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EL VERANO Y SUS PASIONES / 1. PABLO RICO
AVENTURAS DE VERANO /1. PABLO RICO
Pablo J. Rico: “Todo lo que tenía prohibido lo hice en verano”
El comisario e historiador del arte, debutante en la novela, recuerda sus pasiones e incidentes veraniegos
El comisario, ‘curator’ e historiador del arte Pablo J. Rico Lacasa (Zaragoza, 1955) regresó a Zaragoza tras haber vivido en Mallorca, México y en diversos lugares del mundo. El destino le reservaba una gran sorpresa: una historia de amor con Teresa, con quien se ha casado, su primera novela, ‘Pau, el hombre que mira lejos’ (Los libros del gato negro) y un feliz reencuentro con el pintor y escultor Santiago Arranz, de quien firma el catálogo de su muestra en el Museo de Huesca: ‘Santiago Arranz. El artista en su laberinto’.
1. ¿Cómo será su verano tras la pandemia? ¿Tiene muchos viajes aplazados?
Tranquilo y todavía alerta. El bicho sigue mutando y hay muchos descerebrados moviéndose sin precaución. No tengo ningún viaje aplazado. Lo que no pudo ser ya no será…
2. ¿Qué significa el verano para usted?
Nada en especial. Mi vida personal y profesional no se ha articulado en estaciones desde hace décadas. En mis nueve años en México lo odiaba. Allí es época de lluvias, todos los días durante dos o tres horas, tormentas torrenciales, rayos a cien metros, etc. Y siempre alerta por los huracanes…
3. ¿Dónde veranea? ¿Es de playa, de montaña, de ciudad o de pueblo?
He sido de mar, más que de playa. Pero como viví 25 años en una isla, era algo corriente. Ahora prefiero la montaña y el campo. Este año iremos una semana a San Sebastián y otra al Pirineo.
4. ¿Qué le dicen las piscinas?
Nada en particular. No es que no me gusten; para mí son como una pista de hielo y yo no patino.
5. ¿Cuál ha sido el viaje de verano de su vida?
Tres semanas inolvidables en Japón en agosto de 2009 después de inaugurar la exposición antológica de Hidetoshi Nagasawa, mi amigo y maestro desgraciadamente fallecido.
6. El verano está asociado a la infancia y a la adolescencia. ¿Hay algo especial para recordar?
Veraneábamos un mes en Alicante y otro en Bronchales, Teruel. Eran tiempos de sensaciones de libertad y experiencias lejos de las miradas de mis padres. Todo lo que tenía prohibido lo hice en verano.
7. ¿Cuál es su mejor recuerdo de vacaciones?
Mis primeros viajes a Ibiza a mediados de los setenta. Fui un hippie de verano durante años…
8. ¿Qué tipo de lecturas, u otras actividades, realiza estos días?
Aprovecho para escribir seis horas al día. Y voy leyendo a sorbos cortos lecturas pendientes como la biografía de Susan Sontag y la de Hernán Cortés de Esteban Mira.
9. ¿Qué película está asociada a un verano inolvidable?
‘El último tango de París’ en un viaje “clandestino” a Biarritz en 1974. De regreso, vine cargado de libros “rojos” y un par de experiencias erotico-izquierdistas.
10. ¿El disco o la canción o las canciones de verano?
En años juveniles, la música de Pink Floyd, era con la que mejor nos emporrábamos…
11. ¿Cuál ha sido el gran personaje de esta época del año?
Marina Abramovic. Nos conocimos un verano. Inauguré mi primera exposición con ella otro. Ganó el León de Oro de la Bienal de Venecia al siguiente. E hicimos su gran antológica en cuatro exposiciones simultáneas en Valencia y Alicante el verano de 1998.
12. Acaba de ganar el premio Princesa de Asturias de las Artes. ¿Internet y los móviles han hecho mejores las vacaciones? ¿Las han cambiado de alguna manera?
Asocio la noción de vacaciones a la ausencia de Internet y apenas utilizo el móvil salvo para mirar el tiempo que hará mañana.
13. ¿Cuáles serían los conciertos de su vida?
No soy de conciertos. Cada día me siento más misántropo… Prefiero los tratos en corto y la mirada larga.
14. ¿Cuál es la más extraña o sorprendente anécdota veraniega vinculada a su profesión?
Un doble viaje en noviembre de 1994. Viajaba con dos maletas, una con ropa de invierno y otra de verano. Llegué a Beijing nevando y la maleta de invierno estuvo perdida cuatro días. Debía regresar a Sao Paulo vía Frankfurt y entonces me perdieron la de verano. Imagine qué hacer con ropa de lana y abrigo de piel en el verano tropical brasileño. Menos mal que fue fácil y barato comprar bermudas, camisetas y sandalias… Cosas del arte.
15. ¿Cuál es la más bella o inverosímil aventura de sus veranos?
La más bella: cuando me casé hace dos años, en Venecia y Roma. La inverosímil: en Essaouira, Marruecos, saliendo todos los días a montar en camello, que, por cierto, se llamaba Zidane.
BLANCA BK. EL VERANO Y SUS PASIONES /2
Blanca BK (Zaragoza, 1974) es ilustradora y ha publicado más de una cincuentena de albumes y libros ilustrados para chicos de distintas edades. Entre otros, aún están frescos ‘Mia’ (Los libros del gato negro, 2020), con Silvia G. Guirado, el relato de una bailarina rebosante de sueños y ansiedad, y ‘Mas problemas, más cuentos’ (San Pablo, 2020), con texto de Nuria Ubago. En este entrevista, con ingenio y sinceridad desvela algunos hábitos y secretos, incluso de amor.
1. ¿Cómo será su verano tras la pandemia? ¿Tiene muchos viajes aplazados?
Este año tengo muchas ganas de salir, de viajar, de volver a la carretera con la moto y volver a perderme por cualquier pueblecito pequeño y recóndito de la península. Siguen quedando aplazados algunos viajes, porque de momento no nos atrevemos a salir al extranjero. Es el turno de disfrutar de las carreteras españolas.
2. ¿Qué significa el verano para usted?
Exceso de calor, granizados, lecturas veraniegas, siestas, pelota hinchable azul Nivea y crema con olor a coco para la playa.
3. ¿Dónde veranea? ¿Es de playa, de montaña, de ciudad o de pueblo?
Durante gran parte de mi infancia pasé los veranos en la playa. Desde hace unos años me decanto más por la montaña y el pueblo. Me gusta mucho viajar a la parte del Pirineo, bien sea aragonés, navarro o catalán, y si es en algún pueblo pequeño tranquilo mejor que mejor.
4. ¿Qué le dicen las piscinas?
No me gustan, así que ni siquiera las oigo (risas).
5. ¿Cuál ha sido el viaje de verano de su vida?
Fue hace unos años. Fue un viaje muy especial que duró diez días, en Paris. Fue con toda la familia al completo, padres, abuelos, nietos y hermanos, en total eramos 13 personas. Fue uno de esos viajes que no se olvidarán nunca por las emociones vividas y la sensación de grupo, de que no falta nadie. Fueron momentos muy especiales y ¡hasta logramos salir todos una vez en la misma foto!
6. El verano está asociado a la infancia y a la adolescencia. ¿Hay algo especial para recordar?
Recuerdo con mucho cariño varios veranos consecutivos de mi niñez, cuando mi familia y yo nos íbamos a pasar los dos meses y medio de verano a un pueblecito gallego llamado Hio, en la zona de Cangas de Morrazo, en Pontevedra. Mi memoria guarda esa época con mucho cariño pues fue mi primer recuerdo playero. Con 7 u 8 años descubrí las frías aguas del Atlántico, la raya marcada del bañador y el disfrute de correr con mis hermanos a lo largo y ancho de unas playas kilométricas vacías. También recuerdo las horas interminables de viaje hasta que llegábamos al destino gallego: íbamos metidos en el Renault 18 de mi padre sin aire acondicionado, y las veces que tenía que parar mi padre porque alguno de nosotros nos mareábamos. Era digno de foto.
7. ¿Cuál es su mejor recuerdo de vacaciones?
Años más tarde de los veranos en la playa de la costa gallega, mi familia fue buscando apartamentos en la zona de los Pirineos. Estuvimos en varios pueblos como Villanúa, Búbal y desde entonces y hasta ahora en Biescas. Recuerdo con especial cariño los primeros años de adolescente en las veraniegas noches del Pirineo, volver de madrugada a casa con la pandilla, mi primer ’percing’ en la oreja, y mi primer beso.
8 ¿Qué tipo de lecturas, u otras actividades, realiza estos días?
Aprovecho para retomar lecturas atrasadas: cómics, álbum ilustrados y novelas. La lista es extensa, pero merece la pena comenzarla en el período estival. Disfruto como una niña pequeña.
9. ¿Qué película está asociada a un verano inolvidable?
En aquellos veranos de adolescencia apenas veía televisión o cine, estaba todo el día en la calle, así que no puedo nombrarte una en concreto.
10. ¿El disco o la canción o las canciones de verano?
’Dolce Vita’ de Ryan Paris. Recuerdo a mis hermanos mayores escuchando música extranjera a todas horas. Oigo esta canción y me traslado al verano y a la playa gallega automáticamente. Y la banda sonora de ’Dirty Dancing’ que me recuerda esos veranos de largas noches adolescentes.
11. ¿Cuál ha sido el gran personaje de esta época del año?
No sé decirte en concreto uno. En Biescas coincidí en esos momentos en los que iba toda la plantilla del Real Zaragoza a veranear. Recuerdo cuando nos cruzábamos por las calles del pueblo con gente como Víctor Fernández. Era sorprendente y divertido a la vez.
12. ¿Internet y los móviles han hecho mejor mejores las vacaciones? ¿Las han cambiado de alguna manera?
Creo que tienen una cosa muy buena y es que puedes realizar video llamadas, estar conectado con los tuyos y compartir esos momentos con quien no puede estar a tu lado en ese momento. Si tienes un buen móvil llevas encima la cámara de fotos y es otra gran ventaja. La pena es que cada vez se positiva menos en papel, y después todas las fotos se quedan en la memoria tecnológica.
13. ¿Cuáles serían los conciertos de su vida?
Hace muchos muchos años, el último que dieron Dire Straits en la Romareda. Era su gira de despedida y Zaragoza era la última ciudad donde tocaron. Fue apoteósico. Sin embargo, me quedé con las ganas de haber ido a ver a Mark Knopfler tocar en solitario hace unos años al Pantano de Lanuza en el Festival Pirineos Sur. Las circunstancias no me dejaron y llevo esa espinita clavada desde entonces.

