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Se muestran los artículos pertenecientes a Noviembre de 2011.

PEPE CÁCCAMO FALA COA LÚA

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PEPE CÁCCAMO COMPÓN O SEU ‘ALFABETO DA LÚA’

Pepe Cáccamo é un dos meus grandes amigos de Galiza. Foi atleta na súa mocidade. Un grande poeta, memorialista, escritor de textos infantis, pero ademais fai, á maneira de Joan Brossa ou Chema Madoz ou os surrealistas, poesía cos obxetos. Vive frente á illa de San Simón, no mar de Vigo, onde Cunqueiro, o noso mestre, ouvía cantar a serea. Vive nunha casa de arquitectura de vangarda con Beatriz, Pedro e Antón, case no medio dos boscos, nun deses lugares onde a lúa se senta de noite a ler. Ás veces le ó grande poeta pontevedrés Lois Amado Carballo, autor de dous únicos poemarios: ‘O Galo’ e ‘Proel’. Amado Carballo, salvadas as distancias, é o Lorca galego. Escribía poesía panteísta, animista, de vangarda, con forma clásica, de romance e cantiga. Pepe Cáccamo fixo este ‘Alfabeto da Lúa’ sobre o seu poema dedicado a esa criatura nocturna que ás veces se fai chamar Margarita ou Margarida.

01/11/2011 11:59 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

HOY, A LAS 0.05, BORRADORES

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CINE, TERROR, TEATRO Y DANZA EN ‘BORRADORES’

‘Borradores’ recibe esta noche a las 0.05, en el plató, al realizador Juan Carlos Fresnadillo y al dramaturgo Jesús Arbués. Juan Carlos Fresnadillo, que estuvo en Zaragoza en el ciclo ‘La Buena Estrella’, habla de su última película ‘Intruders’, donde narra dos historias paralelas que transcurren en París y en Londres y que exploran los lugares del miedo, la fantasía y las poderosas imágenes del inconsciente. La película está protagonizada por Clive Owen y Pilar López de Ayala. Jesús Arbués, director de la Feria Internacional de Teatro y Danza de Huesca, explica las claves de la programación, del estado actual del teatro en Aragón y analiza la conmemoración de un cuarto de siglo de un certamen que se ha hecho importante en todo el país.  Para ilustrar el contexto, Borradores ofrece dos reportajes: uno con compañías, distribuidores y programadores, y otro con Esencia de Huesca, Clac & Roll de Barcelona y la cooperativa gallega de danza Danega.

El programa cuenta con la actuación del grupo Voyeur, que estrena el tema ‘Cierzo’. Felipe Altamira, percusionista, y Yago Alonso, voz y guitarra, repasan la trayectoria de la banda, que cuenta con un pintor en sus conciertos: Lalo Cruces, que realiza un retrato de José Antonio Labordeta durante el programa.

 

*He tomado la foto de La MOV de Heraldo de Aragón, en Internet. La foto de la compañía es de Alberto Rodrigálvarez, un magnífico fotógrafo de danza.

01/11/2011 13:15 Antón Castro Enlace permanente. Temas aragoneses No hay comentarios. Comentar.

VALÉRIE MRÉJEN: UN DIÁLOGO

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ENTREVISTA CON VALÉRIE MRÉJEN

La autora de ’El Agrio’ o ’Mi abuelo’ publica, de nuevo en Periférica (el sello que dirigen Paca Flores y Julián Rodríguez), ’Eau Sauvage’. Mréjen es, además, realizadora y videocreadora. La escritora y fotógrafa Aloma Rodríguez estuvo con ella en Madrid y le hizo esta entrevista.

 

Por Aloma RODRÍGUEZ*

 

Valérie Mréjen (París, 1969) es novelista y cineasta. ‘Eau sauvage’ (Periférica, 2011), la tercera novela que se edita en español, vuelve a las relaciones familiares y presenta a un padre torpe y tierno a la vez que le habla a su hija. Mréjen estuvo hace unos días en Madrid, para presentar algunas de sus piezas audiovisuales y ‘Eau sauvage’.

¿Cómo surgen sus novelas?

Las ganas de escribir siempre nacen de una obsesión, de algo que vuelve. Es lo que me pasó con ‘El agrio’, o con las relaciones familiares en ‘Mi abuelo’ y ‘Eau Sauvage’, que habla de la propia obsesión de la repetición en las relaciones familiares. Para mí tienen algo opresivo, algo bastante agresivo por la violencia verbal, pero al mismo tiempo tienen una gran fuerza cómica.

El humor descarnado es una de las características de su estilo desenfadado y fresco, ¿de dónde viene?

Las situaciones familiares pueden resultar agresivas, pero si vieras a toda esa gente hablando a la vez en la mesa, gritándose, como en una película italiana de una familia muy numerosa, te parecería gracioso, podría ser una parodia. Trato de mezclar las dos cosas porque no me apetece que sea triste, no va para nada con mi carácter y, además, la parodia es una manera de abordar buena parte de las cosas que quiero que estén en mis libros. Lo que me hacía soportar determinadas situaciones, escenas, comidas familiares era que siempre había un momento en el que se podía respirar porque había algo de parodia, un momento en el que nos reíamos de nosotros, nos lanzábamos bromas. He querido mostrar eso en mis libros. Me cuesta mucho trabajo conseguirlo, no es para nada algo adquirido o natural; siempre tengo que buscar la manera de hacer las cosas más ligeras.

Sus novelas son fragmentarias, con capítulos muy cortos…

La estructura viene de la voluntad de alternar situaciones de agobio, incómodas, con momentos de parodia. De hecho, en los tres libros hay una alternancia entre los capítulos. En ‘Eau Sauvage’ me impuse alternar los momentos en los que el personaje es bastante duro y torpe con otros en los que es mucho más tierno y paternal, como si todo eso fuera cambiante sin cesar, como si oscilara todo el tiempo y no tuviera nunca uno de los aspectos del todo ni el otro. Y eso hace que la estructura sea bastante fragmentaria.

Y esa fragmentariedad deja huecos, a veces da la sensación de que en sus novelas es casi tan importante lo que no se dice como lo que se dice.

Me di cuenta de que tenía la necesidad de dejar espacios entre los capítulos y no sabía por qué lo hacía, pero era mi manera de escribir, me salía de manera natural. Y me di cuenta de que dejar esos espacios en blanco, o vacíos, era una manera de dejar un espacio en el que el lector puede proyectarse y, tal vez, imaginar cosas que no se dicen de manera explícita. Hay lazos entre los párrafos que establezco de manera un poco inconsciente; hablo de una cosa y eso me hace pensar en otra, y así se despliega la escalera. Otras veces los lectores me descubren lazos que yo no había puesto de manera intencionada. En lo que escribo hay cosas cuyo sentido a veces se me escapa, pero también en los vacíos.

¿A qué responde esa estructura?

No quería que la materia fuera demasiado densa, quería que las cosas quedaran evocadas, sugeridas a veces, aunque por supuesto hay cosas que se dicen de manera explícita. Pero me gusta detenerme en un determinado punto porque a veces también a mí la memoria me falla, no tengo un conocimiento preciso de lo que cuento y soy consciente de que deformo mis recuerdos. Es una deformación necesaria, pero me siento obligada a detenerme en un determinado momento porque son fragmentos, impresiones, frases que vienen pero que a veces no sé bien de dónde vienen; es también una manera de preservar una cierta incertidumbre.

Su estilo debe mucho a la memoria y su escritura sigue el patrón de la memoria.

Sí, es cierto. Siempre que he empezado uno de mis libros sabía que lo que contaba era en realidad mi interpretación. Y, sobre todo, en las historias familiares tenía claro que lo que contaba era la manera en que yo me acordaba de algo determinado y que quizá era completamente falso en relación a la verdad -en realidad, no existe una verdad en las relaciones familiares, cada uno tiene su interpretación. Pero es muy importante, sobre todo en la escritura de ficción no solo aceptar esa idea sino desarrollarla: transformamos las cosas, nos las apropiamos, está completamente filtrado a través del prisma de nuestra mirada. Al mismo tiempo es delicado porque al tratarse de historias de familia, tenía la sensación de que no tenía derecho a interpretar esos recuerdos.

En sus novelas habla de otros, pero de una manera velada también se cuenta a usted.

Creo que no hubiera podido contar mi propia historia directamente. Lo hago a través de una falsa neutralidad: enumero hechos, recuerdos que son mis recuerdos, pero que no tienen ningún valor en sí mismos. Me di cuenta de que había algo que me pertenecía de una manera muy particular y muy precisa. Escribirlos de una manera neutra era una manera de hacer que estuvieran fuera de mí. De hecho, también hablo de cosas un poco periféricas, exteriores. Me sitúo en el lugar de una observadora, como si no estuviera implicada, pero soy yo, evidentemente. Eso me permitía ponerme en el papel de una narradora exterior y no quería poner por delante una psicología, quería evitar la psicología.

¿Cómo pasa de las personas a los personajes de las novelas?

Es una frontera difícil porque hay personas de las que hablo en mis libros que existen y a las que transformo en personajes de novela y sé que van a leer el libro y, aunque no lo haya escrito para rendir cuentas, no puedo evitar pensar que lo van a leer. Es un poco extraño transformar las cosas porque te preguntas cómo se lo van a tomar. Por ejemplo, con ‘El agrio’, le di el manuscrito a la persona en la que se basa Bruno.

¿Se siente representante de una nueva corriente literaria cuyas características son la fragmentación, la autoficción?

Sinceramente, no lo sé, pero no creo. La autoficción es algo de lo que se ha hablado mucho últimamente, pero creo que ha existido siempre. Hay conversaciones entre las obras, los escritores nos robamos cosas. Por otro lado, nunca he tenido miedo de que me influyeran los autores que me han marcado, ni de perder algo, ni de caer en la imitación y, al mismo tiempo, olvido los libros que me marcan profundamente para conseguir escribir mi propio libro mejor. Sé que están ahí, pero no me acerco demasiado.

Además de Perec, ¿qué otros escritores son sus referentes?

Es cierto que Perec ha sido una lectura importante y lo sigue siendo y, extrañamente, Marguerite Duras. La descubrí cuando era adolescente y me marcó mucho. Duras cuenta su historia familiar, personal, toda su vida, y me siento bastante cercana a esa manera de mezclar las historias personales, de volver sobre ellas, de dar vueltas a las cosas. Y consigue hacer algo que está más allá de la ficción, algo un poco enigmático. Siempre pienso en Philip Roth y Bret Easton Ellis. Natalia Ginzburg también me gusta. Hay muchos escritores contemporáneos que me gustan: Olivier Cadiot es divertido y manipula mucho las frases hechas. Hace lecturas en público y es muy bueno en el escenario. Me gusta mucho la idea de pasar del mundo de la literatura al escenario, transformarse.

Compagina su trabajo de escritora con el de cineasta, ¿qué diferencias entre los dos lenguajes hay y qué es lo que le atrae de ambos?

Hay muchas diferencias y precisamente eso es lo interesante: poder reflexionar sobre esas diferencias cuando pasas de uno a otro. Por ejemplo, ‘Eau Sauvage’ es un monólogo de un padre que le habla a su hija, y hay muchas cosas que vuelven como cantinelas familiares; para hacer ese retrato en un película habría tenido que seguir otro procedimiento completamente distinto, habría hecho falta definir la situación, que evolucionara, habría hecho falta definir los momentos de apogeo, de crisis y otros de calma. Cuando escribes una película estás obligado a contar una historia.

¿Se siente más libre escribiendo novelas?

No es necesariamente una cuestión de libertad, sino una cuestión de relación con el presente. En un libro puedes describir una habitación durante diez páginas y en una película, aunque se puede hacer, es necesario que haya un progreso porque estás ahí durante un tiempo determinado. La libertad formal puede encontrarse en el cine de manera muy poderosa. Son formas de escritura que tienen sus límites y que no son los mismos; tienes sus ventajas y sus limitaciones y eso me parece muy interesante, así como trabajar con esas formas y reflexionar sobre eso.

¿Para qué sirve la literatura?

Es una buena pregunta. Me sirve para entender muchas cosas, para vivir. Me sirve para reflexionar, para avanzar, me sirve para evolucionar. Creo que es muy importante analizar las cosas, releer, inscribirse en una historia aunque a veces sepamos que estamos influidos por un escritor que nos ha marcado.

 

*Esta entrevista, con ligeros cambios, se publicó en ’Artes & Letras’ de Heraldo de Aragón. La foto de Valérie Mréjen es de David Barreiros. 

01/11/2011 23:56 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

'RETRATO' LLEGA AL MERCADO

 

La función ‘Retrato’ llega hoy al Teatro del Mercado. Se trata de un montaje poético y musical, con Mariano Anós y José Luis Romeo, que efectúa un viaje alrededor de la poesía española.

 

 

SINOPSIS RETRATO:

 

No es un recital de poesía con música.

Es un espectáculo que nos ofrece un retrato

de una persona a través de un viaje por la mejor poesía

española. Poemas que ilustran el recorrido de una vida. En el

escenario, Mariano Anós, que habla por las voces de los

principales poetas españoles para contarnos la historia de su

existencia que es también la nuestra. La de una vida. Jose Luis Romeo

enmarca este retrato en una atmósfera musical que crea

paisajes sonoros por los que transcurre este viaje vital. No es un

recital de poesía con música. Es un retrato pintado con las voces y

sonidos de una vida.

 

 

¿De qué se trata? Del tiempo, de la muerte, del amor, de la

libertad: de la vida, en fin, cuando ocurre que se nos revela, de

pronto, en un fulgor apenas, en su afán interminable de

encontrar algún sentido a la existencia. Poesía. Actualísima

siempre, por sustraerse justamente al tiempo impostor de los

relojes y de los calendarios. Frágil, al borde siempre del silencio,

fugaz, menesterosa, necesaria. Mariano Anós

 

Más información:

 

http://retratoespectaculo.blogspot.com/

 

El espectáculo cuenta con poemas de: Jaime Gil de Biedma. Antonio Machado. Jorge Guillén. Juan Ramón Jiménez. Ángel González. Miguel Labordeta. César Vallejo. Sor Juana Inés de la Cruz. León Felipe. Federico García Lorca. Gustavo Adolfo Bécquer. Lope de Vega. Francisco de Quevedo. Pablo Neruda. Vicente Aleixandre. José Agustín Goytisolo. Pedro Salinas. José de Espronceda. Luis Cernuda. Ángel González. Jorge Luis Borges. [Mariano Anós]

 

*La foto es de Saúl Esclarín.

 

02/11/2011 22:01 Antón Castro Enlace permanente. Artistas No hay comentarios. Comentar.

HOY, EN EL PARANINFO, A LAS 20 HORAS, 'EL TESTAMENTO DE AMOR...'

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Esta tarde, a las 20 horas, en la sala Pilar Sinués del Paraninfo, se presentará ‘El testamento de amor de Patricio Julve’, en Xordica, con portada de Luis Grañena. Intervendrán Concha Lomba, vicerrectora, Chusé Raúl Usón, editor, y la poeta Almudena Vidorreta y el escritor y periodista José Javier Rueda. Se servirá un vino por cortesía de la Denominación de Origen de Cariñena y la librería Los Portadores de Sueños venderá ejemplares si a alguien le  pudiera interesar adquirir este volumen que llevaba diez años agotado.

Estáis invitados, si podéis, si queréis y si no tenéis otros compromisos. Creo que a la misma hora José Giménez Corbatón presenta en la IFC una edición crítica de un gran libro sobre el Maestrazgo: ‘El fragor del agua’. [Traigo aquí la foto de Joan Vilatoba, de ‘todocoleccion’, que me inspiró el libro y el personaje, y por supuesto el cuento que da título al conjunto.]

 

04/11/2011 11:19 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

EPÍLOGO A 'EL TESTAMENTO DE AMOR DE PATRICIO JULVE'

 

Una foto de Joan Vilatobà: podría ser la bella
Raquel del cuento que da título al conjunto.

 

 

[Mi libro ’El testamento de amor de Patricio Julve’ lleva un epílogo que es una de las novedades de la nueva edición que publica Xordica y que se presenta esta tarde en el Paraninfo. Lo cuelgo aquí por si a algún lector le interesa conocer alguna circunstancia de esta colección de cuentos:]

 

HISTORIA DEL PAISAJE DE UN LIBRO

 

El testamento de amor de Patricio Julve lo empecé a escribir en Cantavieja en el verano de 1991 y lo cerré en diciembre de 1994, en el restaurante Casa Amada de La Iglesuela del Cid, donde había vivido Manuel Vicent unos meses en su primera juventud. Acababa de rodarse en las proximidades de Mirambel la película Tierra y libertad de Ken Loach, y quedaba en el ambiente un recuerdo especial. Muchos creían haber vivido una aventura inolvidable: el sueño del cine. Y parecían seguir flotando en la irrealidad.

Consorte de médico rural como soy, nos trasladamos a “la bienamada de Cabrera” y vivimos en una casa solariega, llena de flores, que estaba muy cerca de la plaza y de la Casa del Bayle, donde había morado el general Ramón Cabrera. Próxima también estaba su plaza solitaria, a la que yo iba a pasear todas las tardes; a veces, tenía la sensación de que el viento ardiente me traía su fantasma cuando caía la noche. Ramón Cabrera fue el primer estímulo para el libro, al que se sumaron otros de inmediato: los paisanos me contaban historias del Maestrazgo, leyendas, relatos de brujería y de bandidos, historias de los vecinos que tenían un aire de conseja o de invención romántica, como la narración de la hermosa Raquel, que protagoniza el relato que da título al conjunto. E incluso hice un trabajo de campo, a pie y en coche, con cuaderno y cámara de fotos, con dos amigos que sin saberlo me transmitieron el aroma de una mitología propia.

Poco a poco se fue armando el libro, que contó con otras aportaciones: siempre me había gustado mucho la fotografía y alguien me habló de un fotógrafo que había venido a Cantavieja, en los años 50, a realizar fotografías que habrían de colocarse en las lápidas del cementerio, “en un tiempo en que había demasiados suicidios”. Bajo ese estímulo nació Patricio Julve, un personaje un tanto intemporal que me ha acompañado a partir de entonces en todos mis libros. Y me hablaron de los húngaros que traían el cine, y de un sinfín de episodios de la Guerra Civil. El testamento de amor de Patricio Julve apareció en Destino en septiembre de 1995, gracias A Miquel Ángel Riera, que fue su primer defensor y con quien tanto quise mientras vivió y a quien recuerdo con inmenso cariño, y a Andreu Teixidor y Eduardo Gonzalo. No saben cuánto les agradezco su interés en este proyecto. Tuvo tres ediciones: dos en ese año y una más, en nuevo formato, en 2000.

Este libro de relatos que abarca más de 150 años de historia llevaba más de una década agotado. Chusé Raúl Usón, que es uno de mis editores decisivos por múltiples razones, tiene la amabilidad de rescatarlo y se lo agradezco infinitamente. Considero que este es uno de los libros de mi vida, tanto como lo es Golpes de mar (Destino, 2006): el libro de un mundo, de un paisaje (el Maestrazgo turolense que cantaron Baroja, Valle-Inclán, Perucho, Ciro Bayo o Labordeta: Cantavieja, La Iglesuela del Cid, donde viví casi cinco años, Fortanete, Mirambel, La Cañada de Benatanduz, Ejulve o Mosqueruela: qué belleza de topónimos), el libro de un círculo de afectos, de una forma de ver la literatura y a los hombres. Durante esos años, era un enfermo de la literatura de Álvaro Cunqueiro, de Miguel Torga y José Saramago, de Mercè Rodoreda, de Joan Perucho, de Rafael Dieste, de Ramón José Sender, de Isak Dinesen, autores que se sumaban a devociones anteriores como Méndez Ferrín, Otero Pedrayo, García Márquez, García Lorca, Jorge Luis Borges, Poe, Horacio Quiroga y Gustavo Adolfo Bécquer. Le agradezco a Aloma Rodríguez todas las molestias que se ha tomado en la revisión del original. Y no puedo dejar al margen a Luis Grañena, que ha concebido la portada: Grañena es uno de los grandes ilustradores y caricaturistas españoles de los últimos tiempos; trabaja para Estados Unidos, para Francia, para Portugal, para Rolling Stone, para La Vanguardia y para Heraldo de Aragón: todas las semanas realiza una caricatura en la página ocho del suplemento ‘Artes & Letras’.

Garrapinillos, Zaragoza, 21 de junio de 2011

Una foto del húngaro Jozsef Pezsi.

PATRICIO JULVE REABRE SU ÁLBUM

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[Pedro Zapater, escritor y periodista, hijo de Alfonso Zapater y Pilar Delgado, y redactor de Heraldo.es acudió ayer a la presentación de ‘El testamento de amor de Patricio Julve’ (Xordica, Zaragoza, 2011, 202 páginas) y ha escrito esta cariñosa crónica. Fue una noche muy bonita: de amistad, de cariño, de evocaciones, de pasión por la palabra. La ilustración de portada del libro es de Luis Grañena, como se ve ahí una portada muy bonita. La foto es de José Miguel Marco.]

http://www.heraldo.es/noticias/cultura/anton_castro_reabre_testamento_amor_patricio_julve_163793_308.html

 

 

Antón Castro es un escritor y periodista infatigable que también ejerce como ser imposible, ciclista escapado, apasionado entrenador de fútbol, corredor de fondo, fotógrafo de sirenas... Afirma que no es nadie si no está rodeado de palabras. Ni de amigos, a juzgar por el lleno que registró ayer la sala Pilar Sinués del Paraninfo, donde se presentó su último libro 'El testamento de amor de Patricio Julve'. La obra es un conjunto de relatos vertebrados por el fotógrafo Patricio Julve, un personaje compuesto de realidad y ficción.



En el acto intervinieron como 'albaceas' literarios Concha Lomba, vicerrectora de Proyección Cultural y Social; el escritor y periodista de HERALDO, José Javier Rueda; la poeta e investigadora, Almudena Vidorreta, y el editor Chusé Raúl Usón.


