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Se muestran los artículos pertenecientes a Noviembre de 2018.

MARCOS GIRALT TORRENTE: UN DIÁLOGO

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Hoy, en la contraportada de Heraldo de Aragón, publico esta entrevista con Marcos Giralt Torrente (Madrid, 1968), que acaba de publicar ’Mudar de piel’, en Anagrama. Nueve cuentos de trasfondo familiar.

 

https://www.heraldo.es/noticias/aragon/zaragoza/2018/11/02/marcos-giralt-torrente-soy-hijo-unico-creo-que-mirado-vida-desde-balcon-1275263-2261126.html

02/11/2018 08:59 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

UN DIÁLOGO CON IGNACIO PEYRÓ

Otra entrevista de la contraportada, con grabación de vídeo incluida, con Ignacio Peyró, con motivo de la publicación de su libro 'Comimos y bebimos' en Libros del Asteroide.

 

https://www.heraldo.es/noticias/ocio-cultura/2018/10/25/ignacio-peyro-no-gusta-cocina-que-mete-medio-conversacion-1273764-1361024.html

MONA KUHN: FORMAS DE VER EL CUERPO

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Una de mis fotógrafas favoritas: la brasileña Mona Kuhn.

https://www.monakuhn.com/portfolio/works/

02/11/2018 09:31 Antón Castro Enlace permanente. Fotógrafos No hay comentarios. Comentar.

UN POEMA PARA ÁNGEL GUINDA

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RETRATO CON PLACER Y LUTO

 

Antón CASTRO

 

Ángel de la luz y de la tiniebla.

Ángel negro, ahijado de Baudelaire y de Ungaretti.

Ángel exiliado en el centro de la soledad,

te recuerdo hecho verso de amor y desesperación:

pasarían los aviones, en medio de la guerra y la angustia,

y seguirías queriendo, te abrirías en canal

para ofrecer estancias a los desesperados, a los vencidos,

a los esclavos del crimen, de la intemperie y del poema.

Te recuerdo como eras, sí: cristal oscuro contra el cielo

en la voz del juglar Luis Felipe Alegre,

al que le habías dado tus últimos borradores

y aquel verso casi procaz que tanto te divertía:

imprímanse, por favor, en vaginas y no en páginas. Diosas jóvenes.

 

Más tarde, te vi, tenaz y enigmático, en un restaurante de pobres,

el Benjamín, donde te hacías el interesante

o te sentías el centro de la fiesta mucho antes de que empezases

a beber como un leñador soviético o un andariego sin destino.

La embriaguez era el estado ideal para capturar metáforas.

Luego, cuando ya eras el profeta de la noche y de las rebeldías,

volví a verte entre la multitud de los rapsodas sin verso propio.

Te pedían, Ángel, condúcenos, llévanos de la mano,

enciéndenos ese latido turbio de tu corazón,

haznos sentir esparto, dentellada, tormenta en los Monegros.

Y un día, habitado de nuevo por el amor,

viniste a mi casa. Hablaste por los codos. De todo: de Salinas,

de Lorca, de Quasimodo, de Cecco Angiolieri, de la noche entera,

de tu alma líquida y abisal, a punto de hundirse en un pozo.

Recuerdo la escena: aquel nuevo amor, aquel suave amor

(tus amores son, esencialmente, uno: el amor volcánico que exiges

y das hasta el temblor de las ideas, la locura y la sinrazón del deseo)

te cogió, te besó, te abrazó y te sacó a los jardines del Edén.

Recuerdo tus ojos de náufrago. Recuerdo tu voz resquebrajada

de terrores y de llanto sin lágrimas. Te ibas lejos.

Te ibas un poco más allá de casa para recuperar lo mejor

de ti mismo: lo que siempre has sido. Un ángel incierto.

Una criatura de bondad irreductible. Pasión de ortigas.

Un relámpago de luz, de sensibilidad y de emoción rabiosa.

El amanuense que ansía hospitales de reposo para su lírica

o catedrales de humo y de piedras tan antiguas como un jadeo.

 

Eras otro y tú mismo. Eras un profeta de silencio.

Un traductor de escarchas con una lengua de puñales en las sienes.

Eras el pensador brillante que ibas a pescar el sol en la noche.

Eras lo que eres cada vez más: un poeta astral. O espectral.

