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UN DIÁLOGO CON CARLOS LÓPEZ OTÍN
Carlos Lopez Otín (Sabiñánigo, Huesca, 1958), catedrático de Bioquímica y Biología Molecular en la Universidad de Oviedo, visitaba a finales de año Zaragoza. Recientemente publicaba un nuevo libro: ‘El sueño del tiempo’ (Paidós, 2021), en colaboración con Guido Kroemer, que forma una trilogía con ‘La vida en cuatro letras’ y otro tomo sobre ‘Los límites’, ya redactado pero aún inédito. Aquí habla de sus lecturas, de su pasión por la literatura y la ciencia, y de su experiencia vital, marcada por la pasión de vivir, de investigar, de formar equipos y de contarse y de contarnos.
¿Cuál es el primer libro, o los primeros libros, que le cambiaron la vida?
Uno por encima de todos, ‘Cien años de soledad’, de Gabriel García Márquez. Me enseñó que era posible una mirada diferente a un mundo en el que la realidad y la magia podían convivir, e incluso llegar a ser indistinguibles.
¿Y el que le reveló los poderes de la literatura?
Los primeros libros de viajes que leí, desde los que narraban las aventuras de Ulises o Marco Polo en edición infantil, hasta las maravillosas e inolvidables obras de Julio Verne. Su imaginación alimentó la nuestra y sin salir de casa nos llevó a visitar insólitos lugares viajando en globo por el mundo, o navegando en ese magnífico Nautilus cuyo diseño fue una invitación a la aventura y su biblioteca una invitación a la lectura.
¿Quiénes son los autores de su vida?
Los clásicos, porque invitan a la relectura, y los poetas porque, de pronto, un buen verso te abre en dos, más allá del tiempo y del contexto. Las lecturas de juventud, fundamentalmente novelas, dejaron en mi un poso que me ha acompañado toda la vida. Ahora mis lecturas cotidianas son esencialmente ensayos de todo tipo, especialmente de filosofía, literatura, arte y ciencia.
¿Qué científicos o humanistas le acompañan siempre, o casi siempre?
Por citar nombres concretos escogería a Charles Darwin y Leonardo da Vinci porque conjugan aspectos científicos y humanistas. De ambos tengo libros muy bellos que recogen sus trabajos y sus pensamientos. Revisitarlos, produce un curioso placer.
¿Qué busca en la literatura y en la divulgación científica, en la que escribe y en la que lee?
Disfrutar de escuchar historias o de contarlas, compartir el mundo mediante el lenguaje, que es un hecho distintivo de nuestra especie, para mí el más importante de todos los conocidos. He tenido la suerte de contribuir al desciframiento y anotación de muchos genomas, incluyendo los de los primates que ocupan los lugares más próximos a nosotros en el árbol de la vida. No hay que dejar pasar ni una sola oportunidad de hacer pedagogía.
¿El inicio que más le conmovió o le conmueve?
«Quien busque el infinito que cierre los ojos», así comienza ‘La insoportable levedad del ser’ de Milan Kundera.
¿Y el final?
«El resto es silencio», las últimas palabras del ‘Hamlet’ de William Shakespeare.
¿Quiénes son los poetas que más le emocionan?
Una lista interminable, sin pensarlo me vienen de inmediato a la mente Luis Cernuda, García Lorca, Ángel González, Wislawa Szymborska, Miquel Martí i Pol, Francisco Brines, Joan Margarit...
¿Qué le da la poesía?
Armonía molecular.
¿Los tres últimos libros, más o menos recientes que lo hayan conmovido?
Uno por encima de todos los demás, ‘El infinito en un junco’, de Irene Vallejo. Es uno de los libros más bellos e importantes entre los muchos miles que he leído.
¿Colecciona algún autor, es fetichista?
Solo a Borges. Recorrer sus obras completas es disfrutar de la magia de la palabra, del pensamiento y del conocimiento.
Cita continuamente a los clásicos en sus libros. A Plauto, Aristóteles, a los presocráticos. ¿Cómo dialoga con ellos?
Con la humildad que supone el hecho de ser muy consciente de que los clásicos, sobre todo los que vivieron a orillas del mar Egeo, establecieron las bases de cómo debemos preguntarnos por el mundo y la vida.
¿Cuál es el libro, o los libros, de su biblioteca que tiene para usted una historia especial, singular o emotiva?
Tengo varias joyas personales que representan momentos especiales de mi vida asociados a los libros: un ejemplar de ‘Cien años de soledad’ dedicado por Gabriel Garcia Márquez, una primera edición de un libro de Julio Verne que me regalaron mis compañeros del laboratorio de París a la par que me ayudaban a recuperar mi ‘ikigai’ científico, ‘El otoño de las rosas’ dedicado por Francisco Brines (Premio Cervantes) durante un verano en el que coincidimos en la Universidad Menéndez Pelayo, y sobre todo varios libros que me acompañaron en mis primeros viajes lejanos y que conservan entre sus páginas las emociones y hasta las heridas físicas de esos viajes: ‘El cuarteto de Alejandría’, ‘La consagración de la primavera’, ‘El unicornio’, ‘El amor en los tiempos del cólera’, ‘El Aleph’, ‘El nombre de la rosa’, ‘Memorias de Adriano’.
