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Se muestran los artículos pertenecientes a Junio de 2014.

UN MOMENTO DE AMOR EN EL AGUA

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Tomo de aquí esta bella foto, un momento de amor en el agua.

http://janetmillslove.tumblr.com/post/81160024186/moment-love-wild-fauna-love

 

01/06/2014 10:30 Antón Castro Enlace permanente. Artistas No hay comentarios. Comentar.

GRANADAS, POR RAFAEL NAVARRO.

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Una foto de granadas de Rafael Navarro, Premio Aragón-Goya, 2013. La fruta favorita de Félix Romeo Pescador (Zaragoza, 1968-Madrid, 2011).

01/06/2014 10:36 Antón Castro Enlace permanente. Fotógrafos No hay comentarios. Comentar.

RUSSELL, POR YOUSUF KARSH

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Un retrato del escritor y filósofo Bertrand Russell, firmada por Yousuf Karsh en 1949. Un retrato desde la sombra, o con sombras, de dos maestros: el retratado y el retratista.

01/06/2014 10:38 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

SERGIO LARRAIN, PARÍS 1959

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Así captó el chileno Sergio Larrain los Campos Elíseos, en París, en 1959. El año que nací yo: un 25 de agosto, en Lañas-Arteixo, A Coruña. En el lugar de Vilarnovo, con vistas hacia Armentón y el mar de Barrañán.

01/06/2014 10:41 Antón Castro Enlace permanente. Fotógrafos No hay comentarios. Comentar.

MAFALDA, POR GUILLERMO BUSUTIL

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[Guillermo Busutil, autor de 'Noticias del frente', regresa de un viaje de placer de Roma, acompañado de su fotógrafa preferida, y rinde homenaje a Mafalda.]

LA NIÑA DE LA CALLE CHILE

 

 

Guillermo BUSUTIL

http://www.laopiniondemalaga.es/opinion/2014/06/01/nina-calle-chile/681488.html

 

Mafalda es una excelente quina para digerir y depurar la realidad. Al principio sabe a corteza amarga, igual que todas las certezas, pero enseguida tiene el regusto de una sonrisa inteligente y después te deja una actitud reconstituyente. A Quino, Joaquín Salvador Lavado, le deberemos siempre su medicina infantil para adultos. El dibujo más redicho y preguntón que le provoca dolor de cabeza a la política de lo cotidiano. No hay una sola Mafalda, de todas las que Quino ha dibujado, que no tenga cara de inocencia atolondrada mientras propina un puntapié de filosofía en la espinilla de lo real y sus contradicciones. Un golpe agudo que desequilibra cualquier certeza y aparente seguridad. Sobre todo a los adultos de su familia. También a los miles de lectores que durante años, y todavía hoy, seguimos manteniendo actuales sus historietas, su pequeña existencia enmarcada en blanco y negro en esas libretas apaisadas de sus ediciones: un frasco de papel con pastillas para despertar el pensamiento. No hay una sola gragea que no encienda por dentro un alivio, una corriente de energía entre el corazón y la cabeza. "Como siempre: lo urgente no deja tiempo para lo Importante". "Comienza el día con una sonrisa y verás lo divertido que es ir por ahí desentonando con todo el mundo". "Sería lindo despertar un día y encontrarse con que la vida de uno depende de uno". "¿Por dónde hay que empujar este país para llevarlo adelante?". Ninguna cae en saco roto. Toda son efectivas. Mafalda ansiolítico, analgésico. Quina vitaminada.

Siempre quise ser un dibujo a lápiz para pertenecer a su pandilla. Y tener una viñeta cerca o estar los dos en la misma. Igual que Felipe. El enamorado soñador con su angustia por no saber cómo construirse una identidad. Seguro que hubiésemos sido buenos amigos a pesar de la rivalidad por la misma niña que lee y escucha las noticias, que desdeña lo frívolo y lo material e imagina su futuro de influyente intérprete de la ONU. Una mujer independiente a la que su hija nunca tendría que preguntarle: "Mamá, ¿qué te gustaría ser si vivieras?", igual que hizo ella con la suya. Tampoco me habría importado que Quino me hubiese puesto a hablar con Guille y Miguelito. A las chicas le gustan los tipos con buena mano con los más pequeños. La primera vez que leí una de sus utopías pesimistas entendí que los dos compartíamos rebeldía y la tendencia por las preguntas que incomodan. Supe entonces que jamás dejaría de querer a Mafalda. Nunca la traicioné con Carlitos Brown. Me parecía un pequeño Hamlet de colegio mayor. Sin el desparpajo de Felipe, incapaz de cuestionarse "¿por qué justo a mi tenía que tocarme ser yo?". Guardo todas sus historias al alcance de la memoria y de vez en cuando me asomo a guiñarle una sonrisa a la pequeña inteligente, irónica, inconformista, contestataria y sensible. Mafalda soñando con un mundo más digno, justo y respetuoso con los derechos humanos. La heroína iracunda que rechaza las hipocresías humanas, las rendiciones de los adultos, las injusticias y que mantiene vivo su derecho a seguir siendo una niña que no quiere hacerse cargo del universo adulterado por los padres. Así definió una vez Umberto Eco a la protagonista de los dibujos de Joaquin Salvador Lavado, el tipo que se inspiraba en los noticieros de los años sesenta para que Quino, su alter ego, hiciese que su deslenguada protagonista opinara sobre la guerra de Vietnam, el asesinato de Kennedy, la carrera espacial y el psicoanálisis. "¿Y no será que en este mundo hay cada vez más gente y menos personas?". Como me hubiese gustado ser un dibujo a su lado para escuchar su voz y andar con ella por los alrededores del barrio de San Telmo, en Buenos Aires. O esperarla en la esquina de la calle Chile 371, en cuyo quinto piso cumplirá cincuenta años el próximo septiembre.

Hace tiempo que no sale de su casa. Quino se cansó de llevarla de su mano al papel en blanco donde equilibraba con perfecto arte lo que pensaba, lo que contaba y lo que dibujaba. Existencial, socrático, irónico, breve como el lenguaje de su Mafalda. Cualquiera diría que un día la creó para el anuncio publicitario de un electrodoméstico, cuyo encargó se averió por el camino, y que terminaría convirtiéndose en un icono filosófico. Una Pepito grillo con falda y lazo rojo coronando su negra caballera. La dejó apagada el día que sintió que la cabeza no le daba para más frescura y originalidad afiladas. La última tira como ilustrador la dibujó en 2006. Cuando la vista se le nublaba antes de llegar al papel en blanco. Quino tiene 81 años. Es un tipo humilde y sensible. Todavía está extrañado de que le hayan concedido el Premio Príncipe de Asturias de la Comunicación. La primera vez que lo conceden a un dibujante. "No me esperaba este premio", ha dicho a los periodistas. "Me sorprende que con los dibujantes que ha tenido España me toque a mí esto. He tenido la suerte de haber conocido a Antonio Mingote, a Perich, a Summers, a Chummy-Chummez?". Después confesó: "A los premios, como dijo no me acuerdo quién, uno llega cansado". Está bien que un humorista gráfico haya sido galardonado. Admiro esa capacidad que tienen para emparejar el drama y la crítica con una reflexión curvada en sonrisa. La fuerza que llega a tener un trazo, una nube, una frase dentro del mismo recuadro.

Es curioso. Ha pasado el tiempo. Pero al volver sobre sus historietas compruebo la vigencia de sus preguntas y de sus respuestas, la actualidad de su actitud. Inconformista, lúcida, sensible, contestaría. Hace tiempo, el suyo, de bajar a la calle. Seguro que encuentro a Mafalda.

*Guillermo Busutil es escritor y periodista
www.guillermobusutil.com

 

01/06/2014 13:02 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

'ELLA', UN POEMA DE 'SEDUCCIÓN

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’ELLA / 2’: UN POEMA DE MI LIBRO ’SEDUCCIÓN’
Hace algo más de un mes aparecía mi nuevo libro, ’Seducción’ (Olifante, 2014), un poemario de amor, amistad y diversos homenajes. Entre los textos de la primera parte del libro, ’Una historia de amor’, aparece este texto. La foto es de Miranda van Dijk. Hoy estaré en la Feria del Libro, en la caseta de Olifante, a las 18.30.

ELLA / 2

Me dijiste: A veces sueño que te vuelves hiedra o laurel, selva espesa, corazón salvaje de retama. A veces sueño que sales al bosque y caminas con los ciervos, con los huraños jabalíes, con las alimañas que se ocultan tras la senda tenebrosa de los pinos. Te dije: Es verdad. Hay una hora del día o de la noche, no lo sé, confundo la luz del sol y el temblor apagado de la luna, en que salgo por el mundo. Sin rumbo cierto. Con mi canción en los labios. Andrajosa, con el pelo revuelto y sin poemas en los bolsillos. Y al final llego al bosque, y me tiendo bajo el ramaje. Coloco el oído sobre la tierra húmeda y espero que ocurra algo. Deseo oír tus pasos a lo lejos, ansío oír tu canto de amor que se esparce entre la noche y la niebla del sueño. Me dijiste: A veces imagino que te encuentro junto al río lento del tiempo. Te dije: Me refugio bajo las lágrimas de los sauces y espero. Te digo: Ven. Avanza. Mi cuerpo se debilita con la música del agua.

 

’Seducción’. Antón Castro. Prólogo de José Luis Melero. Solapa de Fernando Sanmartín. Olifante. Zaragoza, 2014. 96 páginas.

01/06/2014 14:30 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

JAVIER LACRUZ PRESENTA SU BIOGRAFÍA DE VIOLA EN EL PRINCIPAL

 

[El psiquiatra, historiador y coleccionista de arte Javier Lacruz Navas presenta esta tarde, a las 20.00, en el Teatro Principal, en conversación con Antón Castro, su libro 'Manuel Viola' (Editorial Cierzo, 2014), que incorpora muchos materiales inéditos. Se proyectarán fotos y cuadros del artista, al cuidado del fotógrafo Andrés Ferrer, y habrá un pequeño recital de flamenco.]

Manuel Viola (Zaragoza, 1916-San Lorenzo de Escorial, Madrid, 1987) tuvo una existencia de novela. Para él la vida fue más importante que el arte o los manuales de creación. Su amigo Francis Picabia dijo: “Si un día Viola tiene a la vez una cita con la vida y con un cuadro, se irá siempre con la vida”. Viola, que en realidad se llamó José Viola Gamón y fue bautizado en el barrio del Gancho, vivió peligrosamente y fue, con Salvador Dalí, el artista español más popular. Eso cree el psiquiatra y coleccionista de arte Javier Lacruz Navas (Zaragoza, 1956), que asistió con apenas diez años a su primera exposición en la galería Libros, que dirigía Víctor Bailo. “Él fue mi maestro de arte contemporáneo: por eso el libro está dedicado a él”. Alude el creador de la colección ‘Cerler’ y ‘De Pictura’, que fundó y dirigió con Mariano Yera, a un volumen definitivo, de 400 páginas, sobre la personalidad y la obra del pintor de ‘El Paso’: ‘Manuel Viola’ (Editorial Cierzo), que ofrece muchos materiales inéditos. Lacruz ha accedido a una extensa entrevista de Juan Manuel Nadal, pudo ver y estudiar “la maleta de Viola”, su archivo en El Escorial, y ha recuperado catálogos, textos inéditos, dibujos, óleos y un inmenso material de hemeroteca que, por ejemplo, le ha permitido conocer su estancia en Sudamérica.

Javier Lacruz vivió una experiencia iniciática con Viola: su padre, médico, era muy amigo de Manuel Clavero, dueño del Club Náutico, donde comían el pintor y su mujer Laurence Iché durante su exposición en La Lonja en 1972. Así logró tener una cita con el artista. “Viola vino con su capa, su melena blanca, con ese vozarrón, Yo me quedé fascinado con el gran personaje: no solo era un artista, era un personaje en ese momento. Salía mucho en la tele. Era rocero, cariñoso. El gran programa que le hace Joaquín Soler Serrano en ‘A fondo’ divulgó una imagen de un artista cercano, con una vida muy trillada, novelesca, que despertaba una gran fascinación. Era uno de esos artistas con carisma”. El joven, por pudor, no le pidió que le hiciera un dibujo (“era un gran dibujante”, señala) y siempre le ha quedado como un resquemor o una sombra. Al cabo de los años, ha ido adquiriendo su obra. Y hace cuatro decidió escribir la monografía de un artista que nació en Zaragoza, se trasladó a Lérida con su familia paterna y luego, ya en vísperas de la Guerra Civil, se instalaría en Barcelona.

“En la revista ‘Art’ de Lérida ya está con 17 años. Era un chaval y ya hacía crítica de arte y crítica literaria porque él era poeta. Luego haría algo de dibujo surrealista. Le interesaban autores como Dalí, Giorgio de Chirico y Lorca. También era lector de su poesía y de la Pedro Salinas”, señala Lacruz y recuerda que fue surrealista muy pronto, a diferencia de otros autores como Millares, Tàpies y Antonio Saura, que lo harían por inmersión una vez que el surrealismo había sido superado. Más tarde partió a Barcelona y allí contacto “con todos los intelectuales de la Universidad y con los artistas del momento, entre ellos Remedios Varo, que estaba casada con el poeta Benjamin Péret”. Luego se desata la Guerra Civil y él entra en acción. “Les escribió a sus tías, Sebastiana y Antonieta, que son sus mentoras en Lérida, y les dijo: ‘no me busquéis en Barcelona que estoy en el frente’. Se va como un idealista del POUM a luchar por la democracia”. Tras perder la guerra, se traslada a Francia y “pasa a ser perseguido por el Gobierno de Vichy, por el gobierno español y por los nazis. Abrazó la clandestinidad... Por eso él decía: “No he podido hacer una gran obra: he hecho dibujos, poemas, yo soy un sujeto semoviente por la vida, por la supervivencia”.

Está en dos campos de concentración “de uno de ellos se escapó haciéndose de la Legión Francesa”, emplea dos nombres. Finalmente, decidió instalarse en París, donde contaba con dos buenos amigos: el citado Peret y el americano Henri Goetz, que lo acogieron en un primer momento. Poco después, en régimen de clandestinidad, se trasladó a vivir a un piso con Edita Hirschova, su primera novia y con Robert Rius, poeta y secretario de André Breton y con su mujer Laurence Iché. Edita es Tita y será su novia; era judía, sordomuda y muy hermosa; en 1942 fue detenida y murió en Auschwitz. A la vez, Robert Rius fue asesinado por los nazis y Viola no tardaría en unirse a Laurence Iché, con la que se casaría. En aquellos tiempos, Viola estuvo en la resistencia y en el maquis, escribió poemas, hizo muchos dibujos, pintó pequeños paisajes tachista y redactó una biografía perdida de su amigo Óscar Domínguez, que acabaría suicidándose. En 1949, se trasladó a España. “Probó suerte en Barcelona, pero fue rechazado por su pasado político. Se trasladó a Torremolinos con unos amigos gitanos. Gracias a sus amigos Ruano y Cela pudo instalarse, lo que coincidió además con el hecho de que su esposa entró a trabajar en la embajada de Francia”.

Saura y Millares vieron sus obras y dijeron: “Este es de los nuestros”. Se incorporó a ‘El Paso’ y poco a poco iría haciendo una obra intensa que mereció elogios de Eugenio d’Ors. Javier Lacruz documenta ese período con exhaustividad y con muchos materiales. En 1967 viajaría a Sudamérica a buscar, como él mismo vino a decir, “la ebullición que anunciaba ese continente”. Nunca dejó de trabajar, tuvo un nuevo amor, María Asunción Arroyo, treinta años más joven que él, y en 1972 fue objeto de una antológica en la Lonja. Falleció en 1987. 

 

*La foto de Javier Lacruz la tomo de aquí:

https://antoncastro.blogia.com/upload/externo-63f448c35ae9b60489614aa125d82e68.gif

. La de Viola, de Artium.

NACE EL INSTITUTO GASPAR SANZ

La Fundación Quílez Llisterri se dedica al fomento de arte y cultura en el Bajo Aragón. Ha impulsado la creación del Instituto Gaspar Sanz, centro de estudios musicológicos, dedicado a la creación de un Festival Gaspar Sanz dedicado a la guitarra barroca. Este año el Festival se iniciará el día 14 de Junio en Calanda, localidad natal del músico, con una conferencia inaugural y un primer concierto con la participación de Álvaro Zaldívar y  Xavier Díaz-Latorre. El Festival continuará en octubre con dos conciertos más. Colaboran de manera decidida en el Festival, el Ayuntamiento de  Calanda y la Comarca del Bajo Aragón.

En nuestra página web se da noticia más amplia del Festival y del Instituto. Aunque algunas instituciones musicales ostentan el nombre o hacen referencia a nuestro Gaspar Sanz, no nos consta que exista en Aragón ni en el resto de España, un centro dedicado al estudio y difusión  de su obra. El director del Instituto es Thomas Schmitt, profesor y musicólogo de la Universidad de la Rioja y experto estudioso de la guitarra  barroca.

*** 

El Instituto Gaspar Sanz (IGS) se propone recuperar el legado o patrimonio del pasado relacionado con el músico calandino Gaspar Sanz. Se trata, sobre todo, de difundir la obra de este maestro y sus contemporáneos a través de conciertos y de otras actividades que iluminen el trasfondo socio-cultural de su obra.

El eje es sin ninguna duda la enorme figura de Gaspar Sanz, y no sólo su repertorio sino, en general, la música instrumental (para guitarra o no) del siglo XVII, a nivel de interpretación y también de reflexión teórica. Como muestra de nuestros propósitos se han programado para junio de 2014 dos actividades:

La conferencia inaugural con el título ‘Del impreso al hombre: el misterioso gentilhombre Gaspar Sanz’ correrá a cargo de Dr. Álvaro Zaldívar que pretende aclararnos la repercusión de la figura de Gaspar Sanz no sólo en su época sino también en siglos posteriores.

Por otra parte tendremos el placer de escuchar un concierto a cargo del especialista en música antigua Xavier Díaz-Latorre dedicado a la música de Sanz y su contemporáneo Francisco Guerau, valorados ambos como los mejores representantes de la música para guitarra en el siglo XVII.

 

-http://gasparsanz.org/index.php/festival-de-guitarra-barroca

 

-La foto de Xavier Díez-Latorre la he tomado de aquí: 

https://antoncastro.blogia.com/upload/externo-e5d3a1d4a39ab948a40962eaf7542167.jpg

 

 

03/06/2014 09:09 Antón Castro Enlace permanente. Músicos No hay comentarios. Comentar.

EL CORAZÓN OCULTO DE SOL ACÍN

El corazón oculto de Sol Acín

 

Hay poetas de un único libro que parece que hayan escrito la vida entera. Día tras día. De noche, entre clase y clase, tras un viaje o en mitad de las pesadillas. Y una de esas voces, particular y casi espectral, por decirlo a la manera de Ángel Guinda, fue Sol Acín Monrás (Huesca, 1925- 1998). Fuerte a su modo, vulnerable y malherida por el destino, contraria a la trivialidad y temerosa de que alguien pudiera escarbar en los rincones oscuros de su corazón, firmó ‘En ese cielo oscuro’ (Ámbito, 1979), que reeditó luego, en 2006, la Fundación Ramón y Katia Acín (FRKA), que ahora dinamiza Emilio Casanova. Hija de Ramón Acín y de Conchita Monrás, dos años menor que su hermana Katia -que sería profesora de historia y, ya jubilada, grabadora y escultora-, Sol tuvo una infancia feliz: percibió que en su casa se vivía un clima especial de libertad y de pasión por la cultura. La madre era suave y cariñosa, y tocaba el piano por las noches; en la explanada del Hortal, en su casa de la Ena, ella y su hermana tenían la sensación de vivir en el edén. El padre, en apariencia algo más distante y lleno de tareas, les contaba y les hacía cuentos, e incluso les mandaba preciosas cartas desde la cárcel con palomas.

La niñez de Sol fue sinónimo de felicidad. Hasta que sobrevinieron “la furia y la barbarie”. Sol parecía algo visionaria. En una tarde infinita de 1988, me dijo: “Creo que yo captaba inconscientemente una dimensión más o menos trágica que estaba fuera de mi casa”. Una noche, al marcharse unos amigos que habían estado charlando con sus padres, ella sin que mediara nada se echó a llorar como una Magdalena. La madre le preguntó por qué lloraba. “Porque te matarán”, le contestó.

Sol Acín también recordó cómo se llevaron a sus padres: Ramón sería fusilado ese mismo día del 6 de agosto de 1936; a su madre la matarían el 23. “Era por la tarde, yo estaba sentada en una reja del piso con la ventana abierta, porque hacía calor, mirando hacia la calle de las Cortes y entonces vi una serie de falangistas que se iban colocando a poca distancia en la calle. Y delante de mí había un soldado que manipulaba el cerrojo del fusil. Un instante después oímos voces en la escalera, y escucho ‘Ramón, Ramón’ por parte de mi madre. (...) Fue la última vez que los vi”. Sol y Katia se fueron con sus tíos Santos Acín y Rosa Solana a Jaca hasta el final de la Guerra Civil. Luego regresaron a Huesca, se matricularon en el Instituto Ramón y Cajal y les inventaron una nueva vida.

Sol Acín estudiaría en Barcelona y en Madrid, donde se licenció en Lenguas Románicas en 1952. Vivía en la Residencia de Señoritas de la calle Fortuny, que había fundado María de Maeztu y que era equivalente a la Residencia de Estudiantes. Allí coincidió con Emilia Moliner, sobrina de María Moliner, que le descubrió la poesía de Walt Whitman. Entre finales de los 40 y 1955 estableció una relación de amistad con la joven historiadora del arte María Kusche, de origen alemán pero nacida en Málaga, con quien mantendrá una copiosa correspondencia de cartas y poemas, que acaba de estudiar el escritor y profesor Ismael Grasa y que publicará en el volumen ‘Hora temprana’ (Larumbe), al que ha incorporado también las cartas de Sol Acín a Miguel Labordeta, que la llamó a ella y a Carmen Sender “sacerdotisas de la poesía”.

La historia de esta correspondencia –María logró dar con la Fundación Acín casi medio siglo después- ha permitido enriquecer la obra de Sol Acín con poemas de juventud. Después de estudiar en Madrid, Sol Acín se marchó a París y posteriormente quiso estudiar artes gráficas en Múnich. Conoció al músico y profesional de televisión Klaus Lindemann. Se casaron en Colonia, tuvieron dos hijos, Sergio y Ana, y se separaron a mediados de los 60. Sol Acín regresó a España: trabajó como profesora de francés dos años en San Sebastián, otros dos en Huesca y finalmente se instaló en Zaragoza e impartió clases en la Universidad Laboral hasta que se jubiló. En medio está la edición de ‘En ese cielo oscuro’ (Ámbito, 1979), el libro que ilumina las sombras de toda una vida, poesía cristalina y a la vez simbólica, confesional y bella, sobre la intimidad y el dolor. Dice: “Metida en mi pequeña cavidad // de sombra inquieta y ascendencia leve // busco el secreto caminar oculto”.

 

LAS ANÉCDOTAS

 

La lectora. Sol Acín era una gran lectora: le gustaban Walt Whitman, Hölderlin, Juan Ramón Jiménez, Rilke y Octavio Paz. Le apasionaba la música. El dolor iba por dentro: “De mi prisión quisiera // sacarme, destruir la permanencia // sin nombre que bascula. // Perdí la llave, se olvidó la muerte // de colocar en mí su cerradura”.

El padre. Meses atrás, en el Museo de Huesca, se exhibió la muestra ‘Ramón Acín, geometría del hombre sin aristas’. Su comisario Víctor Pardo la explicaba así: “La exposición pretende, desde un planteamiento pedagógico y divulgativo, dar a conocer las facetas más relevantes de la vida de Ramón Acín, que son, en definitiva, las de la propia historia de España durante tres décadas de acontecimientos culturales, sociales y políticos de extraordinaria importancia e influencia capital en el devenir del siglo XX”.

La Fundación. La Fundación Ramón y Katia Acín (http://www.fundacionacin.org) sigue actualizando su página web, a través de Emilio Casanova que incorpora materiales y textos, y además trabaja con Carlos Mas en la preparación de todos los textos que publicó Ramón Acín en prensa. En la muestra, entre otras proyecciones, se ofrecerá algunos vídeos de Casanova como ‘Las corridas de toros en 1970’ y ‘Guerra a la guerra’.