Un fugitivo de las sombras, el niño asombrado que una y mil veces

vuelve a la casa del padre para hallar el tesoro perdido:

aquel rostro de la madre muerta que te llamaba con su voz

de ultratumba, aquel crepitar de la lumbre donde la poesía

se hacía santuario, refugio, tálamo, espejo, corredor de extravíos,

oleaje decisivo, intimidad del grito inaudible.

 

Ángel Manuel Guinda Casales, no despilfarres el don esencial:

en ti la vida se vuelve lascivia, lucidez, alegría, flor de inmortalidad.

En ti la vida es cierzo, melancolía, violencia del sentir.

No te resistas a ser ángel, o Ángel, esclavo del placer y del luto.

 

 

Garrapinillos, 27-28 de diciembre de 2017.

 

*El retrato de Ángel Guinda es de Enrique Cidoncha...


FERIA DEL LIBRO DE TARAZONA

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Un total de 43 autores, doce casetas de editoriales, librerías de la ciudad e instituciones y una treintena de actividades componen la programación de la V Feria del Libro de Tarazona organizada por el Ayuntamiento y que se celebrará los días 9, 10 y 11 de noviembre en el Recinto Ferial.

 

La concejala de Cultura Waldesca Navarro y los coordinadores de la feria José Luis Corral y Manuel Martínez Forega han presentado hoy los detalles de la programación llena de presentaciones, firmas de libros, mesas redondas, encuentros literarios, actividades y talleres infantiles y cuentacuentos.

 

En esta edición, el periodista y escritor Antonio Pérez Henares más conocido como Chani será el encargado de inaugurar la feria pronunciando el pregón en un acto que tendrá lugar el viernes a las 18.30 horas.

 

Nuestro objetivo con esta feria es acercar las letras y la lectura al público y apoyar al sector y al talento creativo, contribuyendo además a hacer ciudad e intentando que se convierta en un fin de semana lleno de actividad para el sector servicios”, ha apuntado la concejala, que ha agradecido también la colaboración de los libreros de la ciudad.

 

Navarro ha destacado “la apuesta que venimos haciendo un año más por este evento que se ha convertido en un referente cultural con un programa de calidad que incluye la participación de numerosos escritores de primera línea”, entre los que destacan Isabel San Sebastián, José Calvo Poyato, Isabel Abenia, Luis Alberto de Cuenca, Francisco Ferrer Lerín o Javier Lostalé, junto con autores locales y escritores jóvenes, a los que se vuelve a apoyar en esta nueva edición.

 

En este sentido, cabe destacar la presencia de los autores locales Alejandro Puche y Jorge Martínez que presentarán el sábado a las 20.30 horas “Dos poetas en el Moncayo”.

 

La feria vuelve a ser un año más escenario de presentaciones en primicia como “La mañana descalza” de Inés de Ramón e Irene Vallejo, y “León Felipe: de la soledad española al definitivo exilio mejicano: 1884-1938” de Manuel Martínez Forega que tendrán lugar el sábado a las 18.00 y a las 20.00 horas respectivamente.

 

Durante la presentación, Corral ha animado “a los turiasonenses asumir como propia esta feria que tiene que ser de todos y para todos, convirtiéndose en un referente cultural”. 

 

Por su parte, Forega ha incidido en la calidad del programa y ha puesto de manifiesto los temas a tratar en las mesas redondas como la del viernes sobre periodismo y literatura y la del sábado sobre la aportación de los “Novísimos” y de la “Generación del lenguaje” a la poesía de fin de siglo.

 

La feria abrirá el viernes en horario de 18.00 a 21.00 horas, el sábado de 11.00 a 14.00 y de 18.00 a 21.00 horas, y el domingo de 11.00 a 14.00 horas.


*Nota de la organización. En la imagen Manuel Martínez Forega, uno de los organizadores con José Luis Corral.

 

06/11/2018 17:05 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

AMOR DE CINE EN FUENTES DE EBRO

https://www.heraldo.es/noticias/ocio-cultura/2018/11/06/amor-cine-fuentes-ebro-1275917-1361024.html?utm_source=facebook.com&utm_medium=socialshare&utm_campaign=desktop&fbclid=IwAR0fJJKuPi-X3XHfw4yC-YBdcSmIr5O4UXLRDHkb0dFRxLpkekXN7GCX8x4

“Me encanta veros. Me emociona vuestro festival. Me hace amar más, si cabe, el cine. Heidi y Anabel os adoran, cómo no podía ser de otra manera”, le escribía la actriz Itziar Miranda, nacida en Zaragoza en 1978 y criada en Estadilla, a José Antonio Aguilar, director del Festival de Cine de Fuentes. Itziar fue coprotagonista de la emocionante gala de clausura del pasado sábado: explicó cómo es y cómo trabaja Anabel Alonso, y recordó que el 50 % de su trabajo en la serie de televisión ‘Amar es para siempre’ se lo debe a ella, y viceversa tal vez, porque en el cine y en el teatro y en la televisión “el otro es decisivo, y en eso, también en eso, Anabel Alonso es un ejemplo”.