¿Cómo son sus originales? ¿A mano, a ordenador, con enmiendas? ¿Es rápido? ¿Escribe antes de escribir?
De todo un poco, antes siempre a mano, ahora, salvo notas puntuales, siempre con el ordenador. No corrijo mucho, pienso mucho antes de escribir algo, escribo los libros con tinta neurológica antes de pasarlos a limpio con tinta electrónica. Cuando llega ese momento, la escritura en mi caso es un proceso que fluye muy rápido y con naturalidad.
¿En qué consiste leer?
Leer es vivir, aprender, escuchar otras voces, viajar a otros mundos. Desde que aprendí a leer en una pequeña escuela de mi pueblo, no recuerdo un solo día de mi vida sin haber leído.
¿Qué es ser científico, para quién trabaja o sueña?
Ser científico es preguntarse el porqué de las cosas, asombrarse ante lo desconocido, explorar las curiosidades más profundas y perseguir la gran emoción de descubrir. Para mí, la ciencia solo tiene sentido si posee un fin social. Trabajo para aliviar la ignorancia, la propia y la ajena, para tratar de mejorar las vidas con futuros imperfectos, para evitar la muerte a destiempo, y sueño con la vieja idea de que el conocimiento es el mejor instrumento para construir un mundo más justo.
¿Cómo nos explicaría de modo sencillo el libro ‘La vida en cuatro letras’ (Paidós, 2019)?
El libro surge de la necesidad personal de tratar de entender la vulnerabilidad derivada de las emociones humanas. Para ello, el libro describe los distintos lenguajes moleculares que hacen posible la vida y se presentan los daños que sufren durante nuestra transición de la salud a la pérdida del equilibrio emocional. El conocimiento de estos lenguajes nos lleva a plantear distintas estrategias que pueden ayudarnos a recuperar el bienestar emocional.
¿Quería hacer un libro catártico sobre la huella del padre, sobre la infamia, sobre la tristeza?
Efectivamente, la escritura de este libro fue un proceso catártico y contiene todos esos elementos que citas, pero su objetivo final era otro: recordar en voz alta nuestra asombrosa fragilidad y demostrarme a mí mismo que es posible enfrentarse a ella. Después, muchos lectores ampliaron y enriquecieron este libro con sus propios comentarios y experiencias, por ello les debo eterna gratitud.
¿Qué quiere ser ‘El sueño del tiempo’ (Paidós, 2020), su última publicación en colaboración con Guido Kroemer?
Un elogio de la vida y del tiempo, una entidad que nos dicen que no tiene realidad física, pero que es la fantasía más verdadera que puede experimentar el ser humano. ‘El sueño del tiempo’ es también una invitación a reconsiderar nuestra relación con el tiempo a través de un viaje de conocimiento que ayudará a los lectores a interpretar, entender y ordenar el concepto del tiempo, pero también a sentirlo, disfrutarlo y soñarlo. Finalmente, el libro da respuestas -derivadas de nuestro propio trabajo- a la pregunta de si ya es posible dominar el tiempo y alcanzar la eterna juventud o la inmortalidad, ese presunto don que algunos anuncian.
Dice que los tres grandes héroes del estudio del tiempo son Aristóteles, Newton y Einstein. ¿Cómo alimentaría nuestra inquietud para que quisiéramos saber más de ellos? ¿Por qué son tan importantes?
Muchos pensadores en múltiples campos del conocimiento han reflexionado acerca de algo tan abstracto como el tiempo, pero a la vez tan concreto que a todos nos afecta y a todos nos iguala. Es maravilloso considerar que las ideas complementarias de tres grandes sabios de distintas épocas son suficientes para navegar con una mínima soltura en aguas tan complejas. Aristóteles puso las primeras ideas, Newton las llevó al absoluto de los números y las ecuaciones, y Einstein las relativizó al introducir el concepto de espacio-tiempo y la importancia crucial del observador cuando se habla de estos temas. Aristóteles fue un pionero en muchas cosas, pero le faltaron datos; Newton, el último de los sumerios y de los babilonios pues tras él todo fue nuevo, fue un genio y nos enseñó las claves del funcionamiento del mundo, aunque para mi sorpresa no sintió la curiosidad de contemplar el mar; por último, en mi opinión Einstein tuvo la mente más profunda de todos los humanos que hemos vivido hasta ahora. Estos tres pensadores tuvieron luces y sombras en sus vidas personales, pero más allá de lo que hicieron con sus propias vidas, no debemos olvidar nunca el impacto de sus trabajos en las de todos nosotros.
¿Por qué incorpora tantas historias, tantos personajes? ¿Es por pedagogía, por erudición que ayuda a vivir y que ha interiorizado o, tal vez, porque en Carlos López Otín hay un narrador nada oculto, un cuentista?