Concha Lomba comenzó recordando que "Antón es una figura esencial de la cultura en Aragón; un creador de opinión que aboga por construir cultura". La vicerrectora subrayo el valor de esta postura y bromeó diciendo que "lo único que no comparto con él es la pasión por el fútbol".


El editor y escritor Chusé Raúl Usón agradeció emocionado esta nueva edición de 'El testamento de amor de Patricio Julve' en Xordica y exhortó a los asistentes a brindar por la amistad. Los aplausos rompieron el silencio.



Almudena Vidorreta anticipó las calves del libro y profundizó en su estructura, señalando que el autor responde al lector con toda una poética, un texto en el que “las descripciones tienen el mismo valor que las acciones. El fuego es un elemento presente, al igual que el sexo”. Vidorreta concluyó aludiendo a un libro anterior de Castro: 'Fotografías veladas': “Aquí las fotografías son nítidas. El escenario del Maestrazgo es como un Macondo”.


La intervención de José Javier Rueda fue verdaderamente divertida. El periodista bromeó al contar cómo en el momento en que Antón le pidió que presentara su libro le contestó: “Piénsalo bien. Pero nada, no me llamó y he tenido que venir”. Rueda prosiguió explicando que seguía sin entender como él, una persona desconocida, podía hablar de un referente nacional de la cultura en Aragón. Respecto a la obra del autor expresó que “a la mesa de un periodista llega de todo, por eso fue una alegría dar con la obra de Antón, donde el amor es la clave de un libro muy poético, que recuerda mucho a Bécquer”.


Antón Castro cerró el acto agradeciendo las palabras de sus presentadores y añadió que “también hay mucho periodismo en el libro. El autor gallego aragonés desveló que se sirve mucho del mundo familiar para construir relatos y afirmó que “las historias más inverosímiles me las ha dado la realidad”.



A la presentación acudieron los escritores Ismael Grassa, José Luis Melero, María Pilar Clau y Mariano Gistaín, Irene Vallejo, José Luis Corral, Emilio Gastón, Santiago Gascón, Adolfo Notivol, David Mayor, Eva Hinojosa, Cristina Grande y Miguel Mena, así como diversos representantes del mundo de la cultura en Aragón.

Pero, ¿quién es Patricio Julve?

'El testamento de amor de Patricio Julve' es, en palabras de Castro, “un libro sobre amor, muerte y poesía que refleja la pasión por contar historias, escuchar, ver los mecanismos... todo ello en un arco temporal de 150 años”. Desde la historia de Ramón Cabrera, 'El tigre del Maestrazgo' hasta el rodaje de 'Tierra y libertad', de Ken Loach, todo tiene cabida en la escritura de esta 'última voluntad' literaria.



“El personaje de Patricio apareció por casualidad. Buscaba un artista de la imagen que me permitiera soñar que yo mismo hacía buenas fotos”, explica el autor. Para ello crea un personaje ficticio inspirado en fotógrafos reales como Juan Mora Insa y Gerardo Sancho. Pero Patricio Julve es eso y mucho más: es la mirada furtiva del escritor, un fotógrafo que relata escenas y describe imágenes. Julve aparece en los libros de Antón Castro como Antoine Doinel en las películas de Truffaut. Qué buena herencia.

 

05/11/2011 12:19 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

'EL ÁRBOL DE LA VIDA' DE CALLEJAS

‘EL ÁRBOL DE LA VIDA’ DE JUAN CARLOS CALLEJAS:

ARTE MURAL PARA TORRERO

 

Esta ha sido también la semana de un pintor al que le tengo mucho cariño y mucho respeto como artista: Juan Carlos Callejas. Juan Carlos, que alterna la gastronomía con la pintura (dos formas complementarias de arte), ha tenido un hermoso gesto: ha regalado su mural ‘El árbol de la vida’ al ayuntamiento de Zaragoza y a los zaragozanos: ya está colgado en una de las salas de ceremonias del cementerio de Torrero. Es una obra suya muy característica: matérica, abstracta, de sugerencias, una pintura reflexiva y serena que ha sido muy meditada y ejecutada con lentitud y primor. Juan Carlos es así: expuso hace muy poco en el Torreón Fortea y semanas atrás lo hacía también en Cristina Marín. Fernando Vallejo, ese capellán que parece un poeta romántico alemán o inglés, está muy feliz. Es un bonito regalo y un bonito detalle que el arquitecto Fernando Bayo ha dispuesto con armonía y sensibilidad. ‘El árbol de la vida’ está muy cerca del gran mural de otro estupendo artista como Alfonso Val Ortego.

05/11/2011 13:49 Antón Castro Enlace permanente. Artistas No hay comentarios. Comentar.

JACQUELINE, VISTA POR PATRICK LICHFIELD

 

Ayer fui a ver la obra 'Retrato' de Mariano Anós y José Luis Romeo. Camino a casa entré en el VIP's y vi un catálogo de Patrick Lichfield (1939-2005), el gran fotógrafo inglés. En casa busqué fotos suya y hallé estas dos intantáneas de Jacqueline Bisset.

 

ESTA MEDIANOCHE, BORRADORES

RAMAZANOVA, MARCHAMALO, GINO RUBERT, BAYO,

ESTELA ALCAY Y EL GOL DE NAYIM... EN ‘BORRADORES’

Aida Ramazanova, realizadora tártara afincada en Zaragoza desde hace una década y ganadora de varios premios en la SCIFE, es una de las invitadas al plató de ‘Borradores’ esta medianoche para hablar de película ‘Les’ (El bosque), que narra la relación de una joven con un soldado de la División Azul, en una atmósfera de silencio, de naturaleza y de terrores ocultos. El otro invitado es el escritor y periodista Jesús Marchamalo, que acaba de publicar ‘Donde se guardan los libros. Bibliotecas de escritores’ (Siruela), en el que describe las bibliotecas de autores tan distintos como Javier Marías, Pérez-Reverte, Luis Alberto de Cuenca, Mario Vargas Llosa, Juan Manuel de Prada, Jesús Ferrero, Luis Mateo Díez, Antonio Gamoneda, Clara Janés o Soledad Puértolas, entre otros.

Además, el programa visita la exposición ‘Recuento’ de Natalio Bayo en A del Arte: el artista hace balance de más de cuarenta años de pintura con un homenaje a sus temas, a Aragón, al color y a su propia memoria de joven nacido en el campo. Gino Rubert, pintor y escritor, habla de su novela ‘Apio’ (Errata Naturae), donde establece un vínculo curioso con su perro, con diversas mujeres y con la creación, todo ello en una atmósfera de humor negro y cierta indolencia: el pintor no decide, son las cosas y las personas próximas las que deciden por él. Y recuerda cómo surgieron sus tres portadas para ‘Millenium’ de Stieg Larsson. Y la narradora aragonesa Estela Alcay habla de su libro de cuentos ‘Mujeres de trapo’ (Certeza), historias de mujeres cotidianas, legendarias, soñadas, que se enfrenta a la  vida con energía y a la vez con algunas sombras como el maltrato o el desamor.

La actuación  musical corre a cargo del grupo El gol de Nayim, que ofrecen dos temas en versión acústica con Francho Pastor Algora y Adrián León: ‘Misericordia SQ’ y ‘Cierzo’.

 

 

*En las fotos ilustraciones de Natalio Bayo, Gino Rubert, Jesús Marchamalo y un fotograma de ’Les’.

08/11/2011 08:55 Antón Castro Enlace permanente. Temas aragoneses No hay comentarios. Comentar.

SANTIAGO ARRANZ EN LA LONJA

 

El pintor y escultor se enfrenta a su exposición más importante: ‘Una y otra realidad’, en la Lonja, compuesta por 99 piezas que exploran el lenguaje de la alegoría y los signos.

 

 

Llegar a la Lonja tiene algo de culminación. O de confirmación de un baremo de calidad, de proyección, de maestría. Recordamos ahora algunos artistas que lo hicieron en el último cuarto de siglo: Natalio Bayo, José Orús, Pascual Blanco, Juan Sotomayor, José Luis Lasala, Jorge Gay, José Luis Cano, Broto o Pepe Cerdá, por citar algunos creadores que siguen aquilatando su obra. Y ahora le ha tocado el turno a Santiago Arranz (Sabiñánigo, 1959) con ‘Una y otra realidad, que consta de 99 obras.


Arranz es un artista que ha desarrollado una travesía estética muy peculiar: ha vivido en París, en Zaragoza, ahora lo hace en Castejón de Sos porque quería recuperar el contacto con la naturaleza. En el fondo, siempre se ha sentido un artista nómada, no solo por sus mudanzas de residencia y de ciudad, sino incluso en la disciplina artística: empezó como pintor, con inclinación expresionista, y luego ha realizado murales, relieves, ha colaborado con arquitectos, ha dado un paso hacia los juguetes y la escultura, sin perder jamás de cerca la pulsión de la pintura. Santiago Arranz es un creador obsesionado por la materia, que funde trabajo e inventiva, y que se siente muy cómodo con la espátula.

La obra 'Niña de agua', 2010.


Todo ello, esa evolución u obra en marcha, se percibe en su exposición en la Lonja. Ahí están sus distintos caminos: su búsqueda, las diversas series, los ecos literarios, la correspondencia entre realidad e imaginación pictórica, la memoria y el olvido, el interés por los símbolos y los signos, que es su nueva porfía. Santiago Arranz siempre ha sido un pintor refinado y sutil, de pequeños gestos, cada vez más sobrio en el asunto, en el uso de color, en la estructura de la obra: se ha ido depurando y ahora en sus cuadros tiende a la estilización o el esquematismo. A una emoción controlada.

Exponer en la Lonja no es fácil. La Lonja exige una idea, una propuesta, una concepción unitaria, un ritmo. Y Arranz se lo da: presenta sus relieves, su pintura mural, presenta esos ‘planetas’ que tienen mucho que ver con su colaboración con los arquitectos en el Centro de Historias, Casa de los Morlanes, en Capuchinas o en el edificio de Almacenes Gay, que desarrolló en torno a la llave en una amplia superficie de cristal. Presenta esos caballos de hierro, sus esculturas de línea neta. Luego incorpora sus alfabetos de letras e imágenes, con su homenaje a Kafka incluido, repasa sus ‘Las Ciudades invisibles’, basadas en el libro de Ítalo Calvino, donde realiza una pintura que conversa con la arqueología y con las antiguas civilizaciones, con los bestiarios y acaso con la desnuda estética del fósil.


La muestra se cierra en varias salas o dependencias con la pintura de Arranz: las obras de los dos o tres últimos años. Una pintura simbólica y alegórica que está presentada, cuadro a cuadro, casi como un relato o como un retablo. El pintor juega con el soporte, usa el relieve, y resume su percepción del mundo. El cuadro se abre a distintos personajes e historias, y hay como un cuadro-árbol: aquí está la figura central, que no siempre es un hombre o un animal, puede ser un corazón arrebatado, un árbol, una barca. A veces, Arranz parece próximo a Torres-García, a los autores de la vanguardia rusa, pero en realidad siempre está buscando su camino. El camino del silencio, de la precisión, de la delicadeza, del equilibrio y del ciclo de la vida, el sendero de su propia memoria y de su inclinación al sueño y sus industrias.


No es esta una exposición de batalla. Ni siquiera fácil. Ni efectista. Debe verse con calma: llegar a la Lonja no significa haber acabado la travesía. Es un puerto seguro para volver al mar de la creación y recomenzar. Y Arranz acaba de rebasar el medio siglo.

 

*Las dos fotos de Santiago Arranz las realizó Vicente Almazán.

FERNANDO BELTRÁN: POESÍA Y EMOCIÓN

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FERNANDO BELTRÁN: EL POETA QUE SE

ATREVE A NOMBRAR LOS SUEÑOS

 

Ayer fue un día bastante especial para mí: por la mañana entrevisté a Ángela Abós, conversamos durante dos horas y media sobre su vida y la importancia de la cultura y de la palabra, y a las seis me encontré con uno de esos seres absolutamente entrañables, un poeta en los versos, en el arte de nombrar las cosas y un poeta de la amistad, del afecto, de la pasión por existir, invadido siempre de pequeños detalles: Fernando Beltrán, que acaba de publicar ‘El nombre de las cosas’ (Conecta), algo así como “una biografía profesional”, llena de detalles, de matices, de ingenio, de arrebato por el lenguaje. Fernando Beltrán, ovetense nacido en 1956, se fue de casa a los 17 años: quería ser poeta y a ello ha dedicado su vida. Un día descubrió que podía bautizar las cosas, las empresas, los proyectos, los sueños ajenos, y así fueron naciendo nombres como Opencor, La Casa Encendida, Faunia, Amena o, entre otros muchos, muchísimos, ahora La Gavia, que se ha convertido en mucho más que un nombre comercial de un centro comercial: es un barrio, es una estación, es una esfera del mundo.

Fernando ha escrito muchos poemas, ha recogido su obra completa en Hiperión en el volumen ‘Donde nadie me llama’, y tiene muchos amigos zaragozanos: Julia Millán y Pepito Fernández, de Antígona, “mi librería preferida del mundo con Cervantes de Oviedo: son espacios que son como un libro infinito”, de Ángel Guinda y de Ángel Petisme, sus hermanos de Zaragoza. Y además es un gran amigo de Amancio Prada o Juan Carlos Mestre, y de un montón de seres humildes que le sirven el café por la mañana o la comida al mediodía. Es un enamorado de las mujeres imposibles que pasan. Y es un lector de grandes poetas: César Vallejo, Pablo Neruda o García Lorca, grandes nombradores. Fernando Beltrán es uno de esos seres transidos de humanidad y de cercanía, un Poeta de la emoción y del alma que ilumina cuanto toca, cuanto mira, cuanto designa. Su libro ‘El nombre de las cosas’ (Conecta, 2011) es uno de los mayores elogios que he leído nunca de la palabra, de la poesía, del verso, de la imaginación y de las cosas que todos hacemos a diario y que están cargadas de sentido y de una magia inaprensible. [Esta foto la tomo de ‘La voz de Asturias’: la ha realizado Graciela del Río]

DAVID LOZANO Y SU 'CIELO ROJO'

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DAVID LOZANO PRESENTA HOY ‘CIELO ROJO’

EN EL CENTRO PIGNATELLI

David Lozano, autor de la trilogía ‘La Puerta Oscura’, presenta esta tarde en el Centro Pignatelli, a las 19.30, su nueva novela: ‘Cielo rojo’, un libro que es un relato sobre la amistad, una historia de amor y la peripecia de un doble enigma: quién mata a la gente en el corazón del bosque -¿es una alimaña, es una criatura espectral y terrible que hace pensar en el dragón?-, y qué pasó en el pretérito con los tres protagonistas. La novela aborda la historia de tres amigos: Nikolai, convertido en periodista ahora; Ekaterina, una gran dama del rock, y Dimitri, que ha muerto misteriosamente. El libro tiene mucho de reportaje periodístico y de viaje al fondo de un terror que es más humano que lo que pudiera parecer. En el fondo, con ‘Cielo Rojo’, cuya acción transcurre en Ucrania, David Lozano rinde homenaje a la novela de intriga y a la novela policíaca y se interna en el terreno de los sentimientos y quizá en el terrorismo de estado. A David Lozano lo acompañarán Begoña Oro, la escritora y editora y lectora compulsiva, y  Berta Márquez, editora de SM. Y además se anuncia una sorpresa: la actuación en directo de la banda de Rebecca West, que se puede oír en internet y que es el ‘alter ego’ de la hermosa Ekaterina...

 

*Esta foto de archivo es de Oliver Duch.

10/11/2011 09:42 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

RECITAL DE MANUEL FOREGA

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Manuel Forega me envía este poema de un nuevo libro en el que está trabajando. Este es uno de los primeros textos inéditos. El día 16, habrá un recital con música de este importante poeta y traductor.

 

 

PALOMA

Anidó en mi balcón una paloma
abandonando el fruto de su parto.
¿Por quién erró en la elección de su lecho?
¿De quién escuchó el seductor mensaje
que a la nada redujo su dolor
abrasado por un sol inclemente?

Dudamos atraídos por el canto
de una Parténope falaz y espuria,
del prensil oráculo de Pitón
y oídos sordos hacemos, sin embargo,
a la certeza de la voz signal;
cerramos los ojos ante la sombra
por la luz de la Razón sorprendidos.

Pero es en esa voz primera y única,
que en nombre del instinto dice hablar,
la que dictó la palabra desdicha,
afirmando con pulcritud notoria
que la dicha es el signo de su verbo,
esa voz, esa voz no yerra nunca.

Habría conducido al ave al Este,
donde el sol sólo los nidos entibia
y a mí, que todo lo sentí y vi todo,
desde el Sur me llamó para advertir
el error de una paloma embaída.
Y regresé al Norte donde el misterio
en su oscuridad cela las verdades:
los enigmas desdichos del instinto.

VICENTE SIMÓN: TRES POEMAS

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Vicente Simón es un joven poeta que acaba de publicar ‘El guapo’ en la editorial Vitruvio. Él mismo ha seleccionado tres poemas; toda su poesía tiene un aire un tanto desafiante, como sucede especialmente con el poema segundo y el tercero. Creo que nunca había leído algo así sobre la Virgen del Pilar, ni podría imaginarme que un joven poeta, de perfil transgresor y a la vez clásico, se detuviese en la imagen y en el mito.

 

FEA

 

Las cien baldosas sueltas de tu cuerpo,

tu carne trenzada con baratas mortadelas,

la libreta rayada de tu piel.

 

 

Tus gafas macizas

reflejan mi vida

vasta, honda, ancha,

la vida grande que debiera arder.

 

Debe de estar ahora toda la luz

en tus ojos.

 

 

Cuando esta noche desmaquille su mentira

contra tu mirada marrón vulgar,

más allá de los sábados feroces,

brindaré por ti

                     con Cocacola.

 

 

 

 

 

LA MUERTE

 

Quisiera enamorarla.

 

Cuando estalle una explosión demográfica de trapecistas y toreros,

cuando los ríos pierdan su apetito voraz

y los fusiles escupan hortalizas,

quisiera enamorarla.

 

Quisiera enamorarla con diario íntimo.

Quisiera enamorarla entrechocando valsones tristes bajo una parra moscatel.

Quisiera enamorarla vertiendo en su copa drogas ingobernables.

 

En los cafés melancólicos

y en pueblos con discoteca,

junto a un fuego de sarmientos

o en los recodos de un chat

quisiera enamorarla.

 

Y si así me lo permite,

quisiera hablar con usted

despacio,

corrompidos por antiguas lentitudes,

y conocer si es cierto su perfil pálido de mujer sola

con olor a tabaco

negro en el vestido,

que cuando la vida parece renovarse,

desnuda el cuerpo de toscas geometrías y se deja

chupar los costurones

en el sepulcro indistinto y comunal

del Deseo.

 

La he conocido —revestida con tus ropas de gobierno,

confianzuda, casi casquivana con los camareros del vagón restaurante—

por un vago aire de desánimo en la sonrisa

y por su grueso cuaderno de contabilidad.

 

 

BEATA CON BESO ( o La Virgen del Pilar)

 

Me besas,

 pero mal,

con besos tropezados

de niños que no saben darse besos

y te pones tonta después de besar

y tu boca me sabe

—acaba sabiéndome—

a vino manso y sin sed.

 

Los buenos besos

—déjame guiar tu saliva inhabitada, tu saliva nueva—

se fraguan,

casi sin empujarlos,

en cafés asediados por la lluvia.

 

Besaré tu saliva inhabitada

fuerte y lento

como besan los últimos artesanos.             

 

Déjame mudar tu amor para toda la vida

en un roce de mujer urgente y usadera.

 

Déjame arrancarte al socavón de los domingos,

susurrar

la pedrada irreverente del Deseo

bajo la tiritona estéril de los cirios.

 

 

Yo seré el Mesías de camisa negra que te pinte los labios.

El individuo cruel y hermoso que te acerque a los barrios junto al río y,

a pesar de la muda protesta en tus ojos,

te bese la boca,

dejando en tu conciencia

un suelo de escombros

que se confunda

con la felicidad.

 

Yo seré el galán de viudas que te enseñe a besar durante los oficios de la tarde,

el Señor que revele orgulloso sus estigmas

a unos besos empachados de carcoma.

 

Yo seré el Redentor al margen de la ley que tutele tus malos pasos,

la bicha que te muestre prodigios

en la última bancada de la catedral barroca.

 

 

 

Para desalojar tus últimas trincheras,

para desahuciar tu hornacina de pureza, necesito

solamente estas manos

que conocen los caminos,

las angosturas,

las escaleras incógnitas.

 

Te daré la paz

durante los desórdenes de la comunión y volveré al mundo

con el traje bien compuesto,

un carraspeo de decoro

y una flor

salvada del mar entre los dedos.

 

 

Yo seré tu Dios. Un Dios enojadizo

de voz tormentosa y exhortaciones inapelables

que violente las reglas de tu Biblia sobada

y te envíe sueños reveladores:

 

Un vestido rojo abrazando tu cuerpo.

Toneladas de azul en los ojos.

La noche narcótica de tu primer aquelarre

sintiendo crecer el cuerpo abierto.

 

*Todas las fotos son de Steven Meisel. Nacido en Nueva York en 1954, se ha hecho muy famoso por sus fotos de moda para 'Vogue' y para la casa Versace, sobre todo, pero también es un espectacular fotógrafo de desnudos y de mujeres que parecen atrevidas, dueñas de su mundo.

 

11/11/2011 08:42 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

REDIFUSIÓN DE BORRADORES: BIBLIOTECAS DE ESCRITORES, AIDA RAMAZANOVA, NATALIO BAYO...