Anabel Alonso aguantó con más felicidad que otra cosa una gala que duró tres ahora. “Ya veo que queréis ser como los Goya”, dijo cuando subió a recibir su galardón: la Dama de Fuentes. La rindieron homenaje el actor y gastrónomo Nacho Rubio, que reivindicó Teruel, la citada Itziar Miranda, que estuvo brillante y emotiva (José Antonio Aguilar susurra: “Es mi estrella, brilla siempre”), el director de la serie ‘Amar es para siempre’ Eduardo Casanova y Heidi Steinhardt, directora de teatro y compañera de la galardonada.

Heidi dijo que no tenía ningún discurso preparado, que no sabía que tenía que hablar, e improvisó una auténtica y sincera declaración de amor. Recordó que llevaban seis años viviendo juntas, dijo que Anabel era una buena compañera en la vida y en el amor, que no paraba nunca de hablar y que “desde las seis de la mañana ya está en marcha”. Anabel sellaría su gratitud de una manera muy especial: cuando la alcaldesa María Pilar Palacín le entregó la estatuilla, los demás premiados reciben una cigüeña, besó apasionadamente su trofeo. El fotógrafo Javier Romeo, cronista visual del Festival de Fuentes desde hace años, dice: “Me gusta esta foto. Eso sí que es agradecer un premio”. Con un besazo de cine.

José Antonio Aguilar, muy a pesar, se convirtió en uno de los inesperados galardonados de la gala. La familia Couso le entregó una placa por su compromiso y la apuesta solidaria del certamen desde hace 15 años. “No soy la persona más adecuada para contestar, pero destacaría de esa noche la pluralidad, la libertad de la gala de clausura. Se normaliza todo y todos se expresan como desean. El amor se construye entre personas, no entre géneros, y el sábado en el cine de Fuentes de Ebro hubo mucho amor, amor del universal. Me emocionan todavía recuerdos como la declaración de Heidi a Anabel, quien me apretó la mano a la vez que se emocionaba, desde la butaca de al lado. Tampoco se extrañó, se quieren mucho, se complementan, son dos grandes mujeres. Me emocionaron las palabras de la directora zaragozana Pilar Gutiérrez hablando del tipo de familia que ha querido elegir y el beso de David Couso, que recibí con orgullo. David desborda amor desde que, además, sabe que va a ser padre. Son muchas cosas vividas”. La existencia se alimenta de certezas y de ilusiones.

La fotógrafa Ana Moreno, que entregó un galardón, amplía el foco y señala: “Hay cercanía, alma y mucho corazón en el Festival de Fuentes de Ebro. Hubo fuerza y unas ganas tremendas de las mujeres creadoras. Natalia Moreno, recogiendo el premio con su hijo, estuvo genial”. Aguilar recoge el testigo de la fotógrafa, y subraya: “Noche de mujeres el sábado, sin preparar, sin pensar, cosas que fluyen por su peso y sin necesidad de radiar a los cuatro vientos. Los premios los ganan quienes mejor trabajan, mujeres y hombres. También me emocionaron mucho los aplausos de los nominados a los ganadores. Y los tambores…, esos emocionan a todo el mundo. Anabel Alonso levitó con ellos y con Fuentes de Ebro”.

Ana Bruned, caracterizadora y maquilladora, recibió el premio al mejor maquillaje. “Fuentes es especial para mí por varios motivos. La trayectoria y la estructura: bien organizado y tiene categoría de maquillaje, que es lo que me atañe. Siempre me han dado igual los premios, pero por primera vez deseaba ganar un premio y recibir este ha sido especial. Y se han alegrado por mí y eso me hace muchísima ilusión”.

Amor de Cine en Fuentes de Ebro

Retrato coral de los premiados, de quienes entregaron los premios y de los presentadores: Jesús Nadador, Sylvia Soláns y David Marqueta. / Javier Romeo.