No hay que dejar pasar ni una sola oportunidad de hacer pedagogía, que para mí consiste en transmitir de la forma más clara posible lo que he aprendido por mí mismo o lo que otros me han enseñado. Mis alumnos certificarán que siempre les digo en clase que uno no sabe algo si no es capaz de explicarlo. Pretender iluminar cuestiones muy complejas y aparentemente abstractas no es fácil, por eso hay que utilizar todos los medios a tu alcance. En el caso de la divulgación de las claves de la vida y de las enfermedades, lo que he aprendido es que las aproximaciones reduccionistas ya son insuficientes; nos han ayudado a progresar de manera extraordinaria, pero la vida es una propiedad llamada emergente, de forma que el todo es más que la suma de las partes constituyentes. Esto es lo mismo que pensar que un verso es más que la suma de las palabras que lo componen. Por ello, ha llegado el momento de integrar conceptos de distintos campos, superar las barreras de las disciplinas y las especialidades, algo que solo se puede lograr después de muchos años de practicar el estudio y la curiosidad.
Tan terrible, tan aniquiladora, tan literaria en su crudeza, ¿cómo define y percibe la enfermedad del alzhéimer?
Es una enfermedad del tiempo en muchas dimensiones: borra el pasado, anestesia el presente y nos roba el futuro. Percibo el alzhéimer y otras enfermedades neurodegenerativas como uno de los principales eslabones de la cadena de vulnerabilidades humanas. Hoy, nadie se cura de estas enfermedades y el aumento de la esperanza de vida de la gran mayoría de las sociedades actuales hace que cada vez sean más las mujeres y los hombres que encuentran en su camino estos males. De ahí nuestro muy reciente artículo ‘Hallmarks of Health’ (Las claves de la salud) con Guido Kroemer, en el que proponemos avanzar hacia una medicina de la salud que complemente a la medicina de la enfermedad y nos ayude a afrontar enfermedades incurables que hoy nos abruman, en lugar de empeñarnos en imposibles e innecesarios sueños de inmortalidad.
¿Qué es más poderosa en el ser humano: la felicidad o la enfermedad?
Son dos términos tan unidos entre sí como el entrelazamiento cuántico de Einstein-Podolsky-Rosen o las hebras de la deliciosa trenza de Almudévar. La felicidad y la enfermedad son consustanciales a nuestro diseño evolutivo, hay variantes en nuestro genoma que nos predisponen al bienestar emocional y a la longevidad, mientras otras favorecen la depresión o ciertas enfermedades. Afortunadamente, el lenguaje genómico no es tan determinista como muchos piensan y son otros lenguajes biológicos, como el epigenoma o el metagenoma, los que influyen decisivamente en trasladar al interior celular el diálogo del organismo con el ambiente. Esta conversación global es la que determina si, en este caso concreto, el balance se inclina hacia la felicidad o hacia la enfermedad, ya sea del soma o del alma.
¿Qué respuestas sobre la vejez no acaba de encontrar?
Lo que más me admira en este sentido no es por qué envejecemos, sino por qué vivimos tanto. Considero el envejecimiento como un proceso biológico natural y por tanto lo acepto como una parte más de nuestra vida. Por eso, mis preguntas científicas sobre el envejecimiento nunca han sido para buscar ningún elixir de juventud, sino para tratar de encontrar las claves de las enfermedades que acortan nuestro particular sueño del tiempo.
¿Qué nos dice la ciencia y un científico tan emotivo como usted del amor?
Muchas veces digo que la vida es una conversación entre los relojes biológicos que sincronizan la actividad de nuestras células. Hay múltiples relojes moleculares dentro de nosotros incluyendo los circadianos, los epigenéticos o los teloméricos, que regulan nuestros ritmos biológicos. Sin embargo, ninguno tan importante como los relojes emocionales, que adelantan o atrasan según las señales químicas que reciben, y marcan en gran medida el compás sentimental de nuestra vida. Borges, pese a que no sabía nada de biología molecular lo explicó con conmovedora precisión cuando escribió: “estar o no estar contigo, esa es la medida de mi tiempo”.
¿Cómo podría retratar el genoma? ¿Es algo así, diminuto e invisible, como el libro de los cuerpos y las almas, del pasado, del presente y del futuro, el registro de la complejidad y lo insondable?
Todas las biografías de los seres vivos del planeta están escritas en el mismo código de cuatro componentes químicos abreviados en cuatro letras: una vocal la A (de adenina) y tres consonantes C, G y T (de citosina, guanina y timina). He tenido el privilegio de poder leer muchos cientos de genomas humanos y de otros organismos, y cada uno de ellos cuenta una historia de vida. Y aunque parezca sorprendente, debo recordar que el genoma de cada una de nuestras células (y tenemos varias decenas de billones de células en nuestro organismo) si se despliega mide cerca de dos metros, por lo que ni diminuto ni invisible, sino un largo verso interminable, tomando la definición de Gerardo Diego sobre la vida. Un verso pleno de significado y de posibilidades, de cuyo funcionamiento adecuado somos responsables en buena medida.
Siempre dice que le gusta mirar el mar. ¿Qué halla en él, qué le ofrece, se encuentras a usted mismo?
El mar, siempre distinto, siempre irrepetible, y tal como aprendí de Paul Valéry “el mar siempre recomienza… se levanta el viento, hay que intentar vivir / abre y cierra mi libro el aire inmenso”. En suma, mirar el mar es una forma de inspiración, de sentir la presencia de la naturaleza, y de ganar serenidad y armonía.
