíos y masones-- y lo que significaba. Estos serian los petainistas, que a su vez se dividían en otros muchos grupos más o menos próximos al mariscal al nuevo Estado surgido en Vichy, que a su vez se fueron radicalizando. En realidad muchos siguieron viviendo bajo el yugo alemán como si nada hubiera pasado. La anécdota del Baron de Rotschild al regresar en 1945 y preguntar quienes acudían a las fiestas que se daban en su palacio parisinos requisado es muy expresiva.
-Parecía que los nazis se sentían más cómodos con los delincuentes, con el hampa, ¿no?
Fueron los encargados de hacer el trabajo sucio de los servicios de informacion y seguridad como el Abwehr y sobre todo del SD y los encargados de abastecer recurriendo a cualquier medio la demanda de los ocupantes de todo tipo de bienes y servicios. A cambio, tuvieron carta blanca para realizar unas fechorías que jamás habían soñado y que quizás nunca hubieran llevado a cabo. La Ocupación les llevó a unos extremos impensables, en los que los limites y los frenos desaparecieron. Fueron como los personajes más extremos y novedosos en el decorado del París ocupado.
¿Qué papel jugó uno de los grandes personajes del libro: Albert Modiano?
En el ámbito de los bureaux de compra fue un personaje muy secundario, pues aunque su hijo nos dice que conocía a personajes clave del Bureau Otto del 53, de la Avenue Hoche o del 6, rue Adolphe-Yvon, en realidad no debía tener apenas protagonismo. A veces es posible pensar que, en el ejercicio legitimo de la narrativa y de la ficción, el novelista ha creado un personaje a partir de unos pocos mimbres. De hecho que yo sepa hasta hoy no se ha encontrado ningún documento en el que aparezcan Albert Modiano o Henri Lagroua, la identidad que empleó durante la guerra, que le vincule con la actividad de las oficinas de compra al servicio de los ocupantes. Incluso, cuando pude consultar el expediente del proceso de André Gabison --el personaje de Modiano que dirigió una de las oficinas de compra al servicio del Abwehr para la que parece trabajaba Albert durante la Ocupación y que protagoniza Noche y niebla en el París ocupado-- no aparece mencionado entre una cascada de nombres por la que desfilan otros muchos personajes que también se cruzan por las obras de Patrick Modiano. Creo que es una ausencia muy reveladora que confirma aquello de la autoficción.
-¿Cómo respondieron los intelectuales?
Fueron fiel reflejo de la actitud del conjunto de la sociedad pues fueron desde la Resistencia, la espera ante los acontecimientos y la colaboración. Todo con una pluralidad de matices infinitos que solo se entienden caso por caso.
¿Quiénes se decantaron por la Resistencia, activa, y quiénes colaboraron? Me gustaría que nos hablases de Céline, La Rochelle, Cocteau…; de Sartre, Camus, Queneau…
Frente a los alemanes con mayor o menos claridad y precocidad se alinearon Louis Aragon, Paul Eluard, Albert Camus, Joseph Kessel, Vercors, Jean Guéhenno, Jean Paulhan, Francois Mauriac ... Luego estaban los exiliados, casi todos los surrealistas encabezados por Breton, el más implicado Saint-Exupery, Maurois, Bernanos... Luego estarían los que se quedaron y esperaron a ver que sucedía sin desdeñar continuar su actividad como Sartre Beauvoir, Malraux... Luego los que colaboraron con el ocupante y cuya fe fascista podía ser más menos intensa como Chardonne, o Fragneau. Por su parte, Jean Cocteau, el prototipo de aquel que se dejó querer y siguió brillando en el París ocupado. Quien apenas tuvo entregados fue el petainismo, el gobierno de Vichy, un régimen entre tecnócrata y tradicional que olía a naftalina, a restauración, y que poco podía inspirar a los escritores. Al contrario, uno de los best sellers de la época, Les descombres, del muy collabo Lucien Rebatet, fue prohibido en Vichy por las críticas al régimen del Mariscal, naturalmente desde el fascismo más radical y próximo a los alemanes.
¿Y Celine, La Rochelle…?
Celine es un raro en este contexto. Un feroz antisemita, tanto que llega a la caricatura, pero cuyos principios políticos son inexistentes. Era, ademas de un extraordinario escritor –De un castillo a otro, Nord o Rigodon son unas obras extraordinarias acerca de su experiencia-- una especie de nihilista alineado con los nazis por lo que tenia el fascismo de subversivo y de removedor de la sociedad burguesa que tanto le irritaba. Más lejos llegó Maurice Sachs, quien aunó colaboración y autodestruccion, culminando una vida errante y errónea que relata en dos obras indispensables,Au Temps du Boeuf sur le Toit y Le Sabbat. Pierre Drieu La Rochelle recorrió toda el lado oculto de la modernidad, del comunismo al fascismo, como corresponde a un intelectual comprometido con su tiempo. Era un dandy, un elitista pero también uno de esos escritores de los que ahora interesa más la vida que la obra, pues Gilles y sus diarios, todo autobiografía, son lo más destacable a mi juicio. Mantuvo una dignidad notable, casi estética, sin arrepentirse de su actitud pero consciente de que se había equivocado y en el que su suicidio fue su culminación. Fue de los que se quedó, como Brasillach, tan fascista como nacionalista que en el fondo no simpatizaba con los alemanes. Su feroz antisemitismo, muy superior al de Drieu, y su conocida próximidad al fascismo, fue un apologeta del franquismo, le convirtieron en uno de loss símbolos de la colaboración y fue lo que le costó la vida pues fue fusilado solo por sus opiniones.
Uno de los casos más conmovedores del libro es el de Max Jacob…
Si. El poeta era un alma perdida en un mundo atroz al que tras ser detenido como judío, murió enfermo de tifus en Drancy en el duro y crítico 1944, antes de que las gestiones realizadas por Cocteau y Drieu antes los alemanes pudieran salvarlo.
¿Por qué durante tantos años se habló tan poco de la Ocupación? ¿La obra de Modiano es el friso de la vergüenza y de la contradicción de un país que no se atrevió a ser coherente con su grandeza y su defensa de la libertad?
La Ocupación enfrentó aun más a una sociedad que ya estaba dividida al llegar los alemanes, desatando una guerra civil más o menos encubierta sobre todo dese finales de 1943. De Gaulle y la versión resistencialista así como la integración de quienes habían practicado la colaboración fue una exigencia de partida para afrontar la nueva República francesa con garantías de estabilidad y de superación de la división existente desde 1934. La negación de lo ocurrido entre 1940 y 1944 funcionó durante unos años pues la crisis del gaullismo en los años sesenta supuso el comienzo de la revisión del periodo. La obra de Modiano, cuyo primer titulo arranca de 1968, tiene en este proceso un papel muy importante que a veces se pasa por alto.
¿Qué reivindicaciones trajo el mayo francés y el movimiento de la canción popular?
Fue la expresión de los nuevos comportamientos sociales y la expresión de los deseos de superar una sociedad que tenía mucho de decimonónico por parte de la juventud y cuya primer aviso fueron los zazous, un cruce entre dandys y mods surgido en plena Ocupación, aunque sin el contenido político de los jóvenes del mayo francés. Desde mayo del 1968, en que se unen mentalidades y política, la juventud como grupo social definido tiene un protagonismo indiscutible, un protagonismo reclamado al ciompas de la aparición del rock y del rechazo a la guerra de Argelia. Junto a la militancia y el compromiso político, generalmente con la extrema izquierda, los jóvenes franceses reclamaron su voluntad de estar presentes en la vida pública y sus nuevos deseos por medio de la música. Una música y unos interpretes populares muy distintos de los cantantes existencialistas, en su momento también reivindicativos, como Boris Vian o Juliette Grecó, cuya proyección en los años cuarenta fue mucho más limitada que la música y los intérpretes sesenteros. Los jóvenes franceses, les filles et garçons a los que canta Françoise Hardy, cuyos deseos encarnaban Jacques Dutronc, Johnny Halliday, Antoine o Michel Polnareff, se identificaban con sus ídolos, como con las películas de la Nouvelle Vague. La revisión de la Ocupación y del gaullismo era una consecuencia inevitable.