 

 

[Recupero aquí este texto que publiqué el pasado verano. Mañana en Huesca se presenta el libro de Ismael Grasa, que es realmente espléndido. Por el prólogo de María Tusche, por la meticulosa introducción de Ismael y por el contenido: los poemas de Sol, sus cartas, su profunda humanidad.]

03/06/2014 11:06 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

ADELL & GARCÍA Y SUS BANDOLEROS

JOSÉ ANTONIO ADELL Y CELEDONIO GARCÍA

PRESENTAN HOY EN ÁMBITO ‘BANDOLEROS’

 

Los bandoleros están impregnados de idealización y romanticismo. Era delincuentes, asesinos, estaban al margen de la ley, pero el bandolero también “es, casi siempre, un héroe para las gentes humildes, quienes los admiran por haberse rebelado contra un orden social opresivo y caciquil”, tal como escriben los historiadores y profesores José Antonio Adell y Celedonio García, que publican ‘Bandoleros’ (Ediciones de la Torre), una mirada a eso que se denominó el mundo de gavilla de los siglos XIX y XX. El bandolerismo, salvo algunas excepciones como Luis Candelas y otros en Madrid, es un fenómeno rural, que no pertenece a un país específico ni a una época concreta, sino que se “trata de un fenómeno social y universal”.  

Adell y García, que ya habían firmado un libro específico de bandoleros aragoneses, recuerdan que el término ‘bandolero’ define al “bandido, malhechor o salteador de caminos”. Y recuerdan que una de las características del bandolero es que usa “el robo a mano arma y el secuestro”, casi siempre en cuadrilla o en un descampado. A menudo incurre en el crimen. El bandolero nacía de la inadaptación, de la rebeldía contra un sistema injusto (ahí surge el concepto de “ladrón noble” o justiciero), del hambre o de los estertores de las guerras carlistas o Guerra de la Independencia, pongamos por caso.

La intensa actividad de los bandoleros en todo el país dio lugar a que Francisco Javier Girón, el Marqués de Ahumada, fundase la Guardia Civil. Adell y García recuerda que ese nuevo cuerpo “acabó con muchas bandas de salteadores” y citan a las partidas del ‘Vivillo’ o del ‘Pernales’, que pertenecen a esa lista interminable de bandidos andaluces, o de Mariano Gavín, ‘el Cucaracha’, que era el bandolero aragonés más famoso.

Los autores repasan los ‘fueras de la ley’ (término que acuñó el estudioso Bernardo Quirós) de todo el país. Citan a ‘Patakón’ de Galdácano, cuya existencia se resumía en el dicho popular: “Patakón, quitárselo al que tiene y dárselo al que no tiene”; por el País Vasco también se movían Jacinto Olariaga, hijo de molinero y carpintero, y ‘Boadilla’, que era un justiciero clásico. En Andalucía había tipo de historias y de personajes: José María Hinojosa, ‘El Trempanillo’, apenas vivió 28 años y encarnó la audacia y la caballerosidad. Celebrado por doquier, una de sus frases era: “En España manda el Rey, pero en la sierra ya”. Se reinsertó en la sociedad, pero una bala traidora acabó con su vida. Por allí también se movía Juan Caballero, que se murió de anciano y colaboró con la justicia.

Por tierras de Tortosa y Beceite se hace fuerte Juan Pujol Fontanet, ‘Pancha Ampla’, que también murió ejecutado a los 28 años. Iba solo, se movió durante seis años por las estibaciones de la sierra, marchó a Francia y se casó allí; las historias de amor estaban al orden del día, como le sucedía al asturiano Bernabé. Pancha Ampla fue extraditado y fusilado y sus aventuras circulan en libros y leyendas.

Mamed Casanova, 'Toribio'.

 

En Galicia, entre otros, hubo dos bandoleros muy literarios: Pepa a Loba, a quien visitaría en la cárcel la propia Concepción Arenal, y de la que escribirían Valle-Inclán o Carlos Reigosa. Y Mamed Casanova, ‘Toribio’, que responde al modelo de bandolero justiciero: cometió varios crímenes y fue encerrado durante veinte años. Cuando volvió pidió limosna por los caminos y asumió una actitud pacífica, tan enigmática y ejemplar.

La presencia de bandoleros aragoneses es importante. Mariano Gavín, ‘el Cucaracha’, nacido en Alcubierre (1838), es todo un personaje: jornalero, mozo de mulas, carbonero, era analfabeto “pero un hombre de bien”, y participó en muchos hechos delictivos (secuestros, crímenes, extorsiones) en Los Monegros: Perdiguera, Farlete, Sariñena, o en Zuera. Murió en 1875 tras una emboscada donde intervino un vino envenenado. La vida y la leyenda de Cucaracha se convirtió en materia de ficción. A él hay que sumar a Victoriano Teixidó Mayoral, fue conocido por ‘Teixidó’ y por ‘Pregoné’ (era pregonero de Mequinenza), su historia circula en coplas y romances; fue ejecutado ante su propia madre, que presenció “la muerte de su hijo con lamentos desgarradores que conmueven al público”. Otro bandolero fue Ramón Argensó, ‘Bondades’ de Fraga, víctima de un error policial, y Alejo García Zaragozaga, ‘Mediaoreja’, que se movió en tierras del Jiloca turolense, pero también en Villamayor. Dicen Adell y García que también gozó de aureola de bandido generoso.

Hay otros bandidos aragoneses como ‘El Floro’, Esteban Cisneros, famoso como ‘Capitán’ o Margarita Cisneros, a la que cita Camilo José Cela, en ‘Viaje a la Alcarria’, que se movió en Jaca y Tamarite de Litera, fue obligada a casarse contra su voluntad, y se echó al monte “con su caballo y su trabuco”. La mataron a garrote vil, que fue el destino de muchos de estos personajes de estirpe romántica: aventureros, desafiantes y audaces. Y, por supuesto, delincuentes y justicieros.

 

ISMAEL GRASA EXPLICA A SOL ACÍN

Ayer, miércoles, a las 19 horas, en la Feria del Libro de Huesca se presentaba el libro ’Hora temprana. Poemas y cartas’ de Sol Acín, con prólogo de María Kusche e introducción de Ismael. Se trata de un libro emocionante y bello que da una nueva dimensión de la hija menor de Ramón Acín y Conchita Monrás. Le hice algunas preguntas a Ismael ayer y aquí están, al completo. El libro lo publica el Instituto de Estudios Altoaragoneses, las PUZ y la Fundación Acín. En el acto hubo un lleno absoluto.

-¿Cómo ves tú a Sol Acín, después de haber rastreado en sus círculos familiares, de amistad y de creación? ¿Cómo la definirías?

-Diría que como poeta, y como ser humano, fue una persona que no se protegió a sí misma, y que buscó cierta clase de sosiego y de autenticidad. Desde fuera puede resultar una figura algo extraña o enigmática, pero después de hablar mucho con sus amigas, y de leer sus cartas, uno descubre en ella una calidez profunda. Sencillamente sucedió que se desentendió muy pronto de hacer “carrera literaria”. No es raro entre poetas: escriben durante algunos años y luego dan un giro a sus vidas. 

 

-¿Qué tipo de poesía escribe Sol, según tu perspectiva?

Es una poesía muy depurada y reflexiva. Hay un momento en que Sol Acín se describe a sí misma como “violentamente introvertida”, lo que valdría también para su poesía. Utiliza un lenguaje propio de la tradición de la mística castellana, a la que da un sesgo moderno que le venía de sus lecturas de la poesía francesa, y de autores como Rilke, Whitman o Miguel Hernández.

 

-¿Qué aporta esta poesía, alguna ya conocida, a su obra, en qué medida crecería como escritora?

En el libro que hemos publicado para la colección Larumbe se puede percibir, carta a carta y poema a poema, cómo se va gestando el mundo poético que daría lugar a la única obra publicada en vida por Sol Acín, En ese cielo oscuro. Hay también documentos que resultan simpáticos y muy significativos, como la crónica de una conferencia de Dalí que hace Sol a su amiga Maria Kusche en aquella España de los años cincuenta. 

 

-¿Qué le aportó la amistad y la correspondencia con Miguel Labordeta?

 La correspondencia con Miguel Labordeta, a comienzos de esos años cincuenta, se corresponde con el momento en que Sol Acín parece dudar sobre si incorporarse al mundo real de los poetas, con sus editoriales y sus publicaciones. Ella acaba de irse a vivir a Alemania, mientras que Miguel trabaja en el colegio familiar de Zaragoza. Son dos poetas jóvenes que se describen a sí mismos en sus cartas. A ella le molestan algunas bromas de Miguel y sus desdoblamientos irónicos, pero acaba venciendo entre ellos, sin llegar a verse, un sentimiento intenso de amistad y de camaradería. 


*Las fotos de Sol y de su hermana Katia, la segunda, son de la Fundación Acín.

05/06/2014 01:23 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

PAULA FIGOLS DEBUTA EN LA NOVELA

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Paula Figols (Zaragoza, 1977), periodista de HERALDO y bloguera, lleva muchos años escribiendo. Sobre todo relatos: con algunos de ellos ganó premios como un walkman o un vídeo “para mi primer piso de soltera, cuando me independicé. Hacía cosas breves, pero la literatura siempre ha formado parte de mi vida y de mis sueños”. Hace tres años, tras haber sido madre, decidió abrir un blog: 'Cuadernos de todo', en homenaje a una de sus escritoras favoritas, Carmen Martín Gaite. “Ese blog me ha ayudado mucho: es, y ha sido, una gran experiencia. Es como un arsenal y un cajón sin fondo de mis cosas: relatos, fragmentos de un diario, notas de lectura, pequeñas anécdotas. En cierto modo, me ha dado confianza para mostrarme un poco más”.  

Con todo, Paula Figols iba tomando notas para un libro futuro, al que llamó 'Proyecto plaza'. Notas de personajes, de estados de ánimos, de pequeñas historias, y no solo eso: fascinada por una plaza del Casco Histórico, decidió observarla con mirada de escritor y con ojos de fotógrafa. Tomó muchas fotos, inundó sus cuadernos y su ordenador y así, poco a poco, logró encontrar un hilván para componer una novela: 'El refugio de las golondrinas', que publica el sello Anorak y que se presenta hoy en Los Portadores de Sueños.

La novela cuenta la vida de cinco personajes durante un año: desde el 14 de septiembre, que es la fecha de nacimiento de Mario Benedetti, hasta el siguiente septiembre. Para mí los años empiezan con el curso, en otoño, y quería que fuese un año porque tiene algo de elemento cerrado y redondo, con sus fugas, como lo tiene una plaza, que es un centro de reunión, un refugio y también una metáfora del mundo. He tenido muchos libros en la cabeza, pero especialmente uno de Georges Pérez: 'Tentativa de agotar un lugar parisino'”.

En esa plaza, a diario, se asoman cinco personajes: Rafael, prejubilado y separado, que intenta redimirse a través de la fotografía; María, una joven periodista que trabaja de becaria y que siente nostalgia de su hermana, que está haciendo un viaje en bicicleta por Latinoamérica, como ocurrió con su propia hermana. Paula Figols ataja: “El libro no es autobiográfico en absoluto, pero sí tiene muchas cosas mías o cosas que sucedieron durante la redacción del libro. Intento que haya un constante equilibrio entre realidad y ficción”. Dimitri y Martin son dos músicos callejeros rumanos que sobreviven como pueden: “de ellos no se sabe mucho, pero yo soy una novelista que siempre quiero estar cerca de mis criaturas. Lo más difícil de este oficio es hacer hablar a los personajes con naturalidad; aquí lo intento”. Y el quinto personaje es Helena, que acaba de ser madre. “Rara vez lees libros donde se habla de los problemas de la maternidad: de la soledad que te sobreviene, de las dudas, y yo he intentado abordar eso”.

Paula Figols, madre de tres niñas (Lara, Vega y Luna) y deportista, es hiperactiva. Y es una mujer comprometida y sensible, con una mirada social y un idealismo que no se resiente. “Me preocupan los demás: en mi vida diaria, en mi condición de periodista y en mis textos literarios. Estoy con los de abajo”. Su novela combina la inmovilidad de la vida íntima con los sueños del viaje y hay una asimilación de un bagaje cultural que enriquece el libro. “Somos lo que soñamos, lo que leemos, somos el cine que vemos, las canciones que oímos, los amigos que tenemos”, concluye la escritora.

 

*Un amplio resumen de este texto aparece hoy en las páginas de Cultura de Heraldo de Aragón. La foto es de Carme Ripollés.

05/06/2014 16:53 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

DANIEL GASCÓN: SALE EL REY

[El escritor y traductor Daniel Gascón (Zaragoza, 1981), publica hoy en el blog de 'Letras Libres', cuya edición española dirige Ramón González Férriz, esta reflexión sobre la abdicación del Rey Juan Carlos.]

SALE EL REY

 

Por Daniel GASCÓN 

 

http://www.letraslibres.com/blogs/blog-de-la-redaccion/sale-el-rey

Cuando Juan Carlos de Borbón llegó al trono a la muerte del dictador Francisco Franco, muchos lo llamaban “Juan Carlos el Breve”. Esta semana ha abdicado la corona que ha ostentado durante casi 39 años. Heredó el trono de un país autoritario, atrasado, católico, centralista y militarista. Su sucesor será el Jefe de Estado de una democracia agitada, pero también avanzada, descentralizada, plural e integrada en Europa, con una sociedad vibrante, tolerante y abierta, y problemas que son comparables a los de los países de su entorno. En la tarea del rey ha habido errores claros y elementos discutibles, pero el conjunto es positivo. El mérito es todavía mayor si tenemos en cuenta que hablamos de una familia que prácticamente solo está compuesta por ovejas negras.

El monarca impulsó de forma decisiva el desmantelamiento de las instituciones del régimen anterior y la transformación de España en una democracia moderna. Su reinado constituye el periodo más largo de estabilidad, libertad y prosperidad de la historia de España. El viaje protagonizado por la ciudadanía española ha tenido graves turbulencias, como el terrorismo, un intento de golpe de Estado o el sufrimiento económico de los últimos cinco años. El rey alentó la desactivación de las estructuras políticas del franquismo, un proceso donde tuvo por aliados fundamentales a personas como Torcuato Fernández-Miranda y Adolfo Suárez, y donde contó con la complicidad esencial de las fuerzas de la izquierda. Se legitimó en la Constitución de 1978, aprobada en referéndum. Otro momento clave llegó el 23 de febrero de 1981, cuando apareció en Televisión Española para detener el golpe de Estado reclamando el regreso de los militares sublevados a sus cuarteles. En ese instante decisivo el monarca se puso del lado de la legalidad democrática.

Uno de sus grandes aciertos fue –como ha recordado Soledad Gallego Díaz– mantener la neutralidad política que requería su cargo. Tras la legitimación simbólica del 23F, fue una especie de embajador de lujo, que facilitó las relaciones de España con los países de América Latina, con Estados Unidos y con otras naciones. Conquistó apoyos inesperados: había gente que se declaraba contraria a la monarquía pero “juancarlista”. En eso se mezclaban la sensatez pragmática y cierto encanto folclórico. El rey era un garante de la democracia, un hombre que no hacía pronunciamientos políticos y, además, un tipo simpático: campechano, deportista y levemente tarambana, supo seducir a sus teóricos adversarios.

Tanto él como la Casa Real compartieron los defectos de una democracia cerrada y poco transparente. La crisis y sus propios errores acabaron pasándole factura. Lo más grave ha sido el caso Nóos, un escándalo de corrupción que afecta a su yerno y a su hija, la infanta Cristina. Cuando ese asunto ocupaba los periódicos de un país cada vez más sensible a la sensación de impunidad de los poderosos, el monarca tuvo un accidente de caza en África. Cada nuevo detalle del caso apuntaba a un episodio actualizado de La escopeta nacional. Al rey lo acompañaba una princesa alemana, estaba matando elefantes, todo lo pagaba un magnate saudí. Insólitamente, don Juan Carlos pidió perdón.

Durante años los españoles vimos el ajetreo de la monarquía británica con cierta perplejidad: a su lado, nuestra familia parecía discreta, austera en lujos, estupideces y adulterios. En los últimos tiempos, las cosas cambiaron. Los escándalos atenuaron en parte un ridículo pacto de silencio vigente en la prensa española con respecto a la Familia Real. Es una buena noticia y también lo es una abdicación que muchos reclamaban pero pocos esperaban. El evidente declive físico del monarca coincidía con una grave pérdida de prestigio y popularidad. También es posible que ahora, justo después del aviso de unas elecciones europeas donde los dos partidos mayoritarios han perdido cinco millones de votos, sea más sencillo gestionar la sucesión, que es una novedad y que no tenía un itinerario legal preciso, en un ejemplo de procrastrinación que hace de la indecisión de Hamlet una nimiedad.

En nuestro tiempo, la monarquía recuerda a un tipo que espera el autobús vestido de reno a primera hora de la mañana, cuando hace horas que terminó la fiesta de disfraces y todo el mundo empieza una jornada normal. Es una excentricidad anacrónica que estimula algunos negocios y da material a las revistas. Con todo, algunos de los países más desarrollados del mundo son monarquías parlamentarias. Aunque una república parece una forma más razonable de gobernar, no hay una relación clara entre calidad democrática y república o monarquía. En las democracias hay instituciones que los ciudadanos no eligen directamente. Eso se hace por distintas razones: una de ellas, sensata en un sistema incipiente y tentativo, era la aspiración a cierta neutralidad. Estos días se ha reclamado un referéndum entre monarquía y república. Por desgracia, la reivindicación de un sistema republicano adopta muchas veces una forma ideológica que ve –pasmosamente– la Segunda República como una Edad de Oro, mientras que la Transición, que tuvo defectos pero ha permitido un periodo de convivencia y libertad inédito en nuestra historia, se presenta como un rotten compromise. La experiencia reciente muestra que es complicado hacer una reforma sencilla: un cambio en la legislación laboral, la liberalización de los taxis, quitar el acento en los demostrativos. Parece que hay quien piensa que realizar una alteración más drástica es mucho más simple: la mesa está coja y la puerta cierra mal, así que vamos a demoler la casa. No obstante, sin la ayuda de Robert Zemeckis, no podemos regresar a 1932 ni conseguir que la legalidad republicana  gane la Guerra Civil. Pero los numerosos cambios que necesita este país tienen que ver con el presente y no con el pasado.

En unos meses han fallecido Santiago Carrillo y Adolfo Suárez, y ahora el rey deja la escena.  “Una nueva generación reclama su papel protagonista”, dijo don Juan Carlos en una de las frases más citadas de su discurso de abdicación. Felipe de Borbón, el próximo rey de España, tiene la imagen de un monarca moderno y preparado. La situación es menos excepcional que la que afrontó su padre, pero tiene muchos desafíos por delante: el separatismo en Cataluña, la asfixia económica y laboral, cierto clima de indignación y cinismo, un mayor distanciamiento con la monarquía, especialmente entre los jóvenes. Quizá la abdicación sea la única forma de supervivencia de una institución inverosímil que, como demostró su padre, a veces puede resultar útil.

 

*La foto del Rey Juan Carlos la tomo de aquí:

https://antoncastro.blogia.com/upload/externo-e1c5e23b466e37838dcfc81e77ff56a6.jpg

 

06/06/2014 09:18 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

ÁNGELA ABÓS: EN LA FERIA DE HUESCA

[Esta tarde, en Huesca, se presenta el nuevo libro de Ángela Abós: ’La mirada del esparvel’ (Instituto de Estudios Altoaragoneses), donde recoge una selección de sus artículos de treinta años en diversos medios aragoneses. Este es el prólogo que lleva el libro. Ángela siempre es una afectuosa y entrañable que ha asumido cargos importantes. Su gran pasión es, sin duda, la literatura.]

 

EL VIAJE HACIA LA LIBERTAD

 

Antón CASTRO

 

Ángela Abós (Benasque, 1934) es una mujer entusiasta y laboriosa. Por muchas razones: por su intensa biografía, por la asimilación de una cultura rica y matizada, por su pasión por la política y la democracia, por su sentido de la amistad y porque exhibe, casi por igual, entusiasmo, lucidez y sinceridad. La mirada del esparvel es un libro emocionante: el de una mujer de la montaña que conoció el trasiego de mercancías entre Benasque y Francia bajo la nieve, y que se alimentó de las paradojas de la existencia, que empiezan en su propia familia.

Este es un libro de alguien con raíces: en la cultura, en los libros, en la educación, en el debate ciudadano. Hace algún tiempo en una entrevista para Heraldo de Aragón me decía: “Mi vida ha sido completamente insólita desde pequeña. Es la verdad. Y yo he intentado responderle siempre con un imperativo ético. La ética es un impulso individual, es una tendencia, y es una forma de estar en el mundo. Nos pasamos la vida intentando conjugar nuestros sentimientos y nuestras inclinaciones con lo colectivo, con la vocación de servicio. Y eso me ha pasado siempre”.

Reconoce el magisterio de los otros –desde Lázaro Carreter, Alonso Zamora Vicente o Laín Entralgo, pongamos por caso, a Tomás Buesa o Pablo Neruda, tan lejano y tan suyo a la vez- y a la vez, despaciosamente, con un verbo matizado y hermoso, nos da una lección tras otra. La primera lección, ese texto dedicado a la revista Triunfo, en la hora del adiós, es una vindicación de la memoria y de un viaje convulso y esperanzador que ha hecho con mucha gente. El libro es la crónica de una travesía hacia la libertad y a veces reaparecen, como fantasmas olvidados, nombres que fueron decisivos en la aventura. Algo más adelante firma un artículo que se titula ‘Aragón exporta sentido común’: es fácil y ajustado decir que Ángela Abós también exporta sensatez, contagia convicción y atrevimiento. Defiende el Parlamento, incluso “el aragonés” dice con alguna ironía, e invita a conocerlo porque solo se ama de veras lo que se conoce. Y la vida parlamentaria, en la Aljafería, en Madrid o en cualquier comunidad española, es un estandarte de pluralidad y de imprescindible debate.  Sabe muy bien de lo que habla: a su condición de profesora con leyenda, como suelen decir algunos de sus alumnos como el periodista Jesús Frago, suma su condición de novelista y de mujer que ha asumido importantes y variadas responsabilidades en Madrid, en el ministerio de Educación, y en Aragón, en el Gobierno de Aragón, entre otras instituciones.

Mientras se zambulle en libros que lee, y de los que extrae algunas enseñanzas como le sucede con El bucle melancólico de Jon Juaristi, mientras contempla con esperanza las elecciones vascas, pongamos por caso, va dejando aquí y allá huellas de su biografía, cantos rodados que sedimentan en el fondo del río y a la par siguen su curso hacia el porvenir más vibrante. La mirada del esparvel es una apología de la convivencia, de la diversidad, de la tolerancia, de la sensibilidad y de la complejidad. No hay nada más burdo y estéril que la ausencia de matices. Así, igual que glosa la biografía de Pilar Miró, que elaboró Diego Galán, puede hablar de ‘El camino de Francia’, una historia coral de calado familiar e íntimo, una pieza que se complementa con ‘Francia en el corazón’. Alguien recuerda: «¡Qué bien se vive allí! Van más adelantados en todo. Se nota en las casas, en el comercio, en las escuelas y en lo educados que son, aunque para el dinero sean tan suyos».

Eso sí, partidaria de los placeres esenciales y de las urgencias del cuerpo, recuerda que el sexo existe y que de su laberinto de incitaciones nacemos todos. Esta introducción alude de manera explícita a la primera parte del volumen: ‘Cultura y sociedad’, la más importante quizá porque encierra dos términos en los que cree ciegamente.