UNA CHARLA CON FERMÍN BOCOS EN LA FUNDACIÓN IBERCAJA
El ESCRITOR FERMÍN BOCOS HABLÓ AYER DE SU ÚLTIMA NOVELA EN EL CICLO “MARTES DE LIBROS”
Fundación Ibercaja organizó y emitió el encuentro digital en su canal YouTube
La jefe del Área de Cultura de Fundación Ibercaja, Mayte Ciriza, presentó la videoconferencia que moderó el escritor y periodista Antón Castro
[Nota oficial de la Fundación Ibercaja]
ZARAGOZA.- El escritor Fermín Bocos participó ayer en el ciclo “Martes de libros”, organizado y emitido por Fundación Ibercaja en su canal YouTube. La jefe del Área de Cultura de Fundación Ibercaja, Mayte Ciriza, presentó la videoconferencia que moderó el escritor y periodista Antón Castro. Bocos habló de su última novela, “Algo va mal”, un thriller que plantea temas de actualidad como el poder de los medios de comunicación y su servidumbre respecto al poder político y económico. En su presentación, Mayte Ciriza destacó que “la literatura y la cultura en general es un bien de primera necesidad que nos ha salvado en el confinamiento”.
La videoconferencia puede versen en el siguiente enlace: (410) Martes de libros con Fermín Bocos - YouTube
Fermín Bocos es columnista político de Europa Press, y ha trabajado en las principales emisoras de radio y televisión de España. En la videoconferencia reconoció que “una novela es el resultado de las propias vivencias del autor”, y dijo que “Algo va mal” refleja su experiencia “en el oficio de periodista y las relaciones del periodista con el poder y con los centros de poder en la sombra. Todo esto salpimentado con sentido del humor y distanciamiento”. El magnate de “Algo va mal”, por ejemplo, “es un personaje abominable que es una suma de directores de medios y magnates que yo he conocido”.
Lo que sucede en su novela, según Bocos, “es una realidad inventada, pero que podría ser cabecera de periódico mañana”. El crimen como instrumento de la política, el mundo secreto de las falsificaciones de obras de arte o la corrupción son algunos temas que aparecen en la novela. “El medio que oculta un caso de corrupción acaba participando de ella”, afirmó Fermín Bocos, y añadió que “la corrupción ha contaminado al ser humano desde sus orígenes. Habrá siempre corrupción y siempre habrá alguien que denuncie o que renuncie. Para Bocos, “primero hay que ser buena persona y luego periodistas”. “La capacidad de destruir una vida que tiene un medio de comunicación no está compensada con la capacidad de reconstruirla”.
Para el escritor, “poder y periodismo son un matrimonio de conveniencia y mal avenido”. “El periodismo tiene que ejercer de contrapeso pero no de contrapoder”, dijo. Reconoció que “el periodismo está demasiado supeditado porque cada vez cuesta más sacar adelante un medio, y la publicidad está en manos del poder”.
Fermín Bocos ha trabajado en las principales emisoras de radio y televisión de España. Dirigió los servicios informativos de la Cadena COPE y también los de Radio Barcelona de la Cadena SER. Fue director de Radio Exterior de España y del informativo 24 Horas. Dirigió el Telediario de TVE y el Área Internacional. Fue uno de los fundadores de TELEMADRID y el primer director de sus Servicios Informativos. Ha sido editor y presentador de los informativos de TELE 5, del programa de CNN+ “España a fondo” y de “La vuelta al mundo” en VEO Televisión. Ha sido columnista de El Mundo y del diario catalán Avui. En Onda Cero colaboró durante varios años en la tertulia “Protagonistas” y en “Gente viajera”.
Bocos ha publicado las novelas “Algo va mal” (2020), “El libro de Michael” (1998), “El resplandor de la gloria” (1999), “La venganza de Byron” (2005) y “El informe San Marcos” (2009). Es también autor de ensayos como “Tecnología bélica y censura en la Guerra del Golfo” y “Ellas”.
Antón Castro, escritor y periodista, dirige el suplemento “Artes y Letras” de Heraldo de Aragón, colabora en “Por amor al arte” y en “Buenos días” de Aragón Televisión, y en la Cadena SER, en “A vivir Aragón” con Miguel Mena. Ha presentado y dirigido varios programas de televisión, como “Viaje a la luna”, en Antena Aragón, “El Paseo”, “Borradores” y “Sin cobertura” en Aragón Televisión. Ha dirigido los Encuentros Literarios de Albarracín durante seis ediciones. Es autor de más de treinta libros y Premio Nacional de Periodismo Cultural (2013).
El Área de Cultura de Fundación Ibercaja organiza el ciclo “Martes de libros” con el objetivo de fomentar la lectura, la reflexión y el espíritu crítico. Desde mayo del pasado año, han participado en este ciclo los escritores Irene Vallejo, Nuccio Ordine, Emilio del Río, Manuel Vilas, Javier Cercas, Julia Navarro, Daniel Gascón, Ignacio Martínez de Pisón, Rosa Montero y Carlos del Amor.
ADIÓS A LUIS CALVO
Ha fallecido el pintor Luis Calvo Díez (Zaragoza, 1935-2021) a los 85 años de edad. Solía definirse como “artista, viajero y campesino”. Era un pintor versátil, en temas y técnicas, apasionado por la luz y los reflejos. Solía recordar que era sobrino nieto de Miguel Burro Fleta, al que le hizo varios retratos. Más de una vez recordaba que uno de los grandes amigos del tenor había sido su padre Ricardo Calvo.
