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SEGUNDA SEMANA DE BARBASTRO FOTO

La fotografía toma Barbastro en el segundo fin de semana de BFOTO La IV edición de BFOTO continúa en Barbastro y este fin de semana ha estado lleno de actos: desde la inauguración de exposiciones hasta los Visionados, pasando por Kosofoto y una conferencia de Sergio del Molino. El viernes 2, se inauguró en el Museo Diocesano la exposición de Nagore Giménez Little fragments of my mind, un trabajo con el que la autora ganó el año pasado la Beca de Visionados del festival.
La exposición es un proyecto centrado en el tema de la memoria, uno de los que más obsesiona a la fotógrafa y en el que trabajó más de un año. Ella comentó en la presentación que el hecho de que las fotografías sean de formato pequeño ayuda a que sea más íntimo. Uno de los momentos cumbre del fin de semana fue la conferencia que impartió el escritor y periodista Sergio del Molino bajo el título Negativos sin positivar de la España vacía. En alrededor de una hora, el autor trató de hacer reflexionar a la audiencia sobre la similitud del proceso creativo entre fotógrafos y escritores. “La literatura está para plantear las cosas de frente”, afirmó del Molino. Recalcó la importancia que en su obra tienen las fotografías y aportó un dato curioso: él suele describir fotografías con todo lujo de detalles, pero no suele incluirlas en sus libros, le atrae la “fuerza que tiene hablar de una foto fantasmal, que no se ve”, explicó. Del Molino explicó, también mediante ejemplos, que la fotografía muchas veces es una construcción, una mirada subjetiva. “El fotógrafo que no es artístico, el fotoreportero, es un narrador, no un testigo. Es un contador de historias que son ficción y está en el mismo plano que el escritor”, comentó el autor. Habló de su último libro 'La España vacía: viaje por un país que nunca fue', en el que trata el tema de la despoblación en el mundo rural español. Como curiosidad, Del Molino expuso fotografías del fotógrafo José Manuel Navia quien, dentro de dos semanas, impartirá un taller y una conferencia en BFOTO.
La charla con Sergio del Molino atrajo a mucho público que participó activamente en la misma haciendo preguntas al finalizar. Una de las secciones más importantes de BFOTO es Emergentes, una convocatoria a la que se han presentado más de 100 obras este año, procedentes de 15 nacionalidades. El viernes se inauguró en el espacio El Moliné las exposiciones de los cuatro seleccionados de esta edición: Oscar Xarrié (España), José Luis Carrasco (España), Karla Guerrero (México) y Diego Moreno (México). Salvo Moreno, todos los autores acudieron a la inauguración para explicar su obra a los presentes, entre los que se encontraba el alcalde, Antonio Cosculluela, que felicitó a la organización del festival por llenar las calles de Barbastro de fotografía y por el éxito obtenido edición tras edición.
La mañana del sábado, bajo la constante amenaza de lluvia, se llevó a cabo Kosofoto, una iniciativa de BFOTO que consiste en colgar fotografías en el Coso de Barbastro, para que así los ciudadanos puedan llevarse las que quieran y colgar las suyas. Se trata de una suerte de red social en formato físico que despertó la curiosidad de los viandantes. Como poco antes del mediodía comenzó a llover y se suspendió, Kosofoto se volverá a repetir el domingo de la semana que viene. La organización lo dará a conocer previamente. La tercera convocatoria de Visionados del festival se desarrolló el sábado por la tarde y volvió a ser, una vez más, una muestra de los diferentes lenguajes y posibilidades de la fotografía contemporánea. Los siete proyectos que se presentaron fueron comentados y evaluados por el mismo jurado que se encargó de la selección de la convocatoria Emergentes: el teórico de la fotografía Martí Llorens, el profesor Llorenç Raich y el comisario y galerista Julio Álvarez.
Tras la proyección y defensa pública de los proyectos, el jurado resolvió otorgar la Beca Visionados 2017 a Katerina Buil por su trabajo 'María', una emotiva propuesta en la que, utilizando la memoria oral y la fotografía, la autora desvela, desde el presente, la complejidad vital de su abuela materna en el entorno rural en el que ha transcurrido su vida. Este proyecto en desarrollo será expuesto en el Museo Diocesano en la próxima edición del Festival, siendo tutelado por el propio Julio Álvarez.
*Nota de prensa de BFoto. Obra de Katerina Buil.
ISABEL GONZÁLEZ: UN DIÁLOGO

ENTREVISTA DE ANTÓN CASTRO A ISABEL GONZÁLEZ
La escritora Isabel González, nacida en Ejea, trabaja en infografía en el diario ‘El mundo’. Se dio a conocer con un libro deslumbrante de relatos: ‘Casi tan salvaje’. Ahora publica su primera novela: ‘Mil mamíferos ciegos’, que contiene dos historias: la de un joven que se retira al bosque y la de una pareja, más o menos en crisis o en transformación sentimental, que reside en la ciudad. Quizá entre ambas historias haya secretos vínculos. La escritura es personalísima: poética, turbulenta y experimental, un continuo ejercicio de indagación, de voces, de desconcierto. Firmará ejemplares este fin de semana en la Feria del Libro de Madrid.
¿Qué ideas de partida te rondaron la cabeza para escribir ‘Mil mamíferos ciegos’?
—Contar una historia que me habían contado y que luego se mezcló con mis historias. Así, en abstracto y en concreto, se trata de una novela basada en hechos reales perturbada por hechos más reales todavía. De un asunto testimonial, la escritura de esta novela pasó a ser una especie de zona mágica donde aislarme y conectar con lo que me sucedía y con lo que sucedía a mi alrededor. Por eso está llena de personajes reales inventados y de personajes inventados reales. Han sido años jodidos, por decirlo de algún modo. Potentes.
¿Cómo fueron surgiendo los bocetos, frases, intuiciones, espacios…?
—El otro día, en una entrevista, el arquitecto del Centro Pompidou de París, Renzo Piano, contaba que él se paseaba por los lugares donde iba a construir con una hoja de papel porque se lo enseñó Italo Calvino. “Yo no sé escribir, sólo tomar apuntes y recoger emociones”. Algo así. Hay que estar muy callado, eso también.
¿Qué novela querías hacer y cuál has hecho? Aludes a los fantasmas del mar, al código de los pecios, al naufragio permanente…
—Jajaja. Muy buena pregunta. Lo cierto es que no se parece mucho a lo que pensé el primer día. Y lo peor es que todavía no sé qué he hecho. De ahí la maravilla de que alguien la lea, a ver si me ayuda a descubrirlo. Me he perdido tanto con ella (de ahí, quizá, los pecios y los naufragios) que ni sé si la he escrito yo. Que ha participado hasta ese perro que pasa por la calle.
¿Pensaste siempre en dos espacios, en dos historias paralelas que a lo mejor se encuentran?
—Sí. Esos dos espacios surgieron rápido. Vienen de serie. Desde el principio.
Háblame de Yago: ese joven extraño que se va al bosque a tallar árboles. ¿Es un artista, es un obseso, un escritor, en el fondo (que no sabemos bien a quién escribe, casi hasta el final), o sencillamente alguien que huye?
—Yago es una persona que amó de una forma pasional, inhumana, transhumana. No todo el mundo alcanza esta intensidad. De amores calmos está hecho el mundo, claro, pero esta fiereza, uf. Yago quiere que el amor se repita porque él es ése: el que amó a lo bestia. Y en esa dirección, viaja y se reconstruye. Talla madera como modelaron barro en el paraíso. Para fabricar a un hombre.
¿Por qué todo es tan perturbador en su existencia, incluso ese bosque, que podría ser un refugio o un paraíso?
—Supongo que porque la creación es perturbadora. No hay guías ni se sabe qué está bien y qué está mal. Se parte de una absoluta hibridación, de la masa informe, y a partir de ahí, hay que empezar a distinguir y a poner nombre a las cosas. Se trata de un viaje, de una búsqueda por un paisaje interior puro, pleno e informe. Tan exuberante como homicida: el bosque.
Por otra parte están Santi y Eva, una pareja convencional, pero pronto nos damos cuenta de que nada es lo que parece. ¿Qué ocurre ahí, tan poderosas son las sombras del pasado?
—Más que el pasado o el presente, lo que se pone en juego es el tiempo íntimo y el público. A ver. Miro el reloj y son las diecisiete treinta para millones de personas, ¿pero qué hora es dentro de cada uno de nosotros? Ésa es la pregunta. Los personajes de ‘Mil mamíferos ciegos’ circulan por estos desajustes. Ahí viven. Ahí vivimos, me da la impresión. Y estos túneles entre ambos tiempos están llenos de residuos del pasado, sí. Todo esto parece muy marciano, lo sé. Pero en definitiva, creo que Santi y Eva están dispuestos a arriesgar su identidad con tal de amarse.
Ella no encuentra su sitio y él, menos. Eso sí parecen citarse, alguna vez, en el sexo y el fetichismo…
—Supongo que no deben de encontrar su sitio porque ‘por culpa de su amor’ relegan a su voz y la voz pide paso. El cantante de ópera Serge Wilfart dice que la voz no sólo se origina en la garganta sino que involucra a todo el cuerpo. “La voz nos ayuda a percibir y a recorrer los entresijos de nuestros interior físico y psíquico. Hay que descender hasta nuestras fuerzas pulsoniales, hasta nuestra sexualidad, para poder llevar la voz hacia lo alto”. El lugar de sus citas como dices.
La novela siempre es inquietante, psicológica. ¿Cómo te has planteada la escritura: la atmósfera, no hay concesión a la obviedad, el narrador omnisciente a veces matiza o interpela a los protagonistas?