Ángela también habla del deporte y de los deportistas, y recuerda que fue nadadora y que tuvo un equipo local, jacetano, en el que hacía sus pinitos esta mujer a la que algunos alumnos veían como si fuera Juliette Gréco. Cultivaba el misterio del conocimiento y entendía que el mundo es un hontanar de caminos hacia la sensibilidad. También aborda la educación y la mujer, claro, pero hay otra sección, que se anticipa al cierre, la política, que es realmente emocionante. Es un autorretrato oblicuo de Ángela Abós: su colección de amigos, de figuras más o menos famosas que han moldeado su personalidad. Por ejemplo, en un conjunto de afectos, de recuentos y de análisis, confiesa sus debilidades. Dice: “Soy de los pocos que le aguantan a Federico Jiménez Losantos, como hacía José Antonio Labordeta, casi todo. Casi, pero no todo; a veces se pasa un huevo y otras veces los dos, y cuando eso sucede nos hiere de verdad. Nos conocimos hace tiempo en Zaragoza, en una cafetería del paseo Sagasta que ya no existe. Me lo presentaron como compañero militante del PSA y alguien me comentó que andaba medio enamorado de aquella chica navarra que no sé si también militaba con nosotros y que luego se nos fue con Alberto Moravia. ¡Qué años aquellos!”. Por lo que aquí se cuenta, también Federico Jiménez Losantos sucumbió al hechizo de Carmen Llera.

Ahí, en ‘Nombres propios’, habla de de Antonio Saura, con el que coincidió en varias ocasiones (declara, ya de paso, su amor por los calvos), de Gabriel Celaya, del político Carlos Piquer, que tuvo un final extraño y doloroso y a Ángela le produjo una desazón muy amarga, de Tomás Buesa, de Fernando Lázaro Carreter o de Miguel Hernández, entre otros. Y al hacerlo deja correr otra certidumbre, que se impone en este volumen: ella, Ángela Abós, lectora de poesía, enamorada de la copla y de la gastronomía, soñadora sin fin entre cuentos hasta el fin de la noche, es, ha sido y será una humanista metida en las pequeñas y grandes cosas de la vida.

06/06/2014 09:26 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

'SEDUCCIÓN': UN DIÁLOGO

[El pasado viernes, en compañía de José Luis Melero Rivas, presenté el libro 'Seducción' (Olifante, 2014) en la Feria de Huesca. Myriam Martínez, jefa de cultura, me mandó esta entrevista que ha publicado hoy en el 'Diario del Altoaragón'.]

 

¿Qué es la seducción y qué es su poemario 'Seducción'?

Cautivar, hechizar, conquistar, deslumbrar, sojuzgar el ánimo de alguien con buenas artes y ponerlo de tu parte para lo que se tercie: conversar hasta el fin de noche, pasear, cantar, bailar y también lo otro, si los cuerpos se inclinan hacia la tentación más más hermosa. Seducir es enamorar un poco con la vista, con la palabra, con la alegría. Y para mí seducir también es embellecer el paso del tiempo y someterlo un poco a tu antojo. Seducir aquí es vivir con emoción lo que has soñado alguna vez. Pensar, por ejemplo, que Debra Winger te hace caso por un instante.

¿Es usted seductor, le gusta seducir?

A todos nos encanta seducir, pero no tengo conciencia de ser un seductor. En todo caso, quizá sea a veces un seductor a través del lenguaje y la cordialidad. Y quizá la búsqueda de la felicidad, en las pequeñas cosas.

Destaque tres aspectos de su libro

Es un libro donde hablo de historias de amor propias, historias de amor ajenas, donde rindo homenaje a algunos amigos y maestros inolvidables: Javier Tomeo, Félix Romeo, Julio Antonio Gómez, Ana María Matute, José Angel Valente. Es un libro sobre la huella insobornable de los afectos; entre ellos, mi madre tiene un protagonismo especial, aunque ella no lo sabe y sospecho que no se creería lo que digo. Es un libro de texturas, de olores, de mujeres hermosas a las que has esperado y sigues esperando en las regiones de mi imaginación.

 Indíqueme, por favor, si ha publicado algún otro libro este "curso" ...

Mi último libro publicado fue ‘El dibujante de relatos’ (Pregunta), un libro de amor a la ciudad, a los amigos, a los paisajes, a la memoria, a un dibujante como Juan Tudela y al cuento como género literario. Y también al poema en prosa.

 Qué es lo más curioso o bonito que te ha pasado en relación con este libro

Me han pasado algunas cosas realmente bonitas. Por ejemplo, José Luis Melero lo recibió y no pudo abandonarlo en toda la noche; dos días después volvió a leerlo. Luis Alegre me dijo que no me había leído nunca nada tan emotivo como el poema ‘Amor de madre’ y ayer el cantante y compositor David Angulo me escribió, vencida la medianoche, para decirme algo parecido.

Usted es poeta hasta en sus libros de narrativa, ya lo dice José Luis Melero, que además le prologa el libro. ¿Se reconoce así?

Probablemente. Pepe me conoce muy bien. No he escrito poemas hasta los 50 años, de manera específica, y creo que la poesía está en todos mis libros de narrativa. La poesía, el poder de la palabra, amasada con imágenes, atmósferas y sensaciones, está presente en todos mi libros, incluso los de periodismo. Un libro como ‘Veneno en la boca’, de entrevistas con escritores aragoneses, está lleno de poesía, sobre todo en el retrato de cada autor.

 También dice Melero que en este poemario nos abre su corazón y nos hace confidentes. ¿Qué no nos había contado aún?

Algunas cosas. El arsenal de la memoria y de los recuerdos inventados es casi infinito. Aquí cuento una de las historias de amor más bellas, por imposibles (es una historia que solo existió en mi cabeza), hacia una joven a la que nunca le dije nada. Solo la miraba y la perseguía por los pasillos de las aulas en los días de lluvia.

¿Puede ser éste uno de los libros en los que más se ha desnudado?

Probablemente. Hablo de los meandros del corazón y de los sentimientos a través de las vidas de otras personas, como sucede en la primera parte del libro, ‘Una historia de amor’, nueve poemas, o en algunos homenajes. A veces, a través de la ficción, creo que hago inequívocas declaraciones de amor, de deseo y de sueño. El amor, como casi todo, nace en el cerebro, esa esponja tan enigmática como la pasión.

 

Por cierto, usted ha prologado el libro de Luz Rodríguez, otro poemario que se presentó hace unos días en la feria. Dígame algo de él.

Me gustó mucho. Conozco a Luz Rodríguez desde hace años, aunque apenas había leído sus poemas o sus relatos, y cuando leí ‘El pez de la despedida’ me pareció conmovedor. Es una historia de amor que participa de sus ingredientes habituales: el embeleso, la complicidad, el erotismo, la amenaza de la ruptura. Es un libro con música del alma, compuesto con palabras cargadas de sentido. También he prologado ‘La mirada del esparvel’ de Ángela Abós: un libro que resume una vida y una forma de estar en el mundo a través de artículos –muchos se han publicado en el ‘Diario del Altoaragón’- cargados de memoria, de sensibilidad, de conocimiento, de evocación y de compromiso.

 

08/06/2014 01:19 Antón Castro Enlace permanente. Entrevistas No hay comentarios. Comentar.

MÁS ALLÁ DEL DESIERTO / 4. DIARIO CULTURAL

[Una nueva entrega de este inventario de actros culturales, de nombres, de libros, de exposiciones, de viajes y de sorpresas. Apenas una pequeña parte de cuanto hay... Acaba de ser publicado en heraldo.es]

http://www.heraldo.es/noticias/ocio_cultura/cultura/2014/06/08/de_portico_sol_acin_aurora_egido_292651_308.html

 

 

MÁS ALLÁ DEL DESIERTO / 4. DIARIO CULTURAL

 

 

De ‘Pórtico’ y Sol Acín a Aurora Egido

 

 

SÁBADO, 31 de mayo

Siempre hay un aragonés al acecho que vuelve. Bosco Esteruelas, periodista durante muchos años en ‘El País’ y refugiado en Extremadura, presenta en la Feria del Libro de Zaragoza su último libro: los cuentos de ‘La chica de Tzuki’. Bosco ha hecho de la literatura la razón de su vida y cuenta en Zaragoza con un gran cómplice: el profesor y novelista José Luis Corral. Este, que levanta pasiones con su monografía de ‘La Corona de Aragón’ (Doce Robles), también es uno de los grandes amigos de Alfonso Mateo Sagasta, un narrador de aire juncal que publica ‘El reino de los hombres sin amor’ (Grijalbo), una de esas novelas que parece exhibir los vicios del pasado a la par que intentan probar que la especulación inmobiliaria y la corrupción se remontan, por los menos, a los tiempos de Felipe III. De la historia no se aprende casi nada: todo se vuelve a repetir cíclicamente, afirma Mateo Sagasta.

Quizá por ello también apareció la lluvia: una lluvia torrencial que siempre tiene una cita pendiente con la Feria del Libro. José Verón Gormaz, Premio de las Letras de Aragonesas de 2013, ha intentado encerrar su escepticismo y su humor, al modo de Catulo y su antepasado Marcial, en su libro ‘Sala de los espejos’ (Olifante).

 

DOMINGO, 1 de junio

Me hace mucha ilusión ver, me dicen que treinta y cinco años después, a la librería Pórtico en la Feria. Me encuentro con los hermanos Alcrudo y ojeo su deslumbrante puesto: siempre distinto, una exaltación de las Humanidades en todo su vasto dominio. Compro una antología poética de Sophia de Mello Breyner Andersen y me encanta ver una fotobiografía de Juan Ramón Jiménez, ese poeta que retorna cíclicamente. Este año, el año del centenario de ‘Platero y yo’, lo ha vuelto a hacer con un libro excepcional: ‘Vida’ (Pre-Textos). ¿Cuántas vidas, cuántas palabras, cuántos poemas y libros puede atesorar un poeta de difícil carácter y una sensibilidad tan extremada?

Veo a Mario de los Santos y su novela ‘La gota contra la primavera’ (Edhasa). Cuenta la historia de un partido de fútbol, entre dos pueblos, Serín y Tagur. Los dos conjuntos, que tenían viejas cuentas pendientes, se enzarzan y la guardia civil interviene. Y entonces sucede lo inesperado en una noche donde hasta los niños se asoman al pánico y quizá al heroísmo. Lo cuenta Manuel, que aprovecha para recordar su existencia, un amor que le redime y para ir y venir por los meandros del tiempo a su antojo, en un relato sorprendente. De buen novelista.

 

LUNES, 2 de junio

Javier Lacruz Navas también tiene vidas secretas. Varias. O quizá algunos dobles –psiquiatras, historiadores del arte, enfermos de los datos y los papeles ocultos,  mensajeros que investigan para él en Praga o París-, por eso es capaz de redactar un libro tan completo y complejo como su biografía de Manuel Viola (Editorial Cierzo). Lo presenta en el Teatro Principal, con guitarrista y cantante flamenco, rinde homenaje al gran galerista Víctor Bailo en el centenario de su nacimiento y se hunde, cómodo y locuaz, en un sofá-diván. El libro pesa más de tres kilos y está lleno de imágenes, de cartas, de textos de hemeroteca: Manuel Viola (1916-1987) es un errabundo, un superviviente, un artista torrencial y abstracto que parece haber vivido distintas existencias de novela.

 

MARTES, 3 de junio

Eloy Fernández Clemente, ese señor que reinventó Aragón desde Teruel con José Antonio Labordeta, habla en Ibercaja de la Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País. Manuel Pizarro le retrata con un cariño absoluto. El cofundador de ‘Andalán’ y memorialista se siente cómodo ante un escenario abarrotado y lleno de amigos, y habla como una enciclopedia abierta. Alguien resume así el acto: “Impresionante Eloy. No se ha dejado a nadie”.

A la misma hora, José Antonio Adell y Celedonio García presentan en Ámbito su libro ‘Bandoleros’ (Ediciones de la Torre). Si antes habían publicado dos volúmenes de bandidos aragoneses, ahora se centran en bandoleros de todas las comunidades autónomas. Hablan de Pepa a Loba, de Mamed Casanova ‘Toribio’, del ‘Pernales’, de José María Tempranillo, de Luis Candelas, “el primer bandido urbano”, del achaparrado Mariano Gavín, alias ‘Bandido Cucaracha’, que se hizo fuerte en las tierras monegrinas; hablan del ‘Bondades’ de Fraga o de ‘Pregoné’ de Mequinenza. Y recuerdan que acaban de estar en Ronda y Grazalema, donde los han recibido casi como si fueran futbolistas que acaban de ganar una Champions. Allí los bandidos están impregnados de literatura: son carne de leyenda, como si aún anduviesen por la serranía empeñados en defender a los pobres.

 

MIERCOLES, 4 de junio

Huesca celebra su Feria del Libro en la íntima plaza de López Allué, cerca del establecimiento ‘La Confianza’, que tiene unos bellos techos pintados por León Abadías y expande un olor ambiguo donde se mezclan el chocolate y el bacalao. Allí se presentaba un libro espléndido y revelador: ‘Hora temprana. Cartas y poemas’ (Larumbe) de Sol Acín (1925-1998), la hija menor de Ramón Acín y Conchita Monrás, que fue profesora de francés y poeta de un único libro: ‘En ese cielo oscuro’ (Ámbito, 1979).

Sol Acín a finales de los años 40 tuvo una gran amiga, Maria Kusche, historiadora del arte: se escribían, se intercambiaban poemas, viajaban juntas, coincidieron en Madrid. Hace algunos años, cuando se abrió la Fundación Ramón y Katia Acín, María se enteró y les escribió a sus coordinadores para poner a su disposición las cartas que conservaba de Sol y muchos poemas que le había remitido. Todo eso y un breve epistolario que mantuvo Sol con Miguel Labordeta se han recogido en este volumen, al que se ha añadido, además, la lírica ya conocida de la autora.

El libro, que ha preparado con lucidez y cariño Ismael Grasa, es una pequeña joya que ensancha la obra de Sol, matiza su personalidad y ajusta su lugar en la lírica española. “La de Sol Acín es una poesía muy depurada y reflexiva. Hay un momento en que se describe a sí misma como ‘violentamente introvertida’, lo que valdría también para su poesía. Utiliza un lenguaje propio de la tradición de la mística castellana, a la que da un sesgo moderno que le venía de sus lecturas de la poesía francesa, y de autores como Rilke, Whitman o Miguel Hernández”, explica Ismael Grasa.

 

JUEVES, 5 de junio

En el Centro de Historias, Esther Lafuente presenta su libro ‘Guía para entender la música moderna. Un recorrido didáctico por los estilos musicales de nuestro tiempo’ (Doce Robles), con el grupo Dos Pasos, del que fue y es percusionista. La acompañan el consejero Jerónimo Blasco y dos apasionados de la música: Patricia Godes, prologuista, que dice que un libro así no existía en la música española, y Juanjo Blasco Panamá, que explica la magia de las canciones. Lo hace con contención y sutileza y conmueve al público. Esther, profesora de música, cuenta que el libro nace de su obsesión por las fichas y la pedagogía. Poco a poco le fue saliendo un trabajo sistematizado sobre los géneros musicales, más de una veintena.

Cada capítulo explica en qué consiste el folk, el rock, el pop, el jazz, pongamos por caso, selecciona cinco artistas, aborda los antecedentes, y además hay otras propuestas: críticos, músicos, técnicos de sonido o profesores eligen sus temas preferidos; también hay una selección de películas sobre cada estilo. Así, con amenidad e ingenio, se redondea un volumen que es útil, didáctico y quizá un viaje aleatorio pero fascinante por las canciones, los cantantes, las bandas, los álbumes.

En el Centro de Historias hay muchas cosas que ver. Por ejemplo, la muestra ‘Testigos de las revoluciones árabes’ de fotografía, con la presencia de Diego Ibarra (Zaragoza, 1982), Maysun (Zaragoza, 1980), Guillem Valle (Barcelona, 1983), Alfonso Moral (Valladolid, 1977), Manu Brabo (Zaragoza, 1981) y Ricardo García Vilanova (San Cugat del Vallés, Barcelona, 1972). Todo un espectáculo de las paradojas y el dolor de la libertad. Y en el Espacio Tránsito, la diseñadora y artista Susana Blasco muestra ‘Antihéroes’: un trabajo muy original donde se mezclan viejas fotografías con objetos; crea una pieza nueva, inquietante, sugerente, llena de poesía. ‘Antihéroes’ muestra la foto original y los objetos, en una vitrina, y se cuelga en la pared el collage final. Una magnífica exposición: uno de esos proyectos que habla de la sensibilidad, del ingenio, de la voluntad de crear algo donde intervienen el tiempo, el azar, la vida cotidiana, los objetos y el talento.

En Los Portadores de Sueños, la periodista de HERALDO Paula Figols presenta su primera novela: ‘El refugio de las golondrinas’ (Anorak), un relato coral que sucede en una plaza del Casco Antiguo y que gira en torno a la vida de cinco personajes. Paula confiesa algunas de sus pasiones: Georges Perec, Mario Benedetti y Carmen Martín Gaite. El libro, que crece y crece y atrapa cada vez más, revela amor a los seres humanos, sed de aventura, indefensión, búsqueda, incertidumbre y el compromiso de una mujer idealista y rebelde. “Al salir por la puerta del periódico he sentido una gran liberación. Ahora estoy un poco asustada. Voy a comprar un billete de avión para Managua. ¿Nos vemos en León dentro de quince días?”, dice un personaje, María, que quizá se parezca a la propia Paula Figols.

 

VIERNES, 6 de junio

Cita, en el Paraninfo, con José María Serrano y José Luis Melero. Ahí sigue una exposición estupenda y variada: ‘Pintoras en España, 1859-1926. De María Luisa de la Riva a Maruja Mallo’. Me encanta ver los cuadros de María Luisa de la Riva, pintora de flores, de racimos, de luces, de granadas, pintora delicadísima y fuerte. Aún quedan días. Es una muestra coral que exalta los valores eternos de la pintura.

Por la tarde, viajo a la Feria de Huesca con el bibliófilo Pepe Melero, que acaba de hacerse con un paquete de cartas autógrafas de Castelar o de Valle-Inclán, entre otros. Melero sigue alimentando de oro en paño al fetichista que es. Allí vemos una preciosa exposición en la Diputación de Huesca de Alberto Carneiro y Fernando Casás: arte de la naturaleza, conceptual y sensual, pasión por las formas libres, pasión por las cosas del campo. Carneiro, tan vinculado con Huesca desde hace años, es un escultor maravilloso: hay varios troncos de árbol, con raíces y ramas, que parecen filigranas del sueño, trampantojos de los duendes. En el fondo, una exposición tan cautivadora produce una cierta melancolía: era un proyecto para el CDAN y para la programación que había concebido para él Teresa Luesma.

Ángela Abós presenta su libro ‘La mirada del esparvel’ (Instituto de Estudios Altoaragoneses). Irene Abad explica la colección y retrata a esta mujer cálida, enamorada de la cultura, de la canción, de la gastronomía, de la memoria del ayer, de la política y de la enseñanza. El libro ahonda en su autobiografía, en su trayectoria pública, en sus convicciones democráticas y socialistas, y en sus maestros y amigos: Lázaro Carreter, Tomás Buesa, Laín Entralgo, Antonio Saura. En su intervención realizó una defensa apasionada del periodismo: a lo largo de treinta años, a razón de uno o dos artículos, ha publicado en casi todos los medios aragoneses.  

 

SÁBADO, 7 de junio

Compro un libro delicioso: ‘Democracia y pintura mural en Zaragoza, 1984-1995)’ de María Luisa Grau Tello, que publica Rolde. Un paseo por la pintura moderna que se ha ido incorporando a la ciudad. Una maravilla menuda para los ojos y para la memoria. Los hermanos Pascual Rodrigo, Jorge Gay, Pedro Giralt, José Luis Cano, Santiago Arranz, Eduardo Salavera, Pascual Blanco, José Manuel Broto, Ángel Aransay..., etc., son algunos de los protagonistas.

Transcribo y edito una larga entrevista con Aurora Egido, que pronunciará su discurso de ingreso en la RAE mañana domingo 8 de junio. Vincula a Gracián con Borges, Pessoa y Joyce, y dice que tras haber trabajado casi un año en torno al autor de ‘El Criticón’, “me ha sorprendido la modernidad de Gracián. Cuando lo lees parece que estás dentro de un retrato de la España actual, o de la Europa actual”.

 

-Sophia de Mello Breyner Andersen. https://antoncastro.blogia.com/upload/externo-0389ffb3ddfdc2f368ee12e30ace0347.jpg

-Ramón Acín y Concha Monrás con sus hijas Katia y Sol.

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08/06/2014 17:23 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

ELENA BLANCO: UN DIÁLOGO

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ELENA BLANCO. Fotógrafa, 33 años. Jefa de prensa de Seix Barral. Expone ‘La mirada del escritor’ en Los Portadores de Sueños

  

  

“A un retrato le pido que transmita

  

  

Elena Blanco Benito, de 33 años, es fotógrafa y jefa de prensa de Seix Barral. Esta tarde inaugura una exposición, ‘La mirada del escritor’, en la librería Los Portadores de Sueños. En ella figuran autores como Juanjo Millás, Enrique Vila-Matas, Ignacio Martínez de Pisón, Elvira Lindo o Eduardo Mendoza.

¿Cuál es su historia personal con la fotografía?

Me regalaron la primera cámara con ocho años y desde entonces he hecho fotos, siempre me ha gustado mucho. Desde hace cuatro o cinco años ha pasado de ser un hobby a convertirse en algo cada vez más importante para mí, es una actividad que me apasiona. Seguramente en la relación con la fotografía me ha influido mi padre; siempre estaba filmando y haciendo fotos desde que era pequeña, así que para mí siempre ha sido algo natural, y ahora lo valoro mucho. Tengo amigos que apenas tienen fotos de cuando eran pequeños.

¿Cómo empezó a hacer fotos a escritores? ¿Qué pasó por su cabeza?

Llevo diez años trabajando en la editorial Seix Barral, me considero muy afortunada por estar en contacto con libros y escritores desde hace tanto tiempo porque la literatura es una de mis pasiones. Desde el inicio he ido haciendo fotos cuando estaba de promoción con autores, a modo de diario visual personal. En algún momento empecé a hacer retratos, fue un proceso natural. Ahora me he convertido en la “fotógrafa oficial” de la editorial y estoy encantada, es un honor para mí.

 Cuando va a hacer un retrato, ¿tiene una idea preconcebida, se guía por la intuición?

Carezco de una formación clásica o técnica como fotógrafa, así que sobretodo me dejo guiar por la intuición y la improvisación. A algunos de los escritores los conozco desde hace años, y sus retratos están hechos desde la admiración, con mucho cariño y respeto  siempre.

 ¿Quiénes son sus referentes, los artistas a los que admira?

Conozco y admiro el trabajo de grandes fotógrafos especializados en escritores como Daniel Mordzinski, Lisbeth Salas, Vasco Szinetar… Me gustan mucho sus fotos, como las de tantos otros, pero no tengo referentes concretos a la hora de disparar.

¿En qué son especiales los escritores?

Los escritores comparten sus historias y su manera de ver el mundo, y eso nos acompaña y forma parte de nuestra experiencia como lectores, lo incorporamos a nuestras vidas. Están muy expuestos a pesar de que su trabajo es muy solitario.

¿Podríamos decir que sus retratos son narrativos, psicológicos o solo espontáneos?

Son espontáneos aunque no lo parezca, porque están hechos sobre la marcha durante un momento libre en medio de una agenda de entrevistas. En los últimos meses me han comentado con frecuencia que parecen retratos “psicológicos”.

 Hay personajes que parecen inquietantes. Pienso en Juan José Millás, por ejemplo. ¿Se dan casos de incomodidad, de tensión?

Siempre estoy cómoda con ellos, al final es una relación de trabajo natural y fluida. Una relación natural. Eso no quita que en alguna ocasión al conocerlos por primera vez estuviera expectante porque tengo la suerte de trabajar con autores que admiro y sigo desde hace mucho tiempo. Pienso en cuando conocí a Juan José Millás, Enrique Vila-Matas, Elvira Lindo, Antonio Muñoz Molina, Eduardo Mendoza…

¿Cuál ha sido la foto más difícil y por qué?

Algunos autores son más tímidos a la hora de dejarse retratar, pienso en Juan Bonilla o Isaac Rosa, pero eso nunca me ha parecido difícil.

 ¿Quién es el más seductor, aquel al que le gusta posar, que tiene alma de modelo?