14. ¿Cuál es la más extraña o sorprendente anécdota veraniega vinculada a su profesión?
Fue durante unas vacaciones en Elizondo. No llegaba a los plazos de entrega y me tuve que llevar el Ipad a todas las excursiones que hacíamos en coche. Aprovechaba a ponerme a dibujar en mi asiento mientras mi familia se ponía a cantar y a disfrutar de los preciosos paisajes.
15. ¿Cuál es la más bella o inverosímil aventura de sus veranos?
No diré dónde fue, pero el chico con el que salía aquel verano adolescente sacó el caballo de un amigo suyo de su establo en plena noche y me llevó montada con él; cabalgamos durante varias horas hasta la madrugada. Fue precioso.
Mañana. El actor y cantante Jorge Usón.
EL VERANO Y SUS PASIONES / 4. ANA ALCOLEA
Ana Alcolea (Zaragoza, 1962) es profesora, especialista en el teatro de Antonio Gala y escritora. Debutó con ‘El medallón perdido’ en 2005 y desde entonces no ha parado, con un ritmo en ocasiones de dos y hasta tres libros al año. Uno de sus libros más redondos, pensado para un público juvenil, es ‘La noche más oscura’ (Anaya). Es autora de novelas para adultos como ‘Postales coloreadas’ (Contraseña) y ‘El brindis de Margarita’ (Harper Collins). En 2020 recibió el Premio de las Letras Aragonesas de 2019 y acaba de publicar un cuento ilustrado sobre Manuela Sancho, ilustrado por Coco Escribano. Coordina el proyecto ‘Los abrazos perdidos’ del Gobierno de Aragón.
1. ¿Cómo será su verano tras la pandemia? ¿Tiene muchos viajes aplazados?
Todavía no lo sé. La pandemia nos ha enseñado, entre otras cosas, que no se puede programar nada con demasiada antelación. Lo primero va a ser visitar el día 10 de julio el pueblo de Plenas, donde la ilustradores Coco Escribano y yo vamos a presentar el libro que ha editado la Comarca de Belchite sobre Manuela Sancho, que nació en la localidad. También quiero ir a Monzón, donde me honraron con un monolito en su Paseo de Las Letras, que todavía no he podido ver. AsÍ que espero que sea un verano muy aragonés, después de tanto tiempo sin pisar mi tierra.
2. ¿Qué significa el verano para usted?
Cambio. Mar. Montaña. Reencuentros. Encuentros con personas que cambian tu vida sin que lleguen a sospecharlo siquiera.
3. ¿Dónde veranea? ¿Es de playa, de montaña, de ciudad o de pueblo?
No tengo un sitio concreto para veranear. Habitualmente voy a Noruega, donde tenemos una cabaña en las montañas, pero solemos combinar ese lugar con algún viaje a otro país. El mundo es muy grande, somos curiosos y nos gusta conocer, observar y vivir otros espacios. Soy más de ciudad que de pueblo. Pero como contraste, me gustan los lugares aislados que me hacen sentir la naturaleza en estado puro.
4. ¿Qué le dicen las piscinas?
Hace años que no voy a piscinas, solo las de algún hotel si el agua está calentita... De niña era diferente: era socia del Stadium Venecia, y era un lugar para socializarse, para hacer deporte y para conocer chicos. Pero ahora no me gustan especialmente. No me gustan los veranos con demasiado ruido, y en las piscinas hay mucho ruido.
5. ¿Cuál ha sido el viaje de verano de su vida?
Me resulta difícil elegir porque he hecho viajes muy interesantes y diferentes. Pero quizás el último gran viaje que hicimos con mi padre: fue a China y caminamos juntos por la muralla, que era una ilusión que tenía él desde pequeño. Fue precioso poder hacerlo juntos.
6. El verano está asociado a la infancia y a la adolescencia. ¿Hay algo especial para recordar?
Algún que otro enamoramiento en aquellos veranos de adolescencia, desde luego: del camarero del hotel, que por supuesto se fijaba en las chicas más mayores y más guapas; del vecino de mi tía en el pueblo, alguna que otra verbena. Pero sobre todo, la primera vez que estuve en un país diferente, en el que había cosas que aquí no había, se hablaba otra lengua, se comía diferente, y había muchas flores, ardillas y muchos bosques de avellanas. De repente, todo era distinto y me di cuenta de que el mundo era muy grande y diverso. Era yo muy pequeña, pero lo entendí enseguida.
7. ¿Cuál es su mejor recuerdo de vacaciones?
También hay muchos. Hubo años en los que mi marido y yo cruzábamos Europa desde Noruega a España o viceversa en coche. Leíamos los mapas y elegíamos lugares por sus nombres. Nunca trazábamos rutas previas. Afortunadamente no había GPS, y gracias a eso conocimos lugares bellísimos cargados de historia y de arte: Karsbad, Bled, Monpazier... Nos sentíamos libres. No teníamos prisa en llegar a destino. El viaje era lo más importante.
8 ¿Qué tipo de lecturas, u otras actividades, realiza estos días?
Leo los últimos libros de Carmen Santos, ‘Flor de Arrabal’, y de Joaquín Berges, ‘Peregrinas’, así como el último poemario de José Ramón Ayllón Guerrero, Premio Blas de Otero de 2020 y ‘Mi familia y otros animales’, de Gerald Durrell, que aún no lo había leído.
9. Impresionante la serie ‘Los Durrell’. ¿Qué película está asociada a un verano inolvidable?
¡Creo que en los veranos inolvidables no veíamos películas! Acaso, tengo un recuerdo especial de ‘La túnica sagrada’, que la ponían en un cine en Barcelona y entramos mis padres y yo a verla para hacer tiempo antes de subirnos al barco que nos llevaba de vacaciones a Italia. Habíamos llegado a mediodía a la estación de Francia de Barcelona y hasta las siete o las ocho de la tarde no se podía embarcar, así que vimos aquella película de romanos en la que me enamoré de Richard Burton sin remedio.
10. ¿El disco o la canción o las canciones de verano?
Claramente ‘Marguerita’ de Richard Cocciante es mi canción de verano. Del verano del 85 en Nervi, Liguria. La cantaba con un amigo que tocaba una guitarra de doce cuerdas y que conseguía que yo la pudiera cantar en mi tono. Aquel fue un verano muy especial, y siempre que vuelvo a esa región, me gusta pasear por aquel paseo marítimo en el que tantas veces canté aquella canción.
11. ¿Cuál ha sido el gran personaje de esta época del año?
Dos mujeres muy importantes en mi vida: mi tía abuela Pilar, que vivía en Biota, y con la que pasé algún verano de infancia y de adolescencia. Una mujer libre y poco convencional, que era muy querida en el pueblo. Cuando se ponía malita, sus vecinas, maravillosas, le pasaban comida y la cuidaban porque sus sobrinas estábamos todas lejos. Mi madrina Anna, con la que pasé veranos maravillosos en Italia, y que me hizo descubrir que el mundo era grande y hermoso: ella fue mi "Grand Tour" particular.
12. ¿Internet y los móviles han hecho mejor mejores las vacaciones? ¿Las han cambiado de alguna manera?
No sé si mejores, pero sí diferentes. Antes mi marido y yo nos íbamos a nuestras cabaña aislada en las montañas y no podíamos llamar a nadie y recibir mensajes, ni nada de eso. Estábamos en la naturaleza, y éramos una parte de ella. Ahora eso ya no es posible. A cualquier hora entra un mensaje, que puede ser interesante o cargante. A través del móvil me siento a veces invadida por el mundo que quiero dejar cuando estoy de vacaciones.
13. ¿Cuáles serían los conciertos de su vida?
No soy de conciertos multitudinarios. No lo he sido jamás. A mí los conciertos me gustan en un teatro, en un auditorio, o en un espacio amable. Recuerdo dos grandes conciertos en sendas plazas de toros: el de Franco Battiato en Huesca creo que fue en el 86. Y en el 83, el de MIkis Theodorakis en Zaragoza, interpretando con su orquesta el ‘Canto General’, de Pablo Neruda, que fue algo muy extraordinario.
14. ¿Cuál es la más extraña o sorprendente anécdota veraniega vinculada a su profesión?
Pues no sé si extraña o sorprendente, pero siempre que viajo lo hago con un cuaderno donde voy tomando notas de lo que veo, siento, pienso ante los espacios. Y muchas de esas notas se han convertido después en novelas. Por ejemplo, un visita a un faro en medio del mar en Noruega, con mi cuaderno y mi observación, culminó en la escritura de ‘La noche más oscura’, o un tapiz que compré a una señora en Guatemala me inspiró para escribir ‘El secreto del colibrí dorado’, porque yo a los espacios y a los objetos les pregunto cosas. Y los lugares y los objetos son tan generosos que me cuentan novelas...
15. ¿Cuál es la más bella o inverosímil aventura de sus veranos?
Estar remando en el lago de Bled, en Eslovenia, hacia una pequeña isla en la que hay un viejo monasterio, y que de pronto todo oscurezca porque hay un eclipse de sol, y como no veíamos las noticias, no nos habíamos enterado. Fue sobrecogedor.
EL VERANO Y SUS PASIONES / 5. SANTIAGO ARRANZ. ARTISTA
EL VERANO Y SUS PASIONES / 5. SANTIAGO ARRANZ
Santiago Arranz: “En verano es como si no
necesitara ni ficción ni dramas en mi vida”
El artista expone hasta la primavera de 2022 en el Museo de Huesca una amplia selección de su obra

