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Se muestran los artículos pertenecientes a Julio de 2006.

DIARIO DEL MUNDIAL /ADIÓS ARGENTINA, ADIÓS

20060701231126-argentrena-ht.jpgLA SUERTE más temida de un Mundial ha castigado a Argentina. José Pekerman no pasará a la historia como un gran seleccionador, a pesar de sus éxitos con las categorías inferiores. Argentina poseía un equipo temible desde hace al menos seis o siete años, un conjunto que debiera aspirar a todo. Pasó sin pena ni gloria por Corea y Japón-2002, y en Alemania se ha despedido en cuartos. Y lo peor de todo es que ha caído ante un equipo más bien menor, correoso y entusiasta, que cabalga mecánicamente con el favor del público, pero que carece de fantasía, de dirección, de los gestos trabajados de un gran combinado. Y eso se vio en un partido entre la lentitud con racanería (los albicelestes) y la ansiedad sin ideas (los teutones). Argentina empezó como siempre había soñado, como sueña Italia también (favorecida ayer, de nuevo, hasta por los postes): marcó un gol al principio del segundo tiempo y se echó a sestear luego, a conservar una mínima ventaja. La primera parte fue de puro tanteo, de exploración mutua, y de escasas sorpresas: ni Argentina tenía demasiadas cosquillas ni Alemania ofrecía nada para guardar en el vídeo. El fútbol de estos chicos ni sabe ni embriaga ni huele a nada; parece concebido para aburrir o para descerrajarse en la ruleta rusa de la pena máxima. Ni siquiera Ballack comparecía con peligro, Klose sufría en exceso ante Ayala y Heinze, Schweinsteiger no emulaba a Frank Ribery, sólo Podolski estaba levemente inspirado; de los argentinos tampoco se tenían demasiadas noticias: se veía enchufado a Hernán Crespo, serios y laboriosos y oscuros a sus medios, e intrascendente, con falsa apariencia de dominador, a Riquelme. Como siempre.

Alemania se encorajinó con la derrota parcial, y temblequeó de furia. Y en el minuto 80, la tarde se volvió loca y se puso boca arriba. Hasta Angela Merkel se descompuso con cursilería y encogimiento. Argentina, sin Riquelme, con Cruz y sin Messi ni Saviola ni Aimar (a Pekerman le preguntarán hasta el hastío por los tres, pero especialmente por el niño Leo), dominó y generó alguna ocasión. Entonces sí, entonces sí deseó ganar. Y perdió en los penaltis: fallaron Ayala, que por un instante quiso ser refinado y no patear con ira, y Cambiasso. Lehmann justificó su titularidad con dos paradas. Argentina se va a casa por sus propios deméritos, por esa moda espantosa -este es un Mundial sin figuras, ultradefensivo y ruin para cualquier mirada ávida de magia y alegría- de trabajar la parte defensiva del elenco hasta volverlo inservible, basto y sin recursos desde la media hacia arriba. No le ha ganado un equipo superior en modo alguno, pero quien juega con fuego a veces se quema, quien porfía en arrojarse al vacío a lo mejor se cae un día, y eso le pasó a Argentina. Pekerman dejó otra frustración en el ambiente: ¿no podía haber administrado mejor la genialidad y las ganas de Messi?.

Por ahora el Mundial no tiene estrellas. No es el Mundial de Ballack, de Riquelme, de Ronaldinho, ni de Klose, ni de Totti, ni de Henry, ni de Shevchenko. Es mucho más el de Luis Figo en el fondo: juega como si rejuveneciese en cada regate; es su pacto con el diablo del fútbol. Los mejores tal vez sean Frank Ribery, ese francés apaleado del suburbio y de las malas calles, y Buffon, que encarna la raza de Italia y su buena suerte. Hoy también habrá sorpresas. ¡Brasil, Brasil, triste de ti, no te duermas!
01/07/2006 23:11 Antón Castro Enlace permanente. sin tema Hay 2 comentarios.

TRES PINTORES DE ZARAGOZA

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CARTA DE FERNANDO MARTÍN GODOY A SUS AMIGOS

Hola a todo el mundo!!!

El lunes, 3 de julio, a las 11:30 de la mañana, inauguro una exposición colectiva en la Aljafería. Es una hora un poco complicada, pero en fin... Yo os aviso para que vaya quien pueda.Expongo 8 cuadros en compañía de otros cuantos de Pepe Cerdá y de Ignacio Fortún, todos ellos con la ciudad como tema. La expo es en la capilla de San Martín, que es una sala de exposiciones estupenda, y está organizada por Fernando Sanmartín. Mucha coincidencia en los nombres, parece una broma, pero no...Abajo os dejo los datos y un link a la página de las Cortes de Aragón.Espero veros allí, y si no, pronto. 
02/07/2006 17:05 Antón Castro Enlace permanente. sin tema Hay 1 comentario.

II.CERDÁ EN LA ALJAFERÍA

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El cuadro de Pepe Cerdá. Ismael Grasa le escribe un bonito texto. Pepe Cerdá mira Zaragoza desde Villamayor, su refugio.

02/07/2006 17:07 Antón Castro Enlace permanente. sin tema No hay comentarios. Comentar.

III. IGNACIO FORTÚN EN LA ALJAFERÍA

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Ignacio Fortún, objeto del documental de arte y ensayo "Vislumbre" de Domingo Moreno, también expone en la Aljafería. Éste es uno de los cuadros. Su pintura es analizada por Carlos Castán.

02/07/2006 17:11 Antón Castro Enlace permanente. sin tema No hay comentarios. Comentar.

ESTA MEDIANOCHE: BORRADORES

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-Borradores conversa en el Museo de Huesca con Rafael Azcona.

-Plató: Dos canciones de  Elena Rubio, y diálogo con Luisa Miñana y Roberto Malo.

-Reportajes: Pilar Moré, Vicente Pascual, Xesús Vázquez y Alberto Carneiro.

 

Esta noche, a las doce, el programa “Borradores” contará con la presencia de la cantante e intérprete Elena Rubio, que cantará dos canciones “Anda” y “Por ti seré”, junto al guitarrista Flaco Jiménez. Además, recibe en el plató a la historiadora y novelista Luisa Miñana, que acaba de publicar “Pan de oro” (Mira editores), una novela sobre la Zaragoza artística del siglo XVI que indaga  entre la  rivalidad de un artista italiano y Damián Forment. Y también recibe a Roberto Malo, narrador y cuentacuentos que acaba de publicar en Certeza su libro de relatos “Malos sueños” (Certeza). Además, “Borradores” viaja a Teruel, donde visita la exposición “Vórtice” de Xesús Vázquez en el Museo de Teruel y graba las recomendaciones de libros de Luisa Perruca, de librería Perruca. En Huesca visitamos la exposición “Árboles” en el CDAN de Alberto Carneiro, y ofrecemos un reportaje sobre dos trabajos de Vicente Pascual Rodrigo: su reflexión sobre la torre de Doña Blanca en Albarracín y el proyecto aún inédito “Las 100 vistas del monte interior”. Además, “Borradores” ofrece una extensa entrevista con Rafael Azcona, en la que habla de su cine, de los guiones, de la novela “Los europeos” y de sus viajes al Tubo de Zaragoza. En plató, forman parte del decorado varios cuadros de Pilar Moré, cuyo estudio visitamos. Roberto Malo es el encargado de leer un breve texto: “El libro de la vida”, y Amparo Martínez explica lo que significa para ella la palabra “Borradores”.

 *Uno de los últimos guiones de Azcona: "La lengua de las mariposas", basado en tres cuentos de Manuel Rivas y realizado por
02/07/2006 17:31 Antón Castro Enlace permanente. sin tema No hay comentarios. Comentar.

VÍCTOR JUAN BORROY, DIRECTOR DEL MUSEO PEDAGÓGICO DE ARAGÓN

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 Caricatura de Víctor Juan Borroy realizada por José Luis Cano

 

El profesor, investigador y novelista Víctor Juan Borroy estrenó su nuevo cargo de director del Museo Pedagógico de Aragón el pasado viernes, en un acto entrañable y repleto de gente. En su página web, Víctor cuelga un pequeño decálogo de intenciones. El viernes advertía a los oscenses, en mi artículo de "Heraldo de Huesca", reciben a un tipo entusiasta, apasionado, bondadoso y sabio. Éste es el texto de Víctor Juan Borroy:

[El viernes se inauguró el Museo Pedagógico de Aragón. Guardé el trozo de cinta que me dio la Consejera de Educación Cultura y Deporte. Es la cinta que he escaneado junto a la invitación. Estoy ilusionado con este proyecto.

El Museo Pedagógico de Aragón no es una colección de objetos muertos, inservibles, curiosos, raros o inusuales. Un museo obedece a una idea, a un propósito. Un museo es un discurso, un texto abierto que tiene su estructura, su gramática y su coherencia interna. Como las grandes obras literarias, un museo ha de permitir múltiples niveles de lectura. Por eso es imprescindible que los visitantes puedan recorrer la muestra sin distorsiones, sin ruido comunicativo, sin grandes sobresaltos. Las piezas no deben solaparse, amontonarse, taparse unas a otras. Hay que procurar que todo no esté tan junto que impida escuchar el susurro de las piezas cuando nos hablan de la sociedad, de la concepción de la infancia, del modelo de aprendizaje, de las carencias que soportaba la población, de la disciplina que se imponía en las escuelas, de las rutinas cotidianas, de las diferencias entre los grandilocuentes discursos y la prácticas cotidianas, del tipo de maestro que allí trabajaba. ¿Quién leyó este libro? ¿Quién jugaba con esta muñeca? ¿Quién se sentaba en aquel pupitre? ¿Cómo era la maestra que trabajaba con estos materiales? ¿Qué formación había recibido? También hay preguntas mucho más trascendentes que pueden ser contestadas por los materiales, por los símbolos que presidían la jornada escolar, por los iconos del aula, por los cantos y las celebraciones, elementos, en definitiva, que nos hablan del modelo de socialización que se perseguía en cada época. ¿Cómo se han seleccionado los contenidos escolares? Los materiales nos permiten indagar y analizar el curriculum oculto, o lo que es lo mismo, ¿qué aprendían los niños y las niñas mientras creían aprender matemáticas, historia o geografía?

El Museo Pedagógico de Aragón está en la Plaza del Mercado de Huesca y puede visitarse de martes a sábado de 10 a 14 h. y de 17 a 20 h. Los domingos de 17 a 20 h.]


03/07/2006 09:42 Antón Castro Enlace permanente. sin tema Hay 5 comentarios.

SABINO MÉNDEZ EN ZARAGOZA

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Me llega esta nota, que cuelgo en mi blog gustosamente.

Presentará su libro “Hotel Tierra” (Anagrama)

(http://www.lafactoriadelritmo.com/fact6/panorama/sabino.shtml)

El que fuera durante varios años guitarrista y compositor de Loquillo, en su banda Trogloditas, estará en Zaragoza el jueves 6 y el viernes 7.

Cuando Sabino Méndez abandonó la música, decidió que era el momento de ajustar cuentas con su vocación: la literatura. Tomó los libros y asistió a la universidad de Barcelona, donde cursó estudios de Filología Hispánica.

Mientras, fue pasando cuentas con su memoria. Sorprendió al mundo de la música, pero sobre todo al de las letras, con su cruda mirada a la época de la Movida en “Corre, rocker ”. Un delirante relato sobre unos años de desenfreno, drogas, rock and roll y trasnoche. En medio de esa vorágine se encontraba Sabino tomando notas.

Después del exitoso “Corre, rocker”, dio salida a su personal visión sobre el rock internacional en “Limusinas y estrellas”.

Ahora nos vuelve a sorprender en un duelo con su dietario, con esa libretita que siempre le acompaña. Acaba de editar en “Hotel Tierra” (Anagrama), sus memorias literarias y musicales. El recuento de los momentos especiales que vivió en una banda de rock, los Trogloditas, donde en las noches mezclaba alcohol con Borges, pastillas con Scott Fitzgerald, insomnio con Nietszche.

El autor de “Cadillac solitario” nos visita para presentar el libro.

El jueves 6 estará en la librería Cálamo (20.00 h.) Plaza san Francisco, 4.

Presentan: Gabriel Sopeña y Joaquín Carbonell.

Donde tendrá lugar la presentación oficial de “Hotel Tierra” y atenderá a todos los amigos que se interesen por su obra.

 

El viernes 7 (19.30 h.) acudirá a la librería Antígona, en Pedro Cerbuna, 25 donde se oficiará un distendido coloquio sobre “La década de los 80”, coordinado por Joaquín Carbonell

03/07/2006 20:58 Antón Castro Enlace permanente. sin tema Hay 2 comentarios.

CARTA DE ALEJANDRO CORTÉS: PALABRAS PARA CHARRAR

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El pintor, escritor y activista indesmayable Alejandro Cortés escribe esta nota:

Estimados amigos y colaboradores:

Me pongo en contacto con vosotros para informaros de que la presentación
oficial del libro colectivo LA CHARRADA tendrá lugar el día 20 de julio en
la sala de Ámbito Cultural de El Corte Inglés de Zaragoza a las 19.30 horas.

LA CHARRADA es una reflexión colectiva y multidisciplinar sobre el
vocabulario aragonés en la que 40 autores de distintos ámbitos de la cultura
y la sociedad aragonesas han elegido sus vocablos preferidos y nos presentan
lo que dichas expresiones les sugieren. Estas obras, que pueden ser textos o
ilustraciones, se distribuyen en tres bloques temáticos: 1. Ser humano, 2.
Naturaleza y 3. Expresiones y objetos.

Los autores que participan en esta iniciativa son:

Raquel de Álava.
Eugenio Arnao
Luis Miguel Bajén.
Manuel Ballarín.
Natalio Bayo.
Francho Beltrán.
Chesús Bernal.
Blanca Blasco.
Domingo Buesa.
Mª Dolores Campos.
José Luis Cano.
Antón Castro.
Ánchel Conte.
Javier Coronas.
Alejandro Cortés.
Fernando Cortés.
Jorge Cortés Pellicer.
Manuel Domínguez.
José Antonio Duce.
Isabel Enguita.
Eloy Fernández Clemente.
Alberto Gamón.
José Luis García Remiro.
Ángel José Laín.
Miguel Ángel Lamata.
José Lera.
Carmen Marta Lazo.
Antonio Martínez Ruiz.
Francho Nagore.
Paco Paricio.
Ángel de Pedro.
Sergio Pérez Mir.
Andrés Pérez Perruca.
Antonio Postigo.
Francisco Rallo Lahoz.
Paco Rallo.
Javier Sauras.
Pilar Sarto Fraj.
José Juan Verón Lassa.
José A. Videgaín.
Luis Yrache.

Un libro que ve la luz gracias al apoyo de todos los colaboradores y
patrocinadores y que ha sido editado por Rolde de Estudios Aragoneses con la
ayuda del Gobierno de Aragón y la colaboración de Chuntos por l´aragonés.

Me gustaría aprovechar este acto para agradeceros en persona toda la
ilusión, esfuerzo y cariño que habéis aportado a una idea que ha crecido con
vosotros y que se ha traducido en un tomo de  rico en contenidos y
diferente.

 

*La caricatura de Lamata, dudo un poco que sea él, la firma Tadeo.

03/07/2006 21:06 Antón Castro Enlace permanente. sin tema No hay comentarios. Comentar.

ÁNGEL GUINDA, AL BÚLGARO, EN CÁLAMO

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Francisco Goyanes remite esta carta:

 

El miércoles 5 de julio a las 20 h., la poeta y traductora Rada Panchovska presentará en Cálamo la edición bilingüe español-búlgaro de Vida ávida de Ángel Guinda, publicada por la editorial Próxima-RP de Sofía en colaboración con la Casa del Traductor de Tarazona con una ayuda de la Diputación de Zaragoza. Además del poeta aragonés y de la traductora, participarán Mercedes Corral, directora de la Casa del Traductor, y el escritor Antón Castro.

Se leerán poemas en versión original y doblados al búlgaro. Toda una aventura sonora que no te deberías perder.

La presentación está organizada al alimón por La Casa del Traductor de Tarazona y Librería Cálamo.

03/07/2006 21:55 Antón Castro Enlace permanente. sin tema No hay comentarios. Comentar.

EL RECTÁNGULO DE LA POESÍA: PACO URIZ

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Un balón de goma, la nieve y el gol: poesía de fútbol

 Hace días que quería hablar de un libro, “Un rectángulo de hierba” de Paco Uriz (Zaragoza, 1932), poeta, traductor y cómplice permanente del político asesinado Olof Palme y Artur Lundkvist, el hombre que impulsó el Premio Nobel para Neruda, Vicente Aleixandre, Octavio Paz o Cela, entre otros. Se trata de un poemario de algo más de 80 páginas, publicado por la editorial aragonesa Libros del Innombrable en 2002, que explica la fascinación que siente el autor y mucha gente por el fútbol. En la niñez, en aquellos campos sin postes, el fútbol era como una revelación: “Lo esencial era el balón”, dice, y explica que jugaba en casa, con pelotas de goma, en la plaza de los Sitios, en uno de los tres campos de los Escolapios, y evoca un imborrable día de nieve. También recuerda cuando los curas llevaban a todos los niños a los campos de la Química, detrás de la Aljafería, y allí elegían a dos equipos con los once mejores. Los que no eran seleccionados para el juego, que encarnaba “la sal de la vida”, percibían las primeras frustraciones. En aquellos choques, “lo importante era ganar. Lo de participar, para los marqueses”.        

Paco Uriz habla del campo, ese escenario de todas las quimeras. “Era la alfombra mágica que hacía volar mis sueños”. Habla del gol: “Si el gol provoca tal felicidad, // ¿no sería mejor meter muchos?”. Se detiene en otras estampas: en los jugadores que salen del túnel, en el ritual de las fotografías, en la moneda al aire y en la puesta de la pelota en movimiento. Todo ello, antes de que llegase la televisión, lo vivía especialmente en el campo de Torrero, donde vio jugar a Di Stéfano o Ben Barek, al que le dedica un poema.         

La pasión por el fútbol era absoluta: los mejores amigos eran aquellos que tenían balón. Se conjugaban los verbos de una manera muy divertida: “Yo soy Zarra, tú eres Ramallets, él es Gainza”. Se aprendían los poemas dedicados a los grandes héroes, desde Zamora (“Zamora era // grueso jersey de cuello alto, toscas  rodilleras, // botas rigurosas, gorra visera // un león”, así lo define Uriz) a Platko, y se recuerdan esos inolvidables momentos de la leyenda: la final de Maracaná de 1950, cuando el “negro” Obdulio Varela frenaba a las figuras brasileñas y le daba  la vuelta al gol de Friaça. Describe la grandeza inútil de los húngaros de 1954. “Aprendimos de su desgracia que // nunca se debe jugar con diez y una estrella lesionada”.

         El autor establece un paralelismo entre su biografía, la afición por el deporte y la política española, tan inseparable del juego. Por eso glosa la final de la Eurocopa-1964, cuando España  venció a Rusia con “la histórica cabeza de Marcelino”, y analiza el ímpetu y la locura de los hinchas, que se apiñaban de puntillas para ver a los jugadores. Recrea ese instante decisivo en que el portero y el delantero se lo juegan casi todo en un penalti. El genio del balompié es “Maradona, el camino más bello entre dos puntos”. Y el jugador argentino también le invita a preguntarse: “Quién es el Maradona de la poesía”. Paco Uriz parece tenerlo claro: “El providencial cabezazo de Marcelino, // ¿no desató tanto entusiasmo como el estreno del ‘Marat-Sade’ de Marsillach?”. Pregunta retórica, claro: desató mucho más. Y afirma: “Carlos Lapetra no fue menos importante // que Ramón Sender”. Este libro, sencillo y directo, del que se entiende todo, puede ser la compañía ideal, de bolsillo, para esta apasionante semana en que Europa pugna, de nuevo, por el título. El autor me ha dicho que tiene muchos, muchos ejemplares todavía.

*Ghiggia acaba de marcar el gol de la victoria de Uruguay sobre Argentina. El arquero Moacyr Barbosa se convertía en "o goleiro maldito". 199.854 espectadores contemplaron el triunfo charrúa. Por cierto, Francisco J. Uriz, premio Nacional de Traducción, traductor de Gunnar Ekeloff Ingmar Bergman, acaba de publicar sus memorias: "Pasó lo que recuerdas" (Biblioteca Aragonesa de Cultura).

03/07/2006 23:20 Antón Castro Enlace permanente. sin tema Hay 2 comentarios.

PIRLO, EL FÚTBOL EN CASA Y EL RUMOR DE LOS PINOS

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Me han pasado hoy [ayer en realidad:cuando Italia y Alemania reeditaban la memorable semifinal de 1970] algunas cosas, bastante intensas. He sufrido un accidente de coche, una  señora se incorporó a la circulación con imprudencia y me dio un buen golpe y un buen susto. A ella, el pánico le erizó la piel. Compré un espectacular libro de boxeo, Boxing, de más de 400 páginas, donde se recoge prácticamente todo y hay un inventario espeluznante de golpes terribles, de rostros destrozados por el dolor, pero también se recoge la leyenda, el abrazo, la sangre, la esgrima, la historia de campeones de todas las categorías. Es un libro de ésos que te gusta ver por miles de razones: por ahí andan Jack Dempsey, Jack Johnson,  Max Baer, Primo Carnera, Julio César Chávez, Oscar de la Hoya, Félix Trinidad, Ray Sugar Leonard, Marvin Maravilla Hagler, y entre los campeones del mundo se cita, en 1974, a Pedro Fernández. Esta tarde, mientras pensaba en un par de programas de “Borradores”, he recibido la llamada de José Luis Melero, que se estrena hoy como consejero del Real Zaragoza y que estaba ayer con el entusiasmo del joven doctor que está a punto de impartir su primera lección inolvidable de sabiduría, emoción y verdad.

Más tarde, jugué –casi a la patacoja- en emocionante partido con Diego de aliado contra Jorge y Daniel, un partido de tarde con hijo y contra hijos, que nos hace muy felices. Son partidos reñidos, casi duros, con enojos, con rivalidad; nos interrumpieron con 17-16 favorable a Jorge y Daniel. La interrupción se produjo por dos razones: un vecino nos contó, entre otras, cosas que le habían dicho que su perro negro huye por la noche y ha matado más  de media  docena de gallos y gallinas. Y luego ya vino el gran partido de Alemania e Italia, impresionante, vibrante. Por una vez los italianos dejaron su táctica rácana y quisieron tutear con el balón en los pies a un rival tan impetuoso y trabajador como falto de duende, despojado de magia y de auténtico talento. El talento sí lo puso Italia, y Alemania en menor medida en la prórroga, que marcó dos goles cuando todo se dirigía hacia los penaltis: jugó bellamente Andrea Pirlo y marcó el fino Grosso, que hizo por cierto un magnífico y casi imposible control en la primera parte. Luego apuntilló Del Piero, pero también estuvo a punto de hacerlo Gilardino.

Y después del partido inolvidable, la crónica para "Heraldo" y un baño en el agua, a la sombra de los pinos. Con Aloma y Diego. A la medianoche. Es una sensación agradable que sólo había experimentado en Cienfuegos, en Cuba. Luego, tras cenar,  me he venido al estudio y he puesto a un grupo que me gusta y que me llena de saudade: Luar na Lubre. Miro los pinos, los oigo, cual oigo el rumor del río y de los aviones, y viajo en el tiempo hacia Galicia cuando era niño, cuando oía la música de la espesura, el latido de los eucaliptos y los pinos, cuando presentía el avance del misterio con sus figuras informes. Dentro de unos días, el próximo jueves, iré a Segovia a participar en un Encuentros  de Narradores Orales: estoy preparando una novela de cuentos en 50 minutos. Y estoy asustado. Pero no se lo voy a decir a Ignacio Sanz, que insistió mucho para que fuera. Cada vez quiero más a los amigos que te quieren: ayer recibí dos bellas cartas de Pilar Moré y Vicente Pascual Rodrigo, que estaban muy contentos de su presencia en "Borradores". Es bonito saber que la gente que se ha quedado contenta con esos gestos suaves de reconocimiento y de afecto.

 

*La foto es de Andrea Pirlo, el "cinco" clásico de Italia, el medio centro que dirige el juego de Italia y que ayer, con sus altibajos al principio, realizó un espléndido partido. Antes del gol de Grosso, él acababa de rematar de zurda lejana al arco de Lehmann, el mejor de la noche en el bando alemán a pesar del buen juego de Kehl.

05/07/2006 01:58 Antón Castro Enlace permanente. sin tema Hay 9 comentarios.

JULIO ALEJANDRO EN EL CBC*

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"Julio Alejandro, 100 años, Una vida a chilindrones",
 inaugurada la exposición en el Centro Buñuel de Calanda.

El pasado sábado 1 de julio se llevó a cabo la inauguración de la exposición que el Centro Buñuel de Calanda ha organizado con motivo del centenario de Julio Alejendro Castro Cardús (1906-1995). En el homenaje participaron José Luis Acín, director del Centro del Libro de Aragón; Manuel Royo, alcalde de Calanda; Ignacio Casado, delegado general de la SGAE; Javier Espada, comisario de la exposición "Julio Alejandro, 100 años" y director del CBC; José Luis Cano, pintor e ilustrador; Emilio Casanova, realizador del documental "Julio Alejandro, un mar de letras"; Fernando Castro, hermano de Julio Alejandro; Asunción Balaguer, actriz y amiga; Antón Castro, escritor y periodista; Feliciano Llanas, presidente Asoc. Conde Aranda, Madrid; y Alberto Sánchez, responsable de la edición de "Fanal de Popa".

Tras estas intervenciones, que cerró Asunción Balaguer leyendo un texto de Julio Alejandro del "Breviario de los chilindrones", el público se trasladó a la sala de proyecciones del CBC, en la que se disfrutó del excelente documental: "Julio Alejandro. Un mar de letras", realizado por Emilio Casanova, en el que intervienen Rafael Azcona, Manuel Vicent, Alberto Sánchez, José Luis García Sánchez, Asunción Balaguer, José Gilar, Fernando castro, Mercedes Lezcano, José Luis Borau, Daniel Gascón, José Luis Balbín, Luis Alegre, Antón Castro, Vicente Sánchez,Alfredo Castellón...

La exposición está integrada por una colección de paneles de 100x70 cm. que acercan a los visitantes el conocimiento de la azarosa e interesante vida de Julio Alejandro, de su labor como poeta, como autor teatral y como guionista de películas como "Viridiana", "Tristana", "Nazarín", "Abismos de Pasión" y "Simón del desierto", filmadas por Luis Buñuel, además de títulos de otros directores como Ripstein, Roberto Gavaldón, Indio Fernández...

Además, la exposición acoge 16 obras pintadas exprofeso por José Luis Cano para la muestra que van ilustrando, con gran precisión, diversos episodios de la vida de Julio Alejandro. Es una de las obras más felices de Cano: dice que le parece fascinante la vida de Julio Alejandro y que le encanta trabajar sobre personas tan bondadosas, explicó que le había pasado algo semejante con Odón de Buen.

En la exposición también se pueden contemplar dos audiovisuales: el ya citado "Julio Alejandro. Un mar de letras", realizado por Emilio Casanova, y un montaje con extractos del documental "Los náufragos de la calle Providencia" y con la voz de Julio Alejandro recitando uno de sus poemas, realizado por Javier Espada, comisario de esta exposición.
El horario de visitas es de martes a domingo, de 10:30 a 13:30 horas por la mañana y de 16:00 a 20:00 horas por la tarde. La exposición permanecerá abierta hasta el domingo 1 de octubre.
Centro Buñuel de Calanda
C/ Mayor, 48
44570 - Calanda
Telf.: 978.846.524
*Texto de Toni Alarcón con algún añadido mío. En la foto aparecen Feliciano Llanas, responsable del proyecto Conde de Aranda y familiar oscense de Julio, Fernando Castro Cardús y Pilar Navarrete. El Gobierno de Aragón ha participado en varios homenajes al guionista, dramaturgo y cineasta: publicó un estuche con cuatro obras, financió el documental "Julio Alejandro, un mar de letras" y organizó un homenaje en el Festival de Cine de Huesca, con los responsables, y otro en la Residencia de Estudiantes. Y además, han colaborado en la muestra del CBC con la SGAE, entre otros.
06/07/2006 11:07 Antón Castro Enlace permanente. sin tema No hay comentarios. Comentar.