De estirpe campesina, Luis Calvo descubrió su pasión por el arte, algo que no gustó mucho en su casa, y estudió la técnica en el estudio de Alejandro Cañada y en la Escuela de Artes y Oficios, donde tuvo como profesores a Virgilio Albiac y a Albareda. Siempre alternó las labores en el campo con la pintura; le gustaba recordar que gracias a una conocida entró en contacto con la Base Americana y allí vendió muchos cuadros de variados formatos. Realizó una producción figurativa de retratos, desnudos, bodegones, paisajes (especialmente de los Monegros, a los que les dedicó muchos óleos, y del entorno de Cogullada, donde tenía sus tierras), viajes y flores, que para él era una devoción. Igual pintaba crisantemos que peonías u orquídeas.
Hizo varios viajes por África, especialmente Marruecos y Egipto, y realizó muchos cuadros de zocos, grupos, calles y casas, escenas costumbristas con su característico estilo clasicista, etc. Hizo muchos retratos: pintó a una joven Virginia Woolf, a la actriz Sandra Mozarowsky, a la que conoció en Torremolinos poco antes de su muerte, o su admirado Miguel Fleta, obra que publicó en Heraldo de Aragón.
Una de sus últimas exposiciones fue en la sala de exposiciones de la Caja de Teruel en 2013, donde se veían otros temas: su pasión por Zaragoza: pintó en muchas ocasiones las torres de San Pablo o de La Seo, diversos rincones de la ciudad. Su casa, en el Casco Histórico, estaba atestada de obras de todos los formatos. “Zaragoza es mi ciudad y siempre me gusta por su luz. Aragón posee una luz excepcional. Tiene muchos rincones para ser pintada. Me encuentro más cómodo en el realismo, muy trabajado, que en la abstracción”, solía decir. A lo largo de su carrera, recibió distintos premios y expuso no solo en Zaragoza sino en Huesca, Sitges, Burdeos, St. Feliu de Llobregat. Ocupó varias veces la portada de ‘Artes & Letras’, el suplemento de los jueves de este diario. Luis Calvo era un hombre amable y cercano, enamorado del arte y de la amistad, que amaba profundamente la vida y que deja un vasto legado.
ACE. POR LOS DERECHOS DE AUTOR
Madrid a 27 de enero de 2021
Madrid, 27/01/2021. Ante la próxima trasposición de la Directiva de Derechos de Autor en el Mercado Único Digital, la Conferencia de Asociaciones de Escritores y Escritoras de España, que representa a más de 6.000 autores, ha enviado esta mañana un manifiesto al Ministerio de Cultura y Educación, en el que solicita el reconocimiento de la gestión colectiva obligatoria y la irrenunciabilidad del derecho de autor reconocido en el artículo 15 de esta directiva.
Bajo el título Manifiesto pro-derechos de autor para los escritores, periodistas y otros autores, la norma europea prevé en su artículo 15 un derecho conexo a favor de los editores de prensa, con participación de los autores, por los usos digitales que realizan de sus contenidos determinados servicios de información, tales como agregadores y buscadores. España deberá trasponer esta directiva a su ordenamiento jurídico antes del 7 de junio de este año.
En este sentido, las asociaciones que forman esta Conferencia recuerdan que «esa directiva reconoce a los periodistas, escritores y titulares de derechos sobre obras y otras prestaciones incorporadas a las publicaciones de prensa, una parte adecuada de los ingresos percibidos por el editor en concepto de este derecho». El texto reclama «transparencia en su gestión» y, para ello, solicitan el «reconocimiento de la gestión colectiva obligatoria para este derecho unido a la consideración de irrenunciabilidad» como única forma de hacer efectivo este derecho.
Muchos escritores colaboramos, junto a periodistas y otros autores, con los medios de prensa con artículos que, tras su publicación, son utilizados en internet por los servicios de la sociedad de la información, tales como agregadores y buscadores, sin solicitar autorización ni abonar cantidad alguna.
Para remediar esta situación notoriamente injusta, la Directiva Europea de derechos de autor de 2019 reconoció, en su artículo 15, un nuevo derecho conexo para el editor de prensa. De ahora en adelante, esos usos digitales deberán efectuarse con la autorización de sus autores. Además, esa directiva reconoce a los periodistas, escritores y titulares de derechos sobre obras y otras prestaciones incorporadas a las publicaciones de prensa, una parte adecuada de los ingresos percibidos por el editor en concepto de este derecho. Que este nuevo derecho sea una realidad para unos y otros exige la transparencia en su gestión, esto es, que las tarifas, las recaudaciones y los repartos sean públicas y transparentes y queden fuera del alcance de las presiones de las grandes empresas tecnológicas que usan nuestros contenidos para sus negocios en la red.
El reconocimiento de la gestión colectiva obligatoria para este derecho unido a la consideración de irrenunciabilidad, son los instrumentos legales que permiten alcanzar dicha transparencia. Por todo ello y ante el riesgo de que estos dos elementos de garantía no se contemplen en la transposición de dicho artículo, exigimos:
En caso de que ambos elementos no se contemplen, se estará expropiando al más débil, al autor, nuevamente, otro derecho social conquistado tras años de lucha, así como estableciendo un precedente para el viraje del modelo de protección de los derechos de autor hacía las tesis puramente mercantilistas.