—Lo que hemos hablado antes. He escrito y corregido esta novela durante tanto tiempo, han pasado tantas cosas, se han producido tantos inputs y outputs imaginarios, reales, míos, de otra gente, belleza, dolor… que creo que me rendí, me dejé llevar y actué simplemente como un canal de enlace. Será por eso que hay tantos narradores, emociones dispares, comunicaciones imposibles, jaleo.
¿Cómo entiendas la novela? ¿Te importa más el estilo que el argumento?
—Las dos cosas importan, pero lo que de verdad me inquieta es la voz. En la presentación del libro, conté la anécdota de que yo creía que cantaba bien hasta que mi pareja me propuso hacerlo con su grupo de amigos en una sala de ensayo. Ellos afinaron sus instrumentos, yo agarré el micrófono, me lancé y por primera vez en mi vida, oí mi voz. Mi voz a solas, mi voz a toda pastilla. Qué horror. ¿De verdad ésa era mi voz? ¿Estaba imitando con demasiado énfasis a Javier Gurruchaga? ¿Qué hacer para arreglarla? ¿Debo gritar más, menos? ¿Qué clase de persona sería yo si sólo pudiera comunicarme así? ¿Qué historias podría contar? Lo mismo me planteo cuando escribo.
¿Cómo has manejado esos dos climas: el discurso exterior, nada claro, y el interior, agobiante casi siempre, casi negro, indagatorio? ¿Somos lo que llevamos dentro, lo que nos acosa?
—Me encanta esto que dices. Tengo la intuición de que somos las dos cosas. Somos nosotros hacia fuera, en lo de fuera, con lo de fuera. Somos materia y la voz nos exige que la saquemos. El problema de salir es la sinceridad de la exposición. Querríamos ofrecernos desnudos, puros, frágiles, sin escudos, pero nos arriesgamos demasiado. Esas transiciones de lo íntimo a lo público y viceversa. Esos viajes de ida y vuelta originan la oscuridad, la melancolía, lo complejo de andar por este mundo. Hace falta mucho deseo.
¿Cuál es tu relación con la realidad, necesitas enmascararla y enmarañarla en poesía?
—¿Qué es lo real? Si hablamos de la realidad como convención, hago lo que puedo y me defiendo. Si hablamos de la realidad como verdad íntima, hago lo que puedo y me defiendo. El enmarañamiento supongo que proviene del laberinto de hilos que se teje entre los dos campos.
¿Qué significan para ti los símbolos, en qué medida esta es una novela simbólica?
—“Escribir es crear símbolos”, dice Borges y por primera vez, entiendo a Borges. ¿Será que me estoy haciendo mayor? El asunto es que uno no puede arrancar pensando: “Hey, voy a crear un símbolo” porque los símbolos provienen del inconsciente más que de lo consciente. De una conexión casi primitiva con la humanidad. A lo mejor ni siquiera se trata de escribir. Se traduce el mundo. Casi nada.
¿Más que sobre la tensión entre naturaleza y ciudad, entre el paraíso y el ruido, es esta una novela del desgarro, del dolor, de lo enigmáticos que podemos ser los seres humanos? ¿O eso que tú llamas la grieta?
—Una vez más, tú o algún otro lector incauto debería explicarme qué es esa grieta que aparece en la novela. Porque yo no lo sé. Me haces esta pregunta y lo único que me viene a la cabeza es una de las últimas frases de mi padre: “Qué poco nos conocemos los unos a los otros”. Su alabanza a lo auténtico.
¿Cómo ha crecido la escritora de ‘Casi tan salvaje’ (Páginas de Espuma)?
—¿He crecido? Hay quien dice que me he caído al pozo, (risa). Sea lo que sea, te obliga a flotar. A subir. Lo intento al menos. No sé.
DANIEL NESQUENS Y SUS 50 NOMBRES
Daniel Nesquens tomó su nombre de Johan Neeskens, aquel centrocampista del Ajax, del Barcelona y de la ’Naranja mecánica’ de Cruyff y los demás. Despliega humor, imaginación, capacidad de trabajo y un talento incuestionable. Acaba de publicar ’Hasta (casi) 50 nombres’ (Anaya), ilustrado por Alberto Gamón.
-¿Qué relación tiene este libro con ‘Hasta (casi) 100 bichos’ y ‘La familia’, también publicados por Anaya, con ilustraciones de Elisa Arguilé?
Creo que los tres tienen mucho de compendio, de bestiario. Un género o subgénero en el que cabe casi de todo. Incluso yo.
-¿Cuál fue tu idea, por qué has elegido los nombres, que te interesó de ellos, qué posibilidades te daban?
La idea primigenia era narrar con la excusa de los nombres propios. Tuve que buscar tres o cuatro nombres por letra que me dieran juego. En algunos casos utilicé nombres complicados que conllevaran el reto de salir ileso del relato; en otros era tan sencillo como celebrar la persona querida con su nombre.
-¿Cuál ha sido el método que has empleado? Lo digo porque hay miradas onomásticas, historias inventadas, mitología, elementos del cine, homenajes a los amigos…
Pues precisamente ése: moverme entre todos esos frentes y alguno más. Y siempre bajo una mirada cómplice con lo insólito, imprevisible, sorprendente… Incluso lo estético.
-Te costó más de tres años la escritura. ¿Ha sido un proceso complejo, no dabas con la tecla? ¿Qué le debe el resultado final al azar?
Realmente pasó mucho tiempo entre el primer y el último nombre. No tenía prisa de ningún tipo. Iba y venía sobre el material escrito. Tal vez me costó más encontrar el tiempo que la tecla. El azar siempre está ahí. Y te conecta, y te desconecta.
-¿Cómo defines tu sentido del humor? ¿Sabe algo de su propio humor?
Aquí debería responder aquello que contestaba Miguel Mihura: definir mi sentido del humor, el humor es como clavar una mariposa con un poste telegráfico. Pero por decir algo: absurdo, surrealista, blanco… Lo que sé al cien por cien es que mi humor tiene seguidores y detractores. Como todo en la vida. Algún día debería llevar una estadística. Imagino que debe de estar en 40% a favor; un 60% en desfavor.
-¿Qué se sabe de la mula Catalina que tenía tu abuelo Daniel?
Mi abuelo no tenía una mula, tenía una borrica. Yo tengo bastante de mi abuelo, y de su burra. Y como dijo mi abuelo: “sé que soy tierra quemada”.
-Dices: “Las Olvido no son de palabras exuberantes”. ¿Por qué lo sabes?
Mi propia experiencia. Y luego por una encuesta que hice a la entrada del Parque José Antonio Labordeta. Justo donde están las obras.
-¿Por qué crees que Eladio es nombre de cura?
Salta a la vista. Y, no me preguntes por qué, pero el nombre me recuerda a “El bosque animado”, del gallego Wenceslao Fernández Flores. Tal vez ahí esté el germen del capítulo del párroco.
-¿Qué has querido hacer con Nicolás, crear una historia del doble?
Del doble o del triple. La historia no deja de ser un “tocarle las narices al lector”. Con todo mi respeto, claro.
-¿Cuál es el nombre que más te gusta y que has escrito con más placer?
Me gusta mucho Débora, y ese irrumpir en medio de una de mis novelas favoritas: El gran Gastby. Y Sacramento tampoco está nada mal.
-¿El que más te ha hecho rabiar?
Tal vez haya sido Daniel. Cómo escribir de este estupendo nombre de pila sin que se note la debilidad por él.
-¿Los que vinculas al amor, a la sofisticación y a la locura?
Yunque, Xenofonte y Fina. Los enumero en orden inverso. No sé si me explico.
-¿Dejaste alguno por el camino?
Sí, quedaron más de cuarenta por ese bulevar que es editar un texto. Casi otro libro. Y no, no habrá segunda parte.
-El libro es divertido, muy tuyo, intervienen el capricho, el juego, el extravío y el disparate. ¿Escribir, en el fondo, es la apología de la pura imaginación?
Lo bueno de la literatura actual es que hay más escritores que semáforos. Tantas tendencias como equipos en La liga 1, 2, 5… En mi caso mi escritura es una defensa encendida de esa chispa que podemos llamar imaginación.
-El libro tiene un tono culturalista. ¿En qué lector has pensado?
Pues lo siento, no era mi intención. Sé que el libro está incluido en una colección juvenil de la editorial Anaya, pero creo que, como otros de mi autoría, puede leerlo cualquier lector algo ávido, creativo, promiscuo… Incluso crítico y teórico.
-En los proyectos anteriores habías trabajado con Elisa Arguilé. Ahora lo hace con Alberto Gamón, y no es la primera vez. ¿Cómo ha sido la relación, cómo ves los dibujos de Alberto?
Con ambos estoy encantado. Estoy entre amigos. Y cuando se está entre amigos todo es agradable. En Hasta (casi) 50 nombres fue una determinación editorial. Alberto ha realizado un trabajo excepcional. No hay más que verlo. Salta a la vista.
Cualquier detalle que te parezca importante.
Como anécdota, me dijeron que en una librería de Zaragoza (tenemos las mejores librerías de España) una señora compró solo la camisa o sobrecubierta del libro porque le habían gustado las notas biográficas de los autores. Y es que se lee poco.