ZIDANE APARTÓ A FIGO DE LA FINAL

20060706175259-figo-y-zidane.jpgNada que ver con lo que ocurrió anteayer. Nada. Francia y Portugal tenían experiencias anteriores más bien convulsas, grescas en la Eurocopa de 1984 y en la de 2000, y se contemplaron con demasiado respeto. Cejijuntos, sin alegría, con agria desconfianza. Aquí no podía sonar el acordeón del mar que estremece el fútbol. Había que apretar los dientes, defender a muerte y esperar a la contra. Zizou, que ha hecho correr unos cuantos ríos de tinta, apareció fatigado: este partido no iba a ser para él. La noche estaba trabada de odios; la agresividad latía en el ambiente. Era la jornada de los obtusos. Y en ésas, mientras los unos y los otros se vigilaban de frente y también con el rabillo del ojo, como si cuchichearan ira, Tierry Henry atrapó un balón y se enfrentó al mejor defensor portugués, Ricardo Carvalho. Penalti de libro, o casi canónico. Zidane ajustó el cuero abajo, como Villa. A partir de aquí se apagaron los astros. Se encendió la impotencia y galopó una voluntad terca, sin duende. Portugal no ha tenido ariete en este Mundial, tampoco lo tuvo en su Eurocopa, porque Pauleta es un goleador de ligas menores. Un tramposillo de escaso talento. Luis Figo iba a hartarse de correr, de pedir el balón, pero su segunda parte fue toda una apología de la desolación. Esperábamos mucho de él, deseábamos que fuera su gran orgía, que el destino por fin le hiciera la justicia poética que tanto se merece, pero fue incapaz de desbordar ni una sola vez a Abigal. Maniche puso el corazón, se desfondó en todas las direcciones, empujó contra el muro francés. Deco raseó el balón, trianguló con su perfección habitual, pero dio la sensación de que se conformaba, que no ambicionaba reventar el partido y su aportación fue más bien inexistente. Y sólo Cristiano Ronaldo soñó con la igualada: dribló, amagó una y otra vez, se tiró a la piscina y naufragó, chutó desde casi 40 metros, aunque este lance significó la chapuza de Barthez: verificó algo que sabíamos todos los espectadores y debían desconocer los portugueses: ese portero es un palomitero atrabiliario, un cancerbero en sus horas más bajas. ¡Chutad, chutad, malditos!, parecían gritar los aficionados. Figo intentó aprovechar el rechace pero su remate de cabeza se escapó hacia arriba. Portugal puso ganas, sacrificio, coraje, algo de violencia, pero se quedó con un palmo de narices e inundado en sudor y desgarro. Incluso en el lapso final de agonía de todos los partidos acarició un empate que no habría sido injusto. El más destacado de los suyos, junto a Cristiano Ronaldo, que ya se ha hecho acreedor a ser el mejor joven del Mundial, fue el centrocampista Maniche.        

El choque de ayer fue el de la despedida de Luis Figo. Ya no volveremos a verlo en un torneo de este nivel. Cumple 34 años y está sin fuelle. O cambia de posición y de forma de elaborar o se ha terminado: ha peleado y aún pelea y peléo, pero se ha consumido tanto en el tránsito hacia las semifinales que ayer fue una sombra de lo que le habíamos visto. Exhibió el orgullo y la casta, intentó caracolear, pretendió centrar, se desesperó en su banda y se trasladó al centro. Ayer evidenció que su velocidad de antaño es sólo un recuerdo.         

Francia no gustó. No se pareció en nada al conjunto que venció a Brasil. Fue un equipo que pareció excitarse un poco con la posibilidad del contragolpe, tras el  gol de Zidane en el minuto 33, que buscó las carreras de Henry o de Ribery, pero lo que se dice fútbol hubo muy poco. Fue una Francia convulsa, estrangulada desde adentro, majestuosa en defensa con un binomio Thuram-Gallas prácticamente intratable. Italia habrá aprendido la lección y Francia también: los franceses ya saben que van a enfrentarse contra un equipo igual de sólido que Portugal en la retaguardia, y más amenazador y con mordiente arriba. En estos momentos, Italia es la favorita. 

*Por cierto, los diez jugadores candidados a mejor jugador del Mundial son: Pirlo, Buffon, Cannavaro y Zambrota, de Italia; Vieira, Zidane y Henry, de Francia; Ballack y Klose, de Alemania; y Maniche, de Portugal.

06/07/2006 17:52 Antón Castro Enlace permanente. sin tema Hay 1 comentario.

RAFAEL AZCONA, EN BORRADORES

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HOY, A LAS OO.15, BORRADORES EN TELEVISIÓN ARAGÓN

-Borradores conversa en el Museo de Huesca con Rafael Azcona.

-Plató: Dos canciones de  Elena Rubio, y diálogo con Luisa Miñana y Roberto Malo.

-Reportajes: Pilar Moré, Vicente Pascual, Xesús Vázquez y Alberto Carneiro.

 

Esta noche, a las doce, el programa “Borradores” contará con la presencia de la cantante e intérprete Elena Rubio, que cantará dos canciones “Anda” y “Por ti seré”, junto al guitarrista Flaco Jiménez. Además, recibe en el plató a la historiadora y novelista Luisa Miñana, que acaba de publicar “Pan de oro” (Mira editores), una novela sobre la Zaragoza artística del siglo XVI que indaga  entre la  rivalidad de un artista italiano y Damián Forment. Y también recibe a Roberto Malo, narrador y cuentacuentos que acaba de publicar en Certeza su libro de relatos “Malos sueños” (Certeza).

Además, “Borradores” viaja a Teruel, donde visita la exposición “Vórtice” de Xesús Vázquez en el Museo de Teruel y graba las recomendaciones de libros de Luisa Perruca, de librería Perruca. En Huesca visitamos la exposición “Árboles” en el CDAN de Alberto Carneiro, y ofrecemos un reportaje sobre dos trabajos de Vicente Pascual Rodrigo: su reflexión sobre la torre de Doña Blanca en Albarracín y el proyecto aún inédito “Las 100 vistas del monte interior”. Además, “Borradores” ofrece una extensa entrevista con Rafael Azcona, en la que habla de su cine, de los guiones, de la novela “Los europeos” y de sus viajes al Tubo de Zaragoza. En plató, forman parte del decorado varios cuadros de Pilar Moré, cuyo estudio visitamos. Roberto Malo es el encargado de leer un breve texto: “El libro de la vida”, y Amparo Martínez explica lo que significa para ella la palabra “Borradores”.

 * El guión de "La niña de tus ojos" lo escribieron Rafael Azcona y David Trueba. Aquí vemos a Penélope Cruz, que realizó el papel principal.

 

"BORRADORES" CONTINÚA DURANTE JULIO Y AGOSTO

Tendremos programa todo el verano. Y os avanzamos aquí el sumario de los dos siguientes.

PROGRAMA DEL 9 DE JULIO 

El programa “Borradores” dedicará un primer monográfico a la literatura infantil y juvenil en Aragón. Recibe en el estudio al escritor Daniel Nesquens y a la ilustradora Elisa Arguilé, que acaban de publicar “Mi familia”. También recibe a Ramón Acín, autor de la novela juvenil “Terror en la Cartuja” (Edelvives) y a Pura Menaya, que publica “Dragón busca princesa” (Bambú). Y, por último, acudirán al plató la escritora María Dolores Tolosa y el ilustrador David Guirao, que firman “Caruso” (Mira Editores). Además, “Borradores” entrevista a la profesora Rosa Tabernero, especializada en literatura infantil. Y ofrece varias exposiciones: una del fotógrafo Edward S. Curtis, especializado en el mundo de los indios; otra de varios proyectos de diseño de Escuela Superior de Diseño de Zaragoza, y otra de caricaturas de Luis Grañena. Además, “Borradores” visita la librería de la FNAC, descubre a un jovencísimo poeta y recibe a Paula Ortiz, que define la palabra “Borradores”.   

PROGRAMA DEL 16 DE JULIO

 José Luis Acín,Ana Bendicho y Ramón J. Campo serán dos de los invitados del programa  cultural “Borradores” del 16 de julio. Acín explicará su libro “Los lugares de la memoria” (Prames) y avanzará su trabajo “Tras las huellas de Briet” / 2.Ana Bendicho hablará de su concepto del diseño, de sus fotos, que colgará en el plató, y de un premio que acaba de recibir en Estados Unidos por un envase de aceite, y Ramón J. Campo hablará de “La estación espía” (Península), la historia del oro de Canfranc al que ahora le añade la vertiente vasca y nuevas revelaciones. Además, “Borradores” viajará a Teruel para hablar con los responsables de la revista de cine “Cabiria”, un reportaje que se rodó en el cine Maravillas, entrevista a la escritora de novela policíaca Cristina Fallarás y visita la exposición “Cuerpos iluminados” de Rafael Navarro. María Teresa Martínez hace las recomendaciones de su librería Kábala y Miriam Reyes lee un poema.

 

06/07/2006 18:30 Antón Castro Enlace permanente. sin tema Hay 1 comentario.

CORRELIMOS: EL TIEMPO Y EL PÁJARO

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Juraría que fue en agosto y en Molinos (Teruel). Hice lo que hago siempre ahí: subo a la gran explanada de la iglesia, abierta a todas las luces, abierta a las cañadas y a los abismos y envuelta en un olor a olivera. Luego, me acerqué al estudio de Ely M. Algás, y con ella fui a ver la primera muestra de Correlimos: catorce ceramistas, muy distintos entre sí, que miraban de reojo, y también de frente, a la tradición. Catorce ceramistas que exaltaban su pasión por el barro desde la modernidad, desde una creatividad constante y sin resquicios. La muestra ofrecía un vasto abanico de poéticas: la apuesta por el volumen mediante el pellizco o la caricia; la puesta en escena con diversas técnicas; el trabajo conceptual con elementos decorativos; la orientación escultórica y aún arquitectónica. Y por supuesto la inclinación al clasicismo. La muestra suponía el nacimiento de un nuevo colectivo que, de algún modo, recogía el testigo de los legendarios artesanos del Maestrazgo y de Aragón, pero también abrazaba el espíritu de los alfareros mudéjares.        

Me intrigó el nombre del grupo: Correlimos. Como ese pájaro menudo, aficionado al agua dulce, que vuela y sobrevuela con elegancia en América y Asia. Uno de sus ecosistemas predilectos es el limo: la tierra fecundada y delgada, la huella delicada que deja el tránsito del agua en la tierra, la matriz del mundo. Pero además vi que el grupo también quería unir el limo, esa materia esencial y finísima, con la idea de movimiento, de desplazamiento en el tiempo, de evolución. Correlimos nacía en libertad para crear y creer, investigar, afirmar los hallazgos, alimentar los sueños y redondear una tarea, una forma de estar en el universo con la cerámica y desde la cerámica.         

La cerámica es un diálogo con la tierra, un retorno a la raíz. La cerámica es un oficio y un empeño de la imaginación. La cerámica encarna el poder de la mano y sus hechizos, la energía telúrica de la creación, y es una perpetua y remota aspiración a la belleza. Vencida la estricta utilidad de antaño, ahora Correlimos busca la sensualidad, el concepto, el equilibrio, la pureza, la rotundidad, sustantivos que bien amasados con el barro, el agua y el fuego desembocan en nada más y nada menos que en un ejercicio de plenitud, en un arte que quiere ser mayor y netamente contemporáneo.

08/07/2006 00:56 Antón Castro Enlace permanente. sin tema No hay comentarios. Comentar.

AMELIE MAURESMO GANA EN WIMBLEDON

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La tenista francesa Amelie Mauresmo conquistó el torneo de Wimbledon al derrotar en la final a la belga Justine Henin-Hardenne por 2-6, 6-3 y 6-. Así consigue su segundo Grand Slam del año tras triunfar en Australia en enero ante la rival de hoy, que hubo de abandonar por lesión por problemas estomacales. Henin, de 24 años, tercera favorita y triple campeona de Roland Garros, perdió su segunda final en Wimbledon; antes ya lo había hecho en 2001 ante Venus Williams. De haber ganado, habría conquistado el único Gran Slam que le falta en su palmarés tras ganar en París en 2003, 2004 y 2006, el US Open de 2003 y el Abierto de Australia de 2004.Justine Henin-Hardenne se ha convertido, por otra parte, en la gran rival de su compatriota Kim Clijsters, la debilidad confesa de Rafael Nadal.

Tras el triunfo, la otrora vulnerable Amelia Mauresmo refuerza su posición de número uno del tenis femenino, tras haber ganado el Masters a final de 2005 y los dos únicos Grand Slam de su carrera en Australia y hoy Londres en poco más de seis meses. Amelia Mauresmo es la primera tenista francesa que logra este título en 81 años, desde que lo consiguiera en 1925 Suzanne Lenglen (que ganó en seis ocasiones en esta competición). «Es genial haberlo conseguido, tras haber jugado en la final en tres ocasiones», dijo ayer la campeona de Wimbledon, que basó su juego en el saque y en la volea, que es la estética que más triunfos da en Wimbledon. Si pensamos en hombres, cabe recordar a Pat Cash, John McEnroe, Boris Becker, Stefan Edberg o Pete Sampras; si pensamos en las mujeres, el caso más claro es el de Billie Jean King y Martina Navratilova.

El partido pasó por periodos muy diversos. Justine Henin ganó con absoluta contundencia el primer set, dominando siempre con un drive demoledor; en el segundo set, Mauresmo hizo lo propio con una agresiva disposición al saque-volea, y en el tercero, más reñido, lo ganó de la misma manera, aunque con menos superioridad. Justine Henin anduvo falta de precisión y sobrada de precipitación. Ayer, la nerviosa pareció ella. Le faltó claridad, frescura y un poco de calma. Entre ambas no hay una gran diferencia, aunque Mauresmo ha ido a más en los últimos tiempos.

 


 

08/07/2006 19:16 Antón Castro Enlace permanente. sin tema Hay 1 comentario.

MI DIARIO DEL MUNDIAL EN HERALDO.ES

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Los compañeros de Heraldo.es, Picos Laguna, Helga Martínez, Beatriz Pardos y David Navarro han tenido el detalle (mil gracias por la gentileza) de colocar día tras día mi "Diario del Mundial". Si hay algún curioso que quiere ojearlo al completo, está en esta dirección:

http://www.heraldo.es/especiales/mundial2006/diario.html

Es uno de los proyectos más bonitos que he realizado desde que estoy en Heraldo. De los que me más me han gustado. Fue una idea de Mikel Iturbe y de José Miguel Tafalla, que les agradezco.

 

P.D. Incorporo aquí el post de Antonio Tausiet y hago la correción. Mil gracias.

08/07/2006 20:52 Antón Castro Enlace permanente. sin tema Hay 1 comentario.

ALEMANIA SE DESPIDE CON GOLES

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DIARIO DEL MUNDIAL / 9 de julio

 El fútbol directo de Schweinsteiger 

Barajé en algún instante que Alemania podía haber sido campeona del mundo. No estuvo tan lejos, en el fondo. Anoche, en Stuttgart, se midió a Portugal en un partido de muchas alternativas en la primera parte. Parecían más poderosos los germanos, buscaron el gol con insistencia, sobre todo a través de alguna combinación entre Klose y Podolski, pero los portugueses también se estiraban. En realidad, realizaron diez minutos primorosos: jugaron con alegría, ensancharon el campo hacia las bandas, rasearon el balón y parecían auténticos pasadores, aunque lo cierto es que Portugal sólo tiene un pasador: Deco. Además, al otro gran pasador lusitano, el hombre que merece compararse con Eusebio, Luis Figo, lo dejaron en el banquillo. Eusebio, la perla negra de Mozambique, quiso ser el talismán de los suyos y asistió a todos los encuentros y insufló ánimos y fortaleza a su admirador incondicional Figo. Lo demás, fue lo de casi siempre: el tanteo con más intención y búsqueda que suerte de Cristiano Ronaldo, un delantero que alterna casi por igual el atrevimiento y las buenas jugadas con el despropósito y la impaciencia, la genialidad y la pifia; los  barridos en el centro del campo de Maniche, que parece un león desmelenado capaz de correr en todas las direcciones, a veces conduciendo el balón en el pie en exceso, e incluso de chutar desde lejos o desde el borde del área. Simao representa el juego escolástico, correcto y vivo, con algún que otro destello, pero resulta poco imaginativo e incluso poco determinante. Y arriba, como en todo este Mundial, correteaba sin alma, sin acierto, sin garra, Pauleta. Scolari ha tenido obsesión con él: no se atrevió ni a sentarlo a tiempo ni a motivarlo con una suplencia. Es un cazagoles oportunista que sobrevive en la jungla del área y de la alta competición de una manera misteriosa. Lo mejor de la primera parte fue una vaselina de Kehl, ese central reconvertido a medio centro, y un trallazo impresionante de Podolski, distinguido con el título de mejor jugador joven. En la primera parte, Oliver Kahn casi ni se despeinó. El público lo aplaudió a rabiar, y Jens Lehmann, en el banco, disfrutaba con el eco de su hermoso gesto y de la recobrada amistad. Había firmado la paz con el portero del Bayern Munich, le dio la posibilidad de despedirse de sus incondicionales, y pelillos a la mar.        

La segunda parte fue la de la confirmación de la superioridad de Alemania, y en concreto de Schweinsteiger, el jugador número 7 que juega a contrapié con una estética basada en la potencia, en la velocidad desarbolada y en la capacidad de sorpresa. Ayer todo le salió como había soñado. En el primer gol, recibió en la banda izquierda, regateó hacia el centro a dos rivales, acomodó el disparo y lanzó un obús que sorprendió a Ricardo por el centro del marco. El fallo del soberbio portero parece obvio, aunque mitiga su despiste el efecto que adquirió ese balón vehemente. Poco después, el rubio Bastian Schweinsteiger, de nuevo, encorajinado, lanzó una falta con toda la intención del mundo: la pelota, como un obús, se topó con la pierna de Petit y se coló. Ricardo no tuvo tiempo a reaccionar. Ni lo tendría  un poco después, cuando el exterior, de nuevo, repetiría su jugaba preferida: desplegó el contraataque por la izquierda, vio que Petit reculaba un poco, que la defensa portuguesa estaba desguarnecida casi por completo, y culebreó hacia el centro. Allí fabricó un disparo que tomó otro efecto mortífero y se alojó en la red. Fue una auténtica bomba, y esta vez Ricardo no habría podido hacer absolutamente nada.         

Portugal lo siguió intentando. Deco se ponía las pilas demasiado tarde con pases espléndidos, con cambios de juego de muchos metros e incluso con un excelente disparo que repelió Kahn; la parroquia lo saludó al grito de “Oli, Oli, Oli”. Deco atrapó otro balón, lo condujo cosido a la bota y vio el desmarque de Figo. Se lo cedió (es una pena que se lleven mal: la asociación de ambos debía haber sido la gran baza de ataque y de dominio de Portugal), y el extremo y capitán envió uno de sus perfectos centros que remató Nuno Gomes. Gol. El veterano Nowotny falló estrepitosamente: estuvo lento e indeciso sin saber si debía obstruir el envío con la cabeza o con el pie.         

Ya no habría tiempo para mucho más, quizá para un par de sustos de Kahn, uno de ellos tras un disparo lejano de Ronaldo. La respuesta del cancerbero del Bayern se pareció mucho a la de Barthez en la semifinal, aunque en ambos casos los dos evitaron el gol. El encuentro, ameno y aligerado de tensión, concluyó con felicitaciones, despedidas, con efusivos gestos de cariño. Hubo un detalle que revela la intrascendencia del choque: Michael Ballack, preso de otra lesión misteriosa, bostezaba desde el banquillo, una, dos, varias veces, aunque no lo hizo de manera tan ostensible y grosera a como lo había hecho Oliver Kahn el día anterior mientras Jurgen Klinsmann daba órdenes. Para algunos se acaba un ciclo, como ocurrirá con Luis Figo especialmente, que ha tenido un comportamiento espléndido y ha sido un futbolista del máximo nivel, uno de los cinco mejores de Europa durante una década, y para otros es el inicio de una espiral que debiera conducir al éxito: el gran lateral Lahm, el citado Sweinsteiger, que encarna el fútbol directo y el  impacto instantáneo, Pobolski, Kehl. El partido de ayer fue un choque de complicidades, entre Klinsmann y Scolari, entre los jugadores, entre el público. Todos parecían felices. En realidad, los dos habían llegado más lejos de lo soñado, los dos habían devuelto el orgullo a sus respectivas aficiones. Y Alemania obtenía por tercera vez su tercer puesto en la historia de los Mundiales.

09/07/2006 11:18 Antón Castro Enlace permanente. sin tema No hay comentarios. Comentar.

ANÁLISIS DE LA FINAL DE HOY: ITALIA-FRANCIA*

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1
La nueva Italia: el catenaccio con fantasía

Italia parece algo más favorita que Francia para la final de mañana. Su hoja de servicios, con instantes de fragilidad y tedio también, parece más completa. Es un equipo sólido, que practica el catenaccio de Nereo Rocco como casi siempre, pero ahora se permite alegrías: es capaz de alinear a la vez a Iaquinta, Gilardino, Totti y Del Piero. Ni en los tiempos de Meazza y Piola, ni en los tiempos de Riva, Mazzola y Rivera, porque éste rara vez salía como titular a pesar de su calidad incontestable, de su brillantez y de su instinto goleador. Italia ha ganado algunos partidos de pura suerte, consciente de su destino: aprieta el rival, se estrella éste una y otra vez contra la empalizada de sus defensas, y al final, con el culo o un susto de coleta, marca Italia. Y si no, por ahí andan un árbitro y los dioses del estadio: ven un penalti que nadie ha visto en el último segundo, ante Australia, por ejemplo. Triunfa el austero y concentrado Lippi y sus antipáticas gafas.

Italia ha jugado muy bien ante Alemania en un partido de ida y vuelta, de ésos que esculpen la pasión por el fútbol en letras de molde. Pero Italia solventó mejor los lances, resistió bien y apuntilló. Contó con un arquero soberbio, tal vez el mejor portero italiano de todos los tiempos -y es fácil pensar en Combi, Albertossi, Zoff, Zenga, Toldo…- con Buffon, que tiene todos los recursos que se desean. Es elástico por arriba y por abajo, tiene gran confianza en sí mismo, posee reflejos, intuición, anticipación, y juega con una concentración absoluta. Es, antes que un arquero, el último líbero al que se le permite jugar con la mano.

La defensa es poderosa y variada: Cannavaro, encumbrado por Maradona en sus críticas, encumbrado y recordado cuando era un recogepelotas en Nápoles, está haciendo el torneo de su vida. Se le ve atento, correoso, listo, con fiereza y orgullo, rápido y mandón. Materazzi ha reemplazado a Nesta y casi lo ha hecho olvidar con oficio y contundencia. Los laterales son dos aciertos: Zambrotta podría jugar de extremo, es ambidiestro, se nos antoja que posee muchas más prestaciones de ataque que el limitado Camoranesi. Grosso es un lateral de estirpe: defiende, pasa, remata, golea; nos ha hecho recordar a Facchetti, más que al "bello" Cabrini. La defensa es tan expeditiva como lo fueron aquellas formadas por Burnigch, Cera, Rosato, Facchetti, o por Tassotti, Costacurta o Ferrara, Baressi y Maldini.Los centrocampistas hacen lo que tienen que hacer: contener, achicar espacios, amedrentar al adversario. Ahí están Gatusso, Camoranesi, De Rossi y Perrotta; no son iguales los cuatro, pero tienen ese trazado de jugadores voluntariosos, de sacrificio infinito, perseguidores. Son galgos del agobio. Y con ellos, ordenando su sudor y su esfuerzo, maniobra Pirlo: el cerebro gris de Italia, la luminosa cabeza que piensa, el hombre implacable y audaz que se atreve a trazar laberintos en cada pase, el medio centro que sueña para toda Italia.

Totti no es el Totti que conocíamos, pero siempre tiene algún gesto, una iluminación repentina, y alegra el discurso, esclarece la trama sórdida de un partido. Arriba, hay muchas variantes: todas empiezan en Luca Toni, y continúan con los citados Iaquinta, Del Piero (que es un enganche de lujo en las migajas del adiós), Gilardino o Inzaghi. Italia, que reaparece con absoluto esplendor cada doce años, quiere vengarse de la derrota injusta en la Eurocopa de 2000 ante una Francia más sólida que la de entonces. 

2
El día de la ira: Francia ensaya el pragmatismo  

Hablábamos ayer de Italia. Los especialistas coinciden en afirmar que está un punto o dos por encima de su rival. Y hoy, el domingo del gran choque, lo hacemos de Francia, que es un equipo más bien pragmático y veterano, bien armado en todas sus líneas, capaz de tumbar a Brasil, capaz de deslizarse sobre el filo de la navaja el día que se midió a Portugal. Contra los brasileños, Francia subvirtió el orden mundial del balompié y dio una lección de juego, de control, de ambición e incluso de remate. Muchos resumieron la pugna así: “El brasileño fue Zidane”. Querían decir que el hombre que se emparentaba con Léonidas, Ademir, Friaça, Garrincha, Pelé, Romario y Rivaldo era Zizou. Frente a Portugal, el equipo de Domenech hizo lo justo: amarró con el gol a favor, enturbió el partido, desdibujó la fantasía y se defendió de forma numantina con las garras extendidas. De vez en cuando, Henry regresaba de la siesta y afilaba su puñal de velocidad.          A Francia la protege Barthez, que siempre pareció un portero menor, extravagante y errático. Es un tipo que parece superar la tensión y la angustia de las grandes ocasiones con absoluta naturalidad: se ausenta como si fuera un autista, como si el incendio que avanza nunca llegase a su casa. La línea de cobertura es espléndida: tiene algo de italiana. Sagnol está haciendo un torneo serio y con brillo; Thuram y Gallas son dos centrales compenetrados y rigurosos, un valladar de dos columnas, compacto y cerrado a cal y canto; Abigal detuvo a Luis Figo en todas sus acometidas.         
El trabajo defensivo, de recuperación y equilibrio, comienza en Makelele y Vieira. Son complementarios y a la vez disparejos. Makelele es el punto de contención invisible: el elemento táctico que no destaca por nada y que resulta eficaz en casi todo. Y Vieira es el poderío, la solidez, la capacidad de desdoblarse hacia arriba en precisos apoyos. La segunda línea de medios cuenta con tres jugadores muy diferentes: Frank Ribery, la revelación del Mundial probablemente aunque no figure en la lista de los diez mejores, el gladiador que pelea, posee llegada y penetración por la banda, el interior marcado por las malas calles; Malouda, que transita por la izquierda y que rara vez comete un error, y Zidane, que es el eje de invención, el jugador que piensa, el caballero de los detalles, el poeta de la sofisticación. La brillantez de Zidane tiene algo de espejismo: la despliega en un control del balón, en un regate lejos del marco, en un inventario de gestos de acróbata, pero en el fondo Zidane, excepto ante Brasil y en el penalti a Portugal, se ha prodigado en una belleza tan aparatosa como ineficaz. Y arriba, olisquea el gol Thierry Henry, que se mueve siempre al límite del fuera de juego. Henry tiene alzada de gacela y carrera de guepardo, una elegante complexión de atleta del aire: es un jugador más bien frío de una efectividad tan extraña como abrumadora. No deja de ser de ser paradójico y casi incomprensible que Francia desprecie a otro gran goleador como Trezeguet, que tanto se parece a Henry.

         Tal vez sea ésta una de las finales más inciertas e igualadas. Italia quiere redimirse de sus demonios interiores y de sus mafias, y posee una ventaja íntima: su inmejorable prórroga ante Alemania. Algo así es casi una premonición de victoria, aunque el fogoso Luis Fernández anuncia: “Francia te hace jugar mal”.

 

*Estos textos pertenecen a la serie "Diario del Mundial". El primero apareció ayer en Heraldo Deportes, y el otro, sobre Francia, hoy. El texto sobre la semifinal se ha escrito para este blog. La foto es de Gigi Buffon. El partido se juega esta tarde, a las 20.00, en el Estadio Olímpico de Berlín. 

09/07/2006 11:29 Antón Castro Enlace permanente. sin tema Hay 3 comentarios.

ESTA MEDIANOCHE, BORRADORES

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1. En plató: Daniel Nesquens y Elisa Arguilé; Ramón Acín y Purificación Menaya; María Dolores Tolosa y David Guirao.
2. Entrevista con Rosa Tabernero, profesora especializada en literatura infantil.
3. Reportajes: Edward S. Curtis y los indios, jóvenes diseñadores, caricaturas de Luis Grañena...
4. Recita el joven poeta ruso Estanis.