¿Cuál es tu novela favorita de Modiano, hay alguna que sea la ideal para introducirse en su mundo que parece extenderse siempre como una mancha de aceite?
Quizás Viaje de novios, porque dentro de una historia conmovedora y de uno de los relatos más poéticos del escritor, combina la idea que tenia sobre la Ocupación surgida con la Trilogia, y que predominaba hasta entonces, con la que estaba a punto de aparecer con Dora Bruder. El resultado es una mirada sobre la época tan original como exacta. Sin embargo, no quiero dejar pasar la ocasión de citar al menos Domingos de agosto,una novela niçoise y parisina, inquietante; los relatos de Tan buenos chicos, que a veces recuerdan al Valery Larbaud de Fermina Marquez, o Remision de condena, una mirada tan modélica como enternecedora sobre su infancia, luego quizás Villa Triste o Barrio perdido... Desde otra perspectiva, Los bulevares periféricos o La ronda de noche, son ya inseparables de los años de la Ocupación en París, al igual que Lacombe Lucien, la película del muy modianesco Louis Malle.
*Un fragmento de la entrevista aparece hoy en ’Heraldo’.
FLEUR JAEGGY: UN FRAGMENTO
Una vez Ingeborg y yo hablamos de la vejez, ella sonreía al oír esa palabra, pero esa palabra no iba acompañada ni del corazón ni de una verdadera sonrisa. Yo imaginaba una longevidad sin muerte, una casa de campo, un muro, le describía la arquitectura exterior y la ataba con una cuerda. Y un jardín entre los muros y todavía le decía nosotras dos. Estaba terriblemente convencida. La soberbia convicción de lo que no se cumple. Imaginábamos las visitas, los huéspedes y hablábamos de los nombres de los huéspedes, bebiendo un gin-tonic. Ella sentada en el sofá Biedermeier, de madera rubia –la tapicería a rayas, la mesa redonda Biedermeier con un jarro de flores parecían escuchar. Sin embargo, no me convencía del todo su participación, estaba amable y algo distraída. “¿No quieres que vayamos a vivir juntas cuando seamos viejas?”.
-Del cuento ‘La sala aséptica’ de ‘El último de la estirpe’ de Fleur Jaeggy, escritora suiza que vivió en Roma y París y ahora vive en Milán. Lo publica Tusquets, en traducción de Beatriz de Moura.
'VIDA EN FICCIONES': EL MARTES CON MANUEL GUTIÉRREZ ARAGÓN
[La infatigable Amparo Martínez -especialista en teatros, cines y en Luis Buñuel, entre otros asuntos- coordina una nueva edición de ’Vida en ficciones’ con la presencia de Manuel Gutiérez Aragón, cineasta, escritor y académico recién electo que conversará con Agustín Sánchez Vidal, la actriz María Luisa San José, los críticos e historiadores del cine Diego Galán y Bernardo Sánchez, y un clásico de estos pagos: José Luis García Sánchez, director y guionista de cine.]
Una nueva edición del ciclo ‘Vida en ficciones’ aborda la
Tercera Vía del cine español
El ciclo ‘Vida en Ficciones’ está diseñado desde una doble función en tanto en cuanto se ha concebido como una actividad de proyección cultural y social hacia la ciudad de Zaragoza, organizada desde la Universidad y abierta al público en general. Al mismo tiempo se trata de un seminario asociado a las asignaturas Historia del cine y otros medios audiovisuales, Géneros Audiovisuales y Cine Español del Grado en Historia del Arte y también al módulo Lenguaje y cultura audiovisual: interpretación y análisis dentro del Master Universitario de Estudios avanzados en Historia del Arte. El ciclo está coordinado por la profesora titular Amparo Martínez Herranz.
En esta VI edición de Vida en ficciones, se propone un ciclo de conversaciones sobre la corriente cinematográfica Tercera Vía. Se trata de una tendencia impulsada por el productor José Luis Dibildos, que apostó por películas a medio camino entre el cine comercial y el cine intelectual. Resulta interesante observar el papel que desempeñaron estos planteamientos en los años setenta, ya que aportarían toda una serie de comedias que incluían una cierta perspectiva crítica.
Siendo Ágata Films la productora que llevó a cabo la mayor parte de estas películas, hay que resaltar el papel de directores como Roberto Bodegas (Españolas en París, Vida conyugal sana, Los nuevos españoles) o Antonio Drove (Tocata y fuga de Lolita, Mi mujer es muy decente dentro de lo que cabe) y de actores como José Sacristán (prototipo del español medio) o María Luisa San José.
En este curso 2015-2016 las sesiones se estructuran como diálogos entre expertos en Historia del cine y profesionales del Séptimo Arte, que aportarán su punto de vista y sus impresiones sobre la Tercera Vía, una corriente cinematografía crucial para entender el cine español de finales del siglo XX y comienzos del XXI.
-La primera sesión tendrá lugar el martes 2 de febrero a cargo de Manuel Gutiérrez Aragón y Agustín Sánchez Vidal que abordarán el tema del El cine español en los años setenta.
Esta primera sesión se articula a modo de introducción de la época en la que se sitúa la corriente Tercera Vía (años setenta), haciendo especial hincapié en el contexto cinematográfico de aquellos instantes. Para ello se cuenta no solo con un investigador especialista en la materia (Agustín Sánchez Vidal), sino también con uno de los cineastas que trabajó en dicho periodo (Manuel Gutiérrez Aragón).
-La segunda sesión tendrá lugar el jueves 11 febrero a cargo de María Luisa San José y Diego Galán Fernández, que disertarán sobre Dibildos y su visión del cine
Los ponentes son dos de las personalidades más importantes de la tendencia: María Luisa San José (actriz fetiche de la misma) y Diego Galán (periodista que, desde la revista Triunfo, apostó por la corriente). Ambos darán su testimonio en primera persona de lo que supuso la Tercera Vía en aquellos años.
-La tercera y última sesión se celebrará el jueves 18 de febrero con José Luis García Sánchez y Bernardo Sánchez Salas que conversarán sobre Más allá de Ágata Films.
Ambos proporcionarán un punto de vista de la tendencia fuera de los círculos de José Luis Dibildos y su productora Ágata Films (considerado históricamente como artífice de la Tercera Vía). Además mostrarán las repercusiones que tuvo la corriente posteriormente.
Las sesiones tendrán lugar en el Aula Magna del Edificio Paraninfo de la Universidad de Zaragoza (Pza. de Paraíso, 4) a las 19:30 h.
El ciclo de conversaciones se acompañará a su vez de un ciclo de películas representativas de la tercera vía del cine español durante el mes de marzo de 2016:
Ciclo LA TERCERA VÍA DEL CINE ESPAÑOL
Programa
03/03 Españolas en París, de Roberto Bodegas. 91 min. 1971, España
04/03 Tocata y fuga de Lolita, de Antonio Drove. 87 min. 1974, España
10/03 Los nuevos españoles, de Roberto Bodegas. 88 min. 1974, España
11/03 Mi mujer es muy decente, dentro de lo que cabe, de Antonio Drove. 87 min. 1975, España
17/03 Hasta que el matrimonio nos separe, de Pedro Lazaga. 95 min. 1977, España
18/03 Asignatura pendiente, de José Luis Garci. 109 min. 1977, España
ENTRADA LIBRE
C.M.U. Pedro Cerbuna (C/ Domingo Miral, s/n). Las sesiones comenzarán a las 19:30 horas
**Este texto pertenece al gabinete de prensa y comunicación de la Universidad de Zaragoza.
*La foto de Manuel Gutiérrez Aragón la cojo de aquí:
http://hipermedula.org/wp-content/uploads/2011/05/manuel_gutierrez_malabo.jpg
*La foto de María Luisa San José la tomo de aquí.
https://albherto.files.wordpress.com/2014/02/13926665036763.jpg
POEMAS DE ANA MARTÍNEZ MONGAY
Hace unos días, en esos sábados de poesía, en la librería Antígona se presentó un nuevo volumen de Los libros del Gato Negro, el sello de Marina Heredia, que ya lleva cuatro títulos en muy poco tiempo: ‘de la levedad’, un poemario de la escritora e inspectora de Educación Ana Martínez Mongay (Zaragoza, 1964. Reside en Pamplona desde 1989). Es un libro diáfano, lleno de plasticidad y belleza, que explora los recuerdos, las pequeñas incidencias del vivir, la memoria; de vez en cuando, dentro de una lírica marcada con la claridad, ensaya la ironía o personales formas de homenaje (a Miles Davis, al poeta, con guiño a Pessoa incluido, al atleta, a Helena de Troya). También hay poemas de amor, ajenos a la sentimentalidad. Copio aquí algunos de sus textos:
AQUÍ MURIÓ
El poeta, como se dice,
era un sufridor.