La gestión colectiva obligatoria ha sido un soporte muy importante para que nuestro colectivo haya podido desarrollar gran parte de su actividad, no solo con carácter general durante los últimos 30 años, sino también, y muy especialmente, tener un soporte de protección social y de apoyo en su labor profesional que se ha hecho aún más evidente, hasta ser imprescindible, en momentos tan duros como los originados por la pandemia que estamos padeciendo.
La Conferencia de Asociaciones de Escritores y Escritoras, coordinadora de ámbito estatal, está integrada por la Asociación Colegial de Escritores (ACE), la Asociación Colegial de Escritores de Cataluña (ACEC), l’Associació d'Escriptors en Llengua Catalana (AELC), la Asociación de Escritores de Euskadi- Euskadiko Idazleen Elkartea (AEE/EIE), la Asociación Aragonesa de Escritores (AAE), la Asociación Escritores y Críticos Literarios de Valencia (CLAVE), la Asociación de Escritores Extremeños (AEEX), la Asociación de Escritoras e Escritores en Lingua Galega (AELG), la Nueva Asociación Canaria de Escritores (NACE), la Asociación Navarra de Escritores-Nafar Idazleen Elkartea (ANE), la Asociación de Escritores de La Rioja (ARE), la Sociedad Cántabra de Escritores (SCE) y la Asociación de Escritores de Castilla-La Mancha (AECLM).
COMUNICACIÓN ACE
CAZARABET. DIÁLOGO CON ANTÓN CASTRO: 'PASARON POR AQUÍ'
http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/pasaronporaqui.htm
El escritor y periodista, así como cronista, cultural Antón Castro escribe un libro recopilatorio de todas las figuras que han ido desfilando, más o menos directamente, por la memoria de Aragón en el tiempo cronológico que recoge el siglo XX.
El libro por su idiosincrasia tiene la característica de poder ir leyéndose un día dos o tres personajes de aquí, otro día dos o tres de allá…
Edita el libro, Pregunta Ediciones.
Lo que nos explica Pregunta desde la sinopsis:
"Actores y actrices como Johnny Depp, Ava Gardner, Liam Neeson o Uma Thurman; los literatos John Berger, George Orwell, Miguel de Unamuno, Simone Weil o Virginia Woolf; músicos de la fama de Michael Jackson, Madonna, Patti Smith o The Rolling Stones; deportistas como Steffi Graf, Eddy Merckx o Pelé; pintores de la talla de Salvador Dalí y Pablo Picasso: son sólo algunos de los personajes célebres que, durante los últimos ciento cincuenta años, han pasado por España y recalado en tierras aragonesas. En su nuevo libro, Pasaron por aquí, el escritor y periodista Antón Castro (Premio Nacional de Periodismo Cultural) recorre las vidas de estas celebridades y las circunstancias de sus viajes. A medio camino entre el relato literario y la crónica periodística, con un estilo ameno, divulgativo y repleto de anécdotas, Pasaron por aquí nos descubre secretos y curiosidades de los grandes nombres de las artes, las ciencias y las letras del siglo XX."
El autor Antón Castro:
Este escritor, dramaturgo y periodista nació en Santa María de Lañas en A Coruña en 1959, aunque después de residir por varias localidades instala y planta sus raíces en Zaragoza donde reside, definitivamente, desde 1978. Ha publicado una treintena de libros entre narrativa y poesía, de periodismo, de biografía, y ensayo. Es autor de, entre otros, El testamento de amor de Patricio Julve —editado por Xordica—, El dibujante de relatos —de Pregunta Ediciones— con ilustraciones de Juan Tudela; y Seducción (de Ediciones Olifante). Entre sus últimos libros destacan Golpes de mar (Ediciones del Vientos), Cariñena (Pregunta Ediciones), Aragón, excursiones a lugares mágicos (Sua), éste escrito con Eduardo Viñuales. A estos le sumamos: Billie Holliday. El negro arrebato del jazz con ilustraciones del Javier Hernández—desde Ediciones de Ida y Vuelta--, Amor, la loca de Montalbán—de Prames con ilustraciones de Natalia Bayo--, Mujeres soñadas –Aladrada—con fotografías de Rafael Navarro y Vino del mar(Olifante)
Desde el año 2002 coordina el suplemento “Artes y Letras” del periódico Heraldo de Aragón. En 2013 recibió el Premio Nacional de Periodismo Cultural.
Complementa en alguna cosa con estos enlaces la información sobre Antón Castro:
https://es.wikipedia.org/wiki/Ant%C3%B3n_Castro
http://antoncastro.blogia.com/
https://www.heraldo.es/tags/autores/anton_castro.html
Nosotros también mantuvimos varias conversaciones desde nuestro proyecto de Difusión Cultural:
http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/billieholliday.htm
http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/musgo.htm
http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/galaheraldo.htm
Cazarabet conversa con Antón Castro:
-Amigo, ¿qué es aquello que te hizo escribir o, más bien recopilar, en un libro para Pregunta la serie de artículos que con el título ‘Pasaron por aquí’ se editaron los sábados en Heraldo de Aragón?