En general a los escritores (al menos con los que yo he trabajado) no les gustan especialmente las fotos, pero se sienten cómodos porque llevan años “sufriéndolas”. Hasta ahora no me he encontrado con ninguno que tenga “alma de modelo”. Pero, por ejemplo, Enrique Vila-Matas o Elvira Lindo muestran una complicidad especial en relación con la fotografía.

 

¿Se reflejan los libros o la escritura del autor en tus retratos?

Como lectora sus libros me influyen y también la relación que tenga con el autor, eso condiciona mi mirada; desde luego. Siempre trato de reflejar la complicidad y empatía que tengo con la persona que está al otro lado de la cámara. A un retrato le pido que me transmita, que el retratado me comunique algo.

 ¿Cuál ha sido la reacción de ellos luego, cuando se han visto?

A todos les ha gustado el resultado. En algunos casos como Janne Teller o Enrique Vila-Matas están usando esas fotos en la promoción de sus libros, incluso de otras editoriales. Es un honor. Enrique Vila-Matas es el autor que más veces he retratado, desde que nos conocimos en un viaje a Dublín con la promoción de su novela ‘Dublinesca’. Siempre hay complicidad en mayor o menor medida.

¿Cree que hay distinto en un retrato de escritor del de otra persona?

La diferencia no reside en el retrato, sino en la mirada del espectador, porque en el caso de los escritores uno tiene una relación con ellos por el hecho de ser su lector.

¿Cómo se plantea el futuro, qué sueños tiene?

Uff...!  Me gustaría seguir trabajando cerca de escritores pero también tener más tiempo para curiosear, aprender y empaparme de fotografía. Tengo varios proyectos en mente y muchas ganas e ilusión para llevarlos adelante, solo me falta tiempo. Y por supuesto seguir disfrutando de las cosas buenas de la vida, mis amigos, formar una familia…

 

*Esta entrevista se publicaba ayer en heraldo.es

-La foto de Pisón la tomo de aquí

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10/06/2014 10:55 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

COMIENZA EL MUNDIAL DE BRASIL. 1

REGATE EN EL AIRE / 1

 

 

LA VERDAD DE LAS MENTIRAS

 

Antón Castro

 

O nosso Mundial. Luiz Felipe Scolari, ese entrenador entre paternal y adusto, llama a la paz al pueblo brasileño contestatario: le pide que apacigüe sus protestas y su descontento y que empuje a favor de la victoria. Va a ser un mes de alta tensión, aunque los goles puede ser un sortilegio social: a lo mejor, si Fred, Neymar o Hulk empiezan a marcar, el pueblo se olvida un poco de la terrible injusticia y de la hambruna. Por otra parte, se pide una y otra vez que no se recuerde el “maracanazo” de 1950; incluso lo hace el gran lateral Carlos Alberto: el del gol a Italia en México-1970 tras la asistencia milimétrica de Pelé. Trae mala suerte e induce en el colectivo de pura furia de ‘la canarinha’ la suspicacia de una derrota posible, y eso agobia al más seguro. Brasil, para huir de la mala sombra, ha cometido un desaire con el uruguayo Gigghia: no le ha invitado al Mundial ni a recordar aquel gol que batió a Moacyr Barbosa, “o goleiro maldito” que hizo llorar a todo un país.

Las cosas no empiezan del todo bien. Edson Arantes do Nascimento, ‘Pelé’, tendrá que vérselas de nuevo con su rival histórico: Diego Armando Maradona. Este, que tiene vocación de competidor rabioso en cualquier instante y por cualquier pretexto, ya le ha mandado alguno puya: le recuerda que el diez amarillo no fue tan grande como el diez albiceleste, él, y le deja caer, por si las moscas, que Neymar está muy lejos de Messi. A las estrellas les cuesta compartir un sitio tranquilo en el Olimpo. Pelé nunca ha sido muy generoso con sus rivales de la inmortalidad, y Maradona no le perdona ni una. Si además enciende la antigua y feroz rivalidad entre los dos países, mejor.

Scolari aparentará que no le escuece el golpe, pero habrá que verlo. En el fondo, un equipo de fútbol tan físico y desnaturalizado, y más bien soez con el rival, no da todas las garantías: él ya sabe qué es perder un campeonato en casa, como le sucedió a Portugal en la Eurocopa de 2004. Con todo, a pesar de la convicción de Casillas de que “España es el favorito absoluto”, Brasil es el candidato. Un candidato que no enamora a casi nadie porque se ha alejado de los futbolistas del aire.

España acude con un palmarés envidiable y con una ventaja sentimental: es el abanderado del ‘jogo bonito’ y ha seducido con su estilo durante tres competiciones: dos Eurocopas y el Mundial de Sudáfrica. Es el equipo que puede compararse con el Brasil de 1970. Eso sí, también se percibe que los grandes especialistas no lo ven vencedor. Hoy tiene su primera prueba de fuego en un grupo realmente difícil, con dos serios adversarios (Holanda y Chile) que le van a exigir algo más que pases, precisión técnica e inspiración. Brasil le dio una lección a España en la final de la Copa Confederación- 2013: así, solo con la elocuencia de un fútbol de clase y control, no es suficiente.

Esperemos que Del Bosque haya extraído algunas enseñanzas. Se necesitarán más ambición, más sacrificio y fuerza (también puede escribirse, muslo bravo, corazón y desespero, etc.), un mayor nivel de concentración y rapidez. Y habrá aprendido que la caligrafía preciosista heredada del Barcelona de Guardiola y Tito Vilanova no basta. España no debe renunciar a su forma de jugar, a su posesión apabullante, pero no puede dormirse en los laureles.

Medio mundo ha aprendido a contrarrestar ese despliegue, ha buscado un arsenal de antídotos, incluyendo la suciedad ambiental, y existe la sospecha de que el equipo tiene regiones de fragilidad, despistes defensivos y una cierta orfandad goleadora. Le cuesta marcar y, a veces, se desencaja ante el coraje ajeno, ante un choque exigente, de fragor y pelea. El narcisismo del éxito empeora. Medio mundo sospecha de que ha perdido el ángel y que llega diezmado de fuelle. Con las reservas de oxígeno y de ánimo. Xavi Hernández es el ejemplo: parece claro que sus mejores días han pasado. El mismo Pelé, al elogiarlo a él, juega a la verdad de las mentiras. Xavi, en esta ocasión, está más bien de auxiliar, de jugador complementario, y ojalá, ojalá, ojalá que me equivoque. Debiera ser el momento de Silva, el gran momento de nuestros artistas supremos: Silva y Andrés Iniesta.

Hoy España tiene un partido difícil. Tampoco esta Holanda es la del último Mundial, pero será un choque que dará los primeros síntomas de las posibilidades de cada uno. Van Gaal es un ganador. Mejor empezar bien.  

 

*La foto de Pelé la tomo de aquí:

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**La de Maradona de aquí: 

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13/06/2014 20:36 Antón Castro Enlace permanente. Deportistas No hay comentarios. Comentar.

PEIO H. RIAÑO, I PREMIO JOSÉ LUIS GUTIÉRREZ DE PERIODISMO CULTURAL

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El escritor y periodista Peio H. Riaño, responsable de Cultura de ‘El público’ y ahora de ‘Elconfidencial.es’, colaborador asiduo de ‘La Vanguardia’, ha sido el ganador del I Premio de Periodismo Cultural ‘José Luis Gutiérrez’, galardón dotado con 3.000 euros. El fallo se hizo público el pasado miércoles en la Feria del Libro de Madrid; Peio, uno de los renovadores del periodismo cultural entre las nuevas generaciones, ejerce una información crítica y rigurosa, comprometida y apasionada, que intenta darle una vuelta de tuerca a la realidad y que no excluye un elemento de creación. El premio lo convoca la revista ‘Leer’ y cuenta, entre otras instituciones, con la colaboración de ‘Ámbito Cultural’.

*La foto de Peio H. Riaño es de Ricardo Torres.

13/06/2014 20:49 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

MÁS ALLÁ DEL DESIERTO. 5

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MÁS ALLÁ DEL DESIERTO / 5. Diario cultural

 

La vida de los otros: de Ángel Fuentes al ‘boom’

 

DOMINGO. 8 de junio

Aurora Egido se convierte en la séptima mujer de la Real Academia de la Lengua y la novena en toda su historia. Accede de la mano de dos aragoneses: José Luis Borau, que ocupó el sillón B, y de Baltasar Gracián. Egido, “muy elegante, con un vestido largo azul marino”, según las crónicas, recordó que vivió varios años en la misma calle del director de ‘Furtivos’ y que luego, en Los Ángeles, conoció a mucha gente que había participado en el rodaje de ‘Río abajo’, la película que supuso la ruina de “un hombre inasequible al desaliento”. Luego habló de la inmortalidad en la obra de Baltasar Gracián, a quien le ha dedicado numerosas páginas, y deslizó una hermosa conclusión: “Nadie desaparece del todo mientras haya alguien que le recuerde”. Mientras ella disertaba y Pere Gimferrer le respondía, Rafael Nadal ganaba su noveno título en Roland Garros. ¿Qué diría el autor de ‘El Criticón’ del héroe insaciable del tenis?

 

LUNES, 9 de junio

Elena Blanco, jefa de prensa de Seix Barral y fotógrafa, salió de casa con un carrito lleno de fotografías: una veintena de piezas que componen ‘La mirada del escritor’. Las coloca en el escaparate y las estanterías de Los Portadores de Sueños. Hay retratos de Elvira Lindo, Antonio Muñoz Molina, Juan José Millás, Fernando León de Aranoa, Eduardo Mendoza, Guillermo Saccomanno, Asa Larsson, Ignacio Martínez de Pisón, etc.

Elena Blanco explica cómo hace las fotos en los descansos de la ruedas de prensa y que busca la naturalidad y la complicidad con sus fotografiados. Admira a Daniel Mordzinski, Lisbeth Salas y Vasco Szinetar, a quien parece haber seguido en una de las mejores fotos de la muestra, la que le hace a la premio Cervantes de 2013: Elena Poniatowska. Ambas miran el mundo en una estancia barroca, como un cuadro de Frida Kahlo, desde el fondo del espejo.

 

MARTES, 10

Acudo a la exposición de Roberto Botija en la galería Spectrum Sotos: ‘Tiempo suspendido’. Arquitecto y diseñador de interiores bilbaíno, ofrece una propuesta llena de delicadeza y de poesía, donde intervienen diversos elementos: vegetales, el espejo, la corrección de la perspectiva, la lentitud y la perfección, la capacidad simbólica de los objetos y el tiempo. Ha dicho el artista: “De lo fotográfico, ante todo, me interesa ese tiempo que está presente pero que ha dejado de transcurrir”.

En Spectrum Sotos me entero de una mala noticia por Julio Álvarez: el pasado fin de semana fallecía en Zaragoza Ángel Fuentes, uno de los grandes restauradores del patrimonio fotográfico, que se formó en Rochester a principios de los 90. Nacido en Pamplona en 1955, se trasladó a Zaragoza a estudiar Filología Hispánica, y entró en contacto con Gonzalo Bullón, que fue su maestro de fotografía y el de Ángel Carrera en el curso 1975-1976. Más tarde participó en varios proyectos con la galería Spectrum (donde daría clases), con Julio Álvarez y Enrique Carbó, en torno a la obra de Ramón y Cajal, los Coyne o Jalón Ángel, que se expuso en el Palacio de Sástago.

Ángel Carrera define así la tarea de Ángel Fuentes:  “Los grandes maestros relacionados con la conservación y restauración fotográfica los tuvo en Rochester cuando fue becado por la Diputación de Zaragoza para ampliar estudios, especialmente Grant Romer, conservador de la Eastman House, que fue también quien le introdujo en la masonería. Ángel Fuentes ha sido el mejor restaurador fotográfico en España y me atrevería a decir que uno de los mejores de Europa. Ha formado prácticamente a todos los conservadores y restauradores que actualmente hay en activo en España e Hispanoamérica. En su entierro en Pamplona había profesionales llegados de todos los puntos del país”. Se le puede conocer mejor en http://www.angelfuentes.es.

 

MIÉRCOLES, 11 de junio

En la calle Argumosa 37, en la sede de la revista ‘Leer’, que se parece un poco a los decorados de la serie ‘Galerías Velvet’, se falla el premio de periodismo cultural José Luis Gutiérrez. El ganador es Peio H. Riaño (Madrid, 1975) por ‘Académicos insumisos’. El jurado valora la “forma renovadora y crítica de entender el periodismo cultural, basado siempre en la indagación y el trabajo de fuentes y obstinado en resaltar las contradicciones y paradojas de nuestro tiempo”. Peio H. Riaño ha sido director de la sección de Cultura de ‘El Público’ y ahora lo es de ‘Elconfidencial.com’. Es autor de la novela ‘Todo lleva carne’ y del ensayo ‘La otra Gioconda’ (Debate, 2013).

En la Fundación Telefónica veo una exposición fantástica de PhotoEspaña: la de Antoni Arissa (1900-1980), toda una revelación. Poco más de 160 fotos de un artista que trabajó apenas entre 1922 y 1936 y tocó diversos registros desde la órbita del pictorialismo, la nueva objetividad y la vanguardia: el retrato, los interiores, el reportaje, el universo familiar, los objetos. Poco a poco, se fue haciendo más abstracto y más vanguardista. Poseía un increíble sentido artístico y una gran sensibilidad.

 

JUEVES, 12 de junio

Bernardo Atxaga, acompañado de uno de sus mejores amigos, Ignacio Martínez de Pisón, presenta ‘Días de Nevada’ (Alfaguara) en Los Portadores. Pisón explica que toda la obra de Atxaga tiene una gran coherencia y un puñado de temas y obsesiones que se repiten. Vincula este libro híbrido con ‘Obabakoak’, que acaba de cumplir 25 años. Luego, como si fuera un Homero suave y sentimental, de cabello crespo y sensibilidad a flor de labio, Atxaga cuenta las claves del libro: recuerda anécdotas, crímenes, miedos, un viaje terrible por el desierto, habla de la serpiente de cascabel que se movía cerca del coche y de sus hijas, y luego decide evocar al púgil Paulino Uzcudun, que peleó con los grandes campeones de su época: Max Baer, Max Schmelling, Joe Louis o Primo Carnera, entre otros.

Atxaga recuerda que no fue campeón del mundo porque no quiso nacionalizarse norteamericano; dice que ha sido una figura que siempre le ha perseguido y que lo reencontró en Reno, en un libro que se titulaba ‘Dempsey en Nevada’, que giraba en torno a la figura del campeón de los pesos pesados, Jack Dempsey, ‘el martillo de Manassa’, que hizo llorar a Julio Cortázar y a su madre, en 1923, cuando venció a Luis Ángel Firpo, ‘el toro salvaje de la Pampa’. La historia de Uzcudun es conmovedora: mezcla la veneración, el odio y el olvido.

 

VIERNES, 13 de junio

Patricia Roda está terminando su largometraje documental ‘El viaje de las reinas’, inspirado en el proyecto teatral ‘Doce reinas’, que dirigió Blanca Resano con doce actrices aragonesas. Parte de una frase de Peter Brook: “El viaje es el destino”. Constituye una defensa de la creación de la mujer, “un intento de darle visibilidad y a la vez quiero contar el trayecto vital de la lucha de estas mujeres”, dice. Me enseña un tráiler que destaca por la fuerza, la plasticidad y la ambición del proyecto, en el que introduce muchas voces de diversas artes y de creadores del mundo. A la vez, la joven realizadora prepara un nuevo documental con su hermano Germán Roda en torno a la figura del Papá Luna. El periodista de HERALDO Ramón J. Campo, tras la experiencia de ‘Juego de espías’, volverá a colaborar con ellos en el guion y en la investigación en torno al supuesto cráneo de Benedicto XIII.

 

SÁBADO, 14 de junio

Comienzo la lectura de ‘Aquellos años del boom. García Márquez, Vargas Llosa y el grupo de amigos que lo cambiaron todo’ (RBA) de Xavi Ayén, “el mejor ejercicio de periodismo cultural que se ha hecho nunca en España”, según afirma Sergio Vila-Sanjuán, escritor y periodista. Busco y busco, y me encuentro con este eco de Calaceite, que fue centro de reunión de los escritores del grupo: “Mauricio Wacquez fue gran amigo de Donoso y la otra figura literaria de Calaceite. Sus próximos lo recuerdan, además de como gran cocinero, como un maestro de la esgrima verbal, un actor que dominaba la mímica, la entonación, los gestos y los recursos de la imitación”.

 

*En la foto, Elena Blanco y Elena Poniatowska.

 

16/06/2014 12:05 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

ATXAGA, UZCUDUN, PERICO, ROCA...

Cuentos de domingo 

 

Atxaga y Uzcudun

 

El boxeo formó parte del imaginario popular e inspiró a escritores, cineastas, pintores o músicos. Algunos como Nabokov, Hemingway o Conan Doyle lo practicaron; otros, desde de Ring Lardner, Jack London, Norman Mailer o Ignacio Aldecoa, lo contaron como nadie. Dylan, Simon & Garfunkel, Bunbury o Quique González le han dedicado canciones. Quizá quien mejor haya intentado explicar su complejidad y su brutalidad haya sido una mujer, en ‘Del boxeo’ (Tusqutes): la frágil Joyce Carol Oates, a quien su padre llevaba a los combates de niña. ‘La edad de oro del boxeo. 15 asaltos de leyenda’ (Libros del KO) es una antología de Manuel Alcántara, el mejor cronista del pugilismo de España. Dice de Perico Fernández, cuando se proclamó campeón del mundo de los superligeros ante Furuyama en Roma: “Ha sido un combate entre un poeta y una computadora (...) Ya tiene el boxeo español su ‘Niño de las Monjas’, su ‘Currito de la Cruz’, su hombre con leyenda, su campeón juvenil y peculiarísimo”. Julià Guillamón publica ‘Jamás me verá nadie en un ring.’ (Comanegra), la historia de un púgil modesto, Pedro Roca, que tuvo una fugaz carrera y redactó ‘De boxeador a literato (1932), que muestra la grandeza y miseria de este deporte y “el surrealismo involuntario” y fascinante de este autor que recibió paliza tras paliza y fue objeto de la risa cruel de sus seguidores. Bernardo Atxaga estuvo en Zaragoza, en Los Portadores, con ‘Días de Nevada’ (Alfaguara), un libro de campus, un diario, un cuaderno de viaje, una novela abierta. Hay situaciones inquietantes: el extravío en el desierto, la aparición de una serpiente de cascabel, la amenaza de un violador que acecha, el recuerdo de Marilyn. Atxaga, que es un actor-púgil que se faja contra su infinita timidez, le dedica algunas páginas a Paulino Uzcudun. La figura del campeón vasco de los pesados le había perseguido de la infancia. Recuerda sus mejores peleas –con Max Baer, Primo Carnera o Max Schmelling - y cuenta una historia en la que el héroe inicia su caída hacia la nada. Lo vapulearon Joe Louis y la gente, que “descubrió” que se había entrenado con presos del franquismo. 

 

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16/06/2014 12:09 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

VÍCTOR BAILO: MEMORIA DE UN SIGLO

 

El paladín del mejor gusto estético*

 

Se cumplen cien años del nacimiento de Víctor Bailo (1914-1975), propietario, director de la galería libros y pionero de la modernidad

 

 

Víctor Bailo Solanas (Leciñena, 1914-Zaragoza, 1975) se hizo acreedor a muchos elogios. Para algunos, como el profesor y crítico de arte de HERALDO Ángel Azpeitia, transmitió cultura, sentido de Civilización; para otros, como el escritor y profesor de Historia del Arte Federico Torralba, fue “uno de los auténticos pioneros –y en momentos bien difíciles (...)- en la difusión de los nuevos caminos de la plástica”. Luis Horno Liria, crítico literario, resultó decisivo en “la formación de nuestro gusto estético”. Todos ellos lo elogiaron sin reservas en el catálogo de homenaje que se le hizo, en la primavera de 1976, unos meses después de su muerte. Esos elogios, de otro modo, se han repetido a lo largo de los años por escritores, artísticos, galeristas, etc. María Isabel Sepúlveda estudió su trayectoria. El último en ensalzar su travesía de creación y curiosidad intelectual ha sido Javier Lacruz en su monografía de ‘Manuel Viola’ (Editorial Cierzo), que recuerda que la sala Libros fue su personal catedral del arte, desde casi antes de abandonar los pantalones cortos.

Víctor Bailo y Libros forman parte de la memoria de Zaragoza. Fueron un binomio fundamental a lo largo de 35 años, desde 1945 hasta 1975. Su hija Isabel Bailo y su yerno Gonzalo de Diego lo recuerdan, en su domicilio de Arquitecto Yarza, ahora que se celebra el centenario de su nacimiento. Cuenta Isabel que su padre pertenecía a una de las dos familias más influyentes de Leciñena. “Tenía un hermano mayor, Paco, que tuvo un hijo en vísperas de la Guerra Civil. Lo cogieron y lo fusilaron. Mi padre jamás quiso volver a Leciñena –dice-. No podía olvidarse del crimen. Es curioso: a mí me gustaba regresar, de cuando en cuando, para el verano con mis abuelos. Lo pasaba bien”. Ya instalado en Zaragoza, el joven Víctor Bailo intentó reanudar su vida y superar los fantasmas del horror y del dolor. Empezó a estudiar comercio y “no tardó en coger en traspaso Libros, que había pertenecido a su primo Tomás Seral y Casas”, explica Gonzalo de Diego.

No se sabe muy bien por qué Víctor Bailo se interesó por un proyecto como ese. “Fue clave, creemos, su primo”, dicen. Tomás Seral y Casas (1908-1975) fue poeta surrealista, un agitador cultural y colaborador en prensa, dirigió revistas, y fundaría en Madrid la Galería-Librería Clan. En 1939 había solicitado permiso para abrir su galería y lo haría en octubre de 1940; el proyecto era de José de Yarza. Años después, con Víctor Bailo ya al frente, habría una ampliación dirigida por Pérez Páramo. “Seral y Casas le asesoró siempre, le mostró su cartera de clientes y le puso en contacto con galeristas”, dice Isabel. Gonzalo de Diego, que ha trabajado en cultura y exposiciones en Ibercaja hasta su jubilación, revela una curiosa anécdota: “Víctor Bailo era simpático, con carisma, sencillo en el trato y educadísimo. Tenía un sexto sentido para el negocio y se empleaba con sutileza. No agobiaba ni era desconfiado. Yo le compré el primer cuadro de mi vida en 1973. Era un Grau Santos. Me vio interesado y me ofreció toda clase de facilidades. Me costó 25.000 pesetas de las de entonces, unos 150 euros”. Regresamos un instante a Seral, que se marcharía a Madrid en 1945: “Hemos visto la correspondencia íntima entre los dos y le asesoraba desde la distancia”, agrega. Bailo viajaba constantemente a Madrid y colaboraba con diversos galeristas: Gaspar, Parés, Prats, Biosca, Leandro Navarro o Rodríguez Sahagún, entre otros.

Se diría que Víctor Bailo aprendió pronto y convirtió su santuario de Libros en un foco cultural de la ciudad: era galería de arte, tiene de enmarcación y librería y tienda de discos. “En los discos trabajó de dependiente el gran fotógrafo Joaquín Alcón”, recuerdan Isabel y Gonzalo. Libros era un centro de tertulias, de amantes de las artes y de los libros. “Por allí pasaba todos los días el periodista y crítico Joaquín Aranda, compraba un libro y lo leía en el Casino. Pasaban Miguel Labordeta y muchos otros: en sus inicios estuvo Fermín Aguayo, “con una bufanda que le arrastraba hasta el suelo”, acudían el alcalde Luis Gómez Lagunas, el crítico musical Eduardo Fauquié, los hermanos Pérez Gállego, el productor Eduardo Ducay o el periodista de HERALDO José María Doñate”, dice Gonzalo de Diego.