El programa “Borradores” dedicará un primer monográfico a la literatura infantil y juvenil en Aragón. Recibe en el estudio al escritor Daniel Nesquens y a la ilustradora Elisa Arguilé, que acaban de publicar “Mi familia”(Anaya). También recibe a Ramón Acín, autor de la novela juvenil “Terror en la Cartuja” (Edelvives) y a Purificación Menaya, que publica “Dragón busca princesa” (Bambú). Y, por último, acudirán al plató la escritora María Dolores Tolosa y el ilustrador David Guirao, que firman “Caruso” (Mira Editores). Además, “Borradores” entrevista a la profesora Rosa Tabernero, especializada en literatura infantil. Y ofrece varias exposiciones: una del fotógrafo Edward S. Curtis, especializado en el mundo de los indios, a los que fotografió durante muchos años; otra de varios proyectos de diseño de Escuela Superior de Diseño de Aragón, y otra de caricaturas de Luis Grañena. Además, “Borradores” visita la librería de la FNAC, descubre a un jovencísimo poeta ruso, que reside en la comarca de Albarracín, Estanis, y recibe a Paula Ortiz, que define la palabra “Borradores”. 

El programa muestra hoy obras de Javier Pérez Cobo, Carlos Arce y Jorge Usán, que pertenecen a los fondos de la galería de Mario Campos.  

09/07/2006 11:43 Antón Castro Enlace permanente. sin tema No hay comentarios. Comentar.

SILVIA PLATH EN GALEGO

20060710110038-plath.jpgPAPAÍÑO   

Ti xa non, ti xa non

Me vales, zapato negro

No que vivín trinta anos

Coma un pé, pobre e esbrancuxada,

Case que sen atreverme a respirar nin a espirrar.

 

Papaíño: houben de matarte mais

Morriches antes de que me dera tempo.

Pesada coma o mármore, bolsa chea de Deus,

Estatua–estantiga cunha deda gris

Tan grande coma unha foca de Frisco,

 

E unha cabeza no insólito Atlántico[1]

Onde o verde feixón derrámase sobre o azul

No medio das augas da fermosa Nauset.[2]

Eu adoitaba rezar para recuperarte,

Ach, du.[3]

 

Na túa lingua alemá, na túa vila polaca

Achaiada polo rolete

De guerras e máis guerras.

Mais o nome da vila é do máis corrente.

O meu amigo polaco

 

Di que hai unha ou dúas ducias.

Así que eu xamais podía dicir ónde

Puxéra–lo pé, ónde estaban as túas raíces,

Xamais podía falar contigo.

A lingua apegábaseme á boca.

 

Apegábaseme a un cepo de arame de púas.

Ich, ich, ich, ich,[4]

Apenas podía falar.

Víate en calquera alemán.

E esa linguaxe obscena

 

Unha locomotora, unha locomotora

Chifrando, levándome lonxe coma a unha xudía.

Unha xudía camiño de Dachau, Auschwitz, Belsen.

Empecei a falar coma unha xudía.

É máis: coido que ben podería ser unha xudía.

 

As neves do Tirol, a cervexa rubia de Vienna

Non che son moi puras nin auténticas.

Eu, coa miña ancestral xitana, coa miña sorte fatídica

E o meu mazo do Tarot e o meu mazo do Tarot,

Ben podería ser algo xudía.

 Sempre tiven medo de ti, de ti

Coa túa Luftwaffe, a túa verba fachendosa,

O teu pulcro bigote e esa

Ollada aria, azul escintilante.

Home–pánzer, home–pánzer, Ah ti–

 

Non eras Deus senón unha esvástica

Tan negra que ningún ceo podía atravesala.

Toda muller adora a un fascista,

A bota na cara, o bruto

Bruto corazón dun bruto coma ti.

 

Velaquí estás, papaíño, diante do encerado,

Nesta foto túa que conservo,

Cunha focha no queixelo en lugar de no pé,[5]

Mais sen deixar por iso de seres un demo,

O home de negro que partiu

 

Dunha dentada o meu lindo corazón.

Eu tiña dez anos cando te enterraron.[6]

Ós vinte tentei morrer

Para volver, para volver a ti.

Coidaba que ata os ósos o farían.

 

Pero sacáronme do saco

E amañáronme con cola.

E daquela souben ben o que tiña de facer.

Creei unha copia túa,

Un home de negro cunha traza Meinkampf,

 

Amante do tormento e da tortura.[7]

E dixen si, si quero.

Así que, papaíño, xa che acabei á fin.[8]

O teléfono negro está desconectado de raíz,

As voces xa non poden reptar por il.

 

Se antes matei un home, agora xa son dous–

O vampiro que afirmaba ser ti

E que me zugou o sangue durante un ano,

Sete anos, para que o saibas.

Daquela, xa podes deitarte de novo.

 

Hai un espeque espetado no teu groso e negro

Corazón, e a xente da vila endexamais te quixo.

Por iso bailan agora, e patexan sobre ti.

Sempre souberon que eras ti. Papaíño,

Papaíño, cacho cabrón, agora xa che acabei.

  Versión de Xoán Abeleira.            


[1] Ghastly é un termo unido etimolóxica e foneticamente con ghostly. Na súa orixe significaba “espiritual” e agora enténdese tanto como “moi cativo ou desagradable”, “terrible, arrepiante” como “mortalmente pálido”, “espectral”. Coido que a palabra “estantiga” é do máis acaída eiquí, e ademais dá pe a unha boa aliteración. Segundo K.G. Srivastava a “grande deda gris” alude á perna gangrenada pola doenza que matou a Otto Plath así como á posterior prótese que levou iste cando lla amputaron. Segundo Sherry Lutz Zivley, da Universidade de Houston, tanto esa imaxe como a do vampiro poderían aludir a un dos traballos científicos do pai da poeta, "Muscid Larvae of the San Francisco Bay Region Which Sucks Blood of Nesting Birds". Frisco é, en efecto, un dos alcumes populares de San Francisco, mais, que eu saiba, existen cando menos dúas vilas chamadas así, Frisco, nos Estados Unidos: unha en Texas e outra en Colorado. Talvez Plath visitara con Hughes esta última, xa que, entre outras marabillas, conta cunha fermosa baía e un parque natural abondo célebre pola súa beleza e a súa fauna. O importante aquí é enxerga–lo que Plath quere dicir: que esta “ghastly statue” (lembranza do espectro do pai de Hamlet?) é tan descomunal, tan monstruosa que o seu corpo ocupa, dun lado ó outro, os Estados Unidos, dende o Pacífico ó Atlántico. Ademais, o feito de que diga “unha cabeza” e non “a cabeza” semella indicar que iste colossus é coma unha sorte de hidra con varias cabezas. (N. do T.)
[2] Sylvia Plath pasou os primeiros oito, nove anos da súa vida en Winthrop, un alfoz de Boston á beira do océano Atlántico (ve–lo relato ‹‹OCEAN 1212–W›› incluído en Johnny Panic e a Biblia dos Soños). Un “paraíso” que para ela rematou o día en que a súa nai decidiu mudarse a Wellesley, outro arrabalde do interior, trala morte do seu home.  A praia de Nauset está moi preto de Boston e do Cabo Cod, onde Plath e Hughes pasaron unha tempada feliz durante a súa estancia en Estados Unidos. A xulgar polo que di iste no seu poema ‹‹O prisma›› (Cartas de aniversario), Plath identificaba, en efecto, toda esa zona coa súa idílica nenez. (N. do T.)
[3] “Ah, ti”, en alemán. (N. do T.)
[4] “Eu”, en alemán. (N. do T.)
[5] Plat semella aludir aquí a unha certa marca diabólica, coma a que di –por exemplo– que as bruxas teñen a segunda deda máis grande que a primeira, etc. (N. do T.)

[6] En realidade, Sylvia tiña oito anos e pico cando Otto Plath morreu (1940).

[7] Lit. “do poldro (de tortura) e o garrote (vil)”. Iste verso tamén podería enxergarse como ‹‹e [fixen] un amor do tormento e da tortura››. (N. do T.)

[8] A crítica non adoita comenta–lo dobre senso que, en principio, teñen iste e o derradeiro verso do poema, os cales poden significar tanto “xa acabei (contigo)” como “estou acabada”. O matiz é moi importante, pois, enxergando os versos dun ou doutro xeito, o significado de todo o poema cambia radicalmente. Eu tento mante–la ambivalencia. (N. do T.)

*Envíame o escritor galego Xoán Abeleira esta traducción que publica oxe o xornal coruñés "La opinión", e penduro aquí esta fermosa foto, baseada no poema "Espello" de Plath, que figura no blog "palavradepantera" de Zoe de Camaris. Gustoume esta foto, que me recorda outra de Simone de Beauvoir e aquí a poño. Gracias Xoán.

10/07/2006 11:00 Antón Castro Enlace permanente. sin tema Hay 3 comentarios.

FINAL DEL MUNDIAL: VENCIÓ ITALIA POR PENALTIS

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 El poeta del fútbol ensucia su adiós

 

  Francia jugó mejor, Zidane se empeñó en dejar un pésimo recuerdo, quiso pasar de domador de balones a macarra de fin de semana, e Italia, como casi siempre, ganó. Ejecutó mejor los penaltis, y eso a veces es algo más que una práctica que depende del azar, una lotería. Fue un partido digno de una gran final, con el balón de área a área, aunque estuvo mucho más tiempo en las botas francesas. El mejor jugador francés de la noche, o cuando menos el más incisivo, Malouda, fabricó un penalti algo polémico, que ejecutó bellamente y con algún riesgo Zidane. Tiro a lo Panenka y halló la complicidad del poste que vomitó su balón suave, burlado y vencido Buffon, en el interior de la portería. Podría conjeturarse que iba a ser la noche de Francia: desbordaba mejor, entraba por las bandas, realizaba buenas transiciones en la línea de medios. Casi antes de que empezara el combate, Cannavaro golpeó a Henry y lo dejó inconsciente; se temió lo peor. El delantero regresó al campo y realizó seguramente su mejor encuentro del torneo.

         Con el tanto a favor, Francia hubo de aliviarse de las acometidas de Italia. Pirlo, que fue de más a menos y zozobró en el enmarañado bosque del equipo adversario, ensayó varios córners hasta que Materazzi logró impactar como soñaba. Gol. Luego fue Luca Toni quien remató al palo, y casi podría decirse que ahí se acabó la artillería italiana. Totti no apareció por Berlín; Pirlo no acertó con la melodía de la final, y Gattuso realizó uno de esos partidos que agigantan su fama de corredor de fondo y de incansable perro de presa; los laterales apenas subían. Francia se organizaba en torno a Zidane, que se gustó en muchos momentos,  que se alió bien con Vieira y con Makelele, y buscó trenzar con Ribery, otra vez un portento de voluntad y coraje, y con Henry.

         En la segunda parte, Francia incrementó su dominio. Italia no  lograba conectar con Toni, que batalló a destajo. Realizó dos cambios muy oportunos: Iaquinta y De Rossi por Perrotta y Totti, e Italia pareció responder mejor ante el juego del rival. Zidane se echó el equipo a su espalda; incluso el destino pareció jugar a favor de su grandeza: dio la sensación de que se le salía un hombro y, dolorido y todo, volvió al campo para coronarse de nuevo con la despedida más hermosa. Pero no fue así: ese jugador temperamental y un poco canallesco que es Zidane cometió una torpeza de fogoso principiante: le salió su inclinación a la reyerta, y le dio un impresionante cabezazo a Materazzi. Fue algo inesperado, algo que se antojó completamente gratuito. Hacía ya muchos minutos que se había tenido que marchar Patrick Vieira, e incluso el mismo Zidane había estado a punto de sentenciar de un estupendo cabezazo. Pero luego, también con Henry fuera, sacó al animal que lleva dentro, al hombre irascible, y provocó su expulsión. Ya lo hizo también en Francia-1998 y en varias ocasiones en la Liga de Campeones. Los nueve penaltis fueron ejecutados primorosamente, incluso el de Trezeguet, que se escapó al larguero y rebotó en la misma línea de portería. Esta vez, fuera.

         La final ha tenido dos protagonistas: Zidane para lo mejor y lo peor, y Fabio Cannavaro, el capitán de la selección italiana que ha hecho un campeonato increíble y una final primorosa. Ha sido el muro de contención, la empalizada, el aviador sin tregua y el capataz expeditivo que no admite chanzas. Jugó con autoridad, brillo, contundencia, y fue literalmente inabordable. Italia se toma así cumplida venganza de la derrota de la Eurocopa-2000. Y Zidane dejó un borrón casi indeleble: el poeta del fútbol manchó la hermosa caligrafía de sus versos, ensució las imágenes que le habíamos reservado para la eternidad. Sin embargo, quedarán otras instantáneas: la de Barthez y Buffon deseándose suerte y cogiéndose las manos como dos amigos cómplices que se van a enfrentar al miedo del portero ante el penalti.  

 

*Este texto aparece hoy en Heraldo Deportes, algo más breve. Fue escrito anoche, justo después de concluir la final. Gracias a todos los que habéis seguido el "Diario del Mundial" y gracias por los muchos ánimos que me  habéis dado. Un abrazo. Y a ver si podemos repetirlo dentro de cuatro años. Acabo de unir los textos completos, y he escrito cien páginas.

 

*Alessandro del Piero y Fabio Grosso marcaron ayer sus penaltis. Italia marcó los cinco, y Francia sólo marcó cuatro de tres. El quinto ya no fue necesario tirarlo. Ahora Italia se acerca al pentacampeón Brasil; Italia ganó en 1934, 1938, 1982 y 2006. Brasil lo hizo en 1958, 1962, 1970, 1994 y 2002.

10/07/2006 11:19 Antón Castro Enlace permanente. sin tema No hay comentarios. Comentar.

O NOVO LIBRO DE MANOLO RIVAS (CRÓNICA DE MANOLO BRAGADO)*

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A agardada novela de Manuel Rivas xa está nas librarías. A estrea produciuse a tarde do pasado venres na Feira do Libro de Vigo durante unha asinatura de exemplares que durou máis de catro horas. Ao día seguinte realizamos o primeiro acto público, un encontro con xornalistas na terceira planta da Torre de Hércules.

Rivas iniciou a súa intervención na torre, despois de subirmos case douscentos banzos, advertindo que a súa non era unha novela histórica nin unha novela de guerra civil. Definiuna como novela armilar –utilizando a figura da esfera armilar, construída coas diferentes órbitas dos astros– na que moitas vidas se van entrelanzando e na que os obxectos e os espazos teñen un grande protagonismo. Entre eles citou a casa de Panadeiras 12, onde viviu Casares Quiroga; o balón do “Dilligent”, o primeiro balón de fútbol que chegou á Coruña nun barco; a lanterna do policía Paúl Santos, capaz de ver por si mesma; ou a cámara fotográfica de Leica, un dos protagonistas da novela. Insistiu no carácter de seres vivos que teñen os libros na novela, xa que cando son queimados son descritos polos cheiros. A ese teor, sinalou que o episodio da queima dos libros na Dársena coruñesa, sucedido o 18 de agosto de 1936, ten un papel central na novela na medida que interrelaciona a moitas persoas de distintas extraccións sociais. “Os libros que arden cheiran a pel humana. Un cheiro que vai impregnando a toda a cidade”.

Despois de ler dúas páxinas da obra referidas ao triángulo da Torre, confesou que a novela amosa “unha escrita permanentemente en vilo, intentando que as palabras tivesen carne e óso”. Para o autor, formalmente atravesa a novela un trhiller, a cabalo da serie negra de intriga, entre o político e o policial; mais tamén, para el, ofrécese outro tipo de trhiller, o da historia dramática da cultura, xa que se realiza unha viaxe ás tripas do fascismo español e aos alicerces da Coruña de tradición republicana e libertaria. Rematou a súa primeira intervención, evocando a diferenciación que realizara Melville entre “literatura pel vermella” e “literatura rostro pálido”: “Esta novela é claramente pel vermella”.

Contestando ás preguntas realizadas polos xornalistas, Manuel Rivas profundizou en diversas cuestións. Interpelado sobre a relación entre historia e ficción, lembrou a frase de John Ford, “o que fago non é realidade, mais é verdade”, para indicar que intentara que a esfera armilar pousara na Coruña, vítima dun Farenheit real. “Pretendín escribir unha historia universal, ao tempo que pretendín universalizar a Coruña. Cada lugar é ou pode ser o centro desta esfera”. Referiuse logo a importancia da Coruña, durante o período entre repúblicas, como a cidade librepensadora do Atlántico. “Unha das historias que se contan na novela é como fanaron esa cidade. Intentei achegarme á vida real das persoas, algo que só se pode realizar dende a literatura, para proporcionar unha información esencial, un ADN ou xenoma humano que non se pode desenvolver nada máis que dende a literatura”.

Preguntado sobre cáles eran as expectativas que tiñan sobre a novela, Manuel Rivas contestou que “pretendín dar algo novo, que os lectores tivesen unha ollada máis ampla sobre certas cousas. O importante son os outros. Creo na xustiza, non na revisión histórica. Creo que se deben contar as verdades descoñecidas”.

Sobre o marcador de lectura, que se inclúe na novela, o autor sinalou que a reprodución desa primeira páxina da publicación libertaria coruñesa, “Brazo e cerebro”, correspondente ao 15 de xullo de 1936, é moi reveladora xa que anuncia tanto o golpe fascista como convida a participar nunha viaxe para participar en agosto na festa dos Caneiros. “Esta é unha grande metáfora: un río que é festa de vida, foi nese ano río de morte. Trinta e dúas persoas apareceron como descoñecidas e nunca recuperaron o seu nome. As primeiras persoas paseadas na Coruña foron un menor de idade e un libreiro, chamado Eirís, que tiña a súa libraría en San Nicolás”.

A derradeira das cuestións sometidas á consideración do autor xirou arredor da presenza da cultura popular. Rivas sinalou que “na novela aparecen bibliófilos, xente que colecciona libros e biblias, que nos momentos decisivos da historia teñen comportamentos noxentos. Porén, aparecen persoas que nunca leron un libro e que durante o episodio da queima son as que están máis horrorizadas, porque están sentindo a dor dos que nunca leron un libro. A literatura permite abordar estas contradiccións”. Por último, sinalou que en toda a novela hai unha dimensión dionisíaca e de goce erótico, baseada nos textos da cultura popular, dende a celebración do entroido, a xente das orquestras e dos bailes, as praias nudistas dos anos vinte e trinta, as salas de festas e os teatros…

*O editor e magnífico lector Manolo Bragado, a quen non coñezo personalmente, reproduce este fermoso texto sobre a novela de Manolo Rivas no seu espléndido blog: http://bretemas.blogspot.com/ Tómollo prestado con toda admiración. Teño moitas ganar de ler a nova novela de Manolo. O próximo venres chegarei á Coruña e ese mesmo día ou o sábado mercarei o libro. Escoitei falar del en varias ocasións e ten unha pinta espléndida. O libro titúlase "Os libros arden mal" e está publicado por Xerais. A foto de Rivas pertence a Francesco Gattoni e os porches non son os de Zaragoza.

10/07/2006 22:55 Antón Castro Enlace permanente. sin tema Hay 2 comentarios.

DANIEL NESQUENS Y SU FAMILIA, REAL E INVENTADA

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Si al principio fue Francis Meléndez la figura más destacada de la Literatura Infantil y Juvenil en Aragón, Premio nacional 1986 con “La oveja negra y otras fábulas” de Augusto Monterroso, y luego Fernando Lalana, que logró el mismo galardón en 1991 tras haber ganado casi todos los premios y haber conquistado miles de lectores de todo el país, ahora parece que el escritor aragonés de moda en España es Daniel Nesquens. Publica sin parar –a veces es difícil seguirle la pista: “¿Dónde está Gus”, “La nube”, en colaboración con Elisa Arguilé; “El ciempiés”, con Fino Lorenzo, son tres de últimos, aparecidos en Anaya; “El domador de osos” (Edelvives) con David Guirao, “Penguin y Pingüino”…-, en cualquier sello, con cualquier ilustrador, inaugura colecciones (como el precioso volumen “Colores”), y parece que todo lo que sale de su ordenador y su imaginación gusta y atrapa.


Discípulo de Gianni Rodari, autor de “Gramática de la fantasía”, de Miguel Mihura y Tono, Carlos Arniches y Alejandro Casona, de formidables cuentistas de todos los tiempos, Cortázar, entre ellos, posee un fino sentido del humor que parte de lo cotidiano, al que administra un latigazo insólito de ficción o de nueva realidad. Y a la vez es surrealista e ingenioso. Eso sucede con “La nube” o con el sencillo pero eficaz misterio de “¿Dónde está Gus?”. Los dibujos de Elisa Arguilé siguen funcionando espléndidamente: posee un rasgo de originalidad y sensibilidad indiscutible. “El ciempiés” es un cuento de personajes que se encadenan a la historia y a los que les suceden algunas cosas. Nesquens ya tiene un libro nuevo con Ana Lóbez a la búsqueda de editor, “Hasta casi cien bichos” está a punto de ser traducido al griego, estuvo en la Feria de Bolonia y en León, ha conquistado el paladar de Antonio Ventura, Adolfo Ayuso, Roberto Miranda, Rosa Tabernero, Gustavo Martín Garzo, Carlos Ortín, José Antonio Quílez… 

         A lo mejor, sin tardar muchos años, Daniel Nesquens sigue la huella de Meléndez, absolutamente genial y ahora casi desaparecido, y de Fernando Lalana, que continúa en el camino, con eficacia, ahí está “La tuneladora” (Bambú), con un puñado de argumentos, provocando sonrisas y manejando los géneros a su antojo. Bien podría ser con “Mi familia”, el libro que acaba de publicar en Anaya con maravillosas ilustraciones de Elisa Arguilé, quizá su mejor trabajo, de aire pop y a la vez psicodélico, con predominio de gordos, que ella define “como tremendos y completamente alejados de Botero”. Elisa crea atmósferas, interiores, gestos, rostros, y propone toda una nueva forma de mirar a la familia. Y Nesquens, al que también le gusta el libro collage, cuenta historias de su familia, habla de personajes más o menos raros, de primas vocalistas, de tíos que pueden volverse invisibles o subir en globo o avanzar más rápido que la velocidad de la luz o ser expertos en el pulpo y su distribución. Y además, Nesquens es capaz de hablar de la delantera de la Quinta del Buitre, de la alineación del Hércules de Alicante o de Miguel Pardeza, que ha estudiado al escritor y periodista César González-Ruano, asunto al que le dedica algo más de una página. “Mi familia” es un libro repleto de imaginación, de personajes: es un libro de alguien al que le apasiona contar. Y mentir. Y soñar. Y proponer nuevos laberintos y desafíos a la imaginación.

 

*"Mi familia", de Daniel Nesquens, con espléndidas ilustraciones de Elisa Arguilé, acaba de ser publicado por Anaya.

*Esta ilustración es "La hormiga" del libro "Hasta (casi) cien bichos", que escribió Daniel Nesquens para la misma colección con ilustraciones de Elisa Arguilé. 

11/07/2006 11:52 Antón Castro Enlace permanente. sin tema Hay 3 comentarios.

EVOCACIÓN DE CANTAVIEJA

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 Cantavieja se alza como un farallón que alumbra el cruce de los vientos. Arriba está el cielo, terso como un espejo para buitres, y abajo están las hondonadas y los cauces que han perdido su hilillo de agua. Ese lugar de Teruel se convirtió en el refugio del general Ramón Cabrera, que dormía en la Casa del Bayle en una cama de cuadernas maestras con robustas patas de tigre. Allí, entre cornucopias, alfombras y lienzos, recibía los partes de guerra y a sus fugaces amantes. Cantavieja fue conocida como “La bienamada de Cabrera”; vista desde lo alto del Cuarto Pelado tiene algo de nave varada y construida en piedra milenaria. Cantavieja ha suscitado la admiración de  Manuel Vicent, Pérez Galdós, Valle-Inclán o Pío Baroja, que la visitó y la cantó durante su estancia en Mirambel en 1930. Cantavieja y el Maestrazgo más abrupto, el que está lleno de escondrijos y peñascos, han sido un espacio ideal de templarios y más tarde feudo de enconos constantes entre carlistas y liberales. Por eso, hace muy pocos meses se inauguraba el Museo de las Guerras Carlistas en la vieja casa de telégrafos, un proyecto al que ha dado vida el apasionado historiador Pedro Rújula, uno de los más brillantes de su generación por su rigor y por su capacidad para enhebrar grandes proyectos y tramas de afecto, y un puñado de gentes hacendosas: los diseñadores Fernando Lasheras y Carlos Muñoz, el cineasta Emilio Casanova, el hostelero Mariano Balfagón, la agente cultural Cristina Mallén, entre otros. He vivido en Cantavieja: algunas tardes desoladas un hombre embozado salía a la plaza y descendía hacia el vergel del cementerio. Siempre pensé que era el espectro del general Cabrera.

 *Parte posterior de la Casa del Bayle; justo aquí se inicia el descenso hacia el cementerio.

 

11/07/2006 22:42 Antón Castro Enlace permanente. sin tema No hay comentarios. Comentar.

MARI SANCHO ABRE UN BLOG

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Marisancho Menjón acaba de abrir un blog: http://inde.blogia.com/

donde analiza la realidad desde su perspectiva tan personal, con humor, ironía y algún que otro puñado de sal. Marisancho fue una de las periodistas más activas de la revista “Qriterio aragonés”, mientras estuvo allí, pero además fue coordinadora de las colecciones “CAI-100” y “Órbitas”, y fue redactora-jefa del IV tomo de la “Gran Enciclopedia Aragonesa”, que dirigió Eloy Fernández Clemente. Ha sido y es editora de Alcaraván, ha escrito de casi todo (arte, Semana Santa, asuntos navideños…), pero uno de sus libros más bonitos es “Evolución. Una retrospectiva del producto industrial y la empresa en Aragón” (2001); a pesar de ese título tan complicado y frío en apariencia es un libro realmente precioso, una historia industrial de Aragón repleta de amenos datos y de historias humanas.

Aunque su obra maestra, por ahora, es “Jánovas: víctimas de un pantano de papel” (Biblioteca Aragonesa de Cultura, 2004), un reportaje sobre el valle del Ara, en la comarca del Sobrarbe, muy cerca de Ordesa, donde cuenta la historia de gentes que fueron obligadas a marcharse hace 50 años de Jánovas, Lavellilla, Lacort y la Solana. El pantano no llegó a realizarse nunca, pero la desolación avanza y a las gentes maltratadas y expropiadas jamás les devolvieron sus tierras. Marisancho habla de la gente y obtiene testimonios estremecedores de sus habitantes, pero también de otros lugares como el pantano de La Tranquera, en Nuévalos. El libro es un reportaje, un informe, una historia coral, con momentos espléndidos y emocionantes, como la historia del cartero, pongamos por  caso. O la súper-abuela de 72 años, que tomaba Sintrom, a la que le dislocaron un hombro.Pues bien, Marisancho, nacida en Tauste y autora de once libros (ver 10lineas.com), ha abierto un blog. Y eso, tratándose de ella, es una fiesta. Una pequeña fiesta o una  ventana a la que asomarse ya desde el alba.

12/07/2006 10:39 Antón Castro Enlace permanente. sin tema Hay 6 comentarios.

MARÍA MARIÑO, POETA DAS LETRAS GALEGAS 2007*

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Cada vez máis visito os blogs galegos. O meu preferido é Brétemas do editor Manuel Bragado. Aí atopo esta noticia fermosa: María Mariño, nacida en Noia, será obxeto do homenaxe do Día das Letras Galegas do 2007. Durante unha manchea de anos, perto de vinte, estiven a dar unha conferencia no Centro Galego de Zaragoza sobre a figura das Letras Galegas: Francisca Herrera, Aquilino Iglesia Alvariño, Fermín Bouza, Alvaro Cunqueiro, Blanco Amor, Dieste, os poetas medievais... Eso permitiume acadar unha biblioteca en galego de perto de dous mil exemplares. Ademáis o autor cita un texto do ano 1964 de Méndez Ferrín, posiblemente o  escritor galego vivo que máis marcou a miña escrita en galego. No meu próximo libro en Destino fálase moito dun conto seu: "Amor de Artur", unha das pezas onde o seu galego no só brilla, escintila. María Mariño é autora de dous poemarios: Palabra no tempo e Verba que comenza.

*[Un dos momentos máis emocionantes que vivín estes días foi comprobar a gratitude que as herdeiras de María Mariño sentiron polo nomeamento da noiesa do Caurel como figura homenaxeada nas Letras 2007. As catro sobriñas da poeta, xa bastante maiores, viven en Madrid e Euskadi (onde tamén chegou a emigrar a nosa "poeta dinamiteira da linguaxe" antes de casar con Roberto Posse Carballido, mestre de Parada do Caurel). Maite Martín Barrenechea, a sobriña neta e voceiro da familia, díxome que están moi orgullosas de descubrir as súas raíces na fala nosa.