PRESENTACIÓN DE 'GOLPES DE MAR'

Queridos amigos:
Este jueves, a las 19.30, en la sala María Pilar Sinués del Paraninfo de Zaragoza se presenta una nueva edición de ‘Golpes de mar’, publicado por Eduardo Riestra, en Ediciones del Viento, editorial de la Coruña. Es un libro que me acompaña desde hace treinta 30 años, ha tenido cuatro ediciones en gallego y castellano. Ahora incluye 23 cuentos, 5 de ellos nuevos: de amor, de aventura, de fantasía, relatos mitológicos, irlandeses, galaicos, homenajes a Álvaro Cunqueiro, historias de fotógrafos, de percebeiros, de fareros, cuentos que tienden puentes entre Galicia y Aragón…
Participarán en el acto Mariano Gistaín, periodista y escritor, Encarna Samitier, subdirectora de ‘Heraldo’, el actor y rapsoda Luis Felipe Alegre y la cantante María José Hernández. El acto lo organizan el Vicerrectorado de Cultura y Proyección Social, la librería Cálamo y la editorial Ediciones del Viento. Estáis invitados. Serán un placer y un honor contar con vuestra presencia.
‘Golpes de mar’ de Antón Castro. Ediciones del Viento.
Con Eduardo Riestra, editor; Mariano Gistaín y Encarna Samitier, periodistas; Luis Felipe Alegre, rapsoda y actor, y María José Hernández, compositora y cantante.
Sala María Pilar Sinués. Paraninfo de la Universidad de Zaragoza.
A las 19.30. Jueves, 8 de junio.
ÁNGEL PORTOLÉS ESCRIBE DE 'EL TANGO DE DOROTEO' DE CASTRO & HERNÁNDEZ

[El buen amigo Ángel Portolés Navarro escribe de ’El tango de Doroteo’, publicado por el sello Libros de Ida y Vuelta. Javier Hernández es el responsable de las ilustraciones; el texto es de Antón Castro.]
Se acercaba el final de la feria del libro de Zaragoza, con nueva ubicación (en la Plaza del Pilar), las predicciones meteorológicas no eran nada halagüeñas y el esperado reencuentro por la presentación de “El Tango de Doroteo”, no restaba nada el nerviosismo que en mí crecía, más bien, todo lo contrario,
Ese nerviosismo se fue transformando en insomne desasosiego, una nerviosa danza entre el estruendo desgarrador y el deslumbrante rayo.
A las cinco, harto de dar vueltas y adoptar mil posturas, intenté refrescar la inquietud bajo la ducha, desayuné, leí un poco y repasé mentalmente el camino que une Estercuel con Zaragoza, que sin ser largo, lo auguraba como una carrera de obstáculos entre tormenta y soledad.
Quizá, mi más o menos silencioso trasiego con los preparativos de la marcha, como no olvidar la cámara fotográfica, el olor a café recién hecho o el estruendo de la tormenta, acabó rompiendo el sueño reparador de Ana,
Así, café, compañía y charla, nos acercó veloz la hora de mi marcha.
Momentáneamente la lluvia amaina y ya en el Museo Pablo Serrano el ascensor nos deja en la cuarta planta abriéndose a un espacio amplio, antesala del luminoso salón donde va a celebrarse el evento.
Javi Hernandez se afana retocando los últimos detalles y con su habitual afecto nos abraza en saludos, igual que Antón Castro tan familiar y cercano como siempre.
Poco a poco vamos ocupando los asientos, he de añadir que dicho salón, además de luminoso, el asomarse a las cristaleras casi produce vértigo dando una sensación de vuelo en el vacío.
Y allí, gente de la cultura, escritores como María Dubón, pintores ilustradores como Juan Tudela, actores como Luis Rabanaque, músicos o simplemente admiradores como Luis Martinez y yo mismo, en definitiva, amigos ansiosos por disfrutar del “tango de Dorotéo” y sus autores,
Si como he dicho antes el marco escogido para la presentación del libro era luminoso y bello, no menos acogedor y bello fueron el libro, el acto y sus autores protagonistas, como siempre, no defraudaron, afectuosos y cercanos, excelentes oradores de los que sus palabras detienen el tiempo y afables, te envuelven en un abrazo, un extraordinario tándem cultural que funde relatos e ilustraciones a la perfección.
Para culminar este viaje de ida y vuelta Javi Hernández tenía preparado un excepcional colofón, Raquel Sobrino al violín y Fernando Salinas al bandoneón nos deleitaron con su música, tangos que cerraban el círculo de belleza, amor y nostalgia.
Y tras estas delicias llegó la tarde,
la feria del libro llegaba a su fin,
la nueva ubicación para las casetas se me antojó más acogedora y aunque el tiempo seguía desapacible, no restó ilusión ni consiguió frenar los reencuentros llenos de amistad, consejos y nuevos descubrimientos.
El botín de pesca había llenado mis redes de nuevas vidas, amistad y sueños.
Gracias a todos escritores, editores y libreros por creer y crear cultura. Y por supuesto a Ana Muñoz Lahoz, mi esposa y compañera por cubrir mis obligaciones y dejarme sueltas las alas, en estos vuelos de cultura y ensueño
BALANCE DE LA FERIA DEL LIBRO DE MADRID
Balance de la 76ª edición de la Feria del Libro de Madrid
A pocas horas del cierre de la 76ª edición de la Feria del Libro de Madrid, las previsiones sobre sus resultados son abiertamente optimistas: unas ventas de 8,8 millones de euros, lo que suponeun incremento porcentual en torno al 8% con respecto al año pasado, según los datos aportados por los propios expositores y los indicadores procedentes del muestreo realizado entre el público.
Perfil del visitante
Entre los visitantes, destaca la presencia femenina (66% mujeres frente al 34% de hombres). El perfil del público se encuentra, fundamentalmente, en el segmento de edades comprendidas entre los 24 y 50 años (57%). Cabe destacar, además, que un 20% de los visitantes de la Feria proceden de ciudades de fuera de la Comunidad de Madrid, lo que consolida la FLM como uno de los eventos impulsores del turismo cultural a la capital. Un 85% de los encuestados dicen haber visitado anteriormente la FLM, mientras que para un 15%, esta de 2017 ha sido su primera Feria. Un 52% dedica una media de entre dos y cuatro horas a recorrer el Paseo de Coches, mientras que un 21% dice permanecer en la Feria más de cuatro horas. La mayor parte de los encuestados, un 55%, afirma gastar entre 20 y 50 euros; el 27%, entre 50 y 100 euros, y el 10%, más de 100 euros.
Portugal, país invitado
Portugal, país invitado de esta edición de la Feria, ha ofrecido un completo y excelente programa de actividades culturales. La visita del presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, quien acompañó a los Reyes en la ceremonia de inauguración el pasado 26 de mayo, marcó el inicio de 17 días de feria, en los que el país luso ha permitido al público disfrutar de la presencia de figuras de la talla intelectual de Eduardo Lourenço; poetas como Nuno Júdice y Ana Luísa Amaral; narradores como Gonçalo M. Tavares y Jose Luís Peixoto, o nombres de la cultura libresca como Filipa Soares y Catalina Sobral, por citar solo algunos. También estas dos semanas brindaron la ocasión de celebrar la obra de Luis de Camôes, Fernando Pessoa o Sophia de Mello. Asimismo, se hizo presente estos días la perdurable memoria de José Saramago, autor especialmente querido por la Feria y objeto de numerosos homenajes dentro y fuera del Parque de El Retiro, y la narrativa de Antonio Lobo Antunes ocupó la atención de varios actos. Los pabellones de Portugal y Bankia de Actividades Culturales del Paseo de Fernán Núñez, la Biblioteca Eugenio Trías, Casa de Vacas y el Círculo de Bellas Artes, también acogieron la presencia de creadores del mundo lusófono, exposiciones y una variada muestra de la rica cinematografía y teatros portugueses, que completaron la cartografía de la vitalidad y riqueza de la cultura del país vecino.
Homenajes
La Feria no olvidó algunas destacadas efemérides. En el 75º aniversario de la muerte de Miguel Hernández, el público abarrotó el pabellón en el que su vida y su obra se hicieron arrolladora presencia a través de una lectura en la que poetas de tres generaciones prestaron su voz a los versos del autor de Viento del pueblo y El rayo que no cesa. El centenario del nacimiento de José Luis Sampedro convocó a especialistas en su obra y a los lectores para compartir cien adjetivos que definiesen su biografía y su obra. Carmen Martín Gaite, la reina de tantas ferias durante más de tres décadas, fue objeto de un homenaje en el que el profesor José Teruel, hizo una magistral síntesis de lo que esta autora supuso en la vida cultural española a partir de los años 50, y en el que la profesora Joan L. Brown, de la universidad de Delaware, subrayó la vigencia de su obra en Estados Unidos, donde sus libros son lectura obligatoria para los doctorandos en literaturas hispánicas en el 88% de las universidades del país. La poeta Gloria Fuertes también ha sido objeto de emotivos homenajes, que, sumados a las múltiples reediciones de su obra y a las revisiones de su biografía publicadas en el centenario de su nacimiento, corroboran su obligado valor referencial.
I Encuentro de directores de Ferias Iberoamericanas del Libro
Marisol Schulz, Sandra Pulido, Oche Califa, José Carlos Alvariño Ordóñez, directores de las ferias del libro de Guadalajara, Bogotá, Buenos Aires y Lima, respectivamente, se reunieron en Madrid entre los días 1 y 3 de junio. Manuel Gil, director de la Feria del Libro de Madrid, fue el anfitrión de este encuentro en el que también participó Marianne Ponsford, directora de CERLALC (Centro Regional del Libro para América Latina y el Caribe). Las jornadas de trabajo, posibles gracias al apoyo de Acción Cultural Española AC/E, a través de su Programa de Internacionalización de la Cultura Española (PICE), en la modalidad de Visitantes, permitieron la puesta en común de experiencias, la búsqueda de sinergias y el estudio de los distintos modelos de financiación de estos eventos.