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RAMAZANOVA, MARCHAMALO, GINO RUBERT, BAYO,

ESTELA ALCAY, EL GOL DE NAYIM... EN ‘BORRADORES’

 

Aida Ramazanova, realizadora tártara afincada en Zaragoza desde hace una década y ganadora de varios premios en la SCIFE, es una de las invitadas al plató de ‘Borradores’ esta mañana, a las doce, para hablar de película ‘Les’ (El bosque), que narra la relación de una joven con un soldado de la División Azul, en una atmósfera de silencio, de naturaleza y de terrores ocultos. La película ha sido galardonada en Toulouse y ha recibido varios premios en la SCIFE. El otro invitado es el escritor y periodista Jesús Marchamalo, que acaba de publicar ‘Donde se guardan los libros. Bibliotecas de escritores’ (Siruela), en el que describe las bibliotecas de autores tan distintos como Javier Marías, Pérez-Reverte, Luis Alberto de Cuenca, Mario Vargas Llosa, Juan Manuel de Prada, Jesús Ferrero, Luis Mateo Díez, Antonio Gamoneda, Clara Janés o Soledad Puértolas, entre otros.

Además, el programa visita la exposición ‘Recuento’ de Natalio Bayo en A del Arte: el artista hace balance de más de cuarenta años de pintura con un homenaje a sus temas, a Aragón, al color y a su propia memoria de joven nacido en el campo. Gino Rubert, pintor y escritor, habla de su novela ‘Apio’ (Errata Naturae), donde el protagonistas establece un vínculo curioso con su perro, con diversas mujeres y con la creación, todo ello en una atmósfera de humor negro y cierta indolencia: el pintor no decide, son las cosas y las personas próximas las que deciden por él. Y recuerda cómo surgieron sus tres portadas para ‘Millenium’ de Stieg Larsson. Y la narradora aragonesa Estela Alcay habla de su libro de cuentos ‘Mujeres de trapo’ (Certeza), historias de mujeres cotidianas, legendarias, soñadas, que se enfrenta a la  vida con energía y a la vez con algunas sombras como el maltrato o el desamor.

La actuación  musical corre a cargo del grupo El gol de Nayim, que ofrecen dos temas en versión acústica con Francho Pastor Algora y Adrián León: ‘Misericordia SQ’ y ‘Cierzo’.

 

*En la foto, Soledad Puértolas en su estudio.

EL 'SENDER' DE LACHÉN Y LEYVA

Me escribe Vicente Lachén a propósito de un proyecto fotográfico sobre Ramón José Sender: “La exposición  ‘Visiones de Mr. Witt’, se expuso en septiembre y octubre en Pla-Za. Ahora en noviembre está en Abizanda y en diciembre llegará a Tardienta. Es la primera muestra que hicimos relativa a a Ramón J. Sender basándonos en sus textos y que surgió a partir de una beca del IEA”. 

.

EL PROYECTO

'Visiones de Mr. Witt: la imaginación

de Ramón J. Sender en fotografía',

de Vicente Lachén y Dominique Leyva

 

La muestra, compuesta por 50 fotografías de los dos autores, es un itinerario por la narrativa de Sender, en la que el público no sólo podrá contemplar una sucesión de imágenes, sino que cada una de ellas irá acompañada por el texto y el ejemplar de la novela que ha servido de punto de partida.

 

`Visiones de Mr. Witt: la imaginación de Ramón J. Sender en fotografías´, de Vicente Lachén y Dominique Leyva, está compuesta de 50 fotografías en las que los autores han seleccionado textos de las novelas de Sender y han buscado los lugares geográficos que le inspiraron, el primero en territorio aragonés y Leyva en Alburquerque. Estos dos lugares geográficos dividen el recorrido en dos partes e invitan también a establecer las diferencias entre dos periodos de una de las figuras más destacadas del panorama novelístico español del siglo XX.

Esta exposición se presenta como un itinerario por la narrativa de Sender en la que el público no sólo podrá contemplar una sucesión de imágenes, sino que cada una de ellas irá acompañada por el texto y el ejemplar de la novela que ha servido de punto de partida. A través de las fotografías, Vicente Lachén y Dominique Leyva se trasladan a obras como `Crónica del alba´, `El lugar de un hombre´ o `Imán´, entre más de una docena.

Por ello, decidieron centrar su trabajo en dos etapas, que se repartieron entre los dos fotógrafos. La primera debía abarcar la época de juventud del escritor, que discrurrió en la provincia de Huesca y correspondió explorar a Vicente Lachén, cuya familia paterna procede, precisamente, de Alcolea de Cinca, pueblo donde pasó su niñez el pequeño Sender. Su trabajo también incluye instantáneas de la localidad natal del escritor, Chalamera. 


Por su parte, Dominique Leyva se ocupó de la penúltima etapa de la vida del autor, que transcurrió durante 16 años en Alburquerque (Nuevo México). Allí nació Leyva, y Sender fue profesor en el Departamento de español de la misma universidad donde algún tiempo después estudiaría el fotógrafo mexicano.

Para realizar el trabajo, Lachén y Leyva se leyeron un buen número de obras de Sender, como "Crónica del alba", "El lugar de un hombre", "Relatos fronterizos", "Billy el niño" o "Imán", entre otras muchas, y luego interpretaron con la cámara algunos de los pasajes referidos. Por eso, en la exposición, el público puede contemplar hasta 50 imágenes a color, acompañadas cada una de ellas de un texto en el que se ha basado el fotógrafo para tomarla y el título del libro del que se ha extraído el fragmento.

Además, con las frases de las fotografías se traza una línea narrativa, como si de un relato de Sender se tratara, con Mr Witt (protagonista de uno de sus libros) como particular observador de la historia.

 

*Las dos fotos son de los autores. Y abajo, una foto de Lachén y Leyva de la FNAC.

14/11/2011 08:48 Antón Castro Enlace permanente. Fotógrafos No hay comentarios. Comentar.

CHAVES NOGALES: EL PERIODISTA

[Esta mañana y esta tarde se presentan en Ibercaja dos libros: ‘Chaves Nogales. El oficio de contar’ de María Isabel Cintas, y ‘Cervantes en los infiernos’ de Ignacio Padilla, volúmenes publicados por la Fundación Lara e Ibercaja. He leído buena parte del libro de Chaves Nogales y es una investigación apasionada y exhaustiva sobre un personaje increíble que sentía una gran pasión por el periodismo. Y que fue pionero en un modo diferente de contar la vida y a pie de calle. Además, fue muy generoso con los escritores. Creo que era Unamuno quien decía que con los libros se podía comer; pero si se quería cenar había que escribir en los periódicos. Hace algún tiempo, con motivo de la recuperación de Libros del Asteroide de su biografía de Juan Belmonte, publiqué esta nota sobre Chaves Nogales, que murió en Londres en 1944 y que está enterrado en el suelo y sin nombre entre dos tumbas.]

 

 

 

No es exacto decir que Manuel Chaves Nogales (Sevilla, 1897-Londres, 1944) sea un olvidado. Ha sido glosado y reivindicado por autores tan diferentes como César González-Ruano, Félix de Azúa, Javier Marías y Andrés Trapiello. O por el zaragozano Ignacio Martínez de Pisón, que lo ha incorporado con dos textos a los relatos de la antología 'Partes de guerra' (RBA, 2009). Desde hace algunos años, se suele decir que su biografía 'Juan Belmonte, matador de toros' (1935), que rescata ahora Libros del Asteroide, 17 años después de la reedición de Alianza Editorial, es una de las mejores que se han escrito en las letras españolas en todo el siglo XX. Ese libro nació de una sugerente experiencia: Chaves Nogales era un formidable reportero, hijo de periodista, y en los años 30 quiso realizar para 'Ahora' un conjunto de textos que arrancaban de esta pregunta: "¿Recuerda usted cómo era la vida en España en los principios de siglo?".

Una de las celebridades a las que consultó fue al gran matador Juan Belmonte (1892-1962), un hombre que se había hecho a sí mismo, y se quedó hechizado por la riqueza pintoresca de sus recuerdos. Manuel Chaves Nogales publicó a lo largo de 25 entregas, entre junio y diciembre de 1935, en 'Estampa', el fruto de sus conversaciones, el recuento de un sinfín de experiencias, en las que Belmonte, en primera persona, narraba su vida. Su vida, sus pensamientos, sus zozobras, y contaba, como si fuera un pícaro o superviviente del hambre, del miedo y de la muerte, una auténtica novela de la realidad, una falsa autobiografía, un texto brillante que posee hondura, rasgos de ficción, ritmo, un texto que rezuma modernidad. La pieza, de poderosa escritura, es una confesión, es una biografía novelada, sin duda, y es un autorretrato donde conviven el periodismo y la penetración psicológica propia de la novela.

El libro es pródigo en anécdotas, en detalles chocantes, en revelaciones, pero Chaves huye de lo sensacional y de lo episódico, y construye un poderoso friso de vida y de humanidad.

Manuel Chaves Nogales, que aspiró la fragancia de las prensas y las linotipias desde que tenía catorce años, dijo que su oficio consistía en "andar y contar la vida". Entre él y Belmonte se produjo ese milagro químico de la comunicación y la confianza. Y así, el periodista y novelista adoptó la voz del matador. Belmonte cuenta la hambruna familiar, la diversa y miserable suerte de sus hermanos, evoca a su padre quincallero, y cuenta cómo, desoyendo los ruegos familiares, se fue inclinando hacia las capeas y jugándose la vida a la luz de la luna en el campo. Dentro de esa existencia rebosante de patetismo, en la que ni siquiera resalta su valor taurino, siempre controvertido por otra parte, cobra especial importancia su amigo Calderón, que es como el hombre que siempre le estimula, que cree en él, que le empuja y le busca corridas. La narración, digna de la mejor picaresca, insiste en la forja de un destino ante un sinfín de adversidades.

Llanto por Joselito el Gallo

Nadie confiaba en exceso en él. Viajaba de tren en tren, y anduvo de aquí para allá, zascandileando, para convertirse en matador. Antes de tomar la alternativa de torero, vivió una importante pasión con una mujer casada, a la que le dedica hermosas y románticas páginas, y luego triunfó ya en Valencia y Sevilla. Poco después, este lector voraz sería saludado en las tertulias de grandes personajes como Sebastián Miranda, Pérez de Ayala, Julio Antonio, Romero de Torres o Ramón M. del Valle-Inclán. Este, cuando empezaron a llegar sus primeros éxitos de novillero, le dijo: "Juanito, no te hace falta más que morir en la plaza". Belmonte respondió con humor: "Se hará lo que se pueda". Encauzado hacia el triunfo, pasó por distintos períodos: en 1915 sintió la tentación de suicidarse y tenía una pistola encima de la mesilla de noche, vivió una rivalidad dura con Joselito el Gallo, a quien le tenía un enorme cariño y respeto, y cuando le dijeron que lo había matado un toro, en 1920, no se lo podía creer. "Lloré como no he llorado nunca en la vida", dice.

Antes ya había escrito: "El Juan Belmonte de aquel tiempo era una creación mítica de sus paisanos". Participó en giras, se casó en México, eludió y asumió la fama como pudo, con entereza y dignidad, y ganó mucho dinero que le sirvió para mejorar la situación de sus hermanos y para adquirir un cortijo con parrales, 'La Capitana', con el que pudo cumplir un viejo sueño: convertirse en ganadero. Cuando llegó la II República, padeció en carne propia la revuelta y las amenazas contra sus propiedades, que tenían algo de rasgo decisivo en la construcción de su personalidad: eran la modesta ostentación de alguien que se había hecho a sí mismo, que quiso callejear, montar a caballo y huir del pánico a la muerte.

En 1962, 18 años después de la muerte de Manuel Chaves Nogales en Londres en 1944 a consecuencia de una peritonitis, se suicidó de un disparo de pistola, probablemente herido de angustia por un amor tardío, otro "avasallador enamoramiento". Pero esa es otra historia.

 

 

TRES POEMAS DE ÁNGEL PETISME

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TRES POEMAS DE ÁNGEL PETISME

 

De ‘La noche 351’ (Hiperión)

 

 

VELAS SOBRE EL TIGRIS

 

El día de Zacarías en Bagdad

encendemos velas y las colocamos

flotando sobre el Tigris,

pensamos un deseo.

No tenemos nada

salvo la guerra sobre nuestros hombros,

es cierto Ahmed, 

como abejas sin néctar.

Pero volverán días buenos,  

te casarás, tocarás la belleza,                   

y acunarás otra vida en tus brazos

con las promesas de la felicidad.      

 

Los puentes del río, las nubes

del Caspio que venían

untando el mar y recogían velas.

Había peces y amor en su profundidad,

era tan hermoso,

las mujeres arrojaban pescado a las gaviotas.

 

Y ahora este sudario de humo,                         

el insomnio de los escorpiones.

Ahmed, el mundo que da miedo acabará.

Los tanques, los disparos,

las hélices siempre allá arriba.

Sé lo que piensas:

Si no luchas por tus sueños

es que no los mereces.

 

Vendrán días mejores,

pase lo que pase, no pierdas tu inocencia, le digo.

¿Quién sabe si un día volverá a sonreír?

 

LA BOLSA

  

Esto haría llorar hasta a una piedra.

Aida preguntaba aquella noche

a todo el que veía por el barrio

por su hijo Luay.

Durante el día siguiente llamó a las casas

de sus vecinos por ver si alguien

le daba señales de su hijo querido.

Un niño había visto

que dos encapuchados lo empujaban

dentro de un coche,

apretaron el acelerador entre los baches

y se perdieron en el polvo.

 

Hoy llamaron a la puerta,

Aida abrió y unos niños 

le entregaron una bolsa de plástico.

Al abrirla…estaba la cabeza de su hijo.

 

Llevamos en el barrio treinta años

pero nos han amenazado también.

Le cortaron la cabeza a su hijo

y se la entregaron en una bolsa de plástico.

Mañana haremos las maletas.

El viaje será peligroso.

Nos vamos de Bagdad.

  

LEJOS DEL KURDISTÁN

 

 

Sólo algunas noches cuando sueña conmigo

soy el hombre que fui.

Doy la vuelta al mundo

y vuelvo a ser el juez de la energía

con una canción, cinco minutos.

Regreso para beberle el corazón.

 

 

Del libro La noche 351 de Ángel Petisme (XXVII Premio Jaén de poesía). Ediciones Hiperión, 2011. La foto de Ángel Petisme es de Maurilio de Miguel y está realizada en Babilonia.

'ESPECIAL FÉLIX ROMEO': ESTA MEDIANOCHE EN 'BORRADORES'

‘ESPECIAL FÉLIX ROMEO’ EN ‘BORRADORES’

El escritor Félix Romeo Pescador (Zaragoza, 1968-Madrid 2011) es objeto de un monográfico del programa ‘Borradores’, en el que se repasa su trayectoria, su producción literaria, su pasión por Zaragoza, por el mundo y por el conocimiento, su curiosidad infinita y esa vocación indesmayable de hacer felices a los demás.

El programa analiza las distintas facetas de Félix Romeo mediante testimonios y reportajes de escritores, músicos, diseñadores, bibliófilos o libreros que han estado muy cerca de él. Acuden al plató dos de sus mejores amigos: Ismael Grasa, escritor y profesor de filosofía, y Daniel Gascón, escritor y traductor, que analizan diversos aspectos de Félix Romeo, como los autores que más le han interesado, su faceta intelectual, su condición de escritor intergeneracional, su inclinación a la polémica, su presencia en la prensa (en ‘Heraldo’, en Aragón Televisión, en ‘Letras Libres’, en RNE) la traducción o su pensamiento.

Se ofrecen distintos reportajes y entrevistas: Julia Millán y José Fernández, de Librería Antígona, describen al escritor en uno de sus refugios favoritos –entre libros- y comentan las materias que le interesaban especialmente: la novela, la poesía, el cómic, el arte. La escritora Aloma Rodríguez recuerda su apoyo a los autores jóvenes y evoca la última noche en Madrid. La diseñadora y fotógrafa Ana Bendicho recrea al Félix Romeo apasionado por los viajes, el diseño, el arte y la amistad. Octavio Gómez Milián glosa su pasión por la música y por grupos muy diferentes, desde Franco Battiato a Bunbury y Amaral, entre otros muchos. José Luis Melero se traslada al Estadio de La Romareda y desde allí recuerda al Félix aficionado del Real Zaragoza y al hombre que frecuentaba los rastros. Y la librera y crítica literaria Eva Cosculluela, de Los Portadores de Sueños, evoca al lector desaforado y al crítico literario.

La actuación musical corre a cargo de un grupo que al autor aragonés le interesaba mucho: Louisiana. Luis Cebrián y Ana Muñoz interpretan dos temas. La caricatura que Luis Grañena le hizo para el volumen ‘Mercado Central’ (Xordica) de José Antonio Labordeta, es uno de los motivos gráficos de un programa en el que se oyen los testimonios del escritor y se ven muchas fotos e imágenes.

‘Borradores’ de Aragón Televisión se emite a las 0.55 de esta noche. Esta foto es de Esther Casas.

LUCÍA CAMÓN: ARTE, MÚSICA Y POESÍA

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LUCÍA CAMÓN: POESÍA Y VIDEOCREACIÓN

EN LA FNAC Y EN EVE'S BAYOU

 

Hoy miércoles, 16 de noviembre en la FNAC Plaza España de Zaragoza (C/ Coso, 25) a las 19,30 horas, Lucía Camón presentará su primer libro de poemas titulado ‘Siete veces sí’. Luego, a las 22 horas, podremos verla en una actuación en directo en la sala Eve's Bayou. La actuación será un adelanto de su último espectáculo ‘Lulu on the Bridge’, una colaboración con el artista Alfonso Kint (www.alfonsokint.com) realizador de los videoartes de Lucía y compositor de las bases electrónicas del espectáculo. Se trata de una combinación de poesía, guitarra eléctrica en directo y música electrónica.

Todo ello dentro con motivo de la celebración del Festival Proyecta Aragón al que Lucía Camón ha sido invitada como Videoartista por su directora Vicky Calavia. Dice Lucía Camón: “Este libro de poesía nace de una forma natural y a petición del público. Durante los últimos dos años he compartido muchos de estos poemas en el escenario y a menudo, al finalizar, la pregunta era ‘¿Dónde podemos comprar el libro?’. Así que después de escucharlo muchas veces, pensé que había llegado el momento de llevarlo a cabo. ‘Siete veces sí’ viene de una necesidad vital que tengo de transformar lo que pasa en algo escrito. De este modo puedo evolucionar y continuar. Este libro trata de la parte más salvaje de lo cotidiano. Para mí, la muerte puede estar presente en la taza del desayuno, el éxtasis en el viento que se cuela por debajo la falda o el dolor en el recuerdo repentino de un patio de colegio”.

Lucía Camón es actriz, poeta, videocreadora. Conversará con Antón Castro en la FNAC.

He aquí algunos poemas de Lucía Camón:

 

Lulu on the bridge

Quiero que nadie

tenga miedo

de acercarse,

que nadie

se detenga

antes del beso,

ni yo, ni nadie...

 

 

La reina de la pista

Me voy deslizando

por la parte fina

de la baranda

y aunque apenas recuerdo

cómo era mi cuerpo de niña,

mantengo el equilibrio

mientras camino

entre cuchillos

y elefantes amarillos.

 

 

 

A flor de piel

Fácilmente me desprendo

de un vestido

y me pongo otro,

no te enfades

si no me reconoces,

tal vez es que no me conoces.

 

16/11/2011 08:29 Antón Castro Enlace permanente. Artistas No hay comentarios. Comentar.

PEDRO BOSQUED: CUENTO DE CIRCO

Pedro Bosqued, escritor, farmacéutico y apasionado del Real Zaragoza, acaba de ser finalista del concurso FAES Farma con este texto ‘El circo de los mejillones’. Me lo envía gentilmente y aquí está para los lectores y visitantes del blog.

 

 

 

EL CIRCO DE LOS MEJILLONES

 

Por Pedro BOSQUED 

 

 

    La segunda tarde consecutiva en la que no fue al circo tiró las entradas a la papelera. No estaba segura de que le gustasen los leopardos, ni sabía con qué saciaban su sed. La primera tarde que no fue al circo estuvo en un tris de coger las entradas del cajón, pero al abrirlo y ver la caja de Bondenza, recordó que aún no había tomada la pastilla. Se imaginó cómo tragaban los leones, sonrío y dejó a los leopardos para el día siguiente.

 

   La tarde siguiente, su nieta se había comido una fuente bien honda de mejillones hervidos al vapor como si nada, solo cuando quedaba uno le preguntó a su abuela si a los leopardos les gustaban los mejillones. Antes de traer el postre, la abuela le contó que no lo sabía, que podía ser que comieran de todo, pero que como no se recomienda comer mejillones cebra era probable que los leopardos prefiriesen no comerlos.

    La nieta se imaginó un parque inmenso con un paseo en sombra en  el que los leopardos y los mejillones cebra se cruzaban miradas intencionadas con la excusa de tirar las entradas para ir al museo en la papelera. Preferían pasear un rato más por el parque que ir al museo de cera a ver domadores de cartón piedra con sombrero alto. Aunque el domador fuese todo de negro, a los mejillones cebra lo que les chiflaba eran las manchas amarillas de los leopardos.

 

  La abuela le preguntó a la nieta si le apetecía echarse una pequeña siesta. La nieta le dijo que mejor pintaría un poco. No quería que se le olvidaran el parque y sus paseantes. Le deseó a su abuela sueños de todos los colores y, cuando se subió a acostar, la nieta cogió una lámina A4 blanca sin marco y empezó a dibujar árboles descendentes, después un camino ascendente y una montaña a la inversa, como si fuera una papelera con forma de embudo llena de colores. Cuando dibujó a los leopardos paseando por el camino estuvo a punto de tirar la lámina a la papelera, pero al no verla a primera vista volvió al dibujo. Empezó a pintar mejillones como si fueran gotas de lluvia negra y los leopardos abrieron la boca para calmar su sed. A los tres minutos la lámina A4 estaba llena de gotas negras con forma de mejillón cebra, antes de que pasaran cinco la lámina estaba a punto de empaparse. La nieta encendió la lámpara y puso el dibujo junto a la bombilla. Cuando la lámina estaba casi seca, vio que el dibujo ya no era el mismo. Los árboles habían crecido en sentido ascendente y la montaña había perdido todos los colores menos el amarillo y el negro. Pero lo que se quedó mirando fijamente fue el camino.  Subía y bajaba como un tobogán a lo largo de la lámina, pero no quedaba ni rastro de los leopardos una vez saciada su sed. La niña se preguntó si se habrían evaporado al ponerlos al calor de la bombilla. 