 

El actor y guionista Luis Rabanaque, integrante de ‘Oregón Televisión’ entregó una cigüeña. “Para mí hubo varios momentos en la gala que fueron significativos. El acierto al contar con el actor Rafa Maza como conductor cómico (’¡Qué pavo!’), el emocionante momento de homenaje a Anabel Alonso (y en pantalla a Álvaro de Luna) o la entrega de una placa de reconocimiento al Festival y a su director José Antonio Aguilar por parte de la familia de José Couso. Me hace muy feliz también acudir a Fuentes porque es un punto de encuentro de amigos”, declara.

Rabanaque, famoso como Roque y otros personajes, añade algo más: “Para mí Fuentes es el éxito de las cosas hechas con cariño y amor. Por eso nos gusta tanto ir cada año, más allá de que recibamos, decidamos o demos premios. Se crea una corriente de felicidad en la que la competencia queda en un discreto segundo plano. Está todo cuidado con mimo, José Antonio nos hace sentir muy especiales a todos y cada uno de los que acudimos. Las galas son siempre emocionantes y este año ha sido tan especial con ese leitmotiv de cómicos españoles, con mi José Luis López Vázquez entre ellos”.

Jesús Bosqued, director de arte de numerosos proyectos y de las películas de Paula Ortiz, va por idéntico camino: “Llevo 3 años yendo (como jurado, para entregar un premio y como público) De las tres maneras me he sentido como en casa. Es una sensación personal de ver que hay mucho trabajo detrás, profesionalidad y, sobre todo, cercanía. Desde que entras en el Festival te sientes como en casa y te sabes que formas parte de algo. La calidad de los cortos es muy buena, el jurado es muy responsable y el público respetuoso. Un referente para todos los que hacen cine en Aragón”. Recibieron galardones, o los entregaron, los directores Ignacio Lasierra, Sergio Duce, Paula Ortiz, Ignacio Estaregui, Pilar Gutiérrez, Natalia Moreno, Verónica Saénz o Germán Roda, autor de ‘Los años del humo’, con guión suyo y de Ramón J. Campo; los actores Jorge Asín, Marisol Aznar o Alfonso Desentre; guionistas como José Manuel Herraiz; escritores como Miguel Mena, José Luis Melero; músicos como Ara Malikian; la vicerrectora Yolanda Polo; representantes políticos como Nacho Escuín, Cristina Palacín y Teresa Azcona. Y los responsables de otros festivales de cine: Zaragoza, La Almunia de Doña Godina, Bujaraloz...

El director, y ayudante de dirección de ’Miau’, Ignacio Lasierra valora así el Festival de Fuentes y su propia condición de ganador de cuatro premios: "Es difícil de explicar pero, en realidad, Fuentes transmite energía. Y los que hacemos cine bebemos de esa energía para impulsarnos hacia cada nueva película. Necesitamos la cercanía de los espectadores y Fuentes nos permite tener esa cercanía con el público. Por otro lado, uno va a Fuentes sabiendo que va a encontrarse con amigos y compañeros de profesión a los que hace tiempo que no ve. Como lugar de encuentro, el festival cumple un papel de lo más importante en nuestra comunidad". Lasierra, zaragocista hasta la médula, tiene un recuerdo para dos mujeres: "De todos los premios recibidos para ’La comulgante’ en esta edición de Fuentes de Ebro, hay uno que me hace especial ilusión. El que reconoce el enorme talento y esfuerzo de las dos productoras ejecutivas que han levantado junto a mí el cortometraje: Inés Laporta y Aurora Pinto. Ambas se han quitado horas de sueño por este cortometraje. Sin su trabajo, nunca hubiera tenido la oportunidad de dirigir un guion que me ha acompañado durante 8 años hasta que hemos conseguido rodarlo. Verlas en el escenario de Fuentes, recibiendo felices la cigüeña a la mejor dirección de producción, después de todo lo que sé que han sufrido por producir este cortometraje, compensa de sobra el último año y medio de trabajo que los tres hemos desarrollado en ’La comulgante’", agregó. Quedó claro, por otra parte, que "el cine romántico por excelencia es el de los cortometrajes".

Por alusiones, y con evidente pudor, José Antonio Aguilar se ‘defiende’: “Insisto. No sé si yo soy la persona más adecuada para responder, pero lo intento. Creo que fuimos los primeros en creer en las personas que querían hacer cine en Aragón y que todas, incluidos técnicos y otros profesionales más inadvertidos, todas son importantes. El respeto, el trato, el cariño, la emoción de emocionar, los abrazos, los besos, esas muestras de desbordar sentimientos creo que lo hemos logrado, eso es fácil para nosotros. Somos humildes, pequeños y buena gente, eso no se puede ocultar”.