Una Feria en verde
El nuevo equipo directivo de la Feria, con Manuel Gil al frente, ha asumido como uno de sus objetivos prioritarios acceder en próximas ediciones a un sello internacional que acredite la sostenibilidad medioambiental del evento. En ese sentido, se ha puesto en marcha un programa que cuenta con el apoyo y el asesoramiento del grupo Allcot, que permitirá a la FLM convertirse en un evento neutro en carbono. Además, está previsto el diseño de un plan de reducción de emisiones para la próxima edición de la Feria, que reafirma su absoluto compromiso con el cuidado del Parque de El Retiro. Por otra parte, las bolsas y todos los folletos editados llevan el sello PEFC y la asociación Plantamos Árboles ha regalado 1.200 cepellones de varias especies arbóreas (arces, fresnos, castaños de indias, olmos, robles, higueras y moreras) entre los visitantes.
Prensa Feria del Libro:
Lola Ferreira, lolapferreira@gmail.com; Isabel Lerma, ilermabal@gmail.com; Isabel Gómez Rivas, gomezrivas@gmail.com. El texto les pertenece a ellas.
*Tomo la foto de aqui. Carmen Martín Gaite.
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PATRICIA ALMARCEGUI Y LOS SUEÑOS: 'LA MEMORIA DEL CUERPO' (FÓRCOLA)

JUANJO MORALES EXPLICA LA MASONERÍA Y EL DISCURSO ANTIMASÓNICO

El periodista, profesor e historiador de la masonería Juan José Morales Ruiz publica ’Palabras asesinas. El discurso antimasónico en la guerra civil española’ (Masoneria.es). Aquí explica los orígenes, la expansión de las logias y la relación de Franco y el franquismo con la masonería.
-¿Qué es la Masonería? ¿Cuáles son sus principios y qué pretende?
Parece una pregunta muy sencilla (por lo menos en su formulación) pero la respuesta es más complicada. Y es que, como dice el profesor Ferrer Benimeli,- sin duda el mayor especialista de la historia de la Masonería, en su libro: El contubernio judeo-masónico-comunista -, “una de las dificultades mayores que supone hoy día el hablar o escribir de Masonería española radica, no tanto en saber lo que fue o hizo -que en parte ya sabemos- sino en tener que desmontar previamente una idea errónea o una auténtica deformación popular en lo referente a la Masonería”.
Todavía resuenan en los oídos de muchos españoles los ecos de aquellas campañas antimasónicas que atribuían al contubernio “judeo-masónico”, asociado al comunismo, al separatismo y a la anarquía, una acción despiadada de destrucción de nuestro país. La Masonería fue responsabilizada de la guerra civil, de la pérdida de nuestras colonias, de la decadencia española, etc. Fue perseguida por el franquismo, que consiguió su sistemática destrucción, y exilio, y la convirtió en un auténtico paradigma del mal.
En mi libro recojo por ejemplo la definición que sobre la Masonería, aparece en las Constituciones del Grade Oriente de España, publicadas en 1871. Allí se proclama que “la Masonería tiene la perfección de los hombres, y por lo mismo, los Masones españoles admiten los diversos Ritos, Grados, ideas y sistemas sociales establecidos, siempre que ellos no atenten a los principios morales, filantrópicos y fraternales”. Este a partidismo se justifica porque la Masonería es “una escuela de ética que persigue un fin exclusivamente moral y que opera en el campo libre de la filosofía y de la enseñanza”.
Cabe preguntarse entonces ¿por qué fue tan perseguida?, y ¿cómo pudo construirse ese mito del contubernio y de la conspiración judeo-masónica? Debería quedar claro que la Masonería no tiene nada que ver con toda serie de leyendas con que, en algunos países como el nuestro, se le ha rodeado, y donde el sólo nombre de masón evoca a misas negras, profanación de hostias, asesinatos de niños, culto a Satanás, venganzas sangrientas… y todo ese cúmulo de fábulas que han llegado a cobrar consistencia y ser creídas sin más desde la más tierna infancia, por obra de educadores cuya ignorancia sobre el tema no les ha impedido deformar sistemáticamente generación tras generación.
Este proceso de mitificación, de falsificación de lo que es la Masonería, es fundamental a la hora de estudiar con rigor y académicamente el discurso antimasónico en el bando franquista durante la guerra civil, y después durante el franquismo, hasta la muerte de Franco, porque ha producido en el público una falsa “definición” de lo que es de verdad la Masonería, y ha calado tan hondo en la sociedad española, que se hace muy difícil superar.
¿Por qué desde el principio nació envuelta en misterio y en cierta oscuridad?
Creo que lo del misterio y la oscuridad son algunos de los ingredientes más eficaces con los que se elaboraron las campañas antimasónicas desde el siglo XVIII hasta nuestros días. Eso, junto al “secreto masónico” y al “juramento masónico”, logró que incluso, entre gentes medianamente cultas, la Masonería sea algo oscuro, secreto, demoníaco, diabólico, perverso, como una reencarnación del mal... En el siglo XVIII, la Masonería fue perseguida, sobre todo, porque era identificada con los movimientos enciclopedistas, liberales y progresistas que darían más tarde lugar a la Revolución Francesa. Y curiosamente esta persecución se produjo, en los países y gobiernos más dispares
Surge en Inglaterra. ¿Cómo se propagó por Europa, cómo evolucionó a la luz de las guerras, de los conflictos, de los avances sociales o de fenómenos como La Revolución Francesa o la Guerra de la Independencia’?
1717 es el año que suele darse para señalar el inicio de la masonería moderna. En esta fecha, cuatro logias londinenses fundaron la Gran Logia de Londres. Unos años más tarde, en 1723, fueron redactadas las "Constituciones de Anderson", que contienen las formulaciones de los fines de la masonería, en las que se basan la mayor parte de los masones, todavía, hoy.
En ellas se afirma que ya no se trata de construir la catedral de piedra. El edificio que se construirá será la “catedral” de la Humanidad, en honor del Gran Arquitecto del Universo. En el siglo XVIII el francmasón estará marcado por una doble finalidad: el perfeccionamiento del hombre, y la construcción de la Humanidad.
De Inglaterra pasó a Francia, Italia, España y Alemania, entre otros países europeos, y también a Estados Unidos. La masonería británica conservó una estructura fiel a sus Constituciones, mientras que en el resto se produjo una proliferación de obediencias y la introducción de grados, multiplicidad de ritos y ceremonias de iniciación. Por eso, hablar de Masonería resulta un auténtico anacronismo, ya que existen muchas masonerías independientes unas de otras, y dentro de estas mismas se da una variedad extraordinaria de ritos. Entre los especialistas ha habido, no obstante, una tendencia a establecer una división entre la Masonería anglosajona y la latina. La primera es calificada de "regular", y sólo admite como miembros a "varones que creen en Dios y en la inmortalidad del alma y de los que recibe fidelidad a los compromisos sobre el Libro Sagrado de una religión".
La Masonería latina, durante el siglo XIX, experimentó algunas variaciones en el orden ideológico y práctico que se manifestaron, por ejemplo, en un marcado carácter laico y anticlerical, que en algunos masones derivó, incluso, hacia un sentimiento antirreligioso o un profundo agnosticismo. Y eso nos conecta con fenómenos sociales y políticos, como la Revolución Francesa, o nuestra Guerra de la Independencia, en los que se denunció la participación de los masones en la caída de los absolutismos, la destrucción del antiguo régimen, y el triunfo del liberalismo y la revolución. Pero conviene tener en cuenta que hubo masones en ambos bandos.
¿Por qué Fernando VII desarrolló una feroz campaña siempre contra los masones?
Durante el reinado de Fernando VII se desarrolló un intenso combate contra la "incipiente" Masonería española. El régimen absolutista fernandino se orientó de una manera decidida contra el constitucionalismo, el liberalismo y la masonería. Al mismo tiempo que desaparecían las logias creadas por militares franceses al abandonar el territorio español, se cerraron las que habían constituido la primera Gran Logia Nacional de España. Este movimiento represivo se acentuó a partir de enero de 1815, en que restablecida la Inquisición, un edicto de Fernando VII prohibía y condenaba la masonería. Y a este edicto siguieron múltiples disposiciones legales antimasónicas. La policía y la Inquisición colaboraban estrechamente en la persecución contra los masones. Algunos de éstos se presentaron voluntariamente ante el Santo Oficio, otros fueron denunciados, y todos los que pudieron emprendieron el exilio.
Los absolutistas de la primera época fernandina atribuían gran parte de los desórdenes constitucionales a los masones y otras sectas, mezclando, en ellas a los judíos para atemorizar a quienes aún sabían poco de estas sectas misteriosas. Los masones fueron perseguidos por su posición favorable a la libertad. Y en esta cadena de prohibiciones y persecuciones, conviene tener en cuenta una serie de documentos pontificios publicados por los Papas contra la masonería y los masones, desde el siglo XVIII, y que tuvieron una influencia decisiva. Probablemente la encíclica más determinante por su influencia en la persecución de los masones durante el siglo XIX, y después en el siglo XX en la España de Franco, fue la “Humanum Genus” de León XIII, publicada el 20 de abril de 1884.
¿El masón es alguien que se siente fuera del sistema, es un revolucionario encriptado o un conspirador, es un filántropo?