 

   Cuando bajó la abuela de la siesta, le preguntó si quería ir esa tarde al circo. La nieta le dijo que mejor que no, que prefería seguir dibujando. Entonces la abuela cogió las entradas para el circo y las echó a la papelera. Sobre la lámina A4 sin leopardos. Preguntó a su nieta si podía apagar la luz y antes de que respondiese, la abuela le dio al botón de la lámpara negra. La nieta esperó a que estuviese su abuela en la cocina. Se acercó a la lámpara y vio, pegado como un imán, un diminuto mejillón cebra negro a punto de secarse del todo. Se lo metió en el bolsillo amarillo del chándal negro justo antes de que volviese su abuela para preguntarle qué quería para merendar. 

—Nada, abuela. He comido muchos mejillones; bueno, sí, ¿me puedes traer un vaso pequeño de agua?

De los que caben en cualquier papelera.

*Todas las fotos son de Mary Ellen Mark.

EVA AMARAL, DE CERCA, EN 'MUJER HOY'

‘Mujer hoy’ entrevista a la cantante Eva Amaral, que acaba de publicar “Hacia lo salvaje”. La cantante zaragozana integra el dúo Amaral con el guitarrista Juan Aguirre.

 

 EVA AMARAL:

“La mitad de mi familia está en paro”

-“Estoy harta de chicos atormentados”

- “Desde que Juan y yo nos conocimos hubo una conexión muy especial. Fuimos pareja, pero ahora es como si fuéramos familia, tenemos más que una amistad”

 

Tímida en las distancias cortas. Feroz y apasionada sobre el escenario. Eva Amaral habla en una entrevista conMujer Hoy’, en la que se sincera sobre las razones de su melancolía, su verdadera relación con Juan Aguirre (compañero musical y amigo íntimo) y el peso asfixiante de una crisis de la que no se quiere (ni puede) enajenar.

Acaba de publicar su último trabajo, “Hacia lo salvaje”, con el que ella y su compañero Juan Aguirre, han decidido independizarse de las multinacionales y hacer su disco más personal. Las letras, escritas en gran parte por Eva, están llenas de acantilados, bosques y asfaltos donde se estrella el desamor... Para ‘Mujer hoy’, y de manera excepcional, Eva ha accedido a conceder una entrevista sola. Es decir, sin Juan que, según las hemerotecas, habla más que ella. Todo lo contrario de lo que sucede en el escenario, donde ella lleva la voz cantante y no se esconde jamás.

En las letras de “Hacia lo salvaje” planea la idea de irse a otra parte y escapar, y es que Eva considera que “la vida últimamente se ha vuelto bastante dura; la gente está bajo mucha presión y una sensación de injusticia flota en el ambiente.  Todo eso ha influido en la temática de las canciones que hemos escrito –xplica-. El hecho de que me vaya bien en mi trabajo no significa que no sienta lo que está pasando. Yo no me puedo abstraer del mundo que me rodea: tengo a la mitad de la familia en paro y un montón de amigos en situaciones desesperadas”.

Eva acepta su tendencia a la melancolía –“yo he sido muy de ponerme canciones tristes, pero con el tiempo he aprendido que hay que saber usar la música para no hacerte más daño cuando estás mal”—afirma. Y tampoco oculta que ha sufrido por amor: “Soy una persona muy impulsiva, muy emocional y también muy confiada, así que lo tengo todo para que me hagan sufrir. Pero estoy harta de chicos atormentados, aunque en los últimos años también he conocido a buenas personas...”

Sobre la fórmula del grupo Amaral para permanecer unido, Eva reconoce que no existe ningún misterio: “Llevamos juntos tantos años y nos llevamos tan bien que, ¿para qué nos vamos a separar? Desde que nos conocimos a mediados de los 90 hubo una conexión muy especial... Juan es la persona que mejor me conoce del mundo. Fuimos pareja, pero ahora es como si fuéramos familia, tenemos más que una amistad”.

En 2008, Eva Amaral  compartió escenario con Amy Winehouse, en el Hyde Park, para celebrar el cumpleaños de Mandela, y recuerda cosas de ella que le impactaron.  “Había un coro de niños de Soweto –explica--, y cuando Amy Winehouse entró en el baño,  empezaron a cantarle su canción en la puerta. Entonces ella salió y se puso a cantar con ellos. Me dio mucha pena saber que había muerto. Es una lástima que solo haya hecho dos discos porque tenía muchísimo talento”.

[Más información: Interprofit. Mª Eugenia Cimas/Ana Vázquez. De ‘Mujer hoy’.]

FÉLIX ROMEO Y LA HARINERA

[Javier Aguirre, experto en la obra de José Antonio Labordeta y gran amigo de Félix Romeo, reside desde hace algunos meses en Cork, con su compañera Mar Herrero. Ella, durante los años de gestión municipal en el grupo Chunta Aragonesista, tuvo una relación intensa y muy concreta con Félix Romeo, que suministraba proyectos sin parar. Amaba Zaragoza con locura y amaba a sus ciudadanos. Mar Herrero, a través de Javier, me envía este texto que recuerda uno de los proyectos más amados por Félix: convertir La Harinera en una residencia de artistas, en un proyecto para creadores. Yo jamás he conocido a nadie que amase tanto la ciudad, su historia y sus creadores, y tan desinteresadamente.]

 

 

 

FÉLIX ROMEO Y EL PROYECTO DE LA HARINERA

Mar HERRERO

 

Tras la tristísima noticia del fallecimiento de Félix, he recordado el periodo en el que, entre los años 2003 y 2007, colaboró con la concejalía de Juventud del Ayuntamiento de Zaragoza. Con la ayuda del recién aprobado Plan Joven, nos propusimos el objetivo de crear espacios donde los jóvenes escritores, músicos y artistas de nuestra ciudad pudieran dar cauce a su actividad creativa, así como convertir a Zaragoza en una ciudad de referencia para los jóvenes de otros lugares. Desde la concejalía pudimos sacar adelante becas dirigidas a los creadores jóvenes. La presencia de Félix fue de gran ayuda, pues poseía una vastísima cultura que abarcaba numerosos campos. Félix daba una gran importancia a estas ayudas, por considerar que las becas podían representar al punto de arranque en el trabajo de nuestros jóvenes creadores. Todos aquellos que disfrutaron de una de aquellas becas han de saber que la tenacidad e ilusión con la que Félix abordó el proyecto hizo que ni los limitados medios de que disponíamos ni las trabas burocráticas con que a menudo nos encontrábamos nos echaran para atrás. Sin lugar a dudas, el proyecto más ambicioso que abordamos para la ciudad fue la creación de un espacio físico donde, a modo de residencia, los jóvenes pudieran trabajar, exponer sus obras, intercambiar opiniones y generar debates.

Queríamos convertir Zaragoza en un lugar de referencia en el que pudieran convivir nuestros jóvenes creadores con otros que, atraídos por lo que Zaragoza pudiera ofrecerles, dispusieran de un lugar privilegiado para disfrutar de una estancia, y generar de ese modo una sinergia de creación y vivencias que no sólo se transmitiera a la gente joven, sino a toda la ciudad, a todos los zaragozanos. Se trataba de un proyecto ciertamente ambicioso. Félix pensaba en el Manchester de los primeros 80’, magistralmente retratados en 24 Hours party people, la película de Winterbottom a la que haría referencia en más de una ocasión. Félix tenía en su mente el Berlín de la caída del muro, la Barcelona post-olímpica y su siempre recordada Residencia de Estudiantes de Madrid, lugares donde fijaba su mirada como modelos para nuestra ciudad.

Queríamos una Zaragoza culturalmente abierta, dinámica y cosmopolita. Era un placer visitar con él los espacios recuperados para nuestra ciudad, como el Palacio de Fuenclara o la Harinera de San José, y oírle comentar todas las posibilidades que esos lugares albergaban. Sin duda alguna, el proyecto que más tiempo y trabajo nos llevó fue el de la Harinera de San José. Este edificio industrial, que el Ayuntamiento salvó del derribo y conseguió rehabilitar, lo planteamos como escenario de buena parte de nuestros proyectos. Su emplazamiento, estructura y amplitud eran los idóneos. Pusimos mucho tiempo y esfuerzo en ello. Sin embargo, las obras se desarrollaron muy lentamente y finalmente no conseguimos el compromiso municipal de financiación ni las aportaciones dinerarias externas. Lo intentamos.

Recuerdo las reuniones con los responsables de una importante caja aragonesa, en las que Félix se esforzaba por transmitirles todo su entusiasmo por el proyecto. Hoy la Harinera de San José está felizmente rehabilitada, pero cerrada y en espera de un destino definitivo. En algún archivo de alguna dependencia municipal se guarda un gran proyecto para el edificio y para la ciudad. En él se reflejan los sueños de Félix. También los míos. Hay que añadir que, generoso como era, nunca quiso cobrar por su trabajo. Ante la evidencia de que el proyecto no se asumía y de que finalmente no se iba a materializar, no quiso aceptar el dinero que desde el Ayuntamiento quisimos pagarle por su asesoramiento. Así era Félix. Deseo que algún día sus sueños se vean cumplidos. Y deseo que nuestra ciudad reconozca a Félix como figura fundamental en ese gran proyecto de construir una Zaragoza abierta, dinámica, joven, culta y cosmopolita.

 

 

 

 

17/11/2011 11:03 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

JORGE RODRÍGUEZ GASCÓN RECUERDA A SU AMIGUITO-AMIGUETE FÉLIX

[Mi hijo Jorge es impredecible. Esta mañana me dice que ha escrito un texto sobre Félix Romeo, con quien discutía a menudo de fútbol y a la vez compartían muchas cosas, como se ve en este texto. Publico aquí el texto por los dos, por si puede leer desde el más allá y por ver otro acercamiento desde alguien más joven... Jorge se quedó a ver el martes por la noche el monográfico que le dedicó ‘Borradores’ y lo hizo con un interés y una pasión que no le había visto nunca, en ninguno de los más de los 260 programas anteriores.]

 

RECUERDO DE FÉLIX

 

Por Jorge RODRÍGUEZ GASCÓN

 

Félix era mucho más que un amigo de mi padre y de mi familia. Era el gran referente de mis hermanos mayores, y de mucha más gente; el más brillante, el consejero de todos. Además también era una magnifica persona, bajo ese aspecto rudo, escondía cariño a raudales y sobretodo, unas ganas locas de vivir.

La tragedia de su muerte me ha pillado muy de cerca, murió en el piso de mi hermana un trágico viernes mientras celebraban los 10 años de la revista Letras Libres en la que él y mi hermano Daniel participaban. Además hacía tan solo dos semanas habíamos compartido una magnifica paella y les enseñó a mi madre y a mi abuela una receta para hacer pulpo. El resultado estuvo a la altura de la paella, algo que mi abuela le pudo agradecer a Félix.

Curiosamente, la noticia de su muerte me la dio mi abuela (a la que él solía alabar por la buena costumbre que tiene de conservarse y ser atenta) al principio no me lo creía, luego, una vez asimilando, no me lo quise creer. Me puse en la piel de mi hermana, de Barreiros, quién lo encontró, y sobre todo; de Lina, su fiel compañera, y de sus padres. No quiero ni imaginar el dolor que estarán pasando.

Pero lo que quiero recordar de Félix es lo que era y los recuerdos imborrables que tengo de él. Ese hombre que te saludaba siempre con una palmada cariñosa y un “¿Qué tal amiguito?” (amiguete en su defecto). Sus golosinas, las que traía a todos lados. No quiero olvidar la forma en la que se divertía de un modo inocente y tierno en la piscina de mi casa, o en la de Miralbueno cuando vivíamos en Perera Larrosa y como me llevaba a hombros subiendo las cuestas de la Iglesuela del Cid (creo que hay fotos de ello). Era el mejor de los invitados en nuestras comidas, el sexto hijo en las cenas en el “Pasta Nostra Pizza Nostra”, me contagió su afición por los  helados italianos (siempre he sido muy propenso a las adicciones); cuantas veces me habrá invitado a un cucurucho de fresa o frambuesa desde que era niño…

No quiero olvidar tampoco el modo en que me chocaba antes de jugar un partido, y su expreso deseo en que lo hiciera bien. Solía dar resultado. A mi memoria vienen partidos en los que su presencia me alentó a jugar mejor. Estando Félix; en el Salvador cuando era alevín del Garrapinillos marque un hat-trick. Cuando jugaba en San Gregorio marqué mi primer gol del año y forcé un penalti. Y en San Mateo el año pasado, sus ánimos nos sirvieron para remontar y salvar el descenso. Además siempre preguntaba por el Garrapinillos. No sólo desde que mi padre es entrenador. Solía decir, más a menudo en boca de mi padre, que su segundo equipo era el Garrapinillos, después del Zaragoza de sus amores.

Me solía reprochar que fuera seguidor del Barça siendo aragonés. Y solía picarme de un modo cariñoso cuando el Zaragoza le ganaba al Barça en la Romareda. Una de sus frases míticas me la dijo en casa Emilio, una de las primeras veces que trasnoché, “Ezquerdinha es mejor que Rivaldo”, lo gracioso del caso es que lo decía de tal forma que yo entendí que lo creía realmente, hasta que tuvo que revelar a mi mente aún niña y poco dada a las ironías que era una broma. Era un gran creador de chistes y parodias de canciones y su risa, alta, grave y contagiosa es otro de los recuerdos que pretendo inmortalizar en esas líneas.

 

A modo de consuelo, dos o tres semanas después de su muerte, pude dedicarle un gol a Félix. Fue en nuestro campo, en el San Lorenzo. Su cara me vino a la mente y alcé los brazos.

Tengo la sensación de que no puedo trasmitir en palabras todo lo que la tragedia de su muerte significa. Y es que Félix tenía la extraña cualidad de hacer sentir especial a todos los que le rodeaban, señal inequívoca de que quién siempre fue especial fue él.  

A los hijos de sus amigos, como yo, a los jóvenes emprendedores, a los de su quinta consagrados y a los que no, a los mayores reconocidos y también a los olvidados. Fue el mejor amigo de sus amigos y el que menos importancia le dio a los enemigos, aunque dudo que los tuviera.

 Pudieron sentirse afortunados durante 43 años de Félix Romeo del mismo modo en que ahora nos sentimos desgraciados por su muerte. Su recuerdo, nuestro único consuelo.

 

 

*Retrato de Félix del diario ¡ABC’: tal como era.

ANTONIO GAMONEDA CON LOS POETAS ARAGONESES HOY EN EL PABLO GARGALLO

[El verano de 2008, Antonio Gamoneda vino a la Expo: aproveché para conversar con él en el Hotel Palafox. Hoy, organizado por la Universidad San Jorge y Nacho Escuín como catalizador, Gamoneda es objeto de un gran homenaje en el Museo Pablo Gargallo: Ramón Javier Jarné conversará con él y luego habrá un recital donde diversos poetas aragoneses le dedicarán un poema. Cuelgo aquí la entrevista, le había entrevistado en 1989 en Casa Emilio, porque es un escritor muy interesante siempre.]

 

Entrevista. Antonio Gamoneda (Oviedo, 1931) es uno de los grandes poetas españoles del último cuarto de siglo. Autor de libros como “Blues castellano”, “Descripción de la mentira,” o “Libro del frío”, su obra tiene algo de mística de la materia y de alegoría sobre el drama de la vida y el placer de la búsqueda. Recibió el premio Cervantes en 2006.

 

“Soy un proletario que escribe poemas”

 

“El poeta es impúdico y debe serlo”

 

“La poesía puede ser una liberación

satisfactoria y una forma de placer”

 

 

Antonio Gamoneda (Oviedo, 1931) ha estado hace unos días en Zaragoza, invitado por el Pabellón de España. En la Tribuna del Agua leyó un conmovedor, “Ha de llover”, una pieza épica sobre el silencio, el olvido, la represión y la necesidad de defender la memoria histórica. Antonio Gamoneda cosechó el premio Reina Sofía en 2005 y el Premio Cervantes en 2006.

Usted aprendió a leer en un libro de poemas, “Otra más alta vida”, que firmaba Antonio Gamoneda, su propio padre.

Este libro es significativo de otra cosa: es significativo, precisamente, de que en aquellos meses yo, con los cinco años cumplidos, quería aprender a leer y no se podía porque el ejército se había sublevado contra la II República y estábamos ya plenamente en la Guerra Civil. Las escuelas no se abrían así como así. Hubo una muy fuerte expulsión de maestros. Entonces, este libro, datado en 1917, que podía tener la entidad significativa, incluso afortunada y hermosa de que yo aprendiese a leer con un libro de poemas de mi padre, lleva consigo la otra significación: el contexto histórico era bastante duro; sino no hubiera aprendido a leer con este libro, que era el único que teníamos en casa, aunque mi padre en su biblioteca perdida tenía ejemplares dedicados por Valle –Inclán, Unamuno, Azorín...

¿Conoció a su padre, periodista y poeta modernista?

Yo creo que no tenía un año cumplido cuando se murió en 1932 y mi madre me contaba que yo los reconocía, pero eso no quiere decir que a esa edad eso pueda generar memoria. Mi padre era periodista, y director y administrador de un diario. Lo que me contaba mi madre de él estaba rodeado por el amor que le conservó incluso cuando ella estaba ya en plena senilidad. Emigramos a León por el asma de mi madre.

Pero, ¿su padre era como un fantasma para usted?

No, un fantasma, no. Pero, por una especie de paradoja expresiva, era una ausencia que estaba constantemente presente. Mi padre había muerto, pero ese ausente que era mi padre, la misma actitud hacia mí de mi madre, creaba una presencia constante, lo que podríamos llamar presencia de la ausencia.

El hecho de que el libro se llame “Otra más alta vida”, ¿puede entenderse como una definición de la poesía?

Yo pienso que este título hay que leerlo en términos dialécticos. Hay que leer no su contrario pero sí la referencia oculta pero real del título. Si hay una aspiración a otra más alta vida, se trata y sucede porque hay un disgusto, una disconformidad con la vida que se tiene para todos los días y para todos los seres humanos sobre la Tierra.

¿Cómo evolucionaba ese joven que desarrollaba su educación sentimental paralelamente a la del poeta autodidacta?

Esto nos llevaría a una síntesis biográfica un poco complicada. Permítame una pregunta: ¿por qué al día siguiente de cumplir catorce años yo estoy encendiendo a las cinco de la mañana con carbón la caldera del banco Mercantil? El pequeño patrimonio que pudiera tener mi madre en Asturias había desaparecido y teníamos unas circunstancias duras de vida, muy duras. Ahora respondo: yo estaba encendiendo aquella caldera a las cinco de la mañana porque había tenido que salir huyendo de un colegio religioso donde se practicaba la pedofilia con frecuencia y mal gusto. Desaparecí del colegio y le planteé a mi madre la alternativa de que yo quería trabajar; no tenía la edad, pero la tuve al cabo de unos pocos meses y se dio la circunstancia de que ése fue mi primer trabajo…

Un trabajo de recadero, de botones, de chico para todo, ¿no?

Sí, sí, pero con la particularidad de que yo tenía dos jornadas a los catorce años: una, de botones, de recadero, no muy propia de un chiquillo; pero luego tenía también la ya inexistente condición laboral de meritorio. Se trataba de hacer méritos para ir trascendiendo. Entonces era cuando empezaba mi segunda jornada y yo empezaba a las cinco de la mañana y terminaba a las ocho de la tarde, con un rato para comer. Esa experiencia no me ha dejado amargura. Creo que me ha dejado una comprensión de la vida que no hubiera tenido si yo hubiera sido hijo de un papá afortunado.

Su poesía inicial, por ejemplo “Blues castellano”, incluso “Descripción de la mentira”, sajados por la censura, comprende libros donde asume su lugar en el mundo, su clase social, y donde denuncia la represión, la violencia, el olvido ¿Está de acuerdo?

Seguramente es en esos pocos libros donde se hace más evidente todo eso, pero creo que no ha desaparecido de mi escritura el hecho de que yo sea, por decirlo así, con una palabra que ya no usa nadie, un proletario. Soy un proletario que se da la circunstancia de que escribe poemas. En todo caso, tengo que reconocer, me guste o no me guste, que mi materialismo es un tanto visionario. Y esa circunstancia preside gran parte de mi escritura porque mi escritura es constante y únicamente autobiográfica.

En sus libros siempre me ha impresionado esa idea pertinaz del frío, del invierno, del paisaje desolado, algo que se refleja en uno de sus poemarios más estremecedores que es el “Libro del frío”. El frío y la nieve, más que el agua, como emblema de la muerte.

Yo vivo en una localidad y en una provincia fría y, por tanto, como circunstancia, como componente del mundo sensible que me rodea, la nieve tiene una presencia fuerte en León; por tanto, no es extraño que si, como decía antes, mi escritura es fundamentalmente o quizá únicamente autobiográfica, ese contexto natural te viene dado también por la nieve. Y a la nieve le ocurre lo mismo que al agua (escribí por entonces uno de mis poemas más físicos, “Siento el agua”) porque a fin de cuentas es agua en estado sólido con unas virtudes visuales y de otros órdenes característicos. Y aparece la proyección simbólica de la nieve, el entendimiento de la nieve como el frío preambular de la muerte.

Otro detalle sorprendente, vinculado al paisaje: da la impresión de que su poesía nace del paseo, de la contemplación, casi de la “andadura”, como dice usted.

Esto es muy frecuente, por ejemplo, en Claudio Rodríguez, creo que escribió prácticamente su obra andando, y yo, también. La andadura, y hasta podría decir por qué, es la creación de una circunstancia en la cual tu pensamiento puede dar ese pensamiento poético. Lo que pasa es que ahora tengo problemas de osamenta que no me dejan andar todo lo que quisiera y tengo que aprender a andar más bien sentado. Es muy importante sobre todo para el poeta porque el paso crea una rítmica. La rítmica del paso se incorpora a la sensibilidad del poeta y de alguna manera termina estando presente en la escritura también.

¿En qué medida la poesía ha sido para usted adivinación, presagio?