Escribió sus últimos poemas
a la sombra de esta encina.
Y luego se cansó y se fue.
Dejó aquí unos versos
que nadie leyó jamás.
pero tenían algo:
un no sé qué en la memoria.
Apenas fuera una palabra,
una metáfora, una rima…
En esta casa, de palabras vacías,
vivió un poeta,
sin placa ni busto que lo recuerde.
MILES
Rompes
las notas de
tu música negra de jazz,
grave,
triste.
Voz de trompeta
que parece tu propia voz
de luto
fundida
espalda contra espalda
en íntimo acorde.
Tus labios dejaron
hace tiempo de sonar
la música breve,
callada, de jazz.
QUIEN COMO TÚ
Quién fuera como
tú, Helena,
y poder llamarse así.
Quién como tú
pudiera tener a dos ejércitos
una década enfrentados,
solo por ser
bella.
Quién pudiera,
igual que tú,
huir con su amante
abandonando a Menelao,
tan seguro de sí,
entre tantos héroes
elegido.
No, no, tendrá mérito
tu belleza,
pero quién como tú
pudiera
Pasar a la Historia
Por haber hecho
Lo que hiciste,
y salir indemne.
*La sugerente foto de Christian Coigny la tomo de aquí:
http://www.iainclaridge.co.uk/blog/wp-content/uploads/2011/12/christian_coigny2.jpg
RELATOS DEPORTIVOS DE AUPAZARAGOZA

BASES DEL III CONCURSO RELATOS AUPAZARAGOZA.COM
"1- Los relatos, de temática libre zaragocista, ya sea el tema tratado de manera directa o tangencialmente, deberán ser originales, inéditos (ya sea en formato impreso o digital), escritos en lengua castellana, y no estarán premiados con anterioridad en ningún otro concurso, certamen o actividad literaria, no solamente en la fecha de su admisión al concurso sino en el momento de la proclamación del fallo.
2- Cada concursante podrá enviar un relato original.
3- El Jurado será designado por la Asociación AupaZaragoza.com y su composición se dará a conocer al hacerse público el fallo. Estará formado por personas vinculadas de alguna manera al mundo periodístico-literario y futbolístico, y con conocimientos reconocidos en esos ámbitos.
4- El propio Jurado determinará su sistema de trabajo, evaluación y votación, y su fallo será inapelable. El Jurado podrá declarar los premios desiertos si estima que las obras presentadas no reúnen las condiciones de calidad suficientes.
5- El Jurado dictaminará el ganador el día 22-04-2016 dándose a conocer su identidad en la web AupaZaragoza.com.
6- Las obras irán escritas a ordenador en formato Word o PDF, en tamaño Din A-4, con doble espacio, en un máximo de 5 páginas, con un tamaño de letra de 12 puntos, un máximo de 10.500 caracteres y con un tipo de fuente Times New Roman y firmadas con seudónimo.
7- Las obras se enviarán por correo electrónico a relatos@aupazaragoza.com especificando en «Asunto»: “Para CONCURSO de Relatos Cortos Asociación AupaZaragoza.com”. Se adjuntarán dos archivos:-Primer archivo, con el título de la obra. Contendrá la obra y el pseudónimo, sin datos que puedan identificar al autor/a.-El segundo archivo, con el título de la obra más la palabra “plica”: contendrá el título del relato, nombre y apellidos, dirección, correo electrónico, fecha de nacimiento y teléfono de contacto de la persona concursante. Los participantes recibirán un correo electrónico de la organización confirmatorio de haber recibido la obra con valor de acuse de recibo. El plazo de admisión finalizará a las 00:01 horas del día 23-03-2016 siendo válidos todos los emails recibidos en esa fecha en la bandeja de entrada del receptor aunque no se hayan emitido los correos confirmatorios de recepción.
8- Se establece un premio de 100 euros para el relato que resulte ganador por decisión del jurado, una camiseta oficial del primer equipo para el segundo clasificado y un libro de temática futbolística para el tercer clasificado.
9- Todos los relatos participantes podrán ser reproducidos, publicados y/o distribuidos por la Asociación AupaZaragoza.com en la forma que estime adecuada, ya sea mediante publicación impresa, digital o cualquier otro soporte, bien por sí misma o a través de terceros.
10- El/la autor/a conservará todos sus derechos sobre la obra premiada, salvo las citadas publicaciones que lleve a cabo la Asociación AupaZaragoza.com con fines no lucrativos.
11- La participación en el Certamen implica la aceptación de estas bases. Todas las incidencias que surjan no previstas en las mismas serán resueltas por la Asociación AupaZaragoza.com."
CARLOS CORTÉS: UN DIÁLOGO DE ARTE

PRESENTACIÓN DE LA EXPOSICIÓN EN LONDRES: ‘PROSPETO BOOK’S’,
‘EL LIBRO DE PRÓSPERO’ DEL ARTISTA Y EX BAILARÍN CARLOS CORTÉS
-EXPONE EN LA TORRE THE GHERKIN DE NORMAN FOSTER, UNO
DE LOS EDIFICIOS ICÓNICOS DEL NUEVO LONDRES
Las pinturas y esculturas del artista aragonés Carlos Cortés están inspiradas por una de los dramas más complejos y ambiguos que escribió Shakespeare, “La Tempestad”, y contemplan desde las alturas las calles y edificios que se extienden bajo las faldas de esta torre de cristal curvado.
Es uno de los personajes protagonistas de la obra -Prospero- el que da título a esta muestra en la que Cortés insiste en su vocabulario de materiales reciclados.
Maderas y metales, -objetos encontrados que son fragmentos de otras vidas-, crean un entorno para personajes enigmáticos que oscilan entre el dolor y el sentido del humor, la ansiedad y la ironía.
Son figuras que comparten la estilizada distorsión y la intensidad de gamas cromáticas de el Greco, con la profundidad dramática de algunos grabados goyescos.
Una vibrante gama de colores denota sus orígenes mediterráneos, y la combinación de elementos pictóricos y escultórico-arquitectónicos nos remite a referencias al arte religioso, a templos y a formas de espiritualidad reimaginadas: Pequeños altares para el ciudadano urbano contemporáneo...
Hay puertas que se abren y cierran, personajes que se ocultan o se nos revelan. A través del movimiento, y de la interacción con el espectador, sus obras oscilan con frecuencia entre el cuadro figurativo y la escultura abstracta, dejando al descubierto vínculos también a esa trayetoria paralela del aragonés en el campo de las artes escénicas que puede ser rastreada a sus raíces zaragozanas en la escuela de María de Avila -en la que estudió- y el antiguo Ballet de Zaragoza para el que trabajó como fotógrafo y escenógrafo.
Esta es la primera muestra de Carlos Cortés después de su reciente exposición “BLACK BOX”, en el CDAN de Huesca. Un montaje que reunió esta pasado verano más de 100 obras de numerosas colecciones particulares y oficiales, y que abarcaba unos 25 años de su carrera, siendo a la vez una de las escasas oportunidades que sus paisanos han tenido de contemplar la obra de este artista aragonés.
Tras casi dos décadas de creación en el extranjero y de proyección internacional, Carlos Cortés sigue siendo quizás uno de los grandes desconocidos en su propia tierra.
DIÁLOGO CON CARLOS CORTÉS
¿Por qué William Shakespeare y por qué ‘La Tempestad’?