En absoluto. En todo caso, y a pesar de lo que se denunciaba en el discurso antimasónico, pertenecer a la masonería no supone que el masón sea un conspirador, ni siquiera un revolucionario. De hecho en el caso de España la masonería ha tenido miembros de muy distinta escala social. Recientemente el Profesor Javier Alvarado ha publicado un libro sobre la presencia de la nobleza en las logias masónicas españolas (Masones en la nobleza de España. Una hermandad de iluminados). Y otro (Monarcas masones y otros príncipes de la acacia), rigurosos trabajos historiográficos que han desmontado el mito del carácter republicano de la masonería española en el siglo XX.
Debemos tener en cuenta que para entrar en la masonería, de acuerdo con las Constituciones de Anderson, vigentes desde el siglo XVIII, hay que ser “un varón, libre y aceptado”. Ello impide, el acceso a las mujeres en la masonería británica. Pero, en la masonería de influencia francesa, la masonería “irregular” se admite a las mujeres, hay logias mixtas, y logias sólo de mujeres.
¿Quiénes fueron famosos masones? Pienso por ejemplo en Mozart y ‘La flauta mágica”.
Aunque es verdad que Mozart fue introducido en la masonería por su padre. Y hubo y hay personajes famosos. Sin embargo, no hubo tantos masones prominentes. Este es uno de los “mitos” más repetidos, sin ningún fundamento, todavía hoy. La idea de la presencia de masones entre la gente más influyente, tanto en España, como a nivel internacional, muchas veces ha sido propalada, incluso por los propios masones, como si por un exacerbado afán proselitista, pensaran que tiene alguna ventaja. Lamentablemente, esta falsa (por exagerada) creencia ha provocado muchas veces la persecución de la masonería, basada en la existencia del tristemente famoso “contubernio-judeo-masónico”, dando pábulo a algunas teorías de la conspiración. Además esta tergiversación favorece una cierta curiosidad que provoca, de tanto en tanto, la publicación de informaciones sensacionalistas con pretendidas listas de masones que ocupan los partidos políticos, los gobiernos, e incluso el propio Vaticano.
¿Por qué hay o hubo una asociación de la masonería con el satanismo y la brujería?
Uno de los "casos más curiosos, y al mismo tiempo más grotescos" de la dura polémica que enfrentó a la Iglesia católica con la Masonería, a finales del siglo XIX, y que dio origen a la leyenda del satanismo masónico es el de Léo Taxil, que escribió numerosos libros sobre la masonería luciferina y tuvo bastante influencia en los círculos eclesiásticos, a pesar de que en el "Congreso Antimasónico de Trento" confesó que se trataba de una superchería y que era todo falso. El satanismo se utilizó frecuentemente en la elaboración del discurso antisemita, y en la persecución de los judíos y los masones, basándose fundamentalmente en Los Protocolos de los Sabios de Sión, otra obra completamente falsa.
Caro Baroja en su Historia sobre los Judíos en España, señala que, "a comienzos del siglo XIX,- y también durante la segunda mitad del siglo XVIII -, se confundía a los judíos, a los masones, a los protestantes y a los liberales, con todo supuesto enemigo del catolicismo. Judío = liberal = masón. He aquí, unas ecuaciones que aún tenían vigencia para la masa carlista hace poco en las aldeas del Norte". Caro Baroja recuerda que fue precisamente Napoleón en Chamartín, el 4 de diciembre de 1808, y no su hermano José Bonaparte, como rey de España, quien llevó a cabo la supresión del Tribunal del Santo Oficio, considerando que la Inquisición era un acto "atentatorio a la soberanía". Este acto de "impiedad" fue secundado por las Cortes de Cádiz que se oponían a "Pepe Botella", pero que en este caso, coincidiendo con los afrancesados, decretaron el 22 de febrero de 1813, la abolición del tan temido y odiado Tribunal.
¿En qué consisten las logias y cómo funcionan? ¿Cuáles son sus símbolos claros? A veces da la sensación de que siguen un orden jerárquico y militar…
En relación con el término “logia” baste decir que sirve para designar el lugar donde realizan sus actividades los masones. También, se suele utilizar, indistintamente, el nombre de “templo” o “taller”. En un sentido más amplio, se utiliza el término logia “en plural”, para designar las comunidades masónicas de base. Las logias constituyen el principio organizativo fundamental sobre el que los masones desarrollan las actividades de “iniciación” y formación, y el resto de los “trabajos masónicos”. Las Logias son la estructura sobre la que se desarrolla la masonería en todos los países. En relación con el funcionamiento de las logias, creo que en la actualidad hay algunas cuestiones masónicas que son un tanto anacrónicas. Por ejemplo, esta idea de una sociedad organizada a partir de diversos grados, y muy jerarquizada, por más que sus dirigentes sean elegidos democráticamente. También puede resultar chocante el carácter de una organización “discreta”, en una sociedad abierta, cada vez más comunicativa.Por otra parte, sobre los signos, los símbolos y los ritos masónicos, recomiendo un libro reciente del profesor Ferrer Benimeli que se titula “Aproximación a la masonería a través de sus lemas y divisas”.
¿Qué pasó con la Masonería en la Guerra Civil española? Pareció el emblema del mal al que había que descuartizar.
Sí. En mi libro trato de dar una respuesta al tema de la represión de los masones. El título (Palabras asesinas. El discurso antimasónico en la guerra civil española), me parece significativo. Desde el inicio mismo de la contienda civil, de cuyo inicio se cumplieron en 2016 ochenta años, la prohibición, la condena y la represión de la masonería se convirtieron en uno de los objetivos, que tenía además la virtualidad de unificar a los distintos militares que protagonizaron el golpe militar. Y durante la postguerra y todo el franquismo, los masones (aunque los pocos que salvaron la vida, habían huido y vivían fuera de España) eran la justificación de la permanencia de Franco en el poder, porque repetía a marcha martillo, que “la masonería nunca se rinde” y que no se podía bajar la guardia porque se trataba de un “enemigo invisible”, y por eso tan temible. La represión fue de una brutalidad tremenda. Hablando del Holocausto, Primo Levi escribió: "Se comprendere è impossible, conoscere è necessario".
¿Cuáles son los hitos claves, las proclamas antimasónicas?
En un libro anterior (La publicación de la ley de represión de la masonería en la España de postguerra (1940) que publiqué en 1992, pero que creo que todavía está vigente, desgraciadamente, recogía una frase de Franco publicada en el periódico Arriba, con el pseudónimo de “J. Boor”, el 3 de mayo de 1951. Decía: “Si la masonería no descansa en sus actividades criminales, forzosamente hemos de ponernos en plan de combatir quienes, por conocerla, nos hemos convertido en fieles guardianes de nuestro solar frente a sus ataques. No hemos jamás de olvidar que entre las fuerzas derrotadas de la anti-España por el Movimiento Nacional Español ocupaban un puesto principal las fuerzas masónicas de nuestra Patria, que, aunque reducidísimas en su número eran, sin embargo, las patrocinadoras de todas las traiciones y las que realmente habían abierto las puertas de la patria a la invasión comunista y a su enseñoramiento de nuestro solar. Los que crean que la masonería se da alguna vez por vencida se equivocan. Hija de la maldad, su espíritu demoníaco sobrevive a la derrota y encarna en nuevos seres y en nuevos territorios. Hemos de desconocernos al sol de la gloria y del resurgimiento, si queremos librarnos de la sombra inseparable de las asechanzas masónicas”. Todo el mundo era sospechoso. Todo el mundo era culpable, si no se demostraba lo contrario. Lo que era bastante difícil.
¿Qué es lo más que te ha sorprendido en tu trabajo: el odio, la mentira o ese temor casi inhumano o persistente contra la Masonería?
Todo. Sobre todo el lenguaje del miedo. Un discurso de muerte, de venganza y exterminio. Recuerdo lo que decía Elie Wiesel hablando del Holocausto: "No todas las víctimas de los nazis fueron judíos, pero todos los judíos fueron víctimas de los nazis". De la misma manera, parangonando a Wiesel, se puede decir que no todas las víctimas del franquismo fueron masones, pero todos los masones (españoles) fueron víctimas del franquismo.
Sugieres que Azaña era masón o simpatizante. También lo fueron Cajal y Francisco Albiñana. ¿Cuál es el relato de la incomprensión, de la violencia y de la persecución de masones que más te ha conmovido?
Azaña fue iniciado en una logia madrileña pero, como él mismo cuenta en sus Memorias no le dio la menor importancia, y no pasó de ahí. Cajal se inició de joven, pero se dedicó sobre todo a sus trabajos de investigación neurológica que le valdrían el Nobel de Medicina en 1906.
¿Qué sucedió con los masones aragoneses?
La represión en Aragón fue muy dolorosa. El profesor José Antonio Ferrer Benimeli, le dedicó uno de los tres volúmenes de su Historia de la Masonería en Aragón. Como sucedió en otros territorios españoles donde triunfo el golpe militar desde el primer momento (el caso de Mallorca fue muy emblemático, cómo describiría Georges Bernanos en su obra famosa de Los grandes cementerios bajo la luna, en 1938) en Zaragoza, algunos testimonios son impresionantes.
En el franquismo, la masonería fue elevada a la categoría de máxima perversidad… ¿Qué se dijo, grosso modo? Cómo se le combatió?