Santiago Arranz (Sabiñánigo, Huesca, 1959) acaba de inaugurar en el Museo de Huesca una de sus exposiciones más ambiciosas y completas: 'Santiago Arranz. El artista en su laberinto', comisariada por su amigo y estudioso de su obra desde hace años, el historiador y crítico de arte Pablo J. Rico. Se trata de un recorrido por toda su obra, sus series, sus técnicas: la pintura, la escultura, el grabado, el dibujo o la instalación. Prepara diferentes proyectos, entre otros, una gran exposición sobre Federico García Lorca y su mundo, y trabaja sobre el gran escritor Robert Walser.
1. ¿Cómo será su verano tras la pandemia? ¿Tiene muchos viajes aplazados?
Si es normal, ya será bueno de por sí. En cuanto a viajar, uff, ¡qué pereza...!
2. ¿Qué significa el verano para usted?
Igual que para la naturaleza, una culminación: buen tiempo, luz, días largos y despreocupados, piscina, lo serio se vuelve informal... Todo esto y ver a los demás hacer lo mismo, me sube el ánimo. Estoy invadido por una cierta sensación de disfrutar de la vida que no tengo el resto del año, aunque no me mueva de casa.
3. ¿Dónde veranea? ¿Es de playa, de montaña, de ciudad o de pueblo?
Si lo puedo evitar, prefiero pasarlo siempre en Castejón de Sos, donde está mi taller y mi rutina. Hacer casi todos los días lo mismo es lo que más equilibrio me da, porque es una rutina de vida, productiva y, además, no me gusta nada nada viajar en verano.
4. ¿Qué le dicen las piscinas?
Las identifico con el verano. Si no hay piscina no hay verano. Soy un signo de fuego y necesito refrescarme, "ponerme cubitos". Voy a nadar y nunca a tomar el sol. En bañador, sin identidad y sin roles, uno se relaja mucho, y sumergidos en el agua nos reconciliamos con la vida antes de la vida. Es una sensación muy placentera,... ¡de placenta!

5. ¿Cuál ha sido el viaje de verano de su vida?
Siempre han sido viajes en moto: con mi amigo Nacho Castán salimos de Sabiñánigo hasta Odense, en Dinamarca, en 1981, y otro más reciente, el que hice con mi hijo cuando tenía 16 años, desde Castejón a Venecia para visitar la Bienal. Dos auténticos diarios de motocicleta.
6. El verano está asociado a la infancia y a la adolescencia. ¿Hay algo especial para recordar?
A la infancia, a la adolescencia y a la inconsciencia, también. Fue otro viaje, éste en bicicleta, yo era ciclista, ¡campeón de Huesca!, y fui desde Sabiñánigo a Caspe atravesando el Monrepós de entonces y los Monegros de siempre, en pleno agosto, a visitar a unos parientes. Dormía en una alcoba con las gallinas cacareando encima y leía artículos antes de acostarme de ‘Reader'st Digest’. Pasé una temporada larga, y aún me dio tiempo, entre otras muchas cosas, de ponerme a trabajar en la construcción de la vía del tren Zaragoza - Barcelona. ¡Otra locura!
7. ¿Cuál es su mejor recuerdo de vacaciones?
Al final de un verano y de una mala racha económica, yo no sabía cómo encarar la temporada, y a finales de agosto se presentaron unos coleccionistas en mi taller y me compraron de golpe 4 cuadros. ¡Podía seguir siendo artista un año más!
8. ¿Qué tipo de lecturas u otras actividades realiza estos días?
Este verano leo los ‘Microgramas’ de Robert Walser, para un próximo proyecto artístico, vinculado a este autor suizo que tanto me enamora. También pinto, nado y corto la hierba del campo donde está mi taller, entretanto organizo el depósito de obra y monto mi segunda exposición de verano en mi estudio de las Maigüalas, una finca cercana a Castejón de Sos. El programa para este verano, como hice el anterior, estará abierto al público con cita previa, y mostraré series de dibujos que han quedado fuera de mi gran exposición antológica de 40 años en el Museo de Huesca, todo un homenaje a mi trayectoria que me ha dedicado el Gobierno de Aragón. También organizaremos en el Centro Cultural de Castejón de Sos una conferencia de Pablo J. Rico, comisario de mi exposición antológica que hablará sobre el laberinto que ha ideado para narrar mi obra en su brillante montaje. En otro momento de su estancia también presentará su primera novela que acaba de editar, ‘Pau, el hombre que mira lejos’, dentro del marco Cultura de jardín, que queremos desarrollar en mi estudio.

9. ¿Qué película está asociada a un verano inolvidable?
En verano es como si no necesitara ni ficción, ni dramas en mi vida, que diría Alaska...
10. ¿El disco o la canción o las canciones de verano?
En verano siempre estoy en la mina, trabajando y preparando las exposiciones de cada temporada. No hay canción de verano. Sólo recuerdo el ‘repeat’ de mi tocadiscos mientras pintaba cuadros en Sabiñánigo, escuchando una y otra vez a Bowie, Dylan, Génesis, Lou Reed, J. J. Cale, Robert Wyatt, Pink Floyd, Nina Simone.... Ahora ya ni escucho música ni fumo cigarrillos.
11. ¿Cuál ha sido el gran personaje de esta época del año?
Pues me veo a mí mismo persiguiendo más sueños que nunca, sin distracciones.
12. ¿Internet y los móviles han hecho mejores las vacaciones? ¿Las han cambiado de alguna manera?
Por desgracia la bulimia informativa que padecemos ha terminado con esa tranquilidad que era lo habitual en estas fechas. De alguna manera esta enfermedad de la 'hiperconexión' ha igualado todo el año.

13. ¿Cuáles serían los conciertos de su vida?
No me gustan las multitudes y sólo recuerdo haber asistido una vez a un concierto de Bob Dylan en Zaragoza, porque me animó mucho un amigo que sabía lo importante que había sido para mí este músico.
14. ¿Cuál es la más extraña o sorprendente anécdota veraniega vinculada a su profesión?
El director de una gran galería de Paris, Jeanne Bucher, había visitado mi taller en Fontainebleau y quedamos que pasaría a recoger los cuadros que yo había pintado antes del verano. Trinidad, mi mujer, y yo vinimos a veranear a España. Llamaron por teléfono a la guardiana del inmueble que era una portuguesa y les dijo que los cuadros no se los daba si yo no estaba allí. Por entonces no había móviles, y ni siquiera habíamos dado el teléfono de nuestras familias, pues nosotros no teníamos casa en España. Así que regresaron a París sin los cuadros, y ya nunca pudimos arreglar aquella embarazosa situación, que seguramente hubiera cambiado el rumbo de mi vida profesional, aunque ahora sé bien que no acabó conmigo. Al contrario; fue una gran lección de vida.
15. ¿Cuál es la más bella o inverosímil aventura de sus veranos?
Muy simple: disfrutar de mis paseos, mi trabajo, mis lecturas y recibir las visitas de nuestros amigos cómplices y puntuales a la cita cada verano en Castejón de Sos.
INVITADO DE MAÑANA: ANA PALACIOS. FOTÓGRAFA.
EL ARTE Y SUS PASIONES / 6. ANA PALACIOS
EL ARTE Y SUS PASIONES / 6. ANA PALACIOS
Ana Palacios: "Usar Booking en el móvil está
a la altura de la llegada del hombre a la luna"
La fotógrafa, que está viviendo un año especialmente creativo y lleno de galardones, repasa su carrera y sus aventuras de esta época

Ana Palacios (Zaragoza, 1972) es una periodista y fotógrafa documental ampliamente expuesta y distinguida. La solidaridad y la injusticia animan su compromiso. Galardonada hace poco con una beca de creación de la VEGAP y con el premio Dkv, decía: «¿Qué que le pido a un proyecto? Que tenga un trasfondo social. Si no hay un tinte social, no me emociona ni me mueve ni me sale bien». Ha viajado mucho, ha hecho muchos reportajes alrededor del mundo, y ha firmado libros como ‘Albino’ (2016) o ‘La puerta de atrás. Niños esclavos’ (2018).
1. ¿Cómo será su verano tras la pandemia? ¿Tiene muchos viajes aplazados?
Será local. Aún no tengo el ánimo para aventuras locas. Mi ilusión ahora es una cervecita junto al mar viendo atardecer con mi pareja y mi perrete. ¿Viajes aplazados? Congo, Costa de Marfil y Estados Unidos. Todo se andará.
2. ¿Qué significa el verano para usted?
Que se aparca mejor. Como buena autónoma, el verano hace mucho que perdió su espíritu romántico y festivo.
3. ¿Dónde veranea? ¿Es de playa, de montaña, de ciudad o de pueblo?
Mi referencia veraniega de la infancia es Jaca. Ya a partir de los 15 años nunca he pasado el verano en un mismo sitio. Mi padre siempre me dice que tengo alma de saltamontes.
4. ¿Qué le dicen las piscinas?
Que las bucee de punta a punta.