La razón por la que Shakespeare fue la inspiración en este caso tiene que ver quizás con una etapa específica de mi vida y también con mi experiencia en mi reciente exposición en el CDAN, ‘Black Box’. La oportunidad de contemplar en un solo lugar obras que abarcan 25 años de mi carrera me permitió trazar un mapa del viaje realizado hasta ahora, y entender muchas de las razones que han impulsado mi creación. Este proceso de asumir tu papel como creador y también de tomar conciencia de los recursos empleados me llevó directamente a releer ‘La Tempestad’ y a identificarme con la figura de Próspero. Este usa sus poderes mágicos para dominar un mundo -su isla- que es totalmente su creación. De vez en cuando crea tempestades para romper esa barrera que le separa de una realidad que le traicionó, para atraer a la isla a personajes que a pesar de toda su magia son necesarios para hacer que ese mundo auto suficiente de frutos a través del amor. Y esto, aunque parezca muy alambicado, es el diario de un artista maduro reflexionando sobre su propia obra.
¿Significa algo especial para ti el dramaturgo o te ha parecido oportuno rendirle un homenaje en el IV centenario de su nacimiento?
Shakespeare está en todas partes siempre, y más en este país en el que vivo. Yo quizás me siento más cercano a título personal al Quijote o incluso a algunos textos de Calderón de la Barca, pero en este caso la relación entre ‘La Tempestad’ y mi evolución personal se manifestó de una forma muy especial.
¿Qué vínculo estético guarda tu trabajo, sobre todo la escultura, con el Greco?
Supongo que el vínculo viene más de una espiritualidad inherente en mi trabajo que de una semejanza formal. Podemos hablar de realidad cotidiana y del surrealismo como polos opuestos de la percepción. Pero creo que hay otras opciones. La visión del universo como algo gobernado por fuerzas superiores pero intangibles hace que los personajes y los entornos en los que estos habitan sufren un proceso de deformación, de intensificación extrema. Y creo que ahí es donde encuentro la similitud entre el Greco y mi obra. No solo son las formas distorsionadas, o los colores, de una intensidad telúrica...es también reflejo de un intento de trascendencia que al mismo tiempo está intrínsecamente unido a una experiencia totalmente individual, e incluso sensorial, un poco en la línea de los místicos como SantaTeresa o San Juan de La Cruz.
¿Has querido rendir homenaje a distintas artes con este proyecto?
No empiezo un proyecto pensando en ideas como rendir homenaje a distintas artes, pero inevitablemente mi trabajo transcurre en diferentes disciplinas creativas y existen las influencias lógicas que eso conlleva. En el caso de esta exposición si algo ajeno a mi propia forma de trabajar hubo es la necesidad de adaptar la muestra a un entorno arquitectónico muy particular. La forma convexa de las paredes de gran parte del espacio y la proximidad a grandes superficies de cristal desde las que se contemplan unas impresionantes vistas de la ciudad me hizo decantarme por un énfasis en obras pequeñas. Hay muchos cuadros con puertas que se abren y se cierran, esculturas que sobresalen de la pared...es un intento de responder a un entorno muy particular y potente con un contraste marcado, que te hace acercarte a la obra e interactuar con ella.
¿Qué te dan los objetos encontrados, dónde los recoges y qué elementos suelen interesarte?
Los objetos encontrados aparecieron en mis primeros trabajos y se han mantenido como una constante que con los años se ha hecho cada vez más importante. Yo los considero como un mapa de experiencias vividas, o un diario que refleja en la forma que algo se desgasta, se raya o se rompe, las vivencias de personas a las que nunca conoceré. En ocasiones forman parte de mi propia vida, como los fragmentos que guardo de nuestra antigua cocina, u objetos que rescataba de lugares en los que trabajaba construyendo decorados para los espectáculos del West end... Hay elementos con un origen más dramático, como cuando hice estallar un vehículo y luego trabajé sobre las formas escultóricas que los explosivas generaron. Con frecuencia una obra contiene fragmentos de varios muebles, paneles o maderas fruto de diferentes "encuentros". Cada fragmento está unido a un lugar y a un tiempo, y todo eso está en mi memoria. Con frecuencia pienso que de alguna manera toda esa información tendría que integrarse en la obra, pero no me gusta la idea de tener una hoja enorme llena de datos al lado de un cuadro. Es algo que no he conseguido solucionar, y mucha gente que se queda fascinada cuando se los cuento me dicen que les hubiera gustado tener acceso a esa información para entender mejor la obra. Un tema por resolver.
¿Cómo es la vida de un artista español/ aragonés en Londres?
La vida de un aragonés en Londres es lo que es después de tantos años. Empiezas a no saber a donde perteneces, aunque como yo me fuí a Londres con casi 30 años yo creo que el molde ya estaba hecho y hay cosas que ya no van a cambiar. Echo de menos el sol de Aragón, los tapeos por el casco viejo... Alguien ha puesto estos días en Facebook un vídeo de esos de promoción del turismo y aparte del paisaje y la arquitectura, me emocionaba al recordar los ratos con los amigos y la familia probando delicias gastronómicas y caminando al azar por esas calles estrechas y llenas de historia.
¿Te molesta, te incomoda algo?
Me avergüenza por eso la forma en que nuestros políticos y la sociedad en general han dejado corromperse el bonito sueño que fue el inicio de la democracia, y solo espero que seamos capaces de un proceso de regeneración que nos haga volver a levantar la cabeza y a ser una sociedad más sana. Tiene que haber una concienciación de lo que es justo, de la honradez y la eficacia, y de tomar responsabilidades cuando alguien cruza determinadas líneas.
Dices que no eres conocido en Aragón. ¿Cómo valoras tu exposición en el CDAN?
Mi exposición en el CDAN fue una sorpresa muy agradable y una oportunidad fantástica de mostrar mi trabajo en un espacio incomparable. El director Antonio González [que acaba de ser destituido por el nuevo Gobierno] y su equipo se portaron muy bien conmigo y les estoy muy agradecido. Por otra parte yo llevo casi veinte años fuera, he expuesto mi obra pictórica dos veces en Aragón desde que me fui ( la otra vez fue en la Galería Pilar Ginés durante la Expo) todavía no he conseguido una sola crítica en los medios, lo cual te hace sentir que de cara a tus colegas y al panorama artístico de Aragón, instituciones etc... eres casi invisible. Te duele también saber que aparte de menciones puntuales como noticias el día de la inauguración, hay gente que se preocupa de escribir sobre una exposición tuya en Bélgica, o por supuesto en Londres- pero nadie lo hace en la ciudad en la que naciste y creciste. Supongo que eso puede tener que ver también con el hecho de que la primera parte de mi carrera transcurrió en el mundo de la danza, viví fuera de Zaragoza unos años y nunca llegué a integrarme en los círculos artísticos locales antes de dejar la ciudad para venir a Londres. Por otra parte hay que reflexionar y darse cuenta de que al final lo que de verdad cuenta es encontrarse en una situación en la que puedes vivir de tu trabajo creativo y de que hay un público que valora tu trabajo, aunque ese público no sea o siempre el que uno quisiera.
¿Qué supone para ti exponer en ese edificio de Londres, The Gherkin, de Norman Foster?
Exponer en uno de los edificios más conocidos de Londres ha sido una experiencia extraña. Indudablemente hay algo metafórico en el hecho de mostrar tu obra en un espacio arquitectónico de tal calibre, un lugar intrínsecamente asociado al poder económico y al maquinaria financiera de la City. Desde allá arriba es muy fácil sentirse por encima de todo -literalmente- Como creador es un entorno en el que no me encuentro muy a gusto a nivel personal, pero el Arte y la riqueza o el poder han coexistido siempre, y supongo que lo importante es saber que cada uno tiene su sitio y que aunque te pases por allí de vez en cuando, lo tuyo es otra cosa.
¿Cuál sería entonces tu sitio, ese sitio?
Como yo siempre digo, mi inspiración y mis raíces vienen de un pueblecito de Teruel llamado Seno, donde vamos de vacaciones siempre que podemos, y que es donde la magia ocurre. Me impacta más la experiencia del padre de un amigo mío, que tiene ochenta y pico años y todavía se preocupa de lo que ocurrirá con olivos recién plantados -que aún tardarán treinta años en dar frutos-, que los millonarios que verán mis cuadros en ese edificio antes de viajar a las Bahamas o coger su yate. Ese hombre tiene una conexión con la realidad y el paisaje que va más allá de su propia existencia, y eso se parece mucho más a lo que yo siento sobre lo que el arte debería ser. Y todo lo demás, son pamplinas.