-Pensé que en su conjunto había una pequeña historia cultural no solo de Aragón sino de España, una mirada plural a la atracción que había ejercido nuestro país sobre distintas figuras universales: Sarah Bernhardt, Virginia Woolf, Walt Disney, Albert Einstein, el universo de Hollywood, Christian Barnard, Pelé, Josephine Baker, pero también la fascinación que había ejercicio Aragón sobre figuras nacionales e internacionales, españolas, como Unamuno, Sorolla, Picasso, Dalí, etc.
-¿Cómo fue la cooperación con Pregunta, fueron ellos como editores los que te convencen para que reúnas a estos personajes?
-David Francisco y Reyes Guillén son muy amables, trabajamos juntos con sumo placer. Lo hicimos en ‘El dibujante de relatos’, en ‘Cariñena’, etc., y lo hemos vuelto a hacer aquí: me siento en casa, seguro, hablamos de todo y son muy acogedores. Pregunta se ha convertido en una editorial activa, puntera, diversa y casi hiperactiva.
-¿Su denominador común es Aragón?. Bueno, estaría bien pensar que todos guardan o guardaron---algunos de estos personajes ya han muerto—un recuerdo de Aragón o crees que “su vida muy atolondrada” o sus egos les habrán distraídos de estas nuestras tierras o quizás hasta se hayan olvidado?
-Desde luego, el denominador común es Aragón y un periódico de alcance regional como ‘Heraldo’. La sección aparecía en un suplemento de moda y tendencias de sábado, coordinado por Ana Usieto, y esa fue la primicia. De ahí que aparecieron algunas figuras nacionales marcadas por cierta revelación y pintoresquismo: una historia de amor y música del joven Julio Iglesias en Barbastro, donde una joven le asaltó literalmente la habitación y pasó unas horas de la noche con él, hasta la luna de miel de Nino Bravo y su mujer Amparo en Gallur. Por lo regular, salvo Unamuno, a quien no le gustó Zaragoza, o Antonio Lobo Antunes, que también tenía un pésimo recuerdo de la ciudad, casi todos tienen palabras de elogio y cariño para Zaragoza, Huesca y Teruel y para otros lugares.
-Antón, retrocedamos a aquellos tiempos, unos ochenta sábados, en los que te sumergiste en estas gentes, digamos “de renombre” que pasaron por Aragón… ¿son las diferentes notabilidades y su paso por estas tierras las que te hacen acercarte y aquello que llama la atención?
-Los nombres van viniendo un poco azarosamente. Yo buscaba, contaba con el asesoramiento y la colaboración de las documentalistas de HERALDO Mapi Rodríguez y Elena de la Riva, contaba con el azar, y así fueron saliendo nombres y más nombres: Fausto Coppi, Eddy Merckx, Nureyev, Antony Quinn, Walt Disney, Tyrone Power, James Mason, Gina Lollobrigida, Arthur Rubinstein, Manuel de Falla, Diaghilev…
-Optas por un estilo narrativo muy próximo al de cronista…verdaderamente lo que tu ejerces es “como de cronista cultural de Aragón”, centrándote más en Zaragoza, ¿no?; ¿qué nos puedes decir? ,¿por qué escoges “ese ritmo especial” de la crónica?
-No es que me centre más en Zaragoza que en Huesca y Teruel, que también salen, por supuesto, sino que parece que parece que Zaragoza atrajo a más celebridades. Los Pirineos atrajeron a muchos visitantes: Sorolla y Unamuno anduvieron por los Pirineos; Josephine Baker actuó en Huesca, por citar algunos ejemplos. Anthony Quinn estuvo en Albarracín; el fotógrafo Rodney Smith visitó Teruel y Albarracín; Yoko Ono anduvo por Calanda, etc. Yo intentaba hacer un trabajo documental que fijase con precisión, datos y ritmo el paso de la gente: qué hicieron, qué dijeron, qué les conmovió, que dejaron.
-Antón, ¿entre este ramillete de personajes tienes algunos preferidos o algunos que te hayan causado cierta sorpresa?
-Me han sorprendido muchos. Me sorprendían todo el tiempo. Es una cosa sencilla, pero me emocionó la naturalidad y el encanto de Nino Bravo; Marianne Faithfull en Sos del Rey Católico; el asombro que produjo Sarah Bernhardt en el Principal de Zaragoza; el hecho de que Picasso aprendiese a nadar en el río Matarraña; la ternura y cercanía de Albert Einstein que dio dos pequeños conciertos con una joven pianista; el interés de Dalí por la jota; el enigma de Michaely hasta de menos divismo del que se podría pensar.
-Muchos, por no decirte todos son o podrían ser objeto de una especie de relato novelado o no…..desde su paso, su estancia….en tus manos y desde tu mente creativa cualquiera de estas dos opciones me parecería acertada…
-En dos o tres folios, no es fácil contar qué hizo, por poner un ejemplo, Eva Duarte en Zaragoza. No puedes contarlo todo, pero sí muchas cosas, detalles, gestos, el eco en la ciudad, los escándalos, los equívocos. Disfrutaba mucho, ha sido una de las series, y habré hecho alrededor de quince a lo largo de 30 años de ejercicio, con las que más he disfrutado. Me gustaba mucho, además, fijar, a la luz de los datos del periódico, algunas cosas para siempre. Con precisión, con pruebas, yendo a las fuentes.