5. ¿Cuál ha sido el viaje de verano de su vida?
El que pisé África por primera vez.
6. El verano está asociado a la infancia y a la adolescencia, a los ritos de paso. ¿Hay algo especial para recordar?
Recuerdo que muchos veranos me iba de colonias, campamentos… y sentía ese espejismo de 'gran hermano' porque establecía vínculos muy fuertes con esas nuevas amistades y, cuando teníamos que volver, lloraba amargamente como si me arrancasen un trozo del alma. Ya era intensita entonces. Me pasaba el resto del año escribiéndoles cartas. Me he carteado muchísimo con gente que vivía en la propia Zaragoza. Conservo todas esas cartas en varias cajas que, a día de hoy, es lo más preciado que tengo. Ahora manejo mejor las despedidas y escribo menos cartas… Una pena.
7. ¿Cuál es su mejor recuerdo de vacaciones?
Descubrir sitios nuevos, conocer a personas distintas, coleccionar experiencias que me soprendieran…
8. ¿Qué tipo de lecturas, u otras actividades, realiza estos días?

Explorar actividades nuevas. ¡Lo de la cerveza al atardecer va a ser una novedad!
9. ¿Qué película está asociada a un verano inolvidable?
Soy una consumidora incansable de cine. A veces voy a tres sesiones seguidas. Así que es difícil asociar una película a un verano pero sí hay una película sobre el verano que me fascina: ‘Verano 1993’. Tuve mucho tiempo audios de esa película como tono del teléfono de lo que me gustaba.
10. ¿El disco o la canción o las canciones de verano?
Cualquiera de Georgie Dann.
11. ¿Cuál ha sido el gran personaje de esta época del año?
El ventilador.
12. ¿Internet y los móviles han hecho mejores las vacaciones? ¿Las han cambiado de alguna manera?
Viajaba con la guía de viajes del país y reservaba los hostales al llegar a cada destino desde un teléfono público o en la oficina de turismo de turno. Perdía muchísimo tiempo. Ahora, poder usar Booking en el móvil me parece un acontecimiento a la altura de la llegada del hombre a la luna.
13. ¿Cuáles serían los conciertos de su vida?
El primero, con mi madre y mi mejor amiga: The Communards en 1988. Luego trabajé en el Palacio Vistalegre de Madrid un tiempo e iba a conciertazos todas las semanas… pero ya nunca tuvieron el sabor de la primera vez.

14. ¿Cuál es la más extraña o sorprendente anécdota veraniega vinculada a su profesión?
En el rodaje de la película ‘The Gunman’ con Sean Penn, en Barcelona, el productor americano quería un hotel de cinco estrellas con piscina para venir con sus hijos y había que hacerle propuestas. Hablé con todos y me hice un máster en hotelazos de Barcelona con las características precisas de sus suites presidenciales (metros cuadrados, amenities, precios…) y sus correspondientes piscinas (profundidad, metros de largo, salinidad del agua…).
15. ¿Cuál es la más bella o inverosímil aventura de sus veranos?
La más bella probablemente fuera contemplar el sol de medianoche desde un acantilado en Cabo Norte (Noruega). Fue mágico ver como, en pocos minutos, el sol ‘rebotaba’ en el horizonte y observar atónita mi sombra interminable en la madrugada. La más surrealista creo que fue celebrar mi santo por todo lo alto con un montón de monjas de las Anas (o sea su santo también) en una leprosería de China.
*Mañana: CARLOS CASTÁN. Escritor.
EL VERANO Y SUS PASIONES / 7. CARLOS CASTÁN
EL VERANO Y SUS PASIONES / 7. CARLOS CASTÁN
Carlos Castán: "Los mejores besos han sucedido siempre en el verano"
El autor de ’Frío de vivir’ o ’Museo de la soledad’ explica sus pasiones, recuerda algunas aventuras y revela su odio a las piscinas

El escritor Carlos Castán (Barcelona, 1960; vivió muchos años en Huesca, donde dio clases) -un maestro del cuento, ahí están libros como ‘Frío de vivir’ o ‘Museo de la soledad’, entre otros, recogidos en sus relatos completos de Páginas de Espuma-, recuerda algunos de sus veranos.
1. ¿Cómo será su verano tras la pandemia? ¿Tiene muchos viajes aplazados?
En realidad, muy parecido al del año pasado. Sin grandes viajes pero con una estancia larga y remolona en el Cabo de Gata y un par de escapadas más breves a Cádiz y Cantabria.
2. ¿Qué significa el verano para usted?
Calma, siesta, mar, libros. Me siento cómodo en esa legitimación colectiva de la pereza, tan mal vista el resto del año. Y, cómo no, libertad: posibilidad de ver a gente con la que durante el invierno me relaciono sólo a distancia.
3. ¿Dónde veranea? ¿Es de playa, de montaña, de ciudad o de pueblo?
No me gusta la playa, pero sí el mar. Paso la mayor parte del verano en un pueblecito marítimo relativamente tranquilo.
4. ¿Qué le dicen las piscinas?
Directamente, las odio. Hace siglos que no piso una y espero tardar mucho en volver a hacerlo.
5. ¿Cuál ha sido el viaje de verano de su vida?
Hay varios que recuerdo con mucho cariño: uno a Asturias, en auto stop con 17 años; un circuito por Centroeuropa, una escapada improvisada de Ordesa a La Coruña por carreteras secundarias.
6. El verano está asociado a la infancia y a la adolescencia, a los ritos de paso. ¿Hay algo especial para recordar?
Claro, el verano era como un tiempo, casi un país, fuera de la vida de uno, generalmente marcada por rutinas bastante fatigosas. En el verano el azar lo recombinaba todo añadiendo además sus aromas y un cielo estrellado. Los mejores besos han sucedido siempre en esa estación.
7. ¿Cuál es su mejor recuerdo de vacaciones?
Llegar, de niño, con mi hermano al pueblo de mi padre con una eternidad por delante. Esa primera noche llena de planes en la que desde la cama oía ladridos lejanos y las ovejas balando en el corral de abajo.
8 ¿Qué tipo de lecturas, u otras actividades, realiza estos días?
Jamás me han gustado los libros llamados ligeros o de entretenimiento. Suelo seguir con lo que tenía entre manos.

9. ¿Qué película está asociada a un verano inolvidable?
Recuerdo muy especialmente cuando vi ‘¿Arde París?’ en un cine de verano que había en Lavapiés, ya sabes, una silla de tijera sobre el suelo de grava y afuera la ciudad, esperándonos.
10. ¿El disco o la canción o las canciones de verano?
De niño, Marisol; de más mayor, Pepa Flores. Esa es la voz por excelencia de todos mis veranos.
11. ¿Cuál ha sido el gran personaje de esta época del año?

Diría que mi abuela Patro en los veranos de mi infancia, en Biscarrués. Y uno de mis hermanos, con el que éramos uña y carne. Pero es que luego ha habido muchos con el devenir de la vida: compañeros de viaje, grandes amores y los personajes de todos los libros que leía.
12. ¿Internet y los móviles han hecho mejor mejores las vacaciones? ¿Las han cambiado de alguna manera?
Han cambiado un poco todo, desde luego, pero en mi caso no de una manera significativa, aunque con ellos se aminora un poco esa sensación, tan sana, de estar desaparecido para el mundo.
13. ¿Cuáles serían los conciertos de su vida?
La primera vez que pude ver a Leonard Cohen, ni más ni menos que en Binéfar. Y Bob Dylan en la plaza de toros de Huesca, magistral, inolvidable. Recuerdo con mucho cariño los de Ramoncín a mediados de los ochenta. Y Rod Stewart en el campo del Rayo. Con todo, desde el punto de vista de la emoción, sigo pensando que no hay nada como escuchar a Sabina en Las Ventas.
14. ¿Cuál es la más extraña o sorprendente anécdota veraniega vinculada a su profesión?
Quizá cuando en Munster me reconocieron en una librería (jamás me había pasado en España) y me hicieron firmar todos los ejemplares que tenían de ‘Gern ein Rebell’, que era la versión alemana de ‘Frío de vivir’.
15. ¿Cuál es la más bella o inverosímil aventura de sus veranos?
Recuerdo una carrera bajo un tormenta tremenda durante un campamento en el Pirineo, en bañador, por los senderos de un bosque, con la misión de cerrar las tiendas de campaña de los pequeños para que no se inundasen. El agua a cántaros sobre la piel desnuda, la velocidad, los truenos. Sigo relacionando la libertad con aquel conjunto de sensaciones.
*MAÑANA: ELISA ARGUILÉ. ILUSTRADORA.
EL VERANO Y SUS PASIONES / 8. ELISA ARGUILÉ
EL VERANO Y SUS PASIONES / 8. ELISA ARGUILÉ
Elisa Arguile: "Lo mejor del verano es que nadie te escribe mails ni whatsaaps reclamando trabajo"
La dibujante, Premio Nacional de Ilustración, cuenta con su peculiar humor algunas vacaciones llenas de sorpresas

Elisa Arguilé (Zaragoza, 1972) es ilustradora de libros infantiles y juveniles, y también es, entre otras cosas, diseñadora de portadas para Xordica, Contraseña, Nórdica, etc. En 2007 obtuvo el Premio Nacional de ilustración por su trabajo en ‘Mi familia’ (que está a punto de reeditar Nórdica), con texto de Daniel Nesquens, con el que había firmado ‘Hasta (casi) 100 bichos’ y con el cual ha colaborado y colabora a menudo.
Juntos ganaron el premio ‘Artes & Letras’, que concede HERALDO, de literatura infantil y juvenil. Con ‘Mi familia’, Elisa Arguilé también logró el Premio Daniel Gil de Ilustración. Suele impartir muchos talleres de creación y dibujo y reside en Ontinar de Salz. Con un grupo de amigos (Julia Millán, Daniel Nesquens, Chus Juste, Ana Lóbez y Alberto Gamón), fundó el sello SinPretensiones.
1.¿Cómo será su verano tras la pandemia? ¿Tiene muchos viajes aplazados?
Será pospandémico. Una barbaridad, los que no he hecho en toda mi vida. Soy de aplazar, sea lo que sea.
2. ¿Qué significa el verano para usted?
La felicidad de los días largos y luminosos, el trabajo de madrugada, que nadie escriba ni llame, la piscina a medio día, el tomate del huerto, la claustrofobia de las tardes con las persianas bajas, el calor infernal, la necesidad de aire libre, la vida en el jardín, la manguera, la cerveza al atardecer, los abejarucos, los mosquitos de noche aplastados contra los folios.
3. ¿Dónde veranea? ¿Es de playa, de montaña, de ciudad o de pueblo?
Soy de pueblo, y veraneo en pueblo, vamos, que veraneo donde vivo.
4. ¿Qué le dicen las piscinas?
Plas, plas, chof, chof, plas, plas, chof, chof, plas, plas, chof, chof… Son de conversación limitada, por eso me gustan.
5. ¿Cuál ha sido el viaje de verano de su vida?
Un viaje a París, con mi hermana. Fue en el 89. Mi hermana tenía 14 años y yo 17. Vivimos un mes en casa de nuestros tíos y París nos pareció otro planeta.