Víctor Bailo tenía buen gusto para el arte. Le apasionaban la música y la lectura. Expuso a la Escuela de Vallecas y de Madrid, a Redondela, Viola o Menchu Gal, pero también estaban vinculados a él otros artistas como Revello de Toro, Álvaro Delgado, que lo retrató, Benjamín Palencia, Vázquez Díaz, Luis García-Ochoa, Godofredo Ortega Muñoz, “que le recordaba que se había escondido durante la Guerra Civil en Utebo, en la casa de Gil Bel”. Expuso a muchos de sus paisanos: Pilar Aranda, Pablo Serrano, Santiago Lagunas, Viola, Baqué Ximénez, Alberto Duce, Beulas... Todas las temporadas dedicaba un mes a un artista aragonés, y si en 1950, por poner un ejemplo, presentó al joven surrealista Antonio Saura, algunos años después haría lo propio con  José Luis Cano o Jorge Gay.

En 1975, en la calle Cuatro de Agosto fundó un nuevo espacio: Libros 75, pero no le dio tiempo a abrirlo. El cáncer interrumpió su gran obra con apenas sesenta años. Leandro Navarro lo recordaba así: “La figura menuda, la sonrisa irónica, un ligero acento aragonés, unos escrutadores, agudos, inteligentes ojos claros, disimulados tras los lentes... Los abrazos abiertos, el corazón grande, generoso, emocionado para el arte”. Su proyecto, con algunos cambios, permaneció abierto hasta el pasado agosto de 2013.   

 

*Este texto, con algunas variaciones, se publicó ayer en Heraldo de Aragón.

16/06/2014 12:12 Antón Castro Enlace permanente. Artistas No hay comentarios. Comentar.

LUIS ALEGRE ESCRIBE DEL MEDIO SIGLO DE 'LOS MAGNÍFICOS'

 

LOS MAGNÍFICOS”, EL EQUIPO MÁS BRILLANTE DE LA HISTORIA DEL REAL ZARAGOZA, OCUPAN UN LUGAR DE HONOR EN EL IMAGINARIO ARAGONÉS. SE CUMPLEN 50 AÑOS DE SUS PRIMERAS GESTAS.

Un concierto de Stradivarius

 

Por Luis ALEGRE. Texto aparecido el domingo en Heraldo de Aragón

El miércoles 24 de junio de 1964 el nombre de Zaragoza se escuchó con mucha fuerza en toda Europa. Esa tarde el Real Zaragoza entrenado por Luis Belló se proclamó campeón de la Copa de Ferias al batir al Valencia en el Nou Camp. Unos días después, el domingo 5 de julio, en Chamartín, el Zaragoza volvió a tumbar a un grande de la liga española, el Atlético de Madrid, y logró por vez primera la Copa de España, llamada entonces del Generalísimo. Se cumplen 50 años de esos días asombrosos que empujaron la leyenda de “Los Cinco Magníficos”.

El apodo, muy afortunado, evocaba a “Los Siete Magníficos”, el western de John Sturges estrenado en Zaragoza tres años antes. “Los Cinco Magníficos” eran los miembros de la delantera prodigiosa: Canario, Santos, Marcelino, Villa y Lapetra. Pero es más justo hablar, en general, de “Los Magníficos”, para incluir a Yarza, Cortizo, Irusquieta, Manolo González, Santamaría, Reija, Pais, Isasi, Pepín o José Luis Violeta. “Los Magníficos” fueron, al menos, 15. Entre 1963 y 1967 el Zaragoza disputó dos finales de la Copa de Ferias –de la que ganó una-, unas semifinales y unos cuartos de final de la Recopa de Europa y cuatro finales consecutivas de la Copa del Generalísimo, de la que ganó dos. Francisco Franco llegó a preguntar si su Copa la jugaba siempre el Zaragoza y otro más. El fútbol de ese equipo maravilló a Europa y marca un techo en la historia del Real Zaragoza.

He contado miles de veces que yo tendría cuatro años cuando, en el Barranquillo de Lechago, vi a mi padre Alberto y a mi tío Luisito volverse locos de alegría al escuchar en Radio Zaragoza un gol de “Los Magníficos” cantado por Paco Ortiz. Mi padre y mi tío me comían a besos. No me cabe duda de que ahí comenzó mi relación enferma con el Real Zaragoza. En el bar de mi tío Eduardo había un póster que yo miraba y remiraba con la boca abierta. Era la formación que había conseguido la Copa del Generalísimo ante el Athletic de Bilbao en 1966. No puedo recordar cómo jugaban “Los Magníficos”. Pero esos tipos trastornaron mi vida.

Yo no había salido de Lechago. Para mí Zaragoza era una foto en blanco y negro de “Los Magníficos”, el lugar mítico en el que vivían mis ídolos. A mediados de la década de los 60 Zaragoza tenía unos 350.000 habitantes y Lechago unos 200. Ya había comenzado la desbandada. Muchos de Lechago se marchaban a Zaragoza, Valencia, Barcelona, Madrid o, como en el caso de mi padre, a Francia, a trabajar en la vendimia o a recoger remolacha. Los pueblos de Aragón eran rudos y pobres y Zaragoza, aunque a mí me pareciera mítica, era una ciudad enlutada, triste, vulgar, provinciana e ignorada. En una entrevista de la época Luis Buñuel admitía que su Zaragoza le parecía horrible y feísima.

 

De algún modo, el Real Zaragoza de “Los Magníficos” representaba lo contrario de lo que eran Zaragoza y Aragón. A ese equipo le sobraba brillo, alegría, magia, belleza, finura, armonía, genialidad, poderío. Madrid, Valencia, Barcelona o Bilbao, las ciudades que nos rodeaban, eran más poderosas que Zaragoza pero el Real Zaragoza, muy a menudo, era más deslumbrante que el Barça, el Valencia, el Athletic de Bilbao, el Atlético o el Madrid de Di Stéfano, Puskas y Gento. El Zaragoza también vivió grandes noches en Europa. Especialmente, una, esa de noviembre de 1966 en la que venció en Inglaterra por 3 a 1 al Leeds United en las semifinales de la Copa de Ferias. Se cuenta que los jugadores del Zaragoza tuvieron que volver a saltar al campo para recibir la ovación del público inglés, entregado a su talento. El ocho de diciembre de 1964, tras un partido que el Zaragoza ganó al Dundee United con dos goles de Carlos Lapetra, el locutor Matías Prats dijo: “Tengo la impresión de haber presenciado un concierto de Stradivarius. Ninguna nota en desacuerdo, ninguna estridencia, todos acompasados, poseídos de la misma fiebre creadora”, unas palabras que, con razón, permanecen enmarcadas en el Museo del Real Zaragoza. En esos años había dos cosas de Aragón que llamaban la atención en Europa: Luis Buñuel, una referencia para los cinéfilos y las élites intelectuales, y aquellos futbolistas que contaban con la admiración de millones de aficionados. Para esos europeos Zaragoza, como para mí, sólo era la ciudad de “Los Magníficos”. Ahora, en 2014, Zaragoza y Aragón están muy por encima del Real Zaragoza, un juguete feo y roto que ha triturado nuestra autoestima hasta niveles intolerables. Pero hace 50 años el Zaragoza estaba muy por encima de lo que realmente éramos. Nos hacía sentir bien que un grupo de futbolistas brindara una imagen tan mejorada y luminosa de nosotros mismos.

Algunas claves explicaron el fenómeno: la bendita coincidencia de una serie de figuras con facultades complementarias a las que el grupo extrajo lo mejor de sí mismas; una vocación de fútbol- espectáculo impulsada por el entrenador César Rodríguez y la intensa relación que se estableció entre unos jugadores que se admiraban mutuamente y cuya amistad se mantiene hasta hoy. “Los Magníficos” arrastraban un par de pegas que les impidió ganar la Liga y, también, prolongar un poco más su esplendor: un banquillo que no estaba a la altura de los impresionantes titulares y una cierta pereza cuando se enfrentaban fuera de la Romareda a rivales de segunda fila. Pero eran tan buenos y tan especiales que hasta esa tendencia a la desidia contribuyó a engordar su leyenda.

Hubo algunas sombras: ninguno de esos futbolistas salió del Zaragoza por la puerta grande que merecían. Pero, desde luego, el impacto de “Los Magníficos” en el zaragocismo fue extraordinario y su legado aún nos toca. Ese equipo creó una cultura futbolística que se pegó al ADN de una afición que, desde entonces, se convirtió en una de las más exigentes de España. La Romareda se malacostumbró de tal modo a disfrutar de un juego exquisito que no se conformaba con cualquier cosa. El de Zaragoza fue señalado como un público borde y duro, incluso con sus mayores estrellas. Reija o Santamaría coinciden en recordar la pañolada de la Romareda cuando venían de ser goleados en Granada, aunque por esos mismos días fueran el conjunto de moda. Villa tampoco ha olvidado cómo Irusquieta, en pleno partido, se echó a llorar, intimidado por los insultos de la grada. Como insinúa José Luis Melero, con “Los Magníficos” la gente se habituó al caviar y cuando le servían garbanzos se subía por las paredes.

50 veranos después de aquel del 64, “Los Magníficos” siguen muy vivos en nuestro imaginario. El periodista Rafael Rojas les ha dedicado un libro y Juan Mateo –responsable audiovisual del Zaragoza- una película documental, dos estupendos trabajos que nos devuelven a una época infame que nos llegó a saber a gloria gracias a ellos.

 

 

17/06/2014 21:30 Antón Castro Enlace permanente. Deportistas No hay comentarios. Comentar.

UN ARTICULO DE ROSA Mª PEREDA

[Leo este artículo de Rosa María Pereda, tan emocionante y sentido.]

http://www.diariocritico.com/ocio/libros/lagrimas-de-cocodrilo/rosa-pereda/maruja-torres/457913?fb_action_ids=10204363743040565&fb_action_types=og.recommends&fb_source=other_multiline&action_object_map=%5B671648439572436%5D&action_type_map=%5B%22og.recommends%22%5D&action_ref_map=%5B%5D

 

Leo de un tirón Diez veces siete, el libro de Maruja Torres. De un tirón, porque es un libro de despedidas, como todas las autobiografías. Y porque tengo, les confesaré, el corazón en un puño.

 

Rosa PEREDA  

Lo acaba de publicar Planeta, y lleva como subtítulo -mejor, como sumario, que se dice en prensa- Una chica de barrio nunca se rindeDiez veces siete son, dice Maruja Torres, las veces que se ha tenido que reinventar, más o menos cada siete años, desde una tenaz voluntad de contar. Es un libro sobre el periodismo, sobre la periodista, sobre la libertad, sobre la vida, en fin. Me he identificado con ella, con lo que hemos compartido -el diario El País, que imprime carácter, y que nos ha dado gustos y disgustos bastante paralelos; algunos amigos comunes y perdidos: Terenci, sobre todo Terenci Moix, pero también otros, como Manu Leguineche- y con lo que nos diferencia, que a lo mejor no es más que una cosa: la madre. Con la suya hace Maruja Torres el gran ajuste de cuentas. Con la mía estoy, justo ahora, empezando una despedida, un duelo que sé que no terminará nunca. Así que más que leer, lo que he hecho es dialogar con el libro, y por él, con el dolor. Que en mi caso es (todavía) algo físico, indescriptible.

Maruja arranca y termina su libro en el sofá del despacho del director de El País, el día en que intenta silenciarla y ella da el portazo. Que no era el primero: ella, como yo, ha sido una chica-guadiana en Miguel Yuste 40. Yo le he envidiado a Maruja Torres esos reportajes viajeros, por ejemplo, fíjate, aquella vez que se fue con los gitanos nómadas, vestida como una de ellas y compartiendo sus quehaceres. Su descripción de los pies de esas mujeres se me ha quedado grabada, porque me decía mucho de la mirada y la sensibilidad de la periodista, y de ese sufrimiento y ese trabajo de la pobreza. Esos pies deformes. Esos pies hablaban más fuerte que cualquier discurso.

Pero desde El PaísTorres va y vuelve a su infancia, y a toda su vida profesional, y a toda la energía que ha tenido que desplegar para ser quien es. Canta al periodismo, esta profesión hermosa y ahora tan puteada, y siempre tan exclusivista, tan de ser el amor único de la vida de una. De ella. Tan de exigirlo todo, ser la única familia, ser el único mundo. Cuando leía a Maruja, esta noche de insomnio mañanero, he tenido la sensación de haber puesto los cuernos al periodismo. Porque no, yo confieso que mi verdadera vida discurre en otra parte, aunque no podría vivir sin escribir, sin leer, sin contar. Y que es verdad: hay veces que han sido incompatibles.

Y canta Maruja -porque es un canto lo suyo, un libro hermoso, tal vez el mejor escrito, el más bello de los suyos- los lugares que ama, que son más que lugares, que son como almas: Beirut. Beirut, pero también Cairo, y también Grecia, islas y Atenas. Y también una Barcelona más marítima de lo común. Ese Mediterráneo fundamental y fundacional. Yo creo que el Mediterráneo también imprime carácter, y Maruja lo lleva impreso. Y por fin, canta también el paso del tiempo. El paso de la edad. Ay.

No es un libro triste -aunque tal vez lo sea: con Maruja, la risa, la sonrisa y el sarcasmo están asegurados. Y cuenta muchas y sabrosas historias. Lo que es triste es la vida, en este momento rabioso de despedidas, en el que todo lo que hemos hecho parece terminarse. Como en un cambio de ciclo, el ERE de El País -a mí, esta vez, no me echaron: simplemente dejé de mandar artículos, porque es que ya no me apetecía, ya no me sentía yo en mi periódico- fue un toque de clarín,  entre lo funeral y lo premonitorio. Se acabó El País. Como se están acabando tantas cosas.

El domingo pasado, unos pocos amigos, ocho en total, despedíamos en el Cementerio Civil de Madrid a un gran poeta, un grandísimo poeta: Manuel Alvarez Ortega. Era Manuel un personaje singular, al que veo paseando juntos por Londres, hace ya tantos años; conduciendo su viejísimo Mercedes, traído de Marruecos, por la calle Princesa, o en su mesa disidente del Café Gijón. Discutiendo de poesía: se calentaba hasta la furia, con un gusto espléndido y ferozmente crítico que dejó de afilada herencia a algunos.  Cosmopolita en lo literario -había traducido al castellano la gran poesía francesa de la modernidad, de los simbolistas a los surrealistas- iba y venía su corazón a la Córdoba natal.  Hay una fundación en marcha que era su último proyecto, en la que una palabra tienen las autoridades cordobesas, y otra sus albaceas, su mujer, Marga, y sus editores Juan y Encarna Pastor, que hacen la colección Devenir. En fin. Tenía 91 años, pero todos los hombres, y todas las mujeres, mueren jóvenes. Y dejan un desgarro.

Maruja Torres lo sabe muy bien, esto de los desgarrones. Y yo, lamentablemente, también.

 

22/06/2014 10:30 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

CORRAL: LA CORONA DE ARAGÓN

José Luis Corral desmonta los falsos

mitos que adornan la Corona de Aragón

 

El historiador publica un libro de “esa formidable aventura de la historia europea” que duró 577 años, donde rechaza términos como “Corona catalano-aragonesa”

 

FICHA

La Corona de Aragón. Manipulación, mito e historia. José Luis Corral. Doce Robles. Zaragoza, 2014. 198 páginas. (El libro consta de 16 capítulos y varios apéndices con bibliografía, mapas y microbiografías de los reyes).

 

 

Hace algunos años, José Luis Corral (Daroca, Zaragoza, 1957) y algunos historiadores publicaron una breve guía de ‘La Corona de Aragón’. Desde entonces, Corral –calificado por la revista francesa ‘Actualité de l’Histoire’ como “uno de los historiadores españoles de mayor repercusión internacional”-, quiso “hacer una monografía de historiador, no de escritor”, que dejase las cosas en su sitio: que no se usasen terminologías ni nomenclatura como “la de Corona catalano-aragonesa o reyes de Cataluña, que no han existido jamás”. Ese empeño cristalizó en su libro ‘La Corona de Aragón. Manipulación, mito e historia’ (Doce Robles).

Corral dice que no ha escrito este libro contra nadie ni que tampoco se trata de un volumen que explique su postura política, “soy partidario de que los pueblos decidan su futuro”, pero sí está en contra “de la utilización y de la manipulación de la Historia para justiciar el presente. La Historia explica el presente, no lo justifica; el presente no lo justifica ningún nacionalismo o supranacionalismo sino otros conceptos como los derechos humanos, el estado del bienestar, la justicia social, etc. En este sentido este es un libro de historiador contra los mitos: de tanto insistir en diversos mitos y leyendas se convierten en credo contra la realidad de la historia. Los nacionalismos necesitan rotundos hechos fundacionales para asentar sus posiciones políticas”.

Corral considera que la Corona de Aragón ha sido un ejemplo de tergiversación del pasado para “adecuarlo a la ideología que sustenta ese ‘sentimiento nacional’ de algunos nacionalismos”. El libro por tanto se desmarca de algunos tópicos que han dejado aquí y allá los cronistas de la época y que siguen vertiendo “interesados historiadores catalanistas o españolistas” para justificar opciones de ahora.

¿Qué fue, entonces, la Corona de Aragón? El historiador ensaya esta definición: “La Corona de Aragón, denominación que no aparece hasta mediados del siglo XIV, es una entidad supranacional, formada por diversos reinos y Estados cuya composición concreta cambiará a lo largo de sus 577 años de existencia. Desde 1137, que es cuando se producen las capitulaciones matrimoniales de Petronila y Ramón Berenguer IV, hasta 1714, cuando Felipe V ocupa Barcelona –señala-. La monarquía es el único nexo de unión entre los territorios que la configuran”. La Corona de Aragón es un territorio que se va modificando por las herencias, las adquisiciones, las conquistas y los repartos de sus monarcas, “aunque siempre se mantienen en ellas los tres grandes Estados: el reino de Aragón, el de Valencia y el condado de Barcelona”.

La boda de Petronila, hija de Ramiro II ‘el Monje’, y Ramón Berenguer IV,  “conde de Barcelona y Príncipe de Aragón, pero jamás rey ni de Aragón ni de Cataluña”, marca el inicio de una aventura política, social, económica. Los Estados mantuvieron sus propias leyes –los ‘Fueros’ en Aragón, los ‘Usatges’ en Catauña y los ‘Furs’ en Valencia- y sus instituciones, bajo el mando de un único soberano. Los primeros reyes, Alfonso II, Pedro II y Jaime, accedieron al trono en minoría de edad. “Para algunos, el gran monarca de la Corona de Aragón fue Jaime I, a quien el cronista Bernat Desclot describió como ‘el hombre más hermoso del mundo’; para Aragón fue un auténtico desastre porque desintegró el reino. A mí me gusta mucho Pedro IV ‘el Ceremonioso’ porque poseía una sensibilidad hacia la Corona, quería integrar a todos los Estados y estaba en contra de la disgregación”, dice.

Para Corral algunos hechos son especialmente emotivos: por ejemplo, en el Partenón de Atenas ondeaba la bandera de Aragón. “Me parece un hecho muy hermoso: el otro lado del Mediterráneo, Aragón estaba presente. Hay muchas otras cosas valiosas que recordar: el rey convocaba Cortes Generales en Monzón (Huesca) y allí acudían todos. Y, por supuesto, que es determinante la unión de Petronila y Ramón Berenguer. Ahí empezaron más de cinco siglos de una formidable historia en común sin que cada pueblo perdiera ni su lengua, ni su moneda, ni sus instituciones, ni su sistema económico, etc.” Hay muchos otros detalles: el Compromiso de Caspe, el reinado de Fernando el Católico... Se desmonta la leyenda de Wifredo ‘el Velloso’ y el relato de los cuatro dedos ensangrentados que trazan las cuatro barras rojas sobre el escudo amarillo del rey de Francia.

José Luis Corral ha escrito una monografía detallada. Condensa la bibliografía y dialoga con ella, ofrece una minuciosa cronología, hace inventario de instituciones, monarcas (incluidos los “reyes privativos” de Mallorca) y territorios (Cerdeña, Nápoles, Atenas y Neopatria o Montpelier, entre ellos), traza las genealogías y, finalmente, muestra los diversos mapas del reino.

 

*La primera foto la tomo de aquí:

 https://antoncastro.blogia.com/upload/externo-6a3b1194fbe7881b4becc409d1d98665.jpg

**La segunda de aquí:

https://antoncastro.blogia.com/upload/externo-363aee652f9bd67d8f40d210fba70c5a.jpeg

 

22/06/2014 12:36 Antón Castro Enlace permanente. Temas aragoneses No hay comentarios. Comentar.

ESTHER LAFUENTE PUBLICA UNA 'GUÍA PARA ENTENDER LA MÚSICA MODERNA'

Las claves de la magia de la música

 

Esther Lafuente publica ‘Guía para entender la música moderna’, donde analiza la historia, los discos y los intérpretes de 23 estilos

 

LA FICHA

Guía para entender la música moderna. ‘Un recorrido didáctico por los estilos musicales de nuestro tiempo’. Esther Lafuente González. Ilustrado con fotografías. Doce Robles. Zaragoza, 2014. 255 páginas.

 

Los libros nacen de la manera más inesperada. A veces, tras un manojo de fichas de trabajo para los alumnos de percusión. Esther Lafuente González (Zaragoza, 1966) es batería (integró grupos como Mestizos, Dos Lunas, Deveró o Dos Pasos), y es profesora en la Escuela Municipal de Música y Danza. Impulsada por las urgencias del aula, percibió que no existía una ‘Guía para entender la música moderna’ y durante cinco años redactó una que subtitula como “un recorrido didáctico por los estilos musicales de nuestro tiempo”.

El libro lo ha publicado Doce Robles y lleva un prólogo de Patricia Godes, que lo define como “un trabajo minucioso y completo, llevado a cabo con rigor y profundidad que va a ocupar un sitio de honor en nuestras estanterías y en nuestras mesitas de café. Ahora y durante muchos años venideros”. Patricia Godes y Juanjo Blasco ‘Panamá’, crítico de HERALDO, han sido dos de los asesores de una mujer laboriosa “que no se considera una especialista” y que ha trabajado en equipo con mucha gente: periodistas, productores, músicos, profesores, etc. “He buscado un cierto consenso nada fácil”, confiesa.

El libro recoge 23 estilos distintos, desde el blues hasta la world music. “El viaje tiene un sentido circular: África en el punto de partida y de retorno”, explica Esther Lafuente. Aborda, además de los citados, el jazz, el country, en rock & roll, el folk, el pop, el soul, la bossa nova, el rock, los cantautores, el funk, el hard rock, la salsa, el rock progresivo o sinfónico, la música disco, el reggae, el punk, la new wave, el hip hop, el flamenco, la música electrónica y el rock alternativo.

En cada capítulo sigue el mismo método. Realiza una introducción y describe los precedentes y el contexto social e histórico; analiza las características y las tipologías. Y en cada capítulo se arriesga y propone cinco nombres capitales. Además, para enriquecer el libro y ensanchar el campo de incitaciones, cita otros nombres del mundo y de España, e incorpora dos elementos novedosos: la sección ‘Los 10 temas esenciales de...’ (donde figuran críticos de HERALDO como Matías Uribe, Juanjo Blasco y Gonzalo de la Figuera; músicos como José Luis Arrazola, Joaquín Carbonell o Sho Hai; productores como Chema Fernández; programadores como Lluis Lles; DJ como Lord Sassagras, etc.)  y una selección cinematográfica, “que me sugirió mi hermano Javier, editor de Doce Robles, que es una gran enamorado del cine”, dijo Esther en la presentación del volumen.

No se acaban aquí las aportaciones: en cada estilo hay una selección de veinticinco discos esenciales “que definen un apartado imprescindible para entender la música. Grabaciones que marcaron una generación, portadas históricas, discos conceptuales”, señala Esther Lafuente. El libro, antes de la bibliografía final, añade una nómina de “los 50 discos que no deberías perderte” que han nacido de una encuesta entre los profesores de la Escuela Municipal de Música y Danza. “Han tenido en cuenta diferentes criterios: históricos, didácticos, de calidad, instrumentales y también sentimentales”, matiza Esther. Entre álbumes como ‘Kind of Blue’ de Miles David, ‘So’ de Peter Gabriel, ‘Transformer’ de Lou Reed o ‘Moondance’ de Van Morrison, aparece ‘De un país en llamas’ de Radio Futura, banda liderada por el zaragozano Santiago Auserón.

Un repaso del conjunto revela infinitos matices y curiosidades. Cada capítulo arranca con una frase. En el de jazz, se recoge esta frase de Miles Davis: “El silencio es el ruido más fuerte, quizá el más fuerte de todos los ruidos”. A propósito del flamenco, el guitarrista Manuel Sanlúcar dijo: “La música es una casualidad. Lo primero es la angustia”.