En medio de este clima de cariño, respeto y alegría constante, y de reconocimiento a los oficios del cine y al talento aragonés (como dijo el cineasta y profesor Ángel Gonzalvo), alguien criticó que "los políticos no dejen que sea el galardonado quien cierra la gala". Eso sí, Miguel Mena recordó que en Fuentes de Ebro hay una paisaje espectacular, Rodén, ideal para cualquier rodaje, poco utilizado, que evoca la desolación de Belchite, e incluso se permitió sugerir un título: ‘El pensador de Rodén’.

06/11/2018 23:27 Antón Castro Enlace permanente. Artistas No hay comentarios. Comentar.

RODOLFO NOTIVOL RETRATA A PEPE MELERO

Texto de Rodolfo Notivol Gascón en la presentación de "El lector incorregible" en el Aula Magna del Paraninfo de la Universidad de Zaragoza, 12 de noviembre de 2018.

Y este es el texto que leyó Rodolfo Notivol, que, a mi costa, hizo reír a toda el Aula Magna. Gracias, amigo.

 

 

Presentar este libro me ha permitido descubrir a un Pepe Melero distinto, desconocido para mí.

Hace unos días, después de un inocente comentario mío en Facebook en el que hacía referencia a este acto, recibí la siguiente contestación de su parte:

«Te recuerdo que yo hablo el último. Y el que ríe el último…»

Como ustedes comprenderán, tan palmario intento de coacción me dejó desconcertado y me hizo plantearme algunas cosas.

¿Es habitual en Melero extorsionar a los presentadores de sus libros? ¿Es posible que, con su cara de buen chico, de comulgante aplicado, diría yo, Melero nos tenga a todos engañados?

Por supuesto, al principio, me dije que no, que no era posible, que era mi amigo y que le conocía bien.

Pero luego me vino a la cabeza la presentación de otro de sus libros, la de Los libros de la guerra, cuando nuestro querido y añorado J.A. Labordeta soltó aquella frase memorable que bien merecería pasar a los anales de la historia de las presentaciones.

«Si no me hubiera visto obligado a presentarlo —dijo—, yo jamás hubiera leído este libro».

¿Fue solo un arranque de franqueza aragonesa?, me pregunté. ¿O acaso José Antonio había sido ya víctima de las intrigas meleristas y estaba respondiendo a las mismas con su acostumbrada rebeldía?

No supe ni quise contestarme.

Ahíto de preocupación, comencé la lectura de El lector incorregible y a las pocas páginas di con las siguientes líneas:

«En mis lecturas de este verano sobre Joyce —nos dice Melero— me encontré con algunas cosas curiosas. Por ejemplo, con que no le gustaba a Juan Benet, lo que llamó mi atención, pues siempre pensé que los amigos de lo abtruso se sentirían cómodos en la misma cofradía.»

Como pueden imaginar, al acabar de leerlo me temblaban las piernas bajo la mesa ¿Si era capaz de decir semejantes cosas sobre Joyce o Benet, qué no sería capaz de decir sobre este humilde juntaletras?

En fin. Les cuento todo esto para que, si encuentran excesiva la lista de halagos y alabanzas que viene a continuación, sean comprensivos conmigo y tengan en cuenta que estoy sometido a una gran presión.

Empecemos pues:

Pepe Melero es el Woody Allen de las letras aragonesas.

¿Te parece bien así, Pepe?

Y lo es, no solo porque si dices las palabras médico u hospital en su presencia se marea, que también, sino porque, como el director neoyorkino con sus películas, ha logrado que cada dos años sus seguidores esperemos ávidos, ansiosos, hasta con síndrome de abstinencia diría yo, puestos ya a exagerar, una nueva entrega de sus artículos.

¿Y por qué ocurre esto?, se preguntarán.

Pues ocurre porque todos sus libros se parecen, pero todos nos sorprenden.

Porque todos están hechos de pequeños detalles, de esos con los que se hace la buena literatura y con los que se conoce a la buena gente.

Porque cada uno de sus textos es una celebración de la vida que más nos gusta: la ciudadana, la culta, la más libre.

Porque en sus textos la vida pequeña puede siempre con las grandilocuencias.

Porque lo que le gusta de Joyce no es el Ulisses, sino las cartas llenas de cochinadas que escribía a su esposa Nora.

Porque aunque le mire el culo a las hijas de sus amigos es solo en las películas y porque él se debe a su público.