6. El verano está asociado a la infancia y a la adolescencia, a los ritos de paso. ¿Hay algo especial para recordar?
Sí, mucho para recordar pero las cosas especiales de la adolescencia suelen ser secretas.
7. ¿Cuál es su mejor recuerdo de vacaciones?
Una de esas cosas especiales secretas.
8 ¿Qué tipo de lecturas, u otras actividades, realiza estos días?
Varios años, incluido éste, me ha coincidido el verano con cubiertas para ilustrar. ‘El jardín’ de Ismael Grasa (Xordica), ‘El elefante del visir’ de Ivo Andric (Xordica) ‘Arenas movedizas’ de Nella Larsen (Contraseña), ‘La buhardilla’ de Marlen Haushofer (Contraseña), han sido lecturas y cubiertas de verano.
9. ¿Qué película está asociada a un verano inolvidable?
No fue un verano inolvidable, fue un momento inolvidable de un verano. Yo tendría unos 17 o 18 años, a las dos de la mañana, en el salón. Todos se habían ido a dormir. Me quedé pillada viendo en la tele una película. Cuando la película ya estaba avanzada, y yo estaba sobrecogida, miré al suelo y vi un sapo. Ahí estaba, viendo la película conmigo. El sapo y yo viendo ‘Repulsión’ de Polanski.
10. ¿El disco o la canción o las canciones de verano?
La supercanción del verano, medalla de oro, la Lambada, el año que fuimos a París.
11. ¿Cuál ha sido el gran personaje de esta época del año?
Ralph Hinkley, el superhéroe americano.
12. ¿Internet y los móviles han hecho mejores las vacaciones? ¿Las han cambiado de alguna manera?
Lo mejor del verano es que nadie te escribe mails ni whatsaaps reclamando trabajo.
13. ¿Cuáles serían los conciertos de su vida?
Todavía no lo sé.

14. ¿Cuál es la más extraña o sorprendente anécdota veraniega vinculada a su profesión?
El 11 de septiembre de 2001 acabé el libro ‘Hasta (casi) 100 bichos’ después de todo el verano recluida, durmiendo poco, dibujando. Fue nuestro primer libro importante. Por la mañana, lo empaqueté y lo envié a la editorial. Yo estaba exhausta. Solo pensaba en la siesta que me iba a echar en el sofá. Entonces cayeron las torres gemelas y pensé: “¡Vaya! Atentado en EEUU, Bush hijo en el poder, adiós siesta, justo cuando acabo el libro empieza el fin del mundo”.
15. ¿Cuál es la más bella, surrealista o inverosímil aventura de sus veranos?
La vez que fui capaz de respirar debajo del agua y aguanté mucho tiempo buceando.
EL VERANO Y SUS PASIONES/ 11. VIKI LAFUENTE
EL VERANO Y SUS PASIONES / 11. VIKI LAFUENTE
Viki Lafuente: "Actúas en un festival y el público corea tus canciones: eso es especial"
La cantante que actuó en 'La Voz', con un proyecto nuevo, Viki and the Wild, está a punto de publicar el disco 'Libre' y está llena de proyectos

Viki and The Wild publica ‘Libre’, primer álbum de este proyecto de la vocalista zaragozana Viki Lafuente, que ha actuado en ‘La Voz’ y ha realizado diversos espectáculos, entre ellos uno de homenaje a Frida Kahlo. Viki Lafuente tiene “la fuerza del rock y soul, con tendencias grunge y trazando melodías sobrecogedoras con su poderosa voz, sin perder un ápice de sensibilidad”, se dice en la promoción del disco que se empezó a grabar en 2019 y que sale ahora. La banda que la acompaña está formada, además, por Álex Comín (guitarra), Humberto Ríos (teclados), Jesús Martí (bajo), Gigi Cano (batería), Marta Heras y Sara Lapiedra (coros). La cantante repasa algunos instantes de sus veranos.
1. ¿Cómo será su verano tras la pandemia? ¿Tiene muchos viajes aplazados?
Tendré un verano bastante ajetreado, la verdad, planificando el lanzamiento de mi nuevo álbum, ‘Libre’, toda la promoción y, por supuesto, la presentación en directo. Además, me han ofrecido protagonizar un cortometraje junto a Iván Gisbert; así que estaré entretenida, aprovechando el tiempo dentro de las posibilidades pandémicas. No tengo muchos viajes aplazados, ya planifiqué teniendo en cuenta la situación. Se me aplaza lo profesional, que es peor.
2. ¿Qué significa el verano para usted?
Alegría, liberación. Todo sentimientos positivos. Una cura.
3. ¿Dónde veranea? ¿Es de playa, de montaña, de ciudad o de pueblo?
Veraneo en mi corazón, ja ja ja. Soy muy de montaña, pero en verano intento siempre escapar al mar.
4. ¿Cuál es el vínculo de la música y el verano para usted, cuál es su experiencia?
El verano siempre ha sido la época más activa en cuanto a la música, aunque ya sabemos que los tiempos que corren nos han dejado con las ganas.
5. ¿Cuál ha sido el viaje de verano de su vida?
Hay muchos. El sur, el norte. Las pitiusas. Muchos recuerdos.
6. El verano está asociado a la infancia y a la adolescencia. Ritos de paso, revelaciones, amores, ¿Hay algo especial para recordar?
Cada verano ha tenido algo especial... La primera vez que te vas con tus amigas de viaje lejos de casa. El primer veraneo loco en pareja. Cuando llegan los hijos. Noches de piragua en el mar. Paseos por altas cumbres nocturnos con miles de estrellas. Bailes hasta el amanecer.
7. ¿Qué lugar ocupa el verano en tu obra y en tus fantasías?
El verano me evoca luz, es un espacio seguro que siempre me brinda paz y me trae una sonrisa. Es bienestar, calma.
8 ¿Qué tipo de lecturas, u otras actividades, realiza estos días? ¿Hay un libro que encarne para usted el espíritu del verano?
Ahora mismo estoy componiendo temas, también quiero profundizar en el guión del próximo cortometraje musical de Sadie Duarte ‘Between here and gone’, pero no todo es trabajar, también voy al río a bañarme, hago excursiones por el monte, disfruto de la familia... Me voy a ir muy atrás en el tiempo. A mis 8/9 años, se va a reír, ‘Las aventuras de los cinco’.
9. ¿Qué película o películas está asociadas a un verano inolvidable?
‘Reality bites’ o ‘Stand by me’, por ejemplo. Veo que vuelvo de verdad a la adolescencia y la infancia.
10. ¿Cuáles serían los discos y las canciones del verano para ti?
No puedo decir una en concreto... Cualquiera de Bob Marley o Los delincuentes. El bicho, Janis Joplin; siempre hay mucha música y para mí es atemporal en todos sus significados.
11. ¿Cuál ha sido el gran personaje de esta época del año?
El agua.
12. ¿Internet y los móviles han hecho mejores las vacaciones? ¿Las han cambiado de alguna manera?
Por un lado no porque con nuestro trabajo estás siempre atrapado, pero si sabes desconectar sirve su función para buscar excursiones. Facilitan búsquedas y trayectos...
13. ¿Cuáles serían los conciertos de su vida?
Manu Chao en el Príncipe Felipe; Buju Banton en Tarifa; Lola Flores y Tomatito en El Palmar; Narco en Viñarock...
14. ¿Cuál es la más extraña o sorprendente anécdota veraniega vinculada a su profesión?
La primera vez que actúas en un festival y el público corea tus canciones. Eso es especial.
15. ¿Cuál sería para usted un verano ideal?
EL VERANO Y SUS PASIONES / 15. FERRER LERÍN
EL VERANO Y SUS PASIONES / 15. FRANCISCO FERRER LERÍN
Ferrer Lerín: "No soy de conciertos, no soy de multitudes; la música necesito disfrutarla en soledad"
El escritor, filólogo y especialista en aves carroñeras desmitifica algunos rituales del verano