Al respecto de los estilos podemos leer referencias muy variadas. En la sección de jazz se dice que “si la música clásica consagra a los compositores, el jazz lo hace con los intérpretes. No es el ‘qué’ tocan sino el ‘cómo’ y así lo demuestra el gran número de versiones diferentes que existen sombre un mismo estándar de jazz”. Para Esther Lafuente, aquí los cinco grandes son Louis Armstrong, Duke Ellington, Billie Holiday, Miles Davis y John Coltrane.

En el apartado de pop se dice que este estilo “refleja la modernidad, el momento presente, a la vez que rescata formas del pasado. La música de los 50 y 60 siempre ha sido la inspiración para los músicos posteriores (...) Las letras de las canciones reflejan esta ideología de lo cotidiano con claridad y sencillez, a veces con pinceladas de humor y toques infantiles. El amor sigue siendo el tema principal”. La autora exalta, en esta sección, a Phil Spector, The Beatles, The Beach Boys, The Kinks; a Michael Jackson y Madonna los llama “reyes del pop”. Si nos vamos al rock, los cinco elegidos son The Doors, Jimi Jendrix, The Rolling Stones, Bruce Springsteen y David Bowie.

La autora ha señalado que la ‘Guía para entender la música moderna’, ese laberinto de sonidos en el tiempo y en la emoción, quiere ser didáctica y entretenida y contagiar el espíritu y la magia de la música.

 

*Este artículo aparece hoy en Heraldo, en la sección de Cultura.

 

 

22/06/2014 13:41 Antón Castro Enlace permanente. Músicos No hay comentarios. Comentar.

XAVI, EL CEREBRO Y SU MELODÍA

REGATE EN EL AIRE

 

Xavi: el cerebro y su melodía

 

El adiós de España, en esta primera fase, supone la despedida de Xavi Hernández de la selección. Es el adiós de un futbolista imperial que ha marcado un estilo a partir, sobre todo, del campeonato de Alemania-2006. Aunque ya había debutado en Japón y Corea del Sur-2002, sería cuatro años después cuando demostrase su gran clase, su personalidad, su inteligencia y una estética singular basada en el amor al balón, en la depurada técnica, en la triangulación incesante y en un peculiar sentido del ritmo.

Xavi es un futbolista de la estirpe de Panizo, Manolo Velázquez, Lapetra o Luis Suárez. Le costó hacerse con un sitio en el espléndido Barcelona de Frank Rijkaard, liderado por Márquez, Deco, Eto’o y Ronaldinho, especialmente, pero en cuanto le dieron confianza empezó exhibir su clase, y fueron muchos quienes han elogiado su pierna derecha. Cruyff le afeó hace años a Iván de la Peña que careciese de pierna izquierda, pero a Xavi le bastó solo una para tocar el cuero, marcar la pauta, dominar la confusión; la otra era un apéndice para correr o el punto de apoyo: nadie ha sabido dar la vuelta sobre sí mismo y esclarecer de golpe, con ese gesto sencillo, el espacio. Entonces levantaba la cabeza e iniciaba la avanzadilla, toque a toque.

Xavi Hernández fue determinante en la Eurocopa de Austria y Suiza-2008. Allí, con sus movimientos, con su inmensa capacidad de trabajo y con esa facultad inefable para interpretar el juego y ordenarlo a su antojo, fue el centrocampista más imaginativo: el perfecto director de juego. El arquitecto del verdín. Fue elegido el jugador del campeonato con toda justicia y desquició a Ballack, con suavidad, acariciando el balón de lado a lado, moviéndose de forma invisible.

Algo parecido hizo en el Barcelona de Guardiola. Era la encarnación de la voluntad de Pep. Siempre ha sido elegante, espontáneo, ha sabido asociarse y buscar la luz del último pase, y no le importaba rondar el marco contrario. En el remate ha sido un poco conservador: hubo instantes en que Xavi habría podido ser tan decisivo y tan goleador como su compañero Deco.

En el Mundial de Sudáfrica-2010 Xavi estaba en su apogeo y en su madurez. Había sido elogiado por doquier, y lo sería aún más cuando asumió el gobierno de un equipo espectacular, que buscaba la plasticidad, que quería adueñarse del juego y hermosearlo, y que ganaría el título ante Holanda. Xavi estuvo a un nivel muy alto en un torneo exigente en el que España puso sobre el terreno su técnica, el arte del control, la paciencia y un indesmayable sacrificio.

Xavi siguió acaparando elogios y premios. Del Bosque reconoció que era “la bandera de la selección en el campo”. El equipo dependía de su lucidez, de su ambición, de su ritmo, de la armonía de su manual de geometría. Otros han dicho que en la selección  jamás ha habido un jugador tan importante como él, tan carismático, incluso desde el silencio. Hasta Pelé aseguró que con él y con Iniesta habría sido mejor.

El último gran momento de Xavi fue en la Eurocopa de Polonia y Ucrania-2012. Pareció no estar a su máximo nivel, pero en la final fue la gran estrella. Realizó un partido magistral: se disfrazó de mago, vio huecos que solo él podía ver, inventó pases y desarmó a Pirlo y a sus compañeros. Xavi, el centrocampista técnico, la brújula de todos los pases, ha hecho más kilómetros que nadie. No ha llegado bien a Brasil y se irá a Catar. Con su amarga despedida, también se adhiere al recuerdo una sensación indeleble: la memoria del buen fútbol y la culminación de un sueño imposible, que han diseñado Luis Aragonés y Vicente del Bosque, y que han ejecutado un puñado de futbolistas condenados a la inmortalidad.

 

*Este texto aparece hoy en mi sección 'Regate en el aire' de Heraldo de Aragón. La foto es de Wikipedia.

22/06/2014 18:23 Antón Castro Enlace permanente. Deportistas No hay comentarios. Comentar.

'TURIA' RECUERDA A JARNÉS

15 ESCRITORES Y ESTUDIOSOS LE REIVINDICAN Y RINDEN HOMENAJE

JULIO CORTÁZAR, OCTAVIO PAZ, DAVID FOSTER WALLACE, JOSÉ MARÍA MERINO, JAIME SILES, ANDRES NEUMAN, PETER SLOTERDIJK Y CHRISTOPHER HITCHENS SON OTROS AUTORES DESTACADOS DEL NÚMERO

 

AMPLIAS ENTREVISTAS EXCLUSIVAS A AURORA EGIDO

Y LUIS ALBERTO DE CUENCA

 

[Nota de prensa de Raúl Carlos Maícas] La escritora y académica Soledad Puértolas será la encargada de presentar hoy en el palacio de la Aljafería de Zaragoza el nuevo número de la revista cultural TURIA. Un sumario de casi 500 páginas que tiene como gran protagonista a Benjamín Jarnés. Será un ejercicio de reivindicación y homenaje a un gran autor del siglo XX español que merece, de una vez por todas, ocupar un lugar destacado dentro de la historia de nuestra literatura y conseguir que nuevas generaciones de lectores disfruten de una obra que sigue teniendo interés y vigencia.

 

TURIA ofrece una atractiva y plural aproximación a la vida y la obra de Benjamín Jarnés (Codo, Zaragoza, 1888 – Madrid, 1949) a través de textos inéditos elaborados por 15 autores. Un total de 120 páginas permiten desentrañar las claves vitales y creativas de un escritor en el que “se armonizaban la inteligencia, la sensibilidad y la moral”, según subraya Domingo Ródenas de Moya en el texto introductorio del monográfico que ha coordinado en TURIA. José-Carlos Mainer, Jordi Gracia, Juan Domínguez Lasierra, Juan Herrero Senés, Víctor Fuentes, José Luis Calvo Carilla, Elvira Luengo, Azucena López Cobo, Macarena Jiménez Naranjo y Juan Marqués son algunos de los estudiosos que colaboran en un homenaje que permite conocer a un Benjamín Jarnés sin máscaras y más allá de los tópicos sobre la dificultad o vanguardismo su obra. Se trata así e contribuir a que Jarnés deje de ser el eterno resucitado de las letras españolas.

 

TURIA reivindica hoy a Jarnés no solo por el talante vitalista que respira su obra, por su estilo renovador que abrió una nueva etapa en la literatura española del siglo XX. También valora la actualidad de Jarnés por la defensa que siempre hizo de la armonía y la ponderación. “Esa querencia por los espacios intelectuales de convergencia y concierto -escribe en TURIA Domingo Ródenas de Moya- formó parte de su personalidad siempre, tanto en el terreno de la literatura como en el de las ideas políticas y sociales. Desconfió y denunció el crecimiento de los ’muchachos de uniforme’ cuando en Europa el fascismo y el comunismo empezaron a envenenar de utopismos suicidas las cabezas de millones de jóvenes. Y del mismo modo se mostró receloso con los escritores que parecían confiar en el poder protector y consagrador del rebaño o la horda. ’¡Más equilibrados y menos equilibristas!’, escribía en uno de sus cuadernos íntimos de los años treinta. La sensatez, el fiel de la balanza, el diálogo fueron sus bastiones frente al arrebato, la extremosidad o el autoritarismo”.

 

Además  del  protagonismo  esencial  de Benjamín Jarnés, el nuevo número de TURIA brinda un   

variado e  interesante  catálogo  de  lecturas.   No  en  vano,  además  de  las colaboraciones  de los  autores  ya  citados,  las páginas de la revista se enriquecen con textos inéditos de grandes autores internacionales. Así, TURIA da a conocer un avance del libro por el que Tom Reiss ganó, en 2013, el Premio Pulitzer de biografía: “El conde negro. Gloria, revolución, traición y el verdadero conde de Montecristo”. También ofrece a los lectores el primer capítulo de “Las luminarias”, la novela que ha coronado a Eleanor Catton como la gran revelación de las letras británicas al obtener con sólo 28 años el codiciado premio Man Booker. Por último, TURIA brinda la posibilidad de descubrir la poesía de la austríaca Friederike Mayröcker, una de las grandes personalidades de la literatura contemporánea en lengua alemana y cuya obra es prácticamente desconocida en español.

 Otros protagonistas del sumario del nuevo número de TURIA son autores como Julio Cortázar, Octavio Paz, David Foster Wallace, José María Merino, Jaime Siles, Andrés Neuman, Peter Sloterdijk o Christopher Hitchens. Sin olvidar la publicación de narraciones inéditas de Ismael Grasa, Patricia Esteban Erlés, Miguel Serrano Larraz o Sergio del Molino. En poesía cabría citar los textos, también inéditos, de escritores como Julio Martínez Mesanza, Jordi Doce, Jesús Aguado, José Manuel Benítez Ariza, Abraham Gragera, Juan Lamillar, Ben Clark o Karmelo Iribarren.

 

Especialmente recomendables son las dos amplias entrevistas exclusivas que TURIA publica: con la profesora Aurora Egido, reciente académica de la RAE (“La desmemoria, la amnesia, es lo peor que puede acontecer en un pueblo”) y con el poeta y filólogo Luis Alberto de Cuenca (“La cultura no es de izquierdas ni de derechas”).

 

TURIA ha conseguido convertirse, tras más de 30 años de trayectoria,  en una de las revistas culturales de referencia en español. Tiene difusión nacional e internacional y por sus páginas han pasado más de mil autores de diversas procedencias estéticas e ideológicas, lo que da idea de la riqueza y pluralidad de sus contenidos. En reconocimiento a su labor, la revista obtuvo el Premio Nacional al Fomento de la Lectura.

 

TURIA es una revista de periodicidad cuatrimestral que tiene una edición en papel y otra  digital (web y Facebook). Está publicada por el Instituto de Estudios Turolenses de la Diputación de Teruel, el Ayuntamiento de Teruel y el Gobierno de Aragón. Este número cuenta también con el patrocinio las Cortes de Aragón y la Obra Social de IberCaja.

 

UN JARNÉS INÉDITO: “EL GOCE MÁS INTENSO NOS LO OFRECE LA CIENCIA DE LAS COSAS HUMILDES”

 

A destacar, entre otras interesantes aportaciones que realiza TURIA, la publicación por primera vez de una conferencia inédita pronunciada por Benjamín Jarnés en 1930 sobre uno de sus libros más queridos: “Viviana y Merlín”. En este texto, se nos anima a lograr una armonía entre el mundo ideal y el mundo real y construir así el mundo de los símbolos, un mundo que él retrata en su novela y que permite entre los hombres aumentar su potencial de vida. Una vida colmada en la que seremos capaces de “olvidar nuestra capacidad de dictar leyes porque encontraremos que es más hermoso formular dudas”. Un mundo en el que “el soberbio, que antes prefería la ciencia  de  los  fríos  números  exactos,  comprenderá  que  el goce más intenso nos lo ofrece la

ciencia de las cosas humildes, movedizas, transitorias, febriles”. 

El monográfico Jarnés de TURIA contiene igualmente una valiosa y necesaria conversación con el profesor y crítico literario José-Carlos Mainer, que ha liderado durante décadas las sucesivas operaciones rescate de la figura y la obra del escritor zaragozano. Preguntado Mainer por la perdurabilidad de Jarnés, nos dirá: “la parte viva de Jarnés puede ser muy abundante en motivos de disfrute: la prosa precisa y a veces conceptuosa; el acierto sutil en el adjetivo; su toma de partido por el goce de los sentidos; la construcción de yoes masculinos dispersos y de damas enigmáticas; la permeabilidad de los géneros… Hay donde aprender”.

 

El equipo de estudiosos jarnesianos que ofrece TURIA es muy completo, integra a distintas generaciones y procedencias y sus artículos resultan clarividentes para conocer mejor aspectos de su trabajo literario: Domingo Ródenas de Moya (“Benjamín Jarnés sin embozos”), Juan Herrero Senés (“Jarnés o el aprendizaje de la sensibilidad”), Jordi Gracia (“Mi fantasma más antiguo”), Azucena López Cobo (“Benjamín Jarnés. Brújula de los tiempos”), Macarena Jiménez Naranjo (“Conocer(se) para vivir(se)”), Elvira Luengo Gascon (“Benjamín Jarnés: fragmentariedad, totalidad”),  José Luis Calvo Carilla (“’Fauna contemporánea’ y el Jarnés rehumanizado”), Víctor Fuentes (“’San Alejo’: la deconstrucción novelesca del género de las vidas de santos”) y Juan Marqués (“Entre bastidores. Una lectura de ‘Tántalo (Farsa)’”).

 

LOS ESCRITORES DE HOY Y BENJAMÍN JARNÉS

 

TURIA da a conocer también la opinión sobre Benjamín Jarnés de varios de los escritores aragoneses de mayor proyección en la actualidad: José María Conget, Antón Castro, Javier Sebastián, Daniel Gascón y Cristina Grande.  A través de estos artículos, sus autores brindan una mirada contemporánea sobre la literatura jarnesiana y permiten conocer el nivel de influencia que obtienen hoy sus libros entre los nuevos creadores. Así descubriremos, por ejemplo, cómo José María Conget reconoce que llegó tardíamente a la obra de Jarnés y que sus novelas “El convidado de papel” y “Lo rojo y lo azul” son las que más huella le dejaron. Aprecia también Conget en Jarnés el haber sido “uno de los primeros narradores españoles en mencionar la inserción de las salas de cine en el paisaje urbano, la novedad de las bandas de jazz y el derecho de la mujer a una sexualidad libre y satisfactoria”.

Antón Castro reconoce que en su descubrimiento de Jarnés fue clave Ildefonso-Manuel Gil: “Ildefonso nos hablaba de muchas cosas de Jarnés: de sus viajes por Aragón, de sus citas en Daroca y Albarracín, de su pasión por el balneario de Alhama y por aquella novelista peruana que se llamaba Rosa Arciniega, con quien tanto le gustaba bailar. Y nos habló, incluso, de su secreta pasión por escribir novelas eróticas”. Hoy, Antón Castro considera a Jarnés un “escritor primoroso, hondo, lírico, un esteta que contempla el mundo y lo recrea con delectación”.

 

Javier Sebastián utiliza un juego de palabras para decirnos que, para él, Jarnés es Mainer. Y es que fue el profesor José-Carlos Mainer quien, en las aulas de la Universidad, le descubrió a Jarnés: “Mainer levantó a Jarnés de su tumba y desde entonces quedaron unidos en mi memoria. Atados los dos. Me interesó Jarnés porque le interesaba a Mainer. Juventud filológica. Alegre y de vanguardia”. 

 

Completa el monográfico de TURIA una útil y pormenorizada biocronología de Benjamín Jarnés elaborada por uno de sus mejores conocedores: el periodista y escritor Juan Domínguez Lasierra.

 

JULIO CORTÁZAR, OCTAVIO PAZ Y DAVID FORSTER WALLACE

 

El sumario de TURIA se abre, en esta ocasión, con un artículo de Teodosio Fernández titulado “Un siglo con Julio Cortázar”. Transcurridos cien años del nacimiento del autor de “Rayuela”, Cortázar sigue ocupando un lugar indiscutido en la literatura hispanoamericana: “se alejó de la Argentina que desdeñaba para descubrir América desde París, dibujó su mandala y lo recorrió mientras procuraba hacer de la escritura el espacio no tanto de una revelación como de un alumbramiento tan imprecisable como decisivo para el porvenir de la condición humana”.

 

Otro gran autor del que este año también celebramos el centenario, Octavio Paz, es objeto de un original análisis de su compatriota Pedro Serrano. En su artículo reivindica la presencia viva del que fuera Premio Nobel en 1990 y también uno de los escritores más influyentes del siglo XX: “en sus propias palabras y en su propia vida están las estrategias para impedir que lo momifiquen, que lo santifiquen o que lo monumentalicen”.

 

La actualidad en torno al escritor David Foster Wallace ocupa también el protagonismo de otro artículo de  TURIA. Y es que la obra de D.F,W, considerado el mejor cronista del malestar de la sociedad norteamericana en la época a caballo entre los siglos XX y XXI, sigue suscitando interés y controversias.

 

TEXTOS DE GRANDES AUTORES INTERNACIONALES: TOM REISS, ELEANOR CATTON Y FRIEDERIKE MAYRÖCKER

 

Entre el buen surtido de lecturas inéditas que ofrece TURIA sobresale un amplio anticipo de “El conde negro. Gloria, revolución, traición y el verdadero conde de Montecristo”, del periodista y escritor estadounidense Tom Reiss, la historia del general Alejandro Dumas. Un personaje que, nacido en Haití, mulato y bien parecido, fue diestro con la espada y padre del autor de novelas como “El Conde de Montecristo” o “Los Tres Mosqueteros”. Su biografía es digna de las fascinantes aventuras literarias que creó su hijo. “El conde negro” obtuvo el Premio Pulitzer en 2013 y este próximo otoño será editada en España por Anagrama.

 

Eleanor Catton, es una escritora que con sólo 28 años ha conseguido uno de los premios literarios más codiciados de la lengua inglesa: el Man Booker, dotado con 50.000 libras (59.200 euros). Se convierte así en la autora más joven que lo obtiene con la que es la segunda novela de su carrera. Además, con su novela “Las luminarias” la escritora neozelandesa nacida en Canadá obtiene otro récord: las 832 páginas de su obra la convierten en la obra más voluminosa en ganarlo.

 

Está previsto que la novela “Las luminarias” sea editada en España por Siruela en enero de 2015. Mientras llega esta esperada novedad narrativa, la revista TURIA brinda a los lectores el primer capítulo de esta extensa y alabada obra literaria de Eleanor Catton. 

 

En  el apartado que TURIA dedica a la poesía, este nuevo número descubre al lector en español a una gran autora prácticamente desconocida en nuestro idioma: la austríaca Friederike Mayröcker. Sin embargo, tal y como nos recuerda su traductor José Luis Reina Palazón, Mayröcker es “la más prestigiosa poeta actual de lengua alemana, tres veces candidata al Nobel y con todos los premios imaginables desde el Büchner al Gran Premio del Estado Austríaco”.

 

Friederike Mayröcker “sigue escribiendo cada día a sus 89 años en un amplio piso de la calle Zenta de Viena”. Ahora, la revista TURIA ofrece una antología poética de una autora que ha practicado todos los géneros: poesía, ensayo, novela, teatro radiofónico, libros infantiles...

 

Por otra parte, las páginas de esta publicación cuatrimestral contienen las secciones habituales dedicadas a la creación literaria. Así, además de los tres autores citados, en esta entrega se publican textos inéditos de José María Merino, José María Conget, Ismael Grasa, Patricia Esteban Erlés, Miguel Serrano Larraz y Sergio del Molino.

 La sección de “Poesía” la integran una nómina plural de creadores que comienza por Friederike Mayröcker y en la que ofrecen al lector sus versos originales otros 24 autores. Entre ellos, habría que citar a Jaime Siles, Andrés Neuman, Julio Martínez Mesanza, Jordi Doce, Jesús Aguado, José Manuel Benítez Ariñza, Abraham Gragera, Juan Lamillar, Ben Clark y Karmelo Iribarren. No faltan los poetas aragoneses o radicados en Aragón como: Fernando Aínsa, Ignacio Escuín Borao, David Mayor, Teresa Agustín, Francisco López Serrano, Julio Espinosa Guerra, Fernando Sanmartín, Olga Bernad, Sandra Santana, Miguel Ángel Ortiz Albero, Carmen Ruiz Fleta, José Gabarre y José Luis Martínez Mallada.  

En el apartado que TURIA dedica al ensayo, se incluyen junto al avance del libro de Tom Reiss, otros texto que merecen una lectura atenta: “Última salida: indignación. Sobre la eliminación de los ciudadanos en las democracias”, de Peter Sloterdijk y “Las pasiones de Chistopher Hitchens”, de Daniel Gascón.  

 

ENTREVISTAS A AURORA EGIDO Y LUIS ALBERTO DE CUENCA

 

Dos conversaciones a fondo y de lectura recomendable ofrece TURIA. Sus protagonistas son  dos  personajes  de gran interés y muy presentes en la actualidad cultural española: la profesora y académica de la RAE Aurora Egido y el filólogo y poeta  Luis  Alberto  de Cuenca. Ambos son entrevistados por la periodista Emma Rodríguez.

 

Quien se aproxime a Aurora Egido a través de la entrevista que TURIA ofrece, podrá leer entre otras afirmaciones: “La desmemoria, la amnesia, es lo peor que puede acontecer en un pueblo”. Y también conocerá que, en su opinión, “San Juan de la Cruz es el poeta mayor de la literatura Española”. Respecto a Gracián, de la que es una acreditada especialista, nos confiesa: “Gracián me ha enseñado que la verdadera discreción consiste en saber elegir”. Sobre cuestiones educativas, Aurora Egido lo tiene claro: “los profesores de enseñanza media y los maestros son los verdaderos héroes de nuestro tiempo”.

 

Luis Alberto de Cuenca es filólogo y profesor de investigación en el CSIC pero, en su extensa y valiosa trayectoria intelectual, lo más importante es su condición de poeta: “mis poemas son teselas de un mosaico que, si se unen, configuran mi rostro y más allá, mi espíritu”. Quien ha sido también director de la Biblioteca Nacional y Secretario de Estado de Cultura, asegura que “la cultura no es de izquierdas ni derechas” y que “el dinero se ha convertido en una especie de paraíso al que acceder sin escrúpulos”.  

 

VÍCTOR MIRA Y GONZALO TENA

 

Once ilustraciones de ese artista total y cosmopolita que fue Víctor Mira (1949-2003) ocupan el protagonismo gráfico de TURIA. Además de esa destacada presencia visual, la revista publica un amplio y sugerente artículo de análisis sobre su trayectoria artística elaborado por Chus Tudelilla bajo el título “Genios fuera”.

 La ilustraciones interiores de Víctor Mira que TURIA publica pertenecen a dos series diferentes: “Musas del Paralelo”, de 1979 y “Montjuich”, de 1990. Todas ellas son xilografías. Mientras que la ilustración de portada es la obra “Caminantes”, fechada en 1984 y elaborada con la técnica de aguafuerte y xilografía. Todas las obras pertenecen a la colección del galerista zaragozano Pepe Navarro Casaus, actual administrador del Legado Víctor Mira junto con la que fuera su compañera, Esther Romero.