Paul Valéry decía que el primer verso nos lo regalan los dioses. Es una manera irónica e inteligente de decir que el primer verso, y seguramente todos los que le siguen, es ajeno a cualquier proyecto, a la premeditación, a un diseño. El primer verso, y la poesía, es una especie de aparición. Aparece en ti. El pensamiento no es otra cosa que lenguaje, lenguaje íntimo, lenguaje interior. De repente en tu pensamiento aparecen palabras que están dotadas de una rítmica, es muy posible que sea ya la iniciación del poema.

Dice que su poesía es autobiográfica. ¿Se siente impúdico cuando hace poemas?

Si mi escritura no es una emanación de mi vida, no me interesa. Y si es una emanación de la vida tiene que serlo hasta el punto de no encubrir, no ocultar. Por naturaleza y casi por obligación, el poeta es impúdico y debe ser impúdico. La principal utilidad de la poesía consiste en que puede convertirse en una liberación satisfactoria, en una forma de placer. De esto mismo hablan Giaccomo Leopardi y otros poetas grandes.

¡Quién lo diría: Gamoneda aboga por el placer! Parece usted siempre tan serio, tan grave, tan taciturno.

No se crea. Recibo bastantes cartas de gente joven y hasta muy joven que me dicen que mi escritura les ha proporcionado una, no dicen una satisfacción, dicen algo así como una iluminación, una conformidad con la vida finalmente, y yo no sé qué. La poesía no necesita explicaciones, incluso no le convienen. El poema en sus contenidos más o menos comprensibles puede estar cargado de amargura, pero finalmente se configura como una pieza cuya lectura proporciona placer. Un poema desolador es el de Jorge Manrique, “Coplas a la muerte de su padre”; cuando lo lees, lo haces buscando algún tipo de placer. Esto no es exclusivo de la poesía.

La primera recopilación de su lírica, en el año 88, en el volumen “Edad” pareció concentrar el foco nacional en su escritura. Pasaba de ser un poeta de provincia…

Alto, alto. Era y sigo siendo un poeta de provincia y a mucha honra. Mi hábito y mi manera de ser consiste en ser un provinciano, y el mejor poeta de mi barrio.

Desde la publicación de “Edad”, la antología de una revelación, por decirlo así, han pasado muchas cosas. Publicó el “Libro de los venenos”…

Sí, sí, claro. Estudié el “Dioscórides” y la obra de Andrés Laguna, que era un escritor excepcional. Una maravilla.

… publicó “Arden las pérdidas” y ha ganado el Premio Reina Sofía en 2005 y el Premio Cervantes en el año 2006. ¿Cómo lo ha vivido?

Sin duda, los premios me han proporcionado satisfacción, si no me la proporcionasen los hubiera rechazado. Me han producido satisfacción, agradecimiento, pero simultáneamente la conciencia de que el día que me daban ese premio mi poesía no era mejor que el día anterior. He tenido que pagar una pequeña factura que consiste en que llevo año y medio sin casi escribir porque viajo constantemente y estoy muy fatigado, pero no todo va a ser bueno y además gratis. Vengo a la Expo encantado: me siento un poeta del agua, en el agua y con el agua, por decirlo de algún modo. Con los galardones, hay que pagar la factura. Y lo hago con mucho gusto.

17/11/2011 13:02 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

FALLECE EN CHILE PILAR DONOSO

[Pilar Donoso, hija de María Pilar Serrano e hijastra de José Donoso, acaba de suicidarse en Chile. Hoy le dedica un estupendo artículo en ‘El País’ el crítico literario argentino J. Ernesto Ayala Dip. Hace algún tiempo yo publiqué esta nota sobre ‘Correr un tupido velo’ en Heraldo de Aragón. Lo recupero hoy. Como recordaréis algunos, hace poco le dedicábamos en ‘Borradores’ un monográfico a la creación cultural del Matarraña.]

 

 

Calaceite, el paraíso hostil de Donoso

 

Donoso, en el mar de viñas

y olivares de Calaceite

 

Los años “duros y solitarios’

de Donoso en Calaceite

 

Pilar, la hija del escritor, publicar ‘Correr el tupido velo’ (Alfaguara) que reconstruye la vida y la obra del autor de ‘Casa de campo’

 

La figura del escritor chileno José Donoso (1924-1996) está asociada a Calaceite, “un pueblo de dos mil habitantes (…) que es uno de los más bellos y no prostituidos de España”, tal como él lo definió. Allí, a principios de los años 70, aquel escritor errabundo adquirió una casa vieja por 600 dólares y logró disponer de un viejo sueño: plantó un jardín en lo que había sido un patio empedrado que le evocaban el mundo de su niñez y de su adolescencia. En Calaceite ensanchó el universo de su narrativa y trabajó intensamente en el gran edificio de voces y personajes de libros como ‘Casa de campo’ y ‘El obsceno pájaro de la noche’. Pilar Donoso, hija adoptiva del escritor y de su esposa María Pilar, lo cuenta en un libro fascinante, que acaba de presentarse en Madrid: ‘Correr el tupido velo’ (Alfaguara), suspenso en tres pilares: sus propios recuerdos, los diarios inéditos del escritor, redactados entre 1959 y 1994, y los diarios de su madre. José Donoso -en este volumen de rabioso amor y de recuperación del padre y del escritor- resulta un personaje complejo y contradictorio, con una gran capacidad para la fabulación: egoísta, solitario y magnánimo a la vez, gran lector, una criatura poblada de fantasmas, obsesionado por la escritura, por la familia, por la enfermedad y por su presunta, y secreta, homosexualidad.

Pilar Donoso dedica un capítulo completo a la estancia en el pueblo turolense: ‘Calaceite, 1971-1974’. Define así la vivienda: “Era una casa bella, toda de piedra, con un living grande que tenía como originalidad dos chimeneas y el cielo de bovedilla catalana; troncos a la vista, cada medio metro, entre tronco y tronco, una pequeña bóveda de yeso y las paredes de piedra descubierta. En el tercer piso estaba la ‘solana’, granero típico de las casas de la región, con una vista incomparable hacia la sierra de los campos de olivos”. En ese lugar escribía José Donoso, mientras su hija asistía a la escuela y su mujer se aburría mortalmente, y traducía ‘La letra escarlata’ de Nathaniel Hawthorne.

Cuando llegaron a Calaceite, los Donoso se instalaron en la fonda Alcalá hasta que concluyeron las obras; iban a Barcelona a ver a los García Márquez y a los Vargas Llosa, pero también a Cortázar y a Carlos Fuentes. Cuando aparecían, Gabo gritaba: “¡Ya llegaron los primos de provincia!”. De vez en cuando, los hijos de García Márquez y de Vargas Llosa pasaban algunos fines de semana en el pueblo: los niños jugaban y soñaban y se contaban cuentos mientras los padres hablaban de literatura y de Latinoamérica. Calaceite también es definido así por Pilar Donoso: “pueblo de piedra, teja y campanario. Una isla entre un mar de viñas y olivares”.

Tras el primer año de estancia, la madre se desesperaba en aquellas soledades y empezó a complicarse la relación con el escritor. Pilar Donoso dice que se sentía “frustrada y recluida” y que solía escaparse a la ermita de San Hipólito “a llorar para desahogarse y para huir del encierro de la casa”. María Pilar Donoso también redactó unos interesantes diarios, donde revela: “Hace tiempo, años, que no tenemos relaciones sexuales, desde que el sexólogo que veíamos le dijo a Pepe que me dejara la iniciativa a mí. Pepe dice (…) que espera poder volver a tener una vida sexual conmigo, pero que por ahora es una parte de su ser que está dormida”. La hija afirma: “[Mi madre] necesita sentirse un ser valioso, objeto de amor y se vuelca cada vez más hacia los animales y el alcohol”. El recuerdo de aquellos años de Donoso tampoco es alentador: “Sin embargo, debo decir, con cierta amargura, fueron años muy solitarios y muy duros, ya que mi núcleo familiar era demasiado distinto a los del pueblo y era inútil ensayar posturas de campesinos”. Pilar Donoso le corrige: “Pienso en esta visión que mi padre da sobre Calaceite y la encuentro parcial, distorsionada (…) Fue una de las épocas más fructíferas para su creación literaria, produjo más novelas que nunca. Para mí, Calaceite es el único lugar que reconozco como propio desde una vida de trashumancia, siguiendo el peregrinaje de mi padre en busca de la tierra prometida, Chile”. En Calaceite recibió la noticia de la muerte de Pablo Neruda.

La casa de Calaceite pasó a ser el refugio español de los Donoso, pero cuando se casó la autora de ‘Correr el tupido velo’, “mi padre decidió venderla para regalarme el dinero. Hoy la habita Jane Alexander, que la ha mantenido como estaba desde el día que la dejamos por última vez”.  

 

CORTE

El cura joven, Buñuel y el desmayo

José Donoso llegó a Calaceite, atraído por las constantes preguntas sobre vocablos ‘chilenos’ que le hacía su traductor Didier Coste, que residía en el pueblo. Una de las amistades más importantes de ese tiempo, además de los autores del ‘Boom latinoamericano’ y de escritores catalanes, fue la de Luis Buñuel, que iba a verlo con sus hermanas Conchita o Margarita, con su hermano Leonardo o con su sobrino Pedro Christian García Buñuel. “Caminaba junto a mi padre por el pueblo y al atardecer se sentaban frente a la chimenea y de adentraban absortos en largas conversaciones”. La primera vez que fue al pueblo, Buñuel preguntó a Donoso por el cura, y éste le dijo, con picardía: “Una lata: joven, moderno, viste ternos claros y hasta camisas deportivas; va a la plaza a conversar por las tardes, al bar con sus amigos… Una verdadera lata”. Los Donoso también iban a la quinta familiar de los Buñuel en Calanda y asistieron a la ceremonia de la Semana Santa. Dice Pilar Donoso: “Mi padre, agobiado con ese ruido ensordecedor, empezó a inquietarse al punto que se desmayó. Su cara estaba desfigurada, con espuma que salía por su boca, en una especie de ataque epiléptico que aterró a todos”. Buñuel intentó llevar al cine ‘El lugar sin límites’ y luego ‘El obsceno pájaro de la noche’. No lo logró, pero “como siempre como amigo en su vida”.

 

FICHA:

Correr el tupido velo. Pilar Donoso. Alfaguara. Madrid, 2010. 444 páginas.

 

 

'CIEN MIL MILLONES DE POETAS': DEMIPAGE RECUERDA A QUENEAU

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Cien mil millones de poemas


En 1961 salió a la luz un libro mítico, Cien mil millones de poemas, de la mano de Raymond Queneau. Este libro, insignia del Oulipo (abreviatura de lo que en castellano sería «taller de literatura potencial») propone 10 sonetos cuyos versos son combinables y riman entre sí, dándose así hasta 100.000 millones de combinaciones posibles.
En su cincuenta aniversario, 10 autores y poetas de la élite de nuestra literatura homenajean a Raymond Queneau creando cada uno un soneto para dar lugar a este mismo número de combinaciones y a este objeto «imposible» que es ya una joya de la literatura contemporánea.



De este modo:

Jordi Doce
Marta Agudo
Fernando Aramburu
Rafael Reig
Pilar Adón
Julieta Valero
Javier Azpeitia
Santiago Auserón
Francisco Javier Irazoki
Vicente Molina Foix



los encargados de firmar este libro, recrean el juego oulipiano en nuestra propia lengua. 10 firmas de lujo absolutamente volcadas en este proyecto que homenajea también a una de sus influencias de creación, ya que todos se confiesan grandes admiradores de Raymond Queneau.
Cien mil millones de poemas, un objeto único, en su 50 aniversario, ideal como elemento de referencia de bibliotecarios, libreros, amantes de la poesía y del diseño de los libros bien confeccionados. Esta lujosa edición, ya en su formato de proyecto, ha sido alabada por libreros y amantes del libro en general, por los propios participantes y por un gran número de autores de primer orden que se han quedado sin poder participar debido a las restricciones del formato.


Un homenaje, realizado por autores entre los que se encuentran premios nacionales de poesía, de traducción, aclamados críticos y narradores, que ha contado además con la participación de los mejores artesanos del mundo del libro en nuestro país para garantizar un troquelado y una encuadernación acordes con el nivel de exigencia del proyecto, dando pie de este modo a una participación total de todos los sectores de la industria del libro para esta mimada edición.

 

17/11/2011 17:14 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

EMILIO QUINTANILLA, TRES POEMAS

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TRES POEMAS DE EMILIO QUINTANILLA BUEY

DE SU POEMARIO 'REGRESAR A BOMARZO',

PREMIO ISABEL DE PORTUGAL DE POESÍA

 

 

8.

Desde que, junto al Tíber,

perversa y bella ninfa visionaria,

me abdujiste una noche

mi verso se transforma cuando canta

y puede hacer de un salmo gregoriano

una epopeya orgásmica.

Sexualiza el poema, busca siempre

la vulva en las palabras,

porque cada palabra de mi verso

esconde una hendidura bilabiada

que tiene arriba una pequeña, eréctil,

sutil protuberancia.

 

 

23.

Mi verso, que es humano,

tiene sus obsesiones y sus vicios

y manifiesta a veces

la obscena ordinariez del reprimido.

                      Trata de comprenderle y mientras puedas

accede a sus caprichos.

Si lo que quiere es sexo, dale sexo,

si cariño, cariño,

si te habla de la muerte, no le digas

que puede suceder mañana mismo,

y si quiere, por fin, volver a casa,

enséñale el camino.

 

 

 

 

 

 

 

34.

 

                      Pero bajo el cadáver, ya ceniza,

                      de mi verso renace un verso nuevo.

                      No todo está perdido.

 

                      En el surco la tierra está alumbrando

                     un diminuto brote polifónico

con venillas azules.

 

Voy temprano a Bomarzo

cuando las sombras tienen sed de aurora

y el sátiro fornica.

 

Llego al lugar donde mi verso yace,

me arrodillo, me inclino sobre el surco

y aproximo el oído

 

para escuchar el canto de esperanza

Rubén de nuevo— que me brinda un suelo

palpitante y fecundo

 

                      mientras desde la rama de un cerezo

                      mira a la luna un ruiseñor noctámbulo

que se hará alondra al alba.

 

ANA BORDERAS, PREMIO NACIONAL DE PERIODISMO CULTURAL 2011

La periodista Ana Borderas ha sido galardonada con el Premio Nacional de Periodismo Cultural, dotado con 20.000 euros. El Ministerio de Cultura reconoce la labor de profesionales del periodismo que, bien con sus obras, o bien a través de su participación activa en diversos ámbitos de la creación artística o literaria, fomentan las actividades culturales contribuyendo con ello al enriquecimiento del patrimonio cultural de España.

Ana Borderas (Eibar, País Vasco, 1962), licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid, es directora del programa cultural ‘La Hora Extra’ de la Cadena SER. Inició su trayectoria profesional como redactora en Radio Vitoria. En 1985 se incorporó a Onda Madrid donde fue jefa de programas y se ocupó durante 4 años de la organización y presentación de los premios de cine que otorga esta emisora. En 1992 se une a los servicios informativos de la Cadena SER. Lleva 13 años al frente del programa cultural ‘La Hora Extra’, que el año que viene cumple su vigésimo aniversario. [Nota del Ministerio de Cultura.]

 

19/11/2011 18:57 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

EL ARA DE EDUARDO DE LA CRUZ

EDUARDO DE LA CRUZ VIAJA POR EL SALVAJE RÍO ARA

Eduardo de la Cruz, realizador independiente, acaba de realizar un documental: ‘El Ara. El último rio salvaje’, que ha grabado en alta definición y que tiene cincuenta cuatro minutos de duración. Eduardo trabaja ahora en otro documental sobre Ricardo Compairé. Ha declarado a la revista ‘Pirineodigital.com’ que la obra es un tributo al mismo río Ara, “posee una belleza espectacular y un entorno muy singular, y este trabajo busca dar a conocer el viaje que realiza y lo que el río va descubriendo en su camino. Desde mi casa en Broto veía pasar al río y siempre me venía a la mente recorrerlo desde su nacimiento hasta su muerte en el embalse de Mediano y porque, además, está considerado  milagrosamente aún el último río virgen del Pirineo”. Eduardo de la Cruz concede al río tiene su propia voz, que se la da el actor Manuel Galiana, introductor también del documental. Entre otros intervienen en el documental Eduardo Martínez de Pisón, Alfredo Ollero, Severino Pallaruelo, Antonio Pla, Carlos Baselga, Virginia Rubio.

FERNANDO BELTRÁN: UN DIÁLOGO

“Una imagen no vale más que una sola palabra”

 

El poeta Fernando Beltrán (León, 1955), creador de términos como OpenCor, La Casa Encendida o Amena, cuenta su historia de ‘nombrador’ en ‘El nombre de las cosas’

 

Empecemos de modo elemental: ¿qué es ‘El nombre de las cosas’ (Conecta, 2011)?

Es la historia de mi vida y de mi andadura profesional, entendiendo la poesía como un oficio.

¿Puede ser la poesía una profesión?

Me fui de mi casa a los 17 años porque quería ser poeta. Y eso significaba aceptar aquel aserto: “De la poesía se vive, pero no se come”. Y tuve que buscar mil oficios distintos: fui librero, actor, guionista, periodista, colaboré con varias agencias. Pero siempre tuve claro que eran trabajos circunstanciales y de poca duración: al final siempre estaba un libro de poesía, que aparecía como un vómito, como algo muy intenso y personal.

¿Y cómo llegó a esta profesión que le ha hecho famoso?

Observé que en las diversas campañas se hablaba de diseño gráfico, de logos y anagramas, de estrategias publicitarias o comerciales, pero que los nombres no tenían especialistas. Siempre te decían: “Dale una vuelta al nombre. A ver si se te ocurre algo”. Para eso ni siquiera existía tarifa. Y yo me dije: “Qué cosa más extraña: el nombre es importantísimo”. En realidad, casi todo empieza por una identidad verbal.

¿No habíamos quedado en que una imagen vale más que mil palabras?

Desde luego, pero una imagen no vale más que una sola palabra. Pasé una auténtica, y veces desesperada, travesía del desierto de ocho o nueve años, entre 1988 y 1997. No era fácil convencer a los clientes. Ahora, tras el gran éxito, intento disfrutar y ser dueño de mi tiempo: sigo teniendo una empresa pequeña. Ahora me llama mucha gente joven, que quieren dedicarse a lo mismo: el ‘naming’.

Concretemos: entonces usted es...

Soy nombrador, nombre que no recoge la RAE. Una vez mi hija pequeña dijo que su padre era “poeta y nombrador”. Me pareció una excelente definición. Soy el que nombra, un creador de nombres, que no de marcas, la marca viene luego. Me ocupo de la página en blanco a partir de un embrión.

Dice que el libro que ha leído más veces es ‘Cien años de soledad’ de García Márquez...

Sí, hay una frase que me gusta mucho: “El mundo era tan reciente que las cosas no tenían nombre, y para nombrarlas había que señalarlas con el dedo...” El nombre nace de la existencia de una laguna verbal y de la necesidad de llenar ese vacío, aunque uno dude siempre antes de hacerlo.

Recuérdenos algunos de sus nombres: Amena, Faunia, 8’17’, Opencor, La Casa Encendida, La Gavia, Novela...

Lo de Amena me llegó de rebote, cuando solo faltaba cuatro semanas para que se pusiera en marcha. Entonces se llamaba Retevisión Móvil. Pensé que si quería tener algunas opciones tenía que alejarme de lo convencional, huir de la terminología inglesa y del concepto tecnológico. Y pensé en un término joven, distinto, femenino, que al mismo tiempo fuera cordial, sorprendente, próximo. Y gustó muchísimo.

¿Y Faunia?

Faunia es el Parque Biológico de Madrid. No iba nadie. Con este nombre empezó a llenarse de gente. Presumo mucho de otro nombre de una empresa de Energía Solar de Zaragoza. De repente, puse en la pantalla 8’ 17’’. Nadie entendía nada: “eso es lo le cuesta al rayo llegar a la tierra desde que sale del sol”, expliqué. Les entusiasmó. El nombre es de quien lo crea, claro, pero aún más es del cliente que apuesta por él. Otra vez me llamaron para una empresa de expansión exterior. Era un nombre difícil: después de darle muchas vueltas, escribí P4R. Tampoco entendían nada: les dije que lo había tomado del ajedrez, peón, cuatro, rey, y que era “la apertura española”.

Otro de sus nombres es ‘La casa encendida’.

Me pareció muy bonito jugar con el título del libro de Luis Rosales y con lo que se espera de un espacio así.

¿Qué le deben sus nombres a la poesía?

He llegado y llego a casi todos los nombres, alrededor de 500, a través de la poesía. La poesía es síntesis: el poeta dice mucho en un verso y el nombrador dice mucho con una sola palabra; el poeta cambia el nombre de las cosas y les añade acepciones. Neruda llama al amor de 47 formas distintas: es un ciclón y un cíclope. Es un poeta impresionante. Una de mis referencias, con César Vallejo y con Lorca. En la poesía que escribo intento hallar mi vida, y está entre la furia y la delicadeza, entre la mirada íntima y lo que ocurre fuera; y con la elección de nombres intento designar la verdad de los demás a través de sus proyectos, sus inquietudes, sus ideas y su propia biografía.

Creo que ha colaborado con Isidro Ferrer.

Sí, fue una experiencia preciosa. Hemos bautizado como Asombra ese espacio donde se comercializan los trabajos de los pintores, escultores y diseñadores que están en la cárcel. Son gentes que están en la sombra, es la creación que parece inmersa en el túnel y que de pronto sale a la luz. Asombra. Además, tengo una preciosa historia con Aragón...

¿Cuál?

Hace casi treinta años, en torno a 1983, descubrí la obra de Miguel Labordeta. Me impresionó tanto que cogí un tren y vine aquí: estuve dos días, recorriendo las calles, releyendo sus versos. Fue como una cita a ciegas con Zaragoza de la que conservo un recuerdo imborrable. Tuve la misma sensación que tengo siempre que vuelvo: los aragoneses siempre van de frente. 