-Háblanos, por favor, del proceso de investigación o de los pequeños procesos de investigación para cada personaje; quizás en algunos los hubo y en otros no..…
-Eso ha sido de lo más bonito. Siempre había sorpresas: estaba la fuente del periódico, los libros, la carta de un amigo, un email de un lector, el rastreo por internet y luego el recuerdo de gentes que habían estado en un concierto, en un rodaje, en una sala de fiestas, en un hotel, en una exposición o en una carrera, como sucedió con la salida de la Vuelta de España de Gallur, con Eddy Merckx. Revelaciones del azar ha habido con cada personaje. De repente, hablabas con el productor Félix Zapatero que acompañó a Uma Thurman a comprar unas botas de cuero español y se acordaba muy bien de todo. Y así todo el tiempo. O desde Ayerbe te contaban los días que pasó Liam Neeson en un hotel y cómo le gustaba hablar con uno de los dueños de todo. O en Zaragoza te contaban cómo le negaron una cerveza y la cena a Nureyev tras actuar en una función en el Principal.
-¿Trabajaste en aquellas columnas de los sábados en Heraldo de Aragón teniendo en cuenta como un guión de cuestiones a ir contestando, a ir dando respuesta; querías dar a todos los personajes como un mismo tratamiento y acercamiento, aunque, claro está, el resultado final fuese muy diferente al tratar cada sábado a uno de ellos o ellas…?
-No había un plan. Me dejaba guiar por la curiosidad, por el asombro y por el deseo de completar personajes y por los elementos curiosos de su estancia: el paso de Orwell en Huesca, la estancia de Saint-Exúpery en Zaragoza, la visita de Ava Gardner a la plaza de toros de Zaragoza, el paso de Nureyev por el Principal, las visitas de Ernest Hemingway; cómo se comportaron algunas figuras del rocanrol como Bruce Springsteen, Tina Turner, Madonna, Michael Jackson, Sting, al que le tiraron algunos sujetadores, etc. Me enamoraba de cada personaje y ya el lunes empezaba las pesquisas, la búsqueda de fotos, el rastreo aquí y allá, las llamadas.
-De aquella crónica, ¿has tenido que tocar o más bien retocar alguna cosa para editarlos todo junto en un libro de Pregunta?
-He tocado poco, muy poco, y luego ha sido David Francisco quién eligió ponerlas por orden alfabético. Hablamos de un período de casi 150 años de historia.
-¿Cómo es coordinar todas estas plumas, teniendo en cuanta que, seguramente, cada una de ellas nos aporte un capítulo y/o participación desde donde se es especialista?
-Bueno, eso me ha resultado fácil. Como el autor de los textos era yo, yo creo que mi mirada es la que unifica todo el texto y el panorama general. Los textos no están ordenados por temas ni por fechas, ni por ciudades, es una mirada transversal donde todo alimenta a todo y se crea ese tejido cultural, deportivo y científico (habló de Einstein o de Christian Barnard, por ejemplo) que explica una parte de la sociología de España. E insisto, es un libro lleno de curiosidades, de memoria, de pasión y de aventura.
-Una vez recopilado todo para Pregunta, ¿cómo es la metodología de trabajo que utilizas?; ¿cómo le pones orden a todo?
-Como digo, el orden fue el elegido por los editores. Me gustó, me pareció que resultaba atractivo descubrir, como a salto de mata, personajes y así lo dejamos. Puedes coger cualquier perfil al azar, cualquier crónica, y adentrarte gozosamente en ella. Las piezas son fluidas, amenas, sorprendentes, y a veces insólitas. Lorca estuvo con la Barraca en Jaca y Ayerbe, pasa por Zaragoza y no se publican fotos. James Mason viene, desde Barcelona, a desayunar con su coche al Gran Hotel. Walt Disney estuvo en Zaragoza, no se enteró nadie y se sabe porque lo dijo luego en Barcelona y porque dejó su rúbrica en el libro de firmas del hotel. Sabemos que Virginia Woolf estuvo de luna de miel en Zaragoza porque lo contó en una carta a una amiga.
-¿Cómo ha sido trabajar con David y Reyes, los editores de Pregunta?
-Para mí trabajar con ellos es muy gratificante. Crean un buen clima de trabajo y de compañerismo, y se vuelcan con los libros. No tengo más que buenas palabras que decir. Y eso que ahora, con el crecimiento de la editorial, van más liados. La verdad es que estoy muy contento de nuestra relación (igual que me pasa con Olifante): es maravilloso saber que los editores cuentan contigo y esperan tus libros. La relación con ellos ha sido y es muy importante para mí.
-¿Tienes algún proyecto en vista o estás maquinando algo que nos puedas comentar o dar una pista?
-Hay varias cosas, sí. Creo que a lo largo del año aparecerá mi poemario, en verso y prosa, ‘El cazador de ángeles’, un libro sobre la infancia, la familia, la amistad y la creación, la pasión y el deseo, el virus y el mar, todo eso está ahí; estoy a punto de terminar un libro de relatos y preparo para Pregunta precisamente un libro muy zaragozano: literatura, arte, personajes, viajes. Algo así como mi homenaje personal a la ciudad tras 40 años viviendo en ella. Zaragoza es mi verdadera ciudad.