 Según escribe Chus Tudelilla, Víctor Mira “se quiso continuador de lo espíritus reveladores e inquisitivos de Gracián, Goya, Buñuel y Saura, y a ellos encomendó su pensamiento plástico que le conduciría a desnudar la imagen en medio de un vacío desolador”. Fue, por tanto, Mira un creador solitario que “decidió zambullirse en el territorio convulso de las emociones y de los impulsos furiosos que se agitan en el interior de la condición humana”.

 

TURIA contiene también la sección habitual denominada “La isla”, con fragmentos del diario de Raúl Carlos Maícas enriquecidos gráficamente por Isidro Ferrer. Cierra el sumario de la revista una amplia sección de crítica de libros, “La Torre de Babel”, donde se analizan los títulos de mayor interés de la actualidad editorial.

 

*La foto de Aurora Egido es de la RAE.

24/06/2014 10:33 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

NUEVO LOGO PARA FUENTES

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FESTIVAL DE CINE DE FUENTES - NUEVA IMAGEN Y BASES 2014

Festival de Cine de Fuentes: “un festival para los sentidos”

Sentir el cine, la cultura y nuestro entorno son los fines principales de esta nueva apuesta para el 2014.

La 19 edición del Festival de Cine de Fuentes se celebrará del 25 de octubre al 1 de noviembre de 2014, en la localidad zaragozana de Fuentes de Ebro. Un festival en el que el cortometraje aragonés y el cine español, se darán cita de nuevo para poder disfrutar de los mejores cortos y de las últimas películas del cine español. Todo esto, acompañado de exposiciones temáticas, foros, encuentros, talleres e infinidad de actividades, que de nuevo convertirán a nuestra población, en un “Pueblo de cine”.

Un festival para ver y escuchar el cine, para tocar ese celuloide a punto de desaparecer y cómo no para saborear y disfrutar de una gastronomía local, sello de identidad de la población, que esos días vive una de las épocas más atractivas del año. Ven, comparte  y disfruta con nosotros, siente nuestro cine, siéntete nuestro.

Ya están disponibles las bases para participar en los diferentes apartados del festival (Ficción y Documental) de la 19 edición del Festival de Cine de Fuentes, el plazo de presentación finaliza el 10 de septiembre. Los trabajos deberán ser enviados on line a través de http://www.clickforfestivals.com/festival-de-cine-de-fuentes-de-ebro

Una nueva imagen creada por el diseñador gráfico Alberto Ladrón, donde combina el rojo del escudo de la localidad y el premio del festival, esa cigüeña que como premio, tantas alegrías ha dado a los cineastas aragoneses.

Una nueva identidad y una etapa camino de la celebración del veinte aniversario en el 2015.

24/06/2014 21:57 Antón Castro Enlace permanente. Artistas No hay comentarios. Comentar.

'GOLAZO' Y UN CUENTO DE PISÓN

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Felisa Ferraz cuenta: "Hace unos meses descubrimos ‘Golazo’, una iniciativa que se desarrolla en Cali con el fin de alejar a los niños de la violencia callejera y el absentismo escolar por medio del fútbol. La Fundación Carvajal, que tiene mucho prestigio en Colombia, junto con Ayuda en Acción, son las instituciones que están detrás de esta idea”. Así ha nacido el libro 'Golazo', que se presenta el miércoles 25, a las 20.00, en la Aljafería. El volumen lleva unas espectaculares fotos de José Calvo que encarnan el más modesto e infinito sueño del fútbol.

Este es uno de los cuentos de Ignacio Martínez de Pisón: 


LA GLORIA DEL SUPLENTE


Ignacio Martínez de Pisón

No hay ningún niño que en algún momento no haya querido
ser futbolista. No lo había al menos entre mis compañeros de
colegio. Después, la escasa destreza con el balón y las malas
condiciones físicas iban poniendo a cada uno en su sitio y
apartando de esa afición a muchos de ellos. Yo, que ni era
hábil con el balón ni destacaba por mi fuerza, mi estatura o mi
velocidad, perseveré durante anos en la práctica de un deporte
que no estaba hecho para mí. ¿Cómo me las arreglé para
conseguirlo? Muy sencillo: conformándome con el papel de
suplente. Mientras todos ansiaban jugar, yo aspiraba a ver todo
el partido desde el banquillo. Acompañaba al equipo, me vestía
como el equipo, hacia los ejercicios de precalentamiento con
el resto del equipo. Me sentía parte del equipo porque de hecho
lo era. Pero, por el bien del propio equipo, siempre confiaba en
que no faltara ninguno de los que jugaban bien y el entrenador
no tuviera que recurrir a mí. Si este alguna vez, por lastima
o necesidad, me hacía saltar al campo los últimos minutos,
yo procuraba pasar inadvertido, alejándome de la jugada,
escondiéndome detrás de los jugadores rivales.
Fui suplente del equipo de mi colegio durante dos o tres anos.
Que no tuviera la menor intervención en las victorias o las
derrotas no les restaba trascendencia. Aunque no hubiera
participado en el partido, la dicha de la victoria me pertenecía
en la misma medida que el dolor de la derrota. ¿Por qué no habría
de ser así? Si los seguidores de un equipo consideran suyas las
victorias y las derrotas, con más motivo yo, que al fin y al cabo
formaba parte de la plantilla.
La vida de la mayoría de los futbolistas profesionales es bastante
más desdichada y precaria que la de esas estrellas del futbol
que estamos acostumbrados a ver en la televisión. Soñar con
convertirse en futbolista puede que sea preferible a convertirse
en futbolista. Todos los niños del mundo tienen derecho a
sonar. Hay que alimentar esos sueños, capaces de florecer en
esos campos de tierra y esos lodazales en los que siempre ha
brotado la autentica épica del futbol. Que solo unos pocos
puedan luego ver enteramente cumplidos sus sueños no es
razón para desanimarse. Esos pocos seguirán siendo un modelo
para la siguiente generación de niños, que siguiendo sus pasos
descubrirán también el valor del esfuerzo y el compañerismo y
disfrutarán sin duda de no pocos momentos de gloria. Aunque
sea de la modesta gloria del suplente.

25/06/2014 09:22 Antón Castro Enlace permanente. Deportistas No hay comentarios. Comentar.

BEGOÑA ORO, PREMIO EUROSTARS

[Nota de prensa de RBA Y Eurostars]La escritora aragonesa Begoña Oro es la ganadora de la décima edición del Premio Eurostars Hotels de Narrativa de Viajes, cuyo fallo se hizo público ayer por la mañana. Begoña Oro, una de las plumas más representativas de la literatura infantil y juvenil en español, ha dado el salto en este caso a la literatura de adultos con la obra ¡Buenas noches, Miami!. En palabras de la autora, la historia ambientada en la ciudad norteamericana le sirve para hablar “de la vida, el miedo, las ilusiones, la lengua, de crecer, de envejecer y de querer ser feliz”.

 

El galardón del Premio Eurostars Hotels de Narrativa de Viajes consiste en una dotación económica de 18.000 euros, además de su distribución gratuita en las más de 8.000 habitaciones de los 73 establecimientos que Eurostars Hotels dispone en 40 destinos de España, Europa, América Latina y Estados Unidos. Asimismo, RBA Libros editará la obra para su comercialización en librerías de todo el país.

 

¡Buenas noches, Miami! es una autoficción con rasgos de novela de viajes, con mucho humor y pinceladas de amor y toques de poesía. Su autora ofrece al lector una trama entretenida no sin reflexión: Miami es el sitio ideal para no sentirse como en casa, sobre todo porque no es la casa de la mayoría de quienes lo habitan.

 

En su visita a la última Feria del Libro de Miami, Begoña Oro vivió de cerca el desfile de personalidades diversas que acompaña este tipo de eventos. Los entonces Príncipes de Asturias paseaban entre escritores, famosos y desconocidos. Una mezcla de gentes nada extraña para una ciudad como Miami, tan glamurosa como diversa. La experiencia del viaje dio pie a Begoña Oro para escribir sobre la vida, el miedo, las ilusiones, la lengua, la madurez, la felicidad… Para ello se ha servido de la autoficción. Eso sí, como ella misma asegura, tiene “certificado de autenticidad histórica”.

 

Organizado por el Grupo Hotusa, RBA Libros y la Universitat de Barcelona, en colaboración con la Universidad Autónoma de Nuevo León (Monterrey, México) el concurso ha registrado este año el mayor número de participantes desde su creación en 2005. Se han presentado 152 manuscritos, en su mayoría procedentes de países de habla hispana, lo que supone un incremento del 11% respecto a la edición anterior. De este modo, el Premio Eurostars Hotels de Narrativa de Viajes llega a su décima edición consolidado como un referente de los certámenes de literatura de viajes no sólo en España sino también a nivel internacional.

 

En esta ocasión el jurado ha estado compuesto por los escritores Carme Riera, miembro de la Real Academia Española, y Alfredo Conde, Premio Nadal y Premio Nacional de Narrativa; así como por la directora de Hotusa Hotels, Ana Sanjurjo; el decano de la Facultad de Filología de la Universitat de Barcelona, el Dr. Adolfo Sotelo; y el director de RBA Libros, Joaquin Palau.

 

 

Fuerte crecimiento de la participación en Premio Eurostars de Narrativa de Viajes

 

El X Premio Eurostars de Narrativa de Viajes ha roto límites de participación con 152 manuscritos presentados a concurso. Esta cifra que supone un inctremento del 11% respecto al pasado año y del 400% respecto a las cifras que venían registrándose anteriormente. Se trata de un éxito alcanzado en gran medida gracias a la presentación online.

 

El galardón cumple diez años consolidado como un referente en la narrativa de viajes y los certámenes literarios de este género, no sólo a nivel nacional sino también internacional, de donde cada año proceden más originales. En concreto, un 30% de los textos recibidos proceden de América Latina. Un 65% de los textos son españoles y un 5% de otros destinos.

 

El Premio Eurostars Hotels de Narrativa de Viajes se enmarca en una decidida apuesta del Grupo Hotusa por ofrecer todos sus canales como medio de apoyo, conocimiento y difusión de la cultura mediante la organización de diversos premios y certámenes. El otro certamen literario que Eurostars Hotels celebra anualmente es el Premio Eurostars de Relatos Breves, dotado con 3.000 euros al ganador y cuya quinta edición está en marcha.

 

*Esta foto de la web de Begoña Oro es de Jorge Cuesta.

27/06/2014 12:46 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

JUST FONTAINE: EVOCACIÓN Y GOL

REGATE EN EL AIRE

 JUST FONTAINE SIGUE EN SUS TRECE

 

 

Cristiano Ronaldo, melancólico y abatido, se ha ido del Mundial por la puerta falsa: no calibró que ante Ghana, con un poco de constancia y más determinación y acierto, quizá habrían logrado el sueño difícil. Luis Suárez, el astro charrúa, ha cometido otro inmenso error; ahora su país lo arropa y lo defiende, alude a una conspiración universal, pero será objeto de escarnio. Su nuevo mordisco es una patada en la boca del estómago de la historia heroica de Uruguay. Ellos estaban llamados a ser grandes goleadores. Alemania se ha desinflado un poco. Como Francia, Brasil y Argentina; tampoco era para tanto, pero alguien tendrá que ganar. Y en este torneo de tantos goles se seguirá hablando de la posibilidad de que Miroslav Klose se convierta en el máximo goleador de los mundiales, aunque él habrá necesitado de cuatro presencias para alcanzar el récord de 16 dianas.

La gran gesta, en realidad, fue la de Just Fontaine, que logró el milagro “o la gran broma” de marcar trece tantos en Suecia-1958. Hijo de normando y de madre española, había nacido en Marrakech en 1933, se había formado en su ciudad y más tarde en Casablanca. El ídolo de su niñez era el inolvidable  Ben Barek, que hizo grande a Marruecos y al Atlético de Madrid. Pronto lo fichó el Niza y más tarde, cuando el Real Madrid se quedó deslumbrado con el regate y la clase de Raymond Kopa, lo contrató el Stade de Reims, donde dejó una hoja de servicios impresionante: ganó dos títulos de Liga en 1958 y 1960, y a la vez fue el máximo goleador. Dice Jorge Luis Borges que a veces un solo hecho define la vida completa de un hombre. A Fontaine le define el campeonato de Suecia: al parecer iba como reserva y parecía más un pescador con su caña al hombro o un turista que el máximo artillero de Francia. Su compañero René Bliand se lesionó y él entró en el equipo, le cedió sus botas el suplente Stéphane Bruey. Jugó seis partidos, hasta las semifinales, y cosechó trece tantos. En todos los choques marcó un gol, algo que también haría años después Jairzinho.

Aquella Francia era temible: ganó todos sus partidos, a menudo por goleada (ante Paraguay venció por 7-3; a Alemania, la campeona del mundo, le endosó 6-3), salvo una derrota ante Brasil, y la clave estaba en la calidad de su plantilla, en individualidades como Kopa, Piantoni o Vincent, y en la efectividad de Fontaine. Logró siete goles con la derecha, cinco con la izquierda y uno de cabeza. Tenía (y tendrá aún: vive) un finísimo sentido del humor. Dijo una vez: “Salto tanto para rematar de cabeza que cuando bajo tengo nieve en el pelo». Raymond Kopa, que fue elegido el mejor jugador de la competición, daba una explicación más coherente: “Fontaine era el delantero que se adaptaba perfectamente a mi juego. Él percibía perfectamente lo que yo hacía, y yo estaba seguro de encontrarlo al otro lado de mis regates».

Fontaine lo hacía casi todo bien: disparaba desde cualquier posición, poseía una magnífica finta, arrancaba cuando menos se lo esperaba el defensor y tenía una estrategia especial para burlar al arquero. Más en serio, Fontaine dijo: “La clave de mis goles fue que no me conocían demasiado». Fontaine jugó en la selección durante una década, en 21 partidos marcó 30 goles y se retiró a los 28 años por lesión. Entrenó a la selección ‘bleu’ en dos partidos de 1967 y estuvo en la de Marruecos entre 1978 y 1981. Le gusta relatar, con ironía, una broma que inventó Mario Zatelli, delantero del Olympique de Marsella: «Una momia librada de sus vendajes pregunta en cuanto abre los ojos: “¿Se ha batido el récord de Fontaine?”. Después de los siglos de los siglos, la respuesta sigue siendo: “No”». Ahí seguimos.

 

*Este texto aparece hoy en Heraldo de Aragón. Las fotos las tomo aquí:

-http://www.gannett-cdn.com/-mm-/f209a3d136d37acf6a9268f466f7e736f7fa6af2/c=0-20-2000-1524&r=x383&c=540x380/local/-/media/Indianapolis/Indianapolis/2014/06/04//1401884744007-AP134603081903.jpg

-https://antoncastro.blogia.com/upload/externo-638f74ebbdb82c25817bacf87817e060.jpg

 

27/06/2014 12:51 Antón Castro Enlace permanente. Deportistas No hay comentarios. Comentar.

TRES MAGNÍFICOS EN LA SELECCIÓN

[Durante los años 60, el club de fútbol Real Zaragoza vivió una de sus etapas más gloriosas, con Canario, Santos, Marcelino, Villa y Lapetra en la delantera. Aquella época es recordada como la del equipo de Los Magníficos. ’Magníficos. La edad de oro del Real Zaragoza’, que ahora publica la editorial Doce Robles, es un homenaje a los Cinco Magníficos y al cincuenta aniversario de la primera vez que jugaron juntos, el 22 de abril de 1964. En el libro, el periodista Rafael Rojas analiza y repasa aquellos años inolvidables para el club blanquillo, más de 300 páginas con amplia documentación y numerosas fotografías. Además, el libro incluye un prólogo del bibliófilo y escritor José Luis Melero. Nota editorial de Doce Robles. Publico aquí una selección de fragmentos, que me ha enviado Rafael Rojas a petición mía, sobre la presencia de los jugadores aragoneses en el Mundial de 1966.]

TRES MAGNÍFICOS EN INGLATERRA-1966, CON ESPAÑA

 

Por Rafael ROJAS*


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Concluida la temporada de clubes, todas las miradas se ponen ya en el inminente Mundial, donde España, pese a no partir con la condición de favorita, restringida a Brasil e Inglaterra, quiere hacer valer su condición de campeón continental. José Luis Villalonga propone una lista de veintiséis jugadores de los que deberá descartar a cuatro. El seleccionador explica que “he elegido a los mejores jugadores de los mejores clubes, es decir un bloque de los cuatro equipos en mejor forma, Atlético de Madrid (Adelardo, Glaría, Rivilla, Ufarte), Real Madrid (Amancio, Betancort, Gento, Pirri, Sanchís, Zoco), Zaragoza (Lapetra, Marcelino, Reija, Villa, Violeta) y Barcelona (Eladio, Fusté, Gallego, Olivella, Reina, Rifé, Zaldúa), y he añadido individualidades indispensables en el fútbol español, Iríbar (Athletic), Del Sol (Juventus), Peiró y Suárez (ambos en el Inter).

 

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Santamaría se queda sin Mundial

La víspera del Real Zaragoza-Athletic, Villalonga descartó a catorce jugadores de la lista inicial de cuarenta. Entre ellos, el zaragocista Paco Santamaría. Daucik discrepó de la decisión de su colega: “El seleccionador comete una injusticia no llevando a Santamaría a Londres, porque es el mejor de España en su puesto”. El central santanderino también expresó su descontento: “Considero que desde hace un par de temporadas se debía haber contado conmigo y creo que actualmente soy el central que está jugando con más regularidad”. 

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La eterna concentración del combinado español en el hostal del Peregrino de Santiago de Compostela empezó el 1 de junio, aunque los jugadores participantes en la final de Copa no se incorporaron hasta el día 6. Villalonga eligió Galicia por la supuesta semejanza entre el clima del norte de España y el que se van a encontrar en Inglaterra. “Con tablas higrométricas y de temperatura en la mano, tanto de Birmingham como de varios lugares españoles, llegamos a la conclusión de que Santiago de Compostela era el más parecido, el de clima más adecuado”, afirmó el seleccionador. Una precaución seudocientífica que se revelará inútil. La concentración gallega transcurrió como se espera, pasada por agua, tanto que será conocida como ‘el arca de Noé’ por los cuarenta días de lluvia. Sin embargo, nada más aterrizar en Inglaterra el grupo se encontró con un tiempo espléndido que se prolongó durante todo el campeonato. Nada de lluvia, sino todo lo contario, un sol radiante.

[Forman: Iríbar; Sanchís, Reija, Gallego, Zoco, Glaría; Amancio, Adelardo, Marcelino, Fusté y Lapetra.]

 

 

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El 29 de junio, Villalonga anunció sus cuatro descartes, los zaragocistas Villa y Violeta y los barcelonistas Rifé y Zaldúa, con la lógica decepción de los excluidos. Así pues, Lapetra, Marcelino y Reija representaron al Real Zaragoza en el Mundial de Inglaterra, donde llevaron los dorsales 22, 9 y 15, respectivamente. Uno de los mundialistas, Reija, rememora todavía con estupor la decisión del técnico: “La ausencia de Villa y Violeta fue una auténtica injusticia; debieron estar en el Mundial; nadie puede dudar de la calidad de los que fueron, todos eran excelentes futbolistas, pero en ese momento no estaban ni mucho menos mejor que Villa y Violeta”. El volante zaragozano sostiene que Villalonga tenía decididos desde el principio los nombres de los futbolistas cortados: “A los cinco días de estar en Santiago yo ya sabía que no iría al Mundial; había jugadores que tenían mucha influencia en el seleccionador y conocían los descartes”. Violeta lo tiene claro, como tiene claro que “se cometió una verdadera injusticia con los jugadores del Zaragoza”.

Villa comparte la sensación de injusticia. Pero su desilusión por la composición del grupo y su fuerte carácter le llevó más allá, incluso a autodescartarse: “Vi que no se confiaba en los jóvenes que habíamos ganado la Eurocopa; la presión de la prensa de Madrid y Barcelona motivó la convocatoria de jugadores veteranos que llevaban años fuera de la selección; Villalonga lo estaba pasando muy mal, todo el día preguntándole todo el mundo por los descartes; un día le dije: ‘mire, míster, yo ya estoy harto de esto; esta temporada lo he ganado todo con el Zaragoza y lo que quiero es irme a la playa con mi mujer y mis hijos; por mí no tenga ningún problema, lo está usted pasando fatal y en vez de cuatro problemas ya solo tiene tres’; así se lo dije; había un ambiente fatal”.

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Una decisión sorprendente a las puertas de jugar la competición más apetecible para cualquier futbolista: “Claro que me hubiera hecho ilusión jugar el Mundial, pero jugando los que habíamos ganado la Eurocopa; lo que más me gusta en el mundo es el fútbol, pero en la vida hay que ser realista y cuando una cosa no puede ser, pues no puede ser; y me dio mucha pena por Villalonga, al que conocía desde que llegué al Madrid con dieciocho años, porque era una buenísima persona; pero le volvieron loco”, explica Villa.

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La confesión de Villa, realizada los primeros días de febrero de 2014, casi cuarenta y ocho años después de su descarte, no tiene nada de pose, ni mucho menos es producto del resentimiento. En septiembre del 66, dos meses más tarde de la cita mundialista, el ‘10’ del Real Zaragoza ya se explicaba en parecidos términos al ser preguntado por el supuesto disgusto provocado por no ir a Inglaterra: “¡Qué va!, no tuve ningún disgusto; la temporada había sido muy agotadora y lo que tenía era deseos de irme a mi casa a descansar con los míos; entre otras cosas porque los que estábamos en Santiago presentíamos lo que iba a suceder; lamenté muchísimo el flojo rendimiento de la selección, pero insisto, no tuve ninguna rabieta; como futbolista había tenido ya grandes satisfacciones conquistando mi equipo el título de campeón de España”.

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            Gento: “Lapetra es mejor que yo”

“¿Lapetra es mejor que Gento o Gento es superior al ‘ye-yé’ maño?”. “Lapetra es mejor que yo”. “¿Falsa modestia?”. “No, la verdad”. Así de contundente fue el internacional cántabro, el futbolista con más Copas de Europa en su palmarés, al referirse a su rival por el ‘11’ de la selección. Las declaraciones de Gento fueron publicadas el 5 de junio de 1966 en El Mundo Deportivo.

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Birmingham, centro neurálgico de la delegación española en tierras ingleses, recibió a la expedición con un tiempo espléndido, diametralmente opuesto al esperado por Villalonga y sus veleidades seudocientíficas. Los aficionados británicos tenían muy frescas en la memoria las actuaciones del Real Zaragoza en competición europea, en especial el memorable partido ante el Leeds, localidad situada a escasos 200 kilómetros de Birmingham. Reija lo recuerda bien: “Teníamos una gran reputación en las islas; allí nos habíamos enfrentado a los mejores equipos  y nadie se explicaba cómo el Real Zaragoza no era la base de la selección”.

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En contra de cualquier tipo de lógica deportiva, ninguno de los tres zaragocistas fue de la partida en el encuentro ante Argentina, en el debut mundialista de España. Eladio ocupó el lateral izquierdo, mientras que Peiró y Gento desplazaron al banquillo a Marcelino y Lapetra. Villalonga traicionó sus principios, se dejó llevar por los nombres de los clubes más que por la calidad de los futbolistas y tomó tres decisiones poco comprensibles, ya que Reija era el ‘3’ más en forma del fútbol español y los dos delanteros zaragocistas venían de completar una temporada soberbia. Marcelino y Lapetra se quedaron fuera del equipo por primera vez desde marzo de 1964, después de once encuentros consecutivos como titulares.