O nomeamento de María Mariño –coincidindo co centenario do seu nacemento e o corenta cabodano do seu pasamento– é unha boa oportunidade, tamén, para que a sociedade galega descubra unha voz ignorada que para Ferrín, nun artigo publicado en La Noche en 1964, é unha "poeta abisal, posuidora dunhas vivencias líricas en nivel máximo". Creo que o vindeiro 17 de maio asistiremos a un importante pulo desta efeméride tantas veces criticada.]

 

**Foto de grupo: María Mariño está especada contra a columna; detrás, o poeta Uxío Novoneyra, e outros amigos.

12/07/2006 10:58 Antón Castro Enlace permanente. sin tema Hay 6 comentarios.

POR EL AMOR DE UNA MUJER

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Víctor Juan Borroy, autor de dos novelas ya  (una de ellas está preñada de amor, de imposible amor entre Palmira Pla y Paco Ponzán), coordinador actual de la revista Rolde y director del Museo Pedagógico de Aragón, publica hoy un diálogo de Humphrey Bogart con Dooley Wilson, un fragmento de amor y pérdida de "Casablanca". Y además, como sabe tanto de este mundo de internet, ha colgado aquella melodía irrepetible. Si alguien quisiera oírla no tiene más que ir a http://www.victorjuan.net/

 

No me sale el enlace automático, pero oír esa música bien vale un paso intermedio...

12/07/2006 22:07 Antón Castro Enlace permanente. sin tema Hay 1 comentario.

UN RECUERDO DE MI MADRE. CUENTO DE TERROR

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“Era yo una niña aún, y vivía en casa de mis padres y de mis abuelos. Así que no os hablo de oídas. Desde hacía algún tiempo, varios años sin duda, a mi abuelo, que era labrador, tratante de ganado y albéitar, se le moría un ternero. En cierta época del año, como una maldición, aparecía muerta una cría. Cerca de su casa vivía una meiga, aunque nosotros la llamábamos la cartixeira, la echadora de cartas. Mi abuelo, ya desesperado, fue a verla, y le contó todo lo que le ocurría. Le preguntó por aquí y por allá, por esto y por aquello, y al final ella le dijo: ‘Mira, Jesús, hay un vecino tuyo que va mucho por tu casa y te tiene envidia. Él es el único responsable de las desgracias’. Mi abuelo preguntó qué debía hacer. Ella le dijo: ‘Coges el animal muerto y lo metes en un saco terrero. Sólo la cabeza. Luego lo pones en la chimenea, como si quisieras ahumarlo como a los chorizos o a los perniles. Y dejas que se vaya secando. Verás que el causante de tu desgracia, se queja, protesta. Él mismo se declarará culpable. Cuando el cuerpo del animal se haya secado, el del vecino malvado también’. Y así ocurrió. No os miento. Mi abuelo metió la cabeza en el saco y la colgó. Pocos días después, Polo del Villar, molinero, se quejó. En mi casa, siempre habían sospechado que era él. Tenía el mirar atravesado. Le dijo a mi abuelo, ‘qué hace ahí esa cabeza, bájala, ho, bájala, que me hace mucho daño’. Mi abuelo, al principio, hizo como si no le oyese; luego, ante la insistencia, le dijo que debía estar ahí. Y el vecino se quejaba y se le dibujaba un rictus de amargura. Cada día aparecía más enjuto y más atormentado. Parecía vivir un suplicio en vida. Dejó de frecuentar la casa de mis abuelos. Al final, al cabo de algunos meses, dos o tres, ya no lo recuerdo, se oyeron las campanas de la parroquia que doblaban a muerto. Mi abuelo tuvo una intuición inmediata: cogió el saco y lo abrió. La cabeza estaba completamente seca. No fue necesario que le dijeran que había muerto Polo, consumido por una enfermedad misteriosa. Sólo tenía dientes y ojos en su féretro de roble. A mi abuelo jamás le volvió a suceder aquello”. María do Nacho preguntó: “¿Y no pudo hacer nada tu abuelo sabiendo que iba a morir a un hombre?”. “Entonces, media docena de terneros debía valer tanto como un hombre”, contestó mi madre.

12/07/2006 22:19 Antón Castro Enlace permanente. sin tema Hay 1 comentario.

MAÑANA, VUELVO A SEGOVIA*

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Una mañana de diciembre me llamó Ignacio Sanz, escritor, ceramista y cuentacuentos, para invitarme a una charla, con tertulia y lectura, en Segovia. Ni lo dudé. Me parecía que era el momento oportuno de conocer esa ciudad, tan amada de Cervantes, Antonio Machado, María Zambrano, Alfredo Castellón, Xavier Rodríguez Baixeras o el pintor aragonés Jorge Gay, que me dijo alguna vez que el atardecer más bello de la tierra lo había visto en Segovia. Era como un atardecer ideal entre pájaros, escapado de los cuadros de Pinazo, Rosales o Muñoz Degrain. Me encanta conducir. Oigo la radio o música, preferiblemente gallega, pero también griega, Roy Orbison,  Serrat, francesa (Charles Aznavour, Brel…), Paco Ibáñez (“Tus ojos me recuerdan // las noches de verano…”), y Javier Ruibal. Antes de salir estoy aterrorizado, con esa incómoda sensación de que voy a tener un accidente o a extraviarme en cualquier esquina del mundo. Así que salgo con el corazón en vilo, con un miedo antiguo, ineludible, que es el mismo que tenía de niño. Pero salí hacia las tres y media de la tarde por la carretera de Madrid y viví una aventura apasionante. Aunque sea una frase manida o desgastada hasta el hartazgo o la inexpresividad, soy un coleccionista de paisajes. Me encantan las nubes, los celajes, las hondonadas, la fronda, las choperas solas en los dedos del vendaval, la luz que dora o enrojece las montañas, la majestuosidad sondormida del campo. Cuando entras en Soria, camino de Almazán, ya te invade una extraña sensación: recuerdas a Machado y Leonor, la tierra de Alvargonzález, los ecos sombríos de la Laguna Negra, experimentas un desamparo existencial y gozoso parecido al frío. Y empiezas a ver torres aguzadas, minúsculos ríos que avanzan entre la niebla, puentes. Y avanzas como en un espejismo en carreteras interminables y sin nadie, en las que quisieras pararte a cada instante, con cámara de fotos, o con el ojo del alma impreso en la mirada. Almazán, El Burgo de Osma, Ayllón, San Esteban de Gormaz y, más tarde, entre los restos duros de una nieve de pedernal, ya atisbas Segovia: su catedral, la madeja de los tejados, el Acueducto. Y detrás del Acueducto, la calle Real. Me hospedaba en el hotel Las Sirenas, nada menos. Muy cerca de la estatua de Juan Bravo, la iglesia de San Martín (que te hace recordar a la vez San Juan de la Peña y la catedral de Jaca) y del Museo de Arte Contemporáneo Esteban Vicente. Al llegar a la sala donde iba a tener lugar mi conferencia, me encontré  con Enrique, farmacéutico de Cantimpalos e hijo de madre aragonesa de Villarluengo. En cierto modo, a él le debo la invitación: es un apasionado de algunos de mis libros, eso que no conocía “El tesoro”, que sucede en Villarluengo y cuyo argumento me regaló Fernando Sanmartín. La tertulia fue estupenda: la gente se rió a gusto, y hubo un momento en que me pregunté si no tendría yo una oculta madera de humorista. Pregunta retórica, claro está.

Después se organizó una espléndida cena-tertulia con el narrador y médico José Antonio Abella, autor de “Yuda”, 1992; la  soprano Amparo García, que tiene varios discos en el mercado, y su marido Ángel Egido; el poeta y profesor Paco Otero, antólogo del volumen “La ciudad inmóvil” y lector apasionado de Belén Gopegui; María Jesús Martín; los citados Enrique e Ignacio Sanz; Claudia de Santos, directora de colegio, defensora del ciudadano, cuentacuentos, por cierto actúa mañana con su marido Ignacio Sanz en Jaca; el poeta y traductor Luis Javier Moreno, amigo de Jaime Gil de Biedma, traductor de Robert Lowell… Fue una maravillosa noche donde brilló el sentido del humor de Luis Javier Moreno, que te hace recordar a Uxío Novoneyra y de algún modo a Miguel Labordeta. Hablamos de otros amigos como Carlos Barbáchano, que vivió varios días en Segovia. De escritores, de proyectos, de la intrahistoria de la ciudad: Josefina e Ignacio Aldecoa, Javier Tomeo, José Antonio Labordeta, Javier Martín, Maruja Torres, Juan José Millás, Rosa Montero, Elvira Lindo, Antonio Gamoneda, Belén Gopegui, Luis Felipe Alegre, Ramón García Mateos, de Alberto Martín Baró, que había estado en la tertulia y acababa de publicar un nuevo libro: “El cuaderno de San Rafael”. O Alejandro Gándara, que será el próximo invitado a la tertulia. Había empezado la tarde hablando de Segovia en la pintura de Jorge Gay y hacia la medianoche, como si le pitaran los oídos, llamó Jorge Gay. 

Salí a pasear hacia las ocho de la mañana. Y volví a quedarme hechizado, literalmente seducido. Segovia es una ciudad parsimoniosa y elegante, llena de rincones evocadores, de detalles esculpidos en la piedra, de buen gusto y encanto. Volví a tomar la carretera sin pereza alguna y viví cuatro horas espléndidas de diálogo sigiloso con el paisaje, con las tierras de Segovia y Soria. Llevaba en el bolsillo otra invitación para volver en julio y para que monte un espectáculo narrativo de una hora y cuarto o así con siete u ocho cuentos. Ignacio me ha convencido de que lo haga. Además, me ha convertido en un personaje de una novela que está escribiendo en homenaje a Avelino Hernández, el escritor de quien tanto nos hablaba Carmelo Romero, aquel novelista, ya fallecido, que trajo hace unos años a “Invitación a la Lectura” Ramón Acín. Ayer por la mañana, volvió a llamarme Ignacio: “No lo dudes. Lo pasaremos muy bien”. Es decir, que si no hay novedad o escalofrío, en julio iré a pasar unos días a Segovia, esa ciudad donde se recuerda a Cervantes, a Machado y a María Zambrano con enorme cariño. Esa ciudad que te acoge al entrar y te despide al salir con el abrazo y la bendición de su acueducto.

 

*Estuve hace un par de años en Segovia y ahora Ignacio Sanz me ha invitado para que vaya a participar en el festival de narradores orales. La función es mañana, a las 22.00, en el patio de la casa de Andrés Laguna. Cuelgo aquí el texto que redacté  entonces.Sólo voy a contar cuentos de mi infancia en Galicia, salvo que me pidan otra cosa. En la foto, vemos a Ignacio Sanz con su traje de ceramista.

12/07/2006 22:40 Antón Castro Enlace permanente. sin tema No hay comentarios. Comentar.

RETRATO DE ANCHEL CONTE, POR MARIANO CORONAS*

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Anchel fue mi profesor durante los cuatro cursos del bachiller elemental. Aquel que comenzábamos con diez años y que terminábamos con un examen de reválida, que duraba dos días y que hacíamos en Huesca. En esos años me dio clase de Geografía Universal, de Historia, de Francés y de Literatura. Todavía no lo he dicho, pero Anchel daba clases en el CLA (Colegio Libre Adoptado) de L´Aínsa; instituto creado en la década de los sesenta, de carácter privado, pero que posibilitó que pudiéramos estudiar los niños y niñas de Lafortunada, Labuerda, Escalona, Boltaña, L´Aínsa, La Fueva y de otros pueblos de la comarca. Luego yo me fui a estudiar bachiller superior a Huesca y él continuó su labor en L´Aínsa hasta que se le rescindió el contrato y fue expulsado del centro. ¡Qué injusticia! En toda la historia del instituto ha habido ningún otro profesor tan querido y recordado como él y conocen su nombre en la comarca de Sobrarbe hasta quienes no fueron sus alumnos, hasta quienes no fueron al instituto... Su labor docente estaba llena de frescura y de sentido común; era rigurosa y científica y él se mostró como una persona cercana y comprometida. Sin pertenecer a ningún Movimiento de Renovación Pedagógica, fue muy innovador en sus planteamientos: promovía frecuentes salidas y viajes para posibilitar que los chicos y chicas de Sobrarbe estirasen su mirada y sus sueños más allá de las montañas circundantes, de los angostos valles; escudriñó el medio para recuperar una cultura musical de bailes y danzas que se conservaban en algunos pueblos y creo el grupo folklórico “Viello Sobrarbe”. Conoció a través de sus alumnos y de las familias de estos la existencia del aragonés y animó a sus hablantes a utilizarlo y a sentirse orgullosos herederos de una forma de hablar que utilizaron nuestros antepasados...

En 1972 publicó un libro emblemático de versos en aragonés: “No deixez morir a mía voz”, cuya primera edición (El Bardo – Barcelona) es hoy una joya de bibliófilo... Su trabajo iba bastante más allá de los muros de las aulas y trataba de involucrar a los padres y a las personas de los pueblos que conocían la lengua, la historia, el folklore...  El pasado 3 de julio, en el seno de la E.V.A. (Escuela de Verano del Altoaragón), en L´Aínsa, Anchel fue invitado a hablar de su obra literaria y yo fui invitado a presentarlo, por expreso deseo suyo. Personalmente quise resaltar su labor como profesor y su faceta innovadora, que en la década de los sesenta del siglo pasado no era ni fácil ni frecuente. Anchel se entregó en cuerpo y alma a su trabajo y consiguió que algunas personas que también nos hemos dedicado a la enseñanza lo hayamos tenido siempre como un referente, como un modelo. Guardo todavía un cuaderno de clase del curso 1966-1967; un cuaderno de geografía con textos en los que escribíamos sobre las razones por las que llovía más en L´Aínsa que en Huesca o sobre las características de la flora de Sobrarbe o en el que hacíamos perfiles del Cinca, dibujábamos los contornos de los países de Europa y pegábamos en las hojas cartitas de cajas de cerillas alusivas a esos países o cromos o recortes de prensa...

Muchas cosas que luego se consideraron innovadoras y que hoy día, pocos maestros y maestras estimulan. Él se quedó emocionado al ver el cuaderno y los presentes también apreciaron aquel trabajo realizado hace justamente cuarenta años. Anchel habló de aquel tiempo, desgranó recuerdos, dio su versión sobre aquella isla de libertad que era el CLA y habló de su obra literaria. Fue un emocionado reencuentro con un hombre de verbo fácil y ameno, con una persona inteligente, con un ciudadano socialmente comprometido, con un “viejo” profesor que ahora disfruta de una merecida jubilación pero que dejó un recuerdo imborrable; con una persona a la que Sobrarbe, algún día (y mejor pronto que tarde) deberá homenajear como se merece. Me sentí muy afortunado por poder asistir a ese encuentro y por presentárselo a los contertulios y hay que agradecer a la EVA que invitara a Anchel a ese reencuentro con la tierra que probablemente más le impactó y le cambió a lo largo de su vida.

P.D.: He empezado a escribir este texto el día 6 de julio y he terminado, sin darme cuenta, en San Fermín, pero no me ha pillado el toro...

 

*Copio este texto del blog del profesor, historiador y experto en Educación Mariano Coronas (Gurrion.blogia.com), donde realiza este retrato y esta evocación del escritor Anchel Conte,  poeta y narrador. Y lo pongo aquí como homenaje de afecto a ambos: a Anchel Conte y a Mariano. Los buenos profesores no se olvidan jamás.

13/07/2006 10:45 Antón Castro Enlace permanente. sin tema Hay 2 comentarios.

LA FÁBRICA PUBLICA A FRANCISCO ONTAÑÓN

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La Colección PHotoBolsillo, biblioteca básica de fotógrafos españoles presenta en su ejemplar número 56 la obra heterogénea de Francisco Ontañón (Barcelona, 1930), un autor autodidacta que utiliza la cámara fotográfica para saciar una curiosidad innata y no se limita a un género. Desde sus inicios como reportero gráfico apuesta por una corriente neorrealista; muestra una España de posguerra que tras su aparente sordidez esconde interesantes imágenes. Durante su carrera realiza reportajes de sociedad, especiales sobre animales e incluso libros sobre rutas turísticas y en todos esos trabajos demuestra un marcado interés por lo humano, evidenciando su personalidad, curiosa y observadora.Las colaboraciones con profesionales de la talla de Rosa Montero, Miguel Delibes o Fernando Fernán Gómez han marcado a uno de los artistas más representativos del realismo fotográfico español. Su obra se define por un marcado interés por lo cotidiano; Ontañón sintetiza en sus fotografías humor, ternura y realismo, viajando siempre más allá de la belleza.En palabras de Manuel Vicent, autor del prólogo de esta edición, "la mirada de Ontañón es parecida a la del halcón, siempre atenta a cobrar la pieza que le interesa" y "es en medio del fragor de la existencia cotidiana cuando su genio se despierta"

De fotoperiodista a maestro de la fotografía
Francisco Ontañón inicia su carrera profesional en la agencia Europa Press en 1957. En 1961 se incorpora a la plantilla de Actualidad Española, donde realiza reportajes en la colaboración con profesionales como Félix Rodríguez de la Fuente. A partir de 1985 su nombre se vincula a importantes reportajes fotográficos en el suplemento dominical de El País. Vinculado al Ministerio de Turismo realiza diversas campañas publicitarias que obtienen premios internacionales; su obra ha sido reconocida con el Premio Internacional de Fotografía Ortiz Echagüe o el Premio Nacional Meliá de Periodismo Gráfico.Su obra se ha expuesto en la Bibliothèque Nationale de France, Institut Français de Tourisme o el Museo Español de Arte Contemporáneo, entre otros. Francisco Ontañón ha ilustrado libros como Vivir en Madrid de Luis Carandell, Imágenes de Madrid (1992) y Paradores Históricos (1997) con textos de Fernando Fernán Gómez y Juan Eslava Galán, respectivamente. Sus fotografías aparecen reseñadas en volúmenes como Once Fotógrafos Españoles (1962), editado por el Institut Français de Tourisme y Fotógrafos de la Escuela de Madrid (1988), editado por el Museo Español de Arte Contemporáneo. 

*Recibo esta nota de Álvaro Matías de La Fábrica y como Ontañón es uno de mis fotógrafos favoritos, tengo en casa un formidable trabajo que hizo sobre Tarazona, lo cuelgo aquí. El texto, ya digo, es de prensa de La Fábrica PHBolsillo. Y la foto es de 1992, tomada en el puente de la Barqueta en Sevilla. Pronto Zaragoza tendrá estos edificios y estas luces. 

13/07/2006 11:32 Antón Castro Enlace permanente. sin tema Hay 6 comentarios.

VIAJE A SEGOVIA Y AL MAR DE CAIÓN

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Andamos por Galicia, tras una estupenda y apasionada noche de cuentos galaicos en Segovia, en la casa de Andrés Laguna, el editor del Dioscórides y un sabio infinito al que Segovia quiere recordar por todo lo alto en 2010. Espléndida noche en la Plaza Mayor con Ignacio Sanz, escritor y cuentacuentos, Claudia, su mujer, profesora, el escritor y médico José Antonio Abella, y su compañera María Jesús. Era la primera vez que contaba cuentos ante más de 300 personas, y fue una experiencia muy curiosa. Intenté hacer como una novela de cuentos, inspirados en mi propia infancia. Segovia es un lugar fascinante, patrimonio de la Humanidad, un lugar al que siempre me agrada volver.  

Como siempre, tras el reencuentro estupendo con mi familia y mis sobrinos, que me dejan escribir en su ordenador, volvemos a Caión: paseos por la orilla del mar, lecturas de “Ojos de agua” de Domingo Villar (ya lo he leído y me ha gustado mucho, tiene momentos deliciosos, y un personaje aragonés como el zaragozano Estévez que no entiende bien el carácter confuso o indeciso de los gallegos) y ando a tumbos con la interminable novela de Manuel Rivas, “Os libros arden mal”, que abre continuas historias, que está llena de personajes, y es, además de un espléndido libro de ficciones, una enciclopedia de Galicia y más específicamente de A Coruña. Por cierto, esta vez, de nuevo, mi mujer Carmen Gascón ha dicho que quiere envejecer en una casa con vistas ante el mar de Caión, y ya ha decidido que se va a comprar una casita con miradores, hecha de granito, en Caión. Aunque, también me advierte que acaba de ver una palloza, como la de los Ancares, y que ese es su sueño. ¿Quién entiende a una mujer aragonesa en Galicia?

 

17/07/2006 21:06 Antón Castro Enlace permanente. sin tema Hay 5 comentarios.

ACTA BREVE DE UN ENCUENTRO CON ALFONSO ZAPATER

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Alfonso Zapater llega al bar donde nos hemos citado. El camarero sale a recibirlo, le da la mano y las gracias por todo “lo que ha hecho y ha escrito de nosotros y de esta ciudad. Llevo en este oficio más de 40 años –le dice el camarero- y el primer revuelto de mi vida se lo serví a José Oto, al cual usted conoció bien”. Y tan bien que lo conoció: Oto, aquel cantador de jota que tuvo un entierro increíble, casi tan multitudinario como el de Joaquín Costa, frecuentaba la casa de los Zapater en el molino de Urrea de Gaén y tal vez en el de Aguaviva, cerca de Mas de las Matas. Alfonso, siendo niño, lo veía a menudo y no sólo eso: su propio padre, Alfonso Zapater Cerdán, un formidable bailarín que ganó el máximo galardón de baile en siete ocasiones, era su acompañante más asiduo.        

“Yo nací en Albalate del Arzobispo, en julio de 1932, pero a los ocho meses ya me llevaron a Urrea de Gaén, donde mi  padre era molinero a orillas del río Martín. Allí me crié. La infancia la pasé  entre Urrea y Albalate, donde iba a párvulos al convento de Santa Ana, y asistí a clases hasta que se produjo la Guerra Civil. Mi padre se marchó a Francia de inmediato, y había una razón: ni era republicano ni nacional, no estaba comprometido con el sindicalismo ni con nadie, pero tenía una amarga experiencia. A su hermano Enrique, sin previo aviso, lo  mataron en Belchite. Medía 2.02 metros, y lo fusilaron porque entraron en la fábrica de harinas en que trabajaba, le preguntaron por el jefe, y les dijo que  no estaba en ese momento. Interpretaron que lo estaba protegiendo y le dispararon”. La Guerra Civil dejó otros recuerdos espeluznantes en el niño: una noche percibimos un silencio sepulcral en la Cuesta de las Losas, donde yo había nacido, y de repente vimos por la calle a unos 40 hombres escoltados. “Al cabo de un instante, oí los disparos, oí la descarga en el cementerio. Y no sólo eso. Siendo niño, y no le aseguro, vi matar a un hombre que lo llamaban ‘El Cachules’. Recuerdo que iba con mi madre, y en desde un rincón le dispararon. El moribundo se agarró a la saya de mi abuela, y le oí que le decía: ‘Tía Alberta, el Rata ha sido’. Y yo eché a correr muerto de miedo”.
       

 
¿Qué ocurría con su padre? Se había quedado en La Junquera, y por allí ayudó a salir a muchos republicanos, entre ellos, La Pasionaria y Juan Negrín. “La Pasionaria les decía: ‘Sois los más fieles guardianes de mi España’. Y Negrín comentaba: ‘A España la invaden pero el triunfo es nuestro’. A mi parte le dieron un pasaporte para poder marcharse a México, pero por entonces entabló amistad con un jefe de Falange de Figueras, que le expidió un certificado de buena conducta. A pesar  de todo, como también llevaba aquel pasaporte para México, lo metieron a un campo de concentración a San Juan de Mozarrifar, y luego a la plaza de toros de Teruel con el objetivo de desescombrar el Seminario. Al cabo de unos meses, lo soltaron en libertad y sin cargos”. Por distintas razones, los Zapater alquilaron el molino de Aguaviva, que está  muy cerca de Mas de las Matas, y allá se fueron. “Mas de las Matas fue muy importante en mi vida: allí conocí a mi profesor fundamental e inolvidable, José Miguel Balbín, que aún vive a sus 91 años. Allí hice mi primera comunión y allí empecé a escribir versos con nueve años. Y organizaba mis primeros recitales, algo que a mi padre no le gustaba demasiado.  En realidad, no sé si era eso o que leyese tantos libros. Luego volvimos a Urrea, y allí el profesor don Ángel Gargallo le dijo que ya no me podía enseñar más. No era verdad”.
        

Más tarde, Alfonso Zapater cayó enfermo, se entusiasmó con los toros y creyó que era como la reencarnación de Manolete, que acababa de morir en Linares… Pero ésa es otra historia, a la que volveré.

21/07/2006 02:02 Antón Castro Enlace permanente. sin tema Hay 1 comentario.

LA PINTURA A TI DEBIDA

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(Narración con Dama y enigma) 

Al pintor lo llamaban “El señor de las tabernas”. Si querías encontrarlo, debías buscarlo en las plazas, en las callejas, en las librerías o ante algún palacio. Siempre le gustaba descubrir algo nuevo: un poniente que filtraba sus redes de oro en una esquina con gatos, el fulgor inédito del suelo tras la lluvia, el aroma salobre de una tarde de manifestaciones y rebeldías. Y entonces, en esos lugares, a los que se encaminaba impulsado por el capricho, era prácticamente imposible de localizar. Si querían saber de él y de sus tormentos, debías buscarlo en tal o cual taberna. Allí, ante los periódicos o el primer café del mediodía, estaba “El señor de las tabernas”. El pintor de rostros singulares. El buscador de tesoros, y para él la palabra tesoro quería decir cobijo, atmósferas humeantes de café, tertulias, silencio ideal para garabatear sobre el papel o derramar un minúsculo mar de tinta. O sencillamente leer un nuevo juego de ordenador repleto de cuadros de todos los tiempos. Si se cansaba volvía a casa. Tenía la certeza de que esa fatiga inesperada no era un contratiempo ni hastío de existir: era la señal de que debía pintar, ordenar los bastidores, colocar un nuevo lienzo sobre el caballete. Su estudio era umbrío. A veces, sus amigos más directos decían que quizá tuviese dificultades de visión y que en ese espacio en penumbra la imaginación de sus pinceles deliraba, abría un poro del alma a la luz y adivinaba sus resplandores, sus caricias de fuego, sus aguijones de negra seda de sombra. Uno de sus amigos sostenía que Ángel, ¿o no se llamaba así?, era un visionario.        

Un día, quizá en el café “Praga”, levantó sus neblinosos ojos y comprobó que el lugar se había llenado de gente demasiado pronto. Casi todos mezclaban el primer café con un cigarrillo y un vapor oloroso, tal vez algo pestilente y dulzón, se elevaba como un vómito de nieblas. Al fondo, vio algo que le llamó la atención: un rostro claro, casi albino, un pelo más bien negro y ensortijado, y largos pendientes que parecían emular caracolas de nácar. Se detuvo en todo el conjunto: la mujer, con su rebeca, que en ella no parecía una prenda rezagada, los vaqueros ceñidos, que esculpían la cadera exacta para la mano que abraza y aprieta, las nalgas macizas, los muslos. Volvió a la cara: para él, una mujer, el cuerpo del deseo o de la inspiración, la vida íntima de una dama, comenzaba en los ojos, en el óvalo perfectamente encajado en una sonrisa concreta, dibujada en los pómulos vivos, en los dientes que entrechocan. La vio, y quizá no hizo otra cosa que verla, y volver a verla, y remirarla hasta el hartazgo. Sin darse cuenta, sobre un periódico ajeno, la dibujó por vez primera: la faz levemente transfigurada, el pelo tocado de tinta derramada casi a chorro, las orejas, el lóbulo encendido y rosa. Se marchó con alguien, distraída, ajena a la conmoción que había provocado. Apenas media hora después, el pintor, “El señor de las tabernas”, subió a su estudio y buscó en un cajón un bloc sin estrenar y escribió en él: “Cuaderno de dama”. Quizá no se atreviera a pintar o dibujar nada ese día, pero agotó toda la mañana haciendo pruebas: variaciones incesantes de un rostro, modulaciones y bocetos sobre un cuerpo perfecto.         

Sin haber hecho nada, sin esperar nada de la primavera, al pintor se le instaló una obsesión en la sangre y en la mano de artista. Era curioso: ya no iba al bar como antes, con aquel sosiego, con aquel sentido placentero de la conquista de la monotonía. Ahora tenía un nuevo objetivo: quería verla de nuevo. Sentirla cerca al día siguiente y al otro y una semana después, y percibir que estaba adentrándose en el territorio del secreto, del enigma y quizá del mito. La mujer es la mitad del mundo en cuyo vientre tiembla por vez primera el mundo entero. El pintor, silencioso, casi invisible, tomaba nuevos apuntes y les iba poniendo títulos: “Las dos amigas”, “Judith” o “La novia coronada”. Los dibujos eran formas imprecisas, apenas insinuadas, presagios de algo que debía consolidar en la acuarela o en el lienzo. La porfía fue adquiriendo nuevas dimensiones, la seguía, hollaba una y otra vez el rastro de sus pasos, los últimos aromas de su presencia, el traqueteo constante de su belleza y de sus zapatos antes de doblar la esquina y desaparecer como en una calle condenada.        