Porque nos enternece que piense que es un buen actor cuando el bueno de verdad es Ismael Grasa.

Porque a este paso antes ganará un Goya que verá al Zaragoza otra vez en primera.

Porque si hubiera un Oscar a la amistad bien entendida él estaría siempre nominado.

Porque, según él, «el valor de los amigos no depende de lo que piensen, sino de cómo y cuánto nos quieran».

Porque cualquiera que leyera sus libros querría ser amigo suyo. Salvo Joyce y Benet, claro.

Porque nos recuerda cómo fantaseaba Félix Romeo con las apasionadas noches zaragozanas de Virginia Woolf y su marido.

Porque sus libros están llenos de celebraciones, de recuperaciones y de homenajes, como los que hace en este libro a José María Matheu, a Fernando Ferreró, a Rosendo Tello, a Juan Antonio Gómez o, sobre todo, a nuestro querido Alfredo Castellón.

Porque, como diría Pich i Pon, algunos de sus textos «nos erizan los pelos del corazón».

Porque es capaz de escribir dos artículos sobre verdugos para el mismo libro y quedarse tan ancho.

Porque es capaz de escribir dos artículos sobre verdugos y aclararnos que todos ellos antes que verdugos fueron delincuentes, lo cual explica muchas cosas.

Porque sabe cómo escribir del Zaragoza actual sin que las lágrimas salpiquen las páginas.

Porque a su Zaragoza en este libro solo le dedica un artículo. Uno menos que a los verdugos. Y eso demuestra que sí, que es un buen zaragocista, pero no el mayor, porque ese soy yo.

Porque, como en aquellos chistes antiguos, es capaz de relacionar a Durruti, a un comisario de policía y a Mi vaca lechera.

Porque le gusta hablar bien de su editor y no comprende que así nunca será en un escritor maldito.

Porque cuenta como nadie lo absurdo y cruel de la guerra.

Porque nos recuerda al tenor Carlos Lizondo y cómo cantaba el Adiós a la vida delante de la tapias del cementerio, frente al pelotón de fusilamiento.

Porque nuestras vidas no hubieran sido las mismas si no nos hubiera descubierto al gran Josep Puyol, el «pedomano», y si no nos hubiera detallado que actuaba con calzones de satén negro, que a veces los cambiaba por un frac, que en su repertorio incluía el pedo del cañonazo y el pedo la modista, y que este último imitaba a la perfección el ruido de la tela al rasgarse y duraba exactamente 10 segundos. Muchas gracias, Pepe. Después de saberlo todos dormiremos más tranquilos.

Porque para él la erudición no es un fin, sino una herramienta que usa para relacionarse con el mundo.

Porque aunque habla de libros y de autores, lo que a él le interesan son la vida y sus misterios.

Porque sus libros demuestran que la literatura y la vida son como el azogue y el espejo, se necesitan la una a la otra.

Porque, cuando escribe, nunca se pone tan estupendo como acabo de hacerlo yo.

Porque en sus libros tienen voz las “sinsombrero” del mundo. Todas esas mujeres a las que, como él dice, algunos quisieron sepultar bajo “pesadas losas de silencio”.

Porque escribe sobre la historia de Zaragoza como si la ciudad hubiera sido su primera novia.

Porque quiere tanto a Zaragoza y a Aragón que le quema la racanería con que, a veces, se comportan con sus hombres más ilustres. ¡Por favor una placa ya en todas las casas zaragozanas de Goya!

Porque le perdono que no haya incluido a Montemolín entre los viejos barrios de Zaragoza.

Porque es compasivo con los humildes e implacable con los petulantes y los pelmazos.

Porque no aguanta a los solemnes.

Porque hay que leer sus textos con gafas de soldador para prevenir las pedradas inesperadas.

Porque utiliza la ironía como un maestro de esgrima, para pegar estocadas. Y es que es muy amigo de Ángel Artal y, claro, todo se pega.

Porque con su trajín de libros antiguos y primeras ediciones nos recuerda que la vida es un continuo que no ha empezado ni acabara en nosotros.

Porque los libros que compra han pasado de mano en mano y como diría Ismael Grasa, respira en ellos «el transcurso de las décadas.»

Porque hay que leer sus libros sin fijarse mucho, con relajación, no vaya a ser cosa que localicemos una errata y le demos un disgusto.

Porque por saber sabe hasta dónde perdió la virginidad Ildefonso Manuel Gil.

Porque algunos amigos quisimos titular el libro El lector empalmado y, afortunamente, él se negó.