PEPE MELERO, HOY, EN LIBRERÍA ALBERTI

PEPE MELERO PRESENTA 'EL TENEDOR DE LIBROS' EN MADRID
Hoy, con Lola Larumbe y Jesús Marchamalo de compañeros de viaje, y con la preencia de su editor Chusé Raul Usón, José Luis Melero Rivas presenta en la librería Alberti de Madrid, a las 19.30, 'El tenedor de libros' (Xordica), el tercero de la serie de sus columnas del suplemento 'Artes & Letras', Fábulas con libro. El libro lleva, de nuevo, una portada de Jorge Gay. Pepe, con su prosa transparente y su profunda curiosidad, habla de multitud de escritores, famosos, raros, olvidados, y dedica varios artículos a poetas como Manuel Pinillos, Ignacio Ciordia (tan conmovedor en su silencio y en su adiós), José Antonio Labordeta, Javier Tomeo (que tuvo con él un detalle muy especial: le mandó un telegrama a Casa Emilio...) o Félix Romeo, a quien le dedica hasta tres artículos. Incluso habla de una criada de Eduardo Marquina que habría conversado con Agustina de Aragón. Pepe, al ir a Madrid con un auténtica embajada de amigos, hará muchas más cosas, claro.
*El retrato de José Luis Melero es de Luis Grañena.
HISTORIA DEL CONGRESO DE PERIODISMO DIGITAL DE HUESCA

EL PERIODISMO DEL SIGLO XXI
SE EXPLORA DESDE HUESCA
-El experto Ramón Salaverría fija en 1997 el inicio en España del periodismo en internet, solo tres años después nacía el Congreso de Periodismo Digital de Huesca, el primer foro dedicado
a estudiar el fenómeno
-En sus XVI ediciones, este encuentro se ha consolidado como una cita de referencia, que ha contado año tras año con los profesionales y estudiosos más destacados y ha tratado las cuestiones más punteras
en el mundo de la información
JOAQUÍN MARCO
Huesca, (29/01/2016).- Pocos días después de que el mundo entero celebrara el comienzo del siglo XXI y el nuevo milenio (es decir; en el año 2000, por más que sepamos que en verdad fue en 2001), se inauguraba una cita profesional cuando menos sorprendente, el Congreso de Periodismo Digital de Huesca.
Desde una pequeña ciudad de provincias se proponía una reunión especializada y de ámbito nacional para estudiar cómo estaban afectando al periodismo, a todo el periodismo, unas novedades tecnológicas que cada vez estaban más presentes en todos los ámbitos, pero que sobre todo no dejaban de evolucionar.
La iniciativa del periodista oscense Fernando García Mongay era pionera y como tal arriesgada; pero contó con el respaldo de las instituciones aragonesas y la Asociación de Periodistas de Aragón. Y enseguida demostró que era también una iniciativa necesaria; en pocos años, el congreso de Huesca se convirtió en un foro de referencia para debatir sobre la situación de una profesión, de un sector empresarial y de un poder social que parecen vivir en perpetua crisis y cambio.
Según su nombre, el Congreso de Huesca analiza la relación del periodismo y las TIC, pero la verdad es que desde su inicio, años antes de que todo en información fuera digital, este encuentro se ha dedicado a analizar todos los aspectos del periodismo, y para ello ha llevado año tras año a Huesca a los profesionales y estudiosos más destacados y las cuestiones más punteras.
Lo lleva haciendo ya 16 años y sigue destacando en esa labor fundamental. En Huesca no se dan respuestas a las muchas dudas que acongojan al periodismo, pero se formulan y discuten las preguntas importantes. En palabras de uno de sus asiduos, “el congreso de Huesca sirve para ordenar las ideas que vas pensando a lo largo del año”.
UN NUEVO MUNDO
Queda para la historia del Congreso que su primer ponente fue Juancho Dumall, subdirector de El Periódico de Cataluña, que habló, anticipándose a tantos participantes, sobre las ventajas y problemas de la tecnología digital. El nombre entonces era Congreso Nacional de Periodismo Digital; la fecha de celebración, enero; y desde luego eran más modestos los recursos y repercusión de la cita, pero no la ambición de explorar el futuro del periodismo, como se muestra en los temas e ideas tratados por los 43 conferenciantes.
Muchos de los datos destacados en esta primera edición impresionan porque son muestra de la velocidad y profundidad de los cambios vividos. Es el caso de Javier Herrera reivindicando una tarifa plana de acceso a internet; de Enrique Coperías entusiasmado porque en 1995 encontrara “casi mil documentos” buscando en Yahoo la palabra “cáncer”; o de José Carlos Arnal señalando que accedía a la red el 10,5% de la población mayor de 14 años (hoy lo hace el 75%). Y sobre todo, del periodista de RNE Próspero Morán asegurando “no todos somos ni vamos a ser periodistas digitales”.
Y sin embargo, el mismo Morán, entre otros, anunciaba también la llegada del ordenador en el teléfono móvil. Refleja este momento de cambio una frase de la clausura: “Una conclusión generalizada en todo el congreso es que hay muchas dudas sobre el futuro del periodismo digital”.
Pero en esta primera edición, ya se debatió el mercado digital y los medios locales, de tecnología, de experiencias pioneras y del papel de las universidades, con Ramón Salaverría defendiendo formar a los periodistas no en un “puro adiestramiento mecánico”, sino para “integrar el empleo de los recursos digitales como una parte connatural a la práctica periodística, sea cual sea su soporte final”.
PREMIO JOSÉ MANUEL PORQUET
En su segundo año, el congreso siguió debatiendo temas que siguen siendo de la máxima vigencia, con mesas redondas con títulos como “Periodismo en la red: entre el trabajo y la esclavitud digital”, “Pagar o no pagar” o “El periodista multimedia”. Son problemas e ideas que siguen debatiéndose, aunque son otros dos aspectos lo más destacable del segundo congreso.
Uno es la apertura a experiencias y ponentes de otros países, y especialmente de medios latinoamericanos, a los que Huesca ha estado especialmente atento; directivos de El Comercio de Lima, Clarín y Lancenet fueron los primeros en presentar sus experiencias. El otro aspecto fue la convocatoria de la I edición del premio de periodismo José Manuel Porquet, al mejor trabajo relacionado con internet y las nuevas tecnologías, y que se entrega dentro del congreso. Hay que destacar que este primer año el ganador fue Ignacio Escolar, luego visitante asiduo, con un artículo dedicado a un tema tan polémico como los derechos de autor e internet: “Por favor, ¡pirateen mis canciones!”.
La entrega del premio a Ignacio Escolar fue pues uno de los actos de la edición de 2002, la tercera, y el propio Escolar, junto con otros periodistas y abogados, participó en una de las mesas redondas más comentadas: “Derechos de autor, ¿de quién es el sudor de mi frente?”. Las conclusiones de este año destacaron “las dudas sobre la eficacia de la actual legislación sobre propiedad intelectual”.
Otras mesas redondas de este año trataron el futuro de la publicidad digital, el periodismo digital en otros soportes y la televisión y radio en internet, dibujando un panorama de los medios digitales que las citadas conclusiones definieron como de “euforia controlada”. Y 2016 ha convertido en curiosidad la presencia de uno de los ponentes del año: Carles Puigdemont, hoy presidente de Cataluña y entonces director de Agencia Catalana de Noticias, explicó el modelo de organización y trabajo de la empresa.
UNA PRONTA MADUREZ
El IV Congreso Nacional de Periodismo Digital llegó puntualmente en enero de 2003, con mesas redondas sobre nuevos aspectos como los gabinetes de prensa, la información rosa o el uso de cámaras ocultas (con ponentes a favor y en contra de su uso). La clausura de esta edición destacaba: “una de las palabras que más se ha empleado en estas dos jornadas, que la característica que mejor define en este momento a los medios digitales es la inmadurez”; y sin embargo, este año la reunión de Huesca dio nuevas muestras de ganar en madurez y solvencia.
Se contó con destacados periodistas españoles y europeos y la presencia en la sesión inaugural del humorista Forges, que allí criticó el “refrito de contenidos” en internet y propuso la creación del premio Blasillo al ingenio en la red, lanzando así el segundo galardón del congreso. Se completaron las conferencias con un taller de fotografía digital. Y se celebró también el I Encuentro de Tecnología y Sistemas en Prensa, en el que participaron más de 50 directivos.