Un ejemplo: “La masonería es una conjunción criminal y perversa, secreta y arteramente extendida por toda la tierra, para destruir la sociedad, la familia y la propiedad cristiana en provecho de la avaricia, la ambición y el odio de herejes y judíos; y en España se introdujo traidora y alevosamente, para envilecerla y destruirla. La masonería es radical y sustancialmente antiespañola, y fue siempre instrumento de los enemigos de nuestra Patria”. La publicación de este tipo de discurso represivo no es tan siquiera comparable con el producido en la Alemania nazi contra los judíos, pues cesó de difundirse, cuando los nazis pensaron que la cuestión estaba resuelta con su exterminio.
La legislación contra la masonería durante el franquismo se concretó en una serie de leyes como La Ley de Responsabilidades Políticas (1939); la Ley de Represión de la Masonería y el Comunismo (1940); y la Ley de Seguridad del Estado (1941), por poner tres ejemplos concretos. La represión de la masonería duró hasta la muerte de Franco.
Tras la democracia, aún tardó mucho en ser legalizada. ¿Aún seguía levantando suspicacias y ronchas?
Todavía pesaba muchísimo la mala imagen de la masonería repetida hasta la saciedad por la propaganda franquista. Y entre otras cosas por eso se tardó más tiempo en su legalización que en el caso del partido comunista. La masonería en la actualidad está tratando de funcionar como cualquier otra asociación. En 2017, la Gran Logia Española desarrolla una campaña de reconocimiento de la honorabilidad de la masonería entre las instituciones, y la ciudadanía. Pero, naturalmente, la huella de las campañas antimasónicas del franquismo, perdura sobre sociedad española. Estamos muy lejos de llegar a la situación de otros países, donde funciona con absoluta normalidad.
¿Se ha quedado ahora, con menos de 5000 personas, en tierra de nadie?
Me parece que hay demasiada leyenda urbana sobre los masones y la masonería. Por ejemplo, cuando se trata de cuantificar su número. Los propios masones dicen que habría en España cerca de 5000 masones. Son demasiados. Puede que confundan el deseo con la realidad. Y por añadidura, no parece de verdad que entre ellos destaquen los principales líderes de la sociedad española, tanto a nivel económico, empresarial, político, intelectual, etc. Los masones merecen un respeto, pero no debemos hacer un mito. No creo que la masonería sea más interesante que una ONG, como, por ejemplo UNICEF, que desarrolla una magnífica tarea en defensa de la infancia. La masonería en otros países es una asociación como cualquier otra de fines similares. Y así debería ser España.
- Por último, ¿cómo definirías el estado de la cuestión en torno a la masonería?
- Creo que la masonería sigue estando estigmatizada por la propaganda de extrema derecha. Forma parte de los mitos constitutivos de las teorías de la conspiración que tanto éxito tienen a nivel editorial. Falta mucho rigor a la hora de hablar de la masonería. Parece que cualquier cosa vale. Por eso veo que siguen siendo necesarios rigurosos estudios históricos sobre este tema en nuestro país.
FOTOS DE YOGA Y DESNUDO
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'TURIA': 'LETRAS DE ESPAÑA Y MÉXICO'

JUAN MANUEL BONET DA A CONOCER EL ESPECIAL
“LETRAS DE ESPAÑA Y MÉXICO”
20 AUTORES PARTICIPAN CON TEXTOS ORIGINALES
EN EL MONOGRÁFICO “BUÑUEL EN MÉXICO”
UN POEMA DE JOSÉ MORENO VILLA, Y FRAGMENTOS DE LA CORRESPONDENCIA CON CARLOS FUENTES Y GABRIEL FIGUEROA, ENTRE EL MATERIAL INÉDITO QUE DIFUNDE LA REVISTA
Luis Buñuel es el gran protagonista del nuevo número de la revista cultural TURIA que será presentado hoy, a las 19’30 horas, en el Instituto Cervantes de Madrid. Su director, Juan Manuel Bonet, será el encargado de dar a conocer esta interesante publicación. Un total de 20 autores participan en un atractivo monográfico sobre “Buñuel en México” que permitirá conocer más y mejor la etapa más productiva de su carrera como director de cine. Además, esta iniciativa constituye una magnífica oportunidad para sumar más voces mexicanas al actual boom en los estudios sobre Buñuel y fomentar la entrada de nuevos investigadores.
El monográfico “Buñuel en México” de TURIA forma parte de un número especial de la revista denominado “Letras de España y México”. Este espectacular sumario contiene textos inéditos de 100 escritores españoles y mexicanos y ocupa 500 páginas. Sin duda, supone una magnífica oportunidad de fomentar la colaboración cultural entre ambos países.
No debemos olvidar que el trabajo fílmico de Buñuel integra a México y España en el reconocimiento a una figura clave de su respectivo patrimonio artístico. Además, una de las etapas más dilatadas, prolíficas y brillantes de Buñuel fue su producción cinematográfica desarrollada en México: 20 de las 32 películas que dirigió fueron hechas en ese país, un lugar donde fijó su residencia desde el año 1946 hasta su muerte en 1983.
Entre los materiales inéditos que TURIA pone al alcance de los lectores, además de un poema-canción de José Moreno Villa, destacan las cartas entre Buñuel y Gabriel Figueroa que avalan la buena relación entre ambos: según refiere el propio Buñuel en una de sus cartas, Figueroa sería “su fotógrafo predilecto”. También TURIA presenta una entrevista inédita realizada por Nelson Carro a Figueroa, que confirma hasta qué punto Figueroa se convirtió en confidente de los planes profesionales de Buñuel. Por último, TURIA aborda los proyectos cinematográficos que Buñuel y Carlos Fuentes intentaron realizar juntos a través del análisis de la correspondencia entre ambos que realizan los expertos Jo Evans y Breixo Viejo.
Previamente a este evento en el Instituto Cervantes, la revista TURIA presentó su número en homenaje a Luis Buñuel en la propia Ciudad de México los pasados días 8 y 12 de junio, con la participación del escritor Jorge Volpi, actual coordinador de Difusión Cultural de la UNAM.
Este número especial de TURIA dedicado a las “Letras de España y México” ha sido posible gracias al apoyo económico de la Secretaría de Estado de Cultura del Gobierno de España y de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), así como del Gobierno de Aragón.
PANORÁMICA PLURAL Y ATRACTIVA DE LAS LETRAS HISPANO-MEXICANAS
El nuevo número de TURIA tiene como objetivo ofrecer no sólo una nueva aproximación a los años de Buñuel en México, una etapa a menudo injustamente valorada o llena de tópicos, sino brindar también una panorámica plural y atractiva de las letras españolas y mexicanas contemporáneas.
Un total de más de 100 autores participan en esta entrega de 500 páginas de TURIA marcada por la pluralidad y la calidad. Así se publican artículos originales en homenaje al Ateneo Español de México y a cuatro grandes protagonistas de la cultura en español del siglo XX: los mexicanos Juan Rulfo (de quien se celebra, en este 2017, el centenario de su nacimiento), Octavio Paz (Premio Nobel de Literatura en 1990) y Mathias Goeritz o el hispano-mexicano Tomás Segovia.
En este nuevo número de TURIA participan con textos inéditos relevantes autores de ambos países. Entre los españoles, cabe citar a Juan Marsé, Jaime Siles, Felipe Benítez Reyes, José Carlos Llop, Juana Castro, Sara Mesa, Pilar Adón, Manuel Vilas y Olivia Muñoz Rojas.
Entre los autores mexicanos no hay que olvidar a Elena Poniatowska, Juan Villoro, Jorge Volpi, Guadalupe Nettel, Pedro Serrano, Carmen Carrara, Antonio Deltoro, Carmen Boullosa, Francisco Segovia, Jeannette L. Clariond, Alberto Blanco, Marco Antonio Campos y Rocío Cerón.
Especialmente recomendables son las dos amplias entrevistas exclusivas que TURIA publica con dos escritores muy relevantes y galardonados ambos con el prestigioso premio Cervantes: Juan Marsé y Elena Poniatowska. Marsé, que confiesa en la conversación que nunca olvidará a Juan Rulfo, declara que “la literatura española actual goza de buena salud” y también que sigue “dando más crédito a la ficción que a eso que llamamos realidad”. Poniatowska, por su parte, asegura que “en México, la realidad nos lleva a la ficción, a la imaginación” y se muestra convencida de que “la palabra es poderosísima, con ella se han ganado muchas batallas, no hay que claudicar”.
Otra de las sorpresas y rescates culturales que contiene esta nueva entrega de TURIA es el redescubrimiento de la obra fotográfica de Ricardo Fernández Balbuena (Madrid, 1890 – México, 1966) miembro destacado del exilio español republicano en México. Amigo de Juan Rulfo y conocido como pintor y arquitecto, ahora sus imágenes ilustrarán la portada y las páginas interiores de la revista y servirán para reivindicar su obra y su legado en nuestros días.
¡QUÉ CHULO ES MÉXICO!
A pesar de ser el periodo más productivo de la carrera de Luis Buñuel (1900-1983) como director de cine, no abundan los estudios sobre su etapa mexicana. Por esta razón, el nuevo número de TURIA tiene como finalidad principal conocer mejor un periodo que abarca casi cuatro décadas (desde 1946 hasta 1983). Un total de 20 autores, tanto especialistas mexicanos y españoles como vinculados personalmente a Buñuel, ofrecen un panorama amplio, diverso y original sobre la trayectoria y el trabajo fílmico realizado en México por nuestro más célebre cineasta.
Una de las novedades de este monográfico sobre “Buñuel en México” de TURIA es el que cede el protagonismo a la versión mexicana de los hechos. De ahí que la mayor parte de los autores escriban sobre Buñuel “en” México y “desde” México. Gracias a estas colaboraciones, el periodo más largo y productivo del realizador cuenta con una mirada actual y, en buena parte, hecha en México.