Debía suceder y ocurrió. Cuando caía la tarde, fatigado ya de acumular borradores, figuras envolventes, cabellos, bocas, piernas interminables, colocó un lienzo sobre el caballete, dispersó sus pinturas y sus pinceles y escribió “A Florencia inundada”. Este encadenamiento al enigma duró meses, quizá años. Si preguntaba por la mujer, a la que él la llamaba simplemente la dama (escribía frases así: “La dama vendrá de noche cuando las puertas estén cerradas”; “La dama será virgen y diosa y puta y enamorada”), nadie parecía ni saber dónde trabajaba, ni quién era. ¿De dónde venía, entonces? ¿Sería una de esas apariciones que interrumpe el solaz de un artista y lo condena al desasosiego? ¿Tenía la facultad de atravesar los muros y de habitar los sueños ajenos como en una incómoda pesadilla?        

Hacía tiempo que no se sentía tan feliz y a la vez tan desdichado. Era esclavo de una mujer que parecía fugarse a plena luz del sol y a la par recibía de ella un estímulo esencial para crear. “La pintura a ti debida,  dama”, anotó. De golpe, merced al milagro de los días y del esfuerzo, era todas las mujeres: Molly Bloom, inquietante y libre, casi sonámbula; las damas de la iconografía cristiana; las damas corrientes, embarazadas, entre flores; las damas antiguas como Antígona o doña Petronila, Magdalena o Atenea, Carmen, la eterna Carmen de la leyenda y el equivocado amor, e incluso inventó una Bella, muerta de golpe ante el estupor de su enamorado, yacente ante el coro de viudos que rezan y le lloran. El “Cuaderno de dama” se llenó de inmediato, y así el siguiente, y el otro, hasta que se completaron ocho blocs numerados. Al cabo de un tiempo, se había vuelto más refinado en la búsqueda y en la persecución: obtuvo su correo electrónico y le remitía una foto de los cuadros que hacía y algún mensaje. Sólo recibió una respuesta: “Gracias, Clara”. Anotó en otra pieza: “Clara y el chal amarillo”. Por fin, ya conocía su nombre. La colección se amplificó de modo increíble, y la dotaba de misterio, de fuerza, de una carnosidad casi ocre y levemente desfigurada que recordaba a El Greco. Pero también era la orgía del color, de la evocación de mundos no siempre contiguos, el gusto de pintar como arte ancestral que se renueva a diario y que siempre es moderno. Heroínas, sibilas, reinas, parcas y madres terribles se amontonaban en su estudio.

         Quizá meses o años después, un camarero del “Praga”, le dijo: “Está a punto de llegar. Hoy voy a presentártela. No debes vivirla sin conocerla”. El pintor, tal vez se llamase Ángel (no estoy seguro del todo), le indicó que no quería conocerla. Se había habituado tanto a soñarla para sus lienzos, a identificarla con el deseo y la hermosura, que no quería estropear una vivencia tan bonita. Apareció la muchacha, se sentó y por vez primera lo miró con detenimiento. “El señor de las tabernas” tragó saliva y observó el papel. Acababa de salirle la figura más bonita que nunca.

 

*La ilustración es de Ángel Aransay, el gran pintor de Zaragoza.

21/07/2006 02:14 Antón Castro Enlace permanente. sin tema No hay comentarios. Comentar.

CITA EN MARÍA PITA O A CORUÑA AL CREPÚSCULO

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  El pasado miércoles, poco antes de iniciar el regreso a Zaragoza, me cité en María Pita con Xulio López Valcárcel, el autor de “Casa última” (Espiral Maior; los Libros de Berna) y de muchos más libros, el viajero constante (acababa de regresar de Berlín), el hombre bon e xeneroso por excelencia de la Galicia contemporánea. Xulio, amante del arte y de la poesía, amante del vino y de todas las sensaciones gozosas, posee un piso encantado en la marina: tiene vistas sobre el puerto y es como un refugio, un paraíso con pintura y alcancías y alcobas, ante la bahía. Abajo, en una especie de primera planta, tiene otro refugio: allí reúne a amigos, organiza tertulias, lecturas, como si fuera de la sociedad anarquista O Resplandor de “Os libros arden mal” de Rivas. Xulio es uno de esos seres que trabajan siempre hacia la felicidad, a pesar de su pátina imborrable de nostalgia, de saudade.  

También apareció Xoán Abeleira, el padre de la bella Laura, trece años, el poeta constante, el traductor indomable. Abeleira ha encontrado por fin la calma y la dicha: en Galicia se ha encontrado a sí mismo, ha encontrado a Olga Novo (Xoán no deja de repetir aquello de que “es la mejor poeta viva de Galicia”, porque lo cree sinceramente, porque se lo dicen a menudo, porque Olga Novo halla admiradores por doquier a pesar de que posee uno de los gallegos más ricos, complejos y singulares de los últimos años) y ha encontrado a “La Opinión”, donde escribe todos los lunes, la “Revista de Letras”  del gran activista y poeta Antón Lopo, un galego indómito también, un entusiasta de lo posible y lo imposible, y ha encontrado la generosa acogida de Xerais, que publica estos días su libro de Man, el alemán de Camelle: diapositivas y textos. Xoán Abeleira come, sueña y mea literatura. Siempre avanza un nuevo libro; mientras, para huir del abatimiento, traduce y sobrevive. Hablamos un instante de María Mariño, que le ha gustado mucho a Abeleira y que le gusta un poco menos a Xulio; éste dice que es un poco un invento de Ferrín y de Novoneyra, y yo les digo que me gusta más que Novoneyra, o poeta dos eidos. A Abeleira le parece blasfemia: Para él Novoneyra es uno de los grandes poetas de Galicia; Xulio, más sosegado, piensa lo mismo, y dice que Uxío es el poeta que piensa e invita a pensar. Lo digo: no me gusta la poesía demasiado intelectual o filosófica, me pierdo. Yo prefiero a María Mariño, más cercana a Rosalía, que a Novoneyra. Y también hablamos de Bernardino Graña y de su libro “Profecía do mar”.

Luego apareció Miguel Anxo Fernán Vello, uno de los amigos más constantes de Galicia. Nos conocemos hace más de 20 años y siempre existe un hilo de complicidad, de afecto, de solidaridad, y en mi caso, de admiración constante. Además, publicó mi libro de relatos “Vida e morte das baleas” en 1997. Es un gran trabajador de la cultura al frente de Espiral Maior, la gran editorial de poesía. Ahora Miguel Anxo acaba de creer un sello en castellano, Spirallia, que ya está en la calle y que se inaugura con un libro de Carme Adán. Miguel Anxo acaba de crear el premio mejor dotado de poesía en gallego y portugués, dotado con 10.000 euros, y se han presentado 167 originales. Y sigue publicando su obra, traducida al italiano y al francés, recientemente, y sigue editando a poetas jóvenes. Miguel Anxo es como la gran factoría de la poesía joven de Galicia: el ángel tutelar, el entusiasta, la pasión por la palabra. Empezaba a caer la noche. Había dejado el coche cerca del castelo de San Antón. Y decidí hacer el recorrido hacia la torre de Hércules, hacia Riazor… Tengo muy presente estos días ese paraje porque tiene un protagonismo absoluto en “Os libros arden mal” de Manolo Rivas: qué sensación tan bella, qué impresión de renovada y eterna de hermosura marina, qué ciudad tan cristalina e intensa en su crepúsculo, acariciada por el mar, por los peñascos. Lo que más envidio de Manuel Rivas no es su éxito ni su talento ni la aceptación general de los lectores: es que haya vivido tan íntimamente esta ciudad de A Coruña, que la viva tan a diario y con tanta intensidad. A Coruña es mi primera y mi segunda ciudad a la vez: la descubrí un poco antes de convertir Zaragoza en la ciudad de mi juventud, en la ciudad en la que me reconozco, la ciudad donde sueño, la ciudad a la que siempre retorno, aunque tenga un pie en A Coruña, en Riazor, Orzán, en la torre de Hércules.

21/07/2006 12:00 Antón Castro Enlace permanente. sin tema No hay comentarios. Comentar.

O BLOG DE SUSO LISTA, PERCEBEIRO DE O RONCUDO

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O outro día, en Arteixo, perante o río de Caldas, Xurxo García anuncioume que el  visitaba todos los días o blog de Suso Lista, o percebeiro de O Roncado; díxome que lle parecía  especialmente sugestivo, como un reino constante de literatura máxica tirada da vida cotidiana. Poño aquí o enlace por se a algún lle apetece visitalo. No meu próximo libro, que sairá en Destino, para o inverno ou o outono, hai un conto dun percebeiro desas zoas. 

O enlace é http://susolista.blogspot.com

 

*Ésta é unha das fotos fermosas que ten no seu blog.

21/07/2006 22:21 Antón Castro Enlace permanente. sin tema Hay 1 comentario.

CIRLOT Y LA LEYENDA DE PILAR BAYONA

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 Juan Eduardo Cirlot (1916--1973) llegó a Zaragoza en 1940 para vestirse de caqui y hacer su segundo servicio militar. Eso era lo que se les imponía a los que habían peleado en el bando republicano. Acababa de interrumpir un diario de artista, y entonces soñaba con dedicarse a la composición musical, atraído por la música dodecafónica, aunque también mostraba un gran talento hacia la poesía. Le apasionaba el cine y conocía vagamente el surrealismo.          Zaragoza no era una fiesta exactamente. Un arquitecto y dibujante excepcional como Federico Comps había sido fusilado con apenas 20 años; José Luis González Bernal acababa de fallecer en París y, entre la inmensa nómina de represaliados, mucha gente recordaba los asesinatos en Huesca de Ramón Acín, su mujer Conchita Monrás y el ex--alcalde Manuel Sender, o las humillaciones mortales que recibió el biólogo y catedrático Francisco Aranda, que había frecuentado en París a los fundadores del Movimiento Dadaísta y era el padre de José Francisco Aranda, primer biógrafo de Luis Buñuel. Pese a este panorama desolador, un grupo de jóvenes creadores buscó un resquicio para la libertad, la sensibilidad y la belleza. Y tal vez debió encontrarla a la sombra de un personaje carismático: la pianista Pilar Bayona (1897--1979), una mujer talentosa, menuda y bella, adornada de una peculiar leyenda, que ejercía una irresistible atracción sobre el círculo de intelectuales y desasosegados del momento. Era una creadora, una intérprete, una diosa entre hombres, aunque por aquellos primeros años de posguerra también destacaba la bailarina María de Ávila, que pasará a la historia por su trayectoria de profesora de danza.         

En torno a Pilar se agrupaban pintores como Alfonso Buñuel, historiadores del arte como Julián Gállego, José Camón Aznar (que le remitió cartas de amor en su juventud) y Federico Torralba, melómanos como Eduardo Fauquié, cuya casa era como el modesto auditorio de novedades, escritores como el jovencísimo Manuel Derqui. Y en menor medida, un poeta prometedor, entre desgarrado, sigiloso y expresionista: Miguel Labordeta. Otros nombres que podemos sumar a este colectivo son los de Juan Pérez Páramo, José María García Gil, marido de María de Ávila, y también un adolescente tan radical como imaginativo: Luis García--Abrines, que hará carrera como profesor de literatura, melómano, pintor y autor de collages y ciudadano un tanto excéntrico. Otra figura importante fue el galerista y poeta surrealista Tomás Seral y Casas, que vivía a medio camino de Madrid y Zaragoza, y que en 1949 publicaría Elegía sumeria de Cirlot.
        

Pilar Bayona había iniciado en 1938 una serie de conciertos en Radio Zaragoza. Cada uno de ellos era un motivo de reunión, de tertulia, de fiesta o un pretexto tan sólo para acompañarla a la emisora que estaba en la calle Almagro. De Luis García--Abrines se ha dicho que se ocultaba con su radiante adolescencia detrás de las cortinas para verla. Además, Zaragoza era una ciudad de cines: había sido una de las capitales pioneras en la expansión del cine, tanto por lo que se refiere al número de carpas, salas emblemáticas como el Ena Victoria o Alhambra, como de rodajes de los Jimeno o Tramullas. Y ese caldo de cultivo fue el que encontró Juan Eduardo Cirlot durante su estancia en Zaragoza. No se sabe exactamente cuáles eran sus itinerarios: no existen testimonios de que fuese a pasear por los parques, que visitase lugares tan típicos como el café cantante El Plata o el Salón de Variedades El Oasis, aunque resulta fácil deducirlo. Sabemos que era asiduo de los cafés como el Ambos Mundos y que llegó a estrenar una pieza musical, creemos que fue un vals, en uno de sus cafes cantantes con orquesta.
        

Juan Eduardo Cirlot le concedió, andando el tiempo, una gran importancia a su estancia en Zaragoza. Recordó que había entablado una relación decisiva con Alfonso Buñuel: éste conservaba en la casa familiar, en el Paseo de la Independencia, la inmensa biblioteca de su hermano Luis, y allí incrementó Cirlot su caudal de lecturas y de conocimiento del surrealismo. Leyó revistas como Cahiers d'art, Minotaure y las primeras ediciones, muchas dedicadas, de Pablo Neruda, Louis Aragon, Paul Eluard o Antonin Artaud, por no hablar de visionarios anteriores como William Blake. Y lo que es aún más curioso: Alfonso, que alternaba la arquitectura y el diseño de muebles con el arte, le introdujo en el secreto del collage. Además, juntos tradujeron muchos poemas franceses en una verdadera relación de maestro y discípulo, que ha sido glosada, entre otros, por Jaime D. Parra, José Francisco Aranda, Agustín Sánchez Vidal, su propia hija Victoria Cirlot o Juan Ramón Masoliver, primo de los Buñuel y secretario de Ezra Pound, que aparecía de cuando en cuando por Zaragoza, la ciudad donde había nacido. Cirlot pertenecería años más tarde al grupo Dau al set con Ponç, Brossa, Tharrats, Cuixart y Tàpies, pero jamás asumió la línea ortodoxa del surrealismo en el que se había educado a orillas del Ebro.
        

La conexión entre Pilar Bayona y Cirlot resulta evidente. Habida cuenta de que Alfonso Buñuel era uno de los grandes amigos de Pilar, y tal vez uno de sus enamorados platónicos, debió ser él quien los puso en contacto. Luis García--Abrines le llamó El lugarteniente de la intérprete. Entre los tres (Luis, Alfonso y Pilar) se produjo una relación pasional tan enigmática como subyugante: hicieron con otros amigos un viaje por Andalucía en 1943, por Cádiz y Sevilla especialmente, y debieron saltar chispas en un laberinto de pasiones cruzadas y no siempre recíprocas. Cirlot también sucumbió al hechizo de la pianista, aunque no se explayó en ningún lugar acerca de ella. Le dedicó un soneto, y todo un libro de trasfondo musical: Pájaros tristes y otros poemas a Pilar Bayona (Libros del Innombrable (Zaragoza, 2001). Un libro que está entre dos fuegos: el fervor musical que le inclinaba hacia la composición y su facilidad para el verso. Algunos de sus músicos favoritos como Scriabin y Maurice Ravel marcan el desarrollo del libro, que ha permanecido inédito hasta ahora, entre los papeles de Pilar Bayona. Juan Eduardo Cirlot, muerto prematuramente, desarrolló luego una inmensa e inagotable carrera como crítico e historiador del arte, especialista en la Edad Media y el mundo céltico (era un gran coleccionista de espadas), artista y poeta. Siruela ha recuperado recientemente su Ciclo de Branwyn (1966--1971), un proyecto de libros de poesía permutatoria inspirado en la figura de la dama rubia, encarnada por Rosemary Forsyth, que emerge del agua en la película El señor de la guerra de Franklin Schaffner (1966). Allí se encontró con el mito de su existencia y con la mujer idealizada de su vida. También publicó monografías sobre Tàpies, Miró o Antoni Gaudi, y es autor de un memorable Diccionario de símbolos, que consideraba “mi libro preferido”.
        

La fascinación que siempre ejerció sobre mí la pianista (vi su último concierto en 1979, unos días antes de que un coche la arrollara), me puso en contacto con Antonio Bayona, su sobrino y organizador, junto a Julián Gómez, del legado de la virtuosa aragonesa. Fue quien me habló de estos versos: de esta sinfonía musical, de esta polifonía de voces líricas. Es un libro que tiene el aroma de la leyenda, un libro en el que suena la melodía de los pájaros (Umberto Saba, Saint John-Perse, Andrés Trapiello, Pablo Neruda y Clara Janés, entre otros, han dedicado poemarios a las aves) y que fija en nuestra imaginación a dos figuras unidas por la amistad, el misterio, la poesía, tal vez el amor/pasión (¿por qué habría de ser distinto Juan Eduardo Cirlot a José Camón Aznar, Alfonso Buñuel, Luis Buñuel, Luis García--Abrines, todos ellos enamorados de Pilar Bayona?) en una ciudad que se desgañitaba por despertar de sus pesadillas de una vez por todas, y eligió para hacerlo las sagradas formas de la hermosura.
 

 

21/07/2006 22:33 Antón Castro Enlace permanente. sin tema Hay 5 comentarios.

ADIÓS AL ESCRITOR Y EMBAJADOR JOSÉ VICENTE TORRENTE

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Hace algunos años, no recuerdo ahora si fue hace una década o algo menos, visité en su casa madrileña al escritor y diplomático oscense José Vicente Torrente. Lo había conocido a finales de los años 80 en el Gran Hotel de Zaragoza: recuerdo que allí hablamos de un fragmento de sus apasionantes memorias, apenas 80 páginas en una pálida edición. Para entonces, gracias a Pepe Melero y Javier Barreiro, ya sabía que era un formidable escritor y que “El país de García” era un libro al que había que volver porque era divertido, picaresco, toda una expedición –un poco al modo de Baroja, Cela, pero también el “Lazarillo” y Quevedo, y sobre todo al modo de "Pedro Saputo" de Braulio Foz- al Altoaragón. En 2004, tras mi conversación en su casa, cuando se dedicaba a la encuadernación y al dorado de libros, Barreiro realizó una edición crítica de ese libro en la colección Larumbe de Prensas Universitarias y otras instituciones, con retrato de José Luis Cano, y allí decía: que se trata de una “mezcla de libro de viajes, guía histórico-artística y novela picaresca, el libro constituye un amenísimo recorrido por la provincia de Huesca en el que se alterna el trabajo de documentación con un desprejuiciado humor de estirpe aragonesa, que privilegia lo pintoresco y, a la vez, destiñe sabiduría. Aunque la acción se desarrolla en la época contemporánea, las andanzas de los personajes tienen un regusto arcaizante servido por una prosa precisa, vigorosa y llena de expresividad”.La trayectoria de José Vicente Torrente era muy personal. Llevaba siempre bastante bien que se le confundiera con Torrente Ballester y había tenido una intensa relación con Camilo José Cela, al cual admiraba con toda sinceridad.  Me enseñó varios libros dedicados por él. Era un hombre dotado de un peculiar sentido del humor, no expansivo exactamente, pero sabía divertirse. Era un buen lector de Alejo Carpentier y poseía una magnífica biblioteca y una cuidada y selecta pinacoteca. Nació en Huesca el 26 de octubre de 1920 y ahí completó sus estudios de primaria y secundaria, hasta que su padre, funcionario público, fue destinado a Madrid, donde se trasladaron todos.

A los 16 años publicó sus primeros artículos en “La Nueva España”, luego desarrolló su labor como redactor en “Economía Mundial” y en “Pueblo”. Al mismo tiempo estudiaba la carrera de Derecho en la Universidad Central madrileña y pensaba en ser notario, aunque sus parientes y amigos le orientaron hacia la Diplomacia. Para entonces ya tenía escrita su primera novela, “IV Grupo del 75/27”, ambientada en nuestra guerra civil, que fue publicada en folletón en la revista “El Español” en 1944. Su carrera diplomática comenzó en Puerto Príncipe, de donde pasó a Santo Domingo y de allí a Nueva York. Cuando se firmó la primera ayuda norteamericana a España pasó a la Dirección General en Madrid para su aplicación y poco tiempo después desempeñó el área económica de la Subsecretaría de Asuntos Exteriores, accediendo luego a ministro de Asuntos Económicos y jefe de la Oficina Comercial en París. Ahí acabó su periplo, pero también fue determinante su periplo en Caracas. Publicó bastantes libros, llegó a ser finalista del Premio Nadal, abordó la novela del dictador como  Valle-Inclán, Francisco Ayala, García Márquez, Miguel Ángel Asturias, Roa Bastos o Carpentier, entre otros. Algunos de sus libros más importantes son: “En el cielo nos veremos” (1956), “El becerro de oro” (1957), “Los sucesos de Santolaria” (1974), quizá su novela más divertida y visionaria, o “El país de García” (1974), libro que José María Ariño en su magnífico blog de lecturas define así: “Es un recorrido por la provincia de Huesca plagado de anécdotas, reflexiones, aforismos y otras aventuras”. También publicó “El país de don Álvaro” (1997).

Su pasión por los libros y la encuadernación la reflejó en “Manual del dorado de libros” (Clan, 2000).
José Vicente Torrente Secorún, el embajador y narrador, falleció el pasado once de julio en Madrid. Tenía 86 años. Recuerdo con mucho cariño aquella estancia en su casa, que tenía algo de morada con encantamientos. José Vicente Torrente se dedicaba al cuidado y a la encuadernación y al dorado de libros junto a su mujer. Patricio Julve estuvo conmigo y los retrató a ambos. 

UNA CARTA
Navegando un poco por internet, mientras intento hallar aquella entrevista entre mis papeles y mis cajas de Mudanzas Martínez, hallo esta curiosa carta en Internet:

 [Caracas, 30 de Diciembre de 1982
Dr. Arturo Uslar Pietri. CIUDAD 

Querido Dr. Uslar,

El pasado día 20 recibí una carta del ex-Embajador de España en Venezuela, José Vicente Torrente, en la cual me dice que una caja de libros de las que llevó de aquí se ha extraviado y me pide que le envíe “Oficio de Difuntos” y “Las Lanzas Coloradas”, cosa que estoy haciendo por la valija de hoy.

Creo que cumplo un deber de información, porque sé de su amistad con él, al entrecomillar un párrafo que a Ud. le dedica y que dice lo siguiente:“Para mí, Uslar Pietri es el mejor y más profundo escritor en lengua castellana de los últimos treinta años, con permiso de los señores de la Academia Sueca. La historia de la literatura de España y de Hispanoamérica, cuando se escriba dentro de unos años, le hará a Uslar Pietri la justicia que los que le conocemos le hacemos ya”.
Compartiendo como comparto los criterios de mi compañero, no quiero dejar de enviárselos por su sinceridad.Reciba, en compañía de su familia, mis mejores deseos para estas Navidades y un año 1983 que nos traiga paz y tranquilidad en este mundo tan revuelto.
Con todo afecto
José Antonio Acebal y Monfort]  

 

22/07/2006 11:58 Antón Castro Enlace permanente. sin tema Hay 2 comentarios.

HUELGA DE HAMBRE Y MANIFIESTO DE ÁNGEL GUINDA

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El poeta Ángel Guinda inicia una huelga de hambre

   El 1 de julio, en la localidad zaragozana de Trasmoz, en la Comarca del Moncayo, abrió sus puertas La Casa del Poeta, primera y única en España, fundada por la Asociación Cultural Olifante con la colaboración del Gobierno de Aragón y del Proyecto europeo Leader.  

El primer residente invitado para trabajar en ella durante un mes ha sido el poeta aragonés Ángel Guinda, recientemente traducido al búlgaro por Rada Panchovska, coautor de la letra del Himno de Aragón y autor, entre otros, de los libros Vida ávida,  Biografía de la muerte, Toda la luz del mundo (que está siendo traducido a las lenguas de la Unión Europea) y de la antología La creación poética es un acto de destrucción.
 Durante su estancia en La Casa del poeta, Guinda ha escrito el ensayo El poeta en el mundo, el mundo del poeta. Este texto viene a desarrollar sus reflexiones acerca de la oposición y el paralelismo entre realidad y poesía; y entre poesía, compromiso y acción en  nuestra sociedad actual. Como complemento de esta actividad, digamos, teórica ha decidido llevar a cabo en La Casa del Poeta  una acción práctica que él llama “Acción Hh” y que no es otra cosa que una huelga de hambre que iniciará el próximo viernes[por ayer día 21 de julio]. Sus reivindicaciones (que serán comunicadas próximamente) incluyen puntos de carácter poético, cultural, político y social y de solidaridad con los que  hoy sufren en diferentes lugares del mundo.  

“Hace tres décadas -dice Guinda-, desde mi militancia en el Partido Comunista de España (cuando utilicé los poemas bala contra la dictadura, contra Pinochet y contra Videla), publiqué el manifiesto Poesía y subversión, en 1980; y catorce años después el manifiesto Poesía útil. En esos manifiestos y en el reciente texto El poeta en el mundo, el mundo del poeta hay declaraciones de intenciones que ahora he decidido llevar a la práctica con esta acción. Es el momento oportuno, puesto que tengo vacaciones como trabajador de la enseñanza en un instituto de Secundaria de Madrid, y estoy en el lugar adecuado, La Casa del Poeta. La poesía me ha dado la vida, no me importa dar mi vida por la poesía.” 

OBJETIVOS Y REIVINDICACIONES DE LA ACCIÓN Hh 
DE ANGEL GUINDA EN LA CASA DEL POETA

Objetivos   
-Agitar la conciencia de escritores y artistas. Activar su compromiso y responsabilidad intelectual en orden a colaborar en la solución de los graves problemas que hay en el mundo: el hambre, la inmigración, la intolerancia entre culturas diferentes, la guerra. 

- Alertar del riesgo de que la historia de la literatura y  del  arte  actuales sea la historia de la publicidad del arte y de la literatura de hoy.     

Reivindicaciones  

Literarias: 

- IVA cero para los libros de poesía.
- Creación de La Casa del Poeta, con capital público o privado, en cada una de las comunidades autónomas.  

Políticas: 

- Por la paz definitiva en Euskadi y la rehabilitación pública, moral y editorial en ese territorio de los poetas Blas de Otero y Gabriel Celaya. 
- Creación de un Ministerio de la Inmigración. 
-Por una política educativa de calidad que revalorice la enseñanza de la historia de la literatura y del arte y garantice el trabajo digno y eficiente de los educadores en los Institutos de Educación Secundaria.                          

DOS POEMAS DE ÁNGEL GUINDA

 CAJAS 

  Lo diría una indígena y tendría razón: “Ustedes tienen la vida organizada en cajas. Nacen y les depositan en una cajita. Su casa es una caja y las habitaciones son cajas más pequeñas. Suben a la casa en una caja, bajan a la calle en una caja. Viajan en una caja. Duermen y hacen el amor sobre una caja. A través de una caja ven el mundo. Los Bancos y las Cajas hacen caja. Y cuando mueren les introducen también en una caja.” Nos encajan la vida. Algunos no encajamos, y nos desencajamos.                                  

*   NO

 Soy un claro interior, el porvenir de una puerta que siempre está atrancada. La trampa de vivir y ver morir.   

Contra la destrucción de la conciencia bramo, reviento, clavo en Dios los codos. Soy un zarpazo roto de paciencia.   

Una luz que, arañando los escombros, borra la niebla y sigue hacia delante. Un hombre con la sombra hasta los hombros.   
Como hambre y bebo sed con todos los condenados a escarbar la nada. Esto no es un poema, es un desplante.   
Profundamente grito un no rotundo. 

Yo no quiero vivir en este mundo.

*Quien desee tener más información (ésta está tomada de Olifante; Trinidad Ruiz-Marcellán fue la primera mujer de Ángel y mantienen una amistad, una colaboración y una complicidad envidiables, poco frecuentes en la vida y en la literatura) sólo tiene que acudir a la página web de Olifante, www.olifante.com, y ahí encontrará algunas fotos de Ángel Guinda y una completa biobibliografía. Ángel Guinda prepara para Olifante -que le publicó recientemente el libro "Toda la luz del mundo", un verso por página- una antología personal y esencial que llevará por título "Vida Ávida", título también de una famosa compilación de poemas de Ángel Guinda, un poeta que se reescribe casi a diario, que se corrige, que se rechaza y que se reinventa. Gestos como los suyos, tan discutibles en algunos puntos, tan poco asumibles, definen su humanidad, su ternura, su constante rebeldía, su sentido del desafío y del  inconformismo, su romanticismo, su pasión por la vida contra la muerte que acecha. Abrazos Ángel, hermano y primo, todo a la vez. Por cierto, Ángel Guinda está a punto de publicar una antología de la poeta brasileña Ana Cristina César, que será homenajeada en el Festival Internacional de Poesía que organiza Olifante en Trasmoz y el monasterio de Veruela. Los poemas me los descompone el  formato; mil disculpas.    