Pero ya tras el III Congreso, la organización había presentado un vídeo con entrevistas a quince participantes en el que varios entrevistados calificaban el encuentro de Huesca como “el único esfuerzo para llevar el debate a la profesión”.
Los talleres, el encuentro de directores, los premios y la presencia de destacados periodistas continuaron desde luego, en la V edición, en la que las sesiones siguieron tratando cuestiones como los modelos de pago, con la participación de Rosental Alves, o la calidad de los contenidos, y, por vez primera, aparecieron en los títulos de las ponencias dos temas, entonces novedosos y hoy cotidianos.
EL POTENCIAL DEL TELÉFONO MÓVIL
La mesa redonda “Weblogs. ¿Es posible el periodismo en la red sin periodistas?” analizó si estas páginas personales podían considerarse periodismo y podían amenazar a los medios tradicionales; era 2004 y hacía escasos meses que había nacido WordPress y que Blogger había sido comprado y lanzado por Google. Por otra parte, la ponencia “Periodismo para el teléfono móvil” constataba las “enormes posibilidades” de este instrumento, en un momento en el que su uso se limitaba a mensajes de texto enviados por los medios. Gumersindo Lafuente, entonces al frente de elmundo.es, señalaba que era un medio “que reaviva las reglas básicas del periodismo” por la brevedad y claridad que exigía.
Llegó 2005 y la sexta edición, que dejó la primera visita de uno de los grandes periodistas actuales, Jon Lee Anderson, que no solo habló de cómo elabora sus reportajes, sino que además el congreso le dedicó un libro que puede descargarse gratuitamente desde su web. Y lanzada a la edición, la organización presentó meses después otra publicación descargable, en la que con el título “P2P, de amigo a amigo”, 25 profesionales contaban en primera persona sus vivencias del VI Congreso, comentando tanto las conferencias como sus cada vez más afamados diálogos de pasillo y noche.
“La revolución de la fotografía digital” o “Dos redacciones, una cabecera compartida” fueron algunas de las sesiones de este año, en el que el congreso recibió un nuevo reconocimiento con la concesión del premio del Club Internacional de la Prensa a su director, Fernando García Mongay, por “su incansable lucha por el desarrollo de las nuevas tecnologías, en el marco del Congreso de Periodismo Digital”.
AÑOS DE PEQUEÑOS CAMBIOS
En 2006, el congreso de Huesca trasladó su fecha de celebración a marzo, donde se mantiene actualmente, y la lista de ponentes de esta VII edición bastaba para justificar este cambio. Pedro J. Ramírez inauguró las sesiones; Andy Young explicó el famoso y exigente proceso de verificación de datos en The New Yorker; Juan Pablo Meneses y Julio Villanueva Chang hablaron de periodismo narrativo en internet; Alex Grijelmo defendió “la aplicación de las reglas básicas del oficio también para la red”…
Quizá puede resaltarse la charla de dos ponentes veteranos, Ramón Salaverría y Rosental Alves, solo por su título: “Diez años de periodismo en internet”, un recordatorio de que la revolución había comenzado solo una década antes y de que a los tres años de su inicio, el congreso ya se esforzaba por estudiar el fenómeno. En esta ponencia, Salaverría presentó los datos del primer censo de cibermedios digitales en España (1.274; un 79% no nativo en la red) y Alves aseguró que “los medios de comunicación tradicionales deberán pasar de ser productos monomedia a convertirse en multimedia para poder sobrevivir a la revolución digital”.
También la edición de 2008 trajo un pequeño cambio y el congreso de Huesca perdió el “nacional” de su nombre oficial para quedarse en el más apropiado “Congreso de Periodismo Digital”, como muestra que se dedicara una de las mesas redondas a explicar el trabajo de los corresponsales en China o que la tertulia “Fotoperiodismo en la era de internet” reuniera a tres profesionales extranjeros; entre ellos Samantha Appleton, actual fotógrafa oficial de Michelle Obama.
De esta edición pueden señalarse varias anécdotas que muestran el cambiante panorama que estudia el congreso. El director de arte de Prisa, Antonio Pasagali, contó que en el diseño de la web comprobaron que los usuarios “no comprendían la palabra multimedia”; Arsenio Escolar presumió de que en 20 minutos contaban las noticias importantes en la web sin reservarlas para el papel; y una de las ponencias se dedicó al último fenómeno en internet, Second Life.
TRASLADO AL NUEVO PALACIO DE CONGRESOS
La IX edición demostró que el congreso de Huesca está abierto a todas las facetas de la comunicación digital y dedicó, primera vez, una de sus sesiones al tema del sexo en la red; bien rodeado de otras conferencias y mesas redondas sobre cuestiones clásicas como la estrategia en internet de las distintas cadenas de televisión o la presentación de nuevos medios.
Esta etapa de pequeños cambios se cerró en 2009, en la X edición, cuando la sede del congreso se trasladó del Centro Cultural Matadero, su lugar desde el primer año, al nuevo palacio de congresos de Huesca, que sin duda ayudó a que, por primera vez, se superaran los 400 asistentes.
La estrella del programa en este año fue el coloquio “Internet, política y periodismo”, entre Leire Pajín y Soraya Sáenz de Santamaría, con Ana Pastor como moderadora, y que fue el primer acto del congreso que se pudo seguir por streaming. Ambas coincidieron en la importancia de las nuevas tecnologías para la participación política con frases como esta de la entonces portavoz parlamentaria popular: “Nos quedaremos cortos si usamos Internet para vender sólo un mensaje político. Tiene que ser algo abierto, para construir con los ciudadanos y generar iniciativas”.
EN CONSTANTE EVOLUCIÓN
En el año 2010, ya con su nombre, fecha y sede actuales, el XI congreso abordó temas como la exploración de nuevas narrativas en internet, las posibilidades de la ilustración y la irrupción de los libros digitales como nuevo soporte para la prensa. Y las conclusiones del año incidieron en que tras la tecnología debe haber profesionales llamando a “hacer un periodismo cercano a la calle” y “gastar suela de zapato”.
Ya en 2011 destacaron dos grandes protagonistas de la información actual: las redes sociales y Twitter, que si habían aparecido en los debates de ediciones anteriores, subieron ahora a los títulos de las ponencias. Una mesa redonda se dedicó a “El papel de las redes sociales en la cobertura periodística” y otra reunió a varios políticos, entre ellos el desaparecido Pedro Zerolo, famosos por su actividad en la red de los 140 caracteres. Además, el congreso abrió sus cuentas en Facebook y Twitter.
Ese año también saltó a las ponencias WikiLeaks, famosa tras la filtración masiva conocida como Cablegate, y en Huesca su impacto se reflejó en dos ponencias distintas; una sobre la relación entre tecnología, transparencia y periodismo y la segunda incidiendo en la falta de confianza de las fuentes en el periodismo tradicional. Como resumió la clausura: “que alguien se fía mas de Julian Assange y sus hackers que de The New York Times es un fracaso de la prensa. Las garantías de protección de las fuentes, que antes eran suficientes, han dejado de serlo debido a las nuevas características y necesidades que genera el mundo digital”.
Una de las líneas de fondo en el XIII Congreso de Periodismo Digital fue cómo los profesionales pueden vivir de su trabajo; una preocupación vieja y repetida, pero que en 2012 asomó repetidas veces en charlas dedicadas al valor de la marca personal, la presentación de distintas iniciativas personales o la ponencia titulada “Periodistas, de asalariados a miniempresarios”. Un buen resumen del panorama presentado lo dio Ander Izaguirre señalando: "Todos tenemos la sensación de que hay que buscar alternativas. Es un proceso de ensayo y error porque nadie sabe cuál es la clave”.
También este año, una de las sesiones se dedicó a presentar las posibilidades del llamado periodismo de datos; es decir, aprovechar las posibilidades de la tecnología para analizar y relacionar grandes volúmenes de datos y “localizar historias que están enterradas en el fárrago de los informes oficiales”.