La etapa mexicana de Buñuel es objeto en TURIA de un completo análisis, tanto personal como profesional, generando un monográfico repleto de textos inéditos que brindan un amplio abanico de perspectivas interpretativas sobre el autor y su producción: sus obras, su relevancia dentro del contexto mexicano de la época y el lugar que ocupa en la actualidad. No podemos olvidar que, como escribiera el propio Buñuel, en una de sus cartas de los años 60 al director de fotografía Gabriel Figueroa: “¡Viva México! Paris es magnífico pero ¡que chulo es México!”
El coordinador y autor del artículo introductorio del monográfico Buñuel de TURIA es Mario Barro, uno de los más jóvenes y brillantes investigadores latinoamericanos de su cine. Licenciado en Comunicación Audiovisual y doctor por la Universidad Complutense de Madrid , Barro es autor de una tesis titulada “Poética de la obra fílmica de Luis Buñuel: etapa mexicana (1946-1964)” por la que recibió la calificación de sobresaliente cum laude. Ha realizado estudios en México, Cuba y Estados Unidos.
Los autores y especialistas que colaboran en este especial “Buñuel en México” son todos ellos buenos conocedores de su filmografía y muchos de ellos están vinculados a la UNAM: Aurelio de los Reyes (“De la vanguardia a la retaguardia. Luis Buñuel: su aprendizaje del oficio”), Eduardo de la Vega Alfaro (“El retrato documental de México DF en ‘La ilusión viaja en tranvía’”, Rafael Aviña (“Luis Buñuel y las zonas de esplendor y de oscuridad del Alemanismo”), Nelson Carro (“El México de Buñuel”, Armando Casas y Leticia Flores Fartán(“’Susana’, el diablo se disfraza de mujer”), Miguel Errazu (“El maravilloso plano de Lorenzana”) y José Manuel García Ortega (“Luis Buñuel y la Filmeteca de la UNAM”). También participan estudiosos españoles como Amparo Martínez (“Crónica de un encuentro. Dancigers y el asentamiento de Buñuel en México”), Javier Millán (“Biocronología de Buñuel en México”) y Breixo Viejo o la hispanista británica Joanna Evans (ambos firman el artículo “No hay creación sin maldición: proyectos cinematográficos de Luis Buñuel y Carlos Fuentes”).
Otros testimonios provienen de personas que trabajaron con él como la célebre actriz mexicana Silvia Pinal; que lo conocieron como Gillian Turner, viuda de Tomás Pérez Turrent, autor del más importante libro de entrevistas con Buñuel publicado: “Prohibido asomarse al interior”; o que tuvieron una buena amistad con Buñuel, como el sacerdote Julián Pablo Fernández.
JUAN RULFO, OCTAVIO PAZ Y TOMÁS SEGOVIA
El sumario de TURIA se abre, en esta ocasión, con un sugerente artículo de José Carlos González Boixo sobre el célebre escritor mexicano Juan Rulfo. Bajo el título “Rulfo en el siglo XXI”, el texto invita a reflexionar, con motivo de celebrarse este año el centenario de su nacimiento, sobre la obra literaria de Rulfo y su proyección en nuestro siglo. Y es que, hoy como ayer, el autor de la novela “Pedro Páramo” sigue siendo uno de los escritores más admirados y leídos, con más de un centenar de traducciones. Además, el artículo muestra como la crítica del siglo XXI ha contribuido a una mejor comprensión de la obra de Rulfo.
Mención destacada merece también un original artículo titulado “Octavio Paz, cosmógrafo”. En él, su autor Diego Valverde Villena, asegura que el territorio del Premio Nobel de Literatura en 1990 es “esa intersección entre poesía y ensayo. Un lugar donde la palabra lírica es una candela que ilumina, en el que Paz reescribe el mundo en cada lectura”.
La sección que TURIA dedica a los estudios literarios se cierra con un artículo sobre “Tomás Segovia: la traducción como escritura”. En él, su autor Pedro Serrano argumenta cómo la traducción de poesía dentro de la obra de Tomás Segovia no es una addenda sino una parte sustancial de su propia obra.
VOLPI, VILLORO, NETTEL, GOERTIZ Y EL ATENEO ESPAÑOL DE MÉXICO
Entre el buen surtido de lecturas inéditas que ofrece TURIA sobresalen los textos narrativos de Jorge Volpi, Juan Villoro, Guadalupe Nettel, Felipe Benítez Reyes, Sara Mesa, Pilar Adón y Sergio del Molino. Una selección de autores muy plural y representativa tanto de los escritores ya consolidados como emergentes en la literatura en español.
En poesía, TURIA ofrece versos originales de autores españoles y mexicanos tan diversos como de indiscutible interés: Jaime Siles, Antonio Deltoro, José Carlos Llop, Alberto Blanco, Enrique Andrés Ruiz, Carmen Boullosa, Juana Castro, Juan Antonio González Iglesias, Francisco Segovia, Manuel Vilas, Marco Antonio Campos, Ana Merino, Abraham Gragera, Jeannette L. Clariond, Juan Carlos Reche, Rocío Cerón, Erika Martínez, Vanesa Pérez-Sahuquillo, José Saborit y Carmen Garrido.
En el apartado que TURIA dedica al ensayo, merece una atenta lectura el artículo de José María Espinasa: “Razón de ser del Ateneo Español de México”. En el se traza una brillante síntesis de la trayectoria y logros de una de las iniciativas más fértiles del exilio republicano español en México. Una entidad que ha cumplido una tarea de puente entre el medio cultural nacional y lo que se ha llamado la generación hispano-mexicana. Como asegura Espinasa, “sin su actividad a lo largo de 65 años la cultura mexicana sería más pobre y no podríamos reconstruir la de la España peregrina. Sin su permanencia como centro de información bibliográfica política y cultural, la comprensión plena de lo sucedido sería imposible”. No obstante, y aunque “en México el exilio español ya no está en el exilio, en España aún no ha sido comprendido del todo”.
No menos recomendables son otros los dos artículos que integran la sección de ensayos: “Las ciudades del Nuevo Mundo. El modelo urbanístico y sus implicaciones culturales. Una visión crítica”, de Olivia Muñoz-Rojas y “Mathias Goeritz, entre bromas y veras”, de Chus Tudelilla.
ENTREVISTAS A JUAN MARSÉ Y ELENA PONIATOWSKA
En la sección que TURIA dedica a las entrevistas a fondo, este número tiene dos protagonistas estelares de las letras en español. Los premios Cervantes Juan Marsé y Elena Poniatowska. Ambas conversaciones muestran a dos autores de indiscutible personalidad y valiosa trayectoria.
En la entrevista que TURIA publica con Juan Marsé, realizada por Sergi Doria, el autor de “Si te dicen que caí” nos habla de sus conflictos con la censura franquista, de la oportunidad que le brindó ganar el Premio Internacional de Novela México para conocer personalmente a Juan Rulfo (“un genio”) y a Luis Buñuel (“¡qué tío más listo!”) y hace balance positivo de la situación de nuestras letras: “la literatura española actual goza de buena salud”. También reconoce Marsé que se entiende bien con los perdedores y que sigue “dando más crédito a la ficción que a eso que llamamos realidad”. Al fin y al cabo, confiesa que escribe “porque estoy en desacuerdo con un mundo que no está bien parido”.
La escritora y periodista Elena Poniatowska protagoniza en TURIA una entrevista llena de complicidades y opiniones clarificadoras sobre cuanto ocurre en México. Así, a las preguntas de Carmen Carrara, responde: “en México, la realidad nos lleva a la ficción a la imaginación”. Reconoce Poniatowska que “ser curiosa y preguntar me ha servido mucho”. También está convencida que “vivimos en un país donde ser mujer es pertenecer a un grupo sin derechos”. Pese a todo, nos dirá que “la palabra es poderosísima, con ella se han ganado muchas batallas, no hay que claudicar”.
FRANCISCO AZORÍN Y FERNANDO FERRERÓ
Respecto a sus dos secciones dedicadas a los asuntos o protagonistas aragoneses, TURIA publica un artículo del historiador Serafín Aldecoa sobre la intensa, poliédrica y productiva vida y obra de un insinge turolense errante: Francisco Azorín (Monforte de Moyuela, Teruel, 1875 – Ciudad de México, 1975). Se traza aquí la rica trayectoria de quien ejerció una valiosa labor política como promotor del socialismo y el sindicalismo en España y fue un reputado arquitecto. Además de un acreditado esperantista, Azorín fue miembro de la masonería y desarrolló una intensa labor profesional y docente en sus años de exilio en México.
Un singular nombre propio de las letras aragonesas contemporáneas, Fernando Ferreró, ocupa también las páginas de TURIA. En este caso, y a través de un artículo de Julio del Pino Perales, se indaga acerca la obra poética de Ferreró (Zaragoza, 1927) como merecedora una mayor proyección dentro de la literatura española dada la originalidad de un estilo que parece reparar la unión antaño rota entre poesía y filosofía.
Asimismo, TURIA contiene la sección habitual denominada “La isla”, con fragmentos del diario de Raúl Carlos Maícas enriquecidos gráficamente por Isidro Ferrer. Cierra el sumario de la revista una amplia sección de crítica de libros, “La Torre de Babel”, donde se analizan las novedades editoriales tanto españolas como mexicanas de mayor interés.