22/07/2006 19:01 Antón Castro Enlace permanente. sin tema Hay 7 comentarios.

MANUEL RIVAS EXPLICA LA TEMPESTAD DEL 36 EN GALICIA*

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LA 2 EMITE HOY, A LAS 23.00, "LA MEMORIA RECOBRADA", DEDICADA A LA REBELIÓN MILITAR EN GALICIA EN 1936

 

Con el escritor Manuel Rivas (A Coruña, 1957), “La memoria recobrada” (La 2, a las 23.00 horas) aborda la rebelión militar en Galicia, una de las zonas de España donde enseguida triunfó el golpe militar.A lo largo del recorrido por las tierras gallegas el espectador visita, entre otras localidades, A Coruña y Tui. Esta última población resistió durante una semana a las fuerzas rebeldes, que luego ejercieron duramente su autoridad y poder contra los vencidos. Manuel Rivas se inspiró en algunas historias de esta zona de Galicia para sus novelas “La lengua de las mariposas” y “El lápiz del carpintero”. [Y también para su nueva, apasionante y voluminosa novela, “Os libros arden mal” (Xerais), que acaba  de aparecer este mismo de julio] 

Manuel Rivas analiza en el documental la represión cultural que experimentó un pueblo que se vio descabezado de muchos de sus intelectuales y artistas, como Camilo Díaz Baliño o Anxel Casal. Muchos de los que temieron ser fusilados se escondieron. Es el caso de varios de los protagonistas del documental de la aldea de Irixoa (A Coruña), que cuentan sus peripecias en las cuevas del Río Mandeo. Otros protagonistas de este capítulo son la familia de Alexandre Bóveda, un “galleguista” católico que fue fusilado por el bando de los vencedores. El recorrido incluye también entrevistas con historiadores en escenarios que hoy son idílicos y hace setenta años eran terribles, como el puente de Castuelo en Ourense, o la Isla de San Simón, un antiguo lazareto en la Ría de Vigo donde fueron internados miles de gallegos, vascos y asturianos desde 1936. La visita se realiza con dos antiguos presos, testigos de lo que allí ocurrió. 

Como asesor histórico del capítulo, el historiador Xosé Manuel Núñez Seixas, profesor de la Universidad de Santiago de Compostela, autor de numerosos trabajos sobre la Guerra Civil y la represión en Galicia.

 

*Esta información aparece en los mensajes de esa magnífica revista y factoría de contenidos de la memoria que es Cazarabet, el proyecto que lidera desde Mas de las Matas el infatigable Javier Díaz. Si se quiere recibir su completa  información sólo hay que enviar un correo a cazarabet@masdelasmatas.com Cazarabet también recuerda que luego, a las 24 horas, se emite el programa "La guerra filmada", que presenta Julián Casanova, centrado hoy en las películas de la "España heroica". 

23/07/2006 14:47 Antón Castro Enlace permanente. sin tema Hay 2 comentarios.

UNA FOTO DE ARNO BREKER Y JOSEPH BEUYS

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Leí en "El país" de ayer la polémica que se había suscitado en Alemania con la antológica de ese gran artista que es Arno Breker, un escultor vinculado al nazismo, era el favorito de Hitler, y encuentro esta foto espléndida de Gottfried Helwein: el artista, ya veterano, lleva en las manos esta foto de Joseph Beuys, que me ha hecho recordar a Víctor Mira. La cuelgo aquí por si no la conocían los amigos de este blog.

Me gustaría recordar que Breker pidió a la gran saltadora de altura Ulrike Meyfarth, doble campeona olímpica (en Alemania, 1972, y en Los ángeles, 1984) que posase para él para la obra "Ulrike, la diosa griega", y le inspiró algunas otras piezas de carácter amoroso y mitológico. Meyfarth es una de las más grandes campeonas de salto con Sara Simeoni o Stefka Kostadinova, que andan por la memoria de este blog.

Breker, escultor amado por Hitler, recibió del dictador muchos encargos para diversos edificioes y esculturas, mucho dinero y un castillo, aunque luego siguió trabajando y explorando estéticas nuevas. Uno de sus detractores, el artista Klaus Staeck, presidente de la Academia de Bellas Artes de Berlín, dijo -según recordaba ayer Sandra Ellegiers en "El País"- que "Breker fue quien le dio una visibilidad a la imagen del hombre de los nazis, a aquel racismo de la raza superior. Diseñó a los héroes que servían de ejemplo a los soldados y sus imágenes servían de lavado de cerebro".

Leni Riefenstahl rodó un documental sobre el escultor. Dalí dijo, en 1975, "Dios es la belleza, y Arno Breker su profeta". Cocteau dijo que era "el escultor más vital, (...) una gran esperanza para el futuro". Hay quienes dicen que tuvo un lado bueno: salvó a Picasso (del cual de su biógrafo Richardson revela puntos un tanto oscuros, por cierto) de ser deportado a un campo de concentración e incluso hablaban de una "lista de Breker", semejante a la Schindler. Gunter Grass, según recogía ayer ese periodista que está en todos los sitios, ese trabajador incansable y talentoso que es Juan Cruz, se manifestó a favor de esa muestra porque "no se puede contar sólo parte de la historia, sino la historia entera, y es necesario mostrar la obra completa de un autor de la envergadura que tuvo Arno Breker", nacido en 1900 y fallecido en 1901.

Ni la cara de Arno Breker ni la de Beuys anuncian precisamente una inclinación hacia la felicidad.

23/07/2006 14:53 Antón Castro Enlace permanente. sin tema Hay 1 comentario.

LA DIOSA QUE SE PARECÍA A ULRIKE MEYFARTH

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Esta pieza, de los años 80, se parece mucho a la que le inspiró Ulrike Meyfarth, doble campeona olímpica. Creo recordar que Arno Breker también realizó una pieza que se llamó "La saltadora".

23/07/2006 18:56 Antón Castro Enlace permanente. sin tema Hay 1 comentario.

ESTA MEDIANOCHE, BORRADORES

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1. Severino Pallaruelo despliega sus mapas de viajes por Aragón.

2. Otros invitados: Nacho Escuín, editor y poeta, Almudena Vidorreta, poeta, y el  letrista de Tachenko, Sebastián Puente.

3. Reportajes: Encuentra de la Fundación Norte, Pintura de Isabel de Portugal, y "Miradas sobre la ciudad": Cerdá, Martín Godoy y Nacho Fortún. Las fotos de Jacques Valat.

4. Librería París y poemas de Manuel Forega.

El programa “Borradores”, que emite Aragón Televisión los domingos y redifunde el jueves, contará esta noche, a las 00.00, con cuatro invitados en plató: el escritor y fotógrafo Severino Pallaruelo, que acaba de publicar una “Guía del Pirineo” (Marboré ediciones) y ha realizado numerosos libros y fotografía de esos parajes; el poeta y editor de Eclipsados Nacho Escuín y la narradora Almudena Vidorreta, que participan en la antología “El viento dormido. Nuevos prosistas de Aragón” (Eclipsados), y el músico Sebastián Puente, del grupo Tachenko, que acaba de publicar  el disco “Las jugadas imposibles”, del cual se ofrecerá un clip titulado “Entrada de artistas”, segundo corte del disco.        
Además, “Borradores” visitará las siguientes exposiciones: “Miradas sobre la ciudad”, con obras de Pepe Cerdá, Fernando Martín Godoy y Nacho Fortún, que se expone en la capilla de San Martín de la Aljafería; el premio de Pintura “Isabel de Portugal”, que se muestra en el Palacio de Sástago y que ganó Fernando Martín Godoy, y el certamen de Arte Joven, Encuentra, que se exhibe en el Cuarto Espacio y que patrocinan la Fundación Norte y la Diputación de Zaragoza. Además,  “Borradores” ofrecerá un reportaje sobre la exposición de fotografía de Jacques Valat: “Mira tu barrio: La Magdalena”; Jacques Valat es un fotógrafo francés que se ha instalado en Huesca y ha hecho al menos dos curiosos proyectos: “Zaragozanos” y otro sobre paisanos de los Pirineos.
        
“Borradores” acude a la librería París, donde los hermanos Muñío recomiendan varios libros, entre ellos “Mi familia” (Anaya) de Daniel Nesquens y Elisa Arguilé, y se cierra con varios poemas breves de Manuel Forega, que ha ganado en 2005 el premio Miguel Labordeta con el libro “333 días” (DGA).
 

*Esta foto que ilustra el libro de Severino Pallaruelo que ganó el premio Marqués de Lozoya pertenece a Ricardo Compairé.

23/07/2006 19:00 Antón Castro Enlace permanente. sin tema Hay 1 comentario.

CARTA DE CÉSAR PUENTE SOBRE PILAR LORENGAR*

20060723195647-lorengar.jpgConocí a Pilar Lorengar cuando tenía 12 años en unas grabaciones de zarzuela que teníamos en casa, concretamente, “El Rey que Rabió”. Desde aquel momento quedé enamorado de esta voz cristalina, bella y timbrada, y no me ha dejado nunca más. Dispongo de toda su discografía oficial y intentó buscar grabaciones piratas de su repertorio, tan limitado en su discografía oficial. Pilar Lorengar, es, a mi parecer, una de las grandes sopranos españolas de todos los tiempos y una gran artista del siglo XX.

Pienso que no se le ha hecho justicia en nuestro país, quizás porque ha sido una artista modesta y discreta. Ella misma decía que se despediría de la ópera igual que había entrado “sin hacer ruido”. La voz de Pilar Lorengar me acompañará toda la vida y espero que las nuevas generaciones de cantantes y de público la descubran como lo hice yo, y aprendan y disfruten de su legado artístico.

*A veces, en tardes de domingo, ocurren cosas tan bellas como ésta: alguien a quien desconozco, César Puente, entra en mi blog, encuentra una nota sobre Pilar Lorengar (donde recordaba un programa en la SER que hice sobre ella con Lorena Ruano y Mónica Farré y Manuel  Ortas) y deja esta nota, que llevo de inmediato al escritorio. Es tan bonito recibir mensajes... Encuentro esta bonita foto en este dominio: http://www.cs.princeton.edu/~san/sopranos.html

 

23/07/2006 19:56 Antón Castro Enlace permanente. sin tema Hay 4 comentarios.

LANDIS GANA EL TOUR MÁS ABIERTO DE LOS ÚLTIMOS AÑOS*

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Aunque no hemos podido narrar las etapas que han decidido el Tour, no hemos perdido detalle de esta edición de la Grand Boucle. Coincidimos con la mayor parte de los medios de comunicación. Nos ha parecido el mejor Tour de los últimos años, tal vez el mejor de la última década. A la salida de Estrasburgo se llegaba sin claros favoritos. Basso, Ullrich y Mancebo ( 2º, 3º y 4º el año pasado tras Armstrong) no estaban en la salida por su implicación en la Operación Puerto, y Vinokourov (5º en 2005) tampoco estaba en liza, al quedar excluido su equipo por la implicación de 5 de los corredores que integraban el 9 del Tour en la trama de dopaje.Parecía que los favoritos eran dos americanos: Landis y Leipheimer, un ruso: Dennis Menchov, un alemán: Andreas Klöden y un español: Alejandro Valverde. Las incógnitas eran los italianos Cunego y Simoni, e Iban Mayo. El joven escalador de Lampre fue el único de los tres que respondió como era de esperar. Simoni cuajó una discreta participación mientras que Mayo fracasó una vez más en la primera cuesta.Valverde, para muchos el gran favorito, fue eliminado por una caída camino de Valkenburg. La clavícula rota y su segundo abandono en su segundo Tour fueron las consecuencias del percance.

De la primera semana no se pudo sacar nada claro salvo la superioridad de Mc Ewen sobre los demás en los sprints. La contrarreloj de Rennes colocó a Landis como el gran favorito, y demostró la superioridad de T-Mobile. Leipheimer falló en un terreno que siempre le ha ido bien y se despidió de la general. Menchov, como Klöden respondió bien, y Carlos Sastre presentó sus credenciales para liderar el poderoso Csc.Tampoco la primera etapa pirenaica sirvió para aclarar nada. Sólo para que Mayo cediese 25 minutos y para que Dessel, derrotado por Mercado en el sprint de Pau, se vistiese de líder. En Pla de Beret los mejores jugaron sus cartas. Menchov venció al sprint a Leipheimer y a Landis, que se vistió de amarillo. Sastre y Evans no cedieron más que unos segundos mientras que Klöden perdía más de minuto y medio. Pereiro, líder del Caisse de Espagne tras el abandono de Valverde, perdió casi media hora, desfondado en las rampas del Peyrosourde. Mayo abandonó insultando a las motoristas de la televisión. Hay que destacar la actuación de David de la Fuente,  que se vistió con el maillot de lunares tras pasar primero por Tourmalet, Portillon y Peyrosourde, y segundo por Aspin. Dos días después en una etapa de transición que acababa en Montellimar, Óscar Pereiro se vistió de amarillo tras fugarse con Voigt, Chavanel, Quinziato y Grivko, y llegar a meta con media hora de ventaja sobre el pelotón.

Pereiro, aventurero y luchador como pocos, estaba dispuesto a defender esa primera plaza mientras le fuera posible. Su primera prueba llegaba en l´Alpe d´Huez. En el primer kilómetro terrible que hay tras la curva número 21, Perdiguero partió el pelotón. Landis y Kloden quedaron en cabeza, con un Evans que las pasaba canutas para aguantar. Llegaron Leipheimer y Sastre, pero Menchov se encontraba hundido. Por detrás Pereiro sabía que debía dejar pasar ese primer kilómetro terrorífico. Ir a su ritmo. Subió con Dessel, tercero en la general. Klöden tomó la iniciativa en el grupo de cabeza. Dejó a Evans y a Sastre y Leipheimer, que habías conseguido entrar, y sólo Landis aguantó. Por delante Schleck demarraba y dejaba a Cunego, compañero de fuga.

En meta, Pereiro perdía el liderato pos tan solo 10 segundos.Llegó la etapa reina, la del Galibier, la de la Croix de Fer, la del Mollard, la de La Toussuire. Esa fue la etapa de las grandes hazañas. Rasmussen se escapó de salida con Casar y con Valjavec. Los dejó en la Croix de Fer y se aventuró en solitario hacia la etapa y el maillot de la montaña. En el grupo de favoritos no pasó nada en Galibier y fue en el final del ascenso a la Croix de Fer cuando Zandío aceleró y se lanzó en un descenso suicida. Subieron Mollard muy rápido, persiguiendo a Leipheimer, que había saltado en la Croix de Fer.En la Toissuire ocurrió lo impredecible. Sastre atacó y Landis, que había transmitido malas sensaciones durante toda la etapa, se quedó. Klöden puso a su equipo a trabajar y pronto quedó solo con Pereiro y Evans. Llegaron a meta con unos pocos segundos perdidos sobre Sastre y ocho minutos ganados sobre Landis. El americano entró en meta hundido.Pero lo que ocurrió al día siguiente sí que fue una verdadera exhibición. Landis atacó a 150 kilómetros de meta. Ninguno de los favoritos consiguió cogerle rueda, y después T-Mobile y CSC, los dos grandes perjudicados por la Operación Puerto dejaron a Landis coger 9 minutos. En la durísima Joux Plane, Sastre atacó desde abajo. Moureau y Cunego se lanzaron en su persecución aunque no llegaron a acercarse. Evans, Leipheimer y Menchov, se descolgaron del grupo de Pereiro y Klöden. El alemán sufrió como nunca para no perder contacto con el español. Sastre coronó la Joux Plane como líder virtual de la carrera pero en el descenso Landis le sacó 45 segundos, al igual que el grupo de Pereiro. Después de la exhibición del californiano en Morzine, Pereiro quedó como líder con 12 segundos sobre Sastre y 30 sobre Landis.

La contrarreloj de 57 kilómetros parecía ser el terreno ideal para que Landis arrebatara el maillot a Pereiro. Desde el principio fue sacando tiempo al gallego, y consiguió ganar el Tour. Por su parte el hundimiento de Sastre contrastó con el poderío de Klöden, que lo dejó sin podio. Sólo queda saber qué hubiese pasado si CSC y T-Mobile hubiesen llevado el control de la carrera y tanto camino de Montellimar como camino de Morzine hubiesen puesto corredores para abortar la escapada. Probablemente Sastre o Klöden se hubieran llevado el Tour. En los Alpes, Sastre ordenó a su equipo no tirar para perseguir a Landis, cuando tenía a Schleck y a Vandevelde en el grupo y O´Grady marchaba escapado. Los tres relevando podrían haber reducido mucho las diferencias con Landis, además de endurecer la carrera, lo que hubiese podido suponer que Sastre sacase más tiempo a Pereiro y a Klöden en Joux Plane. T-Mobile siempre tendrá la excusa de que Klöden iba muy justo camino de Morzine, y que tirar pudiese haber supuesto descolgarlo, o hacer que se descolgase en la subida. En mi opinión, si tiraba su equipo tenía la posibilidad de perder el Tour. De no tirar tenía la certeza de que lo iba a perder, teniendo en cuenta la fuerza del californiano contra el reloj.Se acaba este Tour, que durante tres semanas nos ha hecho recordar lo bonito que puede ser el ciclismo cuando hay alternativas y ataques, y no hay un dominio exagerado de un corredor. 

Clasificación general final:
1. Floyd Landis (PHO/USA) 89h39:30.
2. OSCAR PEREIRO (CEI/ESP) a 00:57.
3. Andréas Klöden (TMO/GER) 01:29.
4. CARLOS SASTRE (CSC/ESP) 03:13.
5. Cadel Evans (DVL/AUS) 05:08.
6. Denis Menchov (RAB/RUS) 07:06.
7. Cyril Dessel (A2R/FRA) 08:41.
8. Christophe Moreau (A2R/FRA) 09:37.
9. HAIMAR ZUBELDIA (EUS/ESP) 12:05.
10. Michael Rogers (TMO/AUS) 15:07.
11. Frank Schleck (CSC/LUX) 17:46.
12. Damiano Cunego (LAM/ITA) 19:19.
13. Levi Leipheimer (GST/USA) 19:22.
14. Michael Boogerd (RAB/NED) 19:46.
15. Marcus Fothen (GST/GER) 19:57.
16. Pietro Caucchioli (C.A/ITA) 21:12.
17. Tadej Valjavec (LAM/SLO) 26:25.
18. Mickael Rasmussen (RAB/DEN) 28:33.
19. José Azevedo (DSC/POR) 38:08.
20. Marzio Bruseghin (LAM/ITA) 43:05.
21. DAVID ARROYO (CEI/ESP) 44:00.
22. PATXI VILA ERRANDONEA (LAM/ESP) 44:28.
 

Ganador de la Montaña: Mickael Rasmussen

Mejor joven: Damiano Cunego 

Regularidad: Robbie Mc Ewen 

General por equipos: T-Mobile
  

Diego Rodríguez Gascón

*En su blog grandesdeportes.blogia.com, Jorge y Diego Rodríguez Gascón han contado el Tour. Como han estado varios días sin ordenador en Galicia, en Arteixo, Loureda y Caión, anoche, hasta altas horas de la madrugada, Diego redactó un balance de la gran carrera francesa.  
24/07/2006 09:40 Antón Castro Enlace permanente. sin tema No hay comentarios. Comentar.

MURIÓ EL MÉDICO, ESCULTOR Y PINTOR CARLOS PÉREZ DE ALBÉNIZ

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Acabo de poner en el ordenador una de mis piezas favoritas: “La consagración de la primavera” de Igor Stravinski. He pensado un instante qué música le habría sentado bien al escultor, pintor, escritor y médico Carlos Pérez de Albéniz. Esta mañana, ese hombre que nunca duerme ni en Alcalá de Ebro ni en otros lugares del mundo, Javier Torres , el señor de los móviles y el guardián constante de la amistad, me llamó para decirme que había muerto Carlos. Lo dice “Heraldo”, me dijo. Yo jamás miro la sección de necrológicas, o casi nunca, porque me espanta que un día aparezca mi propio nombre o de uno de los míos, y ese temor es más grande que la fascinación que dicen sentir Ignacio Martínez de Pisón o Miguel Mena, que suelen comentarse los nombres de los difuntos. ¿Vas a escribir algo? Javier recordaba que lo había entrevistado hace algún tiempo en contraportada de “Heraldo” y que lo había visitado en su casa de Casablanca. Antes de conversar con él para hablar de su Puerta Mudéjar o “Puerta de la Luz” mejor, que era su auténtico nombre aunque quisiera emular una portalada mudéjar que se abre a todos los vientos, que da la bienvenida a los que llegan a Zaragoza, antes de aquella entrevista, digo, lo fui a ver a casa por otra razón: por su condición de escritor más o menos secreto.

Hombre de mil actividades, soñador constante, me había pasado un extenso manuscrito de una novela de intriga y aventuras marinas, que me hizo pensar en varias cosas: en las ficciones de Julio Verne, en “Las Veinte mil leguas de viaje submarino”, con esas estancias secretas del capitán Nemo, pero también participaba de ese tipo de intrigas que te hacían recordar las novelas y las películas de espías (creo recordar que hacía una alusión explícita al contrabando de oro de los nazis), y que todo el texto rezumaba pasión por el mar. Aparecía mucho la Costa Brava y unos edificios subterráneos con pasadizos y grutas. El mar, al fin y al cabo, me diría más tarde Carlos Pérez de Albéniz, era una de las pasiones de su vida. Aquella primera cita, a la que llegué con algunas notas y sus folios, y con el nombre algunas editoriales, fue más bien corta. Carlos me anunció de inmediato que tenía otras dos novelas más, que aquella aventura, digna del Alfred Hitchcock de “Encadenados”, era una trilogía, y que ya tenía muy avanzado el segundo tomo. Me dijo: “Pero, entiéndeme, necesito el estímulo de ver publicado el primero para continuar, para completarlo”.
 

Carlos Pérez de Albéniz  visitó algunos editores sin fortuna. Mientras, cultivaba sus aficiones: era un buen escultor, y lo prueba no sólo era obra monumental “Puerta de la Luz” de la “Autovía Mudéjar”, sino su busto de un pensativo Sancho Panza en Alcalá de Ebro, una obra que está de espaldas al río Ebro y a la más que probable Ínsula Barataria que soñó Cervantes, y que debió soñar ahí mismo. A Carlos le molestaba un poco el color verdoso, de rana, que había tomado la pieza por oxidación natural y falta de cuidado, y a la vez parecía agradarle a su manera. Ha hecho mucha más obra, de formatos más reducidos: dominaba el oficio, tendía a la figuración, eran sensual en sus formas, le gustaban mucho las figuras de mujer, que resolvía con limpidez y gracia, con talento e intensidad, y seguía cuidando sus pinturas. La pintura en él había pasado por varias fases: había sido un entusiasta pintor de marinas, porque el mar era su edén, su refugio y su camino hacia la aventura, pero también frecuentó la abstracción. E incluso llegó a hacer, me dijo, barcos de marquetería. Me ha sorprendido su muerte, y lamento su adiós inesperado: era un médico (fundó la Asociación Aragonesa de Acupuntura) no sólo culto, sino que se preocupaba de expandirse en las bellas artes: ahí está su obra pública, mucho más extensa que lo que he dicho aquí, su obra pictórica, su producción escultórica, que presentó en diversos lugares, entre ellos en el Torreón Fortea.  

         Adiós Carlos Pérez de Albéniz. Suena Igor Stravinski, que a veces parece ejecutar una música perturbadora de película inquietante. Y a veces simula un balanceo de las olas  del mar. Y en otras ocasiones sugiere esa travesía azacanada pero feliz de los piratas que se lanzan a mar abierto con el entusiasmo de un ron vetusto que araña la garganta, como a él te gustaba. Te deseo, marinero escultor, que halles en las orillas náuticas del sueño y del más allá otros materiales, un ordenador entusiasta y óleo y lienzos. La imaginación desbordada y el afán ya los llevas de este solar de borrascas, porque, me dio la impresión, que la tempestad eras tú mismo y viajabas hacia ella como un capitán, como un lobo de mar.

*La foto de la Puerta de la Luz de Carlos Pérez de Albéniz es de Fabián Simón. Recuerdo que yo, antes de la entrevista, fui con él y con el fotógrafo Guillermo Mestre, que le hizo una espléndida serie fotográfica bajo un inclemente sol de primera hora de la siesta.

24/07/2006 19:02 Antón Castro Enlace permanente. sin tema Hay 2 comentarios.

DÍA DE GALICIA (CUATRO FRAGMENTOS)*

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1

He vuelto a Galicia, a Arteixo. En El Bierzo paramos un momento y compramos dulce de membrillo y magdalenas de castaña; la castaña es uno de los sabores de mi niñez. Entrar en Galicia supone como desandar los senderos ocultos de la memoria, pegarte a un universo de sensaciones que se agolpan de inmediato y se deshacen en el viento y en el cerebro. A miña nai dos dous mares. Benito do Touciñeiro cumple 80 años, y esta mañana, además de ofrecerme todos sus trajes, sus chupas de cuero, hasta sus camisas de franela, me ha dicho: "No te vayas de casa con esos zapatos. Déjame que yo te los limpie. No des que hablar al mundo".
Mi padre no ha cambiado ni un ápice. Cuando se pone terco, es invencible. Y más ahora que tiene una creciente sordera.
En Galicia, claro, hemos visto el mar desde la cala de San Roque con vistas hacia Riazor, la "Casa de los Peces" y la torre de Hércules. El periódico de ayer, creo que era "La Opinión", decía que tiene un fantasma que se llama "Dolores".  

2

En la Galicia legendaria de Álvaro Cunqueiro y Rafael Dieste los niños crecíamos entre la fascinación y el miedo. Por las noches, al calor de la lumbre, mientras el chicotazo del vendaval golpeaba la chimenea, se contaban historias que dilataban el insomnio. Allí, una noche tras otra, se oía hablar de aparecidos, de perros negros que vivían en el mar y salían de madrugada a deambular por los alrededores, de fantasmas encerrados en el interior de la piedra, de vampiros y hombres lobos. Del lobo se decía que poseía una mirada hipnótica y que desplegaba una especie de “aire de lobo” unos cientos de metros a la redonda, de tal modo que, aunque no lo vieses, si andabas por allí podías quedarte literalmente petrificado. Y a veces, uno de los narradores de las improvisadas “Mil y una noches” de aldea ponía un ejemplo inapelable. Fulanito de tal estuvo en medio del bosque paralizado de espanto dos meses y siete días con sus noches, hasta que decidieron enterrarlo lejos del cementerio. El hombre lobo o “lobishome” formaba parte del imaginario común: era el séptimo hijo varón de la familia y notaba el desorden de su cuerpo y la furia de sus sentidos bajo el influjo de la luna llena.
Durante el día había algunos indicadores o pruebas externas de lo que habías oído. Como un presagio constante o un sordo diálogo con el trasmundo, algo difícilmente explicable. Pero también veías llegar a los charlatanes de aldea y mendigos que te ofrecían distracción y un manjar de historias a cambio de un poco de pan, algo de fruta o unas monedas. Y en sus cuentos siempre había narraciones picarescas, algún crimen, damas perversas, sortilegios y monstruos. Quizá el tipo más extraordinario de entonces fuese el caballero Demonio, que nos parecía de carne y hueso. Lo suponíamos con un rostro rojizo, abundante cabello, esquivo y torvo mirar, y tal vez un largo rabo. Nuestras madres también lo temían: cuando íbamos por leña o a jugar en el corazón del soto nos hacían llevar un crucifijo o un diente de ajo, que era un talismán contra su maldad. No compareció nunca. En aquella Galicia legendaria de Álvaro Cunqueiro y Rafael Dieste, poblada por cazadores de dragones y tesoros, por boticarios asombrosos que curaban la locura o la desesperación con un enigma lingüístico o matemático, sabíamos que en la alta noche de las sombras había pasos inquietantes, fantasmas al acecho, muertos que reaparecían durante el sueño e incluso un extraño ser que vivía al revés: empezaba siendo anciano, recobraba día a día la juventud, hasta que al fin se volvía niño, bebé y definitivamente semilla.
Aquello sólo fue la revelación de una realidad escurridiza que tenía una proyección inequívoca en las mitologías del mundo. Galicia formaba parte de un muestrario universal de mitos y de figuras de leyenda, y aquello que nos parecía tan íntimo y nuestro era de todos. 