 

 

*La foto de Fernando Beltrán la tomo de internet: pertenece a los archivos de abc.

CLAU & GISTAÍN: VINO Y MEMORIA

 

 

Dulces piedras escondidas. María Pilar Clau & Mariano Gistaín. Denominación de Origen Cariñena / Cajalón. Zaragoza, 2011. 104 páginas.


 
Mariano Gistaín es un periodista fundamental de la historia de la prensa de la transición. Destaca por su imaginación, su mirada incomparable sobre la realidad, por la creación de lenguaje y por su apuesta por las nuevas tecnologías. A la par que firmaba distintas secciones como ‘Las espinas de la rosa’, ‘La ciudad desnuda’ o ‘La ciudad de las gaviotas’ en los periódicos en que ha trabajado, tanto ‘El día de Aragón’ como ‘El Periódico de Aragón’, firmó algunos libros de ficción muy interesantes, con ese sello suyo tan peculiar, entre surrealista, lúcido y desternillante: ‘La mala conciencia’, ‘El polvo del siglo’ y ‘La vida 2.0’.
Desde hace dos años, Mariano Gistaín ha emprendido una nueva carrera literaria: firma sus libros con la escritora y periodista María Pilar Clau, con quien se casó en 2009, y ambos han fundido en una poética única dos estilos complementarios que han dado lugar a varias ficciones. La última es ‘Dulces piedras escondidas’, que publica la Denominación de Origen de Cariñena y que inaugura una colección en la que pretende aunar la invención pura, la libertad creativa y el contexto de los viñedos en esa área marcada por el peso de la historia, una naturaleza deslumbrante tocada por el oro del alba y los crepúsculos y de la leyenda, y la renovación constante de la industria vinícola.
Gistaín y Clau crean una ficción que transcurre entre Estados Unidos, una órbita de fantasía, vinculada al siglo XIII y a la conquista de Zaragoza en 1118, y los campos de Cariñena. El relato comienza cuando Juan y su hijo David llegan a Barajas, tras un vuelo transoceánico de doce horas desde Miami, alquilan un Opel Corsa y se lanzan por la autovía de Madrid en dirección a Cariñena. De ahí es Juan, y lleva más de 37 lejos de su villa natal: sus hermanos Goyo y Toné le recomendaron que se marchara del pueblo, quizá por esos extraños celos; una de las “imperfecciones” de Juan consistió en que estaba muy unido a su padre y que se pasaba el día pegado a sus pantalones. Ahora, a Juan lo ha reclamado su hermano Goyo porque le ha tocado en herencia una casita. Juan y David apenas hablan: ambos sienten demasiada hostilidad en su corazón y arrastran experiencias amargas que marcarán su regreso, su psicología e incluso sus suspicacias, o lo que los autores llaman “autismo, maraña de agobios y ansiedades”.
De golpe, una joven hambrienta, aparece en su vida en uno de los bares que están ante La Aljafería. La invitan a un bocadillo tras otro, y ella, poco a poco, les revelará su extraña condición: no es una mujer corriente y moliente, es una princesa mora, Aire Fajla, que se quedó cautiva y que está esperando a que alguien escriba su historia para encontrar la libertad definitiva. Ese es el sesgo fantástico del libro: la hilazón mágica de un relato que posee una atmósfera de inquietud y de desgarro constante. En realidad, Juan y David, de modo distinto, esconden muchos secretos, llevan consigo un arsenal de dolor, de malos recuerdos. Uno de ellos, bastante lacerante, son las dificultades que han atravesado en Estados Unidos, se han sentido desamparados y al borde del desastre, lo cual les llevó a tener que rebuscar en los contenedores de la basura para poder vivir (y ahí quizá se les haya ido un poco la mano a los autores: hay algo de enfático e inverosímil, de tendencia a lo lacrimógeno en exceso, aunque quizá también sea una forma de explicar la crisis); se han sentido abandonados por Bet, la madre del joven y esposa de Juan, que lo ha cambiado por un hombre rico. Y no solo eso: Juan ha conseguido un gran éxito editorial con un manual de autoayuda. Y David, y no debemos revelar muchas más cosas, es en realidad una suerte de ‘hacker’, un joven que ha contado con un profesor de infamias desde la informática: Jalisco. David es capaz de meterse en cualquier ordenador y de acceder a secretos de estado, de empresa, de amor. Lo que haga falta en esos mundos de ciberguerras.
Así llegan. Y van a descubrir muchas cosas: nada es lo que aparenta. El tiempo, como las piedras, oculta muchos enigmas. David vivió una historia de amor con Laura, a la que reencuentra casada. Hay una especie de charlista o contador de historias como Serapio, que encarna la memoria de la tribu y de los viñedos; está el ucraniano Wladi, que sueña con que le adopten Laura y su marido Javier. Y está la joven Marta, a punto de acceder a la Universidad. Y la anciana Dora, que sabe lo que nadie sabe. Este sería el ‘dramatis personae’ de una novela breve que avanza en varias direcciones: en la psicología de Juan y David, en su búsqueda, en sus recelos; en los pantanos del mito, tanto el de la princesa, el de Cariñena y el de su evolución inteligente, ambiciosa y controlada, gobernada por alguien tan especial como Óscar, el poeta enólogo que sostiene que “la vida es un anuncio vertiginoso”, y avanza en el esclarecimiento de una serie de circunstancias que le confieren al libro esa textura de narración de intriga con sorpresa final y con un cierre poético. Pero, además, Clau y Gistaín se enfrentan al paisaje, al mundo de la fabricación del vino y del cuidado de los campos. Dicen los autores: “Para obtener una buena vendimia, un vino excelente, hay que sentir cada grano, cada cepa (...) El vino es sagrado”. Los novelistas incorporan a la novela la crisis económica, la crisis de valores, el desamor, la polémica del pepino y, entre otras cosas, el tsunami de Fukushima. ‘Dulces piedras escondidas’ habla del “latido ancestral” y del “pulso telúrico de las piedras”, de las complejas relaciones familiares, de los amores rotos y de lo difícil que es entender algo de la vida.

20/11/2011 10:33 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

GARRAPINILLOS, 3- ARENAS, 0

 

El Garrapinillos, por distintas razones, llevaba dos fines de semana sin jugar: primero se suspendió el partido ante el Movera y la semana pasada ante El Salvador. El equipo se había aupado a la cabeza de la clasificación tras su victoria ante El Burgo y ante el Anento. Hoy nos enfrentábamos al legendario Arenas, el equipo en el jugó Tomás Hernández ‘Moreno’, el de la delantera del Barcelona que cantó Serrat (Basora, César, Kubala, Moreno y Manchón), con el que habíamos jugado en pretemporada un vibrante partido que acabó 4-4. Recuerdo que el cineasta Antonio Artero siempre se confesaba, con un punto de nostalgia, del antiguo Arenas. El Garrapinillos tenía algunas bajas: a las ya consabidas de Néstor, Rafa, Pitu, se sumaron otras ausencias: Quique Romero, Kike Alcubierre y Jaime. El equipo no ha repetido formación en ninguno de sus partidos y hoy tampoco. Formó con: Sergio Calvo; David Mateo, Jorge Beltrán, Javier Lacabe, Dani Pekerul; Diego Rodríguez, Jorge Blasco, Fran Moreno; Óscar Cambra, Eloy Mateo y Jorge Rodríguez. En el banquillo, esperando su turno, estaban Alberto Luna, Alberto Rubio, Eduardo García ‘Pirri’, Jesús Ángel y Luisito. Jugaron todos.

El Arenas pareció entrar mejor en el choque y generó una de esas jugadas al contragolpe que deciden una tarde: la salvó Sergio Calvo, nuestro arquero, y a partir de ahí el Garrapinillos empezó a jugar con comodidad y dominio. Abrió el juego a las bandas, combinó en el centro y pronto entraron en juego Eloy, Óscar y Jorge arriba. El equipo ganó muchos enteros cuando Jorge Beltrán tomó el centro del campo y disputó todos los balones por arriba. Los disputó, los ganó casi siempre y distribuyó todo lo que pudo. En una de las mejores jugadas de la tarde, con todo el bloque concentrado, David Mateo profundizó por la banda y centró para que marcase su hermano Eloy. Poco después, Óscar engancha un balón cerca de la media luna, desborda hacia la izquierda, burla con nitidez a tres rivales y le cruza el balón al arquero. Era el 2-0. Y el Garrapinillos enhebraba un buen balompié: de toque, de velocidad, de complicidad.

En la segunda parte, el equipo salió frío. Un tanto descentrado. A Jorge Blasco, hoy capitán (celebraba, además, sus 29 años), se le agotó el gas: en su lugar entró Alberto que iba a marcarse un gran partido en el eje del centro del campo. Alberto Rubio entró por Jorge Rodríguez, que también había hecho un buen partido... Ellos atacaban con más empuje que con peligrosidad; con todo Sergio realizó dos o tres paradas de mérito. La entrada de Luna, más fresco, le dio nuevo impulso al equipo, Óscar seguía generando ocasiones, igual que Eloy, y finalmente sería Diego quien sentenciaría con un tercer tanto. Al final, el Garrapinillos volvió a hacerse dueño del choque, sobre todo al contragolpe, y pudo aumentar la diferencia. Conclusión: Garrapinillos, 3 (Eloy, Óscar y Diego)-Arenas, 0.

Fue un partido redondo. Sobre todo en la primera parte, donde los rojillos alcanzaron lo que buscaban: solidez, intensidad, desmarque y buenas combinaciones. Y el equipo sigue ahí, trabajando domingo a domingo, con entusiasmo y con seriedad.

Al final, el cielo se volvió a cárdeno. Espeso. Como si escondiese detrás, en su corazón oculto, un gran temporal. No fue así: quedó una tarde estupenda, salpicada por lágrimas de llovizna. Curiosamente, a los jugadores del Garrapinilos les tocó, en el sorteo, el jamón. De ahí, algunos nos fuimos a votar.

 

*La ilustración es de Josema Carrasco.

20/11/2011 20:27 Antón Castro Enlace permanente. Deportistas No hay comentarios. Comentar.

Mª ROSA BURILLO: 'DESDE EVARIS'

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María Rosa Burillo es profesora y traductora, combina su pasión por la literatura norteamericana con sus trabajos y sus lecturas del haiku japonés. Ha publicado ensayos, traducciones, y de vez en cuando, más o menos en secreto, escribe textos poéticos como estos dos. Tenemos un gran amigo en común: Alfredo Castellón. “Evaris –me dice- es la casa donde vivo en Galapagar”.

 

DESDE EVARIS

 

Si pudiera pintar reflejaría la caída del sol cuando todavía hay una bola roja en el horizonte y reflejos de nácar rosas y malvas en el azul limpio en calma. La calma del otoño, pintaría también, la lavanda prieta de frutos preñados, espesos, grises. Me gusta estrujarlos y oler el perfume hasta bebérmelo casi.

Los membrillos del jardín a punto de vencer el árbol débil, las ramas arqueadas por el peso del fruto.

Un tordo picotea una, otra, las bolitas naranjas del espino de coral pegado a la valla. Los animales se confunden con el paisaje, pienso, se escamotean entre las hojas, es como si adoptaran su color y hasta su forma, el gris del tordo verde, el verde gris en comunión perfecta, en sintonía.

Qué paciencia la del animal, comer, emprender vuelo. Una bandada de jilgueros mañaneros encaramados a la punta del eucaliptus, allí donde no llegan las hojas, peladas por la nevada del último invierno. Se calientan al sol, tibios los cuerpos y no esperan más de la vida que estar ahí.

Cae la tarde y con ella se me hiela el alma por la falta de abrazo. Camino sola el sendero tantas veces recorrido, algunos perros me ladran, a mí me enternece mirarlos, no fingen, son lo que ves.

Tarde calma, hielo en la sangre, temor, necesidad de abrigo. Me falta ese sol tibio, aunque por la mañana, abrigadas las piernas con la manta de cuadros mientras estudio a los señores de la razón, los responsables últimos de tanto bienestar, de tanta farsa, me encuentro en armonía con el viento suave, los deberes cumplidos. Entonces ¿qué grita? ¿por qué no calla el alma?

 

DESDE EVARIS II

 

Se enrolla en una manta, chaqueta gruesa tupida negra y dentro, guarecida, asoma la nariz y respira el aire limpio del otoño. Recuerda: “pareces un personajillo de la Montaña Mágica”, y es verdad, así alivia sus heridas. Lee, estudia y purga su culpa continua. Otro día más, el paisaje de la Toscana asido a la memoria. Plácidamente feliz, parapetada en hacer lo que tiene que hacer. Suelo pajizo, cipreses erguidos, mira con detenimiento la naturaleza y le sorprende observar que, bien regada,  tiene un tinte alegre.

Verdes oscuros, algunas rosas altas, desgarbadas_cómo han crecido las matas_se abren en su segunda floración y los enebros  que nadie ha podado son grandes bolas regordetas que arrancan del suelo henchidos, mostrando sus nudos rojos, las endrinas. “Con esto se hace la ginebra, ¿no?”

Los olivos muestran las ramas cargadas de aceitunas. “Pronto será demasiado tarde para cortarlas” se dice, y sabe que nadie las cogerá, que adornan el paisaje como mujeres que han dado su fruto.

En la curva del tiempo uno ve el gozo de la tierra, todos sus logros.

 

*La foto es de Budi Cc-line.

21/11/2011 08:02 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

MANUEL VILAS: UN POEMA

[Hace algunos días, Manuel Vilas (Barbastro, 1962) ganaba el Premio Internacional de Poesía Ciudad de Melilla con su libro ‘Gran V’. Le pedí un poema a Manolo: en ese momento no podía pasármelo, el libro se publicará en Visor, y sí me mandó uno tan conocido como ‘Macdonald’s’. Por distintas razones y olvidos, no lo había podido colgar. Aquí está. La foto la he tomado de Zaragózame.com ]                           

 

 MACDONALD´S

                                  

 

Estoy en el MacDonald´s de la Plaza de España de Zaragoza,

haciendo la cola gigantesca,

con los ojos clavados en los carteles de los precios,

el dinero justo en la mano derecha,

billetes arrugados.

 

Estoy ahora en el piso subterráneo, arriba fue imposible.

Estoy sentado al lado de un niño negro que tiene en su mano

una patata amarilla untada de ketchup muy rojo:

Santísima bandera del otro mundo, el niño negro que resplandece, 

mi hermano ciego.

El niño está solo, no bebe,

no le llega para la Cocacola, sólo patatas.

Sólo patatas, sólo patatas, esa desgracia,

esa soledad idéntica a la mía,

¿no lo entiendes?, sólo le llega para las patatas,

y está sentado, quieto,

en su trono, la negritud y el niño,

en el trono, allá, allá, en ese trono radiante.

 

MacDonald´s siempre está lleno.

Es el mejor restaurante de Zaragoza,

una alegría despedazada nos despedaza el corazón:

Por tres euros te llenan de cajas, de vasos de plástico, de bolsas,

de pajitas, de bandejas.

Es el mejor restaurante del mundo.

                                               Es un restaurante comunista.

Rumanos, negros, chilenos, polacos, cubanos, yo mismo,

aquí estamos, abajo, al lado de un muñeco,

al lado de un cartel que dice "I´m lovin´ it".

                                               Tengo una bota encima de un charco

de un helado de nata deshecho. Miro la nata comerse el tacón de mi bota.

Una nata blanca, despedazada.

Arde el sol sin tiempo, bulle la mano sucia.

 

A mi lado, una niña de veinte años le dice a un tío de diecisiete

que no le importaría hacérselo con él. Con él, con él, un eco negro.

                                               Y ríen y tragan patatas fritas.

Y yo trago patatas fritas.

Y dos maricas están enfrente comiéndose

                                               la misma hamburguesa goteante,

cada boca en un extremo, y se manchan y

                                               se muerden.

Y tragan patatas fritas. Y se besan. Y se tocan.

                                               Y se despedazan.

 

En Londres, en París, en Buenos Aires,

en Moscú, en Tokio,

en Ciudad del Cabo, en Tucson, en Praga,

en Pekín, en Gijón,

somos millones, la tarde harapienta,

el dolor en el cerebro, la comida,

millones en miles de subterráneos esparcidos

por la gran tierra de los hombres.

 

 

Estoy en paz aquí con todo: barata la carne, barata la vida,

                                               baratas las patatas.

Me siento Lenin. Soy Lenin, el marica inusitado,

el gran hereje, el loco supremo,

el hijo de la última mano miserable que tocó

el monstruoso corazón del cielo.

Si Lenin volviera, MacDonald´s sería el sitio,

el palacio sin luna,

el gueto de las reuniones clandestinas.

 

Algo importante está sucediendo

en este subterráneo del MacDonald´s

de la Plaza de España de Zaragoza,

                                               pero no sé qué es.

                                               No lo sé.

De un momento a otro, vamos a arañar la felicidad:

el niño negro, los novios, el muñeco, la nata del suelo, mis botas.

Botas nuevas, de piel brillante, con la punta afilada en señal de muerte.

                                    En MacDonald´s, allí, allí estamos.

Carne abundante por tres euros.

 

 

Manuel Vilas, poema de Amor. Poesía reunida, Madrid, Visor, 2010. 

21/11/2011 08:13 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

ANDRÉS NEUMAN, UNA ENTREVISTA SOBRE 'HACERSE EL MUERTO'

Hace algunos días, Andrés Neuman presentaba en Los Portadores de Sueños su libro ‘Hacerse el muerto’ (Páginas de Espuma), otro título lleno de relatos espléndidos (con muchos homenajes: a su madre, a su padre, a Ray Bradbury, a Kafka, a Daniel Moyano...) y de una nueva teoría del relato. Ayer domingo se publicó en Heraldo una parte de esta entrevista: la traigo aquí al completo. Andrés Neuman es uno de los talentos naturales más impresionantes que he conocido nunca: respira literatura y ficción, imaginación y talento, por todos sus poros.

  

“Exigirle unidad a un libro de cuentos sería ponerle un candado al laboratorio”. ¿Cómo surge este libro, cómo está organizado?

 

Me gusta que los libros de cuentos tengan una estructura, pero la cuestión sería cómo y cuándo surge esa estructura. Personalmente prefiero improvisar cada pieza, buscar el estilo de cada una. Y, más tarde, trabajar con sus coincidencias y contrastes. O sea, una primera fase de libertad y una segunda fase de organización. Mientras escribía “Hacerse el muerto”, noté que me estaban saliendo algunas piezas muy tristes y otras muy divertidas. Entonces empecé a estructurar el libro a partir de la idea de la tragicomedia, de los altibajos anímicos con los que vivimos.

 

Este libro tiene un elevado componente de dolor y de autobiografía. ¿Por qué? 

 

Una de las secciones del libro habla de mi madre, que murió muy joven. El poeta Roberto Juarroz decía que el mayor acto de amor de las palabras es crear presencia. Ante una ausencia, la ficción reacciona. La muerte nos arrebata a los seres amados, pero el lenguaje los revive para que sigamos conversando con ellos. Un texto literario puede ser autobiográfico, pero su dolor es colectivo.

 

¿Qué le debe el libro a la figura de tu madre, a su partida, y a ese susto que te dio tu padre?

 

Mi madre era violinista. Me gustaría pensar que, si en mi prosa hay alguna música, sale de su violín. Mi padre estuvo a punto de morir hace años. Mientras esperaba el resultado de la operación, me entregaron sus zapatos en una bolsa de basura. Ese día supe que, tarde o temprano, esos zapatos iban a estar en mis pies. Pienso que nuestra infancia termina cuando nuestros padres se vuelven débiles. Algo de esa certeza hay en el libro.

 

 Escribes: “Enterramos a mi madre un sábado al mediodía. Hacía un sol espléndido”. ¿En qué medida te ha influido Kafka, y su indolencia casi animal, en tu concepción del relato?

 

Kafka me parece genial, inalcanzable, pero no comparto en absoluto esa indolencia emocional. Prefiero la vulnerabilidad y la suciedad. En cuanto a la frase que citas, creo que se refiere a la perplejidad de comprobar que la vida seguirá brillando sin nosotros. O quizás al consuelo de que sea así.

 

Rindes homenaje, con el primer cuento y quizá con el segundo, a Daniel Moyano. ¿Qué le debes al escritor argentino, violinista como tu madre?

 

Moyano era un excelente narrador y mi madre solía hablar de su libro “El trino del diablo”. Él sufrió una de las peores torturas, habitual en la dictadura argentina y en la guerra civil española: el simulacro de fusilamiento. Un acto tras el cual la víctima no puede evitar sentir que sus verdugos le han perdonado la vida. Me interesaba el estado de conciencia en que queda alguien que, tras parpadear por última vez, sigue viviendo. Esa mezcla de gratitud y miedo.

 

Este también es un libro de amor y de vidas ajenas. Pienso por ejemplo en un cuento como ‘Teoría de las cuerdas’.

 

El libro habla también mucho de amor, del entusiasmo del deseo, de las maravillosas torpezas conyugales. Del humor como antídoto del dolor. Y de la fascinación que nos produce espiar las vidas ajenas. ‘Teoría de las cuerdas’ no trata de física cuántica, sino de un patio interior. El personaje es un detective de ropa tendida, que deduce las biografías de sus vecinos a partir de un calcetín, una camisa, una braga. Quizás el cuento funciona igual: insinuando una vida a partir de un detalle.

 

¿Es posible, de veras, encontrar el amor en las páginas de los periódicos, en los anuncios por palabras? Pienso en ‘Vidas instantáneas’.

 

Los anuncios por palabras me parecen un ejercicio supremo de micronarrativa: contar quién eres y describir tus deseos en veinte palabras. A veces son tan curiosos o absurdos, que se me ocurrió escribir un cuento con ese formato. No sé si esos anuncios surtirán efecto, pero me conmueve verlos todos juntos en la misma página de un diario: tanta gente sola, tan cerca y tan lejos, suplicando compañía.

 

 Háblame de otro cuento especial como ‘Las cosas que no hacemos’. ¿Quiere ser otra forma, un tanto a contrapelo, de ver el amor?