Francisco Ferrer Lerín (Barcelona, 1942; lleva más de 30 años viviendo y escribiendo en Jaca), escritor, filólogo y especialista en aves carroñeras, gran jugador de póquer en su juventud, es una de las voces más personales de la literatura española. Maestro y compañero de los 'novísimos', es autor de numerosos poemarios, libros de relatos, bestiarios y de novelas, tal 'Familias como la mía', publicada por Tusquets. También es el teórico del arte casual, del que ha teorizado y realizado exposiciones. Ha sido en tres ocasiones, jurado del Premio Formentor, que este año se entregará a César Aira en Túnez. A propósito de la poesía, quizá su gran pasión literaria, ha dicho: "La poesía es, para mí, una reescritura. Una reescritura de lo normal, de la normalidad, ese estado carente de imaginación, de creatividad. La poesía es una reescritura de la estética imperante. La poesía es una reescritura del orden. Quizá la poesía podría definirse como eso, como una alteración del orden, o quizá, mejor, como una exaltación del ritmo, del ritmo responsable del fogonazo poético, de la transformación del significado y del comportamiento de las palabras". Aquí cuenta sus veranos, el veraneo y su propia biografía.
1. ¿Cómo será su verano tras la pandemia? ¿Tiene muchos viajes aplazados?
La pandemia no se ha ido, sigue entre nosotros con un atuendo menos siniestro al dirigirse ahora a un sector, la adolescencia, tradicionalmente considerado como menos proclive al descalabro total, y , por otra parte, aparecer como más respetuosa con los ancianos, a los que no empuja con violencia y celeridad a la fosa. El verano será, para mí, un verano más, un verano rutinario, a la espera de los desplazamientos propios de otoño, en este caso ya a comienzos de octubre a Madrid, a presentar un par de libros, y a Túnez para la entrega del Premio Formentor del que soy miembro del jurado; este año ha recaído en César Aira.
2. ¿Qué significa el verano para usted?
El verano es la estación deplorable en la que la miseria humana aflora con mayor virulencia, la miseria de los cuerpos no aptos para la exhibición y que se nos muestran a todas horas y en todas las situaciones. El verano es la estación del año en que mi reclusión es aún más severa; cierro a cal y canto puertas y ventanas para que no penetren dichos cuerpos tumefactos, esos muertos vivientes, y sus horrísonos sonidos.
3. ¿Dónde veranea? ¿Es de playa, de montaña, de ciudad o de pueblo?
Veraneé con intensidad durante mi infancia y adolescencia barcelonesas. Auténticos veraneos de tres meses en la casa estival, ese modelo de edificio grande y un tanto destartalado denominado 'torre', situado, en el caso de mi familia, en una población, llamada entonces Sardañola, en la que aun era posible rastrear la huella de la guerra civil; recuerdo, en el inmenso jardín, las ruinas de un cobertizo que alguien usaría como cochiquera y en el que, con mis primos, desenterramos un fusil en buen uso, un naranjero. Hoy, el veraneo, ya no tiene sentido, los desplazamientos son calamitosos y la estancia en la playa, constituye la mayor de las torturas al ser pisoteado y rebozado de arena de modo inmisericorde y constante por la turba irredenta de niños y otros salvajes. Además, es difícil mejorar los registros térmicos de Jaca y de sus estupendos enclaves, tan próximos y solitarios. Aunque es evidente que la mejor solución para esos meses catastróficos es permanecer inmóvil.
4. ¿Qué dicen o qué cantan los pájaros en verano?
En verano, el calor deja mudas a las aves, ya cumplido en primavera el ciclo reproductor, aunque siempre hay excepciones en especies que realizan más de una puesta o en las parejas en que esta se ha malogrado por algún percance meteorológico.

5. ¿Cuál ha sido el viaje de verano de su vida?
Nunca he realizado grandes viajes en verano, soy un tipo burgués que abomino de las incomodidades que otorgan el calor y las muchedumbres. Quizá estirando el término podría considerar como viaje el que realicé en mi moto, una Ossa 150, llevando de paquete a mi amigo Josemari Sabater, desde nuestro lugar de veraneo a otro algo alejado, Gelida, famoso años después por el rodaje del filme de Jaime Camino ‘Las largas vacaciones del 36’, para ‘ver’ a mi entonces novia, la suculenta Mary; tan suculenta que en el viaje de regreso se me nubló la vista en una curva y moto Ossa 150, Josemari Sabater y quien contesta a su cuestionario, rodaron barranco abajo lo que supuso no regresar a nuestro domicilio hasta la mañana del día siguiente con el lógico desespero de nuestra familias.
6. El verano está asociado a la infancia y a la adolescencia. Ritos de paso, revelaciones, amores. ¿Hay algo especial para recordar?
El veraneo, que no el verano, está asociado a la ejemplarización de lo leído en invierno, a la constatación de que aquellos maravillosos reptiles y anfibios de los libros de Historia Natural de la biblioteca de mi padre no eran entelequias. Un terrario de notables proporciones y buena ergonomía, encargado a un perplejo carpintero y colocado a la sombra de uno de los ciruelos que flanqueban la terraza de la parte posterior de la casa, permitió que aprendiera el comportamiento de lagartijas, luciones, culebras y sapos. Ese fue el activo principal de aquellos meses de calor y avispas.
7. ¿Qué lugar ocupa el verano en su obra y en sus fantasías?
Cierta literatura intimista, impostada y femenina, la de Ana María Matute, ‘Primera memoria’, por ejemplo, recreando la infancia y la ruralidad desde la óptica urbana, pudo servir de sustrato para la construcción de la mía propia, pero sin la existencia de la presencia directa del mundo natural que aportaba el verano y que obraba de eficaz correlato a mis ensoñaciones, nunca hubiera supuesto el motor de arranque de mis textos, alimentados, claro está, por una pasión entregada a los poemas de Saint-John Perse y a la hipérbole viajera de Camilo José Cela.
8. ¿Qué tipo de lecturas, u otras actividades, realiza estos días? ¿Hay un libro que encarne para usted el espíritu del verano?
Carezco de espíritu obrerista, quiero decir que para mí todos los días son iguales, no reclamo vacaciones, horas extras y jubilaciones, leo, escribo y salgo al campo a observar aves de modo profesional e incluso agotador a lo largo de todo el año desde que decidí olvidar otros oficios; los libros que atiendo son los que me aconsejan mis asesores y si, en este momento, he de destacar uno, recomendaría ‘El derrumbamiento’, de la uruguaya Armonía Somers (1914-1994), [Ediciones Contrabando], una prodigiosa poliantea de relatos entre los que sobresale el inicial, una delirante y rítmica ópera sacrílega que da título al volumen.

9. ¿Qué película o películas están asociadas a un verano inolvidable?
Como respuesta obvia, ‘Verano del 42’ (Robert Mulligan, 1971), y como respuesta inteligente, ‘La última película’, de Peter Bogdanovich, también de ese año, que no está asociada directamente al verano pero sí a su característica fundamental, a su condición terminal, a algo que se escapa y que nos aboca a la cruda realidad, a la pérdida de la infancia, al final de la última etapa de ensoñación.
10. ¿Cuáles serían los discos y las canciones del verano para usted?
‘Canción del verano’ suena, y pido disculpas por el ramplón chiste, a gasolineras y góndolas con casetes de El Fari y Georgie Dann. Lo siento pero no tengo canciones asimilables a los periodos anuales.
11. ¿Cuál ha sido el gran personaje de esta época del año?
Tampoco soy capaz de responder a esta pregunta, quizá es que no la he entendido bien. ¿Los que han nacido o muerto en verano, los que han hecho algo importante para la humanidad en verano, los que han acertado la bonoloto en verano?
12. ¿Internet y los móviles han hecho mejores las vacaciones? ¿Las han cambiado de alguna manera?
Internet, los móviles, toda la tecnología, la investigación, la astrofísica, la filosofía, las artes, la ciencia en general, forman parte principal de lo que podríamos catalogar como grandes avances, lo que lleva a la población a distanciarse, aunque sea lentamente, del sumidero en el que campan aún a sus anchas los fantasmas del pasado, esa corte inmunda de supersticiones, prejuicios, odios y modos de regular la convivencia, esa corte inmunda que no necesita ser pormenorizada ya que está en la mente de cualquier espíritu despierto.
13. ¿Cuáles serían los conciertos de su vida?
No soy de conciertos, no soy de multitudes; la música necesito disfrutarla en soledad, ni siquiera con el acompañamiento solemne de una buena lectura; y ahí radica la dificultad, no me queda ya tiempo para descubrir, para repetir audiciones, para cualquier estado que exija disponer de un espacio temporal considerable.
14. ¿Cuál es la más extraña o sorprendente anécdota veraniega vinculada a su profesión?
En una conversación con el escritor Félix de Azúa en el Salón de Ciento del Ayuntamiento de Jaca, con motivo de una Feria del Libro, comencé a divagar (a veces no me controlo) acerca del origen de nuestra vieja amistad y me perdí en el análisis de unas genealogías, quizá inciertas, en las que el padre de Félix era el trapero que había confeccionado y mantenía en buen estado las liebres de trapo del barcelonés canódromo Meridiana, y mi padre el veterinario que tenía a su cargo la salud de los galgos. Parece ser, expliqué, con un Azúa con los ojos como platos, que algo ocurrió entre nosotros, sin duda por la diferencia de clases sociales, y el recuerdo de aquel choque empañó posteriores encuentros, por lo que creía llegado el momento de sentar las bases definitivas de la reconciliación. A la salida, ya en la calle Mayor, se me acercó un caballero que se identificó como expresidente del Colegio de Veterinarios de no recuerdo qué región, para ofrecerme su apoyo gremial por si mis palabras no hubieran sido suficientes para restañar la herida.
15. ¿Qué significa vivir en Jaca todo el año?
No vivo en Jaca todo el año, reparto mi tiempo, cada vez más, entre el Pirineo y Andalucía. Razones climáticas pero principalmente de la órbita de los sentimientos, y cierta disminución en la capacidad de emocionarme ante los paisajes septentrionales, me llevan a esa dicotomía que mantendré mientras pueda conducir el coche sin sobresaltos, y cuando no sea así deberé elegir.
EL VERANO Y SUS PASIONES / 13. ELEM
EL VERANO Y SUS PASIONES / 13. LAURA CEBRIÁN, 'ELEM'
Elem: "Los primeros amores fueron en verano y eso nunca se olvida, me dieron muchos disgustos"
La cantante y pianista, que acaba de publicar su segundo álbum, 'Si tú supieras', repasa sus vacaciones, sus viajes, las canciones que le han marcado