3

Llevo un libro inmenso titulado “Faros de Galicia”: una fascinante historia, con muchas fotos, de todos los faros gallegos, algunos de ellos los conozco bien como Ortegal, donde estuve con Eloy Fernández Clemente, Vilano, Touriñán, O Roncudo o Finisterre, entre otros. Los faros son una de las cinco o seis pasiones de mi vida, como las sirenas, los tigres, los bandoleros, los marinos y los boxeadores. Se cuentan historias increíbles, algunas aluden al incesto, crónicas de naufragios, la mudanza de los hábitos de vigilancia; se abordan las tipologías de faros gallegos. Tras unos veinte minutos leyendo y recordando y soñando, vuelvo a casa. Concluir el día con “Faros de Galicia” (Xunta de Galicia, 2004) de Jesús Ángel Sánchez García y fotos de José Luis Vázquez Iglesias, entre las manos, más de 660 páginas de mar y fábula, de aventura y brutalidad, es otra manera de rendir homenaje al Día de Galicia. 

4

Fueron a Cangas –“vexo Vigo, vexo Cangas”, dice el poeta popular-, a la playa de O Niño do Corvo y allí, bajo otro sol radiante, raramente galaico, culminaron la travesía y el milagro de un encuentro. Arán, empapuzado con tierra de los Monegros y agua salina del Atlántico, se subió a una roca con su padre. Y los dos, César y Arán, esperaron el clic definitivo: ese retrato final que capta la huella perfecta, ese trasvase de sangres entre Aragón y Galicia que ha cristalizado en el niño Arán, hijo de la gallega María, hijo del aragonés César. “En mi principio está mi fin”, escribió el poeta Thomas Stearns Eliot. Toño Sediles y Aranzazu Peyrotau habían soñado con las fotos y la gente: he aquí un prodigio del azar, de la vida y de la fotografía que se forjó en once días. Diez fotos que consuman una utopía de creación concebida en los Monegros.

 

*La foto no es de Patricio Julve, sino de Manuel Ferrol, el gran fotógrafo de la emigración.

25/07/2006 09:58 Antón Castro Enlace permanente. sin tema Hay 5 comentarios.

EVOCACIÓN GALAICA DE VÍCTOR REBULLIDA*

20060725145453-mandebuxos.1.jpgLa visión de Cabo Vilan y su faro llegando por el camino que bordea la costa desde Camelle es un espectáculo para no perderse. Dos veces he "peregrinado" por esa pista (con la obligada y respetuosa parada en las tumbas de los náufragos del "Serpent"), la primera con la costa y tierra adentro tiznados por el crudo del "Prestige". Imprescindible la visión de una magnífica duna que asciende por la ladera de un monte que si no recuerdo mal llaman Monte Blanco.Hablando de faros has rememorado mis recuerdos de los que he visitado. Sin ser una pasión no dejan de resultarme atractivos y atrayentes. Si hay uno por donde ando no dejo de ir a él. 

Una fresquita costa galaica nos vendría muy bien en Zaragoza en estos días tórridos. Un abrazo, Antón.

*Víctor Rebullida es uno de nuestros mejores compositores de música contemporánea, grabado aquí y allá, premiado aquí y allá. Ha dejado este bello  mensaje que decido llevar al escritorio. Galicia está en el ánimo de muchos. Recojo aquí una foto de Man, o alemán artista de Camelle que finou de pena tras as oleadas de fuel do "Prestige".

25/07/2006 14:54 Antón Castro Enlace permanente. sin tema No hay comentarios. Comentar.

LA MAGDALENA, POR JACQUES VALAT

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Hay gente a la que ves una sola vez y le tomas un cariño infinito. Es el cariño que nace de la admiración, de la complicidad, del reconocimiento al trabajo bien hecho. Eso me ocurre con Jacques Valat, al que conocí a principios de 2005, hace más de un año y medio, cuando expuso “Zaragozanos”. Luego, esta misma primavera, publicó “Rostros del Pirineo” y ahora expone en la Casa de los Morlanes su nuevo proyecto: “Mira tu barrio: La Magdalena”, donde capta el universo de trabajo de distintas dependencias y asociaciones vinculadas con el Ayuntamiento de Zaragoza. Ahí están, entre otras, la Casa de la Mujer, el Centro Municipal de Servicios Sociales, el Albergue, el Centro Municipal de Promoción de la Salud “Amparo Poch”, el Centro de Tiempo Libre “Gusantina”, Cáritas. Las fotos llevan textos de vecinos del barrio y de trabajadores de Acción Social. La muestra está inscrita dentro del  ámbito  del reportaje, y refleja sobre todo seres humanos en su más rabiosa y sincera cotidianidad.
Jacques Valat, que es un hombre atento y cariñoso, me manda una nota: le gustó mucho el reportaje que emitimos el otro día sobre su exposición en “Borradores” (Televisión Aragón, y que se redifunde mañana por la noche), donde se veía sus fotos y el lugar donde se habían hecho con un nuevo montaje muy original de Javier, cámara, y Ana Catalá, como redactora y actriz de reparto.
 Rescato aquí el texto que le dediqué a Jacques Valat en este mismo blog hace algún tiempo, con motivo de “Zaragozanos”. Explica su mundo, su concepción de la fotografía y de la vida. En cierto modo, este texto también ilumina la muestra “Mira tu barrio: La Magdalena”. 

JACQUES VALAT RETRATA ZARAGOZA

La primera vez que Jacques Valat vino a Zaragoza fue en 1963 y tenía diez años. El único recuerdo nítido que conserva de entonces es un pequeño restaurante del paseo de Independencia y un sabroso bocadillo de calamares a la romana. “Jamás he podido olvidarlo. Es para mí como la magdalena de Proust”, recuerda. Luego, la vida le ha llevado por distintos derroteros. Se inició como periodista cultural en “La Nouvelle Republique” de Tarbes, y alternaba la información escrita con la fotografía. Con el paso de los años, fue afirmándose en el fotoperiodismo.  Ha viajado por medio mundo: ha libros de paisajes y retratos, libros de reportaje, ha expuesto aquí y allá, ha trabajado con Eduard Boubat o Jean Dieuzaide (“uno de los fotógrafos más grandes del siglo XX, era capaz de hacerlo todo”, señala). En su intenso y apasionante archivo de miles de fotos hay trabajadores de medio mundo, estampas de guerra, pesca del atún, retratos o trabajos específicos sobre los moradores pirenaicos. Todo ello ha aparecido en periódicos, revistas y catálogos. A lo largo de todos estos años, ha ido acrecentando su pasión por España, por el castellano, de tal forma que cada vez que pasaba por Toulouse siempre tenía una duda: ¿se dirigía hacia Pau o París, o tomaba los caminos hacia Barcelona? A los 50 años, decidió modificar el rumbo: aceleró hacia España, en concreto hacia Huesca, donde vive desde hace algún tiempo y donde trabaja con artistas como Enrique Torrijos (que asiste a la conversación), Isidro Ferrer, o los editores de Pirineum, Sergio Sánchez y Juan Gavasa.“Me trasladé a Huesca porque yo trabajaba mucho en Francia, pero también quería hacerlo en España. Quería abrirme a nuevos mercados. Y elegí una ciudad próxima al Pirineo, sobre el que estoy ahora haciendo un trabajo de retratos nada pintorescos, Huesca, que a la vez estuviese muy cerca de Zaragoza”. Jacques Valat ha mantenido indemne su pasión por esta ciudad, y ahora acaba de probarlo de nuevo en la muestra “Zaragozanos”, que se expone en la Casa de los Morlanes. Son 120 fotos, tomadas en doce días de noviembre, “y dos de las fiestas del Pilar”, con una cámara digital Fuji, muy profesional, de trece millones píxeles, que han sido reproducidas en ploter. “Me gustaría hacerle una confesión inicial: la diferencia entre España y Francia es la energía que hay aquí. A la gente en mi país sólo parece interesarle el ocio, el tiempo libre, pero no se vive con la energía, yo diría frenética, con que se vive en España. Aquí hay trabajo, voluntad de hacer cosas y de innovar. Y eso es muy atractivo para un profesional”.
Jacques Valat había hecho un trabajo sobre la gente de Pau, que conoció Paloma Martínez, y ésta se lo sugirió a Vicente Almazán, responsable de la agencia BBDO, quien realizó gestiones durante un año en el ayuntamiento para hacer un proyecto semejante con Zaragoza. Y así, con toda celeridad, en doce días, trabajando de ocho de la mañana a diez de la noche, y a veces hasta mucho más tarde, Valat logró lo que había soñado: contar una historia. “Eso es lo que me interesa de la fotografía: contar una historia que además sé que es real. Utilizo la técnica y la experiencia del reportero, y casi puede decirse que toda la muestra es como una instantánea. He captado, por decirlo así, dos mil años de historia en doce días, y creo que las imágenes tiene un carga potencia de memoria”.

Jacques Valat está fascinado con Zaragoza. Abducido por un embrujo que a menudo no se ve. Dice que inicia todos sus trabajos con una idea matriz o principal, y que se deja arrastrar por ella. “De Zaragoza, me atrajo la luz. Tuve la suerte de que en noviembre de 2004 hubo quince días de estupenda luz, una luz preciosa e increíble, más bien baja, que permitía que las sombras se reflejasen en el pavimento. Y yo me he inspirado para hacer sombras con un objetivo de 28 mm., que me ha permitido estar cerca de la gente y a la vez atrapar el contexto, el entorno. Como fotógrafo me dejo llevar por la intuición y por la sensualidad, sensualidad que yo encuentro en el color, la forma y la luz. Ha sido la luz la que ha despertado mi sensualidad”.

Jacques Valat destaca que mientras hacía sus fotos –de bomberos, de basureros, jardineros, funcionarios del ayuntamiento, bailarines, informáticos, de gente corriente que paseaba por calles- comprobaba “la hospitalidad y el calor de los zaragozanos, las ganas de participar, la amabilidad. Además, Zaragoza me ha recordado mucho a Chicago con sus edificios con columnas, con las estatuas, con los tejados que acarician el cielo. Zaragoza me ha parecido muy norteamericana”.
 

26/07/2006 10:53 Antón Castro Enlace permanente. sin tema No hay comentarios. Comentar.

CON ALFONSO ZAPATER*

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ENTREVISTA ALFONSO ZAPATER, periodista, dramaturgo, torero, escritor

 “El Bajo Aragón ha sido para mí un faro,
un refugio de la infancia y la memoria”  

Alfonso Zapater llega al bar donde nos hemos citado. El camarero sale a recibirlo, le da la mano y las gracias por todo “lo que ha hecho y ha escrito de nosotros y de esta ciudad. Llevo en este oficio más de 40 años –le dice el camarero- y el primer revuelto de mi vida se lo serví a José Oto, al cual usted conoció bien”. Y tan bien que lo conoció Alfonso Zapater: Oto, aquel cantador de jota que tuvo un entierro increíble, casi tan multitudinario como el de Joaquín Costa, frecuentaba la casa de los Zapater en el molino de Urrea de Gaén y tal vez en el de Aguaviva, cerca de Mas de las Matas. Alfonso, siendo niño, lo veía a menudo y no sólo eso: su propio padre, Alfonso Zapater Cerdán, un formidable bailarín que ganó el máximo galardón de baile en siete ocasiones, era su acompañante más asiduo.        

“Yo nací en Albalate del Arzobispo, en julio de 1932, pero a los ocho meses ya me llevaron a Urrea de Gaén, donde mi padre era molinero a orillas del río Martín. Allí me crié. La infancia la pasé  entre Urrea y Albalate, donde iba a párvulos al convento de Santa Ana, y asistí a clases hasta que se produjo la Guerra Civil. Mi padre se marchó a Francia de inmediato, y había una razón: ni era republicano ni nacional, no estaba comprometido con el sindicalismo ni con nadie, pero tenía una amarga experiencia. A su hermano Enrique, sin previo aviso, lo mataron en Belchite. Medía 2.02 metros, y lo fusilaron porque entraron en la fábrica de harinas en que trabajaba, le preguntaron por el jefe, y les dijo que  no estaba en ese momento. Interpretaron que lo estaba protegiendo y le dispararon”. La Guerra Civil dejó otros recuerdos espeluznantes en el niño: una noche percibió un silencio sepulcral en la Cuesta de las Losas, “donde yo había nacido, y de repente vimos por la calle a unos 40 hombres escoltados –añade Alfonso-. Al cabo de un instante, oí los disparos, oí la descarga en el cementerio. Y no sólo eso. Siendo niño, vi matar a un hombre al que llamaban ‘El Cachules’. Recuerdo que iba con mi madre, y desde un rincón le dispararon. El moribundo se agarró a la saya de mi abuela, y oí que le decía: ‘Tía Alberta, el Rata ha sido’. Y yo eché a correr muerto de miedo”.
        

¿Qué ocurría, mientras, con su padre huido? Se había quedado en La Junquera, y por allí ayudó a salir a muchos republicanos, entre ellos, La Pasionaria y Juan Negrín. “La Pasionaria les decía: ‘Sois los más fieles guardianes de mi España’. Y Negrín comentaba: ‘A España la invaden pero el triunfo es nuestro’. A mi padre le dieron un pasaporte para poder marcharse a México, pero por entonces entabló amistad con un jefe de Falange de Figueras, que le expidió un certificado de buena conducta. A pesar de todo, como también llevaba aquel pasaporte para México, lo metieron en un campo de concentración a San Juan de Mozarrifar, y luego en la plaza de toros de Teruel con el objetivo de desescombrar el Seminario. Al cabo de unos meses, lo soltaron en libertad y sin cargos”.
        

Por distintas razones, los Zapater alquilaron el molino de Aguaviva, que está  muy cerca de Mas de las Matas, y allá se fueron. “Mas de las Matas fue muy importante en mi vida: allí conocí a mi profesor fundamental e inolvidable, José Miguel Balbín, que aún vive a sus 91 años. Allí hice mi primera comunión y allí empecé a escribir versos con nueve años. Y organizaba mis primeros recitales, algo que a mi padre no le gustaba demasiado. En realidad, no sé si era eso o que leyese tantos libros. Luego volvimos a Urrea, y allí el profesor don Ángel Gargallo explicó que ya no me podía enseñar más. No era verdad, seguramente, y les dijo a mis padres que tenía que estudiar en Zaragoza, que debía hacer allí el Bachillerato”.
        

El joven Alfonso Zapater leía los clásicos, Homero y Virgilio, hacía cursos por correspondencia, llegó a montar una radio de cinco válvulas con una antena de 30 metros de largo que captaba las emisoras independientes y lejanas. “En torno a aquella radio, se reunía toda la cuadrilla: yo sacaba un altavoz y ponía la radio. ¡Qué potencia tenía: era una completa maravilla! En realidad, en esto de la radio yo había empezado con una radio galena. Mi padre la veía y casi ni se lo podía creer. Llegó la hora de irme a Zaragoza, pero mi madre para que no me maliciara, no me dejó ir”.
Alfonso Zapater, entonces, escribía ya obras de teatro. Llegó a redactar una versión de “Los amantes de Teruel” en verso. “Escribí también un cuaderno gordo de pensamientos. Mi profesor me decía: ‘¿Es esto de Nietzsche, de Platón, de Hume, o de quién?’. Exageraba con absoluta sinceridad. Eran pensamientos e intuiciones del adolescente que yo era. Y además, llevado por mi pasión a la escena, escribí un autosacramental a la manera de Pedro Calderón de la Barca”. Alfonso Zapater aprendía la jota del universo de su propio padre, que llegó a crear un estilo específico, y de su madre, que cantaba con gusto. Y bailó en una ocasión en el Teatro Principal. Y en ésas andaba cuando en 1947 murió el diestro Manolete y a la vez él cayó enfermo de una pulmonía. “Había que ir a buscar penicilina a Zaragoza de contrabando, si no me hubiera muerto. Mi abuelo estaba suscrito a ‘Heraldo de Aragón’, y cuando se produjo el percance trágico de Linares yo leí muchas cosas sobre Manolete, cosas del periodista que firmaba El Caballero Audaz acerca de su forma de torear, sus amores con Lupe Sino, todo eso. Y llegué a pensar sinceramente que el torero muerto se había reencarnado en mí. Le cogí tamaña afición a los toros, daba tanto mal con ello, que mi padre me llevó a Tudela a ponerme delante de una vaca con la esperanza de que en cuanto la citase me daría un golpe y me olvidaría de los toros para siempre. La sorteé varias veces, pero al final me cogió. Nada grave. Y la pasión taurina lejos de desvanecerse, incrementó. Es más, un sobrino de Joselito el Gallo, creo que  su nombre completo era José Fernández Gómez, pasó una temporada con nosotros en el molino y me enseñó a realizar toreo de salón. Fui a más tentaderos y finalmente  me hice con un traje de luces y debuté como novillero: realicé de 30 a 40 corridas  entre los 17 y los 18 años. Toreé en Graus, Híjar, Alcañiz, Barcelona, Valladolid, Castellón, Cáceres, Plasencia, Trujillo, en Extremadura me llamaban mucho. Y esa actividad me ayudó a trasladarme  en Madrid con todas mis inquietudes, gracias a mi apoderado Carlos Gómez  de Velasco. Me instalé en la Pensión Marisol, y estando allí realicé el servicio militar: estuve tres años y a la vez trabajaba pasando cosas a máquina en una tienda de máquinas de escribir. En Madrid, por otra parte, mi tío Francisco Zapater poseía una sombrerería”.        

Desde muy pronto, el novillero convivía con el periodista, con el poeta, con el escritor. Y empezó a ser conocido como “el torero poeta” porque, tras la lidia, lo mismo daba conferencias que hacía un recital de sus versos e incluso se atrevía a refutar a Domingo Ortega y hablar de “El toreo como arte” en vez de “El arte del toreo”. Publicó, en los primeros años 50, poemarios como “Tristezas”, los sonetos de “Ramillete” o “Dulce sueño eterno”. Y empezó a hacer sus pinitos como periodista tanto en la radio del SEU como en Radio Juventud, e incluso tuvo un programa semanal que era “Palestra universitaria”, que contó con un colaborador que haría fama en la política como Rodolfo Marín Villa. Alfonso, además, publicaba sus artículos en la revista “Juventud”. Algo más tarde, mientras intentaba hacer carrera también en el teatro, ingresó en “Pueblo”, el periódico de Emilio Romero, en el que colaboraban Tico Medina, Amilibia, su paisana Pilar Narvión o Miguel Ors. También entonces fue denunciado por injurias al Jefe del Estado y fue enviado a la prisión de Carabanchel durante un mes. “No recuerdo exactamente qué dije: supongo que hice alguna crítica sobre periodismo y libertad de expresión. Me defendió un abogado que era el marido de Lola Gaos. Entre otras obras, estrené ‘Noche de pesadilla’, una pieza que criticaba el chabolismo de la época. Antonio Buero Vallejo acudió al estreno y me dijo: ‘¿Cómo le han autorizado a usted esta obra?’. Me la autorizaron”.
        

Esa estancia madrileña daba para mucho más, pero Alfonso Zapater acabaría regresando a Zaragoza. Ingresó en Radio Juventud y en “Amanecer”, más tarde  alternó “Amanecer” y “Pueblo”, en el periódico local zaragozano como corrector de pruebas. Un día, el director Francisco Villalgordo le preguntó si le interesaba entrar en la redacción. Alfonso Zapater cosechó fama inmediata por sus reportajes por los pueblos, por su audacia. Evoca: “Una vez me subí a los andamios del Pilar y el fotógrafo Gerardo Sancho no se atrevió. José María Doñate me invitó en distintas ocasiones a incorporarme en ‘Heraldo’, incluso el propio director, al que también le dije que no, pero al final tuve una discusión con Villalgordo, director de ‘Amanecer’ y me pasé a ‘Heraldo’, y aquí sigo”. La trayectoria de Alfonso Zapater en el diario que acaba de cumplir su 110 aniversario es tan rica como variada: firmó cientos y miles de artículos de esto y de aquello; ha ido a buscar a Ramón J. Sender, con Joaquín Aranda, a su llegada a Barcelona y le sirvió de cicerone, anfitrión y cómplice; mantuvo una gran relación con Camilo José Cela, que le prologó varios libros, una amistad que procedía ya de sus tiempos de tertulias en el café Varela o en las Cuevas de Sésamo; y fue un confidente de su paisano Pedro Laín Entralgo, su padre Pedro Laín Lacasa lo operó de niño de un bulto en la ingle. “A Pedro Laín Entralgo lo conocí ya de crío. Él nació en Urrea de Gaén. Su madre era muy católica, de misa diaria casi; su padre, médico, era republicano, y su hermano José era comunista y se exilió en Ruisa. Su hermana Concha quería permanecer un poco al margen. Yo me veía con él cuando era Rector de la Universidad; al final, su hermano José, gravemente enfermo, regresó a España gracias a él y no lo metieron en la cárcel. Pedro se portó muy bien y José pudo morir en paz”.
        

En esta tertulia no podría quedar al margen su compañera Pilar Delgado, actriz y rapsoda y madre de sus cinco hijos, que “poesía una compañía teatral familiar. De inmediato nos hicimos muy amigos, ella era muy aficionada a la poesía. Y recitaba muy bien. Se aprendió casi todos mis poemas. Fundó la compañía La Taguara, que también era el nombre de un bar en la calle Fita donde se hacían exposiciones de pintura”. Toma aire un instante y dice: “He vivido intensamente, y el Bajo Aragón ha sido siempre un faro, un paisaje al que siempre me ha gustado volver, un refugio de la infancia y de la memoria. He vivido en Albalate y Urrea de Gaén, también he frecuentado Alcañiz e iba al cine a Híjar, al cine Victoria y luego al Elíseo”. Alfonso Zapater ha publicado más de 40 libros, ha ganado prácticamente todos los premios de Aragón, en narrativa y poesía, y fue finalista del Premio Nadal con “El accidente”, venció en el Ciudad de Barbastro de Novela con “El pueblo que se vendió”. Es autor de varios libros sobre Joaquín Costa, entre ellos la pieza teatral “Resurrección y vida de Joaquín Costa”, que se estrenó en el Teatro Principal; ha escrito historias de la jota, la serie “Aragón, pueblo a pueblo”, ha hecho la biografía del pintor Juan José Gárate, ha narrado la historia de la sublevación de Jaca, ha descrito los viajes  de Don Quijote por Aragón…
        

“Pero la jota, como le ha ocurrido a mi padre, formó parte de mi vida. El gran jotero para mí lo fue José Oto; el cantante más académico, Jesús Gracia Tenas. La mejor voz femenina, Pascuala Perié, y luego Pilar de Lasheras; los mejores bailadores, Miguel Berges y su hermana, de Calanda. Ya ve: he toreado, he bailado, he llegado a bailar en una ocasión en el Teatro Principal, he escrito unos cuantos libros, he tenido muchos hijos, he disfrutado de la amistad de Laín Entralgo, Camilo José Cela, Sender, Imperio Argentina, Estrellita Castro, y de muchísimas otras personas… Y ahora vivo con una irlandesa baturra, Patricia. ¿Qué más puedo pedir?”, concluye Alfonso Zapater.
 

EL MAESTRO DE FOLCLORE Y BAILE 

Alfonso Zapater, que ha escrito de casi todo, ha dedicado muy hermosas páginas a su padre, Alfonso Zapater Cerdán, que llegó a habitar en varios molinos: en Urrea de Gaén, Híjar, Albalate del Arzobispo y Daroca. Nacido en Alcañiz, en el molino de la Alfarda de Albalate pasó la mayor parte de su juventud, y fue allí donde creó un estilo de jota bailada, que tomó el nombre del pueblo. Solía bailarla con Pascuala Sancho. En Albalate se casó y desplegó una gran actividad en torno a la jota: creó una escuela de folclore y dio clases, y de allí salieron algunos de los mejores rondallistas, cantadores y bailadores del Bajo Aragón. Hizo lo propio en Urrea de Gaén, junto a algunos joteros conocidos como el tío Félix Barniolas, el tío Rubito y el tío Bautista Tena, que dejó un diario con todos los pormenores de su vida. Alfonso Zapater Cerdán ganó siete veces, en la modalidad de baile, el certamen de jota. Recibió un homenaje de Albalate, ya en plena posguerra, al que acudió Demetrio Galán Bergua, el gran estudioso de la jota.

*Este texto se incorporará a un libro sobre el Bajo Aragón. la foto está tomada de la GEA en su edición electrónica.  

26/07/2006 11:25 Antón Castro Enlace permanente. sin tema Hay 1 comentario.

BRIGITTE LACOMBE Y OTRAS HISTORIAS CON FOTOS

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He ido un instante a Zaragoza. Tenía que arreglar algunas cosas: acaban las vacaciones y me da una pereza infinita volver al trabajo. Me siento muy desentrenado, y leo con gusto a las nuevas firmas. Algunas, como la de Andrei Perruca, son espléndidas: parece un marciano, posee una gran imaginación, inventiva, originalidad. Cuando leo sus textos, siempre pienso: qué gran escritor hay aquí, qué gran escritor si se aplicase en libros específicos. No vi a casi nadie, slavo a Santiago Bernal, responsable de personal de “Heraldo”: tenía una cita con Mariano Gistaín, pero andaba cansado y le dolía la cabeza, así que no vi a nadie. Se me hizo demasiado tarde, llevaba el pan para comer en casa, y apenas entré unos segundos en el VIP’s. Y compré un enorme catálogo de Brigitte Lacombe, del mundo del teatro y el cine, y otro de la colección fotográfica de Bruce Bernard, un total de cien fotos de algunos de los más grandes fotógrafos de todos los tiempos. El libro de Labombe es espectacular: tanto por su formato, que orilla los 40 centímetros, como por la calidad de la reproducción y por la calidad de sus retratos, centrados casi siempre en los rostros. Son instantáneas de enorme fuerza, retratos psicológicos, retratos que revelan un carácter, una inclinación al sueño, son caras trabajadas por la vida, por el teatro y el cine. Y hay de todo: hay rostros angelicales (Natalie Portman, Michelle Pfeiffer, uno de Juliette Binoche, que hay otro más al menos), rostros alegres como el de Jessica Lange, rostros desgastados por el tiempo y muy interesantes como Anouk Aimée (aquella mujer que le robó el corazón a Alfonso Sánchez, y a mí mismo tras verla en “La dolce vita”), rostros desamparados como Kristin Scott Thomas o el de una jovencísima Uma Thurman; o inquietantes como el de Tim Burton o Christopher Walken, pero hay muchos más: Arthur Miller, Martin Scorsese, Truffaut, Mankiewicz, Polanski, Spielberg, Elia Kazan, Godard, etc. Son daguerrotipos que se remontan a mediados los años 70 y alcanzan prácticamente hasta el año 2000. Es decir, 25 años de fotos. La que más me emociona, tal vez, es la de un delgadísimo Gerard Depardieu con su hijo Guillaume en Cannes en 1975. 

Y el otro, del sello Phaidon, contiene espléndidas tomas de grandes maestros como Kertész, Sander, Callaghan, Lartigue, Don McCullin, William Klein, Werner Wischoff, Julia Margaret Cameron, Eugene Atget, pero también hay muchas anónimas. Cada instantánea lleva una pequeña nota en inglés. Me gustan muchos estas colecciones privadas. Yo soy incapaz de completar nada, y si tengo algo completo, acabo deshaciéndolo de algún modo. Hoy me he dado de bruces con tres o cuatro libros de sirenas que tengo: monografías y estudios específicos. Así que me satisface mucho este modo de conformar una colección, un gusto, un pasión. Y la del coleccionista Bruce Bernard, que también posee muy buenas colecciones de pintura, es particular. Y el catálogo es espléndido. Y barato. De veras.

También he comprado un libro catálogo de un cineasta que cada día me  interesa más: Clint Eastwood. Mi foto favorita corresponde a “La leyenda de la ciudad sin nombre”: ahí está con Lee Marvin y con su amante entonces Jean Seberg, la esposa del novelista Romain Gary. Hay fotos preciosas, pero recuerdo que me impactó mucho el libro de Carlos Fuentes: “Diana o la cazadora solitaria”, donde se contaban estos amores. Luego me llamó Pepe Melero para recordarme que no me había enterado del mensaje que me dejó ayer: me invitaba a ir con Víctor Juan Borroy, director del Museo Pedagógico de Aragón, a ver un partido del Zaragoza en Sabiñánigo. Fueron Pepe y su hijo Jorge, Víctor y su hijo Guillermo, y Manuel, el hijo de Manuel y Genoveva Crespo. Se lo pasaron en grande: el consejero Pepe entregó la copa a su admirado Cuartero, volvieron a la una de la madrugada a casa, y hoy lo cuenta bellamente en su blog el pedagogo, escritor y dinamizador cultural Víctor Juan, señor de Villa Albina (Garrapinillos).

 

26/07/2006 22:14 Antón Castro Enlace permanente. sin tema No hay comentarios. Comentar.