 

Siempre me ha interesado narrar el amor que tropieza, que brilla a duras penas. En vez de enumerar épicamente todas las cosas que una pareja hace, los lugares a los que va, las aventuras que comparte, ese cuento enumera todo aquello que dos enamorados no llegan a hacer porque les da pereza, o llegan tarde, o se olvidan. No hay amor más verdadero que el torpe.

Dices: ‘Todo cuento es oral en primer o segundo grado’. ¿Explicaría esta frase la serie de los monólogos?

 

Para mí la escritura tiene mucho de emoción auditiva. Cuando leo o escribo, me gusta escuchar la voz del narrador hablándome al oído. Para eso hace falta cierto grado de oralidad, aunque esté muy estilizada. Ahora bien, a veces reducimos la primera persona a la autobiografía, cuando la maravilla de la ficción es que también nos permite transmitir voces ajenas, recordar en plural. ‘Yo’ somos muchos.

 

¿Cómo se escribe un cuento como ‘Monólogo del monstruo’?

 

Para narrar la historia de un hijo de puta, pienso que lo más honesto es dejarlo hablar a él, explicar sus razones. Quizás hasta descubrimos que se parecen a las nuestras.

 

Este también es un libro sobre la voz, el léxico, el poder de las palabras. Pienso, por ejemplo, en ‘Principio y fin del léxico’.

 

Cierto. Aparte de nombrar la realidad, las palabras también la modifican y nos entrenan en el asombro. En el cuento que mencionas, el personaje tiene al despertar unos instantes de balbuceo. Ese momento de duda acerca del lenguaje es, para él, el más feliz del día.

 

 Hay un homenaje, no sé si apocalíptico o irónico, a Ray Bradbury.

 

No hay nada más irónico que un apocalipsis. Generalmente, quien lo pregona es el primero que lucraría con él.

 

Entre tus notas de estética, explícanos esta: “Un relato absolutamente redondo atrapa al lector, no lo deja salir. En realidad, tampoco le permite entrar”.

 

¿Quién quiere algo redondo, perfecto, inamovible, cuando la imperfección anda por ahí suelta, buscando pareja de baile?

 

*Andrés Neuman acaba de publicar 'hacerse el muerto' en Páginas de Espuma, el sello de Juan Casamayor. Todas las fotografías son de Daniel Mordzinski, el fotógrafo de los escritores.

 

MARCOS GIRALT TORRENTE, PREMIO NACIONAL DE NARRATIVA

 

“SIN EL RENCOR HACIA MI PADRE NO SERÍA

EL ESCRITOR NI LA PERSONA QUE SOY”

 

 

"El año en que mi padre enfermó publiqué una novela en la que lo mataba". Así empieza ’Tiempo de vida’. ¿Se ha arrepentido alguna vez de escribir eso o, sencillamente, le dio mala espina?

Un amigo escritor al que frecuenté en una época ya pasada me decía que hay que tener cuidado con lo que se escribe porque tarde o temprano sucede. Lo tuve muy presente mientras escribía ’Los seres felices’ (Anagrama) y aun así maté al padre de la novela. Fue una necesidad estructural lo que me llevó a ello, y no ninguna suerte de siniestro conjuro, pero la prueba de que dejó alguna huella en mí es que necesité dejar constancia por escrito cuando empecé a tejer el manuscrito que luego sería ’Tiempo de vida’.

¿Por qué solo le era posible escribir sobre su padre, tras ’Los seres felices’?

Mi literatura, aunque desde la ficción, siempre ha estado muy ligada a mis preocupaciones vitales. Es normal, por tanto, que una experiencia tan radical como la muerte del padre necesitara interiorizarla mediante la escritura.

Habla una y otra vez del resentimiento, del rencor. ¿Cómo han condicionado su propia vida y su escritura?

Absolutamente. Sin esa experiencia no sería ni la persona que soy ni el escritor que soy. No sé cómo sería, ni siquiera sé si sería también escritor, pero estoy seguro de que sería distinto.

¿De dónde nace el enfado perpetuo con su padre, qué es lo que no podía perdonarle?

Supongo que la ausencia. Haber pasado, en mi primerísimo infancia, de un trato cotidiano con él más allá de lo que suele ser habitual, pues era pintor y trabajaba en casa, y mi cuarto de juegos era su estudio, a no tenerlo, a no poder disponer de él en momentos cruciales y tener la sensación, supongo que no siempre justa, de que me postergaba.

¿Cómo era su padre?

Era una persona tremendamente atractiva, con duende, a quien le gustaba disfrutar y era capaz de encontrar motivos de disfrute en cosas muy diversas, en una comida de tasca y en una tabla renacentista. Culta en el sentido más amplio de la palabra, el que comprende la alta cultura pero también lo que desdeñosamente se llama cultura popular. Y también enfermizamente sensible, que no supo, quizá por su exceso de sensibilidad, lidiar con las partes más sucias e incómodas de la vida. Que no supo defenderse.

¿Qué le dejó en herencia?

Cosas buenas y malas. Entre las primeras, la falta de prejuicios, la curiosidad, el disfrute con la belleza en todas sus formas. Entre las segundas, la principal, una tendencia a la insatisfacción que puede ser muy fértil en términos artísticos pero que es también muy destructiva si dejas que invada todos tus días. Creo que nos parecemos mucho, en efecto. En ello influye tanto la genética como el desencuentro entre nosotros. Al no poder disponer cotidianamente de él, a la vez que me rebelaba en su contra, me dediqué a observarlo y sin darme cuenta puede que hiciera mías buena parte de sus actitudes. Lo imitaba.

Este también es un libro sobre la fragilidad y los secretos de familia. Hay otra frase que parece englobarles a usted, a su madre y a su padre: "¿Qué va a ser de mí?".

Esa frase, "¿qué va a ser de mí?", es la expresión de mi desconcierto en un momento de mi vida en el que me quedo sin asideros. Para un hijo único como soy yo, la única familia son los padres y, si estos fallan, nos quedamos sin recursos. Me he criado en un ambiente burgués, con libros, con discos, con obras de arte a mi alrededor, pero con la fragilidad económica de la bohemia tradicional. Todo podía cambiar de un día para otro. De pronto nos quedábamos sin dinero y había que malvender los libros, los cuadros o lo que tuviéramos. Por ser hijo único, fui desde demasiado pronto consciente de esa fragilidad y por momentos me traumatizó.

¿Cómo fueron esos meses del reencuentro?

Estuvieron llenos de dolor, pero también, aunque parezca mentira, de muchos instantes de felicidad. Y en lo más prosaico y egoísta me dieron la posibilidad de demostrar, a través de mi entrega, que todas mis quejas pasadas no estaban mediatizadas por el interés. Que, aunque mi padre me hubiera faltado en momentos cruciales, era capaz de estar a su lado sin rencores en el momento más difícil de su vida. Lo importante es que para que eso se produjera era necesario que él correspondiera a mi esfuerzo con un esfuerzo parecido y lo cierto es que lo hizo. Los dos ganamos, nos ganamos el uno al otro, pero a costa de no pocos sacrificios.

¿Podríamos decir que ’Tiempo de vida’ es la consumación de una frase que se repite varias veces: "Tu padre vive ahora en ti"?

Esa frase me la dijo al poco de morir mi padre Francisco Calvo Serraller, a quien tengo en gran estima, y, como digo en el libro, en un principio no me la creí, pero ahora veo que es así. Mi padre vive en mí y en quienes lo conocieron y en su obra. Esa es la única posteridad en la que un agnóstico como yo puede creer. El libro es la crónica de un reencuentro que parecía que jamás se produciría, de una reconciliación a través del dolor y del amor.

El libro tiene otros muchos temas: habla de la enfermedad, del desamparo, de la felicidad y de la construcción de un escritor que parece vivir en el alambre.

Sí. Me sorprende ese olvido por parte de muchos. En realidad, más que un libro sobre mi padre, es un libro sobre los dos en el que yo me expongo mucho más de lo que lo expongo a él. Aparecen mis miedos, mis inseguridades, la génesis de mi material literario, mis dificultades económicas, mis dudas acerca de mi profesión...

 

*La foto es de Luis Asín.

21/11/2011 23:31 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

MARTA ETURA & BALAGUERÓ, C. YÁÑEZ, ZAMBRANO Y ZAPATER, EN BORRADORES

[Plató: Cristina Yáñez, actriz y directora teatral, habla de ‘Mein Kapital’ y Teatro de la Estación; Pedro Zapater, crítico de cine y escritor que hablará de Cinematográfica Daroca. Reportajes: Jaume Balagueró y Marta Etura en ‘Mientras duermes’; Benito Zambrano, ‘La voz dormida’. Actuación musical: Leo Susana canta blues. Borradores es un programa de Aragón Televisión, que realiza Teresa Lázaro y dirige Antón Castro, que emite por Aragón Televisión la noche del martes al miércoles a las 0.55. Se redifunde el sábado a las doce, tras ‘Bobinas’ y antes de ‘Veinte del XX’.]

 

Marta Etura, Jaume Balagueró y Luis Tosar.

Reparto de ’Mein Kapital’, montaje del que hablará Cristina Yáñez.

Proyección de una película por Cinematográfica Daroca.

 

El programa Borradores recibe esta medianoche, a las 0.55, a la directora y actriz Cristina Yáñez, responsable del montaje ‘Mein Kapital’, escrito por ocho autores que repasan el fin del mundo desde la perspectiva del capital y de un insólito viaje a Marte. La obra se ha estrenado en el Teatro de la Estación, se representa ahora en Barcelona y luego se escenificará en Madrid. Cristina Yáñez también hablará del proyecto de microteatro y del Festival de Otoño de Teatro y Danza que programa la compañía en distintos espacios. Se ofrece un extenso reportaje del montaje y con los cuatro escritores, que analizan un proyecto que avanza en varias direcciones, entre la ironía, la crítica, la rebeldía y la transgresión. El otro invitado es Pedro Zapater, escritor y crítico de cine, y hablará de la muestra  ’Orígenes del Cine en España: La distribuidora aragonesa cinematográfica Daroca (1818-1936), objeto de una gran exposición en el palacio de Sástago. Zapater, biógrafo de Jesús Daroca, el empresario de proyección y distribución, realizará un viaje por la historia del cine, por los aparatos (máquinas de proyección, linternas mágicas...), cartelería e historias concretas de películas y de ídolos del cine como Raquel Meller o Ino Alcubierre.

Borradores ofrece dos reportajes más: uno con motivo de la película de terror ‘Mientras duermes’ con su director Jaume Balagueró y con la actriz Marta Etura, que presentaron la película en el ciclo ‘La buena estrella’. Y otro con Benito Zambrano, que acaba de llevar al cine la novela ‘La voz dormida’ de Inma Chacón, una historia de dos mujeres y de la represión durante y después de la guerra civil.

 

La actuación musical corre a cargo del músico norteamericano-dominicano Leo Susana, afincado en Zaragoza, que toca dos blues de creación propia.

 

22/11/2011 09:37 Antón Castro Enlace permanente. Temas aragoneses No hay comentarios. Comentar.

UN POEMA DE JESÚS JIMÉNEZ, PREMIO CIUDAD DE BURGOS 2011

Jesús Jiménez Domínguez es uno de los poetas más personales de la lírica aragonesa de la última década. Solo ha publicado dos libros: ‘Fermentaciones / Diario de la anemia’ en Olifante en 2000, en la época en que yo coordinaba la editorial, y ‘Fundido en negro’ (DVD, 2007), un libro espléndido. Jesús acaba de recibir el premio Ciudad de Burgos de poesía de 2011 con su libro ‘Frecuencias’. Con su cordialidad habitual, me envía este poema que cuelgo aquí con sumo gusto. Jesús es para mí un modelo de rigor, de paciencia y de inspiración, uno de esos escritores a los que uno siempre querría parecerse.

 

 

THE CRACK IN THE CUP OF TEA

Y la grieta en la taza de té abre
un camino al país de los muertos
W. H. AUDEN

Hay una grieta abriéndose camino
en mi taza de té.

Lleva días explorándola,
recorriéndola en el asombro,
abrazándola con su rúbrica
en un intento de hacerla suya.

Estéril como una raíz sin tallo,
¿de dónde vino y adónde pretende llegar?
¿Qué busca hoy entre mis cosas?

Fuera de la taza era invisible, no era nada;
pero ahora que entró en ella, puedo verla al fin:
eres aquí, grieta, la ausencia de la taza.

Tal vez si la sigo, si voy tras ella,
tenga algo que mostrarme
cuando alcance su destino.
Quizás al final de su rayo minúsculo
me aguarde una gran tormenta
y algo estalle para que algo cambie.

De noche, la grieta y yo permanecemos despiertos.
Echamos un pulso por el dominio del mundo:
Yo, firme, mantengo la entereza.
Ella, esquiva, prefiere ir por partes.




[Poema perteneciente a mi libro ‘Frecuencias’, Premio de Poesía "Ciudad de Burgos" 2011, que se publicará el año que viene en DVD Ediciones. He tomado esta foto del estupendo blog poético de Fernando Sabido Sánchez].

LOS ESCRITORES Y SUS ANIMALES

[El pasado quince de noviembre, Ana Marcos publicaba este reportaje en ‘El País’ sobre el libro colectivo ‘Perros, gatos y lémures. Los escritores y sus animales’, editado por Errata Naturae y coordinado por Irene Antón y Rubén Hernández. El libro incluye uno de los últimos textos póstumos de Félix Romeo a quien no le gustaban los animales, pero hace un retrato magistral de los bichos de los Bowles... Hay algunos textos impresionantes: pienso en el de Trapiello, nuestra perra Noa murió así (le he dedicado un texto y otro a nuestro perro Pluto quenos acompañó por todo Teruel y le dediqué un texto, 'Un perro entre reyes', que quizá fuese el favorito de todos los míos de Félix Romeo). La foto es de álvaro García y retrata a Soledad Puértolas en su casa de Pozuelo. Soledad Puértolas es objeto de un monográfico de la revista ‘Turia’ en su número 100.]

 

Por sus perros, gatos y lémures los conocerás

Soledad Puértolas y Andrés Trapiello cuentan su relación con sus animales. Berta Marsé recuerda la historia de Truman Capote y su perro Charlie. Y otros ocho escritores relatan en un libro cómo las mascotas son los mejores confidentes de los narradores

 

Ana MARCOS / El País. Día 15 de noviembre.

"En su casa mexicana de Acapulco, Paul y Jane Bowles convivían con muchos animales: un loro, un gato, un pato, un armadillo y dos coatíes, mamíferos de cola larga", escribió Félix Romeo en El hombre invisible y el zoo de los Bowles, uno de los relatos de Perros, gatos y lémures. Los escritores y sus animales. La historia del matrimonio Bowles, que se imbrica con la del novelista estadounidense William S. Burroughs, trata de explicar cómo "los animales son un extraño invitado a los pliegues más íntimos de la personalidad, allí donde indaga y se alimenta la literatura", cuenta Irene Antón, editora de Errata naturae y responsable de convocar para esta empresa a 11 narradores, entre ellos Soledad Puértolas, Andrés Trapiello, Berta Marsé y José Carlos Llop.

Antón y su compañero Rubén Hernández pergeñaron este libro desde las perspectivas del editor en busca de nuevas ideas literarias y del dueño de animales de compañía. Con una lista previa, se acercaron a unos cuantos escritores para proponerles que hablaran de sus mascotas o de las que acompañaron a otros. "Todos aceptaron con entusiasmo, el hilo común que teje este libro", asegura la editora. Desde el prólogo, Antón y Hernández auguran una lectura esclarecedora, como si al pasar la tapa se entrara en territorio habitualmente vedado al lector: la soledad del escritor. "El animal asiste como amigo, como único depositario de unos sentimientos, e, incluso, de unas ideas, que el autor no osaría compartir todavía con nadie más", apunta Antón.

"No es fácil hablar de un animal próximo y querido, porque a menudo ha acabado pareciéndose a su dueño y hablar de él es hablar de uno mismo", explica Andrés Trapiello. El escritor y poeta cuenta las últimas horas de su mastina Mora, un relato que ya había aparecido en el último de los tomos de sus diarios, Salón de los pasos perdidos. El final de la perra fue parecido al de Sócrates, recuerda Trapiello, "se fue despidiendo de cada uno de nosotros solo con la mirada, ampliando el sentido de la vida". Aunque el autor de Los confines confiesa que le habría gustado hablar del burro de Sancho Panza, "protagonista de uno de los reencuentros más sentimentales de la literatura".

El Relato del escritor con perro de Soledad Puértolas, aunque en primera persona, describe la variedad humana de escritores con animales, tomando como ejemplo al dúo antagónico formado por J. R. Ackerley y su amor pasional por su perra Tulip, y Thomas Mann y su meditada y soberbia actitud respecto a su perro. "Salvadas todas las distancias, me identifico con Ackerley, indudablemente", afirma la novelista. "Me enamoré de mi perro Moss y me costó admitir su naturaleza de perro. Una vez que lo conseguí, seguí enamorada, pero la relación fue más tranquila".

De amores menos privados trata la segunda parte del libro. Liderados por el zoo de Félix Romeo, Berta Marsé y Andrés Ibáñez recuerdan al perro de Truman Capote y a Teodoro W. Adorno, el gato de los Cortázar. "Un gato callejero que conocieron en un basurero", presenta Ibáñez, casi recitando, al felino que fue capaz de mimetizarse con su dueño en homenaje a las fábulas de Escher, "en las que es difícil decir dónde empieza el gato y termina la persona".

Berta Marsé confiesa que su pasión por Charlie, el perro de Truman Capote, responde a una mezcla de admiración y comodidad, "es más interesante hablar de otros que sobre mí". En su despacho, entre la fotografía de su hijo, sus sobrinos y sus gatos, cuelga la de este can al que Capote enviaba cartas. "¡Es cierto que les mandaba postales a sus perros!", remata la escritora que descubrió el galimatías en Truman Capote. Un placer fugaz. Correspondencia que publicó recientemente Lumen. La historia que cuenta Marsé, la de un escritor casi sincronizado emocionalmente con su animal, surgió también de la biografía que Gerald Clerk hizo del autor de A sangre fría.

Antón Castro, Ignacio Martínez de Pisón, Marta Sanz, Pilar Adón y Carlos Pardo completan esta selección de historias sobre personas y animales, porque como concluye Irene Antón, tras terminar estas hilarantes, tristes e íntimas lecturas, se descubre que "los escritores se relacionan con los animales como cualquiera de nosotros".

23/11/2011 11:04 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

RAFAEL LOBARTE: TRES POEMAS

[Rafael Lobarte es poeta y traductor. Trabaja en un nuevo libro, y me envía, a petición, mía tres de sus nuevos poemas, de diferente factura y de nítida sugerencias. Todas las fotos son de Anka Zhuravleva.]

 

 

 

NGORONGORO

 

Para Rosa e Isabel

 

 

Se tendió el leoncillo de ojos tristes

sobre la pista dura y polvorienta.

 

Desolada, su madre le lamía 

el flanco enfermo, el hocico dulce.

 

Se alzó el leoncillo renqueante

y se tendió de nuevo

-como si ya estuviese

cansado de la luz

y anhelara la sombra-,

entre las sucias ruedas

de un vehículo inmóvil.

 

Y una multitud terca y obscena

disparaba sus dardos fotográficos

sobre el desperezarse

lento de esa mísera agonía.

 

Ahora que ya has sido descarnada

carroña de las aves,

tu recuerdo fugaz

que mece la sabana

en su oleaje trémulo y pajizo,

aún me habla de ti

y perdura en mis labios tu tristeza.

 

 

 CALIGRAFÍA

 

El viento desplaza

levemente a la lluvia

en este atardecer

de brumas chinesco.

 

Los pájaros huyen

por un cielo agrisado

presintiendo el otoño.

 

Y una suave quietud

se ha como adueñado

de mi alma este día

de octubre en Zaragoza.

 

 

 

POETA CHINO

 

Cierto poeta chino

de la dinastía Tang,

budista fervoroso,

logró arrancar un día

de su corazón todos

los deseos. Ahora

ya sueña para siempre

en un halo inmóvil

de inacabable añoranza.

 

23/11/2011 11:18 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

AURORA CHARLO EN A DEL ARTE, HOY

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Esta tarde, a las 20.00, en la galería A del Arte, Aurora Charlo presenta una exposición de sus viajes de los últimos cinco o seis años: ‘De norte a sur’: marinas, estepas, ciudades o bosques como este del Pirineo. De Escocia a Aragón y Andalucía, pasando por Chequia o Bélgica. Escribo en el catálogo: “Charlo es una investigadora de la luz, de la luz blanca, apabullante, esa que peina las playas y las marismas, esa que se hace carne y reflejo de los atardeceres de fuego, y a la vez Charlo es una enamorada de los Pirineos. Esas cordilleras encarnan la belleza irreductible, la cifra del misterio, encarnan esa naturaleza arrolladora que nos hace sentir más ínfimos, briznas o motas en el centro del paisaje. Y allí ella tiene uno de sus refugios más amados. Los Pirineos son un abrigo entre peñascos, un espectáculo, un territorio de hechizos y un solaz para la paseante que es”.

DÍA DE LAS LIBRERÍAS EN ANTÍGONA

Julia Millán de Antígona envía esta carta:

 

Jesús Marchamalo entre los ojos de Juia Millán y Pepito Fernández.

 

El 25 de noviembre, viernes, se celebra el Día de las librerías.

Nuestras puertas estarán abiertas hasta las 22 horas y se hará el 5% de descuento en todos los libros.
Hemos preparado una selección de libros sobre el mundo de las librerías.

Por la tarde, para el público infantil y los amantes de la ilustración y la literatura sin complejos de edad, nos visitarán:

  • DAVID GUIRAO e ISABEL SORIA, A LAS 17,30 H. Nos enseñarán en primicia su novedad "Moscografías" Precioso libro en 3 dimensiones.
  • ALBERTO GAMÓN A LAS 17,30 H. Dedicará ejemplares de sus libros, Seis Leones y Operación J.
  • PEPE SERRANO A LAS 19,00 H. Nos contará sus cuentos-recetas de "Cocina rápida para tortugas".
  • DANIEL NESQUENS A LAS 20,00 H. Leerá alguno de sus cuentos y alguna sorpresa inédita.
  • ELISA ARGUILÉ  A LAS 20,00 H. Dibujará dedicatorias de todos sus libros.