La compositora, cantante y pianista Laura Cebrián, Elem (Zaragoza, 1993), publicaba el pasado mayo su segundo álbum: 'Si tú supieras'. La presentación oficial, con toda la banda, será el próximo 30 de septiembre, en el Teatro de las Esquinas.
1. ¿Cómo es su verano tras la pandemia? ¿Tiene muchos viajes aplazados?
Mi verano, por suerte y, sobre todo, por todos los profesionales del sector de la música que están trabajando muy duro, se presenta con varios conciertos y, en mi tiempo libre, con escapadas a la playa y a la montaña. En agosto, me iré con mis amigas a Tarifa, como es tradición para nosotras, a sentir la alegría del sur. Tengo aplazados dos viajes que, por la pandemia, no he podido hacer: Berlín, en fin de año, y Nueva York. Me encanta viajar y espero poder hacerlos pronto.
2. ¿Qué significa el verano para usted?
Haciendo un esfuerzo para imaginar que pronto volverán los veranos sin pandemia, para mí, el verano siembre ha sido sinónimo de alegría. Es la temporada en la que suele haber más conciertos, viajes, sol, ambiente festivo, más improvisación... Un tiempo para vivir experiencias y salir de la rutina.
3. ¿Dónde veranea? ¿Es de playa, de montaña, de ciudad o de pueblo?
Depende del año pero, en general, de playa y de montaña. Pero, por encima de todo, lo más importante es descubrir sitios nuevos y crear recuerdos únicos. Donde nunca me importa repetir destino es en el Pirineo aragonés.
4. ¿Cuál es el vínculo de la música y el verano para usted, cuál es su experiencia?
En mi caso, verano y música se han convertido en trabajo. Lo bueno es que me apasiona lo que hago, pero hay momentos de nervios, tensión, responsabilidad, incertidumbre… El verano y la música son un conjunto de sentimientos encontrados para mí.
5. ¿Cuál ha sido el viaje de verano de su vida?
El viaje de mi vida fue en el verano de 2019, a Islandia, con mi hermana. Una experiencia increíble disfrutando de la naturaleza. Me quedé con ganas de volver.

6. El verano está asociado a la infancia y a la adolescencia. Ritos de paso, relaciones, amores. ¿Hay algo especial para recordar?
Mis veranos en la infancia me llevan a Salou con mi familia, en el apartamento de mis abuelos, con mis primos, y los recuerdo con mucho cariño y nostalgia. Da la casualidad que los primeros amores de adolescente fueron en verano, y eso nunca se olvida, porque me dieron muchos disgustos.
7. ¿Qué lugar ocupa el verano en sus canciones y en sus fantasías?
Ocupa mi lado más folk y flamenco. De hecho, a finales de este mes de julio, estrenaré una nueva canción, una rumba, que compuse en Cádiz y que se llama ‘Ellas', porque está dedicada a mis amigas.
8. ¿Qué tipo de lecturas u otras actividades realiza estos días? ¿Hay un libro que encarne para ti el espíritu del verano?
En verano es cuando más leo. Me compro un libro para leer en la playa que sea ligero y 'de no pensar', y mi libro 'tocho', para después de cenar y quedarme dormida relajada con el airecillo que entra por la ventana. En verano también me gusta ir a conciertos al aire libre, pasar tiempo con mis amigas y comer mucho helado.
9. ¿Qué película o películas están asociadas a un verano inolvidable?
Me apetece ver comedias, pero no recuerdo ninguna que asocie directamente a esta época. Así como en Navidad te podría decir muchas, con el verano no me pasa.
10. ¿Cuáles serían los discos y las canciones del verano para ti?
De adolescente, recuerdo escuchar varios veranos en mi discman, sin parar, el disco de Céline Dion, ‘A New Day Has Come’. Y, actualmente, rumbitas, canciones en las que abunden guitarras españolas, en definitiva. Si tengo que elegir una canción que me traiga muy buenos recuerdos, sería ‘No estamos locos’, de Ketama. No me siento muy identificada con la música que se escucha ahora masivamente dentro de las ‘canciones del verano’.

11. ¿Cuál es el gran personaje de esta época del año?
El helado de pecán.
12. ¿Internet y los móviles han hecho mejores las vacaciones? ¿Las han cambiado de alguna manera?
Mejores, no sé si es la palabra. Yo diría más cómodas, ya que tienes acceso a buscar lo que necesites en cualquier momento, estar comunicado, a encontrar tu destino con un mapa que te va diciendo por dónde tienes que ir... Por lo demás, no deberían ocupar más de nuestro tiempo. Tenemos por delante muchos mundos por descubrir, especialmente en verano, cuando tenemos más tiempo libre, y estar pegada al móvil no me parece la mejor opción.
13. ¿Cuáles serían los conciertos de su vida?
La respuesta va a sonar muy típica, pero la verdad es que los conciertos de mi vida son todos, porque en cada uno de ellos aprendo cosas nuevas, crezco y tengo experiencias de todo tipo. Cantar en directo delante de personas que han decidido emplear su tiempo y comprar una entrada para escuchar tu música es un privilegio que solo se puede sentir si lo vives. Me encantaría que cada vez hubiese más gente que le interese escuchar mi música en distintos lugares.
14. ¿Cuál es la más extraña o sorprendente anécdota veraniega vinculada a su profesión?
Se me ocurre una, el verano pasado, cuando me llamaron para cantar en un pueblo. El concierto acabó siendo dentro de la iglesia, para controlar los accesos y el aforo por el Covid, justo después de la misa, y la situación fue muy diferente a lo que estoy acostumbrada. Además, el sacerdote me pidió que cantara durante la misa, algo que, lógicamente, no estaba previsto. Como insistió mucho y era muy entrañable, interpreté el ‘Hallelujah’ de Leonard Cohen que, por otro lado, es una canción maravillosa. No estoy muy acostumbrada a esas situaciones ni a ese público, pero tengo que decir que también disfruté y que fueron muy amables conmigo.
15. ¿Cómo sería su verano ideal?
En el mundo de los sueños, un verano en el que sea totalmente dueña de mi tiempo y pueda elegir varios destinos para viajar, y conciertos en los que dar a conocer mis canciones.
EL VERANO Y SUS PASIONES / 12. RICARDO GARCÍA PRATS
EL VERANO Y SUS PASIONES / 12. RICARDO GARCÍA PRATS
Ricardo García Prats: "El cura de Puertomingalvo creó un teleclub e íbamos a ver ‘Rin Tin Tin’"
El director del Museo Salvador Victoria de Rubielos reconstruye sus viajes a Londres, París o Roma, y evoca su infancia turolense

Ricardo García Prats (Puertomingalvo, Teruel, 1947) es el actual director del Museo Salvador Victoria de Rubielos de Mora. Crítico de arte, ha estado muy vinculado al Festival de Cine de Huesca y al palacio Montcada de Fraga, donde vive, en el que ha montado numerosas exposiciones. Ha sido comisario de muchas exposiciones.
1. ¿Cómo será su verano tras la pandemia? ¿Tiene muchos viajes aplazados?
La pregunta me lleva primero a reflexionar sobre la pandemia. Creíamos, al menos yo, que la COVID-19 iba a ser una cosa breve, quizás dos o tres meses; después vimos la gravedad y seriedad de la pandemia. Especulamos con el tiempo de la llegada una vacuna que pusiera freno a la enfermedad, el verano pasado había que estimular, si no toda la economía, al menos una parte y con la llegada del otoño empezaron las recaídas y los contagios, vinieron las fiestas de Navidad y otra vez los contagios. Pero ya se anunció la vacuna en sus distintas variedades, si bien al principio la escasez de las mismas hacía dudar acerca del objetivo de que en julio estuviera el 70 % de la población europea vacunada y ahora que estamos en julio parece creíble que se alcanzará el objetivo. Pero llegan las fiestas y los contagios vuelven. En fin, una pesadilla que se alarga mucho más de los previsto. Este verano tras la pandemia será discreto, si acaso viajes cortos en el tiempo y no muy lejanos en el espacio. Los viajes aplazados aunque no los realice este verano, sí que están en espera. En España me falta conocer bien Extremadura, sólo conozco Trujillo y Mérida de paso en un viaje a Portugal y están pendientes de ver Cáceres, Plasencia, Guadalupe, el Valle del Jerte, las dehesas donde pacen los cerdos ibéricos. En el exterior está aplazado un viaje, junto con Pilar, mi mujer, a Moscú y San Petersburgo y otro a Perú para conocer la cultura de los Incas y una gastronomía de la que nos han hablado muy bien.
2. ¿Qué significa el verano para usted?
El verano es descanso, es un cambio de ritmo, es momento de fiesta, de estar con los amigos y con la familia alrededor de una comida o compartiendo una cerveza o un refresco en una terraza, si es con unas tapas, mucho mejor. Es también tiempo de leer una buena novela, un ensayo. Es tiempo de realizar algún viaje, como he dicho anteriormente. Cuando hace ese color sofocante, de tarde hay una actividad que me seduce y es el cine al aire libre, cosa que deberían tener más en cuenta los programadores culturales de los ayuntamientos.
3. ¿Dónde veranea? ¿Es de playa, de montaña, de ciudad o de pueblo?
Cuando era un chaval o adolescente yo vivía en Teruel y si bien iba a la piscina, leía literatura, poesía y demás, mis padres, que tenían un bar, me razonaban que los estudios costaban dinero y que debía colaborar trabajando en el bar. Lo veía de lo más natural y razonable. Pero recuerdo que algunos compañeros durante el verano cambiaban de vivienda y veraneaban en zonas próximas de la ciudad. Mis padres cerraban por vacaciones unos quince días y el destino era la población natal de Puertomingalvo y a veces unos días lo pasábamos en Oropesa del Mar (Castellón) en el apartamento de unos tíos. Ya, cuando estudiaba en la Universidad de Zaragoza, primero y de Barcelona, después, ya me hice algunos viajes a Reino Unido, a Francia y Bélgica. Desde entonces los viajes han estado bastante presentes en mi vida. Tengo la suerte de que a mi mujer le gusta mucho viajar.
4. ¿Qué le dicen las piscinas?
Las piscinas me gustan poco, entiendo que son necesarias para el relax de mucha gente, pero a mí no me satisfacen, prefiero la grandeza del mar, su murmullo, sus olas, el choque de éstas contra las rocas. Ese infinito del mar en su lejanía es muy sugerente.