CUERPOS DEL VERANO / 1

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Rita  Hayworth

26/07/2006 23:42 Antón Castro Enlace permanente. sin tema Hay 1 comentario.

CUERPOS DEL VERANO / 2

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Gisele Bundchen

Querido Don Rijoso: Tiene razón, la bella Margarita podría sugerir algo de frío. Coloco en esta serie, una belleza más contemporánea, pura exuberancia.

27/07/2006 10:50 Antón Castro Enlace permanente. sin tema Hay 2 comentarios.

ANTÓN CHÉJOV, SEGÚN NATALIA GINZBURG

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EL BOSQUE SIGILOSO O LA VIDA DE CHÉJOV

Hace unos días, en la partida de Os Laranxos, Loureda (A Coruña), viví una experiencia única. Mi familia había ido montar a caballo, como todos los veranos, pero ese día un tirón me desaconsejó no internarme por aquellos bosques en el caballo Romero, al que he montado al menos en cuatro ocasiones. Es un animal azafranado y manso que me lleva por las veredas, por los caminos sibilantes de los eucaliptos y que se demora como nadie en el interior de un bosque de pinos donde habla el silencio, donde habla el rumor del viento y acaso los antepasados. Quizá los últimos años de mis viajes a Galicia estén asociados a esa sensación: los pinos alineados, las copas casi entretejidas arriba que apenas dejar pasar una poderosa luz de oro en forma de haz, el musgo derramado, y luego la atmósfera, de cuento, de fantasmagoría: el bosque como útero, como reducto de sensaciones, el bosque de las fábulas, el bosque donde querría tenderme todas las tardes y aplicar el oído a la tierra como  cuando era niño. 

Aquella tarde, inundada de llovizna, no fui a cabalgar y me quedé con un libro entre las manos: “Antón Chéjov” (Acantilado), redactado por Natalia Ginzburg con un tono bellísimo y delgado que mezcla el estilo objetivo y el subjetivo. Ella, dueña de una escritura diáfana y tranquila como he visto pocas, de una elegancia absoluta, lo mismo observa como una cámara invisible  los hechos exteriores de la vida de Chéjov, como se asoma al ojo de la cerradura para ver los gestos, el silencio, la miseria, la incertidumbre, la existencia íntima del artista.

 
Antón Chéjov nació en un casa fría, poblada de ratones. Nació en el contexto de una familia donde su padre era culto pero más bien manirroto y dado a los éxodos constantes. Y además tenía hermanos vehementes inclinados al alcohol y a la desmesura. Él, desde muy pronto, empezará a moverse de aquí para allá (Taganrog, Moscú, Yalta,), de casa en casa, de zozobra en zozobra, y siempre llevará a su familia con él: a su madre, a sus hermanos, a su hermana María, que le tenía tanta devoción, que lo amó tanto, que incluso renunció a casarse. Natalia Ginzburg construye su trayectoria, peldaño a peldaño, cuenta sus éxitos teatrales, describe sus cuentos, recuerda dónde se publicaron y qué eco tuvieron, indaga levemente en la materia central de sus creaciones: la vida con sus menudencias, la vida con sus paradojas, la vida a secas. Chéjov va de aquí para allá, logra hacerse médico, trabaja, se entrega a los demás, colabora continuamente con todo el mundo, da dinero, da el dinero que casi no tiene, contrae deudas, adquiere casas y adquiere constantemente deudas. Encuentra en el editor Suvorin a un cómplice, a un protector, aunque estén en los antípodas: el editor de periódicos y de libros le publica, le invita a su casa, es su asidero constante, hasta que al final se distancian porque Chéjov contrata sus obras completas con otro editor.

Chéjov convive con Gorki y con Tolstoi (es muy interesante la relación de admiración, reconocimiento y desdén que se da entre ambos, de modo recíproco casi), a veces piensa en Turgueniev y Dostoievski, y avanza despaciosamente, buscando un lugar donde poder escribir. Viaja por  Europa, viaja por su país, huye de las nevadas, huye del compromiso (tiene varias pretendientes, y les hace creer que las ama. El caso más tierno y a la vez patético es el de Lika), aunque al final encuentra a Olga. Este hombre que pareció amparar a su familia, también era la imagen del desamparo, de la enfermedad permanente, de una crueldad hacia los otros casi inadvertida: el caso de su hermana es inequívoco. No le dice que no se case, pero tampoco le dice lo contrario, y ella se mustia en ese silencio, y se marchita también con la presencia de Olga, la actriz que se convertirá en su mujer, en los años últimos años.
Ginzburg habla de sus principales cuentos, de sus piezas de teatro, de sus viajes a la isla de Sajalín, de la indolencia y de la obstinación del creador. El libro es conmovedor: qué vida la de Chéjov, qué escritura, qué humanidad, qué modo de atisbar la hondura del ser humano y qué elocuencia la de Natalia Ginzburg: sin énfasis, cuenta una vida, describe una época, retrata la pasión por la escritura y todas sus fugas, viaja al centro mismo del  manantial de donde germinan las ideas y los personajes de un creador Se me pasó la hora de la galopada bosque a través rápidamente.

Volvió mi familia, y todos me describieron la hermosura del viaje. Alguno de los niños se demoró un poco en la descripción del bosque silencioso. “Ha sido un viaje perfecto”, dijo Jorge. Lo mismo hube de decir yo: había leído un libro inolvidable, de apenas 80 páginas, bajo la llovizna y el leve vendaval, y había penetrado en las estepas rusas y en el corazón de un cuentista maravilloso: Antón Chéjov (1860.1904). Un tipo de ésos del que colecciono libros sin parar y que siempre tengo ahí como un cómplice, como un pariente lejano, como un espejo.

27/07/2006 10:53 Antón Castro Enlace permanente. sin tema Hay 2 comentarios.

PALLARUELO, NACHO ESCUÍN Y TACHENKO, EN BORRADORES

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El programa “Borradores” (CARTV) se redifunde esta noche a las 0.05 y  cuenta con cuatro invitados en plató: Severino Pallaruelo, que acaba de publicar una “Guía del Pirineo” (Marboré) y ha realizado numerosos libros y fotografía de esos parajes; el poeta y editor Nacho Escuín y la narradora Almudena Vidorreta, que participan en la antología “El viento dormido. Nuevos prosistas de Aragón” con su cuento “El lugar de las cosas importantes”, y el músico Sebastián Puente, del grupo Tachenko, que acaba de publicar  el disco “Las jugadas imposibles”, del cual se ofrecerá un clip, el segundo corte: “Entrada de artistas”. Además, “Borradores” visitará las siguientes exposiciones: “Miradas sobre la ciudad”, con obras de Pepe Cerdá, Fernando Martín Godoy y Nacho Fortún, que se expone en la Aljafería; el premio de Pintura “Isabel de Portugal”, que se muestra en el Palacio de Sástago, y el certamen de Arte Joven, Encuentra, que se exhibe en el Cuarto Espacio. Además, ofrecerá un reportaje sobre la exposición de fotografía de Jacques Valat: “Mira tu barrio: La Magdalena”. “Borradores” acude a la librería París y se cierra con un poema de Manuel Forega, que ha ganado en 2005 el premio Miguel Labordeta.   

PRÓXIMO PROGRAMA

Domingo 30 de JULIO, “BORRADORES”  

El programa cultural “Borradores” arrancará con la actuación en directo del cantautor Ricardo Constante, que acaba de publicar su disco “Contante y sonante”; el compositor e intérprete cantará dos temas. Además, visitarán el plató de “Borradores” el escritor y periodista Óscar Sipán, que ha publicado “Escupir sobre París” (March) y funda la editorial Tropos, y la realizadora de cine Laura Sipán, que va a realizar “El talento de las moscas”, inspirado en un texto del autor oscense.  Y también visitará “Borradores” el músico Juanjo Javierre, que recoge veinte años de trabajo en su álbum “Primera vuelta completa” (Grabaciones en el mar), del cual se ofrecerá un videoclip. “Borradores” incluye un menú variado: visita el taller del escultor y grabador Florencio de Pedro; muestra la exposición de Iris Lázaro en Caja Duero en Soria; conversa en la FNAC con el escritor mexicano Juan Villoro, autor de “Dios es redondo”. Además, visita la librería Pons y emite un poema del vate turolense Enrique Villagrasa, nacido en Burbáguena en 1957.

  *El primero por la izquierda es Sebastián Puente, con una de las formaciones de Tachenko, que está a punto de publicar un libro en la editorial Chorrito de plata de Enrique Bunbury y Antonio Estación.

 

27/07/2006 14:21 Antón Castro Enlace permanente. sin tema No hay comentarios. Comentar.

CUERPOS DEL VERANO / 3

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Cyd Charisse. Las piernas más largas y bellas del cine. Dijeron...

27/07/2006 20:25 Antón Castro Enlace permanente. sin tema No hay comentarios. Comentar.

CUERPOS DEL VERANO / 4

20060728142454-cuerpos-delveranoava-gardner02.jpgAva Gardner.
28/07/2006 14:24 Antón Castro Enlace permanente. sin tema Hay 2 comentarios.

ALCORISA: MEMORIA Y VIDA DE LAS FIESTAS

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Alcorisa se ha distinguido desde hace algunos años por sus empeños culturales. En términos estrictamente bibliográficos, ofrece dos hitos incuestionables: la publicación de la biografía-catálogo del pintor Valero Lecha, redactada por José Luis Pano y María Isabel Sepúlveda, y la historia contemporánea de la localidad turolense, firmada por Pedro Rújula. En medio, quedan otras muchas iniciativas que se han visto enriquecidas ahora con otro libro que dará que hablar o que tal vez se convierta en un modelo inmediato: “Fiestas en Azul. Las fiestas en el mundo rural turolense durante el Franquismo. Alcorisa 1939-1975”. María Victoria Alloza Carbó ha coordinado a un equipo de cinco personas: Ángel Hernández, José María Carreras, Antonio Martínez, Marta Asensio y Pilar Zaragoza; el prólogo corresponde al ya citado Pedro Rújula, que ultima un gran libro sobre la provincia de Teruel, en el que han intervenido José Luis Simón, Francisco Javier Sáenz, Darío Vidal, José Manuel Latorre, José-Carlos Mainer, etc. El diseño es de Fernando Lasheras y las fotografías de Peña Verón.         

“Éste es un proyecto del CELA (Centro de estudios locales de Alcorisa). Queríamos hacer un estudio de las fiestas patronales de Alcorisa. Como durante la Guerra Civil se quemaron los archivos y apenas quedaba nada, decidimos partir del principio de la posguerra. Queríamos hacer un proyecto gráfico, visual. Ése fue el único punto de partida”, cuenta Mariví Alloza. Al principio, un amplio equipo de colaboradores empezó a trabajar sobre tres focos: el Archivo
Municipal de Alcorisa, donde se revisaron las carpetas de las fiestas de cada año y donde se hallaron cartas, carteles, presupuestos, listados de ganadores de los concursos. También se actuó en el Archivo Fotográfico del CELA y se realizó una suerte de batida de fotos por todo el pueblo; al final, se recogieron alrededor de 500 que fueron tratadas digitalmente. Y el último punto de referencia fueron los propios programas festivos. Por suerte, había dos vecinos que conservaban 37 entre los dos. “Los programas de fiestas daban mucha información: se veía el reflejo del tiempo y los saludas tan diferentes, la propaganda, las fotos, las empresas. El programa al completo estaba al servicio del régimen”.       

 
Toda esta información, todos estos hallazgos, los vio el historiador Pedro Rújula, que sugirió la estructura actual: el conjunto está repartido en nueve apartados (el poder civil, la religión, el hombre, la mujer, los espectáculos, los toros, la calle, los espacios de sociabilidad o los programas de fiestas, realizados por la Tipográfica Sanz de Caspe), precedidos por un análisis de contexto.
María Victoria Alloza recuerda que “las fiestas eran un instrumento más al servicio del régimen. A los días tradicionales, se les sumó uno más con la excusa de realizar una misa en honor a los caídos del bando vencedor. Y además, se aprovechaban para inaugurar un paseo, un monumento. Había fechas específicas para ‘complacer al pueblo’, como sucedió en 1947 cuando se obsequió con una comida a los más necesitados”. En otro contexto, la mujer veía hasta los años 60 las fiestas desde la barrera. No podía participar prácticamente en nada hasta avanzados los 60 en que ya se la veía en concursos de cántaros en la cabeza; a la inauguración del paseo Hermanos Nadal, en septiembre de 1955, sólo asistieron hombres. Relegada a un lugar secundario, podía asumir el papel de manola o de reina de fiestas, aunque empieza a asumir nuevos roles con el grupo de Jotas o en espacios como “el corralito”.         

“Desde los primeros años de posguerra se realizó una rehabilitación de la jota, que anuló por entero el otro folclore aragonés. La jota se bailaba en la plaza, había mucha jota de escenario, y por la noche también se programaba un festival. Los grandes cantantes era ‘El Pastor de Andorra’ y ‘La Panes’, Bienvenida Argensola. Ella era alcorisana, vivió en Gavá, y fueron una extraordinaria pareja. También fue muy importante el cine. Al principio se llamaba Ideal Cinema, pero ese nombre lo censuraron y lo cambiaron por Cine Goya. Hemos encontrado programas y carteles”. Se exaltaba el cine alemán e italiano, que los alcorisanos declinaban ante las comedias y musicales españoles y el cine norteamericano, y se hablaba de películas “autorizadas para todos los públicos” o “gravemente peligrosas”. En los toros destacó el novillero local Jesús Omedas, “Turnín”, que era aspirante a figura; su retirada supuso la desaparición de los festejos taurinos. Reaparecieron en los 60 y contaron con animadores de lujo como
Miguel Espada “Mustafá” y su cuadrilla: jóvenes de Alcorisa que realizaban parodias de la fiesta. Los bailes fueron cambiando, hubo hasta tres orquestas como La Alegría, Gymel y Tabú, y los bares más o menos tradicionales dieron pase al bar-discoteca Muscari, esencial en la historia de Alcorisa, como luego lo sería y lo es aún el Caracas.

         María Victoria resume: “La gente está entusiasmada con el libro. Aquí está fijada una parte de la historia, el valor de las cosas, la memoria de nuestra vida. El libro es un reflejo de la sociedad, de aquella España y seguramente del mundo”.

*Hoy vuelto, tantos meses después, a Alcorisa y a Ejulve. Alcorisa durante algunos años fue un lugar muy importante en mi vida. Y en cierto  modo lo sigue siendo: allí, la Biblioteca del Instituto, lleva mi nombre. Uno de mis placeres del verano es ir a comprar la prensa, sentarme en una terraza y leer los diarios. E incluso me he permitido comprar libros viejos. Rescato aquí unas notas que escribí sobre el espléndido libro sobre las fiestas y la vida de Alcorisa en la posguerra.

29/07/2006 01:14 Antón Castro Enlace permanente. sin tema No hay comentarios. Comentar.

CUERPOS DEL VERANO / 5

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Scarlett Johansson.

29/07/2006 01:17 Antón Castro Enlace permanente. sin tema Hay 2 comentarios.

LUISA MIÑANA Y SU BLOG DE ARTES Y LETRAS

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La escritora Luisa Miñana ha publicado la novela “Pan de oro”, una narración histórica que transcurre en la Zaragoza del siglo XVI. Es un texto muy medido y polifónico que narra la historia de un escultor italiano que se traslada  a Zaragoza y aquí está a punto de alcanzar del éxito. La escritora se remonta a su existencia en Italia, en concreto en Milán, donde contempla el esplendor de Leonardo; aunque luego, gracias a unos amigos aragoneses, se traslada a Zaragoza y aquí realiza distintos trabajos. Pero pronto surge en su horizonte la figura de Damián Forment, que se convierte en su antagonista y en su rival y en el origen de sus desgracias. La autora, que domina muy bien los secretos de la escultura y de la mazonería, propone también un viaje por los distintos talleres de la ciudad: visitas transidas de poesía y de magia, visitas nimbadas de claroscuros. Y aparecen desde el entorno de San Miguel hasta La Seo, el Pilar, y otros lugares de Zaragoza. Luisa Miñana ha abierto un bonito blog de Artes y Letras, que se llama pandeoro.blogia.com  y es algo más que una bitácora donde se habla de este libro: hay comentarios de actualidad, notas sobre enseñanzas y propuestas solidarias, algunos poemas de amor, y también se cuentan las incidencias de este libro publicado por Editorial Mira que no está pasando inadvertido. Luisa Miñana estuvo en “Borradores” (CARTV) y defendió con pasión, conocimiento y convicción su novela. Ahora, anunció, trabaja en una novela más contemporánea.

*Dibujo inspirado en un autorretrato de Damián Forment.

29/07/2006 10:22 Antón Castro Enlace permanente. sin tema Hay 3 comentarios.

CUERPOS DEL VERANO / 6

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Lana Turner y John Garfield en una escena de "El cartero siempre llama dos veces", inspirada en la novela homónima de James Mc Cain y rodada en 1946 por Tay Garnett. El turbulento Garfield dio vida al errabundo Frank Chambers y Turner a la joven y ambiciosa Cora. Algunos críticos dicen que una cámara de cine jamás amó tanto las curvas de una mujer como en esta película. Ignoro qué piensa Don Rijoso de esta hipótesis...

29/07/2006 11:51 Antón Castro Enlace permanente. sin tema Hay 2 comentarios.

CUERPOS DEL VERANO / 6 bis

20060729122927-lana.jpgLana Turner. Un instante de esplendor, una mujer de cine negro, la chica del gánsgter.
29/07/2006 12:29 Antón Castro Enlace permanente. sin tema Hay 1 comentario.

CUERPOS DEL VERANO / 7

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Una rubia peligrosa: Jayne Mansfield.

31/07/2006 01:12 Antón Castro Enlace permanente. sin tema Hay 1 comentario.

CUERPOS DEL VERANO / 8

20060731095809-garbo1.jpgGreta Garbo.
31/07/2006 09:58 Antón Castro Enlace permanente. sin tema Hay 1 comentario.

RETORNO AL MAESTRAZGO

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He vuelto a Ejulve, Teruel. Casi un año después, ha sido un fin de semana de ensimismamiento y de recuperación de viejas nostalgias. La primera impresión la recibí de la factoría de juguetes de cartón y papel que ha hecho mi cuñada Isabel Gascón Brumós, veterinaria en la Orihuela de Miguel Hernández, para su sobrino Tristán: cuando vi tantos coches, camiones y carromatos de circo pensé: qué sofisticados son los franceses. Luego, supe que eran piezas que ella armaba cada mañana con cajas de cereales: el niño, de tres años y francés, empieza a hablar castellano y no hacía más que pedirle juguetes y más juguetes. Si a la tía había algo que le salía mal, el nene le decía lo mismo que él se dice a sí mismo cuando se le cae un vaso: “No pasa nada”. Isabel es una de esas mujeres que parecen valer por tres: cocina como nadie, construye casas, diseña muebles, organiza a seis familias completas si es preciso, y siempre está de buen genio con sus sobrinos. Encarna la imaginación, tamizada de terquedad: para ella nada es imposible. O casi nada. 

Por la tarde, antes de realizar un paseo hacia las masías del Barranco, me senté con los periódicos y las revistas en el paseo de San Pedro, que se abre hacia unas impresionantes vistas de campos, regatos, fincas, huertos y montañas que trazan una línea de crestas bajo el cielo. Parece un paisaje evocador de la Escuela de Vallecas, barrido por un viento suave y caliente. Allá están los Santanales, la ermita de Santa Ana, las Umbrías, Valdepinar, más allá, entrevista, la  cumbre de Majalinos. Posiblemente, en este lugar he vivido los instantes de mayor intimidad, de viaje interior, de expedición hacia la memoria, el mito, hacia uno mismo. Y el sábado también: el paisaje estaba precioso, casi envuelto en un espejismo. Y una sensación semejante, volví a percibirla ya de madrugada: a las dos de la mañana, con mis sobrinos Jose, Isabel y María, con mis hijos Diego y Jorge, nos asomamos a ese precipicio bajo un roble. Arriba, diseminadas en la oscuridad, temblaban las estrellas. Las conversaciones iban y venían, banales, en el hechizado aire del desvelo. Vivíamos una noche de cuento.  

Por la tarde, con Jesús Salvador y sus hijos José Manuel y Fernando, y con mi cuñado José Luis por guías, fuimos a ver las masías que van a restaurar, y descendimos al valle donde van a construir el hotel ecológico. La ubicación me recordó el peligro de Biescas: está en el fondo del valle, en un lugar tan peligroso como sugerente. No tengo nada claro que ese espacio sea el idóneo para pasar allí fines de semana o saborear los agrestes olores del monte. Subimos finalmente, tras veinte minutos monte a través, al mirador de los Órganos de Montoro: abajo el mundo parecía de juguete, los campos, los mases, las casas, y las montañas se elevaban, peña a peña, como de un fondo marino hasta alcanzar un celaje neblinoso, cristalino. El Maestrazgo irrumpía con toda su energía indómita, con su carácter pétreo y feroz. A lo lejos, Mezquita de Montoro encendió sus luces de atardecida y tuve la sensación de que el mundo, abajo, despertaba sus diamantes para recibir a la noche que avanzaba entre los cerros. Jamás había estado en aquel paraje; sin embargo, lo conocía: Kim Castells lo había retratado, tal vez al alba, para el libro que hemos hecho los dos sobre el Maestrazgo.  

El domingo estuve en Alcorisa. Iba con Jesús Salvador, un apasionado de la caza y de pequeñas aventuras domésticas alrededor del paisaje. Me encontré con Antonio Martínez Borraz, director del Instituto de Secundaria de Alcorisa y de la revista “Balcei”: hablamos del próximo ciclo de “Encuentros con la historia”, centrado este año en el carlismo, y de un alcorisano que fue el encargado de construir la escalera del campo de exterminio de Mauthausen; gracias a eso logró salvar muchas vidas de presos españoles y en concreto del Bajo Aragón. Después fuimos a Cuevas de Cañart, un pueblo impresionante, construido en la piedra, donde aún quedan restos del monasterio de los Servitas, que era increíble, y del de San Francisco. Es un lugar absolutamente mágico, representa el poder de la piedra, el diálogo tenso de los elementos con la roca y la naturaleza exuberante. Allí vive Juan Álvarez García, cazador de cabras, de jabalíes y otros animales, cantor de todos los palos del flamenco y conocido como “El Niño del Pueblo”. Juan es manchego, se enamoró de estos parajes y aquí vive: convenció al cura para que le dejase un huerto, donde cultiva tabillas (judías), tomates, calabazas y unas higueras espléndidas y sabrosas. Un gran chorro de agua de las montañas revierte en su finca. Abajo, canta el río, abajo la montaña se refleja en la piscina…  

Por la tarde, volví a San Pedro y una mujer me contó historias de la Guerra Civil sin parar. De la Guerra Civil y de los maquis. Una de las historias más increíbles y duras afectó a un comerciante de Ejulve, José María Brumós Gascón, al que la contienda sorprendió en Teruel cuando iba a abastecerse en Casa Ferrán. Lo metieron en el Seminario, allí conoció a Ildefonso-Manuel Gil (que lo cita en su novela “Concierto al atardecer”), finalmente, cuando había pasado todo y había concluido el conflicto, volvió a Ejulve. Le había dejado sin nada, la aviación le había bombardeado la casa. Lo metieron de inmediato en la cárcel, como a su hermano Eusebio, y allí enloqueció. Acabó sus días en el manicomio de Teruel… 

Se levantó un viento que peinó las fincas, los campos roturados, el horizonte tiznado de rosa y granate.

*Panorámica de los Órganos de Montoro.

31/07/2006 10:45 Antón Castro Enlace permanente. sin tema Hay 6 comentarios.

RECUERDO Y ENTREVISTA A CARLOS PÉREZ DE ALBÉNIZ*

Nacido en Zaragoza en 1941, Carlos Pérez de Albéniz es el escultor de la monumental escultura y puerta de bienvenida que se ha instalado en la glorieta de Valdespartera

Carlos Pérez de Albéniz

“Yo curo a los seres humanos, y el arte me cura a mí, es mi mejor terapia”

Médico, escultor, pintor, escritor... ¿Cómo compagina tantas actividades?

Con mucha tranquilidad. Si no ejerzo la medicina, esculpo o imagino esculturas; cuando la escultura se me atraganta, pinto. Y escribo en los momentos en que no hago nada de lo anterior. Lo llevo bien, como algo que se complementa. Sin esquizofrenia.

¿Dónde se siente más cómodo?

Me considero más escultor que pintor. Como pintor, creo que soy corrientito, aunque admiro mucho a Sorolla, Rembrandt, Velázquez y algunas cosas de Picasso. Soy figurativo. La abstracción me gusta como elemento de luz y de equilibrio decorativo. La escultura para mí es una forma de expresión, muy libre. Me siento un escultor académico, con algunas connotaciones de vanguardia.

Parece un escultor del volumen.

Sí, aunque en alguna obra también he abordado el vacío, pero soy un escultor del volumen en la línea de Rodin, Bourdelle o Ape.les Fenosa. Alterno superficies limpias con otras más rugosas porque se produce un contraste lleno de expresividad.

Este 2005, IV Centenario del Quijote, también es su año.

Más que mío, es el de Sancho Panza, y si se quiere, por extensión, el mío porque hace una década hice la escultura del gobernador de la Ínsula Barataria, que sería Alcalá de Ebro. El Quijote es el libro que he releído más veces. Para crear la pieza me he fijado en ese capítulo donde Sancho ejerce de juez y Cervantes explica cómo, agobiado y meditabundo, realiza un gesto similar: con el dedo índice en el entrecejo.

¿Y ese color tan verdoso? ¿Lo concibió así?

No, no, en absoluto. Con una docena de euros, una brocha y poco más de media hora, se conseguiría una pátina mejor que ese verde lechuga que hace daño a los ojos. Me gustaría también hacer a don Quijote tumbado en el suelo, con su adarga, soñador y contemplando las estrellas.

Ha hecho mucha escultura monumental. Ahora acaba de instalarse su grandiosa “Puerta de la Luz” en la entrada en Zaragoza de la autovía Somport-Sagunto.

Es una puerta abierta a los cuatro rumbos que quiere simbolizar la tolerancia tradicional de esta ciudad, que acogió a diferentes culturas. La idea de colocarla en esa glorieta se le ocurrió a las empresas UTE Valdespartera y Ecociudad. Tiene 16 metros de alto y se alza sobre una especie de peana de hormigón de dos metros de alto. He tenido una suerte inmensa al dar con Ernesto Villalba, dueño de Maquinaria Meyco. Él nunca había participado en proyectos de este tipo y lo ha llevado al milímetro con un rigor increíble y con un gran entusiasmo.

¿Qué significa para un escultor contar con una pieza como ésa?

Me produce una enorme satisfacción. Ya tenía algunas obras, pero erigir una puerta de bienvenida, con sus ecos mudéjares, y en tu propia ciudad, es muy emocionante. Sigue las proporciones del número áureo. En dos o tres meses tendrá su pátina natural.

¿Cómo está la escultura urbana en Zaragoza?

Nos falta cantidad y calidad si la comparas con la de cualquier lugar de Europa y con otros sitios como Valencia o Sevilla. Carecemos de cultura artística. La inversión en escultura urbana tiende a mirarse como algo banal o estético que no lleva a ningún sitio. Como un despilfarro.

Hablemos de sus novelas...

No sé si debiera. Soy un escritor a la búsqueda de un editor.

¿No ha concluido una trilogía?

Es cierto. Son tres novelas de aventuras y de acción, diferentes entre sí, donde hablo de viajes y de escenarios como España, Italia, Sudán, y hablo mucho del mar.

¿No era una de sus pasiones?

Mi padre y mis abuelos eran de Bilbao. Yo veraneaba en San Sebastián, y por eso siempre me ha apasionado el mar, los barcos y la pesca. De no haber sido por mi cojera, habría sido capitán de yate. Tengo el título. Cuando estoy sin ganas de esculpir o de pintar, hago maquetas de barcos como “El Calipso” de Cousteau. Habré hecho 150 maquetas. Yo curo a los seres humanos y al arte me cura a mí, es mi mejor terapia.

Mire hacia la Expo 2008...

La vivo con moderada ilusión. Tiene unas posibilidades enormes, aunque tengo la sensación de que nos invade una gran apatía. O una gran lentitud. Me gustaría que no se quedase sólo en gestos. Si únicamente beneficia a especuladores, empresarios y políticos generará mucha amargura.  

*Recupero, ya en el archivo de “Heraldo”, esta entrevista que le hice a Carlos Pérez de Albéniz el uno de mayo de 2005, y la cuelgo aquí a modo de homenaje.

31/07/2006 13:08 Antón Castro Enlace permanente. sin tema Hay 4 comentarios.

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