Para terminar, haremos lectura de un precioso texto de Félix Romeo, sobre su amor por las librerías: LOS AÑOS DE PAPEL, publicado en la Revista Zut, donde hacía un recorrido por muchas de ellas y donde también nos recordaba.
" ...me siento muy a gusto escribiendo en la trastienda de la librería Antígona de Zaragoza, sin duda una de las librerías en las que más tiempo paso: me gustaría que me alquilaran alli un espacio, echo de menos el barullo cuando escribo en casa...".
Haremos un gran brindis por el más apasionado amante de las librerías.

POEMAS DE JOSÉ JAVIER MAURO

José Javier Mauro, joven poeta, me envía una selección de sus poemas. Cuelgo aquí: parecen el embrió de un libro futuro.

 

SÍGUEME

 

Sígueme

que el viento nuestros pasos

guíe al universo.

Ven por senderos

de hechizos

donde florece

la esperanza

en racimos de ilusiones.

Haremos del amor

nuestro común denominador

abriendo en nuestros corazones

dos puertas hacia el sol.

 

Sígueme

que el cielo con sus astros

envuelva nuestro abrazo.

Ven al reino

de los sentimientos,

donde habita la ternura

entre manantiales de placer.

Alcanzando el cenit

del saber vivir

cultivemos al besarnos

los frutos que alimentan

nuestras almas.

 

Sígueme

que el viento nuestros pasos

guía al universo

que el cielo con sus astros

envuelve nuestro abrazo.

 

 

 

GUIRNALDA TU SONRISA

 

Quiero sentir esa guirnalda

hecha de rosas y de gozo,

nácar puro de fuego rodeado

esencia de lo grande

candor alborozado,

de un amor de tupido follaje.

 

Abre la puerta

que conduce al color,

llena en mi vida

huecos que el azar pasó por alto;

abrazando la esperanza

engendrando cualidades

entre variedad de melodías.

 

Tu que gota a gota

te entregas a mi

de mi corazón eres habitante,

llamas sublimes tu presencia

suaves pautas de armonía,

subyugado por tus besos

no se posan sobre mi

las alas del desaliento.

 

 

 

SIENTO

 

Siento que  un viento ardiente

agita mis venas.

Siento el bullir de mi sangre

en mi pulso y mi sien.

Color y luz, que inundando

nuestros corazones:

duende es la noche

que explora mi piel.

 

Ingiero el polen divino

de tu flor divina.

Embriagadora pasión

llena nuestro querer

esos tus besos

que escalando mi inocencia

hoy a mis labios devuelven la fe.

 

Tu blando aliento

en mi cuello se aposenta

esos tus brazos

decorando mi cintura

y que las cumbres

de mi lecho y de mi pecho

con gélida incandescencia

recorren ya.

 

 

LAS FOTOS SON DE FRANCESCA WOODMAN.

Francesca Woodman nació el 3 de Abril de 1958 en Denver Colorado. En enero de 1981 se arrojó al vacío por una ventana. Le escribió a un amigo una carta, donde decía: “Mi vida en este punto es como un sedimento muy viejo en una taza de café y preferiría morir joven dejando varias realizaciones… en vez de ir borrando atropelladamente todas estas cosas delicadas…” Dejó más de 800 fotos y se han expuesto más de un centenar. Todas las fotos de estos textos son de Francesca, que es ahora motivo de una exposición por parte de La Fábrica.

LA COCINA SEGÚN DUMAS

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[Javier Santillán es un editor entusiasta y arriesgado. Le apasionan autores muy diferentes: desde Yourcenar, Dino Buzzati o Abel Hernández, por citar algunos ejemplos. Ahora acaba de abrir una serie de viajes, y a la vez publica el ‘Diccionario de cocina’ de Alejandro Dumas. Esta es el texto de la introducción.]

GADIR PUBLICA EL 'DICCIONARIO DE COCINA'

DE ALEJANDRO DUMAS

 

 

Es un hecho poco conocido que Alejandro Dumas (1802-1870) fue un gran cocinero y un notable gourmet. Nieto de un maître del duque de Orléans, en su ilimitada curiosidad, propia de un novelista de mentalidad enciclopédica, la cocina y la gastronomía ocuparon un lugar preeminente. Era frecuente verlo en la cocina preparando todo tipo de platos suculentos, de lo que existen numerosos testimonios. Louis Bouilhet escribió a Flaubert en mayo de 1858: «Dumas, en camisa, mete mano a la masa, hace una tortilla fantástica, dora la pularda… Corta la cebolla, remueve las ollas, y les da 20 francos a los pinches». Esto ocurría en el hotel en que se estaba alojando, es decir, lo hacía por puro placer.

El siglo XIX fue una verdadera edad de oro para la gastronomía francesa, que entre la burguesía y la aristocracia, toma cuerpo y se impone frente a las cocinas regionales. Fruto y reflejo de este proceso es la creciente presencia del arte culinario en la literatura, como atestiguan las obras de Balzac, Flaubert, Georges Sand, Maupassant…y, sobre todo, la de Alejandro Dumas, autor de numerosos y exquisitos pasajes gastronómicos en El conde de Montecristo, Los tres mosqueteros, en sus Memorias o en sus Impresiones de viaje.

Dumas sostenía que, para conocer bien el arte de la cocina, «no hay nadie como los hombres de letras: habituados a todas las exquisiteces, saben apreciar mejor que nadie las de la mesa». En 1858, en plena fama, concibió la idea de rematar su obra literaria con un gran diccionario gastronómico. No lo acometería hasta once años después, ya enfermo y con el ánimo abatido, un año antes de morir, lo que explica que no llegara a verlo publicado. El proyecto era realmente ambicioso. Dumas utilizó para su obra otras existentes que consultó y citó a menudo, pero el grueso de su Diccionario de cocina se basa en su prodigiosa memoria, su gran experiencia viajera y su saber acumulado durante tantos años. Todo ello, sazonado por la pasión que siempre sintió por la cocina y el arte gastronómico.

Este diccionario constituye una especie de memorias gastronómicas de su autor, es la obra de un humanista, de un hombre sabio y erudito. El libro está lleno de humor, de deliciosas anécdotas que mantienen la sonrisa, de pequeños pasajes biográficos del mayor interés, y, por supuesto, de recetas.

Dada la amplia extensión de la obra original, se presenta aquí una selección que atiende por un lado a lo más interesante y ameno de la obra para el lector actual, y por otro a un criterio elección de aquellas recetas que pueden ser más factibles para los gourmets de hoy, profesionales o aficionados, que se decidan a ensayar la cocina de Dumas. El resultado es una obra amena, divertida, de grata lectura, casi un libro de humor, que es, al mismo tiempo un libro de recetas sumamente interesante y también práctico, por más que encontremos usos culinarios con cierto sesgo francés, fácil de soslayar, si se quiere, reemplazando, por ejemplo, el uso de la mantequilla por nuestro aceite de oliva.

La primera parte de la obra –Algunas palabras al lector– es una pequeña historia de la cocina. Las entradas del diccionario propiamente dicho se encuentran en mayúscula cuando se refieren a un alimento, ingrediente u otros conceptos, y en minúscula cuando se trata de recetas.

 

*En la foto de Felix Nadar, Alejandro Dumas con su esposa.

25/11/2011 22:54 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

BRIGITTE GRIGNET Y SUS FOTOS

 

 

Todas las fotos son de Brigitte Grignet, una fotógrafa belga instalada en Nueva York desde 1996 que se dedica sobre todo al fotoperiodismo. Ha recorrido muchos países del mundo y documento la vida en Colombia, Guatemala, Estados Unidos, etc.

A LAS DOCE, REDIFUSIÓN DE BORRADORES; CINE, MUCHO CINE, TEATRO Y MÚSICA

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[Ahora a las doce del mediodía redifunden ‘Borradores’ con el siguiente menú: Plató: Cristina Yáñez, actriz y directora teatral, habla de ‘Mein Kapital’, del Teatro de la Estación, de microteatro...; Pedro Zapater, crítico de cine y escritor que hablará de Cinematográfica Daroca. Reportajes: Jaume Balagueró y Marta Etura en ‘Mientras duermes’; Benito Zambrano habla de su película ‘La voz dormida’, basada en la novela homónima de Dulce Chacón. Actuación musical: Leo Susana canta blues, dos temas compuestos por él que integran un proyecto de pequeño formato en el que trabaja.]

26/11/2011 11:37 Antón Castro Enlace permanente. Temas aragoneses No hay comentarios. Comentar.

LA BELLEZA DE LEE MILLER

Lee Miller (Estados Unidos, 1907-1977) fue modelo para su padre, bailarina, modelo para Vogue y otras revistas, y posó para Edward Steichen. Se trasladó a París y aprendió fotografía con Man Ray, con quien colaboró durante tres años. Cuando ella lo abandonó, él juró que se suicidaría. Luego, Lee Miller siguió haciendo fotos: fue amante de Picasso y se inclinaría hacia el fotoperiodismo: captó los campos de concentración, se bañó en la bañera de Hitler, durmió en la cama de Eva Braun, captó ejecuciones. Se casó con Roland Penrose, pintor e historiador del surrealismo, y poco a poco se fue diluyendo. En cierto modo, por diversas circunstancias, entre ellas la deslealtad, se inclinó hacia el alcohol, el aislamiento y otras formas de dolor y soledad. Estas dos fotos son de Edward Steichen; la de abajo es de 1931.

26/11/2011 18:50 Antón Castro Enlace permanente. Fotógrafos No hay comentarios. Comentar.

EN BUSCA DE UN NOMBRE PARA EL TEATRO DE LAS ESQUINAS DEL PSIQUIÁTRICO

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El escritor y locutor Juan Luis Saldaña me hace llegar esta carta de Dani Cebollada, que busca un nombre y mucho más...

  

[Hola amig@s.

Necesito vuestra ayuda.
Como algunos de vosotros sabeis estoy colaborando en la gestión del Teatro de las Esquinas del Psiquiátrico.
Se trata de un nuevo espacio que abrirá sus puertas en Septiembre de 2012, brindando a los ciudadanos de Zaragoza un concepto alternativo de espacio cultural que ofrece multitud de espacios, actividades, disciplinas y servicios.

Queremos que sean los propios ciudadanos los que le pongan el nombre que deseen a su teatro, por tanto hoy comenzamos una campaña participativa a través de facebook (y un apartado de correos tradicional para la gente mayor).
Como amigos y "agitadores culturales" que sois, os ruego que colaboreis de diferentes maneras con esta iniciativa:
1.-Dándole a "me gusta " en el perfil que hemos creado y que os adjunto abajo.
2.-Proponiendo el nombre que consideréis apropiado.
3.-Compartiendo el enlace en vuestros muros, contactos y blogs.

Teatro Busca Nombre (enlace a perfil facebook)

Gracias por colaborar.

Por supuesto cualquier sugerencia que sirva para mejorar cualquier aspecto será bienvenido.]

 

*En esta foto de Heraldo, Jerónimo Blasco y José Javier Gallardo.

HURACÁN, 1-GARRAPINILLOS, 1

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Ayer por la mañana el Garrapinillos se ha enfrentado al Huracán de María de Huerva. El equipo amarillo y negro llegaba tras haber ganado con brillantez en el campo de Santa Isabel, uno de los gallitos de la categoría: 0-5. Nada menos. Antes del choque, en un campo más bien reducido, no demasiado ancho, se oían los comentarios de los locales: “A muerte, eh. A muerte”. Son frases que se escuchan en cualquier vestuario: son los comentarios de ánimo, la petición de intensidad. El equipo que no andaba muy bien en la tabla quería prolongar el buen partido del fin de semana pasado.


El Garrapinillos venía a mantener su liderato; a última hora, se cayeron Eduardo Pirri y Fran, por lesión e indisposición respectivamente. De salida formamos así: Luis; David Mateo, Javier Lacabe, Jorge Blasco, Dani Pekerul; Diego Rodríguez, Jorge Blasco, Alberto Luna; Óscar Cambra, Eloy Mateo y Jorge Rodríguez. Esperaron su turno, Enrique Romero, Alberto Rubio, Jaime y Jesús Ángel, que disfrutaron de minutos, y Sergio Calvo, el portero suplente.


El partido empezó con un ritmo intenso: el equipo local se adueñó del campo a fuerza de balones largos. El Huracán realiza un juego muy inglés, sin transiciones. Poco a poco, el Garrapinillos estiró sus líneas y generó algunas jugadas de ataque; sin embargo, en un avance por la izquierda, David Mateo pugnó por un balón fuera el área, derribó a su adversario casi un metro fuera del área y el árbitro señaló penalti. Luis estuvo a punto de atrapar el balón. El Huracán se adelantaba. A partir de ahí el Garrapinillos empezó a jugar mejor, a controlar mejor los espacios, se asociaron sus jugadores, y en otro avance, el colegiado señaló penalti. Jorge Blasco empató el choque.

 

La segunda parte fue muy intensa: el Garrapinillos dominó en un primer término, generó varias ocasiones de gol, el Huracán respondió siempre, hasta que Jorge Blasco fue expulsado por doble amarilla. Y a partir de ahí, hubo reajuste de líneas, y el Garrapinillos tuvo que defenderse como pudo. Casi heroicamente, con un Luis soberbio y milagroso; si en la primera había tenido dos intervenciones casi inverosímiles, en la segunda, siguió en esa tónica. El Huracán, con más ganas y empuje que finura, buscó con ahínco la victoria y remató un balón muy limpio al palo: pareció gol, pero el poste repelió el esférico hacia las manos del arquero. Los rojillos siguieron estirándose con un jugador menos, hubo varios avances de Enrique, Diego y Alberto Rubio, sin demasiado éxito. Y al final, tras cuatro o cinco minutos de prolongación y de agonía, el resultado final no se movió: Huracán, 1-Garrapinillos, 1. No era lo que habíamos soñado, pero ganar en María de Huerva no resulta fácil, y menos si juegas con diez durante más de 25 minutos.


Este ha sido un partido más épico que otra cosa: de batalla, de intercambio, de fajadores. Intenso, trabado, con muchas interrupciones. Y muy emocionante porque el marcador fue incierto. Al Garrapinillos le ha costado mantener el resultado: esta vez, tras un intenso trabajo de contención, el primer empate sabe un poco a victoria. Podría haberse perdido. Y el domingo, ya en casa, jugamos nuestro primer partido aplazado contra el Movera, en el que juegan tres estupendos jugadores de Garrapinillos: Fernando Larrosa ‘Caspolino’, y los hermanos José y Ángel Cambra. Un equipo peligroso.

[Esta foto de David Mateo, nuestro lateral derecho, es de José Antonio Melendo.]

 

28/11/2011 09:41 Antón Castro Enlace permanente. Deportistas No hay comentarios. Comentar.

FALLECE FERNANDO CASTRO CARDÚS

 

Feliciano Llanas escribía anoche a muchos de sus amigos para comunicarnos la muerte de Fernando Castro Cardús, un gran amigo, un hombre refinado. [Lamento comunicaros que nuestro amigo Fernando Castro ha fallecido. Hoy hemos acompañado a Pepe Gilar, su infatigable "lazarillo" y compañero, en el último adiós a tan entrañable personaje. Hombre culto, de espíritu sensible, caballero elegante, delicado, de educación exiqusita y finas maneras,  curioso por las cosas, gran conversador, relator de memoria precisa que envidaría el mejor documentalista, fue testigo privilegiado del trabajo de su hermano Julio Alejandro  y albacea de su obra literaria. Desde el nacimiento de la Asociación Conde de Aranda, Fernando nos regaló impagables  momentos de afecto y compañía. Descanse en paz.]


Enlaces para visionar la grabación realizada por la Asociación Conde de Aranda, en la que Fernando Castro explica a Asuncion Balaguer la génesis de la película de Luis Buñuel: Viridiana, en la que Julio Alejandro participó como guionista.


1 de 6   http://www.youtube.com/watch?v=cwc8vtPIblc
2 de 6   http://www.youtube.com/watch?v=JGRTTIc-tJA
3 de 6   http://www.youtube.com/watch?v=CS1WosvTZsk
4 de 6   http://www.youtube.com/watch?v=-UhFKrF5G6A
5 de 6   http://www.youtube.com/watch?v=ZMKb_J8iaG8
6 de 6   http://www.youtube.com/watch?v=fd9nWxUjpXo

 

*En la foto, Feliciano Llanas, Fernando Castro y Pilar Navarrete, en vísperas del centenario de Julio Alejandro.

 

28/11/2011 10:34 Antón Castro Enlace permanente. Temas aragoneses No hay comentarios. Comentar.

'VIRIDIANA' PROTAGONIZA UN SIMPOSIO

La película de Buñuel ‘Viridiana’ centra

un seminario internacional sobre la estética

del tardofranquismo, en la Universidad de Zaragoza

 

Nancy Berthie, de la Universidad de la Sorbona, y Julia Tuñón, de la Universidad Nacional Autónoma de México, ambas expertas en la obra del cineasta aragonés, protagonizan hoy una mesa redonda a las 19 horas en el Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras

  

Viridiana, la película realizada por Luis Buñuel en 1961, centra el seminario sobre la estética del tardofranquismo que ha organizado la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza. El encuentro, que cuenta con expertos internacionales en la obra del director aragonés, se celebrará en el Aula Magna del centro entre hoy y el próximo miércoles.

Viridiana es una película española y mexicana de 1961, dirigida por Luis Buñuel, con Silvia Pinal, Francisco Rabal y Fernando Rey en los papeles principales. Está basada en la novela Halma, de Benito Pérez Galdós, concebida como una continuación de Nazarín. La película recibió el máximo galardón del Festival de Cannes, la Palma de Oro, así como la ovación unánime de público y jurado.

Nancy Berthie, de la Universidad de la Sorbona y Julia Tuñón, de la Universidad Nacional Autónoma de México, dialogarán a partir de las 17,30 horas sobre la estética y la significación de la película Viridiana. Posteriormente, a las 19 horas participarán en una mesa redonda en torno al mismo filme.

El martes, se proyectará la película Rey de reyes (1961), de Nicholas Ray, sobre la que hablarán Francisco Lázaro Sebastián, de la Universidad de Zaragoza, que reflexionará a cerca de la evolución de la fotografía española con una conferencia titulada ‘De cómo la fotografía española dejó de ser estática. Avances y  transformaciones del medio en tiempos de Viridiana’. Por su parte, Mónica Vázquez Astorga, de la Universidad de Zaragoza, disertará sobre ‘El chiste gráfico en las revistas de Humor y la cultura española (1956-1965)’. Por la tarde, se visualizará el filme Teresa de Jesús (1961), de Juan de Orduña, que antecederá a la ponencia de Fernando Sanz Ferreruela, profesor de la Universidad de Zaragoza.

El miércoles por la tarde, los profesores Amparo Martínez y Agustín Sánchez Vidal, ambos de la Universidad de Zaragoza, y Pedro de Rey y José Luis García Sánchez, profesionales del mundo del cine, repasarán de nuevo el proceso creativo y el contexto histórico en el que se rodó la película Viridiana.

El seminario servirá para poner en común, contrastar y analizar los hallazgos realizado por los miembros del grupo de investigación sobre La cultura audiovisual del tardofranquismo, 1959-1975. Además, este encuentro se plantea como parte de la formación de los alumnos que cursan las asignaturas de Cine y otros medios audiovisuales, Géneros audiovisuales y Cien Español.

*Esta nota ha sido elaboradada por la Universidad y el equipo de Amparo Martínez Herranz. Las fotos pertenecen a la película y las he tomado de varios lugares de internet.

  

JULIO JOSÉ ORDOVÁS: UN POEMA

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Julio José Ordovás (Zaragoza, 1976) publica un nuevo libro, en verso y prosa, 'Una pequeña historia de amor' (La isla de Siltola: colección Vela de Gavia. Sevilla, 2011. 160 páginas). Le pido algunos textos y recibo este poema. Hay historias de amor y muerte de Sándor Marai y su mujer, de Alain Delon y Romy Schneider, del propio autor, de personajes inventados, declaraciones de amor, confidencias, historias de putas. Al final el autor hace toda una sinfonía sobre la pasión, la soledad, el desencuentro, el cariño, el sexo y el deseo.

  

LA TORMENTA PERFECTA

 

 

Nunca nos poníamos de acuerdo,

obstinados en llevarnos la contraria.

Es verdad que hubo días de tregua,

como la noche que hicimos planes para los próximos cien años:

una casita de chocolate perdida en el bosque,

un niño que tendría tus ojos y llevaría mi nombre,

un crucero galáctico con escalas en Venus, Saturno, Marte y Plutón.

Cenamos con la tele apagada y el vino de las grandes ocasiones,

brindando por la continuidad del alto el fuego.

Me había quedado sin tabaco, bajé corriendo al chino

y cuando volví me sorprendiste con la música a oscuras,

el vestido en la alfombra, los zapatos señalando la ventana abierta

y la luna encharcada a tus pies.

Fue un buen polvo, uno de los mejores.

Maullabas a gritos con la espalda erizada.

Después sacaste la manta y recogiste las copas.

Nos dormimos contando las estrellas.

Como cada sábado, nos despertó el perro de la vecina.

Hasta que el sol nos echó de la terraza no dejaste de ronronear.

 

 

El otoño llegó a primeros de agosto.

Descenso notable de las temperaturas.

Fuertes rachas de viento y lluvias

generalizadas en toda la península.

El hombre del tiempo lo había advertido

y nadie le hizo caso.

Me irritaba aquel tipo, con su sonrisa postiza y sus corbatas chillonas,

repitiendo una y otra vez las mismas palabras, los mismos gestos.

Un día muy negro

amenazó con la posibilidad de que una tormenta perfecta

asolara la costa gallega y el litoral cantábrico.

Me pareció un presagio

y quise cambiar de canal. Compréndelo. ¿Qué otra cosa podía hacer?

 

*[La foto es de Luis Márquez]

 

29/11/2011 19:41 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

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