5. ¿Cuál ha sido el viaje de verano de su vida?
Quizás el de dos meses que estuve en Inglaterra, creo que en 1972. Había estudiado dos años inglés en la Escuela de Idiomas y el programa era acudir a una academia de inglés en Londres y otra parte del día buscar trabajo en algún restaurante fregando platos. Se trataba de ir a unas oficinas de colocación que cobraban una pequeña cantidad de dinero y te enviaban a un restaurante a trabajar. Las situaciones eran de lo más variopintas y era habitual cambiar de lugar de trabajo. Conocí Londres, sus museos, sus calles, el bullicioso Soho, el castillo de Windsor, Cambridge. Viajé al sur cerca de Southampton a un Festival Hippy, que no fue nada interesante. Londres era una ciudad abierta, cosmopolita y libre en comparación con la sorda y apagada España de la época franquista. Ya a principios de septiembre y tras pasar los controles de estancia turística en el Reino Unido y habiendo ahorrado algo de dinero regresé a España, pasando por París. Vuelo barato desde Heathrow a París, tres noches en un albergue de un convento, visita rápida de la capital de Francia y en un tren nocturno llegué de mañana a Hendaya Lo primero que vi al pasar a España fue un control policial con uniformes de gris. Tomé otro tren hasta Pamplona y aquí hice autoestop con el objetivo de llegar a Zaragoza, donde tenía amigos que me podían ayudar. Me paró un joven parisino que iba a Madrid por Soria y le convencí de que la mejor ruta era por Zaragoza. Me sorprendió que en aquel momento hablaba mejor el inglés que el francés estudiado en el Instituto, lo cual me satisfacía para justificar en casa que el viaje había sido fructífero. Con el que me recogió en autoestop hablamos en inglés y yo agradecido, al llegar a Zaragoza le hice con su coche un recorrido turístico por Zaragoza que le satisfizo. Creo que se quedó a dormir en la ciudad.
6. El verano está asociado a la infancia y a la adolescencia, a los ritos de paso. ¿Hay algo especial para recordar?
Es natural esa asociación entre verano y la infancia y adolescencia porque son las épocas que más influyen en la vida. Los jóvenes son como esponjas y el verano es un momento de disfrute y libertad que no se encuentra en la rutina de los meses de clases y estudio. Siempre hay cosas que recordar. Recuerdo con especial cariño los primeros años en que se propagaba la televisión, muy distinta de la dinámica televisiva actual. El cura de Puertomingalvo, con buen criterio, creó un teleclub y, como todavía no tenía la gente el aparato de TV, había un horario para ver programas por las tardes que eran muy interesantes; recuerdo una serie de un perro, ‘Rin Tin Tin’, y también recuerdo los anuncios del refresco Kas, del Colacao y de otros. Era la época en que empezaba la tecnificación de los hogares, con la lavadora, las cocinas de gas o eléctricas y las neveras. Empezaba en España el ‘desarrollismo’. Luego vino el turismo, el turismo extranjero, las playas y el bikini.
7. ¿Cuál es su mejor recuerdo de vacaciones?
Los juegos con los amigos, las travesuras infantiles, los aparentes “secretos” que siempre o casi siempre nos descubrían los mayores. Las vacaciones son algo de playa, viajes, charlas interminables, mucha relación social. Viajes de una cierta duración, de al menos un mes, recuerdo un viaje a Francia, cerca de París, con la escusa de perfeccionar el francés, otro tanto ocurrió con Italia para perfeccionar las conversaciones en italiano. Esta estancia se desarrolló durante mes y medio en Roma. Tenía interés en la lengua, asistía a clases durante cuatro horas por las mañanas y todas las tardes las dediqué a visitar la Roma monumental, la Piazza Navona, Le Terme, il Colosseo, il Vaticano, i Musei Vaticani, la Capella Sistina, Piazza di Spagna, iglesias mil. Creía que lo había visto todo y me quedaron muchas cosas que visitar, pero guardo gratos recuerdos. Roma es una gran ciudad con muchos gatos, un poco caótica pero merece la pena. Y hay una variada y excelente cocina, más allá de la pasta y las pizzas.
8. ¿Qué tipo de lecturas, u otras actividades, realiza estos días?
He estado bastante ocupado con la preparación de dos magníficas exposiciones. Una de Patricia Allende que lleva la fotografía a la abstracción, a delirios de imaginación de planetas, universos. Es una especie de realidad inventada que nos sugiere muchas cosas. Ésta se puede visitar hasta el día 12 de octubre en el Museo Salvador Victoria de Rubielos de Mora. Estoy preparando otra para la Sala de la Villa de Puertomigalvo de Gonzalo Tena, con obras prestadas del Museo de Teruel, del Museo Salvador Victoria, del propio artista y de un coleccionista exquisito de Teruel que se llama Antonio Pérez. Se inaugurará el día 25 de julio a mediodía, un día que es domingo y propicio para viajar. Pero todavía me queda tiempo para leer cosas interesantes. Me regalaron en Navidad un librito que leí vorazmente y que en estos días vuelvo a leer con sosiego y tranquilidad. Además su autor ha sido para mí un descubrimiento. Se trata de ‘El elogio de la sombra’ del japonés Junichiró Tanizaki. Todo un clásico, conocedor de oriente y occidente y que analiza que en la arquitectura oriental, en los jardines, en las casas de Japón se valora más la sombra que la intensa luz que se da en occidente. Siempre se aprende de los orientales, quizás vayamos un poco atrasados en aprender sus enseñanzas. También he visto películas. Los hijos nos regalaron Netflix y hemos viso series como ‘Gambito de Dama’ y ‘The Crown’.
9. ¿Qué película está asociada a un verano inolvidable?
‘Las bicicletas son para el verano’, película de Jaime Chávarri, basada en la obra de teatro homónima de Fernando Fernán Gómez
10. ¿El disco o la canción o las canciones de verano?
‘Eva María se fue’, ‘Fiesta’ de Rafaela Carrá, recientemente fallecida, ‘La barbacoa’, ‘Macarena’ de los del Río, ‘Chiquitita’ de Abba, etc.

11. ¿Cuál ha sido el gran personaje de esta época del año?
Relaciono a Donald Trump con la pandemia y a Joe Biden como símbolo del final de la misma y las vacunas.
12. ¿Internet y los móviles han hecho mejor las vacaciones?
Las nuevas tecnologías son en principio buenas. Nos condicionan. Internet es algo ya imprescindible para casi todo el mundo. Viajamos con un ordenador portátil, buscamos un wifi para conectarnos y todo el mundo lleva un teléfono móvil en el bolsillo o en el bolso. Otra cosa es la cuestión acerca de si con esas nuevas tecnologías estamos mejor o peor que antes. Es distinto; no se puede ir a contracorriente.
13. ¿Cuáles son los conciertos de su vida?
Recuerdo uno en Berlín, en La Filarmónica, con la VI Sinfonía o ‘Pastoral’ de Beethoven; lo recuerdo gratamente, también por el magnífico edificio diseñado por el arquitecto Hans Scharoun. Recuerdo la inauguración del Liceo de Barcelona tras el incendio que lo destruyó con la ópera ‘Turandot’ de Puccini, en la que actuaba el tenor aragonés Santiago Sánchez Jericó.
14. ¿Cuál es la más extraña o sorprendente anécdota veraniega vinculada a su profesión?
No hace mucho tiempo, cuando ejercía de profesor de Instituto de Historia e Historia del Arte, una vez que habíamos entregado a finales de junio las notas a los alumnos, un tutor de un curso de segundo de bachillerato me dice que un alumno que ha suspendido Historia quiere una revisión del último examen. Lo recibo a la hora convenida del día estipulado y llega el alumno acompañado de su madre. Le explico las razones del suspenso, los fallos y las lagunas que he encontrado y, en vez de defenderse el alumno, me replica la madre que todo lo que ha escrito su hijo está bien. Viendo que la madre no tenía ni idea de nada, le pregunto por su profesión, que nada tenía que ver con la historia y, además, le digo que yo no le tengo que explicar nada a ella y sí a su hijo. Se levantaron y se fueron enfadados y sin razón.
15. ¿Cuál es la más bella o inverosímil aventura de sus veranos?
El regreso de Londres a Zaragoza pasando por París, algo que denota poca reflexión pero que salió bien y fue divertido. Sólo se puede actuar así en la juventud.
ARANTEGUI Y SU EQUIPO MONTANA 'GUIRANDANA Y EL BOSQUE'