Porque, como diría Antón Castro, hay que leer sus textos con un pañuelo cerca para empapar la ternura.

Porque, sí, en el fondo es un tierno y blando y se emociona con la historia de Adelina, aquella lectora casi ciega que le regaló una edición muy especial del Saputo. O con la de Royo Villanova que visitaba la tumba de su mujer cada mañana antes de ir a dar clase.

Porque no le gusta que los limpiabotas le limpien las botas.

Porque aunque le preocupe qué será de su biblioteca cuando él no esté, lo que de verdad le inquieta es el paso del tiempo, como a todos.

Porque aunque le gustaría tener tantos apellidos aragoneses como Moneva, él calza siempre castellanos... y es un hombre abierto, de mundo y cosmopolita.

Porque se codea igual con el Pastor de Andorra y Perico Fernández que con Karen Blixen o Marilyn Monroe.

Porque en sus textos lo mismo aparecen reyes y catedráticos que payasos.

Porque escribe y vive contra la amargura.

Porque nos recuerda, como diría Miguel D´Ors, que la felicidad consiste «en no ser feliz y que no te importe».

Porque cuando escribe sobre sí mismo, en realidad, lo hace sobre todos nosotros.

Porque cree que la risa está infravalorada.

Porque le gusta reírse de sí mismo.

Porque nos gusta que escriba que por un artículo es capaz de jugarse el matrimonio.

Porque todos sabemos que eso no se lo cree ni él harto de moscatel.

Porque le queremos a pesar de lo que hace sufrir en sus escritos a su vicerrectora favorita.

Porque ha hecho de su vicerrectora favorita un personaje gruñón y un tanto tacaño, pero muchos sabemos que sin la de verdad, sin su Yolanda, no sabe ni por dónde salir de un ascensor.

Porque, como buen bibliófilo, aunque a veces leyéndole parezca que está un poco trastornado, no es que lo parezca, sino que lo está, y a él le encanta reconocerlo.

Porque viene de participar en una tertulia llamada «Ojalá se te apolille» y eso demuestra lo que acabo de decir.

Porque Yolanda, Iguácel y Jorge aceptaron vivir con él dentro de una biblioteca y él se lo agradece con una espléndida dedicatoria.

Porque con sus libros ha creado un género propio.

Porque no solo ha creado un género propio con sus libros, sino también con sus presentaciones y esta se parece mucho a una que hizo en este mismo edificio hace un par de años y de la que yo me acuerdo muy bien.

Porque las presentaciones de sus libros dan mucho juego y para mucho rato, pero esta tiene que terminar. Porque si no nuestra vicerrectora favorita nos echará a todos a la calle. Porque espero que todos ustedes salgan corriendo a comprar el libro. Porque Pepe y yo, como buenos masoquistas, tenemos prisa por irnos a ver al Zaragoza y porque, aunque me siguen temblando las piernas y me temo lo peor, siento curiosidad por lo que tenga que decir a continuación.

 

16/11/2018 00:30 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

ALFREDO CASTELLÓN: 'SOLO CON LO PUESTO', AFORISMOS

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Alfredo Castellón Molina (Zaragoza, 1930’-Madrid, 2017) ha sido uno de los grandes personajes de la cultura de Aragón del siglo XX y XXI. Enamorado de la Comunidad y de Zaragoza, la ciudad y sus instituciones fueron rácanas con él porque casi nunca lo suficientemente conocido ni estaba situado en ninguna escudería o bando político. Fue un hombre libre y viajado, amigo de María Zambrano, que cofundó RTVE en 1956, que coesdcribió el guión de ‘San Miguel Bueno, mártir’ con Julio Alejandro de Castro y que dirigió dos largometrajes: ‘Platero y yio’ y ‘Las gallinas de Cervantes’. Se le negó cualquiera consideración municipal o la medalla Santa Isabel de Portugal, a la que fue propuesto en varias ocasiones, pero él jamás acumuló resentimiento ni pena: amaba Zaragoza con locura y no se olvidaba ni de ella o de sus calles, de sus gentes, de sus muchos amigos o de la necesidad de venir cada cierto tiempo desde Madrid: solo o con Rosa Burillo, comía en Casa Emilio, andaba por el Parque Grande, concertaba citas o, sencillamente, recorda. Fue escritor y cineasta, director de teatro y dramaturgo, un hombre memorioso y suave que se sentía atraído, sobre todo en los últimos tiempos, por dos géneros: el cuento y el microcuento, y los aforismos. Ahí están ‘El ruido de la mejoria’ (STI), relatos con un fondo de autobiografía y experiencia, y ‘Mis apólogos’, un libro delicioso y poético, en la línea quizá de Baltasar Gracián.ç