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La derrota ante los argentinos no modificó en sustancia los planteamientos del seleccionador, que apenas introdujo dos variantes, una obligada por lesión (Reija por Eladio) y otra por decisión técnica (Amancio por Ufarte). El sentir general era que la delantera ha fracasado y muchas voces sugirieron el regreso de Marcelino y Lapetra, pero Villalonga repitió ante Suiza con Peiró y Gento. La victoria en Sheffield ante los suizos (2-1), con una excelente actuación de Reija, dejó abierta la puerta de la clasificación para cuartos de final, pero el tercer enemigo en el grupo era Alemania, siempre temible, con Beckenbauer, Seeler, Schnellinger, Emmerich, Overath, Weber… Un rival de cuidado. El pobre rendimiento de los dos primeros partidos descargó de argumentos a Villalonga, forzado a dar marcha atrás en sus planteamientos. Del equipo inicial ante Argentina solo permanecieron ante Alemania cuatro jugadores: Iríbar, Sanchís, Gallego y Zoco. Mantuvieron su puesto los que entraron nuevos ante Suiza (Reija y Amancio) y se incorporaron Glaría, Adelardo, Marcelino, Fusté y Lapetra, que mandaron al banquillo a Pirri, Del Sol, Peiró, Luis Suárez y Gento. Todas las vacas sagradas, con los tres ‘italianos’ incluidos, pasaron a la reserva. Una verdadera revolución como única forma de intentar el milagro.

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Las crónicas del decisivo España-Alemania coinciden en destacar la recuperación del equipo español, mucho más dinámico que en las dos ocasiones anteriores, con una velocidad y un coraje desconocidos en las primeras apuestas del seleccionador. Fusté, en el minuto 24, culmina una acción entre Lapetra y Marcelino para adelantar a España, que necesita la victoria para clasificarse. Poco antes del descanso se producen dos acciones decisivas en el desarrollo del partido. Primero, un afortunado gol de Emmerich e, inmediatamente después, una alevosa entrada de Schnellinger a Adelardo que termina sin sanción para el defensor germano y con el interior extremeño lesionado para el resto del partido.

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Con diez más Adelardo prácticamente arrinconado en una banda, España se lanza a por la victoria con decisión, con todo, en una ofensiva de la que también participan sus defensas. Sin embargo, una acción aislada de Seeler, previa falta de Emmerich a Sanchís, termina en gol y con las esperanzas españolas. Es el minuto 83 y no quedan ni tiempo ni energía para la remontada. España pierde y se despide del Mundial, al que había llegado con la vitola de campeona de Europa y como alternativa a las dos grandes favoritas, Inglaterra y Brasil.

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Ante Alemania, los tres futbolistas del Real Zaragoza completaron un soberbio encuentro, como refleja la crónica de El Mundo Deportivo: “Reija, un verdadero fenómeno de capacidad técnica y estratégica; Lapetra, muy inteligente en la tarea que le había sido asignada; Marcelino, tan peleón como acostumbra y más habilidoso en esta ocasión”. Precisamente Marcelino, en noviembre de 2001, recordaba en Equipo el Mundial como una oportunidad perdida: “Teníamos un equipo con gente joven que podía haber hecho un papelón en Inglaterra, incluso ser campeones del mundo, pero todo estaba muy politizado y a la selección no siempre iban los mejores; nosotros le dimos a España más que España a nosotros”. En la actualidad, Villa aún lamenta lo que pudo ser y no fue: “España hizo el ridículo espantoso; cuando veía a Lapetra y a Marcelino de suplentes no me lo podía creer; había muchos intereses que nada tenían que ver con aspectos deportivos; el Zaragoza debería haber sido la base de la selección, teníamos la edad ideal y estábamos en nuestro mejor momento”.

 

*De su libro ’Magníficos. La edad de oro del Real Zaragoza".

 

**En la primera foto aún están Violeta, Villa, descartados luego, y Reija, Marcelino y Lapetra.

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***Uno de los equipos que formó con los tres zaragocistas.

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29/06/2014 13:02 Antón Castro Enlace permanente. Deportistas No hay comentarios. Comentar.

BOBBY MOORE Y SU SECUESTRO

REGATE EN EL AIRE

 

El incidente ingrato de Bobby Moore

Los Magníficos, como recuerda Rafael Rojas en un excelente libro de Doce Robles, cumplen medio siglo. En el reportaje que firmaban Chema R. Bravo y Joan F. Losilla para HERALDO aparecía una foto de Bobby Moore (1941-1993), capitán del West Ham y de la selección inglesa que ganó el Mundial de Inglaterra-1966. Si ahora se habla mucho del mordisco de Luis Suárez y del conflicto diplomático que se podría derivar de su expulsión y multa, antes hubo otro caso muy curioso que tuvo por protagonista al propio Moore.

En vísperas del Mundial de México-1970, los británicos, con su preparador Sir Alf Ramsey a la cabeza, decidieron jugar dos partidos de aclimatación en Colombia y en Ecuador. Instalaron su centro de operaciones en el hotel Tequendama de Bogotá. Tras enfrentarse a Colombia, Bobby Charlton, la otra gran estrella inglesa, y Moore entraron en la joyería Fuego Verde del edificio. Al parecer, Charlton quería llevarle una sorpresa a su mujer. Ambos, ricos y famosos, miraron y miraron pero nada les convenció. Cuando salían de la tienda sin comprar nada, la dependienta Clara Padilla acusó al defensa de haber robado un valioso brazalete de oro. Reclamó la presencia de dos agentes; también acudió el preparador Ramsey. Los futbolistas se ofrecieron a ser registrados. En teoría, punto final a un incidente ingrato.

Se intentó que aquello no trascendiese, pero no solo trascendió sino que se agravó con la detención del propio Moore al regresar de Ecuador al aeropuerto de Bogotá. El juez Pedro Dorado ordenó que el capitán británico no se moviera de la capital: había aparecido un testigo, Álvaro Suárez, que decía haber visto a través del escaparate cómo el líbero se había metido el brazalete en el bolsillo izquierdo de su chaqueta. El equipo inglés debía partir hacia México. Respaldado por el embajador británico en la capital, se logró que Moore no fuese a la cárcel, sino que quedase en casa de un miembro de la Federación de Fútbol de Colombia bajo arresto domiciliario.

Entrenaba a las seis y media de la mañana en el campo de Millonarios y en tres días perdió tres kilos. Mientras, en México sus compañeros no daban crédito a lo que estaba ocurriendo. Ante el juez, Clara Padilla y Álvaro Suárez se contradijeron. El Gobierno de Londres se significó ante la falta de pruebas, “tras hacer entrega (...) de una fuerte fianza y con intervención directa del primer ministro Harold Wilson” (tal como escribe Alfredo Relaño en ‘Tantos Mundiales, tantas historias’. Córner, 2014), el juez decretó la libertad de Moore. Eso sí, entonces, el caso ya había saltado a los periódicos y se barajaban diversas hipótesis. Para unos era una conspiración contra el campeón del mundo, para otros había sido un intento de chantaje económico o un crimen más o menos organizado por mafias de las esmeraldas, a las que pertenecían Ramos y Suárez, como se supo luego. Incluso hubo quien sugirió que era una venganza contra Ramsey que había llamado “animales, animales” a los argentinos en 1966.

Por fortuna, Moore pudo incorporarse a su selección y jugó cuatro partidos. En cuartos de final, Alemania e Inglaterra dirimieron su pase a semifinales en un choque que parecía la repetición de la final de 1966. En la prórroga, vencieron los germanos 3-2: aquel día Beckenbauer fue superior a Bobby Charlton, los alemanes neutralizaron el 0-2 de los ingleses y ya en la prórroga, antes de una decisiva volea de Gerd ‘Torpedo’ Müller, a Hurst, el héroe del 66, le anularon un gol claro. Gordon Banks, ‘el Chino’, se había puesto malo; lo sustituyó Peter Bonetti, que no tuvo la mejor tarde de su vida. Moore se fue a casa con la camiseta de Pelé y con su mejor elogio: “Fue el defensa que mejor me marcó en mi vida”. 

 

*Este texto se publicó ayer en HERALDO. 

BRASIL TEMBLÓ ANTE CHILE

REGATE EN EL AIRE / Antón CASTRO

 

Saudade o el equipo traicionado

 

El Brasil de 1950, aquel que sucumbió a la clase de Obdulio Varela, Schiaffino y Gigghia, tenía una gran estrella: Ademir, máximo goleador con nueve tantos. El de 1958 y el de 1962 contó con Garrincha y Pelé, y aquella ‘folha seca’ de Didí, un centrocampista exquisito de bigote delineado casi como un húsar. Pelé jugó, además, en 1966 y 1970, donde la ‘canarinha’ firmó un fútbol increíble: fue la máquina coral de la fantasía. Sus futbolistas parecían virtuosos de ese instante anhelado en el que el fútbol tiene música.

El Brasil de 1974 fue un equipo de transición que contó con Luiz Pereira, con Leivinha, el maestro de la bicicleta, y con un veterano Rivelinho, que tenía un juego otoñal y elegante y conservaba aquel trallazo que agitaba el ánima de los estadios. En 1978 apareció Zico, al que llamarían el ‘Pelé blanco’. En España-1982, Brasil parecía llamado a nuevas gestas, pero su media de seda y de lujo (Zico, en plenitud, Toninho Cerezo, Falçao y el doctor Sócrates, el hombre que taconeaba como un bailarín de claqué y flamenco) se estrelló contra Italia y contra su propia suficiencia; en una tarde aciaga, Paolo Rossi nos destrozó nuestro pobre corazón. Fue, sin duda, una oportunidad perdida y el origen de una saudade indefinible. En 1986 Brasil cayó en cuartos de final, y sus estrellas podrían llamarse Careca, Müller o Alemao. Futbolistas correctos, más aplicados que geniales. En 1990, Brasil se estrelló contra Maradona en la segunda ronda. Cuatro años después, un equipo desnaturalizado y físico, a pesar de sus delanteros Bebeto y Romario, conquistó el título a Italia en los penaltis. Dunga fue ‘el panzer’ del colectivo, aunque el sostén era la calidad y el sentido táctico de Mauro Silva y la imaginación de Zinho. Ocho años más tarde, en Corea, Brasil logró su quinto título y alineó a tres figuras indiscutibles: Ronaldo, Ronaldinho y Rivaldo.

Desde entonces, Brasil ha ido de aquí para allá, más bien a la deriva, desconcertado y desconectado de su tradición. Brasil ni ha sido ni una cosa ni otra, ni puede decirse que haya enamorado jamás: ni con Kaká, ni con la promesa interrumpida Robinho ni con aquella flor de pocos días que se llamó Adriano.

El Brasil de ahora también es un equipo deshilvanado y ramplón. Carece de patrón de juego: ni tiene la ingeniería celeste de los tradicionales futbolistas del aire, que mezclaban el ‘jogo bonito’ y la samba, ni posee un organigrama sólido que sepa poner en marcha el fútbol físico que parece proponer Scolari. Sus jugadores parecen peores en bloque: si Neymar había levantado pasiones, había dado a entender que podía ser el futbolista del campeonato, ayer todo fue un naufragio. A Brasil solo se le aguanta con una bolsa de pipas gigante y mucha cerveza. Ayer nadie, nadie, salvo atrás y en instantes concretos David Luiz y Thiago Silva, dio sensación de pertenecer a la cadena de futbolistas que va desde Domingos da Guia y Ademir hasta Neymar Jr. Y no solo eso: la fortuna estuvo de su parte, en el remate final de Pinilla y en la suerte de los penaltis, donde Claudio Bravo pareció siempre un poco precipitado, incluso en el disparo que paró. Chile aguantó, supo jugar contra la adversidad de un gol en contra, igualó y estuvo a punto de provocar algunos suicidios en el país de Pelé.

Brasil es una fábrica de forofismo. Y de desmesura nacional. El país, azotado por relámpagos de miseria e injusticia en todas las regiones, ha constatado, de nuevo, su condición trágica, incluso ganando. El equipo se mueve en el filo de la navaja y solo se estremece de veras cuando entona el himno nacional. Solo en ese momento, Brasil es el Brasil de siempre. Aquel que pretendía hacer del fútbol una de las bellas artes.

 

*Este texto aparece hoy en HERALDO.

La foto de Ademir, la tomo de aquí:

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La foto de Zico la tomo de aquí: 

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29/06/2014 13:31 Antón Castro Enlace permanente. Deportistas No hay comentarios. Comentar.

JOSÉ LUIS TOMÁS EN A DEL ARTE

[El pasado jueves, en la galería A del Arte, se inauguraba una corta exposición de dibujos y retratos, y un libro, que ha concebido José Luis Tomás. Ha retratado a más de 80 personas de diversos campos para acometer un proyecto solidario para unos niños con dificultades. Traigo aquí el texto del prólogo del libro.]

JOSÉ LUIS TOMÁS: EL ARTISTA SOLIDARIO

 

Creo que no conocía al pintor y decorador José Luis Tomás hasta que me llamó un día con motivo de su exposición en el Torreón Fortea. Venía de parte de José Luis Cano, como persona interpuesta. Recuerdo que vi su exposición, de pintura geométrica, o como diría el propio Cano, de rayicas y cuadradicos. La de alguien que conocía el oficio profundamente. Me contó diversas historias, y me pareció que era un idealista de antaño, forjado en el taller, en la calle y en las tertulias de taberna. Y recordé también que una de las palabras más usadas por Cano en el catálogo de la muestra era ‘Utopía’.

Ahora esa palabra toma mayor sentido con este trabajo: sin pereza alguna y con una paciencia infinita, José Luis Tomás ha hecho un proyecto solidario, un empeño de loco, una apuesta llena de buenas intenciones y de compromiso. Se trataba de hacer una colección de retratos (o caricaturas o dibujos), con su sesgo personal, de artistas, escritores, amigos y compañeros de viaje con el objetivo de tender una mano a los niños, necesitados y desprotegidos, a quien el sistema ha dejado a la intemperie. Ese puente debía cristalizar en una exposición y un libro.

José Luis Tomás ha trabajado de lo lindo. Ha organizado citas, comidas, pequeñas tertulias, sesiones de fotos o de apuntes del natural; ha buscado algunos rasgos esenciales de personas muy diferentes, un objeto, ha acudido a su conocimiento de la gente, a su núcleo de íntimos. Y aquí está el proyecto: piezas más o menos expresionistas, a veces en la onda del Bosco y de Brueghel el viejo, formas de mirar y de dialogar en diversas direcciones.

En un proyecto así, tan dilatado, que ronda los 80 protagonistas o personajes, hay de todo: momentos felices, rostros reconocibles y caras que quizá, como le decía Picasso a Gertrude Stein, acabarán pareciéndose a su interpretación con el paso del tiempo. José Luis Tomás, más que amable o complaciente, ha querido ser divertido y quizá satírico incluso. Además, ha pedido a sus elegidos un texto complementario: un autorretrato, un carné de baile, un juego de espejos o una pequeña broma. Los cuentos de una vida. O un puñado de invenciones, como hace Enrique Larroy, que afirma haber nacido en Ávila en 1909. Fernando Malo ensaya esta microbiografía: “Alfarero, azulejero, nacido artista, venido a agitador cultural. Alquimista de la tierra y el fuego. Una especie en extinción”.

No se pueden enumerar aquí a todos los participantes, ni es necesario, pero un paseo por los textos revela humor, ironía, distanciamiento. E incluso desacuerdo con el autor. O de impugnación estética. Dice Adela Ramos: “Lo primero, y que quede claro, yo no soy así de fea y arrugada (o al menos yo así me veo)”. Andrea Uña Barrientos precisa: “Dicen que mi voz despliega aromas de vino y jengibre. Pero eso es muy difícil de verlo en una caricatura. Cuando me llames para felicitarme, lo comprobarás”. Ángel Delgado acepta “el castigo” y dice: “Por eso es justo que Cholis-Tomás ponga las cosas en su sitio y nos pinte feos y más viejos de lo que somos. Es un castigo a los presuntos revolucionarios por no comenzar la revolución por nosotros mismos. Y menos mal que no nos ha dibujado en cubismo o abstracción. Si lo hubiera hecho habríamos terminado, todos los caricaturizados, descuartizados”. Ya se ve que aquí hay implícito un pequeño daguerrotipo de tribu que, en cierto modo, podría resumir Javier Gómez de Pablos: “Añoro los emocionantes años de la lucha antifranquista, tanto como aborrezco los actuales”.

Emilio Casanova habla de sí y parece definir su retrato: “El asesino dibujo de José Luis me sitúa en lo que hago muchas horas al día. Estar delante de varias pantallas de ordenadores jodiéndome las lumbares para inventar la vida y lo que pienso de ella”.

Son algunos ejemplos. La complicidad es obvia. José Luis Tomás ha soñado por partida triple: como artista (“Después de perder la esperanza, el respeto, el juicio y la vergüenza, a partir de ahí, se puede empezar a pensar en el Arte. Todo lo demás, son pijoterías malditas”, dice Alejandro Molina, y él sabrá por qué), como compañero de viaje y como ciudadano solidario. Y aquí está su empeño. Rostros y retratos, el perfil de una existencia en pocas líneas. Y el grito contra las nuevas formas de la tiranía, del menosprecio y de la injusticia. Ya lo dijo una vez García Márquez en El otoño del patriarca: “El día que la mierda tenga algún valor los pobres nacerán sin culo”. Parece una frase soez y un mal colofón a un esfuerzo tan generoso y limpio, pero estamos en ese límite donde la razón y la sensatez se han vuelto utopía. Así no vamos hacia ningún sitio. Por eso, Tomás se revuelve, grita y pelea en buena compañía. Pelea por los otros. Pelea por los niños, la semilla incesante del futuro.

 

30/06/2014 01:20 Antón Castro Enlace permanente. Artistas No hay comentarios. Comentar.

JAMES RODRÍGUEZ: TALENTO Y GOL

REGATE EN EL AIRE / Antón Castro

 

Calidad pura de James Rodríguez

 

El diez en el fútbol, por lo regular, es el amo, el artista, el cerebro, ese jugador que ejerce un influjo particular sobre los demás, es el malabarista que aspira a dejar una impronta con su estética y que estimula y alimenta el juego de sus compañeros. El diez, entre muchos otros, lo llevaron Pelé, Maradona, Deyna, Zidane, Netzer u Overath. Y Zico, Platini y Eusebio. En la selección de Colombia lo lleva un joven que parece sosegado y observador llamado James David Rodríguez Rubio. James Rodríguez.

Es un centrocampista que posee una zurda precisa y elegante, capaz de desembarazarse cuando nadie lo espera. Le ocurrió a Godín: el interior o enganche recibió un balón al pecho, acomodó el control hacia su lugar natural de disparo y soltó un auténtico trallazo. El capitán charrúa pensó: visto y no visto. Muslera divisó el golpe, siguió el vuelo casi parabólico del balón, que tocó suavemente con el guante, pero nada pudo hacer. Pareció el envío de un bombardero homicida y vertiginoso que se alía con la sorpresa. Ahí empezaba la noche de James. Había saltado al campo con cara de despistado o asustado, como si no fuera un gran competidor, como si su cabeza estuviera en otro sitio, cerca de los juegos y la sonrisa de su hija Salomé, en sus estudios a distancia de ingeniería o con la bella Daniela Ospina, su mujer, una jugadora de voleibol con quien, además, comparte al perro Manolo. Pero de inmediato demuestra que está en su sitio y que es sumamente ambicioso.

James Rodríguez pertenece a los futbolistas de escuela. Suele decir que, aunque sea hijo y sobrino de futbolista, su maestro fue Carlos Valderrama, que creció viéndolo jugar y desarbolar al rival a fuerza de toques suaves, técnica y concentración. Rodríguez conoce bien la ciencia de su oficio. Su Colombia es un equipo modesto que posee ritmo, poderío y talento. La firmeza empieza en el arquero Ospina (su cuñado, que juega en el Niza) y, desde atrás, el central Yepes perfecciona la tensión defensiva y el coraje. Está ahí como el protector y el ángel guardián de sus cachorros. Por el centro, Cuadrado es un gambeteador obstinado con salida para los dos lados. En teoría, encarna la magia, la vehemencia, la seguridad del dribling. Más arriba anda Jackson Martínez, hambriento de balón, de gloria y de goles. Y en la zona del ‘trescuartista’, que mira más hacia adelante que hacia atrás, se mueve James Rodríguez. Su bota es un guante, es sutil y poderosa; su aspiración es el gol, pero también tiene otras virtudes: entiende que el fútbol es una sinfonía de equipo, y que lo determinante es un bloque de imaginación y artillería, de sacrificio, intensidad y rigor. James Rodríguez no solo ha marcado cinco tantos: ha cedido dos, al menos, a Jackson Martínez.

Un jugador así no nace de la nada. Un Mundial es un escaparate que exhibe y proyecta la clase de los más grandes. Él empezó en su país, se hizo en Banfield, fue adquirido por el Oporto, donde marcó más de 30 goles en un centenar de partidos; el año pasado, por 45 millones de euros, lo compró el Mónaco, y ahí juega con su paisano Falcao. Había sido internacional en todas las categorías con un rendimiento deslumbrante. Fue elegido el mejor jugador de las eliminatorias de Sudamérica y el mejor del Mundial de Brasil-2014 de la primera fase.

Trabaja, defiende, crea armonía y belleza en el juego y remata. Lo que más llama la atención, tal vez, es su madurez, su sosiego, su determinación y su plasticidad. No se encoge y dicen que desentona en los bailes de grupo. Ojalá tenga otra buena noche ante Brasil, que tiene la suerte de los campeones, y siga dándole la razón a Tabárez y al luso-brasileño Deco, que dijo de él: “James tiene una calidad pura, algo hermoso”.

Con su hija Salomé.

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Con Daniela Ospina:

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*Este texto aparece hoy en mi sección de 'Heraldo de Aragón'.

30/06/2014 11:19 Antón Castro Enlace permanente. Deportistas No hay comentarios. Comentar.

ALFREDO CASTELLÓN: RECUERDOS...

CUENTOS DE DOMINGO 

 

Todos a la cárcel

 

Cada cierto tiempo, Alfredo Castellón –el aragonés que llevó al cine ‘Platero y yo’, ese libro olvidado y maravilloso que cumple un siglo- regresa a su ciudad. Trae llenas las alfombras de la memoria. Recuerda sus viajes a México; en uno de ellos lo acogió en su casa Julio Alejandro de Castro, guionista de cinco películas de Luis Buñuel; Octavio Paz, de cuyo nacimiento también se celebra el centenario, lo recibió en su biblioteca para hablarle de su amistad con María Zambrano, a quien Castellón dedicó varias películas: ‘Pensamiento y exilio’, ‘Testimonios’ y ‘El lugar de la palabra: Segovia’. Alfredo igual habla de la pintura de Rosa Mascarell, colaboradora y mecanógrafa de Zambrano, que de Gregorio del Campo, el militar e ingeniero de Ambel que fue su primer amor, o de Gustavo Pittaluga, que le decía en una carta: “... hablas de dinero y de piedras, pero no del corazón del hombre que te quiere”. También cuenta otra historia muy zaragozana. En los años 60, el alcalde Luis Gómez Laguna quiso sacar a las prostitutas de la ciudad; por ello, como solía contar, recibió anónimos en su casa que lo acusaban de “intentar acabar con el macho ibérico”. Castellón, que trabajaba en TVE, decidió realizar un programa que contara la historia de la prostitución en Zaragoza. La policía le dio una lista de garitos, burdeles y ‘meublés’ (lugares con cuartos para sexo). Llegó a contactar con dos madamas. Una le contó que ya no ejercía: que se había ido a vivir con su hija y que era una señora corriente de inconfesable pasado, dedicada a sus nietos. Y otra, cuyo nombre no recuerda, le recibió en su casa de la calle Peromarta y le contó su vida y sus nuevas ocupaciones. Ya no tenía un prostíbulo, pero sí una casa de citas con clientes secretos y principales de la ciudad: banqueros, catedráticos, empresarios, prelados... La llamaban y ella les concertaba encuentros con mujeres que, en teoría, habían dejado el oficio del placer y trabajaban de cocineras, de modistas o cuidaban niños y ancianos. Cuando vieron las imágenes en TVE en Madrid, la respuesta fue inequívoca: “¿No querrá usted que nos lleven a todos a la cárcel?”.

 

*La imagen la tomo de todocolección en internet.

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La famosa foto de Collioure 1959, con Alfredo Castellón, amputado algunas veces.

La famosa foto de Collioure: Blas de Otero, José Agustín Goytisolo, Ángel González, José Ángel Valente y Alfredo Castellón; abajo: Gil de Biedma, Alfonso Costafreda, Carlos Barral y José Manuel Caballero Bonald. Nueve magníficos.

 

30/06/2014 11:25 Antón Castro Enlace permanente. Escritores No hay comentarios. Comentar.

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