Si una década antes los ponentes esperaban que la red tuviera capacidad para transmitir vídeo y en 2009 se afrontó como un reto retransmitir el debate entre Pajín y Sáenz de Santamaría, el XIV congreso (2013) ya pudo ser seguido íntegramente on line.
Se multiplicó así la difusión de un programa en el que, junto a debates clásicos, se destacó en especial la importancia de un periodismo comprometido, o, en las palabras del resumen de conclusiones, “la necesidad de apostar por la reflexión y por un periodismo incómodo, que se dirige a los lectores y no solo a los poderes fácticos” y de “redefinir la profesión para elaborar información de calidad, contexto y profundidad”.
HOY Y MAÑANA
Llegando ya 2014, que es casi ayer mismo, se puede concluir tanto que el panorama que analiza el congreso es igual o completamente distinto con respecto a sus inicios. En esta XV edición se repitió uno de los debates del segundo año, si el público debe pagar o no por acceder a la información… pero los casos presentados mostraron cómo ha evolucionado la relación entre medios y lectores.
Se siguió hablando de financiación y de crisis, pero se presentó una decena de nuevos medios (Huesca es escaparate obligado para presentar propuestas innovadoras) que prueban la aseveración, repetida año tras año, de que en medio de las crisis se hace muy buen periodismo.
Y este año dejó también un incuestionable consejo de Manuel Moreno hablando sobre cómo sacar el máximo partido a las redes sociales: “La principal arma para usar las redes es el sentido común”.
La última, ya por poco tiempo, edición tuvo una especial atención al vídeo, sumando a sus ponencias un taller sobre streaming de tanto éxito que hubo que repetirlo. También en 2015 se dedicaron distintas intervenciones a discutir el peso de los poderes políticos y financieros en la agenda informativa, justo cuando el Senado aprobaba la “ley mordaza”, en Huesca se volvió a llamar a hacer periodismo.
Por ejemplo, en la intervención inaugural de Arsenio Escolar, recordando mandamientos como no publicarás las notas de prensa del poderoso ni aceptarás sus regalos, no tolerarás ruedas de prensa sin preguntas, no serás complaciente…
La inminente XVII edición del congreso ya ha anunciado temas como la transparencia en los medios de comunicación o el papel de Facebook como colaborador de los medios de comunicación. Pero además ha presentado una novedad que para casi todos pasará desapercibida, que su impulsor y director durante 16 años, Fernando García Mongay, deja paso a una comisión de la que también forman parte otros veteranos profesionales del periodismo y de las reuniones oscenses; una prueba de que el Congreso de Huesca está ya tan asentado como dispuesto a mantenerse en el futuro.
En vísperas de su mayoría de edad, el espíritu del Congreso de Periodismo Digital de Huesca es el mismo con el que nació, de pensar los problemas y retos del periodismo para ayudar a encontrar soluciones, apostando por un punto de partida que formuló ya Juancho Dumall en la ya lejana inauguración del primer encuentro: “A pesar de los medios técnicos, siempre será necesario el periodista”.
*Reportaje de libre utilización de Maaszoom, la empresa de Santiago Martín, de Joaquín Marco. En la foto, Gabilondo y Nacho Escolar.
ROSENDO TELLO : DEL ENIGMA POÉTICO

Rosendo Tello Aína (Zaragoza, 1931) siempre tuvo claro que “mi poesía, y quizá toda la poesía, nace del misterio”. El 29 de agosto de 2009, el Premio de las Letras Aragonesas de 2005 sufrió un ictus que, entre otras cosas, lo dejó sin habla: la palabra, de viva voz, exuberante y proteica, era para él uno de sus atributos. La forma de exteriorizar su vitalidad, la riqueza de su pensamiento, el torrente de su caudal poético incontenible. Rosendo dejó de tocar el piano, no pudo volver a escribir con la mano derecha, aprendió a hacerlo con la mano izquierda, y ha seguido soñando y redactando poemas. Desde entonces ha publicado dos libros: ‘Regreso a la Fuente’ (Prames, 2011), casi una crónica de la pérdida del lenguaje hablado y de ese nuevo reino del silencio que habita, y ‘Magia en la montaña’ (Prames, 2013), un libro donde seguía ahondando en su mundo lírico, presidido por elementos como el sol y la luna, la música, el paisaje, la amistad, el amor y la sospecha o temor de la nada amable vecindad de la muerte. No hacía mucho había publicado ‘El vigilante y su fábula. Obra poética reunida’ (Prames, 2004).
El editor de esos todos esos libros fue Chusé Aragüés y vuelve a serlo ahora, pero para Gara d’Edizions, en su colección Mareta, con ‘Revelaciones del silencio’, un libro que ya da pistas en su título. El poeta, en plenitud metafórica y lingüística, reflexiona sobre su propia vida, sobre la poesía y su condición de hacedor de imágenes, versos e historias en un libro que extiende sus hilos o sus raíces hasta ‘Ese muro secreto ese silencio’ (1959), el primer poemario del autor. ‘Revelaciones del silencio’ es un libro compendio, en cierto modo: ese espejo, verso a verso, al que enfrenta el escritor y lo encuentra casi todo. La belleza, el silencio, la soledad, la angustia que nace de la mudez, el dolor, pero también el amor y su memoria iluminada de instantes, de presencias, de figuras como su padre y su madre, a quienes dedica sendos poemas, son los temas esenciales del volumen casi un centenar de páginas.
‘Revelaciones del silencio’ está dividido en cinco partes. ‘A modo de exordio poético’ parece saludar a esa “Dama Blanca” que vendrá y también a “el silencio / ese muro secreto de la vida” porque física y alegóricamente “llegaron ya las nieblas del invierno”, primer verso del libro. El silencio es perceptible con todo su poso dramático: “Solo estoy, transparente, como esa sorda música / en que mi ser derrama sombríamente el mundo”, dice Tello en el poema ‘Acuario’.
La biografía del poeta y del hombre se funden a lo largo del corpus central de este poemario: ‘El enigma sagrado de la vida’, donde se percibe la amenaza del fin, el desgarro, la enfermedad, el insomnio pero también el destierro de la luz o la presencia de esa morada ideal para la palabra, el alma y el cuerpo que es la pieza ‘La cabaña’; ‘Evocaciones al borde del abismo’ contiene hermosos recuerdos de la niñez, como ‘Mi casa en el tiempo’, uno de los más conmovedores, un diálogo de reconocimiento con uno mismo ante el espejo y un elogio del temblor de la poesía y de la condición de poeta: “Perdí la voz entera en encontrar tu voz / y al final me dejaste sin voz y sin palabras”. ‘Fabulaciones bajo el sol poniente’ es la parte más fantástica e imaginativa, ese universo mágico de presencias, fantasmas, de creación metafísica y telúrica donde destaca la composición ‘Lo sagrado y lo terrible’, dedicada a su madre. Ahí se lee: “¡Oh privilegio de lo sagrado, mundo fascinante / que empuja los deseos en el claro deslinde / de otro mundo terrible y sobrecogedor! /Oh soledad, te escucho, madre en la noche blanca, / que me trajo a este mundo tan arcano”.
‘El lugar reconocido al fin’ es la parte final, más luminosa, como una celebración en el paraíso, en la infancia, en los territorios de la fantasía. Hay poemas como ‘Lugar mágico’ o ‘El alma de mis antepasados’; hijo de campesinos, también oye y retrata ‘La voz de la tierra’, evoca a su hermano nonato, el que le cedió su nombre. En ‘De pronto el cielo’, al modo cernudiano, dice: “Creo que la naturaleza te colmó como un árbol / con el fuego secreto de su respiración”. El verso bien podría ser literalmente autobiográfico porque Rosendo Tello, el paseante tranquilo de la poesía, está poseído por la naturaleza y su sensualidad más desarbolada y por el fuego de la creación.
*Este artículo se publicaba ayer en la sección de cultura de Heraldo de Aragón. La foto es de José Miguel Marco.