“TURIA”, 34 AÑOS DE TRAYECTORIA
TURIA, que cuenta ya con 34 años de trayectoria, ha conseguido convertirse en una de las revistas culturales de referencia en español. Fundada y dirigida por el escritor y periodista Raúl Carlos Maícas, tiene periodicidad cuatrimestral en papel y cuenta también con una versión digital (web y Facebook) que ha incrementado notablemente su difusión entre el público lector: su página en Facebook cuenta con más de 9.200 seguidores y más de 5.000 usuarios al mes acceden a los contenidos de la web. TURIA está publicada por el Instituto de Estudios Turolenses de la Diputación de Teruel y su edición cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Teruel y el Gobierno de Aragón. En reconocimiento a su labor, la revista obtuvo el Premio Nacional al Fomento de la Lectura.
*Retrato de Man Ray de 1930. El dossier lo ha elaborado el propio director Raúl Carlos Maícas.
MEMORIA DEL PINTOR XAVIER PRAT

Xavier Prat Riquelme (1957-2007)
“Y en otra ciudad también amanece”
Por Sergio Vila-Sanjuán*
Cuando le conocí solía vestir un poncho como el de Tintín en El Templo del Sol, lo que en la muy progre Universidad Autonóma de los años 70 representaba sin duda un toque de distinción. Quizás por ello desde el principio le vi como alguien diferente, capaz de poner una nota de color, aunque fuera algo estridente, y de fantasía en todo lo que se cruzaba en su camino. Hablaba catalán o castellano con un suave seseo. Intervenía bastante en clase con observaciones originales que revelaban su cultura tan amplia como heterodoxa, y los profesores de la época, gente sesuda y muy politizada, le observaban con desconcierto.
Xavier Prat Riquelme era un personaje intenso, que cultivaba a fondo sus raíces peruanas escuchando valsecitos (Si me alejo de ti/es porque he comprendido/que soy la nube gris/ que nubla tu camino) rodeándose de objetos y tejidos del país, leyendo a Cesar Vallejo y cocinando especialidades como el cebiche o la causa limeña.
Había nacido y crecido en Lima, pero tras la muerte de su padre la familia volvió a Cataluña, de donde procedia: Xavier tenia nueve años en el momento del retorno y su hermano Jordi once. Carles les había precedido cinco años antes para estudiar medicina. Xavier refrescaba regularmente toda la mitología y la nostalgia peruana con sus amigos de aquel país, como el gran traductor de Elias Canetti, Juan José del Solar, y junto a su madre, Joana, quien también guardaba abundante memorabilia en el piso familiar.
Pero Xavi era un hijo de su tiempo, de la agitación barcelonesa de los años 70 y de los movidos tiempos de la Transición: se declaraba anarquista, no se perdía una manifestación y por el apartamento de la calle Creu Coberta que compartía con Jordi, quien siempre mantuvo un desvelo paternal y cuidadoso con una nota de flema británica por Xavi, pasaban las figuras del momento, las de las Jornadas Libertarias del año 77 o del mundo ramblero entonces en plena efervescencia. Durante algún tiempo en aquella casa abierta se conservó con reverencia un mantón, creo que no muy limpio, de Ocaña, rey de la noche de la época, que nadie sabía muy bien como había ido a parar alli (y probablemente es mejor no imaginarlo).
Relacionarse con Xavi era como vivir en una página del Nadja de André Breton. Conocía los sitios más raros de la ciudad, convertía en legendarios los lugares anodinos y, con él, una simple vuelta a la manzana podría deparar acontecimientos formidables y encuentros con los personajes más pintorescos. Te llevaba al bar Marsella de la calle Hospital a beber “el ajenjo de los poetas malditos” y a una taberna ignota de la plaza San Agustí Vell donde servían las mejores cañaíllas de la ciudad.
Durante un par de años frecuentamos el taller de escritura impulsado por José Donoso en Sitges, donde autores noveles nos congregábamos en torno al ya consagrado novelista chileno para leer y debatir nuestros intentos literarios. Allí Xavier topó con un personaje mas imprevisible aún, el poeta peruano Américo Yabar, y sumando la imaginación de ambos cualquier noche podía acabar en una sesión de chamanismo a la luz de la luna o un improvisado recital con los poetas encaramados a la mesa de cualquier restaurante chino. O con el Seat 600 de los Prat sumergido en la fuente de Gran Vía, frente al Hotel Ritz, de donde salimos sin daños.
Xavi escribía versos, que reunió en varios volúmenes pero nunca editó, y produjo también una extensa y variada obra plástica: dibujos y acuarelas con planteamientos surrealistas, figuras extrañamente anónimas y monocromas en escenarios marítimos y monumentales, escenas de amor en paisajes urbanos tocados por la irrealidad, con leyendas como "y en otras ciudades tambien amanece.. esos recuerdos que de ti me quedan". Una figuración erudita e irónica, a ratos con tintes de la pintura metafísica italiana, a ratos con referencia a la “Mujer bajando una escalera” de Marcel Duchamp o a las Tres Gracias de Rubens, en reelaboraciones seriales. Algunas de estas obras las mostró en lugares no profesionalizados como la abigarrada tienda Argot de la calle Hospital, que regía su amigo Albert. Su exposición mas importante tuvo lugar en 1982, organizada por Josep Miquel García en un espacio de la Diputación Provincial de Lleida, a donde acudimos en peregrinación todos sus amigos a acompañarle.
Pintaba entre confettis los bailes que se celebraban en La Paloma o en los locales del Borne, como la sala La Ceca, antiguo espacio de acuñación de monedas del barrio barcelonés. Y más tarde recreó los paseos junto al puerto a mediodia, cuando vivia en el edificio ochocentista y masónico de los Porxos d´en Xifre, con Pitu y los niños muy pequeños en una de las etapas mas estimulantes de su vida.
A pesar de que fue la persona con más talento natural que conocí en mis años de juventud, nunca llegó a profesionalizar realmente sus aptitudes literarias y plásticas. Una extrema sensibilidad defensiva le hacía mostrarse siempre reticente a la hora de enseñarlas y de promocionarse a sí mismo. Pero en los trabajos que realizaba para ganarse la vida tambien se las arreglaba para convertir fragmentos de la realidad mas prosaica en fantasía. Durante un tiempo realizaba globos artesanales y otras maravillas con papel y cartón en un tradicional comercio del barrio de Gràcia. Y luego colaboró en escenografías para películas como Angustia de Bigas Luna o Los Angeles de Jacob Berger, junto al decorador Felipe de Paco. Igualmente desplegó su talento plástico en el atrezzo para la campaña municipal Vine al Mercat, Reina, que le tuvo varios meses frecuentando los mercados barceloneses y haciendo malabarismos con frutas y hortalizas. Se lo pasaba muy bien en este ambiente hortícola.
Era provocador y le gustaba polemizar. Te pinchaba con lo que sabía que podía ponerte incandescente. Se divertía con la dialéctica. Era generoso y hospitalario, sus espaguetis con almejas fueron legendarios.
La experiencia de la larga enfermedad y el dolor marcó un antes y un después, que se tomaba con filosofía. En una visita que le hice al Clínic presumió humorística pero verazmente de que su pancreatitis se había convertido en “case study” para los médicos del Hospital. Seguía escribiendo, se tomaba la vida con calma, la relación con sus hijos Clàudia y Tomàs representaba un gran estímulo para él. De vez en cuando me mostraba sus escritos y me decía que estaba trabajando –finalmente- en una novela. Uno de los poemas que me envió por mail un año antes de morir, pienso que resumía bien su visión del mundo y su posición frente a la vida en esos últimos tiempos. Me gustaría pedirle que subiera a la mesa por última vez para recitarlo, pero como no puedo voy a reproducir algunos fragmentos. Dicen así:
No hay nada en el dolor que precio tenga;
Valor se supone a los soldados no a la bala
que posterior al fallo ni siquiera enseña;
Se entretiene mucho en el que ha caído
pero en el cuerpo en paz que ya no siente
solo la muerte denota que ha partido
en dos un corazón contra la nada.
La sangre y la ceniza están tan cerca
que se tocan en la ordalía pegajosa
como viejos amantes del martirio,
pétalos y espinas de una triste rosa
convertida en sal y vinagre delirante.
Acuérdate que un dolor, estéril, macho
no da nunca frutos al final sino reliquias.
Me siento reo en todas la esquinas,
culpable de buscar la paz ajena
a la sombra de las derrotas;
Entonces no sabía ver en el saqueo
lo que hurtar podía a un muerto
y ahora sé lo que no pierdo
en la vorágine necia de la vida.
(…)
La vigilia me roba la paz para tentarme
y si salgo de ese cáliz es para vivir
el tiempo lentamente como los sabios vegetales.
Rechazo la premura de los buitres
que han hurgado en mis entrañas condenadas
y me abandono a las flores azaleas.
No soy un bufón ni un buen acompañante,
tal vez un hombre triste y silente que sonríe.
Mi ojo germinal que mira y deja
que pase la historia asesinada
logró amansar un tiempo tu desastre.
Lo que considero sabio tú lo ves viejo.
Quizás ya habré vivido demasiado,
pero quisiera en ti lo que me resta.
*Sergio Vila-Sanjuán es escritor, periodista, coordinador del suplemento ’Culturas’ de ’La Vanguardia’ y comisario de la exposición de Xavier Prat. La exposición 'Xavier Prat. Y en otras ciudades también amanece', que comprende más de sesenta pinturas y dibujos de este artista, puede verse en el Museo Can Framis/Fundación Vila Casas de Barcelona hasta el 23 de julio. Este texto de Vila-Sanjuán figura en el catálogo. Hoy Teresa Sesé le dedica un extenso y bello artículo.
**Esta obra se titula ’Autorretrato de Xavier Prat’ y está documentado en 1981.