Ahora, de la mano de nuevo de su editor Javier Cinca, aparece con carácter póstumo un breviario fantástico, amable y sabio, con el título ‘Solo con lo puesto’ (STI, Sindicato de Trabajos imaginarios, colección Minimalia), donde Alfredo Castellón está a la altura de los grandes aforistas españoles de los últimos tiempos. El volumen, de bolsillo literalmente, lleva una breve introducción de la profesora de litetatura anglosajona Rosa Burillo. Dice: “Los ‘Aforismos’ seleccionados para la presenta edición mantienen el tono socarrón y kla imaginación que son una constante en su obra narrativa, porque ambos constituyen la entraña del autor, su sensibilidad característica. Pero también conservan la ternura, la poesía. Aunque son textos muy breves escritos en prosa, las palabras destilan esa carga poética que en él son esencia”. El propio Alfredo escribe: “Buena parte de los aforismos son sentencias pretenciosas, que tan solo busca la polifonía”.

¿Qué le preocupa al autor de los relatos ‘Escombros selectos’, su libro anterior? ¿De qué habla y nos habla? De todo. Del amor y del desamor, del paso del tiempo, de la memoria, de la realidad y el deseo, de lo que somos o querríamos ser, de la contradicción, de la búsqueda de certezas, del dolor, de la belleza, de las cosas que se deslíen casi inadvertidas y que dejan poso, huella, imágenes. Y habla de la pura especulación del pensamiento, al que atraviesa de perplejidad o de ironía.

Solo con lo puesto’ es un libro útil, de compañía, de placeres inefables, de erudición tranquila y de intuiciones constantes. Seleccionamos aquí algunos textos:

 

I. MEDITACIONES GENERALES

1. Escribo para saber lo que pienso.

2. La duda es el espejo del alma.

3. Las neuronas nos delatan.

4. La inseguridad conduce al exhibicionismo.

5. Conócete a ti mismo y verás lo que te duele.

 

II. EL ARTE DE LA PARADOJA

1. El azar es la lógica de nuestra existencia.

2. Las palabras desconciertan al ojo.

3. Era tan exquisita que en su tumba nacieron gusanos de seda.

4. Suena a paradoja pero hasta para el caos se necesita un orden.

5. No esperéis nada nuevo, el futuro ya fue.

 

III. EL AMOR

1. Qué bonita puesta de amor tiene el horizonte de esa persona.

2. El veneno es como el amor, mata o cura, depende de la dosis.

3. Sus manos se desunieron y se dejó morir.

4. Me gustaría quedarme en prenda tu recuerdo.

5. Si amas sus defectos, tu amor se acerca a la perfección.

 

IV. AUTORRETRATOS

1. Me miro en ese espejo brumoso y veo mi rostro lleno de misterios que trato de desentrañar.

2. Siento frío en la nuca. ¿Quién abrió mi pasado?

3. Me precipito por un terraplén, caigo por un abismo, y no me despierto. No era un sueño.

4. Me ilusiono, me desilusiono y así tres o cuatro veces al día. ¿Y a esa veleta quién le da viento?

5. Me acerco a la laguna seca, blanca de sal y escribo tu nombre, madre.

 

V. LA POESÍA

1. Se escupía en las palmas de la mano y, después de frotarlas, meditaba. Fantasías campesinas.

2. Me gusta escribir en la arena. Amo la temporalidad.

3. A las tinieblas tan sólo las ilumina el rayo.

4. Me acerco a la orilla del mar para oír el chasquido de las olas que se hacen palabras y las contesto.

5. Las lágrimas de la araña. Esa baba tenebrosa que enreda la palabra.

 

*Alfredo Castellón Molina (1930-2017), retratado por Guillermo Mestre, de 'Heraldo'.

 

23/11/2018 20:17 Antón Castro Enlace permanente. Deportistas No hay comentarios. Comentar.

DIÁLOGO CON SERGIO VILA-SANJUÁN

https://www.letraslibres.com/espana-mexico/revista/entrevista-sergio-vila-sanjuan-los-catalanes-no-deberiamos-vernos-instigados-escoger-entre-dos-tradiciones

Una entrevista con Sergilo Vila-Sanjuán.

27/11/2018 09:22 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

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