UN LIBRO CADA DÍA: 'OONA Y SALINGER'

UN LIBRO CADA DÍA / 22. OONA Y SALINGER
[Francesc Rovira es el traductor de la nueva novela de Frédéric Beigbeder, ‘Oona y Salinger’, que publica Anagrama, donde se cuenta la relación entre la hija de Eugene O’Neill (no se llevaban bien) y futura esposa de Charles Chaplin y el autor de ‘El guardián entre el centeno’. –El narrador, como se ve en este fragmento se asoma a menudo a la narración como un cronista que reflexiona sobre su propia historia. La novela se lee con fluidez y curiosidad. Copio un fragmenjto]
-Te quiero, Oona. Mi vida entera está arruinada. Amarte es un suicidio. Oona, estoy jodido, hundido. Nadie ha sido jamás tan feliz y tan miserable. Estás infamemente hecha para mí. Habría preferido que me amputaran las dos piernas antes que cruzarme en tu camino.
-Buenoooo. Muy bien…, ya te has dado desahogado…., ahora escúchame con atención. Acepto tu amor…, lo guardo con todo el cariño…, mírame bien a los ojos…, yo no sé querer, pero me apetece dejarme querer por ti, y voy a decirte por qué: porque me escuchas como cautivado cuando no digo más que tonterías.
Oona lo besó con los ojos cerrados, estrechándose contra él, con una exaltación exagerada. Supongo que aquí un novelista profesional describiría el paisaje oceánico que los rodeaba, y el viento, las nubes, los parterres cubiertos de rocío, pero no lo haré por dos motivos. Primero, porque a Oona y a Jerry les importaba un comino el paisaje; segundo, porque no se veía nada, puesto que aún no había llegado el alba.
-Es curioso… Cuando me besas siento el mismo vértigo que en el ascensor que sube al Empire State Building.
-Eso es porque estás borracha, querida (…)
-De ‘Oona y Salinger’. Fréderic Beigbeder. Traducción de Francesc Rovira. Barcelona, 2016. 291 páginas.
ZHANG JINGNA: MUJERES CON FLORES
Zhang Jingna, fotógfrafa china nacida en Pekín, especializada en fotografía de moda. Ha recibido numerosos premios de moda. Asidua colaboradora de ’Elle’. Su página web es www.zhangjingna
PEPE MELERO: UNA VISITA A LA RAE, A LA MARCH Y A LA LIBRERÍA ALBERTI

La Real Academia Española fue fundada en 1713 por el Marqués de Villena. Tras deambular por diversos edificios, la RAE se trasladó a su actual morada, obra de Miguel Aguado de la Sierra realizada entre 1891 y 1894, en 1899. El escritor y bibliófilo José Luis Melero presentó ‘El tenedor de libros’ (Xordica) en la librería Alberti de Madrid el día de San Valero, el pasado viernes. Embajador constante de la cultura y del universo de los libros y ciudadano afable que reparte afectos, se trasladó a la capital con una delegación de amigos de Zaragoza y organizó una visita a la RAE. El lexicógrafo responsable de la biblioteca, Pedro Álvarez de Miranda, que ingresó en la institución en 2011 con el discurso ‘En doscientas sesentas y tres ocasiones como esta’, fue un anfitrión sabio y perfecto: mostró y comentó las dos salas de los directores, entre los más antiguos figuran Mercurio, el hijo del Marqués de Villena, los dramaturgos el Duque de Rivas y Martínez de la Rosa (en un estante, Melero vio un libro del conde de Viñaza, biógrafo de Goya, y recordó que era aragonés), y en la sala “de pastas” están Miguel Asín y Palacios, Pedro Laín Entralgo, en un espléndido retrato de Hernán Cortés), Manuel Alvar y Fernando Lázaro Carreter. Falta aún el de José Manuel Blecua. Son los cinco aragoneses que han ostentado la dirección.
De la sala de juntas, a la que también se llamaba “la bañera”, por el espacio ovalado que hay en el centro, se dice que la carpintería la concibió otro aragonés adoptivo como Juan Eugenio de Hartzenbusch, que fue director de la RAE, ebanista y autor de ‘Los amantes de Teruel’. Allí aún no se usan los ordenadores pero los académicos tienen una completa agenda con los nombres y contactos de todos los académicos latinoamericanos y la programación de todo el año; el sillón del director Darío Villanueva tiene el respaldo más alto y en su puesto hay muchos bolígrafos, lápices y objetos de escritorio.
Pedro Álvarez de Miranda, que participa en el libro homenaje a Dolores Albiac con un artículo sobre la Academia del Buen Gusto de Zaragoza del siglo XVIII, habla de las bibliotecas y legados de la Institución: la general –su responsable, Rosa, muestra obras de los impresores que se instalaron en Zaragoza Pablo Hurus, un viaje a Jerusalén, Jorge Cocci, un ‘Cancionero musical de palacio’ de Juan del Encina y las ‘Décadas de Tito Livio’, y un vocabulario aragonés recopilado por Juan Moneva-, la de Rodríguez Moñino y María Brey, que consta de 17.000 volúmenes y de una formidable colección de dibujos, la de Dámaso Alonso, de 40.000 libros (muchas primeras ediciones de sus compañeros de la Generación del 27, como ‘La destrucción o el amor’ de Vicente Aleixandre, que se lo dedicó “contra su voluntad”) y documentos, un intenso epistolario.
Pedro recuerda el legado reciente que han recibido del zaragozano José Luis Borau: sus volúmenes, carteles, guiones, propios y ajenos, un valioso material de cine que se ha incorporado con vitalidad a la maravillosa morada de las palabras. Hace una semana recibía a Manuel Gutiérrez Aragón, que visita este martes Zaragoza. Se presentó flanqueado por la mallorquina Carme Riera y Aurora Egido, la gran estudiosa aragonesa de Gracián. El escritor y cineasta David Trueba, que se sumó a la expedición, comentaba que él había estado en ese acto y que era emocionante y solemente. Pedro Álvarez de Toledo comprobaba con mucho sentido del humor que Aragón está en todas partes. Hacia las dos, Pepe Melero y sus amigos, fascinados por el espacio, los libros, los percheros de los académicos (el más veterano creo recordar que es Manuel Seco), se despidieron.
Y apenas tres horas más tarde ya estaban en la Fundación March, que dirige Javier Gomá. El periodista y escritor Javier Goñi, al que sigue con mucha devoción y cariño Pedro Álvarez de Miranda en sus reseñas en ‘Babelia’, otro zaragozano que ha escrito de Miguel Labordeta, está de baja y no pudo hacer de anfitrión. Quién sí estaba, con la complicidad del equipo de la Fundación, fue el escritor Jesús Marchamo –que prepara una nueva edición de ‘Tocar los libros’ y una segunda edición de ‘Bibliotecas de escritores’ para Siruela-, dispuesto a mostrar los volúmenes de la biblioteca Julio Cortázar donada por su primera mujer, Aurora Bernárdez, que cuidó al escritor en sus últimos meses, viudo reciente de su compañera Carol Dunlop. La donación asciende a 4.000 volúmenes, pero pudimos ver unos 30 muy seleccionados.
Jesús Marchamalo nos enseñó obras de Mario Vargas Llosa, de Octavio Paz, de Juan Carlos Onetti, de José Lezama Lima (la primera edición, con más de 700 erratas; Cortázar se lo reprocha), de García Márquez o de Alejandra Pizarnik. Cortázar llenaba los libros de notas, de preguntas o interpelaciones, subrayados, críticas, y a veces de dibujos. Los suyos eran libros vividos, devorados, abiertos. Cortázar era un lector apasionado, aunque no siempre llegaba a todo. Borges, por ejemplo, no debió volverle loco como autor, hay escasos libros y con escasos indicios de haber sido leídos.
Avanzadas las siete y media, Pepe Melero conversó, en el sótano de la librería Alberti, con Jesús Marchamalo sobre ‘El tenedor de libros’ (Xordica) y tiró de buen humor, de ironía, rindió homenaje a su mujer Yolanda Polo, que se rio como nunca o como pocos (casi tanto como Pedro Álvarez de Miranda), y usó ese estilo antisolemne que a él le gusta. Fue una fiesta de la palabra, de amor a los libros, a los editores, a los escritores, a la amistad y, por supuesto, a las librerías. La librería Alberti, de Lola Larumbe, es un espacio acogedor, repleto de sorpresas y de maravillas. Da gusto estar allí. Reina el buen gusto, la delicadeza y la defensa de la belleza y el compromiso.
*La foto la he tomado del Facebook de Pepe Melero.